El resumen original y actualizado está en el siguiente link:
Resumen elaborado por E. V. Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología
Sociología, historia clásica
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Ficha técnica:
Título: "Una nueva historia del mundo clásico"
Título en inglés: "The Story of Greece and Rome"
Autor: Tony Spawforth
Fecha de publicación en inglés: 2018
Editorial en español: Crítica, Editorial Planeta, Barcelona, 2019
Número de páginas: 411
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Biografía del autor Tony Spawforth
Tony Spawforth es catedrático emérito de Historia clásica de la Universidad de Newcastle. Ha presentado cuatro documentales sobre Arqueología en la serie "Ancient Voices", de la BBC2, y es autor de varios libros, entre los que se cuenta el Diccionario del Mundo Clásico (Crítica, 2020).
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Texto de la contraportada
La extraordinaria civilización creada por los antiguos griegos y romanos es el mayor legado del mundo clásico. Sin embargo, la visión de estos "civilizados" imperios luchando contra los bárbaros que les amenazaban está muy lejos de ser real. Tony Spawforth, gran erudito y con una brillante capacidad de divulgación, nos muestra cómo los pueblos griego y romano no vivieron de forma aislada, sino que fueron sorprendentemente receptivos a las influencias externas, particularmente a las que venían de Occidente.
Tomando como punto de partida el surgimiento del mundo micénico en el siglo XVI A.C., Spawforth traza un camino a través del antiguo Egeo hasta el cénit del Estado helénico y el ascenso del Imperio romano, la llegada del cristianismo y las consecuencias del primer califato. Profundamente informada y provocadora, esta obra es un soplo de aire fresco a la vez que es el primer y único trabajo accesible que cuenta la extraordinaria historia del mundo clásico en su totalidad.
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ÍNDICE
Prólogo: lo salvaje y domesticado: concepciones antiguas de la civilización
Primer parte: los griegos
1. Los albores de la civilización griega
2. El auge de los helenos
3. Novedades: las primeras ciudades-estado griegas
4. Tan rico como Creso: los primeros griegos y Oriente
5. Los grandes griegos: la colonización griega de Occidente
6. Los vecinos (de Occidente)
7. ¿El "señor de todos los hombres"?: la amenaza de Persia
8. Iguales pero diferentes: Atenas y Esparta
9. ¿"Sufrimiento sin precedentes"?: la guerra del Peleponeso
10. Vidas examinadas y "picos de oro"
11. "Un brillante rayo de luz": Alejandro de Macedonia
12. Juego de tronos, o el mundo después de Alejandro
Segunda Parte: Los romanos
13. "Senatus Populusque Romanus"
14. Tropas en pie de guerra: la construcción del Imperio Romano
15. ¡Ave César!: el advenimiento de los autócratas
16. "Fiera Roma, ¿cautiva? El señuelo de Grecia"
17. ¿Qué hicieron los romanos por su Imperio?
18. "Bárbaros" a la puerta
19. El "movimiento por Jesús"
20. Juntos resistimos: el último siglo
21. Divididos caemos: un relato de dos imperios
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RESUMEN
Comentarios iniciales:
El mensaje principal del libro es que Grecia y Roma se fundieron en una, siendo Grecia el soporte cultural por el que se guio Roma.
El libro es muy ameno (salvo en el primer capítulo, cuando se enreda con los tipos de vasija griegos) y se puede leer de un tirón. Tiene un fino humor británico y le llama por su nombre moderno a episodios antiguos: por ejemplo, un asalto griego de tropas de élite les llama "operaciones especiales", a los partidarios de Octavio que van a las casas de los opositores les llama "escuadrones de la muerte", etc... Además, ironiza con la hipocresía de Roma al conquistar Grecia (poniendo bases romanas por todo el territorio para mejor "defensa") o de Augusto al hacerse con el poder de forma sibilina: no cometió el error de su tío Julio César de proclamarse "dictador" sino que Augusto siguió simulando que el Senado seguía mandando.
