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martes, 22 de mayo de 2018

"El fin del mundo tal y como lo conocemos", de Marta García Aller (2017)

Resumen del libro "El fin del mundo tal y como lo conocemos", de Marta García Aller (2017)

Resumen original y actualizado en:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2018/05/el-fin-del-mundo-tal-y-como-lo.html

Autor del resumen: E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, sociedad, era digital, cambio social, tecnología, Internet, innovaciones

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Título: "El fin del mundo tal y como lo conocemos"

Subtítulo: Las grandes innovaciones que van a cambiar tu vida

Autora: Marta García Aller

Editorial en español: Editorial Planeta, Barcelona, 2017

Páginas:332

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Biografía oficial de la autora Marta García Aller (hasta 2017)

Marta García Aller (Madrid, 1980) es periodista. Antes de incorporarse a El Independiente, diario en el que trabaja desde su fundación, pasó por las redacciones de El Mundo, Actualidad Económica y la agencia Efe. Colabora con La Brújula, de Onda Cero, como analista de economía y cronista de actualidad. Desde el 2010, es profesora asociada del IE School of Human Sciencies and Technology del IE Bussines School. Ha recibido algunos de los premios más prestigiosos del periodismo económico y este es su tercer libro.

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Texto de la contraportada

"El fin del trabajo, el fin del dinero, el fin de la privacidad, el fin del petróleo... y otros diez finales que están a punto de llegar.

"Igual que en el siglo XX desaparecieron imperios que parecían eternos, preceptos morales que habían durado mil años y dogmas científicos que resultaron falsos, en el siglo XXI vamos a decir adiós a muchas de esas tecnologías, costumbres e ideas que nos rodean desde que nacimos. Y la misma suerte que corrieron los videoclubs, el fax y la URSS, la vivirán en breve muchas de las profesiones y los aparatos que nos rodean.

¿Cuánto de lo que vemos se desvanecerá? Se avecina el fin de los idiomas y de las cajas registradoras. Y, a medida que vamos olvidando cómo era el mundo antes de Google, desaparece la noción de privacidad, la costumbre de conversar y hasta el reloj biológico. Sin olvidar el más ambicioso de todos los avances que la ciencia espera lograr este siglo: el fin del envejecimiento.

En sintonía con los grandes reporteros y narradores de la actualidad, Marta García Aller nos sumerge en los cambios culturales, tecnológicos y económicos que nos esperan en el siglo XXI. Lo hace charlando con expertos de prestigio mundial, pero también con ciudadanos de a pie, como el dependiente de la tienda que no teme la robotización; el alto directivo del motor que sueña con jubilarse antes de que los coches sean autónomos y el encargado de cuidar un viejo almacén de cabinas telefónicas".

"Un libro imprescindible para entender los cambios inevitables que van a transformar nuestras vidas en un futuro próximo"

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ÍNDICE


El principio del fin

Parte Primera..... Cosas que se acaban

1. El fin del trabajo
    
    De por qué los vendedores de seguros perderán sus trabajos pero los dentistas no

2. El fin de las cosas

    De cómo estamos condenados a ser novatos para siempre y las enciclopedias desaparecieron para siempre

3. El fin del dinero

    De por qué en Suecia las limosnas se pagan con tarjeta y Facebook aspira a ser el banco más poderoso del mundo

4. El fin de los volantes

    De cuando las ciudades no necesiten semáforos ni los robocoches controles de alcoholemia

5. El fin de la fotografía

   De por qué ya no se enmarcan los recuerdos al final del verano y será un lío rebobinar la vida entera

6. El fin de las tiendas
   
    De cómo el papel higiénico llegará a casa antes de que se acabe el último rollo

7. El fin de los camellos

    De por qué un cepillo de dientes puede provocar un secuestro y a la venta de drogas le pasará a lo que los videoclubs

8. El fin del petróleo

   De cuando la gasolina acaba con las boñigas de caballo


Parte segunda: Ideas que se acaban

9. El fin de la conversación

    De cómo WhatsApp acerca a los que están lejos y aleja a los que están cerca

10. El fin  del reloj biológico

    De cuando la maternidad no tenga fecha de caducidad

11. El fin de la privacidad

    De por qué nadie tendrá secretos para Google

12. El fin de la globalización

    De cómo renacieron las fronteras en el mundo al revés

13. El fin de los idiomas

    De cómo entendernos todas las lenguas sin esfuerzo como hacía C3-PO


14. El fin de la muerte

    De cuando la ciencia consiga la vida eterna y elijamos si crionizar o digitalizar nuestros cerebros

Epílogo. El fin de la jubilación
  
   De cómo nos pasaremos la vida siendo eternos estudiantes

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RESUMEN DEL LIBRO

Comentarios iniciales: El libro engancha y narra de modo ameno los grandes cambios que generarán las nuevas tecnologías en el empleo, los oficios y otras cuestiones de la vida cotidiana. En cada capítulo recuerda de una de sus vivencias de la niñez (las enciclopedias, el vendedor de leche en el ultramarinos) y luego cuenta cómo estos negocios desaparecieron y fueron sustituidos por otros más modernos (Wikipedia o Google, Amazon)

 Desde el punto de vista de la crítica de Sociología, es un libro positivo y optimista pero le falta una capa de pintura de crítica fuerte, pues debería haber introducido las teorías de grandes críticos de la tecnología como Evgeny Morozov o Larnier, por mencionar a varios de los gurús de Silicon Valley más citados, o del iconoclasta filósofo coreano-alemán Han, para hacerse una idea general del contexto sociológico de la sociedad 4.0. Le falta un gran componente de crítica social al cambio social pero el libro apuesta más por lo divulgativo sin entrar en el fondo del asunto. Tampoco aparecen temas críticos como el cambio climático global aunque sí afronta el estudio de la crisis energética o un capítulo muy interesante sobre el fin de la globalización. Por último, la bibliografía mencionada para un trabajo de esta envergadura es floja: unos 30-40 libros y artículos, que sirven para ilustrar las ideas más importantes de cada capítulo pero falta una confrontación de ideas sobre los distintos autores. Sin embargo, sí es cierto que en el capítulo 13 recoge a los grandes expertos en la materia.

