Resumen del libro "El Green New Deal global", de Jeremy Rifkin (2019)
Resumen original y actualizado en:https://evpitasociologia.blogspot.com/2020/02/el-green-new-deal-global-de-jeremy.html
Resumen elaborado por E. V. Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Sociología y Derecho
Sociología, ecología, cambio climático
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Ficha técnica:
Título: "El Green New Deal global"
Subtítulo: "Por qué la civilización de los combustibles fósiles colapsará en torno a 2028 y el audaz plan económico para salvar la vida en la Tierra"
Título en inglés: "The Green New Deal"
Autor: Jeremy Rifkin
Fecha de publicación: 2019
Edición español: Paidós, Editorial Planeta, Barcelona, 2019
Páginas: 334
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Biografía del autor Jeremy Rifkin (hasta 2019)
Uno de los sociólogos más populares de nuestro tiempo, es autor de veinte títulos, entre los que destacan La sociedad de coste marginal cero y La Tercera Revolución Industrial, ambos publicados por Paidós. Sus libros se han traducido a más de 35 lenguas. Rifkin es asesor de la UE, de la República Popular China y de muchos jefes de Estado en todo el mundo. Es profesor en el programa de Educación Ejecutiva de la Wharton School en la Universidad de Pennsylvania desde 1995 y es presidente de la Foundation on Economic Trends en Washington DC.
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Texto de la contraportada
Un plan urgente para afrontar el cambio climático. transformar la economía y crear una cultura de combustibles postfósil y verde.
Una nueva visión para el futuro global está ganando impulso. Al enfrentarse a una emergencia, una generación más joven encabeza un debate en torno al Green New Deal y define la agenda para un movimiento político innovador con el potencial de revolucionar la sociedad. Los "millenials", el mayor caladero de votantes, están abordando la cuestión del cambio climático.
Aunque el Green New Deal se ha convertido en un pararrayos en el ámbito político, en la comunidad empresarial ha surgido un movimiento paralelo que sacudirá los cimientos de la economía global en los próximos años. Sectores clave se desvinculan rápidamente de los combustibles fósiles a favor de una energía solar y eólica cada vez más barata y de las nuevas oportunidades de negocio y empleo que las acompañan. Nuevos estudios nos advierten de que billones de dólares de activos obsoletos de los combustibles fósiles podrían crear una burbuja de carbono susceptible de estallar en 2028, y provocar el colapso de la civilización basada en esos combustibles. Habla el mercado y los gobiernos tendrán que adaptarse si quieren sobrevivir y prosperar.
En El Green New Deal global el autor bestseller de The New York Times y aclamado teórico de economía Jeremy Rifkin plantea el relato político y el plan económico para el Green New Deal que necesitamos en este momento crítico de la historia. La confluencia de una burbuja de activos obsoletos de combustibles fósiles y una visión política verde abre la posibilidad de un cambio generalizado hacia una nueva era ecológica postcarbono a tiempo de evitar un aumento de la temperatura que nos condenaría a un cambio climático descontrolado. Con 25 años de experiencia aplicando transiciones similares al Green New Deal tanto en la UE como en la RP China, Rifkin ofrece su visión de cómo transformar la economía global y salvar la vida en la Tierra.
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INDICE
Parte 1.
La gran interrupción: la estampida de desvinculación y los activos obsoletos de los combustibles fósiles.
1. ¡Es la infraestructura, estúpido!
2. Poder para la gente: el sol y el viento son gratis
3. Vivir con carbono cero: movilidad eléctrica autónoma, edificios nodales con internet de las cosas y agricultura ecológica inteligente
4. El punto crítico: el colapso de la civilización de los combustibles fósiles, en torno al 2028.
Parte 2. Un Green New Deal surge de las cenizas.
5. Despertar al gigante: el poder de las pensiones encuentra su voz
6. La transformación económica: el nuevo capitalismo social
7. Movilizar la sociedad: salvar la vida en la Tierra
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RESUMEN
El New Green Deal tiene que ver con montar las infraestructuras de la Tercera Revolución Industrial (la primera fue el carbón, la segunda el petróleo y gas, y la tercera la electricidad digital), que incluyen banda ancha, big data y comunicación digital, coste marginal cercano a cero, electricidad verde de emisiones cero, vehículos eléctricos autónomos en carreteras inteligentes y propulsados por energía renovable y edificios conectados en una red nodal, con una eficiencia de emisión cero. Tendrán que ser construidos,difundidos y conectados en todas las regiones y cubrir toda la Tierra, dice el autor. La transición hacia esas infraestructuras tendrá que efectuarse rápidamente y estar lista en los próximos años para que la temperatura de la Tierra no exceda de 1,5 grados. Habría que invertir el 3,5 % del PIB anual de cada país para lograrlo.
