"Riqueza y éxito: libros sobre crecimiento económico". Resúmenes

"Los mejores libros sobre la riqueza, éxito y crecimiento económico"


Resúmenes de E.V.Pita (2013)

Lecturas selectas de autores de la talla de Adam Smith, Keynes, Schumpeter, Galbraith, Mokyr, Sachs, Tofler etc ...


1) "La riqueza de las naciones", de Adam Smith (1776)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/11/la-riqueza-de-las-naciones-de-adam.html

 
2) "Teoría de la clase ociosa", de Thorstein Veblen (1899)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/05/sociologia-estratificacion-social.html

 
3) "La ética protestante y el "espíritu" del capitalismo", de Max Weber (1904)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/12/la-etica-protestante-y-el-espiritu-del.html

 
4) "Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero", de John Maynard Keynes (1935)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/06/teoria-general-de-la-ocupacion-el.html

 
5) "Historia del análisis económico", Joseph A. Schumpeter (1954)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/12/historia-del-analisis-economico-de.html

 
6) "La sociedad opulenta", de John Kenneth Galbraith (1957)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/07/la-sociedad-opulenta-de-john-k.html

 
7) "La Tercera Ola", de Alvin Toffler. (1980)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/02/third-wave-la-tercera-ola-de-alvin.html

 
8) "La Palanca de la Riqueza. Creatividad tecnológica y progreso económico", de Joel Mokyr (1990 )
http://evpitasociologia.blogspot.com/2010/11/la-palanca-de-la-riqueza.html
 
9) "El beneficio es lo que cuenta. Neoliberalismo y orden global", de Noam Chomsky (1999)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/08/el-beneficio-es-lo-que-cuenta.html

 
10) "La frontera del éxito", de Malcolm Gladwell (2000)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/12/la-frontera-del-exito-de-malcolm.html

11) "Decrecimiento y posdesarrollo", de Serge Latouche (2003)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/08/dececimiento-y-posdesarrollo-de-serge.html

 
12)  "El fin de la pobreza", de Jeffrey Sachs. (2005)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/10/el-fin-de-la-pobreza-de-jeffrey-sachs.html

13) "Comercio justo para todos", de Joseph E. Stiglitz (y Andrew Charlton) (2005)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/11/comercio-justo-para-todos-de-joseph-e.html

 
14) "La revolución de la riqueza", de Alvin Toffler (2006)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/05/la-revolucion-de-la-riqueza-de-alvin.html

15) "Fueras de serie", de Malcom Gladwell (2008)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/06/fueras-de-serie-outliers-de-malcom.html
 
 
16) "El triunfo del dinero", de Liall Fergunson (2010)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/10/el-triunfo-del-dinero-de-liall.html
 
17) "El optimista racional", de Matt Ridley (2010)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/07/el-optimista-racional-de-matt-ridley.html

18)  "El capital en el siglo XXI", de Thomas Piketty (2013)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/04/el-capital-en-el-siglo-xxi-de-thomas.html

19) "
Hacia la sobriedad feliz", de Pierre Rabhi, (2013)
http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/01/hacia-la-sobriedad-feliz-de-pierre.html

20)...."El delirio del crecimiento", de David Pilling (2019)
https://evpitasociologia.blogspot.com/2020/03/el-delirio-del-crecimiento-de-david.html


Pasar a leer directamente los resúmenes:

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Título: "La riqueza de las naciones", de Adam Smith (1776)


Sociología, estructura económica, estructura social, economía política

Autor de comentarios y resumen: E.V.Pita , licenciado en Derecho y Sociología.

Texto original del resumen en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/11/la-riqueza-de-las-naciones-de-adam.html

Título: "La riqueza de las naciones", de Adam Smith (1776)

INTRODUCIÓN
Adam Smit procede de Escocia, en un mundo donde imperaban las teorias fisiócratas sobre la productividad de la tierra.

Los capítulos de mayor interés son el primero, sobre la división del trabajo, y el cuarto, donde menciona una única vez "la mano invisible" que rige el mercado de la oferta y la demanda de forma que se autoregulan.

Notas del lector:

Tras la lectura de la mitad del libro, puedo indicar varias cosas. Adam Smith cree que los salarios se equilibran en función de las épocas buenas y las malas, dado que existe un salario mínimo a partir del cual ya no compensa trabajar y que es el doble de la subsistencia, lo justo para alimentar a una familia. A partir de ahí, el salario oscila. Si un país afronta una época de crecimiento y hacen falta trabajadores, los salarios suben y se produce una época de prosperidad y de aumento de la natalidad. Es lo que ocurría en Norteamérica en 1776.

 Muy en la línea de Malthus, si luego hay más trabajadores que trabajos, el precio del salario disminuye porque siempre habrá alguien dispuesto a trabajar por un poco menos. Por mucha presión sindical que haya, dice Adam Smith que al final imperará la ley natural del salario que busca un equilibrio entre la oferta y la demanda de trabajo y salarios. Hay algo que destacan otros autores posteriores (incluso del siglo XXI) y es que Adam Smith dice que los patronos pactan en secreto una reducción a la baja de los sueldos.

Luego, también estudia los tipos de interés como modo de saber si un país crece o no. Por ejemplo, el 3% rebela una envidiable economía mientras que un interés del  12 al 40% señala que hay problemas en ese país porque los acreedores ven riesgos.


En la introducción, Adam Smith  da con la clave sobre lo que la riqueza supone para un país: se mide por el  producto de su trabajo y  el numero y proporción  de empleados. [nota del lector: Actualmente, se toma como referencias el PIB y el PIB Per Capita].  Por ello, mientras una sociedad de salvajes malvive en una civilizada el más pobre tiene sus necesidades cubiertas y puede adquirir productos que le faciliten la vida.



Proyecto de webcomic: "La Riqueza de las Naciones", de Adam Smith (1776)
Versión en comic de E.V.Pita (2013)
Página 1


Las primeras páginas son dedicadas a la división del trabajo, de cómo una persona puede tardar un día en hacer un único alfiler mientras que una cadena de empleados especializados consigue producir 4.180 al día. La especialización industrial es más fácil que la agrícola de ahí que la productividad del primer sector sea mayor que la del segundo.

Un concepto clave es el valor, que es definido en el capítulo 4 Del origen y uso del dinero, en el primet libro. El concepto de valor de uso y de cambio será revisado por Malthus, Ricardo y Marx a lo largo de un siglo de debates. Adam Smith define así el valor:
"el valor tiene dos significados distintos. A veces expresa la utilidad de algún objeto en particular y a veces el poder de compra de otros bienes que confieren la propiedad  de dicho objeto. Se puede llamar a lo primero valor de uso y a lo segundo valor de cambio. Las cosas que tienen un gran valor de uso con frecuencia poseen poco o  ningún valor de cambio. No hay nada mas útil que el agua pero con ella no se puede comprar nada, casi nada se obtendrá a cambio de agua. Pero un diamante, por el contrario, apenas tiene valor de uso pero a cambio de él se pueden conseguir generalmente una gran cantidad de bienes".
Adam Smith se propone demostrar 1)  el precio real de todas las mercancías 2) las partes de ese precio real 3) por que algunos precios se elevan por encima o disminuyen por debajo de su tasa natural o porque el precio de mercado no coincide con el natural.


Al analizar los salarios, Smith estudia la peligrosidad de los mismos, la formación necesaria, la temporalidad, o lo ingratos que son los oficios. Por ejemplo, dice que un artesano debe cobrar más que un granjero y un minero, más que los demás. [Nota del lector: sobre el tema de la formación, es estudiado por Max Weber en La ética protestante]. También explica los altos ingresos de un boticario que no se deben a que este exprima altos beneficios a sus baratos productos sino que ahí va incluido su salario por la responsabilidad. En el caso de abogados o médicos, solo uno de 20 logra culminar la carrera, por lo que cobra lo de 20.

Posteriormente, estudia los ingresos obtenidos por los tenderos de Londres y de otras localidades, para explicar por qué en Londres los productos son más baratos si el transporte al medio rural cuesta más o menos lo mismo.

Sobre los gremios
En otro de los apartados del libro, examina los grandes obstáculos a la libertad de comercio que suponen las reglas y ordenanzas de los gremios, que limitan el número de aprendices de cada artesano o establecen que las universidades de herreros o canteros, artesanos en general, durarán siete años de formación. Lo único que se consigue así, dice Smith, es que los aprendices sean perezosos ya que trabajarán siete años gratis para su maestro pudiendo trabajar y aprender desde el principio, lo que sería más productivo para la economía en general pero no para los gremios, que verían reducir sus beneficios.

Tal y como está montado el sistema de gremios, un fabricante de coches (carruajes) no puede fabricar las ruedas sino comprarlas a un artesano cualificado del gremio, artesano que no tiene prohibido fabricar coches.
Smith dice que un campesino necesita mucha más habilidad y sesera para producir una cosecha que un artesano u obrero, que se aplica intensivamente a una o dos destrezas. Entonces, ¿por qué el salario de un campesino es menor que un jornalero de ciudad? La razón, dice, es que el sistema de reglamentos de los gremios encarece los precios en la ciudad porque la idea es sacarle dinero al campesino que va a comprar a la ciudad.

Para Smith todas estas regulaciones que quieren asegurar la calidad del producto son redundantes porque es el cliente quien dice si un artículo es de calidad y no le interesa saber si el aprendiz ha estudiado 7 años o 5. Y de hecho, tales regulaciones solo son aplicadas en la ciudad, dado que en el campo no se cumplen porque la economía del día a día obliga a los aprendices a estar operativos en el más corto plazo de tiempo para ser productivos.`
[Nota del lector: inevitablemente, os gremios traen el recuerdo de las universidades como fábrica de parados  y la desmotivación de los alumnos, así como las famosas regulaciones de denominación de origen y otras normas sobre el comercio]

Sobre economía política y "la mano invisible"
El famoso párrafo dice:  " todo individuo necesariamente trabaja para hacer que el ingreso anual de la sociedad sea el máximo posible. Es verdad que por regla general él ni intenta promover el interés general ni sabe en que medida lo está promoviendo. Al preferir dedicarse  a la actividad nacional mas que a la extranjera él solo persigue su propia seguridad  y al orientar esa actividad de manera de producir un valor máximo él solo busca su propio beneficio, pero en este caso como en otros una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en sus propósitos. "

Sobre la libertad de comercio
Smith defiende la libertad de comercio porque estontería fabricar algo que cuesta menos comprarlo en el extranjero. No obstante, para no arruinar al comerciante del propio país propone que la entrada de productos extranjeros sea paulatina. [nota del lector: años despues David Ricardo hablará de la ventaja competitiva de las naciones, concepto que ha sido rescatado por los defensores de la globalizacion como Thomas L. Friedman en La Tierra es plana]. Smith excluye del libre comercio al sector de la Defensa, al considerar  que la defensa nacional es más importante que los intereses comerciales.


Sobre la emisión bancaria
Smith critica al banco de Escocia porque hacía favores a sus dueños, que sacaban dinero de la caja para volverlo a ingresar y obtener intereses, o porque concedía grandes créditos para proyectos de cultivos que tardarían mucho en generar rentas.

Sobre la inflación y los precios
Gran parte de la obra de Smith está dedicada a analizar la evolución de los precios y del coste de la plata desde tiempos de Julio César, la Edad Media y la conquista de América, y compararla con el precio del trigo. Dice que en ciudades ricas como Génova es caro porque lo importa.

Sobre China
Admite que en el siglo XVIII, China es el país más rico del mundo pero que está estancado, por lo que los salarios reales son más bajos que en Inglaterra y el resto de Europa, economías emergentes y en crecimiento.

Utilitarismo
¿Cuál es el valor real de una cosa? Smith dice que el precio real, la cantidad de trabajo que pueden comprar o comandar, sube en epocas de pobreza y depresión y se hunde en tiempos de riqueza y prosperidad, que siempre son tiempos de copiosa abundancia, puesto que en caso contrario no lo serían de riqueza y prosperidad. El cereal es algo necesario mientras que la plata es supérflua. Por eso, los países míseros (los pueblos salvajes, los más pobres, dice) no le dan valor a los metales preciosos.

Establece que el precio real es la cantidad de trabajo que exige hacer algo para comprarlo. [Nota del lector:  el economista Karl Marx hizo una matización a esta formulación, ya que dijo que hay que descontar una parte del valor del trabajo total pues corresponde al beneficio o plusvalía que obtiene el empleador].