En el primer capítulo, la autora aborda el fin del trabajo, no solo en las fábricas inteligentes robotizadas o los camioneros de reparto (sustituidos como coches autónomos) sino en aquellas profesiones que vayan a ser sustituidas por robots o inteligencia artificial, caso de los abogados o contables, pero otras seguirán como los médicos (ayudados de robots cirujanos o programas de IA para elaborar diagnósticos) o los dentistas.

En el segundo capítulo, pone el ejemplo de cómo las enciclopedias desaparecieron de los salones de los hogares para ser sustituidos por consultas rápidas en el teléfono móvil.

En el tercer capítulo, tiene una interesante explicación de lo que ocurre en Suecia, donde todo el mundo paga con el móvil o la tarjeta y el dinero ha desaparecido de las calles.

En el cuarto capítulo, examina sobre todo el dilema moral de los coches autónomos cuando deben decidir entre atropellar a diez peatones o matar a un ocupante en un accidente. La gente elige salvar a los 10 peatones y sacrificar la vida de un familiar pero luego todos comprarían un coche que pusiese a salvo a todos los ocupantes. La autora dice que estos dilemas deben solucionarse antes de que los coches autónomos empiecen a circular porque, con las máquinas, nada debe quedar al azar.

En el quinto capítulo, cuenta cómo las fotografías desaparecieron de nuestros hogares, lo mismo que las tiendas de revelado cuando el teléfono móvil incorporó las cámaras y todo el mundo se puso a sacar fotos y a compartirlas. Ahora, la gente amontona sus fotos en la Nube sin contar con unas microcámaras de Snapchat que lo graban todo lo que hacer todo el día (superaron a las fracasadas gafas de Google).

En el sexto capítulo, aborda el fin de los supermercados (nacidos en Tennesse en 1920 y que llegaron a España en 1960 aunque no se popularizaron con la cadena Día hasta 1980). Dice que las nuevas tiendas robotizadas de Amazon parecen seguir un recorrido distinto a la tendencia a comprar todo por Internet pero tienen sentido: cuando el cliente cruza por la puerta todos sus datos son registrados (donde se para a recoger algo o cuando lo mira y lo devuelva a la estantería). Esos datos sirven para elaborar un perfil del consumidor.

La autora también examina la estrategia de las tiendas de Zara, donde los encargados se valen del Big Data para conocer al momento si hay que reponer una prenda y el número de existencias, e incluso si está mal colocada. El centro de Arteixo sabe en cualquier momento si alguna tienda en el mundo está mal iluminada o funciona mal el aire acondicionado. Se valen de potentes transmisores de wifi para enviar numerosos datos desde las tiendas a la central. Esta inversión en Big Data ha permitido hacer inventario en solo tres horas. Un dependiente puede detectar con un "scanner" si hay alguna percha extraviada y fuera de lugar. Por otra parte, estas tiendas se parecen cada vez más a escaparates ya que la gente ve la ropa por Internet y elige la que le gusta y va a la tienda a echar un ojo, o al revés, visita el establecimiento físico y luego la compra por Internet.

En el mismo sentido, ya existen tiendas, como la de Apple, en las que ni siquiera te cobran en metálico sino que el cliente baja una aplicación a su móvil para pagar por teléfono y le mandan la factura por e-mail.

Otro de los temas que trata es el fin de la privacidad, un concepto que solo tiene solo tres siglos de antigüedad, y que coincide con la era industrial, ya que en la era feudal y moderna, todo era comunal. Y añade que, pasado este parántesis, ahora nos encaminamos a una era dominada por un Gran Hermano que todo lo ve. Los adolescentes del siglo XXI no entienden por qué nuestras experiencias escritas fueron guardadas celosamente en un diario con llave durante la adolescencia porque ellos transmiten todo por Internet, en blogs, Facebook, en Instagram o Snapchat. Los propios usuarios se dedican a llenar de contenido las webs de Internet. Recuerda que Uber, Google y WhatsApp descubren antes que nadie si alguien tiene una aventurilla o lío. A ello se suma el control de los usuarios por otros usuarios (a base de puntos de valoración por servicio), lo que la autora compara con la película futurista Minority Report [nota del lector: no confundir con el informe Minority Report del matrimonio Webb en el que se basó la Sociedad del Bienestar ].

