Estado del bienestar: libros clave para el debate

"Estado del bienestar: libros clave para el debate"

Resúmenes de E.V.Pita (2013)

Ver el compendio de resúmenes originales y actualizados en:
http://evpitasociologia.blogspot.com.es/p/neoliberalismo-y-keynesia.html?m=1


Un compendio de los libros más influyentes sobre el estado del bienestar, desde sus defensores como los teóricos Keynes, Galbraith o Piketty o sus detractores como Hayek, Milton Friedman o Bell, o expertos como Anthony Giddens o Richard Sennett.

INDICE DEL COMPENDIO DE RESÚMENES SOBRE  ESTADO DEL BIENESTAR


1) "Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero", de John Maynard Keynes (1935)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/06/teoria-general-de-la-ocupacion-el.HTML

2"Keynes vs Hayek", de Nicholas Wapshott (2011)
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/06/keynes-vs-hayek-de-nicholas-wapshott.html

3)  "Camino de servidumbre", de Friedrich A. Hayek (1943)
  http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/04/camino-de-servidumbre-de-friedrich.html

4) "La sociedad opulenta", de John Kenneth Galbraith (1957)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/07/la-sociedad-opulenta-de-john-k.HTML

5) "Capitalismo y libertad", de Milton Friedman (1962)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/06/capitalismo-y-libertad-de-milton.HTML

6)  "Las contradicciones culturales del capitalismo", de Daniel Bell (1979)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/06/las-contradicciones-culturales-del.html

7) "Libertad de elegir", de Milton Friedman (y Rose Friedman) (1979)
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/07/libertad-de-elegir-de-milton-friedman.html

8)  "La cultura de la satisfacción", de John Kenneth Galbraith (1992)
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/06/la-cultura-de-la-satisfaccion-de-john.html

9) "La tercera vía", de Anthony Giddens (1998)
  http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/09/la-tercera-via-de-anthony-giddens-1998.html

10) "El respeto", de Richard Sennett (2003)

http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/07/el-respeto-de-richard-sennett-2003.html


11) "La doctrina del shock", de Naomi Klein (2007)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/10/la-doctrina-del-shock-de-naomi-klein.html

12) "Algo va mal", de Tony Judt (2010)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/03/algo-va-mal-tony-judt.html

13) "Indignaos", de Stéphane Hessel (2011)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/03/indignaos-de-stephane-hessel.html

14) "El precio de la desigualdad", de Joseph E. Stiglitz (2012)
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/10/el-precio-de-la-desigualdad-de-joseph-e.html

15) "¿Por qué la austeridad mata?", de David Stuckler y Sanjay Basu (2013)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/01/por-que-la-austeridad-mata-de-david.HTML

16) "El capital en el siglo XXI", de Thomas Piketty (2013, edición francesa)
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/04/el-capital-en-el-siglo-xxi-de-thomas.HTML

17) "Austeridad. Historia de una idea peligrosa", de Mark Blyth (2013)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/08/austeridad-historia-de-una-idea.html

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RESÚMENES  

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 "Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero", de John Maynard Keynes (1935)


Resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/06/teoria-general-de-la-ocupacion-el.HTML

Sociología, estructura económica

Resumen con anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología.

Título: "Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero"
Título original: "The General Theory of Employment, Interest and Money"
Autor: John Maynard Keynes
Año de publicación: 1935
Ediciones posteriores de 1973, 2001 y 2011 (Ciro Ediciones, SA)

Texto de la contraportada: "Escrito durante la Gran Depresión y publicado en 1936, es la obra que revolucionó las teorías economicas, creando una ola de seguidores y críticos hasta la actualidad. Economista, intelectual y asesor de gobiernos, al mismo tiempo que uno de los mayores especuladores e inversores financieros de su época, Keynes defiende la influencia de la demanda agregada de dinero en la creación de empleo. Keynes desarrolla sus teorías sobre la competencia y los instrumentos que debe tener en sus manos el Estado para intervenir en situaciones de grave crisis económica para resucitar el consumo y la inversión [nota del lector: economía de la demanda]. Como él mismo dice en el prefacio: "Este libro está principalmente dirigido a economistas, pero espero que pueda ser entendido por todos".

Nota del lector: las teorías de Keynes tuvieron gran predicamento desde 1936, con el plan New Deal, hasta 1973. Pero tras la crisis del petróleo acabó con el Estado de Bienestar y las recetas keunesianas dejaron de funcionar en un contexto de alta inflación. La fórmula de superar una recesión o depresión mediante políticas de expansión de la demanda, con crecimiento, estimulación del consumo y pleno empleo fue desbordada por el problema de las altas tasas de inflación. Muchos gobiernos cambiaron de estrategia y adoptar las recetas monetaristas de Milton Friedman. A partir de 1980, como relata Alan Greenspan en "La era de las turbulencias", el objetivo número 1 fue controlar la inflacción sin importar la tasa de desempleo. Las teoría keynesianas volvieron a ser desenterradas

ÍNDICE
Libro I: Introducción
-La teoría general
-Los postulados de la economía clásica
-El principio de la demanda efectiva

Libro II: Definiciones e ideas
-La elección de unidades
-La previsión como elemento determinante de la produción y la ocupación
-La definición del ingreso, ahorro e inversión
-Apéndice sobre el costo de uso
-Otras consideraciones sobre el significado de ahorro e inversión

Libro III: La propensión a consumir
-Los factores objetivos
-Los factores subjetivos
-La propensión marginal a consumir y el multiplicador

Libro IV: El incentivo para invertir
-La eficacia marginal del capital
-El estado de las previsiones a largo plazo
-La teoría general de la tasa de interés
-La teoría clásica de la tasa de interés
-Los incentivos psicológicos y de negocios para la liquidez
-Algunas observaciones sobre la naturaleza del capital
-Las propiedades esenciales del interés y el dinero
-Nuevo planteamiento de la teoría general de la ocupación

Libro V: Salarios nominales y precios
-Modificaciones en los salarios nominales
-La teoría de la desocupación del profesor Pigou
-La función del empleo
-La teoría de los precios

Libro VI: Breves consideraciones sugeridas por la teoría general
-Notas sobre el ciclo económico
-Notas sobre el mercantilismo, las leyes sobre la usura, el dinero sellado y las teorías del subconsumo.
-Notas finales sobre la filosofía social a que podría conducir la teoría general.


Resumen con anotaciones

Keynes arranca el libro advirtiendo que la teoría clásica (Ricardo, J.S.Mill, Pigou), teoría dominante en los años 20 del siglo XX, es solo una parte especial de la general [nota del lector: este planteamiento de parte general que engloba a la especial recuerda a la teoría general y especial de la relatividad-gravedad de Einstein, escrita unos años antes].

Capítulo 2

Definición de ocupación plena. Definida en función de la conducta de los obreros.
Definicin de la ocupación plena desde un punto de vista en el que la ocupación total es ir elástica frente a un aumento de la demanda efectiva de la producción correspondiente.


Capítulo 3

Doctrina clásica: la oferta crea su propia demanda. Quiere decir que f(N) y 0(N) son iguales para todos los valores de N (para cualquier volumen de producción y ocupación. Supone que el precio de la demanda global (o importe de las ventas) siempre se ajusta por sí mismo al precio de la oferta global, de modo que cualquiera que sea el valor de N, el producto D adquiere un valor igual al del precio de la oferta global Z que corresponde a N. Es decir, la demanda efectiva, en vez de tener un valor de equilibrio único, es una escala infinita de valores y el volumen de ocupación es indeterminado, salvo cuando la desutilidad marginal del trabajo marque un límite superior.
Keynes replica que, si esto fuera cierto, la competencia entre empresarios conduciría siempre a un aumento de la ocupación hasta el punto de que la producción dejara de ser elástica, lo que equivale a la ocupación plena.

Principio de Say El precio de la demanda global de la producción en conjunto es igual al precio de la oferts global para cualquier volumen de la producción.
Deducción de Keynes: la ley de Say equivale a decir que no existe obstáculo para la ocupación plena.
[nota del lector: La ley de Say vuelve a ser mencionada por Krugman en su libro "Acabad ya con esta crisis!" 2012].

Resumen de la teoría general de la ocupación por Keynes:
"Cuando aumenta la ocupación aumenta también el ingreso real de la comunidad. La psicología de esta es tal que cuando el ingreso real aumenta, el consumo total crece, pero no tanto como el ingreso. De aquí que los empresarios resenterían una pérdida si el aumento total de la ocupación se destinara a satisfacer la mayor demanda de artículos de consumo inmediato. En consecuencia, para justificar cualquier cantidad dada la ocupación debe existir cierto volumen de inversión que baste para absorber el excedente que arroja la producción total sobre la comunidad decide consumir cuando la ocupación se encuentra al nivel de que se trate; porque a menos de que exista este volumen de inversión, los ingresos de los empresarios serán menores que los requeridos para inducirlos a ofrecer la cantidad de ocupación de que se trate.
Dada la propensión a consumir de comunidad, el nivel de equilibrio de la ocupación, es decir el nivel que no induce a los empresarios a ampliar o contraer la ocupación, dependerá de la magnitud de la inversión corriente. Esta dependerá del incentivo para invertir que depende de la relación entre la curva de eficiencia marginal del capital y el complejo de las tasas de interés para préstamos de diversos plazos y riesgos.
Dada la propensión a consumir y el coeficiente de nueva inversión, solo puede existir un nivel de ocupación compatible con el equilibrio, ya que cualquier otro produciría una desigualdad entre el precio de la oferta global de la producción en conjunto y el precio de su demanda global. Este nivel no puede ser mayor que la ocupación plena, es decir el salario real no puede ser menor que la desutilidad marginal del trabajo, pero no existe razón en general para esperar que sea igual a la ocupación plena. La demanda efectiva que trae consigo la plena ocupación es un caso especial que solo se realiza cuando la propensión a consumir y el incentivo para invertir se encuentran en una relación mutua particular. Esta relación, basada en la teoría clásica, es óptima pero solo puede darse cuando, por accidente o por designio, la inversión corriente provea un volumen de demanda justamente igual al excedente del previo de la oferta global de la producción resultante de la ocupación plena, sobre lo que la comunidad decidirá gastar en consumo cuando la ocupación se encuentre en ese estado.
Las proposiciones de Keynes:
1) En determinada situación de la técnica, los recursos y los costos, el ingreso ( tanto monetario como real ) depende del volumen de ocupación N.
2) La relación entre el ingreso de la sociedad y lo que se puede esperar que la gente gaste en consumo ( D1) dependerá de las características psicológicas de la comunidad ( su propensión a consumir). El consumo depende del volumen del ingreso global y del de ocupación N, excepto cuando ocurre algún cambio en la propensión a consumir.
3) El volumen de trabajo N que los empresarios deciden emplear depende de la suma (D; demanda efectiva) de dos cantidades : la suma que se espera gastará la comunidad en consumo (D1) y lo que se espera que dedicará a nuevas inversiones.
4) cuando D1+ D2= D= # (N) donde # es la función de la oferta global. Se deduce que #(N)-x(N)=D2
5) por ello, en equilibrio, el volumen de ocupación depende a) de la función de la oferta global # , b) de la propensión a consumir x y c) del volumen de la inversión D2.
Esta es en esencia la teoría General de la ocupación.

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Resumen de "Keynes vs Hayek", de Nicholas Wapshott (2011)


Sociología, teoría económica

Resumen, comentarios y notas de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Texto original del resumen (libre acceso) en
http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/06/keynes-vs-hayek-de-nicholas-wapshott.html



Título: "Keynes vs Hayek"
Subtítulo: El choque que definió la economía moderna

Autor: Nicholas Wapshoot

Editorial en español: Deusto Grupo Planeta
Twitter: #KeynesHayek

El resumen se puede leer más abajo.

Texto de la contraportada:

"Si Keynes y Hayek estuvieran vivos, ¿cuáles serían sus fórmulas para salir de la crisis?
Cuando la crisis bursátil de 1929 sumió el mundo en un caos, dos economistas salieron a la palestra para defender visiones opuestas sobre cómo restaurar el equilibrio económico y devolver al mundo occidental a la senda del crecimiento.
John Maynard Keynes, el economista de Cambridge, argumentaba que el Estado tenía el deber de invertir en gasto público para así reactivar la economía. Contrariamente, el economista de la escuela austríaca, Friedich Hayek, consideraba que esta solución sería inútil e incluso peligrosa.
En este primer enfrentamiento ganó Keynes y, a resultas de ello, la política keynesiana se ha venido aplando mayoritariamente desde hace décadas, durante las cuales se ha vivido una época de prosperidad sin precedentes. No obstante, muchos economistas de diversa índole y líderes políticos conservadores han adoptado, también con éxito, medidas antagónicas y próximas a la visíón de Hayek.
A raíz de la crisis económica y financiera de 2008 ambas corrientes vuelven a estar de actualidad. Los partidarios de cada escuela se definen, unos sobre la necesidad de implantar el pensamiento keynesiano para salir de la crisis, y otros se inclinan por aligerar el peso del Estado y así reducir sus gastos, tal y como defendía Hayek en sus tiempos.
Este libro recupera las doctrinas de estos dos grandes economistas y analiza cómo discreparían, si estuvieran vivos, sobre la gran crisis que nos afecta en estos momentos".

ÍNDICE

1. El héroe glamuroso
    De cómo Keynes se convirtió en el ídolo de Hayek (1919-1927)

2. Fin del imperio
    Hayek experimenta la hiperinflación en primera persona (1919-1924)

3. Las líneas de combate están trazadas
    Keynes niega el orden económico "natural" (1923-1929)

4. Stanley y Livingstone
    Keynes y Hayek coinciden por primera vez (1928-1930)

5. El hombre que mató a Liberty Valance
    Hayek llega a Viena (1931)

6. El duelo
    Hek revisa el Tratado de Keynes con gran dureza, 1931

7. Respuesta a los disparos
   Keynes y Hayek se pelean (1931)

8. The Italian Job
    Keynes le pide a Piero Sraffa que continúe con el debate

9. Hacia la teoría general
    La solución gratuita al desempleo (1932-1933)

10. Hayek pestañea
     La Teoría general invita a una respuesta (1932-1936)

11. Keynes conquista Estados Unidos
     Roosvelt y los jóvenes economistas del New Deal (1936)

12. Desesperadamente atascado en el capítulo 8
      Hayek escribe su propia teoría general (1936-1941)

13. El camino a ningún sitio
     Hayek relaciona las soluciones de Keynes con la tiranía (1937-1946)

14. Los años en la sombra
     Mont-Pèlerin y Hayek se mudan a Chicago (1944-1969)

15. La era de Keynes
     Tres décadas de prosperidad americana sin precedentes (1946-1980)

16. El contraataque de Hayek
     Friedman, Goldwater, Thatcher y Reagan (1963-1988)

17. La batalla se reanuda
     Economistas de agua dulce y de agua salada (1989-2008)

18. Y el ganador es....
      Evitando la Gran Recesión, de 2008 en adelante

.....

Comentarios previos del autor del resumen:
La batalla entre Keynes y Hayek realmente solo se ha empezado a librar en el 2008, cuando los Estados renunciaron a endeudarse para salir de la crisis y se centraron en reducir el déficit. Obviamente, estamos hablando de una victoria de la Escuela de Chicago, que aplica las viejas recetas clásicas para un mundo con librecambio de mercancias: austeridad para que luego haya crecimiento. La pregunta que nos hacemos es si las recetas de Keynes eran las adecuadas en un mundo que ya no estaba globalizado, como el de 1930-1940, con muchos países proteccionistas e incluso autárticos, donde había rigidez de precios y salarios, pero no son el jarabe que necesita un mundo global como el de 1989-2008, en el que vuelve a funcionar la economía clásica basada en la libre competencia en un mercado a escala mundial, donde los países se centran en producir allí donde tienen más ventajas competitivas, o hay una libertad de precios y salarios.
Por otra parte, Hayek advertía que el tipo de economía socialista (Estado de Bienestar) que proponía Keynes llevaría a convertir al ciudadano en súbdito y a estar más controlado (a través de la Seguridad Social) porque el Estado que administra empresas públicas se convierte en su patrón. Medio siglo después, en una economía globalizada, nos encontramos con que el ciudadano, que ahora sería más libre porque el Estado ya no interviene tanto, también está controlado a través de las redes sociales y otros avances en telecomunicaciones. Nos encontramos aqui con una paradoja que no ha resuelto la teoría del libre mercado.
A nivel de la teoría económica y de la historia de la economía, este libro tiene el valor de resumir las políticas económicas presidenciales desde Kennedy hasta Bush hijo y ver cómo han evolucionado desde posiciones keynesianas a las de Hayek y Friedman.


Capítulo 7

Robbinson convence a Hayek para que empiece el ataque a Keynes con críticas de poca monta, sea dicha la verdad.

Capítulo 8

Este es un capítulo menor. Keynes deja de discutir con Hayek y le encarga al italiano Piero Sraffa que continúe el debate con Hayek. Mientras, se vuelca en un libro que pondrá sus ideas en orden. Más tarde, al comenzar la Segunda Guerra Mundial, Srrafa será enviado a una isla inglesa confinado pero Keynes lo rescata.

Capítulo 9
Este es un capítulo clave porque es cuando Keynes presenta su libro La Teoría General de la Ocupación (Empleo), Interés y Dinero (The General Theory of Employment, Interest and Money) y que convirtió en antigualla la economía clásica. Realmente, fundó una nueva disciplina: la macroeconomía (y la econometría). Introdujo nuevas variables a tener en cuenta como el empleo [nota del lector: esto es tan importante como si un economista introduce hoy en los estudios predictivos de la economía una variable nueva que a todos les había pasado desapercibida, pongamos por ejemplo, el trabajo informal no cuantificado, como lo que hace el ama de casa o el cuidado de enfermos, etc... propios de economías no monetizadas]. El empleo tenía relación con la demanda y con el crecimiento económico, por lo que crear pleno empleo era bueno para la economía, mientras que en la teoría clásica el desempleo se entendía como un mal "natural" de la oferta y la demanda y que era inútil intervenir porque la economía se volvería a equilibrar sola. En la política keynesiana, el Estado debe estimular el empleo hasta lograr la plena ocupación porque al inyectar dinero (gasto público) en la economía, el multiplicador generará más movimiento de dinero. Pero, además, destacó la importancia del PNB y el PIB. Realmente, quien leía el libro ya no pensaba de la misma manera, estaba leyendo un tratado de economía moderno. El propio Hayek, que había leído el borrador por cortesía de Keynes, se quedó literalmente sin habla y sus propios colaboradores se convirtieron en keynesianos. Donde más triunfaron estas novedosas teorías fue en Estados Unidos, entre los economistas del círculo presidencial, entre ellos Paul Samuelson y J.K. Galbraith, que fueron los nuevos apóstoles del keynesianismo. Y es que, como señala el autor, era una teoría optimista que a todos les gustaba.

Capítulo 10
En este capítulo, Hayek no responde a Keynes. No está claro por qué se quedó callado, posiblemente, porque recibió una sugerencia de Robbins para que lo hiciese otro. Es posible que Hayek tuviese en mente una teoría general que replicaría a lo que dijo Keynes pero si salía a la palestra, desvelaría sus nuevas ideas.


Capítulo 11
En este capítulo se refleja el éxito de Keynes en Estados Unidos. Aunque Roosevelt simpatizaba con Keynes no entendía ni jota del keynesianismo y llegó a llamarle "matemático". Sus colaboradores lo convencieron para gastar más dinero, lo que reactivó la economía tal y como había predicho Keynes.

Capítulo 12
Hayek intentó escribir su teoría general como réplica a Keynes pero no tuvo mucho éxito. Sus libros o fueron ignorados o nadie los entendió. Se quedó atascado y su propio ayudante se convirtió en keynesiano. Finalmente, Keynes y Hayek coincidieron en Cambridge donde vigilaron juntos los tejados de la Universidad para avistar cazas alemanes y dar la alarma.

Capítulo 13
Hayek escribió Camino de Servidumbre, el libro por el que se ha hecho famoso y que Margareth Thatcher tenía en su cabecera de cama. El libro ha vendido millones de ejemplares en Estados Unidos, sobre todo tras una reseña en el Readed Digest. En Camino de Servidumbre, Hayek advierte que la intervención del Estado es mala, tal y como la propone Keynes, y convierte al ciudadano en súbdito o, peor aún, en empleado del Gobierno. Critica el socialismo y la economía planificada por querer esclavizar al individuo sin dejarle opción de elegir. Hayek dio muchas charlas en auditorios llenos en una gira por Estados Unidos pero tras la guerra cayó en el olvido.

Capítulo 14
Tras el triunfo del keynesianismo, Hayek fue visto como un dinosaurio. Solo unos pocos con sus ideas sobre el libre mercado acudieron a unas charlas en Mont-Pelerin, a las que también asistió Milton Friedman, convertido luego en el "gurú" del neoliberalismo. Finalmente, Hayek, por temas de divorcio, se fue a Estados Unidos y logró una plaza en una universidad del Medio Oeste y luego entró en la Universidad de Chicago pero no como profesor de economía, pues sus ideas vertidas en Camino de Servidumbre, que ellos mismos habían publicado, lo habían convertido en un profesor polémico. [Nota del lector: la Escuela de Chicago fue después el bastión del neoliberalismo desde donde se difundió la doctrina a Latinoamérica; leer "La doctrina del shock", de Naomi Klein].
Hayek pasó años duros, deprimido y acabó, tiempo después, por regresar a Austria, donde ocupó un oscuro despacho en una universidad de segundo orden. No sería hasta 1974 cuando sus ideas monetaristas, difundidas por Friedman (que hizo más entendibles sus teorías), lo rehabilitarían y lo convertirían en un héroe, el único que creyó en el libre mercado tras la Gran Depresión. Las causas de aquella debacle estaban, como había dicho Hayek, en la entrada de dinero en el sistema.



Capítulo 15
En estos capítulos se analiza las políticas presidenciales desde Truman hasta el demócrata Carter.
Según el autor, Truman no entendía nada de economía pero aceptó inyectar capital público para lograr el pleno empleo (nunca hay pleno empleo porque algunos trabajadores están en paro para cambiar de empresa). Se llegó a un desempleo del 3,9 %, una cifra bajísima, mediante la inversión en carreteras y defensa. Truman justicaba cualquier inversión pública con un argumento bélico contra el comunismo que obtenía la bendición del Congreso, implicado en la Guerra Fría.
Eran los tiempos en que Paul Samuelson publicó Economía, la biblia del keynesianismo y la macroeconomía, y Hayek cayó en el olvido.
Eisenhower siguió la misma política de inversiones públicas, que casi rozaba la planificación centralizada, y logró una época de paz y bonanza, aunque al final advirtió a su sucesor que un lobby armamentístico había cogido mucho poder. [Nota del lector: En el libro "La sociedad opulenta", de Galtbraith, se hace mención a los grandes gastos en defensa de esa época y que estimulaban la economía].
Sin embargo, al final del mandato, hubo una recesión por una política de recortes que apartó a su sucesor Nixon de la presidencia, que obtuvo Kennedy.
En todo caso, los economistas habían llegado a la conclusión de que los ciclos económicos se podían suavizar mediante la inyección de capital público y, por tanto, cuando había recesión, el Estado invertía para contrarrestar la caída.

Kennedy era un keynesiano que fomentó la industria armamentística y aeronáutica que propuso rebajar los impuestos aunque no llegó a aplicarlo y lo hizo su sucesor Johnson, que lanzó también programas como Medicare. Ya a finales de 1968 el keynesianismo empieza a dar muestras de agotamiento y generar inflación.
La puntilla final al keynesianismo la dio Nixon, que borró de un plumazo los acuerdos de Bretton Woods, desvinculó al dólar del oro para devaluarlo e hizo algo tan impensable como fijar precios y salarios, se supone que con la idea de frenar la inflación y evitar una recesión que le arruinase sus elecciones de 1972. Este terminó su mandato (dimitíó) con la crisis del petróleo que disparó la inflación. Ford y Carter heredaron el problema y no pudieron hacer nada. En 1978 hubo la segunda crisis del petróleo y se dispararon otra vez los precios. La inflación rondaba el 11 % y muchos países entraron en estanflación (alta inflación y alto desempleo). La curva de Philips (que relaciona una baja inflación con mayor desempleo) solo funcionaba en tiempos de bonanza.

Capítulos 16, 17 y 18
En 1978, Margareth Thatcher, llegó al poder en el Reino Unido y aplicó una privatización del sector público (trenes, correos, aeropuertos, British Airlines). Se declaró seguidora de Hayek y de su libro Camino de Servidumbre, que defiende el libre mercado a ultranza y el adelgazamiento del Estado (salvo Defensa, seguridad social y desempleo).

Con la llegada de Reagan, se aplicaron políticas de privatización y recortes para bajar la inflación y Vorker (de la Reserva Federal) autoindujo una recesión que disparó el desempleo pero, a cambio, bajó la inflación. Y a esas alturas, la inflación importaba más que el desempleo.
Ver la curva de Philips que relaciona desempleo e inflación y la curva de Laffer, sobre la importancia de los impuestos.
 Los monetaristas Hayek y Friedman recibieron el premio Nobel por sus trabajos sobre la importancia de jugar con los tipos de interés para reactivar la economía. También se redujeron los impuestos a los ricos del 90 al 70 % y, décadas después, hasta el 28 %. El propio Reagan, en su época de actor, había tenido que renunciar a trabajos para no trabajar por 6 centavos (el 93 restante se lo llevaba el fisco). Galbraith ironizó con que "aumentar el saco de avena de los caballos obviamente alimentará a más gorriones". También se descubrió que era contraproducente rebajar los impuestos en plena recesión porque la gente no iba a consumir lo obtenido sino que lo iba a destinar a ahorrar por temor al desempleo.
En los años de Reagan, la economía creció durante 10 años seguidos, eran los tiempos de los "yuppies" y de la "codicia es buena". Esta bonanza se consideró un logro de los monetaristas pero, en esos años, Reagan insufló mucho dinero en la economía al más puro estilo keynesiano y dejó una herencia de deuda gubernamental.
Con Bush padre, hubo una recesión en 1992 que le costó la presidencia y su sucesor, Clinton, se propuso eliminar el déficit y adelgazar el Gobierno, incluso con despidos masivos de funcionarios por 5 días o en Navidad. Al terminar su mandato, había logrado tres superavits consecutivos. Aquí fue importante la actuación de Alan Greenspan,de la Reserva Federal, que desgurralizó el sector de la banca. Se trataba de una política keynesiana más, quien había dicho que en tiempos de bonanza, el Gobierno debía liquidar deudas y recaudar para sobreponerse en los malos tiempos. En aquellos tiempos se hablaron de las "expectativas racionales" del consumidor, el hecho de que el Gobierno gaste hoy más le llevará a aumentar los impuestos en el futuro (una teoría muy discutida).
En los 8 años de Bush, el superavit heredado de Clinton se destinó a rebajar los impuestos para estimular la economía por lo que pronto incurrió otra vez en déficit, a lo que se añadieron las inversiones públicas en seguridad tras los atentados del 11-S  y los gastos de múltiples guerras en Afganistán e Irak.
En el 2007 y 2008, con la crisis de las hipotecas basura que arrastró a todo el sector financiero, los Gobiernos tuvieron que desempolvar a Keynes para evitar entrar en una Gran Depresión. Se evitó el desastre y Obama luego inyectó dinero público en el sistema (que Krugman consideró insuficiente) y bajaron los intereses del dinero hasta casi el 0 % pero los seguidores de Hayek y Friedman, y los ultraliberales del Tea Party, exigieron la inmediata reducción del déficit público y el control de gastos, incluso en sanidad para los pobres.
En estos años, hubo un debate entre los economistas de agua dulce (Escuela de Chicago, en los Grandes Lagos) y los economistas de agua salada (Harvard). Los primeros (seguidores de Friedman y Hayek) eran neoliberales y los segundos keynesianos (Krugman).
El autor concluye que al final las tesis monetaristas de Hayek y Friedman han triunfado pero, en el fondo, todos somos keynesianos porque ante el desplome de las empresas y dejar que actúe libremente el mercado, pocos salvo los más extremos brindarán por la ruina total y dejar hacer (laissez-faire)  para que todo se hunda. Por tanto, las teorías de Keynes

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Resumen: "Camino de servidumbre", de Friedrich A. Hayek (1943)



Resumen original y actualizado en:

http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/04/camino-de-servidumbre-de-friedrich.html

Sociología, estructura económica, teoría política

Resumen, comentarios y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Título: "Camino de servidumbre",
Título original: " The Road to Serfdom"

 Autor: Friedrich A. Hayek
Fecha de publicación:  1943
Editorial en España: Alianza Editorial

Advertencia previa a la lectura: las teorías de Hayek podrían enfadar o indignar especialmente a los socialdemócratas del siglo XXI o aquellos socialistas posteriores a la II Guerra Mundial porque equipara al socialismo con la economía planificada y los totalitarismos fascistas y estalinistas de los años 30 y 40, cuando escribió el libro. El propio autor aclara en una edición de 1960 que él se refería al socialismo de tipo Staliniano de los años 30 que propugnaba una colectivización de los medios de produción y una economía planificada frente al derecho del individuo a la propia elección a través de la oferta y la demanda en un libre mercado. Por tanto, esa es la acepción que tiene socialismo para Hayek y no la que actualmente conocemos asociada al laboralismo (o socialdemocracia, como lo conocemos aquí), y que respeta los principios del libre mercado. Creo que lo que Hayek critica en su libro es la tendencia del Estado (especialmente, los totalitarios) a asumir facetas que ya eran cubiertas por la libre competencia o a invadir esferas propias del individuo. Pero hay que aclarar a aquellos defensores a ultranza del libre mercado y del neoliberalismo que el autor sí está conforme con que el Estado asuma tareas que nunca podrían ser llevadas a cabo por la iniciativa privada porque se trata de servicios básicos que son importantes para el funcionamiento de la sociedad pero que no son rentables para una empresa. Por otra parte, critica duramente la planificación económica (eso también incluye al monopolio) cuando, según él, el libre mercado y el precio son más eficientes en la asignación de recursos. Le horroriza, como a cualquier liberal demócrata, que el Estado priorice los intereses colectivos, o que considera de interés general, a costa de socavar la libertad individual y convertir al ciudadano en un siervo del Estado, de ahí el título.