Jeremy Rifkin dice que las infraestructuras de la Tercera Revolución Industrial pueden seguir dos caminos: el "Gran Hermano", como la "sombría" ciudad inteligente y futurista Sidewalk Labs de Google en Toronto, o la red comunitaria gestionada por las pequeñas entidades locales. En el primer caso, la apuesta del Waterfront Toronto, auspiciada por el Gobierno de Canadá, se convirtió en una "pesadilla pública" que expuso a los funcionarios al "ridículo". La idea inicial era crear una ciudad inteligente digitalmente conectada, eficiente y medioambientalmente sostenible pero al ser un negocio público-privado, obvió la idea de que las infraestructuras debían ser tratadas como bienes y servicios públicos y estar en manos del Gobierno local. Por ello, ha surgido el temor de que Alphabet (que aquí los ciudadanos ven como el "Gran Hermano") "se apodere de una pequeña parte del paseo marítimo de Toronto y lo transforme, gracias a la tecnología inteligente, en una "nube de vigilancia" con el propósito de recopilar datos de la actividad diaria de sus ciudadanos, que Sidewalk Labs podrá explotar vendiéndolos a terceros para su uso comercial". Empezó a haber una cascada de dimisiones de directivos por la presencia de Alphabet ante el temor de que segregasen a los residentes que se negasen a compartir sus datos. Por ello, la gente pidió que dicha urbanización fuese gestionada por alguien que "rindiese cuentas" y si había una infraestructura, esta debía de ser pública. Incluso con un protocolo de privacidad por diseño, los terceros podían acceder a "datos identificables". No era una ciudad de la privacidad sino de "vigilancia".
Jeremy Rifkin parte del aviso del aristócrata Condorcet, cuando habló de la era del progreso y la perfectibilidad del hombre: "no tiene otro límite que la duración del globo en el que la naturaleza nos ha puesto", con lo que anticipó la "masacre" provocada por la civilización de los combustibles fósiles. En la nueva era de la resilencia, la tecnología verde nos permite adaptarnos a una naturaleza que antaño era pacificada y domesticada y ahora se torna violenta e impredecible.
En la cultura de los combustibles fósiles se cultiva intensivamente con irrigación, fertilizantes, pesticidas, maquinaria agrícola, lo mismo que el ganado que emite gases y obliga a desforestar para crear prados. Algunos signos de cambio hacia la nueva economía verde en la agricultura son visibles: alimentos orgánicos. El principal problema de la transición es que los activos obsoletos de los combustibles fósiles en una sociedad alimentada por energías renovables. A ello se ha comprometido Anne Pramaggiore (jefa de Edison, en Chicago).
"La crisis climática está aquí y la transición hacia una sociedad de carbono cero debe ser rápida, porque se nos agota el tiempo", dice el autor. La transición para un sistema de energía renovable 100 % y compartir digitalmente energías renovables que crucen continentes (la Pangea digital) es técnicamente viable y más barato y solo falta voluntad política. A diferencia del New Deal de 1932, ahora las fuerzas del mercado están deconstruyendo la civilización de los combustibles fósiles. Las viejas energías de los combustibles fósiles están creando una "burbuja" de carbono que no se parece a ninguna crisis económica en la historia humana y los sectores clave (telecomunicaciones, TIC, Internet, electricidad, transporte, construcción) se desvinculan rápidamente de los combustibles fósiles y se asocian a energías renovables y fijan el camino para la Tercera Revolución Industrial. Se acelera el abandono de la cultura de los combustibles fósiles y habrá un punto de inflexión entre 2023 y 2035. Calcula que el colapso de la civilización de los combustibles fósiles será en 2028 y será inevitable. Afirma que, esta vez, "el mercado es el ángel que vela por la Humanidad".