El capítulo 12, sobre la globalización, es uno de los más brillantes con frases como "imponer aranceles en el siglo XXI es cómo levantar un muro en medio de una fábrica". La autora aborda la globalización. Dice que la UE da signos de agotamiento y que nada es duradero, pues también cayó el imperio Austro-Húngaro y la URSS. Añade que al escritor Stefan Zweig lamentó la ingenuidad del progreso que generó un optimismo que dos guerras mundiales hicieron caer como un castillo de naipes. La autora ve cierto paralelismo. Ve rebrotes de desigualdades, populismos y una expulsión del mercado laboral de millones de personas que no están preparadas para la transformación del trabajo donde las rutinas serán cosa de máquinas. "Es como para preocuparse". dice.
García Aller menciona al economista Pankaj Ghemawat, que dice que la globalización y la estabilidad del orden económico mundial están en peligro mientras Trump esté en la Casa Blanca. Dicho estudioso recuerda que la Ley de Aranceles de 1930, para proteger a los agricultores de la competencia foránea, fue un desastre e hizo implosionar la economía internacional y que Trump vuelve a repetir este error. Trump es un activista antiglobalización que desmarca a EE.UU. de la economía mundial mientras China se abandera como paladín del comercio global y la lucha contra el cambio climático. La autora menciona a Larry Diamond, quien dice que hemos entrado en una "recesión democrática". La nueva división política del mundo ya no es izquierdas o derechas sino "abierto o cerrado".  Vuelve el discurso nacionalista y antiglobalización para ganar votos entre quienes han sufrido la deslocalización, un discurso que es agravado con el "filtro burbuja" de Internet que sesga y polariza los contenidos que recibimos en Internet para adaptarlos a nuestras opiniones. El proteccionismo podría suponer un parón económico global y la autora apuesta por una mejor política educativa que ayudara a ganar competitividad. Para Ghemawat, la globalización debería haber ido acompañada de redes de seguridad como un salario mínimo y una cobertura social para los perdedores que necesitan reinsertarse en otros sectores. Acusa los Gobiernos de no haber invertido en mejorar los servicios públicos.

La autora dice, al igual que otros expertos, que en España no existe una base social para el éxito de movimientos antiglobalización, ya sean de derecha o de izquierda, porque los españoles asocian la globalización con mayores facilidades para viajar y estudiar en otros países.

La autora concluye que Trump sigue viviendo en sus años de gloria de los años 80 y los "yuppies" y que no se da cuenta de que EE.UU. es ahora un país robotizado cuyas fábricas están automatizadas. Si vuelven a abrir plantas en dicho país, para ahorrarse impuestos, no contratarán más gente porque serán automatizadas. La producción no decreció por las deslocalizaciones, los empleos se perdieron por la tecnología. Si Amazon crea 100.000 empleos seguro que destruye otros 300.000 de empresas tradicionales. Ahora Nike, hasta imprime zapatillas con impresoras en 3D. Mientras Chinas se robotiza a marchas forzadas, el Gobierno de EE.UU. no forma a sus trabajadores. "Les prometen traer sus trabajos de vuelta pero nadie les ha explicado que esos trabajos ya no existen (cita aprox.)", dice Aller en una de las frases más esclarecedoras del libro.


El capítulo 13 aborda el "machine learning" o aprendizaje de máquinas. Uno de las novedades es Alexa (un asistente virtual doméstico de Amazon que obedece a las órdenes de voz, es decir, que ya no hay que saber leer ni escribir, algo que agradecen los niños pequeños, que tampoco necesitan aprender modales). Ya hay lavadoras conectadas y compatibles con Alexa (va a ser un fenómeno de ventas). Incluso a los coches se les puede pedir a viva voz ir a un sitio y el navegador calcula esa ruta. Todos están trabajando en sistemas similares para traducir frases. Una cosa curiosa es que si alguien pregunta de viva voz a un asistente sobre un restaurante le hará una o dos propuestas...sin anuncios pero podría recordarle que hoy es el estreno de una película. Solo falta una "killer application" como WhatsApp para que los asistentes de voz se popularicen en el hogar. El problema es que el asistente si te ve triste al entrar en casa te podría recomendar hacer compras de chocolate o productos de Amazon. Lo mejor es que el asistente haría la reserva del hotel. Cree que confluirán diversas tecnologías como las gafas de Google, Siri y otras, tecnologías que el público aún no asimila.

En el 14, García Aller aborda el fin de la muerte. Se basa en la longitud de los telómetros (extremos de los cromosomas y que pueden ayudar al rejuvenecimiento celular como se probó en el ratón Triple). La autora añade que frenar el envejecimiento es la nueva obsesión de Silicon Valley y varios multimillonarios están invirtiendo para encontrar la cura del envejecimiento (primero cambiaron el mundo con sus algoritmos y ahora ven la senetud como un código genético que se puede "hackear" Hay que tener en cuenta que el análisis de genoma requiere mucho Big Data). Google tiene un laboratorio de longevidad llamado Calico (California Life Company). Otra empresa, 23andMe envía un kit para hacer un análisis genético a domicilio.
Por su parte, la Universidad de la Singularidad desarrolla la inteligencia artificial para fusionarla con la mente. De hecho, "Google es la tercera mitad de su cerebro" (Sergey Brin). Habrá implantes biónicos que harán a la gente casi superhumana, con ojos de alta definición.
Los expertos son críticos sobre estos avances porque ni siquiera se puede hacer un riñón de verdad en el laboratorio para trasplantarlo.
Otra idea son las pastillas antienvejecimiento que contengan metformina (para diabetes pero reduce el cáncer, demencia y cardíacas), rapamicina y resveratrol. Para quienes quieran vivir más estos son los tres consejos más saludables: restricción calórica, ejercicio constante y reducción del estrés. El 80 % de los factores que determinan el envejecimiento son ambientales y el 20 % genéticos.

El libro termina con el fin de la jubilación y ser el eterno estudiante porque los conocimientos avanzan a gran velocidad y habrá necesidad de aprender.








lunes, 5 de octubre de 2015

"Smart", de Frédéric Martel (2014)

Resumen de "Smart", de Frédéric Martel (2014)


El resumen original y actualizado está en el enlace:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2015/10/smart-de-frederic-martel-2014.html

Autor del resumen, comentarios y anotaciones: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, Internet, sociedad de la información, comunicación

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Título: "Smart"

Subtítulo: "Internet(s): la investigación"

Autor: Frédéric Martel.