Hayek es el fundador de la escuela austríca, germen del pensamiento neoliberal. En los albores de la Segunda Guerra Mundial, el profesor de la London School of Economics se da cuenta de que el comunismo y el totalitarismo tienen un ingrediente en común: el colectivismo y la planificación económica. Defiende que la otra opción es el liberalismo económico entendido como el libre mercado y libre competencia pero rechaza el "laisez-faire".

En el prólogo y primer capítulo, Hayek, refugiado en Inglaterra, recuerda que cuando escribe el libro entre 1938 y 1943 están en conflicto diplomático y luego guerra contra los nazis. Este cree que el virus del socialismo también ha llegado a Inglaterra y persuade a la gente de que los nazis no son capitalistas que quieren frenar al socialismo soviético sino que Hitler y sus seguidores totalitarios son también socialistas porque proponen una economía planificada, un peligro del que no está a salvo ninguna sociedad occidental. Este sostiene que el socialismo se adentra en las sociedades democráticas y las despoja de su democracia porque colectiviza la sociedad y la lleva ineludiblemente hacia el totalitarismo. En la edicción de 1974, Hayek dice que le sorprende lo acertado que estuvo en su día aunque aclara que con socialismo se refiere a la economía planificada.
[Nota del lector: al leer esas líneas, me vino a la mente la Unión Europea, un sistema burocrático de gobierno que da la impresión de que a veces funciona como una economía planificada]

En el primer capítulo, Hayek recuerda la tradición liberal de Adam Smith, Mill o De Tocqueville en los que alzaron los valores del individualismo que no significa egoísmo sino libertad. Este añade que los obreros nunca fueron tan libres y dueños de su vida desde principios del siglo XX pero que tras la Primera Guerra Mundial las cosas cambiaron y hubo una merma de la causa democrática porque el Estado comenzó a intervenir en la economía. Para el autor, quienes no han caído bajo el totalitarismo siguen otro camino: el Estado de los siervos.
El autor sostiene que la gente se acomodó y pensó que los logros y el progreso que trajo el liberalismo en el siglo XIX eran perdurables, para siempre y lo que faltaba sería pronto conseguido. Y aquí viene una frase clave del libro: "Hemos acometido la eliminación de las fuerzas que producen resultados imprevistos y lz sustitución del mecanismo impersonal y anónimo del mercado por una dirección colectiva y consciente de todas las fuerzas sociales hacia metas deliberadamente colectivas. Para Hayek la libertad que difundió por el mundo fue sustituida al partir de 1870 por ideas alemanas de socialismo. Los ingleses ignoran que los problemas que empezaron a discutir en 1938 fueron debatidos antes en Alemania, donde se equiparó occidental con democracia, liberalismo, librecambio, capitalismo, internacionalismo o amor por la paz, lo que muchos alemanes despreciaron.

En el segundo capítulo, Hayek habla de la gran utopía y de como el socialismo desplazó al liberalismo. Dice que, al principio, socialismo, fascismo y comunismo, rivalizaron por el poder y la gente creyó que eran ideologías diferentes pero Hayek dice que son distintas versiones de lo mismo frente al verdadero enemigo común: el liberalismo demócrata, del que no quedaban apenas seguidores en los años 20 y 30. Está de acuerdo con otros autores en que el comunismo de Stalin en 1939 era súperfascismo, peor que el de Hitler. El hecho de que muchos socialistas se pasen facilmente al fascismo se explica porque son todos lo mismo. También rechaza la pretensión de los socialistas de ser un partido que siga las reglas del juego democrático ya que el individualismo es incompatible con el colectivismo. [Nota del lector: si aplicásemos la teoría de Hayek a la guerra civil española tiene razón en una cosa y es que el liberalismo democrático desapareció del mapa político y la lucha por el poder se dirimió entre fascistas contra socialistas y comunistas. Ganase quien ganase, no hsbía esperanzas de un regreso al sistema democrático].
Aquí hay una frase demoledora: "los socialistas prometieron libertad pero para los apóstoles de la libertad política la palabra había significado libertad frente a coerción, libertad frente al poder arbitrario de otros hombres, libertad de los lazos que impiden a un individuo toda su elección y le obligan a obedecer las ordenes de un superior al que está sujeto. La nueva libertad prometida era, en cambio, libertad frente a la indigencia, supresión del apremio de las circunstancias, que inevitablemente nos limitan en todos el campo de elección, aunque a algunos más que a otros. Antes de que el hombre pudiera ser verdaderamente libre había que abolir las trabas del sistema económico. En este sentido, la libertad no es más que otro nombre para el poder o la riqueza".

En el capítulo 3, Hayek denuncia que el colectivismo, en el que está incluido el socialismo, propugna la igualdad social pero el método para conseguirlo es la privatización de empresas y la economía planificada. Por contra, el liberalismo defiende el crear libre competencia y efigiencia hallí donde se pueda gatantizando libertad de precios y de concurrencias, impidiendo que grupos pacten precios. Hayek dice que el sistema de competencia no excluye que el Estado actúe allí donde la competencia no sea rentable o que suministre servicios sociales. Lo importante es que se asegure la competencia allí donde haga mąs eficaz la distribución de recursos y precios. Por contra, rechaza la planificación económica porque genera monopolios, que son más ineficaces que la conoetencia y que están controlados bajo una dirección única y centralizada, lo que produce "horror" a los liberales. Hayek está a favor de la planificación de la competencia pero en contra de la planificación contra la competencia, a la planificación destinada a sustituirla.

En el capítulo 4, se plantea el dilema entre que la producción la dirija un monopolio o lo haga el Estado. El propio EE.UU., altamente proteccionista en su día, alimentó en el siglo XIX la creación de cárteles para estibilizar los precios, según comenta Hayek. Los monopolios se extendieron a Italia o Alemania.
Algunos afirman que el progreso tecnológico moderno hace inevitable la planificación centralizada, pero quienes lo hace, dice Hayek, no piensan en los servicios públicos sino en coordinar la vida social para que no se disuelva en un caos.Y dice que el sistema de precios, precisamente, es el que nos da información sobre las decisiones individuales [Nota del lector: teoría de los mercados que retoma Tim Harford en Adáptate o El economista camuflado], lo que a la larga genera un sistema industrial diferenciado, complejo y flexible mientras que el centralizado es primitivo, toco y corto. Dice que la alternativa a un sistema muy barato es que todos usemos o seamos obligados a usar el mismo sistema (abarata costes), la ventaja técnica se obtiene por coacción.

En el capítulo 5, dice que tras las decisiones deliberadas de la planificación hay un "objetivo social" o dudoso "bienestar social", pero la felicidad de cada hombre es distinta, imposible de abarcar o valorar y no puede seguir una única vía. Y recuerda que la democracia es un medio para salvaguardar la paz interna y la libertad individual.

En el capítulo 6, aborda la planificación y el estado de Derecho. Dice que es prioritario salvar al individuo del estado arbitrario.

En el capítulo 8, lanza una advertencia: "Tan pronto como el Estado toma sobre sí la tarea de planificar l vida económica entera, el problema de la situación que merece cada individuo y grupo se convierte, inevitablemente en el problema político central. Como solo el poder coercitivo del Estado decidirá lo que tendrá cada uno, el único poder que merece la pena será la participación en el ejercicio de ese poder directivo".



(continuará el resumen)
Comentarios de Nicholas Taleb a la obra se Hayek

Fuente: "El cisne negro"

"Para Hayek, una autentica previsión se hace orgánicamente por medio de un sistema, no por decreto. Una única institución, por ejemplo, el planificador central, no puede agregar los conocimientos precisos: faltarán muchos fragmentos importantes de información. Pero la sociedad en su conjunto podrá integrar en su funcionamiento estas múltiples piezas de información. La sociedad como totalidad piensa fuera de lo establecido. Hayek atacaba el socialismo y gestionaba la economía como un producto de lo que he llamado conocimiento del estudioso obsesivo o platonicidad: debido al crecimiento del conocimiento científico, sobreestimamos nuestra capacidad para entender los sutiles cambios que acontecen en el mundo, así como la importancia que hay que dar a cada uno de ellos. Hayek llamó acertadamente a este fenómeno cientifismo.

Esta dolencia está gravemente integrada en nuestras intuiciones, motivo por el cual temo tanto a los gobiernos como a las grandes empresas ( resulta difícil distinguir a unos de otros). Los gobiernos hacen previsiones las empresas realizan proyecciones: todos los años, diversos analistas proyectan el nivel de los tipos de interés de las hipotecas y el estado se la Bolsa para el final del año siguiente. Las empresas sobreviven no porque hayan hecho buenas previsiones sino porque han tenido suerte. Los consumidores podemos dejar que prevean todo lo que quiera si eso es lo que necesitan para trabajar pero las empresas pueden quebrar cuantas veces quieran, ya que subvencionando a los consumidores trasfieren su riqueza a nuestro bolsillo. El estado es algo más serio y debemos asegurarnos de que no corremos con los gastos de su locura. Como individuos, nos debería encantar el libre mercado, porque quienes operan en él pueden ser tan incompetentes como quieran.

La única crític que se le puede hacer a Hayek es que establece una diario con tajante de carácter cualitativo entre las ciencias sociales y la física. "

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Resumen: "La sociedad opulenta", de John Kenneth Galbraith (1957)


El resumen original y actualizado está en el siguiente link;
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/07/la-sociedad-opulenta-de-john-k.HTML

  Sociología, sociedad de consumo, estructura económica

Resumen, comentarios y anotaciones por E.V.Pita (2011)

Título: "La sociedad opulenta"
Titulo original: "The affluent society"
Autor: John Kenneth Galbraith
Fecha de publicación: 1957

Valoración personal: el libro está escrito en un lenguaje llano y comprensible, y es muy ameno. Explica cosas que todavía vemos 50 años después en relación a los recortes sociales para reducir el déficit público. Se anticipa a las doctrinas monetaristas de Milton Friedman que prevalecerán entre 1980 y 2008.

Resumen: Galbraith observa en los años 50 que hasta los conservadores han abrazado la doctrina keynesiana de un estado que gasta en servicios públicos y estimula la demanda, la producción y el consumo. El problema es que los conservadores no protestan por la subida de impuestos porque el Estado se gasta el dinero en armas para proteger a los más ricos de la amenaza comunista. Guerras como la de Corea, o la futura de Vietnam, movilizaron millones de dólares del sector público, lo que no deja de ser pura doctrina keynesiana [nota del lector: es la misma receta keynesiana que aplicó la Alemania totalitaria entre 1933 y 1939 para reducir el paro mediante un programa de rearme y construcción de autopistas].

Sin embargo, Galbraith considera que ese gasto en armas podría dedicarse a mejorar las escuelas públicas o la sanidad, porque en el país hay muchas bolsas de pobreza que no han sido eliminadas. "La gente cree que es una cuestión de si son blancos o negros, diferencias difíciles de arreglar, pero nadie piensa en que la solución es hacer una buena escuela", dice. [Nota del lector: últimamente, las propuestas de los recortes fiscales siempre inciden en la sanidad o la educación, raramente en el gasto militar. Galbraith considera que los altos costes armamentísticos que gasta el Estado, con el consiguiente aumento de impuestos, son aceptados por los ricos porque sirve para defender su sistema de libre mercado de otros].

En los primeros capítulos de la obra, Galbraith analiza a los clásicos Adam Smith, Ricardo y Malthus y su explicación de la pobreza. Smith explica que la libre competencia es mejor que el control del Estado porque el mercado fija los precios reales y permite una distribución más racional de los recursos. Esta idea la aplica Ricardo a los salarios, que afirma que la ley de la oferta y la demanda hará bajar el salario del trabajador hasta el límite de subsistencia, lo que se ha denominado la Ley de Bronce de los salarios. O sea, ganar lo justo para vivir y un poco más para mantener a la familia. Por su parte, Smith explica que el crecimiento económico conllevará un aumento de la población, lo que volverá a ajustar los precios. Otros añaden que puesto que hay que maximizar el beneficio para formar capital y reinvertirlo, los salarios deben ir a la baja.
Y Malthus advierte que el crecimiento exponencial de la población no se compagina con la producción alimentaria y, por tanto, el mundo está condenado al hambre. Galbraith explica que los economistas clásicos contagiaron su pesimismo a todo el siglo XIX al creer que no hay salida para la pobreza y suponiendo que la riqueza generada por los formadores de capital se extendería al resto de la población por filtración.
Lo que ha ocurrido, según Galbraith, es que no se cumplíó la ley de bronce por tres motivos: porque los trabajadores que podían aportar un rendimiento marginal, aportar algo nuevo a la empresa, mejoraron su salario porque la empresa les reconoció sus costes de formación. Y, en todo caso, siempre habría un competidor dispuesto a contratar a un trabajador que va a producir más de lo que cuesta.
En segundo lugar, los que eran incompetentes y su producción era baja, fueron despedidos, y ocuparon puestos en la economía sumergida o fuera del mercado. Un tercer motivo fue que era necesario que los trabajadores se reprodujesen porque si no, al cabo de una generación, quedarían extinguidos, motivo por el cual los salarios tenían que haber aumentado hasta el punto de permitir criar a un hijo. Estas fueron las razones por las que los salarios se mantuvieron siempre por encima del nivel de subsistencia y la ley de bronce.
Lo que lamenta Galbraith es que a ningún economista clásico, que fueron quienes mejor interpretaron el mundo en que vivían, se le ocurrise dar una solución para reducir la pobreza, algo que consideraban inevitable.
Respecto a Veber y su libro sobre "Teoría sobre la clase ociosa", Galbraith le critica que se limita a describir como los más afortunados despilfarran esos beneficios que tanto ha costado acumular y que se supone que iban destinados a la inversión.

Otro clásico siniestro es Spencer, el que aplicó el darwinismo social a sus teorías de que solo sobreviven las empresas más fuertes y los trabajadores más competentes. Los negligentes y las empresas sin inicitiava serán inexorablemente barridas del mercado. No se debe alimentar con limosnas a los pobres porque eso es subvencionar la pereza. Los pobres también forman parte del sistema que no debe ser alterado. Los herederos de las grandes fortunas tienen derecho a ellas porque han heredado los genes triunfantes de sus padres. Galtbraith lamenta que la teoría de la economía clásica haya sido tan despiadada porque la realidad ha mostrado otra cara: monopolios que alteran el mercado, y personas compasivas que han fomentado políticas públicas de ayuda social a los más desfavorecidos.

En el capítulo 6 dedicado a Karl Marx, Galbraith reconoce su gran influencia como economista porque interpretó la economía de su tiempo desde distintos puntos de vista: imperialismo, mercado, lucha de clases, Estado... Galbraith comenta que Marx supo prever los monopolios y las depresiones economicas, aunque esta última no llegó a poder estudiarla con detenimiento. Sin embargo, aclara que sus estudios no pueden ser tomados como un dogma ya que si bien acertó en su época eso no quiere decir que lo vaya a hacer en el futuro, algo que les cuesta entender a sus más ortodoxos seguidores.
Hay algo que llama la atencion en Marx: este critica a Ricardo que vea inevitable que haya un ejército de parados expulsados del mercado. La solución es evidente: que el Estado cree puestos de trabajo, algo que luego pondría de actualidad Keynes.
Marx también anticipa una revolución que cambiará las clases dirigentes. Galbraith responde que Marx siempre fue un teórico que llevaba mucha ira dentro.

En el capítulo 7 sobre la desigualdad de la renta, Galbraith se pregunta por qué ningún pensador clásico ni actual se ha esforzado en buscar fórmulas para redistribuir la renta. Casualmente, la mayoría de las teorías se esfuerzan en explicar por qué es  buena la desigualdad, porque así maximiza los estímulos para mejorar y competir y dar todo de si. Cuando a alguien se le ocurre la idea de subir los impuestos a los ricos, siempre aparecen teorías que prueban que eso sería contraproducente para todos porque es bueno que una clase acapare el capital y el ahorro para invertir, etc... Galbraith sospecha que lo que hay detrás de estas teorías es la vulgar realidad de que a nadie le gusta desprenderse de su dinero.
Galbraith indaga en las políticas redistributivas de la renta y recuerda que un pais como Noruega, bastante igualitario, goza de una alta renta media mientras que Oriente Medio, la zona más desigual, está lastrado por la miseria. No se cree la teoría de que la acaparaciòn de capital en pocas manos beneficia a todos. Y también examina los salarios y su evolución entre 1900 y 1960. También estudia la concentración de la riqueza entre los más ricos y el porcentaje de pobres a lo largo de los años.
[Nota del lector: la redistribución de la renta es un concepto clave porque es un indicador de cómo se reparten los impuestos; si se dedican a eliminar la pobreza y aumentar el nivel de vida de la población o se gasta en otros asuntos que no mejoran la situación económica de los contribuyentes]

Posteriormente, en el capítulo 8, Galbraith examina las razones que han llevado a implantar la seguridad social en muchos países. La principal razón es que las sociedades industriales avanzadas generan riesgos de alto desempleo o de obsolescencia técnica. Las empresas buscan seguridad mediante estudios de mercado e invierten en publicidad para asegurar sus ventas y compiten para no ser superadas técnicamente por novedosas innovaciones. Y los empleados reclaman seguros de desempleo por indemnizaciones por despido para mitigar el riesgo de acabar en la calle y no ingresar dinero. Tras la Gran Depresión, entre 1933 y 1938, los gobiernos se dieron cuenta de que los electores acogían muy favorablemente las políticas de seguridad social porque todos tenían algo que perder en un clima de incertidumbre y riesgo. [ nota del lector: justo lo contrario que en 2008-2012 donde el riesgo vuelve a estar presente].
Galbraith dice que Ford no tenía nada que perder al construir un coche barato pero que su nieto sería un manirroto si se arriesgase con una aventura similar.
Y como dice Galbraith, en los años 50 se pensaba que la aplicación de las recetas keynesianas suavizaron o eliminaron para siempre los efectos adversos de los ciclos económicos de producción y recesión. [nota del lector: los ciclos volvieron a ser una pesadilla a partir de los años 90, cuando se cuestionaron las recetas de Keynes].

Los críticos de la protección social sostienen que el progreso tiene un doble estímulo: el éxito y el garrote (quedarse en paro, arruinarse). Dicen que los agricultores europeos, cebados con subvenciones y asegurados, tienen miedo a competir en precios, panorama que no estimula la producción. Según ellos, la inseguridad económica se supera mediante mejoras tecnológicas. Sin embargo, Galbraith replica que la eliminación o reducción de la incertidumbre ha disparado la producción. El conflicto entre progreso y seguridad ya no existe en los años 50 y 60 del siglo XX.El autor también cuestiona las criticas que dicen que la cobertura de paro genera trabajadores perezosos o aprovechados pero este tipo de ociosidad también se da en la universidad y, sobre todo, dice Galbraith, entre los altos directivos de las empresas.
El escritor advierte que lo peor para la producción es caer en una depresión económica aunque sea ligera pues una leve disminución respecto al anterior ejercicio aboca a millones de empleados al paro forzoso. En un párrafo clave del libro, Galbraith recuerda el argumento keynesiano de que el subsidio del paro o la pensión de vejez también contribuye a sostener la producción. Los mismos efectos producen los subsidios a la agricultura o los gastos sociales. Dice que una alta producción beneficia a todos porque da seguridad económica y, por tanto, no deben permitirse las recesiones ni exponer a alguna gente al paro forzoso. Por eso, dice, las antiguas preocupaciones por la igualdad, la seguridad y la productividad se han reducido a una sola preocupación por la productividad y la producción. Pero de aquí surge una paradoja por la preocupación por la producción a metida que esta crece.

En el capítulo 9, sobre la importancia de la producción de bienes, ya que con ella se mide la prosperidad de un país. A pesar de las quejas sobre la falta de espiritualidad, la producción sigue presente en las mentes. La producción se aunenta mediante cinco maneras: eliminando la ociosidad de los recursos disponibles, mayor eficiencia en la combinación de trabajo y capital, aumentando la oferta de trabajo y la de capital, y con innovaciones técnicas. Pero de estos cinco métodos, los economistas solo se concentran en aumentar uno o de pasada dos o tres. Raramente se concentran los esfuerzos en invertir en innovaciones técnicas o está mal repartida, con mejoras en las grandes industrias del petróleo o motor pero otras, pymes de construcción o textil, que apenas invierten. Nadie da importancia a que algunas industrias no innoven.
Galbraith llama la atención sobre el distinto rasero con que se considera la producción. Si es privada, nadie cuestiona que esta sea eficiente y de calidad mientras que si es pública, siempre flota la duda sobre su calidad cuando no tiene por qué ser así. Le parece una percepción interesada para desprestigiar lo público y ensalzar cualquier producto que sea fabricado por el sector privado. [ nota del lector: diversos autores han estudiado la privatización del ferrocarril en Inglaterra durante el Gobierno de Thatcher y se vio que la gestión privada tampoco era más eficiente que la pública y en caso de pérdidas, el Estado acudía al rescate porque el tren es un servicio esencial]. Pero lo que interpreta Galbraith es que estos ataques tienen como objetivo reducir los niveles de tributación y pagar menos impuestos.

Lo que viene a decir Galbraith en ese capítulo es que nadie debe olvidar que la producción también contribuye a aumentar la producción total, lo que aporta un crecimiento adicional de la producción es lo que actualmente se toma como referencia para evaluar la marcha de la economía de un país. [ nota del lector: hasta el momento Galbraith no menciona específicamente el PIB, que hoy en día determina la fortaleza económica de un país]. Además, señala que la producción no es ni mucho menos eficiente y que todavía se puede subir varios puntos con una mejor estrategia para distribuir los recursos, algunos de los cuales quedan ociosos. Pero esto no se hace ni se persigue de una forma total ni racional por unas razones que Galbraith expone en el resto de su libro. Cree que existe un gran mito respecto a la demanda de bienes y que no nos damos cuenta de necesidades que no tenemos mientras que damos importancia a cosas que tenemos pero que es producción marginal y superflua.

En el capítulo 10, examina los imperativos de la demanda del consumidor. Según Galbraith la elevada producción ha garantizado una seguridad económica pero Galbraith destaca que esa producción no tiene por qué estar relacionada con la reducción de la desigualdad o el aumento del empleo. La urgencia es satisfacer las demandas del consumidor. Si antes las personas tenían interés es proveerse de alimentos, casa y vestido ahora la preocupación es tener coches más elegantes, vestidos más románticos o diversiones más sofisticadas. La moderna economía trata de abastecer eses deseos tan terrenales. Pero Galbraith dice que la teoría que defiende esos deseos de consumo y la producción que los fabrica quizás esté bien vista pero "es ilógica y descocada hasta extremos que llegan a ser peligrosos".

Galbraith analiza la teoría de la demanda del consumidor (y la satisfacción de sus deseos más urgentes y luego los secundarios) y para ello retoma la definición de Adam Smith sobre valor de uso y de cambio. El agua tiene un alto valor de uso y el diamante ninguno pero las piedras preciosas son mucho más escasas que el agua y por tanto su precio es mayor, lo mismo que la satisfacción del comprador. Galbraith cree que la distinción fue finalmente aclarada por los economistas Menger, Jevons y Bates Clark a través de la utilidad de la utilidad marginal decreciente y que hace decrecer la producción en condiciones de abundancia creciente. Una vez que el abastastecimiento de pan llegó a todo el mundo, las preocupaciones de consumo se volvieron menos urgentes. Galbraith dice que esta es una teoría clave de la economía pero que, en el siglo XX, fue "convenientemente" olvidada porque científicamente no era posible asegurar que la satisfacción estaría completamente cubierta algún día y porque tal concepto contradecía el paradigma que abogaba por un consumo sin límites.
Galbraith dice que hay unas necesidades urgentes, como comer, y otras secundarias como ir al hipódromo una vez por semana. Las segundas solo son cubiertas con una combinación de las urgentes (renuncias a más calorías para gastar el dinero en el cine). Para Keynes, en sus Essays, era fácil en 1930 cubrir las necesidades básicas y resolver el problema económico. [ nota del lector: en 2012, en el libro Repensar la Pobreza, los autores descubren lo mismo: que un pobre que gana 1 dólar al día si gana un poco más no destina ese dinero a comer màs sino a ocio o bebida].

Capítulo 11

Galbraith dice que afirmar que repugna al sentido común que las necesidades no se hacen menos urgentes al aumentar el abastecimiento básico. Y lo que no se puede hacer es crear necesidades artificiales o crear otras nuevas con el único propósito de que la producción crezca más. La producción viene a crear un vacío que ella misma ha creado. Se trataría de un tipo de economía funciona como una noria impulsada por una ardilla. Se pregunta si es necesario un producto que necesita ser promocionado con millones para venderse. No hace falta publicidad para venderle comida a un hambriento pero sí para promocionar una marca de cereales del desayuno.
Ve una relación con "efecto dependencia" entre la producción y una demanda que ya no se basa en necesidades reales sino que es alimentada por un consumo avivado por la publicidad. Dice Galbraith que ahora da igual que la producción sea alta para que haya mayor bienestar porque las necesidades a satisfacer también son mayores.
Galbraith recuerda que en el cspítulo 8 habló de que lo importante del crecimiento de la producción es que genera empleo. El consumo es instigado para elevar la demanda e incrementar la producción lo que quiere decir que si no hubiese publicidad el aumento de demanda sería cero. O sea, que la utilidad marginal del producto agregado actual menos la publicidad y la técnica de ventas es cero. El sistema consumista de la sociedad opulenta de los años 50 estaba afianzado en unas "raíces tortuosas". Termina con esta frase: "creo que se ha roto el lazo que nos ataba a la obra de Ricardo y nos enfrentamos con la economía de la opulencia propia del mundo en que vivimos".

