sábado, 11 de junio de 2011

"Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero", de John Maynard Keynes (1936)

Resumen de "Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero", de John Maynard Keynes (1936)

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/06/teoria-general-de-la-ocupacion-el.HTML


Sociología, estructura económica

Resumen con anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología.

Título: "Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero"
Título original: "The General Theory of Employment, Interest and Money"
Autor: John Maynard Keynes
Año de publicación: 1935
Ediciones posteriores de 1973, 2001 y 2011 (Ciro Ediciones, SA)

Texto de la contraportada: "Escrito durante la Gran Depresión y publicado en 1936, es la obra que revolucionó las teorías economicas, creando una ola de seguidores y críticos hasta la actualidad. Economista, intelectual y asesor de gobiernos, al mismo tiempo que uno de los mayores especuladores e inversores financieros de su época, Keynes defiende la influencia de la demanda agregada de dinero en la creación de empleo. Keynes desarrolla sus teorías sobre la competencia y los instrumentos que debe tener en sus manos el Estado para intervenir en situaciones de grave crisis económica para resucitar el consumo y la inversión [nota del lector: economía de la demanda]. Como él mismo dice en el prefacio: "Este libro está principalmente dirigido a economistas, pero espero que pueda ser entendido por todos".

Nota del lector: las teorías de Keynes tuvieron gran predicamento desde 1936, con el plan New Deal, hasta 1973. Pero tras la crisis del petróleo acabó con el Estado de Bienestar y las recetas keunesianas dejaron de funcionar en un contexto de alta inflación. La fórmula de superar una recesión o depresión mediante políticas de expansión de la demanda, con crecimiento, estimulación del consumo y pleno empleo fue desbordada por el problema de las altas tasas de inflación. Muchos gobiernos cambiaron de estrategia y adoptar las recetas monetaristas de Milton Friedman. A partir de 1980, como relata Alan Greenspan en "La era de las turbulencias", el objetivo número 1 fue controlar la inflacción sin importar la tasa de desempleo. Las teoría keynesianas volvieron a ser desenterradas

ÍNDICE
Libro I: Introducción
-La teoría general
-Los postulados de la economía clásica
-El principio de la demanda efectiva

Libro II: Definiciones e ideas
-La elección de unidades
-La previsión como elemento determinante de la produción y la ocupación
-La definición del ingreso, ahorro e inversión
-Apéndice sobre el costo de uso
-Otras consideraciones sobre el significado de ahorro e inversión

Libro III: La propensión a consumir
-Los factores objetivos
-Los factores subjetivos
-La propensión marginal a consumir y el multiplicador

Libro IV: El incentivo para invertir
-La eficacia marginal del capital
-El estado de las previsiones a largo plazo
-La teoría general de la tasa de interés
-La teoría clásica de la tasa de interés
-Los incentivos psicológicos y de negocios para la liquidez
-Algunas observaciones sobre la naturaleza del capital
-Las propiedades esenciales del interés y el dinero
-Nuevo planteamiento de la teoría general de la ocupación

Libro V: Salarios nominales y precios
-Modificaciones en los salarios nominales
-La teoría de la desocupación del profesor Pigou
-La función del empleo
-La teoría de los precios

Libro VI: Breves consideraciones sugeridas por la teoría general
-Notas sobre el ciclo económico
-Notas sobre el mercantilismo, las leyes sobre la usura, el dinero sellado y las teorías del subconsumo.
-Notas finales sobre la filosofía social a que podría conducir la teoría general.


Resumen con anotaciones

Keynes arranca el libro advirtiendo que la teoría clásica (Ricardo, J.S.Mill, Pigou), teoría dominante en los años 20 del siglo XX, es solo una parte especial de la general [nota del lector: este planteamiento de parte general que engloba a la especial recuerda a la teoría general y especial de la relatividad-gravedad de Einstein, escrita unos años antes].

Capítulo 2

Definición de ocupación plena. Definida en función de la conducta de los obreros.
Definicin de la ocupación plena desde un punto de vista en el que la ocupación total es ir elástica frente a un aumento de la demanda efectiva de la producción correspondiente.