Evolución del precio de los metales preciosos
[Nota del lector: este apartado es importante, porque la evolución del precio de la plata tiene relación directa con la economía de Castilla y la conquista de América]
 Por consiguiente, cualquiera que haya sido la expansión en la cantidad de metales preciosos que derivó, en el periodo entre mediados del siglo XIV y XVI, del incremento de riqueza y el progreso, no pudo haber influido en la caída de su valor, ni en Gran Bretaña ni en parte alguna de Europa.
En una segunda fase, de 1570 a 1640, el valor real de la plata se hundió y el precio nominal del grano subió. El descubrimiento de los ricos yacimientos de América parece haber sido la causa.
Tercera época: de 1630 a 1640, se hundió completamente el precio de la plata, que no se recuperó hasta 1700 mientras el trigo creció algo, en parte fomentado por leyes y subvenciones.
Ya en 1776, Smith rechaza la conjetura de que sigue cayendo el valor de la plata pese a la creencia general de que el aumento de la riqueza en Europa y la idea popular de que cuando la cantidad de metales preciosos se eleva con el incremento de riqueza su valor disminuye.
Smith cree que no: que el oro y la plata fluyen hacia un país rico por la misma razón que acuden al mismo toda clase de lujos y rarezas; no porque allí son más baratos que en países más pobres sino porque son más caros, o porque se obtienen más de ellos.
Añade que con la excepción del cereal y otros vegetales cuyo cultivo deriva solo del trabajo humano, todas las clase de materias primas se vuelven más caras a medida que la sociedad avanza hacia la riqueza y el progreso. Esto es síntoma de que las mercancías se han vuelto más caras o que compran más trabajo que antes. Con el progreso y los adelantos, lo que aumenta no es sólo su precio nominal sino también su precio real.

Evolución del precio real en las materias primas
Smith estudia la evolución desde tiempos de Roma del precio de las materias primas como el trigo, la carne, la lana, cuyos precios fluctúan según la competencia que haya para obtenerlas.
Por ejemplo, dice que el precio del ganado sube tanto que resulta tan rentable cultivar tierra para obtener alimento para el ganado como para el hombre, ya no puede subir más. Si lo hiciera, entonces se destinarían los campos cerealeros para pastos. Muchos países y regiones aún no han alcanzado ese precio limite, dice.

Los tipos de interés
Estudia las politicas monetarias y las inversiones rentables de capital. Acusa de falaces a quienes como Locke, Law, Montesquieu conjeturan que el incremento en la cantidad de oro y plata traído por España fue la causa real de la disminución del tipo de interés en toda Europa. Es una falacia, dice, pensar que al reducirse el valor de esos metales, también debería haberlo hecho el valor del empleo de cualquier porción de los mismos y por ello el precio que debería pagarse por ese empleo. Smith contraargumenta que antes del descubrimiento de América, el tipo de interés era del 10% y ahora se ha reducido al 6,5,4 y 3%. Dice que es imposible que la reducción en el valor de la plata tenga la más minima tendencia a reducir el tipo de interés.

La última parte del libro la dedica a la historia económica de Roma hasta el siglo XVIII

Sobre los impuestos
Dedica el último apartado a ver cómo se recaudan los impuestos y cual es su valor límite. Es especialmente crítico con los impuestos recaudados en las colonias ya que considera que no compensan el gasto que genera su defensa. "El imperio británico es una fantasía que se ha vendido al pueblo y que solo ha existido en nuestra imaginación", dice.

El último párrafo del libro.
El libro fue publicado durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Smith dedica las últimas líneas de su libro a lo siguiente: "Los efectos del monopolio del comerco colonial, como se ha demostrado, son para el grueso de la población una pura pérdida en vez de un beneficio. [...] Si el proyecto no puede llevarse a cabo, entonces debe ser abandonado. Si no se puede lograr que cualquier provincia del Imperio británico contribuya al sostenimiento de todo el imperio, está claro que ha llegado el momento de que Gran Bretaña se libere del gasto de defender a esas provincias en tiempos de guerra o militares en tiempos de paz, y que en el futuro procure ajustar sus ideas y sus planes a la mediocridad real de sus circunstancias".


[Nota del lector: Recomendaciones: el libro es un auténtico manual de Economía que ayuda a razonar sobre la evolución de los precios, los tipos de interés o los impuestos. Posteriores autores lo han criticado pero la forma de razonar del libro es válida para entender el funcionamiento de una economía. A día de hoy, es un autor que casi todos los economistas mencionan, generalmente para rebatir algún matiz de su discurso. Su famosa frase "la mano invisible del mercado" es un dogma a día de hoy para los neoliberales]


CRÍTICAS Y COMENTARIOS A "LA RIQUEZA DE LAS NACIONES"

LOS FALLOS DE MERCADO (STIGLITZ, 2012)

Stiglitz y sus comentarios sobre "La riqueza de las naciones", de Adam Smith, y los fallos de mercado.

[Nota del lector: Tiene el interés de que es la interpretación más contemporánea del libro, escrito hace casi dos siglos y medio.]

Stiglitz recuerda que Adam Smith, el padre de la teoría económica moderna, sostiene que la búsqueda privada del interés propio daría lugar, como a través de una mano invisible, al bienestar de todos.
[Nota del lector: ojo, solo menciona "mano invisible" una vez en todo el libro]. A ello replica Stiglitz que, hoy día, con esta crisis, nadie sería capaz de argumentar que la búsqueda de su propio interés por parte de los banqueros haya conducido al bienestar de todos. Ni siquiera es un juego de suma cero (lo que gana uno, lo pierde el otro).
Stiglitz dice que, de la fórmula postulada por Adam Smith, cuando los mercados funcionan bien, es porque la rentabilidad privada y los beneficios sociales están bien alineados porque las recompensas privadas y las contribuciones sociales se igualan tal y como suponía la teoría de la productividad marginal (las personas con una productividad más alta reciben un salario más alto). La divergencia entre rentabilidad privada y social estribaría, según Adam Smith, en que por sí mismos los mercados no producen resultados eficientes ni deseables (por ejemplo, decidiendo los fabricantes aumentar los precios a la vez) y ahí el Gobierno tiene el papel de corregir esos fallos de mercado mediante impuestos y normativas que vuelvan a alinear los incentivos privados y las rentabilidades sociales.
Si no están alineados esos incentivos privados y sociales, dice Stiglitz, hay:
1)  competencia imperfecta
2) existen externalidades [Nota del lector: Ver "El economista camuflado", lo explica bien, se refiere a la contaminación que causas las empresas]
3) imperfecciones o asimetrías de información [NdL: Stiglitz recibió el Nobel por estudiar esas asimetrías]
4) cuando no existen los mercados de riesgo o de seguros.

Segun Stiglitz, el Gobierno debe corregir estos fallos de mercado mediante regulación pues lo contrario lleva a que la rentabilidad privada sea mayor que la social y eso genere desigualdad como ocurre desde que subió Reagan al poder en 1980 hasta la actualidad.


EL MITO DEL TRUEQUE (GRAEBER)

Libro "En deuda" / capitulo 2 - El mito del trueque

Graeber, como antropólogo, cuestiona el mito del trueque como antecesor de la economía. Dice que surge de un capítulo de la riqueza de las naciones de Adam Smith donde dice que el dinero es anterior al crédito y los préstamos y surge como medio de pago para facilitar los intercambios que eran difíciles con el primigenio sistema de trueque ya que siempre tendrías que encontrar a alguien que quiera lo que tu ofreces por lo que buscas. Sin embargo, Graeber sostiene que Adam Smith se ha inventado lo del trueque porque las sociedades del neolítico y de cazadores-recolectores  ya tienen otros sistemas más funcionales que consisten en el "me llevo esto y ya te lo pagaré" o "cógelo del fondo común" o "tienes un collar o unos zapatos muy bonitos, me los llevo". El trueque no se usa porque, efectivamente, no vale para los intercambios salvo excepciones (cambio de sal por pieles, tabaco por vestidos, donde la sal y el tabaco funcionen como moneda).

A donde quiere llegar Graeber es a que estos intercambios primigenios funcionan mediante el préstamo y el crédito, en la confianza de que lo que hoy se lleva uno lo apunta el otro para cobrarselo algún día. Y, según Graeber, nadie prestó atención a que la deuda y el préstamo son mas antiguas que el dinero  ( un medio de pago aceptado por todos).

COMENTARIOS DE NOAM CHOMSKY SOBRE ADAM SMITH

El autor Noam Chomsky en "Estados Fallidos" (2006) dice que Adam Smith fue un hombre honesto que comprendió las supuestas injusticias de la política económica del gobierno británico en la India y su propio país. Dijo que quienes dirigían la política eran los financieros y comerciantes y que las politícas de Gran Bretaña lógicamente perseguían el interés de estos a su conveniencia. Chomsky dice que este párrafo en la obra de Smith lo catalogó como un "teórico de la conspiración".



OTROS RESÚMENES DE "LA RIQUEZA DE LAS NACIONES" EN INTERNET



- http://www.elortiba.org/smith.html

- http://es.wikipedia.org/wiki/La_riqueza_de_las_naciones



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Título: "Teoría de la clase ociosa", de Thorstein Veblen, 1899


Sociología, estratificación social

Resumen, comentarios y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología

Título: "Teoría de la clase ociosa"
Título original: "The Theory of the Leisure Class. An Economic Study of Institutions"
Autor: Thorstein Veblen
Fecha: 1899

Editorial en español: Fondo de cultura económica

Índice

Introducción de John Kenneth Galbraith

2. Emulación pecuniaria
3. El ocio ostensible
4. Consumo ostensible
5. El nivel pecuniario de vida
6. Cañones pecuniarios del gusto
7. El vestido como expresión de la cultura pecuniaria
8. La exención de tareas industriales y conservadurismo
9. La conservación de rasgos arcaicos
10. Supervivencias modernas de la proeza
11. La creencia de la suerte
12. Observaciones devotas
13. Supervivencias del interés no valorativo
14. El saber superior como expresión de la cultura pecuniaria

Texto de la contraportada
Escrito por John Kenneth Galbraith

"Veblen no es una universal fuente de luz sobre la sociedad norteamericana. No vio lo que aún no había ocurrido. Y también, en algunos aspectos, se equivocó y, en la disyuntiva entre exactitud y alguna fórmula que él sintiera que escandalizaría a su público, rara vez vaciló. Optó por el escándalo. Pero ningún hombre de su tiempo, no posterior, vio con ojo tan frío y penetrante, no tanto el lucro pecuniario sino el modo en que su búsqueda hace comportarse a hombres y mujeres.
Esta mirada fría y penetrante es la sustancia que hay tras la leyenda de Veblen. Es una mirada que aún asombra al lector con lo que revela.
(...) La gran obra de Veblen es un comentario vasto e intemporal de la conducta de quienes poseen riqueza o andan en pos de ella y que, aparte de su dinero, carecen de la eminencia que - según suponían- iba a adquirir con él. Nadie ha leído realmente mucho si no ha leído al menos una vez  la Teoría de la clase ociosa (cuya tesis) puede exponerse rápidamente. Es un tratado, el más comprensivo jamás escrito, sobre esnobismo y presunción social. Parte de él es aplicable a la sociedad norteamaricana del siglo XIX - en plena edad sobredorada de capitalismo norteamericano - pero es más maravillosamente pertinente en el caso de la opulencia moderna."

Comentarios
Puede que a Galbraith le haya parecido un gran libro pero, en mi opinión, es soporífero y lleno de tópicos. Hay algunas escenas memorables como cuando comenta en el primer capítulo que los jefes guerreros dan premios al honor y la valentía porque casualmente son los valores que a ellos les hacen ganar prestigio social y justifican su primacía en la jerarquía. Es bastante lógico pero es Veblen quien lo pone por escrito.
Otro pasaje memorable es cuando comenta que un millonario o gran señor contrata muchos sirvientes que no hacen nada precisamente para demostrar que despilfarra su dinero porque el sobra. Los gastos inútiles son una prueba de su inmensa fortuna.
Sobre el capitulo de los vestidos, decir que sirven a los más pudientes para distinguirse de los menos acaudalados. El derroche ostensible guía el gasto.
Este libro rememora una sociedad de clases muy marcada pero, al leerlo,  es inevitable pensar en súper millonarios de hoy en día por la exhibición de gastos que hacen. Inmediatamente surge en la mente el nombre de tal o cual famoso que encaja dentro de sus ejemplos, señal de que los tiempos no han cambiado tanto.
El libro merece una segunda lectura y un resumen más detallado, que quedará para otra ocasión.


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Título: "La ética protestante y el "espíritu" del capitalismo", de Max Weber (1904)


Sociología, estructura económica, estructura social, sociología de las religiones

Resumen y anotaciones por E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología.

Título: "La ética protestante y el "espíritu" del capitalismo"
Título original: "Die protestantische Ethik und der "Geist" des Kapitalismus"
Autor:Max Weber
Fecha de publicación: 1904-1905

Editorial: Alianza Editorial, 2001

ÍNDICE
La ética protestante y el "espíritu" del capitalismo
I. El problema
-Confesión y estructura social
-El espíritu del capitalismo
-El objeto de profesión de Lutero
-Objeto de la investigación
II. La idea de profesión en el protestantismo ascético
Apéndice
Adiciones y cambios en la segunda versión (1920)

Reseña de la contraportada: "Este libro se interroga por el origen de la mentalidad capitalista moderna, enemiga y vencedora del tradicionalismo, y llega a la conclusión de que tal mentalidad procede, no del propio desarrollo económico capitalista, sino del modo de vida generado por el protestantismo de raiz calvinista, que redundó en una racionalización equivalente a una "desmagificación" del mundo, en la reducción del mismo a objeto de cálculo, explotación y dominación [...]"