Título original en francés: "Smart, Enquéte sur les internets"

Fecha de publicación: 2014, Éditions Stock

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Biografia del autor Frédéric Martel (hasta el 2014)

Es sociólogo y autor de ocho libros publicados en una veintena de paises entre ellos Cultura Mainstream (Taurus, 2010), y Global Gay (Taurus, 2013). Además de su faceta de profesor en importantes universidades, desde el 2012 es director de investigación en el Institut de Relations Internationales et Stratégiques (IRIS) de París.

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Texto de la contraportada

"¿Cómo ha podido China crear sus propios clones de Google, Facebook y You Tube? ¿De qué manera los países árabes supieron emplear las redes sociales para emprender sus revoluciones? ¿Debemos temer que el inglés se convierta en la lengua empleada "por defecto" en Internet?

De Silicon Valley a Tokio, de Brasil a Washington, de Suráfrica a la India y llegando hasta Cuba o Gaza. Frédéric Martel emprende una investigación sin precedentes, sobre el terreno y hace un análisis profundo del protagonismo y la influencia de Internet y las redes sociales en el mundo, demostrando que hay tantos internets como países.

Este enfoque del tema, novedoso y optimista, da cuenta de un mundo mucho más "smart" de lo que pensábamos, en el que se respetan las singularidades nacionales, las identidades y las diferencias locales. No debemos temer el mundo digitalizado: el futuro de internet dependen del uso que se haga de él".

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ÍNDICE

1. El Valle
2. Alibaba y los cuarenta ladrones
3. Móvil
4. "It significa Indian Technologies"
5. Smart City
6. Revitalización urbana
7. My Isl@m
8. El regulador
9. De la cultura al content
10. Social TV
11. Game Over
12. ".eu"

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Comentarios:

Frédéric Martel hizo un gran trabajo con su libro Cultura Mainstream porque ayudó a comprender los entresijos de las grandes productoras o "mayors" de Hollywood y cómo los multicines surgieron en los suburbios de las ciudades como parte de la cultura del coche. Sus trabajos los complementa con entrevistas a jerifaltes y protagonistas de cada sector a lo largo de varios países. Además, añade léxico para comprender el lenguaje en Internet. Por ejemplo, IRL significa "In Real Life".

En Smart, se centra en estudiar cómo la cultura de Silicon Valley se ha expandido por el mundo, hasta China, donde copian las redes sociales made in USA, o en la India, donde los ingenieros trabajan en nuevos inventos.

En la introducción, Martel viaja por varios países para ver cómo está de avanzado su uso de Internet. Por ejemplo, en Gaza los cibercafés funcionan a todas horas y la gente puede jugar a todo tipo de videojuegos. En cambio, en Cuba Internet es muy lento, para enviar un email hay que rellenar impresos y esperar colas y casi nadie tiene acceso por sus precios prohibitivos. Martel visita distintos lugares en busca de cómo la gente usa Internet y para qué.


En el capítulo sobre Silicon Valley, Martel cuenta que la importancia la universidad de Stanford y el hecho de que las nuevas start ups (como Uber o Twitter) se están trasladando a barrios de San Francisco como SOMA, Misión o Market Street porque trabajar en la ciudad es más divertido que estar encerrado en el campus de Facebook en Silicon Valley. Martel entrevista a numerosos creadores de start ups que prueban sus "apps" con amigos, luego ven cómo funciona en el barrio, lo extienden a su ciudad (San Francisco tiene una población suficiente) y luego al mundo.
En Silicon Valley y Stanford también abundan los inversores que prueban suerte con las start ups incipientes. Primero prestan algo de capital y si la cosa va a más, siguen adelante con más millones. Hay gente que se hizo millonaria vendiendo una "start up" a un gigante de la red social y ahora, además de trabajar para su comprador, se dedica a invertir fondos en otros proyectos.
El éxito de Silicon Valley está en su universidad de Stanford, ligada desde sus inicios a Hewllet- Packard (HP) y otras compañías que fueron pioneras. Pero de Stanford también han salido los fundadores de Google y otras numerosas empresas. Los estudiantes tienen talleres para montar sus negocios y hasta los profesores invierten. Hay una cultura de ingenieros y emprendedores.

En el capítulo 2, Martel entrevista a grandes empresarios chinos de los equivalentes a Facebook o You Tube. Prácticamente, dice el autor, los chinos han clonado las redes sociales americanas y lanzado su propia intranet en versión china, por lo que tienen más tráfico que sus homólogos extranjeros. La idea es que los americanos no se metan en el negocio y no les importa copiarles los diseños con toda la cara. Ellos dicen que perfeccionan ideas que ya existían (ahorrándose los costes de investigación).

En los siguientes capítulos, el autor viaja a una ciudad rusa cercana a Moscú que fue construida como un polígono industrial para desarrollar las nuevas tecnologías. Pero Martel sospecha que no va a funcionar porque está alejada de la ciudad que es, en realidad, donde circulan las ideas (como ocurre a las nuevas "start-ups" de San Francisco, que prefieren trabajar en la ciudad a en Silicon Valley).

También se cuela en los territorios de Gaza y ve contrabando de televisores, más baratos, a través de una red de túneles bajo la ciudad. Cuenta sus dificultades y largas esperas para pasar la frontera. Cree que hay muchos usuarios de Internet en los cibercafés que les permite estar conectados a pesar de estar aprisionados en un pequeño territorio.