Capítulo 3

Doctrina clásica: la oferta crea su propia demanda. Quiere decir que f(N) y 0(N) son iguales para todos los valores de N (para cualquier volumen de producción y ocupación. Supone que el precio de la demanda global (o importe de las ventas) siempre se ajusta por sí mismo al precio de la oferta global, de modo que cualquiera que sea el valor de N, el producto D adquiere un valor igual al del precio de la oferta global Z que corresponde a N. Es decir, la demanda efectiva, en vez de tener un valor de equilibrio único, es una escala infinita de valores y el volumen de ocupación es indeterminado, salvo cuando la desutilidad marginal del trabajo marque un límite superior.
Keynes replica que, si esto fuera cierto, la competencia entre empresarios conduciría siempre a un aumento de la ocupación hasta el punto de que la producción dejara de ser elástica, lo que equivale a la ocupación plena.

Principio de Say El precio de la demanda global de la producción en conjunto es igual al precio de la oferts global para cualquier volumen de la producción.
Deducción de Keynes: la ley de Say equivale a decir que no existe obstáculo para la ocupación plena.
[nota del lector: La ley de Say vuelve a ser mencionada por Krugman en su libro "Acabad ya con esta crisis!" 2012].

Resumen de la teoría general de la ocupación por Keynes:
"Cuando aumenta la ocupación aumenta también el ingreso real de la comunidad. La psicología de esta es tal que cuando el ingreso real aumenta, el consumo total crece, pero no tanto como el ingreso. De aquí que los empresarios resenterían una pérdida si el aumento total de la ocupación se destinara a satisfacer la mayor demanda de artículos de consumo inmediato. En consecuencia, para justificar cualquier cantidad dada la ocupación debe existir cierto volumen de inversión que baste para absorber el excedente que arroja la producción total sobre la comunidad decide consumir cuando la ocupación se encuentra al nivel de que se trate; porque a menos de que exista este volumen de inversión, los ingresos de los empresarios serán menores que los requeridos para inducirlos a ofrecer la cantidad de ocupación de que se trate.
Dada la propensión a consumir de comunidad, el nivel de equilibrio de la ocupación, es decir el nivel que no induce a los empresarios a ampliar o contraer la ocupación, dependerá de la magnitud de la inversión corriente. Esta dependerá del incentivo para invertir que depende de la relación entre la curva de eficiencia marginal del capital y el complejo de las tasas de interés para préstamos de diversos plazos y riesgos.
Dada la propensión a consumir y el coeficiente de nueva inversión, solo puede existir un nivel de ocupación compatible con el equilibrio, ya que cualquier otro produciría una desigualdad entre el precio de la oferta global de la producción en conjunto y el precio de su demanda global. Este nivel no puede ser mayor que la ocupación plena, es decir el salario real no puede ser menor que la desutilidad marginal del trabajo, pero no existe razón en general para esperar que sea igual a la ocupación plena. La demanda efectiva que trae consigo la plena ocupación es un caso especial que solo se realiza cuando la propensión a consumir y el incentivo para invertir se encuentran en una relación mutua particular. Esta relación, basada en la teoría clásica, es óptima pero solo puede darse cuando, por accidente o por designio, la inversión corriente provea un volumen de demanda justamente igual al excedente del previo de la oferta global de la producción resultante de la ocupación plena, sobre lo que la comunidad decidirá gastar en consumo cuando la ocupación se encuentre en ese estado.
Las proposiciones de Keynes:
1) En determinada situación de la técnica, los recursos y los costos, el ingreso ( tanto monetario como real ) depende del volumen de ocupación N.
2) La relación entre el ingreso de la sociedad y lo que se puede esperar que la gente gaste en consumo ( D1) dependerá de las características psicológicas de la comunidad ( su propensión a consumir). El consumo depende del volumen del ingreso global y del de ocupación N, excepto cuando ocurre algún cambio en la propensión a consumir.
3) El volumen de trabajo N que los empresarios deciden emplear depende de la suma (D; demanda efectiva) de dos cantidades : la suma que se espera gastará la comunidad en consumo (D1) y lo que se espera que dedicará a nuevas inversiones.
4) cuando D1+ D2= D= # (N) donde # es la función de la oferta global. Se deduce que #(N)-x(N)=D2
5) por ello, en equilibrio, el volumen de ocupación depende a) de la función de la oferta global # , b) de la propensión a consumir x y c) del volumen de la inversión D2.
Esta es en esencia la teoría General de la ocupación.