Resumen comentado
[Nota del lector: es un libro clave mencionado en los programas de Sociología]

Max Weber empieza su libro con una ojeada a las estadisticas sobre las profesiones en Alemania, que tiene varias confesiones. La conclusión es que los empresarios, capitalistas y mandos de niveles superiores de las empresas modernas y obreros cualificados, y técnicos, son protestantes.Tras examinar las estadísticas considera que este fenómeno se reproduce por todo el país y concluye que

"esto hay que atribuirlo, por supuesto, en parte a razones históricas que están situadas en un pasado lejano y en las que la pertenencia a una confesión religiosa no aparece como causa de los fenómenos económicos sino, hasta cierto punto, como consecuencia de los mismos".

Weber señala que llegar a ser un capitalista o un mando intermedio requiere o bien la posesión de capital o bien una costosa educación, o ambas, ser heredero y tener cierto bienestar. Resalta que las ciudades ricas se convirtieron al protestantismo en el siglo XVI y sus consecuencias todavía favorecían en 1904 a los descendientes.

Su pregunta histórica es:

"¿Qué fundamento tenía esa fuerte predisposición de los territorios más desarrollados económicamente para una revolución eclesiástica?"

Señala que la Reforma no eliminó la autoridad religiosa sino que la sustituyó por otra que reglamentó el modo de vida familiar y pública. Este afirma que el calvinismo del siglo XVI sería actualmente insoportable de control eclesiástico del individuo. Los calvinistas pensaban que había poco control. Lo que Weber se pregunta es:

¿cómo las naciones más ricas de ese momento y las clases burguesas ascendentes "permitieron la tiranía puritana y que, encima, desarrollaran un heroísmo burgués"?.

Su primera conclusión es que, en primer lugar, hubo una herencia del patrimonio de ciudades que ya eran ricas cuando adoptaron el puritanismo. Por ello, busca en una región o país católico como Baden, Baviera o Hungría y descubre que los padres católicos envían a sus hijos a recibir clases superiores por debajo de la media, lo mismo que las clases técnicas o industrial-comerciales. Los católicos, señala Weber, prefieren educar a sus hijos en materias humanistas, lo que explica el reducido porcentaje de católicos humanistas.

En una tabla estadística muestra que los protestantes de Baden (ciudad católica)van más al Realgymnasien (69% de los alumnos), Oberrealschulen (52%), Realschulen (49%) y Höhere Bürgeschulen (51%). Los católicos solo son predominantes en el Gymnasium (46%, porque es la base previa a los estudios de Teología). El mismo fenómeno se da en Prusia, Baviera, Wurtemberg, Alsacia-Lorena y Hungría.

[Nota del lector: al observar la misma tabla me ha llamado la atención que la presencia de alumnos de religión judia en los colegios es muy alta. Uno de cada diez alumnos es judío pero solo representan el 1,5% de la población. La mitad de los alumnos son protestantes pero solo son el 37% de la población. Los Católicos son el 60% de la población pero solo el 42% de los estudiantes. Es un hecho estadístico relevante que Weber pasa por alto pero que sin duda debería afectar a sus conclusiones].

En la escala de oficios, los mandos van a parar a los protestantes porque son formados por maestros artesanos. Los católicos siguen como maestros artesanos mientras que los protestantes ocupan mandos intermedios en las fábricas.

La conclusión de Weber es que las características mentales adquiridas por educación (atmósfera religiosa de la familia y localidad) determinaron la elección de profesión y posterior destino profesional. Excluye la situación histórico-política.

La siguiente pregunta es:
¿qué elemento de las confesiones religiosas es, o ha sido, el que ha tenido, o incluso tiene todavía, un efecto en esta orientación?

[Nota del lector: hasta ahora, Weber sigue un método bastante riguroso pero creo que debería haber aportado todas las tablas estadísticas disponibles para cerciorarse de que así ocurre en todas las ciudades o regiones que analizó. Además, es evidente que quienes tienes más dinero pueden permitirse el lujo de cursar estudios superiores por lo que si en el siglo XVI las ciudades ricas hubiesen conservado el catolicismo, ahora serían los católicos los mandos intermedios, por lo que quizás solo se trata de un asunto de riqueza heredada, que Weber no descartó.]

En primer lugar, Weber analiza las características que diferencian a los creyentes católicos (más alejados del mundo y rasgos ascéticos, que le importa más llevar una vida tranquila que llena de riesgos y riquezas) y los protestantes (más materialistas). Sin embargo, dice que esa división está equivocada porque en su día los protestantes ingleses u holandeses fueron más puritanos y rechazaban el goce mundanal mientras que los católicos del norte de Alemania les gustaba la buena vida en las capas bajas y enemigos de la religión en las altas. Por ello, concluye que dichas vagas ideas no sirven para relacionar un factor como es el alejamiento del mundo con otro como la participación en la producción capitalista.

En las siguientes páginas, Weber examina qué modelo de trabajador necesita una fábrica. Generalmente, uno que tenga virtudes puritanas, disciplinado y puntual y que considera que el tiempo vale oro, y que se adapte a la producción. Por ello, dice Weber, la eficiencia del modelo capitalista y la división del trabajo precisa de una población educada que sepa leer y comprender las instrucciones de trabajo, sea puntual y disciplinada en el trabajo, y tenga ambición para ganar dinero, lo que supone un incentivo. Lo que está claro es que la industria no quiere trabajadores que pasen el día metidos en la taberna sino que le interesan fábricas llenas de buenos padres de familia que vayan del trabajo a casa y sean ahorradores y disciplinados y lleven a su hora al trabajo.

[Nota del lector: Sobre el papel de la educación en la época de la revolución industrial, el sociólogo industrial Alvin Toffler habla en La Tercera Ola de la coda o canon, la idea de meter en el siglo XIX el reloj y los horarios en las escuelas para que los alumnos se adapten a los disciplinados horarios de las fábricas]


Pone como contraejemplo el caso de muchos católicos que consideran que hay que trabajar para vivir pero no vivir para trabajar, un tipo de vida que no encaja del todo con el progreso industrial, según viene a decir Weber.

Sobre los salarios a la baja
Esto se nota en los salarios: si usted paga 3 monedas por hacer 10 unidades (30 monedas al día) y ofrece subir el salario a 4 monedas, lo que ocurrirá es que su producción descenderá a 8,5 unidades al día porque es lo que un obrero necesita trabajar para llevar una vida holgada. Sin embargo, si baja los salarios a 2 monedas, los empleados se esforzarán por producir 15 unidades, ya que es el mínimo que necesitan para satisfacer sus necesidades básicas. Esto es porque son tradicionalistas, dice Weber. Y es por ello que los salarios tienden a la baja, comenta.

[Nota del lector: Keynes y el industrial Henry Ford llegaron a la conclusión contraria: si sube los salarios, los empleados demandan más productos y hacen crecer la economía]

Sobre la educación de un país
Weber examina los diferentes tipos de obreros en Alemania y Polonia. Por un lado, cuanto más al Este menos formados están y si emigran al Oeste, cobran más y se afanan más sin importarle las penalidades que en su tierra no soportarían. Por otro lado, dice que una emigrante polaca que cobraba y producía poco y que era perezosa en su país, si va a una ciudad rica de Alemania, aumenta su producción, se vuelve una empleada infatigable y esforzada e incluso ahorra. ¿A qué se debe este cambio? Weber dice que al ambiente cultural y económico que estimula la generación de ingresos y capital.
[Nota del lector: lo que viene a decir es que a un trabajador de 1904 no le compensaba trabajar mucho en Polonia porque los incentivos eran bajos, quizás porque vivía en una sociedad agraria inmóvil, pero que en Alemania, donde había un mayor movimiento económico, el mismo empleado tenía grandes incentivos para producir lo máximo posible, posiblemente porque los salarios son más justos y acordes con su esfuerzo. En una sociedad premian el esfuerzo y en la otra no]

Sobre la filosofía de Benjamin Franklin y el Tiempo es oro
Weber repasa algunos de los eslóganes del puritanismo, pietismo y otras sectas protestantes en los que se recordaba al creyente que no debe desperdiciar el tiempo. Es un claro materialismo frente al misticismo católico más apegado al más allá que al más aquí. Hay refranes sobre esa virtud de aprovechar el tiempo para ganar dinero y no malgastarlo sino invertirlo en crear más capital y rentas. Un chelín bien invertido hace otro chelín en un mes y una libra en un año, si lo gastas en la taberna pierdes una libra al año.
O este: "de la vaca se saca manteca y del hombre, dinero", todos ellos recopilados por Weber para su libro.
Esta mentalidad pietista es bien representada por Franklin, atareado en mil cosas y uno de los fundadores de Estados Unidos, que nos recuerda la importancia del progreso y de la creación de riqueza y capital.
Todas estas formas de pensar tuvieron éxito porque, parece deducir Weber, casaban bien con la mentalidad que necesitaba el capitalismo para crecer: trabajadores motivados y esforzados con ganas de ganar dinero y trabajar a destajo. Por eso, quienes fueron educados en esa mentalidad protestante tuvieron más oportunidades de medrar en ese ambiente positivista del siglo XIX.

[Nota del lector: parece obvio, un tipo que se esforzase en trabajar en una sociedad tradicionalista se daría cuenta de que no ganaba nada y perdería su motivación al ver que su esfuerzo era baldío y rechazado por sus paisanos. Eso explica porque los emigrantes, en otro entorno más propicio, se vuelven altamente productivos]

Por ello, protestantismo, finanzas y capitalismo casaron bien porque era el tipo de mentalidad que necesitaba una sociedad en continuo progreso. [Nota del lector: en términos darwinianos y spencerianos, podríamos decir que la mentalidad que mejor se adaptó a los cambios, sobrevivió mejor; así, quienes profesaban el protestantismo entendían mejor la sociedad capitalista que les tocó vivir y ocuparon mejores puestos que sus compatriotas de educación católica, no tan centrados en las nuevas tecnologías. Es lo mismo que hoy en día, quien ha nacido en un entorno que habla, por ejemplo, inglés, tiene más posibilidades de encontrar trabajo que otro en puestos más altos o que requieren mayor comprensión]

Lo mismo ocurrió a la hora de alcanzar puestos técnicos o ser un mago de las finanzas. Si una religión dice a sus creyentes que ganar dinero es bueno e incluso piadoso, los candidatos tendrán mayor motivación para prepararse y esforzarse y aceptar riesgos que otros empleados que hayan crecido con un mensaje que les recuerda que este mundo es valle de lágrimas por el que deben pasar a la espera de una vida mejor futura. [Nota del lector: creo que es esto lo que quiere decir Weber o así se deduce de su argumentación]


(continuará el resumen)



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 "Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero", de John Maynard Keynes (1935)


Sociología, estructura económica

Resumen con anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología.

Título: "Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero"
Título original: "The General Theory of Employment, Interest and Money"
Autor: John Maynard Keynes
Año de publicación: 1935
Ediciones posteriores de 1973, 2001 y 2011 (Ciro Ediciones, SA)

Texto de la contraportada: "Escrito durante la Gran Depresión y publicado en 1936, es la obra que revolucionó las teorías económicas, creando una ola de seguidores y críticos hasta la actualidad. Economista, intelectual y asesor de gobiernos, al mismo tiempo que uno de los mayores especuladores e inversores financieros de su época, Keynes defiende la influencia de la demanda agregada de dinero en la creación de empleo. Keynes desarrolla sus teorías sobre la competencia y los instrumentos que debe tener en sus manos el Estado para intervenir en situaciones de grave crisis económica para resucitar el consumo y la inversión [nota del lector: economía de la demanda]. Como él mismo dice en el prefacio: "Este libro está principalmente dirigido a economistas, pero espero que pueda ser entendido por todos".