También presta atención a la Social TV como un nuevo fenómeno que convierte la televisión por Internet en un nuevo modo de comunicación con éxito.

lunes, 8 de junio de 2015

"Informe Lugano", de Susan George (1999)

Resumen de "Informe Lugano", de Susan George (1999)

Ver resumen original y actualizado en:

Autor del resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, capitalismo, Economía Política

Título: "Informe Lugano"
Subtítulo: "Top Secret. Cómo preservar el capitalismo en el siglo XXI"

Título original en inglés: "The Lugano Report: On Preserving Capitalism in the Twenty-first Century"

Edición inglesa: Pluto Press, London and Sterling, Virginia, 1999

Edición en español: Icaria editorial SA, 2001-2005

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Biografía oficial de Susan George (hasta 2005)

Susan George es politóloga, presidenta del Observatorio de la mundialización y vicepresidenta de la Asociación ATTAC. Situada en primera línea de los combates internacionales, forma parte de uno de los ejes que ha coordinado la unión del conjunto de los movimientos franceses como el AMI (Acuerdo multilateral de inversiones) y la OMC (Organización Mundial del Comercio)
Autora de varios libros como Comment meurt l'autre moitié du monde y El bumerang de la deuda. Nació en Estados Unidos y vive desde hace varios años en Francia.
En el 2015 publicó "Los usurpadores"

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Texto de la contraportada

"Inconsciencia, esquizofrenia o cinismo absoluto: ¿cómo "los que deciden" en el mundo pueden hacer políticas ultraliberales, que son la base de la mundialización, y pretender a la vez atacar las consecuencias catastróficas de estas mismas políticas? ¿Temen un retorno antiliberal? Entonces, el futuro del capitalismo no estaría asegurado. Este es el punto de partida de este libro de Susan George que se presenta bajo la forma de un informe.
Sus promotores: los representantes de las directrices económicas y políticas del planeta. Sus autores: nueve expertos altamente cualificados. El objetivo: identificar las amenazas que pesan sobre el capitalismo en el siglo XXI y estudiar las posibles soluciones. Amenazas que son a la vez perfectamente lógicas, terroríficas y ya consumadas... Informe abrumador, documentado, apasionado y apasionante, que consigue como ningún otro desarmar los mecanismos fundamentalmente perversos del capitalismo ultraliberal : un horror ecológico, económico y social.

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ÍNDICE

Carta de los solicitantes

Carta de entrega

Primera parte.....

1. Los peligros

2. El control

3. El impacto

4. Conclusiones

Segunda parte

5. Las metas

6. Los pilares

7. Los flagelos

8. La prevención

9. Rompecabezas

Anexo, Susan George

Epílogo al Informe Lugano

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Introducción

Susan George le da la vuelta a la tortilla y se pone en la piel de unos lobbistas y poderosos políticos y empresarios, como los que van a las reuniones supersecretas estilo Davos o del Club Lindberg y en las que cocinan políticas a nivel mundial que solo ellos conocen. La cuestión es que atribuye hechos que están pasando en el mundo (en 1999, pero el escenario es fácilmente reconocible hoy en día) como la globalización, el crecimiento demográfico, la austeridad y la flexibilidad laboral a una conspiración mundial. La tesis principal es que el mundo se enfrenta a una superpoblación (recordemos el informe Roma de los años 70) con recursos planetarios escasos que podría poner en peligro el capitalismo aunque, tras leer el libro, uno llega a la conclusión de que esos problemas ecológicos son los que crean la propia industrialización. Las recetas para remediarlo y salvar el capitalismo parecen escritas por un señor feudal sin piedad por la plebe. Quizás ese es el fallo del libro, que es demasiado exagerado. Además, en mi opinión, un auténtico capitalista confiaría en que la "mano invisible" del mercado y la ley de la oferta y la demanda arreglarían automáticamente todos los problemas (como se arregló la crisis del 2008...) sin la intervención del Estado ni la planificación que plantea este libro.

Hay que aclarar que el informe se lo ha inventado George, es todo una ficción pero hasta el primer o segundo capítulo parece perfectamente creíble. Luego, algunas frases empiezan a rechinar y surge la sospecha de que el informe es una bola. La autora lo confirma en el último capítulo:  lo de Lugano se le ocurrió por esas cumbres de empresarios que se celebran en Suiza, no hay nada de real en el documento confidencial de los 9 expertos, que ni siquiera existen. El apodo de cada uno empieza con la inicial de su profesión. 
Lo que quiere denunciar la autora es que actualmente los países pobres están sufriendo todo tipo de plagas: guerra, hambre, superpoblación, enfermedades, contaminación... y nadie está haciendo nada por evitarlo. Es más, hay una sospechosa "pasividad" respecto a estos desastres, sin que ningún país poderoso u organismo mundial diga basta y arregle la situación para ayudar a los más desfavorecidos. Más bien da la sensación de que las políticas aplicadas están destinadas a dar más palos al pobre como muchos han experimentado en su propia piel durante la Gran Recesión, un ejemplo de cómo no hay que tratar a los ciudadanos que han sufrido un revés en un contexto general de crisis.

Lo importante es que George plantea un escenario truculento, con una población masiva a la que no se puede alimentar, con problemas ecológicos graves, con el retorno de las enfermedades contagiosas, el aumento de guerras locales... Eso es lo que observamos hoy con solo abrir las páginas de internacional de un periódico pero lo que un lector atribuye a la mala fortuna de un país, George ve la larga mano de una conspiración de un grupo poderoso para reducir la población pobre hasta mínimos aceptables para el capitalismo. Hay pasajes sobrecogedores en los que el informe revela que China tiene 1.200 millones de habitantes censados y que lo ideal es que tuviese 800. Hablamos de 400 millones menos y el informe aporta sus recetas para llevar a cabo esta reducción de la población. En realidad, quiere que la población mundial, que ahora está en 7.000 millones se reduzca a 4.000 en un tiempo razonable mediante todo tipo de políticas: infertilidad o prevención de natalidad, austeridad para los ancianos y los más pobres, bajada de salarios y precariedad, explotación laboral infantil, medicinas caras, guerras entre países pobres con armas modernas, y otro tipo de desastres. Y es que cuando uno lee estas páginas y luego se pone a pensar en las políticas de recortes del FMI que aplica férreamente a los países pobres y que siempre pagan los más desfavorecidos, y uno se pregunta si no habrá cierta "planificación" en todo esto de la austeridad.