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Resumen: "Capitalismo y libertad", de Milton Friedman (1962)


Ver el resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/06/capitalismo-y-libertad-de-milton.HTML

Resumen y comentarios por E.V.Pita (2014), licenciado en Derecho y Sociología.

Sociología, sistemas económicos, estructura económica, economía política

Título: Capitalismo y libertad
Título original: "Capitalism and Freedom"
Fecha de publicación: 1962
Editorial en inglés: University of Chicago

Editorial en español: 1966, Ediciones Rialp

ÍNDICE

1. La relación entre libertad económica y libertad política

2. La función del Estado en una sociedad libre
- El Estado, como hacedor de reglas y como árbitro
- Acción estatal justificada por el monopolio técnico y por los efectos de la vecindad
- Acción estatal con funcionamiento paternalista
- Conclusiones

3. El control monetario
- Un patrón-mercancía
- Una autoridad monetaria discrecional
- Reglas en lugar de autoridades

4. Organización de las finanzas y el comercio internacionales
- La importancia de la organización monetaria internacional para la libertad económica
- La función del oro en el sistema monetario de los Estados Unidos
- Pagos corrientes y la salida de capitales
- Diversos mecanismos para conseguir el equilibrio de los pagos exteriores
- Los tipos de cambio fluctuantes, como solución en un mercado libre
- Medidas de política económica necesarias para tener un mercado libre de oro y divisas
- Eliminación de las restricciones sobre el comercio en los Estados Unidos

5. Política fiscal

6. La función del Estado en la educación
- Educación general del ciudadano
- La enseñanza al nivel universitario
- Enseñanza profesional y técnica

7. Capitalismo y discriminación
- Legislación sobre las prácticas de empleo justo
- Legislación sobre el derecho al trabajo
- La responsabilidad social de la empresa y del trabajo

8. El monopolio y la responsabilidad social de la empresa y del trabajo
- La extensión del monopolio
- Las fuentes del monopolio
- La política estatal adecuada
- La responsabilidad social de la empresa y del trabajo

9. El sistema de licencias profesionales
- Ubicuidad de las restricciones estatales en cuanto a las actividades económicas a las que puede dedicarse el individuo
- Cuestiones de política económica que origina el sistema de licencias
- Licencias médicas

10. La distribución de la renta
- La ética de la distribución
- La función instrumental de la distribución de acuerdo con la producción
- La realidad de la distribución de la renta
- La política seguida para alterar la distribución de la renta

11. Medidas de bienestar social
- Medidas varias del bienestar
- El seguro de vejez y de sobrevivientes

12. El alivio de la pobreza
- Liberalismo e igualitarismo

13. Conclusión

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Comentarios: Milton Friedman fue uno de los adalides del neoliberalismo, en la creencia de que la desregulación mejoría la economía.

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RESUMEN

INTRODUCCIÓN

Friedman empieza su libro con una alusión a la frase del presidente Kennedy (que gobernaba Estados Unidos cuando escribió el libro): "Pregúntate, no qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país". Friedman replica que de ser así el Estado sería paternalista y el ciudadano se convertiría en un súbdito dependiente del Estado. [Nota del lector: es exactamente lo mismo que dijo Hayek en su libro de 1944 sobre la Economía planificada y el Estado de Bienestar]. Friedman insiste en que la libertad "es una planta rara" en la Historia y que su mayor enemigo es la concentración de poder. Recuerda que la esfera del Estado ha de ser limitada (dedicarse a proteger la libertad, la ley y el orden, preservar los contratos privados y fomentar los mercados competitivos; el sector privado ha de controlar al Estado y proteger las libertades de palabra, religión y pensamiento) y que el poder del Estado debe estar disperso (divisiones subprovinciales, provinciales, etc.. que permitan al ciudadano mudarse si no está contento con cómo se gobierna allí).
Friedman ataca el poder centralizado aunque se justifique para hacer transferencias de ingresos del rico al pobre o de fines privados a estatales. Pero el poder también puede perjudicar a los hombres de buena voluntad.
Cree que hay que limitar y descentralizar el poder del Estado para preservar la libertad y por razones constructivas ya que el Estado no puede igualar nunca la variedad y diversidad de la acción individual. Aunque dote de mejores viviendas a los ciudadanos con niveles uniformes, o mejores escuelas, o carreteras lo que hará será sustituir el progreso por el estancamiento y sustituiría la variedad por la mediocridad.
Sostiene que el capitalismo competitivo (empresa privada operando en libre mercado) es la condición necesaria para la libertad política. Considera que su pensamiento debe etiquetarse como liberalismo (que se refiere exclusivamente a la búsqueda de libertad con un gobierno descentralizado y no se debe confundir con la búsqueda de bienestar e igualdad a través del paternalismo e  intervencionismo estatal con un gobierno centralizado).
Friedman diferencia entre el liberalismo del siglo XIX (el de la libertad), ahora etiquetado como "conservadurismo", aunque él dice que en aquella época, los liberales eran radicales. Él usa la palabra liberal en el sentido original: la de hombre libre. Solo estaría dispuesto a preservar las intervenciones estatales que han favorecido a la gente pero no las que han interferido en su libertad.

CAPÍTULO 1

Friedman dice que la función que tiene la desigualdad al crear focos independientes de poder para compensar la centralización del poder político, así como el papel que juega en el fomento de la libertad civil al crear patrocinadores que financien la experimentación y el desarrollo de productos nuevos - para comprar automóviles y televisores experimentales, o pintura expresionista-. Permite que la distribución tenga lugar en forma impersonal, sin necesidad de "autoridad" (no hay coacción).

Insiste en que la sustitución de la cooperación por la obligación altera la cuantía de recursos disponibles.


Paso a resumir el capítulo 10, que puede ser el de mayor interés en el siglo XXI.

CAPÍTULO 10 - DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA

El autor se pregunta si existe alguna justificación para que el Estado intervenga en el fomento de la igualdad y cuáles han sido los efectos de las medidas que se tomaron en ese sentido.

La ética de la distribución
Hay un principio ético en la sociedad libre de mercado que dice: "A cada uno, según lo que él y los instrumentos que él posee producen". Matiza que la distribución final de la renta y la riqueza aplicando plenamente este principio dependerá mucho de las reglas de propiedad que se adopten.
Hay otro principio, el de igualdad de tratamiento, que no es contradictorio con el primero.
Propone asignar al Estado una lista de funciones concretas.
Friedman sostiene que la desigualdad económica proviene de varios sitios:

1) Una procede de que algunos obreros prefieren tomar el sol en sus horas de ocio y otros trabajar más y duro y cobrar más, del mismo modo que están mejor pagados quienes hacen trabajos muy duros. [nota del lector: elegir trabajo o trabajar más horas quizás fuese posible en 1960 en la época del pleno empleo pero ahora, en el 2014, hay una tasa natural de desempleo que roza el 10 %].

2) Otra se origina en el funcionamiento del mercado y que es necesaria para satisfacer los gustos del i individuo. Pone como ejemplo, que la lotería genera desigualdades entre el ganador y el resto. Pero hay más loterías a la hora de buscar empleo, como la chica que busca suerte como actriz de Hollywood en vez de estudiar unas oposiciones a funcionaria o el magnate que invierte en acciones de uranio y no en las seguras Obligaciones del Estado. Si las aspirantes a actrices les disgustase la incertidumbre podrían crear una cooperativa que les asegure un salario mínimo.

Equipara esto con la forma de interpretar las medidas estatales para la redistribución de la renta mediante impuestos progresivos y medidas similares.

3) Dice que mucha gente insiste en que lo esencial es que se distinga entre desigualdad en dotes personales y en propiedad, o entre riqueza heredada y adquirida. Se considera más aceptable la riqueza acumulada por el individuo que la heredada. Pero Friedman ve esta distinción insostenible.
Comenta el caso de un padre que tiene tres hijos: a uno le paga los estudios para agente de Bolsa (la riqueza le llega por sus dotes humanas), a otro le monta un negocio (la riqueza viene por los beneficios) y al tercero le crea un fondo de valores que le rinde una renta (riqueza heredada). Se pregunta qué hubiera pasado si el padre hubiese dilapidado toda su fortuna sin dar nada a sus hijos.

Pone como ejemplo a cuatro robinsones aislados en cuatro islas vecinas. Uno vive sin esfuerzo en una isla grande y fértil. Los otros viven en islas áridas. Friedman dice que lo lógico es que el rico les invitase al resto a su isla pero, en caso de no hacerlo, los otros no podrían obligarle a compartir su riqueza. La solución a este dilema lo pone con un segundo ejemplo: cuatro amigos van por la calle y uno encuentra un billete de 20 dólares. Sería generoso que les invitase a los otros a una copa pero si no lo hace, estarían los demás legitimados a obligarle a repartir el dinero. Y se pregunta: "¿Todo aquel que tiene más dinero que el promedio debe repartirlo?". Dice que eso, si se generalizase, haría imposible la existencia del mundo civilizado.
Insiste en que la mayoría de las diferencias de nivel, posición, riqueza, pueden considerarse en algún punto lejano, como debidas a la suerte. Añade que el hombre "trabajador y ahorrador" se merece su fortuna pero "esas cualidades genéticas se las debe a la suerte de haberlas heredado". Dice que la mayoría acepta con más facilidad la riqueza que llega por suerte que por mérito, porque la segunda implica que alguien ha juzgado al candidato para subirle el sueldo, por ejemplo.

Luego, añade que en una sociedad de mercado, la función operativa del pago de acuerdo con la producción no es distributiva sino asignativa. Recuerda que el principio central de la economía de mercado es la cooperación mediante el intercambio voluntario.
El pago se debe realizar de acuerdo con la producción para que los recursos se usen de la forma más eficaz. Es una justicia distributiva. Añade que la sustitución de la cooperación por la obligación altera la cuantía de recursos disponibles.

Hace una crítica a la plusvalía de Marx, que dice que el trabajador solo obtiene una parte del producto que produce, a lo que Milton replica que ese argumento carece de validez porque hay otras formas de repartir la ganancia, por ejemplo, dándole a cada trabajador según su capacidad o su necesidad.

Pide que no se interprete mal el hecho de que un sistema capitalista que implique el pago de acuerdo con lo producido pueda estar caracterizado, "y en la práctica lo está", por una "considerable desigualdad de renta y de riqueza". Niega que el capitalismo y la libre empresa produzcan una mayor desigualdad que los sistemas alternativos. Atribuye el "engaño" a las cifras que se publican sobre la distribución de la renta y porque hay que distinguir entre "corto y largo plazo".

Sostiene que la renta actual se obtiene principalmente de los servicios prestados y no del capital (como en los años 60 ocurría en "países subdesarrollados como India, Egipto", cuya renta procedía de la propiedad principalmente). Dice que en Estados Unidos pasa lo mismo, una quinta parte es renta de la propiedad [nota: ojo, Piketty, dice que en los años 60 era superior al 25%, en torno al 35%].
Añade que el gran éxito del capitalismo no ha sido la acumulación de propiedad sino las oportunidades que ofrece a hombres y mujeres para ampliar, desarrollar y mejorar sus capacidades.

También quiere desmontar otra "idea popular" sobre el capitalismo, de que el capitalismo conduce a una menor desigualdad que otros sistemas y que el capitalismo ha disminuido mucho el grado de desigualdad. Asegura que lo que sí es cierto es que hay menos desigualdad en el nivel de vida entre las élites y la población en los países capitalistas que en los regímenes soviéticos o de castas. En los últimos cien años, dice Friedman, el capitalismo ha liberado a las masas del trabajo agotador y ha puesto a su disposición productos que eran exclusivos de las clases altas. Añade que la reducción de hijos en las familias también ha elevado las rentas.

Distingue dos clases de desigualdad de distribución de la renta: las diferencias temporales y a la largo plazo. Sostiene que una sociedad estática implica desigualdad [Nota del lector: exactamente, lo mismo que predice Piketty en 2013 para el futuro de Occidente] mientras que el capitalismo es dinámico, que genera movilidad social.

Luego habla de los métodos de los gobiernos para alterar la distribución de la renta: los impuestos progresivos sobre la renta y sobre la herencia. Opina que las medidas tuvieron un efecto "pequeño pero no insignificante" pero introdujeron unas desigualdades esencialmente arbitrarias entre personas que están en la misma categoría de renta.
Dice que los tipos impositivos progresivos no han dado resultado porque los salarios más gravados se han elevado y han fomentado la evasión de impuestos (las salidas de escape de la ley como el porcentaje de depreciación, la exención de los ingresos de bonos provinciales y municipales, etc...) El efecto es que los tipos reales aplicables sean menores que los nominales y la incidencia del impuesto sea caprichosa y desigual. Asegura que la evasión fiscal es la que genera las desigualdades y cree que hubiera sido mejor introducir una escala de tipos nominales más bajos y usar una base más completa mediante una  imposición más igualada de todas las fuentes de ingresos.
En definitiva, sostiene que el impuesto sobre la renta personal tuvo un impacto arbitrario y una eficacia limitada en cuanto a reducir la desigualdad.
Además, dice que estos impuestos gravan más el hacerse rico que el hecho de ser rico. Son muy eficaces en impedir la acumulación de riqueza pues reduce el nivel de consumo. El dinero se va a actividades arriesgadas de alto rendimiento.

Dice que como liberal le resulta difícil comprender la justificación del impuesto progresivo cuando su único propósito es la redistribución de la renta. Es usar la fuerza para quitarles a unos y darles a otros.





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Resumen: "Las contradicciones culturales del capitalismo", de Daniel Bell (1979)

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/06/las-contradicciones-culturales-del.html  

Sociología, estructura ecónomica, sociedad industrial, cultura de masas

Resumen, comentarios y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología

Título: "Las contradicciones culturales del capitalismo"
Título original: "The Cultural Contradictions of Capitalism"

Autor: Daniel Bell

Fecha de publicación: 1979

Editorial en español: Alianza Editorial

Texto de la contraportada: "Para Daniel Bell - profesor de la Universidad de Harvard y figura eminente de la sociología mundial - el sistema capitalista necesita la expansión continua del principio de racionalidad para resolver los problemas de organización y eficacia que el funcionamiento de la economía exige. Pero, simultáneamente, la cultura del capitalismo acentúa cada vez más valores de signo opuesto, tales como el sentimiento, la gratificación personal y el hedonismo, respuesta reactiva a la vieja ética puritana de orden y trabajo que acompañó al ascenso de la burguesía. Las contradicciones culturales del capitalismo nacen, precisamente, del choque entre ambas tendencias orgánicas, que ponen en grave riesgo la coherencia y estabilidad de la civilización occidental. Dividida en dos grandes secciones ("El doble vínculo de la modernidad" y "Los dilemas de orden político"), la obra prolonga el análisis ya iniciado en "El advenimiento de la sociedad industrial" (AU 149), con la que se halla íntima y dialécticamente vinculada. Si el anterior volumen describía los rasgos característicos de esa formación social en nacimiento, el objeto de la nueva investigación es la naturaleza y la estructura de la cultura burguesa, sus relaciones con los profundos cambios que se están produciendo en las sociedades industriales avanzadas y el papel decisivo que desempeña en la crisis general del sistema. Porque la sociedad moderna no es un sistema organizado por un solo principio, sino que constituye la amalgama de tres ámbitos diferenciados, articulados por criterios axiales de signo contrario: la estructura tecnoeconómica, regida por la eficiencia; el orden político, orientado hacia la igualdad, y la cultura, dirigida hacia la autorrealización".

ÍNDICE

Introduccion: la separación de ámbitos.

Parte primera: el doble vínculo de la modernidad

Capítulo 1: Las contradicciones culturales del capitalismo

Capítulo 2: Las escisiones del lenguaje cultural

Capítulo 3: La sensibilidad del decenio de 1960

Capitulo 4: Hacia la gran instauración: la religión y la cultura en una era postindustrial

Parte segunda: Los dilemas de orden político

Nota introductoria: De la cultura al orden político

Capítulo 5: La América inestable; factores transitorios y permanentes de una crisis nacional.

Capítulo 6: El hogar público: sobre la "sociología fiscal" y la sociedad liberal.


Resumen:

Dice que el postindustrialismo ha generado cambios exclusivamente en el orden tecnoeconómico pero no en el cultural ni político.

Capítulo 5

En este capítulo, Bell proyecta el futuro de Estados Unidos desde 1979 al 2000 y no va desencaminado. En primer lugar, anticipa el auge de las multinacionales, que escapan a cualquier control, y la expansión de la economía internacional. Después, predice la supuesta decadencia comercial de EE.UU. como potencia hegemónica, el colapso de la URSS por pérdida de legitimidad de sus líderes y estancamiento económico, y la desmembración de Yugoslavia a la muerte de Tito. Sugiere problemas con el clima pero no de la envergadura actual. Tampoco anticipa la era de los ordenadores ni Internet, el invento que ayudó a la balanza comercial de EE.UU.


Capítulo 6

Este capítulo sobre el hogar público y la fiscalidad es el más interesante a día de hoy porque explica los puntos débiles del Estado de Bienestar, del elevado déficit público y el apalancamiento como forma de facilitar el consumo a todos los ciudadanos y cómo finalmente los Estados se ven obligados a rescatar a los bancos y dirigir una economía de tipo corporativo.
En primer lugar, la fiscalidad tiene un límite. Dice que aumentar los salarios un 10% a lis trabajadores de una fábrica solo supone subir el 3% de los costes pero incrementar el salario un 10% a los funcionarios es aumentar los costes un 7%. Por tanto, en una economía basada en los servicios habrá una alta inflación que perjudica a la clase media.
Por otro lado, los votantes exigen políticas igualitarias para que todos tengan educación superior gratuita, asistencia social, etc... que generan un gasto fiscal hasta límites insostenibles. Y aquí viene lo mejor: ante la incapacidad del Estado de financiar todas estas demandas, emprenden políticas monetarias que facilitan el crédito y el apalancamiento. [ Nota del lector: Esto es lo que ha permitido que un banco conceda un crédito a una persona con escasos ingresos para comprarse una casa]. Siguiendo la misma línea argumental, al final el Estado se ve obligado a intervenir contra la inflación o, si hay recesión, contra la deflación ( que genera desempleo ) mediante controles de precios y férreas medidas para evitar la evasión de capitales. Aunque Bell escribió estas líneas en 1979, prácticamente describió la crisis del Estado de Bienestar que adopta medidas para que el sistema capitalista tire del crecimiento económico.

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Resumen: "Libertad de elegir", de Milton Friedman (y Rose Friedman) (1979)



Resumen actualizado y original en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/07/libertad-de-elegir-de-milton-friedman.html  

Sociologia, estructura económica, economía política

Resumen y comentarios de E.V.Pita (2011)

Título: "Libertad de elegir"
Título original:  "Free to choose"
Autor: Milton Friedman (y Rose Friedman)
Fecha de publicación: 1979
En España: Ediciones Orbis, 1983

[Notas del lector: antes de leer este libro, sería conveniente familiarizarse con "La riqueza de las naciones", de Adam Smith y "Sobre la libertad", de Stuart Mill, porque el autor Friedman hace continuas referencias a estos dos economistas clásicos del libre mercado, sobre el que basa gran parte de sus razonamientos. El interés de este libro "Libertad para elegir" y del anterior "Capitalismo y libertad" reside en que son la biblia del neoliberalismo que propugno la Escuela de Chicago y cuyas tesis monetaristas moldearon el mundo globalizado entre 1980 y 2008, una vez que comenzó a desmantelar la sociedad de bienestar que propugnaba Keynes y sus seguidores desde 1935. Es por tanto, digno de lectura para comprender los puntos de vista que tanto han influido en la sociedad actual].

En las primera páginas introductorias, Milton Friedman recuerda que en "Capitalismo y libertad" definió el papel que debería desempeñar el gobierno estatal en una sociedad libre y añade que la competitividad del capitalismo es una condición necesaria para una sociedad libre. Ese libro sentó las bases de la política monetaria y fiscal, el papel del gobierno en la educación, el capitalismo y la discriminación y la reducción de la pobreza. Cree que el Gobierno solo debe actuar cuando es imposible la iniciativa privada y que en todo caso hay que hacer un balance con las ventajas y desventajas.
Añade que Libertad de Elegir, tema del que se hizo una serie de televisión, trata al sistema político de modo simétrico al económico. "Ambos se consideran mercados en los que el resultado se determina a través de la interacción de personas que persiguen sus propios intereses individuales en ve de los objetivos sociales que los participantes juzgan ventajoso enunciar".

En las páginas siguientes, Friedman se refiere a los fabricantes de lápices, una metáfora que usó Adam Smith para explicar la complejidad de la economía que se basa en el libre intercambio de bienes, donde todos tienen algo que ganar. ¿Alguien sabe cómo se fabrica un lápiz? Participan leñadores, tratantes de caucho, etc...y posiblemente nadie sepa exactamente cuál es el producto final que su tarea. Friedman continúa con otro ejemplo: la subida del petróleo en 1973, cuando la OPEP cuadriplicó sus precios, influye en el precio de los lápices, lo que puede estimular la demanda de leñadores porque sus salarios suben. Es decir, como Adam Smith, viene a decir que una mano invisible regula el mercado, al fijar los precios en función de la oferta y la demanda.
Friedman escribió el libro en tiempos de la URSS, durante la Guerra Fría, y arremete contra la economía planificada, a la que acusa de ser poco eficiente y de tener que recurrir a la economía en negro y finalmente permitir que los trabajadores participen en una economía sumergida que se rige por las reglas clásicas de Smith. Dice que si no fuese por ese capitalismo encubierto, la economía oficial no podría abastecer ni satisfacer las necesidades básicas de los habitantes.

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Resumen: "La cultura de la satisfacción", de John Kenneth Galbraith (1992)



Resumen original y actualizado en el siguiente link:


http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/06/la-cultura-de-la-satisfaccion-de-john.html

Sociología, estructura social, economía política

Resumen, anotaciones y comentarios de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Título: "La cultura de la satisfacción"
Subtitulo: "Los impuestos, para qué? Quienes son los beneficiarios?"
Título original: "The culture of the Contentment".

Autor: John Kenneth Galbraith
Fecha de publicación: 1992
Editorial en español: Editorial Ariel

Resumen de la contraportada:
"Una brillante descripción y un agudo análisis de la actual Mayoría Electoral satisfecha en Estados Unidos y en Occidente. La intervención del Estado en la sociedad y el papel que deben tener los impuestos marcan la línea divisoria entre lo aceptado y lo rechazado por esa Mayoría.
Pero el profesor Galbraith también pone sobre el tapete la existencia de su reverso, la Subclase, marginada y en creciente conflicto. El resultado es una visión panorámica aunque crítica de las sociedades avanzadas de nuestro tiempo".


Interés del libro: Galbraith retrató la sociedad de consumo de los años 50, la de las grandes corporaciones y ejecutivos de los 60 y escribe el libro tras la caída del muro de Berlín.
En este libro, Galbraith da una explicación de por qué los republicanos de EE.UU. piden una rebaja de impuestos y un recorte del Estado, y de por qué la gente les vota. El libro fue escrito en 1992, pero 20 años después los mismos argumentos siguen vigentes contra el gobierno Obama y otros dos autores, Paul Krugman y Stiglitz, toman el relevo de Galbraith en la defensa del estado de bienestar y las teorías keynesianas.



Resumen

¿Por qué ese título? En las primeras páginas, Galbraith dice que los privigilegiados que estaban en el poder en la Roma posterior a Trajano, en la Francia del siglo XVIII o la Inglaterra industrial del XIX o las elites dirigebtes comunistas de la URSS aprobaron aquellas teorías económicas aduladoras que justificasen que lo más conveniente y sabio era que ellos se quedasen con la riqueza. Eran los gobernantes satisfechos de un mundo ordenado a su servicio, a pesar de que el pueblo clamaba por reformas. Si esa cultura de la satisfación pervive es porque algunas de esas reformas que pedían los marginados se hicieron a regañadientes.
Pero lo que dice Galbraith es que los que votan en las elecciones son los que están satisfechos sin sospechar que hay grietas en el sistema [nota del lector: en el 2011 salió un libro que describe esas grietas en el sistema, sobre todo en el sistema financiero].


CAPITULO 1

Galbraith examina las consecuencias de la crisis de la bolsa de 1987 y cree que no fue tan destructiva como la Gran Depresión porque en el medio siglo posterior a 1929 los gobiernos adoptaron colchones como subsidio de desempleo, pensiones o ayudas a bancos o evitar quiebras.
Este añade que las clases más afortunadas y satisfechas siempre han tenido economistas aduladores que han esbozado teorías para justificar sus riquezas como los fisiócratas con los terratenientes o David Ricardo y Malthus con los liberales. De no haber reformas sociales, el capitalismo no habría sobrevivido a la Primera Guerra Mundial ni a la Gran Depresión. Pero mientras el comunismo disparó la producción industrial en masa pero fue incapaz de generar una sociedad de consumo ni estimular la agricultura y se hundió en 1989, el capitalismo sobrevivió gracias a reformas que los más afortunados habían reUchazado inicialmente.
[nota del lector: creo que Francis Fukuyama en su libro El fin de la historia explica mejor la caída del comunismo, que lo basa en una crisis de legitimidad]. Galbraith señala que tras la caída de la URSS quedó en Occidente la sensación de triunfo y de satisfacción pero Galbraith dice que ninguno de los votantes satisfechos, que son los que votan, hacen oídos sordos a las grietas en el sistema.

CAPÍTULO 2

Los votantes satifechos formarían la mayoría, el 1% más rico, el 20% acomodado y el proletariado que percibe dos sueldos. Habría un 12,5% que vive en la pobreza, marginales que no votan.
Galbraith reprocha que haya autores que se quejen de que los pobres cobren subsidios por encima de lo que sería un estimulo para buscar trabajo. [nota del lector: Tim Harford escribió en el 2009 precisamente sobre cual era el salario minimo para "incentivar" al parado para que buscase trabajo ]. Tanto celo no se aplica con esas clases satisfechas y votantes que perciben sustanciosos subsidios, pensiones, atenciones de la seguridad social y subvenciones. Ese gasto no solo no parece excesivo o contraproducente sino que los votantes lo defienden como preciada posesión.
Otra característica que señala Galbraith es que los sstisfechos creen que han llegado a su situación por sus méritos, inteligencia y esfuerzo por lo que considerarán injusto cualquier intento de arrebatarles sus privilegios.

Por otra parte, quienes critican los gastos hacen referencia a la "pesada carga del Estado" pero eso excluye las prestaciones, seguros y gastos en Defensa que requiere proteger la democracia. Según Galbraith, los modernos conservadores y hasta los demócratas ven necesarios estos gastos que redistribuyen el dinero que pagan en impuestos pero son cicateros con las ayudas a los marginados y menos desfavorecidos.
Otra característica es que el pago de impuestos de los ricos tiende a pararse por alto bajo la creencia de que los menos ricos también se librarán de pagar todos los impuestos que deberían. Estos discursos se remontan a los años 50, siguieron en la era Reagan y Bush padre. [ nota del lector: y prosiguen actualmente].

El capítulo que trata sobre los impuestos es uno de los más interesantes porque Galbraith da una explicación coherente de por qué los conservadores piden recortes en educación o sanidad y menos Estado. La razón es sencilla: wuienes tienen un alto poder adquisitivo no quieren pagar dos veces por lo mismo, ya que pagan colegios y seguros privados y además los impuestos por unos servicios que no reciben por que no lo necesitan. Hay gente que incluso ha propuesto bonos descuento para sus colegios privados [nota del lector: Milton Friedman propuso esos mismos bonos para los afectados del huracán Katrine, lo que critica Naomi Klein en su libro La doctrina del shock]. Galbraith dice que políticos que defendían estas ideas como Reagan o Bush padre se limitaron a hacer lo que les pedía la mayoría, que era no pagar más impuestos por algo que ya se podían permitir con sus altos salarios y que no les beneficiaba a ellos sino a los pobres. La reducción del Estado era también para educación y sanidad pero no para gastos que lis votantes consideraban necesarios como la defensa, la ayuda a bancos en quiebra o las gersntías para los ahorros bancarios. Para eso sí hay dinero.[ nota del lector: este análisis fue escrito hace 20 años pero mantiene vigencia durante la Gran Recesión de 2008 al 2012].