Nota del lector: las teorías de Keynes tuvieron gran predicamento desde 1936, con el plan New Deal, hasta 1973. Pero tras la crisis del petróleo acabó con el Estado de Bienestar y las recetas keynesianas dejaron de funcionar en un contexto de alta inflación. La fórmula de superar una recesión o depresión mediante políticas de expansión de la demanda, con crecimiento, estimulación del consumo y pleno empleo fue desbordada por el problema de las altas tasas de inflación. Muchos gobiernos cambiaron de estrategia y adoptar las recetas monetaristas de Milton Friedman. A partir de 1980, como relata Alan Greenspan en "La era de las turbulencias", el objetivo número 1 fue controlar la inflación sin importar la tasa de desempleo. Las teoría keynesianas volvieron a ser desenterradas

ÍNDICE
Libro I: Introducción
-La teoría general
-Los postulados de la economía clásica
-El principio de la demanda efectiva

Libro II: Definiciones e ideas
-La elección de unidades
-La previsión como elemento determinante de la produción y la ocupación
-La definición del ingreso, ahorro e inversión
-Apéndice sobre el costo de uso
-Otras consideraciones sobre el significado de ahorro e inversión

Libro III: La propensión a consumir
-Los factores objetivos
-Los factores subjetivos
-La propensión marginal a consumir y el multiplicador

Libro IV: El incentivo para invertir
-La eficacia marginal del capital
-El estado de las previsiones a largo plazo
-La teoría general de la tasa de interés
-La teoría clásica de la tasa de interés
-Los incentivos psicológicos y de negocios para la liquidez
-Algunas observaciones sobre la naturaleza del capital
-Las propiedades esenciales del interés y el dinero
-Nuevo planteamiento de la teoría general de la ocupación

Libro V: Salarios nominales y precios
-Modificaciones en los salarios nominales
-La teoría de la desocupación del profesor Pigou
-La función del empleo
-La teoría de los precios

Libro VI: Breves consideraciones sugeridas por la teoría general
-Notas sobre el ciclo económico
-Notas sobre el mercantilismo, las leyes sobre la usura, el dinero sellado y las teorías del subconsumo.
-Notas finales sobre la filosofía social a que podría conducir la teoría general.


Resumen con anotaciones

Keynes arranca el libro advirtiendo que la teoría clásica (Ricardo, J.S.Mill, Pigou), teoría dominante en los años 20 del siglo XX, es solo una parte especial de la general [nota del lector: este planteamiento de parte general que engloba a la especial recuerda a la teoría general y especial de la relatividad-gravedad de Einstein, escrita unos años antes].

Capítulo 2

Definición de ocupación plena. Definida en función de la conducta de los obreros.
Definicin de la ocupación plena desde un punto de vista en el que la ocupación total es ir elástica frente a un aumento de la demanda efectiva de la producción correspondiente.


Capítulo 3

Doctrina clásica: la oferta crea su propia demanda. Quiere decir que f(N) y 0(N) son iguales para todos los valores de N (para cualquier volumen de producción y ocupación. Supone que el precio de la demanda global (o importe de las ventas) siempre se ajusta por sí mismo al precio de la oferta global, de modo que cualquiera que sea el valor de N, el producto D adquiere un valor igual al del precio de la oferta global Z que corresponde a N. Es decir, la demanda efectiva, en vez de tener un valor de equilibrio único, es una escala infinita de valores y el volumen de ocupación es indeterminado, salvo cuando la desutilidad marginal del trabajo marque un límite superior.
Keynes replica que, si esto fuera cierto, la competencia entre empresarios conduciría siempre a un aumento de la ocupación hasta el punto de que la producción dejara de ser elástica, lo que equivale a la ocupación plena.

Principio de Say El precio de la demanda global de la producción en conjunto es igual al precio de la oferts global para cualquier volumen de la producción.
Deducción de Keynes: la ley de Say equivale a decir que no existe obstáculo para la ocupación plena.
[nota del lector: La ley de Say vuelve a ser mencionada por Krugman en su libro "Acabad ya con esta crisis!" 2012].

Resumen de la teoría general de la ocupación por Keynes:
"Cuando aumenta la ocupación aumenta también el ingreso real de la comunidad. La psicología de esta es tal que cuando el ingreso real aumenta, el consumo total crece, pero no tanto como el ingreso. De aquí que los empresarios resenterían una pérdida si el aumento total de la ocupación se destinara a satisfacer la mayor demanda de artículos de consumo inmediato. En consecuencia, para justificar cualquier cantidad dada la ocupación debe existir cierto volumen de inversión que baste para absorber el excedente que arroja la producción total sobre la comunidad decide consumir cuando la ocupación se encuentra al nivel de que se trate; porque a menos de que exista este volumen de inversión, los ingresos de los empresarios serán menores que los requeridos para inducirlos a ofrecer la cantidad de ocupación de que se trate.
Dada la propensión a consumir de comunidad, el nivel de equilibrio de la ocupación, es decir el nivel que no induce a los empresarios a ampliar o contraer la ocupación, dependerá de la magnitud de la inversión corriente. Esta dependerá del incentivo para invertir que depende de la relación entre la curva de eficiencia marginal del capital y el complejo de las tasas de interés para préstamos de diversos plazos y riesgos.
Dada la propensión a consumir y el coeficiente de nueva inversión, solo puede existir un nivel de ocupación compatible con el equilibrio, ya que cualquier otro produciría una desigualdad entre el precio de la oferta global de la producción en conjunto y el precio de su demanda global. Este nivel no puede ser mayor que la ocupación plena, es decir el salario real no puede ser menor que la desutilidad marginal del trabajo, pero no existe razón en general para esperar que sea igual a la ocupación plena. La demanda efectiva que trae consigo la plena ocupación es un caso especial que solo se realiza cuando la propensión a consumir y el incentivo para invertir se encuentran en una relación mutua particular. Esta relación, basada en la teoría clásica, es óptima pero solo puede darse cuando, por accidente o por designio, la inversión corriente provea un volumen de demanda justamente igual al excedente del previo de la oferta global de la producción resultante de la ocupación plena, sobre lo que la comunidad decidirá gastar en consumo cuando la ocupación se encuentre en ese estado.
Las proposiciones de Keynes:
1) En determinada situación de la técnica, los recursos y los costos, el ingreso ( tanto monetario como real ) depende del volumen de ocupación N.
2) La relación entre el ingreso de la sociedad y lo que se puede esperar que la gente gaste en consumo ( D1) dependerá de las características psicológicas de la comunidad ( su propensión a consumir). El consumo depende del volumen del ingreso global y del de ocupación N, excepto cuando ocurre algún cambio en la propensión a consumir.
3) El volumen de trabajo N que los empresarios deciden emplear depende de la suma (D; demanda efectiva) de dos cantidades : la suma que se espera gastará la comunidad en consumo (D1) y lo que se espera que dedicará a nuevas inversiones.
4) cuando D1+ D2= D= # (N) donde # es la función de la oferta global. Se deduce que #(N)-x(N)=D2
5) por ello, en equilibrio, el volumen de ocupación depende a) de la función de la oferta global # , b) de la propensión a consumir x y c) del volumen de la inversión D2.

Esta es en esencia la teoría General de la ocupación.


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Título: "Historia del análisis económico", Joseph A. Schumpeter (1954)

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/12/historia-del-analisis-economico-de.html

Sociología, crecimiento económico, economía política, estructura económica

Resumen y comentarios del lector E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Blogs: http://eleconomistavago.wordpress.com y http://evpitasociologia.blogspot.com

Título: "Historia del análisis económico"

Titulo original: "History of Economics Analysis"

Fecha de publicación: 1954 (póstuma)

Autor:  Joseph A. Schumpeter

Editorial: Ariel

Fecha: 1971, 1995

Texto de contraportada:

"La edición de 1994 está dirigida a las recientes generaciones de economistas que no han podido acceder a esta obra y al público culto en general. Está predecida por un prólogo del profesor Fabián Estapé que resume la actualidad y vigencia del pensamiento de Joseph A.Schumpeter (1883-1950) quien ha sido sin duda el más grande economista contemporáneo. Schumpeter fue un hombre con una cultura vastísima en otras disciplinas (historia, filosofía, sociología, matemáticas) y ello le permitió emprender el estudio de los aspectos analíticos o científicos del pensamiento económico desde la antigüedad hasta el siglo XX, con una riqueza increíble de erudición. [...]".

INDICE

1. Introducción y plan.

2. Interludio 1: Las técnicas del aná lisis económico.

3. Interludio 2: Desarrollos contemporáneos de otras ciencias.

4. La sociología de la economía

Parte 2

Desde los comienzos hasta la primera situación clásica

1. La ciencia económica grecorromana

2. Los doctores escolásticos y los filósofos del derecho natural.

3. Políticos y panfletistas.

4. Los económetras y Turgot.

5. Población, rendimientos, salarios y ocupación.

6. Valor y dinero.

7. La literatura "mercantilista".

Parte 3. De 1790 a 1870

1. Introducción y plan.

2. Trasfondo político-social.

3. El marco intelectual.

4. Revista de las tropas.

5. Economía general: corte transversal.

6. Economía General: Teoría Pura.

7. Moneda, crédito y ciclos.

Parte 4. De 1870 a 1914 (y posteriormente)

1. Introducción y plan.

2. Trasfondo y estructuras.

3. Algunos desarrollos de campos limítrofes.

4. La Sozialpolitik y el método histórico.

5. La economía general del periodo: los hombres y grupos.

6. Economía general: carácter y contenido.

7. El análisis del equilibrio.

Apéndice: nota sobre la teoría de la utilidad.

8. Moneda, crédito y ciclos.

Parte 5. Conclusión: esquema de los desarrollos modernos.

1. Introducción.

2. Desarrollos, entroncados con el aparato de Marshall y Wicksell

3. La ciencia económica de los países "totalitarios".

4. La dinámica y la investigación del ciclo económico.

5. Keynes y la macroeconomía moderna.

RESUMEN Y COMENTARIOS

[notas del lector: la importancia de Schumpeter estriba en su teoría de los ciclos económicos. Autores como Mokyr han recurrido a él para explicar el avance tecnológico a lo largo de la historia y otros como Niño Becerra se basan en él para defender la existencia de macrociclos de 250 años.]

La parte más interesante es la Parte III (1790-1870) porque resume las discusiones teóricas de los grandes economistas (Smith, Malthus, Ricardo, Say, Marx) y sus debates sobre la tierra, el valor y el dinero, y al que hacen constante referencia los libros actuales.

Algunos conceptos de interés:
- la regla de Palmer.../ Teoría clásica de la banca central... El curso desfavorable de los intercambios exteriores es señal de una expansión "indebidamente" grande del crédito y afirma que el banco central puede evitar o detener la salida de oro aumentando sus tipos: el aumento disminuirá los prestamos, lo que conllevará un menor volumen de las transacciones y de la ocupación y un descenso de los precios, abaratamiento que aumentará la exportación y disminuirá la importación, lo que invertirá la balanza de pagos y los tipos de cambio.

A parte de esto, lo sustancial está en los ciclos económicos.
Los autores de 1790 a 1870 descubrieron los siguientes ciclos económicos o crisis de 1815, 1825, 1836-39, 1847-48, 1857 y 1866.
Schumpeter dice que cuando hay bancarrotas y paro, la prensa y el público lo atribuyen a teorías monetarias y de la superproducción [nota del lector: el exceso del ladrillo en el 2008].
Ley de Say: no ve causa efecto entre superproducción y crisis ( pero no excluye la superproducción parcial).
Malthus ve el subconsumo por un exceso de ahorro y los bajos salarios.
Sismondi dijo que habrá crisis cuando funcione mal cualquier cosa de importancia suficiente.
Tooke y lord Overstone vieron en las crisis unos ciclos comerciales oscilatorios (ciclos de 10 años), ven relaciones en las cosechas de trigo y hay prosperidad con inversiones de capital fijo y tecnológico. La recesión es la reacción al expansion de crédito por el bum. La moneda y el crédito son inestables e introducen inestabilidad en el sistema.
Marx dice que el ciclo de 10 años tiene estas fases: actividad media, prosperidad, sobreproducción, crisis y estancamiento ( esto es cosa de la industria moderna y del proceso de acumulación).

Parte IV (1870-1914 y sucesivos)
Se centra en el análisis del valor del dinero o nivel de precios y el problema del tipo de interés.
Wicksell precisó que si los bancos mantienen su tipo de interés de los prestamos por debajo del real están premiando la expansión de la producción y la inversión en instalaciones y equipos duraderos, los precios acabarán por subir y si los bancos se niegan a subir también su tipo de interés de los prestamos, los precios seguirán subiendo acumulativamente sin limite aunque los demás elementos del coste aumenten proporcionalmente. Por tanto , el tipo monetario es una variable que depende de factores diferentes de los que rigen el rendimiento neto del capital  físico. Están relacionadas.
Supongamos que lis bancos salen de un periodo de recuperación o tranquilidad y pasan a un estado de gran liquidez, y tenderán a ampliar el crédito que conceden, lo que logran estimulando la demanda de créditos mediante la  disminución de sus tipos de interés hasta ponerlos por debajo del tipo real (tasa real de Böhm-Bawerk). Las empresas invertirán entonces en bienes de equipo más allá de si la tasa monetaria fuese igual a la real. Empieza un procedo de inflación acumulativa y por otra se distorsiona la estructura temporal de la producción. Pero cuando los bancos llegan al limite y la tasa monetaria es igual a la real la inversión sufre pérdidas, los booms terminen en liquidación y eso acarrea depresión.   ( la teoría fue esquematizada por von Mises). Otros monetaristas son Hayek, Hawtrey y Fisher.

Los ciclos detectados son 1849-1872, 1872-1891.



