Oleo painting "Woman in Nepal" (by E.V.Pita,2007) / Pintura al óleo: "Labriega en Nepal" (E.V.Pita,2007) |
"Desigualdad y pobreza: los mejores libros sobre el colapso económico"
Resúmenes de E.V.Pita (2013)Ver el resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com.es/p/pobreza.html?m=1
Una selección con los resúmenes de los libros que mejor analizaron la pobreza y el agotamiento de los recursos económicos, así como las causas que generan la pobreza. Grandes obras de autores del renombre de Malthus, Sachs, Stiglitz, Piketty entre otros.
Listado de obras resumidas:
1798... "Primer ensayo sobre la población", de Malthus (1798)
****. Obra clave. Malthus hace cálculos sobre la productividad de la tierra y llega a la conclusión de que sobra población por una sencilla ley: cuando hay muchos recursos, la población se multiplica hasta agotar los recursos, lo que genera hambre y una catástrofe. El crecimiento de la productividad de la tierra es aritmético y el de la población es geométrico (exponencial). Sus predicciones nunca se cumplieron porque el progreso tecnológico permitió hacer más fértiles y productivas las tierras. De hecho, en su tiempo, posiblemente no hubiese ni 1.000 millones de habitantes y ahora hay 7.000. Fue el primero en anticipar el colapso ecológico y la necesidad de una economía sostenible.
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http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/10/primer-ensayo-sobre-la-poblacion-de.html
1962... "Capitalismo y libertad", de Milton Friedman (1962)
***. Obra fundacional. Este libro restablece el camino a seguir, junto a "Camino de Servidumbre" de Hayek, para el liberalismo. Los capítulos 10 y 11 se refieren a los orígenes de la desigualdad y son interesantes como Milton Friedman justifica la desigualdad como una cuestión de "suerte" que no podemos eludir, por lo que desaconseja la intervención del Estado para redistribuir la riqueza.
Ver el resumen en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/06/capitalismo-y-libertad-de-milton.html
1997.... "El banquero de los pobres", de Muhammad Yunus (1997)
****.Excelente. Emotivo relato de cómo un profesor universitario implantó los microcréditos en Bangladesh en 1975 para sacar a millones de mujeres que vivían en la extrema pobreza concediéndoles créditos de 27 dólares, lo justo para comprar su material textil.
Link original y actualizado del resumen:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/01/el-banquero-de-los-pobres-de-muhammad.html
2001.... "Desigualdad y cambio industrial", de James K. Galbraith (y Maureen Berner) (2001)
***.Obra pionera. Galbraith estudia los salarios en EE.UU. en las décadas de los 70 y 80 y descubre que hay desigualdad en plena expansión de los años 90. Catorce años después esto será ya tan evidente que obras como la de Piketty arrastrarán un gran debate social.
2003..."Decrecimiento y posdesarrollo", de Serge Latouche (2003)
***. Obra interesante. Desde principios del siglo XXI ha surgido una nueva corriente que promueve el decrecimiento o, al menos, el crecimiento "0", para hacer un mundo sostenible y evitar el colapso del sistema. Ojalá el estancamiento fuese voluntario pero autores como Piketty prevén que no será posible un crecimiento mayor del 1% a no ser que se descubra una fuente inagotable de energía que sustituya al petróleo.
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2005... "Comercio justo para todos", de Joseph E. Stiglitz (y Andrew Charlton) (2005)
***. Obra de gran interés. Stiglitz denuncia las prácticas de los países desarrollados (como subvencionar la agricultura) para sacar ventaja en los acuerdos comerciales internacionales que derriban aranceles en los países pobres y los dejan a merced de las grandes multinacionales que inundan sus mercados con productos muy baratos gracias a las subvencions.
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/11/comercio-justo-para-todos-de-joseph-e.html
2005... "El fin de la pobreza", de Jeffrey Sachs. (2005)
***. Obra destacable. Sachs fue uno de los que puso en marcha las reformas en el Este para que entrasen en una economía de mercado. Le atribuyen la precipitada privatización de las empresas públicas de la URSS, lo que él niega. Su siguiente objetivo fue aplicar las recetas liberales a los países africanos más pobres y proponer el Proyecto Milenium apoyado por el cantante Bono. Aunque sus intenciones son buenas, ha cosechado críticas por la manera de abordar la solución económica a la pobreza en África.
Ver el resumen en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/10/el-fin-de-la-pobreza-de-jeffrey-sachs.html
2006.... "Colapso", de Jared Diamond (2006)
***. Obra excelente. Diamond examina por qué grandes civilizaciones como la maya, las colonias vikingas en Vinland y Groelandia, o los habitantes de la isla de Pascua se extinguieron. En general, agotaron los recursos y no se pudieron adaptar a los cambios climáticos u otro tipo de catástrofe.
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/09/collapse-colapso-de-jared-diamond-2005.html
2011... "Poor Economics" ("Repensando la pobreza"), de Abhijit V. Barnejee y Esther Duflo (2011)
***. Obra interesante. Examina las estrategias de los pobres para administrar sus compras, sus ingresos y el uso que le dan a las donaciones internacionales. Se pregunta por qué un pobre que recibe un dinero extra no se lo gasta en más comida para su familia y lo que hace es comprarse un televisor o un vídeo.
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http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/05/poor-economics-de-abhijit-v-barnejee-y.html
2012.... "¿Por qué fracasan los países?", de Daron Acemoglu y James A. Robinson (2012)
***. Obra popular. Los autores sostienen que la falta de democracia ha arrastrado a muchos países al subdesarrollo porque mantuvieron estructuras oligárquicas, aristocráticas o absolutistas poco distributivas y desiguales. Sorprende la interpretación que hace de la independencia de las colonias españolas en América: los criollos se sublevaron porque no aceptaban al Gobierno liberal de España, que promovía la democracia, e instauraron oligarquías. Examina también casos como el del reino absolutista de Etiopía.
Ver el resumen en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/02/por-que-fracasan-los-paises-de-daron.html
2012...."En deuda, una historia alternativa de la economía", de David Graeber (2012)
***. Libro de interés. Graeber relata cómo desde la Antigüedad la deuda ha sumido en la pobreza a los agricultores, han tenido que vender a sus propias hijas para cancelarlas o han perdido sus tierras. Eso ha quedado como trasfondo de muchas economías agrícolas.
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http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/12/en-deuda-una-historia-alternativa-de-la.html
2012.... "El precio de la desigualdad", de Joseph E. Stiglitz (2012)
****. Obra destacable. Stiglitz detectó que la economía neoliberal ha creado más desigualdad entre rentas que las que había en los años 80. La teoría neoliberal dice que hay que bajar los impuestos a los ricos para que creen empleo y el maná del dinero caiga a los de abajo. Es la distribución de la riqueza desde arriba. Pero el índice de Gini que mide la concentración de riqueza por niveles salariales demuestra que cada vez se acrecienta más la brecha de la desigualdad, de forma que hay un 1% cada vez más rico y una clase media que cae hacia la pobreza, que aumenta. El debate sobre la desigualdad ya está entrando en las agendas.
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http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/10/el-precio-de-la-desigualdad-de-joseph-e.html
2013.... "¿Por qué la austeridad mata?", de David Stuckler y Sanjay Basu (2013)
***. Obra de interés. Los autores usaron estadísticas sanitarias para ver cómo cada vez que se implantaba la receta de la austeridad en un país, sus ciudadanos enfermaban más o se morían. Generalmente, solían ser desempleados que caían en el alcohol, gente que se quedaba sin acceso a la sanidad y otros factores relacionados con la depresión. Por contra, los accidentes mortales de tráfico se desplomaban al descender el número de viajes por falta de dinero para comprar gasolina, fenómeno que también se observó en la crisis del 1929. Añaden que la Gran Recesión ha permitido hacer "experimentos naturales" porque algunos países como Islandia se negaron a seguir las recetas de austeridad de España, Grecia, Portugal o Irlanda y se recuperaron antes.
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/01/por-que-la-austeridad-mata-de-david.html
2013.... "El capital en el siglo XXI", de Thomas Piketty (2013, edición francesa)
****. Obra maestra. Desde su publicación, ha generado una gran polémica al plantear el tema de la desigualdad económica de la distribución de las rentas. El autor sostiene que hace falta cobrar impuestos más altos a los más ricos para mejorar la renta de los más pobres porque el sistema actual no lo hace automáticamente. Sus críticos dicen que prefieren un mundo de emprendedores en los que prima la iniciativa del individuo, aunque sea pobre, para prosperar que unos ciudadanos subvencionados por el Estado que pone obstáculos al crecimiento.
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/04/el-capital-en-el-siglo-xxi-de-thomas.html
2013...."Austeridad. Historia de una idea peligrosa", de Mark Blyth (2013)
****. Blyth indaga en el motivo que impulsa al G-20 y a los Gobiernos a insistir tercamente en aplicar políticas de austeridad que ni crean empleo ni disparan el crecimiento. La razón, cree el autor, es que estas recetas generan deflación, lo que beneficia a los acreedores, y sirven para continuar con el gigantesco rescate de la banca a costa del ciudadano. La crisis del 2008 es bancaria pero la han enmascarado como de deuda pública cuando, en realidad, la principal deuda es privada.
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/08/austeridad-historia-de-una-idea.html
2019...."Capital e ideología", de Thomas Piketty (2019)
****.Obra destacable. El autor estudia la historia de la desigualdad (a partir de los percentiles de concentración de riqueza) y concluye que hay que poner políticas de redistribución como el socialismo federalista.
Resumen original y actualizado en el siguiente link:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/12/capital-e-ideologia-de-thomas-piketty.html
2019...."El delirio del crecimiento", de David Pilling (2019)
***. Bueno. Explica los fallos del PIB porque solo mide la producción y los ingresos (buenos y malos) y deja fuera las externalidades negativas (la contaminación, el calentamiento globlal, la delincuencia) y las externalidades positivas (aire puro y limpio, paisaje), así como la economía doméstica.
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https://evpitasociologia.blogspot.com/2020/03/el-delirio-del-crecimiento-de-david.html
ANEXO... Reportajes sobre pobreza mundial (E.V.Pita)
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Título: "Primer ensayo sobre la población", de Thomas Robert Malthus (1789)
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Sociología, demografía, economía aplicada, estructura económica
Autor del resumen y anotaciones: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.
Título: "Primer ensayo sobre la población"
Título original: "An Essay on the Principle of Population, as it affects the future improvement of Society with remarks on the speculations of Mr. Godwin, Mr. Condorcet and other writers, 1789".
Autor: Thomas Robert Malthus
Fecha de publicación: 1789, 1933, 1951.
Editorial en español: Alianza Editorial.
Fecha publicación: 1979
[Notas previas del lector: el interés de este libro, uno de los más citados por los economistas, estriba en que el mundo alcanzará el récord de 7.000 millones de habitantes en cuestión de días. Sería una buena noticia si todo el mundo estuviese bien alimentado y con sus necesidades cubiertas, algo que inexplicablemente la comunidad internacional no ha resuelto. Las predicciones del informe sobre el crecimiento de la población de 1970 iba bien encaminado. Se habla de que en el 2040 habrá 9.000 millones de habitantes y más de uno se pregunta si los recursos serán suficientes para todos. Malthus, dos siglos atrás, predijo que el crecimiento geométrico de la población superaría al crecimiento aritmético de los recursos pero los sucesivos autores le han criticado que no hubiese previsto el avance tecnológico que ha logrado multiplicar las cosechas y el bienestar mundial a mayor ritmo que el crecimiento de la población, aunque no todos tienen satisfechas sus necesidades básicas].
Texto de la contraportada de Libros de bolsillo de Alianza Editorial: "Thomas Robert Malthus (1766-1834) escribió la primera versión del Ensayo sobre la población en 1789. En las ediciones posteriores las dimensiones del libro aumentaron considerablemente, merced a la incorporación de material estadístico, destinado a fortalecer mediante comprobaciones inductivas los principios generales establecidos en la primera. Sin embargo, es la edición original de la obra, apriorística y filosófica en el método, atrevida y retórica en el estilo, la que mayor interés tiene para el lector contemporáneo, precisamente porque en ella se exponen en sus líneas esenciales, y en forma directa y descarnada, las tesis malthusianas acerca de las oscuras perspectivas que para el progreso humano crea la desfavorable relación entre el incremento demográfico y el aumento de los recursos naturales. El ensayo de Malthus, escribe John Maynard Keynes, en su bello trabajo Robert Malthus: el primer economista de Cambridge, que, en traducción de José Vergara, figura como prólogo de la presente edición, es una obra de genio juvenil. El autor tenía plena conciencia del alcance de las ideas que exponía. Creía haber encontrado la clave de la miseria humana. Este libro puede reclamar un lugar entre aquellos que han ejercido gran influencia en el progreso de las ideas". En un momento [1979] en que el tema del control de la natalidad cobra una importancia práctica de primer orden, la publicación de esta obra clásica permite remontar la discusión sobre las relaciones entre crecimiento demográfico y perpetuación de la misera hasta sus orígenes".
ÍNDICE
Capítulo 1.
Planteamiento del problema. Argumentos contra la perfectibilidad del hombre y debate.
Capítulo 2
Los distintos ritmos de crecimiento de la población y de alimentación. Oscilaciones en las clases bajas de la sociedad. Tres proposiciones de este ensayo.
Capítulo 3
Breve estado del estado salvaje o cazador. Pastores, bárbaros que arrasaron Roma, marea migratoria del Norte por exceso de población.
Capítulo 4
El estado de las naciones civilizadas. La probabilidad de que la población actual de Europa sea muy superior a la de tiempos de Julio César. El error de Hume al estimar la población. Lento aumento en los Estados de Europa. Obstáculos preventivos al crecimiento en Inglaterra.
Capítulo 5.
El segundo obstáculo a la población: el positivo, en Inglaterra. La razón por que las sumas recogidas para los pobres no mejoran su suerte. Tendencia de los pobres a derrotar sus propósitos. Paliativo al sufrimiento de los pobres. La miseria jamás se podrá suprimir de las clases inferiores de la sociedad. Resumen de los obstáculos al crecimiento poblacional: miseria y vicio.
Capítulo 6
Nuevas colonias. Porqué crece Norteamérica. Rapidez con que los estados viejos se recuperan de los estragos de la guerra, la pestilencia, hambre y convulsiones de la naturaleza.
Capítulo 7
Probable causa de las epidemias. Retorno periódico de las épocas en que abundan las enfermedades. La proporción entre nacimientos y entierros en breves períodos no es un criterio adecuado para estimar el aumento medio. La gran frugalidad de la población, causa del hambre en China. La ley de los pobres del señor Pitt. Las causas de la felicidad de las naciones. El hambre, recurso de la naturaleza para suprimir el exceso de población.
Capítulo 8.
Señor Wallace. Esquema del señor Condorcet sobre el progreso del espíritu humano.
Capitulo 9
La conjetura de Condorcet respecto a la perfectivilidad orgánica del hombre. Falacia sobre el crecimiento ilimitado tras una mejora en la cría de animales y plantas.
Cápítulo 10
El sistema de igualdad del señor Godwin quedaría destruido en 30 años bajo los efectos de la población. El error de atribuir todos los vicios de la humanidad a las instituciones humanas.
Capítulo 11
Godwin y la futura expansión de la pasión entre los sexos, conjetura de escaso fundamento.
Capítulo 12
Godwin y su conjetura sobre la prolongación indefinida de la vida humana. Incosistencia del escepticismo.
Capítulo 13
Error de Godwin al considerar demasiado al hombre como un ser exclusivamente racional. Las pasiones actuarán siempre como fuerzas perturbadoras en las decisiones del razocinio. Verdades inconfensables.
Capítulo 14
No quedan demostradas las cinco proposiciones de Godwin sobre la verdad política. Razones por las que suponemos que los sufrimientos causados por el principio de población, y que los vicios y debilidad moral del hombre nunca serán suprimidos. La perfectibilidad de Godwin no es aplicable al hombre.
Capítulo 15
Modelos excesivamente perfectos pueden a veces entorpecer en vez de promover el progreso. El ensayo sobre la avaricia y la profusión. Imposibilidad de repartir amistosamente entre todos el necesario trabajo de una sociedad. Un acrecentamiento de la masa del trabajo agrícola sería siempre una ventaja para el trabajador.
Capítulo 16
El probable error de Adam Smith al considerar todo el aumento de la renta o del capital de una sociedad como un aumento del fondo destinado al mantenimiento del trabajo. Ejemplos en los que un aumento de la riqueza no puede tener la menor tendencia a mejorar las condiciones de los trabajadores pobres (la fortuna de los pobres en China no va a aumentar porque mejoren los fabricantes).
Capítulo 17
La cuestión de la definición más correcta de la riqueza de un estado. Los economistas franceses no tienen razón al considerar a todos los trabajadores de las manufacturas como improductivos. Los artesanos pueden ser productivos para el individuo y no para el Estado. El error del doctor Price al atribuir la felicidad y el rápido crecimiento de America al nivel de su civilización.
Capítulo 18
La constante presión de la desgracia sobre el hombre. La teoría de formación del espíritu. Excitaciones producidas por necesidades del cuerpo, por leyes generales y dificultades de la vida.
Capítulo 19
Las penas de la vida son necesarias para suavizar y humanizar el corazón. La maldad moral es probablemente necesaria para suscitar la excelencia moral. La idea de que el espíritu es creado por las excitaciones parece explicar la existencia de la maldad natural y moral.
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RESUMEN
El prólogo es obra de Keynes. Tras hacer un repaso biográfico, donde el reverendo Malthus destacó por su agilidad matemática pero habla espesa, Keynes se centra en la amistad entre David Ricardo, el teórico más influyente del capitalismo tras Smith, y Malthus. Keynes cree que Malthus era un buen hombre que se preocupaba de la felicidad humana y que el mundo hubiera sido más feliz e igualitario si se hubiesen tomado más en serio sus teorías y no las ultraliberales de Ricardo (buscaré algún libro de él para resumir). Keynes destaca que Malthus pensaba que en tiempos de necesidad el gasto público o privado, aunque fuese en lujos, serviría para relanzar la economía, lo cual no es más que un avance de lo que sería la teoría keynesiana sobre la estimulación de la demanda mediante gasto público.
En el primer y segundo capítulo, Malthus establece su tesis de que la población crece geométricamente y se duplica cada 25 años mientras que los recursos de la tierra lo hacen en progesión aritmetica (1,2,3). Así, dice que si Inglaterra tiene 7 millones de habitantes en 1800 tendrá 14 en 1825, 28 en 1850, 56 en 1875 y 112 en 1900, cosa que no ocurrió porque se olvida de que una generación desaparece cada 25 años por muerte natural. Mientras, los alimentos crecen aritmeticamente: 1, 2, 3, 4, 5.... En el 2010, Inglaterra tiene entorno a 70 millones de habitantes. Respecto a la produción de la tierra, aunque la tecnología lograse siempre ir por delante, la tierra para alimentar a 7 millones de personas sería claramente insuficiente para 112. Esa es la teoría básica. Este añade que la población siempre va a aumentar porque va con la naturaleza humana.
Hay una cosa que es importante: habla de unos ciclos que se repiten a lo largo de la historia de la humanidad y que son muy sencillos: tras una época de abundancia crece la población hasta pasar por encima de los recursos alimentarios, lo que lleva a la miseria, hay una sobreproducción, los empresarios despiden, baja el consumo, entra en crisis, los salarios desciendes, los empresarios vuelven a contratar a bajos precios y comienza de nuevo el ciclo de prosperidad. Malthus dice que estos ciclos vienen incorporados "de serie" con el hombre, que siempre tiende a incrementar su población por encima de los recursos, lo que aboca al empobrecimiento, tanto en sociedades explotadoras como igualitarias.
En el tercer capítulo, examina las consecuencias de las tribus de nómadas y recolectores, como los indios de Norteamérica, que han tenido que sobrevivir por debajo de los recursos de subsistencia. Solo uno entre cien llega a guerrero, una posición de privilegio en una cruel sociedad que no duda en explotar a las mujeres y donde la vida no vale nada. Dice que en las praderas, las mujeres indias tenían uno o dos hijos como máximo, pero los asentamientos próximos a los colonos blancos, que cultivaban campos, subió a cinco o seis hijos. Añade que quienes se dedicaron al pastoreo tampoco les ha ido mejor, pues siempre han estado al borde del límite de subsistencia, como es el caso de las tribus escitas, que desbordaron al imperio Romano, desesperados por el hambre. Malthus, que se ve que ha leído a Gibson y su Decadencia de Roma, señala que Roma fue empujada por hordas de pastores escitas hambrientos que no podían sobrevivir tras superar su limite de recursos de subsistencia.
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Resumen: "Capitalismo y libertad", de Milton Friedman (1962)
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Resumen y comentarios por E.V.Pita (2014), licenciado en Derecho y Sociología.
Sociología, sistemas económicos, estructura económica, economía política
Título: Capitalismo y libertad
Título original: "Capitalism and Freedom"
Fecha de publicación: 1962
Editorial en inglés: University of Chicago
Editorial en español: 1966, Ediciones Rialp
ÍNDICE
1. La relación entre libertad económica y libertad política
2. La función del Estado en una sociedad libre
- El Estado, como hacedor de reglas y como árbitro
- Acción estatal justificada por el monopolio técnico y por los efectos de la vecindad
- Acción estatal con funcionamiento paternalista
- Conclusiones
3. El control monetario
- Un patrón-mercancía
- Una autoridad monetaria discrecional
- Reglas en lugar de autoridades
4. Organización de las finanzas y el comercio internacionales
- La importancia de la organización monetaria internacional para la libertad económica
- La función del oro en el sistema monetario de los Estados Unidos
- Pagos corrientes y la salida de capitales
- Diversos mecanismos para conseguir el equilibrio de los pagos exteriores
- Los tipos de cambio fluctuantes, como solución en un mercado libre
- Medidas de política económica necesarias para tener un mercado libre de oro y divisas
- Eliminación de las restricciones sobre el comercio en los Estados Unidos
5. Política fiscal
6. La función del Estado en la educación
- Educación general del ciudadano
- La enseñanza al nivel universitario
- Enseñanza profesional y técnica
7. Capitalismo y discriminación
- Legislación sobre las prácticas de empleo justo
- Legislación sobre el derecho al trabajo
- La responsabilidad social de la empresa y del trabajo
8. El monopolio y la responsabilidad social de la empresa y del trabajo
- La extensión del monopolio
- Las fuentes del monopolio
- La política estatal adecuada
- La responsabilidad social de la empresa y del trabajo
9. El sistema de licencias profesionales
- Ubicuidad de las restricciones estatales en cuanto a las actividades económicas a las que puede dedicarse el individuo
- Cuestiones de política económica que origina el sistema de licencias
- Licencias médicas
10. La distribución de la renta
- La ética de la distribución
- La función instrumental de la distribución de acuerdo con la producción
- La realidad de la distribución de la renta
- La política seguida para alterar la distribución de la renta
11. Medidas de bienestar social
- Medidas varias del bienestar
- El seguro de vejez y de sobrevivientes
12. El alivio de la pobreza
- Liberalismo e igualitarismo
13. Conclusión
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Comentarios: Milton Friedman fue uno de los adalides del neoliberalismo, en la creencia de que la desregulación mejoría la economía.
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RESUMEN
INTRODUCCIÓN
Friedman empieza su libro con una alusión a la frase del presidente Kennedy (que gobernaba Estados Unidos cuando escribió el libro): "Pregúntate, no qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país". Friedman replica que de ser así el Estado sería paternalista y el ciudadano se convertiría en un súbdito dependiente del Estado. [Nota del lector: es exactamente lo mismo que dijo Hayek en su libro de 1944 sobre la Economía planificada y el Estado de Bienestar]. Friedman insiste en que la libertad "es una planta rara" en la Historia y que su mayor enemigo es la concentración de poder. Recuerda que la esfera del Estado ha de ser limitada (dedicarse a proteger la libertad, la ley y el orden, preservar los contratos privados y fomentar los mercados competitivos; el sector privado ha de controlar al Estado y proteger las libertades de palabra, religión y pensamiento) y que el poder del Estado debe estar disperso (divisiones subprovinciales, provinciales, etc.. que permitan al ciudadano mudarse si no está contento con cómo se gobierna allí).
Friedman ataca el poder centralizado aunque se justifique para hacer transferencias de ingresos del rico al pobre o de fines privados a estatales. Pero el poder también puede perjudicar a los hombres de buena voluntad.
Cree que hay que limitar y descentralizar el poder del Estado para preservar la libertad y por razones constructivas ya que el Estado no puede igualar nunca la variedad y diversidad de la acción individual. Aunque dote de mejores viviendas a los ciudadanos con niveles uniformes, o mejores escuelas, o carreteras lo que hará será sustituir el progreso por el estancamiento y sustituiría la variedad por la mediocridad.
Sostiene que el capitalismo competitivo (empresa privada operando en libre mercado) es la condición necesaria para la libertad política. Considera que su pensamiento debe etiquetarse como liberalismo (que se refiere exclusivamente a la búsqueda de libertad con un gobierno descentralizado y no se debe confundir con la búsqueda de bienestar e igualdad a través del paternalismo e intervencionismo estatal con un gobierno centralizado).
Friedman diferencia entre el liberalismo del siglo XIX (el de la libertad), ahora etiquetado como "conservadurismo", aunque él dice que en aquella época, los liberales eran radicales. Él usa la palabra liberal en el sentido original: la de hombre libre. Solo estaría dispuesto a preservar las intervenciones estatales que han favorecido a la gente pero no las que han interferido en su libertad.
CAPÍTULO 1
Friedman dice que la función que tiene la desigualdad al crear focos independientes de poder para compensar la centralización del poder político, así como el papel que juega en el fomento de la libertad civil al crear patrocinadores que financien la experimentación y el desarrollo de productos nuevos - para comprar automóviles y televisores experimentales, o pintura expresionista-. Permite que la distribución tenga lugar en forma impersonal, sin necesidad de "autoridad" (no hay coacción).
Insiste en que la sustitución de la cooperación por la obligación altera la cuantía de recursos disponibles.
Paso a resumir el capítulo 10, que puede ser el de mayor interés en el siglo XXI.
CAPÍTULO 10 - DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA
El autor se pregunta si existe alguna justificación para que el Estado intervenga en el fomento de la igualdad y cuáles han sido los efectos de las medidas que se tomaron en ese sentido.
La ética de la distribución
Hay un principio ético en la sociedad libre de mercado que dice: "A cada uno, según lo que él y los instrumentos que él posee producen". Matiza que la distribución final de la renta y la riqueza aplicando plenamente este principio dependerá mucho de las reglas de propiedad que se adopten.
Hay otro principio, el de igualdad de tratamiento, que no es contradictorio con el primero.
Propone asignar al Estado una lista de funciones concretas.
Friedman sostiene que la desigualdad económica proviene de varios sitios:
1) Una procede de que algunos obreros prefieren tomar el sol en sus horas de ocio y otros trabajar más y duro y cobrar más, del mismo modo que están mejor pagados quienes hacen trabajos muy duros. [nota del lector: elegir trabajo o trabajar más horas quizás fuese posible en 1960 en la época del pleno empleo pero ahora, en el 2014, hay una tasa natural de desempleo que roza el 10 %].
2) Otra se origina en el funcionamiento del mercado y que es necesaria para satisfacer los gustos del individuo. Pone como ejemplo, que la lotería genera desigualdades entre el ganador y el resto. Pero hay más loterías a la hora de buscar empleo, como la chica que busca suerte como actriz de Hollywood en vez de estudiar unas oposiciones a funcionaria o el magnate que invierte en acciones de uranio y no en las seguras Obligaciones del Estado. Si las aspirantes a actrices les disgustase la incertidumbre podrían crear una cooperativa que les asegure un salario mínimo.
Equipara esto con la forma de interpretar las medidas estatales para la redistribución de la renta mediante impuestos progresivos y medidas similares.
3) Dice que mucha gente insiste en que lo esencial es que se distinga entre desigualdad en dotes personales y en propiedad, o entre riqueza heredada y adquirida. Se considera más aceptable la riqueza acumulada por el individuo que la heredada. Pero Friedman ve esta distinción insostenible.
Comenta el caso de un padre que tiene tres hijos: a uno le paga los estudios para agente de Bolsa (la riqueza le llega por sus dotes humanas), a otro le monta un negocio (la riqueza viene por los beneficios) y al tercero le crea un fondo de valores que le rinde una renta (riqueza heredada). Se pregunta qué hubiera pasado si el padre hubiese dilapidado toda su fortuna sin dar nada a sus hijos.
Pone como ejemplo a cuatro robinsones aislados en cuatro islas vecinas. Uno vive sin esfuerzo en una isla grande y fértil. Los otros viven en islas áridas. Friedman dice que lo lógico es que el rico les invitase al resto a su isla pero, en caso de no hacerlo, los otros no podrían obligarle a compartir su riqueza. La solución a este dilema lo pone con un segundo ejemplo: cuatro amigos van por la calle y uno encuentra un billete de 20 dólares. Sería generoso que les invitase a los otros a una copa pero si no lo hace, estarían los demás legitimados a obligarle a repartir el dinero. Y se pregunta: "¿Todo aquel que tiene más dinero que el promedio debe repartirlo?". Dice que eso, si se generalizase, haría imposible la existencia del mundo civilizado.
Insiste en que la mayoría de las diferencias de nivel, posición, riqueza, pueden considerarse en algún punto lejano, como debidas a la suerte. Añade que el hombre "trabajador y ahorrador" se merece su fortuna pero "esas cualidades genéticas se las debe a la suerte de haberlas heredado". Dice que la mayoría acepta con más facilidad la riqueza que llega por suerte que por mérito, porque la segunda implica que alguien ha juzgado al candidato para subirle el sueldo, por ejemplo.
Luego, añade que en una sociedad de mercado, la función operativa del pago de acuerdo con la producción no es distributiva sino asignativa. Recuerda que el principio central de la economía de mercado es la cooperación mediante el intercambio voluntario.
El pago se debe realizar de acuerdo con la producción para que los recursos se usen de la forma más eficaz. Es una justicia distributiva. Añade que la sustitución de la cooperación por la obligación altera la cuantía de recursos disponibles.
Hace una crítica a la plusvalía de Marx, que dice que el trabajador solo obtiene una parte del producto que produce, a lo que Milton replica que ese argumento carece de validez porque hay otras formas de repartir la ganancia, por ejemplo, dándole a cada trabajador según su capacidad o su necesidad.
Pide que no se interprete mal el hecho de que un sistema capitalista que implique el pago de acuerdo con lo producido pueda estar caracterizado, "y en la práctica lo está", por una "considerable desigualdad de renta y de riqueza". Niega que el capitalismo y la libre empresa produzcan una mayor desigualdad que los sistemas alternativos. Atribuye el "engaño" a las cifras que se publican sobre la distribución de la renta y porque hay que distinguir entre "corto y largo plazo".
Sostiene que la renta actual se obtiene principalmente de los servicios prestados y no del capital (como en los años 60 ocurría en "países subdesarrollados como India, Egipto", cuya renta procedía de la propiedad principalmente). Dice que en Estados Unidos pasa lo mismo, una quinta parte es renta de la propiedad [nota: ojo, Piketty, dice que en los años 60 era superior al 25%, en torno al 35%].
Añade que el gran éxito del capitalismo no ha sido la acumulación de propiedad sino las oportunidades que ofrece a hombres y mujeres para ampliar, desarrollar y mejorar sus capacidades.
También quiere desmontar otra "idea popular" sobre el capitalismo, de que el capitalismo conduce a una menor desigualdad que otros sistemas y que el capitalismo ha disminuido mucho el grado de desigualdad. Asegura que lo que sí es cierto es que hay menos desigualdad en el nivel de vida entre las élites y la población en los países capitalistas que en los regímenes soviéticos o de castas. En los últimos cien años, dice Friedman, el capitalismo ha liberado a las masas del trabajo agotador y ha puesto a su disposición productos que eran exclusivos de las clases altas. Añade que la reducción de hijos en las familias también ha elevado las rentas.
Distingue dos clases de desigualdad de distribución de la renta: las diferencias temporales y a la largo plazo. Sostiene que una sociedad estática implica desigualdad [Nota del lector: exactamente, lo mismo que predice Piketty en 2013 para el futuro de Occidente] mientras que el capitalismo es dinámico, que genera movilidad social.
Luego habla de los métodos de los gobiernos para alterar la distribución de la renta: los impuestos progresivos sobre la renta y sobre la herencia. Opina que las medidas tuvieron un efecto "pequeño pero no insignificante" pero introdujeron unas desigualdades esencialmente arbitrarias entre personas que están en la misma categoría de renta.
Dice que los tipos impositivos progresivos no han dado resultado porque los salarios más gravados se han elevado y han fomentado la evasión de impuestos (las salidas de escape de la ley como el porcentaje de depreciación, la exención de los ingresos de bonos provinciales y municipales, etc...) El efecto es que los tipos reales aplicables sean menores que los nominales y la incidencia del impuesto sea caprichosa y desigual. Asegura que la evasión fiscal es la que genera las desigualdades y cree que hubiera sido mejor introducir una escala de tipos nominales más bajos y usar una base más completa mediante una imposición más igualada de todas las fuentes de ingresos.
En definitiva, sostiene que el impuesto sobre la renta personal tuvo un impacto arbitrario y una eficacia limitada en cuanto a reducir la desigualdad.
Además, dice que estos impuestos gravan más el hacerse rico que el hecho de ser rico. Son muy eficaces en impedir la acumulación de riqueza pues reduce el nivel de consumo. El dinero se va a actividades arriesgadas de alto rendimiento.
Dice que como liberal le resulta difícil comprender la justificación del impuesto progresivo cuando su único propósito es la redistribución de la renta. Es usar la fuerza para quitarles a unos y darles a otros.
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Resumen del libro "El banquero de los pobres", de Muhammad Yunus (1997)
Link original y actualizado del resumen:https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/01/el-banquero-de-los-pobres-de-muhammad.html
Resumen elaborado por E.V.Pita (2019), doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología
Sociología, pobreza, desigualdad, finanzas, microcréditos, emprendimiento, solidaridad, ayuda internacional
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Ficha técnica
Título: "El banquero de los pobres"
Subtítulo: "Los microcréditos y la batalla contra la pobreza en el mundo"
Título original en francés: "Vers un monde sans pauvreté"
Fecha de publicación en francés: París, 1997
Título en inglés: "Banker to the Poor"
Fecha de publicación en inglés: Nueva York, 1999, 2005
Fecha de publicación en español: Barcelona, 2006 (edición revisada)
Editorial en español: Ediciones Paidós Ibérica
Páginas:
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Biografía oficial de Muhammad Yunus (hasta 2006)
Fue el fundador del Grameen Bank.
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RESUMEN
Comentarios iniciales: Un libro ejemplar porque cumple el sueño de todo economista de echar una mano para erradicar la pobreza y la extrema miseria. La receta es el microcrédito concedido a personas con escasos recursos pero que suponen un "empujón" para escapar de la trampa de la pobreza.
El Grameen Bank es un banco para ayudar a los pobres de Bangladesh concediéndoles microcréditos, lo justo para montar un pequeño negocio ambulante o artesanal con el que los más necesitados puedan ganar dinero para comer toda la familia y arreglar el tejado de la chabola. Hay que tener en cuenta que es un dinero ínfimo, 20 o 30 dólares, pero que en Bangladesh es una fortuna para la gente que vive en la miseria y que estaba pagando altísimos intereses a los prestamistas, prácticamente para quienes trabajaban y vendían toda su producción al precio que él fijaba.
El fundador es un profesor musulmán de Economía, hijo de un joyero, que nació en la antigua Pakistán Oriental y que estudió becado en Estados Unidos en los años 70 del siglo XX. Al regresar, se encontró con un nuevo país, Bangladesh, tras sufrir una dura guerra de independencia. Mientras daba clases de Economía en la facultad se daba cuenta de que toda su teoría no servía para ayudar a los vecinos de las aldeas cercanas que vivían en la extrema pobreza. Él y sus estudiantes empezaron a visitar las aldeas y se dieron cuenta de que la pobreza era femenina, de mujeres que trabajan recluidas en sus casas de sol a sol para entregarle su producción a un usurero que se la compraba al precio que él quería en vez de al precio de libre mercado.
El profesor comprendió que la diferencia de esas mujeres en seguir endeudados o no era apenas un dólar al día. Con 27 podían comprar sus propias materias primas y confeccionar productos y venderlos al mejor precio posible. Cuando intentó convencer al banco de la zona para que concediese pequeños créditos de 30 dólares a varias mujeres (unidas en grupos de apoyo para pagar las deudas entre todos), los bancos se negaron porque no había nadie que las avalase y ese era un requisito burocrático inexcusable. El profesor aceptó ser el avalista (con la condición de no tener que devolver nada si había incumplimientos) y logró su primer préstamo de 300 dólares que concedió a las primeras mujeres candidatas (estas tenían que unirse en grupos de cinco mujeres para apoyarse mutuamente y responder por las deudas en conjunto; además, para ser miembro tenían que estudiar unas lecciones y superar un curso sobre gestión del ahorro). Al no haber impagos, prosiguieron concediendo créditos.
El banco se hizo más grande y el dictador del país accedió a hacer un programa gubernamental de microcréditos aunque el profesor tuvo que luchar para que el control siguiese en sus manos y no en el del gobierno. Él y sus colaboradores montaron una enorme red de oficinas y reclutadores que trabajaban de sol a sol recorriendo solos aldeas para fichar a nuevos aspirantes a los créditos. Hay que tener en cuenta que en Bangladesh las mujeres no podían salir de casa sin compañía y mucho menos hablar con hombres extraños, por lo que el profesor iba acompañado de mujeres estudiantes que intermediaban. Pasados unos años, movían millones de dólares.
El libro emociona porque describe como una iniciativa humilde y con solo un puñado de dólares pudo sacar de la pobreza a miles de mujeres en uno de los países más pobres del mundo.
Otro de los proyectos exitosos fue el de la concesión de microcréditos para montar una casa con tejado al precio más barato posible (unos 300-400 dólares). De esta forma, se llegó a muchas familias sin recursos que pudieron reformar su vivienda, al menos poner un tejado, para cobijarse. También hubo microcréditos especiales para reconstruir las casas durante los temporales e inundaciones de Bangladesh.
En la parte final del libro, el autor explica cómo, a finales de los años 90, desarrolló una compañía de teléfono móvil (Grameen Phone) basada en la figura de la "mujer del teléfono" en cada pueblo. Era la encargada de prestar el teléfono a unos céntimos el minuto para tener comunicadas las aldeas. La iniciativa afectó a 65.000 aldeas. La idea era hacer una especie de kiosco multimedia con teléfono y Internet, aprovechando el auge, para crear miniempleos basados en las telecomunicaciones para gente pobre.
El resultado de la iniciativa fue que este banco solidario prestó miles de millones de dólares a los más pobres del país a lo largo de 30 años, sacando a mucha gente de la pobreza, y recuperó el 98 % de los micropréstamos que concedió. El sistema de recuperación de letras era flexible porque, por ejemplo, ciertos oficios artesanos (el textil) se quedaban sin dinero en determinadas épocas del año e incurrían en impagos. El banco considera que los pobres son mucho más fiables y cumplidores a la hora de saldar sus deudas pues, tarde o temprano, las abonan.
Incluso se hicieron rondas especiales para ayudar al porcentaje de población más pobre del país. Se marcaron objetivos para sacar de la pobreza a un gran número de gente en 10 o quince años, en colaboración con otros fondos de ayuda mundiales. A su vez, el porcentaje del Gobierno se redujo al 7 % mientras que el resto era capital privado.
La empresa también se metió en el negocio de las piscifactorías (había miles por todo Bangladesh creadas durante la Edad Media) para sanearlas, eliminar la corrupción política, y convertir en accionistas y socios a los habitantes que se encargaban de cuidarla y vigilarla (robos, especies depredadoras). Fue a petición de un ministro que quería aprovechar esta riqueza milenaria y cedió la gestión a Grameen. Primero hubo protestas en las aldeas contra el banco (incluso incendiaron sus oficinas y echaron a sus empleados del pueblo) pero los colaboradores fueron aldea por aldea explicando a los habitantes cómo funcionaba su modelo de reflotación de las piscifactorías y fueron aceptados.
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Resumen del libro: "Desigualdad y cambio industrial", de James K. Galbraith (y Maureen Berner) (2001)
Ver el resumen original y actualizado en:
Autor del resumen y comentarios: E.V.Pita (2015), licenciado en Derecho y Sociología
Sociología, desigualdad, cambio social, estructura social
Título: "Desigualdad y cambio industrial"
Subtítulo: Una perspectiva global
Título original: Inequality & Industrial Change. A Global View.
Autores: James K. Galbraith y Maureen Berner
En colaboración con otros autores, aunque la mayor parte de los capítulos corresponden a Galbraith y otros autores.
Edición en inglés: 2001
Edición en español: 2004, Ediciones Akal SL, Madrid
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Biografía oficial de los autores y editores (hasta 2004)
James K. Galbraith es profesor en la Lyndon B. Jonhson School of Public Affairs y en el Departamento de Gobierno de la Universidad de Texas en Austin. También es senior scholar en el Jerome Levy Economics Institute y presidente nacional de Economist Allied for Arms Reduction, En 1981-1982 fue director ejecutivo del Comité Económico Conjunto del Congreso de Estados Unidos y en 1985 guest scholar en la Brookings Institution. Entre sus obras destacan Created Unequal, The Crisis in American Pay (1998) y Balancing Acts; Technology, Finance and the American Future (1989).
Maureen Berner es assistant professor en el Instituto de Gobierno de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill. Galardonado con el Excellence in Teaching Award de la Universidad de Texas (1996-1997), enseñó en la Public Service Academy de la Universidad del Sudoeste del Estado de Texas y trabajó en la Accounting and Information Management Division de la US General Accounting Office, Autora de diversos artículos en gran número de publicaciones de investigación y política económica, su tesis doctoral recibió en 1999 el premio de la National Association of Schools of Public Affairs and Administration.
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Texto de la contraportada:
"El presente libro ofrece un análisis global de la distribución de la remuneración salarial, aportando nuevas medidas sistemáticas. Sus distintos capítulos abarcan desde la estructura salarial estadounidense de 1920 a 1998 hasta la desigualdad de la remuneración y el desempleo en Europa desde 1970, pasando por la evolución de la desigualdad, el crecimiento industrial, la liberalización, las crisis financieras, la violencia estatal y la política industrial en más de 50 países desarrollados.
En sus páginas, en las que se evalúan los principales debates sobre el incremento de la desigualdad, se apoya la existencia de una poderosa dinámica macroeconómica de la desigualdad en la remuneración, tanto en los países ricos como en los pobres, un punto de vista que se remonta a Keynes y Kutnets. Algunos capítulos presentan descripciones detalladas de un nuevo conjunto de datos sobre la desigualdad global de la remuneración basado en el estadístico T de Theil, mientras que los dedicados a la teoría y la metodología permiten acceder a las medidas y técnicas estadísticas no paramétricas fundamentales en estos estudios.
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ÍNDICE
Parte I. Introducción a la teoría y el método
1. La teoría macroeconómica de la distribución de la renta
2. Midiendo la desigualdad y el cambio industrial
Parte II. Desigualdad, desempleo y cambio industrial
3. La estructura salarial estadounidense: 1920-1947
4. Desigualdad en los salarios manufactureros estadounidenses: 1920-1948: una estimación revisada
5, Estructuras salariales interindustriales: nuevas evidencias en la OCDE
6. Desigualdad y desempleo en Europa: el remedio estadounidense
7. Hacia una nueva hipótesis de Kuznets: teoría y evidencia sobre crecimiento y desigualdad
8. Midiendo la evolución de la desigualdad en la economía global
9. Regionalización económica, desigualdad y crisis financieras
10. Desigualdad y violencia estatal: un breve informe
11. Valorando el comportamiento de los regímenes latinoamericanos: 1970-1995
12. La evolución de la desigualdad en los ingresos industriales en México y Brasil.
13. El legado de la industrialización pesada: un análisis empírico de la política industrial coreana.
14. Desigualdad y desarrollo económico: reflexiones a modo de conclusión
Parte III. Métodos y técnicas
15. Construyendo series temporales de la desigualdad largas y densas a partir del índice de Theil
16. El análisis clúster y discriminante de las series temporales como una herramienta de investigación.
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Motivo de la elección del libro:
James K, Galbraith ha publicado en el 2014 el libro: "The End of the Normal". Esta era su obra más reciente que he encontrado disponible. A ello se suma el interés que ha despertado la desigualdad salarial tras la obra de Piketty El capital del siglo XXI.
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Resumen:
Mejor la T de Theil que el Indice de Gini
El primer interés del libro es distinguir entre la medición de la desigualdad con el método del índice de Gini o de la T de Theil. El autor señala que el conjunto de datos industriales en manos de los economistas ha permanecido como un recurso infrautilizado, en parte, debido a que normalmente no están adaptados a las técnicas estadísticas diseñadas fundamentalmente para operar con encuestas muestrales. Precisamente, el autor y sus colaboradores han elegido sus técnicas con las características de los datos industriales agrupados, jerárquicos y evolutivos en mente. El estadístico de Theil les ha dotado de un método para explotar estos conjuntos de datos con el objeto de obtener evidencias sobre el cambio en la desigualdad a lo largo del tiempo. El análisis cluster les ha permitido dotar de algún significado a las pautas subyacentes del cambio salarial. Y el análisis de funciones discriminantes les ha permitido delimitar, en cierto modo, las causas de la variación intergrupal con el objeto de obtener alguna intuición sobre los acontecimientos macroeconómicos, políticos o externos que han desarrollado los principales papeles en la determinación de los cambios en la distribución de las rentas industriales.
Proceso histórico de desigualdad
Al final de la Primera Guerra Mundial, la estructura de los salarios en la economía estadounidense era muy similar a la que existiría una generación más tarde. Pero tras el breve periodo de prosperidad que sucedió a la guerra, este alineamiento salarial relativamente igualitario se desintegró bajo el peso de la recesión de 1920-1922, en el que el desempleo subió vertiginosamente. Una recuperación al comienzo de los años 20 dio paso a una meseta durante el resto de la década hasta el crash de 1929.
La Gran Depresión de 1929-1932 elevó la desigualdad, según se derrumbaba el salario en el sector agrícola, que aún representaba el 40 % del desempleo total. La depreciación del dólar frente a la libra esterlina agravó este efecto. Durante los años 30, los movimientos en los tipos de cambio provocaron un incremento en la desigualdad por medio de dos vías: el dólar cayó y permaneció bajo en relación con la libra esterlina, pero creció frente a las divisas de países con bajos salarios, por lo que presionaban al incremento de la desigualdad en ambos frentes. Unicamente las políticas de pleno empleo y los controles directos de la Segunda Guerra Mundial, acompañados de un fuerte empuje hacia una mayor igualdad salarial en el interior del movimiento sindical, devolvieron a la estructura salarial, hacia 1946, a algo que se parecía a la de 1920.
De hecho, el incremento en los salarios más bajos en el periodo de guerra fue tan poderoso que el mercado laboral entero comenzó a cambiar en una forma que no se explica satisfactoriamente en el estudio de los autores. Según se disparó el precio del trabajo no cualificado, los empleadores comenzaron a aceptar y en muchos casos a reclutar nuevas fuentes de empleo no cualificado. Dependiendo de la naturaleza del proceso de trabajo, la localización de la producción y otras variables, empezaron a contratar a numerosas mujeres, afroamericanos, mexicanos y puertorriqueños. El pleno empleo sostenido reestructuró el mercado de trabajo no cualificado. Y muchos de los mayores beneficiarios fueron grupos que habían sido excluidos en buena medida del empleo manufacturero y de la educación antes de la guerra.
En opinión de J,K, Galbraith y otros, los teóricos que consideran que la evolución de la desigualdad está dominada por la educación y por el cambio en los niveles de cualificación corren el riesgo de situar el carro delante de los bueyes. Las G1 Bills llegaron justo al final del periodo analizado y las National Defense Education Acts y los programas de educación de la Gran Sociedad tardarían todavía bastante en llegar. A pesar del éxito de las escuelas públicas, el acceso a la educación entre 1921 y 1947 permaneció muy lejos de ser igualitario, De hecho, es probable que el gran incremento en los niveles de educación que siguió a la guerra se debiera a la nivelación anterior de la estructura salarial y a las nuevas estructuras políticas que surgieron del New Deal. El autor sospecha que los grupos empresariales que aceptaron las G1 Bills, pero que trabajaron duro para evitar que la Ley de Empleo de 1946 se convirtiera en lo que sus promotores pretendían que fuera - una ley del pleno empleo - entendieron bien que el Gran Nudo podía ser desemarañado. Sabían que ninguna política pública consigue reducir tan fielmente la desigualdad como un esfuerzo deliberado y simultáneo para combinar el pleno empleo con los derechos de negociación colectiva y los incrementos en los niveles salariales.
Las nuevas medidas mensuales de la desigualdad en la estructura de los salarios manufactureros desde 1947 e incluso desde 1939 permiten al autor refinar y extender las medidas anteriores de la desigualdad en la tasa salarial hasta 1920. También le permiten calcular la evolución de la desigualdad en la tasa salarial hasta fechas recientes. Piensa que estas nuevas medidas respaldan una interpretación keynesiana y macroecónomica de la evolución en las distribuciones salariales, según la cual, la tasa de desempleo se erige como el principal determinante de la distribución de la tasa salarial. Sostiene que aún queda trabajo por hacer para desarrollar la relación entre la desigualdad en la tasa salarial manufacturera y la desigualdad en el resto de la economía. En especial, el autor cree que hay que explicar la estabilidad de las desigualdad en las rentas de los hogares de Estados Unidos durante los años 50 mientras que la desigualdad en las tasas salariales creció rápidamente. Lo que ha visto el autor hasta ahora respalda el sentido común de aquella época: lo que produjo esta distribución de la renta estable durante esos años fue el crecimiento del gobierno y del Estado de Bienestar, no la igualdad en las tasas salariales privadas.
En el estudio de la distribución de los sueldos y salarios en los sectores industriales, en la OCDE, existen modelos comparativamente sencillos de diversidad intergrupal que explican una gran parte del cambio total en los salarios relativos interindustriales en el tiempo. Dice que llegar a una opinión firme sobre la naturaleza de las fuerzas detrás del cambio industrial es una tarea más difícil, cuya culminación deberá contar con los esfuerzos de otros investigadores armados de conjuntos de datos nacionales más detallados y de un mayor conocimiento de las economías nacionales individuales que el que se posee. No obstante, el autor considera que ha demostrado la utilidad de esos métodos para los investigadores que quieran ir más allá en los análisis microeconómicos convencionales del cambio salarial.
Desempleo en Europa
Señala que para erradicar el desempleo en Europa habría que restablecer a los gobiernos nacionales individuales las herramientas necesarias para reducir la desigualdad y el desempleo a escala nacional (establecer los Estados de Bienestar de los que todavía carecen los países más pobres de Europa. Además, los europeos podrían estimular a los países para que adopten la solución portuguesa de permitir a las personas que se trasladen a los Estados con mayor bienestar (eso daría una presión a los más ricos). Otra solución es una política de pleno empleo a escala continental, lo que implica transferencias, ya no a los gobiernos sino fundamentalmente a los individuos, y en niveles continentales comunes. El autor cree que eso es posible y podemos ver su funcionamiento en Estados Unidos ( 1) EE.UU. llevó a cabo una política de intereses bajos en favor de la igualdad desde 1995 junto a una estructura bancaria y una política crediticia muy favorables a la acumulación privada de deudas; los hogares alimentan el pleno empleo al tomar dinero prestado 2) Estados Unidos tiene un sistema de Seguridad Social, principal agente para reducir la pobreza entre los ancianos desamparados 3) A diferencia de Europa, EE.UU ha incrementado en 1996 las rentas de los trabajadores con bajos salarios en los últimos años. Los recortes en el bienestar cortaron programas sociales pero en un contexto de pleno empleo no incrementaron la pobreza).