Otro de los conceptos que aborda es el de subclase, en referencia a los inmigrantes sin derecho a voto o las poblaciones más pobres y marginales que se perpetúan una generación tras otra. Antes, un inmigrante o trabajador pobre tenía la esperanza de que sus hijos estudiasen y mejorasen profesionalmente, pero ahora la subclase ve como se restringen las ayudas se la formación y los hijos repiten los desagradables oficios de sus padres.

CAPÍTULO 8

El cspítulo 8 es de especial interés para entender la crisis de 2008 a 2012. Galbraith explica la formulación de Murray: estímulo imprescindible para los ricos, impuesto de renta más bajo sin pérdida de recursos públicos, disminución de los gastos destinados a los pobres y el apoyo intelectualmente impecable de Adam Smith. Estas doctrinas, agrupadas, compusieron lo que se conoció como economía del lado de la oferta. Según la definición de Galbraith, la economía del lado de la oferta significa que "la política económica pasaría a centrarse no en los factores que afectaban a la demanda agregada de la economía sino en los que, recompensando la iniciativa y por tanto la producción, expandían la economía aumentando la oferta de bienes y servicios. Para este fin, los ricos necesitaban el acicate de màs dinero, los pobres el acicate de su propia pobreza". Se supone que el objetivo final es bajar los impuestos de los más ricos mediante la teoría del goteo: si uno alimenta al caballo con avena de sobra, algo acabará cayendo en el camino para los gorriones (David Stockman, administración Reagan).

El capítulo 8 también tiene interés por la revisión que hace del libro La Riqueza de las Naciones, de Adam Smith, de su teoría y sus mitos. Galbraith recuerda que Adam Smith se oponía a la gran clase comerciante pues ello hubiese otorgado a esta grandes privilegios arancelarios y monopolistas. "Smith quería libertad de comercio, impulsada por la fuerza universal del propio interés. Veía a su vez, a esta fuerza como la motivación que orientaba la vida Economics hacia resultados socialmente beneficiosos. He aquí su famosa mano invisible", dice Galbraith.
Respecto a los servicios públicos y el Estado, Smith insistía en que un país civilizado tiene una gran cantidad de gastos necesarios que no lo son en absoluto de un país, según su expresión, bárbaros. Además, le atraía mucho la idea de un impuesto proporcional con la riqueza.

CAPÍTULO 9

El capítulo 9 reflexiona sobre la política exterior de EE.UU., cuyos cargos tienen un gran prestigio social pero poca formación según Galbraith.

CAPÍTULO 10 Y 11

Los capítulos 10 y 11 abordan el gasto militar ante amanezas. [ nota del lector: Galbraith ya estudió este tema en "La sociedad opulenta"]. Este sostiene que en los 80 la administracion Reagan invirtió millones de dólares en nuevas tecnologías armamentisticas, lo que generó beneficios a los fabricantes, ingenieros y militares. Sin embargo, Galbraith reprocha que programas como La Guerra de las Galaxias eran de dudosa eficacia pese a su alto coste. En realidad, lo que se ve es que ese dinero no fue a programas sociales o escolares y a los votantes sstisfechos les pareció bien. El autor hace una observación sobre que las más grandes y costosas guerras fueron emprendidas por demócratas ( la guerra de Corea, Vietnam o la Segunda Guerra Mundial) y las cortas y de baja intensidad (Panamá, Granada o Irak en 1991) por republicanos. [ nota del lector: el libro fue escrito en 1992, las dos siguientes guerras en Afganistán e Irak fueron emprendidas por republicanos].
Otra observación es que los votantes satisfechos no quieren ir a las guerras, por lo que la mayoría de los reclutas proceden de entornos marginales bajo promesas de ascenso social].

CAPÍTULO 13 y finales

La conclusión de Galbraith es que las políticas, discursos y promesas de demócratas y republicanos se asemejan porque no quieren disgustar al votante satisfecho.
En uno de sus comentarios, Galbraith comenta que los votantes quieren que los políticos garanticen sus ahorros y los gobiernos eviten las quiebras de los "bancos demasiado grandes para caer". [nota del lector: Como vemos, Galbraith estaba anticipando un escenario que tendría gran trascendencia 20 años después].

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Resumen: "La tercera vía", de Anthony Giddens (1998)


Sociología, teoría política

Resumen, comentarios y anotaciones por E.V.Pita, licenciado en Sociologia y Derecho

Ver texto original y actualizado en el siguiente link:

Título: "La tercera vía"
Título original: "The Third Way"
Subtitulo: La renovación en la socialdemocracia

Autor: Anthony Giddens

Fecha de publicación : 1998

Editorial en español : Taurus

Texto de la contraportada: La idea de encoontrsr una tercera vía en política está siendo, desde hace tiempo, ampliamente debatida en Europa, Estadps Unidos y Latinoamérica. ¿Pero qué es la tercera vía? Los defensores de esta teoría no han sido capaces de ponerse de acuerdo y sus detractores rechazan del todo esta noción. Anthony Giddens muestra que desarrollar una tercera vía en la política moderna es no solo una posibilidad sino una necesidad y representa la renovación de la socialdemocracia en un mundo en el que las ideas de la vieja izquierda han quedado obsoletas, mientras que las de la nueva derecha son inadecuadas y contradictorias. Un nuevo programa socialdemócrata está surgiendo: es sólido, de largo alcance y puede reavivar el idealismo político."

ÍNDICE

1. El socialismo y su posteridad
La muerte del socialismo z
La socialdemocracia a la antigua
La perspectiva neoliberal
Las doctrinas comparadas
Los debates recientes
Estructuras de apoyo político
El destino de la socialdemocracia 

2. Cinco dilemas 
La globalización 
El individualismo 
Izquierda y derecha 
Capacidad de acción 
Cuestiones ideológicas
La política de la tercera vía 

3. El Estado y la sociedad civil 
Democratizando la democracia 
La cuestión de la sociedad civil 
Delincuencia y comunidad 
La familia democrática 

4. El estado social inversor 
El significado de la igualdad 
Inclusión y exclusión 
Una sociedad de bienestar positivo 
Estrategias de inversión social 

5. Hacia la era global
La nación cosmopolita 
Pluralismo cultural 
Democracia cosmopolita 
La Unión Europea
El gobierno global 
El fundamentalismo de mercado a escala mundial 

.....

Notas para el resumen: entre los diversos autores que han explicado el contexto histórico y político de la última década, Giddens parece ser que es el que lo explica mejor. Sitúa a la socialdemocracia en crisis mientras que el neoliberalismo está lleno de contradicciones. La propuesta de trabajo es una tercera vía que consistiría en ensamblar lo menos de cada corriente.

Resumen 

Capítulo 1

Giddens considera que hay dos corrientes en el neoliberalismo: la conservadora, que apoya el mínimo Estado y la libertad individual en lo económico pero intervencionista en lo moral y vida privada. Defienden valores como la familia o el hogar. La otra rama son los "libertarios" que son tremendamente individualistas y no aceptan la intromisión del estado en la esfera privada como podrían ser cuestiones como el aborto o el divorcio. En ambos casos, defienden la economía de libre mercado. Son indiferentes a la desigualdad al entender que hay igualdad de oportunidades y que cada uno está según su valía y esfuerzo. No obstante, creen que debe haber una red de seguridad para que nadie pase hambre. Sostienen que todos se beneficiarán del ilimitado crecimiento económico dado que los recursos naturales son inagotables y por tanto siempre seguirá el crecimiento.
Para Giddens, este modelo está lleno de contradicciones y no es realista respecto a cuestiones como el agotamiento de los recursos del planeta.

Por otra parte, define a  los socialdemócratas como aquellos que aceptan las reglas del libre mercado pero están a favor de un estado más intervencionista en la economía mientras que separan al Estado de la vida moral, que dejan a la esfera privada. También defienden un concerto de familia nuclear donde el cabeza de familia ds el hombre y trae el salario a casa, por lo que hay pleno empleo. Proponen una amplia red de protección social y mayor igualitarismo pero, según Giddens, eso ha llevado a la creación de ghettos en zonas con viviendas de protección social donde hay mucha delincuencia.

Para Giddens, ninguna de estas corrientes da soluciones al mundo actual, al menos desde los 90. El neoliberalismo acarrea enormes desigualdades sin que hagan nada por remediarlo mientras que la socialdemocracia propone un igualitarismo que frena la iniciativa individual. Pero quizás lo más chocante sea el caso de que desde hace 30 años, la familia nuclear se ha disuelto con la incorporación de la mujer al trabajo, lo que ha cambiado la sociedad. Ni izquierda ni derecha se han adaptado a esta nueva realidad.


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Resumen: "El respeto", de Richard Sennett (2003)


El resumen original y actualizado está en el siguiente link: 



Sociología, estructura social, sociología del trabajo, cambio social

Título: "El respeto"
Subtítulo: "Sobre la dignidad del hombre en un mundo de desigualdad"

Título original: "Respect in a World of Inequality"

Autor: Richard Sennett

Fecha de publicación: 2003

Editorial en español: Anagrama SA

Texto de la contraportada:

"En la última década del siglo XX, mientras se desmantelaban distintas formas de la asistencia social, según numerosos pensadores se mejora el bienestar de los hombres concentrándose en la capacidad potencial y no en la necesidad. Richard Sennett siempre ha discrepado. En esta deslumbrante mezcla de recuerdos personales y meditaciones teóricas, el autor se ocupa de la necesidad y de la responsabilidad social frente al abismo de la desigualdad. En un mundo confuso de relaciones sociales "flexibles", el respeto es algo que inquieta a todos, al empleado que trabaja a las órdenes de una dirección insensible, al asistente social que intenta ayudar a un individuo agraviado, o al virtuoso músico y su acompañante, que pretenden formar un dúo perfecto.
Sennett, que comienza con sus recuerdos de infancia en las tristemente célebres viviendas sociales de Cabrini Green, investiga los factores que hacen que el respeto mutuo sea algo tan difícil de alcanzar. Primero, la desigualdad del talento: Sennet reconoce que incluso en un mundo perfecto, las capacidades humanas nunca serán iguales. Segundo, la dependencia de los adultos. El dependiente se enfrenta al desafío de ganar a un tiempo el respeto de los otros y el respeto a sí mismo. Tercero, las formas degradantes de la compasión, ya sea la impersonal burocracia o el voluntariado intrusivo.
En  un estilo cautivador, lleno de analogías con el lenguaje de la música, Sennett investiga el desarrollo de la autoestima en una sociedad desigual - mediante la dedicación a un oficio, por ejemplo -. cómo esa autoestima debe estar equilibrada con los sentimientos hacia los demás, y cómo el respeto mutuo puede forjar vínculos por encima de la brecha de la desigualdad.
Y por último, nos incita a trabajar por una sociedad que funcione como una orquesta, que promueva lo mejor de cada uno de sus miembros, y a la vez, las relacione estrechamente entre sí".

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ÍNDICE

Primera parte
Escasez de respeto6.
1. Recuerdos de Cabrini
2. El significado del respeto

Segunda parte
Una indagación sobre el respeto
3. Desigualdad de talento
4. La vergüenza de depender
5. La compasión que hiere

Tercera parte
Una discusión sobre el estado de bienestar
6. El respeto burocrático
7. La asistencia social liberada

Cuarta parte
Carácter y estructura social
8. Lo mutuo en el respeto mutuo
9. El giro del carácter hacia afuera
10. La política del respeto

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Resumen y comentarios:

El libro trata sobre la desigualdad en la nueva economía y cómo no se han resuelto los problemas que hacen que el más necesitado, que depende de ayuda, se sienta discriminado o separado.

El sociólogo Sennett recuerda su infancia cuando fue a vivir con su madre a Chicago, a las casas sociales de Cabrini. Al principio, los blancos que iban allí consideraban que era un sitio temporal donde estar mientras intentaban salir adelante. Nadie se preocupaba por cuidar su piso porque pensaba que otros que viniesen después lo arreglarían. Poco a poco, algunas casas quedaron abandonadas y fue ocupada por colectivos marginales. A medida que pasaba el tiempo, los blancos se marchaban. A los diez años, solo quedaban las familias de color y los jóvenes se dedicaban la lanzarse piedras hasta que hubo heridos y estalló el conflicto. Las viviendas se convirtieron en un violento guetto. En esos años, Sennett había aprendido música y salió adelante como profesional del chelo. En la universidad tenía una novia de color pero los conflictos raciales de esa época rompieron la relación. También tuvo mala suerte con el chelo porque se le lesionaron unos tendones de una mano y la operación salió mal y quedó inútil.Por suerte, un profesor de Harvard le ofreció un puesto de ayudante.

A lo largo del libro, Sennet habla de temas que ha tratado en el pasado; por ejemplo, que en las fábricas han desaparecido los artesanos y que ahora las empresas quieren flexibilidad para hacer los trabajos, por lo que los trabajadores, que son rápidamente reemplazados, no son precisamente leales ni comprometidos cuando el empleo era para toda la vida..

Uno de los pasajes más impactantes del libro es cuando Sennett vuelve a Cabrini a dar una charla a jóvenes para orientarles sobre su futuro profesional y darles ánimos. Una mujer de color cuenta que hizo mecanografía y ahora trabaja de secretaria en una empresa, otro logró acceder a un sindicato y el tercero era un médico oculista que se crió en Cabrini y que salió adelante con becas hasta licenciarse en Harvard. Les dijo a los chicos: "Teneis que luchar por vuestros sueños y desarrollar vuestra potencialidad" pero su público casi lo lincha porque les hablaba con el lenguaje de la élite y se sintieron ofendidos. En realidad, prosperar mediante el talento también es una forma de desigualdad,
Hay una cosa que dice Sennett que parece interesante: Harvard escoge a los alumnos por su "gran potencial, no por lo que son". Ese concepto de "potencialidad" también lo aplican las empresas para contratar empleados: buscan a aquellos con "potencial que desarrollar" más que contratar a uno por lo que es.

Sennett también revisa el concepto de "jaula de hierro" que dijo Max Weber sobre la burocracia y su pirámide jerárquica. Dijo que estas estructuras burocráticas estaban presentes en muchas organizaciones, no solo políticas, sino militares o incluso religiosas, en las que se imponía la disciplina al individuo, que no podía pensar y se limitaba a obedecer. En esas instituciones, las personas a las que se les ayudaba se les imponía un horario, unas normas, etc... por el mero hecho de ser dependientes.
También habla de que los funcionarios están más comprometidos con la administración que los empleados de una empresa privada porque piensan que actúan por el bien común.

Otro tema que llama la atención es la propuesta de algunos autores de dar un salario mínimo a todas las personas, sean necesitados o no, trabajen o no. La idea es que, con ese dinero, la gente se costee su comida, medicinas, educación, etc... bajo su responsabilidad. De esta manera, si alguien es pobre, es por su propia responsabilidad. [Nota del lector: el mínimo vital sigue aún en debate y en España se recogen firmas para dar a todo el mundo una renta básica. La cuestión es si eso sería útil en el sentido en que dispararía los precios de la comida y el coste de los médicos privados se dispararía]. Entre las ideas que apunta Sennett es que la renta básica equivaldría a eliminar el Estado de Bienestar y duda que un médico privado sea mejor que uno público, ya que, al menos, el público tiene conciencia de que hace un servicio útil a la comunidad mientras que el médico privado puede vender muy bien su producto pero luego ofrecer un pésimo servicio o de inferior calidad.




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Título: "La doctrina del shock", de Naomi Klein (2007)




Resumen original y actualizado en el link:
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/10/la-doctrina-del-shock-de-naomi-klein.html

Autor del resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, cambio social, globalización

Título: "La doctrina del shock"
Subtítulo: "El auge del capitalismo del desastre"
Autora: Naomi Klein (http://www.naomiklein.org/)

Título original: The Shock Doctrine

Editorial: Paidós (http://www.paidos.com/)
Fecha de publicación: 2007

INDICE

-Los dos ingenieros del shock: investigación y desarrollo
-La primera prueba: dolores de parto
-Democracia superviviente: bombas fabricadas con leyes
-Lost in Transition: Mientras llorábamos, mientras nos estremecíamos, mientras bailábamos
-Tiempos de shock: auge del complejo del capitalismo del desastre
-Irak, se cierra el círculo: shock definitivo
-La zona de seguridad móvil: zonas de separación y muros de protección

Texto de la contraportada de la edición en español de Paidós:

"La doctrina del shock es la historia no oficial del libre mercado. Naomi Klein descubre la verdad sobre el capitalismo en este documentado libro, basado en sus entrevistas e investigaciones de los últimos cuatro años. Klein demuestra que el capitalismo emplea constantemente la violencia, el terrorismo contra el individuo y la sociedad. Lejos de ser el camino hacia la libertad, se aprovecha de la crisis para introducir impopulares medidas de choque económico, a menudo acompañadas de otras formas de shock no tan metafóricas: el golpe de la porra de los policías, las torturas con electroshock o la picana en las celdas de las cárceles. De Chile a Rusia, de Canadá a Sudáfrica, de Argentina a China, los ejemplos, y sus escalofriantes consecuencias abundan. En este relato apasionante, narrado con pulso firme, Klein repasa la historia mundial reciente (de la dictadura de Pinochet a la reconstrucción de Beirut; del Katrina al tsunami, del 11-S al 11-M) para dar la palabra a un único protagonista: las diezmadas poblaciones civiles sometidas a la voracidad despiadada de los nuevos dueños del mundo, el conglomerado industrial, comercial y gubernamental para quien los desastres, las guerras y la inseguridad del ciudadano son el siniestro combustible de la economía del shock."

[Nota del lector: Importante: la lectura de este libro debería ser complementada con El fin de la pobreza, del economista Jeffrey Sachs, porque Klein critica su papel neoliberal en las crisis de Bolivia y Polonia, entre otras, y es saludable conocer las dos versiones]

El libro se lee fácilmente. La autora empieza con un repaso a la escuela de Chicago y las doctrinas de Milton Friedman, guró de la economía neoliberal que defiende la reducción del papel del estado en la economía y una mayor privatización. [Nota del lector: Diversos autores han reconocido que el  FMI sigue estas recetas cada vez que presta dinero en base a doctrinas monetarias que reducen la inflación]. La teoría de Friedman era que había que aplicar rápidamente la terapia de choque como escribió en su último artículo sobre la reconstrucción de Nueva Orleáns: cheques de escuelas privadas, reconstrucción de áreas devastadas con lujosas urbanizaciones (como ocurrió en Indonesia). La idea es que se aproveche unas crisis para cambiar fulminantemente un sistema demasiado público por otro donde haya más iniciativa privada y que esté liberalizado y abierto al exterior. [Nota del lector: en cierto modo, Friedman recuerda Platón cuando quiere poner en práctica sus teorías políticas invitado por el rey de Sicilia].

Klein sigue la pista de la primera aplicación de la teoría neoliberal en el mundo: Chile, en 1973. En los años anteriores, diversas fundaciones becaron a estudiantes de Economía para estudiar en Chicago y luego regresaron a Chile como profesores de una escuela de tal doctrina. Eran los "Chicago boys" y se guiaban por un manual de gobierno llamado "El ladrillo". Tras el golpe que derrocó a Allende, el régimen militar de Pinochet se dejó asesorar por los expertos de Chicago, que inmediatamente recortó el gasto público, privatizó muchas empresas públicar y abrió las fronteras a los inversores y productos extranjeros. No se redujo el gasto militar sino que se aumentó [Nota del lector: es lo mismo que dice Galbraith en las primeras páginas de su libro La sociedad opulenta, escrito entorno a 1950]. El resultado fue, según Klein, que el desempleo se disparó, los ingresos públicos se redujeron y las empresas locales se arruinaron al no ser competitivas. Pinochet se resistió a privatizar la minería del cobre que había nacionalizado Allende porque suponía un gran ingreso para las arcas públicas. Una década después,las deuda exterior había sido pagada pero Pinochet asumió una política keinesiana para estimular la economía. En tanto, los ministros formados en la escuela de Chicago fueron despedidos del gobierno.

[Nota del lector: otro autor, Liall Fergunson, en "El triunfo del dinero" (2011) da una versión muy distinta de lo que ocurrió. Este dice que Allende era un marxista que quería instaurar un régimen comunista y que fue reemplazado por un brutal régimen militar que era asesorado por el superministro de Economía Piñera, que no venía de Chicago sino de Harvard. Chile fue el primer laboratorio de la nueva economía que retornó a las esencias del capitalismo y desmanteló el estado de bienestar. Pinochet redujo los gastos del Estado del 40 al 22% e instauró un seguro privado de pensiones que fue apoyado por el 70% de los trabajadores. La junta militar convocó elecciones en 1990, cuando la economía se había recuperado. Sobre la recesión que vivió Chile en los años 80, la  atribuye a que siguió la paridad con el dólar, lo que le arrastró cuando este varió su cotización. Fergunson dice que Chile, ahora, es el país más saneado de Lationamérica].

Doctrinas similares se aplicaron con mayor o menor éxito en el Brasil de la junta militar de los años 60 o en la Argentina de la junta militar de 1976. En Brasil, Klein dice que los generales aplicaron la mano dura después de que hubiese huelgas que amenazaban con la implantación del nuevo sistema económico. Esta aplicación del terror se convirtió en norma porque era una especie de crear un "shock" en la población para que no pudiese reaccionar a los recortes sociales.

En las siguientes páginas, Klein describe las investigaciones psiquiátricas en Canadá sobre cómo "poner la mente a cero" con enfermos psiquiátricos. Un doctor descubrió que si se les impedía dormir a los enfermos o les alteraba el orden de las comidas, estos perdían la noción del tiempo y el espacio, y su identidad, durante un tiempo. Lo justo para tener la mente a cero y "reprogramarlos" con nuevas ideas. Así se pretendía curar la esquizofrenia. El electroshock también fue aplicado. No hay noticia de nadie que fuese curado con estos experimentos. [Nota del lector: inevitablemente, uno recuerda la trilogía de "Los hombres que no amaban a las mujeres" y a los experimentos que hacía un psiquiatra sueco con la protagonista Salander]

La idea surgió tras tener noticia de que en la guerra de Corea, los comunistas "lavaban el cerebro" a los soldados estadounidenses prisioneros. Estos informes psiquiátricos fueron promovidos, financiados y aplicados, supuestamente, por agencias estatales en los interrogatorios a presos en Latinoamérica, según relata Klein en su libro. Esta señala que durante la guerra sucia en Lationamérica, aparecen continuamente este tipo de interrogatorios a detenidos, asesorados por un experto americano. La "parrilla" argentina estaba inspirada en el electroshock, así como los cajones donde nadie puede acomodarse y con bombillas encendidas se basa en los estudios psiquiátricos de los 50 y 60. La teoría de Klein es que todos seguían el mismo "manual".
Posteriormente, Klein relata las desapariciones de políticos disconformes con las juntas militares como medio de aterrorizar a la población y hacerle entrar en "shock" para implantar el nuevo orden económico. Se empezaría decero y sin oposición. Argentina logró así atraer a inversores extranjeros, prometiendo estabilidad. Chile no tuvo tanta suerte porque Pinochet arruinó su imagen exterior con las matanzas de opositores politicos en los estadios de fútbol. Al final, las desapariciones en Argentina, que se hacían a plena luz del dia, también pusieron en evidencia la imagen internacional de la junta. [Nota del lector: eliminar a los opositores políticos para aplicar sin problemas las nuevas políticas no es nuevo, basta con ver las purgas de Stalin, el genocidio nazi o la represión franquista, que en todos casos buscaban eliminar la disidencia interna pues no contemplaban la pluralidad de opiniones en la política]

[Nota del lector: Argentina y Chile acabaron por volver a la democracia en los años 80, proceso que describe acertadamente Francis Fukuyama en "El fin de la historia y el ultimo hombre" como una pérdida de legitimidad de las juntas y que fue iniciado en los países meditérráneos en los años 70].

La guerra de las Malvinas fue la crisis perfecta para que Margareth Thatcher implantara duras medidas de ajuste en Inglaterra e iniciara recortes sociales y privatizaciones, según señala Klein.

El siguiente experimento del neoliberalismo, prosigue Klein, tuvo lugar en Bolivia, un país con problemas de hiperinflación durante la lucha contra los campos de coca. La solución fue dar ayuda financiera a un presidente de corte progresista para privatizar mina  subir los precios, eliminar el control de precios. Esta vez el promotor vino de Harvard, Jeffry Sachs, quien prometió eliminar en un día la hiperinflación subiendo los precios de la gasolina y otras medidas impopulares. Las medidas de ajuste aplicadas por Goñi, duraron 100 días , hubo arrestos de sindicalistas, numerosos desempleos y la narcoeconomía volvió a reflotar. Bolivia fue puesta como ejemplo de un país democrático que implantó reformas neoliberales sin violencia. Pero Klein señala que los electores votaron por otro programa más progresista y que los políticos, supuestamente,tenían preparada una terapia de shock .

Klein indica que en los años 80, muchas democracias de Lationamérica tuvieron que asumir las deudas que dejaron las dictaduras por los préstamos para compras de armas, desfalcos en paraísos fiscales y otras sumas. Además, en Argentina, la dictadura subvención a empresas amigas antes de traspasar el poder, con lo que cargó de deuda a los gobiernos democráticos. La solución fue la hiperinflación.

Sachs fue contratado para otro encargo: conseguir fondos para la Polonia democrática del sindicato Solidaridad. Los proyectos de colectivizar las empresas de Walesa se olvidaron rápidamente cuando el país no encontró a nadie que le financiase el pago de su deuda y la receta fue una rápida privatización. Había mucho dinero que ganar en Europa del Este.

Klein sostiene, como luego diría Stiglitz, que el FMI y el Banco Mundial acabaron siendo controlados por economistas de la Escuela de Chicago, amiguetes y compañeros de clase que venían adoctrinados y que sabían lo que tenían que hacer: dar el tijeretazo a los países deudores para que caminasen por la buena senda. A nadie le preocupó los miles de desempleados que generaba la eficiencia de la economía.

A estas alturas, señala Klein, a nadie se le escapaba que la doctrina del shock, al aprovechar cualquier crisis como una gran deuda o la hiperinflación, servía para, a continuación aplicar políticas de ajusta que dudosamente iban a ser aplicadas en tiempos de prosperidad.

(continuará el resumen)


Material documental sobre "Doctrina del shock" (Naomi Klein):

En you tube: http://www.youtube.com/watch?v=gP591bZNc0I (1 hora).

Web de Naomi Klein: http://www.naomiklein.org/shock-doctrine/materiales-espanol


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"Algo va mal", de Tony Judt (2010)



Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/03/algo-va-mal-tony-judt.html

Materia: sociología de la estructura social, cambio social, política económica

Resumen y comentarios: E.V.Pita (2011)

Título: "Algo va mal"
Titulo original: "Ill fares the Land"
Autor: Tony Judt
Editorial: Taurus
Publicación: 2010

CAPÍTULOS

-Introducción. Guía para perplejos.
Cap. 1 - Cómo vivimos ahora.
Cap. 2 - El mundo que hemos perdido.
Cap. 3 - La insoportable levedad de la política
Cap. 4 - ¿Adiós a todo esto?
Cap. 5 - ¿Qué hacer?
Cap. 6 -¿Qué nos reserva el porvenir?


Resumen: en los primeros capítulos, Judt explica que desde 1980, el Estado [socialdemocrata protector que surgió tras la Gran Depresión] se disuelve frente a una oleada de neoliberalismo que privatiza los servicios públicos al entender que no son rentables ni eficaces y que es mejor que los regule la "mano invisible del mercado".

Centra el problema en que la política ya no se hará en función de más Estado o más mercado, sino en qué tipo de Estado quieres, si muy intervencionista o el actual de bienestar.
También examina las diferencias entre Estados Unidos, individualista y con bajos impuestos, y Europa, socialdemócrata y con impuestos retributivos de la renta.

