martes, 20 de abril de 2021

"No hay apocalipsis", de Michael Shellenberger (2020)

Resumen del libro "No hay apocalipsis", de Michael Shellenberger (2020)

Resumen original y actualizado en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2021/04/no-hay-apocalipsis-de-michael.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, ecología, medioambiente, cambio climático, huella de carbono

....................................................................................................................................

Ficha técnica:

Título: "No hay apocalipsis"

Subtítulo: Por qué el alarmismo medioambiental nos perjudica a todos

Título en inglés: Apocalypse Never

Autor: Michael Shellenberger

Fecha de publicación en inglés: 2020

Editorial en español: Centro de Libros PAPF SLU, Barcelona, 2021

Número de páginas: 490 (aprox)

....................................................................................................................................

Biografía del autor

Michael Shellenberger es un activista medioambiental estadounidense. Es fundador y presidente del Environmental Progress, una organización de investigación independiente con sede en Berkeley, California, que lucha por la energía limpia y la justicia energética.

Asimismo, durante más de dos décadas, ha escrito sobre energía y medioambiente para The New York Times, The Washington Post, The Wall Street Journal y Nature Energy, entre otras publicaciones. La revista Time lo nombró "Héroe del medioambiente" en 2008.

....................................................................................................................................

Texto de la contraportada

"Michael Shellenberger lleva luchando por un planeta más verde durante décadas. Ayudó a salvar las últimas secuoyas del mundo. Participó en el precedente del actual nuevo pacto verde. Y lideró una exitosa iniciativa de científicos y activistas del clima para mantener en funcionamiento las plantas nucleares y evitar así un pico de emisiones. Pero en 2019, mientras algunos afirmaban que "miles de millones de personas van a morir", generando una enorme ansiedad entre la ciudadanía, decidió que, tras una vida como activista medioambiental, como experto en energía y padre de un adolescente, tenía que pronunciarse para separar la ciencia de la ficción.

Porque, en la mayoría de los países desarrollados, las emisiones de carbono se han ido reduciendo durante más de una década tras haber alcanzado su máximo. Las muertes debidas a condiciones climáticas extremas, incluso en las naciones pobres, han disminuido un 80 % en las últimas cuatro décadas. Y el riesgo de que la Tierra se caliente hasta temperaturas muy altas es cada vez más improbable, gracias a la ralentización del crecimiento de la población y de la abundancia del gas natural.

¿Qué hay detrás del auge del ambientalismo apocalíptico? Poderosos intereses financieros. Pero sobre todo existe un deseo de transcendencia entre personas supuestamente laicas. Este impulso espiritual puede ser natural y saludable. Pero al predicar el miedo sin amor, y la culpa sin redención, la nueva religión no está logrando satisfacer nuestras necesidades psicológicas y existenciales más profundas"

....................................................................................................................................

ÍNDICE

1. No es el fin del mundo

2. Los pulmones de la Tierra no están ardiendo

3. Basta de pajitas de plástico

4. La sexta extinción está cancelada

5. Los talleres clandestinos salvan el planeta

6. La codicia salvó a las ballenas, no Greenpace

7. Toma tu entrecot y cómelo, también

8. Salvar la naturaleza es la bomba

9. Destruir el medio ambiente para salvarlo

10. Todo sobre el verde

11. El negacionismo de la energía

12. Dioses falsos para almas perdidas

Epílogo

....................................................................................................................................

RESUMEN

El autor Michael Shellenberger, forma parte de esa corriente de autores "optimistas" como Steven Pinker (que dice que vivimos en la época menos violenta de la historia).  Shellenberger defiende una especie de "humanismo medioambiental" frente al "alarmismo ambiental" o el "ambientalismo apocalíptico" porque según dice, en su epílogo, "la gran mayoría de la gente del mundo quiere tanto prosperidad como naturaleza, no naturaleza sin prosperidad". Afirma que están "confundidos" acerca de cómo lograr ambos. Asegura que en un mundo orgánico, de bajo consumo orgánico, de bajo consumo energético y con energía renovable sería peor, y no mejor, para la mayoría de las personas y para el medio ambiente natural. Sostiene que el alarmismo ambiental debe suavizarse porque el sistema global está cambiando, con nuevos riesgos y nuevas oportunidades.

Critica estudios como el Club de Roma de 1972 que veían un mundo superpoblado y también el IPCC sobre cambio global, demasiado catastrofistas a su gusto.

El autor  Shellenberger dice que incluso ha aceptado ser revisor en informes sobre el estado de la ciencia del clima del IPCC, tras criticarlo en el 2018. Indica que el escenario del alto uso del carbón del IPCC, el RCP 8,5 era muy improbable y más probable que las temperaturas alcanzasen un pico por debajo de los tres grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.

 Shellenberger critica que cierren centrales nucleares prematuramente que proporcionan energía confiable, de bajo coste y libre de carbono a unos 6 millones de personas en California tras la presión de NRDC, EDF, el Sierra Club y 350.org. Ahora incluso hay activistas pronucleares que desacreditan los mitos respecto a esta energía. El autor recalca que las plantas pueden funcionar durante 80 o 100 años y él mismo trabajó con humanistas ambientales para salvar las centrales nucleares y organizaron manifestaciones al estilo de Greta Thunberg.