Un programa de pleno empleo en Europa consistiría en 1) establecer tasas de interés más bajas, creíbles y permamentes con el objeto de promover usos del crédito privado para los negocios y los gobernantes locales 2) expandir los bienes de consumo público de la clase media, en particular la sanidad, los servicios urbanos y la educación. 3) Comenzar a expandir los sistemas de seguridad social de los países europeos ricos - sobre todo los sistemas de pensiones - a los países más pobres de Europa, incrementando así la demanda y la igualdad, ayudando a los ancianos en primer lugar y de forma preferente. 4) El aumento gradual del salario mínimo de los países más pobres de la UE podría subsidiar la consecución de un ingreso mínimo continental en la Europa de rentas bajas, a través de un programa con financiación europea parecido al ETC.
El autor dice que la receta es un estado de bienestar verdaderamente europeo con un programa de pensiones europeo, incrementando los salarios bajos y con un salario mínimo denominado en euros así como un estado del bienestar continental modelado a partir de la socialdemocracia comparativamente exitosa de Estados Unidos.
Kutnets predijo que la desigualdad debería decrecer con el crecimiento de la mayoría de las economías manufactureras.
J.K.Galbraith se pregunta cómo supera la hipótesis de Kuznets la confrontación con los datos de Deininger y Squire. Ve relaciones sistemáticas entre el crecimiento y la desigualdad. Dice que la desigualdad ha crecido en los últimos años y de forma muy pronunciada en los más ricos (en forma de "U" entre la desigualdad y el crecimiento) antes que una "U" invertida.
Cree que la hipótesis de Kuznets es válida para las economías cuyos sectores manufactureros estén esencialmente dominados por la producción en serie de bienes de consumo (los que están en desarrollo y muchos industriales). Pero tras un cierto momento, la desigualdad en la renta aumenta con el crecimiento de los países con rentas más altas [nota del lector: doce años después, Piketty escribió "El capital del siglo XXI" donde explica porqué crecen las rentas más deprisa que los salarios en los países ricos].
Galbraith saca cuatro conclusiones:
1) El crecimiento rápido reduce la desigualdad en la mayoría de los países en desarrollo pero las crisis y recesiones las aumentan.
2) Los gobiernos populistas y sustitutivos de importaciones suelen tener mayores registros de desigualdad que los regímenes liberalizadores y promotores de las exportaciones.
3) Las crisis financieras, especialmente las depreciaciones de moneda, incrementan la desigualdad en la mayoría de los países en desarrollo.
4) Las diferentes formas de violencia estatal, incluidos golpes de Estado, son preludios de un rápido crecimiento de la desigualdad. Y las revoluciones la reducen.
Tras examinar la evolución de la economía global (a través de la T de Thirel), el autor dice que hay una tendencia al aumento de la desigualdad pese a que los países ricos logran mantener el control de sus estructuras salariales. Asegura que las liberalizaciones han provocado un empeoramiento y solo unos pocos países en desarrollo han escapado a este efecto mediante la mejora de la estructura de su empleo. Sostiene que el mayor crecimiento global solo puede lograrse si está liderado por las naciones comparativamente exitosas, estables y ricas del centro global, y por las instituciones financieras internacionales que controlan. No se puede lograr a través de las reformas liberalizadoras en las pequeñas naciones de la periferia.
Respecto a Asia, el autor señala que el comovimiento del crecimiento del PIB en Asia no se debió a similitudes fundamentales en la política económica o en las etapas del desarrollo económico entre aquellos países sino que más bien tuvo lugar a pesar de sus grandes diferencias. Una vez que los países asiáticos liberalizaron sus sistemas financieros, sus crisis fueron más duras que en América Latina y en ambas regiones supusieron un mayor riesgo que en Europa y el conjunto de la OCDE puesto que la diversificación de las instituciones financieras asiáticas en otros mercados de la región les expuso a riesgos sistémicos que no podían valorar de forma apropiada y contra los que no estaban protegidos.
Recalca que las crisis tienden a aumentar la desigualdad y la incrementan más en los mercados laborales más desregulados y menos en los fuertemente regulados. Así las crisis tuvieron más efectos en los trabajadores de América Latina que en Asia y a su vez estos más que en los trabajadores organizados de la OCDE.
Sostiene que los proponentes de los planes de ajuste estructurales para las naciones en desarrollo tienden a pasar por alto que las economías ricas, avanzadas y exitosas son las que cuentan con los trabajadores mejor pagados, estructuras salariales más estables y las formas más poderosas de aislamiento frente a las perturbaciones económicas, incluyendo las financieras y cree que eso no es accidental.
Crítica al libro de Robert Barro (1997) donde dice que el capitalismo global se caracteriza por la convergencia condicional: los países más pobres suelen crecer más rápidamente y convergen con sus vecinos y socios más desarrollados "siempre que" se doten de las instituciones y políticas adecuadas. Galbraith añade que una de las claves, además de educación, esperanza de vida o democracia, es una remuneración justa y estable. Añade que los ricos no son abejas ahorrativas que reinvierten su dinero, y dado que no necesitan seguridad social para ellos es tentador evitar pagar impuestos o eludirlos. Sus excedentes acaban a buen resguardo en el extranjero, lo que genera un déficit de inversión pública crónico y de demanda. En cambio, las sociedades igualitarias operan sobre la base de una carga compartida y un beneficio común (sus instituciones generan estabilidad).
Concluye que el mundo está dividido en dos grupos, uno democrático que vive en paz y prosperidad y otro semidesarrollado inmerso en guerras, crisis y desigualdad. Dice que aunque existe una economía global pero es de un tipo que favorece a los fuertes, ricos, estables, industrialmente diversificados y democráticos. Los países pequeños "vuelan" según los precios, mercancías...
Dice que hubo dos décadas (los 60 y 70) con un crecimiento de la igualdad y otras dos décadas (80 y 90) con aumento de la desigualdad [nota del lector: podemos añadir del 2000 al 2015]. J.K.Galbraith sostiene que con la globalización y la liberalización, los países han quedado más expuestos a las condiciones globales precisamente cuando han empeorado. Tras las inversiones que generó la época del petróleo hasta los años 70, nos encontramos con que la globalización desencadenó una crisis de coordinación global. La crisis de 1997 demostró, en opinión del autor, que ni siquiera se han ideado formas para establecer un crecimiento estable y una bajada de la desigualdad en el mundo liberal. J.K.Galbraith sostiene que "a largo plazo el orden mundial neoliberal no puede, no podrá y probablemente no deberá perdurar".
Título: "Desigualdad y cambio industrial"
Subtítulo: Una perspectiva global
Título original: Inequality & Industrial Change. A Global View.
Autores: James K. Galbraith y Maureen Berner
En colaboración con otros autores, aunque la mayor parte de los capítulos corresponden a Galbraith y otros autores.
Edición en inglés: 2001
Edición en español: 2004, Ediciones Akal SL, Madrid
Biografía oficial de los autores y editores (hasta 2004)
James K. Galbraith es profesor en la Lyndon B. Jonhson School of Public Affairs y en el Departamento de Gobierno de la Universidad de Texas en Austin. También es senior scholar en el Jerome Levy Economics Institute y presidente nacional de Economist Allied for Arms Reduction, En 1981-1982 fue director ejecutivo del Comité Económico Conjunto del Congreso de Estados Unidos y en 1985 guest scholar en la Brookings Institution. Entre sus obras destacan Created Unequal, The Crisis in American Pay (1998) y Balancing Acts; Technology, Finance and the American Future (1989).
Maureen Berner es assistant professor en el Instituto de Gobierno de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill. Galardonado con el Excellence in Teaching Award de la Universidad de Texas (1996-1997), enseñó en la Public Service Academy de la Universidad del Sudoeste del Estado de Texas y trabajó en la Accounting and Information Management Division de la US General Accounting Office, Autora de diversos artículos en gran número de publicaciones de investigación y política económica, su tesis doctoral recibió en 1999 el premio de la National Association of Schools of Public Affairs and Administration.
3. La estructura salarial estadounidense: 1920-1947
4. Desigualdad en los salarios manufactureros estadounidenses: 1920-1948: una estimación revisada
5, Estructuras salariales interindustriales: nuevas evidencias en la OCDE
6. Desigualdad y desempleo en Europa: el remedio estadounidense
7. Hacia una nueva hipótesis de Kuznets: teoría y evidencia sobre crecimiento y desigualdad
8. Midiendo la evolución de la desigualdad en la economía global
9. Regionalización económica, desigualdad y crisis financieras
10. Desigualdad y violencia estatal: un breve informe
11. Valorando el comportamiento de los regímenes latinoamericanos: 1970-1995
12. La evolución de la desigualdad en los ingresos industriales en México y Brasil.
13. El legado de la industrialización pesada: un análisis empírico de la política industrial coreana.
14. Desigualdad y desarrollo económico: reflexiones a modo de conclusión
Parte III. Métodos y técnicas
15. Construyendo series temporales de la desigualdad largas y densas a partir del índice de Theil
16. El análisis clúster y discriminante de las series temporales como una herramienta de investigación.
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Motivo de la elección del libro:
James K, Galbraith ha publicado en el 2014 el libro: "The End of the Normal". Esta era su obra más reciente que he encontrado disponible. A ello se suma el interés que ha despertado la desigualdad salarial tras la obra de Piketty El capital del siglo XXI.
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Resumen:
Mejor la T de Theil que el Indice de Gini
El primer interés del libro es distinguir entre la medición de la desigualdad con el método del índice de Gini o de la T de Theil. El autor señala que el conjunto de datos industriales en manos de los economistas ha permanecido como un recurso infrautilizado, en parte, debido a que normalmente no están adaptados a las técnicas estadísticas diseñadas fundamentalmente para operar con encuestas muestrales. Precisamente, el autor y sus colaboradores han elegido sus técnicas con las características de los datos industriales agrupados, jerárquicos y evolutivos en mente. El estadístico de Theil les ha dotado de un método para explotar estos conjuntos de datos con el objeto de obtener evidencias sobre el cambio en la desigualdad a lo largo del tiempo. El análisis cluster les ha permitido dotar de algún significado a las pautas subyacentes del cambio salarial. Y el análisis de funciones discriminantes les ha permitido delimitar, en cierto modo, las causas de la variación intergrupal con el objeto de obtener alguna intuición sobre los acontecimientos macroeconómicos, políticos o externos que han desarrollado los principales papeles en la determinación de los cambios en la distribución de las rentas industriales.
Proceso histórico de desigualdad
Al final de la Primera Guerra Mundial, la estructura de los salarios en la economía estadounidense era muy similar a la que existiría una generación más tarde. Pero tras el breve periodo de prosperidad que sucedió a la guerra, este alineamiento salarial relativamente igualitario se desintegró bajo el peso de la recesión de 1920-1922, en el que el desempleo subió vertiginosamente. Una recuperación al comienzo de los años 20 dio paso a una meseta durante el resto de la década hasta el crash de 1929.
La Gran Depresión de 1929-1932 elevó la desigualdad, según se derrumbaba el salario en el sector agrícola, que aún representaba el 40 % del desempleo total. La depreciación del dólar frente a la libra esterlina agravó este efecto. Durante los años 30, los movimientos en los tipos de cambio provocaron un incremento en la desigualdad por medio de dos vías: el dólar cayó y permaneció bajo en relación con la libra esterlina, pero creció frente a las divisas de países con bajos salarios, por lo que presionaban al incremento de la desigualdad en ambos frentes. Unicamente las políticas de pleno empleo y los controles directos de la Segunda Guerra Mundial, acompañados de un fuerte empuje hacia una mayor igualdad salarial en el interior del movimiento sindical, devolvieron a la estructura salarial, hacia 1946, a algo que se parecía a la de 1920.
De hecho, el incremento en los salarios más bajos en el periodo de guerra fue tan poderoso que el mercado laboral entero comenzó a cambiar en una forma que no se explica satisfactoriamente en el estudio de los autores. Según se disparó el precio del trabajo no cualificado, los empleadores comenzaron a aceptar y en muchos casos a reclutar nuevas fuentes de empleo no cualificado. Dependiendo de la naturaleza del proceso de trabajo, la localización de la producción y otras variables, empezaron a contratar a numerosas mujeres, afroamericanos, mexicanos y puertorriqueños. El pleno empleo sostenido reestructuró el mercado de trabajo no cualificado. Y muchos de los mayores beneficiarios fueron grupos que habían sido excluidos en buena medida del empleo manufacturero y de la educación antes de la guerra.
En opinión de J,K, Galbraith y otros, los teóricos que consideran que la evolución de la desigualdad está dominada por la educación y por el cambio en los niveles de cualificación corren el riesgo de situar el carro delante de los bueyes. Las G1 Bills llegaron justo al final del periodo analizado y las National Defense Education Acts y los programas de educación de la Gran Sociedad tardarían todavía bastante en llegar. A pesar del éxito de las escuelas públicas, el acceso a la educación entre 1921 y 1947 permaneció muy lejos de ser igualitario, De hecho, es probable que el gran incremento en los niveles de educación que siguió a la guerra se debiera a la nivelación anterior de la estructura salarial y a las nuevas estructuras políticas que surgieron del New Deal. El autor sospecha que los grupos empresariales que aceptaron las G1 Bills, pero que trabajaron duro para evitar que la Ley de Empleo de 1946 se convirtiera en lo que sus promotores pretendían que fuera - una ley del pleno empleo - entendieron bien que el Gran Nudo podía ser desemarañado. Sabían que ninguna política pública consigue reducir tan fielmente la desigualdad como un esfuerzo deliberado y simultáneo para combinar el pleno empleo con los derechos de negociación colectiva y los incrementos en los niveles salariales.
Las nuevas medidas mensuales de la desigualdad en la estructura de los salarios manufactureros desde 1947 e incluso desde 1939 permiten al autor refinar y extender las medidas anteriores de la desigualdad en la tasa salarial hasta 1920. También le permiten calcular la evolución de la desigualdad en la tasa salarial hasta fechas recientes. Piensa que estas nuevas medidas respaldan una interpretación keynesiana y macroecónomica de la evolución en las distribuciones salariales, según la cual, la tasa de desempleo se erige como el principal determinante de la distribución de la tasa salarial. Sostiene que aún queda trabajo por hacer para desarrollar la relación entre la desigualdad en la tasa salarial manufacturera y la desigualdad en el resto de la economía. En especial, el autor cree que hay que explicar la estabilidad de las desigualdad en las rentas de los hogares de Estados Unidos durante los años 50 mientras que la desigualdad en las tasas salariales creció rápidamente. Lo que ha visto el autor hasta ahora respalda el sentido común de aquella época: lo que produjo esta distribución de la renta estable durante esos años fue el crecimiento del gobierno y del Estado de Bienestar, no la igualdad en las tasas salariales privadas.
En el estudio de la distribución de los sueldos y salarios en los sectores industriales, en la OCDE, existen modelos comparativamente sencillos de diversidad intergrupal que explican una gran parte del cambio total en los salarios relativos interindustriales en el tiempo. Dice que llegar a una opinión firme sobre la naturaleza de las fuerzas detrás del cambio industrial es una tarea más difícil, cuya culminación deberá contar con los esfuerzos de otros investigadores armados de conjuntos de datos nacionales más detallados y de un mayor conocimiento de las economías nacionales individuales que el que se posee. No obstante, el autor considera que ha demostrado la utilidad de esos métodos para los investigadores que quieran ir más allá en los análisis microeconómicos convencionales del cambio salarial.
Desempleo en Europa
Señala que para erradicar el desempleo en Europa habría que restablecer a los gobiernos nacionales individuales las herramientas necesarias para reducir la desigualdad y el desempleo a escala nacional (establecer los Estados de Bienestar de los que todavía carecen los países más pobres de Europa. Además, los europeos podrían estimular a los países para que adopten la solución portuguesa de permitir a las personas que se trasladen a los Estados con mayor bienestar (eso daría una presión a los más ricos). Otra solución es una política de pleno empleo a escala continental, lo que implica transferencias, ya no a los gobiernos sino fundamentalmente a los individuos, y en niveles continentales comunes. El autor cree que eso es posible y podemos ver su funcionamiento en Estados Unidos ( 1) EE.UU. llevó a cabo una política de intereses bajos en favor de la igualdad desde 1995 junto a una estructura bancaria y una política crediticia muy favorables a la acumulación privada de deudas; los hogares alimentan el pleno empleo al tomar dinero prestado 2) Estados Unidos tiene un sistema de Seguridad Social, principal agente para reducir la pobreza entre los ancianos desamparados 3) A diferencia de Europa, EE.UU ha incrementado en 1996 las rentas de los trabajadores con bajos salarios en los últimos años. Los recortes en el bienestar cortaron programas sociales pero en un contexto de pleno empleo no incrementaron la pobreza).
Un programa de pleno empleo en Europa consistiría en 1) establecer tasas de interés más bajas, creíbles y permamentes con el objeto de promover usos del crédito privado para los negocios y los gobernantes locales 2) expandir los bienes de consumo público de la clase media, en particular la sanidad, los servicios urbanos y la educación. 3) Comenzar a expandir los sistemas de seguridad social de los países europeos ricos - sobre todo los sistemas de pensiones - a los países más pobres de Europa, incrementando así la demanda y la igualdad, ayudando a los ancianos en primer lugar y de forma preferente. 4) El aumento gradual del salario mínimo de los países más pobres de la UE podría subsidiar la consecución de un ingreso mínimo continental en la Europa de rentas bajas, a través de un programa con financiación europea parecido al ETC.
El autor dice que la receta es un estado de bienestar verdaderamente europeo con un programa de pensiones europeo, incrementando los salarios bajos y con un salario mínimo denominado en euros así como un estado del bienestar continental modelado a partir de la socialdemocracia comparativamente exitosa de Estados Unidos.
Kutnets predijo que la desigualdad debería decrecer con el crecimiento de la mayoría de las economías manufactureras.
J.K.Galbraith se pregunta cómo supera la hipótesis de Kuznets la confrontación con los datos de Deininger y Squire. Ve relaciones sistemáticas entre el crecimiento y la desigualdad. Dice que la desigualdad ha crecido en los últimos años y de forma muy pronunciada en los más ricos (en forma de "U" entre la desigualdad y el crecimiento) antes que una "U" invertida.
Cree que la hipótesis de Kuznets es válida para las economías cuyos sectores manufactureros estén esencialmente dominados por la producción en serie de bienes de consumo (los que están en desarrollo y muchos industriales). Pero tras un cierto momento, la desigualdad en la renta aumenta con el crecimiento de los países con rentas más altas [nota del lector: doce años después, Piketty escribió "El capital del siglo XXI" donde explica porqué crecen las rentas más deprisa que los salarios en los países ricos].
Galbraith saca cuatro conclusiones:
1) El crecimiento rápido reduce la desigualdad en la mayoría de los países en desarrollo pero las crisis y recesiones las aumentan.
2) Los gobiernos populistas y sustitutivos de importaciones suelen tener mayores registros de desigualdad que los regímenes liberalizadores y promotores de las exportaciones.
3) Las crisis financieras, especialmente las depreciaciones de moneda, incrementan la desigualdad en la mayoría de los países en desarrollo.
4) Las diferentes formas de violencia estatal, incluidos golpes de Estado, son preludios de un rápido crecimiento de la desigualdad. Y las revoluciones la reducen.
Tras examinar la evolución de la economía global (a través de la T de Thirel), el autor dice que hay una tendencia al aumento de la desigualdad pese a que los países ricos logran mantener el control de sus estructuras salariales. Asegura que las liberalizaciones han provocado un empeoramiento y solo unos pocos países en desarrollo han escapado a este efecto mediante la mejora de la estructura de su empleo. Sostiene que el mayor crecimiento global solo puede lograrse si está liderado por las naciones comparativamente exitosas, estables y ricas del centro global, y por las instituciones financieras internacionales que controlan. No se puede lograr a través de las reformas liberalizadoras en las pequeñas naciones de la periferia.
Respecto a Asia, el autor señala que el comovimiento del crecimiento del PIB en Asia no se debió a similitudes fundamentales en la política económica o en las etapas del desarrollo económico entre aquellos países sino que más bien tuvo lugar a pesar de sus grandes diferencias. Una vez que los países asiáticos liberalizaron sus sistemas financieros, sus crisis fueron más duras que en América Latina y en ambas regiones supusieron un mayor riesgo que en Europa y el conjunto de la OCDE puesto que la diversificación de las instituciones financieras asiáticas en otros mercados de la región les expuso a riesgos sistémicos que no podían valorar de forma apropiada y contra los que no estaban protegidos.
Recalca que las crisis tienden a aumentar la desigualdad y la incrementan más en los mercados laborales más desregulados y menos en los fuertemente regulados. Así las crisis tuvieron más efectos en los trabajadores de América Latina que en Asia y a su vez estos más que en los trabajadores organizados de la OCDE.
Sostiene que los proponentes de los planes de ajuste estructurales para las naciones en desarrollo tienden a pasar por alto que las economías ricas, avanzadas y exitosas son las que cuentan con los trabajadores mejor pagados, estructuras salariales más estables y las formas más poderosas de aislamiento frente a las perturbaciones económicas, incluyendo las financieras y cree que eso no es accidental.
Crítica al libro de Robert Barro (1997) donde dice que el capitalismo global se caracteriza por la convergencia condicional: los países más pobres suelen crecer más rápidamente y convergen con sus vecinos y socios más desarrollados "siempre que" se doten de las instituciones y políticas adecuadas. Galbraith añade que una de las claves, además de educación, esperanza de vida o democracia, es una remuneración justa y estable. Añade que los ricos no son abejas ahorrativas que reinvierten su dinero, y dado que no necesitan seguridad social para ellos es tentador evitar pagar impuestos o eludirlos. Sus excedentes acaban a buen resguardo en el extranjero, lo que genera un déficit de inversión pública crónico y de demanda. En cambio, las sociedades igualitarias operan sobre la base de una carga compartida y un beneficio común (sus instituciones generan estabilidad).
Concluye que el mundo está dividido en dos grupos, uno democrático que vive en paz y prosperidad y otro semidesarrollado inmerso en guerras, crisis y desigualdad. Dice que aunque existe una economía global pero es de un tipo que favorece a los fuertes, ricos, estables, industrialmente diversificados y democráticos. Los países pequeños "vuelan" según los precios, mercancías...
Dice que hubo dos décadas (los 60 y 70) con un crecimiento de la igualdad y otras dos décadas (80 y 90) con aumento de la desigualdad [nota del lector: podemos añadir del 2000 al 2015]. J.K.Galbraith sostiene que con la globalización y la liberalización, los países han quedado más expuestos a las condiciones globales precisamente cuando han empeorado. Tras las inversiones que generó la época del petróleo hasta los años 70, nos encontramos con que la globalización desencadenó una crisis de coordinación global. La crisis de 1997 demostró, en opinión del autor, que ni siquiera se han ideado formas para establecer un crecimiento estable y una bajada de la desigualdad en el mundo liberal. J.K.Galbraith sostiene que "a largo plazo el orden mundial neoliberal no puede, no podrá y probablemente no deberá perdurar".
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Resumen de "Decrecimiento y posdesarrollo", de Serge Latouche (2003)
Sociología, estructura económica, crecimiento económico, economía política, globalización, desarrollo sostenible
Resumen, comentarios y anotaciones por E.V.Pita (2013), licenciado en Derecho y Sociología
Ver texto original y actualizado del resumen en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/08/dececimiento-y-posdesarrollo-de-serge.html
Título: "Decrecimiento y posdesarrollo"
Subtítulo: El pensamiento creativo contra la economía del absurdo
Título original: Décoloniser l'imaginaire
Fecha de publicación: 2003
Editorial en español: El Viejo Topo
Motivo de la elección del libro para resumirlo: es uno de los textos de Latouche que recoge los aspectos básicos de su teoría del decrecimiento
Texto de la contraportada:
"El modelo occidental de desarrollo ha entrado en una etapa crítica. Sus negativos efectos sobre la mayor parte de la humanidad y el medio ambiente son evidentes. Y el estallido sucesivo de sus diversas burbujas produce crisis también en el propio Occidente, donde provoca además el aumento de las desigualdades. Es necesario, por tanto, frenarlo, ralentizarlo, intentar detenerlo antes de que se desencadenen más cataclismos o más guerras.
Es por ello que por todo el mundo aparecen islotes de un nuevo pensamiento creativo que aspira a configurar una vida social y económica más equilibrada y más justa. Un pensamiento creativo que establece una crítica del desarrollo que zarandea nuestras incertidumbres y cuestiona el pensamiento y la práctica económicos de Occidente".
ÍNDICE
Capítulo 1..... La tiranía de la racionalidad
Capítulo 2.... La banalidad del mal y la economía
Capítulo 3.... La hidra del desarrollo
Capítulo 4.... La Máquina Infernal
Capítulo 5.... La mundialización y el imperialismo de la economía
Capítulo 6.... La otra África y la cultura del don
Capítulo 7.... "Sacarnos el martillo económico de la cabeza"
Capítulo 8.... Más que el agua sucia, hay que tirar al niño
Resumen
Decrecimiento y postdesarrollo
Consideraciones generales y opinión personal: este libro resume la teoría del de decrecimiento pero es decepcionante a nivel técnico porque no explica como puede detener el crecimiento sin caer en una recesión, a lo que se oponen por todas las implicaciones sociales que conlleva. Es obvio que nadie quiere vivir en eterna recesión y al borde de la miseria y desempleo masivo. Por tanto, la primera conclusión es que el decrecimiento no supondría un desmantelamiento de lo existente sino un tipo de gestión más sostenible de forma que no se agoten los recursos como, según ellos, nos abocaría el actual modelo de desarrollo. Precisamente, Latouche dice que desde Occidente se ha transmitido la idea de progreso y desarrollo a otras naciones, principalmente de África y Latinoamérica, que no son más que "palabras tóxicas". Por un lado, clasifican automaticamente a un país como "subdesarrollado" y por otro le obliga a imponer un sistema que agota sus recursos y aplicar a rajatabla las recetas del FMI y el Banco Mundial cuando quizás habría otras maneras de crecimiento menos dañino.
El texto se basa en entrevistas inventadas y sacadas por Internet del investigador Roberto Bosio.
Introduccion
Manifiesto de la red por el postdesarrollo
La red del postdesarrollo está inscrita en el International Network for Cultural Alternatives to Development (Incad) de 1992. Cuestiona el desarrollo, ligado al capitalismo y la mundialización. Unos proponen "otro" desarrollo y Latouche aboga por salir del desarrollismo y el economicismo. Se trataría de una deconstrucción del pensamiento económico y cuestiona nociones como crecimiento, pobreza, necesidades o ayuda.
Dicen que la socialdemocracia se desplazó hacia el social-liberalismo.
Dicen que debemos renunciar a la loca carrera hacia el consumo cada vez mayor, no sólo para evitar destruir el planeta sino "para sacar a la humanidad de la miseria psíquica y moral".
Creen que el desarrollo sustituyó al colonialismo y que la mundialización reemplazó al desarrollo pero que, en esencia, son lo mismo pero por otros medios.
Culpan al desarrollo de los problemas sociales y ambientales desde hace 3 siglos: exclusión, superpoblación, pobreza, contaminación...
Latouche dice que el núcleo duro del desarrollo cuenta con "valores" compartidos por todos como progreso, universalismo, el dominio de la naturaleza, la racionalidad cuantificante. Pero no son aspiraciones universales sino solo están ligadas a Occidente.
También cuestionan los desarrollos sociales, humanos, locales, sostenible, el micro desarrollo o el etnodesarrollo porque no ponen en duda la acumulación capitalista y solo introducen un poco de ensueño en la dura realidad del crecimiento económico. También rechazan el desarrollismo como creencia en una prosperidad material posible para todos y respetuosa del medio ambiente, lo que no es más que un espejismo.
Dicen que la redefinición de desarrollo tiene que ver con cultura, naturaleza y justicia social.
El postdesarrollo busca una expansión colectiva en la que no se provilegiaría un bienestar material destructor del medio ambiente y el lazo social. La nueva cultura tendría plenitud, mejoramiento de las condiciones para todos o estar bien juntos.
Según Latouche, el decrecimiento debe ser organizado para preservar el medio ambiente pero también para restaurar la justicia social "sin la cual el planeta esta condenado a una explosión". No es un inmovilismo conservador sino que creen que el bienestar se realiza con la satisfacción de una cantidad juiciosamente limitada de necesidades. Ponen como ejemplo el crecimiento lento de las civilizaciones antiguas. La idea es abandonar el crecimiento como crecimiento como motor para lograr ganancias.
Advierten que el decrecimiento no es crecimiento negativo porque eso generaría paro , inestabilidad y el abandono de programas sociales que aseguran una calidad de vida. "Podemos imaginar lo catastrófico que sería una tasa de crecimiento negativa. No hay nada peor que una sociedad laboralista sin trabajo ni una sociedad de crecimiento sin crecimiento", dice Latouche.
La sociedad del decrecimiento sería una organización donde tenga más valor el placer en lugar del trabajo y las relaciones sociales tengan primacía sobre la producción o el consumo de productos inútiles o nocivos.
[ nota del lector: suena un poco a una red social estilo Facebook, por ejemplo, donde no se produce nada y hay mucha conversación].
Finalmente, el foro de las oenegé de Río propuso el programas de las 8 R: reevaluar, reconceptualizar, reestructurar, relocalizar, redistribuir, reducir, reutilizar y reciclar.
En el caso del sur, sería bueno olvidar los cultivos destinados a la exportación (como café) y dedicarlos a alimentación. Proponen una lógica alternativa al sistema de Breton Woods porque ha expulsado de sus campos a millones de personas y amontonado en los suburbios de las ciudades, y se convierten en "náufragos del desarrollo".
Los objetivos de la red posdesarrollo son cuatro:
1) no estar de acuerdo con la sociedad de crecimiento y desarrollo económico
2) trabajar en teoría y práctica de iniciativas alternativas
3) poner en marcha sociedades autónomas y de convivencia
4) poner en entredicho el imaginario economista dominante
Capítulo 1
La economía del comprar barato para vender caro genera un mundo de ganadores, lo que no sería compatible con la ciudadanía al modo aristotélico ni la igualdad ni la justicia. El hombre se convierte en mercancía. Desde hace tres siglos se busca reconciliar moral y negocio y lo logra Adam Smith al seperar la esfera privada y moral de la esfera económica (en teoría de los sentimientos morales) al decir que el egoísmo y el perseguir el interés propio se engendra el bien común por medio de la mano invisible. Pero Latouche réplica que esa es una feliz coincidencia que ocurre en contadas ocasiones. Y Milton Friedman añade que la empresa puede aumentar sus ganancias si respeta el juego, hay una economía neutra, buena y eficiente. Otros como Say y Solow dicen que las riquezas naturales son inagotables.
Lo más interesante de este capítulo es el mito sobre la racionalidad porque la razón deriva en algo cuantificable: producción, distribución, y consumo.
Añade que " hoy el pensamiento único pretende imponer una apertura total y un librecambio absoluto en nombre de la racionalidad económica y el cálculo económico. Pero así se arruina a miles de personas y reemplazan sus economías ancestrales por economías a veces irrisorias, ilusorias o por nada. Todo se reduce al PIB". La públicidad moldea el gusto del homos oeconomicus.
Capítulo 2
Aborda la banalidad del mal.
Menciona la megamáquina, una especie de engranaje que procede de las organizaciones masivas como la civilización de China o la egipcia. Orwell menciona tres megamáquinas: la fábrica fordista, la nazi y el socialismo burocrático, donde el individuo ya no es persona sino la pieza de un reloj. Todo esta controlado por una máquina global de racionalidad tecno-científica y económica ( toyotismo) que no tiene más finalidad que sí misma.
Respecto a la mundialización hubo cuatro fases: descubrimiento de América, colonialismo en Africa, descolonización y desarrollismo, y la trasnalizacion de empresas. La megamáquina sería el G7, OCDE, Iosco, Isma, foro de Davos.
Insiste en el poder de las transnacionales a la vez que se debilitaba el control estatal en Occidente
Capítulo 3
Crítica el desarrollo y la urbanización
(proximame)
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Resumen: "Comercio justo para todos", de Joseph E. Stiglitz (y Andrew Charlton) (2005)
Ver el resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/11/comercio-justo-para-todos-de-joseph-e.html
Resumen y comentarios por E.V.Pita (2014), licenciado en Sociología y Derecho
Sociología, economía internacional, comercio internacional, pobreza
Título: "Comercio justo para todos"
Subtítulo: "¿Cómo el comercio puede promover el desarrollo?"
Título original: Fair trade for All How Trade Can Promote Development
Autores: Joseph E. Stiglitz (y Andrew Charlton)
Fecha de publicación: 2005 (Oxford University Press)
Editorial en español: Santillana Ediciones Generales (2007)
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Biografía oficial de los autores (2007)
Joseph E. Stiglitz
Joseph E. Stiglitz es premio Nobel de Economía en 2001, y en 2007 seguía como catedrático de Economía en la Universidad de Columbia tras una intensa carrera académica como profesor en prestigiosas universidades como Yale, Oxford y Stanford. Además, ha sido asesor económico del Gobierno de Bill Clinton y economista jefe y vicepresidente senior del Banco Mundial. Autor del best seller internacional El malestar de la globalización (Taurus, 2002), también ha publicado Los felices noventa (Taurus, 2003) y Cómo hacer que funcione la globalización (Taurus, 2006).
Andrew Charlton
Es investigador en la London School of Economics
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Texto de la contraportada
"El libro es de lectura obligada para aquellos a los que interese el desarrollo y el comercio internacional.
¿Cómo se puede lograr que los países más pobres del mundo puedan ayudarse a sí mismos por medio de un comercio más libre y más justo? Cada ronda de negociaciones internacionales ha acabado beneficiando a los países ricos y frustrando a las naciones en desarrollo. En este polémico y estimulante libro, el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz y su coautor Andrew Charlton presentan un modelo radicalmente nuevo diseñado para abrir los mercados de forma en que todos puedan prosperar".
Comentarios de Bill Clinton:
"Estamos estancados en un sistema económico global que no funciona en la mitad del planeta, pero Stiglitz y Charlton nos proponen un plan para incluir a esa mitad, para avanzar hacia un futuro de beneficios y responsabilidades compartidos".
Comentarios de Jeffrey D. Sachs
"El premio Nobel Joseph Stiglitz y Andrew Charlton nos ofrecen un nuevo y estimulante estudio sobre cómo hacer que el sistema de comercio mundial sea un auténtico apoyo al desarrollo internacional. El liderazgo del profesor Stiglitz en el debate de la globalización refleja su extraordinaria combinación de excelente academicismo, amplia experiencia política y profundo compromiso con la justicia social, que se plasma con fuerza en este accesible y oportuno libro".
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ÍNDICE
Capítulo 1..... Introducción, la historia hasta ahora
Capítulo 2.... El comercio puede ser bueno para el desarrollo
Capítulo 3.... La necesidad de una ronda del desarrollo
Capítulo 4.... ¿Qué ha logrado Doha?
Capítulo 5.... Principios fundacionales: las bases de un acuerdo justo
Capítulo 6.... Trato especial para los países en desarrollo
Capítulo 7.... Prioridades para una ronda del desarrollo
Capítulo 8... Cómo abrir los mercados
Capítulo 9.... Prioridades tras las fronteras
Capítulo 10... ¿Qué no debería estar en la agenda?
Capítulo 11.... Sumarse al sistema de comercio
Capítulo 12.... Reformas institucionales
Capítulo 13.... La liberalización del comercio y los costes de ajuste
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Resumen y comentarios:
El libro de Stiglitz y Charlton es valioso porque ayuda a comprender cómo funciona el comercio internacional después de la Segunda Guerra Mundial y la creación del GATT (el tratado que funcionó de facto al margen de otros acuerdos) y del Organización Mundial del Comercio (OMC). La tendencia ha sido a liberalizar el comercio, eliminar aranceles.
Hace un repaso por las grandes rondas para liberalizar el comercio internacional como la de Uruguay o la de Doha, que a su vez, se dividen en reuniones como la de Seattle, que supuso el inicio de las protestas contra la globalización. Otro de los tratados que examina es el de Libre Comercio de Norteamérica (Canadá, México y Estados Unidos).
Una de las cosas que detecta Stiglitz es que los acuerdos de estas rondas perjudican especialmente a países pobres que deben abrir sus fronteras a los productos aunque también es cierto que no están obligados a firmar nada y que todos deben perder en algo para que ganen en otras cosas.
Las cuestión se complica cuando se descubre que los países occidentales subvencionan a sus agricultores para hacer más competitivos sus productos y entrar en mercados como el mexicano con alimentos más baratos que arruinan a los granjeros locales.
La opinión de Stiglitz es que, por el momento, todos los acuerdos han beneficiado a los países más ricos, en parte porque disponen de una amplia red global (con tiendas, cadenas de distribucción, sistemas de transporte) en los que pueden colocar rápidamente sus productos [nota del lector: pensemos en los "mainstream" del cine de Hollywood, que se estrenan a la vez en decenas de países] mientras que los países pobres tienen más dificultades de acceder a esos mercados.
Lo que trasciende detrás de esto es que los gobiernos no compiten en igualdad de condiciones porque algunos estados, como los asiáticos, subvencionan sus industrias para conseguir productos más baratos, lo que les hace más competitivos fuera pero también dentro. Es la forma de compensar la entrada de productos extranjeros en sus fronteras. De forma que, aunque formalmente, están abiertos al comercio internacional, solo lo aceptan en la medida en que les permite vender mucho fuera a precios subvencionados mientras que los extranjeros apenas colocan nada en su país. Es una forma de proteccionismo encubierto y que los paises en desarrollo o desarrollados han usado para sacar ventaja.
Lo que viene a decir Stiglitz es que no podemos hablar del concepto ricardiano de "ventaja competitiva" porque muchos países fabrican los mismos productos que otros igual de competitivos sin destacar en nada y a otros les sale mejor fabricarlos que comprarlos debido al coste del transporte o lo que sea.
Es decir, aunque se hayan derribado las barreras arancelarias, hay problemas para disfrutar de una auténtica libre competencia, ya sea por las subvenciones que dan los países desarrollados a sus empresas para que sean más competitivas en el exterior (lo que desvirtúa la libre competencia porque altera el precio de los bienes).
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Título: "El fin de la pobreza", de Jeffrey Sachs (2005)
Ver el resumen en:http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/10/el-fin-de-la-pobreza-de-jeffrey-sachs.html
Sociología, estructura social, estructura económica, cambio social
Resumen con anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.
Título: "El fin de la pobreza"
Autor: Jeffrey Sachs
Fecha de publicación: 2005
[Nota del lector: El interés por Jeffrey Sachs surge de la mención que hace Naomi Klein en su libro La doctrina del shock. Esta relata que el gobierno boliviano contrató a Sachs para borrar de un plumazo la hiperinflación, lo que consiguió subiendo los precios (al dejarlos libres) y otras reformas de la seguridad social. Sachs venció a la hiperinflación pero su receta provocó miles de despidos. Klein lo cataloga como un neoliberal al estilo de Friedman pero él se presenta en su libro "El fin de la pobreza" como un tipo sencillo que viaja con vaqueros y camiseta a visitar poblados míseros de Africa junto a Bono, el cantante de U2. ¿A quién creer? La lectura del libro nos sacára de dudas]
Otros críticos de Sachs son Banerjee y Duflo, en 2012, que cuestionan los grandes y millonarios programas Millenium de Sachs en los que invierte un millón de dólares en una aldea africana a la que dotan de vacunas, ordenadores o fertilizantes y electricidad. Banerjee se pregunta si realmente estas inversiones eliminan la llamada trampa de la pobreza de gente que vive con un dólar al día o si es necesario ver si los afectados pueden progresar con un poco de fertilizante extra y un poco de ahorro.
Sachs empieza su libro diviendo los países en cinco categorías: los de extrema pobreza (1.000 millones de personas), los pobres (2.000 millones), la clase baja (2.000 millones) y la clase media y rica (1.000 millones).
De extrema pobreza pone como ejemplo a Malawi, cuya población sobrevive debilitada por el sida. El presidente quiso conseguir 200.000 vacunas contra el sida pero los organismos internacionales, según Sachs, regatearon hasta concederle 25.000, una victoria pírrica.
De país pobre el ejemplo es Bangladesh, castigado por guerras y catástrofes naturales pero que ha sobrevivido con el trabajo asalariado en talleres textiles. Aunque cobran poco y trabajan mucho, las mujeres encuestadas, dice Sachs, están muy contentas de haber huido de una vida en el campo sometidas. Tienen menos hijos. Reciben microcréditos colectivos, con escasa morosidad.
De pais de clase baja, pone la India, donde muchos hindús han logrado empleos en sector de las nuevas tecnologías. Cobran un salario que les da para alquilar una casa y comprarse un scooter. Ellos pueden soñar con ahorrar y mejorar su suerte.
De país de clase media baja, está China, que ha logrado generar mucha riqueza en 25 años y ya cuenta con asalariados que disponen de lo último en teléfonos mòviles y que compiten por buenos trabajos.
De país de clase media y alta, estaría los países del Oriente Próximo y Europa y América. Es una sexta parte de la población privilegiada. Sachs admite que parte de la riqueza proviene del colonialismo pero también de su sistema generador de riqueza, algo que es un fenómeno global que continúa en ascenso desde hace siglo y medio.
Segun las estadísticas, la mayoría de las poblaciones del mundo han incrementado su población pero también su riqueza desde 1800. El crecimiento es del 0,7% en África y del 1,7% en Estados Unidos, lo que explica que un africano gane 1.200 dólares al año y un americano 25.000 o más. Esto se debe a que Norteamérica y otros países europeos experimentan un elevado crecimiento anual desde hace 150 años.
Luego, pasa a buscar las causas de la pobreza en los paises.
Por un lado, algunos países viven en zonas apartadas geográficamente que dificultan el comercio, otros están asolados por graves enfermedades como la malaria, otro tienen economías cerradas...
[Nota del lector: Sachs insiste mucho en atribuir a las condiciones geográficas o el clima como causa de la pobreza pero, como sociólogo, creo que este es un error típico de quienes no han estudiado sociología. La idea general es que los países calurosos o montañosos están más subdesarrollados que los costeros o llanos, que facilitarían el comercio, pero la teoría sociológica de manual dice que hay factores mucho más importantes que el clima o la orografía y que están relacionados con la estructura social, la propiedad de la tierra y los recursos, etc...]
Bolivia
Sachs cuenta su papel en la lucha contra la hiperinflación en Bolivia en 1985.
Estudió a Keynes y llegó a la conclusión de que la hiperinflación en Alemania se eliminó en un día. En Bolivia, los partidos gobernantes le pidieron consejo y lo que hizo fue liberalizar el precio del petróleo, que subió de golpe y llenó los ingresos de las arcas del Estado, que pudo afrontar sus pagos de préstamos. En una semana, no había hiperinflación aunque le siguió una grave crisis por el cierre de minas de estaño por un bajón en la demana y más pobreza. Estonces se reunió con el FMI y les dijo que Bolivia no iba a pagar su deuda externa a lo que el FMI respondió que iban a hablar con su jefe, que era un directivo de un gran banco. Ante la amenaza de revelar a Bolivia que el FMI obraba al dictado de la gran banca, el FMI se hizo el sueco cuando Bolivia dejó de pagar. Luego, se dedicó a exportar productos, incluso convenció a los terratenientes de que tenían que pagar impuestos y relanzar la economía, aunque el crecimiento fue un poco flojo.Como dice Sachs, había muchas goteras.
Polonia
Su siguiente misión fue liberalizar la economía de Polonia en 1989, tras el ascenso de Solidaridad. Su idea era convertir a Polonia en país europeo "normal" y tomó como ejemplo a España, que pasó de un régimen autártico con Franco a una economía moderna ya en los años 70 y profundizó en sus reformas. En 1955, la renta per cápita de Polonia era de 700 dólares y la de España de 400. En 1989, España estaba dentro de la UE y cuatriplicaba la renta polaca.
En los siguientes capítulos, Sachs describe su experiencia en 1989 para implantar el libre mercado en Polonia, lo que fue aceptado por los políticos, como Walesa. Eso llevó a que en 1992 la economía volviese a estar en marcha.
Rusia
No ocurrió lo mismo en la URSS de Gorvachov, luego independizada como Rusia. Dice Sachs que Rusia era un país o un imperio tremendamente complejo, inmensamente más complicado y con decenas de variables más que en Polonia. Su industria era obsoleta e incompatible con la Occidental, el personal no estaba cualificado como otros países del Este. Además, Rusia duplicó su deuda externa en los años 90 y estaba al borde del colapso. El presidente Yeltsin logró convertir al país en una democracia pero cuando Sachs propuso sus reformas para liberalizar los mercados fueron rechazadas o ignoradas por el ala contraria a las reformas liberales. Dice que en Rusia, la posterior privatización de las empresas públicas fue desastrosa porque los bienes estatales acabaron en manos de oligarcas y que las reformas democráticas fueron nominales porque lo que funcionaba era el colegueo entre empresarios y funcionarios que malvendían las empresas públicas a sus amiguetes a cambio de financiar su campaña electoral. Sachs cuenta en su libro que quedó escaldado de su mala experiencia y sus consejos de una liberalización del mercado no fueron seguidas por los políticos rusos. En tiempos de Gorbachov, este no logró apoyo económico del G-7 y, según Sachs, porque Occidente prefería un país con crecimiento estancado porque Rusia no iba a entrar en la OTAN ni la UE. El resultado de la mala gestión rusa es un estacamiento económico durante los años 90 y 2000.
[Nota del lector: para tener otra versión de la transición del comunismo al capitalismo en Rusia entre 1989 y 2000 se puede leer "El malestar en la globalización", de Joseph Stiglitz].
China
Sachs trata en el siguiente capítulo el regreso al capitalismo de China tras la muerte de Mao y a partir de 1978. Dice que esta gran nación aventajaba tecnológicamente a Occidente en el medievo pero que se estancó durante 500 años, tras la exitosa flota de 1435, y cerró sus puertos que abrió en la década de 1840 por la presión de Inglaterra durante la guerra del opio. "Es como si Colombia declara la guerra a Estados Unidos para que le deje vender cocaína en su territorio", comenta en su libro. El caso de China es el ejemplo del rápido crecimiento. Primero, reformó las tierras de labranza para que los labriegos tuviesen un espíritu capitalista y produjesen más alimentos. Luego, fomentó la emigración a las ciudades, un viejo truco para estimular el crecimiento. En los años 80, ya estaba creciendo al 8-10%, tendencia que se mantuvo en los años 90. El siguiente paso fue la privatización de empresas públicas pero, al contrario que en Rusia, China se reservó las empresas estratégicas y otras solo las privatizó parcialmente, de forma que continuó ingresando dinero. Respecto a la deuda externa, China apenas se endeudó. En el año 2000, China se había convertido en una nueva potencia industrial y Sachs cree que al igual que Corea y Taiwan acabará por convertirse en un país democrático que respeta los derechos humanos. La razón es que en Tianamen, en 1989, los ciudadanos que protestaban no estaban en contra del sistema comunista de partido único sino que querían tener el mismo bienestar que en Occidente, lo que poco a poco, se ha logrado y China ha sacado a millones de personas de la pobreza.
India
El siguiente país en analizar es India. En este caso, Sachs recuerda que fue el único país conquistado por una multinacional (la compañía británica de las indias orientales) en el siglo XVIII y cuya administración corrió a cargo de la corona británica hasta 1945. Tras la independencia, Nehru optó por una política planificada socialista que le llevó al estacamiento, según Sachs. Pero en los años 60, la India se benefició de la revolución verde que disparó la produción de alimentos y libró al país de las hambrunas aunque no de la extrema pobreza de la población. Sachs reconoce que hubo una sorpresa: la India apostó por la educación y logró crear núcleos de desarrollo informático y tecnológico, el más conocido es Bangalore, que, en los años 90 y 2000 atrajeron a multinacionales como Microsoft para reducir costes. La India, gracias a sus conocimientos de inglés, se benefició de la deslocalización y, tras abrir sus mercados, comenzó a crecer al 8 y 10%, lo que ha creado incluso una clase media.
Africa
En la parte final del libro, Sachs se centra en los países africanos, la mayoría sumidos en la extrema pobreza. Este rechaza las acusaciones de que sus gobiernos son corruptos o ineptos y que las ayudas del FMI o Banco Mundial se pierden, o que las condiciones geográficas desaconsejan las inversiones. Sachs cree que hay otras razones de mucho más peso como las enfermedades, como la malaria y el sida, que acaban con poblaciones enteras y a los supervivientes, los sumergen en la trampa de la pobreza, un ciclo por el que los rendimientos e ingresos son más escasos, lo que conlleva menos inversiones y por tanto, al año siguiente, menos producción e ingresos. Para salir de esta trampa de la pobreza solo hace falta...una inyección de capital. Según los cálculos que hizo Sachs, un país de un millón de habitantes cuya renta per cápita sea de 300 dólares está condenado a la trampa de la pobreza pero si recibe una ayuda suplementaria del FMI de 300 dólares más, habrá conseguido ahorrar.
Proyecto Objetivos del Milenium
Sachs habla del proyecto Objetivos del Milenium, un proyecto de la ONU para erradicar la extrema pobreza en el 2025 y evitar millones de muertes por hambre y enfermedades que en Occidentes ya están eliminadas. Pero el problema es que el FMI y el Banco Mundial no cuentan con donantes suficientes o son reacios a dar más dinero a los países africanos para combatir estas enfermedades, según los reproches de Sachs. Este sostiene que el FMI no debe dar la ayuda que piden los países con extrema pobreza sino la que necesitan, que posiblemente sea más. Y, al puro estilo keynesiano, recuerda que todo dólar invertido en infraestructuras tiene un efecto multiplicador.
Aldea de Kenya
Habla de su experiencia como asesor en una aldea de Kenya, donde faltaban mosquiteras para combatir la malaria y un médico para aconsejar sobre el sida, tampoco había pozos para el agua ni escuelas. Esos cinco factores son clave para salir de la pobreza: eliminar las enfermedades que debilitan o matan a la población (usando métodos baratos como las mosquiteras), dotar a las aldeas de un experto en sanidad, letras o mecánica que haya sido formado durante un año, hacer obras hidráulicas e invertir en infraestructuras que impliquen a varios países para acercar los productos del interior a los mercados de la costa. La concesión de microcréditos a las mujeres, como prestar un teléfono móvil a una aldeana para que cobra cuotas para amortizar su compra.
Sachs advierte que someter a la población a copagos en la sanidad o educación, o las mosquiteras, no funcionará porque quienes viven en extrema pobreza carecen de dinero para comer, por lo que mucho menos lo van a gastar en mosquiteras o anticonceptivos contra el sida, por lo que al final caen enfermos y mueren.
En los últimos capítulos menciona las soluciones que dieron los bondadosos ilustrados del siglo XVIII, Adam Smith o Kant, entre otros.
También habla de lo que debería hacer EEUU y dice que el gasto militar es 30 veces más que la ayuda exterior y asegura que la pobreza extrema es un peligro para la seguridad exterior de EEUU porque esa población depauperada suele ser caldo de cultivo para los extremismos. Por tanto, el contribuyente quizás estuviese dispuesto a pagar más impuestos a cambio de resolver el hambre en el mundo y mejorar su seguridad exterior.