La cuestión es que desde los años 80, las desigualdades sociales, según Judt, han aumentado debido a esta política más centrada en el esfuerzo individual que en el colectivo.
La frase clave del libro es: "La nueva generación siente una honda preocupación por el mundo que va a heredar. Pero esos temores van acompañados de una sensación general de frustracción: nosotros sabemos que algo está mal y hay muchas cosas que no nos gustan. Pero ¿en qué podemos creer, qué debemos hacer?"

Anotación bibliográfica: muestra unas estadísticas que relacionan desigualdad de la renta y homicidios, transtorno mental y gasto en sanidad y esperanza de vida. Están extraídas de Wilkinson y Pickett, "The Spirit Level".

En el capitulo 1, Judt dice que la economía clásica consideraba que el individuo siempre adoptaba decisiones económicas racionales conforme a su interés y que busca la maximización del beneficio y que vinculaba libertad a libertad financiera, pero esto lleva a evaluar las decisiones con un vacío moral. Se pregunta qué pasa con otras componentes que influyen en el comportamiento como el altruismo o la colaboración gratuita.

Nota del lector: en Internet, vemos que hay altruismo y colaboración, donde el rendimiento
económico es cero. Efectivamente, no hay rentabilidad.

Capítulo 2.
Judt recuerda los grandes desastres de l914 a 1945, lastrados por dos devastadoras guerras, epidemias, dictaduras o cracks financieros. Dice que en 1945 el principal problema era cómo asegurar la democracia y evitar que la experiencia se repitiese. El Estado liberal de libre mercado y "laissz-faire" fue barrido. Y ensalza a Maynard Keynes como la persona que más esfuerzos dedicó a ese desafío.
Keynes estudió el problema de la incertidumbre y la inseguridad que corroían la confianza en el liberalismo. La intervención del estado, se decía, había librado a Alemania del paro, a la URSS de la Gran Depresión y en Italia los trenes eran puntuales. [nota del lector: recuerdo las palabras de Hayek en esos años sobre el riesgo de que el Estado interviniese en los asuntos del individuo porque este se convertía en deudor o súbdito]. Keynes vio que había cosas positivas en las políticas contracíclicas y el Estado de la Seguridad Social. El Estado liberal se había visto obligado a salvar al capitalismo con políticas que parecían entonces socialistas [nota del lector: nuevamente Hayek puso objeciones]. Pero hubo consenso (Butler + Gaitskell= butskelismo]. Defendían la planificación económica e inversión a gran escala.Judt dice que "la seguridad del bienestar en que se vivía y la futura prosperidad suavizaron las injusticias del capitalismo". Entre 1945 y 1975 hubo prosperidad, seguridad en el empleo y movilidad social ascendente a escala sin precedentes. La clase media recibió educación gratuita, atención médica barata o gratis, pensiones públicas y seguro de desempleo. Se abrió la élite cultural a las masas.
Si el estado movilizó a las masas para la guerra también podía hacerlo para la paz mediante la planificación a través de incentivos fiscales. Se insistió en que las instituciones resolvían lo que el mercado no podía hacer o hacían controles de divisas, regulaciones salariales o precios límite, y se aumentaron los impuestos. Se redistribuyó la riqueza como algo beneficioso para todos. Pero Judt advierte que a ojos de hoy esas metas eran ineficaces y que ponían peligrosamente enormes recursos sociales en manos de burócratas, políticos y grandes gobiernos. Se hizo porque los contribuyentes tenían confianza en su comunidad porque era igualitaria. Esto se notó mucho en países pequeños y homogéneos que generaron confianza y cooperación pero que rozaba el egoísmo cuando entran otros colectivos a los que mantener.
Judt cree que no es demasiado alto el precio pagado por la confianza, la tributación progresiva y el Estado intervencionista de 1945-1975, en general socialdemócratas que crearon el Estado del Bienestar. Pero ahora se piensa en términos de destrucción creativa (Schumpeter). Para la generación más vieja el bienestar les pareció milagroso, nada que ver con los empleos basura de hoy, dice el autor. Pero a finales de los 70 hubo alertas sobre el desequilibro del gasto social y público a medida que envejecía la generación del baby-boom a la vez que se ralentizaba el crecimiento. Ello conllevó el declive de la "Gran Sociedad" pero por sí solos no explican la transición radical a nuestra época.
Capitulo 3.

Menciona a Le Corbusier y la planificación de las ciudades tras la posguerra, asi como la creacción de pisos-colmena y la destrucción de centros históricos en aras de la modernidad, sin contar con la opinión de los ciudadanos.

[Nota del lector: esto recuerda a toda la fase de desarrollismo de los años 60 y a la ley del suelo que permitía derribar cascos históricos para construir bloques de hormigón en aras del progreso.]

La escuela austríaca. Judt menciona a cinco economistas austríacos de la escuela de Chicago de libre mercado (Chicago boys): Von Mises, Hayek, Schumpeter (descripción de la creatividad destructiva del capitalismo), Karl Popper (defensa de la sociedad abierta) y Drucker (gestión empresarial). Todos trataron de explicar en los años 30 la debacle de la izquierda frente a los totalitarismos por la intervención del estado en la economía, frente a las recetas contracíclicas de Keynes. Para ellos, la planificación no tenía sentido porque se basa en cálculos y predicciones poco realistas.

Hayek en "Camino de la servidumbre" advierte de que el estado de bienestar deviene en totalitarismo, lo que fue desmentido en los prósperos años 50 a 70.

Para Judt, los cinco economistas de la escuela de Chicago, que tanto influyó en Reagan o Thatcher, estaban continuando un debate sobre los mercados libres y las libertades occidentales que se remonta al siglo XIX.

Capítulo 4 - ¿Adios a todo esto?

Judt señala que la caída del muro no supuso el fin de la historia, fue una oportunidad perdida de reconfigurar el mundo en torno a instituciones y prácticas internacionales consensuadas y perfeccionadas.

1989 y el final de la riqueza
Desde la Revolucion Francesa había una fe secular por el progreso con doctrinas como el positivismo (uso político de datos sociales para remediar el mundo, ver a Beatrice Webb). Esta idea fue desmontada en el siglo XX por los totalitarismos. La caída del comunismo en 1989 dejó a la socialdemocracia (su discurso era que ellos estaban a favor de la libertad, igualdad, justicia social y mercados regulados) sin una doctrina ni narración de democracia frente al conservadurismo. Ahora, apenas se distinguen. Todos somos demócratas.

Las ironías del poscomunismo
El Estado no es tan malo si se compara con los estados fallidos. La caída de la URSS supuso el fin de la planificación y el control central pero no los desacreditó. El desafío, dice Judt, es organizarnos en beneficio común.

El párrafo clave del libro: "¿por qué íba a parecernos mejor que unos empresarios codiciosos salgan enriquecidos del derrumbamiento de un Estado autoritario es mucho mejor que el propio autoritarismo? Ambas situaciones sugieren que algo falla seriamente en nuestra sociedad. La libertad es la libertad. Pero si conduce a la desigualdad, la pobreza y el cinismo, deberíamos decirlo con claridad en vez de ocultarlo bajo la alfombra en nombre del triunfo de la libertad sobre la opresión".

El problema de los impuestos: tras la llegada del paro en 1970, los que aún trabajaban tuvieron que pagar más impuestos, lo que generó quejas. Nadie recordaba por qué se instauró ese sistema tras la Gran Depresión de 1929. La socialdemocracia no sobrevivió más de una generación porque a los hijos de los primeros beneficiarios les indignaba el coste de la subvención a la cultura, transporte público o las piscinas.

Judt propone el retraso de las jubilaciones como mal menor pese a que sea una medida impopular que los Gobiernos pusilánimes no quieren tomar.

La lógica del Estado protector preservó su forma democrática.

¿Qué hemos aprendido? [de 1989]
La socialdemocracia tuvo su momento con el New Deal y la Gran Sociedad (nota del lector: no sé á qué se refiere) y el neoliberalismo tuvo su momento en 1970 hasta que se desacreditó con la crisis financiera de 2008.
Para Judt, 1989 supuso el redescubrimiento de la libertad.
Otro párrafo clave del libro: "¿Por qué estamos tan seguros de que cierta medida de planificación o la tributación progresiva o la propiedad colectiva de lo bienes públicos son restricciones intolerables de la libertad mientras que las cámaras de circuito cerrado, los rescates estatales de bancos de inversión "demasiado grandes para dejarlos caer", las escuchas telefónicas y las costosas guerras en otros países son cargas aceptables que la gente debe aceptar?".
Se pregunta ¿qué hacer?

Capitulo 5. ¿Qué hacer?

En defensa de la disconformidad.
Judt dice que la conformidad en las comunidades tiene un precio: no puede responder a los nuevos desafíos. Estados Unidos, como observó Tocqueville, se inclinó hacia la conformidad y los que dicen lo que quieren son marginados o sus palabras silenciadas. Y la tolerante Gran Bretaña descalifica al que no esté de acuerdo con la corrección política o los tipos impositivos.

Fuentes de disconformidad: diferencias teológicas, de clase, intelectuales (primero contra los abusos del poder y luego contra la opinión pública). Los debates han caído en manos de think-tanks.

Cláusulas de exclusión en debates de EEUU sobre el papel activo del Gobierno: Impuestos bajos, el Gobierno no se entrometa en asuntos, y nada de socialismo. En Europa, la tolerante Inglaterra llena sus calles de cámaras de videovigilancia que invaden la intimidad.

Duda que los intelectuales (que no se opusieron a la guerra de Irak) ni los políticos puedan cambiar nada. Según Judt, lo harán los jóvenes si no caen en el apoliticismo.

Aquí hay un párrafo muy interesante: "Lo primero que se le ocurre a un joven que quiere "comprometerse" es afiliarse a Amnistía Internacional o Greenpeace o a Human Rights Wacth o a Médicos sin Fronteras". Pero si renuncian a la política, abandonan su sociedad a los funcionarios más mediocres, sin la talla de un Churchill o un Roosevelt. "Políticamente, nuestra época es de pigmeos", dice Judt. Los sondeos dicen que hay desilusión con los politicos que no afrontan problemas como el calentamiento global.

-Una conversación pública renovada.
-Reabrir la cuestión local
-¿Una nueva narración moral?

Capítulo 6. ¿Qué nos reserva el porvenir?

-La globalización

Combina el crecimiento es bueno y es inevitable. Pero la expansion economica no garantiza ni igualdad ni prosperidad.

Aquí comenta algo muy interesante: en 1914, el mundo estaba globalizado pero tras las dos guerras, no se recuperó el comercio internacional hasta 1950.

En 2008, quedó dinamitada la idea de los estados corporativistas de mercado

Se pregunta: "¿Estamos seguros de que la globalizacion va a ser permanente?

-Pensar el Estado.

Las economías mixtas hicieron que la generación más joven diese por sentada la estabilidad y a exigir la eliminacion del obstaculo de los impuestos, las regulaciones y la interferencia del Estado.

Tras la liberalizaciónde 1980 a 2008, el Estado vuelve a intervenir pese a que oficialmente se rechaza su progagonismo. El problema, según dice Judt, es que el Estado genera desconfianza por el daño que causaron, porque ejerce coerción frente a la libertad política y que los Estados activistas pueden equivocarse a gran escala.

Paradoja sobre que no se puede tener Estados que presten servicios sociales o eficientes mercados libres. El problema es que si el estado es débil, intervienen otros jugadores como los monopolios o los trust, que se benefician excesivamente de una economía desregulada y las ganancias están mal distribuidas. Por eso recomienda actuar al estado para garantizar ciertas obras del bien público.

Demanda opcional: la cantidad que paga un individuo por tener un servicio a todas horas. Aquí no funciona la mano invisible del Estado.

-Los ferrocarriles, estudio de un caso

Los trenes son un monopolio. Pero su privatización lleva aparejadas varias condiciones: combinación de lo peor del control monopolista del mercado, interferencia estatal y albur moral.

En el transporte, Judt considera que el Estado debe dar un servicio aunque sea ineficiente y poco rentable a los más desfavorecidos (pueblos apartados de las ruta comerciales, jubilados...). Un economista propondría arrancar las vías para hacer las rutas poco rentables en coche.

Ejemplo de los ferrocarriles británicos privados, que recibieron importantes subvenciones. También se cerraron líneas para levantar autopistas, lo que generó un coste medioambiental.

Las estaciones de ferrocarril no envejecen como sistema de transporte, lo que entronca con el "individualismo" moderno y la aparición de la sociedad civil.

-La política del temor

La inseguridad vuelve a la vida política en las democracias occidentales, dice Judt, : terrorismo, cambio, paro, distribución de recursos, control de la rutina.

Ojo a esto que dice: "En Occidente hemos vivido un largo periodo de estabilidad, adormecidos en la ilusión de un progreso economico indefinido. Pero eso ya ha pasado".

Avecina una epoca de lideres locales y cree que un estado débil y un mercado libre no va a ayudar mucho (ver cleptocracias de Europa del Este). Dice que mucha gente prefiere un estado fuerte-autoritario pero estable a uno fallido y que ahora la socialdemocracia ya no tiene argumentos para captar a sus votantes. Advierte de que las democracias liberales pueden zozobrar. Y el conservadurismo ha abandonado la moderacion social.
Siente que la socialdemocracia abandonó los logros que tanto esfuerzo costaron conseguir.

Conclusión: Qué pervive y qué ha muerto de la socialdemocracia.

Los críticos preguntan si el estado de Bienestar debe permanecer. Y acusa a los socialdemocratas de no definirse o de guardar silencio ante atrocidades de Balcanes. A partir de los 90 se perdió la ilusion de la igualdad y volvió el egoísmo con el objetivo en la vida de tener éxito en los negocios.

Y finaliza: "Si pensamos que algo va mal, debemos actuar en congruencia con ese conocimiento".

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"Indignaos", de Stéphane Hessel (2011)




Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/03/indignaos-de-stephane-hessel.html

Autor del resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Materia: sociología, pensamiento político, cambio social.

Título: "¡Indignaos!"
Subtítulo: Un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica.
Autor: Stéphane Hessel.
Editorial: Destino, imago mundi
Título original en francés: "Indignez-vous!"
Año de publicación: 2011

INDICE
-Prólogo de José Luis Sampedro
-INDIGNAOS
-El motivo de la resistencia es la indigación
-Dos visiones de la historia
-La indiferencia: la peor de las actitudes
-Mi indignación a propósito de Palestina
-La no violencia, el camino que debemos aprender a seguir
-Por una insurrección pacífica
-Notas del editor de acuerdo con el autor
-Posfacio del editor

Resumen: el autor, de 93 años, luchó en la resistencia francesa y se queja de que el siglo XXI ha supuesto un retroceso en cuanto a libertades civiles y políticas, así como de derechos sociales. La frase clave del libro es: "el nazismo ha sido vencido [...] pero esta amenaza no ha desaparecido totalmente y nuestra cólera respecto a la injusticia sigue intacta. [...] Apelamos todavía a una "verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el consumo de masas, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competicion a ultranza de todos contra todos".

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Resumen: "El precio de la desigualdad", de Joseph E. Stiglitz (2012)


Sociología, estructura social, estructura económica, cambio social

 Resumen, comentarios y anotaciones: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Blogs: http://evpitasociologia.blogspot.com y http://eleconomistavago.wordpress.com


 Título: "El precio de la desigualdad" ´
Subtitulo: El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita

Título original: "The price of Inequality: How Today's Divided Society Endangers Our Future"

Autor: Joseph E. Stiglitz

Fecha de publicación: 2012
Editorial en inglés: W.W. Norton & Company
Editorial en español: Taurus ( www.editorialtaurus.com/es )

ÍNDICE

Prólogo a edición española

Capítulo 1
El problema de Estados Unidos con el 1%

Capítulo 2
La búsqueda de rentas y la creación de una sociedad desigual

Cápítulo 3
Los mercados y la desigualdad

Capítulo 4
Por qué es importante

Capítulo 5
Una democracia en peligro

Cápítulo 6
1984 está al caer

Capítulo 7
¿Justicia para todos? Como la desigualdad está erosionando el imperio de la ley

Capítulo 8
La batalla de los presupuestos

Capítulo 9
Una política macroeconómica y un banco central por y para el 1%

Capítulo 10
El camino a seguir: otro mundo es posible

Texto de la contraportada: "El 1% de la población disfruta de las mejores viviendas, la mejor educación, los mejores médicos y el mejor nivel de vida, pero hay una cosa que el dinero no puede comprar: la comprensión de que su destino está ligado a cómo vive el otro 99%. A lo largo de la historia esto es algo que esa minoría solo ha logrado entender... cuando ya era demasiado tarde.
Las consecuencias de la desigualdad son conocidad: altos índices de criminalidad, problemas sanitarios, mejores niveles de educación, de cohesión social y de esperanza de vida. Pero ¿cuáles son sus causas, por qué está creciendo con tanta rapidez y cúal es su efecto sobre la economía? El precio de la desigualdad proporciona las esperadas respuestas a estas apremiantes cuestiones en una de las más brillantes contribuciones de un economista al debate público de los últimos años.
El premio Nobel Joseph Stiglitz muestra cómo los mercados por sí solos non son ni eficientes ni estables y tienden a acumular la riqueza en manos de unos pocos más que a promover la competencia. Revela además que las políticas de gobiernos e instituciones son propensas a acentuar esta tendencia, influyendo sobre los mercados en modos que dan ventaja a los más ricos frente al resto. La democracia y el imperio de la ley se ven a su vez debilitados por la cada vez mayor concentración del poder en manos de los más privilegiados.
Este libro constituye una contundente crítica a las ideas del libre mercado y a la dirección que Estados Unidos y muchas otras sociedades han tomado durante los últimos 30 años, demostrando por qué no es solo injusta sino además insensata. Stiglitz ofrece esperanza en la forma de un concreto conjunto de reformas que contribuirían a crear una sociedad más justa y equitativa, además de una economía más sólida y estable."

Comentarios ténicos del lector previos al resumen:
EL ÍNDICE DE GINI
[Notas del lector: Entre los conceptos clave que maneja Stiglitz está el índice de Gini, una curva estadística derivada de la superficie rayada de la curva de Lorenz que estudia el grado de desviación de la media, generalmente entre una población y sus ingresos y rentas. Si la curva de Gini y la de Lorenz coinciden, es decir, la desviación es cero, existe una distribución igual perfecta, en la que el 20% que menos ingresos percibe obtiene el 20% del PIB, mientras que si se desvía hacia los extremos, hasta la diferencia de 1, la desigualdad es máxima. Ocurre,teóricamente, cuando el 1% con mayores ingresos se lleva el 100% del PIB. El índice de Gini de España pasó del 0,3 al 0,34 en solo cinco años, desde 2005 a 2010, lo que aumentó la desigualdad en la distribución del PIB, mientras que el de Estados Unidos alcanza el 0,47. A partir de 0,5, algunos economistas consideran que es un pais bananero con gran desigualdad en el reparto de las riquezas o el PIB].

CAPÍTULO 1
Una de las novedades que aporta Stiglitz es la duda de que el PIB (ingresos per cápita) pueda ser un reflejo fiel del bienestar de un país, y cree que el éxito de la economía solo puede evaluarse con lo que ocurre con el nivel de vida de la población (y sus ingresos en términos reales, o sea, con el IPC deflactado). [Nota del lector: la idea de cuestionar el PIB no es nueva, ya lo hizo el rey de Bhutan en los años 70 cuando rechazó el PIB y acuñó el Índice de Felicidad, que viene a ser lo mismo que comparar dos países por lo bien que viven independientemente de sus ingresos]. Lo que dice Stiglitz es que aunque aumentó la producción de EE.UU. en un 75% desde 1980, el reparto de los beneficios no cayó hacia bajo sino que se quedó arriba e incluso cayó menos que en 1970.

Una de las claves de este capítulo es el mito sobre la igualdad de oportunidades en EE.UU., dado que muy poca gente con pocos ingresos logra llegar a lo más alto, pues la educación es muy cara y solo se la pueden permitir los más adinerados, salvo casos contados de alumnos brillantes que obtienen una beca. [Nota del lector: en estudios sociológicos de estructura social en EE.UU. que examinaron tablas de profesiones de los años 60 a 80 se detectó eso mismo, que el transvase de la población de una clase de bajos ingresos a otra con más ingresos es mínimo o lento, lo que quiere decir que no hay movilidad o que es mínima].

Estas son las conclusiones de Stiglitz sobre la economía de EE.UU:
1) Los ingresos crecen sobre todo para el 1% de la población que más cobra.
2) Ello genera un aumento de la desigualdad
3) La clase baja y media están peor que antes del 2000
4) Mayores desigualdades en el patrimonio que en los ingresos
5) Mayor desigualdad en educación y sanidad, que es lo que eleva el nivel de vida
6) La vida es ahora más dura entre los pobres
7) Hay menos población de clase media por no decir ninguna
8) Hay menos movilidad de menos a mayores ingresos, lo que prueba que la igualdad de oportunidades es un mito
9)Es el país avanzado menos igualitario, cada vez crece más la distancia entre ricos y pobres y no hace nada por corregir esas diferencias.

Stiglitz rebate los argumentos que dan los neoliberales sobre la economía de EE.UU.
1)Es un país de oportunidades
2) La gente se ha beneficiado de la economía de mercado, sobre todo desde la desregulación de 1980.
3) En un año cualquiera, unos acaban pobres y otros ricos. Lo que cuenta es la desigualdad a largo plazo.
4) La pobreza en EE.UU. no es real porque disponen de servicios (al abrir el grifo, sale agua) y bienes de consumo (la gente se puede comprar un televisor chino) impensables en un país tercermundista.
5) Se ha sobreestimado la inflación, por lo que el crecimiento de los ingresos es mayor del que se cree.
6) Los pobres deben culparse a sí mismos. Si se paliase la pobreza, se debilitaría la economía.

CAPÍTULO 2
Stiglitz y sus comentarios sobre "La riqueza de las naciones", de Adam Smith, y los fallos de mercado.

[Nota del lector: Tiene el interés de que es la interpretación más contemporánea del libro, escrito hace casi dos siglos y medio.]

Stiglitz recuerda que Adam Smith, el padre de la teoría económica moderna, sostiene que la búsqueda privada del interés propio daría lugar, como a través de una mano invisible, al bienestar de todos.
[Nota del lector: ojo, solo menciona "mano invisible" una vez en todo el libro]. A ello replica Stiglitz que, hoy día, con esta crisis, nadie sería capaz de argumentar que la búsqueda de su propio interés por parte de los banqueros haya conducido al bienestar de todos. Ni siquiera es un juego de suma cero (lo que gana uno, lo pierde el otro).
Stiglitz dice que, de la fórmula postulada por Adam Smith, cuando los mercados funcionan bien, es porque la rentabilidad privada y los beneficios sociales están bien alineados porque las recompensas privadas y las contribuciones sociales se igualan tal y como suponía la teoría de la productividad marginal (las personas con una productividad más alta reciben un salario más alto). La divergencia entre rentabilidad privada y social estribaría, según Adam Smith, en que por sí mismos los mercados no producen resultados eficientes ni deseables (por ejemplo, decidiendo los fabricantes aumentar los precios a la vez) y ahí el Gobierno tiene el papel de corregir esos fallos de mercado mediante impuestos y normativas que vuelvan a alinear los incentivos privados y las rentabilidades sociales.
Si no están alineados esos incentivos privados y sociales, dice Stiglitz, hay:
1)  competencia imperfecta
2) existen externalidades [Nota del lector: Ver "El economista camuflado", lo explica bien, se refiere a la contaminación que causas las empresas]
3) imperfecciones o asimetrías de información [NdL: Stiglitz recibió el Nobel por estudiar esas asimetrías]
4) cuando no existen los mercados de riesgo o de seguros.

Segun Stiglitz, el Gobierno debe corregir estos fallos de mercado mediante regulación pues lo contrario lleva a que la rentabilidad privada sea mayor que la social y eso genere desigualdad como ocurre desde que subió Reagan al poder en 1980 hasta la actualidad.
Pero lo que sucede, según Stiglitz, es que el Gobierno genera un ecosistema favorable a los buscadores de rentas (no crean riqueza, se la quitan a otros). La búsqueda de rentas se consigue a) mediante la transferencias subvenciones ocultas y públicas por parte del Gobierno b) leyes que hacen menos competitivo el mercado 3)una aplicación laxa de las vigentes leyes sobre la competencia d) unos estatutos que permiten a las grandes empresas aprovecharse de los demás o trasladar sus costes al resto de la sociedad.
CAPÍTULO 3
En este capítulo, Stiglitz se pregunta qué hubiese pasado si la globalización, en vez de favorecer la movilidad de capitales sin fronteras hubiese limitado esta y estimulado la movilidad de los trabajadores. Este sostiene que los países competirían por subir los salarios y crear buenos colegios y un entorno medioambiental favorable. [nota del lector: si hubiese total libertad de movimientos laborales y no de capital, las empresas podrían llevar a un país trabajadores escasamente cualificados dispuestos a trabajar a mitad de precio y durmiendo en galpones, por lo que al final también bajaría los salarios de los locales]. Stiglitz dice que los salarios han caído a la mitad en los países desarrollados desde los años 80 por la pérdida de empleo en las manufacturas. Aquel que ha encontrado trabajo ha sido con menor salario y mayor inestabilidad. Eso impide que se puedan pagar una mejor educación para optar a empleos altamente cualificados. El resultado es que los obreros no cualificados se quedan atrapados en el paro y no hay un trasvase a la case media. La estimulación del consumo en los 90 y la década del 2000 solo enmascaró el problema del empobrecimiento de la clase media, que ha quedado encadenada xa deudas hipotecarias. A Stiglitz esto le recuerda a la crisis de la agricultura en la Gran Depresión (1929-1938), cuando los granjeros endeudados vendían sus cosechas a mitad de precio y no podían emigrar a la ciudad porque había desempleo. Ahora ocurre un fenómeno similar con los obreros no cualificados en paro y atrapados en su ciudad en crisis. [nota del lector: esto podría describir la situación que se vive en Detroit, antes una de las grandes industrias del automovilismo, o en ciudades en permanente crisis industrial como Ferrol, con numerosos obreros del Naval en paro].

Capítulo 6: "1984 está al caer"

Con este título, el autor hace referencia a 1984, la novela que describe una sociedad dirigida por el Gran Hermano que controla los movimientos de todos los ciudadanos a los que engaña con publicidad gubernamental.

En este capítulo, Stiglitz estudia los mensajes y estudios sesgados que lanzan los más ricos para convencer al resto de que bajar los impuestos a las rentistas es bueno para la economía porque generará crecimiento y beneficiará a todos. Lo cierto, dice el autor, es que la desregulación iniciada por Reagan en 1980 ha reducido los ingresos de las clases medias y sus oportunidades mientras aumentó la desigualdad con los más ricos y los buscadores de rentas. Pero el discurso público se centra en la eficiencia y equidad, especialmente de los mercados y de los ingresos de los altos directivos. Pero eso requiere una justificación porque podría ser percibido como  injusto. Así los salarios de los directivos se denominan recompensa por rendimientos y si hay pérdidas se le cambia el nombre. Luego está el dogma de que los mercados y lo privado son eficientes y de que los fallos son culpa del inútil Gobierno que lo que  debe hacer es desregular las normativas y privatizar el sector público.

Lo mismo para los negacionistas del cambio climático, las tabacaleras o industrias tóxicas.

Stiglitz sostiene que el 1% ha convencido al 99% de sus intereses a través de la publicidad y otros medios de influir en la opinión publica. El resultado es que el americano medio ignora que la desigualdad ha crecido en los últimos diez años o tiene una percepción equivocada del nivel de desigualdad (cree que es menor de lo que debería ser).