En el primer capítulo,  Shellenberger cuenta cómo los ecologistas juveniles de Extiction Rebellition (ER), de los que formó parte Greta Thunberg, hicieron manifestaciones en Londres y se descolgaron desde edificios para protestar por la próxima catástrofe que se avecinaba en el cambio climático, porque solo quedaban una docena de años, hasta el 2030, para frenar el alza de las temperaturas hasta que fuese irreversible. Pero el autor niega que en el 2030 sea el fin del mundo, ya que en todo caso, la temperatura media global alcanzaría los 1,5 grados de exceso respecto a la época preindustrial y para ser una catástrofe tendría que estar entre 3, 4 o 6 grados de más. Además, el nivel del mar desde el siglo XIX ha subido solo 19 centímetros, lo que no parece que vaya a inundar las costas (aunque sí pone en peligro otras islas).

Del mismo modo,  Shellenberger niega que los bosques del mundo estén ardiendo. Recuerda que él fue al Congo (a la reserva de los gorilas en el monte Virunga) y que la gente quemaba madera y leña porque no tenía electricidad. Unos filántropos americanos (Bill y Melinda Gates y Buffet) crearon allí una central eléctrica de 20.000 megavatios pero eso era insuficiente para las ciudades de alrededor, por lo que cobraban 300 dólares de suministro, y ningún aldeano pobre se lo podía permitir, por lo que siguieron quemando madera. El autor dice que el carbón es mejor que la madera (más energético) y que la gasolina todavía es más energética que el resto (y fácil de usar), por lo que prevé que nadie renuncie a los combustibles fósiles por electricidad si no se le da una alternativa barata.

Respecto a las pajitas de plástico, no entiende por qué hubo ese histerismo ya que solo forman un pequeño porcentaje del plástico y además, precisamente, las pajitas se degradan con la luz solar y el agua. De ahí surgen los microplásticos, pero cree que el problema es menor si se compara con el servicio que hacen al evitar talar bosques ya que el plástico procede del petróleo y es muy barato y sirve como sustituto de elementos costosos como la madera.

Respecto a la sexta extinción, dice que quizás estén disminuyendo las poblaciones de algunas especies pero no se trata de una extinción, si no de una reducción de población. 

En cuanto a los talleres clandestinos, sostiene que estos supusieron una alternativa para aquellas jóvenes del rural que vieron una salida en la ciudad. Aunque empezaron en condiciones duras pudieron ascender y mejorar en sus empleos hasta disponer de su propia casa. Estos talleres han permitido a muchas familias del rural (en Indonesia y otros países de Asia) salir de la pobreza y acceder a las comodidades de la ciudad y labrarse un futuro. Por eso, cree que las marcas de ropa han sido "buenas" al crear prosperidad y oportunidades para los más pobres y permitirles acceder a la clase media.

Respecto a las ballenas y las tortugas de carey, dice que fueron salvadas varias veces de la extinción por los avances tecnológicos y la lógica del mercado. Primero, porque su aceite fue sustituido por el petróleo en el siglo XIX y después, en el siglo XX, por el plástico. Las mayores matanzas de ballenas fueron a finales del siglo XX por balleneros rusos y japoneses, pero incluso estos estaban sometidos a unas cuotas. Fue el mercado el que acabó con el interés económico por las ballenas.

Lo mismo pasa con la carne. Dice que si se quisiese criar a las gallinas y las vacas en libertad en vez de en granjas mecanizadas, no habría suficiente terreno y se tendrían que talar más bosques para pasto. Además, sostiene que la carne aporta energía que es imposible de conseguir solo con una dieta vegana (la cual debilita al hombre). Por ello, al tomar carne, uno se vuelve más fuerte y productivo, lo que ayuda a generar prosperidad. Ve las granjas industriales de producción de pollos como un mal menor para alimentar de forma barata a la población sin destruir más bosques.

En el mismo sentido se pronuncia sobre la energía, donde apuesta por las centrales nucleares como la mejor solución para producir energía y electricidad ya que el carbón es contaminante, lo mismo que el petróleo, y la electricidad renovable solo supone un escaso porcentaje de la producción y obligaría a ocupar mucho espacio. El gas natural es otra buena solución por su disponibilidad. Dice que sin energía o electricidad, es imposible salir de la pobreza y que usar energías renovables (como la madera, el viento o el aire) nos devolvería directamente a niveles de producción de la economía rural de la Edad Media.

Finalmente, cree que la "ciencia medioambiental" se ha convertido en otra "religión" donde el dogma es el "cambio climático" donde fieles como Greta Thunberg lo defienden a capa y espada, los sacerdotes y hechiceros son los "científicos" con los que es difícil discutir sin recibir palos, y hay tintes judeo-cristianos como que la culpa del desastre ambiental sea del hombre (y su pecado original es la huella de carbono). Tiene esos ecos bíblicos de que el hombre ha fallado y por su culpa vamos hacia la catástrofe. Se ofrecen pequeñas acciones individuales (como el veganismo, o el fin de las bolsas de plástico) para ayudar a que no llegue el fin del mundo (que sería el equivalente al catastrófico Apocalipsis bíblico).









domingo, 11 de abril de 2021

"Civilizados hasta la muerte", de Christopher Ryan (2019)

Resumen del libro "Civilizados hasta la muerte", de Christopher Ryan (2019)

Ver el resumen original y actualizado en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2021/04/civilizados-hasta-la-muerte-de.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, progreso, historia de las civilizaciones,

...............................................................................................................................

Ficha técnica:

Título:  "Civilizados hasta la muerte"

Subtítulo: El precio del progreso

Título en inglés: Civilized to Death: The Price of Progress

Autor: Christopher Ryan

Fecha de publicación: 2019

Publicación en español: Capitán Swing Libros, SL, Madrid, 2020

Páginas: 284

...............................................................................................................................