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"La sociedad opulenta", de John Kenneth Galbraith (1957)


Sociología, sociedad de consumo, estructura económica

Resumen, comentarios y anotaciones por E.V.Pita (2011)

Título: "La sociedad opulenta"
Titulo original: "The affluent society"
Autor: John Kenneth Galbraith
Fecha de publicación: 1957

Valoración personal: el libro está escrito en un lenguaje llano y comprensible, y es muy ameno. Explica cosas que todavía vemos 50 años después en relación a los recortes sociales para reducir el déficit público. Se anticipa a las doctrinas monetaristas de Milton Friedman que prevalecerán entre 1980 y 2008.

Resumen: Galbraith observa en los años 50 que hasta los conservadores han abrazado la doctrina keynesiana de un estado que gasta en servicios públicos y estimula la demanda, la producción y el consumo. El problema es que los conservadores no protestan por la subida de impuestos porque el Estado se gasta el dinero en armas para proteger a los más ricos de la amenaza comunista. Guerras como la de Corea, o la futura de Vietnam, movilizaron millones de dólares del sector público, lo que no deja de ser pura doctrina keynesiana [nota del lector: es la misma receta keynesiana que aplicó la Alemania totalitaria entre 1933 y 1939 para reducir el paro mediante un programa de rearme y construcción de autopistas].

Sin embargo, Galbraith considera que ese gasto en armas podría dedicarse a mejorar las escuelas públicas o la sanidad, porque en el país hay muchas bolsas de pobreza que no han sido eliminadas. "La gente cree que es una cuestión de si son blancos o negros, diferencias difíciles de arreglar, pero nadie piensa en que la solución es hacer una buena escuela", dice. [Nota del lector: últimamente, las propuestas de los recortes fiscales siempre inciden en la sanidad o la educación, raramente en el gasto militar. Galbraith considera que los altos costes armamentísticos que gasta el Estado, con el consiguiente aumento de impuestos, son aceptados por los ricos porque sirve para defender su sistema de libre mercado de otros].

En los primeros capítulos de la obra, Galbraith analiza a los clásicos Adam Smith, Ricardo y Malthus y su explicación de la pobreza. Smith explica que la libre competencia es mejor que el control del Estado porque el mercado fija los precios reales y permite una distribución más racional de los recursos. Esta idea la aplica Ricardo a los salarios, que afirma que la ley de la oferta y la demanda hará bajar el salario del trabajador hasta el límite de subsistencia, lo que se ha denominado la Ley de Bronce de los salarios. O sea, ganar lo justo para vivir y un poco más para mantener a la familia. Por su parte, Smith explica que el crecimiento económico conllevará un aumento de la población, lo que volverá a ajustar los precios. Otros añaden que puesto que hay que maximizar el beneficio para formar capital y reinvertirlo, los salarios deben ir a la baja.
Y Malthus advierte que el crecimiento exponencial de la población no se compagina con la producción alimentaria y, por tanto, el mundo está condenado al hambre. Galbraith explica que los economistas clásicos contagiaron su pesimismo a todo el siglo XIX al creer que no hay salida para la pobreza y suponiendo que la riqueza generada por los formadores de capital se extendería al resto de la población por filtración.
Lo que ha ocurrido, según Galbraith, es que no se cumplíó la ley de bronce por tres motivos: porque los trabajadores que podían aportar un rendimiento marginal, aportar algo nuevo a la empresa, mejoraron su salario porque la empresa les reconoció sus costes de formación. Y, en todo caso, siempre habría un competidor dispuesto a contratar a un trabajador que va a producir más de lo que cuesta.
En segundo lugar, los que eran incompetentes y su producción era baja, fueron despedidos, y ocuparon puestos en la economía sumergida o fuera del mercado. Un tercer motivo fue que era necesario que los trabajadores se reprodujesen porque si no, al cabo de una generación, quedarían extinguidos, motivo por el cual los salarios tenían que haber aumentado hasta el punto de permitir criar a un hijo. Estas fueron las razones por las que los salarios se mantuvieron siempre por encima del nivel de subsistencia y la ley de bronce.
Lo que lamenta Galbraith es que a ningún economista clásico, que fueron quienes mejor interpretaron el mundo en que vivían, se le ocurrise dar una solución para reducir la pobreza, algo que consideraban inevitable.
Respecto a Veber y su libro sobre "Teoría sobre la clase ociosa", Galbraith le critica que se limita a describir como los más afortunados despilfarran esos beneficios que tanto ha costado acumular y que se supone que iban destinados a la inversión.

Otro clásico siniestro es Spencer, el que aplicó el darwinismo social a sus teorías de que solo sobreviven las empresas más fuertes y los trabajadores más competentes. Los negligentes y las empresas sin inicitiava serán inexorablemente barridas del mercado. No se debe alimentar con limosnas a los pobres porque eso es subvencionar la pereza. Los pobres también forman parte del sistema que no debe ser alterado. Los herederos de las grandes fortunas tienen derecho a ellas porque han heredado los genes triunfantes de sus padres. Galtbraith lamenta que la teoría de la economía clásica haya sido tan despiadada porque la realidad ha mostrado otra cara: monopolios que alteran el mercado, y personas compasivas que han fomentado políticas públicas de ayuda social a los más desfavorecidos.

En el capítulo 6 dedicado a Karl Marx, Galbraith reconoce su gran influencia como economista porque interpretó la economía de su tiempo desde distintos puntos de vista: imperialismo, mercado, lucha de clases, Estado... Galbraith comenta que Marx supo prever los monopolios y las depresiones economicas, aunque esta última no llegó a poder estudiarla con detenimiento. Sin embargo, aclara que sus estudios no pueden ser tomados como un dogma ya que si bien acertó en su época eso no quiere decir que lo vaya a hacer en el futuro, algo que les cuesta entender a sus más ortodoxos seguidores.
Hay algo que llama la atencion en Marx: este critica a Ricardo que vea inevitable que haya un ejército de parados expulsados del mercado. La solución es evidente: que el Estado cree puestos de trabajo, algo que luego pondría de actualidad Keynes.
Marx también anticipa una revolución que cambiará las clases dirigentes. Galbraith responde que Marx siempre fue un teórico que llevaba mucha ira dentro.

En el capítulo 7 sobre la desigualdad de la renta, Galbraith se pregunta por qué ningún pensador clásico ni actual se ha esforzado en buscar fórmulas para redistribuir la renta. Casualmente, la mayoría de las teorías se esfuerzan en explicar por qué es  buena la desigualdad, porque así maximiza los estímulos para mejorar y competir y dar todo de si. Cuando a alguien se le ocurre la idea de subir los impuestos a los ricos, siempre aparecen teorías que prueban que eso sería contraproducente para todos porque es bueno que una clase acapare el capital y el ahorro para invertir, etc... Galbraith sospecha que lo que hay detrás de estas teorías es la vulgar realidad de que a nadie le gusta desprenderse de su dinero.
Galbraith indaga en las políticas redistributivas de la renta y recuerda que un pais como Noruega, bastante igualitario, goza de una alta renta media mientras que Oriente Medio, la zona más desigual, está lastrado por la miseria. No se cree la teoría de que la acaparaciòn de capital en pocas manos beneficia a todos. Y también examina los salarios y su evolución entre 1900 y 1960. También estudia la concentración de la riqueza entre los más ricos y el porcentaje de pobres a lo largo de los años.
[Nota del lector: la redistribución de la renta es un concepto clave porque es un indicador de cómo se reparten los impuestos; si se dedican a eliminar la pobreza y aumentar el nivel de vida de la población o se gasta en otros asuntos que no mejoran la situación económica de los contribuyentes]

Posteriormente, en el capítulo 8, Galbraith examina las razones que han llevado a implantar la seguridad social en muchos países. La principal razón es que las sociedades industriales avanzadas generan riesgos de alto desempleo o de obsolescencia técnica. Las empresas buscan seguridad mediante estudios de mercado e invierten en publicidad para asegurar sus ventas y compiten para no ser superadas técnicamente por novedosas innovaciones. Y los empleados reclaman seguros de desempleo por indemnizaciones por despido para mitigar el riesgo de acabar en la calle y no ingresar dinero. Tras la Gran Depresión, entre 1933 y 1938, los gobiernos se dieron cuenta de que los electores acogían muy favorablemente las políticas de seguridad social porque todos tenían algo que perder en un clima de incertidumbre y riesgo. [ nota del lector: justo lo contrario que en 2008-2012 donde el riesgo vuelve a estar presente].
Galbraith dice que Ford no tenía nada que perder al construir un coche barato pero que su nieto sería un manirroto si se arriesgase con una aventura similar.
Y como dice Galbraith, en los años 50 se pensaba que la aplicación de las recetas keynesianas suavizaron o eliminaron para siempre los efectos adversos de los ciclos económicos de producción y recesión. [nota del lector: los ciclos volvieron a ser una pesadilla a partir de los años 90, cuando se cuestionaron las recetas de Keynes].

Los críticos de la protección social sostienen que el progreso tiene un doble estímulo: el éxito y el garrote (quedarse en paro, arruinarse). Dicen que los agricultores europeos, cebados con subvenciones y asegurados, tienen miedo a competir en precios, panorama que no estimula la producción. Según ellos, la inseguridad económica se supera mediante mejoras tecnológicas. Sin embargo, Galbraith replica que la eliminación o reducción de la incertidumbre ha disparado la producción. El conflicto entre progreso y seguridad ya no existe en los años 50 y 60 del siglo XX.El autor también cuestiona las criticas que dicen que la cobertura de paro genera trabajadores perezosos o aprovechados pero este tipo de ociosidad también se da en la universidad y, sobre todo, dice Galbraith, entre los altos directivos de las empresas.
El escritor advierte que lo peor para la producción es caer en una depresión económica aunque sea ligera pues una leve disminución respecto al anterior ejercicio aboca a millones de empleados al paro forzoso. En un párrafo clave del libro, Galbraith recuerda el argumento keynesiano de que el subsidio del paro o la pensión de vejez también contribuye a sostener la producción. Los mismos efectos producen los subsidios a la agricultura o los gastos sociales. Dice que una alta producción beneficia a todos porque da seguridad económica y, por tanto, no deben permitirse las recesiones ni exponer a alguna gente al paro forzoso. Por eso, dice, las antiguas preocupaciones por la igualdad, la seguridad y la productividad se han reducido a una sola preocupación por la productividad y la producción. Pero de aquí surge una paradoja por la preocupación por la producción a metida que esta crece.

En el capítulo 9, sobre la importancia de la producción de bienes, ya que con ella se mide la prosperidad de un país. A pesar de las quejas sobre la falta de espiritualidad, la producción sigue presente en las mentes. La producción se aunenta mediante cinco maneras: eliminando la ociosidad de los recursos disponibles, mayor eficiencia en la combinación de trabajo y capital, aumentando la oferta de trabajo y la de capital, y con innovaciones técnicas. Pero de estos cinco métodos, los economistas solo se concentran en aumentar uno o de pasada dos o tres. Raramente se concentran los esfuerzos en invertir en innovaciones técnicas o está mal repartida, con mejoras en las grandes industrias del petróleo o motor pero otras, pymes de construcción o textil, que apenas invierten. Nadie da importancia a que algunas industrias no innoven.
Galbraith llama la atención sobre el distinto rasero con que se considera la producción. Si es privada, nadie cuestiona que esta sea eficiente y de calidad mientras que si es pública, siempre flota la duda sobre su calidad cuando no tiene por qué ser así. Le parece una percepción interesada para desprestigiar lo público y ensalzar cualquier producto que sea fabricado por el sector privado. [ nota del lector: diversos autores han estudiado la privatización del ferrocarril en Inglaterra durante el Gobierno de Thatcher y se vio que la gestión privada tampoco era más eficiente que la pública y en caso de pérdidas, el Estado acudía al rescate porque el tren es un servicio esencial]. Pero lo que interpreta Galbraith es que estos ataques tienen como objetivo reducir los niveles de tributación y pagar menos impuestos.

Lo que viene a decir Galbraith en ese capítulo es que nadie debe olvidar que la producción también contribuye a aumentar la producción total, lo que aporta un crecimiento adicional de la producción es lo que actualmente se toma como referencia para evaluar la marcha de la economía de un país. [ nota del lector: hasta el momento Galbraith no menciona específicamente el PIB, que hoy en día determina la fortaleza económica de un país]. Además, señala que la producción no es ni mucho menos eficiente y que todavía se puede subir varios puntos con una mejor estrategia para distribuir los recursos, algunos de los cuales quedan ociosos. Pero esto no se hace ni se persigue de una forma total ni racional por unas razones que Galbraith expone en el resto de su libro. Cree que existe un gran mito respecto a la demanda de bienes y que no nos damos cuenta de necesidades que no tenemos mientras que damos importancia a cosas que tenemos pero que es producción marginal y superflua.