Hay un episodio muy gracioso en el que los atenienses se convierten en Imperio y planean invadir Sicilia pero en la asamblea un general les advierte para frenar la operación que es una locura y que necesitarían un ejército mayor. Eso convence a la asamblea de que la conquista es factible y votan a favor de enviar más hombres y ponen al frente al mismo general que les advirtió. Finalmente, los sicilianos les derrotan porque habrían necesitado todavía muchos más efectivos.
Otro episodio es terrible, cuando los atenienses montan un Imperio pero una pequeña isla se les resiste. Los emisarios negocian para que se sume a la liga ateniense pero los isleños se niegan y resisten. Los atenienses desembarcan, acaban con todos y venden a mujeres y niños como esclavos. Luego, con el pueblo vacío envían 500 colonos atenienses para repoblarlo. Fue una mancha negra en la historia democrática de Atenas. Tras la guerra del Peleponeso, Atenas cae pero los enemigos espartanos y sus aliados no incendian la ciudad en agradecimiento a los servicios que Atenas prestó a Grecia contra los persas un siglo antes.
Como curiosidad, el autor desmiente que Jerjes (el rey persa malo de la película "300", en la que los espartanos defienden el paso de las Termópilas) fue barbilampiño, todo lo contrario, pues los persas destacaban precisamente por sus barbas.
Respecto a los espartanos, el autor cuenta otro terrible episodio. Esparta era una sociedad esclavista trabajada por "ilotas". Cuenta que los espartanos hicieron "desaparecer" a miles de ilotas fuertes o alborotadores para evitar que provocasen una rebelión. Los campos los trabajaban los más débiles. Además, cada noche había pandillas de jóvenes espartanos que salían a "cazar" ilotas y los asesinaban.
Otro detalle importante es su narración de cómo Atenas, la heroica ciudad-Estado que hundió la flota persa delante de las narices del rey Jerjes, se alzó como líder de la Liga de Delfos y después se volvió corrupta al usar el tesoro de sus aliados para embellecer Atenas y tirana, al someter cruelmente a pequeñas islas que querían seguir neutrales.
Respecto a Roma, el autor explica que uno de los logros de la Ciudad Eterna fue hacerse "multicultural" desde el primer día. De ser guarida de bandidos se convirtió en una ciudad que integraba a todos aquellos que quedaban atrapados en sus conquistas. Incluso, al final, integró a los "bárbaros" en sus legiones y les cedió terrenos. Es un poco el mensaje que quiere transmitir.
También cuenta cómo el joven Octavio Augusto evitó el error de su tío Julio César de querer proclamarse rey y siguió guardando las apariencias ante el Senado mientras dirigía todo desde la sombra. Tampoco nombró sucesor a un descendiente directo sino a parientes, de forma que la dinastía Julia siguió gobernando casi un siglo.
El autor también se detiene en Adriano, como viajero cosmopolita a la vez que creaba muros al borde de su imperio (como el de Adriano, en Inglaterra) para evitar a los bárbaros. Tuvo gestos destructivos como el de arrasar Jerusalén para levantar encima Aelia Capitalina. Cuenta la historia de su amante Antígono.
Sobre la parte del cristianismo, a Spawforth le sorprende que en pocos años tras la muerte de Cristo se convirtiese en una secta importante y perseguida en el Imperio Romano. Pero hay documentos de finales del siglo I (cartas del gobernador Plinio el Joven, que lo muestran). Ya con Constantino, la religión cristiana se hizo oficial y entonces los perseguidos fueron los paganos. El punto final del paganismo fue la clausura definitiva de las Olimpiadas.
Aborda la división del Imperio en dos tras luchas intestinas, división que a la larga permitió sobrevivir al oriental (Constantinopla) y hundió al Occidental (Roma), fragmentado en miríadas de reinos medievales. Era el fin.
Tony Spawforth también hace crítica de los autores de la época, en especial de los que hablan mal de algún emperador, porque se les ve el plumero. O ante episodios donde hay varias versiones, las muestra.
Un detalle que llama la atención es que Spawforth no presta ningún interés a las terribles pandemias que asolaron el final del Imperio Romano y de Bizancio (debacles que algunos atribuyen a la "globalización" romana). Sí hace mención a la peste de la época de Pericles.
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