Biografía del autor Christopher Ryan (hasta 2020)

Escritor estadounidense conocido por ser coautor del libro En el principio era el sexo (2010). Tras licenciarse en Literatura, Ryan viajó alrededor del mundo. Pasó veinte años en lugares recónditos, desempeñando trabajos variados, desde la pesca del salmón en Alaska hasta la enseñanza de lengua inglesa a prostitutas en Bangkok o la administración de bienes raíces comerciales en el Distrito de los Diamantes de Manhattan. Su tesis doctoral analizó las raíces prehistóricas de la sexualidad humana y fue guiada por el psicólogo Stanley Krippner, junto a otros miembros del comité como Sabrina Zirkel y Jürgen W. Kremer. Las ideas de Ryan sobre la sexualidad humana aparecen regularmente en publicaciones que van desde Cosmopolitan a revistas científicas, y escribe un popular blog para Psycology Today. Junto con la psiquiatra Cacilda Jethá, escribió el best-seller En el principio era el sexo, que desafía muchas de las suposiciones centrales de la psicología evolutiva, ha ganado varios prestigiosos premios de organizaciones de investigadores y terapeutas del sexo, y ha sido traducido a más de diez idiomas. En 2013, Ryan dio una charla TED titulada ¿Estamos diseñados para ser omnívoros sexuales? Además, colabora con Psycology Today y presenta regularmente un popular podcast llamado Tangentially Speaking with Dr. Christopher Ryan. Está casado con su colaboradora y coautora de En el principio era el sexo, Cacilda Jethá.

...............................................................................................................................

Texto de la contraportada

El progreso, la ilusión básica de nuestra época, se agota. En general, los niños ya no esperan que sus vidas sean mejores que las de sus padres. Los escenarios distópicos están cada vez más presentes en la conciencia pública a medida que las piscifactorías colapsan, los niveles de CO2 aumentan y nubes de vapor radiactivo surgen de las plantas nucleares "a prueba de fallos". A pesar de las maravillas tecnológicas de nuestra época, o quizás debido a ellas, vivimos días oscuros. Producidos más alimentos que nunca, pero el hambre y la desnutrición siguen presentes en la mayor parte del mundo. Las tasas de depresión clínica y suicidio continúan su ascenso sombrío en el mundo desarrollado. Un tercio de los niños estadounidenses son obesos o tienen un grave sobrepeso, y la tasa de aumento de la depresión entre los niños es superior al veinte por ciento. Con la fe en el futuro fundiéndose como un glaciar sobrecalentado, incluso cuando la satisfacción con el presente se evapora, es hora de una reevaluación sobria del pasado, de aportar una mirada multidisciplinaria y científicamente informada de los efectos de esta fatídica divergencia. En Civilizados hasta la muerte, Ryan afirma que deberíamos empezar a mirar hacia atrás para encontrar el camino hacia un futuro mejor.

...............................................................................................................................

ÍNDICE

Parte I.

Historias de los orígenes 

1. De qué hablamos cuando hablamos sobre prehistoria

Sobre las capacidades y las tendencias

Una historia popular de la prehistoria

El noble salvaje, los salvajes aristócratas y el hombre de paja de las cavernas


2. La civilización y sus disonancias


Los empíricos contraatacan

A través de una puerta no recordada

"La mejor gente del mundo"

El arte de no ser civilizado

Errores de cáculo malthusianos y espectáculos de terror hoobesianos

Las funciones del miedo

Sobre el poder primitivo

Parte II

El apocalipsis siempre (la NPP en el presente)


3. El mito del salvaje salvaje (declarar la guerra a la paz)

Evidencia primate

Evidencia antropológica y arqueológica


4. El optimista racional

Mo Better Blues

Sobre la salud de las naciones

Material para la reflexión

Las mentiras sobre la longevidad y el precio de paraíso


Parte III

Reflejos de un antiguo espejo (ser humano)

5. La falacia de la falacia naturalista

6. Nacidos para ser salvajes

7. Armar escándalo

8. Adolescentes turbulentos

9. Adultos ansiosos

Buen trabajo, si consigues uno

El precio del dinero

Cómo perder ganando

El síndrome del rico imbécil

Borracho de dólares


Parte IV

Un camino prehistórico hacia el futuro

10. A buen fin no hay mal principio

11. En ausencia de lo sagrado

Las muchas voces de Dios

Conectar, sintonizar, mejorar

Sobre los espíritus santos

Pasado progresista


Conclusión: Una utopía necesaria

El aspecto positivo del Armagedón

El fin de todas nuestras exploraciones

................................................................................................................................................

RESUMEN

Christopher Ryan rechaza las empalagosas declaraciones de progreso y dice que las formas de progreso más duraderas y verdaderas a menudo son las que se construyen sobre la base de una comprensión del pasado. Dice que nuestra especie vivía en estado salvaje y ahora hemos diseñado nuestro zoológico para vivir. Recuerda que en muchas catástrofes no hay saqueo, sino echar una mano y colaborar, e incluso supone un alivio respecto a la normativa anterior. 

El autor Christopher Ryan se opone a autores "optimistas" como Matt Ridley o Steven Piker, que dicen que ahora vivimos mejor que nunca, en la época más pacífica de la historia frente a los tiempos negros del pasado. Formarían parte de la corriente que él denomina "neohobbesianos" (en referencia al libro de Hoobes, "Leviatán"). Los "neohobbesianos" consideran que los tiempos pasados fueron salvajes y peligrosos y el "hombre era un lobo para el hombre" por lo que el Estado, con un despliegue arrollador, protegió a los ciudadanos de los estragos de la naturaleza, puso orden, y trajo progreso y civilización. Hubo un proceso de "autodomesticación" de los humanos para librarlos de bestias voraces al otro lado e la verja que devoran a los tontos que escapan hacia la libertad. Ryan define como "cuentos de hadas" estas historias sobre lo terrible que era la vida y nos distraen de "nuestro sufrimiento inmediato". Se nos dice: "Violar, matar, esclavizar simplemente forma parte de la naturaleza humana y cualquiera que piense de otro modo es un estúpido romántico", indica. Cree que hay un "sesgo optimista" (Tali Sharot) y una fe ciega en el progreso que nos impide cambiar de rumbo antes de que sea demasiado tarde porque vamos hacia un "punto de no retorno" respecto al cambio climático.