viernes, 10 de junio de 2011

"El crash de 1929", de John Kenneth Galbraith (1954)

Resumen: "El crash de 1929", de John Kenneth Galbraith (1954)


Ver el resumen original y actualizado en:
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Sociología, estructura económica

Resumen con anotaciones de E.V.Pita (2011)

Título: "El crash de 1929"

"El crash de 1929", de John Kenneth Galbraith (1954)

Resumen de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología.

Título original: "The Great Crash 1929"

Autor: John Kenneth Galbraith

Año de publicación: 1954, y revisiones hasta 1983

Publicación en España: 1983, 1985, 2007 y 2008.


INDICE
-La perspectiva desde los noventa
 -Ilusión, esperanza ilimitada y optimismo
-¿Era necesario hacer algo?
-"In Goldman, Sachs We Trust"
-Crepúsculo de la ilusión
-El crash
-Se agrava la situación
-Primera cosecha de consecuencias
-Segunda cosecha de consecuencias.
-Causa y efecto

Resumen:

Galbraith bromea sobre que su libro siembre se iba a descatalogar y, de repente, se salvaba porque surgía una nueva crisis. Un día preguntó en una tienda de un aeropuerto por qué no vendían su libro "The Great Crash" y la dependienta le contestó: "Ese tipo de libros nunca se va a vender en un aeropuerto".

Galbraith, fallecido hace años, advierte en su prólogo más actualizado que está viendo una burbuja y que va a estallar como otras muchas veces.

Galbraith describe los felices años 20 como una época de crecimiento moderado aunque feliz para las clases más acomodadas. El número de coches fabricados llegó en 1929 a los 5,3 millones, casi tantos como en 1957, cuando escribió el libro. Entre 1925 y 1927 se produjo la burbuja inmobiliaria de Florida, con una fiebre especuladora y de subida disparatada de los precios del suelo, que fue la antesala del crash del 29. La fiebre de la soleada Florida acabó estrepitosamente cuando un huracán barrió numerosas urbanizaciones y dejó a su paso 400 fallecidos.

En los siguientes capítulos aborda el frenesí de la Bolsa, en el que se llegaron a negociar 8 millones de dólares en un mismo día. Alguien que hubiese invertido en 1927 había quintuplicado en 1929 lo invertido. Se crearon cientos de trust, empresas de compra de valores, algunos de empresas que ni siquiera existían, y grandes compañías que no competían entre ellas se fusionaron, lo que calentó el parqué. A ello se añadieron los holdings, conglomerados de decenas de empresas en red. Los diarios económicos hacían todo tipo de predicciones al alza y cuando el presidente de EEUU, Colididge, le cedió el cargo a su sucesor Hoover se despidió con un: "Las acciones están a buen precio".  La burbuja era evidente, los altos cargos lo sabían y Galbraith acusa a la Reserva Federal y al presidente Colididge de no haber hecho nada para frenar la expansión que inevitablemente iba a reventar. La Reserva podía haber guardado su dinero en un cajón para que los bancos no pudieran prestarlo para comprar más acciones. De haber avisado, algunos habrían vendido a tiempo pero la Reserva Federal siguió la corriente y prometió acudir al rescate para evitar una quiebra financiera. Los avisos "morales" que lanzó en marzo de 1929 apenas hicieron efecto. Pero luego lanzó otro mensaje de que no iba a acudir en ayuda de todos. En el verano del 29, un demócrata dijo: "Todos los ciudadanos deben ser ricos, si invierte 15 dólares ahora ganará 80.000 en 20 años". Cualquier analfabeto podría haberse hecho rico en dos años porque todos los valores subían disparados. Los trust dispararon el valor de las acciones ordinarias con el mecanismo de la palanca y uno destacó entre todos: Golmand Sachs. El auge del mercado se contagió a Boston, San Francisco o Chicago.

