Indignados y movimientos sociales

Indignados y movimientos sociales

Los indignados del 15-M, la primavera árabe, Occupy Wall Street y otros movimientos sociales han despertado el interés de los sociólogos que buscan las pautas y patrones de estos activistas que reclaman un cambio social y que se valen de Internet, Facebook, WhatsApp para organizar sus acampadas y manifestaciones. Pero el malestar ya estaba presente hace tiempo.

Resúmenes de libros

2010..... "Algo va mal", de Tony Judt (2010)
****. Obra importante. Es de los primeros en alertar de cómo el proyecto europeo se aleja de la gente para convertirse en un entramado burocrático que aplica politicas neoliberales con una fuerte carga ideológica sin preocuparle la parte social, que además quiere desmantelar.
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/03/algo-va-mal-tony-judt.html

2011... "Indignaos", de Stéphane Hessel (2011)
****. Obra popular, Fue un éxito en Francia. Al igual que Judt, Hessel denuncia cómo la sociedad del bienestar se desploma impulsada por políticas neoliberales dictadas desde arriba.
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/03/indignaos-de-stephane-hessel.html


2012.... "Redes de indignación y esperanza", de Manuel Castells (2012)
***. Interesante. Castells examina los movimientos sociales de Túnez contra la dictadura o pseudodemocracia, de Islandia contra la deuda financiera, de España contra la austeridad, de Egipto contra la dictadura y de Occupy Wall Street contra la desigualdad del 99%-1%. Dice que su coordinación solo fue posible a través de las redes sociales e Internet.
Ver el resumen en:
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/10/redes-de-indignacion-y-esperanza-de.html

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

 Resumen: "Algo va mal", de Tony Judt (2010)


Materia: sociología de la estructura social, cambio social, política económica

Resumen y comentarios: E.V.Pita (2011), licenciado en Sociología y Derecho

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/03/algo-va-mal-tony-judt.html

Título: "Algo va mal"
Titulo original: "Ill fares the Land"
Autor: Tony Judt
Editorial: Taurus
Publicación: 2010

CAPÍTULOS

-Introducción. Guía para perplejos.
Cap. 1 - Cómo vivimos ahora.
Cap. 2 - El mundo que hemos perdido.
Cap. 3 - La insoportable levedad de la política
Cap. 4 - ¿Adiós a todo esto?
Cap. 5 - ¿Qué hacer?
Cap. 6 -¿Qué nos reserva el porvenir?


Resumen: en los primeros capítulos, Judt explica que desde 1980, el Estado [socialdemocrata protector que surgió tras la Gran Depresión] se disuelve frente a una oleada de neoliberalismo que privatiza los servicios públicos al entender que no son rentables ni eficaces y que es mejor que los regule la "mano invisible del mercado".

Centra el problema en que la política ya no se hará en función de más Estado o más mercado, sino en qué tipo de Estado quieres, si muy intervencionista o el actual de bienestar.
También examina las diferencias entre Estados Unidos, individualista y con bajos impuestos, y Europa, socialdemócrata y con impuestos retributivos de la renta.

La cuestión es que desde los años 80, las desigualdades sociales, según Judt, han aumentado debido a esta política más centrada en el esfuerzo individual que en el colectivo.
La frase clave del libro es: "La nueva generación siente una honda preocupación por el mundo que va a heredar. Pero esos temores van acompañados de una sensación general de frustracción: nosotros sabemos que algo está mal y hay muchas cosas que no nos gustan. Pero ¿en qué podemos creer, qué debemos hacer?"

Anotación bibliográfica: muestra unas estadísticas que relacionan desigualdad de la renta y homicidios, transtorno mental y gasto en sanidad y esperanza de vida. Están extraídas de Wilkinson y Pickett, "The Spirit Level".

En el capitulo 1, Judt dice que la economía clásica consideraba que el individuo siempre adoptaba decisiones económicas racionales conforme a su interés y que busca la maximización del beneficio y que vinculaba libertad a libertad financiera, pero esto lleva a evaluar las decisiones con un vacío moral. Se pregunta qué pasa con otras componentes que influyen en el comportamiento como el altruismo o la colaboración gratuita.

Nota del lector: en Internet, vemos que hay altruismo y colaboración, donde el rendimiento
económico es cero. Efectivamente, no hay rentabilidad.