Este es el panorama que George describió hace 16 años y que ahora hasta parece casi la realidad, al menos en las cuestiones de austeridad. No obstante, hay que precisar que autores como Krugman o Stiglitz ya estaban examinando las mismas desigualdades que generaba la globalización y consideraban que aunque el FMI exigía austeridad a los deudores su finalidad era asegurarse de que los prestamistas acreedores cobraban porque, de lo contrario, desalentaría nuevas inversiones. Stiglitz concluyó que el sistema de préstamos internacional estaba montado para favorecer al acreedor a costa de aplicar políticas draconianas en el infortunado país que pedía el crédito.

El informe Lugano enumera las cuatro lacras de los Jinetes del Apocalipsis: peste, hambre, guerras y muerte. En uno de los pasajes más tenebrosos del libro (que en realidad describe hechos actuales), los (ficticios) expertos proponen que estos grandes males campen a sus anchas por los países más pobres y superpoblados y sirvan como mecanismos reguladores con el fin de reducir su población y que esta creciente población que vive en la miseria baje a tales niveles que deje de ser un riesgo para el capitalismo. Bastaría con no intervenir o dar poca ayuda. La idea de los expertos es dejar que los países más pobres sean víctimas de enfermedades que en Occidente serían fácilmente curables haciendo poco eficaces los programas de ayuda internacional (el hecho de promover la no vacunación ya causa bastante daño por sí solo) o no promoviendo ninguno realmente útil (como difundir medicamentos baratos y genéricos). El hambre que asola a esos países pobres sería otro factor que reduciría la población por lo que tampoco habría que hacer esfuerzos por redistribuir mejor la comida. Las guerras podrían fomentarse animando a uno y otro bando, o avivando conflictos, armando a uno y otro bando, promoviendo los sentimientos o diferencias étnicas, lo que generaría múltiples guerras locales, algo que también contribuiría a reducir la población en los países pobres. El falso informe (que no deja de ser una crítica a las políticas actuales de Occidente) fomentaría la muerte, especialmente de los más débiles, como los niños o los ancianos, por la combinación de los otros tres factores, como la enfermedad, el hambre o la guerra.

Lo que dice George con esto, según su interpretación, es que eso ya está pasando y miles de niños de los países pobres mueren por inanición o falta de vacunas, o una simple picadura de un mosquito. La falta de una acción decidida por parte de Occidente la convertiría en cómplice por no ayudar a los más necesitados, no ya por promover su miseria.

viernes, 17 de enero de 2014

"¿Por qué la austeridad mata?", de David Stuckler y Sanjay Basu (2013)

Resumen: "¿Por qué la austeridad mata?", de David Stuckler y Sanjay Basu (2013)


Sociología, economía política, política sanitaria, bienestar, austeridad

Comentarios, resumen y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología

El resumen original y actualizado está en el siguiente link:

http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/01/por-que-la-austeridad-mata-de-david.html

Título: "¿Por qué la austeridad mata?"
Subtítulo: El coste humano de las políticas de recorte

Título original: "Body Economic. Why Austerity Kills"

Autores: David Stuckler y Sanjay Basu.

Fecha de publicación: 2013

Editorial en español: Santillana Ediciones Generales SL


Texto de la contraportada:

"Este es el primer libro que afronta el debate político y económico sobre la crisis desde una nueva y muy necesaria perspectiva: su coste humano. La recesión global ha tenido un impacto brutal sobre la riqueza de los países pero todavía ignoramos cómo afecta a un tema esencial: el bienestar físico y mental de sus ciudadanos.
¿Por qué al enfrentarse a crisis similares la salud en algunas naciones (como Grecia) se ha deteriorado gravemente mientras en otras (como Islandia) ha llegado a mejorar? Tras una década de investigaciones, David Stuckler y Sanjay Basu nos demuestran que incluso ante las peores catástrofes económicas los efectos negativos en la salud pública no son inevitables. Es la mala gestión de los gobiernos la que puede conducir a un desastroso saldo de tragedias humanas.
Por qué la austeridad mata presenta una conclusión demoledora: los recortes son seriamente perjudiciales para su salud. Son las recetas de austeridad las que agravan fatalmente las consecuencias de las crisis, mutilando programas sociales clave justo en el momento en el que más se necesitan, empeorando el desempleo y obstaculizando la recuperación.
Este libro defiende que las decisiones económicas no son únicamente una cuestión de ideologías, de tasas de crecimiento y de déficits presupuestarios, sino también una cuestión de vida o muerte. Solo un sistema más justo e igualitario, acompañado de políticas inteligentes que refuercen las redes públicas de protección, garantizará el bienestar de nuestras sociedades".

ÍNDICE

Prólogo a la edición española.