El autor menciona varios trucos publicitarios y psicológicos para manipular a los votantes porque no son individuos que eligen como consumidores racionales. Por ejemplo, el "encuadre" puede llevar a error (decir a alguien un número al azar, preguntarle luego un porcentaje sobre algo y ambas cifras serán parecidas).

Otro método es apelar al equilibrio y la equidad. Por ejemplo, es opinión generalizada que el esfuerzo merece recompensa y que el más rico se lo ha ganado ( Stiglitz recuerda a los directivos de banca con contratos millonarios incluso tras llevar a la empresa a la quiebra).

Una de las formas de  influir en los ciudadanos es en la educación de, por ejemplo, los jueces, para que reciban una formación académica centrada en la economía y no en las personas (importante para que ejecuten los desahucios sin pestañear). Lo mismo para los estudiantes de Economía, para que vean el mundo "desde la estrechez de miras de la derecha conservadora".

Otra forma de influir en la opinión pública es a través de los lobbies que convencen al político para que saque adelante sus propuestas (como la generosa rebaja de impuestos para las rentas altas).

Pero Stiglitz recalca que las ideas circulan libremente y que por mucho que se diga que los mercados son eficientes la Gran Depresión probó lo contrario y hubo que intervenir el Gobierno. Lo mismo pasa con la Gran Recesión pero la derecha culpa al Gobierno de las chapuzas de la banca.
El autor dedica unas páginas a criticar el actual sistema de medición de la producción y riqueza de un país mediante el Producto Interior Bruto (PIB). Sostiene que aunque el PIB de EE.UU. ello no ha favorecido a los ciudadanos pues han sufrido una caída de sus ingresos, realidad enmascarada por la fluidez de los créditos. Muchas multinacionales deslocalizadas computan sus ingresos obtenidos en el extranjero pero que no crean empleo en EE.UU. Y todo eso engrosa el PIB, que además no resta los daños medioambientales y que suponen un coste para el país. Stiglitz concluye que los países escandinavos son, en términos reales, más ricos que EE.UU. Porque la riqueza está mejor distribuida. Cree que el PIB debe ser sustituido por otro corregido. [nota del lector: el rey de Buttan hace tiempo que propuso el índice de felicidad].
Otro concepto que destaca el autor es el de las subvenciones ocultas por el que las empresas que contaminan sin que haya una normativa que castigue el daño medioambiental. En realidad, esa falta de legislación es una subvención encubierta.
CAPÍTULO 7 "Una justicia para todos?"
Stiglitz cree que hay una conexión entre los grupos empresariales y el Gobierno para que la legislación favorezca sus intereses aunque lo vendan como un "interés general" aunque en realidad aumentan la desigualdad. Esta ayuda legal es una subvención encubierta porque permite a las industrias contaminar más sin miedo a multas. Lo mismo para leyes sobre quiebras, limitación de responsabilidades por accidentes, costes para acceder a la Justicia, la competencia o la propiedad intelectual.
En los apartados siguientes, Stiglitz estudia los fracasos para regular los créditos usurarios, la legislación sobre quiebras y el proceso de desahucio en EE. UU.
En el primer caso, durante la bonanza, el estado de Georgia descubrió préstamos abusivos en sus bancos y quiso regularlo  pero una agencia de calificación amenazó con no calificar ninguna hipoteca del estado y se retiró la ley. Las financieras también lograron que no fuese elegida la profesora Warren, defensora del consumidor, para una comisión que protegiese al cliente de créditos malos.
CAPITULO 8 - La Batalla de los presupuestos
Stiglitz cree que el déficit no es un problema urgente y principal y es fácil de reducir aumentando los impuestos a los ricos que se bajaron desde el 2.000 y bajarlos a los pobres. Sus ideas don las siguientes:

-Subir los impuestos a los más ricos.

-Eliminar la asistencia a las empresas y las subvenciones ocultas.

-Aumentar los impuestos a las sociedades que no invierten ni crean empleo en Estados Unidos (o el país que sea) y ayudar los que sí lo hacen. [nota del lector: eso supondría poner mas impuestos a las grandes multinacionales que contratan su produción en Asia y cierran fábricas en Occidente, lo que parece justo, no puedes disfrutar de las buenas autopistas europeas y no pagar impuestos]

- Gravar con impuestos y tasas a  quienes contaminan.

-Poner fin a los regalos de lis recursos de un país.

- Recortar el despilfarro en gastos militares y no pagar de más por las compras del Estado, ya sea las farmacéuticas o las contratistas de Defensa.

Por otra parte, cree que hay mitos por parte del lado de la oferta.

-Gravar a los ricos reduce el ahorro y el trabajo y que todo el mundo sale perjudicado .

-No perdonar impuestos o no dar subvenciones a empresas tóxicas o del carbón supone perder  puestos de trabajo y nadie quiere eso.

Y el autor replica que, hoy en día, la crisis es de demanda.

Añade que culpar a los parados de ser unos vagos porque no buscan empleo con ahínco es culpar a la víctima. Critica la doctrina que defiende que un periodo extenso de prestaciones por desempleo supondría un "riesgo moral" porque desincentivaría la búsqueda de empleo. [nota del lector: ideas como esta han sido defendidas en libros de Tim Hanford como "El economista camuflado" y sus secuelas que hace cálculos de lo máximo que tendría que cobrar un chabolista respecto al salario mínimo para que no le saliese más rentable vivir del subsidio]. Stiglitz responde que cuando hay una oferta de trabajo por cada cuatro candidatos, el problema no es del parado.

Pero, siempre según el autor Stiglitz, el peor mito es que la austeridad trae el empleo y que el gasto del Gobierno no lo hace.

(en próximas semanas seguirá el resumen)

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Resumen: "¿Por qué la austeridad mata?", de David Stuckler y Sanjay Basu (2013)


Sociología, economía política, política sanitaria, bienestar, austeridad

Comentarios, resumen y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología

El resumen original y actualizado está en el siguiente link:

http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/01/por-que-la-austeridad-mata-de-david.html

Título: "¿Por qué la austeridad mata?"
Subtítulo: El coste humano de las políticas de recorte

Título original: "Body Economic. Why Austerity Kills"

Autores: David Stuckler y Sanjay Basu.

Fecha de publicación: 2013

Editorial en español: Santillana Ediciones Generales SL


Texto de la contraportada:

"Este es el primer libro que afronta el debate político y económico sobre la crisis desde una nueva y muy necesaria perspectiva: su coste humano. La recesión global ha tenido un impacto brutal sobre la riqueza de los países pero todavía ignoramos cómo afecta a un tema esencial: el bienestar físico y mental de sus ciudadanos.
¿Por qué al enfrentarse a crisis similares la salud en algunas naciones (como Grecia) se ha deteriorado gravemente mientras en otras (como Islandia) ha llegado a mejorar? Tras una década de investigaciones, David Stuckler y Sanjay Basu nos demuestran que incluso ante las peores catástrofes económicas los efectos negativos en la salud pública no son inevitables. Es la mala gestión de los gobiernos la que puede conducir a un desastroso saldo de tragedias humanas.
Por qué la austeridad mata presenta una conclusión demoledora: los recortes son seriamente perjudiciales para su salud. Son las recetas de austeridad las que agravan fatalmente las consecuencias de las crisis, mutilando programas sociales clave justo en el momento en el que más se necesitan, empeorando el desempleo y obstaculizando la recuperación.
Este libro defiende que las decisiones económicas no son únicamente una cuestión de ideologías, de tasas de crecimiento y de déficits presupuestarios, sino también una cuestión de vida o muerte. Solo un sistema más justo e igualitario, acompañado de políticas inteligentes que refuercen las redes públicas de protección, garantizará el bienestar de nuestras sociedades".

ÍNDICE

Prólogo a la edición española.

Las dos caras de la Gran Recesión en España

Primera Parte: Historia

Capítulo 1... Paliando los efectos de la Gran Depresión

Capítulo 2... La crisis de mortalidad postcomunista

Capítulo 3... De milagro a espejismo

Segunda Parte: La Gran Recesión

Capítulo 4.... Que Dios bendiga a Islandia

Capítulo 5.... Una tragedia griega

Tercera Parte: Resistencia

Capítulo 6.... Cuidar o no cuidar

Capítulo 7.... Volver a trabajar

Capítulo 8.... Que una plaga devore todas vuestras casas

Conclusión: Curar el cuerpo económico

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Notas biográficas de los autores:
David Stuckler es investigador y experto en los aspectos económicos de la salud
Sanjay Basu es epidemiólogo y profesor asistente de Medicina en el Centro de Investigación para la prevención de la Universidad de Stanford. Tiene el blog: epiAnalysis 

Comentarios previos y notas del lector: 

Este libro tiene interés porque introduce el concepto de "grupos de control" en el análisis económico de la crisis. Por ejemplo, en la Gran Depresión de 1929, el grupo de control fueron los estados que se negaron a aplicar el programa New Deal y que tuvieron más pobreza que aquellos que lo aplicaron. En la crisis asiática de 1990, el grupo de control fueron aquellos países que rehuyeron aplicar las recetas de austeridad del FMI como Malaysia, que salieron antes de la crisis que quienes fueron buenos alumnos. En el caso de la Gran Recesión del 2007, los países que se negaron a pagar los créditos bancarios, como Islandia, salieron antes de la crisis que Grecia, España o Portugal que se comprometieron a respaldar los fondos extranjeros. En general, la austeridad predica aguantar un sacrificio y dolor a plazo corto que generará un beneficio a largo plazo.
Los autores sostienen que las políticas de austeridad que se aplicaron en la Gran Depresión de 1929, y la "terapia de choque" (ver "La doctrina del shock", de Naomi Klein) aplicada a la crisis latinoamericana de los 80, la rusa y la asiática de los 90 o la Gran Recesión de 2007 han acarreado situaciones de extrema pobreza pero, además, conllevaron la muerte de gente que no pudo pagar o se quedó sin acceso por los recortes a medicamentos. Epidemias y enfermedades que parecían controladas, de repente volvían a resurgir al eliminarse presupuestos médicos. Como contraste, la austeridad redujo el número de accidentes de tráfico en la Gran Depresión de 1929 porque había menos circulación de vehículos y la gente tenía menos dinero para gastar en alcohol.



Crítica a Jeffrey Sachs, por su programa para reflotar la antigua URSS como Rusia en los años 90: "Sachs argumenta que una transición más rápida favorece el crecimiento económico y reduce al mínimo los perjuicios en materia de salud pero en Rusia hubo sufrimientos humanos y aumento de la pobreza. Sachs reconoció en 1995 que las reformas crean estrés pero que hay mejoría a largo plazo, aunque haya que perder bienestar".

Recesión en España
Parte del interés del libro está en su análisis que hacen en el prólogo sobre la recesión en España.
Dicen que en noviembre del 2012 estaban en Barcelona y los turistas llenaban las boutiques cuando apareció una manifestación contra los recortes que decía: "La austeridad mata".
Según ellos, la Gran Recesión en España en 2007 generó un desempleo del 25%, hay un 3% más de niños en el umbral de la pobreza y el 23% de los niños de Cataluña son pobres. En España han subido en 20 puntos los niveles de depresión grave, alcoholismo y ansiedad, y en Cataluña, a pesar de esta tendencia, cortan un 10% los servicios sanitarios por cuestiones del déficit.
Explican que en la Gran Recesión hubo un shock inicial con la quiebra de los bancos lo que, a su vez, paró en seco los mercados de vivienda y la propiedad inmobiliaria. La recesión se quiso parar con medidas de auteridad.

Hablan de un "experimento natural" en los países y ciudadanos que involuntariamente se han metido en la crisis. Unos, como Obama, han optado por una política expansiva con la Ley de Recuperación y Reinversión dotada con 800.000 millones. Otros, como el Reino Unido, se han decidido por una austeridad radical.

España también optó (o le presionaron para aplicarla) por la austeridad.

En 2010, Zapatero aplicó recortes por 15.000 millones.
En 2012, Rajoy aplicó recortes de 64.000 millones.

El plan era reducir la deuda pública pero pasó del 37% del PIB en el 2007 al 85% en 2013 (y creen que podría cerrar el año con el 91%), por lo que no se cumplió el objetivo de déficit público. [nota del lector: algunos autores creen que España pronto llegará al 100% del PIB]

Desde el Gobierno se insistió en que los recortes iban a traer confianza al sector privado y otras inversiones y empleo. Pero en el 2011, la débil recuperación se vio anulada por la pérdida de puestos de trabajo, menos gastos en economía. Hubo una contracción del -1,5% [nota del lector: este dato es importante porque es una pista del efecto multiplicador de las medidas de austeridad para contraer la economía}. En el sector público español se eliminaron 259.000 empleos, hay 6 millones de parados y el índice de desempleo juvenil es del 57%.

Recalcan que el indicador por antonomasia del buen hacer de un Gobierno es cómo atiende a los intereses de su pueblo y si es capaz de protegerlo durante los tiempos difíciles. Y lo que ha ocurrido es que en el 2007-2010 en España hubo 400 casos más de suicidios, 400.000 casos de depresión, conductas desesperadas y la dependencia y abuso del alcohol se multiplicó por seis. Así como hay estrés por miedo a perder el empleo o tener problemas para pagar la hipoteca. También ha habido varios suicidios por desahucio. Recuerdan que 400.000 familias perdieron sus casas por no pagar el alquiler o la hipoteca.
En vez de potenciar los programas sociales para evitar la acumulación de deudas, los recortó.

Califican las medidas de recortes tomadas en España de "temerarias", lo mismo que en Grecia y Portugal. Dicen que en Grecia, las infecciones por VIH subieron un 224% entre los drogadictos (por falta de jeringuillas gratis), el presupuesto sanitario cayó un 40 %, el desempleo entre los jóvenes subió un 50% y las personas sin hogar aumentaron un 25%. Es más, en Grecia aparecieron epidemias como la de la malaria, desaparecidas en Europa. Se eliminaron 35.000 puestos sanitarios, se agotaron 200 medicamentos, hay un 50% más de gente que no puede acceder al sistema sanitario y subió un 40% la mortalidad infantil.

[Nota del lector: obsérvese que los autores dan sus datos en porcentajes pero no en cifras absolutas, lo que puede llamar a confusión al lector. Es decir que si había dos contagios de una enfermedad en un año y ahora hay 3, el aumento es del 50%].

España tampoco se ha librado de este desastre sanitario, según los autores. Hay 600.000 personas sin ingresos y el 22% vive en la pobreza, según Cáritas, oenegé a la que alaban su labor altruísta. Dicen que aplicar estos recortes en España "es una locura" porque en España la deuda pública no supera el 90 % del PIB mientras que en Grecia, la deuda se sitúa en el 174%.

Mencionan el caso de Sánchez Gordillo, conocido como el Robin Hood español y el pueblo de Marinadela (creo) que puso en marcha una explotación agrícola en régimen de cooperativas para los vecinos desempleados del pueblo y ahora el paro es cero.


Los autores insisten: "Las recesiones hacen daño pero la austeridad más".

Por ello proponen un New Deal al estilo de las tomadas por el presidente F.D,Roosveelt durante la crisis de 1929. Que las medidas que adopten los países para controlar el déficit:
1) No causen daño
2) Ayuden a que la gente vuelva a tener trabajo
3) Inviertan en salud pública.

Repasan los tratamientos experimentales que hay hasta ahora: austeridad y estímulo.
-La austeridad promete reducir la deuda pública y el déficit y curar la recesión. Reorganiza el gasto estatal en sanidad, desempleo y ayuda a vivienda.
-El estímulo invierte en sanidad pública mediante programas de su red de protección social.

Insisten en que la salud pública mejoró en estados que estaban a favor del New Deal, así como en aquellos países de Asia que eludieron las medidas del FMI.

Los autores insisten en que los resultados de su investigación demuestran que el gasto de estímulo en programas específicos de sanidad pública contribuyen a reducir el déficit a base de fomentar un crecimiento adicional. Cada dólar invertido en estos programas rinde 3 dólares de crecimiento económico, que se pueden usar para saldar el déficit. [Nota del lector: es lo que Keynes denominó el "efecto multiplicador"]. 

Por el contrario, los países que optan por drásticos recortes a corto plazo acaban padeciendo un declive económico a largo plazo. Cuando el Estado recorta el gasto en medio de una recesión también reduce drásticamente la demanda en un momento en que la demanda ya es baja de por sí.

Los principales casos que examinan son la transición de la exURSS a la Rusia democrática, las crisis de Asia de los 90 y el caso europeo de la Gran Recesión de 2008.

En el caso ruso, culpa directamente a los neoliberales (incluido Jeffrey Sachs, que se quiere desmarcar) de provocar la quiebra del país y de causar, indirectamente, la muerte de miles de personasExplican que la URSS había especializado sus ciudades, una para producir carbón, otra para hacer tornillos, de forma que trabajaban en red para que todo funcionase como un reloj. Tras el hundimiento de la URSS, los neoliberales propusieron su terapia de choque y vender rápidamente todas las empresas públicas, todo lo que se pudiese en dos años. El resultado fue el completo colapso de la economía, ya que una ciudad de Siberia que abastecía de tornillos a otra que hacía sartenes, por ejemplo, se quedó sin clientes porque los demás cerraron. El paro se disparó, no hubo expectativas de mejoría, las industrias paradas se oxidaron y arruinaron, no hubo para comer y muchos obreros cayeron en la bebida y murieron por enfermedades, accidentes o se suicidaron dejando un país repleto de viudas con hijos, resumiendo el capítulo que escribieron los autores. En Rusia se generaron grandes fortunas con la privatización pero también enormes desigualdades y un crecimiento de la pobreza extrema. Creen que la terapia de choque fue desafortunada porque la privatización debería ser escalonada y progresiva pero los neoliberales alegaron que tenían miedo de que volviese el comunismo. 

El siguiente caso que analizan es de el hundimiento de la economía asiática en los años 90, y países emergentes como Tailandia, Malaysia, Indonesia o Corea del Sur fueron considerados los "tigres asiáticos" en los que el dinero llegó a raudalesLos inversores internacionales perdieron la confianza en el "thai" tailandés y del día a la noche retiraron todo el dinero [nota del lector: el proceso es bien explicado por Stiglitz, que dice que el FMI se limita a asegurarse de que los acreedores cobran, y Krugman]. Los países se vieron inmersos en una deuda y tuvieron que pagarla, por lo que pidieron ayuda al FMI, que les recetó recortes en sanidad y educación. Solo hubo un país que se negó a seguir las consignas del FMI, Malaysia, que lo que hizo fue algo así como suspender pagos o aplazarlo. El resto acató los recortes porque el FMI era el prestatario en última instancia y, de repente, la pobreza invadió los campos de Indonesia y Tailandia. Enfermedades que parecían controladas como el VIH, tras hacer programas sanitarios, se dispararon otra vez al suprimirse la asignación para vacunas o preservativos o jeringuillas gratis. Pasados unos años, Malaysia estaba en la senda del crecimiento al negarse a hacer recortes mientras que el resto seguían postrados en la crisis y con una población enferma, empobrecida o incluso muertos por la enfermedad resurgida por la supresión de presupuesto sanitario.

El otro caso que estudian es la Gran Recesión en Europa (especialmente el caso griego), cómo lo afrontó Estados Unidos que aplicó programas de estímulo y el caso islandésdonde los ciudadanos se negaron a los recortes y votaron en referendum que no pensaban devolverle el dinero a los inversores británicos.

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Resumen: "El capital en el siglo XXI", de Thomas Piketty (2013)


El resumen original está en:

Resumen por E.V.Pita (2014), licenciado en Derecho y Sociología.

Traducido de la versión inglesa

Sociología, estratificación social, cambio social, crecimiento económico

Título: "Capital in the Twenty-First Century"
Autor: Thomas Piketty
Editorial en inglés: Harvard University (2014)

Fecha de publicación: 2013 (edición francesa)

"El capital en el siglo XXI", de Thomas Piketty (2013 en edición francesa, 2014 en la inglesa) ha sido elogiado por Paul Krugman como uno de los grandes o el mejor libro del año 2014.


Reseña de la solapa:

"¿Cuáles son las grandes dinámicas que impulsan la acumulación y distribución de capital? Preguntas sobre la evolución a largo plazo de la desigualdad , la concentración de la riqueza, y las perspectivas de crecimiento económico se encuentran en el corazón de la economía política . Pero respuestas satisfactorias han sido difíciles de encontrar debido a la falta de datos adecuados y teorías rectores claros . En El Capital en el siglo XXI , Thomas Piketty analiza una colección única de datos de veinte países , que van ya en el siglo XVIII, para descubrir patrones económicos y sociales clave . Sus hallazgos transformarán debate y fijar el orden del día para la próxima generación de pensamiento acerca de la riqueza y la desigualdad.Piketty muestra que el crecimiento económico moderno y la difusión del conocimiento nos han permitido evitar desigualdades en la escala apocalíptica predicho por Karl Marx. Pero no hemos modificado las estructuras profundas del capital y la desigualdad tanto como nosotros pensamos en las décadas siguientes optimistas Segunda Guerra Mundial. El principal impulsor de la desigualdad - la tendencia de los rendimientos del capital para superar la tasa de crecimiento económico de hoy amenaza con generar desigualdades extremas que despiertan el descontento y socavar los valores democráticos. Pero las tendencias económicas no son actos de Dios. La acción política ha frenado las desigualdades peligrosas en el pasado, Piketty dice , y puede hacerlo de nuevo.Una obra de extraordinaria ambición , la originalidad y el rigor, El capital en el siglo XXI reorienta nuestra comprensión de la historia económica y nos confronta con lecciones aleccionadoras para hoy."

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ÍNDICE 

Traducido del original en inglés (abril 2014)

Nota: traduzco "income" como renta

Parte I

1. Renta y Capital
2. Crecimiento: ilusiones y realidades

Parte II
Las dinámicas de la relación capital/ingresos
3. La metamorfosis del capital
4. Desde la Vieja Europa al Nuevo Mundo
5. La ratio capital/ingresos a largo plazo
6. El capital y la división de trabajo en el siglo XXI

Parte III
La estructura de la desigualdad

7. Desigualdad y concentración: aspectos preliminares
8. Dos mundos
9. Desigualdad de las rentas de trabajo
10. Desigualdad de la propiedad del capital
11. Mérito y herencia en el largo plazo
12. Desigualdad global de la riqueza en el largo plazo

Parte IV
Regulación del capital en el siglo XXI

13. Un estado social para el siglo XXI
14. Repensando los impuestos progresivos sobre la renta
15. Una tasa global al capital

16. La cuestión de la deuda pública

Los contenidos al detalle

Introducción
¿Un debate sin fecha?
Malthus, Young y la Revolución Francesa
Ricardo: el principio de la escasez
Marx: el principio de la infinita acumulación
Desde Marx a Kuznets, o del Apocalipisis al Cuento de Hadas
La curva de Kuznets: buenas noticias en el medio de la Guerra Fría
Volviendo a poner la cuestión de la distribución en el corazón del análisis económico
Los recursos usados en este libro
Los principales resultados de este estudio
Fuerzas de convergencia, fuerzas de divergencia
La fuerza fundamental de divergencia
Los límites geográficos e históricos de este estudio
El marco teórico y conceptual
Fuera del libro

Primera Parte:  Renta y Capital

1. Renta y producción
El capital y la división de trabajo en el largo plazo: no tan estable
La idea de renta nacional
¿Qué es el capital?
Capital y riqueza
La relación capital/renta
La primera ley fundamental del capitalismo: a=rxb
Contabilidad nacional: una construcción social en evolución
La Distribución Global de la Producción (PIB)
Desde bloques continentales a bloques regionales
Desigualdad global: desde 150 euros por mes a 3.000 euros al mes
La distribución global de la renta (GDI) es más desigual que la distribución de la producción
¿Qué fuerzas favorecen la convergencia?

2. Crecimiento: ilusiones y realidades
El crecimiento a muy largo plazo 
La ley de crecimiento acumulado
Las etapas del crecimiento demográfico
Crecimiento demográfico negativo
Crecimiento como factor de igualdad
Las etapas del crecimiento económico
¿Qué significa un aumento de diez veces el poder adquisitivo? 
Crecimiento: una diversificación de estilos de vida
¿El fin del crecimiento?
Un crecimiento anual del 1% implica mayor cambio social
Los años posteriores de la posguerralos destinos transatlánticos enredados 
La doble curva de campana del crecimiento global
La cuestión de la inflación 
La gran estabilidad monetaria en los siglos XVIII y XIX
El significado del dinero en la literatura económica clásica
La pérdida de los rodamientos monetarios en el siglo XX

Segunda Parte: Las dinámicas de la relación capital/renta

3. La metamorfosis del capital
La naturaleza de la riqueza: de la Literatura a la realidad
La metamorfosis del capital en Inglaterra y Francia
Auge y caída del capital extranjero
Renta y riqueza: algunos órdenes de magnitud
Riqueza pública, riqueza privada
La riqueza pública desde una perspectiva histórica
Gran Bretaña: la deuda pública y el reforzamiento del capital privado
¿Quién se beneficia con la deuda pública?
Las subidas y bajadas de la equivalencia ricardiana
Francia. Un capitalismo sin capitalistas en el periodo de postguerra

 4. Desde la Vieja Europa al Nuevo Mundo
Alemania: capitalismo renano y propiedad social
Shocks al capital en el siglo XX
El capital en América: más estable que en Europa
El Nuevo Mundo y el capital extranjero
Canadá: siempre propiedad de la Corona
Nuevo Mundo y Viejo Mundo: la importancia de la esclavitud
Capital esclavo y capital humano

 5. La relación capital / renta a largo plazo
La segunda ley fundamental del capitalismo: b=s/g
Una ley a largo plazo
El regreso de capital en los países ricos desde la década de 1970
Más allá de las burbujasbajo crecimiento y elevado ahorro
Los dos componentes del ahorro privado
Bienes y valores duraderos
El capital privado expresado en años de renta disponible
La cuestión de las fundaciones y otros titulares de propiedad
La privatización de la riqueza en los países ricos
El repunte histórico deprecio de los activos
El capital nacional y los activos netos extranjeras en los países ricos
¿Cuál será la relación capital / ingresos estar en el siglo XXI?
El misterio del valor de la tierra

 6. La división entre capital y trabajo en el siglo XXI
De la relación capital / renta a la división entre capital y trabajo
Flujos (caudales)más difícil de estimar que las acciones
La noción del retorno sobre el capital puro
El rendimiento del capital desde una perspectiva histórica
El rendimiento del capital en el siglo XXI
Activos reales y nominales
¿Para qué es usado el capital?
La notición de la productividad marginal del capital
Demasiado capital elimina el rendimiento del capital
Más allá de Cobb-Douglas: La cuestión de la estabilidad de la división entre capital y trabajo
La sustitución Capital-Trabajo en el siglo XXI: una elasticidad mayor que otra
Sociedades tradicionales agrícolas: una elasticidad menor que otra
¿Es el capital humano ilusorio?
Los cambios a mediano plazo en la división entre capital y trabajo
Volver a Marx y la tasa decreciente de ganancia
Más allá de los "dos Cambridges"
El regreso del Capital en un régimen de bajo crecimiento
Los caprichos de la tecnología


Tercera Parte: la estructura de la desigualdad

7. Desigualdad y concentración: nociones preliminares
La lección de Vautrin
La cuestión clave: ¿Trabajo o herencia?
Desigualdades respecto al trabajo y el capital
Capital: siempre más desigualmente distribuido que el trabajo
Desigualdades y concentración: algunos órdenes de magnitud
Baja, media y alta clase
¿Lucha de clase o lucha de percentil?
Desigualdades con respecto al trabajo: ¿una desigualdad moderada?
Desigualdades con respecto al capital: ¿una desigualdad extrema?
Una innovación importante: la clase media patrimonial 
La desigualdad de la renta total: dos mundos
Problemas de los índices sintéticos
El casto velo de las publicaciones oficiales
Regreso a las tablas sociales y la aritmética política 

8. Dos mundos
Una clase simple: la reducción de la desigualdad en Francia en el siglo XXI
La historia de la desigualdad: una caótica historia política
Desde una sociedad de rentistas a una de administradores (gerentes, managers)
Los diferentes mundos del decil más alto
Los límites de la declaración de la renta
El caos de los años de entreguerras
El choque de temporalidades
El incremento de la desigualdad en Francia desde 1980
Un caso más complejo: la transformación de la desigualdad en los Estados Unidos
La explosión de la desigualdad en Estados Unidos después de 1980
¿El incremento de la desigualdad causó la crisis financiera?
El auge de los supersalarios
La convivencia en el percentil superior

 9. Desigualdad de las rentas de trabajo
La desigualdad salarial¿una carrera entre la educación y la tecnología?
Los límites del modelo teórico: el papel de las instituciones
Escala salarial y salario mínimo
¿Cómo explicar la explosión de la desigualdad en los Estados Unidos?
El auge del superejecutivo: un fenómeno anglosajón
Europa: más desigualitaria que el Nuevo Mundo en 1900-1910
Desigualdad en las economías emergentes: ¿más baja que en Estados Unidos?
La ilusión de la productividad marginal
El despegue de los supermanagers: una poderosa fuerza de la divergencia

10.  Desigualdad de la propiedad del capital
Hiperconcentración de la riqueza: Europa y América
Francia: un observatorio de la riqueza privada
Las metamorfosis del una sociedad patrimonial
Desigualdad de capital en la Belle Époque en Europa
El surgimiento de la clase media patrimonial
Desigualdad en la riqueza en América
Los mecanismos de la divergencia de la riqueza: "r" versus "g" en la Historia
¿Por qué el rendimiento del capital es mayor que la tasa de crecimiento?
La cuestión de la preferencia temporal
¿Existe una distribución equilibrada?
El Código Civil y la ilusión de la Revolución Francesa
Pareto y la ilusión de la desigualdad estable
¿Por qué la desigualdad de la riqueza no ha vuelto a los niveles del pasado?
Algunas explicaciones parciales: tiempo, impuestos y crecimiento
El siglo XXI: ¿aún más desigual que el siglo XIX?