También echa por tierra las excusas que dan algunos países ricos o el FMI para justificar su tacañería en base, según Sachs, a falsos mitos como la mala gestión de esos países pobres por culpa de sus corruptos gobernantes o el despilfarro de los recursos que ponen a su disposición.
Objetivos 2025
En los capítulos finales, Sachs propone que en el año 2025 se termine con la extrema pobreza en el mundo. Para ello, propone reformar el FMI y el Banco Mundial, para que vuelvan a ser lo que eran en sus inicios, aumentar las ayudas, potenciar la ONU y otras cuestiones ya tratadas en el resumen como la eliminación de enfermedades (con vacunaciones masivas) o la concesión de microcréditos.
[Nota del lector: casualmente estoy leyendo simultáneamente a Malthus que también habla de resolver la pobreza pues nadie se explica a dónde se va todo ese dinero que donan los ricos, pero Malthus dice que si a todos los pobres de Inglaterra les dan 3 chelines diarios (una pequeña fortuna) no habría suficiente carne y trigo para todos los habitantes del país, los precios subirían y solo comerían bien los que pagasen más]
[Nota del lector: leí a Sachs tras tener noticia de él a través de los textos de Naomi Klein, quien dice que allí donde asesora a un gobierno se instaura un régimen neoliberal que empobrece a la población, pero los argumentos que da en su libro parecen razonables y bienintencionados.]
[Nota del lector: alguna tormenta de ideas que se me ha ocurrido tras leer este libro. Si los médicos tienen un juramento hipocrático en el que se comprometen a velar por la salud de su paciente, los economistas deberían tener otro en el que se comprometen a destinar parte de sus esfuerzos teóricos a buscar formas de paliar el hambre en el mundo].
(fin del resumen)
Lecturas complementarias
Además de La doctrina del shock, que critica a Sachs, existen otros libros que mencionan al autor y analizan sus teorias.
"Economía Mundial", de Jaime Requeijo. (pp. 164) Este dice que hay tres tipos de opiniones sobre la ayuda 1) La ayuda es necesaria, y sin ella, no será posible superar la pobreza. En ella, Requeijo encuadra a Sachs, dirigentes de paises desarrollados, Bush y Kouzimi, artistas como Bono o Geldof y la ONU.
Las otras dos son: 2) la ayuda se pierde en el laberinto democrático (Easterly: El cártel de las buenas intenciones) 3) la ayuda no ha servido para impulsar el desarrollo de las zonas más pobres (Peter Boone (dilató el tamaño del servicio público) y Fredik Erixon (los países no destinan el dinero a inversiones adicionales sino que mantienen su nivel de inversión).
Requeijo también menciona dos conceptos: la trampa de la pobreza (por sí solos, los países no podrán superar su condíción de subdesarrollados, porque el nivel de subsistencia no permite ahorrar ni invertir, solo la ayuda externa podrá superar ese estadio y mejorar de forma continuada los niveles de vida). Implica bajas tasas de ahorro, escasa recaudación fiscal, poca inversión extranjera, conflictos violentos, éxodo de cerebros, rápido crecimiento demográfico, degradación ambiental y escasa innovación.
El Proyecto del Milenio de la ONU, cuyo director es Sachs: quiere reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas con renta inferior a un dólar por día y también las personas que padecen hambre.
Los países colaboradores adoptarían un triple compromiso: 1) aumentar la ayuda oficial al desarrollo hasta alcanzar el 0,7% del PNB en 2015, 2) abrir sus mercados a la exportación de los paises en desarrollo en el marco de la Ronda Doha y 3) apoyar la investigación científica que permita atender las necesidades de los países más pobres (salud, agricultura, medio ambiente).
[Nota del lector: tras la recesión del 2008-2014, supongo que será dificil que los paises desarrollados mantengan sus compromisos de ayuda y mucho menos que abran sus mercados a la importación]
Críticas a Sachs de otros autores
Sobre su proyecto "Milenium"
En el libro "Adáptate", de Tim Harford.
En su libro Adaptate, Harford analiza diversos proyectos de desarrollo para ayudar a las comunidades tribales de África. Cuestiona ideas como el proyecto Milenio de Sachs y su teoría de las "sinergias" porque Harford apuesta por los estudios experimentales que mide el grado de corrupción de una sociedad o la influencia de los libros de texto, las pizarras y las medicinas antiparasitarias (las enfermedades generan absentismo escolar). Es el modo científico de ensayo y error que permite saber qué proyecto va a resolver realmente un problema determinado sin dar palos de ciego ni despilfarrar las donaciones.
Críticas a Jeffrey Sachs
En el libro "¿Por qué fracasan los países?", de Daron Acemoglu y James. A Robinson
La teoría de que los países cálidos son intrínsecamente pobres a pesar de contradecirse por el reciente y rápido avance económico de países como Singapur, Malasia y Botsuana todavía es defendida enérgicamente por algunas voces como la del economista Jeffrey Sachs. La versión moderna de esta idea hace énfasis no en los efectos directos del clima en el esfuerzo a la hora de trabajar o pensar, sino en dos argumentos adicionales: en primer lugar que las enfermedades tropicales sobre todos malaria tienen consecuencias muy adversas para la salud y productividad del trabajo. además el suelo tropical no permite desarrollar una agricultura productiva. Pero la desigualdad mundial no se puede explicar mediante climas o enfermedades. Pone como ejemplo la frontera que divide Nogales en México y EEUU.
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Título: "Colapso", de Jared Diamond (2006)
Ver el resumen original y actualizado en:
Sociología, estructura y cambio social, medioambiente, estructura económica.
Autor de comentarios y resumen con anotaciones: E.V.Pita (2011), licenciado en Sociología y Derecho.
Título: "Collapse"
Subtitulo: "How societies choose to fail or survive"
Autor: Jared Diamond
Publicación: Penguin 2006
Hay edición en español: Colapso
Introducción del lector: El agotamiento de los recursos puede hundir una civilización. Una sequía interminable acaba con las civilizaciones hidráulicas que dependían del riego, como las mesoamerindias. Una época glacial hundió las granjas vikingas de Groelandia. La tala indiscriminada en la isla de Pascua abocó a sus habitantes a la extinción. Otras civilizaciones, como la japonesa, han sobrevivido. Lo que se plantea Diamond es averiguar por qué unas sobreviven y otras se desploman cuando alcanzan su pico de producción y desarrollo, en claro aviso a la actual civilización.
Comentarios del lector: El libro de Diamond tiene cosas en común con el estudio sobre la población de Malthus, escrito hace dos siglos. La principal similitud es que ambos estudian principalmente sociedades agrarias como la maya o las colonias vikingas en Groelandia. El ciclo es genuinamente malthusiano: unos habitantes descubren nuevas tierras, esto genera abundancia, se dispara la población, de repente los recursos escasean y para colmo llega una sequía que pone a una gran población al borde del hambre, a la que siguen tumultos, guerras y el colapso de la civilización. Lo que se puede cuestionar del libro es que aquello que funciona en las sociedades agrarias funcione también en las industriales. Un Imperio Romano basado en el cultivo de la tierra con 300 millones de habitantes sería insostenible pero una Europa industrial con esa población sí se puede mantener. Eso no descarta que, dentro de unos siglos, algún tipo de nueva civilización basada en otro tipo de energía pueda sostener en la Tierra poblaciones de 25.000 millones de personas. Pero Diamond quizás tenga razón en que el agotamiento de los recursos mineros, energéticos y naturales de la Tierra es una amenaza en un mundo superpoblado con el tipo de economía actual. Habla por ejemplo de China, donde gran parte de la población se ha trasladado a trabajar en las ciudades de la costa, el país está prácticamente desforestado y contaminado por numerosas industrias polucionantes. Si bien los fertilizantes químicos dispararon la producción agrícola y pudieron sostener a toda la población y crear excedentes, ¿qué pasará cuando se agoten los suelos cultivables? Efectivamente, la gente es más rica, vive mejor y tiene más comodidades que en el mundo rural pero ¿por cuánto tiempo? ¿Qué pasará cuando se agote el agua potable o las tierras no den más comida? A mí se me ocurre una respuesta: otra revolución tecnológica. Pero, tras leer el libro de Diamond, me viene a la mente una imagen sumamente perturbable: la de los habitantes de la isla de Pascua, que tras talar todos los árboles de la isla, llegó una sequía y no quedaba madera para construir barcos y escapar a otro lugar. Hay gente que califica de estúpidos a esos isleños poco previsores pero la pregunta es si el mundo actual no va por el mismo camino.
En el primer capítulo, Diamond se refiere a Montana, cerca de Yellowstone Park, un sitio montañoso al que iba a relajarse y pescar truchas. Es uno de los estados más pobres de Estados Unidos, la gente emigra y, al parecer, pese a sus bellezas naturales, los ríos bajan contaminados y hay mucha polución. ¿Qué ha pasado?
En el segundo capítulo, Diamond examina el misterio de la isla de Pascua, el lugar más alejado de cualquier otra tierra, a 3.000 kilómetros de Chile y 1.500 de la Polinesia. Los nativos son Polinesios por su idioma, animales domésticos, como el pollo, y rasgos craneales y genéticos. Estos erigieron gigantescas estatuas de piedra volcánica (moais)y vivieron en la prosperidad aunque aislados. Cuando llegaron los europeos solo quedaban 2.000 de los 30.000 habitantes iniciales y los bosques estaban desforestados. Mientras los exploradores europeos se preguntaban como habían cruzado el pacifico en frágiles canoas Diamond se pregunta porque desapareció su sociedad. El autor menciona el libro Tonkiki que sugería que los antiguos egipcios colonizaron América y levantaron pirámides y los americanos llegaron a Pascua, aunque hay otras teorías como que la isla era una base secreta extraterrestre. Pero las pruebas arqueológicas concluyen que están emparentados con los colonos asiáticos que llegaron hasta las Marquesas o las islas Sociedad o Picard. Además de la erosión, Diamond ve otros signos de degradación como la eliminación de aves no voladoras, como el moa de Nueva Zelanda, o los escasos recursos naturales.
En el capítulo 6 sobre las islas del norte colonizadas por los vikingos, el autor examina por qué unas colonias vikingas tuvieron éxito y otras como Vinland o Groelandia no. Empieza examinando la experiencia de las islas Faroe, que fueron sostenibles, y luego la de Islandia, que según Diamond es el país devastado por los efectos de la agricultura humana que erosionó los suelos fértiles sin saberlo.
Respecto a Vinland (Terranova), un manuscrito de un monasterio de 1.200 revela que en torno al año 1.000 los descendientes de Erik el Rojo navegaron por la corriente de labrador por zonas que bautizaron como Markland o Vinland entre otras. Vinland parecía un buen lugar para establecerse pero los vikingos mataron a 8 de 9 indios y el superviviente volvió con una flota de canoas con arqueros que abatieron de un flechazo al jefe de la expedición nórdica. Años después, establecieron comercio pero un vikingo mató a un indio que pretendía robar un arma y estalló una riña que obligó a los vikingos a huir por ser inferiores en número. Diamond se pregunta por qué Cortés pudo someter a los aztecas y los vikingos no pudieron con los indios norteamericanos. La respuesta es sencilla: solo vivían 500 vikingos en Groelandia y enviaron una flota de 80 a explorar. Carecían de medios para iniciar una conquista y renunciaron. 300 años después, entorno a 1.400, desaparecieron misteriosamente de Groelandia. Diamond cree que el clima frío y ventoso es extremadamente duro para vivir allí. Una curiosidad es que los vikingos fundaron día pueblos al norte y al sur y se equivocaron al ponerles el nombre, ya que a uno le llamaron pueblo del oeste y otro del este.
Posteriormente, Diamond dedica un capítulo al genocidio tribal de Ruanda entre hutus y tutsis y explica que el baño de sangre coincide con una superpoblación, falta de suelo cultivable y sequía. Lo define como una catástrofe genuinamente maltusiana. [Nota del lector: en un capítulo posterior, Diamond compara las cifras de metro cultivable de tierra de Ruanda en los años anteriores al genocidio tribal y de China y dice que la superficie cultivable de China es levemente superior a la de Ruanda en los años 90].
También estudia las diferentes políticas medioambientales en una misma isla: la de la República Dominicana, que preservó sus recursos naturales, y la de Haití, que taló los bosques. En la primera, la tierra puede alimentar a la población y en la segunda, los suelos son pobres y están erosionados, y la población ha crecido mucho. [Nota del lector: Diamond escribió su libro antes del terremoto de 2010 en Haití].
Como ejemplo de buena conservación forestal está Japón, que conserva sus bosques intactos, lo que garantiza una reserva para los malos tiempos. [Nota del lector: Diamond en su libro "Armas, gérmenes y acero" dice que los cazadores-recolectores de Japón vivían bien y que solo fueron superados tardíamente por los agricultores coreanos que importaron técnicas de otras culturas más avanzadas]
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Título: "Poor Economics" (Repensando la pobreza ), de Abhijit y Barnejee (2011)
Ver el resumen original y actualizado en:http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/05/poor-economics-de-abhijit-v-barnejee-y.html
Autores: Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo (2012)
Sociología, estructura económica, estructura social, cambio social
Autor de tradución, resumen y comentarios: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho
Título: "Poor Economics"
Autores: Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo
Editorial: Penguin Books
Fecha de publicación: 2012
Premios: Financial Times / Golman Sachs (2011)
Nota del lector: el libro está editado en español bajo el título "Repensando la pobreza", de la editorial Taurus, y su interés radica en que varios autores lo mencionan. El título se traduciría como "La economía de los pobres" pero la versión en español optó por "Repensar la pobreza", que se ajusta al contenido. Como curiosidad la edición en inglés cuesta la mitad que en español.
Texto de la contraportada de la versión inglesa (traducción):
"Por qué un hombre de Marruecos que no tiene para comer se compraría un televisor? Por qué los más pobres de la India gastan el 7% de su presupuesto para comida en azúcar? Tener un montón de hijos te hace más pobre realmente?
Este libro abre los ojos y da un giro a los mitos sobre lo pequeño de la vida y revela las inesperadas decisiones que millones de personas hacen cada día. Analiza algunas de los más paradójicos aspectos de la vida en el límite de la pobreza: por qué los pobres necesitan prestar para ahorrar, por qué algunos incentivos que parecen efectivos para nosotros pueden no serlo para ellos, y por qué, a pesar de asumir más riesgos que altos financieros, ellos empiezan negocios que raramente crecen. Banerjee y Duflo ofrecen una nueva compresión de cómo el mundo funciona."
Introducción:
Banerjee y Duflo proponen un nuevo método experimental para estudiar el comportamiento de los pobres para ver las causas del crecimiento económico de los países [Nota del lector: el viejo problema que abordó Adam Smith en La Riqueza de las Naciones en 1776, o Malthus sobre el crecimiento de la población pobre o de David Ricardo sobre el salario mínimo]
Los autores hace un estudio de las posturas enfrentadas de los autores en los últimos años:
1) Dicen que el programa Milenium de Jeffrey Sachs (autor de El Fin de la Pobreza en el 2005) para erradicar la pobreza tiene una visión materialista de la pobreza y sueña con reducir la miseria con grandes inversiones contra la malaria, la asistencia a clase o la compra de ordenadores.
2) También critica a otros como William Easterly (autor de The Elusive Quest for Growth y The White Man's Burden) y a Dambisa Moyo (escribió Dead aid) que sostienen que mientras no se erradique la corrupción y el lobby de las agencias de ayudas no se podrá solucionar la pobreza. Estos libremercantilistas consideran que cuando los mercados son libres y los incentivos adecuados, la gente encuentra caminos para resolver sus problemas. Por eso, no necesitan muletas ni ayudas externas. Según Easterly, no hay nada peor que la trampa de la pobreza.
[Nota del lector: añadiría que en el libro "Adáptate" de Tim Harford se vuelven a examinar estas mismas posturas]
Abhijit V. Barnejee y Esther Duflo creen que hay que abordar el punto más desde el punto experimental que teórico porque quizás los anteriores autores han partido de premisas falsas o equivocadas. Por ejemplo, hay que saber a qué destina el dinero un pobre que vive con 1 dólar diario. ¿Cómo hace para sobrevivir? ¿Por qué no compra mallas para dormir a salvo de los mosquitos de la malaria? Estos estudios empíricos permitirán sacar conclusiones y responder a preguntas.
Por ejemplo, hay un estudio que divide a dos grupos que tienen 5 dólares para gastar en diversas cosas, entre ellas una donación a un país africano con malaria. A unos se les dice que van a donar el dinero porque hay 5 millones de afectados que mueren cada año de la enfermedad y a otros se les dice que una niña de 7 años con nombre y apellidos podría morir si no recibe una ayuda para comprar las medicinas. La gente dio más dinero al anuncio personalizado de la niña que a la multitud porque en el segundo caso el donante tiene la sensación de que su ayuda será una gota en el óceano.
Otro de los experimentos se refiere al granjero Kennedy de Kenia. La teoría de Jeffrey Sachs dice que si se le compra fertilizante la cosecha del campesino se multiplicaría por 20 y podría vivir el resto de su vida con los beneficios. Por contra, Banerjee y Duflo se preguntan si no sería mejor que el tal Kennedy comprase un poco de fertilizante que le permitiese aumentar ligeramente su cosecha y ahorrar y reinvertir los beneficios cada año para incrementar su cosecha. Pero sospechan que el problema es otro, que quizás no se pueda comprar fertilizante al por menor [nota del lector: que compre una gran cantidad el pueblo y la reparta entre los campesinos] o si en realidad es víctima de la trampa de pobreza.
La trampa de la pobreza puede ser representada en una gráfica como una línea en forma de S tumbada. En la zona de la trampa de la pobreza los ingresos del mañana son inferiores a los de hoy hasta un punto que devuelve a la recuperación.
CAPÍTULO 2
Los autores se ocupan del caso de un indonesio que, como 1.000 millones más, está atrapado en la trampa de la pobreza o cobra menos de un dólar al día. Este no tiene suficiente dinero para comer lo necesario y por tanto está debilitado para trabajar. Su vecino come un poco más y eso le permite trabajar en sus campos, lo que le hace un poco más rico mientras que el protagonista de la historia es cada vez más pobre.
La cuestión es que cuando los autores pasan a analizar en qué se gastan los 99 céntimos de dólar diarios los más pobres, resulta que no es en mejorar sus raciones de comida para trabajar más y salir de trampa de pobreza, sino que parte del dinero lo gastan en alcohol, tabaco y fiestas.
Más adelante, un experimento prueba a qué dedican el dinero las familias que han recibido subvenciones para comprar arroz y otros cereales. Como se sienten más ricos, sustituyen el arroz por carne aunque realmente no ganan un aporte calórico. Esto vendría a probar que las familias pobres no siguen una lógica racional de consumo de calorías sino que sus compras las asocian al prestigio social.
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Título: "¿Por qué fracasan los países?", de Daron Acemoglu y James A. Robinson (2011)
Ver el resumen original y actualizado en:http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/05/poor-economics-de-abhijit-v-barnejee-y.html
Sociología, estructura económica, pensamiento político, política económica, cambio social
Resumen, anotaciones y comentarios por E.V.Pita (2013), licenciado en Sociología y Derecho
Blogs: http://evpitasociología.blogspot.com y http://eleconomistavago.wordpress.com
Título: "¿Por qué fracasan los países?"
Subtitulo: Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza
Título original: "Why nations fail?"
Autores: Daron Acemoglu y James A. Robinson
Fecha de publicación : 2012
Editorial en español: Deusto
Texto de la contraportada:
"¿Qué determina que un país sea rico y pobre? ¿Cómo se explica que, en condiciones similares, en algunos países haya hambrunas y en otros no? ¿Qué papel juega la política en estas cuestiones?
Que algunas naciones sean más prósperas que otras ¿se debe a cuestiones culturales? ¿A los efectos de la climatología? ¿A su ubicación geográfica? No, en absoluto.
Ninguna cuestión relativa a la prosperidad de un país está relacionada con estos factores, sino que proviene de otro más tangible: la política Económica que dictaminan sus dirigentes.
Son los líderes de cada país, afirman los reconocidos profesores Daron Acemoglu y James A. Robinson en este libro, quienes determinan con. Sus políticas la prosperidad de su territorio y así ha ocurrido en todos los periodos de la historia , como demuestran en este apasionante estudio."
Índice
Capítulo 1... Tan cerca y, sin embargo, tan diferentes
Capítulo 2.... Teorías que no funcionan
Capítulo 3.... La creación de la prosperidad y la pobreza
Capítulo 4... Pequeñas diferencias y coyunturas críticas : el peso de la historia
Capítulo 5.... "He visto el futuro y funciona": el crecimiento bajo instituciones extractivas
Capítulo 6... El distanciamiento
Capítulo 7.... El punto de inflexión
Capítulo 8.... No es nuestro territorio: obstáculos para el desarrollo
Capítulo 9... Como revertir el desarrollo
Capítulo 10... La difusión de la prosperidad
Capítulo 11.... El círculo virtuoso
Capítulo 12... El círculo vicioso
Capítulo 13... Por qué fracasan los países hoy en día
Capítulo 14... Cómo romper el molde
Capítulo 15... Claves para comprender la prosperidad y la pobreza
Resumen exprés
Acemoglu y Robinson sostienen que los países crecen económicamente a medida que sus instituciones son más inclusivas y democráticas de forma que la riqueza está mejor repartida que si fuese un régimen exclusivo y explotador que establece instituciones destinadas a exprimir a los ciudadanos en función de los intereses de los gobernantes y sus amigos. Según esta teoría, Inglaterra empezó la revolución industrial porque el Parlamento consiguió más poderes en la revolución gloriosa de 1688 y el rey aceptó el imperio de la ley. Sin embargo, otros países que eran poderosos como España no cambiaron sus instituciones y se desplomaron. Mientras Estados Unidos desarrolló una democracia y creció económicamente los países de Latino América se estancaron porque la riqueza solo llegaba a una elite que organizó la economía no en el interés general sino en su propio interés. Algo parecido pasó con la difusión del ferrocarril: las países que estuvieron bajo el control de Napoleón el suficiente tiempo e incorporaron instituciones como el Código Civil adoptaron más rápido el tren que aquellos reinos como Austria-Hungría y Rusia que aún mantenían instituciones como la servidumbre y pocas libertades.
Lo mismo ocurrió con el régimen soviético que creció porque era un régimen extractivo que volcó todos sus recursos en la industria dirigido por una elite que quería perpetuarse en el poder. Funcionó hasta los años 80, cuando todo dejó de funcionar. Otro ejemplo es Bostsuana, el único país medianamente democrático de África que fue gobernado por varios jefes que tenían limitado el poder mientras que en los demás países los líderes se limitaron a sustituir las caras pero mantuvieron las instituciones de los blancos para explotar a los habitantes en Sierra Leona o Zimbawe. En ambientes extractivos y explotadores es difícil que surja el espíritu emprendedor. Según la teoría de estos autores el crecimiento de China se explica porque el actual régimen es más inclusivo que el el Mao pero sigue siendo un régimen extractivo por lo que dejará de crecer al 10% por año como hasta ahora.
Interés del libro:
Teórico: Los autores pueden encuadrares dentro de los teóricos del libre mercado porque proponen que el progreso avanza gracias a las libertades, la redistribución de la riqueza, la centralizacion y el imperio de ley para amplias mayorías. Sin embargo, no critican la creciente desigualdad en el país que pone como modelo (EE.UU.) como si están haciendo Krugman o Stiglitz entre otros. Tampoco estudia los flujos de capital hacia países prooccidentales y no a los de ideología rival. Algunos de sus análisis son demasiado simplistas y obvian cuestiones clave que podrían refutar su análisis (por ejemplo, dice que los rusos vivían mejor con el zar que con los soviets y puede ser pero hubo una redistribución).
Histórico:
1) establece una hipótesis sobre la decadencia del Imperio español a partir del siglo XVII a causa de una economía extractiva que creaba gran desigualdad si se compara con su rival Inglaterra, mucho más abierta al libre mercado.
2) da una nueva idea sobre la independiencia de las colonias americanas de la corono española: las elites no aceptaron el programa revolucionario frances impuesto por Napoleón y menos aún la progresista Constitución de Cádiz de 1812. Por eso, se levantaron en ambas ocasiones, con motivo de la invasión francesa de 1808 y cuando los liberales alcanzaron el poder en 1820-1823. Tras obtener la independencia, las elites continuaron con las viejas instituciones coloniales porque eran altamente extractivas de riquezas.
3) sobre la sorpresiva caída del bloque soviético en 1989. Se han propuesto múltiples teorías pero en concreto esta parece convincente: el sistema de producción extractivo del Partido Comunista se agotó tras décadas de industrialización forzada y se implantó el sistema de mercado. No explica a donde va ahora la economía ya privatizada.
4) Entra en el debate iniciado por Stiglitz, Krugman y otros sobre el papel del FMI y sus recetas para otorgar préstamos a los países y cómo fracasan sus métodos para reactivar la economía.
Resumen
Los autores Acemoglu y Robinson arrancan de las primaveras árabes para explicar cuantas cosas deben cambiar en unos países gobernados por una minoría que había organizado la estructura de poder para enriquecerse y que condenaban a la pobreza a sus súbditos.
Al igual que muchos sociólogos, los autores descartan que tengan importancia los factores climáticos o geográficos o culturales. Ponen como ejemplo el caso de Los Nogales, la misma ciudad pero un lado en México y otro en Estados Unidos. El primero es pobre y el segundo es rico.
Para explicar estas diferencias, los autores se remontan a la colonización europea de América. Los españoles instauraron un sistema de trabajos forzados (encomiendas) dominado por una élite que se opuso a los avances constitucionales en España y que se independizó para perpetuar sus privilegios con una gran inestabilidad política. Mientras, los colonos ingleses de 1619 que fundaron villas en Norteamérica, como Virginia, ensayaron varios modelos hasta que encontraron uno que daba muchos incentivos al colono para cultivar las tierras y participar en la vida política. Tras la independencia, los presidentes respetaron el marco constitucional y fomentaron el crédito a los emprendedores para patentar y abrir negocios sin trabas burocráticas. Tampoco favorecieron los monopolios sino la competencia.
Ponen como ejemplo a Bill Gates y Carlos Slim, los empresarios más ricos del mundo. El primero tuvo incentivos para crear nuevos productos mientras que el segundo, según dicen los autores, habría aprovechado sus contactos políticos para explotar en régimen de monopolio el sector de las telecomunicaciones, incluso aprovechando lagunas legales, y cuando quiso hacer lo mismo en EE.UU. los tribunales se lo bloquearon.
Lo que dicen es que sí un país tiene unas instituciones que fomentan e incentivan la libre empresa, serán más ricos. Y recuerda que Latinoamerica lleva sumida en la pobreza 150 años sin cambiar las trabas burocráticas e intereses creados de unas minorías mientras que los países occidentales europeos, junto a Japón y Australia, gozan de gran riqueza por ser muy democráticos.
[nota del lector: es inevitable responder a los autores y recordar las palabras de Stiglitz sobre la creciente desigualad de la riqueza en Estados Unidos]. [nota del lector: uno se pregunta sino será que unos países son ricos y otros pobres desde hace 150 años porque la escena mundial está dominada siempre por los mismos, Inglaterra, Francia y Estados Unidos. Habría que ver cuantos de esos países intentaron crear instituciones democráticas y se lo echaron abajo las potencias coloniales. Quizas los autores lo aclaren más adelante].
Otra cosa que llama la atención es que los autores muestran un mapa del mundo por su mayor riqueza o pobreza según la renta per cápita. Toda Europa goza de rentas superiores a 20.000 dólares excepto España y Portugal, lo que les equipara con Rusia o Argentina. [nota del lector: o bien es la triste verdad o bien los autores tomaron ese sesgo estadístico porque les venía bien para probar que los países latinos van mal todos, incluso los de Europa].
Capítulo 2
Los autores estudian varias teorías que intentan explicar las desigualdades económicas en el mundo y las rebaten y explican por qué no funcionan.
Muestran un mapa del mundo por renta per cápita en el que las más altas corresponden a Europa Occidental (exceptuados España y Portugal), USA, Canada, Australia y Japón y las más bajas a Africa y Sudamérica. Para hacer esta distribución de renta ponen el listón más alto en 20.000 dolares per cápita, lo que hace que España (hasta hace poco octava potencia mundial) y Portugal queden relegados a la misma categoría que Rusia o Argentina. Cree que hay una brecha entre ricos y pobres y recuerda que si cayese el precio del barril del petróleo, países de Oriente Próximo que ahora son ricos, podrían volverse pobres. Se preguntan cómo explicar las diferencias cruciales entre países ricos y pobres y sus distintos modelos de crecimiento.
Para ello analizan tres hipótesis:
-Las diferencias geográficas (Sachs, Diamond)
Comentados más abajo
-Las diferencias culturales (Weber y su teoría del protestantismo y el espiritu capitalista)
Francia e Italia son países capitalistas, lo que no les impidió sumarse al carro de la revolución industrial rápidamente y hoy están a la par que otras naciones avanzadas y prósperas.
-La hipótesis de la ignorancia (definición de economía de Lionel Robbins en 1935)
Rebate la tradicional definición de economía:
"La economía es la ciencia que estudia el comportamiento humano como relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos".
Atribuyen desastres económicos a "fallos de mercado" para explicar la actual pobreza en Africa cuando el problema es que no hay voluntad política para adoptar políticas más eficientes. La prueba es que, si algun gobierno tuviese buena fe, tras ensayo y error, modificaría sus politicas para beneficiar a sus habitantes.
Pone como ejemplo el Congo, que conoció prontamente el uso de armas de fuego en el siglo XVII y abrazó rápidamente los avances tecnológicos europeos pero para dedicarse a capturar esclavos, negocio más rentable que mejorar la producción agraria.
Críticas a Jeffrey Sachs
La teoría de que los países cálidos son intrínsecamente pobres a pesar de contradecirse por el reciente y rápido avance económico de países como Singapur, Malasia y Botsuana todavía es defendida enérgicamente por algunas voces como la del economista Jeffrey Sachs. La versión moderna de esta idea hace énfasis no en los efectos directos del clima en el esfuerzo a la hora de trabajar o pensar, sino en dos argumentos adicionales: en primer lugar que las enfermedades tropicales sobre todos malaria tienen consecuencias muy adversas para la salud y productividad del trabajo. además el suelo tropical no permite desarrollar una agricultura productiva. Pero la desigualdad mundial no se puede explicar mediante climas o enfermedades. Pone como ejemplo la frontera que divide Nogales en México y EEUU.
Críticas a Diamond
Los autores también descartan la teoría del ecologista y bíólogo Jared Diamond y su hipótesis geográfica sobre la distribución de la riqueza (los trópicos son pobres por tener agricultura improductiva y las tierras templadas del norte, ricas). Este habla en su libro "Acero, gérmenes y armas" de que algunas especies de animales y plantas no pudieron ser domesticadas y otras no existían, por ejemplo, en América. Donde avanzó la agricultura, hubo más avance tecnológico y político que en las sociedades de cazadores-recolectores. Las distintas intensidades de agricultura habría originado sociedades más ricas (por ejemplo, el Creciente Fertil) que otras (aborígenes de Australia). Pero Acemoglu y Robinson creen que esto no se puede generalizar para explicar la desigualdad moderna. La teoría de estos autores es que la renta media de los habitantes de los antiguos imperios inca y azteca apenas era menos del doble que la de un español de la época mientras que ahora es seis veces más que la de un boliviano o peruano [hablamos de 2008, antes de la crisis]. Es decir, cuando los nativos adoptaron las técnicas agrícolas europeas, la brecha económica debería haberse acercado y ahora es tres o cuatro veces mayor.
Por eso, creen que la diferencia económica hay que explicarla como un posterior reparto desigual de las tecnologías. Mientras España se sumó "con retraso" a la tecnología del vapor y luego a la de información, en los países andinos, la adopción de estos nuevos modos de producción fue mucho más lento. Los autores dicen que Diamond no logra explicar por qué pasa esto ni encajarlo en su modelo. Y también se pregunta cómo imperios prósperos como el inca o el azteca, más ricos que las tribus indias de Norteamérica, pasaron a ser más pobres 500 años después. La explicación es que EE.UU. adoptó con entusiasmo las nuevas tecnologías, educación y ferrocarril, todo lo contrario que Sudamérica. Es lo que sería una especie de "suerte inversa" o "revés de la fortuna" que sugieren que fue creada por las instituciones que impusieron los colonos europeos.
Los autores concluyen que "la desigualdad del mundo es, en gran medida, el resultado del reparto y la adopción desiguales de la tecnología, y la tesis de Diamond no incluye argumentos sobre este asunto". Añaden que el argumento de Diamond que trata de la desigualdad continental no permite explicar la variación en los continentes, parte esencial de la desigualdad del mundo moderno. Por ejemplo, no explica por qué la revolución industrial no surgió en Moldavia o por qué India y China, con grandes riquezas agrícolas y ganaderas, tienen tantos pobres. Comparando un mapa de frecuencia de especies de ganado y planta, la mayor concentración debería corresponder a Eurasia pero en este continente hay muchas desigualdades como Inglaterra comparada con Tayikistán. Y recuerdan que las tecnologías como el hierro fundido o las primeras ciudades, que surgieron en Turquía o Irak, situadas geograficamente en inmejorable lugar, no les dieron ventaja a estas zonas, sobre todo, cuando cayeron en manos del Imperio Otomano. Fue la expansión de este imperio y no la geografía lo que determinó que fuesen más pobres que otras zonas continentales. Y finalmente puntualizan que las diferencias geográficas no ayudan a explicar por qué China o Japón se estancan durante largos periodos de tiempo de su historia y luego inician un rápido proceso de crecimiento.
Capítulo 3
Los autores analizan el caso de las dos Coreas, dos países separados desde 1950. La del Norte, bajo un régimen comunista hermetico es pobre, sin formación ni iniciativa empresarial, y la del Sur, democrática desde los 90 y prooccidental, es rica porque fomenta las oportunidades y la inversión. Los autores dicen que garantizar el derecho a la propiedad privada es crucial porque quienes disfruten de ese derecho estarán dispuestos a invertir y aumentar la productividad.
Pero la cuestión es que la mayoría de los ciudadanos por no decir todos disfrute de ese derecho.
Pone el ejemplo de Barbados en 1680 cuando los terratenientes se repartían los cargos de juez y el reto era esclavos. Además hacen falta carreteras y servicios públicos. En América Latina existía propiedad privada pero la del indígena era poco segura. Por ello el sistema legal no debe discriminar ni servir a instituciones extractivas que tienen como objetivo extraer rentas y riqueza de un subconjunto de la sociedad para beneficiar a un subconjunto distinto.
En cambio, las instituciones inclusivas crean mercados inclusivos que dan libertad y oportunidad de ejercer cualquier profesión, y quienes tengan buenas ideas serán capaces de crear empresas, y allanan el camino para la innovación tecnológica y la educación, lo que provoca un desarrollo sostenido. De ahí el éxito de Thomas Edinson, Bill Gates o Steven Jobs que hicieron negocios porque los adolescentes tienen acceso a la escolarización que desean o pueden lograr. Otro ejemplo es la fábrica Samsung de Corea del Sur.
Frente a ello están las instituciones políticas absolutistas, o peor aún, los estados fallidos como Somalia, donde el estado (Max Weber: el Estado tiene el monopolio de la violencia legítima) es incapaz de imponer ley y orden ni es centralizado.
Los autores ponen el ejemplo de Mobutu en el Congo, donde lo montó todo para su servicio y riqueza porque sí hubiese hecho unas instituciones inclusivas habría tenido que redistribuir su riqueza. No sólo los poderosos se oponen a la tecnología sino que lo hacen también los gremios que bloquearon muchos avances. En general, dice , los grupos poderosos suelen oponer resistencia al poder económico y a los motores de prosperidad. Un ejemplo fue el rey del Congo, que tenía en el siglo XVII a 500 mosqueteros, sin dejar opción a los ciudadanos a ningún poder político. Tras la independencia en 1960 se reprodujeron las instituciones extractivas.
Capítulo 4
Los autores hacen referencia a la peste bubónica de 1346 (la Peste Negra) que entró de China por el Mar Negro y acabó con la mitad de la población afectada [nota del lector: otros cálculos hablan del 10%]. El orden feudal se vino abajo porque los señores se quedaron sin siervos. Ante la escasez de mano de obra, los trabajadores lograron que se suprimiesen multas, trabajos obligatorios y otros abusos. Los intentos de imponer un abusivo Estatuto de Trabajadores fracasó en Inglaterra. Pero en otros sitios, sobre todo en Europa del Este, los señores de adueñaron de más tierra y las ciudades perdieron libertades, Europa del Este exportó más cereal pero mediante trabajos forzados. Finamente en Inglaterra la revolución gloriosa aportó más libertades en 1688 y limitó el poder absoluto. Después empezó la revolución industrial.
Los autores comparan la evolución de tres monarquías absolutistas como Felipe II de España, Isabel I de Inglaterra y Enrique III de Francia. Los tres luchaban contra asambleas de ciudadanos como las Cortes, el Parlamento y los Estados Generales. Hubo pequeñas diferencias por el monopolio del comercio con América, ya que Inglaterra corrió a cargo de comerciantes, que se hicieron más ricos y pudieron oponerse al absolutismo. Estas pequeñas mejoras alimentaron un círculo virtuoso mientras que en Francia y España cayeron en un círculo vicioso. Pero aún así la situación fue mejor que en Europa Central y del Este, lastrada por la servidumbre.
En sólo tres siglos desde la Peste Negra se había producido un proceso de divergencia
Recuerdan que la derrota de la Armada Invencible en 1588 abrió el comercio del Atlántico a los ingleses y generó el avance de Inglaterra y su economía de mercado que extendieron los colonos por América del Norte mientras el Sur siguió bajo un modelo extractivo y de gran desigualdad. Todavía fue más grave en Africa donde imperó el absolutismo y el esclavismo con la excepción de Botsuana. China y la India con sus castas también quedó rezagado. En cambio en Japón triunfó la Revolución Meiji que erradicó el orden feudal y se disparó el crecimiento. En Oriente Proximo, el imperio otomano impuso un régimen colonial.
Los autores dicen que la teoría institucional explica mejor que las basadas en geografía, la ignorancia o la cultura las diferencias económicas.
Lo que ambos autores quieren establecer es:
1) ¿Cómo aparecieron las instituciones inclusivas?
2) ¿cómo persistieron y continuó el círculo virtuoso?
3) ¿cuantos gobiernos absolutistas y extractivos rechazaron la nueva tecnología de la revolución industrial?
4) ¿Cómo acabaron los europeos con la posibilidad de crecimiento económico en partes conquistadas?
5) ¿Cómo el círculo vicioso y la ley de hierro de la oligarquía mantuvieron las instituciones extractivas y donde no se extendió la revolución industrial siguió pobre?
6) ¿por qué las tecnologías de la revolución industrial no se han implantado en lugares con un mínimo de centralización del Estado?
Dicen que las áreas que transformaron sus instituciones en una dirección más inclusiva, como Francia o Japon, o impidieron el establecimiento de instituciones extractivas, como Estados Unidos o Austria, fueron más receptivos a la extensión de la revolución industrial y se adelantaron a los demás.
Capítulo 5
Hacen un repaso de la evolución Económica de la Unión Soviética en tiempos de Stalin y de los planes quinquenales del Gosplan, que tomó la producción agrícola tras expropiar la tierra y colectivizar las granjas con el fin de alimentar a los trabajadores de la industria y la construcción de fábricas. Pero en el rural la producción cayó en picado. Hubo 6 millones de muertos por hambre. A pesar de ser un método menos eficiente que el libre mercado, hubo crecimiento porque la elite del PC volcó todos sus recursos hacia la industria, que estaba muy atrasada. Se llegó a decir que la economía planificada era altruista porque daba pleno empleo, estabilidad de precios o motivacion altruista. Hasta Samuelson predijo que en los 80, la URSS superaría a USA. Fue un desarrollo rápido pero no sostenido y en los 70 el modelo se agotó.
Importante: según los autores, el colapso de la URSS se debe a que las instituciones extractivas como el Partido Comunista no pueden generar un cambio tecnológico sostenido por falta de incentivos económicos y la resistencia por parte de las elites. Había problemas para resignar recursos eficientemente y para tomar decisiones ( si fallaba, mal asunto).
Como no había incentivos introdujeron los objetivos y primas pero los resultados eran ineficientes. Incluso fijaron delitos contra los holgazanes.
Luego examinan el caso del Congo y el Kasai y los leles y bushongs, separados por un río. Unos eran pobres y luchaban entre sí mientras que los otros eran ricos y tenían avanzadas tecnologías porque tenían a un rey centralizado extractiva y absolutista para recaudar impuestos pero trajo algo de prosperidad.
El problema de este crecimiento, al igual que la URSS, es que, según estos autores, no hay destrucción creativa (una idea de Schumpeter).
Luego repasan la creación tras el Largo Verano (15.000 AC) de sociedades agrícolas como los natufienses en el Eufrates, Abu Hureyra y el monte Carmelo . Creen que las elites llevaron a hacer sedentaria a la población y luego emprender la agricultura. (Por ello creen que Jared Diamond empezó la casa por el tejado porque, en realidad, los cambios institucionales empezaron primero y como una reorganización para aprovechar la mayor disponibilidad de animales y plantas y solo luego vino la agricultura y la religión ).
La expansión de la agricultura también se extendió las ciudades mayas, como Copan, dirigidas por sus reyes y su aristocracia. En el año 779, Copan tenía más habitantes que París. Pero desde el año 300 no hubo cambios y los reyes y nobles de dedicaron a cobrar impuestos que crearon gran desigualdad hasta que en 810 lucharon entre ellos por derrocar al jefe y hacerse con el control y los beneficios. El sistema desapareció porque no era estable.
Cree que en China pasará lo mismo.
Capítulo 6
Aquí habla de la decadencia de Venecia, entre el 1.050 y el 1.350, porque cuando la república veneciana gobernads por el Dux y una Asamblea General ofrecía incentivos a los jóvenes para prosperar a traves de la institución de la commenda se generó una gran economía pero unas generaciones después los miembros del Gran Consejo, una vez que estuvo controlado por varias familias, bloquearon los accesos a los nuevos mercaderes, por lo que en 1297 eliminaron los incentivos al crecimiento a través de la Serrata (los nuevos nombramientos debían de ser aprobados por el Consejo de los Cuarenta mientras que los actuales no necesitaban confirmación ). El Gran Consejo se convirtió en una aristocracia hereditaria en 1315 con el Libro d'Oro. Luego metieron una Serrata económica y la prohibición de los contratos de commenda. Además, el Estado veneciano nacionalizó el comercio con galeras y cobró más impuestos. El comercio a larga distancia fue monopolizado por la elite. Y decayó.
Lo mismo paso con el Imperio Romano que alcanzo su expansión tras las luchas de los Graco por pedir mayor representación de los plebeyos y sus leyes. aunque también excluían a los esclavos. En los pecios marinos se ve la riqueza generada y hay pruebas de la actividad y contaminación romana en el hielo de Groelandia hasta el siglo I. Pero era una economía extractiva dominada por las elite del Senado (grandes terratenientes y aristócratas) en un sitio con un reparto desigual de las tierras. Todo esto fue derrocado por Julio César y el Imperio Romano, lo que eliminó las instituciones parcialmente inclusivas (como la asamblea plebeya cuyos poderes pasaron al Senado y el ej). La pelea de las elites por controlar el poder extractivo conllevó el colapso de Roma por guerras civiles continuas. Los derechos de propiedad para el ciudadano común fue menos seguro. Ningún emperador quiso poner instituciones más inclusivas. Aumento el número de personas a ser ciudadanos pero con menores derechos que antes. Y la tecnología se estancó. Los emperadores no incentivaban o descartaban avances que eliminasen mano de obra.
Vindolanda, la antigua Escocia, era pobre en tiempos romanos pero con los siglos fue muy desarollada porque, tras la caída de Roma, siguió un camino divergente respecto a otras provincias como Aksum (Etiopía) donde quedaron mejor asentadas las estructuras feudales.
Pero la herencia de la republica romana pervivió hasta la Peste Negra y sus instituciones inclusivas fueron rápidamente adoptadas por ciudadanos libres.
Capítulo 7
En la Inglaterra isabelina también se rechazaron las innovaciones técnicas como una máquina de tejer de Lee para no arruinar a las hilanderas. Porque ello requería un proceso de destrucción creativa schumpenteriana que obligarían a sustituir lo viejo por lo nuevo. Los políticos temían inestabilidad.
En este capítulo examinan la importancia de la firma de la Carta Magna por el rey Juan en 1215 para que consultase a los barones antes de aumentar los impuestos y la creación de un consejo de 25 barones para obligar al rey a cumplir. Aunque fue anulada, algunos la consideran un paso al pluralismo. La diferencia es que años después el parlamento incluyó a los mercaderes y agricultores ricos (gentry), no sólo a los nobles. Pero los Tudor crearon un estado centralizado y expropiaron las tierras a la Iglesia. Luego, los Estuardo quisieron ser absolutistas y no pudieron.
Capítulo 8
Habla sobre distintos países que obstaculizaron el desarrollo como la prohibición de la imprenta en el Imperio Otomano, el refuerzo del absolutismo en España la llevó al declive pues no había derechos de propiedad seguros y el colapso económico hacia que no hubiese incentivos para invertir. En el caso de Rusia y Austria-Hungría, con Francisco I, los gobernantes bloquearon activamente cualquier intento de introducir tecnologías. Y en China, en 1500, la dinastía Ching impidió la navegación a distancia justo cuando los europeos se expandían por América y Asia.
Lo mismo pasó con el absolutismo del Preste Juan de Etiopía que tenía inseguridad en los derechos de propiedad porque el emperador arrebataba las tierras cada dos o tres años y cuya institución era el gult o servilismo feudal. En el siglo XIX, Etiopía logró seguir independiente y Melenik derrotó a Italia en la batalla de Adua en 1896. Ras Tafari cayó en 1935 pero volvió al trono en 1941. Siguió en plan absolutista hasta 1978 y su país se convirtió en el más pobre del mundo sin luz y con agricultura de subsistencia.
El caso de Somalia es peor porque ha estado dominado por seis clanes familiares estructurados por grupos de pago de la diya (riqueza de sangre) y con obligaciones legisladas por la ley heer. El poder político es tan disperso que casi es pluralista pero carece de la autoridad de un Estado centralizado que imponga orden y garantice la propiedad.
Capítulo 9
En este capítulo habla del genocidio perpetrado por los holandeses en las islas de las especias en el siglo XVII, en las Molucas, que producían clavo, mafia y nuez moscada.
Los portugueses conquistaron Melaka en 1511 pero fracasaron al controlar el monopolio de especias. Pero luego la Compañía Holandesa de las Indias empezó a firmar contratos de exclusividad en Ambom y prohibieron cultivar a los demás. Se apoderaron de los sistemas de tributos y trabajos forzados para sacar más rendimiento.
En las islas de Banda, gobernadas por ciudades estado y asambleas de ciudadanos, fueron masacrados por los holandeses de Coen para quedarse el monopolio de macis y nuez moscada. Coen creó allí una sociedad de plantación. El resto de las islas cortaron sus árboles de pimienta. Tras la destruccion de su actividad comercial, la zona quedó condenada a la explotación y el subdesarrollo.
En África, hubo en la misma época trafico de esclavos que tenía como destino primero la propia África y luego las plantaciones de azúcar del Caribe. Para surtir a los europeos de esclavos, hubo guerras y conflictos entre los propios africanos, e incluso había leyes para castigar con las esclavitud cualquier nimiedad.
Tras la abolición en 1807, el tráfico continuó, aunque empezó un comercio legítimo como aceite de palma y almendras. Para aumentar las plantaciones, los reyes congoleños y de Ghana (asante) obligaron a los habitantes a trabajar coaccionados.
En Sudáfrica luego se creó el apartheid y la economía dual que impedía a los habitantes nativos concentrarse en homelands o pueblos con tierras lo bastante pequeñas para ganarse la vida de forma independiente y les impidieron el acceso a la educación. De esta forma se abarató el precio de la mano de obra.
En todos los casos se produjo el mismo patrón de saqueo mediante instituciones extractivas. Los autores dicen que el desarrollo económico a veces se alimenta del subdesarrollo de los demás.
Capítulo 10
Hablan de la colonización de Australia por colonos que eran presidiarios y que lograron derechos políticos.
En la Revolución Francesa, la introducción de instituciones inclusivas no fue tan pacífica pero su exportación permitió luego crecer económicamente a países como Bélgica u Holanda y varios estados alemanes sometidos a Napoleón.
En Japón instauraron la revolución Meiji que occidentalizó el país y lo sacó del absolutismo y el feudalismo del shogun.
Los autores dicen que las raíces de la desigualdad social hay que buscarlas en los últimos siglos, cuando algunos países adoptaron instituciones inclusivas y se sumaron a la industrialización mediante una destrucción creativa mientras que otros quedaron estancados con regímenes absolutistas y monopolios comerciales.
Capítulo 11
Habla del círculo virtuoso. Pone como ejemplo la Ley Negra de 1722 contra los ladrones de ganado de los nobles. Algunos se salvaron porque en Inglaterra el sistema legal era más garantista que antes porque ya gozaba de un estado de derecho.
Más tarde se consiguió el derecho de voto, acorde con la lógica del círculo virtuoso que evita abusos.
Otro ejemplo es la destrucción de los trust en Estados Unidos o la conservación de la independencia de los jueces del Tribunal Supremo pese a los intentos de Roosevelt de meter a gente afin a su ideología.
En cambio, los autores dicen que Perón en Argentina logro poner a jueces afines y esa costumbre continuó hasta Menem, que lo ratificó. Argentina cayó en un círculo vicioso, no virtuoso.
Capítulo 12
Los autores ponen como ejemplo lo que pasó en Sierra Leona, que se quedó sin tren por miedo del dictador a rebeliones.
Lo mismo pasó en el sur de Estados Unidos, donde pervivieron la marginación de la esclavitud un siglo después de ser abolida. Eso ocurrió porque las elites continuaron a salvo tras la guerra.
También pasó lo mismo en Guatemala, donde los terratenientes obligaron a hacer trabajos forzados para explotar las plantaciones de café.
Lo mismo paso en Etiopía.
Son ejemplos de lo Michels denomino la ley de hierro de la jerarquía. También los llama retroalimentacion negativa y círculos viciosos.
Capítulo 13
Hace mención al gobierno de Mugabe en Zimbabue y a su suerte para ganar la lotería nacional.
También habla de Stevens en Sierra Leona que empobreció el país y su sucesor Momoh aún fue más explotador.
También menciona a Colombia porque a pesar de sus elecciones democráticas no tienen instituciones inclusivas. Y habla de Argentina y el corralito.
No olvida a Corea del Norte y su absolutismo. O de Uzbekistan de Karimov y el negocio del algodon hasta el punto de que también los niños trabajan.
Sin embargo también ha habido iniciativas privatizadoras en Egipto.
Capítulo 14
Hablan sobre como romper los moldes.
Mencionan el éxito de Botsuana, que se convirtió en más igualitario que el resto de la región porque en el siglo XIX tres jefes viajaron a Inglaterra para pedir protección a la reina Victoria de Inglaterra. Los ingleses solo pidieron instalar una vía de tren y gracias a este acuerdo los nativos pudieron salvaguardar las minas de diamantes cuya producción repercutió en todo el pueblo. Ponen como ejemplo que un comerciante de Botsuana contactó con la estación de tren de Sudafrica, todavía con el apartheid, para pedir presupuesto para enviar una mercancía y resulta que le cobraban cuatro veces más que un blanco por el hecho de ser negro, lo que desicentivaba cualquier iniciativa empresarial de los indígenas.