En septiembre, algunos pesimistas mostraron preocupación por los préstamos bursátiles (137 millones en una semana de los agentes y 64 de los bancos) y el influjo de los fondos procedentes de las sociedades, lo que generó protestas de los banqueros y periodistas. Un banco dijo que no había razón para preocuparse hasta que los préstamos alcanzasen los 12 billones. Quienes alertaban eran censurados por conspirar contra el American way of Life. Hasta Irving Fisher dijo que los valores habían alcanzado un valor permanentemente alto. Solo la Hardvard Economic Society detectó síntomas de recesión pero el retroceso no se producia y confesó su error. Fue Paul M. Warburg quien advirtió de que sobrevendría una depresión general pero no le tomaron en serio. Por su parte, algunos periodistas económicas cobraban de los intermediarios por recomendar valores. Otros como Poor, advirtió del "espejismo de las acciones" mientras que ningún lector de The New York Times podía tener duda de que venían tiempos de ajuste.

A partir del 3 de septiembre, cesó el mercado alcista de los años 20 y a los pocos días empezó el retroceso. Los "blue chips" se mantuvieron que se negociaron 5 millones de acciones en un día. Babson advirtió de una inminente y terrorifica depresión pero lo ignoraron (por sus métodos mágicos para predecir la Bolsa) y luego denunciaron por alarmista.
En junio las cotas de producción industrial (acero, ferrocarril, vivienda) alcanzaron su cota máxima y empezaron a decaer. Las quiebras de las empresas empezaron en septiembre. La depresión ya estaba en marcha y Wall Street fue su espejo. Pero no había razón para temer un desastre. Según Galbraith, la depresión no se produjo porque el mercado se diese cuenta de que se avecinaba una gran crisis, cuando el mercado se contrayó no podía prever una depresión. En octubre se dieron noticias de problemas de algunos magnates para encontrar dinero para arreglar su yate. La retirada del mercados comenzó el lunes 21 de octubre y en la siguiente semana empezaron las pérdidas. El jueves 24 se desató el pánico con ventas de 12 millones de acciones y empezaron los rumores, y la gente a arremolinarse. El martes 29, el hundimiento fue general, con ordenes para vender 33 millones de acciones. Hubo reunión de banqueros.

Al final del libro, Galbraith explica las causas de la depresión: la cesión de la actividad industrial en 1929 y el proceso que siguió después y que agudizó la crisis. Los beneficios industriales se gastaron en bienes de capital. No se pudo enderezar la situación por los escasos conocimientos de la época y otros fallos técnicos. La economía funcionaba de modo incorrecto, concluye Galbraith.

[Nota del lector: Roubini, en el libro "Cómo salimos de esta" (2010), apunta que algunos creen que la Gran Depresión se debió a una súbita subida de los tipos de interés que reventó la burbuja].


Conceptos:
-SEC: sociedad reguladora
-Call market
-Trust: agencias de inversión. Por ejemplo: Goldman Sachs
-Holding: conglomerado de trust de inversión
-El mecanismo de la palanca (crack-the-wip (latigazo)):  Es una progresión geométrica de valores en cartera. En un trust de inversión, el papel de la palanca lo desempeña la emisión de obligaciones, acciones preferentes y acciones ordinarias, lo cual permitía adquirir una cartera de acciones ordinarias. Cuando el valor de las acciones ordinarias asi compradas aumentaba, lo cual se daba siempre por supuesto, no se alteraba el de las obligaciones y las acciones preferentes del trust. Estos tenían un valor fijo debido a que su rendimiento había sido fijado de antemano. Todo el aumento del valor de la cartera se concentraba en las ordinarias que prosperaban maravillosamente, se triplicaban en cosa de meses. Si esos títulos ordinarios eran detentados por otro trust con otra palanca, el valor se multiplicaba por ocho. El costo era nulo para el que ponia en marcha un trust y conservaba el paquete de acciones ordinarias.

Notas bibliográficas:
-Paul C. Cabot, artículo publicado en The Atlantic Monthly en marzo de 1929.