En el capítulo 10, examina los imperativos de la demanda del consumidor. Según Galbraith la elevada producción ha garantizado una seguridad económica pero Galbraith destaca que esa producción no tiene por qué estar relacionada con la reducción de la desigualdad o el aumento del empleo. La urgencia es satisfacer las demandas del consumidor. Si antes las personas tenían interés es proveerse de alimentos, casa y vestido ahora la preocupación es tener coches más elegantes, vestidos más románticos o diversiones más sofisticadas. La moderna economía trata de abastecer eses deseos tan terrenales. Pero Galbraith dice que la teoría que defiende esos deseos de consumo y la producción que los fabrica quizás esté bien vista pero "es ilógica y descocada hasta extremos que llegan a ser peligrosos".

Galbraith analiza la teoría de la demanda del consumidor (y la satisfacción de sus deseos más urgentes y luego los secundarios) y para ello retoma la definición de Adam Smith sobre valor de uso y de cambio. El agua tiene un alto valor de uso y el diamante ninguno pero las piedras preciosas son mucho más escasas que el agua y por tanto su precio es mayor, lo mismo que la satisfacción del comprador. Galbraith cree que la distinción fue finalmente aclarada por los economistas Menger, Jevons y Bates Clark a través de la utilidad de la utilidad marginal decreciente y que hace decrecer la producción en condiciones de abundancia creciente. Una vez que el abastastecimiento de pan llegó a todo el mundo, las preocupaciones de consumo se volvieron menos urgentes. Galbraith dice que esta es una teoría clave de la economía pero que, en el siglo XX, fue "convenientemente" olvidada porque científicamente no era posible asegurar que la satisfacción estaría completamente cubierta algún día y porque tal concepto contradecía el paradigma que abogaba por un consumo sin límites.
Galbraith dice que hay unas necesidades urgentes, como comer, y otras secundarias como ir al hipódromo una vez por semana. Las segundas solo son cubiertas con una combinación de las urgentes (renuncias a más calorías para gastar el dinero en el cine). Para Keynes, en sus Essays, era fácil en 1930 cubrir las necesidades básicas y resolver el problema económico. [ nota del lector: en 2012, en el libro Repensar la Pobreza, los autores descubren lo mismo: que un pobre que gana 1 dólar al día si gana un poco más no destina ese dinero a comer màs sino a ocio o bebida].

Capítulo 11

Galbraith dice que afirmar que repugna al sentido común que las necesidades no se hacen menos urgentes al aumentar el abastecimiento básico. Y lo que no se puede hacer es crear necesidades artificiales o crear otras nuevas con el único propósito de que la producción crezca más. La producción viene a crear un vacío que ella misma ha creado. Se trataría de un tipo de economía funciona como una noria impulsada por una ardilla. Se pregunta si es necesario un producto que necesita ser promocionado con millones para venderse. No hace falta publicidad para venderle comida a un hambriento pero sí para promocionar una marca de cereales del desayuno.
Ve una relación con "efecto dependencia" entre la producción y una demanda que ya no se basa en necesidades reales sino que es alimentada por un consumo avivado por la publicidad. Dice Galbraith que ahora da igual que la producción sea alta para que haya mayor bienestar porque las necesidades a satisfacer también son mayores.
Galbraith recuerda que en el cspítulo 8 habló de que lo importante del crecimiento de la producción es que genera empleo. El consumo es instigado para elevar la demanda e incrementar la producción lo que quiere decir que si no hubiese publicidad el aumento de demanda sería cero. O sea, que la utilidad marginal del producto agregado actual menos la publicidad y la técnica de ventas es cero. El sistema consumista de la sociedad opulenta de los años 50 estaba afianzado en unas "raíces tortuosas". Termina con esta frase: "creo que se ha roto el lazo que nos ataba a la obra de Ricardo y nos enfrentamos con la economía de la opulencia propia del mundo en que vivimos".



(el resumen continuará)



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 "La Tercera Ola", de Alvin Toffler. (1980)

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/02/third-wave-la-tercera-ola-de-alvin.html


Sociología, sociología industrial, cambio social

Autor del resumen y comentarios: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Título: "La Tercera Ola"
Titulo original: "The Third Wave"
Fecha: 1980
Autor: Alvin Toffler

Editorial: Biblioteca de Divulgación Científica

Introdución: La Tercera Ola es uno de los libros más influentes en China, actualmente. Escrito hace 30 años, anticipó la producción de productos personalizados a la cara, algo opuesto a la sociedad de masas y productos standard en cadena y educación homogénea. Anticipó la creación de puestos de trabajo fuera de la oficina. En suma, es la antesala de la actual sociedad de Internet y del concepto de prosumidor (hacer una fotografía digital, retocarla con tu programa de Photosop casero e imprimirla en tu impresora, trabajos que antes ocupaban a tres especialistas; la filosofía de Ikea).

ÍNDICE
Un entrechocar de olas
1) Superlucha

La segunda ola
2) La arquitectura de la civilización
3) La cuña invisible
4) Infringiendo el código
5) Los técnicos del poder
6) El esquema oculto
7) Un frenesí de naciones
8) El impulso imperial
9) Indusrealidad
10) Coda: el borbotón

La tercera ola

11) La nueva síntesis
12) Las cumbres dominantes
13) La desmasificacion de los medios de comunicación
14) El entorno inteligente
15) Más allá de la produción en serie
16) El hogar electrónico
17) Familias del futuro
18) La crisis de identidad de la corporación
19) Descifrando las reglas
20) El resugimiento del prosumidor
21) El torbellino mental
22) El fraccionamiento de la nación
23) Gandhi con satélites
24) Coda: la gran confluencia

Conclusión
25) La nueva psicoesfera
26) La personalidad del futuro
27) El mausoleo político
28) Democracia del siglo XXI


  "El mundo no se ha extraviado en la insania, bajo el tumulto y el estrépito de acontecimientos aparentemente desprovistos de sentido, yace una sorprendente pauta, potencialmente llena de esperanza". Alvin Toffler escribe estas líneas tras las crisis del petróleo de 1973 y 1979, castigadas por una alta inflación y la escalada de terrorismo en Oriente Medio. Y añade: "La Tercera Ola es para los que creen que la historia humana, lejos de concluir, no ha hecho sino empezar".[Nota del lector: Fukuyama escribió en esa misma década "El fin de la historia"]

Esta es la visión de Toffler:  Muchos cambios actuales (quiebra de la familia nuclear, crisis mundial de la energía, incremento del horario flexible y movimientos separatistas) no son indepedientes entre sí. No son fruto del azar. Son fruto de la muerte del industrialismo y el nacimiento de una nueva civilización, totalmente revolucionaria y confía en que sea más sana y democrática.

[Notas del lector: ¿muerte del industrialismo? Quizás en Occidente, pero no en China ni en los países emergentes / La nueva civilización de la que habla, si es la de Internet, no parece haber traído más democracia a los que ya la tenían sino una merma de derechos laborales en aras de la competitividad].

Describe la agonizante civilización industrial como "tecnosfera", "sociosfera", "infosfera" y "energosfera", que tienen relación con la "biosfera" y "psicosfera". Además, una civilización hace uso de la "superideología" para explicar la realidad y justificar su existencia.

[Nota del lector: la "superideología"de Toffler recuerda conceptos de Marx, la superestructura, y Freud, el superyo]
Las olas de cambio chocan entre sí y eso conlleva luchas por hacerse con el poder y otros conflictos.

Parte 1 / Un entrechocar
Capítulo 1. Superlucha /
Toffler describe las tres olas que cambiaron la historia de la Humanidad y sepultaron culturas o civilizaciones anteriores.

-Primera Ola: hace 10.000 años, invención de la agricultura.
Tardó miles de años en desplegarse.

-Segunda Ola: Siglo XVIII: revolución industrial.
Tardó 300 años.

-Tercera Ola: 1980.
Tardará unas décadas en implantarse.
Los teóricos la denominan Era Espacial, Era de la Información, Era Electrónica o Aldea Global, Era Tecnotrónica (Zbigniew Brezinski), Sociedad Postindustrial (Daniel Bell), Revolución Cientificotecnológica (futuristas soviéticos), Sociedad Superindustrial (Toffler). Pero ningún término es adecuado.

Toffler dice que la Tercera Ola trae una nueva vida:
-Fuentes de energía diversificadas y renovables
-Métodos de producción que hacen anticuadas las cadenas de montaje
-Familias no nucleares
-Nueva institución llamada "hogar electrónico".
-Escuelas y corporaciones radicalmente modificadas.
-Nuevo código de conducta.
-Más allá de la uniformización, la sincronización y la centralización.
-Más allá de la concentración de energía, dinero y poder.

[Nota del lector: pues en el 2012, da la impresión de que ha ocurrido justo lo contrario y que la Tercera Ola fue neutralizada y el status quo de La Segunda Ola volvió a su cauce]

Efectos de la Tercera Ola al desafiar a la Segunda Ola
-Derribará burocracias
-Reducirá el papel de la nación-Estado
-Dará nacimiento a economías semiautónomas en un mundo postimperialista.
-Exige Gobiernos más sencillos, más eficaces y más democráticos.
-La civilización de la Tercera Ola tiene sus modos de entender el tiempo, el espacio, la lógica y la causalidad.
-Dará origen a la economía del "Prosumidor".

Pensamiento lineal: la gente y las estadísticas dan por sentado que, en el futuro, todo seguirá igual. Para otros, no hay futuro [Nota del lector: y todo terminará en un Gran Bum]. Ambas visiones [Nota del lector: la de Apolítpticos e Integrados, de Umberto Eco] conducen a la paralización de la imaginación y la voluntad, según el autor.

Según la "premisa revolucionaria" de Toffler todos los conflictos de los años 70 y 80 del siglo XX [nota del lector: los podemos hacer extensibles hasta el 2012] tiene explicación porque lo que vivimos son los choques entre la agonizante sociedad industrial y la revolucionaria sociedad postindustrial.

El primer gran choque entre olas a escala planetaria se produjo en el año 8.000 AC, hace 10.000 años, cuando los agricultores expulsaron a los cazadores-recolectores para ocupar los terrenos cultivables y construir sus aldeas. [Nota del lector: el libro "Armas, gérmenes y acero", de Jared Diamond explica crudamente este proceso de expansión de los agricultores hacia el sur de África, Sur de Asia, Indonesia y Polinesia, y América]. Esta sociedad dominó el mundo hasta 1650-1750.

El segundo choque a gran escala se produjo en el siglo XVII cuando el naciente mundo industrial trató de sustituir a las sociedades feudales agrícolas. La segunda ola aún sigue a día de hoy extendiéndose con la construcción de acerías, fábricas de automóviles, ferrocarriles o procesadoras de alimentos. [Nota del lector: en el 2012, la industralización avanza por los países emergentes como China, Brasil o India, y en un futuro África]. En el tumultuoso siglo XIX, trabajadores y grandes capitalistas, así como las minorías, se hicieron con el poder y los puestos de trabajo que antes ostentaban terratenientes, religiosos y aristócratas, que se resistieron al cambio.

El punto de inflexión máximo fue 1955, año en que en Estados Unidos, el número de empleados de servicios superó al de trabajadores industriales y se generalizó el uso del computador, vuelos comerciales o la píldora para el control de la natalidad.

[Nota del lector: creo que aquí está la clave del libro: Toffler mira unas estadísticas, se da cuenta de que aumenta el sector terciario o de servicios y dice ¡Eureka, vivimos una revolución! La pregunta que nos debemos hacer es si el sector servicios forma parte de la economía industrial o no, si el turismo, financieros o los informáticos son meras subcategorías de la sociedad industrial, pero no me cabe duda de que forman parte de la sociedad capitalista, que sigue tan vigente como en 1750]

La Tercera Ola comenzó tras la Segunda Guerra Mundial "transformando todo cuanto tocaba", según Toffler. La ola se había extendido en 1980 por Occidente y la Unión Soviética y en esas fechas todas las naciones de alta tecnología experimentan los efectos de colisión de las "anticuadas" economías y políticas de la Segunda Ola con las de Tercera Ola.

Por tanto: muchos países están recibiendo simultáneamente el impacto de dos o tres olas de cambio [nota del lector: por ejemplo, los cazadores-recolectores de Amazonia ven invandidas sus selvas por campesinos, mineros con maquinaria industrial e ¿Internet?].

Toffler dice: "Cuando una sociedad se ve asaltada por dos o más gigantescas olas de cambio y ninguna de ellas es claramente dominante, la imagen del futuro queda rota". Así se explica contradicciones como que los progresistas ataquen los derechos de la mujer, la izquierda es partidaria de la centralización o antiecologista, otros son liberales en economía y conservadores en arte. Tras estas tensiones, contradicciones ideológicas hay "un orden oculto" que es el choque de olas y el "entrecruzamiento de corrientes" que se reflejanen actitudes sexualesy moralidad, estilos de vida o voto.