También recuerdan la lucha por las libertades civiles en EE.UU., en los años 60, como la secretaria Rosa Parks que se negó a levantarse de un asiento reservado para blancos y tras ser denunciada hubo un boicot a la empresa de autobuses de Alabama. O la del estudiante universitario negro que fue el primero en matricularse en una universidad del Sur. Lo hizo escoltado por 300 policías hasta que se graduó.
Otro ejemplo fue la reforma en China en los últimos tiempos de Mao y como Deng Xiao Ping logró reformar el Estado desde dentro para abrir la economía.
Capítulo 15
Se centra en como acometió China sus reformas para crecer y rechaza los diseños del FMI que introduce con calzador el consenso de Washintong, privatización o medidas anticorrupción pero que los gobernantes de los países rescatados solo aplican de fachada. Menciona el ejemplo de la indepedencia del Banco Central de Zimbabue, aunque el propio director sabía que no podía ir contra los dictados de su presidente.
Dicen que la ayuda exterior a los países pobres han fracasado porque en ellos no hay una democracia real sino que funcionan como regímenes absolutistas. Deberían darse si cumplen condiciones para liberalizar mercados .
Menciona el éxito de Brasil para democratizarse tras la actividad sindical de Lula da Silva, que permitió una mayor liberalización del mercado.
(Fin del resumen)
Comentarios del lector: libro ameno. Su teoría se entronca dentro de libertad de mercado y quizás necesite estudiar más los ejemplos para confirmar que realmente han sido esas las causas de la pobreza y no otras.
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Título: "En deuda, una historia alternativa de la economía", de David Graeber (2012)
Ver el resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/12/en-deuda-una-historia-alternativa-de-la.html
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/12/en-deuda-una-historia-alternativa-de-la.html
Sociología, economía política, estructura social, cambio social, historia económica, estructura económica
Resumen, comentarios y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho
Ver el resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/12/en-deuda-una-historia-alternativa-de-la.html
Título: "En deuda, una historia alternativa de la economía"
Título original: "DEBT: The first 5.000 Years"
Autor: David Graeber
Fecha de publicación: 2012
Editorial en español: Ariel
Texto de la contraportada:
"De la mano de David Graeber, antropólogo y líder del movimiento Occupy Wall Street, llega este libro provocador, sugerente e incisivo que desmonta muchas de las creencias y aseveraciones que el capitalismo ha logrado convertir en mantra".
INDICE
Capítulo 1... De la experiencia de la confusión moral
Capítulo 2...El mito del trueque
Capítulo 3...Deudas primordiales
Capítulo 4... Crueldad y redención
Capítulo 5.... Breve tratado sobre las bases morales de las relaciones económicas
Capítulo 6... Juegos con sexo y muerte
Capítulo 7... Honor y degradación, o las bases de la civilización contemporánea.
Capítulo 8... Crédito contra lingote y los ciclos de la historia
Capítulo 9... La Era Axial (800 a C - 600 dC)
Capítulo 10....La Edad Media (600-1.450)
Capítulo 11....La era de los grandes imperios capitalistas (1450-1971)
Capítulo 12.... (1971 - Inicio de algo aún por determinar)
Resumen
Graeber empieza su libro con una anécdota en un coctel. Una abogada que trabaja para una oenegé se sorprende porque él aboga por la condonación de que las deudas y ella le replica: "Pero las deudas hay que pegarlas". A partir de ahí, Graeber reflexiona sobre la creencia general de que di alguien pude prestado debe devolver hasta el último céntimo sin percatarse de que el prestamista también debe correr un riesgo, pues de lo contrario prestaría montones deG dinero a cualquiera que entrase por la puerta del banco para pedir un crédito para cualquier disparate o fantasía. Aquí habla del concepto de "riesgo moral" [nota del lector: Stiglitz y Krugman lo han abordado con profundidad en sus libros] que permitió a los bancos comerciar con hipotecas basura en la creencia de que los inversores nunca perderían sus ahorros porque el Gobierno correría a socorrerlos con dinero público.
Otro concepto es el de "préstamo" internacional de una potencia a un país pobre entendido como "tributo" como hacía Roma con sus pueblos sometidos.
Recuerda que en 1973 hubo un exceso de capital por los altos precios del petróleo y los bancos concedieron créditos ilimitados al Tercer Mundo. Los intereses eran bajos pero luego se dispararon al 20% y los países se quedaron entrampados. El FMI fue el brazo ejecutor de los acreedores que reclamaron reformas estructurales, generalmente contra programas públicos de educación, sanidad y ayuda social. Graeber dice que su movimiento lucha por la condonación de una deuda que ven injusta pero al menos ha logrado que el FMI deje de exigir políticas de austeridad. [nota del lector: Stiglitz y Krugman también han explicado los mecanismos del FMI para imponer políticas de austeridad que llevan a los países a la recesión].
Por otro lado, Graeber analiza la relación entre el deudor y el prestamista, que se vuelve desigual y asegura que muchos levantamientos populares desde la Antigüedad se producen para cancelar una deuda onerosa y repartir de nuevo la riqueza. Incide en que el acreedor impone la cuantía de la deuda y que algunos países pobres como Haití han sido boicoteados con la invención de deudas tan injustas y absurdas como el pago de la invasión fallida de Napoleón a la isla.
Capitulo 2 El mito del trueque
Graeber, como antropólogo, cuestiona el mito del trueque como antecesor de la economía. Dice que surge de un capítulo de la riqueza de las naciones de Adam Smith donde dice que el dinero es anterior al crédito y los préstamos y surge como medio de pago para facilitar los intercambios que eran difíciles con el primigenio sistema de trueque ya que siempre tendrías que encontrar a alguien que quiera lo que tu ofreces por lo que buscas. Sin embargo, Graeber sostiene que Adam Smith se ha inventado lo del trueque porque las sociedades del neolítico y de cazadores-recolectores ya tienen otros sistemas más funcionales que consisten en el "me llevo esto y ya te lo pagaré" o "cógelo del fondo común" o "tienes un collar o unos zapatos muy bonitos, me los llevo". El trueque no se usa porque, efectivamente, no vale para los intercambios salvo excepciones (cambio de sal por pieles, tabaco por vestidos, donde la sal y el tabaco funcionen como moneda).
A donde quiere llegar Graeber es a que estos intercambios primigenios funcionan mediante el préstamo y el crédito, en la confianza de que lo que hoy se lleva uno lo apunta el otro para cobrarselo algún día. Y, según Graeber, nadie prestó atención a que la deuda y el préstamo son mas antiguas que el dinero ( un medio de pago aceptado por todos).
Capítulo 4.
Concepto: La curva de Laffer representa la relación existente entre los ingresos fiscales y los tipos impositivos, mostrando cómo varía la recaudación fiscal al modificar los tipos impositivos. Fue difundida por el economista Arthur Laffer en 1980, aunque cinco siglos antes el economista nor-africano Ibn Jaldún ya había teorizado sobre la relación entre los tipos impositivos y la recaudación, y también John Maynard Keynes unos pocos años antes. (extraído de Wikipedia).
Reagan la puso en práctica y no funcionó.Lo importante aquí es que Laffer es considerado el padre de la economía de la oferta (de incremento de trabajo).
Capítulo 12
Una de las ideas más importantes del libro es que mucha gente quiso hacer posible la utopia de Adam Smith, como ilustrado, sobre el libre mercado como una forma de crear un enriquecimiento general. Luego se extendió la idea de que todo asalariado podría tener casa y seguridad social y pensión de por vida. Sin embargo, Graeber admite que tal idea es insostenible en la práctica como tan poco lo es el crecimiento ilimitado necesario para que sea realidad. Y recuerda que la imagen del obrero inglés en una fábrica en la que cobra su cheque puntualmente y su hijo se convierte en doctor se consiguió muy tarde, en el siglo XX, y que nadie se acuerda de los otros millones de peones de las colonias que trabajaban en condiciones de semiesclavitud para los británicos, lo mismo que ahora lo hacen los niños de las fábricas de los países emergentes. [nota del lector: ver No logo, de Naomi Klein]. En este sentido critica a apóstoles de la globalización como Thomas Friedman o Nial Fergunson por creer que la globelización o los microcréditos van a erradicar la pobreza. Este cree que el capitalismo está agotado desde 1975, cuando se hizo evidente que el crecimiento ilimitado era imposible, lo mismo que pagar altos salarios por alta productividad, y que la economía solo podía crecer con deuda, salarios bajos y alta productividad. Es decir, que los préstamos fáciles para comprar casas y las tarjetas de crédito crearon en las décadas siguientes la ilusión de que cualquiera podría tener su casa. Lo que ha generado es una montaña de deuda y, tras las quiebras bancarias, solo se le ha perdonado a los bancos pero no a los deudores. Estos son pecadores por haberse endeudado. Graeber cree que hay un cambio de ciclo y que al capitalismo tal y como lo conocemos le quedan dos décadas [nota del lector: lo mismo dice Niño Becerra en su libro sobre la crisis de 2010].
Hay dos curiosidades que comenta Graeber: que en 1971, Nixon desvinculó el dólar del patrón oro, lo que a su vez generó una elevada inflación [nota del lector: esto da algo de sentido a la razón por la que aparece repentinamente la inflación y que los monetaristas atribuyeron al efecto de las políticas keynesianas ]. El dólar siguió aceptándose en el mundo porque era respaldado por el poderío militar.
La otra curiosidad es que, según el autor, el Irak de Sadam Husein fue invadido en 2003 porque desvinculó su moneda del dólar y la asoció al euro. [nota del lector: habría que comprobar esto en las hemerotecas]. Y la tercera curiosidad es que miles de lingotes de oro de la reserva federal están guardados en pasadizos subterraneos a escasas manzanas de las Torres Gemelas destruidas el 11-S del 2001. Cuando un país le paga a Alemania, por ejemplo, una carlinga robotizada cambia un lingote de sitio, del deudor al acreedor.
Por último, Graeber considera que la deuda por préstamos contratados por los países emergentes es, en realidad, un tributo que se paga al país más poderoso. Aquellos países que no quieren pedir prestado se les sugiere que lo hagan. Y luego, para devolver el préstamo, aprieta las tuercas el FMI. [nota del lector: En línea con otros autores, como Stiglitz, Graeber considera que el FMI es un instrumento para garantizar que los acreedores internacionales cobran puntualmente]
En conclusión, Graeber viene a decir que a lo largo de la historia hubo varias crisis de deuda que llevaron a la esclavitud a muchos deudores insolventes hasta el punto de que los gobernantes borraron la "pizarra" y anularon las deudas como en el año del Jubileo de la Biblia, donde se perdonan las deudas. A lo largo de la historia también ha habido cambios de moneda real por "virtual", lo que pasó en la Edad Media (donde se operaba con monedas romanas inexistentes) y en la actual era electrónica.
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Resumen: "¿Por qué la austeridad mata?", de David Stuckler y Sanjay Basu (2013)
Ver el resumen original y actualizado en:http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/01/por-que-la-austeridad-mata-de-david.html
Sociología, economía política, política sanitaria, bienestar, austeridad
Comentarios, resumen y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología
El resumen original y actualizado está en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/01/por-que-la-austeridad-mata-de-david.html
Título: "¿Por qué la austeridad mata?"
Subtítulo: El coste humano de las políticas de recorte
Título original: "Body Economic. Why Austerity Kills"
Autores: David Stuckler y Sanjay Basu.
Fecha de publicación: 2013
Editorial en español: Santillana Ediciones Generales SL
Texto de la contraportada:
"Este es el primer libro que afronta el debate político y económico sobre la crisis desde una nueva y muy necesaria perspectiva: su coste humano. La recesión global ha tenido un impacto brutal sobre la riqueza de los países pero todavía ignoramos cómo afecta a un tema esencial: el bienestar físico y mental de sus ciudadanos.
¿Por qué al enfrentarse a crisis similares la salud en algunas naciones (como Grecia) se ha deteriorado gravemente mientras en otras (como Islandia) ha llegado a mejorar? Tras una década de investigaciones, David Stuckler y Sanjay Basu nos demuestran que incluso ante las peores catástrofes económicas los efectos negativos en la salud pública no son inevitables. Es la mala gestión de los gobiernos la que puede conducir a un desastroso saldo de tragedias humanas.
Por qué la austeridad mata presenta una conclusión demoledora: los recortes son seriamente perjudiciales para su salud. Son las recetas de austeridad las que agravan fatalmente las consecuencias de las crisis, mutilando programas sociales clave justo en el momento en el que más se necesitan, empeorando el desempleo y obstaculizando la recuperación.
Este libro defiende que las decisiones económicas no son únicamente una cuestión de ideologías, de tasas de crecimiento y de déficits presupuestarios, sino también una cuestión de vida o muerte. Solo un sistema más justo e igualitario, acompañado de políticas inteligentes que refuercen las redes públicas de protección, garantizará el bienestar de nuestras sociedades".
ÍNDICE
Prólogo a la edición española.
Las dos caras de la Gran Recesión en España
Primera Parte: Historia
Capítulo 1... Paliando los efectos de la Gran Depresión
Capítulo 2... La crisis de mortalidad postcomunista
Capítulo 3... De milagro a espejismo
Segunda Parte: La Gran Recesión
Capítulo 4.... Que Dios bendiga a Islandia
Capítulo 5.... Una tragedia griega
Tercera Parte: Resistencia
Capítulo 6.... Cuidar o no cuidar
Capítulo 7.... Volver a trabajar
Capítulo 8.... Que una plaga devore todas vuestras casas
Conclusión: Curar el cuerpo económico
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Comentarios previos y notas del lector:
Este libro tiene interés porque introduce el concepto de "grupos de control" en el análisis económico de la crisis. Por ejemplo, en la Gran Depresión de 1929, el grupo de control fueron los estados que se negaron a aplicar el programa New Deal y que tuvieron más pobreza que aquellos que lo aplicaron. En la crisis asiática de 1990, el grupo de control fueron aquellos países que rehuyeron aplicar las recetas de austeridad del FMI, que salieron antes de la crisis que quienes fueron buenos alumnos. En el caso de la Gran Recesión del 2007, los países que se negaron a pagar los créditos bancarios, como Islandia, salieron antes de la crisis que Grecia, España o Portugal que se comprometieron a respaldar los fondos extranjeros.
Los autores sostienen que las políticas de austeridad que se aplicaron en la Gran Depresión de 1929, la crisis latinoamericana de los 80, la asiática de los 90 o la Gran Recesión de 2007 han acarreado situaciones de extrema pobreza pero, además, conllevaron la muerte de gente que no pudo pagar o se quedó sin acceso por los recortes a medicamentos. Epidemias y enfermedades que parecían controladas, de repente volvían a resurgir al eliminarse presupuestos médicos. Como contraste, la austeridad redujo el número de accidentes de tráfico en la Gran Depresión de 1929 porque había menos circulación de vehículos y la gente tenía menos dinero para gastar en alcohol.
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Título: "El precio de la desigualdad", de Joseph E. Stiglitz (2012)
Ver el resumen en:http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/10/el-precio-de-la-desigualdad-de-joseph-e.html
Sociología, estructura social, estructura económica, cambio social
Resumen, comentarios y anotaciones: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.
Título: "El precio de la desigualdad" ´
Subtitulo: "El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita"
Título original: "The price of Inequality: How Today's Divided Society Endangers Our Future"
Autor: Joseph E. Stiglitz
Fecha de publicación: 2012
Editorial en inglés: W.W. Norton & Company
Editorial en español: Taurus ( www.editorialtaurus.com/es )
ÍNDICE
Prólogo a edición española
Capítulo 1
El problema de Estados Unidos con el 1%
Capítulo 2
La búsqueda de rentas y la creación de una sociedad desigual
Cápítulo 3
Los mercados y la desigualdad
Capítulo 4
Por qué es importante
Capítulo 5
Una democracia en peligro
Cápítulo 6
1984 está al caer
Capítulo 7
¿Justicia para todos? Como la desigualdad está erosionando el imperio de la ley
Capítulo 8
La batalla de los presupuestos
Capítulo 9
Una política macroeconómica y un banco central por y para el 1%
Capítulo 10
El camino a seguir: otro mundo es posible
Texto de la contraportada: "El 1% de la población disfruta de las mejores viviendas, la mejor educación, los mejores médicos y el mejor nivel de vida, pero hay una cosa que el dinero no puede comprar: la comprensión de que su destino está ligado a cómo vive el otro 99%. A lo largo de la historia esto es algo que esa minoría solo ha logrado entender... cuando ya era demasiado tarde.
Las consecuencias de la desigualdad son conocidad: altos índices de criminalidad, problemas sanitarios, mejores niveles de educación, de cohesión social y de esperanza de vida. Pero ¿cuáles son sus causas, por qué está creciendo con tanta rapidez y cúal es su efecto sobre la economía? El precio de la desigualdad proporciona las esperadas respuestas a estas apremiantes cuestiones en una de las más brillantes contribuciones de un economista al debate público de los últimos años.
El premio Nobel Joseph Stiglitz muestra cómo los mercados por sí solos non son ni eficientes ni estables y tienden a acumular la riqueza en manos de unos pocos más que a promover la competencia. Revela además que las políticas de gobiernos e instituciones son propensas a acentuar esta tendencia, influyendo sobre los mercados en modos que dan ventaja a los más ricos frente al resto. La democracia y el imperio de la ley se ven a su vez debilitados por la cada vez mayor concentración del poder en manos de los más privilegiados.
Este libro constituye una contundente crítica a las ideas del libre mercado y a la dirección que Estados Unidos y muchas otras sociedades han tomado durante los últimos 30 años, demostrando por qué no es solo injusta sino además insensata. Stiglitz ofrece esperanza en la forma de un concreto conjunto de reformas que contribuirían a crear una sociedad más justa y equitativa, además de una economía más sólida y estable."
Comentarios ténicos del lector previos al resumen:
EL ÍNDICE DE GINI
[Notas del lector: Entre los conceptos clave que maneja Stiglitz está el índice de Gini, una curva estadística derivada de la superficie rayada de la curva de Lorenz que estudia el grado de desviación de la media, generalmente entre una población y sus ingresos y rentas. Si la curva de Gini y la de Lorenz coinciden, es decir, la desviación es cero, existe una distribución igual perfecta, en la que el 20% que menos ingresos percibe obtiene el 20% del PIB, mientras que si se desvía hacia los extremos, hasta la diferencia de 1, la desigualdad es máxima. Ocurre,teóricamente, cuando el 1% con mayores ingresos se lleva el 100% del PIB. El índice de Gini de España pasó del 0,3 al 0,34 en solo cinco años, desde 2005 a 2010, lo que aumentó la desigualdad en la distribución del PIB, mientras que el de Estados Unidos alcanza el 0,47. A partir de 0,5, algunos economistas consideran que es un pais bananero con gran desigualdad en el reparto de las riquezas o el PIB].
CAPÍTULO 1
Una de las novedades que aporta Stiglitz es la duda de que el PIB (ingresos per cápita) pueda ser un reflejo fiel del bienestar de un país, y cree que el éxito de la economía solo puede evaluarse con lo que ocurre con el nivel de vida de la población (y sus ingresos en términos reales, o sea, con el IPC deflactado). [Nota del lector: la idea de cuestionar el PIB no es nueva, ya lo hizo el rey de Bhutan en los años 70 cuando rechazó el PIB y acuñó el Índice de Felicidad, que viene a ser lo mismo que comparar dos países por lo bien que viven independientemente de sus ingresos]. Lo que dice Stiglitz es que aunque aumentó la producción de EE.UU. en un 75% desde 1980, el reparto de los beneficios no cayó hacia bajo sino que se quedó arriba e incluso cayó menos que en 1970.
Una de las claves de este capítulo es el mito sobre la igualdad de oportunidades en EE.UU., dado que muy poca gente con pocos ingresos logra llegar a lo más alto, pues la educación es muy cara y solo se la pueden permitir los más adinerados, salvo casos contados de alumnos brillantes que obtienen una beca. [Nota del lector: en estudios sociológicos de estructura social en EE.UU. que examinaron tablas de profesiones de los años 60 a 80 se detectó eso mismo, que el transvase de la población de una clase de bajos ingresos a otra con más ingresos es mínimo o lento, lo que quiere decir que no hay movilidad o que es mínima].
Estas son las conclusiones de Stiglitz sobre la economía de EE.UU:
1) Los ingresos crecen sobre todo para el 1% de la población que más cobra.
2) Ello genera un aumento de la desigualdad
3) La clase baja y media están peor que antes del 2000
4) Mayores desigualdades en el patrimonio que en los ingresos
5) Mayor desigualdad en educación y sanidad, que es lo que eleva el nivel de vida
6) La vida es ahora más dura entre los pobres
7) Hay menos población de clase media por no decir ninguna
8) Hay menos movilidad de menos a mayores ingresos, lo que prueba que la igualdad de oportunidades es un mito
9)Es el país avanzado menos igualitario, cada vez crece más la distancia entre ricos y pobres y no hace nada por corregir esas diferencias.
Stiglitz rebate los argumentos que dan los neoliberales sobre la economía de EE.UU.
1)Es un país de oportunidades
2) La gente se ha beneficiado de la economía de mercado, sobre todo desde la desregulación de 1980.
3) En un año cualquiera, unos acaban pobres y otros ricos. Lo que cuenta es la desigualdad a largo plazo.
4) La pobreza en EE.UU. no es real porque disponen de servicios (al abrir el grifo, sale agua) y bienes de consumo (la gente se puede comprar un televisor chino) impensables en un país tercermundista.
5) Se ha sobreestimado la inflación, por lo que el crecimiento de los ingresos es mayor del que se cree.
6) Los pobres deben culparse a sí mismos. Si se paliase la pobreza, se debilitaría la economía.
CAPÍTULO 2
Stiglitz y sus comentarios sobre "La riqueza de las naciones", de Adam Smith, y los fallos de mercado.
[Nota del lector: Tiene el interés de que es la interpretación más contemporánea del libro, escrito hace casi dos siglos y medio.]
Stiglitz recuerda que Adam Smith, el padre de la teoría económica moderna, sostiene que la búsqueda privada del interés propio daría lugar, como a través de una mano invisible, al bienestar de todos.
[Nota del lector: ojo, solo menciona "mano invisible" una vez en todo el libro]. A ello replica Stiglitz que, hoy día, con esta crisis, nadie sería capaz de argumentar que la búsqueda de su propio interés por parte de los banqueros haya conducido al bienestar de todos. Ni siquiera es un juego de suma cero (lo que gana uno, lo pierde el otro).
Stiglitz dice que, de la fórmula postulada por Adam Smith, cuando los mercados funcionan bien, es porque la rentabilidad privada y los beneficios sociales están bien alineados porque las recompensas privadas y las contribuciones sociales se igualan tal y como suponía la teoría de la productividad marginal (las personas con una productividad más alta reciben un salario más alto). La divergencia entre rentabilidad privada y social estribaría, según Adam Smith, en que por sí mismos los mercados no producen resultados eficientes ni deseables (por ejemplo, decidiendo los fabricantes aumentar los precios a la vez) y ahí el Gobierno tiene el papel de corregir esos fallos de mercado mediante impuestos y normativas que vuelvan a alinear los incentivos privados y las rentabilidades sociales.
Si no están alineados esos incentivos privados y sociales, dice Stiglitz, hay:
1) competencia imperfecta
2) existen externalidades [Nota del lector: Ver "El economista camuflado", lo explica bien, se refiere a la contaminación que causas las empresas]
3) imperfecciones o asimetrías de información [NdL: Stiglitz recibió el Nobel por estudiar esas asimetrías]
4) cuando no existen los mercados de riesgo o de seguros.
Segun Stiglitz, el Gobierno debe corregir estos fallos de mercado mediante regulación pues lo contrario lleva a que la rentabilidad privada sea mayor que la social y eso genere desigualdad como ocurre desde que subió Reagan al poder en 1980 hasta la actualidad.
Pero lo que sucede, según Stiglitz, es que el Gobierno genera un ecosistema favorable a los buscadores de rentas (no crean riqueza, se la quitan a otros). La búsqueda de rentas se consigue a) mediante la transferencias subvenciones ocultas y públicas por parte del Gobierno b) leyes que hacen menos competitivo el mercado 3)una aplicación laxa de las vigentes leyes sobre la competencia d) unos estatutos que permiten a las grandes empresas aprovecharse de los demás o trasladar sus costes al resto de la sociedad.
CAPÍTULO 3
En este capítulo, Stiglitz se pregunta qué hubiese pasado si la globalización, en vez de favorecer la movilidad de capitales sin fronteras hubiese limitado esta y estimulado la movilidad de los trabajadores. Este sostiene que los países competirían por subir los salarios y crear buenos colegios y un entorno medioambiental favorable. [nota del lector: si hubiese total libertad de movimientos laborales y no de capital, las empresas podrían llevar a un país trabajadores escasamente cualificados dispuestos a trabajar a mitad de precio y durmiendo en galpones, por lo que al final también bajaría los salarios de los locales]. Stiglitz dice que los salarios han caído a la mitad en los países desarrollados desde los años 80 por la pérdida de empleo en las manufacturas. Aquel que ha encontrado trabajo ha sido con menor salario y mayor inestabilidad. Eso impide que se puedan pagar una mejor educación para optar a empleos altamente cualificados. El resultado es que los obreros no cualificados se quedan atrapados en el paro y no hay un trasvase a la case media. La estimulación del consumo en los 90 y la década del 2000 solo enmascaró el problema del empobrecimiento de la clase media, que ha quedado encadenada xa deudas hipotecarias. A Stiglitz esto le recuerda a la crisis de la agricultura en la Gran Depresión (1929-1938), cuando los granjeros endeudados vendían sus cosechas a mitad de precio y no podían emigrar a la ciudad porque había desempleo. Ahora ocurre un fenómeno similar con los obreros no cualificados en paro y atrapados en su ciudad en crisis. [nota del lector: esto podría describir la situación que se vive en Detroit, antes una de las grandes industrias del automovilismo, o en ciudades en permanente crisis industrial como Ferrol, con numerosos obreros del Naval en paro].
Capítulo 6: "1984 está al caer"
Con este título, el autor hace referencia a 1984, la novela que describe una sociedad dirigida por el Gran Hermano que controla los movimientos de todos los ciudadanos a los que engaña con publicidad gubernamental.
En este capítulo, Stiglitz estudia los mensajes y estudios sesgados que lanzan los más ricos para convencer al resto de que bajar los impuestos a las rentistas es bueno para la economía porque generará crecimiento y beneficiará a todos. Lo cierto, dice el autor, es que la desregulación iniciada por Reagan en 1980 ha reducido los ingresos de las clases medias y sus oportunidades mientras aumentó la desigualdad con los más ricos y los buscadores de rentas. Pero el discurso público se centra en la eficiencia y equidad, especialmente de los mercados y de los ingresos de los altos directivos. Pero eso requiere una justificación porque podría ser percibido como injusto. Así los salarios de los directivos se denominan recompensa por rendimientos y si hay pérdidas se le cambia el nombre. Luego está el dogma de que los mercados y lo privado son eficientes y de que los fallos son culpa del inútil Gobierno que lo que debe hacer es desregular las normativas y privatizar el sector público.
Lo mismo para los negacionistas del cambio climático, las tabacaleras o industrias tóxicas.
Stiglitz sostiene que el 1% ha convencido al 99% de sus intereses a través de la publicidad y otros medios de influir en la opinión publica. El resultado es que el americano medio ignora que la desigualdad ha crecido en los últimos diez años o tiene una percepción equivocada del nivel de desigualdad (cree que es menor de lo que debería ser).
El autor menciona varios trucos publicitarios y psicológicos para manipular a los votantes porque no son individuos que eligen como consumidores racionales. Por ejemplo, el "encuadre" puede llevar a error (decir a alguien un número al azar, preguntarle luego un porcentaje sobre algo y ambas cifras serán parecidas).
Otro método es apelar al equilibrio y la equidad. Por ejemplo, es opinión generalizada que el esfuerzo merece recompensa y que el más rico se lo ha ganado ( Stiglitz recuerda a los directivos de banca con contratos millonarios incluso tras llevar a la empresa a la quiebra).
Una de las formas de influir en los ciudadanos es en la educación de, por ejemplo, los jueces, para que reciban una formación académica centrada en la economía y no en las personas (importante para que ejecuten los desahucios sin pestañear). Lo mismo para los estudiantes de Economía, para que vean el mundo "desde la estrechez de miras de la derecha conservadora".
Otra forma de influir en la opinión pública es a través de los lobbies que convencen al político para que saque adelante sus propuestas (como la generosa rebaja de impuestos para las rentas altas).
Pero Stiglitz recalca que las ideas circulan libremente y que por mucho que se diga que los mercados son eficientes la Gran Depresión probó lo contrario y hubo que intervenir el Gobierno. Lo mismo pasa con la Gran Recesión pero la derecha culpa al Gobierno de las chapuzas de la banca.
El autor dedica unas páginas a criticar el actual sistema de medición de la producción y riqueza de un país mediante el Producto Interior Bruto (PIB). Sostiene que aunque el PIB de EE.UU. ello no ha favorecido a los ciudadanos pues han sufrido una caída de sus ingresos, realidad enmascarada por la fluidez de los créditos. Muchas multinacionales deslocalizadas computan sus ingresos obtenidos en el extranjero pero que no crean empleo en EE.UU. Y todo eso engrosa el PIB, que además no resta los daños medioambientales y que suponen un coste para el país. Stiglitz concluye que los países escandinavos son, en términos reales, más ricos que EE.UU. Porque la riqueza está mejor distribuida. Cree que el PIB debe ser sustituido por otro corregido. [nota del lector: el rey de Buttan hace tiempo que propuso el índice de felicidad].
Otro concepto que destaca el autor es el de las subvenciones ocultas por el que las empresas que contaminan sin que haya una normativa que castigue el daño medioambiental. En realidad, esa falta de legislación es una subvención encubierta.
CAPÍTULO 7 "Una justicia para todos?"
Stiglitz cree que hay una conexión entre los grupos empresariales y el Gobierno para que la legislación favorezca sus intereses aunque lo vendan como un "interés general" aunque en realidad aumentan la desigualdad. Esta ayuda legal es una subvención encubierta porque permite a las industrias contaminar más sin miedo a multas. Lo mismo para leyes sobre quiebras, limitación de responsabilidades por accidentes, costes para acceder a la Justicia, la competencia o la propiedad intelectual.
En los apartados siguientes, Stiglitz estudia los fracasos para regular los créditos usurarios, la legislación sobre quiebras y el proceso de desahucio en EE. UU.
En el primer caso, durante la bonanza, el estado de Georgia descubrió préstamos abusivos en sus bancos y quiso regularlo pero una agencia de calificación amenazó con no calificar ninguna hipoteca del estado y se retiró la ley. Las financieras también lograron que no fuese elegida la profesora Warren, defensora del consumidor, para una comisión que protegiese al cliente de créditos malos.
CAPITULO 8 - La Batalla de los presupuestos
Stiglitz cree que el déficit no es un problema urgente y principal y es fácil de reducir aumentando los impuestos a los ricos que se bajaron desde el 2.000 y bajarlos a los pobres. Sus ideas don las siguientes:
-Subir los impuestos a los más ricos.
-Eliminar la asistencia a las empresas y las subvenciones ocultas.
-Aumentar los impuestos a las sociedades que no invierten ni crean empleo en Estados Unidos (o el país que sea) y ayudar los que sí lo hacen. [nota del lector: eso supondría poner mas impuestos a las grandes multinacionales que contratan su produción en Asia y cierran fábricas en Occidente, lo que parece justo, no puedes disfrutar de las buenas autopistas europeas y no pagar impuestos]
- Gravar con impuestos y tasas a quienes contaminan.
-Poner fin a los regalos de lis recursos de un país.
- Recortar el despilfarro en gastos militares y no pagar de más por las compras del Estado, ya sea las farmacéuticas o las contratistas de Defensa.
Por otra parte, cree que hay mitos por parte del lado de la oferta.
-Gravar a los ricos reduce el ahorro y el trabajo y que todo el mundo sale perjudicado .
-No perdonar impuestos o no dar subvenciones a empresas tóxicas o del carbón supone perder puestos de trabajo y nadie quiere eso.
Y el autor replica que, hoy en día, la crisis es de demanda.
Añade que culpar a los parados de ser unos vagos porque no buscan empleo con ahínco es culpar a la víctima. Critica la doctrina que defiende que un periodo extenso de prestaciones por desempleo supondría un "riesgo moral" porque desincentivaría la búsqueda de empleo. [nota del lector: ideas como esta han sido defendidas en libros de Tim Hanford como "El economista camuflado" y sus secuelas que hace cálculos de lo máximo que tendría que cobrar un chabolista respecto al salario mínimo para que no le saliese más rentable vivir del subsidio]. Stiglitz responde que cuando hay una oferta de trabajo por cada cuatro candidatos, el problema no es del parado.
Pero, siempre según el autor Stiglitz, el peor mito es que la austeridad trae el empleo y que el gasto del Gobierno no lo hace.
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Resumen: "El capital en el siglo XXI", de Thomas Piketty (2013)
El resumen original está en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/04/el-capital-en-el-siglo-xxi-de-thomas.html
Resumen por E.V.Pita (2014), licenciado en Derecho y Sociología.
Traducido de la versión inglesa
Sociología, estratificación social, cambio social, crecimiento económico
Título: "Capital in the Twenty-First Century"
Autor: Thomas Piketty
Web del libro: http://piketty.pse.ens.fr/capital21c
Editorial en inglés: Harvard University (2014)
Fecha de publicación: 2013 (edición francesa)
"El capital en el siglo XXI", de Thomas Piketty (2013 en edición francesa, 2014 en la inglesa) ha sido elogiado por Paul Krugman como uno de los grandes o el mejor libro del año 2014.
http://economia.elpais.com/economia/2014/03/28/actualidad/1396010121_900900.html
Reseña de la solapa:
"¿Cuáles son las grandes dinámicas que impulsan la acumulación y distribución de capital? Preguntas sobre la evolución a largo plazo de la desigualdad , la concentración de la riqueza, y las perspectivas de crecimiento económico se encuentran en el corazón de la economía política . Pero respuestas satisfactorias han sido difíciles de encontrar debido a la falta de datos adecuados y teorías rectores claros . En El Capital en el siglo XXI , Thomas Piketty analiza una colección única de datos de veinte países , que van ya en el siglo XVIII, para descubrir patrones económicos y sociales clave . Sus hallazgos transformarán debate y fijar el orden del día para la próxima generación de pensamiento acerca de la riqueza y la desigualdad.Piketty muestra que el crecimiento económico moderno y la difusión del conocimiento nos han permitido evitar desigualdades en la escala apocalíptica predicho por Karl Marx. Pero no hemos modificado las estructuras profundas del capital y la desigualdad tanto como nosotros pensamos en las décadas siguientes optimistas Segunda Guerra Mundial. El principal impulsor de la desigualdad - la tendencia de los rendimientos del capital para superar la tasa de crecimiento económico de hoy amenaza con generar desigualdades extremas que despiertan el descontento y socavar los valores democráticos. Pero las tendencias económicas no son actos de Dios. La acción política ha frenado las desigualdades peligrosas en el pasado, Piketty dice , y puede hacerlo de nuevo.Una obra de extraordinaria ambición , la originalidad y el rigor, El capital en el siglo XXI reorienta nuestra comprensión de la historia económica y nos confronta con lecciones aleccionadoras para hoy."
.................ÍNDICE
Traducido del original en inglés (abril 2014)
Nota: traduzco "income" como renta
Parte I
1. Renta y Capital
2. Crecimiento: ilusiones y realidades
Parte II
Las dinámicas de la relación capital/ingresos
3. La metamorfosis del capital
4. Desde la Vieja Europa al Nuevo Mundo
5. La ratio capital/ingresos a largo plazo
6. El capital y la división de trabajo en el siglo XXI
Parte III
La estructura de la desigualdad
7. Desigualdad y concentración: aspectos preliminares
8. Dos mundos
9. Desigualdad de las rentas de trabajo
10. Desigualdad de la propiedad del capital
11. Mérito y herencia en el largo plazo
12. Desigualdad global de la riqueza en el largo plazo
Parte IV
Regulación del capital en el siglo XXI
13. Un estado social para el siglo XXI
14. Repensando los impuestos progresivos sobre la renta
15. Una tasa global al capital
16. La cuestión de la deuda pública
Los contenidos al detalle
Introducción
¿Un debate sin fecha?
Malthus, Young y la Revolución Francesa
Ricardo: el principio de la escasez
Marx: el principio de la infinita acumulación
Desde Marx a Kuznets, o del Apocalipisis al Cuento de Hadas
La curva de Kuznets: buenas noticias en el medio de la Guerra Fría
Volviendo a poner la cuestión de la distribución en el corazón del análisis económico
Los recursos usados en este libro
Los principales resultados de este estudio
Fuerzas de convergencia, fuerzas de divergencia
La fuerza fundamental de divergencia
Los límites geográficos e históricos de este estudio
El marco teórico y conceptual
Fuera del libro
Primera Parte: Renta y Capital
1. Renta y producción
El capital y la división de trabajo en el largo plazo: no tan estable
La idea de renta nacional
¿Qué es el capital?
Capital y riqueza
La relación capital/renta
La primera ley fundamental del capitalismo: a=rxb
Contabilidad nacional: una construcción social en evolución
La Distribución Global de la Producción (PIB)
Desde bloques continentales a bloques regionales
Desigualdad global: desde 150 euros por mes a 3.000 euros al mes
La distribución global de la renta (GDI) es más desigual que la distribución de la producción
¿Qué fuerzas favorecen la convergencia?
2. Crecimiento: ilusiones y realidades
El crecimiento a muy largo plazo
La ley de crecimiento acumulado
Las etapas del crecimiento demográfico
Crecimiento demográfico negativo
Crecimiento como factor de igualdad
Las etapas del crecimiento económico
¿Qué significa un aumento de diez veces el poder adquisitivo?
Crecimiento: una diversificación de estilos de vida
¿El fin del crecimiento?
Un crecimiento anual del 1% implica mayor cambio social
Los años posteriores de la posguerra: los destinos transatlánticos enredados
La doble curva de campana del crecimiento global
La cuestión de la inflación
La gran estabilidad monetaria en los siglos XVIII y XIX
El significado del dinero en la literatura económica clásica
La pérdida de los rodamientos monetarios en el siglo XX
Segunda Parte: Las dinámicas de la relación capital/renta
3. La metamorfosis del capital
La gran estabilidad monetaria en los siglos XVIII y XIX
El significado del dinero en la literatura económica clásica
La pérdida de los rodamientos monetarios en el siglo XX
Segunda Parte: Las dinámicas de la relación capital/renta
3. La metamorfosis del capital
La naturaleza de la riqueza: de la Literatura a la realidad
La metamorfosis del capital en Inglaterra y Francia
Auge y caída del capital extranjero
Renta y riqueza: algunos órdenes de magnitud
Riqueza pública, riqueza privada
La riqueza pública desde una perspectiva histórica
Gran Bretaña: la deuda pública y el reforzamiento del capital privado
¿Quién se beneficia con la deuda pública?
Las subidas y bajadas de la equivalencia ricardiana
Francia. Un capitalismo sin capitalistas en el periodo de postguerra
4. Desde la Vieja Europa al Nuevo Mundo
Alemania: capitalismo renano y propiedad social
Shocks al capital en el siglo XX
El capital en América: más estable que en Europa
El Nuevo Mundo y el capital extranjero
Canadá: siempre propiedad de la Corona
Nuevo Mundo y Viejo Mundo: la importancia de la esclavitud
Capital esclavo y capital humano
5. La relación capital / renta a largo plazo
La segunda ley fundamental del capitalismo: b=s/g
Una ley a largo plazo
El regreso de capital en los países ricos desde la década de 1970
Más allá de las burbujas: bajo crecimiento y elevado ahorro
Los dos componentes del ahorro privado
Bienes y valores duraderos
El capital privado expresado en años de renta disponible
La cuestión de las fundaciones y otros titulares de propiedad
La privatización de la riqueza en los países ricos
El misterio del valor de la tierra
6. La división entre capital y trabajo en el siglo XXI
De la relación capital / renta a la división entre capital y trabajo
El capital en América: más estable que en Europa
El Nuevo Mundo y el capital extranjero
Canadá: siempre propiedad de la Corona
Nuevo Mundo y Viejo Mundo: la importancia de la esclavitud
Capital esclavo y capital humano
5. La relación capital / renta a largo plazo
La segunda ley fundamental del capitalismo: b=s/g
Una ley a largo plazo
El regreso de capital en los países ricos desde la década de 1970
Más allá de las burbujas: bajo crecimiento y elevado ahorro
Los dos componentes del ahorro privado
Bienes y valores duraderos
El capital privado expresado en años de renta disponible
La cuestión de las fundaciones y otros titulares de propiedad
La privatización de la riqueza en los países ricos
El repunte histórico del precio de los activos
El capital nacional y los activos netos extranjeras en los países ricos
¿Cuál será la relación capital / ingresos estar en el siglo XXI?
6. La división entre capital y trabajo en el siglo XXI
De la relación capital / renta a la división entre capital y trabajo
Flujos (caudales): más difícil de estimar que las acciones
La noción del retorno sobre el capital puro
El rendimiento del capital desde una perspectiva histórica
El rendimiento del capital en el siglo XXI
Activos reales y nominales
¿Para qué es usado el capital?
La notición de la productividad marginal del capital
Demasiado capital elimina el rendimiento del capital
La sustitución Capital-Trabajo en el siglo XXI: una elasticidad mayor que otra
Sociedades tradicionales agrícolas: una elasticidad menor que otra
¿Es el capital humano ilusorio?
Los cambios a mediano plazo en la división entre capital y trabajo
Volver a Marx y la tasa decreciente de ganancia
El regreso del Capital en un régimen de bajo crecimiento
Los caprichos de la tecnología
Tercera Parte: la estructura de la desigualdad
7. Desigualdad y concentración: nociones preliminares
La lección de Vautrin
La cuestión clave: ¿Trabajo o herencia?
Desigualdades respecto al trabajo y el capital
Capital: siempre más desigualmente distribuido que el trabajo
Desigualdades y concentración: algunos órdenes de magnitud
Baja, media y alta clase
¿Lucha de clase o lucha de percentil?
Desigualdades con respecto al trabajo: ¿una desigualdad moderada?
Desigualdades con respecto al capital: ¿una desigualdad extrema?
Una innovación importante: la clase media patrimonial
La desigualdad de la renta total: dos mundos
Problemas de los índices sintéticos
El casto velo de las publicaciones oficiales
Regreso a las tablas sociales y la aritmética política
8. Dos mundos
Una clase simple: la reducción de la desigualdad en Francia en el siglo XXI
8. Dos mundos
Una clase simple: la reducción de la desigualdad en Francia en el siglo XXI
La historia de la desigualdad: una caótica historia política
Desde una sociedad de rentistas a una de administradores (gerentes, managers)
Los diferentes mundos del decil más alto
Los límites de la declaración de la renta
El caos de los años de entreguerras
El choque de temporalidades
El incremento de la desigualdad en Francia desde 1980
Un caso más complejo: la transformación de la desigualdad en los Estados Unidos
La explosión de la desigualdad en Estados Unidos después de 1980
¿El incremento de la desigualdad causó la crisis financiera?
El auge de los supersalarios
La convivencia en el percentil superior
9. Desigualdad de las rentas de trabajo
La desigualdad salarial: ¿una carrera entre la educación y la tecnología?
Los límites del modelo teórico: el papel de las instituciones
Escala salarial y salario mínimo
¿Cómo explicar la explosión de la desigualdad en los Estados Unidos?
El auge del superejecutivo: un fenómeno anglosajón
Europa: más desigualitaria que el Nuevo Mundo en 1900-1910
Desigualdad en las economías emergentes: ¿más baja que en Estados Unidos?
La ilusión de la productividad marginal
El despegue de los supermanagers: una poderosa fuerza de la divergencia
10. Desigualdad de la propiedad del capital
Hiperconcentración de la riqueza: Europa y América
10. Desigualdad de la propiedad del capital
Hiperconcentración de la riqueza: Europa y América
Francia: un observatorio de la riqueza privada
Las metamorfosis del una sociedad patrimonial
Desigualdad de capital en la Belle Époque en Europa
El surgimiento de la clase media patrimonial
Desigualdad en la riqueza en América
Los mecanismos de la divergencia de la riqueza: "r" versus "g" en la Historia
¿Por qué el rendimiento del capital es mayor que la tasa de crecimiento?
La cuestión de la preferencia temporal
¿Existe una distribución equilibrada?
El Código Civil y la ilusión de la Revolución Francesa
Pareto y la ilusión de la desigualdad estable
¿Por qué la desigualdad de la riqueza no ha vuelto a los niveles del pasado?
Algunas explicaciones parciales: tiempo, impuestos y crecimiento
El siglo XXI: ¿aún más desigual que el siglo XIX?
11. Mérito y herencia en el largo plazo
Herencia: los flujos en el largo plazo
Flujos fiscales y flujo económico
Las tres fuerzas: la ilusión de un fin de la herencia
Mortalidad en el largo plazo
Épocas de riqueza y población: el efecto "u" x "m"
Riqueza de la muerte, riqueza de la vida
Los años 50 y 80: edad y fortuna en la Belle Epoque
El rejuvenecimiento de la riqueza debido a la guerra
¿Cómo los flujos heriditarios evolucionarán en el siglo XXI?
Desde el flujo anual de la herencia al stock de riqueza heredada
Regreso a la lectura de Vautrin
El dilema de Rastignac
La aritmética básica de los rentistas y managers
La clase social patrimonial: el mundo de Balzac y Austen
Extrema desigualdad de la riqueza: ¿Una condición de la civilización en una sociedad pobre?
Extremismo meritocrático en las sociedades ricas
La sociedad de los pequeños rentistas
El rentista, enemigo de la democracia
El retorno de la riqueza heredada: ¿Un fenómeno europeo o global?
12. Desigualdad global de la riqueza en el siglo XXI
La desigualdad en el rendimiento del capital
La evolución en el ránking de la Riqueza Global
Desde los rankings de los billonarios en el índices de riqueza global
Herederos y emprendedores en los rankings de riqueza
La jerarquía moral de la riqueza
El rendimiento puro en las fundaciones universitarias
¿Cómo es el efecto de la inflación en la desigualdad de los rendimientos de capital?
El rendimiento de los fondos soberanos: el capital y la política
¿Serán los fondos soberanos los dueños del mundo?
¿Será China la dueña del mundo?
Divergencias internacionales, divergencias oligárquicas
¿Son los países ricos realmente pobres?
Cuarta Parte: la regulación del capital en el siglo XXI
13. Un estado social para el siglo XXI
La crisis del 2008 y el regreso al Estado
El crecimiento del estado social en el siglo XXI
Redistribución moderna: una lógica de los derechos
¿Las instituciones educativas fomentan la movilidad social?
El futuro de la jubilación: pay-as-you-go (paga cuando te toque) y lento crecimiento
El Estado Social en los países pobres y emergentes
14. Repensando el impuesto progresivo sobre la renta
La cuestión del impuesto progresivo
El impuesto progresivo en el siglo XX: un efimero producto del caos
El impuesto progresivo en la tercera república
Impuestos confiscatorios del exceso de rentas: un invento americano
La explosión de los salarios de los ejecutivos: el papel de los impuestos
Repensando la cuestión del tipo marginal máximo
15. Una tasa global al capital
Una tasa global al capital: una útil utopía
Transparencia democrática y financiera
Una solución sencilla: transmisión automática de la información bancaria
Cuál es el propósito de la tasa al capital
Un plan para un impuesto sobre el patrimonion en Europa
El impuesto al capital desde una perspectiva histórica
Formas alternativas de regulación: protecionismo y controles de capital
El misterio de la regulación china del capital
La redistribución de las rentas del petróleo
La redistribución a través de la inmigración
16. La cuestión de la deuda pública
Redución de la deuda pública: impuesto al capital, inflación y austeridad
¿Redistribuye la inflación la riqueza?
¿Qué hace el Banco Central?
La crisis en Chipre: cuando el impuesto al capital y la regulación bancaria van juntos
El euro: ¿una moneda sin estado para el siglo XXI?
La cuestión de la unificación europea
Gobierno y acumulación de capital en el siglo XXI
Leyes y política
Cambio climático y capital público
Transparencia económica y control democrático del capital
Conclusión
Las contradicciones centrales del capitalismo
Por una política e historia económica
El interés del menos...
AQUÍ SE INCLUYEN LAS TABLAS QUE PIKETTY USÓ EN SU LIBRO
Capital in the 21st century
Thomas Piketty
Harvard University Press - March 2014
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- the set of figures and tables (pdf) presented in the book
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RESUMEN
(traducido del inglés, junio 2014)
INTRODUCCIÓN
Piketty llega a la conclusión de que la distribución de las rentas y la desigualdad debe volver al centro del debate económico, no tanto como el crecimiento.
Piketty hace un repaso histórico por los teóricos catastrofistas como Malthus (preocupado por la superpoblación), David Ricardo /(que estudió los problemas de la escasez en el cultivo de las tierras), Marx (sobre el principio de acumulación infinita y perpetua divergencia, la concentración de capital y su uso intensivo por parte de los patronos de la industria) en el comienzo de la Revolución Industrial. Su conclusión es que a medida que avanzó el siglo XIX y principios del XX el capitalismo generó una mayor desigualdad económica.
La situación cambió cuando Kuznets, en 1953, dio a conocer su famosa curva, un "cuento de hadas" que revela que entre 1913 y 1948 en Estados Unidos, hubo un mayor reparto de la riqueza, pues los más ricos pasaron de concentrar el 50% de las rentas a menos del 35%, situación que se prolongó hasta 1970 e incluso 1980. Piketty no tiene nada que objetar pues quedó demostrado por otros autores que era cierto (hasta 1953). Pero en lo que no está de acuerdo es en la interpretación de dicho fenómeno pues cree que el periodo es anómalo porque los más ricos se vieron perjudicados por las dos guerras mundiales y la Gran Depresión de 1929. Para Kuznets y otros, la reducción de distancia entre ricos y pobres fue considerada como la prueba de que el capitalismo, en una fase inicial de concentración dejaba la riqueza a quienes entendían mejor el negocio pero a largo plazo se volvía más distributivo y equitativo, lo que generó la frase: "A largo plazo, la marea sube todos los barcos". Esta frase aún la usan hoy algunos economistas neoliberales para intentar convencer a los contribuyentes de que rebajar los impuestos a los ricos beneficiará a todos y de que, aunque algunos se enriquezcan muy rápido, tarde o temprano las migajas llegarán al resto.
La intención de Piketty en el libro es ampliar las series de Kuznets para comprobar si realmente continúa esa redistribución porque sospecha que no. Su estudio viene a revelar que, si bien, tras la Guerra Fría, hubo una mayor redistribución de las rentas entre las clases la situación se ha invertido a partir de 1970 hasta la actualidad, donde la desigualdad es un hecho pues a partir de 1980 se ha disparado al 50%, aunque bajó al 44% en el 2001 y al 47 % en el 2010. La tendencia es similar en varios países occidentales. Cree que si hacemos una prospección al futuro, por ejemplo nos imaginamos estar en el año 2050, no sería difícil suponer que los dueños del petróleo serían aún más multimillonarios que ahora.