La NPP ( Narrativa del Progreso Perpetuo ), que señala que la Humanidad vivía atrapada en la prehistoria con una edad media de vida de 35 años hasta que un genio inventó la agricultura y acabó con la desesperación animal, es la política del medio perpetuo que justifica la civilización pero machaca nuestro bienestar y nuestras capacidades innatas para la cooperación, la comunidad y la bondad. El miedo a todo nos mantiene callados y complacientes en nuestras jaulas supuestamente protectoras. 

Recalca que la NPP "envenena nuestras mentes, cuerpos y relaciones" como envenena el aire, el agua y la tierra. Ha justificado milenios de esclavitud y siglos de colonialismo. Genera desconfianza hacia nosotros mismos y los demás y una hostilidad irracional hacia el mundo natural (dice que una foca puede vivir 30 años felizmente hasta que se la come un tiburón en un segundo). La NPP asegura que debemos estar agradecidos de estar vivos en esta época actual tan moderna y si estás contento o desesperado es que has fallado en algo: no trabajas lo suficiente, no consumes los productos adecuados, no tomas los suplementos necesarios, no sigues un régimen de ejercicios satisfactorio, no conduces el coche apropiado o no bebes suficiente agua.

Critica toda una serie de libros como Utopía para realistas (2014) que demonizan el pasado y la naturaleza, donde dice que "el 99 % de la humanidad, a lo largo del 99 % de la historia, pasaba hambre y era pobre, sucia, temerosa, ignorante, enfermiza y fea". El autor se troncha : "¿Fea también?". Dice que aquellos amantes del progreso, ese que nunca acaba de llegar, que confían en que en el futuro haya un mundo igualitario de plenitud compartida y tiempo libre a raudales en el que disfrutar de la compañía de los seres queridos, lo cierto es que eso fue lo que hicieron nuestros antepasados antes de la aparición de la agricultura. Desde hace 10.000 años surgió la civilización "y hemos estado progresando para alejarnos de él  [el progreso]".

El autor señala que hace milenios los cazadores-recolectores tenían una anatomía moderna y una gran capacidad mental pero sus vidas no cambiaban y apenas avanzaron en el diseño de armas. Ryan sospecha que no estaban atascados sino que se encontraban cómodos y felices, sin necesidad de ningún "progreso" ni necesidad de cambiar su estilo de vida. Niega que la vida de los ancestros fuese solitaria, pobre, desagradable, brutal o corta. Pero las evidencias sugieren que estaban "contentos". 

Quizás la frase que resume el libro, que habla del paso del mundo de cazadores-recolectores al agrícola-industrial, es que hemos pasado de ser alegres saltamontes a ser voraces y agresivas langostas. Indica que el miedo es la base y el fundamento de la vida moderna. Hay una narrativa sobre el perpetuo progreso porque sirve a los propósitos de un moderno construido sobre la base del miedo. Los ciudadanos aprenden a rezar al Dios correcto, compran los productos correctos, asisten a las escuelas correctas, ingieren los alimentos correctos, hacen los ejercicios correctos y luchan en el ejército correcto. Y a la vez se nos recuerda que viviremos en un mundo cruel y que todos estamos indefensos (frente al hambre, terrorismo, colapso económico, policía y criminales, catástrofe nuclear, convulsiones volcánicas, asteroides y muerte.

Pone como ejemplo el último templo comunitario de los recolectores y forrajeros, Göbekli Tepe, que también pudo ser el primero agrícola tras el deshielo de la última glaciación que liberó Europa (El Largo Verano, hace 10.000 años), que fue una época de extraordinaria abundancia (casi edénica) que llevó a una gran pobreza de la civilización. Dice que los nómadas pasaron de un mundo igualitario, autónomo y de gratitud a un mundo de amos y siervos (constructores de pirámides). Göbekli Tepe acabó convertido en un basurero.

La agricultura llevó a crear asentamientos, montar estructuras políticas y militares, mantener conflictos para conquistar territorios para cultivar.

Según el autor, la NPP (Narrativa del Progreso Perpetuo) sostiene que la agricultura comenzó en el Creciente Fértil y se propagó con la rapidez de una innovación destinada a mejorar la calidad de vida. Pero, en realidad, surgió en ocho lugares distintos del mundo en 5.000 años (de 12.000 a 7.000 antes de Cristo). La agricultura dio lugar a un nuevo sistema: relaciones hombre-mujer, cuidados infantiles, gobierno, sistema de clases, militarismo, relaciones con otros animales, etc... El autor dice que la agricultura extrajo a los humanos del mundo y los enfrentó a él. Aunque actualmente los humanos viven 70 años a base de hamburguesas y cerveza, padecen caries, obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer y otros males. Dice que hay una prueba de que nuestro legado primitivo sigue ahí: nos quedamos hipnotizados viendo danzar las llamas en una hoguera de noche (el fuego acompañó a la Humanidad durante cientos de miles de años). Es que fuimos cazadores-recolectores hasta hace poco.