11.  Mérito y herencia en el largo plazo
Herencia: los flujos en el largo plazo
Flujos fiscales y flujo económico
Las tres fuerzas: la ilusión de un fin de la herencia
Mortalidad en el largo plazo
Épocas de riqueza y población: el efecto "u" x "m" 
Riqueza de la muerte, riqueza de la vida
Los años 50 y 80: edad y fortuna en la Belle Epoque
El rejuvenecimiento de la riqueza debido a la guerra
¿Cómo los flujos heriditarios evolucionarán en el siglo XXI?
Desde el flujo anual de la herencia al stock de riqueza heredada
Regreso a la lectura de Vautrin
El dilema de Rastignac
La aritmética básica de los rentistas y managers
La clase social patrimonial: el mundo de Balzac y Austen
Extrema desigualdad de la riqueza: ¿Una condición de la civilización en una sociedad pobre?
Extremismo meritocrático en las sociedades ricas
La sociedad de los pequeños rentistas
El rentista, enemigo de la democracia
El retorno de la riqueza heredada: ¿Un fenómeno europeo o global?

 12.  Desigualdad global de la riqueza en el siglo XXI
La desigualdad en el rendimiento del capital
La evolución en el ránking de la Riqueza Global
Desde los rankings de los billonarios en el índices de riqueza global
Herederos y emprendedores en los rankings de riqueza
La jerarquía moral de la riqueza
El rendimiento puro en las fundaciones universitarias
¿Cómo es el efecto de la inflación en la desigualdad de los rendimientos de capital?
El rendimiento de los fondos soberanos: el capital y la política
¿Serán los fondos soberanos los dueños del mundo?
¿Será China la dueña del mundo?
Divergencias internacionales, divergencias oligárquicas
¿Son los países ricos realmente pobres?

Cuarta Parte: la regulación del capital en el siglo XXI

13. Un estado social para el siglo XXI
La crisis del 2008 y el regreso al Estado
El crecimiento del estado social en el siglo XXI
Redistribución moderna: una lógica de los derechos
La modernización es preferible al desmantelamiento del Estado Social
¿Las instituciones educativas fomentan la movilidad social?
El futuro de la jubilación: pay-as-you-go (paga cuando te toque) y lento crecimiento 
El Estado Social en los países pobres y emergentes 

14. Repensando el impuesto progresivo sobre la renta
 La cuestión del impuesto progresivo
El impuesto progresivo en el siglo XX: un efimero producto del caos
El impuesto progresivo en la tercera república
Impuestos confiscatorios del exceso de rentas: un invento americano
La explosión de los salarios de los ejecutivos: el papel de los impuestos
Repensando la cuestión del tipo marginal máximo

15. Una tasa global al capital 
Una tasa global al capital: una útil utopía
Transparencia democrática y financiera
Una solución sencilla: transmisión automática de la información bancaria
Cuál es el propósito de la tasa al capital
Un plan para un impuesto sobre el patrimonion en Europa
El impuesto al capital desde una perspectiva histórica
Formas alternativas de regulación: protecionismo y controles de capital
El misterio de la regulación china del capital
La redistribución de las rentas del petróleo
La redistribución a través de la inmigración 

16. La cuestión de la deuda pública
Redución de la deuda pública: impuesto al capital, inflación y austeridad
¿Redistribuye la inflación la riqueza?
¿Qué hace el Banco Central? 
La crisis en Chipre: cuando el impuesto al capital y la regulación bancaria van juntos
El euro: ¿una moneda sin estado para el siglo XXI?
La cuestión de la unificación europea
Gobierno y acumulación de capital en el siglo XXI
Leyes y política
Cambio climático y capital público
Transparencia económica y control democrático del capital

Conclusión
Las contradicciones centrales del capitalismo
Por una política e historia económica
El interés del menos...


AQUÍ SE INCLUYEN LAS TABLAS QUE PIKETTY USÓ EN SU LIBRO

Capital in the 21st century 
Thomas Piketty
Harvard University Press - March 2014

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- the table of contents (pdf) of the book "Capital in the 21st century"
the set of figures and tables (pdf) presented in the book
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RESUMEN


(traducido del inglés, junio 2014)

INTRODUCCIÓN

Piketty llega a la conclusión de que la distribución de las rentas y la desigualdad debe volver al centro del debate económico, no tanto como el crecimiento.

Piketty hace un repaso histórico por los teóricos catastrofistas como Malthus (preocupado por la superpoblación), David Ricardo /(que estudió los problemas de la escasez en el cultivo de las tierras), Marx (sobre el principio de acumulación infinita y perpetua divergencia, la concentración de capital y su uso intensivo por parte de los patronos de la industria) en el comienzo de la Revolución Industrial. Su conclusión es que a medida que avanzó el siglo XIX y principios del XX el capitalismo generó una mayor desigualdad económica.

 La situación cambió cuando Kuznets, en 1953, dio a conocer su famosa curva, un "cuento de hadas" que revela que entre 1913 y 1948 en Estados Unidos, hubo un mayor reparto de la riqueza, pues los más ricos pasaron de concentrar el 50% de las rentas a menos del 35%, situación que se prolongó hasta 1970 e incluso 1980. Piketty no tiene nada que objetar pues quedó demostrado por otros autores que era cierto (hasta 1953). Pero en lo que no está de acuerdo es en la interpretación de dicho fenómeno pues cree que el periodo es anómalo porque los más ricos se vieron perjudicados por las dos guerras mundiales y la Gran Depresión de 1929. Para Kuznets y otros, la reducción de distancia entre ricos y pobres fue considerada como la prueba de que el capitalismo, en una fase inicial de concentración dejaba la riqueza a quienes entendían mejor el negocio pero a largo plazo se volvía más distributivo y equitativo, lo que generó la frase: "A largo plazo, la marea sube todos los barcos". Esta frase aún la usan hoy algunos economistas neoliberales para intentar convencer a los contribuyentes de que rebajar los impuestos a los ricos beneficiará a todos y de que, aunque algunos se enriquezcan muy rápido, tarde o temprano las migajas llegarán al resto. 
La intención de Piketty en el libro es ampliar las series de Kuznets para comprobar si realmente continúa esa redistribución porque sospecha que no. Su estudio viene a revelar que, si bien, tras la Guerra Fría, hubo una mayor redistribución de las rentas entre las clases la situación se ha invertido a partir de 1970 hasta la actualidad, donde la desigualdad es un hecho pues a partir de 1980 se ha disparado al 50%, aunque bajó al 44% en el 2001 y al 47 % en el 2010. La tendencia es similar en varios países occidentales. Cree que si hacemos una prospección al futuro, por ejemplo nos imaginamos estar en el año 2050, no sería difícil suponer que los dueños del petróleo serían aún más multimillonarios que ahora.

Si se observan las gráficas, se verá que la desigualdad describe una curva en forma de W. Hay un pico muy alto en 1910,(el 50 % de la renta va a parar a las clases altas), una caída durante la Primera Guerra Mundial hasta el 35 %, una subida hasta 1929 y una caída hasta 1948, que llega al fondo del 35%. En las dos décadas siguientes, se mantiene entorno al 40 % pero a partir de los años 80, 90 y 2000, la desigualdad se vuelve a disparar.

Piketty relaciona la evolución de la desigualdad de ingresos con la evolución del crecimiento económico. En sus gráficas, observa que la primera globalización, de 1870 a 1914, fue una época de gran desigualdad pero también de gran crecimiento económico, en el que el mundo se globalizó [nota del lector: Ver el libro "Capitalismo global"]y se produjo la segunda revolución industrial con los inventos asociados a la electricidad (bombilla, motores, telégrafo) o el automóvil. Sin embargo,en el siglo XX, las tasas de crecimiento económico cayeron, lo mismo que la desigualdad hasta 1970, fecha en que se volvió a disparar la disparidad de salarios hasta el 50 %, un hecho que califica de "preocupante".

Sobre los salarios de los altos ejecutivos, Piketty cree que la explicación más pausible es que ellos mismos se aprueban sus propios sueldos y cree que influye menos el hecho de tener más habilidades técnicas que el resto de los trabajadores.

También explica varias ecuaciones en las que relaciona los ahorros, el crecimiento económico o el reparto de capital y salarios, a partir del cual se pueden inferir la evolución de la curva.

Dice que una de las fuerzas fundamentales para la divergencia es r > g,
Primero analiza la relación entre capital y rentas desde 1870 al 2010 en tres países: Alemania, Francia y Gran Bretaña. En la gráfica se observa cómo el valor de la riqueza privada (en viviendas, finanzas, capital profesional, neto de la deuda) respecto a la riqueza nacional de cada año llegó a su máximo, 700%, en 1910, se desploma al 200-400 % en la Primera Guerra Mundial, se vuelve a hundir en 1930 desde el 500% y toca fondo en el 300-100 % en 1950. A partir de entonces, experimenta un lento crecimiento y en el 2010 en un porcentaje de 500% - 400 % ya está equiparado a 1930. Esta curva en forma de "u" refleja, según Piketty, "una crucial transformación" porque muestra que estamos volviendo a las altas ratios "capital/rentas" de décadas pasadas "porque hemos vuelto a un régimen de relativo bajo crecimiento", en el que la riqueza antigua coge una desproporcionada importancia porque hacen falta unos pocos ahorros para aumentar la riqueza substancialmente. Y advierte que "el riesgo de divergencia en la distribución de riqueza es muy alto".
Dicha desigualdad fundamental la describe con la fórmula r > g (r= media anual de la tasa de retorno del capital, incluidos beneficios, dividendos, intereses, rentas y otros rendimientos de capital) y (g= la tasa de crecimiento de la economía, el crecimiento anual de rentas o producción). 
Piketty dice que la clave del libro está en esa fórmula, que evidencia que la persona que hereda riqueza la acumula más rápido a medida que pasan los años que lo que crece la economía real. Piketty pone en duda que este sistema sea compatible con los valores de meritocracia y justicia social de las democracias. Sostiene que el alto precio del petróleo contribuye a esta divergencia. Añade que la disminución de la población y de la economía en las próximas décadas hará esta tendencia divergente mucho más preocupante. Dice que una solución pasa por que los Gobiernos apliquen un impuesto progresivo y global al capital, lo que requiriría una coordinación internacional.


CAPÍTULO 1

Piketty menciona un episodio en la mina de platino de Marikana, en Sudáfrica, donde la policía mató a 34 mineros en huelga que reclamaban una subida salarial de 500 a 1.000 euros al mes. Recuerda que los ingresos que genera la mina se dividen en trabajo y capital. Se pregunta si la violencia entre trabajo y capital pertenece al pasado o volverá a ser parte integral del siglo XXI.
Estudia la ley a=rxb, sobre renta e ingresos. Sostiene que los ingresos salariales crecen más despacio que las rentas obtenidas por la acumulación de capital.

CAPÍTULO 2
Este capítulo tiene gran interés porque estudia el crecimiento mundial de la economía y la población desde 1700 al 2012 y descubre que entre ellos hay una gran correlación [nota del lector: se me ocurre que si hay un bum económico crece la población, como decía Malthus, y si hay recesión, ocurre justo lo contrario]. Lo que observa Piketty es que el crecimiento fue del 0,1 % entre 1700 a 1820 (la incipiente industrialización), del 1,5 % entre 1820 y 1913 (el advenimiento de la edad del ferrocarril) y del 1,9 % de 1913 a 2012 (la era del petróleo). El crecimiento de la población fue similar. Según sus cálculos, el crecimiento hizo una curva de Bell en 1970 y, desde entonces, la economía ha decaído. Una predicción optimista sería que la economía global creciese al 1% al año, lo que puede parecer poco pero supone un 35% en una generación (30 años). Eso implicaría un gran cambio tecnológico, como por ejemplo, lo que acarreó la era de Internet y los avances médicos, que no existían en 1980 y hoy son usuales. Por eso, cree que el aumento del 1% solo sería posible con un nuevo cambio tecnológico [nota del lector: digo yo, que al estilo schumpenteriano], por ejemplo, en las energías renovables. A día de hoy, hablar de crecimientos del 3-4 % de media es completamente ilusorio en su opinión [nota del lector: por ejemplo, en España se necesitaría un crecimiento del 3 % como mínimo para eliminar el paro].
Es cierto que ha habido picos de crecimiento del 3 %, por ejemplo, en Asia en la última década, pero otros continentes como América en el siglo XIX, crecieron al 1,6% anual y el 1,9% en el siglo XX. El autor considera que el crecimiento europeo ha llegado a su fin y, o bien, la economía se estancará como a finales de la edad feudal o bien no superará la media del 1 %, y eso según sus optimistas cálculos porque las predicciones de otros autores son más negras. [nota del lector: Carlos Taibo acaba de sacar un libro donde asume el decrecimiento como algo habitual a partir de ahora].
Piketty hace una proyección hasta el 2300 a un crecimiento de población del 1% anual y en ese escenario habría una población de 70.000 millones de personas (frente a las 7.000 de ahora), algo inasumible hoy en día [nota del lector: a no ser que rellenen el Océano para poner casas]. Se basa en que en Norteamérica solo había 3 millones de personas en 1790 y ahora hay 300 millones (100 veces más). La economía creció entorno al 2 % durante 200 años.
Por otro lado, examina el poder adquisitivo de la población de los países ricos y pobres a lo largo de los últimos 200 años. Entorno a 1800, el salario medio mensual era de 400 euros en la Europa rica y ahora es de 2.500. Se ha multiplicado por 6, pero eso no quiere decir que el ciudadano tenga mayor poder adquisitivo. Por ejemplo, sí se han abaratado los productos agrícolas e industriales (por ejemplo, un ordenador está al alcance de cualquiera) pero otros servicios, como la cobertura médica o la educación, están subvencionados al 80 % por el Estado, algo que deberían tener en cuenta los que quieren privatizar dichos servicios. Es decir, a través del pago de impuestos, el ciudadano tiene subvencionada la medicina.
En los países pobres, el salario medio pasó de 100 a 700 euros, lo que supone un crecimiento de la misma magnitud. [nota del lector: no acabo de verlo claro, porque un agricultor europeo de 1800 dudo mucho que ganase 400 euros al mes, aunque sí es cierto que ganaba lo suficiente para su subsistencia, aunque el salario de subsistencia actual está fijado en 600 euros].
Destaca el crecimiento europeo entre 1940 y 1970, que atribuye a la inversión estatal, frente al bajo crecimiento de Estados Unidos y Gran Bretaña, lo que les llevó a aplicar políticas neoliberales. Tras implantar en Europa el neoliberalismo a partir de los 80, el crecimiento económico europeo se hundió hasta coincidir con el anglosajón.[nota del lector: pero también ocurre que a partir de 1973, los precios del petróleo se dispararon y el crecimiento de Occidente se cortó en seco].

La otra pieza que falta es la inflación. Piketty descubre que en Inglaterra y Francia apenas variaron los precios entre 1700 y 1913, a juzgar por los relatos de Jane Austen o Balzac. Será tras la Primera Guerra Mundial cuando la inflación se disparó y tocó techo en 1980. A partir de entonces, la inflación está muy controlada, como se pudo ver durante la Gran Recesión. La teoría de Piketty es que con una inflación cercana a cero, volvemos a la misma situación del siglo XIX (la época del liberalismo pero también de las grandes desigualdades). Este recuerda que el capital procedía en esos tiempos de la renta de la tierra y los bonos del Estado. Mientras el valor de una libra se mantuvo estable y una persona necesitaba 20.000 francos o 1.000 libras para vivir bien, los salarios cayeron a 90 libras, mientras que el valor de la moneda seguía invariable. Piketty sospecha que eso mismo ocurre ahora, estamos ante el mismo escenario donde los propietarios de las rentas mantienen e incrementan su poder adquisitivo mientras que los asalariados lo ven descender. [nota del lector: lo aconsejable, en mi opinión, es que parte del salario se invierta en bonos del Tesoro, por ejemplo, para recibir rentas del capital que incrementen su riqueza mientras su sueldo se desploma].

CAPÍTULO 3

En este capítulo, Piketty estudia la evolución de la composición del capital que proviene de las rentas de la tierra, los bonos del Estado, finanzas o las inversiones en el extranjero. La estructura ha cambiado en los últimos tres siglos porque en el siglo XVIII y prácticamente el XIX la mayor parte de la riqueza provenía de las rentas de la tierra o bien de los bonos del Tesoro y deuda pública. Actualmente, la agricultura solo genera un pequeño porcentaje de las rentas aunque Piketty cree que deberíamos incluir ahí los bienes inmuebles (alquiler de viviendas, etc...).

Respecto al capital extranjero, su gran auge surgió en el siglo XIX, cuando los inversores de Francia e Inglaterra invirtieron gran cantidad de dinero en las colonias. Sin embargo, en el siglo XX, los retornos fueron menores.

En el apartado de la deuda pública, el autor muestra la evolución de la deuda pública en Inglaterra y Francia desde 1700. Observa que los periodos de mayor endeudamiento estatal fueron 1789-1815 (la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas) y 1913-1950 (las dos guerras mundiales), llegando a superar el doble del producto nacional. En el caso de Inglaterra, pagaba puntualmente el 5 % de interés durante el siglo XIX hasta 1913 sin apenas inflación, por lo que comprar deuda pública inglesa supuso una cuantiosa renta que permitía vivir bien  y sin sobresaltos a los inversores. En el caso de Francia, hubo sobresaltos como la guerra franco-prusiana (1870), que obligó a Francia a indemnizar a Alemania con un tercio de su producto interior bruto. Este sistema de pagos puntuales, que reflejan en sus novelas Jane Austen y Balzac, se hunde a partir de 1913 porque la inflación se dispara un 4% anual en Inglaterra y un 15-50 % en Francia hasta 1950. De esta forma, en 1950, los rentistas de deuda pública estaban arruinados en Francia y en Inglaterra la inflación se había comido sus ganancias. A partir de 1950, vuelve un periodo de calma con inflación nula pero entorno a 1980 se dispara la inflación, el desempleo y la estanflación. A partir de los 90, la inflación ha sido domesticada y actualmente es muy baja o nula, por lo que invertir en deuda pública es rentable.
En las gráficas de Piketty se observa cómo la deuda pública cae progresivamente desde 1950 hasta 2010 en ambos países.

Finalmente, habla de la equivalencia ricardiana (el déficit publico no incrementará la demanda actual de bienes de un país porque el ciudadano sabe que el Gobierno, a cambio, tendrá que subir los impuestos tarde o temprano). Cree que la inflación en Francia o Inglaterra entre 1913 y 1950 se cargó de un plumazo el déficit público, por lo que no hubo que pagar impuestos para financiarla.

CAPÍTULO 4

Examina el caso de la estructura del capital en Alemania y Estados Unidos. En el caso de Alemania, se observa, como en otros sitios, que desde 1870, las rentas procedentes de la tierra son mínimas, las de viviendas se mantienen constantes, suben industria y finanzas, y la inversión en el extranjero es casi testimonial (porque Alemania no tenía colonias). Nuevamente,en  las gráficas se observa un gran episodio de inflación en los años de guerra (Alemania recurre a la hiperinflación para pagar sus deudas) y luego, desde 1950, la inflación es prácticamente controlada.
Respecto a la riqueza pública y privada, la pública, como en otros paises (caso de Francia) pierde importancia después de 1970, aunque durante la postguerra el Gobierno alemán, al igual que en el resto de Europa, asumió la reconstrucción y controló muchas empresas y las nacionalizó. Ese pico de déficit público desaparece en los años 70 y vuelve a surgir en 1990 por el coste que representa la reunificación alemana. (Un factor positivo es que el valor de la vivienda se mantiene bajo porque hay una gran oferta barata en Alemania del Este).
Lo que se observan en la mayoría de las gráficas presentadas por Piketty es que la riqueza privada era unas 7 veces más alta que la riqueza nacional generada en un año en 1913 y que ningún país ha logrado recuperar esa posición, aunque a partir de 1970 se observa una mejoría.
Viendo las gráficas del libro, uno se da cuenta de que la situación actual económica se asemeja mucho a 1913 con una creciente importancia de la riqueza privada y mayor inversión extranjera.

En el caso de Estados Unidos, Piketty ofrece una estructura de capital desde 1770 a 1870 distinta en el Norte (más igualitario) y en el Sur (esclavista). De hecho, el valor del capital humano de los esclavos (4 millones de personas) equivalía a 1,5 veces el producto nacional de un año. Teniendo en cuenta el valor de los esclavos, el capital acumulado en el sur suponía seis veces el producto nacional, en línea con Inglaterra o Francia. En total, el capital acumulado en todo EE.UU. entre 1770 y 2010 tuvo su pìco en un 500 % del producto nacional de un año en 1930 para luego caer al 400 %. La concentración de capital estaba por debajo de Inglaterra.

Piketty también estudia la estructura del capital en Canadá y concluye que, al contrario que EE.UU., tuvo un gran flujo de capital extranjero (de los británicos), sobre un 20 % de la estructura.


CAPÍTULO 5

Piketty establece la segunda ley del capitalismo, que es la relación capital/ingresos = ahorros dividido por crecimiento ( B=s/g; donde s = ahorros y g= crecimiento de su producto nacional).
Pone como ejemplo que una economía que ahorre el 12 % de sus ingresos y crezca al 2 % habrá acumulado una riqueza del 600 % mayor que el producto nacional de un año. Un país que ahorre mucho y crezca poco podrá acumular un gran capital, lo cual afectará a su estructura del capital y la distribución de su riqueza. Añade que en una casi estancada economía, la acumulación de capital adquiere una desproporcionada importancia.


(continuará)


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ENTREVISTA A PIKETTY EN EL NEW YORK TIMES

Q & A: Thomas Piketty en la División de la Riqueza 
 Por EDUARD PORTER
 11 de marzo 2014
Thomas Piketty . Charles Platiau / ReutersThomas Piketty . 
La desigualdad de ingresos se movió con una velocidad asombrosa de los remansos aburridas de estudios económicos para "el desafío definitorio de nuestro tiempo. " Se encontró Thomas Piketty esperando.Un joven profesor de la Escuela de Economía de París , es uno de los pocos economistas que han dedicado sus carreras a la comprensión de la dinámica de conducción de la concentración del ingreso y la riqueza en manos de unos pocos. Ha destilada sus hallazgos en un nuevo libro, "El Capital en el siglo XXI ", que se publica esta semana. En el libro , el Sr. Piketty proporciona una especie de teoría unificada del capitalismo que explica la distribución desigual de las recompensas .Columna Escena Económica de Eduardo Porter esta semana habla sobre el trabajo del Sr. Piketty . Lo que sigue es la transcripción de una entrevista por correo electrónico que él llevó a cabo con el Sr. Piketty la semana pasada , ligeramente editado para la longitud y la claridad. 

Pregunta:  
- Su libro encaja extrañamente en el canon de la economía contemporánea . No se centra en el crecimiento y sus determinantes, sino en cómo se reparten el botín de crecimiento. En ese sentido, nos recuerda las preocupaciones similares en un libro de título similar escrita hace 150 años : " . El Capital" de Karl Marx ¿Qué paralelos habría que establecer entre los dos? 

Respuesta:
 -Estoy tratando de poner la cuestión distributiva y el estudio de las tendencias de largo plazo de vuelta en el centro del análisis económico. En ese sentido, estoy cursando una tradición que fue iniciada por los economistas del siglo 19 , entre ellos David Ricardo y Karl Marx. Una diferencia clave es que no tengo datos mucho más históricos. Con la ayuda de de Tony Atkinson, Emmanuel Saez , Facundo Alvaredo , Gilles Postel - Vinay , Jean- Laurent Rosenthal , Gabriel Zucman y muchos otros estudiosos , hemos sido capaces de recoger un conjunto único de datos que abarcan tres siglos y más de 20 países. Este es por lejos la más extensa base de datos disponible en lo que respecta a la evolución histórica de los ingresos y la riqueza. Este libro propone una síntesis interpretativa sobre la base de este proyecto de recopilación de datos colectivo.

 -Durante gran parte del siglo pasado , los economistas nos dijo que no teníamos que preocuparnos de la desigualdad de ingresos . La economía de mercado , naturalmente, difundir la riqueza de manera justa, levantar todos los barcos . ¿No es esto cierto ? Están discutiendo que la desigualdad de ingresos podría crecer para siempre? ¿Cómo es eso ? 

-La historia nos dice que hay fuerzas poderosas que van en ambas direcciones. ¿Cuál va a prevalecer depende de las instituciones y las políticas que vamos a adoptar colectivamente . Históricamente , la principal fuerza igualadora - tanto entre como dentro de los países - ha sido la difusión de conocimientos y habilidades. Sin embargo, este proceso virtuoso no puede funcionar correctamente sin las instituciones educativas inclusivas y la inversión continua en habilidades. Este es un gran desafío para todos los países en el siglo en curso .En el muy largo plazo , la fuerza más poderosa que empuja en la dirección de aumento de la desigualdad es la tendencia de la tasa de retorno a r capital para superar la tasa de crecimiento del producto g . Es decir, cuando r excede g, como lo hizo en el siglo 19 y parece muy probable que lo haga de nuevo en el 21, las desigualdades iniciales de riqueza tienden a amplificar y converger hacia los niveles extremos . Los mejores pocos porcentajes de la escala de la riqueza tienden a apropiarse de una parte muy importante de la riqueza nacional , a expensas de la clase media y baja . Esto es lo que sucedió en el pasado , y esto bien podría volver a ocurrir en el futuro. 

-¿La desigualdad se redujo en el llamado mundo industrial a través de gran parte del siglo XX. ¿Cómo sucedió eso ? ¿Esto no contradice la noción de creciente desigualdad?

 -La reducción de la desigualdad se debió principalmente a los shocks de capital del período 1914-1945 ( destrucción, inflación , crisis ) y para las nuevas instituciones fiscales y sociales que se establecieron en las consecuencias de las guerras mundiales y la Gran Depresión . No hubo tendencia natural hacia una disminución de la desigualdad antes de la Primera Guerra Mundial Durante el siglo 20 , las tasas de rendimiento fueron severamente reducidos por los choques de capital y los impuestos y las tasas de crecimiento fueron excepcionalmente altos en el período de reconstrucción . Esto explica en gran medida por qué la desigualdad sigue siendo baja en el período 1950-1980 .