Si se observan las gráficas, se verá que la desigualdad describe una curva en forma de W. Hay un pico muy alto en 1910,(el 50 % de la renta va a parar a las clases altas), una caída durante la Primera Guerra Mundial hasta el 35 %, una subida hasta 1929 y una caída hasta 1948, que llega al fondo del 35%. En las dos décadas siguientes, se mantiene entorno al 40 % pero a partir de los años 80, 90 y 2000, la desigualdad se vuelve a disparar.
Piketty relaciona la evolución de la desigualdad de ingresos con la evolución del crecimiento económico. En sus gráficas, observa que la primera globalización, de 1870 a 1914, fue una época de gran desigualdad pero también de gran crecimiento económico, en el que el mundo se globalizó [nota del lector: Ver el libro "Capitalismo global"]y se produjo la segunda revolución industrial con los inventos asociados a la electricidad (bombilla, motores, telégrafo) o el automóvil. Sin embargo,en el siglo XX, las tasas de crecimiento económico cayeron, lo mismo que la desigualdad hasta 1970, fecha en que se volvió a disparar la disparidad de salarios hasta el 50 %, un hecho que califica de "preocupante".
Sobre los salarios de los altos ejecutivos, Piketty cree que la explicación más pausible es que ellos mismos se aprueban sus propios sueldos y cree que influye menos el hecho de tener más habilidades técnicas que el resto de los trabajadores.
También explica varias ecuaciones en las que relaciona los ahorros, el crecimiento económico o el reparto de capital y salarios, a partir del cual se pueden inferir la evolución de la curva.
Dice que una de las fuerzas fundamentales para la divergencia es r > g,
Primero analiza la relación entre capital y rentas desde 1870 al 2010 en tres países: Alemania, Francia y Gran Bretaña. En la gráfica se observa cómo el valor de la riqueza privada (en viviendas, finanzas, capital profesional, neto de la deuda) respecto a la riqueza nacional de cada año llegó a su máximo, 700%, en 1910, se desploma al 200-400 % en la Primera Guerra Mundial, se vuelve a hundir en 1930 desde el 500% y toca fondo en el 300-100 % en 1950. A partir de entonces, experimenta un lento crecimiento y en el 2010 en un porcentaje de 500% - 400 % ya está equiparado a 1930. Esta curva en forma de "u" refleja, según Piketty, "una crucial transformación" porque muestra que estamos volviendo a las altas ratios "capital/rentas" de décadas pasadas "porque hemos vuelto a un régimen de relativo bajo crecimiento", en el que la riqueza antigua coge una desproporcionada importancia porque hacen falta unos pocos ahorros para aumentar la riqueza substancialmente. Y advierte que "el riesgo de divergencia en la distribución de riqueza es muy alto".
Dicha desigualdad fundamental la describe con la fórmula r > g (r= media anual de la tasa de retorno del capital, incluidos beneficios, dividendos, intereses, rentas y otros rendimientos de capital) y (g= la tasa de crecimiento de la economía, el crecimiento anual de rentas o producción).
Piketty dice que la clave del libro está en esa fórmula, que evidencia que la persona que hereda riqueza la acumula más rápido a medida que pasan los años que lo que crece la economía real. Piketty pone en duda que este sistema sea compatible con los valores de meritocracia y justicia social de las democracias. Sostiene que el alto precio del petróleo contribuye a esta divergencia. Añade que la disminución de la población y de la economía en las próximas décadas hará esta tendencia divergente mucho más preocupante. Dice que una solución pasa por que los Gobiernos apliquen un impuesto progresivo y global al capital, lo que requiriría una coordinación internacional.
CAPÍTULO 1
Piketty menciona un episodio en la mina de platino de Marikana, en Sudáfrica, donde la policía mató a 34 mineros en huelga que reclamaban una subida salarial de 500 a 1.000 euros al mes. Recuerda que los ingresos que genera la mina se dividen en trabajo y capital. Se pregunta si la violencia entre trabajo y capital pertenece al pasado o volverá a ser parte integral del siglo XXI.
Estudia la ley a=rxb, sobre renta e ingresos. Sostiene que los ingresos salariales crecen más despacio que las rentas obtenidas por la acumulación de capital.
CAPÍTULO 2
Este capítulo tiene gran interés porque estudia el crecimiento mundial de la economía y la población desde 1700 al 2012 y descubre que entre ellos hay una gran correlación [nota del lector: se me ocurre que si hay un bum económico crece la población, como decía Malthus, y si hay recesión, ocurre justo lo contrario]. Lo que observa Piketty es que el crecimiento fue del 0,1 % entre 1700 a 1820 (la incipiente industrialización), del 1,5 % entre 1820 y 1913 (el advenimiento de la edad del ferrocarril) y del 1,9 % de 1913 a 2012 (la era del petróleo). El crecimiento de la población fue similar. Según sus cálculos, el crecimiento hizo una curva de Bell en 1970 y, desde entonces, la economía ha decaído. Una predicción optimista sería que la economía global creciese al 1% al año, lo que puede parecer poco pero supone un 35% en una generación (30 años). Eso implicaría un gran cambio tecnológico, como por ejemplo, lo que acarreó la era de Internet y los avances médicos, que no existían en 1980 y hoy son usuales. Por eso, cree que el aumento del 1% solo sería posible con un nuevo cambio tecnológico [nota del lector: digo yo, que al estilo schumpenteriano], por ejemplo, en las energías renovables. A día de hoy, hablar de crecimientos del 3-4 % de media es completamente ilusorio en su opinión [nota del lector: por ejemplo, en España se necesitaría un crecimiento del 3 % como mínimo para eliminar el paro].
Es cierto que ha habido picos de crecimiento del 3 %, por ejemplo, en Asia en la última década, pero otros continentes como América en el siglo XIX, crecieron al 1,6% anual y el 1,9% en el siglo XX. El autor considera que el crecimiento europeo ha llegado a su fin y, o bien, la economía se estancará como a finales de la edad feudal o bien no superará la media del 1 %, y eso según sus optimistas cálculos porque las predicciones de otros autores son más negras. [nota del lector: Carlos Taibo acaba de sacar un libro donde asume el decrecimiento como algo habitual a partir de ahora].
Piketty hace una proyección hasta el 2300 a un crecimiento de población del 1% anual y en ese escenario habría una población de 70.000 millones de personas (frente a las 7.000 de ahora), algo inasumible hoy en día [nota del lector: a no ser que rellenen el Océano para poner casas]. Se basa en que en Norteamérica solo había 3 millones de personas en 1790 y ahora hay 300 millones (100 veces más). La economía creció entorno al 2 % durante 200 años.
Por otro lado, examina el poder adquisitivo de la población de los países ricos y pobres a lo largo de los últimos 200 años. Entorno a 1800, el salario medio mensual era de 400 euros en la Europa rica y ahora es de 2.500. Se ha multiplicado por 6, pero eso no quiere decir que el ciudadano tenga mayor poder adquisitivo. Por ejemplo, sí se han abaratado los productos agrícolas e industriales (por ejemplo, un ordenador está al alcance de cualquiera) pero otros servicios, como la cobertura médica o la educación, están subvencionados al 80 % por el Estado, algo que deberían tener en cuenta los que quieren privatizar dichos servicios. Es decir, a través del pago de impuestos, el ciudadano tiene subvencionada la medicina.
En los países pobres, el salario medio pasó de 100 a 700 euros, lo que supone un crecimiento de la misma magnitud. [nota del lector: no acabo de verlo claro, porque un agricultor europeo de 1800 dudo mucho que ganase 400 euros al mes, aunque sí es cierto que ganaba lo suficiente para su subsistencia, aunque el salario de subsistencia actual está fijado en 600 euros].
Destaca el crecimiento europeo entre 1940 y 1970, que atribuye a la inversión estatal, frente al bajo crecimiento de Estados Unidos y Gran Bretaña, lo que les llevó a aplicar políticas neoliberales. Tras implantar en Europa el neoliberalismo a partir de los 80, el crecimiento económico europeo se hundió hasta coincidir con el anglosajón.[nota del lector: pero también ocurre que a partir de 1973, los precios del petróleo se dispararon y el crecimiento de Occidente se cortó en seco].
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Sigue en la traducción española (diciembre 2014)
En los siguientes capítulos, Piketty examina la evolución de la concentración de la riqueza en Europa hasta la Belle Epoque (1900-1910) y llega a la conclusión de que era muy alta, de un 80 % del capital en manos de los más ricos frente al 20 % o menos en poder de los más pobres. La desigualdad era enorme porque el capital rendía un 5 % anual mientras que el crecimiento de la economía solo lo hacía al 2%. Recuerda que en sociedades agrarias, el crecimiento económico era del 0,15-1%, para pasar al 3% en el siglo XX y caer al 1% en el siglo XXI, tasas en las que cree que se mantendrá hasta el 2050 o 2100. El escenario actual le recuerda a la Belle Epoque, sin llegar a sus extremos de desigualdad. En la Francia del siglo XIX, Piketty pone como ejemplo que una persona que recibiese una herencia de un millón de francos, que le rentasen un 5 % anual, podría sufragarse un alto tren de vida solo con los intereses y sin trabajar. Los capitales heredados suponían una importante fuente de ingresos para las personas con más de 30 años.
Ilustra esta situación con un libro de Balzac sobre un estudiante de Derecho que viaja a París y conoce en una pensión a un joven heredera de un millón de francos y a un presidiario. El exrecluso le cuenta que si él se licencia y trabaja duramente e intriga llegará a ser un gran juez o abogado y que ganará 50.000 francos al año como máximo pero si se casa con la heredera (y elimina primero al hermano) cobrará una renta de 50.000 francos al año sin trabajar. El abogado no acepta ese siniestro plan pero Piketty cree que este ejemplo ilustra lo que ocurría en el siglo XIX; de nada valía trabajar para hacer fortuna porque lo que daba mucho más dinero era ser rentista. A todo ello, esa renta era 30 veces o más superior a lo que ganaba un jornalero por lo que los más ricos podrían contratar a 30 sirvientes. Es más, los salarios de los pobres tendían a disminuir cada año [nota del lector: eso podría deberse al abaratamiento de los bienes básicos].
A lo largo del libro, Piketty revela que esa situación de desigualdad cambió siguiendo una curva en forma de U. La desigualdas se desplomó después de los choques de 1914-1945 (dos guerras mundiales y una Gran Depresión), en los que muchos ancianos perdieron sus patrimonios inmobiliarios y dividendos de acciones (por ejemplo, por los bombardeos o las quiebras) y se quedaron sin nada que dejar de herencia pues tuvieron que estirar al límite lo poco que les quedaba para vivir sin posibilidad de rehacer su fortuna debido a su edad. A partir de entonces, quienes recibían algún capital heredado, lo hacían a partir de los 50 años tras trabajar duramente para tener su propio capital aunque también se hizo más extensivas las donaciones en vida. En general, la gente tuvo que ganarse la vida hasta la década de los años 80, cuando vuelve a cobrar importancia la herencia a la hora de adquirir capitales. La alta esperanza de vida lo único que ha hecho es que ha retrasado la edad de heredar pero Piketty advierte que las herencias vuelven a ser significativas en el origen de las fortunas y que lo serán más a lo largo de este siglo.
Por otra parte, el hecho de que las herencias y los grandes capitales disminuyan tras las dos guerras mundiales tiene otra explicación: y es que los países empezaron a imponer impuestos más fuertes a las sucesiones, con lo que los rendimientos del capital bajaron. Los cargos por las sucesiones eran ridículos en el siglo XIX (un 2% por adquirir los derechos de propiedad), pero durante los 30 años gloriosos (1945-1975) ese impuesto se incrementó aunque luego volvió a decaer a niveles testimoniales en el siglo XXI (por ejemplo, en España se llegó a eliminar en el 2010 para volverlo a implantar en el 2011).
Otra idea es que el capital no se adquiere ahora (1980 a 2012) por los intereses que generan los grandes patrimonios sino por los supersalarios que cobran los superejecutivos de las grandes empresas, que ven cómo se disparan su riqueza aunque es gracias a sus méritos y una especie de "lotería" salarial pues nadie se explica cómo pueden alcanzar cifras de varios millones por su gestión, muy lejos de lo que sería razonable, aunque eso se explica por incentivos como las stock-options y el hecho de que el consejo de administración vota su propio salario. Los superricos conforman el 1% de los que más ingresan, seguidos de un 9 % de asalariados de gran nivel como profesores universitarios, ejecutivos medios, médicos que, en todo caso, deben esforzarse para trabajar duro. Lo que Piketty advierte es que las diferencias entre ingresos o fortuna cada vez es mayor entre ese 10% que más gana y el 20% que menos ingresa. Se nota en los últimos años un incremento en la desigualdad que, aunque no llega al de la Belle Epoque, ya es muy destacable (un 0,3 en el índice de Gini en Europa sería lo igualitario pero en Estados Unidos estaría subiendo a un 0,5 o 0,6 siendo 1 la mayor tasa de desigualdad). En parte se explica porque la clase media se ha estancado y para llegar a la zona alta salarial hay que estudiar mucho pero no todos los de la clase baja pueden permitírselo mientras que sí lo hacen las familias mejor asentadas social y económicamente.
Los cálculos de Piketty llevan a un panorama sombrío si la cuantía de las herencias aumentan, el cobro de intereses se sitúa en el 4 % o 5 % [nota del lector: realmente, ocurre todo lo contrario, porque a día de hoy los bancos están pagando un 1 o 2 % de intereses ], los salarios bajan (como efecto de la globalización) y el crecimiento mundial no pasa del 1 % [nota del lector: ni siquiera llega ahora en Europa a ese porcentaje tras superar dos recesiones] lo que va a ocurrir es que la desigualdad va a aumentar. No es un fenómeno nuevo, sino que se vio en el siglo XVIII (hasta la Revolución Francesa), después en el siglo XIX hasta la Belle Epoque y, finalmente, desde los años 90 al 2012 y posiblemente más adelante. Las tres décadas de bonanza y paz que siguieron a la Segunda Guerra Mundial solo fueron un paréntesis en una tendencia a la acumulación y concentración de capital en pocas manos.
La solución que propone Piketty es corregir estas desigualdades crecientes y establecer un impuesto al capital, algo que ya empezó a hacer Francia en los años 80 y que imitaron otros países como Italia, Reino Unido o España pero en unos porcentajes testimoniales. Por ejemplo, el que tenga un millón en el banco pagaría cada año un 0,5-1 %, y el porcentaje se incrementaría progresivamente hasta que el millonario que tiene 10.000 millones pagase al Estado el 5-10% de su fortuna (o de los intereses generados). Esos ingresos permitirían hacer obras sociales. Piketty también propone impuestos para los que obtienen grandes beneficios del petróleo con el fin de redistribuir la riqueza en el mundo en aquellos países que no han tenido la suerte de flotar sobre petróleo. Otra propuesta es limitar la salida de capitales del país como hace China frente a la libertad que tienen los oligarcas rusos para poner a salvo su riqueza en paraísos fiscales.
(continuará)
(continuará)
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Resumen: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa", de Mark Blyth (2013)
Ver el link del resumen original y actualizado en:
Sociología, estructura económica.
Resumen por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.
Título: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa".
Título original: "Austerity. History of a dangerous idea"
Autor: Mark Blyth
Editorial en inglés: Oxford University Press (2013)
Editorial en español: Editorial Planeta SA. Crítica (2014)
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Biografía del autor (2013)
Mark Blyth es profesor de Economía política internacional en la Universidad de Brown. Es autor de Great Transformations: Economic Ideas and Institutional Change in the Twentieth Century.
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Texto de la contraportada
Hay una crítica de Paul Krugman que dice así: "Una de las cosas especialmente buenas del libro de Mark Blyth es la forma en que expone el auge y caída de la idea de "austeridad expansionaria", la propuesta de que recortar el gasto en realidad lleva a una mayor producción. Como documenta Blyth, esta idea "se extendió como un reguero de pólvora".
La austeridad, nos dice Mark Blyth, profesor de la Universidad de Brown, es una idea peligrosa, que no funciona en el mundo real en que vivimos. En el mundo imaginario de sus partidarios, los recortes siempre afectan a otro; pero desgraciadamente, como lo demuestra Europa, en este mundo real de nuestros días no hay "otro" que asuma los costes. Blyth ha escrito un libro extraordinario, rico en ideas y libre de jerga económica, que analiza la realidad de la crisis, la génesis histórica de las ideas que han llevado a la doctrina de la austeridad, la evidencia de un fracaso en todos los casos en que se ha intentado aplicarla, y la perspectiva de un futuro en que, como la austeridad no disminuye la deuda sino que la aumenta, nos aguarda un porvenir de regresión fiscal y aumento de los impuestos. "Austeridad" ha recibido elogios de Paul Krugman, de Robert Skidelsky, quien lo califica como un análisis fascinante", de Lawrence Summers, en Financial Times, de Martin Wolf, que lo considera un "espléndido libro" y de John Quiggin, quien asegura que se trata de "una guía esencial para cualquiera que desee entender la depresión actual".
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ÍNDICE
Prólogo a la edición española
Prefacio. La austeridad como cuestión personal.
1. El estreno de una obra titulada: "Austeridad, deuda y moralidad"
Primera parte: ¿Por qué es preciso que todos nos comportemos con austeridad?
2. Estados Unidos. ¿Un sistema demasiado grande como para permitir su quiebra? Los banqueros, los rescates financieros y el reflejo de culpabilizar al Estado.
3. Europa. ¿Un área de extensión superior a toda posibilidad de rescate?. La política de la austeridad permanente.
Segunda parte: Las vidas paralelas de la austeridad
Introducción a los capítulos 4, 5 y 6. Historia natural e intelectual de la austeridad
4. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1692 a 1942
5. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1942 a 2012.
6. Historia natural de la austeridad, años 1914 a 2012
Tercera parte: conclusión
7. El fin de la banca, las nuevas narrativas y la época de impuestos que se nos avecina.
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Comentarios previos:
El libro tiene gran interés porque es el primero que veo que describe perfectamente de dónde procede la doctrina de la austeridad, promovida por los ordoliberales más que por los neoliberales, el consenso de Washington (del que ya han hablado autores como Stiglitz o Noam Chomsky ) y luego por la escuela italiana que incluso recomendó las recetas de austeridad en el 2010 en una visita a Madrid. También explica porqué los gobiernos insisten en aplicarla a pesar de sus pésimos resultados. Según afirma, el dinero que se ahorra en gasto público será necesario para continuar el rescate de la banca.
Dice que la austeridad es una idea peligrosa porque cuando se ha aplicado en los años 20 y 30 en Alemania, Japón o Francia ha acabado mal, generalmente con caos y desórdenes.
Resumen express:
Según Blyth, tres son las razones que avalan su afirmación de que la austeridad es un "zombi económico" ( una idea que nunca muere por su simplicidad y el argumento de que "asumir una mayor deuda no resuelve las deudas anteriores") y que es una idea peligrosa:
1) la austeridad no funciona en la práctica (porque todos la aplican a la misma vez y generan un efecto de suma cero o falacia de la composición)
2) el fundamento de la austeridad descansa en la pretensión de que los pobres acaben pagando los errores de los ricos
3) y que la austeridad necesita como condición la ausencia del largo brazo de la falacia de la composición (lo que es cierto respecto de un todo no lo es en cambio de las partes, y todos salen perdiendo ), una falacia "cuya presencia resulta más patente en el mundo moderno".
Prólogo a la edición española
En el prólogo de la edición española, Blyth dice que desde el 2008 se ha aplicado una política de austeridad y que en el 2013 España y Europa crecieron un 0,1%, con lo que echaron las campanas al vuelo por haber "doblado el cabo" de la crisis para celebrar la veracidad de que la austeridad funciona, una prueba demasiado "fragil"´, según el autor. Blyth afirma que España en estos años ha perdido el 20% del PIB del 2008 y tiene uno de los índices más elevados de paro tras las medidas de austeridad implantadas.
Califica el éxito en España de "etéreo" porque la reducción del paro ha sido del 1,22% (explicado por el mayor turismo) respecto al 27,2% máximo alcanzado. El crecimiento del 0,1 % estaría asociado a un aumento del 8% de las exportaciones.
Blyth hace balance y dice que los salarios españoles han caído un 7% desde que empezó la crisis. El comisario europeo Olli Rehn propuso reducir el salario al 10% pero esa medida solo aumentaría el empleo otro 1,2%. A este ritmo, España tardaría 60 años en recuperar su tasa de empleo del 2008.
Por debajo de un crecimiento anual del 1,5% de la economía, España estará en "recesión permanente", según Blyth.
Prefacio
El autor abre un nuevo frente al estudiar el "por qué" de esa insistencia del G-20 en el 2010 por implantar las políticas de austeridad que a ojos del mercado y de la gente son la peor receta para estimular el crecimiento. Su libro se dedica a estudiar eso y a exculpar al estado del bienestar, al que agradece que le diese comida y estudios gratis cuando era un niño pobre en Inglaterra.
La conclusión de Blyth es que no se entiende la insistencia de los Gobiernos y del G-20 en unas políticas tan desacertadas como la austeridad si no es por otro motivo que no tenga que ver ni con aumentar el crecimiento ni el empleo. La pista del verdadero motivo conduce a los bancos, origen de la crisis del 2008 y que todavía están en proceso de rescate. Sólo desde la perspectiva de rescatar a los bancos es como, según Blyth, se puede entender la crisis teorías.
Capítulo 1
Sostiene que la teoría de la austeridad parece razonable si se examina de forma intuitiva ya que suena lógico que nadie se endeude sin haber pagado antes sus deudas. Sin embargo, lo que ha ocurrido es que la deuda de los PIGS se ha disparado con las políticas de austeridad y ahora estos países deben el doble o triple que antes de la crisis. ¿Cómo puede haber ocurrido esto? La razón es que la austeridad lleva directamente a la recesión si todos la aplican a la vez, tendría sentido si solo la aplicase Grecia o España y estos países se volviesen más competitivos pero no cuando todos la practican a la vez, ya que hay un juego de suma cero si todos se bajan los salarios a la vez, ahorran más, reducen los déficits públicos, orientan sus productos a la exportación... el resultado es que no hay a quien vender esta producción ya que los principales socios han reducido sus gastos y consumo. Era evidente que la austeridad iba a hundir el consumo interno y el crecimiento. Entonces, ¿por qué se insistió en el mantra de la austeridad? Blyth cree que hay otros factores que nada tienen que ver con el crecimiento. La austeridad sirve para crear deflación y eso beneficia a los acreedores [nota del lector: Stiglitz dice algo parecido cuando señala que las políticas del FMI para "rescatar" a un país casualmente siempre beneficiaban al acreedor].
Por otra parte, cree que toda esta política de austeridad olvida dos cosas: que la principal deuda no es pública sino privada (los bancos se apalancaron demasiado para dar fluidez al crédito para el consumo) y recuerda que la del 2008 fue una crisis bancaria que está sin resolver, la deuda pública es un problema insignificante. Cree que los Estados están endeudándose para rescatar a la banca, lo cual es muy loable pero resulta que son los ciudadanos los que asumen en ese coste (una especie de impuesto encubierto). Además, mientras Estados Unidos puede salvar a su banca dándole a la manivela de la impresora que fabrica dólares, en Europa el tamaño de la banca es tan descomunal que no sería posible salvarla si se desmoronase el sistema porque no habría suficiente dinero.
Da algún dato inquietante como que España, en 1979, era la octava potencia industrial del mundo y en la década del 2000 ocupaba el puesto 17 tras la desindustrialización, lo que la abocó a ser un país dependiente del turismo, las finanzas, el suelo y el ladrillo . El mayor beneficiado, dice, fue Alemania, que concedió créditos baratos a los españoles para que comprasen sus coches.
Capítulos 5 y 6
Son los capítulos más interesantes del libro porque desgranan paso a paso el origen de las recetas de la austeridad. Estas se remontan a la Alemania de los años 20 y 30, en una época de grave crisis. Esa idea de austeridad pervive y es la que se adopta para instaurar el proyecto europeo.
El ordoliberalismo surge de economistas y políticos como Walter Eucken, Franz Böhm Y Hans Grossmann-Doerth, los llamados liberales de Friburgo. Veían la economia como compuesta de dos estructuras: la economía de transacción y la economía de administración centralizada. Según ellos, el Estado debía permitir y promover las condiciones operativas del mercado, disolviendo o limitando de los grupos económicos de poder (monopolios y cárteles) y fomentar la competitividad. Finalmente, aceptaron que la economía de mercado se convirtiese en una economía social de mercado (Socialmarktwirtschaft).
Sus ideas se convirtieron en una hoja de ruta para reconstruir la Alemania de postguerra, un país dedicado a la exportación de mercancías. Es la idea del Erst Sparen, Dann Kaufen (primero ahorra, luego compra).
Estos principios, de aplicar normas a la economía más que el Estado intervenga, obedecer a una autoridad monetaria sólida y tener un parlamento débil, se transfirió al marco constitucional de la UE. Se descartó que se realizase gasto público para compensar los cíclicos desplomes de la economía. Según el autor, la UE sigue una misma hoja de instrucciones, la que concibieron los ordoliberales. Ordo significa orden. Las directivas para estimular la competitividad han sido una constante en la UE y que las naciones de la periferia poco competitivas acometan recortes y reducciones de salarios, o que incluyan mecanismos constitucionales de freno para la asunción de deuda. Todo ello figura en la hoja de ruta ordoliberal. La aplicación de normas a los países y los castigos con dietas de austeridad a quienes las infrinjan solo podría llevarse a cabo con un banco central independiente, que también lo hay.
Blyth sostiene que la ordoliberalización de Europa cae en el mismo error que el enfoque desarrollista anglosajón del llamado Consenso de Washington (liberalizar para que se genere crecimiento que exige unas finanzas públicas estables, unos bajos índices de inflación, una alta competitividad de los costes...) porque estas condiciones no son la causa del crecimiento (son el reflejo de él) y además la competitividad ayuda al crecimiento si no hay más competidores pero no si hay muchos. La crisis de la UE se resolvió a la manera ordoliberal alemana mientras que la estadounidense siguió el esquema keynesiano, que ya se daba por enterrado en los 70.
Otra fuente de la austeridad llega de la escuela austríaca de Estados Unidos (Carl Menger, Von Mises, Hayek, Schumpeter.
Sostenían que no se podía expandir el crédito en caso de reventar una burbuja porque eso la hincharía más. La economía ha de encajar esas pérdidas y reducir su consumo y reponer los ahorros malgastados. Eso significa austeridad. Lo peor que puede suceder es que los gobiernos intervengan y se entrometan, argumentaron los austriacos, porque al inundar el mercado con liquidez y mantener bajos los tipos de interés o tratar de estimular la economía suavizando el ciclo, lo que hace es prolongar la recesión.
Señala Blyth que cuando se produce una crisis financiera, existen 4 formas de acometer el ajuste: iniciar un proceso de inflación, provocar la deflación [nota del lector: lo que pasa ahora], devaluar la moneda o asumir el impago. Según los austriacos, la solución correcta consiste en la deflación, en comenzar a reducir los salarios y los precios para que la economía pueda ajustarse a los valores reales del mercado (aunque a los gobiernos no les gusta esta solución porque genera desempleo e inestabilidad). El impago lo descartan. Los administraciones públicas optan por la devaluación o la inflación, o los dos mecanismos, lo que alerta a las empresas para guardar en caja grandes sumas de dinero por si hay inflación o devaluación. Los austriacos proponen que los bancos vayan a la quiebra y luego poner en marcha otra vez el sistema.
Estas ideas tuvieron eco en el 2008 en Estados Unidos cuando surgieron los peligros derivados de la excesiva asunción de deuda, el apalancamiento abusivo, la inflación de los activos, el desplome del ahorro y el mensaje de que nadie acuda al rescate de los bancos. La idea de que "es mejor no intervenir y que la crisis siga su curso" obtuvo el respaldo en las filas del partido conservador republicano de EEUU. Sin embargo, los austriacos no fueron escuchados porque todavía había la memoria de lo que pasó en la Gran Depresión de 1929, cuando inicialmente el estado no rescató a la banca. Más que "autocuración", sus recetas llevan a la "austeridad permanente".
Blynth también habla de los catalizadores de la austeridad que desplazaron a Keynes del pensamiento global. Se refiere a
1) el monetarismo
El neoliberalismo de Milton Friedman, que dice que en caso de que el Gobierno amplíe su volumen de oferta de dinero al objeto de aumentar las cifras de personas empleadas, la consecuencia sería en una expansión de la producción para responder a la subida de precios, lo que haría decrecer el paro y subir los salarios. Según Friedam, el desempleo es voluntario y no por una falta de demanda como decía Keynes. Blyth replica que, entonces, el 25% de los trabajadores españoles en paro están de vacaciones porque no les atraen los salarios.
La hazaña de los monetaristas sería colocar el "dinero" en el centro de atención de la macroeconomía e impulsaron las ideas de la austeridad.
Estas teorías manejan el concepto de expectativas racionales, según la cual si un ciudadano ve que su Gobierno recorta el gasto tenderá a pensar que más adelante le rebajarán los impuestos, lo que generará un ansia de consumo, con lo que ya no es necesario acudir a medidas keynesianas para estimular la demanda. Blyth y otros autores se burlan de esas "expectativas racionales" porque es dudoso que un ciudadano haga esos cálculos fiscales futuros.
2) la teoría de la elección pública
La idea de "riesgo moral" (suponer que los demás países van a ser solidarios y acudir en nuestro rescate) va unida a la teoría de la elección pública, que rechaza a estos caraduras. Sin embargo, el autor dice que la UE se basa más en la confianza que en el miedo al riesgo moral.
3) los peligros de la democracia
Se refiere a que un gobernante siempre tenderá a expandir el gasto público en periodo de elecciones rompiendo la disciplina fiscal por lo que es necesario tener un banco central independiente que no caiga en esas tentaciones. Según los monetarias, el Estado siempre tendería a "jugar" con la curva de Laffer (que dice que a mayor inflación menos paro, y más deflación, más paro) para subir o bajar el desempleo en épocas electorales. Los monetaristas proponen que en vez de ese comportamiento "insensato" se deje operar a la mano invisible del mercado y que fije la tasa natural de desempleo en cada momento. Y la solución pasa nuevamente por tener un banco central independiente que hará más creíble su compromiso con la disciplina fiscal que un político preocupado por las elecciones.
Blyth reflexiona y se pregunta si el actual desempleo ha sido elegido libremente por sus gobernantes, a causa de estas ideologías, lo que sería "insultante" para las familias que lo están pasando mal.
El consenso de Washington
Fue alcanzado en 1989, lo elaboró John Williamson y cuenta con diez puntos que son "imperiosamente necesario" aplicar: disciplina fiscal, reorganización de las prioridades del gasto público, reforma tributaria, liberalización de los tipos de interés, (conservación) de una paridad cambiaria competitiva, liberalización del comercio y de la inversión extranjera directa (FDI), privatización de las empresas estatales, aplicación de los mecanismos de desregulación al uso y consolidación de los derechos de propiedad. Con este decálogo, que recoge lo fundamental de lo que hoy se entiende por austeridad, se expulsaron las ideas del desarrollo latioamericano que sostenían que el estado podía liderar el desarrollo industrial.
Blyth señala que el FMI se tomó al pie de la letra el decálogo y lo obligó a adoptar a todos los países a los que "ayudó" financieramente. Aplicó el modelo Polak (más centrado en las variables de austeridad) para determinar si un país moroso cumplía la hoja de ruta. En el 2005, el FMI publicó un informe donde admitía que la aplicación del consenso de Washington había sido un fiasco.
Einaudi y los economistas de finanzas de Milán
Otra escuela relacionada con la austeridad es la de las Universidad Comercial Bocconi de Milán (una mezcla de ordoliberalismo y de teoría de la elección pública). Uno de sus representantes, Einaudi defendía un entorno económico de baja inflación y un estado poco intervencionista que impidiese los monopolios. Promovió una Europa unida con un mercado único y una moneda común. Sus alumnos Alberto Alesina, Francesco Giavazzi, Silvia Ardagna, Guido Tabellini y Roberto Perotti fueron quienes definieron mejor la teoría de la austeridad y de por qué, según ellos, la democracia genera tanta deuda e inflación (por el asunto de las obras públicas). Lo que añaden Persson y Svensson es que si un gobernante conservador sospecha que van a ganar las elecciones los de izquierda (tendentes a despilfarrar el dinero público) lo que hará será dejar a su sucesor una importante deuda para que no pueda malgastar tanto. Además, le transferiría la factura a su sucesor. Por ello, dicen, las democracias generan continuas "burbujas de deuda".
Por su parte, Giavazzi y Pagano introdujeron la idea de la contracción fiscal expansiva (en la que un recorte de gastos e incremento de impuestos puede tener un milagroso efecto multiplicador del crecimiento como sucedió en Dinamarca e Irlanda en los años 80, que fueron acompañados de medidas monetarias y cambiarias para generar deflación y flujos de capital).
En 1995, Alesia propugnó la idea de expandir el conjunto de ajustes fiscales positivos y descubrieron que la mejor inversión de un dólar en la consolidación presupuestaria consistía en introducir recortes en los programas de transferencia social como en los salarios y número de funcionarios de la Administración. Examinaron 20 países de la OCDE y dijeron que los ajustes más exitosos incidieron en el recorte del gasto público y meterle la tijera al estado de bienestar. Eso iba a generar un crecimiento superior a la media y no generan recesiones grandes. De aquí surgió lo que iba a ser una "política normal", pues Keynes había entendido todo al revés. Los recortes del gasto generan crecimiento y reducen la deuda y el gasto público produce inflación y un volumen de endeudamiento mayor.
La escuela italiana coronó la faena con el informe Tales of Fiscal Adjustment en 1998. Recomiendan para lograr un ajuste fiscal expansivo combinar el recorte de gastos del programa de bienestar y los costes salariales del sector público, y la moderación de los salarios asociada a una devaluación. Subir los impuestos en una recesión empeoraría las cosas. Y aquí surge la mítica frase que todos hemos oído: "No hay más alternativa que la de proceder a efectuar recortes".
Según su teoría, los ciudadanos al ver recortes anticipan una reducción de impuestos y se lanzan a consumir e invertir. Por eso, los recortes hay que hacerlos en una recesión, cuando más duele, concluyen estos autores italianos, porque genera mayor rentabilidad por dólar invertido en el presupuesto.
En posteriores estudios insisten en que es mejor recortar gastos que subir los impuestos. De dos casos positivos con países que crecieron en esas duras condiciones, ahora hallan 26.
En abril del 2010, Alberto Alsina presentó en la reunión del Consejo Europeo de Asuntos Económicos y Financieros, celebrado en Madrid, una versión simplificada de su trabajo con Ardagna, donde insistió en que el endeudamiento no iba a desaparecer de la eurozona y no valía más que aplicar ajuste fiscal al que le seguiría crecimiento en un plazo muy corto. Sus ideas fueron asumidas por la "troika".
En la última parte del libro, Blynth compara la eurozona con el patrón oro y los problemas que generó este sistema de divisas en los años 20 y 30 a los países que quisieron mantener la convertivilidad, lo mismo que ahora pasa con el euro. El patrón oro obliga a realizar ajustes, recortes y mantener la austeridad para mantener el valor de la moneda, sin la libertad de aquellas que flotan libres. Pone como ejemplo, el caso de Japón y sus esfuerzos por mantenerse en el patrón oro con políticas tan austeras que pusieron en pie de guerra a sus militares y que acabaron con los asesinatos de los ministros que defendían los recortes, o en Francia, donde el Banco Central (dominado por las 200 familias) impedía aumentar el gasto al país, que quedó desarmado ante Alemania. O el mismo caso de Alemania, donde los socialdemócratas insistieron tanto en la austeridad que dejaron vía libre a los nazis, que defendían la salida del patrón oro. Inglaterra también tuvo que salirse del patrón oro tras una grave recesión y revueltas. Blyth concluye que las medidas de austeridad, sobre todo en época de recesión, han acabado mal. Casos exitosos como el de Dinamarca o Irlanda pueden deberse a otras causas que no hay que despreciar, como el aumento de las exportaciones, por ejemplo. En otros casos, como el de Letonia o Lituana, sus elevados crecimientos se produjeron, precisamente, después de abandonar las medidas de austeridad.
El autor también analiza los recortes en los países REBLL (Rumania, Estonia, Bulgaria, Lituania, Letonia), que en algún caso salieron bien pero Blyth cree que no se debe precisamente a los recortes aplicados si no más bien a librarse de ellos.
También duda que los rescates a la banca hayan salido más baratos que si se hubiesen dejado quebrar los bancos. Compara el caso de Islandia (que dejó quebrar a sus finanzas y pronto recuperó el crecimiento) e Irlanda (entrampada en un enorme pago de la deuda para rescatar a sus bancos a costa del contribuyente).
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Resumen: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa", de Mark Blyth (2013)
Sociología, estructura económica.
Resumen por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.
Título: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa".
Título original: "Austerity. History of a dangerous idea"
Autor: Mark Blyth
Editorial en inglés: Oxford University Press (2013)
Editorial en español: Editorial Planeta SA. Crítica (2014)
............................................
Biografía del autor (2013)
Mark Blyth es profesor de Economía política internacional en la Universidad de Brown. Es autor de Great Transformations: Economic Ideas and Institutional Change in the Twentieth Century.
...............................................
Texto de la contraportada
Hay una crítica de Paul Krugman que dice así: "Una de las cosas especialmente buenas del libro de Mark Blyth es la forma en que expone el auge y caída de la idea de "austeridad expansionaria", la propuesta de que recortar el gasto en realidad lleva a una mayor producción. Como documenta Blyth, esta idea "se extendió como un reguero de pólvora".
La austeridad, nos dice Mark Blyth, profesor de la Universidad de Brown, es una idea peligrosa, que no funciona en el mundo real en que vivimos. En el mundo imaginario de sus partidarios, los recortes siempre afectan a otro; pero desgraciadamente, como lo demuestra Europa, en este mundo real de nuestros días no hay "otro" que asuma los costes. Blyth ha escrito un libro extraordinario, rico en ideas y libre de jerga económica, que analiza la realidad de la crisis, la génesis histórica de las ideas que han llevado a la doctrina de la austeridad, la evidencia de un fracaso en todos los casos en que se ha intentado aplicarla, y la perspectiva de un futuro en que, como la austeridad no disminuye la deuda sino que la aumenta, nos aguarda un porvenir de regresión fiscal y aumento de los impuestos. "Austeridad" ha recibido elogios de Paul Krugman, de Robert Skidelsky, quien lo califica como un análisis fascinante", de Lawrence Summers, en Financial Times, de Martin Wolf, que lo considera un "espléndido libro" y de John Quiggin, quien asegura que se trata de "una guía esencial para cualquiera que desee entender la depresión actual".
..........................................................................
ÍNDICE
Prólogo a la edición española
Prefacio. La austeridad como cuestión personal.
1. El estreno de una obra titulada: "Austeridad, deuda y moralidad"
Primera parte: ¿Por qué es preciso que todos nos comportemos con austeridad?
2. Estados Unidos. ¿Un sistema demasiado grande como para permitir su quiebra? Los banqueros, los rescates financieros y el reflejo de culpabilizar al Estado.
3. Europa. ¿Un área de extensión superior a toda posibilidad de rescate?. La política de la austeridad permanente.
Segunda parte: Las vidas paralelas de la austeridad
Introducción a los capítulos 4, 5 y 6. Historia natural e intelectual de la austeridad
4. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1692 a 1942
5. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1942 a 2012.
6. Historia natural de la austeridad, años 1914 a 2012
Tercera parte: conclusión
7. El fin de la banca, las nuevas narrativas y la época de impuestos que se nos avecina.
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Resumen express:
Según Blyth, tres son las razones que avalan su afirmación de que la austeridad es un "zombi económico" ( una idea que nunca muere por su simplicidad y el argumento de que "asumir una mayor deuda no resuelve las deudas anteriores") y que es una idea peligrosa:
1) la austeridad no funciona en la práctica (porque todos la aplican a la misma vez y generan un efecto de suma cero o falacia de la composición)
2) el fundamento de la austeridad descansa en la pretensión de que los pobres acaben pagando los errores de los ricos
3) y que la austeridad necesita como condición la ausencia del largo brazo de la falacia de la composición (lo que es cierto respecto de un todo no lo es en cambio de las partes, y todos salen perdiendo ), una falacia "cuya presencia resulta más patente en el mundo moderno".
Prólogo a la edición española
En el prólogo de la edición española, Blyth dice que desde el 2008 se ha aplicado una política de austeridad y que en el 2013 España y Europa crecieron un 0,1%, con lo que echaron las campanas al vuelo por haber "doblado el cabo" de la crisis para celebrar la veracidad de que la austeridad funciona, una prueba demasiado "fragil"´, según el autor. Blyth afirma que España en estos años ha perdido el 20% del PIB del 2008 y tiene uno de los índices más elevados de paro tras las medidas de austeridad implantadas.
Califica el éxito en España de "etéreo" porque la reducción del paro ha sido del 1,22% (explicado por el mayor turismo) respecto al 27,2% máximo alcanzado. El crecimiento del 0,1 % estaría asociado a un aumento del 8% de las exportaciones.
Blyth hace balance y dice que los salarios españoles han caído un 7% desde que empezó la crisis. El comisario europeo Olli Rehn propuso reducir el salario al 10% pero esa medida solo aumentaría el empleo otro 1,2%. A este ritmo, España tardaría 60 años en recuperar su tasa de empleo del 2008.
Por debajo de un crecimiento anual del 1,5% de la economía, España estará en "recesión permanente", según Blyth.
Prefacio
El autor abre un nuevo frente al estudiar el "por qué" de esa insistencia del G-20 en el 2010 por implantar las políticas de austeridad que a ojos del mercado y de la gente son la peor receta para estimular el crecimiento. Su libro se dedica a estudiar eso y a exculpar al estado del bienestar, al que agradece que le diese comida y estudios gratis cuando era un niño pobre en Inglaterra.
La conclusión de Blyth es que no se entiende la insistencia de los Gobiernos y del G-20 en unas políticas tan desacertadas como la austeridad si no es por otro motivo que no tenga que ver ni con aumentar el crecimiento ni el empleo. La pista del verdadero motivo conduce a los bancos, origen de la crisis del 2008 y que todavía están en proceso de rescate. Sólo desde la perspectiva de rescatar a los bancos es como, según Blyth, se puede entender la crisis teorías.
Capítulo 1
Sostiene que la teoría de la austeridad parece razonable si se examina de forma intuitiva ya que suena lógico que nadie se endeude sin haber pagado antes sus deudas. Sin embargo, lo que ha ocurrido es que la deuda de los PIGS se ha disparado con las políticas de austeridad y ahora estos países deben el doble o triple que antes de la crisis. ¿Cómo puede haber ocurrido esto? La razón es que la austeridad lleva directamente a la recesión si todos la aplican a la vez, tendría sentido si solo la aplicase Grecia o España y estos países se volviesen más competitivos pero no cuando todos la practican a la vez, ya que hay un juego de suma cero si todos se bajan los salarios a la vez, ahorran más, reducen los déficits públicos, orientan sus productos a la exportación... el resultado es que no hay a quien vender esta producción ya que los principales socios han reducido sus gastos y consumo. Era evidente que la austeridad iba a hundir el consumo interno y el crecimiento. Entonces, ¿por qué se insistió en el mantra de la austeridad? Blyth cree que hay otros factores que nada tienen que ver con el crecimiento. La austeridad sirve para crear deflación y eso beneficia a los acreedores [nota del lector: Stiglitz dice algo parecido cuando señala que las políticas del FMI para "rescatar" a un país casualmente siempre beneficiaban al acreedor].
Por otra parte, cree que toda esta política de austeridad olvida dos cosas: que la principal deuda no es pública sino privada (los bancos se apalancaron demasiado para dar fluidez al crédito para el consumo) y recuerda que la del 2008 fue una crisis bancaria que está sin resolver, la deuda pública es un problema insignificante. Cree que los Estados están endeudándose para rescatar a la banca, lo cual es muy loable pero resulta que son los ciudadanos los que asumen en ese coste (una especie de impuesto encubierto). Además, mientras Estados Unidos puede salvar a su banca dándole a la manivela de la impresora que fabrica dólares, en Europa el tamaño de la banca es tan descomunal que no sería posible salvarla si se desmoronase el sistema porque no habría suficiente dinero.
Da algún dato inquietante como que España, en 1979, era la octava potencia industrial del mundo y en la década del 2000 ocupaba el puesto 17 tras la desindustrialización, lo que la abocó a ser un país dependiente del turismo, las finanzas, el suelo y el ladrillo . El mayor beneficiado, dice, fue Alemania, que concedió créditos baratos a los españoles para que comprasen sus coches.
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Resumen: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa", de Mark Blyth (2013)
Sociología, estructura económica.
Resumen por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.
Título: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa".
Título original: "Austerity. History of a dangerous idea"
Autor: Mark Blyth
Editorial en inglés: Oxford University Press (2013)
Editorial en español: Editorial Planeta SA. Crítica (2014)
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Biografía del autor (2013)
Mark Blyth es profesor de Economía política internacional en la Universidad de Brown. Es autor de Great Transformations: Economic Ideas and Institutional Change in the Twentieth Century.
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Texto de la contraportada
Hay una crítica de Paul Krugman que dice así: "Una de las cosas especialmente buenas del libro de Mark Blyth es la forma en que expone el auge y caída de la idea de "austeridad expansionaria", la propuesta de que recortar el gasto en realidad lleva a una mayor producción. Como documenta Blyth, esta idea "se extendió como un reguero de pólvora".
La austeridad, nos dice Mark Blyth, profesor de la Universidad de Brown, es una idea peligrosa, que no funciona en el mundo real en que vivimos. En el mundo imaginario de sus partidarios, los recortes siempre afectan a otro; pero desgraciadamente, como lo demuestra Europa, en este mundo real de nuestros días no hay "otro" que asuma los costes. Blyth ha escrito un libro extraordinario, rico en ideas y libre de jerga económica, que analiza la realidad de la crisis, la génesis histórica de las ideas que han llevado a la doctrina de la austeridad, la evidencia de un fracaso en todos los casos en que se ha intentado aplicarla, y la perspectiva de un futuro en que, como la austeridad no disminuye la deuda sino que la aumenta, nos aguarda un porvenir de regresión fiscal y aumento de los impuestos. "Austeridad" ha recibido elogios de Paul Krugman, de Robert Skidelsky, quien lo califica como un análisis fascinante", de Lawrence Summers, en Financial Times, de Martin Wolf, que lo considera un "espléndido libro" y de John Quiggin, quien asegura que se trata de "una guía esencial para cualquiera que desee entender la depresión actual".
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ÍNDICE
Prólogo a la edición española
Prefacio. La austeridad como cuestión personal.
1. El estreno de una obra titulada: "Austeridad, deuda y moralidad"
Primera parte: ¿Por qué es preciso que todos nos comportemos con austeridad?
2. Estados Unidos. ¿Un sistema demasiado grande como para permitir su quiebra? Los banqueros, los rescates financieros y el reflejo de culpabilizar al Estado.
3. Europa. ¿Un área de extensión superior a toda posibilidad de rescate?. La política de la austeridad permanente.
Segunda parte: Las vidas paralelas de la austeridad
Introducción a los capítulos 4, 5 y 6. Historia natural e intelectual de la austeridad
4. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1692 a 1942
5. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1942 a 2012.
6. Historia natural de la austeridad, años 1914 a 2012
Tercera parte: conclusión
7. El fin de la banca, las nuevas narrativas y la época de impuestos que se nos avecina.
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Resumen express:
Según Blyth, tres son las razones que avalan su afirmación de que la austeridad es un "zombi económico" ( una idea que nunca muere por su simplicidad y el argumento de que "asumir una mayor deuda no resuelve las deudas anteriores") y que es una idea peligrosa:
1) la austeridad no funciona en la práctica (porque todos la aplican a la misma vez y generan un efecto de suma cero o falacia de la composición)
2) el fundamento de la austeridad descansa en la pretensión de que los pobres acaben pagando los errores de los ricos
3) y que la austeridad necesita como condición la ausencia del largo brazo de la falacia de la composición (lo que es cierto respecto de un todo no lo es en cambio de las partes, y todos salen perdiendo ), una falacia "cuya presencia resulta más patente en el mundo moderno".
Prólogo a la edición española
En el prólogo de la edición española, Blyth dice que desde el 2008 se ha aplicado una política de austeridad y que en el 2013 España y Europa crecieron un 0,1%, con lo que echaron las campanas al vuelo por haber "doblado el cabo" de la crisis para celebrar la veracidad de que la austeridad funciona, una prueba demasiado "fragil"´, según el autor. Blyth afirma que España en estos años ha perdido el 20% del PIB del 2008 y tiene uno de los índices más elevados de paro tras las medidas de austeridad implantadas.
Califica el éxito en España de "etéreo" porque la reducción del paro ha sido del 1,22% (explicado por el mayor turismo) respecto al 27,2% máximo alcanzado. El crecimiento del 0,1 % estaría asociado a un aumento del 8% de las exportaciones.
Blyth hace balance y dice que los salarios españoles han caído un 7% desde que empezó la crisis. El comisario europeo Olli Rehn propuso reducir el salario al 10% pero esa medida solo aumentaría el empleo otro 1,2%. A este ritmo, España tardaría 60 años en recuperar su tasa de empleo del 2008.
Por debajo de un crecimiento anual del 1,5% de la economía, España estará en "recesión permanente", según Blyth.
Prefacio
El autor abre un nuevo frente al estudiar el "por qué" de esa insistencia del G-20 en el 2010 por implantar las políticas de austeridad que a ojos del mercado y de la gente son la peor receta para estimular el crecimiento. Su libro se dedica a estudiar eso y a exculpar al estado del bienestar, al que agradece que le diese comida y estudios gratis cuando era un niño pobre en Inglaterra.
La conclusión de Blyth es que no se entiende la insistencia de los Gobiernos y del G-20 en unas políticas tan desacertadas como la austeridad si no es por otro motivo que no tenga que ver ni con aumentar el crecimiento ni el empleo. La pista del verdadero motivo conduce a los bancos, origen de la crisis del 2008 y que todavía están en proceso de rescate. Sólo desde la perspectiva de rescatar a los bancos es como, según Blyth, se puede entender la crisis teorías.
Capítulo 1
Sostiene que la teoría de la austeridad parece razonable si se examina de forma intuitiva ya que suena lógico que nadie se endeude sin haber pagado antes sus deudas. Sin embargo, lo que ha ocurrido es que la deuda de los PIGS se ha disparado con las políticas de austeridad y ahora estos países deben el doble o triple que antes de la crisis. ¿Cómo puede haber ocurrido esto? La razón es que la austeridad lleva directamente a la recesión si todos la aplican a la vez, tendría sentido si solo la aplicase Grecia o España y estos países se volviesen más competitivos pero no cuando todos la practican a la vez, ya que hay un juego de suma cero si todos se bajan los salarios a la vez, ahorran más, reducen los déficits públicos, orientan sus productos a la exportación... el resultado es que no hay a quien vender esta producción ya que los principales socios han reducido sus gastos y consumo. Era evidente que la austeridad iba a hundir el consumo interno y el crecimiento. Entonces, ¿por qué se insistió en el mantra de la austeridad? Blyth cree que hay otros factores que nada tienen que ver con el crecimiento. La austeridad sirve para crear deflación y eso beneficia a los acreedores [nota del lector: Stiglitz dice algo parecido cuando señala que las políticas del FMI para "rescatar" a un país casualmente siempre beneficiaban al acreedor].