Capítulo 2.
Judt recuerda los grandes desastres de l914 a 1945, lastrados por dos devastadoras guerras, epidemias, dictaduras o cracks financieros. Dice que en 1945 el principal problema era cómo asegurar la democracia y evitar que la experiencia se repitiese. El Estado liberal de libre mercado y "laissz-faire" fue barrido. Y ensalza a Maynard Keynes como la persona que más esfuerzos dedicó a ese desafío.
Keynes estudió el problema de la incertidumbre y la inseguridad que corroían la confianza en el liberalismo. La intervención del estado, se decía, había librado a Alemania del paro, a la URSS de la Gran Depresión y en Italia los trenes eran puntuales. [nota del lector: recuerdo las palabras de Hayek en esos años sobre el riesgo de que el Estado interviniese en los asuntos del individuo porque este se convertía en deudor o súbdito]. Keynes vio que había cosas positivas en las políticas contracíclicas y el Estado de la Seguridad Social. El Estado liberal se había visto obligado a salvar al capitalismo con políticas que parecían entonces socialistas [nota del lector: nuevamente Hayek puso objeciones]. Pero hubo consenso (Butler + Gaitskell= butskelismo]. Defendían la planificación económica e inversión a gran escala.Judt dice que "la seguridad del bienestar en que se vivía y la futura prosperidad suavizaron las injusticias del capitalismo". Entre 1945 y 1975 hubo prosperidad, seguridad en el empleo y movilidad social ascendente a escala sin precedentes. La clase media recibió educación gratuita, atención médica barata o gratis, pensiones públicas y seguro de desempleo. Se abrió la élite cultural a las masas.
Si el estado movilizó a las masas para la guerra también podía hacerlo para la paz mediante la planificación a través de incentivos fiscales. Se insistió en que las instituciones resolvían lo que el mercado no podía hacer o hacían controles de divisas, regulaciones salariales o precios límite, y se aumentaron los impuestos. Se redistribuyó la riqueza como algo beneficioso para todos. Pero Judt advierte que a ojos de hoy esas metas eran ineficaces y que ponían peligrosamente enormes recursos sociales en manos de burócratas, políticos y grandes gobiernos. Se hizo porque los contribuyentes tenían confianza en su comunidad porque era igualitaria. Esto se notó mucho en países pequeños y homogéneos que generaron confianza y cooperación pero que rozaba el egoísmo cuando entran otros colectivos a los que mantener.
Judt cree que no es demasiado alto el precio pagado por la confianza, la tributación progresiva y el Estado intervencionista de 1945-1975, en general socialdemócratas que crearon el Estado del Bienestar. Pero ahora se piensa en términos de destrucción creativa (Schumpeter). Para la generación más vieja el bienestar les pareció milagroso, nada que ver con los empleos basura de hoy, dice el autor. Pero a finales de los 70 hubo alertas sobre el desequilibro del gasto social y público a medida que envejecía la generación del baby-boom a la vez que se ralentizaba el crecimiento. Ello conllevó el declive de la "Gran Sociedad" pero por sí solos no explican la transición radical a nuestra época.
Capitulo 3.

Menciona a Le Corbusier y la planificación de las ciudades tras la posguerra, asi como la creacción de pisos-colmena y la destrucción de centros históricos en aras de la modernidad, sin contar con la opinión de los ciudadanos.

[Nota del lector: esto recuerda a toda la fase de desarrollismo de los años 60 y a la ley del suelo que permitía derribar cascos históricos para construir bloques de hormigón en aras del progreso.]

La escuela austríaca. Judt menciona a cinco economistas austríacos de la escuela de Chicago de libre mercado (Chicago boys): Von Mises, Hayek, Schumpeter (descripción de la creatividad destructiva del capitalismo), Karl Popper (defensa de la sociedad abierta) y Drucker (gestión empresarial). Todos trataron de explicar en los años 30 la debacle de la izquierda frente a los totalitarismos por la intervención del estado en la economía, frente a las recetas contracíclicas de Keynes. Para ellos, la planificación no tenía sentido porque se basa en cálculos y predicciones poco realistas.

Hayek en "Camino de la servidumbre" advierte de que el estado de bienestar deviene en totalitarismo, lo que fue desmentido en los prósperos años 50 a 70.

Para Judt, los cinco economistas de la escuela de Chicago, que tanto influyó en Reagan o Thatcher, estaban continuando un debate sobre los mercados libres y las libertades occidentales que se remonta al siglo XIX.