 -¿Por qué está seguro de que la economía crecerá más lenta que el rendimiento del capital ?

 -Durante el período 1700-2012 , la producción mundial ha crecido en un 1,6 por ciento anual en promedio, incluyendo un 0,8 por ciento debido al crecimiento de la población y el 0,8 por ciento debido al crecimiento de la producción per cápita. Esto puede parecer pequeña , pero en realidad esto era suficiente para multiplicar la población del mundo en más de 10 - de 600 millones a siete mil millones de habitantes. Según las previsiones de población de las Naciones Unidas , esto parece poco probable que vuelva a suceder en las próximas décadas y siglos . De hecho la población ya ha comenzado a estabilizarse o incluso disminuir en varios países europeos y asiáticos. Crecimiento de la productividad sin duda puede continuar para siempre , asumiendo inventamos energía limpia. Pero en cualquier caso, probablemente no será superior a 1 a 1,5 por ciento . Sólo en períodos excepcionales , por ejemplo, cuando los países están alcanzando a otros países, que las tasas de crecimiento de la productividad alcanzan niveles muy elevados - por ejemplo de 4 a 5 por ciento o incluso más.En cambio, las tasas de rendimiento del capital pueden ser de 4 a 5 por ciento durante siglos , o incluso mayor para los activos de riesgo y las carteras con grandes riquezas . Contrariamente a lo que Karl Marx y otros que se cree , no hay ninguna razón natural por qué las tasas de rentabilidad deben caer en el largo plazo . De acuerdo a la lista de multimillonarios globales de Forbes , los tenedores de riqueza muy superior han aumentado de 6 a 7 por ciento al año durante el período 1987-2013 , es decir, más de tres veces más rápido que la riqueza y el ingreso per cápita a nivel mundial per . Concentración de la riqueza , probablemente se estabilizará en algún momento, pero esto puede ocurrir en un nivel muy alto . 

-La concentración de la riqueza y de los ingresos en los Estados Unidos parece seguir un patrón diferente de lo que hace en Europa y otros países ricos . ¿Por qué se ve tan diferente? 

-Históricamente , y hasta cierto punto , hasta el día de hoy , un mayor crecimiento de la población es la fuerza clave que ha reducido la importancia relativa de la riqueza heredada en los EE.UU. , en comparación con Europa. Por el contrario , se observa en los últimos tiempos un aumento sin precedentes de la alta compensación a la gerencia en los Estados Unidos. Esta es una nueva forma de desigualdad , lo que trato de explicar en términos de la historia particular de las normas sociales y fiscales durante el siglo pasado EE.UU.

 -Algunos economistas sostienen que la desigualdad , en los Estados Unidos , por lo menos , es una buena cosa. Actúa como un incentivo para los empresarios a asumir riesgos e innovar , impulsando así el crecimiento económico. ¿Hay algo de ese argumento ?

 -En teoría , sí. Pero en la práctica se ve la desigualdad en todas partes, excepto en las estadísticas de productividad . La tasa de crecimiento de la productividad no ha sido especialmente bueno en los EE.UU. desde 1980. La desigualdad es deseable hasta cierto punto . Pero más allá de un cierto nivel , es inútil . Una de las lecciones clave del siglo 20 es que usted puede tener un alto crecimiento sin la desigualdad del siglo XIX.

-¿Podría la desigualdad en los Estados Unidos sea menos perjudicial de lo que es en Europa debido a los muy ricos no han nacido en la riqueza , pero ganaron su dinero mediante la creación de nuevos productos, servicios y tecnologías? 

-Esto es lo que los ganadores del juego les gusta afirmar . Pero para los perdedores que esto puede ser el peor de todos los mundos : Ellos tienen una cuota de disminución de los ingresos y la riqueza, y al mismo tiempo en que se representan como indignos . 

-¿Cuáles son los riesgos de permitir una concentración cada vez mayor de la riqueza y los ingresos ? ¿Hay un punto en el que la desigualdad se convierte en intolerable ? ¿Se ofrece la historia algunas lecciones en este sentido?

 -Desigualdad de EE.UU. es ahora cerca de los niveles de concentración del ingreso que prevalecieron en Europa alrededor de 1900 a 1910 . La historia sugiere que este tipo de nivel desigualdad no sólo es inútil para el crecimiento, sino que también puede dar lugar a una captura del proceso político por un pequeño alto ingreso y alta riqueza de la élite. Esta amenaza directamente a nuestras instituciones y valores democráticos.

 -Usted señaló que la concentración de la riqueza se detuvo en el siglo 20 por la guerra , la hiperinflación y el crecimiento. ¿Hay otras opciones ? ¿Qué podemos hacer ahora para contrarrestar la actual acumulación de la riqueza en muy pocas manos ? 

-La solución ideal es un impuesto progresivo sobre la riqueza neta individual. Esto fomentará la movilidad de la riqueza y mantener la concentración bajo control y bajo el escrutinio público . Por supuesto, otras instituciones y las políticas también pueden desempeñar un papel importante : La inflación puede reducir el valor de la deuda pública, la reforma de la ley de patentes puede limitar la concentración de la riqueza, etc 

-Los propietarios de la riqueza es poco probable que gustar esta solución. Y probablemente tienen el poder político para detenerlo. En este sentido , ¿crees que nuestros sistemas democráticos serán capaces de hacer frente y frenar esta tendencia?

 -La experiencia de Europa en el siglo 20 no da lugar al optimismo : los sistemas democráticos no respondieron pacíficamente al aumento de la desigualdad , que fue detenido sólo por las guerras y los conflictos sociales violentos . Pero espero que podamos hacerlo mejor la próxima vez. Al final del día , es en el interés común de encontrar soluciones pacíficas. En caso contrario hay un gran riesgo de que partes crecientes de la opinión pública se vuelven contra la globalización.



ÍNDICE Y CONTENIDOS Ver el índice del libro en:




Capital in the 21st century 
Thomas Piketty
Harvard University Press - March 2014

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Resumen: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa", de Mark Blyth (2013)


Ver el link del resumen original y actualizado en:

Sociología, estructura económica.

Resumen por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Título: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa".

Título original: "Austerity. History of a dangerous idea"

Autor: Mark Blyth

Editorial en inglés: Oxford University Press (2013)

Editorial en español: Editorial Planeta SA. Crítica (2014)

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Biografía del autor (2013)

Mark Blyth es profesor de Economía política internacional en la Universidad de Brown. Es autor de Great Transformations: Economic Ideas and Institutional Change in the Twentieth Century.
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Texto de la contraportada

Hay una crítica de Paul Krugman que dice así: "Una de las cosas especialmente buenas del libro de Mark Blyth es la forma en que expone el auge y caída de la idea de "austeridad expansionaria", la propuesta de que recortar el gasto en realidad lleva a una mayor producción. Como documenta Blyth, esta idea "se extendió como un reguero de pólvora".

La austeridad, nos dice Mark Blyth, profesor de la Universidad de Brown, es una idea peligrosa, que no funciona en el mundo real en que vivimos. En el mundo imaginario de sus partidarios, los recortes siempre afectan a otro; pero desgraciadamente, como lo demuestra Europa, en este mundo real de nuestros días no hay "otro" que asuma los costes. Blyth ha escrito un libro extraordinario, rico en ideas y libre de jerga económica, que analiza la realidad de la crisis, la génesis histórica de las ideas que han llevado a la doctrina de la austeridad, la evidencia de un fracaso en todos los casos en que se ha intentado aplicarla, y la perspectiva de un futuro en que, como la austeridad no disminuye la deuda sino que la aumenta, nos aguarda un porvenir de regresión fiscal y aumento de los impuestos. "Austeridad" ha recibido elogios de Paul Krugman, de Robert Skidelsky, quien lo califica como un análisis fascinante", de Lawrence Summers, en Financial Times, de Martin Wolf, que lo considera un "espléndido libro" y de John Quiggin, quien asegura que se trata de "una guía esencial para cualquiera que desee entender la depresión actual".


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ÍNDICE

Prólogo a la edición española

Prefacio. La austeridad como cuestión personal.

1. El estreno de una obra titulada: "Austeridad, deuda y moralidad"

Primera parte: ¿Por qué es preciso que todos nos comportemos con austeridad?

2. Estados Unidos. ¿Un sistema demasiado grande como para permitir su quiebra? Los banqueros, los rescates financieros y el reflejo de culpabilizar al Estado.

3. Europa. ¿Un área de extensión superior a toda posibilidad de rescate?. La política de la austeridad permanente.

Segunda parte: Las vidas paralelas de la austeridad

Introducción a los capítulos 4, 5 y 6. Historia natural e intelectual de la austeridad

4. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1692 a 1942

5. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1942 a 2012.

6. Historia natural de la austeridad, años 1914 a 2012

Tercera parte: conclusión

7. El fin de la banca, las nuevas narrativas y la época de impuestos que se nos avecina.

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Comentarios previos:

El libro tiene gran interés porque es el primero que veo que describe perfectamente de dónde procede la doctrina de la austeridad, promovida por los ordoliberales más que por los neoliberales, el consenso de Washington (del que ya han hablado autores como Stiglitz o Noam Chomsky ) y luego por la escuela italiana que incluso recomendó las recetas de austeridad en el 2010 en una visita a Madrid. También explica porqué los gobiernos insisten en aplicarla a pesar de sus pésimos resultados. Según afirma, el dinero que se ahorra en gasto público será necesario para continuar el rescate de la banca.
Dice que la austeridad es una idea peligrosa porque cuando se ha aplicado en los años 20 y 30 en Alemania, Japón o Francia ha acabado mal, generalmente con caos y desórdenes.


Resumen express:

Según Blyth, tres son las razones que avalan su afirmación de que la austeridad es un "zombi económico" ( una idea que nunca muere por su simplicidad y el argumento de que "asumir una mayor deuda no resuelve las deudas anteriores") y que es una idea peligrosa:
1) la austeridad no funciona en la práctica (porque todos la aplican a la misma vez y generan un efecto de suma cero o falacia de la composición)
2) el fundamento de la austeridad descansa en la pretensión de que los pobres acaben pagando los errores de los ricos
3) y que la austeridad necesita como condición la ausencia del largo brazo de la falacia de la composición (lo que es cierto respecto de un todo  no lo es en cambio de las partes, y todos salen perdiendo ), una falacia "cuya presencia resulta más patente en el mundo moderno".

Prólogo a la edición española

En el prólogo de la edición española, Blyth dice que desde el 2008 se ha aplicado una política de austeridad y que en el 2013 España y Europa crecieron un 0,1%, con lo que echaron las campanas al vuelo por haber "doblado el cabo" de la crisis para celebrar la veracidad de que la austeridad funciona, una prueba demasiado "fragil"´, según el autor. Blyth afirma que España en estos años ha perdido el 20% del PIB del 2008 y tiene uno de los índices más elevados de paro tras las medidas de austeridad implantadas.

Califica el éxito en España de "etéreo" porque la reducción del paro ha sido del 1,22% (explicado por el mayor turismo) respecto al 27,2% máximo alcanzado. El crecimiento del 0,1 % estaría asociado a un aumento del 8% de las exportaciones.

Blyth hace balance y dice que los salarios españoles han caído un 7% desde que empezó la crisis. El comisario europeo Olli Rehn propuso reducir el salario al 10% pero esa medida solo aumentaría el empleo otro 1,2%. A este ritmo, España tardaría 60 años en recuperar su tasa de empleo del 2008.


Por debajo de un crecimiento anual del 1,5% de la economía, España estará en "recesión permanente", según Blyth.

Prefacio

El autor abre un nuevo frente al estudiar el "por qué" de esa insistencia del G-20 en el 2010 por implantar las políticas de austeridad que a ojos del mercado y de la gente son la peor receta para estimular el crecimiento. Su libro se dedica a estudiar eso y a exculpar al estado del bienestar, al que agradece que le diese comida y estudios gratis cuando era un niño pobre en Inglaterra.

La conclusión de Blyth es que no se entiende la insistencia de los Gobiernos y del G-20 en unas políticas tan desacertadas como la austeridad si no es por otro motivo que no tenga que ver ni con aumentar el crecimiento ni el empleo. La pista del verdadero motivo conduce a los bancos, origen de la crisis del 2008 y que todavía están en proceso de rescate. Sólo desde la perspectiva de rescatar a los bancos es como, según Blyth, se puede entender la crisis teorías.

Capítulo 1

Sostiene que la teoría de la austeridad parece razonable si se examina de forma intuitiva ya que suena lógico que nadie se endeude sin haber pagado antes sus deudas. Sin embargo, lo que ha ocurrido es que la deuda de los PIGS se ha disparado con las políticas de austeridad y ahora estos países deben el doble o triple que antes de la crisis. ¿Cómo puede haber ocurrido esto? La razón es que la austeridad lleva directamente a la recesión si todos la aplican a la vez, tendría sentido si solo la aplicase Grecia o España y estos países se volviesen más competitivos pero no cuando todos la practican a la vez, ya que hay un juego de suma cero si todos se bajan los salarios a la vez, ahorran más, reducen los déficits públicos, orientan sus productos a la exportación... el resultado es que no hay a quien vender esta producción ya que los principales socios han reducido sus gastos y consumo. Era evidente que la austeridad iba a hundir el consumo interno y el crecimiento. Entonces, ¿por qué se insistió en el mantra de la austeridad? Blyth cree que hay otros factores que nada tienen que ver con el crecimiento. La austeridad sirve para crear deflación y eso beneficia a los acreedores [nota del lector: Stiglitz dice algo parecido cuando señala que las políticas del FMI para "rescatar" a un país casualmente siempre beneficiaban al acreedor].
Por otra parte, cree que toda esta política de austeridad olvida dos cosas: que la principal deuda no es pública sino privada (los bancos se apalancaron demasiado para dar fluidez al crédito para el consumo) y recuerda que la del 2008 fue una crisis bancaria que está sin resolver, la deuda pública es un problema insignificante. Cree que los Estados están endeudándose para rescatar a la banca, lo cual es muy loable pero resulta que son los ciudadanos los que asumen en ese coste (una especie de impuesto encubierto). Además, mientras Estados Unidos puede salvar a su banca dándole a la manivela de la impresora que fabrica dólares, en Europa el tamaño de la banca es tan descomunal que no sería posible salvarla si se desmoronase el sistema porque no habría suficiente dinero.

Da algún dato inquietante como que España, en 1979, era la octava potencia industrial del mundo y en la década del 2000 ocupaba el puesto 17 tras la desindustrialización, lo que la abocó a ser un país dependiente del turismo, las finanzas, el suelo y el ladrillo . El mayor beneficiado, dice, fue Alemania, que concedió créditos baratos a los españoles para que comprasen sus coches.


Capítulos 5 y 6

Son los capítulos más interesantes del libro porque desgranan paso a paso el origen de las recetas de la austeridad. Estas se remontan a la Alemania de los años 20 y 30, en una época de grave crisis. Esa idea de austeridad pervive y es la que se adopta para instaurar el proyecto europeo.
El ordoliberalismo surge de economistas y políticos como Walter Eucken, Franz Böhm Y Hans Grossmann-Doerth, los llamados liberales de Friburgo. Veían la economia como compuesta de dos estructuras: la economía de transacción y la economía de administración centralizada. Según ellos, el Estado debía permitir y promover las condiciones operativas del mercado, disolviendo o limitando de los grupos económicos de poder (monopolios y cárteles) y fomentar la competitividad. Finalmente, aceptaron que la economía de mercado se convirtiese en una economía social de mercado (Socialmarktwirtschaft).
Sus ideas se convirtieron en una hoja de ruta para reconstruir la Alemania de postguerra, un país dedicado a la exportación de mercancías. Es la idea del Erst Sparen, Dann Kaufen (primero ahorra, luego compra).
Estos principios, de aplicar normas a la economía más que el Estado intervenga, obedecer a una autoridad monetaria sólida y tener un parlamento débil, se transfirió al marco constitucional de la UE. Se descartó que se realizase gasto público para compensar los cíclicos desplomes de la economía. Según el autor, la UE sigue una misma hoja de instrucciones, la que concibieron los ordoliberales. Ordo significa orden. Las directivas para estimular la competitividad han sido una constante en la UE y que las naciones de la periferia poco competitivas acometan recortes y reducciones de salarios, o que incluyan mecanismos constitucionales de freno para la asunción de deuda. Todo ello figura en la hoja de ruta ordoliberal. La aplicación de normas a los países y los castigos con dietas de austeridad a quienes las infrinjan solo podría llevarse a cabo con un banco central independiente, que también lo hay.
Blyth sostiene que la ordoliberalización de Europa cae en el mismo error que el enfoque desarrollista anglosajón del llamado Consenso de Washington (liberalizar para que se genere crecimiento que exige unas finanzas públicas estables, unos bajos índices de inflación, una alta competitividad de los costes...) porque estas condiciones no son la causa del crecimiento (son el reflejo de él) y además la competitividad ayuda al crecimiento si no hay más competidores pero no si hay muchos. La crisis de la UE se resolvió a la manera ordoliberal alemana mientras que la estadounidense siguió el esquema keynesiano, que ya se daba por enterrado en los 70.

Otra fuente de la austeridad llega de la escuela austríaca de Estados Unidos (Carl Menger, Von Mises, Hayek, Schumpeter.
Sostenían que no se podía expandir el crédito en caso de reventar una burbuja porque eso la hincharía más. La economía ha de encajar esas pérdidas y reducir su consumo y reponer los ahorros malgastados. Eso significa austeridad. Lo peor que puede suceder es que los gobiernos intervengan y se entrometan, argumentaron los austriacos, porque al inundar el mercado con liquidez y mantener bajos los tipos de interés o tratar de estimular la economía suavizando el ciclo, lo que hace es prolongar la recesión.
Señala Blyth que cuando se produce una crisis financiera, existen 4 formas de acometer el ajuste: iniciar un proceso de inflación, provocar la deflación [nota del lector: lo que pasa ahora], devaluar la moneda o asumir el impago. Según los austriacos, la solución correcta consiste en la deflación, en comenzar a reducir los salarios y los precios para que la economía pueda ajustarse a los valores reales del mercado (aunque a los gobiernos no les gusta esta solución porque genera desempleo e inestabilidad). El impago lo descartan. Los administraciones públicas optan por la devaluación o la inflación, o los dos mecanismos, lo que alerta a las empresas para guardar en caja grandes sumas de dinero por si hay inflación o devaluación. Los austriacos proponen que los bancos vayan a la quiebra y luego poner en marcha otra vez el sistema.
Estas ideas tuvieron eco en el 2008 en Estados Unidos cuando surgieron los peligros derivados de la excesiva asunción de deuda, el apalancamiento abusivo, la inflación de los activos, el desplome del ahorro y el mensaje de que nadie acuda al rescate de los bancos. La idea de que "es mejor no intervenir y que la crisis siga su curso" obtuvo el respaldo en las filas del partido conservador republicano de EEUU. Sin embargo, los austriacos no fueron escuchados porque todavía había la memoria de lo que pasó en la Gran Depresión de 1929, cuando inicialmente el estado no rescató a la banca. Más que "autocuración", sus recetas llevan a la "austeridad permanente".

Blynth también habla de los catalizadores de la austeridad que desplazaron a Keynes del pensamiento global. Se refiere a
1) el monetarismo
El neoliberalismo de Milton Friedman, que dice que en caso de que el Gobierno amplíe su volumen de oferta de dinero al objeto de aumentar las cifras de personas empleadas, la consecuencia sería en una expansión de la producción para responder a la subida de precios, lo que haría decrecer el paro y subir los salarios. Según Friedam, el desempleo es voluntario y no por una falta de demanda como decía Keynes. Blyth replica que, entonces, el 25% de los trabajadores españoles en paro están de vacaciones porque no les atraen los salarios.
La hazaña de los monetaristas sería colocar el "dinero" en el centro de atención de la macroeconomía e impulsaron las ideas de la austeridad.

Estas teorías manejan el concepto de expectativas racionales, según la cual si un ciudadano ve que su Gobierno recorta el gasto tenderá a pensar que más adelante le rebajarán los impuestos, lo que generará un ansia de consumo, con lo que ya no es necesario acudir a medidas keynesianas para estimular la demanda. Blyth y otros autores se burlan de esas "expectativas racionales" porque es dudoso que un ciudadano haga esos cálculos fiscales futuros.

2)  la teoría de la elección pública
La idea de "riesgo moral" (suponer que los demás países van a ser solidarios y acudir en nuestro rescate) va unida a la teoría de la elección pública, que rechaza a estos caraduras. Sin embargo, el autor dice que la UE se basa más en la confianza que en el miedo al riesgo moral.

3) los peligros de la democracia
Se refiere a que un gobernante siempre tenderá a expandir el gasto público en periodo de elecciones rompiendo la disciplina fiscal por lo que es necesario tener un banco central independiente que no caiga en esas tentaciones. Según los monetarias, el Estado siempre tendería a "jugar" con la curva de Laffer (que dice que a mayor inflación menos paro, y más deflación, más paro) para subir o bajar el desempleo en épocas electorales. Los monetaristas proponen que en vez de ese comportamiento "insensato" se deje operar a la mano invisible del mercado y que fije la tasa natural de desempleo en cada momento. Y la solución pasa nuevamente por tener un banco central independiente que hará más creíble su compromiso con la disciplina fiscal que un político preocupado por las elecciones.

Blyth reflexiona y se pregunta si el actual desempleo ha sido elegido libremente por sus gobernantes, a causa de estas ideologías, lo que sería "insultante" para las familias que lo están pasando mal.


El consenso de Washington
Fue alcanzado en 1989, lo elaboró John Williamson y cuenta con diez puntos que son "imperiosamente necesario" aplicar: disciplina fiscal, reorganización de las prioridades del gasto público, reforma tributaria, liberalización de los tipos de interés, (conservación) de una paridad cambiaria competitiva, liberalización del comercio y de la inversión extranjera directa (FDI), privatización de las empresas estatales, aplicación de los mecanismos de desregulación al uso y consolidación de los derechos de propiedad. Con este decálogo, que recoge lo fundamental de lo que hoy se entiende por austeridad, se expulsaron las ideas del desarrollo latioamericano que sostenían que el estado podía liderar el desarrollo industrial.
Blyth señala que el FMI se tomó al pie de la letra el decálogo y lo obligó a adoptar a todos los países a los que "ayudó" financieramente. Aplicó el modelo Polak (más centrado en las variables de austeridad) para determinar si un país moroso cumplía la hoja de ruta. En el 2005, el FMI publicó un informe donde admitía que la aplicación del consenso de Washington había sido un fiasco.

Einaudi y los economistas de finanzas de Milán
Otra escuela relacionada con la austeridad es la de las Universidad Comercial Bocconi de Milán (una mezcla de ordoliberalismo y de teoría de la elección pública). Uno de sus representantes, Einaudi defendía un entorno económico de baja inflación y un estado poco intervencionista que impidiese los monopolios. Promovió una Europa unida con un mercado único y una moneda común. Sus alumnos Alberto Alesina, Francesco Giavazzi, Silvia Ardagna, Guido Tabellini y Roberto Perotti fueron quienes definieron mejor la teoría de la austeridad y de por qué, según ellos, la democracia genera tanta deuda e inflación (por el asunto de las obras públicas). Lo que añaden Persson y Svensson es que si un gobernante conservador sospecha que van a ganar las elecciones los de izquierda (tendentes a despilfarrar el dinero público) lo que hará será dejar a su sucesor una importante deuda para que no pueda malgastar tanto. Además, le transferiría la factura a su sucesor. Por ello, dicen, las democracias generan continuas "burbujas de deuda".
Por su parte, Giavazzi y Pagano introdujeron la idea de la contracción fiscal expansiva (en la que un recorte de gastos e incremento de impuestos puede tener un milagroso efecto multiplicador del crecimiento como sucedió en Dinamarca e Irlanda en los años 80, que fueron acompañados de medidas monetarias y cambiarias para generar deflación y flujos de capital).

En 1995, Alesia propugnó la idea de expandir el conjunto de ajustes fiscales positivos y descubrieron que la mejor inversión de un dólar en la consolidación presupuestaria consistía en introducir recortes en los programas de transferencia social como en los salarios y número de funcionarios de la Administración. Examinaron 20 países de la OCDE y dijeron que los ajustes más exitosos incidieron en el recorte del gasto público y meterle la tijera al estado de bienestar. Eso iba a generar un crecimiento superior a la media y no generan recesiones grandes. De aquí surgió lo que iba a ser una "política normal", pues Keynes había entendido todo al revés. Los recortes del gasto generan crecimiento y reducen la deuda y el gasto público produce inflación y un volumen de endeudamiento mayor.

La escuela italiana coronó la faena con el informe Tales of Fiscal Adjustment en 1998. Recomiendan para lograr un ajuste fiscal expansivo combinar el recorte de gastos del programa de bienestar y los costes salariales del sector público, y la moderación de los salarios asociada a una devaluación. Subir los impuestos en una recesión empeoraría las cosas. Y aquí surge la mítica frase que todos hemos oído: "No hay más alternativa que la de proceder a efectuar recortes".
Según su teoría, los ciudadanos al ver recortes anticipan una reducción de impuestos y se lanzan a consumir e invertir. Por eso, los recortes hay que hacerlos en una recesión, cuando más duele, concluyen estos autores italianos, porque genera mayor rentabilidad por dólar invertido en el presupuesto.
En posteriores estudios insisten en que es mejor recortar gastos que subir los impuestos. De dos casos positivos con países que crecieron en esas duras condiciones, ahora hallan 26.
En abril del 2010, Alberto Alsina presentó en la reunión del Consejo Europeo de Asuntos Económicos y Financieros, celebrado en Madrid, una versión simplificada de su trabajo con Ardagna, donde insistió en que el endeudamiento no iba a desaparecer de la eurozona y no valía más que aplicar ajuste fiscal al que le seguiría crecimiento en un plazo muy corto. Sus ideas fueron asumidas por la "troika".

En la última parte del libro, Blynth compara la eurozona con el patrón oro y los problemas que generó este sistema de divisas en los años 20 y 30 a los países que quisieron mantener la convertivilidad, lo mismo que ahora pasa con el euro. El patrón oro obliga a realizar ajustes, recortes y mantener la austeridad para mantener el valor de la moneda, sin la libertad de aquellas que flotan libres. Pone como ejemplo, el caso de Japón y sus esfuerzos por mantenerse en el patrón oro con políticas tan austeras que pusieron en pie de guerra a sus militares y que acabaron con los asesinatos de los ministros que defendían los recortes, o en Francia, donde el Banco Central (dominado por las 200 familias) impedía aumentar el gasto al país, que quedó desarmado ante Alemania. O el mismo caso de Alemania, donde los socialdemócratas insistieron tanto en la austeridad que dejaron vía libre a los nazis, que defendían la salida del patrón oro. Inglaterra también tuvo que salirse del patrón oro tras una grave recesión y revueltas. Blyth concluye que las medidas de austeridad, sobre todo en época de recesión, han acabado mal. Casos exitosos como el de Dinamarca o Irlanda pueden deberse a otras causas que no hay que despreciar, como el aumento de las exportaciones, por ejemplo. En otros casos, como el de Letonia o Lituana, sus elevados crecimientos se produjeron, precisamente, después de abandonar las medidas de austeridad.
El autor también analiza los recortes en los países REBLL (Rumania, Estonia, Bulgaria, Lituania, Letonia), que en algún caso salieron bien pero Blyth cree que no se debe precisamente a los recortes aplicados si no más bien a librarse de ellos.

También duda que los rescates a la banca hayan salido más baratos que si se hubiesen dejado quebrar los bancos. Compara el caso de Islandia (que dejó quebrar a sus finanzas y pronto recuperó el crecimiento) e Irlanda (entrampada en un enorme pago de la deuda para rescatar a sus bancos a costa del contribuyente).








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