Por otra parte, cree que toda esta política de austeridad olvida dos cosas: que la principal deuda no es pública sino privada (los bancos se apalancaron demasiado para dar fluidez al crédito para el consumo) y recuerda que la del 2008 fue una crisis bancaria que está sin resolver, la deuda pública es un problema insignificante. Cree que los Estados están endeudándose para rescatar a la banca, lo cual es muy loable pero resulta que son los ciudadanos los que asumen en ese coste (una especie de impuesto encubierto). Además, mientras Estados Unidos puede salvar a su banca dándole a la manivela de la impresora que fabrica dólares, en Europa el tamaño de la banca es tan descomunal que no sería posible salvarla si se desmoronase el sistema porque no habría suficiente dinero.
Da algún dato inquietante como que España, en 1979, era la octava potencia industrial del mundo y en la década del 2000 ocupaba el puesto 17 tras la desindustrialización, lo que la abocó a ser un país dependiente del turismo, las finanzas, el suelo y el ladrillo . El mayor beneficiado, dice, fue Alemania, que concedió créditos baratos a los españoles para que comprasen sus coches.
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Resumen del libro "Capital e ideología", de Thomas Piketty (2019)
Resumen original y actualizado en el siguiente link:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/12/capital-e-ideologia-de-thomas-piketty.html
Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Sociología y Derecho
Sociología, Economía, Economía Política, socialismo, desigualdad, impuestos, capitalismo, socialismo participativo, socialfederalismo
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Ficha técnica:
Título: "Capital e ideología"
Título original en francés: "Capital et idéologie"
Autor: Thomas Piketty
Fecha de edición: París
Editorial en español: Deusto, Editorial Planeta, Barcelona, 2019
Número de páginas: 1.247
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Biografía oficial del autor Thomas Piketty (hasta 2020)
Thomas Piketty (Clichy, Francia, 1971) es director de investigación en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS), profesor en la Paris School of Economics, de la que fue su primer director, y codirector de la World Inequality Database (WID.world).
Tras doctorarse con apenas 23 años en la London School of Economics (LSE) bajo la dirección de Roger Guesnerie, ha sido profesor en distintas instituciones, entre las cuales la propia LSE y el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Es autor de decenas de artículos académicos en algunas de las publicaciones más prestigiosas, como American Economic Review, Journal of Economic Theory o Econometrica, así como numerosos libros, entre los que destaca El Capital del siglo XXI (2013), del que se han vendido más de 2,5 millones de copias en todo el mundo.
Ha recibido, entre otros, el Premio Yrjö Jahnsson (2013) de la Asociación Europea de Economía (EEA), ex aequo con la economista Hélène Rey, al economista menor de 45 años. El 1 de enero del 2015 rechazó la Legión de Honor otorgada por el Gobierno francés haciendo la declaración: "Rechazo esta nominación porque pienso que no es el papel del gobierno el decidir quién es honorable".
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Texto de la contraportada
"¿Cuál es el origen de la desigualdad?
Gracias al éxito cosechado por El Capital del siglo XXI (2013), Thomas Piketty ha podido acceder a fuentes fiscales e históricas que diferentes gobiernos se negaban a ofrecer hasta ahora. A partir del estudio de estos datos inéditos, el autor propone una historia económica, social, intelectual y política de la desigualdad, desde las sociedades estamentales y esclavistas hasta las sociedades poscoloniales e hipercapitalistas modernas, pasando por las sociedades colonialistas, comunistas y socialdemócratas.
De este análisis se desprende una conclusión importante: la desigualdad no es económica o tecnológica, es ideológica y política. Dicho de otro modo, las ideas y las ideologías cuentan en la historia. Para Piketty, el hilo conductor de la historia de las sociedades humanas (que es también la historia de la búsqueda de la justicia) no es la lucha de clases, como defendían Marx y Engels, sino la lucha de ideologías. La posición social no basta para forjar una teoría de la sociedad justa, de la propiedad justa, de la fiscalidad justa o de la democracia. Nadie tendrá jamás la verdad absoluta sobre estas cuestiones.
Thomas Piketty se muestra convencido de que es posible superar el capitalismo y construir una sociedad justa basada en el socialismo participativo y en socialfederalismo y expone su propuesta en esta ambiciosa obra".
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ÍNDICE
(resumido)
Introducción
¿Qué es una ideología?
Las fronteras y la propiedad
Tomarse la ideología en serio
Aprendizaje colectivo y ciencias sociales
Las fuentes utilizadas en este libro: desigualdades e ideologías
El progreso humano, el regreso de las desigualdades y la diversidad del mundo
El regreso de las desigualdades: primeras referencias
La curva del elefante: debatir serenamente sobre la mundialización
Sobre la justificación de la desigualdad extrema
Aprender de la historia, aprender del siglo XX
Sobre la glaciación ideológica y las nuevas desigualdades educativas
El regreso de las élites múltiples y las dificultades para una condición igualitaria
replantearse la propiedad justa, la educación justa, las fronteras justas
La diversidad del mundo y la evolución a largo plazo
Sobre la complementariedad entre el lenguaje natural y el lenguaje matemático
Estructura del libro
PRIMERA PARTE
Los regímenes desigualitarios en la historia
1. Las sociedades ternarias: la desigualdad trifuncional
2. Las sociedades estamentales europeas: poder y propiedad
3. La invención de las sociedades propietaristas
4. Las sociedades propietaristas: el caso de Francia
5. Las sociedades propietaristas: casos europeos
SEGUNDA PARTE
Las sociedades esclavistas y coloniales
6. Las sociedades esclavistas: la desigualdad extrema
7. Las sociedades coloniales: diversidad y dominación
8. Sociedades ternarias y colonialismo: el caso de la India
9. Sociedades ternarias y colonialismo: casos euroasiáticos
TERCERA PARTE
La gran transformación del siglo XX
10. Las crisis de las sociedades propietaristas
11. Las sociedades socialdemócratas: la igualdad inconclusa
12. Las sociedades comunistas y poscomunistas
13. El hipercapitalismo: entre modernidad y arcaísmo
CUARTA PARTE
Repensar las dimensiones del conflicto político
14. Las fronteras y la propiedad: la construcción de la igualdad
15. La "izquierda brahmánica": las nuevas divisiones euroamericanas
16. Social-nativismo: la trampa identitaria poscolonial
17. Elementos para un socialismo participativo en el siglo XXI
Conclusión
La historia como lucha de ideologías y búsqueda de la justicia
Sobre las limitaciones de adoptar una mirada desoccidentalizada
Sobre el papel cívico y político de las ciencias sociales
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RESUMEN
Comentarios iniciales: El autor Thomas Piketty obtuvo un gran éxito con El Capital en el siglo XXI, donde estudiaba cómo los rentistas habían ampliado su riqueza a un ritmo mayor que la gente que solo obtenía ingresos de su trabajo, de forma que al final los rentistas obtenían grandes fondos derivados de los intereses y de las herencias, pues el capital se reproducía y se perpetuaba a través de las mismas generaciones. Esa concentración de riqueza ocurrió durante la Belle Epoque (1880-1914) y después a partir de 1989 a 2008, cuando se concentraron inmensas fortunas en pocas manos. Su propuesta es limitar el dinero obtenido de las herencias. En el siguiente libro, Capital e Ideología, propone modos sensatos de redistribuir las riquezas (aplicando impuestos del 80 % a los más ricos, como ocurrió entre 1945 y 1980, antes de la revolución conservadora y de la globalización) para evitar una nueva concentración de capital como la de la Belle Epoque, pues esta genera desigualdad que pueden derivar en conflictos de pobres contra una minoría ultrarrica que se ha enriquecido con la globalización. Su tesis es que desde hace 30 años está aumentando la desigualdad.
El autor arranca el libro explicando cómo se mide la desigualdad a través de percentiles (el 10 % más pobre, el 10 % más rico, o el 1 % más rico), pues cree que ese método refleja mejor la realidad que recurrir a las clásicas divisiones de clases: alta, media, baja. Critica el índice de Gini pues técnicamente deja aspectos sin resolver.
Otro concepto técnico que maneja es la llamada "Curva del elefante" que explica los efectos de la globalización en el crecimiento económico a nivel mundial: mejoran los ingresos de la cola (el 10 % mas pobre mejora su condición, hay un gran sector de pobres que también mejoran (el lomo del elefante), pero la clase media se hunde (la cabeza del elefante) y el 1 % más rico dispara sus ganancias (la trompa alzada del elefante)
Divide su obra en cuatro parte: las primeras son históricas y estudia desde el Antiguo Régimen (Francia tenía concentrada la riqueza en el 2 % de la población y España en el 5 %) hasta la era del hipercapitalismo del siglo XXI. En las dos últimas partes propone ideas de redistribución de la riqueza.
Este es su plan de trabajo que sirve como mini-resumen exprés
Capítulo 1
Introducción general al estudio de las sociedades ternarias, o trifuncionales; esto es, sociedades organizadas en torno a tres grupos funcionales (clero, nobleza y pueblo llano)
Capítulo 2
Analiza el caso de las sociedades estamentales europeas, basadas en el equilibrio de legitimidades entre las élites intelectuales y militares y en formas específicas de propiedad y de relaciones de poder.
Capítulo 3
Estudia el nacimiento de las sociedades propietaristas a partir de la ruptura emblemática que supuso la Revolución francesa, que intentó establecer una separación radical entre el derecho de propiedad (supuestamente accesible a todos) y los poderes soberanos (monopolio del Estado desde entonces) y que en el camino tropezó con la cuestión de la desigualdad y su persistencia.
Capítulo 4
Analiza el desarrollo de una sociedad propietarista hiperdesigualitaria en la Francia del siglo XIX hasta la primera guerra mundial.
Capítulo 5
Estudia diferentes casos de transición entre las lógicas trifuncionales y las lógicas propietaristas en Europa, prestando especial atención al Reino Unido y Suecia. Dice que los datos evidencian la importancia de las movilizaciones colectivas y de los cambios políticos e ideológicos en la transformación de los regímenes desigualitarios.
PARTE 2
Capítulo 6
Se ocupa de las sociedades esclavistas, que constituyen la forma histórica más extrema de desigualdad, centrándose en la abolición de la esclavitud durante el siglo XIX y en las formas de compensación a los propietarios de esclavos a los que dio lugar. Añade que dichos episodios ilustran la casi sacralización de la propiedad en la época, en donde ha surgido el mundo actual.
Capítulo 7
Estudia la estructura de las desigualdades en las sociedades coloniales postesclavistas, que también ha dejado profundas huellas en la estructura de la desigualdad contemporánea, tanto entre países como en el interior de ellos.
Capítulos 8 y 9
Examinan cómo las potencias coloniales y propietaristas europeas alteraron la evolución de las sociedades trifuncionales no europeas y estudia el caso de la India (donde quedó una huella duradera) y China, Japón e Irán.
PARTE 3
Capítulo 10
Analiza la caída de las sociedades propietaristas del siglo XX, como consecuencia de las dos guerras mundiales, de la crisis de la década de 1930, del comunismo, de la independencia de las antiguas colonias, y, principalmente, de movilizaciones colectivas e ideológicas (socialdemócratas y sindicales, en gestación en el siglo XIX) en favor de un régimen desigualitario más justo que el propietarismo.
Capítulo 11
Estudia los logros y las limitaciones de las sociedades socialdemócratas tras la segunda guerra mundial; en particular, analiza sus propias dificultades para definir qué entienden por propiedad justa, para hacer frente a la desigualdad del sistema de educación superior y para extender la cuestión de la redistribución a escala transnacional.
Capítulo 12
Examina las sociedades comunistas y poscomunistas en sus variantes rusa, china y de Europa del Este, así como la contribución del poscomunismo a alimentar las derivas desigualitarias e identitarias recientes.
Capítulo 13
Pone en perspectiva el actual régimen hipercapitalista mundial, entre lo moderno y lo arcaico, e insiste en su incapacidad para darse cuenta de la magnitud de la crisis desigualitaria y medioambiental que socava sus propios cimientos.
PARTE 4
Capítulo 14
Analiza las condiciones históricas que definen la aparición y posterior desaparición de una coalición electoral igualitaria (un programa redistributivo lo suficientemente convincente como para reunir a clases populares originarias de diferentes lugares), comenzando por el caso francés.
Capítulo 15
Muestra cómo el proceso de desagregación-gentrificación-brahmanización de la coalición socialdemócrata de posguerra se produjo tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, lo cual sugiere la existencia de causas estructurales comunes.
Capítulo 16
Extiende ese análisis a otras democracias electorales occidentales, a Europa del Este, India y Brasil. Estudia la formación de una verdadera trampa social-nativista a comienzos del siglo XXI e insiste en la forma en que las derivas identitarias se alimentan de la ausencia de una plataforma igualitaria e internacionalista bastante fuerte como para actuar de contrapeso, es decir: de un federalismo social real y creíble.
Capítulo 17
Expresa el boceto de un socialismo participativo para el siglo XXI. Se pregunta qué formas podría adoptar una propiedad justa, con dos pilares: un reparto real del poder y de los derechos de voto en las empresas, capaz de institucionalizar la propiedad social y de ir hacia la cogestión y la autogestión. También poner un impuesto fuertemente progresivo sobre la propiedad que permita financiar una dotación de capital a cada joven adulto e instaurar una dotación de capital a cada joven adulto e instaurar una forma de propiedad temporal y de circulación permanente del patrimonio. Otra idea para garantizar la justicia educativa y la justicia fiscal es hacer más transparencia y control por los ciudadanos. Además, busca las condiciones para una democracia justa y unas fronteras justas.
Según Piketty, la clave es montar una organización alternativa de la economía mundial que permita desarrollar nuevas formas de solidaridad fiscal, social y medioambiental que reemplace los tratados de libre circulación de bienes y de capitales que hacen ahora las veces de gobernanza mundial.
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RESUMEN B
El autor Thomas Piketty arranca el libro explicando en qué consisten las sociedades propietaristas. Se trata de rentistas que acumulan grandes riquezas generando una desigualdad extrema. Pone como ejemplo la Belle Epoque francesa (1880-1914), en la que una pequeña minoría llegó a ser propietaria de la gran parte de los inmuebles de Francia, de los que extraían enormes rentas en alquileres o en inversiones en bonos del Estado. Esta desigualdad extrema se redujo con las guerras europeas (entre 1914 y 1945), tras lo cual surgió una sociedad más igualitaria (los trabajadores accedieron a la propiedad y además tuvieron mayores ingresos y seguro de desempleo, educación y sanidad).
Explica que hay una relación entre la propiedad y la ideología ya que la mayoría de las leyes de las sociedades propietaristas van enfocadas a la conservación y aumento de la riqueza de los propietarios, que a su vez están sobrerrepresentados en el poder estatal, medios de comunicación, iglesia y ejército. De esta forma, su poder y riqueza se perpetúa a través de dicha ideología, la cual defiende que los dueños de inmuebles y valores y rentas tienen que abonar pocos impuestos. Es una tendencia que se repite desde la época feudal (con una minoría aristocrática que no paga impuestos directos al rey) y luego en la Francia del siglo XIX, donde se alcanzó una desigualdad extrema que desembocó en dos guerras mundiales. Tras un breve paréntesis en el siglo XX, entre 1945 y 1970, donde hubo un auge de la clase media, la ideología propietarista ha vuelto por sus fueros, de ahí los numerosos partidos que proponen más rebajas para los más ricos, que a su vez concentran mayor riqueza, lo que se ha llamado el 1 % o el 0,01 %. Para sustentar el crecimiento de sus riquezas, los propietarios hacen campañas que favorecen las ideas de bajos impuestos para los más ricos. El autor advierte de que la alta concentración de riqueza en pocas manos en el siglo XXI guarda paralelismos con la Belle Epoque (1880-1914) [nota del autor: sociedad que queda reflejada en el hundimiento del Titanic (se salvaron los pasajeros de primera clase y se murieron los de tercera)].
El autor explica que las actuales desigualdades del mundo globalizado del siglo XXI se pueden reflejar en un gráfico con forma de elefante. La espalda estaría formada por los más pobres del mundo (África), el lomo por las clases ascendentes de Asia que salieron de la pobreza, la frente y parte de la trompa que desciende de las clases medias europeas y americanas golpeadas por la crisis y la globalización (los perdedores de la globalización y votantes de Trump) y, finalmente, la trompa alzada (el 1 % más rico que todavía se ha hecho más rico con la globalización).
La caída del régimen feudal
Piketty comienza estudiando la situación previa a la Revolución Francesa, una sociedad feudal dividida en tres estamentos (nobleza, clero y plebe), cuyo reparto de poder y pago de impuestos era muy distinto (pues la plebe pagaba el 10 % de sus cosechas o diezmo a la iglesia y la "corvea" o trabajo gratis a los señores feudales, los cuales estaban exentos de impuestos directos).
El autor compara la composición de la aristocracia y el clero en España, Portugal, Francia e Inglaterra desde 1600 a 1800, en el Antiguo Régimen. Lo que se desprende de esta evolución de dos siglos es que mientras en Inglaterra (a raíz del surgimiento del anglicismo de Enrique VIII y la expropiación de los bienes de la iglesia) el clero disminuyó a mínimos del 5 % en España llegó a alcanzar el 20 %. En cuanto a la aristocracia, había mayor porcentaje en España (a causa de la hidalguía o nobleza menor) mientras que en Francia e Inglaterra eran el 5 % o menos (esto se debe a que la población se disparó en varios millones en el siglo XVIII mientras que la aristocracia no se reprodujo al mismo ritmo). El resultado es que la nobleza cada vez se hizo más minoritaria pero concentró mucho más poder en Francia, donde casualmente estalló la Revolución cuando los Estados Generales quisieron repartir mejor los impuestos.
La Revolución Francia, a pesar de los ideales de igualdad, no siguió a un reparto de tierras entre los desposeídos pues no hubo una reforma agraria seria y, además, se mantuvieron impuestos reciclados (como el del trabajo servil, reconvertido en otro impuesto más). A finales del siglo XIX, la supuesta igualdad seguía sin producirse, ya que la mayoría de los inmuebles de París pertenecían a una pequeña clase adinerada. El resto de los ciudadanos tenían que alquilar. De ahí que el autor recuerde frases de clásicos franceses en los que el protagonista aspiraba a acumular una fortuna y vivir de rentas. Piketti cita a Jane Austen en "Orgullo y Prejuicio", donde cita expresamente la cantidad de dinero necesaria para vivir de rentas (10.000 libras anuales) una familia en el campo inglés de forma holgada. Por tanto, el siglo XIX fue el de la acumulación de patrimonio para luego vivir de rentas (acciones, bonos del Estado, fincas, alquileres de pisos).
El autor también aborda la cuestión de Irlanda, donde las tierras estaban en poder los señores ingleses, propietarios de grandes extensiones. La situación se agravó a mediados del siglo XIX cuando una plaga de la patata dejó a los irlandeses sin alimentos. Un millón de irlandeses emigraron a Estados Unidos y otro murió en la propia Irlanda, motivo por el que guardaron rencor a los latifundistas ingleses y a la metrópoli porque no acudió en su socorro y auxilio humanitario. Fue la base para la posterior independencia de Irlanda en 1921.
El autor luego indaga en las economías esclavistas. Señala, por ejemplo, que en Haití-Santo Domingo el porcentaje de esclavos alcanzó el 90 %, por lo que se trata de la sociedad más desigualitaria que ha conocido el mundo, donde 10 % de la población era rica o tenía el poder y obtenía el 90 % de los ingresos (el 10 % restantes son gastos en manutención, comida, alojamiento y ropa de los esclavos). Hubo más revueltas de esclavos en otras islas pero solo triunfó la de Haití porque eran demasiados y los patrones ni siquiera vivían en la isla sino que recibían sus rentas en sus cómodas villas parisinas. Francia obligó a pagar compensaciones durante un siglo a Haití bajo la amenaza de una invasión si no pagaban. Terminaron de pagar las indemnizaciones en 1950, por lo que se considera que este factor fue el que lastró el crecimiento económico de la isla (así como el bloqueo francés) durante todo un siglo.
Piketti también aborda las distintas soluciones que adoptaron los países para erradicar la esclavitud, en concreto Inglaterra, Francia y Estados Unidos, y Brasil. En primer lugar, Inglaterra prohibió el tráfico intercontinental de esclavos después de 1800 y abonó indemnizaciones a los propietarios esclavistas mediante la emisión de bonos y deuda pública. Al final, fueron los contribuyentes los que costearon la supresión de la esclavitud en territorio británico al precio justo.
En el caso de Francia, se obligó a Haití a pagar por su libertad. Aunque la Revolución Francesa había abolido la esclavitud, Napoléon la restauró. Solo Haití se tomó en serio las proclamas de la igualdad entre los hombres. La Revolución Francesa estableció que todos los hombres eran iguales y libres pero los legisladores posteriores reconocieron que los dueños de las plantaciones habían comprado legalmente a sus cultivadores (a precios altos, pues un esclavo se amortizaba con diez años de trabajo: si facturaba 30.000 euros al año, valía 300.000 euros, a precios actuales. Eran muy caros y habría que reemplazarlos continuamente porque muchos morían durante el transporte o por el duro trabajo). Las demás islas de las Antillas y el Índico fueron liberadas décadas más tarde por el temor a las continuas rebeliones de los esclavos, y también se buscó un modo de que el Estado abonase una indemnización a los propietarios con dinero público.
En Estados Unidos, la esclavitud llegó a suponer el 30 % de la población en el Sur porque, tras el bloqueo de Inglaterra al tráfico de esclavos en el Atlántico, tuvieron que mejorar las condiciones de vida de los trabajadores forzados de las plantaciones, por lo que nacieron más bebés sanos, que heredaron la condición de esclavos de sus padres. El resultado fue que de un millón de esclavos en el siglo XVIII se pasó a 5 millones sin gastar un dólar en transporte en Estados Unidos, mientras que Francia apenas mejoró su población porque siguió con las malas condiciones en sus islas-plantación.
La razón de la guerra de Secesión en EE.UU. se debe a que, cuando el país se expandió hacia el Oeste, Washington quería que esos estados no fuesen esclavistas, por lo que el Sur temió convertirse en un estado tapón rodeado de santuarios para los esclavos fugitivos. Uno de los argumentos comunes en Francia es que los dueños de esclavos habían comprado legalmente a esos hombres y que tenían derecho a una compensación. Pero en Estados Unidos, compensar a los dueños de los plantaciones era impensable porque había millones de esclavos, el precio sería astronómico e inviable. Tras la Guerra de Secesión, se abolió la esclavitud y el Norte, con más población, se impuso al Sur.
Había legisladores que comparaban las plantaciones esclavistas con la sociedad industrial: mientras los esclavos tenían cubiertos todos sus gastos de por vida, alojamiento y jubilación, el proletario industrial era despedido una vez que dejaba de tener valor para el patrón y, además, no tenía un seguro de protección en la vejez.
En Brasil, el emperador portugués siguió con el negocio de esclavos hasta finales del siglo XIX pero estableció un sistema de abolición progresivo: los hijos de los esclavos nacerían libres y los ancianos mayores de 60 años serían también libres (una especie de jubilación).
Sociedades coloniales
Posteriormente, el autor analiza las sociedades coloniales. En este caso, la "corvea" o trabajo gratis sería una forma de que las sociedades colonizadas pagasen sus contribuciones a la metrópoli. Todo estaba montado para que las grandes metrópolis (Londres y París) recibiesen continuos ingresos y materias primas para su industria, lo cual enriquecía aún más a los inversores y rentistas. Por contra, las sociedades colonizadas apenas obtenían beneficios (las modernas líneas ferroviarias estaban trazadas para la extracción y cargamento de materias primas en función de los intereses de la metrópoli). En el caso de la India, se aprovechó el hecho de que el país ya estaba dividido en castas.
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RESUMEN B
El autor Thomas Piketty arranca el libro explicando en qué consisten las sociedades propietaristas. Se trata de rentistas que acumulan grandes riquezas generando una desigualdad extrema. Pone como ejemplo la Belle Epoque francesa (1880-1914), en la que una pequeña minoría llegó a ser propietaria de la gran parte de los inmuebles de Francia, de los que extraían enormes rentas en alquileres o en inversiones en bonos del Estado. Esta desigualdad extrema se redujo con las guerras europeas (entre 1914 y 1945), tras lo cual surgió una sociedad más igualitaria (los trabajadores accedieron a la propiedad y además tuvieron mayores ingresos y seguro de desempleo, educación y sanidad).
Explica que hay una relación entre la propiedad y la ideología ya que la mayoría de las leyes de las sociedades propietaristas van enfocadas a la conservación y aumento de la riqueza de los propietarios, que a su vez están sobrerrepresentados en el poder estatal, medios de comunicación, iglesia y ejército. De esta forma, su poder y riqueza se perpetúa a través de dicha ideología, la cual defiende que los dueños de inmuebles y valores y rentas tienen que abonar pocos impuestos. Es una tendencia que se repite desde la época feudal (con una minoría aristocrática que no paga impuestos directos al rey) y luego en la Francia del siglo XIX, donde se alcanzó una desigualdad extrema que desembocó en dos guerras mundiales. Tras un breve paréntesis en el siglo XX, entre 1945 y 1970, donde hubo un auge de la clase media, la ideología propietarista ha vuelto por sus fueros, de ahí los numerosos partidos que proponen más rebajas para los más ricos, que a su vez concentran mayor riqueza, lo que se ha llamado el 1 % o el 0,01 %. Para sustentar el crecimiento de sus riquezas, los propietarios hacen campañas que favorecen las ideas de bajos impuestos para los más ricos. El autor advierte de que la alta concentración de riqueza en pocas manos en el siglo XXI guarda paralelismos con la Belle Epoque (1880-1914) [nota del autor: sociedad que queda reflejada en el hundimiento del Titanic (se salvaron los pasajeros de primera clase y se murieron los de tercera)].
El autor explica que las actuales desigualdades del mundo globalizado del siglo XXI se pueden reflejar en un gráfico con forma de elefante. La espalda estaría formada por los más pobres del mundo (África), el lomo por las clases ascendentes de Asia que salieron de la pobreza, la frente y parte de la trompa que desciende de las clases medias europeas y americanas golpeadas por la crisis y la globalización (los perdedores de la globalización y votantes de Trump) y, finalmente, la trompa alzada (el 1 % más rico que todavía se ha hecho más rico con la globalización).
La caída del régimen feudal
Piketty comienza estudiando la situación previa a la Revolución Francesa, una sociedad feudal dividida en tres estamentos (nobleza, clero y plebe), cuyo reparto de poder y pago de impuestos era muy distinto (pues la plebe pagaba el 10 % de sus cosechas o diezmo a la iglesia y la "corvea" o trabajo gratis a los señores feudales, los cuales estaban exentos de impuestos directos).
El autor compara la composición de la aristocracia y el clero en España, Portugal, Francia e Inglaterra desde 1600 a 1800, en el Antiguo Régimen. Lo que se desprende de esta evolución de dos siglos es que mientras en Inglaterra (a raíz del surgimiento del anglicismo de Enrique VIII y la expropiación de los bienes de la iglesia) el clero disminuyó a mínimos del 5 % en España llegó a alcanzar el 20 %. En cuanto a la aristocracia, había mayor porcentaje en España (a causa de la hidalguía o nobleza menor) mientras que en Francia e Inglaterra eran el 5 % o menos (esto se debe a que la población se disparó en varios millones en el siglo XVIII mientras que la aristocracia no se reprodujo al mismo ritmo). El resultado es que la nobleza cada vez se hizo más minoritaria pero concentró mucho más poder en Francia, donde casualmente estalló la Revolución cuando los Estados Generales quisieron repartir mejor los impuestos.
La Revolución Francia, a pesar de los ideales de igualdad, no siguió a un reparto de tierras entre los desposeídos pues no hubo una reforma agraria seria y, además, se mantuvieron impuestos reciclados (como el del trabajo servil, reconvertido en otro impuesto más). A finales del siglo XIX, la supuesta igualdad seguía sin producirse, ya que la mayoría de los inmuebles de París pertenecían a una pequeña clase adinerada. El resto de los ciudadanos tenían que alquilar. De ahí que el autor recuerde frases de clásicos franceses en los que el protagonista aspiraba a acumular una fortuna y vivir de rentas. Piketti cita a Jane Austen en "Orgullo y Prejuicio", donde cita expresamente la cantidad de dinero necesaria para vivir de rentas (10.000 libras anuales) una familia en el campo inglés de forma holgada. Por tanto, el siglo XIX fue el de la acumulación de patrimonio para luego vivir de rentas (acciones, bonos del Estado, fincas, alquileres de pisos).
El autor también aborda la cuestión de Irlanda, donde las tierras estaban en poder los señores ingleses, propietarios de grandes extensiones. La situación se agravó a mediados del siglo XIX cuando una plaga de la patata dejó a los irlandeses sin alimentos. Un millón de irlandeses emigraron a Estados Unidos y otro murió en la propia Irlanda, motivo por el que guardaron rencor a los latifundistas ingleses y a la metrópoli porque no acudió en su socorro y auxilio humanitario. Fue la base para la posterior independencia de Irlanda en 1921.
El autor luego indaga en las economías esclavistas. Señala, por ejemplo, que en Haití-Santo Domingo el porcentaje de esclavos alcanzó el 90 %, por lo que se trata de la sociedad más desigualitaria que ha conocido el mundo, donde 10 % de la población era rica o tenía el poder y obtenía el 90 % de los ingresos (el 10 % restantes son gastos en manutención, comida, alojamiento y ropa de los esclavos). Hubo más revueltas de esclavos en otras islas pero solo triunfó la de Haití porque eran demasiados y los patrones ni siquiera vivían en la isla sino que recibían sus rentas en sus cómodas villas parisinas. Francia obligó a pagar compensaciones durante un siglo a Haití bajo la amenaza de una invasión si no pagaban. Terminaron de pagar las indemnizaciones en 1950, por lo que se considera que este factor fue el que lastró el crecimiento económico de la isla (así como el bloqueo francés) durante todo un siglo.
Piketti también aborda las distintas soluciones que adoptaron los países para erradicar la esclavitud, en concreto Inglaterra, Francia y Estados Unidos, y Brasil. En primer lugar, Inglaterra prohibió el tráfico intercontinental de esclavos después de 1800 y abonó indemnizaciones a los propietarios esclavistas mediante la emisión de bonos y deuda pública. Al final, fueron los contribuyentes los que costearon la supresión de la esclavitud en territorio británico al precio justo.
En el caso de Francia, se obligó a Haití a pagar por su libertad. Aunque la Revolución Francesa había abolido la esclavitud, Napoléon la restauró. Solo Haití se tomó en serio las proclamas de la igualdad entre los hombres. La Revolución Francesa estableció que todos los hombres eran iguales y libres pero los legisladores posteriores reconocieron que los dueños de las plantaciones habían comprado legalmente a sus cultivadores (a precios altos, pues un esclavo se amortizaba con diez años de trabajo: si facturaba 30.000 euros al año, valía 300.000 euros, a precios actuales. Eran muy caros y habría que reemplazarlos continuamente porque muchos morían durante el transporte o por el duro trabajo). Las demás islas de las Antillas y el Índico fueron liberadas décadas más tarde por el temor a las continuas rebeliones de los esclavos, y también se buscó un modo de que el Estado abonase una indemnización a los propietarios con dinero público.
En Estados Unidos, la esclavitud llegó a suponer el 30 % de la población en el Sur porque, tras el bloqueo de Inglaterra al tráfico de esclavos en el Atlántico, tuvieron que mejorar las condiciones de vida de los trabajadores forzados de las plantaciones, por lo que nacieron más bebés sanos, que heredaron la condición de esclavos de sus padres. El resultado fue que de un millón de esclavos en el siglo XVIII se pasó a 5 millones sin gastar un dólar en transporte en Estados Unidos, mientras que Francia apenas mejoró su población porque siguió con las malas condiciones en sus islas-plantación.
La razón de la guerra de Secesión en EE.UU. se debe a que, cuando el país se expandió hacia el Oeste, Washington quería que esos estados no fuesen esclavistas, por lo que el Sur temió convertirse en un estado tapón rodeado de santuarios para los esclavos fugitivos. Uno de los argumentos comunes en Francia es que los dueños de esclavos habían comprado legalmente a esos hombres y que tenían derecho a una compensación. Pero en Estados Unidos, compensar a los dueños de los plantaciones era impensable porque había millones de esclavos, el precio sería astronómico e inviable. Tras la Guerra de Secesión, se abolió la esclavitud y el Norte, con más población, se impuso al Sur.
Había legisladores que comparaban las plantaciones esclavistas con la sociedad industrial: mientras los esclavos tenían cubiertos todos sus gastos de por vida, alojamiento y jubilación, el proletario industrial era despedido una vez que dejaba de tener valor para el patrón y, además, no tenía un seguro de protección en la vejez.
En Brasil, el emperador portugués siguió con el negocio de esclavos hasta finales del siglo XIX pero estableció un sistema de abolición progresivo: los hijos de los esclavos nacerían libres y los ancianos mayores de 60 años serían también libres (una especie de jubilación).
Sociedades coloniales
Posteriormente, el autor analiza las sociedades coloniales. En este caso, la "corvea" o trabajo gratis sería una forma de que las sociedades colonizadas pagasen sus contribuciones a la metrópoli. Todo estaba montado para que las grandes metrópolis (Londres y París) recibiesen continuos ingresos y materias primas para su industria, lo cual enriquecía aún más a los inversores y rentistas. Por contra, las sociedades colonizadas apenas obtenían beneficios (las modernas líneas ferroviarias estaban trazadas para la extracción y cargamento de materias primas en función de los intereses de la metrópoli). En el caso de la India, se aprovechó el hecho de que el país ya estaba dividido en castas.
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Resumen del libro "El delirio del crecimiento", de David Pilling (2019)
Ver el resumen original y actualizado en:
Resumen elaborado por E.V.Pita (2020), doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología
Sociología, crecimiento económico, PIB, índice de felicidad
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Ficha técnica
Título: "El delirio del crecimiento"
Subtítulo: La riqueza y el bienestar de las naciones
Título original: "The Growth Delusion"
Autor: David Pilling7
Fecha de publicación: 2019
Editorial en español: Taurus, Penguin Random House Group, Barcelona, 2019
Páginas: 321
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Biografía del autor David Pilling (hasta el 2019)
David Pilling ha sido durante 25 años reportero y editor de The Financial Times. De Asia a Estados Unidos y de África a Latinoamérica, ha entrevistado a decenas de líderes mundiales, importantes ejecutivos, artistas y novelistas de todo el mundo. Ha obtenido numerosos galardones, entre otros, por dos años consecutivos (2011 y 2012), el Premio al Mejor Comentarista concedido por la Society of Publishers in Asia y el de Mejor Comentarista Extranjero en el 2011 en los premios británicos Editorial Intelligence Comment Awards.
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Texto de la contraportada
Los economistas y su culto al crecimiento se han apoderado de la política. Según su sistema de medida por antonomasia, el producto interior bruto, deberíamos ser más ricos o felices que nunca. David Pilling, uno de los más prestigiosos y premiados periodistas económicos, demuestra la insensatez de nuestra dependencia de ese concepto arbitrario, limitado y engañoso que nos empeñamos en tomar como signo de bienestar.
Muchos de los aspectos clave de nuestro bienestar, desde el aire limpio hasta la estabilidad laboral, están fuera de nuestro alcance de nuestra medida estándar de éxito. Durante demasiado tiempo, la economía se ha basado en un lenguaje que no resuena con la realidad de las personas. Según Pilling, nuestra devoción por el PIB conforma las políticas equivocadas, contribuye a la desconfianza creciente de los ciudadanos y sacude los cimientos de nuestra democracia.
"El delirio del crecimiento" revela las tendencias ocultas de nuestra tradición económica y explora alternativas al PIB, desde medidas de riqueza, igualdad y sostenibilidad hasta el concepto de bienestar subjetivo. Provocador, autorizado y tremendamente revelador, ofrece propuestas ingeniosas e inesperadas sobre cómo lograr responder a las necesidades reales en lugar de perseguir el crecimiento a cualquier precio.
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ÍNDICE
El culto al crecimiento
Primera parte.
Los problemas del crecimiento
1. El monstruo de Kuznets
2. Las contribuciones del pecado
3. El bueno, el malo y el invisible
4. Un exceso de algo bueno
5. Internet me ha robado el PIB
6. Qué le ocurre al ciudadano de a pie
Segunda parte
El crecimiento y el mundo en desarrollo
7. Elefantes y ruibarbo
8. El arte de crecer
9. Poder negro, poder verde
Tercera parte
Más allá del crecimiento
10. Riqueza
11. Un "Domesday" moderno
12. El señor de la felicidad
13. PIB 2.0
14. La conclusión del crecimiento
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RESUMEN
Comentarios iniciales: El crecimiento económico de un país se ha asociado con el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIBI), el medidor estadístico de todo lo que produce y los ingresos de un país. Se considera que si el PIB crece, el país va bien y mejor que antes y que si cae un semestre entero, el país entra en recesión. El problema es que contaminar un río sube el PIB porque la empresa contaminante crece a costa del medioambiente para ganar mucho dinero (lo que genera ingresos) y también sube porque luego el ayuntamiento tiene que contratar una brigada de limpieza y comprar equipos químicos para sanear el río, lo que también genera riqueza. Es lo que se conoce como "externalidad negativa" (pues genera un daño para todos, para los bienes comunes como el aire o el agua, sin que le suponga un coste para el contaminador). Del mismo modo, si aumenta la delincuencia, el Gobierno tiene que comprar más coches patrulla y más policía, lo que también incrementa el PIB aunque en el país haya mayor inseguridad. Asegura que el espejo del PIB (con el que se mira un país) está roto.
En el libro, David Pilling explica los puntos débiles y contradicciones del PIB (creado durante la Gran Depresión de la década de 1930 y luego la II Guerra Mundial para que Estados Unidos supiese lo que podía producir) y desgrana varios metodos de medición para corregir el PIB, hacer un balance de los costes ambientales, calcular la riqueza para un país que supone el medioambiente y la naturaleza, y examina otros índices como el de Desarrollo Humano o el Índice de la Felicidad.
Dice que actualmente hay una "edad de la ira" debido a una reacción popular desfavorable y el rechazo a instituciones como el liberalismo. Nadie encuentra una explicación porque los países nunca habían sido tan ricos pero la gente no ve la realidad de su vida reflejada en el relato oficial contado por los economistas. Hay detrás cuestiones de identidad, sensación de impotencia, falta de vivienda asequible, ausencia de comunidad e indignación contra la política monetaria y los crecientes niveles de desigualdad. Pilling señala que ahora las definiciones de "crecimiento" y "economía" ya no encajan con la experiencia vivida por la gente. Pilling intenta explicar dicha "brecha". Además, el crecimiento genera una "carrera armamentística" para ganar más o un "ir más rápido la rueda del hámster de la economía", un impulso que controla nuestras vidas.
Pilling explica el PIB, nacido en la era de la manufactura, es ciega a la moralidad porque mide la producción sin importar si es buena o mala. Le gusta la contaminación, el delito, el huracán Katrina, la escalada armamentísca y la reconstrucción de una ciudad tras un desastre natural o una guerra (pues todo esos son gastos que suben el PIB). En cambio, no le gustan los trabajos sin remunerar como las labores en el hogar, echarle una mano a un amigo o el voluntariado o el camino que recorre una niña de Etiopía para buscar agua a un pozo. El problema actual es que el PIB no encaja bien en las economías de servicios, predominantes en los países ricos, ni tampoco mide bien el progreso (un antibiótico vale céntimos pero es muy valioso). Cree que la definición de economía es bastante tosca y "todos percibimos que algo está mal" tras la crisis financiera del 2008. En esa época, bautizada como "La Gran Moderación" el crecimiento se construyó muy rápido sobre la deuda doméstica y una ingeniería financiera impulsada por "banqueros enloquecidos por los bonus". El crecimiento anterior al 2008 resultó ser una ilusión.
Recalca que el PIB está muy centrado en la manufactura y lo analógico y que el medidor se está volviendo irracional a medida que pasamos a los servicios y lo digital. Pone como ejemplo Japón, considerado un país estancado desde 1990 a pesar de que no era pobre porque el desempleo era muy bajo, los precios eran estables o caían y la calidad de vida mejoraba. Apenas había delincuencia ni droga, la calidad de la comida era muy buena y la esperanza de vida era una de las más longevas. Pero según el PIB, Japón era un fracaso. Dice que lo que realmente importa como el aire limpio, las calles seguras, trabajos estables y mentes sanas se encuentra fuera del campo de visión del PIB.
Otro problema del crecimiento es que requiere una produción y un consumo incesantes, porque si no deseamos más cosas y no somos insaciables, acabará deteniéndose. "En lo más profundo de nuestro corazón sabemos que ese camino conduce a la locura", dice. Eso conlleva un despilfarro por la compra de objetos innecesarios o ridículos, y la fabricación de electrodomésticos con obsolescencia programada o diseñado. Y luego, las rentas medias son una "trampa" y "engañosa" porque el pastel económico de un país no se reparte de forma igual y la media nacional está distorsionada porque incluye a ultrarricos y a superpobres. El autor dice que este dato es importante porque la felicidad no depende de su riqueza absoluta sino de la que tienen comparada con los que le rodean (descubrir que cobras menor salario que tus compañeros iguales te hace muy infeliz y ves una injusticia). El ciudadano, dice el autor, se ha dado cuenta de que las engañosas representaciones de los economistas, sobre todo cuando exigen sacrificios o imponen recortes en colegios y hospitales "en aras del sagrado crecimiento". Un crecimiento sin fin que preocupa a los ecologistas porque podría destruir el planeta como un cáncer.
Por este motivo, varios países han intentado calcular el bienestar, como medida complementaria al crecimiento económico. Se denomina "bienestar subjetivo" a la riqueza, igualdad y sostenibilidad (la felicidad).
El autor dice que el propósito del libro no es guerrear contra el crecimiento si no mostrar lo que está mal en la medición del crecimiento para derribarlo de su pedestal.
El francés Necker redactó el informe Compte rendu au roi (un informe al rey Luis XVI) en 1781 para probar que Francia estaba boyante y podía meterse en la Guerra de la Independiencia de las colonias americanas pero omitió decir que Francia se había endeudado cuando él fue ministro de Finanzas. Petty también hizo una contabilidad nacional en 1652. Los fisiócratas introdujeron el concepto de clases productivas (agrícolas frente artesanos,profesionales, comerciantes y la burocracia real). Adam Smith también insistió en las clases productivas e improductivas (gobierno, armadas). El autor se pregunta si debemos ignorar el gasto público o a los payasos, psicoanalistas y maestros (la URSS no incluyó en su balance a los servicios).
El inventor del PIB fue Simon Kuznets, al que el autor apoda el doctor Frankestein de la economía porque su creación adoptó una vida y dirección propias. El presidente Roosevelt le ordenó en 1933 crear una contabilidad nacional y Kuznets decidió concentrar toda la actividad (la renta nacional) en un único número (que hicieron mediante encuestas y extrapolación de sondeos). Así descubrió que la economía entre 1929 y 1932 se había reducido a la mitad (por el Crack de 1929).
Pero pronto surgieron divergencias: Kutnets buscaba una medida que reflejase el bienestar y excluir las actividades ilegales, las industrias dañinas, la publicidad y el gasto público (gastos en defensa) o incluirlas en un "debe" y un "haber". Fue Keynes el que propuso incluir el gasto público en el PIB (el estímulo fiscal keynesiano), por lo que se le considera el auténtico inventor del PIB. El resultado es que las advertencias de Kutnets sobre el PIB "malo" fueron ignoradas y ahora se piensa que las economías rinden más cuanto más grandes son nuestros bancos, más persuasivos los publicitarios, peor la delincuencia y más cara la sanidad.
En el 2012, dos estadísticos del Reino Unido (Abramsky y Drew) empezaron a contar prostitutas por orden de la Eurostat (la sección estadística de la UE), que quería estandarizar el cálculo de la renta nacional (la actividad económica incluye cualquier transación monetaria y voluntaria). En Colombia, cuentan la producción y venta de droga (el 6 % del PIB en los años 80 y un 1 % en el 2010). En Italia, la economía sumergida disparó un 18 % el PIB en 1987. El autor argumenta que se acepta la venta de tabaco como parte del PIB aunque tiene un coste oculto (enfermedades, costes sanitarios).
El autor también analiza los sobreprecios en la sanidad por fármacos y pruebas con facturas infladas (que también inflan un 17 % el PIB en EE.UU frente al 11 % de Francia). Pilling dice que el lobby farmacéutico gasta tres veces más dinero que el armamentísco en influir en políticas de Washintong. A pesar del gasto, la esperanza de vida en EE.UU. no es la más alta del mundo (es Japón, con la mitad del gasto). La única de aumentar el gasto público sanitario es hacerlo más ineficiente (sueldos muy altos, fármacos muy caros,...). Es decir, la contabilidad nacional está sesgada hacia el sector privado (más caro) y se puede mejorar el sector sanitario público sin que el PIB crezca nada.
En Japón, se subió el PIB a costa de hacer que las mujeres abandonasen las tareas del hogar (que no computan en la contabilidad nacional) para aceptar trabajos precarios mal pagados, por lo que se les obligó a hacer un trabajo extra.
Por su parte, Landefeld intentó contabilizar el trabajo doméstico aplicando las tarifas por hora de un limpiador (supondría un 26 % más de la economía de Estados Unidos). En Inglaterra, lo calcularon por coste de servicio (hacer comida al precio de menú de bar barato, coladas a precio de lavandería), cuidado de niños a precio de una nanny, llevar al colegio a los niños a coste de desplazamiento en bus... (supondría aumentar un 45 % el PIB del EE.UU.). El autor dice que estos estudios descubrieron que la producción doméstica disminuye la desigualdad.
El autor también estudia el PIB islandés, inflado antes de la crisis del 2008 por servicios financieros tóxicos, que también contribuían al crecimiento (bajo los pilares de desregulación, liberalización y privatización). Pilling describe esta "creación de riqueza" bancaria: "se intercambiaban pedazos de papel entre ellos, los prestaban de forma temeraria y luego se pagaban inmensos bonus a sí mismos". Triunfó la "financiarización", donde los mercados anónimos sustituyeron a la relación entre prestamista y prestatario. Se trataba de papeles que no añadían nada a la economía real. En el PIB, asignar capital de manera incorrecta se mide igual que de forma correcta.
El autor también examina la economía digital: alquileres de apartamentos en Airbnb, comprar vuelos baratos en Skyskanner, oír jazz en Spotify, vas en Uber al aeropuerto... Pilling dice que la economía digital ha desdibujado la distinción entre trabajo, ocio y tareas domésticas, cambiando el llamado "límite de producción" entre las actividades que contamos y las que no. El PIB se enfrenta a un problema de falta de encaje porque fue diseñado en su origen para contabilizar bienes manufacturados tangibles, que pierden relevancia en la economía moderna, en palabras de Will Page (de Spotify). La economía digital elimina los costes de transacción (lo que haría un empleado y ahora haces tú mismo) y sustituirlos por la comodidad (que no se mide). Aunque la economía se contraiga, todo el mundo está mejor porque la tecnología destruye lo que no se necesitaba. El autor replica al ejecutivo de Spotify que los empleos destruídos (como el de recepcionista de embarque en el aeropuerto) "ahora han sido externalizados en ti" pero ya no computan en la economía. Se supone que todos estos ahorros llenan los bolsillos de dinero extra a alguien que aumentará su consumo y hará crecer la economía.
Otro factor a tener en cuenta en la economía digital (la llamada "economía participativa") es que los precios de las telecomunicaciones se han desplomado (y los ordenadores son más baratos y mejores que hace 3 años, aunque este progreso no se mide en el PIB por lo que se sobreestima la inflación y se subestima el tamaño real de la economía) y las webs son gratis aunque pagas viendo publicidad o pagas dando tus datos. Esto significa que hay un "excedente del consumidor" (Marshall): lo que pagas por una cosa y lo que realmente vale (el iPhone vale mucho más). Sin embargo, el sector de telecomunicaciones solo representa el 4 % del PIB de EE.UU. desde hace 25 años, cuando se cree que tiene que ser mayor. Si se pagase a alguien 22 dólares a la hora por el tiempo que pasa en Facebook, se aumentaría un 0.4 % el PIB (que sería el excedente del consumidor, o tiempo extra que ha ganado gracias a la digitalización) pero algunos discrepan: si nadie paga a alguien por ver gatos en la vida real, por qué se iba a pagar por ver vídeos de gatos en You Tube.
Otra cuestión que aborda es la innovación: la lavadora fue revolucionaria porque permitió que la mujer fuese a trabajar fuera de casa y los aviones ahorraron mucho tiempo en viajar (pero desde hace 50 años no se vuela más rápido). Hay un estancamiento en la innovación y en la productividad. También hay que tener en cuenta la calidad (no se puede comparar el tren bala japonés con el lento Amtrak americano).
Otra crítica al PIB es que se concibió para los Estados-nación y resulta que ahora el mundo está globalizado [nota del lector: o lo estaba, a causa de la pandemia del coronavirus en el 2020], las multinacionales como Apple tributan en países con fiscalidad baja, por lo que la idea de producción doméstica carece de sentido.
Otro problema es el declive de la clase trabajadora blanca americana y la caída de su esperanza de vida (muertes por desesperación). Aunque la economía de EE.UU. se triplicó por tres desde 1970, pero en el 2008 los ciudadanos no universitarios (y, por tanto, con ingresos bajos)perdían quince años de esperanza de vida porque los sueldos se habían estancado a partir de 1970 (los sindicatos habían perdido poder de negociación).
En los siguientes capítulos aborda la cuestión del medioambiente: cuánto se debe valorar la naturaleza (se hacen cálculos, como estimar un hermoso prado o un humedal con el cereal que se podría cultivar, un bosque con los árboles a talar...) y las cifras son muy bajas (unos 7 billones de dólares, una cifra ridícula).
También se ha intentado calcular el índice de Desarrollo Humano teniendo en cuenta la esperanza de vida, la salud y la educación. Parece diseñado para que los primeros de la tabla sean los países escandinavos (sistema mixto socialista y de libre mercado).
Otro índice para sustituir al PIB ha sido el Índice de Felicidad. Lo propuso Buthán pero la idea de felicidad es demasiado tradicional (vivir en el pueblo con las vacas haciendo vida contemplativa y sin televisión no excita a las generaciones más jóvenes, que prefieren la ciudad). El índice de felicidad se calcula mediante encuestas pero estas son muy burdas: el encuestado debe indicar si es "poco feliz", "feliz" o "muy feliz". Al ser tan estrecho, el abanico, en EE.UU. no ha aumentado la felicidad en 40 años.
El autor también distingue el concepto de la felicidad de Bentham (utilitarista, del siglo XVIII), que básicamente consiste en cuestiones objetivas como tener techo, dinero, etc... que se pueden medir pero no recogen otros factores como la vida social o la amistad.
Ver el resumen original y actualizado en:
Resumen elaborado por E.V.Pita (2020), doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología
Sociología, crecimiento económico, PIB, índice de felicidad
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Ficha técnica
Título: "El delirio del crecimiento"
Subtítulo: La riqueza y el bienestar de las naciones
Título original: "The Growth Delusion"
Autor: David Pilling7
Fecha de publicación: 2019
Editorial en español: Taurus, Penguin Random House Group, Barcelona, 2019
Páginas: 321
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Biografía del autor David Pilling (hasta el 2019)
David Pilling ha sido durante 25 años reportero y editor de The Financial Times. De Asia a Estados Unidos y de África a Latinoamérica, ha entrevistado a decenas de líderes mundiales, importantes ejecutivos, artistas y novelistas de todo el mundo. Ha obtenido numerosos galardones, entre otros, por dos años consecutivos (2011 y 2012), el Premio al Mejor Comentarista concedido por la Society of Publishers in Asia y el de Mejor Comentarista Extranjero en el 2011 en los premios británicos Editorial Intelligence Comment Awards.