Acusa a la NPP de inflar el valor de la civilización y exige un rechazo instintivo de la vida nómada (como los "piranhas" brasileños). La NPP afirma que los antepasados más listos "inventaron" tecnologías agrícolas para mejorar sus vidas pero, según Ryan y Diamond, eso no parece muy demostrado. Todo lo contrario: la salud, la longevidad, la seguridad y el ocio disminuyeron para casi todos, incluidas las élites.

Ryan señala que Diamond considera la transición a la agricultura como "el peor error en la historia de la raza humana" y Yuval Noah Harari describe la revolución agrícola como "el mayor fraude de la historia". Cita el libro Sapiens: Aunque la suma total de alimento a disposición de la humanidad se amplió, el alimento adicional no se tradujo en una dieta mejor o en más ratos de ocio. Según Harari, la comida adicional impulsaba explosiones demográficas y élites consentidas, y los agricultores trabajaban más tiempo y con más fuerzo para obtener una dieta de inferior calidad. Aumentó la desigualdad social, hubo mayor violencia y élites autoproclamadas que usaban la religión monoteísta para afianzar su poder. Nadie estaba particularmente interesado en adoptar la agricultura y avanzó hacia Europa más despacio que un anciano con pantuflas.

Christopher Ryan discrepa y dice que el hombre cazador-recolector vivía feliz en un mundo igualitario, dentro de sus limitaciones mientras que ahora hay que trabajar de sol a sol para pagar la hipoteca; el hombre no se ha librado del trabajo sino que sigue dedicando muchas horas a ello. Sin embargo, con el invento de la agricultura y la llegada de la civilización al hombre le pusieron una camisa de fuerza y quedó atado a la tierra. Para Ryan, la civilización generó una gran desigualdad y distorsionó el alma de los humanos bajo una serie de crueldades sistemáticas que eran escasas o inexistentes en las sociedades recolectoras: subyugación de la mujer, esclavitud, disparidades extremas en términos de riqueza. 

Ryan sigue la argumentación de Harari de que el invento de la agricultura supuso un retroceso para los humanos. Aunque aumentó la población, la concentración en pueblos trasvasó enfermedades y epidemias del ganado, surgieron los Estados e lanzaron guerras, se estableció la esclavitud. Añade, en la línea de Diamond en "Armas, gérmenes y acero" que los pueblos agricultores desplazaron a los cazadores-recolectores, siendo su exponente más criminal la llegada de los españoles y europeos a América, a los que define como unos "maníacos" y unos "demoníacos" que exterminaron a gran parte de la población nativa (la mayoría por patógenos y epidemias), un desastre ecológico que en un solo siglo acabó con 56 millones de personas en América, lo que vincula con el inicio de la Pequeña Edad del Hielo. Mientras el encuentro de Colón con los taínos fue un choque entre agricultores que se creían mejores y los recolectores, el de Cortés y los aztecas sí fue un choque de civilizaciones.

Contrapone el mundo de los recolectores (espiritualmente vivo, acogedor y generoso) mientras que los agricultores lo ven inanimado, severo y adverso. Los dioses de los recolectores son múltiples, benévolos y de acceso directo para todos mientras que los dioses de los agricultores es solitario, irascible y celoso. Mientras los recolectores comparten toda propiedad los agricultores la acaparan y la defienden. Los recolectores son compañeros en relaciones mutuamente beneficiosas, los agricultores se ven como rivales de suma cero.

Así, según explica, en los grupos de cazadores-recolectores, la posición de la mujer era mejor, los cuidados infantiles son comunales, las posesiones son escasas y nadie puede ejercer un poder coercitivo sobre los demás (no gustan los egoístas ni avaros). En cambio, los recolectores eran cooperadores. Ryan se pregunta cómo los defensores del egoísmo como motor de la riqueza se siguen preguntando cómo es posible el altruismo cuando es al revés, lo natural es el altruismo y el egoísmo es lo extraño, algo que ha llegado con la civilización.

Ryan indica que en una civilización, los Estados necesitan mano de obra barata para que las ruedas de la civilización no dejaran de girar: trabajadores para sembrar y cosechar, soldados para conquistar y mantener nuevos territorios, esclavos para cavar canales y trazar caminos. Se promovió el sexo reproductivo como una forma rápida y convincente de crecimiento de la población, por lo que la prohibición de las relaciones sexuales no reproductivas "empieza a tener sentido", dice Ryan. "Los seres humanos son, en efecto, criados como una fuente de trabajo barata y desechable, igual que los caballos, los bueyes o los camellos", explica el autor. A los reacios a participar y a los indolentes y vagos que quisieron "desvincularse" de este timo piramidal, los forzaron a trabajar igualmente e impidieron que los insumisos cubriesen sus necesidades con productos propios (con sus huertos, animales, pesca y caza podrían vivir por menos de un dólar al día). Se promovió la pobreza (y a la vez se prohibía la mendicidad) para que hubiese mano de obra disponible. Las teorías de Thomas Malthus sobre la superpoblación crónica proponían que la pobreza extrema eran "irremediables" (porque la población siempre crecerá más deprisa que los recursos, aunque no tuvo en cuenta en sus cálculos la importancia del avance tecnológico). Sin embargo, los exploradores se encontraban a nativos y salvajes que comían alimentos más nutritivos, trabajaban menos, dormían más y sufrían menos enfermedades. Al final, la teoría malthusiana contribuyó a justificar la sociedad de la que era testigo pero también dio la idea de Charles Darwin de la evolución de las especies.

El autor añade que la civilización actual ha incentivado la ampliación de la vida mediante la toma de medicación y las nuevas tecnologías, lo que él considera que supone una alargamiento del sufrimiento humano sin más eficacia que los cuidados paliativos (para el dolor) cuando el cuerpo ya no puede dar más de sí. 