Capítulo 4 - ¿Adios a todo esto?

Judt señala que la caída del muro no supuso el fin de la historia, fue una oportunidad perdida de reconfigurar el mundo en torno a instituciones y prácticas internacionales consensuadas y perfeccionadas.

1989 y el final de la riqueza
Desde la Revolucion Francesa había una fe secular por el progreso con doctrinas como el positivismo (uso político de datos sociales para remediar el mundo, ver a Beatrice Webb). Esta idea fue desmontada en el siglo XX por los totalitarismos. La caída del comunismo en 1989 dejó a la socialdemocracia (su discurso era que ellos estaban a favor de la libertad, igualdad, justicia social y mercados regulados) sin una doctrina ni narración de democracia frente al conservadurismo. Ahora, apenas se distinguen. Todos somos demócratas.

Las ironías del poscomunismo
El Estado no es tan malo si se compara con los estados fallidos. La caída de la URSS supuso el fin de la planificación y el control central pero no los desacreditó. El desafío, dice Judt, es organizarnos en beneficio común.

El párrafo clave del libro: "¿por qué íba a parecernos mejor que unos empresarios codiciosos salgan enriquecidos del derrumbamiento de un Estado autoritario es mucho mejor que el propio autoritarismo? Ambas situaciones sugieren que algo falla seriamente en nuestra sociedad. La libertad es la libertad. Pero si conduce a la desigualdad, la pobreza y el cinismo, deberíamos decirlo con claridad en vez de ocultarlo bajo la alfombra en nombre del triunfo de la libertad sobre la opresión".

El problema de los impuestos: tras la llegada del paro en 1970, los que aún trabajaban tuvieron que pagar más impuestos, lo que generó quejas. Nadie recordaba por qué se instauró ese sistema tras la Gran Depresión de 1929. La socialdemocracia no sobrevivió más de una generación porque a los hijos de los primeros beneficiarios les indignaba el coste de la subvención a la cultura, transporte público o las piscinas.

Judt propone el retraso de las jubilaciones como mal menor pese a que sea una medida impopular que los Gobiernos pusilánimes no quieren tomar.

La lógica del Estado protector preservó su forma democrática.

¿Qué hemos aprendido? [de 1989]
La socialdemocracia tuvo su momento con el New Deal y la Gran Sociedad (nota del lector: no sé á qué se refiere) y el neoliberalismo tuvo su momento en 1970 hasta que se desacreditó con la crisis financiera de 2008.
Para Judt, 1989 supuso el redescubrimiento de la libertad.
Otro párrafo clave del libro: "¿Por qué estamos tan seguros de que cierta medida de planificación o la tributación progresiva o la propiedad colectiva de lo bienes públicos son restricciones intolerables de la libertad mientras que las cámaras de circuito cerrado, los rescates estatales de bancos de inversión "demasiado grandes para dejarlos caer", las escuchas telefónicas y las costosas guerras en otros países son cargas aceptables que la gente debe aceptar?".
Se pregunta ¿qué hacer?

Capitulo 5. ¿Qué hacer?

En defensa de la disconformidad.
Judt dice que la conformidad en las comunidades tiene un precio: no puede responder a los nuevos desafíos. Estados Unidos, como observó Tocqueville, se inclinó hacia la conformidad y los que dicen lo que quieren son marginados o sus palabras silenciadas. Y la tolerante Gran Bretaña descalifica al que no esté de acuerdo con la corrección política o los tipos impositivos.

Fuentes de disconformidad: diferencias teológicas, de clase, intelectuales (primero contra los abusos del poder y luego contra la opinión pública). Los debates han caído en manos de think-tanks.

Cláusulas de exclusión en debates de EEUU sobre el papel activo del Gobierno: Impuestos bajos, el Gobierno no se entrometa en asuntos, y nada de socialismo. En Europa, la tolerante Inglaterra llena sus calles de cámaras de videovigilancia que invaden la intimidad.

Duda que los intelectuales (que no se opusieron a la guerra de Irak) ni los políticos puedan cambiar nada. Según Judt, lo harán los jóvenes si no caen en el apoliticismo.