Toffler ve tres posiciones en el mundo actual en el mundo rico que crea la tensión política de 1980 y que llama la "superlucha":
-Personas comprometidas con el mantenimiento del orden agonizante de la Segunda Ola (el mundo industrial) "Se pelean por ver quien ocupa una silla de cubierta en el Titanic que se hunde", dice. Esta es la civilización que los reaccionarios de hoy de izquierdas o derechas tratan de preservar.
-Empeñadas en la construcción de un mañana diferente. Creen que los problemas de alimentación, energía, ecología, etc...no pueden resolverse en una sociedad industrial.
-Una confusa mezcla de las dos.


[Nota del lector: la teoría de Toffler explica satisfactoriamente las contradicciones entre izquierda y derecha, que a ojos del votante a veces parecen defender lo mismo, o de por qué se desintegran las familias extensas o nucleares. Pero me pregunto si realmente la revolución informática debe ser considerada una ola a gran escala como la revolución agrícola que arrasó todo a su paso o solo un subtipo de sociedad industrial, una evolución o reorganización de las fábricas hacia otros entornos productivos sin que cambie el sistema político. Creo que, en realidad, el sustrato esencial no varía. Después de todo, los "obreros" de Internet o Google son simplemente los ingenieros y especialistas que todos conocemos de las fábricas y oficinas del mundo industrial. Pero de lo que no me cabe la menor duda es que la sociedad industrial nació gracias a las bases implantadas por el capitalismo y, que yo sepa, Internet no ha hecho desaparecer el espíritu capitalista (bueno, hay que ver si Internet da dinero o no) aunque tras la crisis financiera de 2008- 2012, haya puesto en cuestión sus métodos poco éticos para obtener extraordinarios beneficios mediante el llamado capitalismo de casino. Por eso, creo que Toffler, en su introducción pasa por alto que esta no es una sociedad industrial sino capitalista y que los cambios sociales son una mera evolución del modo de organizar y producir, como lo fue en su día la cadena de montaje. En mi opinión, para hablar de Tercera Ola habría que hablar de una sociedad radicalmente distinta como cuando los cazadores-recolectores vieron por primera vez un poblado con templos sacerdotales y palacios, o los agricultores se toparon por primera vez con un tren o un coche y un político les pidió el voto. Obviamente, en los años 80, la analogía es cuando un obrero empezó a preguntar qué era eso de Internet pero la sociedad de Internet es esencialmente la misma que la industrial pues se basa en Parlamentos, partidos políticos y Facebook y Twitter (una manisfestación de la opinión pública). Se podría alegar que el Gobierno ahora es Mundial o Europeo, pero ello no es un cambio radical si se compara con el nuevo mundo que crearon la agricultura o la industria.]

[Nota del lector: al principio creía que la teoría de Toffler explicaba satisfactoriamente el desmoronamiento del Estado Industrial Soviético en 1989 (después de que se escribiese el libro). La URSS no era más que una versión extrema de un sistema de producción industrial cuyo uno capitalista era el Estado que implantaba una economía planificada y centralizada dirigida con un partido único y Parlamento (controlado). Teóricamente, la informática de la Tercera Ola habría permitido sobrevivir a un estado de economía planificada porque sus computadores podrian calcular en menor tiempo los distintos modelos económicos e implementarlos o modificarlos en tiempo real así como distribuir los productos a la población en función de la demanda. Quizás la revolución informática es lo que ha logrado que sobrevivan estados industriales de Estado como China, que ha reproducido una economía capitalista de la Segunda Ola].

A continuación, Toffler pasa a explicar qué cambios introdujo la Revolución Industrial.


Parte 2. La Segunda Ola
Capítulo 2. La arquitectura de la civilización


(continuará el resumen)


Libros mencionados:
The Civilizing Process (Norbert Elias): "Una ola de progresiva integración a lo largo de los siglos".

The significance of the frontier in American History (Frederick Jackson, 1837): olas de pioneros del Oeste: pioneros, granjeros, comerciantes...



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"La Palanca de la Riqueza. Creatividad tecnológica y progreso económico", de Joel Mokyr (1990 )


Sociología del crecimiento económico y el cambio social.

Título: La Palanca de la Riqueza. Creatividad tecnológica y progreso económico.
Título original: The Lever of Riches. Technological Creativity and Economic Progress.
Autor: Joel Mokyr.

Resumen y comentario: E.V.Pita (2010-2011)


El libro, escrito en 1990, estudia el avance de las nuevas tecnologías y su relación con el crecimiento económico.


Primera parte. Crecimiento económico y progreso tecnológico.
Mokyr hace distinciones entre el crecimiento schumpeteriano (expansión económica mediante un proceso continuo de innovación tecnológica financiado por la extensión de créditos) y el smithiano (crecimiento de la actividad comercial).
Dice que las tecnologías evolucionan en el sentido darwiniano de supervivencia y progreso del diseño mejor adaptado. También que una "macroinvención" (como la carretilla o el alumbrado de gas) es seguida de "microinvenciones" que lo mejoran.
Habla del "almuerzo gratis": una tecnología como la noria hidráulica o el molino de viento genera energía extra a cambio de ningún esfuerzo.

El crecimiento económico puede darse por cuatro procesos: Inversión (aumento del capital social), expansión comercial (Adam Smith, el comercio es ejemplo de almuerzo gratis), efectos por escala o tamaño (aumento de la población genera aumento de la renta per cápita no siempre), aumento del caudal de conocimientos (crecimiento schumpeteriano).


Segunda parte.


2. La antigüedad clásica.
Uno de los planteamientos es que el Imperio Romano conocía la tecnología del vidrio, los molinos de agua, el vapor y el hierro pero apenas la desarrolló: no hizo altos hornos, ni a nadie se le ocurrió fabricar gafas, la innovación fue baja incluso en tiempos de crisis, cuando se agotó la agricultura. Solo después, en la Edad Media, en torno al año 1000, esas tecnologías se emplearon masivamente y llegaron a los campesinos (como las herramientas de hierro) o los arados de doble reja, así como la rotación de cultivos más intensiva.

Respecto a las gafas en Roma, hay un texto clásico(¿Plinio el Viejo?) que habla de que Nerón, que era miope, usaba una gema para ver mejor los juegos de gladiadores.

Sobre las calzadas, tenían finalidad militar y no comercial.

Habla del mecanismo de Antikythera (que demuestra el uso de engranajes en Grecia Clásica) y que los astrolabios eran bastante sofisticados. Pero era un aparato científico, no económico.

En Grecia, a partir del 300 aC dejó de haber innovación tras las poleas, roscas. El hierro era malo y pobre mientras que en China conocían el arte de fundir hierro desde el siglo III aC.

En agricultura, no sabían como alimentar mejor al ganado. Alguien inventó una cosechadora pero el logro no se difundió. Las velas de sus barcos eran poco eficaces.

Los celtas eran buenos en maquinaria y ruedas. Pero el mayor logro de Roma fue la invención de la noria hidráulica de engranajes para moler harina. Eran de corriente baja. Las de corriente alta llegan al final del siglo III. En algunos barcos, llegó a haber cojinetes de bola y manivelas, pero sus inventores se llevaron el secreto a la tumba o fueron inventos que no tuvieron repercusión en la economía antigua.

Los romanos intensificaron la tecnología que ya existía previamente.

Mokyr se pregunta cómo es posible que una economía comercial y compleja como la antigua, que tenía transporte animal, producción artesanal e industria alimentaria, no halló soluciones obvias a los problemas técnicos.

La explicación podría estar en que se tarda un plazo en asimilar las nuevas tecnologías antes de sacarles todo el rendimimiento.

La extrapolación es que en economías como la Internet, no se le esté sacando todo el provecho a la Red, o que estos usos se queden estancados en un futuro.

3. La Edad Media
Una propuesta es considerar que la Edad Moderna empezó en el año 1000 y que la Edad Media solo cubre los siglos V a X. Otros autores, Cameron y Neal, dicen que la Edad de Hierro realmente empezó en la Edad Media, cuando se popularizó el uso de herramientas de labranza de hierro o las herraduras, y no solo el metal usado para espadas o corazas de los romanos.

Del 500 al 800 dC, hay atraso, la economía mundial se redujo pero a partir del 900 surgen inventos prácticos que aumentan el bienestar así como la población. Lo importante es que el invento funcionase, sin importar su origen.

El primer logro fue el arado de metal arrastrado por bestias de tiro. El problema era alimentar a los animales pero se hizo un tercer cultivo permitió a los animales pastar en el barbecho y obtener fertilizante para plantar avena para forraje. El segundo logro fue sacarle provecho a las ruedas hidráulicas: fuelles, prensas de vino, aserraderos. En el año 1086 ya había 5.624 molinos al sur de un río de Inglaterra.

Otro gran avance fue la herradura de clavos (frente al calzado romano), habitual en el siglo IX. El otro gran avance fue el estribo, petral, balancín y collera de las monturas (son correcciones del arreo romano que perdía 80% de eficacia). Por último, se inventó el arado con ruedas

En el siglo XII aparecieron las pastillas de jabón.

La movilidad en el mundo musulmán permitió viajar. Perfeccionaron la vela latina, los tejidos (algodón), perfumes y química, e introdujeron el papel (Occidente en el siglo XIII usó la energía hidráulica para procesar la pulpa). Al Jazari escribió El Libro del conocimiento de ingeniosos artefactos mecánicos. Pero su nueva tecnologìa perdió impetú por falta de mejoras.

Entre 1200 y 1500, Occidente despega con el molino de viento, el barco de tres palos, la carabela, e instrumentos de navegación (los vikingos eran víctimas de la hafvilla, la pérdida del rumbo en el mar), el compás (mencionado en 1180 en De Utensilibus), la traducción de la geografía de Ptolomeo y su latitud (que promovió el uso del astrolabio).

El otro progreso vino de la metalurgia en Alemania, Austria y Bohemian (altos hornos más baratos que fraguas) y la separación del cobre de la plata.

El reloj de pesas data del siglo XIII (fue una macroinvención). En el s. XIV, Dondi fabricó uno que imitaba los movimientos celestes. Todos los pueblos querían tener un gran reloj. Se le considera la máquina fundamental de la industria moderna. En el s. XIV se empezó a dividir las horas en 60 minutos de 60 segundos. Aumentó la productividad, exactitud y la eficiencia.
El último gran invento fue la imprenta.

Otro invento fue el volante para el torno de hilar y creó una industria de lana en el siglo XII (y anticipó la correa de transmisión).

Las gafas datan del siglo XIII, se inventaron en Italia en 1285.
El botón apareció en Alemania en 1230.
En los Países Bajos se inventaron las esclusas para los canales.
El uso de pólvora en armas fue otro "avance".

Europa sabía menos en 1500 que Arquímedes en 22o AC pero su tecnología era superior.
A diferencia de la Antigüedad, la tecnología de la Edad Media no fue grandiosa pero sí práctica y en manos privadas. Cameron dice que los labriegos medievales tenían herramientas propias y por eso buscaban las mejores y más prácticas, lo que impulsó la industria del hierro.


4. El Renacimiento y la tecnología de 1500 a 1750.

Fue un periodo de desarrollo tecnológico pero no de revoluciones tecnológicas.

En 1500, la tecnología china estaba agotada porque sus relojes de agua y sus imprentas no se difundieron a gran escala.
En Europa hubo microinvenciones pero no grandes macroinvenciones.
Los Países Bajos lanzaron la "nueva agricultura": nuevos cultivos, alimentación en establos y eliminación del barbecho (se sustituyó por el abono y la tierra arable). Los molinos de viento giratorios mejoraron. Se empezó a usar el carbón como energía y el coque, los altos hornos mejoraron el rendimiento, hornos de reverbero, trompa para soplar aire en la fragua, talleresde laminado de hierro.

Libros: Agrícola: De Re Metallica en 1556 (ingeniería minera).

Da Vinci: era un gran mecánico pero legó 5.000 páginas llenas de diseños sin publicar. Produjo pocos beneficios y ninguna idea práctica. El papel de los grandes científicos como Newton, Galileo o Boyle fue mínimo para el avance tecnológico, según Mokyr.

Pascal construyó una máquina que podía sumar y restar. Se introdujeron los número arábigos (ya desde el XII por Fibonacci)

5. Los años de los milagros: La Revolución Industrial, 1750 a 1830

-Tecnología de la energía.
-Metalurgia
-Tejidos
-Servicios.

Otto von Guericke hizo en Magdeburgo el experimento de las yuntas de caballo que no pudieron separar dos hemisferios que encerraban un vacío ( en 1691 ya se probó el primer pistón).
El primer motor de vapor data de 1698 (Papin).
Thomas Newcomen logra una bomba de agua mecánica de vapor para las minas y se difundió por toda Europa y colonias.
Watt

La clave de los avances es que los ingenieros resolvieron problemas muy difíciles y también hubo un gran esfuerzo colectivo.


6. Finales del siglo XIX: 1830 a 1914.

Adam Smith: beneficios de la división del trabajo.
Producción en masa.
Tercera parte. Análisis y comparaciones.