Respecto a las drogas, dice que las sobredosis por opiáceos son, en parte, por medicamentos contra el dolor recetados en exceso. Señala que hay algunas usadas en las ceremonias de los chamanes no son "disparates hippies" sino que sí son eficaces para estimular la creatividad sin ser adictivas como el alucinógeno LSD y la ayahuasca o yagé (que contiene dimetiltriptamina DMT, sustancia que aparece en los sueños pero también en episodios psicóticos y en experiencias cercanas a la muerte). A la DMT se la relaciona con el alzhéihmer, párkinson, cáncer, cardiomiopatía, disfunción retiniana, lesión cerebral perinatal, esclerosis, demencia por VIH, depresión severa y adicción a los psicoestimulantes. También menciona la iboga, que es peligrosa pero puede romper la adicción a opiáceos (quitaba la adicción a la heroína en una sesión). Se queja de que el Gobierno prohíbe el uso de la ayahuasca y el iboga pese a ser los tratamientos más efectivos contra la adicción que se conocen y la psilocibina elimina la depresión a enfermos terminales de cáncer, disminuía su miedo existencial a la muerte y aumentaba su experiencia mística.

El autor dice que las drogas psicodélicas ayudaron a desterrar el miedo a morirnos, pero esa idea de aceptar lo que realmente nos ofrece la naturaleza y la vida es una "amenaza tan profunda para la narrativa falsa de la civilización" que, por ello, han sido perseguidos los curanderos y hippies.

El autor propone cambios en la vida moderna: partos naturales en vez de por cesárea (carecen de las sustancias inmunizantes del paso por la vagina), carne de animales criados en libertad y sin crueldad en vez de criarlos en granjas superpobladas, tomar frutas y verduras orgánicas en vez de procesados, organización horizontal en los negocios, economía compartida, sexualidades no binarias y configuraciones de relaciones flexibles, derechos LGTBQ, refugios minimalistas y finanzas personales, medicina complementaria, psicoterapia psicodélica asistida. Dice que estas ideas tienen sus raíces en el paleolítico. Son principios que hacen plantear a la gente el tipo de casa en la que quiere vivir, el modo de mantener y recuperar la salud y cómo gestionar la propia economía.

Ryan también analiza la nueva economía del intercambio entre pares (Airbnb, Kickstarter, Lyft), que configuran ya una alternativa al capitalismo que remite a la forma ancestral del intercambio [nota del lector: sí, bueno, cogido con pinzas]. Dice que estas redes de pares se parecen a las mismas que vivieron los ancestros y sirven para solucionar problemas. Las redes de pares (ahora redes hipermodernas de tecnología colaborativa) son lo opuesto a las organizaciones jerárquicas

La agenda progresistas está en consonancia con los valores recolectores: una distribución más equitativa de los recursos, asistencia a las personas vulnerables, respeto y autonomía para las mujeres (igualdad salarial y derechos reproductivos), aumento de los fondos para programas de salud y educación, aceptación de todas las religiones. 

En cambio, la agenda conservadora se adapta a valores agrícolas: derechos individuales por encima de los de la comunidad, un control paternalista masculino del comportamiento sexual de las mujeres, el militarismo expansionista, la exaltación de la riqueza y el monoteísmo.

Ryan concluye que entre el camino del colapso económico y ecológico o el de una fusión entre la tecnología y la biología humana, hay un camino de "vuelta a casa" de nuestros antepasados. 

Menciona la paradoja de Fermi (si hay tantas galaxias, ¿dónde está todo el mundo? ) y el temor a que las civilizaciones avanzadas se autodestruyan o sean víctimas de la despiadada inteligencia artificial. 

Dice que nos encontramos en una encrucijada y visualiza tres futuros: 1) Negación e ira: vivimos en la fase terminal de la civilización a causa del cambio climático 2) Negación y depresión: proponen soluciones temporales para amenazas más inmediatas como la biomecánica. 3) Aceptación: reemplazar estructuras multinacionales jerárquicas por redes progresistas de pares y colectivos organizados horizontalmente. Propone la renta básica global que incentivara no tener hijos para ir reduciendo la población. Cree que hay que diseñar el "zoo humano" de forma que refleje los orígenes y la naturaleza del Homo sapiens (como una segunda Ilustración).


domingo, 4 de abril de 2021

"Cómo evitar un desastre climático", de Bill Gates (2021)

 Resumen del libro "Cómo evitar un desastre climático", de Bill Gates (2021)

Ver el resumen original y actualizado en: 

https://evpitasociologia.blogspot.com/2021/04/como-evitar-un-desastre-climatico-de.html

Resumen elaborado por E. V. Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, ecología, cambio climático

....................................................................................................................................

Ficha técnica:

Título: "Cómo evitar un desastre climático"

Subtítulo: Las soluciones que ya tenemos y los avances que aún necesitamos

Título en inglés: The Solutions We Have and the Breakthroughs We Need

Título en inglés: 

Autor:  Bill Gates

Publicado en inglés en el 2021

Publicado en español: Plaza & Janes, Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona, 2021

Páginas: 318

....................................................................................................................................

Biografía oficial de Bill Gates (hasta 2021)

Bill Gates es un experto en tecnología, líder empresarial y filántropo. En 1975, fundó Microsoft junto a su amigo de la infancia Paul Allen y, en la actualidad, copreside con su esposa la Fundación Bill & Melinda Gates. También creó Breakthrough Energy, una iniciativa para la comercialización de energías limpias y tecnologías relacionadas con el medio ambiente. Melinda y él tienen tres hijos y viven en Medina, Washington.

....................................................................................................................................