Aquí hay un párrafo muy interesante: "Lo primero que se le ocurre a un joven que quiere "comprometerse" es afiliarse a Amnistía Internacional o Greenpeace o a Human Rights Wacth o a Médicos sin Fronteras". Pero si renuncian a la política, abandonan su sociedad a los funcionarios más mediocres, sin la talla de un Churchill o un Roosevelt. "Políticamente, nuestra época es de pigmeos", dice Judt. Los sondeos dicen que hay desilusión con los politicos que no afrontan problemas como el calentamiento global.

-Una conversación pública renovada.
-Reabrir la cuestión local
-¿Una nueva narración moral?

Capítulo 6. ¿Qué nos reserva el porvenir?

-La globalización

Combina el crecimiento es bueno y es inevitable. Pero la expansion economica no garantiza ni igualdad ni prosperidad.

Aquí comenta algo muy interesante: en 1914, el mundo estaba globalizado pero tras las dos guerras, no se recuperó el comercio internacional hasta 1950.

En 2008, quedó dinamitada la idea de los estados corporativistas de mercado

Se pregunta: "¿Estamos seguros de que la globalizacion va a ser permanente?

-Pensar el Estado.

Las economías mixtas hicieron que la generación más joven diese por sentada la estabilidad y a exigir la eliminacion del obstaculo de los impuestos, las regulaciones y la interferencia del Estado.

Tras la liberalizaciónde 1980 a 2008, el Estado vuelve a intervenir pese a que oficialmente se rechaza su progagonismo. El problema, según dice Judt, es que el Estado genera desconfianza por el daño que causaron, porque ejerce coerción frente a la libertad política y que los Estados activistas pueden equivocarse a gran escala.

Paradoja sobre que no se puede tener Estados que presten servicios sociales o eficientes mercados libres. El problema es que si el estado es débil, intervienen otros jugadores como los monopolios o los trust, que se benefician excesivamente de una economía desregulada y las ganancias están mal distribuidas. Por eso recomienda actuar al estado para garantizar ciertas obras del bien público.

Demanda opcional: la cantidad que paga un individuo por tener un servicio a todas horas. Aquí no funciona la mano invisible del Estado.

-Los ferrocarriles, estudio de un caso

Los trenes son un monopolio. Pero su privatización lleva aparejadas varias condiciones: combinación de lo peor del control monopolista del mercado, interferencia estatal y albur moral.

En el transporte, Judt considera que el Estado debe dar un servicio aunque sea ineficiente y poco rentable a los más desfavorecidos (pueblos apartados de las ruta comerciales, jubilados...). Un economista propondría arrancar las vías para hacer las rutas poco rentables en coche.

Ejemplo de los ferrocarriles británicos privados, que recibieron importantes subvenciones. También se cerraron líneas para levantar autopistas, lo que generó un coste medioambiental.

Las estaciones de ferrocarril no envejecen como sistema de transporte, lo que entronca con el "individualismo" moderno y la aparición de la sociedad civil.

-La política del temor

La inseguridad vuelve a la vida política en las democracias occidentales, dice Judt, : terrorismo, cambio, paro, distribución de recursos, control de la rutina.

Ojo a esto que dice: "En Occidente hemos vivido un largo periodo de estabilidad, adormecidos en la ilusión de un progreso economico indefinido. Pero eso ya ha pasado".

Avecina una epoca de lideres locales y cree que un estado débil y un mercado libre no va a ayudar mucho (ver cleptocracias de Europa del Este). Dice que mucha gente prefiere un estado fuerte-autoritario pero estable a uno fallido y que ahora la socialdemocracia ya no tiene argumentos para captar a sus votantes. Advierte de que las democracias liberales pueden zozobrar. Y el conservadurismo ha abandonado la moderacion social.
Siente que la socialdemocracia abandonó los logros que tanto esfuerzo costaron conseguir.

Conclusión: Qué pervive y qué ha muerto de la socialdemocracia.

Los críticos preguntan si el estado de Bienestar debe permanecer. Y acusa a los socialdemocratas de no definirse o de guardar silencio ante atrocidades de Balcanes. A partir de los 90 se perdió la ilusion de la igualdad y volvió el egoísmo con el objetivo en la vida de tener éxito en los negocios.

Y finaliza: "Si pensamos que algo va mal, debemos actuar en congruencia con ese conocimiento".

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Resumen: "Indignaos", de Stéphane Hessel (2011)


Materia: sociología, pensamiento político, cambio social.