Las dos caras de la Gran Recesión en España

Primera Parte: Historia

Capítulo 1... Paliando los efectos de la Gran Depresión

Capítulo 2... La crisis de mortalidad postcomunista

Capítulo 3... De milagro a espejismo

Segunda Parte: La Gran Recesión

Capítulo 4.... Que Dios bendiga a Islandia

Capítulo 5.... Una tragedia griega

Tercera Parte: Resistencia

Capítulo 6.... Cuidar o no cuidar

Capítulo 7.... Volver a trabajar

Capítulo 8.... Que una plaga devore todas vuestras casas

Conclusión: Curar el cuerpo económico

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Notas biográficas de los autores:
David Stuckler es investigador y experto en los aspectos económicos de la salud
Sanjay Basu es epidemiólogo y profesor asistente de Medicina en el Centro de Investigación para la prevención de la Universidad de Stanford. Tiene el blog: epiAnalysis 

Comentarios previos y notas del lector: 

Este libro tiene interés porque introduce el concepto de "grupos de control" en el análisis económico de la crisis. Por ejemplo, en la Gran Depresión de 1929, el grupo de control fueron los estados que se negaron a aplicar el programa New Deal y que tuvieron más pobreza que aquellos que lo aplicaron. En la crisis asiática de 1990, el grupo de control fueron aquellos países que rehuyeron aplicar las recetas de austeridad del FMI como Malaysia, que salieron antes de la crisis que quienes fueron buenos alumnos. En el caso de la Gran Recesión del 2007, los países que se negaron a pagar los créditos bancarios, como Islandia, salieron antes de la crisis que Grecia, España o Portugal que se comprometieron a respaldar los fondos extranjeros. En general, la austeridad predica aguantar un sacrificio y dolor a plazo corto que generará un beneficio a largo plazo.
Los autores sostienen que las políticas de austeridad que se aplicaron en la Gran Depresión de 1929, y la "terapia de choque" (ver "La doctrina del shock", de Naomi Klein) aplicada a la crisis latinoamericana de los 80, la rusa y la asiática de los 90 o la Gran Recesión de 2007 han acarreado situaciones de extrema pobreza pero, además, conllevaron la muerte de gente que no pudo pagar o se quedó sin acceso por los recortes a medicamentos. Epidemias y enfermedades que parecían controladas, de repente volvían a resurgir al eliminarse presupuestos médicos. Como contraste, la austeridad redujo el número de accidentes de tráfico en la Gran Depresión de 1929 porque había menos circulación de vehículos y la gente tenía menos dinero para gastar en alcohol.



Crítica a Jeffrey Sachs, por su programa para reflotar la antigua URSS como Rusia en los años 90: "Sachs argumenta que una transición más rápida favorece el crecimiento económico y reduce al mínimo los perjuicios en materia de salud pero en Rusia hubo sufrimientos humanos y aumento de la pobreza. Sachs reconoció en 1995 que las reformas crean estrés pero que hay mejoría a largo plazo, aunque haya que perder bienestar".


Recesión en España
Parte del interés del libro está en su análisis que hacen en el prólogo sobre la recesión en España.
Dicen que en noviembre del 2012 estaban en Barcelona y los turistas llenaban las boutiques cuando apareció una manifestación contra los recortes que decía: "La austeridad mata".
Según ellos, la Gran Recesión en España en 2007 generó un desempleo del 25%, hay un 3% más de niños en el umbral de la pobreza y el 23% de los niños de Cataluña son pobres. En España han subido en 20 puntos los niveles de depresión grave, alcoholismo y ansiedad, y en Cataluña, a pesar de esta tendencia, cortan un 10% los servicios sanitarios por cuestiones del déficit.
Explican que en la Gran Recesión hubo un shock inicial con la quiebra de los bancos lo que, a su vez, paró en seco los mercados de vivienda y la propiedad inmobiliaria. La recesión se quiso parar con medidas de auteridad.

Hablan de un "experimento natural" en los países y ciudadanos que involuntariamente se han metido en la crisis. Unos, como Obama, han optado por una política expansiva con la Ley de Recuperación y Reinversión dotada con 800.000 millones. Otros, como el Reino Unido, se han decidido por una austeridad radical.

España también optó (o le presionaron para aplicarla) por la austeridad.


En 2010, Zapatero aplicó recortes por 15.000 millones.
En 2012, Rajoy aplicó recortes de 64.000 millones.


El plan era reducir la deuda pública pero pasó del 37% del PIB en el 2007 al 85% en 2013 (y creen que podría cerrar el año con el 91%), por lo que no se cumplió el objetivo de déficit público. [nota del lector: algunos autores creen que España pronto llegará al 100% del PIB]


Desde el Gobierno se insistió en que los recortes iban a traer confianza al sector privado y otras inversiones y empleo. Pero en el 2011, la débil recuperación se vio anulada por la pérdida de puestos de trabajo, menos gastos en economía. Hubo una contracción del -1,5% [nota del lector: este dato es importante porque es una pista del efecto multiplicador de las medidas de austeridad para contraer la economía}. En el sector público español se eliminaron 259.000 empleos, hay 6 millones de parados y el índice de desempleo juvenil es del 57%.


Recalcan que el indicador por antonomasia del buen hacer de un Gobierno es cómo atiende a los intereses de su pueblo y si es capaz de protegerlo durante los tiempos difíciles. Y lo que ha ocurrido es que en el 2007-2010 en España hubo 400 casos más de suicidios, 400.000 casos de depresión, conductas desesperadas y la dependencia y abuso del alcohol se multiplicó por seis. Así como hay estrés por miedo a perder el empleo o tener problemas para pagar la hipoteca. También ha habido varios suicidios por desahucio. Recuerdan que 400.000 familias perdieron sus casas por no pagar el alquiler o la hipoteca.
En vez de potenciar los programas sociales para evitar la acumulación de deudas, los recortó.


Califican las medidas de recortes tomadas en España de "temerarias", lo mismo que en Grecia y Portugal. Dicen que en Grecia, las infecciones por VIH subieron un 224% entre los drogadictos (por falta de jeringuillas gratis), el presupuesto sanitario cayó un 40 %, el desempleo entre los jóvenes subió un 50% y las personas sin hogar aumentaron un 25%. Es más, en Grecia aparecieron epidemias como la de la malaria, desaparecidas en Europa. Se eliminaron 35.000 puestos sanitarios, se agotaron 200 medicamentos, hay un 50% más de gente que no puede acceder al sistema sanitario y subió un 40% la mortalidad infantil.