Texto de la contraportada

"Para frenar el calentamiento y prevenir los peores efectos del cambio climático, los humanos debemos dejar de emitir gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Si esto parece complicado es porque lo será. El mundo jamás ha acometido una tarea tan colosal. Todos los países tendrán que modificar su manera de hacer las cosas, porque prácticamente la totalidad de las actividades de la existencia contemporánea conllevan la liberación de este tipo de gases.

Si el mundo sigue produciendo gases de efecto invernadero, el cambio climático continuará empeorando y su impacto sobre la humanidad será con toda seguridad catastrófico.

No obstante, esto puede cambiar. Ya disponemos de algunas de las herramientas que necesitaremos y, en cuanto a las que aún no tenemos, todo lo que he aprendido acerca del clima y de la tecnología me lleva a ser optimista sobre cómo solventarlas, implementarlas y, si se realiza con rapidez, evitar un desastre climático.

Este libro trata sobre nuestro futuro y las razones por las que creemos que debemos cambiarlo."

....................................................................................................................................

Texto de la solapa

En este libro tan necesario y riguroso,  Bill Gates expone un plan amplio, funcional y, sobre todo asequible, para reducir a cero las emisiones de los gases de efecto invernadero a tiempo y evitar una catástrofe medioambiental.

Bill Gates ha dedicado una década a investigar el cambio climático. Con la orientación de expertos, se ha centrado en determinar qué medidas debemos tomar para detener la carrera del planeta hacia un desastre medioambiental irreversible. En este libro, el autor no solo reúne la información básica para que nos concienciemos de la necesidad de eliminar las emisiones de los gases causantes del efecto invernadero, sino que también explica qué debemos hacer para alcanzar ese objetivo tan importante.

Gates nos ofrece una descripción lúcida de los desafíos a los que nos enfrentamos. Aprovechando sus conocimientos en innovación y en la introducción de nuevos conceptos en el mercado, nos detalla cuáles son los campos en los que la tecnología ya está ayudando a reducir las emisiones, cómo y cuándo se logrará que la tecnología actual sea más eficaz, dónde necesitamos dichos avances y quiénes están trabajando en estas mejoras tan necesarias. Por último, traza un plan práctico y específico para llegar a las cero emisiones, implicando a gobiernos, a empresas y a nosotros mismos en esta crucial misión.

Como advierte Bill Gates, cumplir el objetivo de las cero emisiones no será una tarea sencilla, pero está a nuestro alcance si seguimos sus pautas.

....................................................................................................................................

ÍNDICE

Introducción. De 51.000 millones a cero

1. ¿Por qué cero?
2. No será fácil
3. Cinco preguntas que plantear en toda conversación sobre el clima
4. Cómo nos conectamos
5. Cómo fabricamos cosas
6. Cómo cultivamos y criamos
7. Cómo nos desplazamos
8. Cómo calentamos y enfriamos
9. Adaptarnos a un mundo más caluroso
10. Por qué son importantes las políticas gubernamentales
11. Un plan para llegar a cero
12. Lo que cada uno de nosotros puede hacer

Epílogo. El cambio climático y la covid-19

....................................................................................................................................

RESUMEN

Bill Gates pide que memoricemos esta cifra: 50.000 millones de toneladas de CO2 (responsable del efecto invernadero que causa un calentamiento global) que se vierten cada año a la atmósfera. Su reto es dejar esta cifra a cero porque, si permitiésemos seguir emitiendo un pequeño porcentaje, pasaría como la bañera a la que cerramos el grifo pero dejamos corriendo un hilillo de agua hasta que el agua la desborda. Lo mismo pasa con el cambio climático, dice Gates. Las temperaturas han subido más de un grado desde que comenzó la revolución industrial y podría llegar a 2 grados a finales de siglo, suponiendo que no crezca aún más. Seguir contaminando, aunque sea poco, podría desbordar la bañera y hacer cambios irreversibles en el planeta.  Otro dato importante es que el mundo consume 5.000 gigavatios (una ciudad mediana, un gigavatio y un hogar, 1 kilovatio)

El libro es un ejercicio realista de a dónde se puede llegar para evitar el cambio climático. Gates intenta aclarar algunas estadísticas confusas y analiza los campos en los que la tecnología actual puede resultar útil y los que requieren avances importantes. Algunas soluciones deben implementarse a gran escala y ya existen pero hay que desarrollar muchas otras innovaciones y difundirlas por el mundo en pocas décadas. Al final del libro propone un plan y las políticas que pueden adoptar los gobiernos, y una serie de pasos que todos podemos seguir para ayudar al mundo al alcanzar la meta del cero.

El autor dice qué podemos hacer respecto a los cambios que ya se está produciendo en el clima y cómo podemos ayudar a los más desfavorecidos, los que tienen más que perder pese a que son los que menos han contribuido al problema. Una de las soluciones que propone es la geoingeniería para enfriar el planeta de forma artificial en décadas sin arruinar la economía. Considera que cuando nos centramos en los tres factores a un tiempo (tecnología, políticas y mercados) se puede promover la innovación, la creación de nuevas empresas y la comercialización rápida de nuevos productos. 

Otras soluciones en su plan que propone es fijar el precio del carbono, crear estándares de electricidad limpia, crear incentivos para reducir costes y riesgos, construir la infraestructura que incorpore las nuevas tecnologías al mercado, cambiar las reglas para que las nuevas tecnologías puedan competir, aprovechar el poder de la contratación pública, quintuplicar la energía limpia y la I+D relacionada con el clima durante la próxima década, apostar más por proyectos de I+D de alto riesgo y alta rentabilidad, adaptar la I+D a nuestros mayores necesidades y colaborar con la industria desde el principio.