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/03/indignaos-de-stephane-hessel.html


Autor del resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho


Título: "¡Indignaos!"
Subtítulo: Un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica.
Autor: Stéphane Hessel.
Editorial: Destino, imago mundi
Título original en francés: "Indignez-vous!"
Año de publicación: 2011

INDICE
-Prólogo de José Luis Sampedro
-INDIGNAOS
-El motivo de la resistencia es la indigación
-Dos visiones de la historia
-La indiferencia: la peor de las actitudes
-Mi indignación a propósito de Palestina
-La no violencia, el camino que debemos aprender a seguir
-Por una insurrección pacífica
-Notas del editor de acuerdo con el autor
-Posfacio del editor

Resumen: el autor, de 93 años, luchó en la resistencia francesa y se queja de que el siglo XXI ha supuesto un retroceso en cuanto a libertades civiles y políticas, así como de derechos sociales. La frase clave del libro es: "el nazismo ha sido vencido [...] pero esta amenaza no ha desaparecido totalmente y nuestra cólera respecto a la injusticia sigue intacta. [...] Apelamos todavía a una "verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el consumo de masas, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competicion a ultranza de todos contra todos".


xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Resumen: "Redes de indignación y esperanza", de Manuel Castells (2012)



Autor del resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, cambio social, redes sociales, opinión pública, movimientos sociales


Título: "Redes de indignación y esperanza"
Subtítulo: "Los movimientos sociales en la era de Internet"
Autor:  Manuel Castells

Fecha de publicación: 2012

Editorial: Alianza Editorial

...............................................................

Biografía oficial del autor (hasta 2012)

Manuel Castells es el titular de la cátedra Wallis Annenberg de Tecnología de la Comunicación y Sociedad de la Universidad del Sur de California, Los Ángeles. Es también catedrático de la Universidad Oberta de Catalunya en Barcelona y del Instituto de Estudios Globales de París. Entre 1979 y 2003 fue catedrático de Sociología y de planificación urbana en la Universidad de California en Berkeley. Ha enseñado, entre otras instituciones, en el MIT, en Oxford, en Cambridge, en la Universidad Hitotsubashi de Tokio, en la UNAM de México y en la Universidad Autónoma de Madrid. Es académico de la Academia Europea, de la Academia Británica, de la Academia Americana de Ciencias Politicas y Sociales, de la Academia Mexicana de Ciencias y de la Real Academia Española de Ciencias Económicas y Financieras. Fue consejero fundador del European Research Council (ERC) y consejero fundador del European Institute of Innovation and Technology (EIT) de la Comisión Europea. Ha recibido 18 doctorados honoris causa de universidades españolas, europeas, norteamericanas, lationoamericanas y asiáticas y ha sido condecorado en Francia, Catalunya, Portugal, Chile y Finlandia. Ha publicado 26 libros, incluyendo la trilogía La era de la información: economía, sociedad y cultura, traducida a 22 idiomas. En 2012 recibió el prestigioso Premio Holberg otorgado por el Parlamento Europeo.

..................................................................................................................................................

Reseña de la contraportada

"Ocurrió cuando nadie lo esperaba. En un mundo presa de la crisis económica, el cinismo político, la vaciedad cultural y la desesperanza, simplemente ocurrió, Conectadas a través de las redes sociales de Internet, las personas empezaron a agruparse en esos espacios de autonomía y, desde la seguridad del ciberespacio, pasaron a ocupar las calles y a elaborar proyectos ligados a sus verdaderas preocupaciones, por encima de las ideologías y de los intereses dominantes, reclamando su derecho a hacer historia. En todos los casos ignoraron a los partidos políticos, desconfiaron de los medios de comunicación, no reconocieron ningún liderazgo y rechazaron toda organización formal, debatiendo colectivamente y tomando sus decisiones en asambleas locales y a través de Internet. Desde Túnez e Islandia hasta la revolución egipcia y el movimiento Occupy Wall Street, pasando por los indignados en España, Manuel Castells arroja luz sobre esos movimientos - su formación, su dinámica, sus valores y sus perspectivas de transformación social -, que han llegado a alcanzar a 82 países. Al hilo de su esclarecedor y apasionante análisis, identifica las nuevas vías del cambio social que han surgido en este siglo y plantea hipótesis sobre sus implicaciones prácticas. Un libro, en definitiva, imprescindible para comprender - y cambiar - nuestro mundo".

.............................................................................................................................................................