El colapso del sistema de carbono se puede rastrear desde el 2007-2008, a causa de dos fallos sistémicos:
1) cuando el precio se disparó de 90 a 147 dólares, y con ello disparó el precio de las materias primas y alimentarias, ya que aunque afecta a los combustibles, también a los fertilizantes y pesticidas, la electricidad, el envasado, los conservantes y aditivos, la calefacción o la luz. A su vez, la debilitada economía fue sacudida por el estallido de la burbuja inmobiliaria. La Gran Recesión debilitó la demanda eléctrica en todo el mundo y dejaron centrales eléctricas sin utilizar u obsoletas.
2) EE.UU no comprendió todas las implicaciones de la UE del 2007 para efectuar la transición de la mayor economía mundial de los combustibles fósiles a un modelo de energías renovables, mayores eficiencias energéticas y reducción de las emisiones responsables del calentamiento global. Ello introdujo generosos subsidios como incentivos, millones de actores nuevos en el mundo de la energía que enviaban a la red eléctrica verde producida en los paneles solares colocados en sus tejados y en turbinas de viento en sus terrenos.
En los capítulos 2 y 3, Rifkin señala que los sectores clave que dieron origen a la infraestructura de la Segunda Revolución Industrial se están desvinculando de la civilización del carbono (telecomunicaciones, TIC, electricidad, transporte, logística y parque inmobiliario) y vinculándose a la incipiente infraestructura del Green New Deal y la Tercera Revolución Industrial en todo el mundo.
"Si los administradores de fondos pretenden maximizar los intereses financieros vitalicios de sus pensionistas y beneficiarios, será difícil concebir cómo pueden lograrlo limitando las inversiones a las infraestructuras de una Segunda Revolución Industrial moribunda con activos obsoletos y un modelo de negocio en decadencia", indica Rifkin.
Resalta en el capítulo 2 que en el 2007 empezó a emerger cierto consenso, tanto en la Comisión como en el Parlamento Europeo, de la dependencia de la cultura de los combustibles fósiles y ello obligaría a que los países miembros hiciesen un gran aumento de la eficiencia energética, un cambio histórico hacia las energías renovables y una drástica reducción de las emisiones globales. La idea es tener una economía postcarbono en 2050 en Europa. Alemania lideró esa transformación.
Rifki dice que su oficina fue la primera en usar la expresión "energía renovable de coste marginal cero" (porque el sol y el viento son gratis una vez recuperado el coste fijo). En Alemania, estas instalaciones redujeron el coste de la electricidad un 30 % o más en diez años. Los costes se reducen de forma exponencial. Por ello, dice que Europa y el mundo están "al final de la era de carbono".
Alemania adoptó la fórmula 20-20-20 (idea del Parlamento de la UE) para descarbonizar la UE (el 20 % de la energía será renovable en el 2020).
Pero añade que la "mano invisible" (en referencia al concepto acuñado por Adam Smith en 1776) por sí sola no nos llevará a la "era de la resilencia" sino que para construir una civilización ecológica desde las cenizas obligará a aportar capital público, capital social y capital de mercado. La era del progreso (donde se premiaba la individualidad) ha finalizado y ahora la era de la resilencia exige un esfuerzo colectivo de toda la comunidad a gran escala. La Tercera Revolución Industrial trabaja mejor con redes abiertas y descentralizadas, es transparente y crece horizontal y no verticalmente.
El autor dice en su libro que el margen para frenar el cambio climático se agota y hay que hacer una transición a un mundo ecológico, lo que exigirá una transición a la New Green Deal o creación pública de grandes infraestructuras globales con emisiones cero y una red inteligente de Internet de las Cosas. El cambio climático es la deuda de dos siglos de crecimiento barato basado en los combustibles fósiles, la llamada "edad del progreso". Ahora, viene la "edad de la resilencia" y hay que adaptarse a la nueva realidad planetaria.
Ya hay proyectos de New Green Deal en las regiones industriales de la Alta Francia, los 23 municipios del área metropolitana de Rotterdam y La Haya, y el gran ducado de Luxemburgo. Añade que hay una "revolución silenciosa" pues 29 estados y tres territorios de EE.UU. adoptaron los estándares de la Cartera de Renovables (RPS), que exigían que un porcentaje estipulado de la electricidad vendida por sus servicios procediera de fuentes de energía renovables a cambio de créditos para crear instalaciones eólicas y solares. California y Hawai quieren emisiones cero en 2045.
Dado que el papel de las comunidades vuelve a ser esencial, Rifkin propone un renacer de las "asambleas de pares" (cámaras de comercio, universidades, sindicatos, concejales, agencias de desarrollo) para deliberar y establer una hora de ruta sobre el desarrollo del New Green Deal y la transición a las emisiones cero, que es un proyecto intergeneracional.