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Texto de la contraportada
Los economistas y su culto al crecimiento se han apoderado de la política. Según su sistema de medida por antonomasia, el producto interior bruto, deberíamos ser más ricos o felices que nunca. David Pilling, uno de los más prestigiosos y premiados periodistas económicos, demuestra la insensatez de nuestra dependencia de ese concepto arbitrario, limitado y engañoso que nos empeñamos en tomar como signo de bienestar.
Muchos de los aspectos clave de nuestro bienestar, desde el aire limpio hasta la estabilidad laboral, están fuera de nuestro alcance de nuestra medida estándar de éxito. Durante demasiado tiempo, la economía se ha basado en un lenguaje que no resuena con la realidad de las personas. Según Pilling, nuestra devoción por el PIB conforma las políticas equivocadas, contribuye a la desconfianza creciente de los ciudadanos y sacude los cimientos de nuestra democracia.
"El delirio del crecimiento" revela las tendencias ocultas de nuestra tradición económica y explora alternativas al PIB, desde medidas de riqueza, igualdad y sostenibilidad hasta el concepto de bienestar subjetivo. Provocador, autorizado y tremendamente revelador, ofrece propuestas ingeniosas e inesperadas sobre cómo lograr responder a las necesidades reales en lugar de perseguir el crecimiento a cualquier precio.
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ÍNDICE
El culto al crecimiento
Primera parte.
Los problemas del crecimiento
1. El monstruo de Kuznets
2. Las contribuciones del pecado
3. El bueno, el malo y el invisible
4. Un exceso de algo bueno
5. Internet me ha robado el PIB
6. Qué le ocurre al ciudadano de a pie
Segunda parte
El crecimiento y el mundo en desarrollo
7. Elefantes y ruibarbo
8. El arte de crecer
9. Poder negro, poder verde
Tercera parte
Más allá del crecimiento
10. Riqueza
11. Un "Domesday" moderno
12. El señor de la felicidad
13. PIB 2.0
14. La conclusión del crecimiento
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RESUMEN
Comentarios iniciales: El crecimiento económico de un país se ha asociado con el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIBI), el medidor estadístico de todo lo que produce y los ingresos de un país. Se considera que si el PIB crece, el país va bien y mejor que antes y que si cae un semestre entero, el país entra en recesión. El problema es que contaminar un río sube el PIB porque la empresa contaminante crece a costa del medioambiente para ganar mucho dinero (lo que genera ingresos) y también sube porque luego el ayuntamiento tiene que contratar una brigada de limpieza y comprar equipos químicos para sanear el río, lo que también genera riqueza. Es lo que se conoce como "externalidad negativa" (pues genera un daño para todos, para los bienes comunes como el aire o el agua, sin que le suponga un coste para el contaminador). Del mismo modo, si aumenta la delincuencia, el Gobierno tiene que comprar más coches patrulla y más policía, lo que también incrementa el PIB aunque en el país haya mayor inseguridad. Asegura que el espejo del PIB (con el que se mira un país) está roto.
En el libro, David Pilling explica los puntos débiles y contradicciones del PIB (creado durante la Gran Depresión de la década de 1930 y luego la II Guerra Mundial para que Estados Unidos supiese lo que podía producir) y desgrana varios metodos de medición para corregir el PIB, hacer un balance de los costes ambientales, calcular la riqueza para un país que supone el medioambiente y la naturaleza, y examina otros índices como el de Desarrollo Humano o el Índice de la Felicidad.
Dice que actualmente hay una "edad de la ira" debido a una reacción popular desfavorable y el rechazo a instituciones como el liberalismo. Nadie encuentra una explicación porque los países nunca habían sido tan ricos pero la gente no ve la realidad de su vida reflejada en el relato oficial contado por los economistas. Hay detrás cuestiones de identidad, sensación de impotencia, falta de vivienda asequible, ausencia de comunidad e indignación contra la política monetaria y los crecientes niveles de desigualdad. Pilling señala que ahora las definiciones de "crecimiento" y "economía" ya no encajan con la experiencia vivida por la gente. Pilling intenta explicar dicha "brecha". Además, el crecimiento genera una "carrera armamentística" para ganar más o un "ir más rápido la rueda del hámster de la economía", un impulso que controla nuestras vidas.
Pilling explica el PIB, nacido en la era de la manufactura, es ciega a la moralidad porque mide la producción sin importar si es buena o mala. Le gusta la contaminación, el delito, el huracán Katrina, la escalada armamentísca y la reconstrucción de una ciudad tras un desastre natural o una guerra (pues todo esos son gastos que suben el PIB). En cambio, no le gustan los trabajos sin remunerar como las labores en el hogar, echarle una mano a un amigo o el voluntariado o el camino que recorre una niña de Etiopía para buscar agua a un pozo. El problema actual es que el PIB no encaja bien en las economías de servicios, predominantes en los países ricos, ni tampoco mide bien el progreso (un antibiótico vale céntimos pero es muy valioso). Cree que la definición de economía es bastante tosca y "todos percibimos que algo está mal" tras la crisis financiera del 2008. En esa época, bautizada como "La Gran Moderación" el crecimiento se construyó muy rápido sobre la deuda doméstica y una ingeniería financiera impulsada por "banqueros enloquecidos por los bonus". El crecimiento anterior al 2008 resultó ser una ilusión.
Recalca que el PIB está muy centrado en la manufactura y lo analógico y que el medidor se está volviendo irracional a medida que pasamos a los servicios y lo digital. Pone como ejemplo Japón, considerado un país estancado desde 1990 a pesar de que no era pobre porque el desempleo era muy bajo, los precios eran estables o caían y la calidad de vida mejoraba. Apenas había delincuencia ni droga, la calidad de la comida era muy buena y la esperanza de vida era una de las más longevas. Pero según el PIB, Japón era un fracaso. Dice que lo que realmente importa como el aire limpio, las calles seguras, trabajos estables y mentes sanas se encuentra fuera del campo de visión del PIB.
Otro problema del crecimiento es que requiere una produción y un consumo incesantes, porque si no deseamos más cosas y no somos insaciables, acabará deteniéndose. "En lo más profundo de nuestro corazón sabemos que ese camino conduce a la locura", dice. Eso conlleva un despilfarro por la compra de objetos innecesarios o ridículos, y la fabricación de electrodomésticos con obsolescencia programada o diseñado. Y luego, las rentas medias son una "trampa" y "engañosa" porque el pastel económico de un país no se reparte de forma igual y la media nacional está distorsionada porque incluye a ultrarricos y a superpobres. El autor dice que este dato es importante porque la felicidad no depende de su riqueza absoluta sino de la que tienen comparada con los que le rodean (descubrir que cobras menor salario que tus compañeros iguales te hace muy infeliz y ves una injusticia). El ciudadano, dice el autor, se ha dado cuenta de que las engañosas representaciones de los economistas, sobre todo cuando exigen sacrificios o imponen recortes en colegios y hospitales "en aras del sagrado crecimiento". Un crecimiento sin fin que preocupa a los ecologistas porque podría destruir el planeta como un cáncer.
Por este motivo, varios países han intentado calcular el bienestar, como medida complementaria al crecimiento económico. Se denomina "bienestar subjetivo" a la riqueza, igualdad y sostenibilidad (la felicidad).
El autor dice que el propósito del libro no es guerrear contra el crecimiento si no mostrar lo que está mal en la medición del crecimiento para derribarlo de su pedestal.
El francés Necker redactó el informe Compte rendu au roi (un informe al rey Luis XVI) en 1781 para probar que Francia estaba boyante y podía meterse en la Guerra de la Independiencia de las colonias americanas pero omitió decir que Francia se había endeudado cuando él fue ministro de Finanzas. Petty también hizo una contabilidad nacional en 1652. Los fisiócratas introdujeron el concepto de clases productivas (agrícolas frente artesanos,profesionales, comerciantes y la burocracia real). Adam Smith también insistió en las clases productivas e improductivas (gobierno, armadas). El autor se pregunta si debemos ignorar el gasto público o a los payasos, psicoanalistas y maestros (la URSS no incluyó en su balance a los servicios).
El inventor del PIB fue Simon Kuznets, al que el autor apoda el doctor Frankestein de la economía porque su creación adoptó una vida y dirección propias. El presidente Roosevelt le ordenó en 1933 crear una contabilidad nacional y Kuznets decidió concentrar toda la actividad (la renta nacional) en un único número (que hicieron mediante encuestas y extrapolación de sondeos). Así descubrió que la economía entre 1929 y 1932 se había reducido a la mitad (por el Crack de 1929).
Pero pronto surgieron divergencias: Kutnets buscaba una medida que reflejase el bienestar y excluir las actividades ilegales, las industrias dañinas, la publicidad y el gasto público (gastos en defensa) o incluirlas en un "debe" y un "haber". Fue Keynes el que propuso incluir el gasto público en el PIB (el estímulo fiscal keynesiano), por lo que se le considera el auténtico inventor del PIB. El resultado es que las advertencias de Kutnets sobre el PIB "malo" fueron ignoradas y ahora se piensa que las economías rinden más cuanto más grandes son nuestros bancos, más persuasivos los publicitarios, peor la delincuencia y más cara la sanidad.
En el 2012, dos estadísticos del Reino Unido (Abramsky y Drew) empezaron a contar prostitutas por orden de la Eurostat (la sección estadística de la UE), que quería estandarizar el cálculo de la renta nacional (la actividad económica incluye cualquier transación monetaria y voluntaria). En Colombia, cuentan la producción y venta de droga (el 6 % del PIB en los años 80 y un 1 % en el 2010). En Italia, la economía sumergida disparó un 18 % el PIB en 1987. El autor argumenta que se acepta la venta de tabaco como parte del PIB aunque tiene un coste oculto (enfermedades, costes sanitarios).
El autor también analiza los sobreprecios en la sanidad por fármacos y pruebas con facturas infladas (que también inflan un 17 % el PIB en EE.UU frente al 11 % de Francia). Pilling dice que el lobby farmacéutico gasta tres veces más dinero que el armamentísco en influir en políticas de Washintong. A pesar del gasto, la esperanza de vida en EE.UU. no es la más alta del mundo (es Japón, con la mitad del gasto). La única de aumentar el gasto público sanitario es hacerlo más ineficiente (sueldos muy altos, fármacos muy caros,...). Es decir, la contabilidad nacional está sesgada hacia el sector privado (más caro) y se puede mejorar el sector sanitario público sin que el PIB crezca nada.
En Japón, se subió el PIB a costa de hacer que las mujeres abandonasen las tareas del hogar (que no computan en la contabilidad nacional) para aceptar trabajos precarios mal pagados, por lo que se les obligó a hacer un trabajo extra.
Por su parte, Landefeld intentó contabilizar el trabajo doméstico aplicando las tarifas por hora de un limpiador (supondría un 26 % más de la economía de Estados Unidos). En Inglaterra, lo calcularon por coste de servicio (hacer comida al precio de menú de bar barato, coladas a precio de lavandería), cuidado de niños a precio de una nanny, llevar al colegio a los niños a coste de desplazamiento en bus... (supondría aumentar un 45 % el PIB del EE.UU.). El autor dice que estos estudios descubrieron que la producción doméstica disminuye la desigualdad.
El autor también estudia el PIB islandés, inflado antes de la crisis del 2008 por servicios financieros tóxicos, que también contribuían al crecimiento (bajo los pilares de desregulación, liberalización y privatización). Pilling describe esta "creación de riqueza" bancaria: "se intercambiaban pedazos de papel entre ellos, los prestaban de forma temeraria y luego se pagaban inmensos bonus a sí mismos". Triunfó la "financiarización", donde los mercados anónimos sustituyeron a la relación entre prestamista y prestatario. Se trataba de papeles que no añadían nada a la economía real. En el PIB, asignar capital de manera incorrecta se mide igual que de forma correcta.
El autor también examina la economía digital: alquileres de apartamentos en Airbnb, comprar vuelos baratos en Skyskanner, oír jazz en Spotify, vas en Uber al aeropuerto... Pilling dice que la economía digital ha desdibujado la distinción entre trabajo, ocio y tareas domésticas, cambiando el llamado "límite de producción" entre las actividades que contamos y las que no. El PIB se enfrenta a un problema de falta de encaje porque fue diseñado en su origen para contabilizar bienes manufacturados tangibles, que pierden relevancia en la economía moderna, en palabras de Will Page (de Spotify). La economía digital elimina los costes de transacción (lo que haría un empleado y ahora haces tú mismo) y sustituirlos por la comodidad (que no se mide). Aunque la economía se contraiga, todo el mundo está mejor porque la tecnología destruye lo que no se necesitaba. El autor replica al ejecutivo de Spotify que los empleos destruídos (como el de recepcionista de embarque en el aeropuerto) "ahora han sido externalizados en ti" pero ya no computan en la economía. Se supone que todos estos ahorros llenan los bolsillos de dinero extra a alguien que aumentará su consumo y hará crecer la economía.
Otro factor a tener en cuenta en la economía digital (la llamada "economía participativa") es que los precios de las telecomunicaciones se han desplomado (y los ordenadores son más baratos y mejores que hace 3 años, aunque este progreso no se mide en el PIB por lo que se sobreestima la inflación y se subestima el tamaño real de la economía) y las webs son gratis aunque pagas viendo publicidad o pagas dando tus datos. Esto significa que hay un "excedente del consumidor" (Marshall): lo que pagas por una cosa y lo que realmente vale (el iPhone vale mucho más). Sin embargo, el sector de telecomunicaciones solo representa el 4 % del PIB de EE.UU. desde hace 25 años, cuando se cree que tiene que ser mayor. Si se pagase a alguien 22 dólares a la hora por el tiempo que pasa en Facebook, se aumentaría un 0.4 % el PIB (que sería el excedente del consumidor, o tiempo extra que ha ganado gracias a la digitalización) pero algunos discrepan: si nadie paga a alguien por ver gatos en la vida real, por qué se iba a pagar por ver vídeos de gatos en You Tube.
Otra cuestión que aborda es la innovación: la lavadora fue revolucionaria porque permitió que la mujer fuese a trabajar fuera de casa y los aviones ahorraron mucho tiempo en viajar (pero desde hace 50 años no se vuela más rápido). Hay un estancamiento en la innovación y en la productividad. También hay que tener en cuenta la calidad (no se puede comparar el tren bala japonés con el lento Amtrak americano).
Otra crítica al PIB es que se concibió para los Estados-nación y resulta que ahora el mundo está globalizado [nota del lector: o lo estaba, a causa de la pandemia del coronavirus en el 2020], las multinacionales como Apple tributan en países con fiscalidad baja, por lo que la idea de producción doméstica carece de sentido.
Otro problema es el declive de la clase trabajadora blanca americana y la caída de su esperanza de vida (muertes por desesperación). Aunque la economía de EE.UU. se triplicó por tres desde 1970, pero en el 2008 los ciudadanos no universitarios (y, por tanto, con ingresos bajos)perdían quince años de esperanza de vida porque los sueldos se habían estancado a partir de 1970 (los sindicatos habían perdido poder de negociación).
En los siguientes capítulos aborda la cuestión del medioambiente: cuánto se debe valorar la naturaleza (se hacen cálculos, como estimar un hermoso prado o un humedal con el cereal que se podría cultivar, un bosque con los árboles a talar...) y las cifras son muy bajas (unos 7 billones de dólares, una cifra ridícula).
También se ha intentado calcular el índice de Desarrollo Humano teniendo en cuenta la esperanza de vida, la salud y la educación. Parece diseñado para que los primeros de la tabla sean los países escandinavos (sistema mixto socialista y de libre mercado).
Otro índice para sustituir al PIB ha sido el Índice de Felicidad. Lo propuso Buthán pero la idea de felicidad es demasiado tradicional (vivir en el pueblo con las vacas haciendo vida contemplativa y sin televisión no excita a las generaciones más jóvenes, que prefieren la ciudad). El índice de felicidad se calcula mediante encuestas pero estas son muy burdas: el encuestado debe indicar si es "poco feliz", "feliz" o "muy feliz". Al ser tan estrecho, el abanico, en EE.UU. no ha aumentado la felicidad en 40 años.
El autor también distingue el concepto de la felicidad de Bentham (utilitarista, del siglo XVIII), que básicamente consiste en cuestiones objetivas como tener techo, dinero, etc... que se pueden medir pero no recogen otros factores como la vida social o la amistad.
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ANEXO
Reportaje sobre pobreza mundial
Reportaje: Pobreza mundial
Por E.V.Pita
Enlace permanente: http://evpitabooks.blogspot.com/2014/08/reportaje-pobreza-mundial.html
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Aquí el agua no mata
Conflictos del agua en el sur de Africa
domingos de La voz
2 de enero del 2005
La Voz de Galicia
El maremoto de Asia tiene su contraposición en el delta del Okawango, un río que llena de vida las arenas del Kalahari.
Aparte de Galicia, sólo la desértica Botswana respeta tanto la lluvia. Su
moneda nacional es el «pula», que significa agua, y su dios es Ngami, el Señor del Líquido Elemento. Allí, una botella de agua mineral es tan valiosa como un diamante de sus minas.
ENRIQUE V. PITA | TEXTO Y FOTOS
(Nota: algunas fotos son de José Luis Cadahía)
El cauce del Okawango recorre 600 kilómetros del sur de Angola y 400 de la
frontera de Namibia. El delta, una de las joyas naturales del mundo mejor conservadas, preserva una gran biodiversidad. Desde el aire se distinguen las manadas de elefantes, cebras o ñus, que pastan en las islas y juncales de este pantano.
Junto a las palmeras y baobabs conviven leones, hipopótamos o águilas pescadoras. El río, que no cubre por la cintura, se ha convertido en la principal fuente de ingresos de Maun, la ciudad de donde parten los makoristas, los tradicionales remeros de las canoas de madera.
Pero estos piragüistas y pescadores han hecho saltar la alarma pues
temen que las aguas del pantano desaparezcan en los próximos meses y con ellas la rica fauna.
El dedo acusador de los makoristas apunta a la construcción de una presa en el curso alto del río por parte de Angola. Además de reducir el cauce del auga, estos embalses impedirán la llegada de sedimentos que alimenta la vida en este oasis de 15.000 kilómetros cuadrados en las puertas del Kalahari y donde residen 100.000 habitantes.
Los nativos sospechan que ni siquiera la estación de lluvias podrá regenerar la vida. Maun es la ciudad de donde proceden los makoristas del delta. Sus casas bajas con porche recuerdan a los pueblos fronterizos del Oeste americano, con la diferencia de que en los arrabales proliferan
las pallozas circulares con tejado de paja y paredes de colores. Éstas
son construidas con bloques de cemento o latas de Coca-Cola o cerveza
apiladas.
En Main Street, la calle principal, se halla la cadena de comida rápida
Nando’s, coronada por el gallo de Barcelos. En esa zona se celebra a diario el mercadillo, repleto de tiendas chinas de ropa o peluqueros
ambulantes, estos últimos instalados en casetas de madera decoradas con muestras de cortes de pelo pintados a mano. Ahora, muchas familias abandonan el campo y se instalan en las chabolas de los arrabales de Maun, algunas con antena parabólica. Las chozas se extienden a lo largo del cementerio, con las tumbas cubiertas de toldos verdiblancos, y el basurero,
rodeado de restos de chatarra, el cual conduce a la arenosa entrada
del delta. Es allí donde las agencias occidentales reclutan a los
makoristas. A escasos metros, los babuinos y sus crías revuelven en
la basura, junto a perros palleiros famélicos.
En los patios se ven mujeres tendiendo la ropa o limpiándose los dientes y a decenas niños que corretean y saludan siempre sonrientes. Sus hermanos mayores visten uniforme y están por las mañanas en la escuela. Algunos
fotógrafos sostienen que los niños africanos son felices pero la edad
media de vida en Maun no supera los 45 años. Por ello, es difícil ver
ancianos en las calles. Algunos habitantes tienen la costumbre de
caminar deprisa e incluso corriendo, como si el tiempo se acabase.
Los makoristas son reclutados en Maun por las agencias de turismo
sudafricanas. Entre los piragüistas está Freddy, uno de los remeros
más jóvenes de la ciudad. Su sueldo se basa principalmente en las propinas de los turistas, unos tres dólares por dos días de travesía, incluidos
safaris por las islas de palmeras y cruceros para presenciar el rojo atardecer y el tenue brillo de la Cruz del Sur en el cielo austral.
Freddy aspira a convertirse en guía y dedica sus ratos libres a leer un desgastado libro en inglés que identifica las especies que pueblan el delta. Su familia forma parte de los pescadores del pantano, donde capturan
en una jornada docenas de carpas blancas y otros exóticos peces que cocinan en una hoguera a la cena, acompañado de arroz y salsa verde.
Freddy dedicó dos meses a vaciar el tronco de ébano y construir su makoro, una inestable canoa de baobab.
El makorista Philip es uno de los guías más experimentados de la zona. Ha
recorrido durante años las islas del delta, distingue la mejor madera seca, reconoce las huellas de las pistas de elefantes y sabe evitar el viento para que las fieras no olfateen su olor. También ha sido profesor en Maun y habla inglés fluidamente.
Con tristeza, Philip, sentado junto al esqueleto de un elefante muerto
hace dos meses, señala con su mano hacia una planicie repleta de árboles muertos. «El delta se está muriendo. El año pasado, el agua inundaba esta zona y ahora sólo vemos arena y juncos secos».
Los makores miden cuatro metros de largo y sólo pueden transportar a dos personas sentadas sobre haces de paja y su equipaje. Continuamente, estos
gondoleros de África deben achicar con una esponja la proa, reforzada con tiras de neumáticos.
Pero lejos de cantar como los venecianos, los makoristas –entre los que hay muchas muchachas- mantienen un semblante serio durante la travesía, pues en los juncales acechan sorpresas como los hipopótamos o los elefantes que cruzan de isla en isla.
El makorista Philip descarta que la estación seca haya originado la desertización, que evapora le 96% del agua del delta. Philip culpa a las
presas, centrales hidroeléctricas, canales y acueductos que Angola está construye en el curso alto del Okavango, más allá de Rundu y las cataratas Popa. Las orillas del Cubango fueron controladas por la guerrilla Unita durante 27 años de guerra civil, lo que ayudó a preservar la biodiversidad del río. La firma de la paz el año pasado ha agilizado los proyectos hidráulicos del gobierno de Luanda, quien planea construir diez presas.
Pero Angola no es el único que amenaza al delta. Namibia ya tuvo que desistir de levantar una central hidroeléctrica en los rápidos del Popa tras una denuncia que advertía del irreparable daño medioambiental. Este desértico país quiere ampliar su sistema de canales y tuberías en Rundu para extraer agua del Okavango y abastecer a la población de la capital.
Y Botswana ha desarrollado otra presa en Mopipi para abastecer a la mina de diamantes de Orapa. La otra amenaza es el proyecto de un trasvase de agua del río Zaire al Okavango, vía Angola.
UN RÍO SEPARA LAS FÉRTILES GRANJAS SUDAFRICANAS DEL ERIAL DE NAMIBIA
El agua también equivale a riqueza en Zimbabwe. Un ejemplo son los vendedores ambulantes de las cataratas Victoria, quienes venden colgantes con la imagen de Ngami, el dios del río Zambeze. A unos cientos de kilómetros, la región que baña el Okavango también se llama Ngamiland, tierra del Dios agua. Allí, el makorista botswano Philip teme por el futuro del delta. «Angola retendrá el agua hasta que llene su embalse. Pero en los dos próximos meses, el nivel del delta seguirá bajando y, sin agua, la fauna desaparecerá. Cuando llegue la estación húmeda ya será tarde pues nada habrá sobrevivido». Este recuerda que el 20% de la riqueza de Botswana procede del turismo en el delta. El otro 60% se
obtiene de las minas de diamantes, explotadas por la firma De Beers.
Y es que las centrales hidroeléctricas se han convertido en un símbolo de progreso para el África Austral y a la vez fuente de conflictos.
Un ejemplo es Zimbabwe, país que comparte con Zambia las cataratas Victoria. El cauce de esta caída del río Zambeze a cien metros de altura, «descubierta» por el misionero Livingstone, ha disminuido debido a las presas construidas por los gobiernos de Lusaka y Luanda. En el billete de 500 dólares zimbabwés (equivalente a 0,18 euros o a un pula) figura
la imagen de una central térmica y en el de 100 un gigantesco embalse.
Ese es el ideal de desarrollismo que defiende la República Sudáfricana, el gigante económico de la zona. Matt, un profesional blanco de Johanesburgo, sostiene que el modelo sudafricano, «donde se aprecia el valor del dinero», debe servir de inspiración e impulso para el resto de África. Para entender el mensaje basta con acudir a la frontera con Namibia, en la orilla sur del río Orange. Las granjas y ranchos sudafricanos, propiedad
de colonos afrikaners, producen, con la ayuda de molinos de viento y sistemas de irrigación, extensos campos de cultivo cuyo verdor contrasta con la desértica orilla de su país vecino.
Retirado Nelson Mandela, el poder económico de Sudáfrica continúa en manos de los blancos, quienes, junto a los asiáticos, detentan de la propiedad del 90% de los negocios. Las tiendas, restaurantes o farmacias pertenecen
a blancos pero son atendidas por personal negro, mano de obra barata. Éstos ocupan las casas de cemento que, a diferencia de las favelas brasileñas, están rodeadas de muros de hormigón y alejadas de las urbanizaciones de chalés con piscina, césped y alarma antirrobo. Estas pobres ciudades satélite proliferan en los arrabales de las autopistas de Ciudad del Cabo o en el extrarradio de los pueblos agrícolas de estilo holandés cercanos al río Orange. Estas humildes viviendas también son
visibles a un lado de la carretera de Swakorpmund, la capital turística
de estilo bávaro en la Costa de los Esqueletos de Namibia. Lo mismo
ocurre en los accesos de Balvis Bay, el puerto del Atlántico que linda con las dunas del desierto namibio y donde fondea la flota pesquera gallega.
Incluso las discotecas tienen mayoritariamente clientes blancos o negros, con distinta música y precio para cada etnia. Muchos afrikaaners, descendientes de los colonos holandeses, son amigables mientras saborean
la cerveza nacional Castle pero se ofenden cuando el forastero les
pregunta por Soweto, el barrio marginal de Johanesburgo. La población de este conjunto de bloques de viviendas humildes -la más cara cuesta 1,2 millones de euros- fue duramente reprimida durante el apartheid político que concluyó hace una década. Ahora es un reclamo turístico y Winnie Mandela, la ex mujer del primer presidente negro, se deja fotografiar con los visitantes en la puerta de su casa.
Pero tras las sonrisas está la realidad: los rands siguen sin llegar a los bolsillos de los 43 millones de habitantes. El proyecto de Pretoria para fomentar una clase media capitalista entre la población de color no da sus frutos. El mayor nivel de vida sólo ha alcanzado a los funcionarios y políticos. Al amanecer, miles de trabajadores de color cruzan a la carrera los pasos elevados de la autopista de Ciudad del Cabo rumbo a las fábricas del puerto mientras los directivos blancos [y la nueva clase política negra] lo hacen en automóvil.
El auge industrial y minero atrae a inmigrantes del Norte y un ejemplo cruel de esta miseria es que los leones del parque natural Krugger se han especializado en cazar y devorar a numerosos ilegales que cruzan la frontera.
El origen de una guerra
La moneda de Botswana se denomina pula, que significa agua. El líquido elemento es más valioso que los diamantes en este arenoso país del Africa Austral, barrido por el desierto del Kalahari.
La explotación de los recursos acuíferos de los ríos fronterizos Okavango, Chobe y Zambeze se ha convertido en uno de los cinco mayores conflictos internacionales por el agua. Botswana incluso libró una guerra contra su vecina Namibia por la posesión de la isla fluvial de Kasikili-Sedudu del río Chobe, que acoge a 60.000 elefantes y miles de gacelas.
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culturas 28 de febrero del 2004
La Voz de Galicia
Tras las pisadas de Livingstone (2004)
SE CUMPLE UN SIGLO DE LA MUERTE DEL PERIODISTA HENRY M. STANLEY Y 150 AÑOS DESDE QUE EL MISIONERO AL QUE FUE A BUSCAR EN EL CORAZÓN DE ÁFRICA EMPRENDIESE SU EXPLORACIÓN
texto: Enrique Vázquez Pita
fotos: José Luis Cadahía y E. Vázquez Pita
En 1868 estalla la Revolución Gloriosa en España que destrona a Isabel II. El New York Herald envía al periodista John Rowlands, quien firma sus crónicas como Henry Morton Stanley, a entrevistar al general Prim. El corresponsal, curtido en la guerra de Secesión americana y las campañas indias, presencia los combates en las barricadas de Zaragoza y Valencia.
En octubre de 1869, el cronista, que reside en la calle de la Cruz, en Madrid, recibe un telegrama de su director, James Gordon Bennet, para que se reúna urgentemente con él en París. Stanley registra en su diario: «Me dijo que debía escribir la crónica de la inauguración del Canal de Suez, algunas observaciones sobre el Alto Egipto, las excavaciones de Jerusalén
y Crimea, la política siria y turca, los proyectos de Rusia en el Cáucaso,
la situación en Persia, una mirada a la India y finalmente,... ¡buscar a Livingstone en el África ecuatorial!».
La expedición en busca del misionero y explorador escocés concluyó en 1871 en el lago Tanganika con aquel «Doctor Livingstone, I presume?». Sir Stanley, apodado Bula Matari (Rompedor de Rocas), falleció el 10 de mayo de
1904 en Londres, hace cien años.
Su último deseo fue reposar en la abadía de Westminster junto a
Livingstone, «como era correcto», pero el obispo se opuso.
La gran hazaña de Livingstone se forjó hace 150 años. El 31 de mayo
de 1854, David Livingstone rechazó la oferta para embarcarse hacia Inglaterra desde Sao Paolo de Luanda, el puerto colonial portugués
en Angola. Prefirió internarse en las selvas, con 114 porteadores, y
alcanzar el corazón de África en una travesía repleta de horrores. El
misionero presenció crueles actos de esclavismo y canibalismo y criticó
la poligamia. En noviembre de 1855, el explorador abandonó el río Linyati, en el Chobe y «descubría» las cascadas que los nativos batonga llamaban Mosi-oa-Tunya (El humo que truena). El doctor las rebautizó como Cataratas Victoria, en honor a su reina. «Escenas tan maravillosas tienen que haber sido contempladas por los ángeles en su vuelo», anotó el misionero
en su diario, reforzado con tapas metálicas. Ciento cincuenta años después, la séptima maravilla natural del mundo sigue cautivando al viajero. La atronadora cortina de vapor de agua pulverizada se eleva en el cielo y es visible a 20 kilómetros de distancia.
Livingstone inició su aventura africana en 1840, en el puerto sudafricano de Ciudad del Cabo,en el que sobresale su meseta Table Mountain, a la que se asciende en teleférico y desde la que se divisa el cabo de Buena
Esperanza. El visitante todavía puede pasear por las coloridas casitas del barrio malayo, el Bo-Kaap, que alojaba a los esclavos musulmanes y donde ahora ruedan series de televisión. Y al caminar por los bares y galerías
de arte del Strand uno rememora los salones de Bourbon Street de Nueva Orleáns, pero sin ambiente.
Los bóers holandeses de Ciudad del Cabo le boicotearon el viaje
al misionero británico, quien se ganó el respeto de las tribus hostiles
tras denunciar el esclavismo. Siglo y medio después, el fin del segregacionismo choca contra un muro invisible: la propiedad. Es
fácil de comprobar que existe un apartheid invisible: los dueños
de las tiendas, los bares o las farmacias siguen siendo blancos
o asiáticos. Los zulúes tienen difcultades para incorporarse a la
economía de mercado. «El capitalismo sudafricano es un modelo a exportar al resto de Africa», defiende Mattew, un descendiente de los colonos afrikaners.
FRONTERA POLVORIENTA
El río Orange es la polvorienta frontera que separa la verde Sudáfrica
de la arenosa Namibia y de las resecas y amarillentas hierbas de la estepa del Kalahari. Esa fue la ruta que siguió Livingstone, donde casi se muere de sed y sobrevivió al ataque de un león.
En un remoto paraje del Orange, una colona afrikaner aparca descuidadamente
su desvencijada camioneta en la puerta del ultramarinos, junto a una chatarrería y una gasolinera de BP. La mujer, de unos 40 años, sienta a su pequeña hija en el mostrador y atiende cecijunta a los clientes. Uno se
pregunta qué diablos le ha traído a este solitario páramo. Es hora
de aprovisionarse de agua. Cuanto más arriba, más rands costará. El
líquido elemento tiene tal valor que Botswana denomina pula (agua) a su moneda nacional.
La siguiente etapa es Windhoek, la capital namibia, donde los armadores gallegos negocian acuerdos de pesca mientras la flota congeladora fondea en
Balvis Bay. La bulliciosa ciudad, plagada de centros comerciales, está a las puertas del desierto del Kalahari, cruzado ahora por una autopista. «Es una inmensa llanura con hierbajos amarillos. No merece la pena», asegura un sudafricano. Poco ha cambiado en esta arenosa planicie desde que la atravesó Livingstone. Seguramente, el también fue observado por los monos babuinos, que saltan las cercas de alambre y vagan por las
cunetas de las carreteras.
Las arenas del Kalahari mueren en el delta del Okavango. Es el único gran río del mundo que desemboca en un desierto. Los pescadores todavía navegan
por los juncales en sus piraguas de madera del baobab, llamadas makoros. La guerra civil de Angola ha preservado la fauna local pero los nativos lamentan que la ex colonia lusa construya ahora presas en el curso alto del río Cubango. «Retienen el agua, el pantano se seca y los peces habrán muerto cuando regrese la estación de las lluvias», afirma un makorista de
Maun, la villa próxima.
En el bullicioso mercado de Maun pasean mujeres herero, vestidas
con el típico traje victoriano y gorro diseñado por la puritana
esposa de un pastor protestante. Mientras, los comerciantes chinos
han sembrado Bostwana de tiendas de ropa.
Livingstone llegó en 1855 al Chobe, ahora un parque natural protegido de Bostwana donde los turistas navegan en barcaza para fotografiar la fauna salvaje en las islas. Allí viven en libertad manadas de cebras y spring-books (gacelas Thomson), búfalos, leones en plena riña, martínes pescadores que se sumergen en picado, pelícanos, águilas imperiales,
cocodrilos que devoran una cría de hipopótamo y elefantes que se recogen al atardecer.
Los lugareños residen en unas pallozas circulares, construidas con latas de coca-cola aplastadas como bloques. Una mona babuina y sus crías remueven en un contenedor de basura, mientras desfilan a su lado escolares uniformados.
Por doquier, los carteles del gobierno advierten del peligro del sida, que afecta a uno de cada tres habitantes. Y a pocos kilómetros, en Zambia, comienza la zona de riesgo de la malaria.
Pasado el Chobe, es fácil divisar la nube de agua de las cataratas Victoria. La ruta hacia las cataratas continúa por la carretera de
Zimbabwe. Al contrario que en otros países del sur de África, las
calzadas carecen de alambradas y son cruzadas por elefantes y cebras, como bien advierten las señales de tráfico. Así se llega al bullicioso pueblo de Vic Falls, el único que no se ha resentido de la crisis económica de Zimbabwe, que enfrentó a los nativos con los granjeros blancos de la antigua Rhodesia. Las cosas van mal y eso se nota en el precio de la moneda
oficial, que se paga tres o cuatro veces más caro en el mercado negro. Algo que no ignoran los vendedores ambulantes, la mayoría descalzos y con ropas raídas, quienes muestran a los turistas unos colgantes de madera que
ellos denominan Ngami (Agua).
Ngami es el nombre del lago que localizó el misionero escocés en su primera ruta por el Kalahari. Livingstone dio con el curso de las grises y turbulentas aguas del río Zambeze y poco después topó con El humo que truena. Una placa a los pies de la estatua del explorador, ataviado con su
característica gorra, recuerda que fue el «primer hombre» que presenció la caída de 545 millones de litros de agua por minuto por una estrecha falla de 107 metros de altura y 1,7 kilómetros de largo. Habría que matizar: primer hombre blanco. Pero en los años 50, antes de la descolonización, el
gobierno de la antigua Rhodesia no reparaba en esos detalles. Para
compensarlo, el gobierno nativo obliga ahora a pagar diez dólares más a los ciudadanos británicos por el visado.
El líquido pulverizado de las Vic Falls rebota y asciende en una densa columna que empapa a los visitantes desprovistos de chubasqueros. Merece la pena ver este salto, alegrado por el arco iris. En el curso bajo, aventureros y deportistas hacen rafting en canoa sobre los rápidos
más espectaculares del mundo, seguidos por la aviesa mirada de los cocodrilos. Son los mismos que luego saborean en el famoso restaurante Mama África un puré de patatas con carne de venado y aromática salsa.
Sobre los acantilados se divisa la depauperada Zambia, a la que se accede por el legendario puente de hierro sobre el Zambeze. Todos los días, camionetas con decenas de mujeres cruzan la frontera desde la cercana ciudad de Livingstone para vender fruta y artesanía de madera, tela y yeso. Basta con cruzar la mitad del puente para poder decir que has pisado el corazón de África. La orilla norte del río Zambeze, en Zambia, está poblada de jirafas, elefantes y hipopótamos. Las barcazas y cruceros continúan en dirección a Angola y se detienen ante la rojiza puesta de
sol.
Livingstone prosiguió su ruta por este río hasta desembocar en la costa de Mozambique. Fue el primer europeo, que se sepa, que cruzó a pie el continente africano de oeste a este.
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Portugal: esclavos en la "raia" (2005)
Publicado en La Voz de Galicia el 29 de abril del 2005, en la página 18
Enlace permanente: http://reportajesdeevazquezpita.blogspot.com/2011/09/portugal-esclavos-en-la-raia-2005.html
Reportaje | Miseria humana al otro lado de la «Raia» (y III)
Agricultores contratados plantan patata en un campo de Vila Chá, cerca de Vila Real
La cantera de los esclavos lusos
Los vecinos de las aldeas de Trás-os-Montes no dejan nunca solos a los deficientes mentales o los enfermos psíquicos por temor a que sean secuestrados por los negreros.
Texto: E.V.Pita / Fotos: Oscar Vázquez
«¡Márchense! No queremos hablar de eso. Pasó na altura (hace tiempo)», grita Deolinda de Fátima desde la puerta de su desvencijada casa. Ella y sus cinco hijos viven en Carrazedo do Alvão, una polvorienta aldea de la sierra, en el corazón de la deprimida región de Trás-os-Montes.
Enfrente, en el bar sólo hay aparcado un Mercedes con matrícula de Pontevedra. Dos hombres mayores toman algo en la barra junto a un joven de sonrisa extraña. Todo el mundo en Carrazedoconoce la historia de Vasco, el hijo de Dionisia que tiene retraso mental y no puede hablar a sus 21 años. Su hermano Júlio relata su ventura: «Se lo llevaron por la noche en una furgoneta roja para trabajar a 20 kilómetros dentro de la frontera española. La GNR contactó con los del otro lado y lo encontraron. Pero eso fue hace tiempo, ¿por qué revivirlo ahora?». Su madre lo interrumpe entre sollozos y lamentos. No quieren más publicidad para su caso. Júlio discute con su progenitora y se retira. «Me gustaría visitar España. Allí están muy avanzados», se despide.
Esta zona agrícola vive ahora gracias a las obras de la autopista.
A pocos kilómetros está Vila Pouca de Aguiar. El comandante del puesto de la GNR recuerda de oídas el caso de Vasco. «En los últimos años no hemos vuelto a registrar secuestros», dice. En un bar del moderno pueblo sirven aceitunas cultivadas en la cercana Valpaços. El pasado mes de diciembre, Armando, un enfermo psíquico, logró huir de una quinta (finca o bodega) de esa zona. Sus patrones lo obligaban a recoger aceitunas allí y, en los veranos, a montar norias y barracas en España, incluida Galicia.
La carretera entre Chaves, localidad lusa fronteriza con Verín, y Vila Real forma parte de la ruta de los esclavos. La mayoría de los 22 detenidos en Oporto en la operación Liberdade residían en villas
agrícolas próximas como Murça, Chaves y Mirandela. Todas estas localidades están al borde de las carreteras que se dirigen a la frontera con España.
Los escenarios de los secuestros registrados en los últimos diez años también son cercanos: Vila Pouca de Aguiar, Vidago, Valpaços o Agarez de Vilamarín. Esta última aldea está a cuatro kilómetros de Vila Real. Desde lo alto se divisan las terrazas de viñedos. En una humilde casa vive Cristina. Ésta asegura que su hermano Armando, un enfermo psíquico que precisa cuatro calmantes diarios, vive atemorizado desde que huyó de una banda lusa que lo retuvo dos años.
«Teme que sus patrones de etnia gitana vuelvan a buscarlo. Hace meses que no trabaja y va a todos lados con su padre. Después de su fuga aparecieron coches de forasteros por aquí. Son unos criminales de la peor clase», dice.
Otro joven del pueblo, con deficiencias, es vigilado constantemente por su familia para evitar que la mafia lo secuestre y lo obligue a trabajar en la vendimia, la recogida de fruta, la chatarra o las piezas de atracciones en España.
Los vecinos de las aldeas montañesas de Vila Real han denunciado, al menos, seis raptos más. «Sé de dos casos en Chaves, otro en Sapiaos, en Medrões y en Vila Cova. Uno de los desaparecidos escapó y volvió a ser raptado. Todos eran deficientes», añade Cristina.
Alfredo, un ex trabajador de La Rioja, confirmó los abusos al Jornal de Noticias.
Vila Chá es una aldea que se halla a pocos kilómetros de Vila Real. La zona cuenta con molinos aerogeneradores y grandes explotaciones de vacas. José Luís Olves es un ex militar retirado que se dedica a la agricultura. En sus campos trabajan cinco empleados que plantan patata. «Necesito mano deobra porque la maquinaria sale muy cara. Toda mi producción la vendo en los restaurantes de Vila Pouca», cuenta el empresario.
La mayoría de sus jornaleros son mujeres. «Sólo encontré a un joven en los dos pueblos más cercanos que esté dispuesto a trabajar en el campo. Los demás se van a las canteras o a las obras», relata el patrón mientras se ajusta las gafas de sol, al lado del todoterreno.
La historia de ese jornalero podría llenar un culebrón. «Su mujer enloqueció, se separaron y ella se quedó con sus propiedades.
Él vive de la agricultura porque es lo único que tiene», afirma el empresario. Fernando es un peón de 30 años, vecino de una aldea de Vila Real, que trabajó en la vendimia de Logroño. «He viajado mucho. Hablo francés y algo de alemán», añade en el idioma galo. Acepta contar su historia a cambio de una invitación a dos cervezas para combatir el calor de la dura jornada. Pero al entrar en el bar, el patrón le reprende y le encarga nuevas tareas.
Las familias lusas piden ayuda a la policía española para localizar a los desaparecidos. António Manuel, un deficiente mental de Vidago, cerca de Chaves, tiene ahora 32 años y sus padres sospechan que anda perdido en España desde hace diez años, trabajando en la vendimia.
«Aparecieron dos hombres de etnia gitana y nos ofrecieron ganar dinero en la vendimia. Cuando mi hijo estaba solo, le prometieron una bicicleta, le pegaron y se lo llevaron», declaró su padre al diario
24 horas.
Fuentes sindicales de La Rioja indicaban ayer que las pequeñas bodegas «contratan a gente por la mañana que se va días después. Las investigaciones no pueden demostrar nada».
..................................................................................................................................................................Enlace permanente: http://reportajesdeevazquezpita.blogspot.com/2011/09/portugal-esclavos-en-la-raia-2005.html
Reportaje | Miseria humana al otro lado de la «Raia» (y III)
Agricultores contratados plantan patata en un campo de Vila Chá, cerca de Vila Real
La cantera de los esclavos lusos
Los vecinos de las aldeas de Trás-os-Montes no dejan nunca solos a los deficientes mentales o los enfermos psíquicos por temor a que sean secuestrados por los negreros.
Texto: E.V.Pita / Fotos: Oscar Vázquez
«¡Márchense! No queremos hablar de eso. Pasó na altura (hace tiempo)», grita Deolinda de Fátima desde la puerta de su desvencijada casa. Ella y sus cinco hijos viven en Carrazedo do Alvão, una polvorienta aldea de la sierra, en el corazón de la deprimida región de Trás-os-Montes.
Enfrente, en el bar sólo hay aparcado un Mercedes con matrícula de Pontevedra. Dos hombres mayores toman algo en la barra junto a un joven de sonrisa extraña. Todo el mundo en Carrazedoconoce la historia de Vasco, el hijo de Dionisia que tiene retraso mental y no puede hablar a sus 21 años. Su hermano Júlio relata su ventura: «Se lo llevaron por la noche en una furgoneta roja para trabajar a 20 kilómetros dentro de la frontera española. La GNR contactó con los del otro lado y lo encontraron. Pero eso fue hace tiempo, ¿por qué revivirlo ahora?». Su madre lo interrumpe entre sollozos y lamentos. No quieren más publicidad para su caso. Júlio discute con su progenitora y se retira. «Me gustaría visitar España. Allí están muy avanzados», se despide.
Esta zona agrícola vive ahora gracias a las obras de la autopista.
A pocos kilómetros está Vila Pouca de Aguiar. El comandante del puesto de la GNR recuerda de oídas el caso de Vasco. «En los últimos años no hemos vuelto a registrar secuestros», dice. En un bar del moderno pueblo sirven aceitunas cultivadas en la cercana Valpaços. El pasado mes de diciembre, Armando, un enfermo psíquico, logró huir de una quinta (finca o bodega) de esa zona. Sus patrones lo obligaban a recoger aceitunas allí y, en los veranos, a montar norias y barracas en España, incluida Galicia.
La carretera entre Chaves, localidad lusa fronteriza con Verín, y Vila Real forma parte de la ruta de los esclavos. La mayoría de los 22 detenidos en Oporto en la operación Liberdade residían en villas
agrícolas próximas como Murça, Chaves y Mirandela. Todas estas localidades están al borde de las carreteras que se dirigen a la frontera con España.
Los escenarios de los secuestros registrados en los últimos diez años también son cercanos: Vila Pouca de Aguiar, Vidago, Valpaços o Agarez de Vilamarín. Esta última aldea está a cuatro kilómetros de Vila Real. Desde lo alto se divisan las terrazas de viñedos. En una humilde casa vive Cristina. Ésta asegura que su hermano Armando, un enfermo psíquico que precisa cuatro calmantes diarios, vive atemorizado desde que huyó de una banda lusa que lo retuvo dos años.
«Teme que sus patrones de etnia gitana vuelvan a buscarlo. Hace meses que no trabaja y va a todos lados con su padre. Después de su fuga aparecieron coches de forasteros por aquí. Son unos criminales de la peor clase», dice.
Otro joven del pueblo, con deficiencias, es vigilado constantemente por su familia para evitar que la mafia lo secuestre y lo obligue a trabajar en la vendimia, la recogida de fruta, la chatarra o las piezas de atracciones en España.
Los vecinos de las aldeas montañesas de Vila Real han denunciado, al menos, seis raptos más. «Sé de dos casos en Chaves, otro en Sapiaos, en Medrões y en Vila Cova. Uno de los desaparecidos escapó y volvió a ser raptado. Todos eran deficientes», añade Cristina.
Alfredo, un ex trabajador de La Rioja, confirmó los abusos al Jornal de Noticias.
Vila Chá es una aldea que se halla a pocos kilómetros de Vila Real. La zona cuenta con molinos aerogeneradores y grandes explotaciones de vacas. José Luís Olves es un ex militar retirado que se dedica a la agricultura. En sus campos trabajan cinco empleados que plantan patata. «Necesito mano deobra porque la maquinaria sale muy cara. Toda mi producción la vendo en los restaurantes de Vila Pouca», cuenta el empresario.
La mayoría de sus jornaleros son mujeres. «Sólo encontré a un joven en los dos pueblos más cercanos que esté dispuesto a trabajar en el campo. Los demás se van a las canteras o a las obras», relata el patrón mientras se ajusta las gafas de sol, al lado del todoterreno.
La historia de ese jornalero podría llenar un culebrón. «Su mujer enloqueció, se separaron y ella se quedó con sus propiedades.
Él vive de la agricultura porque es lo único que tiene», afirma el empresario. Fernando es un peón de 30 años, vecino de una aldea de Vila Real, que trabajó en la vendimia de Logroño. «He viajado mucho. Hablo francés y algo de alemán», añade en el idioma galo. Acepta contar su historia a cambio de una invitación a dos cervezas para combatir el calor de la dura jornada. Pero al entrar en el bar, el patrón le reprende y le encarga nuevas tareas.
Las familias lusas piden ayuda a la policía española para localizar a los desaparecidos. António Manuel, un deficiente mental de Vidago, cerca de Chaves, tiene ahora 32 años y sus padres sospechan que anda perdido en España desde hace diez años, trabajando en la vendimia.
«Aparecieron dos hombres de etnia gitana y nos ofrecieron ganar dinero en la vendimia. Cuando mi hijo estaba solo, le prometieron una bicicleta, le pegaron y se lo llevaron», declaró su padre al diario
24 horas.
Fuentes sindicales de La Rioja indicaban ayer que las pequeñas bodegas «contratan a gente por la mañana que se va días después. Las investigaciones no pueden demostrar nada».
Nepal, paz en el Everest (2006)
19 DE NOVIEMBRE DEL 2006 | LOS DOMINGOS DE LA VOZ | 15
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La paz vuelve al pie del Everest
Nepal pondrá fin a la guerra civil de diez años que enfrentó a la monarquía y a los guerrilleros de ideología comunista
E. VÁZQUEZ PITA | TEXTO Y FOTOS
Dice un chiste nepalí que en ese país hay cuatro formas de casarse: una mujer con dos o más hombres, un hombre con varias mujeres, un matrimonio por conveniencia y la elección de pareja por amor. «Esta última es la más rara», bromea un nativo criado en el campo.
Dicen que el amor fue lo que empujó al príncipe heredero Dipendra a masacrar con una ametralladora a toda la familia real en junio del 2001, disparó a la familia real porque se opuso a su boda. Estaba furioso porque sus padres, instauradores de un régimen parlamentario, habían desaprobado su elección de esposa. El asesino murió en el hospital tras ser coronado rey y el trono pasó a su tío Gyanendra, el único superviviente de la dinastía.
La tragedia perdura en la mente colectiva de los nepalíes, impacientes por contar esta historia a los recién llegados. Pero la paz vuelve a Nepal, un país situado a los pies del Himalaya y tan grande como Portugal pero con el cuádruple de población.
Desde el inicio del verano, los habitantes de Katmandú, la capital, respiran un inusitado optimismo. Es cuestión de días que un pacto cierre las heridas de una guerra civil que enfrentó durante diez años a la monarquía y a los guerrilleros maoístas de ideología comunista.
La calma sólo se vio interrumpida en agosto por una huelga general del transporte que provocó una imagen inaudita en Asia: no circulaba un sólo cocheni motocarro por la calle. Un silencio sepulcral que agradecen los forasteros recién llegados del bullicioso y caótico país de la India.