El plan pasa por que la electricidad, más limpia, sustituya al carbón y a otros combustibles fósiles pero para generar electricidad se están usando las contaminantes centrales térmicas principalmente y, por el momento, las energías alternativas como la solar o la eólica son minoritarias mientras que las centrales nucleares, que son limpias pero peligrosas, están muy desprestigiadas por los accidentes de Chernobil, entre otros. Propone encontrar una energía verde y barata.

También cree que las leyes sobre el aire limpio de los años 70, que lograron que desapareciesen las nubes de "smog" de Los Ángeles, se han quedado obsoletas porque no incluyeron el calentamiento global, algo que se fue descubriendo en las últimas décadas a partir de los años 60.

Uno de sus conceptos es la "prima verde", lo que equivale a gravar el precio de un producto o material para compensar su coste real ecológico (el coste de eliminar o aspirar el CO2 que emite). Es decir, se cobraría la externalidad (contaminación) que generan los combustibles fósiles. Por un ejemplo, supongamos que un bidón de petróleo cuesta 80 dólares; el precio real subiría a 100 si le añadimos el coste de aspirar el COque desprende, esa sería la prima, lo mismo que el cemento o el plástico.

Una de sus propuestas es "secuestrar" el dióxido de carbono que hay en el aire porque, a día de hoy, ve difícil parar todas las centrales térmicas del mundo, algunas recién construidas, ya que muchos países subdesarrollados apenas cuentan con otra tecnología barata para abastecer de electricidad a sus respectivas poblaciones. Y la electricidad es el primer paso para tener un mundo purificado. Va a ser difícil encontrar rápidamente una fuente de energía verde y barata y ponerle en marcha llevaría décadas, demasiado tarde. Por ello, indica, una solución factible pasa por instalar 50.000 máquinas por todo el mundo que limpien el aire, como ya está probando Suiza. El CO2 lo entierran o lo convierten en un líquido, de forma que purifican el aire de la atmósfera al retirar el contaminante. Esto solo se puede hacer para el CO2 pero no para el metano (mucho más potente como gas de efecto invernadero). 

Respecto a la electricidad, el autor propone ideas como hacer algoritmos para redistribuir la energía generada por el sol o el viento en estados donde funciona a tope para redistribuirlos en otros donde esta energía es intermitente (pero sería un lío jurídico por las expropiaciones para tender las líneas).

El autor dice que el cemento supone un importante porcentaje de emisión de CO2 (una tonelada de cemento exhalan una tonelada de CO) y que no es posible eliminarlo. Habría que pensar en otros materiales, pero de momento, no hay alternativa. Admite que ningún país va a dejar de construir edificios con cemento y hormigón (siendo China la que más consume), por lo que hay que pensar materiales ecológicos alternativos.

También desvela que el consumo de carne y su producción (incluida la agricultura) genera el 19 % del CO2 que emitimos.

Estas son algunas de las conclusiones del libro:

Señala que hay una tarea titánica por delante y hacerla con mucha rapidez, por lo que harán multitud de avances en ciencia y en ingeniería. Además de convencer a los políticos, necesita que el sistema energético prescinda de todo aquello que no queremos y conserve lo que nos interese, que cambie todo para que todo siga igual.

Hay que convertir las toneladas de emisiones en un porcentaje de 51.000 millones.

Encontrar soluciones para las cinco actividades que son la causa de esas emisiones: fabricar cosas, consumir energía, cultivar y criar, desplazarse y calentar o enfriar.

Kilovatio=hogar, gigavatio=ciudad medidana, cientos de gigavatios=país rico y grande.

Considerar cuánto espacio será necesario.

Tener presentes las primas verdes y averiguar si son asequibles para los países de renta media.

Gates insiste en que necesitamos un plan concreto para desarrollar nuevas redes energéticas que nos proporcionen una electricidad barata, fiable y neutra en carbono siempre que la necesitemos. Recalca que la producción de electricidad desempeñará un papel fundamental en la descarbonización de otros sectores de la economía (fabricación de acero y cemento).

Los pasos para llegar a las cero emisiones en la industria serían: Electrificar todos los procesos posibles, obtener esa electricidad de una red descarbonizada, absorber las emisiones restantes mediante la captura de carbono y hacer un uso más eficiente de los materiales.

Gates advierte de que pronto tendremos que producir un 70 % más de alimentos y a la vez reducir las emisiones con vistas a eliminarlas por completo. Para ello harán falta muchas nuevas ideas sobre maneras de fertilizar plantar, criar ganado y desperdiciar menos comida, y los habitantes de los países ricos tendrán que comer menos carne.

Respecto al transporte, propone lograr que haya el máximo número de coches que funcionen con electricidad y el resto con combustibles alternativos.

El autor resalta que el problema es de una complejidad extrema pues afecta a casi todas las actividades humanas, pero disponemos de herramientas que deberíamos utilizar para disminuir las emisiones, pero faltan herramientas y hay que rebajar las primas verdes en todos los sectores (eso exige que falta mucho por inventar).

Al consumidor le recomienda contratar las tarifas verdes de la compañía de servicios, reducir las emisiones domésticas, comprar un vehículo eléctrico, probar las hamburguesas de origen vegetal, establecer un impuesto interno sobre el carbono, priorizar la innovación en soluciones bajas en carbono, practicar la adopción temprana, involucrarse en el proceso de elaboración de políticos, conectar con la investigación financiada por el gobierno y ayudar a los innovadores a atravesar el valle de la muerte.

Finaliza el libro con optimismo y luego un anexo sobre el covid. Dice que tras el nefasto 2020, la idea es centrarnos en las tecnologías, las políticas y las estructuras de mercado que nos encaminen hacia la eliminación de los gases de efecto invernadero antes de 2050.