Señala que eso va a dejar una parte de las industrias de combustibles fósiles obsoletas como ya ocurrió en Alemania (cuando la energía verde con paneles solares instalados en las casas generó el 25 % de la electricidad, muchas compañías se encontraron con que sus modernas centrales eléctricas de carbón o gas quedaron inmediatamente obsoletas). Además, estas industrias obsoletas están recibiendo muchos fondos públicos y ayudas en vez de destinarse a luchar contra el cambio climático.
Otra de sus ideas es que el dinero del fondo de pensiones sindicado (en EE.UU., parte del salario va a un fondo de pensiones) no sea gestionado por Wall Street porque ese dinero lo usaron para ganar beneficios despidiendo a la gente de las fábricas y automatizándolas, de forma que perjudicaron a sus trabajadores. La idea inicial en los años 40 es que esos fondos (diez céntimos de salario por trabajador) los controlasen los sindicatos pero no salió adelante por el temor a los congresistas de que cayesen en manos de corruptos o supusiesen una amenaza a las empresas. El resultado es que ahora, 70 años después, los fondos de pensiones (sindicados) mueven 50 billones de dólares en inversiones por todo el planeta y Rifkin dice que se inviertan en infraestructuras verdes. De ahí podría sacarse el dinero necesario. Cree que estas infraestructuras podrían erigirse en 20 años.
En el capítulo 6, Rifkin destapa un modelo de negocio público-privado, en referencia a las empresas de servicios energéticos, que permite al negocio privado financiar, construir y gestionar las infraestructuras para los gobiernos locales y garantizarse unos beneficios apropiados, mientras los Gobiernos locales mantienen el control de la naturaleza del despliegue y la gestión, y la ciudadanía se beneficia de los servicios públicos prestados.
Nota: el crédito fiscal hay que entenderlo como una deducción o desgravación.
El autor señala que ha surgido un consenso respecto a 23 iniciativas que deben aplicarse simultáneamente.
1. Poner un impuesto inmediato, general y progresivo al carbono (que retorne a las familias como bono social para compensarles por la subida del precio de la energía). El resto del dinero será para financiar la infraestructura del Green New Deal.
2. Eliminación (en EE.UU) de 15.000 millones de dólares anuales en subvenciones a los combustibles fósiles.
3. Desplegar una red eléctrica nacional inteligente y continua en todo EE.UU. para dar suficiente energía verde e impulsar la infraestructura nacional inteligente y distribuida de la Tercera Revolución Industrial, para hacerla operativa en el 2030 y una red totalmente operativa en el 2040.
4. Ofrecer créditos fiscales y otros incentivos para fomentar la instalación acelerada de tecnologías solar y eólica donde resulte viable para efectuar la transición de EEUU hacia las energías verdes de emisiones cero (a coste cero). Hay que priorizar las microrredes vecinales y comunitarias para introducir flexibilidad y resilencia. Pueden conectarse o desconectarse rápido en caso de catástrofe o ataque ciberterrorista.
5. Incentivos para instalar tecnología de almacenamiento de energía en hogares, edificios comerciales y otras instalaciones industriales e institucionales (gestionar cortes de electricidad, suministrar energía de emergencia)
6. Los gobiernos deben introducir la banda ancha y el internet de las cosas (ver si afectan las redes inalámbricas más a la salud y al ambiente que el cable), sobre todo en las zonas rurales y deprimidas.
7.Todas las industrias que usen grandes centros de datos deben recibir créditos fiscales para instalar el 100 % de las energías renovables en sus instalaciones para 2030 (para funcionar desconectadas de la red si queda paralizada por catástrofes o ciberterrorismo).
8. Concesión de créditos públicos para comprar vehículos eléctricos y poner sanciones fiscales progresivas a coches de combustión interna. Bonos descuento (superiores al canje) al entregar el coche antiguo a gasolina (cuya venta será eliminada en 2030).
9. Créditos fiscales para instalar estaciones de carga eléctrica en edificios residenciales, comercio e industria para cargar los coches. Sancionar fiscalmente a los que no ofrezcan este servicio.