Durante días, Katmandú estuvo cortado por barricadas levantadas por ciudadanos airados que protestaban por la subida de la gasolina hasta casi 80 céntimos de euro, un lujo en un país que está a la cola por renta per cápita. Los motoristas y conductores hacían largas esperas a la entrada de los surtidores públicos. «Las gasolineras privadas han cerrado porque almacenan el combustible a la espera de que la tarifa suba», comenta un curioso que observa las colas y una fila de militares que ronda a pie por la carretera.
Katmandú fue la gran ciudad desde la que el explorador Edmund Hillary partió en su hazaña de escalar el monte Everest. Desde la avioneta que sobrevuela las cumbres nevadas y rodeadas de nubes, uno no puede más que sobrecogerse ante la grandeza de la cordillera del Himalaya, el techo del mundo que tocó la porriñesa Chus Lago.
El Everest (los nepalíes lo llaman Sagarmatha) es visible, cuando no hace niebla, desde un pequeño mirador situado a 30 kilómetros de Katmandú. Al caminar por las aldeas cercanas se puede sentir un remanso de paz, lo que no oculta la dureza de la montaña. Sus pobladores viven en la calle. Se pueden ver ancianos agricultores que cargan fardos de arroz o cuidan los rebaños, amas de casa semidesnudas que se asean en la acera porque carecen de agua o campesinas sentadas en la calzada mientras mallan la pimienta o secan las hojas.
Sólo los niños parecen ajenos a esa crudeza y elevan distraídos sus cometas de colores sobre los tejados de ciudades milenarias. Y es que las escuelas no están para lujos: los maestros,algunos veinteañeros, tienen que mendigar a los extranjeros lápices y libretas para sus alumnos. Otros son huérfanos y frecuentan los templos hindúes, algunos tan curiosos que tienen como dioses a las ratas, a las que sus cuidadores dejan corretear en el altar.
Tres adolescentes pasan el tiempo en las aldeas con sus bicis y comentan sus ansias de ir a la ciudad a trabajar. No saben dónde está España, pero hablan maravillas del Real Madrid. Otros aprenden idiomas con los turistas que hacen senderismo por los campos de arroz, que llenan el paisaje de un verde luminoso jamás visto en Galicia. Y algún joven monje budista juega al ajedrez en la acera con sus amigos mientras los viejos beben té en una tasca cercana.
Estas montañas han curtido a los 30 millones habitantes de este país, la mitad analfabetos y la otra mitad menores de edad. Un ejemplo de la dureza de carácter son los serpas. Es fácil toparse con ellos por las concurridas calles de Katmandú. Éstos, delgados y de baja estatura, caminan impertérritos con sus hombros cargados con dos sofás, sólo sujetos con una cinta a la frente. Estos porteadores tienen una habilidad especial para doblar su espalda. Fue uno de ellos, Norgay, quien compartió la gloria de alcanzar la cumbre del Everest.
Katmandú no sólo atrae a montañeros que consiguen zamarras de goretex a 50 euros. En los años sesenta fue la meca de los hippies que llegaron para practicar el budismo. Hay un barrio que se llama El Pequeño Tíbet. Se trata de un complejo de templos a donde se han exiliado muchos monjes que huyeron del país vecino invadido hace décadas por China. El retrato del Dalái Lama preside, a los pies de Buda, los edificios en forma de campana y dominados por dos grandes ojos azules pintados en su frontal.
Pero quizás sea más impresionante el palacio de madera de la diosa viviente Kumari, en el centro de la ciudad. Una niña, a la que unos religiosos han reconocido como diosa, vive recluida allí y sólo se asoma por el balcón al oír el bullicio de los visitantes.
Cuando la saludan, ésta se ofende y se retira a sus aposentos. Llegará un día en que la niña tenga su primera menstruación y será destronada. Algunos creen que es una forma de robar la infancia a una menor. La última diosa siguió sus estudios en Nueva York.
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La paz vuelve al pie del Everest
Nepal pondrá fin a la guerra civil de diez años que enfrentó a la monarquía y a los guerrilleros de ideología comunista
E. VÁZQUEZ PITA | TEXTO Y FOTOS
Dice un chiste nepalí que en ese país hay cuatro formas de casarse: una mujer con dos o más hombres, un hombre con varias mujeres, un matrimonio por conveniencia y la elección de pareja por amor. «Esta última es la más rara», bromea un nativo criado en el campo.
Dicen que el amor fue lo que empujó al príncipe heredero Dipendra a masacrar con una ametralladora a toda la familia real en junio del 2001, disparó a la familia real porque se opuso a su boda. Estaba furioso porque sus padres, instauradores de un régimen parlamentario, habían desaprobado su elección de esposa. El asesino murió en el hospital tras ser coronado rey y el trono pasó a su tío Gyanendra, el único superviviente de la dinastía.
La tragedia perdura en la mente colectiva de los nepalíes, impacientes por contar esta historia a los recién llegados. Pero la paz vuelve a Nepal, un país situado a los pies del Himalaya y tan grande como Portugal pero con el cuádruple de población.
Desde el inicio del verano, los habitantes de Katmandú, la capital, respiran un inusitado optimismo. Es cuestión de días que un pacto cierre las heridas de una guerra civil que enfrentó durante diez años a la monarquía y a los guerrilleros maoístas de ideología comunista.
La calma sólo se vio interrumpida en agosto por una huelga general del transporte que provocó una imagen inaudita en Asia: no circulaba un sólo cocheni motocarro por la calle. Un silencio sepulcral que agradecen los forasteros recién llegados del bullicioso y caótico país de la India.
Durante días, Katmandú estuvo cortado por barricadas levantadas por ciudadanos airados que protestaban por la subida de la gasolina hasta casi 80 céntimos de euro, un lujo en un país que está a la cola por renta per cápita. Los motoristas y conductores hacían largas esperas a la entrada de los surtidores públicos. «Las gasolineras privadas han cerrado porque almacenan el combustible a la espera de que la tarifa suba», comenta un curioso que observa las colas y una fila de militares que ronda a pie por la carretera.
Katmandú fue la gran ciudad desde la que el explorador Edmund Hillary partió en su hazaña de escalar el monte Everest. Desde la avioneta que sobrevuela las cumbres nevadas y rodeadas de nubes, uno no puede más que sobrecogerse ante la grandeza de la cordillera del Himalaya, el techo del mundo que tocó la porriñesa Chus Lago.
El Everest (los nepalíes lo llaman Sagarmatha) es visible, cuando no hace niebla, desde un pequeño mirador situado a 30 kilómetros de Katmandú. Al caminar por las aldeas cercanas se puede sentir un remanso de paz, lo que no oculta la dureza de la montaña. Sus pobladores viven en la calle. Se pueden ver ancianos agricultores que cargan fardos de arroz o cuidan los rebaños, amas de casa semidesnudas que se asean en la acera porque carecen de agua o campesinas sentadas en la calzada mientras mallan la pimienta o secan las hojas.
Sólo los niños parecen ajenos a esa crudeza y elevan distraídos sus cometas de colores sobre los tejados de ciudades milenarias. Y es que las escuelas no están para lujos: los maestros,algunos veinteañeros, tienen que mendigar a los extranjeros lápices y libretas para sus alumnos. Otros son huérfanos y frecuentan los templos hindúes, algunos tan curiosos que tienen como dioses a las ratas, a las que sus cuidadores dejan corretear en el altar.
Tres adolescentes pasan el tiempo en las aldeas con sus bicis y comentan sus ansias de ir a la ciudad a trabajar. No saben dónde está España, pero hablan maravillas del Real Madrid. Otros aprenden idiomas con los turistas que hacen senderismo por los campos de arroz, que llenan el paisaje de un verde luminoso jamás visto en Galicia. Y algún joven monje budista juega al ajedrez en la acera con sus amigos mientras los viejos beben té en una tasca cercana.
Estas montañas han curtido a los 30 millones habitantes de este país, la mitad analfabetos y la otra mitad menores de edad. Un ejemplo de la dureza de carácter son los serpas. Es fácil toparse con ellos por las concurridas calles de Katmandú. Éstos, delgados y de baja estatura, caminan impertérritos con sus hombros cargados con dos sofás, sólo sujetos con una cinta a la frente. Estos porteadores tienen una habilidad especial para doblar su espalda. Fue uno de ellos, Norgay, quien compartió la gloria de alcanzar la cumbre del Everest.
Katmandú no sólo atrae a montañeros que consiguen zamarras de goretex a 50 euros. En los años sesenta fue la meca de los hippies que llegaron para practicar el budismo. Hay un barrio que se llama El Pequeño Tíbet. Se trata de un complejo de templos a donde se han exiliado muchos monjes que huyeron del país vecino invadido hace décadas por China. El retrato del Dalái Lama preside, a los pies de Buda, los edificios en forma de campana y dominados por dos grandes ojos azules pintados en su frontal.
Pero quizás sea más impresionante el palacio de madera de la diosa viviente Kumari, en el centro de la ciudad. Una niña, a la que unos religiosos han reconocido como diosa, vive recluida allí y sólo se asoma por el balcón al oír el bullicio de los visitantes.
Cuando la saludan, ésta se ofende y se retira a sus aposentos. Llegará un día en que la niña tenga su primera menstruación y será destronada. Algunos creen que es una forma de robar la infancia a una menor. La última diosa siguió sus estudios en Nueva York.
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Vuelo sobre el Everest (2007)
Publicado en La Voz de Galicia
Suplemento Fugas
Viernes, 8 de noviembre del 2013
Por: E.V.Pita
APUNTES DE VIAJE [ NEPAL ]
E. V. PITA | [..] En un viaje a Nepal de hace unos años,tras salir de las calles llenas de miseria de la India, la pobreza seguía presente en las cordilleras nepalís. En su capital, Katmandú, una mujer pedía a los transeúntes dinero para comprarle leche a sus hijos. Una turista no le dio dinero, pero fue a la tienda que había a escasos metros y le compró un litro. Dijo que jamás su conciencia permitiría que un niño se quedase sin leche, fuese verdad o no la historia de la mujer.
Pero en Nepal la pobreza está presente en todos lados y es una forma de vida ante las escaseces de este país aislado entre las cumbres más altas del mundo. Por ejemplo, sherpas con la espalda doblada cargaban hasta dos sofás a sus hombros. La capital estaba repleta de estos formidables porteadores que cargaban pesos increíbles. Por algo, los sherpas fueron los primeros en escalar junto a Edmund Hillary el monte Everest. Para quienes no somos escaladores del nivel de Chus Lago, la mejor forma de rozar la cumbre del Himalaya es pagar 125 dólares. Basta con subir a una avioneta,de esas que pondrían los pelos de punta al mismísimo Indiana Jones.
El vuelo parte de Katmandú y en una hora se avista la cima del Everest, que asoma por encima de nubes tan negras que a uno se le quitan las ganas de intentar escalarlo. Para obtener la mejor foto, el piloto deja que los viajeros entren en su cabina.
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India: la cara fea de Bollywood (2009)
Publicado en páginas 6 y 7 de Los Domingos de La Voz de Galicia, el 1 de marzo del 2009
REPORTAJE | LOS ESCENARIOS DE «SLUMDOG MILLIONAIRE»
La cara fea del glamur de Bollywood
Enlace permamente: http://reportajesdeevazquezpita.blogspot.com/2011/09/india-la-cara-fea-de-bollywood-2009.html
El mayor suburbio de Asia nada tiene que ver con los tonos pastel
de las superproducciones indias
E. VÁZQUEZ PITA | TEXTO
Si el cine es soñar, la India es el mejor ejemplo. La ganadora de ocho estatuillas de los Oscar de este año, Slumdog Millionaire, tuvo que ser escrita y dirigida por extranjeros porque unos productores de Bollywood, la meca de la industria cinematográfica de Bombay, jamás aceptarían filmarla.
¿Cuál es la razón? Pues que el aplaudido filme británico no cumplía las cuatro reglas de oro de la industria cinematográfica india: tonos pastel, feliz historia de amor y música alegre. El lector observará que falta la cuarta regla. No es ningún despiste, consiste en la ley invisible de silenciar la miseria. No puede salir nada que afee la gran pantalla.
Sin embargo, Slumdog Millionaire, se saltó las reglas no escritas y recrea la miserable vida de los niños del barrio de Dharavi, el mayor suburbio de Asia.
El extranjero que pasa unos días en la India no puede ignorar la pobreza extrema en que malviven millones de habitantes porque asoma delante de sus narices. El turista pasea por calles sucias y
llenas de basura, donde los monos y las vacas pastan libremente, se topa con familias enteras que acampan en las medianas de las autopistas o flacos hombres que tiran de los rickshaws o carromatos.
La pobreza está siempre presente en la vida cotidiana, es difícil acostumbrarse. Aunque los nuevos rascacielos y áreas de negocios en Nueva Delhi o en Bombay crecen como setas, a escasos metros son visibles los niños desarrapados que juegan sobre los tejados de las chabolas.
Sin embargo, como por arte de magia, todas esas imágenes son borradas de las películas, que se convierten en asépticos escenarios de cartón piedra. Sus protagonistas viven en un irreal mundo multicolor de clase media americana en plan anuncio publicitario. El forastero acaba por entender que Bollywood tiene éxito porque el público paga por unas horas de sueños y fantasías, que le
permiten escapar precisamente de la miseria real del día a día.
La película «Slumdog Millionaire» se rodó en Bombay. Este antiguo puerto portugués y luego colonia británica en el Índico es la capital financiera de la India y corazón de Metro Cinema Bombay, capital de la industria cinematográfica. La ciudad genera por sí sola el 38% del producto interior bruto del país. Tiene casi doce millones de habitantes, con una densidad de 27.000 personas por kilómetro cuadrado.
Dharavi, el barrio marginal de Bombay tiene 400.000 habitantes por kilómetro cuadrado, hacinados en chabolas y chamizos. Un millón de almas comparten tres kilómetros cuadrados de terrenos inundables.
CIUDAD DE PARIAS
La vida en Dharavi
El sistema segregador de castas está prohibido en la India, pero la mayoría de los barrenderos son de la casta inferior o intocable, los únicos autorizados por la religión a tener contacto con la basura. El auge económico de Bombay atrae a estos parias que finalmente acaban recluidos en Dharavi, atrapados nuevamente en la miseria de la que solo un héroe, como el protagonista de «Slumdog Millionaire», ha logrado salir. Este hogar de miles de familias solo tiene agua potable dos horas al día y está rodeado de canales de aguas fecales. Un proyecto urbanístico pretende demoler toda la llanura para construir nuevas oficinas de la «City».
BULLICIOSAS CALLEJUELAS.
Todas las capitales de la India tienen sus suburbios pobres. En las afueras de Jaipur, los monos y los cerdos salvajes se disputan la comida de los basureros con los niños. En los barrios apartados de Nueva Delhi, los carniceros muestran sus productos al aire y rodeados de moscas. En Agra, a pocos metros del mausoleo del Taj Mahal, los inmigrantes llegados a la ciudad duermen en las aceras, protegidos por una lona tendida sobre dos palos.
En el distrito de Dharavi (Bombay), en la foto, la miseria es tal que sus habitantes no hacen los pagos con monedas sino con trocitos de plásticos de colores. Los negocios, como en toda la India, son pequeños cubículos donde los barberos cortan el pelo a la vista o los artesanos muestran sus mercancías rodeados de dos vías férreas.
EN DIRECTO | LA SALA MÁS FAMOSA DE LA INDIA
SESIÓN DOBLE EN EL CINE RAJ MANDIR
El Raj Mandir es el cine más famoso y de mayor glamur de la India. Está en Jaipur, la capital de color rosa de los marajás del Rajastán. Su gran anfiteatro de butacas, de paredes color pastel y techos con lámparas de cristal, acoge al público de todas las castas deseoso de ver los últimos estrenos de Bollywood.
El moderno recinto atrae a vistosas damas con sus coloridos saris y a nuevos ricos que aparcan sucoche de alta gama a las puertasde la meca del cine. Pero también es un gancho para los turistas que llegan al lugar en un motorickshaw de alquiler. A pocos metros, hay un atestado restaurante de comida rápida McDonald’s. Su menú, lógicamente, es vegetariano, pues en la India las vacas son sagradas y no se puede hacer hamburguesas con ellas.
Pero la entrada al Raj Mandir requiere paciencia, pues primero hay que sortear las colas de las taquillas, que se dividen en billetes separados por sexos. Por ello, los varones aguardan su turno en una cola y las mujeres en otra. Los extranjeros que tengan prisa pueden presentarse en una taquilla exprés, situada en una discreta esquina, que vende billetes al doble o triple de precio y donde, evidentemente, no hay cola.
COLAS EN LA TAQUILLA.
El cine Raj Mandir, situado en un lateral de la calle Bhawandas Road de Jaipur, es la sala más famosa de la India. El público masculino aguarda pacientemente su turno en la cola de la taquilla para ver el último éxito de Bollywood. La sala de proyección fue inaugurada en 1976 y destaca por su estilo de arte modernista. Tiene capacidad para 1.273 espectadores.
El portero, vestido de uniforme de gala, hace pasar al público dentro del magnífico vestíbulo, de estilo victoriano, con vistosos espejos, colores pastel y escaleras por las que podrían desfilar grandes estrellas del celuloide. El auditorio parece tan extenso como un campo de fútbol, con mas de un millar de butacas, y las paredes y balcones decorados en tonos pastel.
Bienvenidos a Bollywood.
Empieza la sesión, con un espectacular baile en una zona turística de Nueva Delhi. Los personajes hablan en indi, uno de los idiomas oficiales del país, y hay que imaginarse los diálogos. En mitad de la película, entra una espectadora con su hijo envuelto en la espalda, en su sari y al que consuela. Al poco, suena un móvil y alguien del público se pone a hablar.
Por suerte, el cine es un lenguaje universal y la historia es fácil de seguir sin comprender los diálogos. El chico enamora a su novia tras una edulcorante escena que cumple otra regla no escrita de Bollywood: nada de sexo ni desnudos.Se trata de cine familiar para todos los públicos. Al final de la primera parte, que duró dos horas, el público descubre que el amante de la protagonista, con la que ha tenido un hijo, es un sanguinario terrorista.
Tras el descanso, arranca la segunda parte. Ahora cambia de género: drama, tiros, acción y persecuciones estilo Hollywood. Al salir, busco una tienda para comprar el cedé con la pegadiza banda sonora de la película.
..................................................................................................................................................................REPORTAJE | LOS ESCENARIOS DE «SLUMDOG MILLIONAIRE»
La cara fea del glamur de Bollywood
Enlace permamente: http://reportajesdeevazquezpita.blogspot.com/2011/09/india-la-cara-fea-de-bollywood-2009.html
El mayor suburbio de Asia nada tiene que ver con los tonos pastel
de las superproducciones indias
E. VÁZQUEZ PITA | TEXTO
Si el cine es soñar, la India es el mejor ejemplo. La ganadora de ocho estatuillas de los Oscar de este año, Slumdog Millionaire, tuvo que ser escrita y dirigida por extranjeros porque unos productores de Bollywood, la meca de la industria cinematográfica de Bombay, jamás aceptarían filmarla.
¿Cuál es la razón? Pues que el aplaudido filme británico no cumplía las cuatro reglas de oro de la industria cinematográfica india: tonos pastel, feliz historia de amor y música alegre. El lector observará que falta la cuarta regla. No es ningún despiste, consiste en la ley invisible de silenciar la miseria. No puede salir nada que afee la gran pantalla.
Sin embargo, Slumdog Millionaire, se saltó las reglas no escritas y recrea la miserable vida de los niños del barrio de Dharavi, el mayor suburbio de Asia.
El extranjero que pasa unos días en la India no puede ignorar la pobreza extrema en que malviven millones de habitantes porque asoma delante de sus narices. El turista pasea por calles sucias y
llenas de basura, donde los monos y las vacas pastan libremente, se topa con familias enteras que acampan en las medianas de las autopistas o flacos hombres que tiran de los rickshaws o carromatos.
La pobreza está siempre presente en la vida cotidiana, es difícil acostumbrarse. Aunque los nuevos rascacielos y áreas de negocios en Nueva Delhi o en Bombay crecen como setas, a escasos metros son visibles los niños desarrapados que juegan sobre los tejados de las chabolas.
Sin embargo, como por arte de magia, todas esas imágenes son borradas de las películas, que se convierten en asépticos escenarios de cartón piedra. Sus protagonistas viven en un irreal mundo multicolor de clase media americana en plan anuncio publicitario. El forastero acaba por entender que Bollywood tiene éxito porque el público paga por unas horas de sueños y fantasías, que le
permiten escapar precisamente de la miseria real del día a día.
La película «Slumdog Millionaire» se rodó en Bombay. Este antiguo puerto portugués y luego colonia británica en el Índico es la capital financiera de la India y corazón de Metro Cinema Bombay, capital de la industria cinematográfica. La ciudad genera por sí sola el 38% del producto interior bruto del país. Tiene casi doce millones de habitantes, con una densidad de 27.000 personas por kilómetro cuadrado.
Dharavi, el barrio marginal de Bombay tiene 400.000 habitantes por kilómetro cuadrado, hacinados en chabolas y chamizos. Un millón de almas comparten tres kilómetros cuadrados de terrenos inundables.
CIUDAD DE PARIAS
La vida en Dharavi
El sistema segregador de castas está prohibido en la India, pero la mayoría de los barrenderos son de la casta inferior o intocable, los únicos autorizados por la religión a tener contacto con la basura. El auge económico de Bombay atrae a estos parias que finalmente acaban recluidos en Dharavi, atrapados nuevamente en la miseria de la que solo un héroe, como el protagonista de «Slumdog Millionaire», ha logrado salir. Este hogar de miles de familias solo tiene agua potable dos horas al día y está rodeado de canales de aguas fecales. Un proyecto urbanístico pretende demoler toda la llanura para construir nuevas oficinas de la «City».
BULLICIOSAS CALLEJUELAS.
Todas las capitales de la India tienen sus suburbios pobres. En las afueras de Jaipur, los monos y los cerdos salvajes se disputan la comida de los basureros con los niños. En los barrios apartados de Nueva Delhi, los carniceros muestran sus productos al aire y rodeados de moscas. En Agra, a pocos metros del mausoleo del Taj Mahal, los inmigrantes llegados a la ciudad duermen en las aceras, protegidos por una lona tendida sobre dos palos.
En el distrito de Dharavi (Bombay), en la foto, la miseria es tal que sus habitantes no hacen los pagos con monedas sino con trocitos de plásticos de colores. Los negocios, como en toda la India, son pequeños cubículos donde los barberos cortan el pelo a la vista o los artesanos muestran sus mercancías rodeados de dos vías férreas.
EN DIRECTO | LA SALA MÁS FAMOSA DE LA INDIA
SESIÓN DOBLE EN EL CINE RAJ MANDIR
El Raj Mandir es el cine más famoso y de mayor glamur de la India. Está en Jaipur, la capital de color rosa de los marajás del Rajastán. Su gran anfiteatro de butacas, de paredes color pastel y techos con lámparas de cristal, acoge al público de todas las castas deseoso de ver los últimos estrenos de Bollywood.
El moderno recinto atrae a vistosas damas con sus coloridos saris y a nuevos ricos que aparcan sucoche de alta gama a las puertasde la meca del cine. Pero también es un gancho para los turistas que llegan al lugar en un motorickshaw de alquiler. A pocos metros, hay un atestado restaurante de comida rápida McDonald’s. Su menú, lógicamente, es vegetariano, pues en la India las vacas son sagradas y no se puede hacer hamburguesas con ellas.
Pero la entrada al Raj Mandir requiere paciencia, pues primero hay que sortear las colas de las taquillas, que se dividen en billetes separados por sexos. Por ello, los varones aguardan su turno en una cola y las mujeres en otra. Los extranjeros que tengan prisa pueden presentarse en una taquilla exprés, situada en una discreta esquina, que vende billetes al doble o triple de precio y donde, evidentemente, no hay cola.
COLAS EN LA TAQUILLA.
El cine Raj Mandir, situado en un lateral de la calle Bhawandas Road de Jaipur, es la sala más famosa de la India. El público masculino aguarda pacientemente su turno en la cola de la taquilla para ver el último éxito de Bollywood. La sala de proyección fue inaugurada en 1976 y destaca por su estilo de arte modernista. Tiene capacidad para 1.273 espectadores.
El portero, vestido de uniforme de gala, hace pasar al público dentro del magnífico vestíbulo, de estilo victoriano, con vistosos espejos, colores pastel y escaleras por las que podrían desfilar grandes estrellas del celuloide. El auditorio parece tan extenso como un campo de fútbol, con mas de un millar de butacas, y las paredes y balcones decorados en tonos pastel.
Bienvenidos a Bollywood.
Empieza la sesión, con un espectacular baile en una zona turística de Nueva Delhi. Los personajes hablan en indi, uno de los idiomas oficiales del país, y hay que imaginarse los diálogos. En mitad de la película, entra una espectadora con su hijo envuelto en la espalda, en su sari y al que consuela. Al poco, suena un móvil y alguien del público se pone a hablar.
Por suerte, el cine es un lenguaje universal y la historia es fácil de seguir sin comprender los diálogos. El chico enamora a su novia tras una edulcorante escena que cumple otra regla no escrita de Bollywood: nada de sexo ni desnudos.Se trata de cine familiar para todos los públicos. Al final de la primera parte, que duró dos horas, el público descubre que el amante de la protagonista, con la que ha tenido un hijo, es un sanguinario terrorista.
Tras el descanso, arranca la segunda parte. Ahora cambia de género: drama, tiros, acción y persecuciones estilo Hollywood. Al salir, busco una tienda para comprar el cedé con la pegadiza banda sonora de la película.
Viaje a Dublín (publicado en Sección de Economía de La Voz de Galicia)
Publicado en La Voz de Galicia ( 18 de abril del 2010 )
Enlace permanente: http://reportajesdeevazquezpita.blogspot.com/2011/09/seguira-irlanda-la-estela-de-grecia.html
El Tigre Celta es la letra I del grupo de países PIGS, con un déficit fiscal del 14%, un paro del 13% y dos bancos zombis
Autor:
E. Vázquez Pita
Irlanda era un país pobre, pero en 1973 ingresó en la UE y las recetas neoliberales acabaron disparando su economía. El cebo de los bajos impuestos y la escasa regulación atrajo al dinero y, en el 2000, el crecimiento del producto interior bruto tocó un techo del 9,4%, el triple de lo normal en Europa. El país de nuevos ricos fue apodado el Tigre Celta para compararlo con la dinámica Asia. Diez años después, la burbuja estalló y el aquel tigre es ahora solo un zombi. En el 2009, su PIB cayó un 7,9%, el déficit público trepó hasta el 12% y el paro supera ya la barrera del 13%, el sexto más elevado de la UE.
Irlanda tiene el dudoso honor de representar la letra I de las siglas PIGS, término utilizado para englobar a países con graves problemas de déficit y del que también forman parte Portugal, Grecia y España. Atenas acaba de recibir un salvavidas de 30.000 millones de sus socios europeos y Dublín puede ser la próxima ficha en caer. Así lo cree el columnista financiero David McWilliams, de The Sunday Business Post , quien asegura rezar para que el pánico no se extienda como la pólvora.
Enlace permanente: http://reportajesdeevazquezpita.blogspot.com/2011/09/seguira-irlanda-la-estela-de-grecia.html
¿Seguirá Irlanda la estela de Grecia? (2010)
El Tigre Celta es la letra I del grupo de países PIGS, con un déficit fiscal del 14%, un paro del 13% y dos bancos zombis
Autor:
E. Vázquez Pita
Irlanda era un país pobre, pero en 1973 ingresó en la UE y las recetas neoliberales acabaron disparando su economía. El cebo de los bajos impuestos y la escasa regulación atrajo al dinero y, en el 2000, el crecimiento del producto interior bruto tocó un techo del 9,4%, el triple de lo normal en Europa. El país de nuevos ricos fue apodado el Tigre Celta para compararlo con la dinámica Asia. Diez años después, la burbuja estalló y el aquel tigre es ahora solo un zombi. En el 2009, su PIB cayó un 7,9%, el déficit público trepó hasta el 12% y el paro supera ya la barrera del 13%, el sexto más elevado de la UE.
Irlanda tiene el dudoso honor de representar la letra I de las siglas PIGS, término utilizado para englobar a países con graves problemas de déficit y del que también forman parte Portugal, Grecia y España. Atenas acaba de recibir un salvavidas de 30.000 millones de sus socios europeos y Dublín puede ser la próxima ficha en caer. Así lo cree el columnista financiero David McWilliams, de The Sunday Business Post , quien asegura rezar para que el pánico no se extienda como la pólvora.
La primera impresión del viajero que llega al aeropuerto de Dublín es la de un lugar gris al que le vendría bien una mano de pintura. Las infraestructuras son la asignatura pendiente del país, pero no hay que engañarse. Al salir a la calle, uno descubre la colosal silueta de la nueva terminal, un huevo metálico de estilo high-tech. Las grúas trabajan a pleno rendimiento. El ferrocarril y la autovía a Galway también han sido modernizados a tiempo. Entonces, ¿es tan grave la crisis en Irlanda?
La renta per cápita de los irlandeses sigue en el 134%, por encima de la media europea y de España. Es la herencia del bum de los noventa, cuando la construcción y los microchips hacían correr el dinero. Impuestos baratos atraían a los inversores americanos y al capital alemán. Ahora, Irlanda recorta el gasto para atajar su deuda, un 60% del PIB.
«Esto ya no es lo de antes», refunfuña un taxista. «La culpa es de gente como Quinn», dice una residente. Durante la bonanza, el multimillonario Sean Quinn pidió un préstamo al Anglo Irish Bank para comprar acciones del propio banco, en el que, cuando estalló la crisis, el Gobierno tuvo que tapar un agujero de 180.000 millones. Lo que queda ahora es una ciudad fantasma de oficinas acristaladas, hoteles sin clientes, campos de golf sin socios y chalés adosados vacíos. Y una enorme deuda que pagar.
El ladrillo se hundió, pero la informática continúa atrayendo a los inversores
Los irlandeses tienen una anécdota para todo. Muchos han fijado ahora su atención en el edificio del Banco Central. ¿Por qué tiene todas sus ventanas tapiadas? Cuentan que, hace tiempo, una ley estableció que que cada ciudadano debía pagar impuestos según el número de ventanas de su casa. Algunas iglesias de Dublín y el Parlamento las tapiaron todas para ahorrar. Allí está situado ahora el Banco Central, que se ha marcado el objetivo de reducir el déficit público hasta el 3% cuando hace tres años se dedicaba a inyectar capital en los mercados internacionales. La luz solo entra por un patio del Banco Central, un lugar lugrube comparado con las nuevas oficinas acristaladas de los Docklands, donde los peatones pueden ver absolutamente todo lo que pasa dentro.
La crisis ha golpeado más fuerte en Waterford, al sur, la quinta ciudad del país. La famosa cristalera que alegraba la ciudad era todo un emblema industrial, pero ha cerrado sus puertas para trasladarse a China. La deslocalización ha dado la puntilla a esta zona.
Con Dell pasó algo parecido. La multinacional americana de ordenadores se instaló en Limerick, pero hace seis meses decidió trasladarse a Polonia, para ahorrar costes.? El ladrillo cayó pero el microchip ha sobrevivido. El suelo barato atrae a inversores tecnológicos de Estados Unidos. La red social Facebook acaba de instalar una central de servicios al cliente, y la red de negocios Linkedln, otra. Hay oportunidades para los teleoperadores porque es un país barato que habla inglés.
Los Docklands, herencia de una época de bonanza
Los años de bonanza tienen su espejo en los Docklands, una zona de diques abandonados en la desembocadura del río Liffey en Dublín. En diez años, se levantaron decenas de edificios de oficinas, de estilo h igh-tech , plazas y centros comerciales con boutiques y comida internacional. Las terrazas siguen llenas, pero los inmuebles parecen desangelados como si fuese un barrio fantasma. Carteles de «To Let» (Se alquila) asoman por las ventanas camino al nuevo puente de Calatrava que simboliza la lira, y al teatro O2. El Gobierno acaba de ampliar la línea de metro ligero Luas para atraer residentes.? El estallido de la burbuja inmobiliaria obligó a los obreros polacos a volver a su país, pero las tiendas especializadas en productos del Este siguen abiertas.
En Galway, la segunda ciudad del país, que acoge a una gran comunidad gallega, la construcción de chalés adosados cesó de repente. «Hubo un auge de la especulación, muchas urbanizaciones nuevas», recuerda Susana Fernández, una economista coruñesa que trabajó en el audiovisual de Galway.
La clase media de Irlanda, lastrada por las hipotecas, se afana en buscar gangas
Los desempleados rondan los 300.000?y la renta per cápita se desploma
La señal de que algo va mal saltó durante las fiestas de San Patricio, a mediados de marzo. El consumo de cervezas Guinness en las calles de Dublín descendió respecto a años anteriores. Era la mejor prueba de que hay crisis y de que la clase media irlandesa consume menos, empobrecida por los créditos e hipotecas pedidos en el pasado. En dos años, la renta per cápita ha pasado del 145 al 134% de la media europea.
Basta con pasear por la bulliciosa calle de la moda, Henry Street, donde se concentran las cadenas de grandes almacenes H&M, Zara, Marks & Spencer o la exitosa Pennyes (Primark). Decenas de clientes salen por las puertas de Pennys cargados de bolsas de papel. No son víctimas de una fiebre consumista, sino que se aprietan el cinturón. Las estudiantes del Trinity College encuentran allí grandes gangas, como camisetas a cuatro euros y vestidos a cinco. Hay prendas por dos euros, más baratas que en los bazares chinos. Pennys hace su agosto en plena crisis. En la esquina de los grandes almacenes, un homeless se acurruca en un saco de dormir.
La inflación del 2009 ha aupado los precios por encima de los españoles. En las calles secundarias, los escaparates lucen tentadoras ofertas y saldos. Hasta Burger King promociona el Eurosaver (Euroahorro). Y en el centro comercial de St. Stephen los clientes desayunan y miran, pero no tocan los diamantes.
Un paseo por Temple Bar, la calle de copas de Dublín, revela que, como en España, la crisis no ha cerrado ningún pub pese a que el país ronda los 300.000 parados. Pero la capital es joven y nadie se priva de su pinta de Guinness a cuatro euros; o de una botella de Albariño por 30. Las terrazas rebosan de clientes y las adolescentes visten lo más posh. Caminan con tacones de aguja hacia los clubes nocturnos privados del barrio georgiano, un distrito para ricos de la capital. Al amanecer, la luz muestra hileras de carteles colgados que anuncian traspasos de oficinas. Hay pocos negocios cerrados, la mayoría son inmobiliarias.
En los barrios del norte ha surgido una nueva clase social: los nackers, una tribu juvenil de flequillo y sudadera. Eternos parados, son pensionistas. «Mejor, no tener nada con ellos», advierte un residente. El colchón para un paro del 13,2% es la paga social, unos 600 euros. El desempleo es inferior que en España (19%) y muchos obreros de la construcción han regresado a sus países de origen. La pobreza sigue oculta. En la capital, son escasos los indigentes que duermen a la intemperie. En villas como Donegal, ninguno. En Dublín, decenas de rumanas piden limosna en el puente Ha Penny. Antes, había que pagar medio penique de peaje por cruzar el río. Ahora, está flanqueado por jóvenes de apariencia sana que padecen problemas de droga, sentados en silencio con un vaso de plástico vacío en la mano. Algunos critican que la paga social incentiva la pereza. Pero Irlanda, pese a ser un país católico, parece más próxima al sistema neoliberal del Reino Unido y Estados Unidos que al bienestar europeo. Ir al médico no es gratis y el que puede contrata un seguro privado.
La crisis ha generado irritación, pero pocas protestas callejeras. En los soportales del histórico edificio de Correos, donde se libró un episodio de la independencia irlandesa, se manifiestan a diario speakers que recogen firmas por todo: contra el aborto, en apoyo del Sinn Féin o contra la pederastia religiosa. Nadie contra la crisis. A la vuelta de la esquina, ante la puerta de un Zara, un grupo de Socialist Workers corea por megáfono consignas contra la banca y clama por una revuelta.
Pero la crisis ha tenido un malsano efecto secundario: el racismo. Hace una semana, varios miles de inmigrantes se manifestaron contra el asesinato de un estudiante adolescente de origen africano. La tensión crece.
Añadido del autor: en el artículo original pubicado en la sección de Economía de La Voz de Galicia el 18 de abril del 2010 figura un pequeño paquete qe ha pasado desapercibido al volcar la información en la web. Dicho paquete recoge las quejas de un irlandés por las medidas que ha tomado su gobierno para atajar la crisis: congelación de salarios de los funcionarios y otros ajustes. Esta receta sería aplicada a España unos meses después.
«Tenemos los salarios congelados mientras suben los impuestos»
Autor: E. Vázquez Pita
Javier Berrocal es un informático de A Coruña de 27 años que trabaja en Dublín. «Un amigo me dijo que había muchas oportunidades, que alguien que no hablase inglés podía colocarse de camarero. Pero un mes después de llegar aquí leí en la prensa: '' Recesión'' », relata. Salió adelante. «Pasé por varias entrevistas y una empresa informática me contrató en dos meses», dice.
Un amigo suyo, Iosaf, un ingeniero de informática de 31 años vive la crisis más de cerca. «Ahora esperas menos tiempo por una mesa en los restaurantes», comenta. Asegura que en los centros comerciales, la gente pasea más que antes, cuando se les veía cargados con bolsas. «Tenemos los salarios congelados mientras suben los impuestos», relata dejando entrever cierto enfado.
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Rescate: Portugal amanece conmocionado (2011)
Publicado el 8 de abril del 2011 en La Voz de Galicia
http://www.lavozdegalicia.es/dinero/2011/04/08/0003_201104G8P6991.htm
«Me marcho para Brasil», dice una comerciante de Valença que cierra su negocio tras 20 años. «El país está todo triste», admite un empresario.
E. V. PITA
VALENÇA / ENVIADO ESPECIAL
Son las nueve de la mañana y ya se ven los primeros turistas mirando los escaparates de las tiendas de toallas de la Fortaleza, en Valença. Aquí viven del turismo español. Parece una mañana normal si no fuese porque
los portugueses se han desayunado con portadas como «Portugal pede ajuda» o «Sócrates forçado a pedir ajuda». La petición de rescate a la UE y al FMI ha dividido a los portugueses, pero a nadie lo pilló por sorpresa.
«Tenía que pasar, se veía venir», comenta un cliente del quiosco.
Una vendedora de toallas admite que no comprende la mecánica macroeconómica que implica el rescate financiero, pero su intuición le dice que algo va mal. «No sé si era necesario o no, pero me basta con lo que he visto de los países que han pedido ayuda, como Grecia o Irlanda,
y que no les ha favorecido nada», comenta.
El propietario del bar Limoeiro, João de Amorin Gomes, es de los que apoya la medida del Gobierno. «Era lo correcto, no teníamos alternativa. Peor ya
no podemos estar, Portugal está todo triste, nadie confía en el otro, los salarios bajan y el coste de la vida aumenta. La gente está endeudada y con la soga al cuello, si España cae no sé qué va a pasar», augura. «A vosa
crise é a nosa», añade la camarera, que se sorprende al oír que en España hay «cinco millones» de parados. Una clienta sexagenaria que siguió atentamente por televisión el discurso de Sócrates se ríe nerviosa: «¿Crisis, qué crisis?».
La vendedora de paños del bajo colindante, María Sameiro, está sentada en la terraza sin pedir nada. Tras 20 años, cierra su tienda «por saturación [cansancio]y por la crisis. Ya no hay algodón porque China lo acapara todo. Ahora voy a hacer cursos de formación porque me pagan con fondos de la UE. Quiero marcharme a Brasil con mi hija. Ella es ingeniera medioambiental y allí trabaja de lo suyo», dice. «Muchos no cierran porque no tienen valor», añade. ¿Cómo resistir con un IVA al 23%?
Quizás la Fortaleza viva en una burbuja económica, sostenida por el turismo español. Pero en la ciudad nueva, en la calle de los bancos, también se respira tranquilidad. Solo un mendigo que pide limosna junto a un cajero automático se lamenta ante los agentes de policía: «En Rumanía no hay trabajo».
Probamos a solicitar un crédito en un banco para abrir un negocio y comprar un coche de lujo. Para el negocio, depende. Del coche, ni hablar. En toda la mañana, ningún cliente ha comentado nada del rescate en el
Santanter Totta. «Los españoles vienen a preguntar más», explica
la directora Luisa Lopes. En la Caixa Geral de Depósitos, los
clientes tampoco han corrido a retirar sus ahorros. «La gente no
se ha enterado», admite fuera de micrófono un ejecutivo.
Un inversor español cree que «aquí se han levantado en shock,
no se dan cuenta de lo que se les viene encima. Esto es una gota
más porque aquí no vivieron los años de bonanza de España. Cuando caiga...». Otro hombre de negocios añade: «Incluso en la crisis hay buenas oportunidades, solo hay que acertar».
El dueño de un almacén de combustible, Antonio Sousa, aparca su Mercedes en la milla de oro de Valença y elogia la medida. Hace poco despidió a 3
de sus 20 empleados y va a comprar a Tui productos más baratos. «La ayuda es el mejor remedio, pero llega tarde. Muchos se van a arrepentir de no querer tomar medidas más duras como pedía Sócrates. En 1982, funcionó.
Serán tres años de ajustarse el cinturón, pero los que vivimos la pobreza sabremos sobrellevar los tiempos duros".
«Voy a Tui a por combustible y alimentos, aquí los impuestos están muy altos»
Joaquim Romeu, funcionario público de Valença, sigue de cerca los rescates. Suelen venir seguidos de despidos de trabajadores públicos. Ya ha habido recortes para los empleados del Estado que ganan más de 1.500
euros. Los impuestos han disparado el precio de los coches nuevos, «diez mil euros más caros que en España». Las bombonas de gas valen 25 euros y,
al otro lado del Miño, no pasan de 12. La gasolina del automóvil cuesta 1,54 euros y la de moto, 1,84. «Y encima quieren subir el IVA al 25%», afirma Joaquim.
Este ha aguzado el ingenio y cruza el puente para abastecerse en España de alimentos y combustible. «Lo que han conseguido los políticos es que Tui
no se vaya abajo, porque recibe divisas portuguesas, de aquí el dinero huye», dice.
La comerciante María Amoeda piensa lo mismo: «El que tiene dinero no quiere investir. Nadie compra un piso porque no le van a pagar el alquiler. Los créditos están más difíciles. En Francia o Navarra la crisis se nota menos que en Galicia».
«Sufriremos la intervención 3 o 4 años», vaticina una empleada de banca
La directora del Santander Totta, Luisa Lopes, es una de las personas mejor informadas de Valença. La petición de ayuda ya estaba descontada por los analistas. «El FMI va a instaurar unas reglas que debemos obedecer
como Grecia e Irlanda y pasaremos por momentos difíciles para controlar el gasto. La intervención de la UE conducirá a reglas para despedir funcionarios públicos, controlar las importaciones, recortes en los salarios mínimos, las pensiones, vacaciones y pluses de natalidad. No hay ningún milagro detrás», dice.
Advierte que en los rescates de 1970 y 1980, el FMI llegó a obligar a vender las reservas de oro del país: «Ahora, tendremos que sufrir la intervención durante 3 o 4 años». Y cree que Portugal ha reaccionado con serenidad porque «estamos acostumbrados a vivir con dificultades; los españoles están más preocupados porque la crisis les llegó de golpe».
Frases
«Es una gota más porque aquí no vivieron los años de bonanza que
tuvo España».
«La ayuda del FMI es el mejor remedio, ya funcionó en 1982, pero llega tarde»
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NUEVO: CRÓNICA PERIODÍSTICA EN CÓMIC
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Reportaje en cómic "La economía del siglo XXI resumida en diez libros" (E.V.Pita, 2019) |
DESCARGA EN PDF
(42 páginas en formato DIN A4 horizontal):
Crónica periodística en cómic "La economía del siglo XXI resumida en diez libros" Autor: E.V.Pita (2019) |
Descarga en PDF: Reportaje en cómic: "La economía del siglo XXI resumida en diez libros" (E.V.Pita, 2019)
Descargar en PDF en el siguiente link:
https://evpitawriting.files.wordpress.com/2019/01/webcomic-apaisadohhok.pdf
La Economía del siglo XXI (libre mercado, globalización y la Gran Crisis del 2008), resumida ahora en diez libros.
La obra se divide en tres apartados. El primero está dedicado a Adam Smith y David Ricardo, los dos autores que sentaron las bases del libre mercado y la globalización, respectivamente, y que conforman el mundo actual.
La obra incluye un comentario previo a cada libro, donde indica cuáles son las claves del texto y la transcendencia en el pensamiento del siglo XXI, como son las obras de Adam Smith y de David Ricardo, entre otros autores.
En un segundo apartado, se analiza el fenómeno de la globalización desde 1989 hasta el 2019. Este año marca un retroceso, ya que se espera que se haga efectivo el Brexit (que separa al Reino Unido de la UE), o confirma el ascenso de los populismos que promueven el proteccionismo y la guerra comercial, y se prevé una ralentización del crecimiento económico mundial.
En un tercer capítulo, se examina la Gran Crisis del 2008, las políticas de austeridad y la creciente desigualdad, en las que destacan obras de los premios Nobel Stiglitz y Krugman.
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NOVELA GRÁFICA
"DIEZ LIBROS PARA ENTENDER LA ECONOMÍA DEL SIGLO XXI EN CÓMIC"
Resúmenes de diez libros de economía clave para entender la Gran Crisis del 2008.
Descarga de la novela gráfica en PDF en el siguiente link:
LA NOVELA GRÁFICA “ DIEZ LIBROS PARA ENTENDER LA ECONOMÍA DEL SIGLO XXI EN CÓMIC” DE E.V.PITA ESTÁ BASADA EN LOS RESÚMENES DE OBRAS CLÁSICAS Y CONTEMPORÁNEAS CON MAYOR NÚMERO DE CONSULTAS POR LOS LECTORES DE LOS BLOGS “EL ECONOMISTA VAGO” Y “EVPITASOCIOLOGIA”
LA TEMÁTIVA DE ESTE CÓMIC ABORDA DESDE LA “MANO INVISIBLE” DEL MERCADO DE ADAM SMITH HASTA LOS PRINCIPIOS DE LA VENTAJA COMPARATIVA DE DAVID RICARDO QUE ASENTARON LA ACTUAL GLOBALIZACIÓN Y EL COMERCIO INTERNACIONAL.
ENTRE LOS LIBROS RESEÑADOS HAY ESPACIO PARA DOS PREMIOS NOBEL, STIGLITZ Y KRUGMAN, QUE ESTUDIARON LA GRAN CRISIS DEL 2008 Y LOS EFECTOS DE LA CRECIENTE DESIGUALDAD ECONÓMICA. SE INCLUYE UNA OBRA DE TONY JUDT, “ALGO VA MAL”, PARA EXPLICAR EL AUGE DE LAS POLÍTICAS NEOLIBERALES Y EL DESMANTELAMIENTO DEL ESTADO DE BIENESTAR KEYNESIANO.
TAMBIÉN SE ABORDA LA GLOBALIZACIÓN DE LA MANO DE THOMAS L. FRIEDMAN, AUTOR DE “LA TIERRA ES PLANA”, QUE APORTA SUS SOLUCIONES PARA HACER FRENTE A LA DESLOCALIZACIÓN. OTROS DOS AUTORES, ACEMOGLU Y ROBINSON, EXAMINAN LOS FRACASOS DE LOS PAÍSES Y PROPONEN QUE LAS NACIONES POBRES TENGAN INSTITUCIONES MÁS INCLUSIVAS CON LOS CIUDADANOS.
NO PODÍA FALTAR UNA REFERENCIA A LA AUTOMATIZACIÓN Y ROBOTIZACIÓN DEL MUNDO ACTUAL, QUE FUE ANTICIPADA POR EL SOCIÓLOGO GEORGE RITZER EN “LA MCDONALIZACIÓN DE LA SOCIEDAD”, TODO UN CLÁSICO SOBRE LA BUROCRACIA INDUSTRIAL, EL FORDISMO Y EL TAYLORISMO.
Resúmenes de diez libros de economía clave para entender la Gran Crisis del 2008.
LA NOVELA GRÁFICA “ DIEZ LIBROS PARA ENTENDER LA ECONOMÍA DEL SIGLO XXI EN CÓMIC” DE E.V.PITA ESTÁ BASADA EN LOS RESÚMENES DE OBRAS CLÁSICAS Y CONTEMPORÁNEAS CON MAYOR NÚMERO DE CONSULTAS POR LOS LECTORES DE LOS BLOGS “EL ECONOMISTA VAGO” Y “EVPITASOCIOLOGIA”
LA TEMÁTIVA DE ESTE CÓMIC ABORDA DESDE LA “MANO INVISIBLE” DEL MERCADO DE ADAM SMITH HASTA LOS PRINCIPIOS DE LA VENTAJA COMPARATIVA DE DAVID RICARDO QUE ASENTARON LA ACTUAL GLOBALIZACIÓN Y EL COMERCIO INTERNACIONAL.
ENTRE LOS LIBROS RESEÑADOS HAY ESPACIO PARA DOS PREMIOS NOBEL, STIGLITZ Y KRUGMAN, QUE ESTUDIARON LA GRAN CRISIS DEL 2008 Y LOS EFECTOS DE LA CRECIENTE DESIGUALDAD ECONÓMICA. SE INCLUYE UNA OBRA DE TONY JUDT, “ALGO VA MAL”, PARA EXPLICAR EL AUGE DE LAS POLÍTICAS NEOLIBERALES Y EL DESMANTELAMIENTO DEL ESTADO DE BIENESTAR KEYNESIANO.
TAMBIÉN SE ABORDA LA GLOBALIZACIÓN DE LA MANO DE THOMAS L. FRIEDMAN, AUTOR DE “LA TIERRA ES PLANA”, QUE APORTA SUS SOLUCIONES PARA HACER FRENTE A LA DESLOCALIZACIÓN. OTROS DOS AUTORES, ACEMOGLU Y ROBINSON, EXAMINAN LOS FRACASOS DE LOS PAÍSES Y PROPONEN QUE LAS NACIONES POBRES TENGAN INSTITUCIONES MÁS INCLUSIVAS CON LOS CIUDADANOS.
NO PODÍA FALTAR UNA REFERENCIA A LA AUTOMATIZACIÓN Y ROBOTIZACIÓN DEL MUNDO ACTUAL, QUE FUE ANTICIPADA POR EL SOCIÓLOGO GEORGE RITZER EN “LA MCDONALIZACIÓN DE LA SOCIEDAD”, TODO UN CLÁSICO SOBRE LA BUROCRACIA INDUSTRIAL, EL FORDISMO Y EL TAYLORISMO.
PDF: "350 resúmenes de libros de Economía" |
350 RESÚMENES DE LIBROS DE ECONOMÍA
Descarga en formato PDF (90 páginas)
Descarga en PDF de "350 resúmenes de libros de Economía" (E.V.Pita, 2019)
https://eleconomistavago.files.wordpress.com/2019/01/350resumenesok2.pdf
Libros ordenados cronológicamente desde 1776 hasta 2018. Aborda temas como la Economía Clásica, la Globalización, la crisis del 2008 y la Industria 4.0.
Cada libro tiene un "link" al resumen completo.
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Novela gráfica a todo color "Diez resúmenes de libros de Economía para entender el siglo XXI" Autor: E.V.Pita, 2018 |
NOVELA GRÁFICA EN COLOR
Los 10 resúmenes más populares de libros de Economía en cómic a todo color para entender el siglo XXI.
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