ÍNDICE

1 - Obertura: conectar las mentes, crear significado, contestar al poder

2 - Preludio a la revolución: dónde empezó todo

Túnez: "La revolución de la libertad y la dignidad"

La revolución de las cacerolas de Islandia: del colapso financiero a la elaboración popular de una nueva Constitución a través de Internet

Viento del Sur, viento del Norte: vectores transculturales del cambio social

3.- La revolución egipcia

El espacio de flujos y el espacio de lugares en la revolución egipcia

La respuesta del estado a una revolución mediada por Internet: la gran desconexión

¿Quienes eran los que protestaban y qué era la protesta?

Las mujeres en la revolución

La cuestión islámica

"La revolución continuará"

Comprender la revolución egipcia

4 - Dignidad, violencia y geopolítica: los levantamientos árabes

Violencia y estado

¿Una revolución digital?

5 - Una revolución rizomática: las indignadas en España

Un movimiento autogestionado

¿Qué quieren las indignadas?

El discurso del movimiento

Reinventando la práctica democrática: un movimiento asambleario sin líderes

De la deliberación a la acción: la cuestión de la violencia

Un movimiento político contra un sistema político

Una revolución rizomática

6 - Occupy Wall Street; cosechando la sal de la tierra

La ira, el trueno, la chispa

La pradera en llamas

Un movimiento en red

La democracia directa en la práctica

Un movimiento sin demandas: "El proceso es el mensaje"

Violencia contra un movimiento no violento

¿Qué consiguió el movimiento?

La sal de la Tierra

7 - Cambiar el mundo en la sociedad red

Los movimientos sociales en red: ¿un modelo emergente?

Internet y la cultura de la autonomía

Los movimientos sociales en red y la política reformista: ¿un amor imposible?

8 - Más allá de la indignación, la esperanza, vida y muerte de los movimientos sociales en red.


..........................................................................................................................................................


Resumen:

Castells examina los movimientos sociales de Túnez contra la dictadura o pseudodemocracia, de Islandia contra la deuda financiera, de España contra la austeridad, de Egipto contra la dictadura y de Occupy Wall Street contra la desigualdad del 99%-1%. Dice que su coordinación solo fue posible a través de las redes sociales e Internet. Por ejemplo, en el caso de Túnez salieron a la calle indignados jóvenes y titulados que estaban en el paro y descontentos.

De estos movimientos ya se ha hablado mucho en la prensa en su día, por lo que he pasado directamente a la parte más analítica del libro.
Especial interés tiene el último capítulo porque enumera las conclusiones del libro.

Lo primero que llama la atención es que Castells vincula la subida de precios de los alimentos, como el pan, que alcanzó precios inasequibles en el mundo árabe. [nota del lector: inmediatamente, me viene el eco de la Revolución Francesa ligada a la subida del precio del pan]. Dice que en el 2010 la caldera de indignación social y política llegó a su punto de ebullición. Cada revuelta inspiró a la siguiente transmitiendo en red imágenes y mensajes a través de Internet. Dice que hay un patrón común: la forma de los movimientos sociales en la era de Internet.

Características comunes de los movimientos sociales del 2010

1) Están conectados en red de numerosas formas.

Son una red de redes sin centro identificable ni líder, es una estructura descentralizada.
Comienzan en las redes y luego se convierten en movimiento al ocupar espacio urbano en plazas públicas o manifestaciones continuadas. Este espacio híbrido lo llama "espacio de autonomía" (supone un desafío al poder).

 2) Los movimientos son globales y locales a la vez

Son locales porque ocupan un espacio físico en su área pero también porque están conectados en todo el mundo, aprenden de la experiencia de los demás y crean sus propias redes. Hay un debate global en Internet y a veces convocan manifestaciones conjuntas.

3) Han generado el "tiempo atemporal", una forma transhistórica de tiempo: en las acampadas viven el día a día, sin saber cuándo será el desalojo, y en sus debates y proyectos hacen referencia a un horizonte de posibilidades ilimitado. Castells lo compara con el tiempo fijo del obrero en la cadena de montaje.

4) Son espontáneos en su origen, desencadenados por lo general por una chispa de indignación.

Tras la chispa, se crea una comunidad instantánea de prácticas insurgentes. Tienen gran impacto las imágenes que llegan a la emoción de los indignados.

5) Los movimientos son virales.

Difunden imágenes movilizadoras, disparan las esperanzas de la posibilidad de cambio.

6) La transición de la indignación a la esperanza se consigue mediante la deliberación en el espacio de la autonomía.