10. Todas las propiedades públicas deberán hacer la transición a la infraestructuras de emisiones cero para 2030 y usar las contrataciones para impulsar los negocios ecológicos. Fomentar el tránsito de la calefacción de gas y petróleo a eléctrica alimentada por energías renovables. Poner como condición para un crédito fiscal que los edificios o comercios reduzcan sus emisiones un 40 % respecto a 1990 y que antes de 2040 sea nulo. Plazos para la nueva vivienda: 2025 y nuevos centros comerciales: 2030.
11. Abandono progresivo de la agricultura petroquímica y poner prácticas orgánicas y ecológicas e impulsar la producción agrícola regional.
12. Fomentar técnicas agrícolas de almacenamiento de carbono, reforestar (terrenos baldíos públicos) y usar tierras marginales para capturar CO2.
13. Renovación del alcantarillado y drenaje para 2040 para resistir huracanes e inundaciones. En zonas con sequía instalar depósitos de agua en cisternas en zonas residenciales para emergencias. Remunicipalizar los servicios de agua para mayor control público.
14. Implantar procesos circulares para reducir emisiones y aumentar resilencia contra el cambio climático.
15. Financiar tropas que acudan a catástrofes climáticas o den primeros auxilios.
16. Crear un banco nacional verde que nutra de fondos a bancos locales para financiar los fondos de pensiones y garantizar la inversión en infraestructuras ecológicas y cumplir el objetivo de que un 50% provenga de energía solar y eólica en 2030 y 100 % antes de 2040.
17. Al usarse fondos de pensiones sindicados, debe promoverse la fuerza laboral sindicada y dar subvenciones a la transición de industrias fósiles obsoletas.
18. Los estudiantes deben aprender destrezas para montar negocios en la economía Green New Deal. Establecer programas de servicio como Peace Corps y AmeriCorps Vista, Cuerpo Verde, Cuerpo Climático, Cuerpo de Conservación y Cuerpo de Infraestructuras. Becas en prácticas a licenciados para aprender a movilizar fuerza laboral inteligente.
19. La Administración debe `priorizar las oportunidades empresariales del Green New Deal en las comunidades más desfavorecidas. Subvenciones para mejorar la salud pública para que las comunidades más pobres afronten los riesgos del cambio climático.
20. Leyes equitativas para reducir la disparidad entre las grandes fortunas y el resto. El dinero recaudado irá a la Green New Deal.
21. Aumentar el I+D en las áreas de transformación hacia tecnologías verdes y el despliegue de infraestructuras de Tercera Revolución Industrial. Aprovechar el talento de la universidad pública.
22. Crear regulaciones, códigos y estándares para la integración fluida de la banda ancha, producción y distribución de energía renovable, coches autónomos (eléctricos y de pila de combustible), edificios nodales de emisión cero con internet de las cosas, infraestructura inteligente interconectada e ininterrumplida.
23. EE.UU. debe unirse a la UE, República Popular China y otros países para fijar los estándares universales, incentivos y sanciones para avanzar en la interconectividad global y la transparencia del despliegue.
Por costes, montar una red eléctrica verde y digital costaría 476.000 millones de dólares (el equivalente a crear una red de las autopistas interestatales). El Gobierno de EE.UU. solo tendría que invertir 50.000 millones cada año y otros 50.000 millones en créditos fiscales (deducciones) para apoyar la instalación de paneles solares y eólicos, compra de LED EVS, instalar estaciones de carga, comprar coches eléctricos y de pila de combustible. Harían falta 15.000 millones más públicos para renovar el parque inmobiliario residencial, comercial, industrial e institucional de la nación. (Reacondicionar los edificios costará 279.000 millones en diez años o 300.000 millones). La inversión crítica generaría un ahorro de un billón de dólares en diez años (el 30 % de toda la electricidad usada en EE.UU) y generará 3,3 millones de empleos y reducirá las emisiones en un 10 %.
A todo esto habría que sumar que los estados de EE.UU. deberían aportar otros 345.000 millones al año, con lo que sumarían los 460.000 millones en gastos en infraestructuras al año durante 10 años.
En total, habría que invertir 9,2 billones de dólares en 20 años (supone un 2,3% más al año del PIB de EE.UU, lo que cuesta ahora arreglar las carreteras viejas) para crear infraestructuras distribuidas digitales. Añadirán tres dólares al PIB por cada dólar invertido y generarán millones de empleos.
La diferencia es que ahora las infraestructuras no son carreteras que requieren grandes inversiones públicas sino paneles solares instalados en cada casa y tiendas.
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