[Nota del lector: obsérvese que los autores dan sus datos en porcentajes pero no en cifras absolutas, lo que puede llamar a confusión al lector. Es decir que si había dos contagios de una enfermedad en un año y ahora hay 3, el aumento es del 50%].

España tampoco se ha librado de este desastre sanitario, según los autores. Hay 600.000 personas sin ingresos y el 22% vive en la pobreza, según Cáritas, oenegé a la que alaban su labor altruísta. Dicen que aplicar estos recortes en España "es una locura" porque en España la deuda pública no supera el 90 % del PIB mientras que en Grecia, la deuda se sitúa en el 174%.

Mencionan el caso de Sánchez Gordillo, conocido como el Robin Hood español y el pueblo de Marinadela (creo) que puso en marcha una explotación agrícola en régimen de cooperativas para los vecinos desempleados del pueblo y ahora el paro es cero.


Los autores insisten: "Las recesiones hacen daño pero la austeridad más".

Por ello proponen un New Deal al estilo de las tomadas por el presidente F.D,Roosveelt durante la crisis de 1929. Que las medidas que adopten los países para controlar el déficit:
1) No causen daño
2) Ayuden a que la gente vuelva a tener trabajo
3) Inviertan en salud pública.

Repasan los tratamientos experimentales que hay hasta ahora: austeridad y estímulo.
-La austeridad promete reducir la deuda pública y el déficit y curar la recesión. Reorganiza el gasto estatal en sanidad, desempleo y ayuda a vivienda.
-El estímulo invierte en sanidad pública mediante programas de su red de protección social.

Insisten en que la salud pública mejoró en estados que estaban a favor del New Deal, así como en aquellos países de Asia que eludieron las medidas del FMI.

Los autores insisten en que los resultados de su investigación demuestran que el gasto de estímulo en programas específicos de sanidad pública contribuyen a reducir el déficit a base de fomentar un crecimiento adicional. Cada dólar invertido en estos programas rinde 3 dólares de crecimiento económico, que se pueden usar para saldar el déficit. [Nota del lector: es lo que Keynes denominó el "efecto multiplicador"]. 

Por el contrario, los países que optan por drásticos recortes a corto plazo acaban padeciendo un declive económico a largo plazo. Cuando el Estado recorta el gasto en medio de una recesión también reduce drásticamente la demanda en un momento en que la demanda ya es baja de por sí.

Los principales casos que examinan son la transición de la exURSS a la Rusia democrática, las crisis de Asia de los 90 y el caso europeo de la Gran Recesión de 2008.

En el caso ruso, culpa directamente a los neoliberales (incluido Jeffrey Sachs, que se quiere desmarcar) de provocar la quiebra del país y de causar, indirectamente, la muerte de miles de personas. Explican que la URSS había especializado sus ciudades, una para producir carbón, otra para hacer tornillos, de forma que trabajaban en red para que todo funcionase como un reloj. Tras el hundimiento de la URSS, los neoliberales propusieron su terapia de choque y vender rápidamente todas las empresas públicas, todo lo que se pudiese en dos años. El resultado fue el completo colapso de la economía, ya que una ciudad de Siberia que abastecía de tornillos a otra que hacía sartenes, por ejemplo, se quedó sin clientes porque los demás cerraron. El paro se disparó, no hubo expectativas de mejoría, las industrias paradas se oxidaron y arruinaron, no hubo para comer y muchos obreros cayeron en la bebida y murieron por enfermedades, accidentes o se suicidaron dejando un país repleto de viudas con hijos, resumiendo el capítulo que escribieron los autores. En Rusia se generaron grandes fortunas con la privatización pero también enormes desigualdades y un crecimiento de la pobreza extrema. Creen que la terapia de choque fue desafortunada porque la privatización debería ser escalonada y progresiva pero los neoliberales alegaron que tenían miedo de que volviese el comunismo. 

El siguiente caso que analizan es de el hundimiento de la economía asiática en los años 90, y países emergentes como Tailandia, Malaysia, Indonesia o Corea del Sur fueron considerados los "tigres asiáticos" en los que el dinero llegó a raudales. Los inversores internacionales perdieron la confianza en el "thai" tailandés y del día a la noche retiraron todo el dinero [nota del lector: el proceso es bien explicado por Stiglitz, que dice que el FMI se limita a asegurarse de que los acreedores cobran, y Krugman]. Los países se vieron inmersos en una deuda y tuvieron que pagarla, por lo que pidieron ayuda al FMI, que les recetó recortes en sanidad y educación. Solo hubo un país que se negó a seguir las consignas del FMI, Malaysia, que lo que hizo fue algo así como suspender pagos o aplazarlo. El resto acató los recortes porque el FMI era el prestatario en última instancia y, de repente, la pobreza invadió los campos de Indonesia y Tailandia. Enfermedades que parecían controladas como el VIH, tras hacer programas sanitarios, se dispararon otra vez al suprimirse la asignación para vacunas o preservativos o jeringuillas gratis. Pasados unos años, Malaysia estaba en la senda del crecimiento al negarse a hacer recortes mientras que el resto seguían postrados en la crisis y con una población enferma, empobrecida o incluso muertos por la enfermedad resurgida por la supresión de presupuesto sanitario.

El otro caso que estudian es la Gran Recesión en Europa (especialmente el caso griego), cómo lo afrontó Estados Unidos que aplicó programas de estímulo y el caso islandés, donde los ciudadanos se negaron a los recortes y votaron en referendum que no pensaban devolverle el dinero a los inversores británicos.