Las decisiones se toman en asambleas y comisiones. Suelen ser movimientos sin líderes, por la desconfianza que hay a delegar el poder. Hay un rechazo a los representantes políticos al sentirse manipulados y traicionados. La forma implícita es el autogobierno del movimiento por la gente del movimiento con el objetivo de sentar las bases para una futura democracia real practicándola en el movimiento [nota del lector: leyendo el libro de Castells da la impresión de que los activistas indignados son "ultraliberales" que quieren la menor interferencia de los políticos, o sea, del Estado].

7) Unidad

Las redes horizontales multimodales, tanto en Internet como en el espacio urbano, dan lugar a la unidad. La gente unida vence el miedo y descubre la esperanza. No es una comunidad con valores comunes porque para eso hay que recorrer un largo camino. Hay lemas como: "Juntos podemos" [nota del lector: ¿de qué me suena eso?]

8) La horizontalidad de las redes favorece la colaboración y la solidaridad. socavando la necesidad de un liderazgo formal.

Genera confianza frente a la cultura política de la competencia y el cinismo.
Sostienen que el fin no justifica los medios sino que el medio representa en sí mismo los objetivos de la transformación que se desea.


9) Son movimientos altamente autorreflexivos.

Se preguntan sobre sí mismos para no caer en la trampa de reproducir los mecanismos del sistema que quieren cambiar, especialmente en cuanto a delegación política de la autonomía y soberanía.
Hay deliberaciones asamblearias en los foros de Internet.

10) Son movimientos, en principio, no violentos

Llevan a cabo una desobediencia civil pacífica. Pero tienen necesariamente que ocupar espacios públicos por lo que la policía suele desalojarlos (lo que proporciona imágenes en Internet y simpatías con los manifestantes). Es una cuestión delicada porque los manifestantes necesitan el apoyo del 99% de la gente si quieren cambiar algo.

11) Los movimientos raramente son programáticos.

La excepción es cuando se centran en un único objetivo: acabar con la dictadura.

Debido a su caracter asambleario, no pueden centrarse en una única tarea ni canalizarse en una acción política demasiado pautada.
Los partidos políticos no pueden captarlos pero sí aprovecharse del cambio de mentalidad en la opinión pública,

12) Tienen el objetivo de cambiar los valores de la sociedad.

Pueden ser movimientos de opinión pública, con consecuencias electorales. Pueden cambiar el Estado pero no apoderarse de él (porque no crean partidos ni apoyan gobiernos). [nota del lector: la excepción podría ser "Podemos" en España, aunque no venga directamente de los indignados del 15-M pero sí tenga ahí su caladero de votos].

13) Son muy políticos en un sentido fundamental.

Proponen y practican una democracia deliberativa directa basada en la democracia en red. Su utopía de democracia en red basada en comunidades locales y virtuales en interacción. [nota del lector: el problema de esta democracia de Internet es que no es universal, dado que no todos tienen acceso gratis y permanente a Internet, solo algunos ciudadanos con poder adquisitivo para costearse la tarifa y un móvil u ordenador].

Castells termina diciendo que es una plataforma privilegiada para la construcción de la autonomía social.

14) Los movimientos sociales en red comparten una cultura específica: la cultura de la autonomía, la matriz cultural fundamental de las sociedades contemporáneas.

Conectan las demandas actuales con los proyectos del mañana. Quieren la autonomía de las personas respecto de las instituciones.

Castells distingue entre individuación, individualismo y autonomía.

- Individuación: el proyecto del individuo puede estar dirigido a la acción colectiva e ideales compartidos como la conservación del medio ambiente o la creación de la comunidad.

- Individualismo: hace del bienestar del individuo el objetivo último de su proyecto individuado.

-Autonomía: capacidad de un  actor social para convertirse en sujeto definiendo su acción alrededor de proyectos construidos al margen de las instituciones de la sociedad, de acuerdo con los valores e intereses del actor social.

La transición de la individuación a la autonomía se opera mediante la conexión en red, que permite a los actores indiduales construir su autonomía con personas de ideas parecidas en las redes que elijan.

Castells dice: "Sostengo que Internet proporciona la plataforma de comunicación organizativa para  traducir la cultura de la libertad en la práctica de la autonomía. Eso es así porque la tecnología de Internet representa la cultura de la libertad".

No hay comentarios:

Publicar un comentario