El acero
El convertidor Bessemer.

La industria química especializada fue un "almuerzo gratis" (Bayern).
Químicos alemanes.
Leblanc y la producción de sosa.

La electricidad

7. La comprensión del progreso tecnológico.

¿Por qué hay cambio tecnológico en unas sociedades y otras no?
Es una demanda del consumidor.
Los costes se abarataron.
La esperanza de vida
La nutrición
La disposición a aceptar riesgos
El medio ambiente geográfico
La dependencia de la trayectoria
Los costes de la mano de obra
Ciencia y tecnología
La religión
Los valores
Las instituciones y los derechos de propiedad
La resistencia a la innovación
La política y el Estado
La guerra
La apertura e información nuevas
Los factores demográficos

8. La tecnología clásica y medieval.

9. China y Europa.

China encabezó el avance tecnológico mundial hasta 1300 y llegó a explorar el Indico en 1400-1430 y las costas africanas pero luego el país se replegó sobre sí mismo, justo cuando los navegantes portugueses iniciaban la exploración africana en busca de un paso a Oriente.

10. La Revolución Industrial: Gran Bretaña y Europa.

Cuarta parte. Dinámica y progreso tecnológico.


11. La dinámica del cambio tecnológico y la evolución.


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 "La revolución de la riqueza", de Alvin y Heidi Toffler (2006)


Sociología, sociología industrial

Título: "La revolución de la riqueza"
Autores: Alvin y Heidi Toffler.
Año: 2006
Editorial: Debate.

Crítica por E.V.Pita (2006)

La Revolución de la riqueza es un ensayo ameno sobre los cambios que se avecinan en la vida diaria. Es una vacuna contra la antiglobalización y quienes se oponen el progreso tecnológico.
La optimista tesis sostiene que la nueva sociedad de la información generará un gran progreso y que,por inercia, nos hará a todos más ricos.
El sociólogo industrial Alvin Toffler y su esposa Heidi saben de lo que hablan. Recién licenciados recorrieron varias fábricas de Estados Unidos y trabajaron cinco años de obreros en las cadenas de montaje. En sus viajes charlan con el Dalái Lama, un agricultor  de Tejas o el primer ministro de la India. Los frutos han sido superventas como El shock del futuro o La tercera ola.
En su libro, estos gurús de la tecnología comparan el grado de riqueza alcanzado durante la era de la agricultura (hasta el siglo XVIII), la revolución industrial(hasta mediados del siglo XX) y la sociedad del conocimiento,en la que estamos inmersos para bien o para mal con inventos como el ordenador, el móvil o
Internet. La riqueza ya no se obtiene con la producción masiva de coches o cacerolas, sino con mayor inversión en innovación e investigación. Países como China han captado el mensaje y, a la vez que se industrializan, invierten en universidades y laboratorios. Al igual que la India, en una década ha sacado de la pobreza a millones de campesinos.
Toffler recuerda que en el mundo actual conviven países de modo de vida agrícola, con lo justo para subsistir, con otros de tipo industrial y unos pocos Estados muy ágiles que se enriquecen porque aprovechan las nuevas oportunidades del I+D.
Cambiar a ese nuevo tipo de vida afectará al modelo de familia, dejará ofi cios obsoletos y, a veces, generará conflictos con lo agrícola o industrial.
Advierte que la nueva sociedad exige una gran agilidad para tomar decisiones. Ya no vale el modelo de horarios de la sociedad industrial, donde los niños eran adiestrados en masa en escuelas que parecían fábricas con rígidos horarios y disciplina. Ahora, Internet puede mejorar la educación, que será más personalizada.
También ha cambiado el consumidor clásico, pero para peor. Ahora el cliente compra un mueble y debe montarlo, por lo que en su tiempo de ocio trabaja gratis para el fabricante. Ya no digamos el esfuerzo extra que trajo consigo la cámara digital. O el ama de casa que cocina para su marido e hijos sin tener Seguridad Social.
En el futuro, los consumidores tendrán sus propias máquinas de fabricación en 3-D en casa. Toffler cree que esta economía invisible crecerá aún más y propone cuantificarla.

Su defecto es que habla demasiado de Estados Unidos, al que toma como modelo. Algunos capítulos son poco académicos: están deslabazados o parecen un collage de recortes de prensa. Su optimista tesis la resume en: ¿acaso un pesimista habría inventado la rueda o el tren?



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Título: "El beneficio es lo que cuenta. Neoliberalismo y orden global", de Noam Chomsky (1999)


Sociología, globalización, relaciones internacionales, teoría política, economía política, liberalismo y neoliberalismo

Resumen, comentarios y anotaciones de E.V.Pita, licenciado de Derecho y Sociología

Ver resumen original y actualizado en:
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/08/el-beneficio-es-lo-que-cuenta.html



Texto del resumen original (acceso libre) en el siguiente link:

Título: "El beneficio es lo que cuenta. Neoliberalismo y orden global"
Título original: "Profit over people. Neoliberalism and global order"

Autor: Noam Chomsky

Fecha de publicación: 1999

Editorial en español: editorial Critica SL, ediciones de bolsillo

Texto de la contraportada:

"Noam Chomsky, el gran lingüista que se ha convertido en la conciencia del mundo desarrollado, nos ofrece en este libro una crítica frontal del neoliberalismo y del nuevo "orden global"; una crítica de la mitología del mercado, de la manipulación de la opinión pública a través de unos medios de información controlados por los intereses empresariales, del impacto oculto que ejercen entidades antidemocráticas como la Organización Mundial del Comercio o el aFondo Monetario Internacional; una crítica, en fin, de la forma en que las políticas neoliberales transfieren el poder de decidir cuestiones que nos conciernen a todos a manos de " tiranías privadas que operan en secreto y sin control público.
Con estas amenazas, Chomsky propone la participación activa de todos, la movilización de las organizaciones populares de base, de los sindicatos, de los grupos ecologistas y defensores de los derechos humanos... Propone, en suma, la recuperación de una democracia entendida como un sistema global, no sólo como un mercado global, que defienda los derechos de todos, no sólo como consumidores, sino como ciudadanos.

ÍNDICE

1. Neoliberalismo y orden global.

2. Consentimiento sin consentimiento: la uniformización de la opinión pública

3. La pasión de los mercados libres
4. Democracia de mercado y orden neoliberal: doctrinas y realidades

5. El levantamiento zapatista

6. "El arma decisiva"

7. "Hordas de vigilantes"

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Comentarios previos:

El libro fue escrito antes del 11-S y de la crisis económica de 2008-2014 pero anticipa las claves sobre el futuro debate sobre el neoliberalismo y sus recetas. Quienes hayan leído ya a Naomi Klein, Krugman, Stiglitz o Graeber encontrarán en estas páginas lugares comunes como la instauración del libre mercado en el Chile de 1973, el llamado "Consenso de Washington" o el proteccionismo sobre poductos africanos.
Desde el punto de vista de la teoría económica, lo más interesante del libro es que aporta una visión critica sobre la deficiente aplicación de la teoría del libre mercado y de las teorías de Adam Smith.
Lo más interesante es la breve cronología que hace sobre estos incumplimientos: en el siglo XVIII Inglaterra impuso trabas proteccionistas al textil de India a la vez que colocaba en ese país sus prendas manufacturadas. Sólo en 1850, adoptó el librecambismo. Otra infracción fue la reducción del precio del algodón en Estados Unidos durante la esclavitud (era una competencia desleal por la caída a cero de los salarios). En el siglo XX, las barreras proteccionistas se han impuesto a Africa a la vez que Europa subvenciona a sus agricultores. Es novedoso el pasaje donde dice que Reagan subvencionó a muchas empresas mientras predicaba reducción de lo público. El Estado también ha subvencionado grandes inversiones en aeronáutica que la iniciativa privada no podría afrontar por sí mismo y por el alto riesgo de la inversión ( Sobre esto, es recomendable la lectura de "La sociedad opulenta" de Galbraith). En definitiva, la lógica pura de libre competencia y mercado solo se aplica a los países más débiles económicamente con la promesa de futuras recompensas en forma de crecimiento económico. Así l lo viene a decir el autor.
El Consenso de Washington ya ha sido explicado por otros autores pero Chomsky debe ser de los primeros por la fecha de públicación del libro.

Introducción

En la introducción, Chomsky critica que republicanos y demócratas tengan programas parecidos y que cualquier iniciativa que pueda suscitar el interés del ciudadano es bloqueada. Los debates, en un parlamento neoliberal, recuerdan a los del Politburó, comenta McChesney en la introducción.
Las sociedades se vuelven apolíticas mientras los medios de comunicacion y los adeptos captan las alabanzas.
Chomsky desmitifica la competitividad del libre mercado al decir que está dominada por grandes corporaciones que piden al Estado que les ayude y a la vez no quieren pagar impuestos. La Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI) imponen a acuerdos a las naciones menos favorecidas.
Según McChesney el orden neoliberal ha causado crisis en Asia, Europa y América, sociedades que viven en confusión, y "se esperan tremendos trastornos para los próximos años".

Capitulo 1
Explica el consenso de Washintong cuyos arquitectos son las grandes corporaciones que, según Chomsky, controlan la mayor parte de la economía y pueden modelar la política mundial para que lógicamente favorezca sus intereses. Según documentos que maneja Chomsky, tras la Segunda Guerra Mundial se acordó impedir regímenes radicales y nacionalistas que quieren mejorar el nivel de vida de las masas.
El punto de inflexión fue 1971 cuando Nixon desmanteló el sistema económico mundial vinculado a la economía real y se desregularizaron las finanzas. En 1995, el 95 % del capital era especulativo. Hace 20 años ya se advirtió que el proceso podía conducir a una Economia de bajo crecimiento y bajos salarios, sin que se tomasen medidas.
Las "malas ideas" aplicadas a países periféricos suelen ser "buenas" para los inversores, dice Chomsky. Este añade que no está claro, como dice Krugman, como se produce el desarrollo y crecimiento económico.
Po otra parte, hay beneficios récord pero bajas nóminas.
Chomsky culpa a Inglaterra y Estados Unidos de hacer fracasar la industrialización en sus colonias o los patios traseros o impedir su desarrollo democrático.
Otro aspecto es que el libre mercado no funciona con grandes compañías como las fabricantes aéreas que necesitan el apoyo estatal para ser rentables. Reagan también interfirió en el mercado para dar subvenciones o convertir el país al proteccionismo.
Chomsky lo resume así: "las doctrinas aprobadas se elaboran y emplean por razones de poder y beneficio. Los "experimentos" contemporáneos siguen una pauta conocida cuando adoptan la forma de socialismo para los ricos dentro del sistema de mercantilismo a escala mundial de las empresas, en la que el comercio consiste en una medida sustancial en transacciones manejadas desde la dirección central dentro de cada una de las sociedades, inmensas instituciones vinculadas a sus competidores por alianzas estratégicas, todas ellas tiránicas en estructura interna, pensadas para socavar la toma democrática de decisiones y para salvaguardar a los señores de la disciplina de mercado. Los pobres e indefensos son los adoctrinados en estas estrictas teorías".
Chomsky recuerda que Smith describió la división del trabajo pero también sus efectos inhumanos, mientras que Tocqueville, Jefferson o Smith advirtieron del problema de la desigualdad.

Capítulo 2

Chomsky examina las formas de gobernar sin el consentimiento de los gobernados, a través de la creación de una opinión pública. Fue Giddings el que ideó el consentimiento sin consentimiento. En el siglo XX, eso dio pie a derrocamientos de gobiernos electos en nombre de la "libertad". Generalmente, lo que ocurrió fue que los beneficiados "se lo quedaron todo y no dejaron nada para los demás". Luego, se pasó al modelado de las masas mediante la propaganda.



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Resumen de: "La frontera del éxito", de Malcolm Gladwell (2000)


 Sociología, psicología social, sociedad de consumo de masas, publicidad, fenómenos virales, teoría de la comunicación, información viral

Comentarios y resumen por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

El texto del resumen original y actualizado está en el siguiente link:
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/12/la-frontera-del-exito-de-malcolm.html

Título: "La frontera del éxito"
Subtítulo: "El punto clave para que "cualquier cosa" se convierta en un fenómeno de masas"
 Título original: "The tipping point"

Fecha de publicación: 2000

Editorial en español: Espasa

Texto de la contraportada:

"La frontera del éxito es una obra brillante y revolucionaria que ha ocupado los primeros puestos en las listas de ventas de Estados Unidos. Con ella se analiza cúal es el punto clave para que "cualquier cosa" se convierta en un fenómeno de masas. Su autor, Malcolm Gladwell, presenta a los personajes que extienden las nuevas ideas, los creadores naturales del boca a boca. Examina las tendencias de la moda, programas infantiles de televisión, la conducta de los fumadores y hasta la publicidad directa, con el fin de encontrar las pistas para hacer contagiosa cualquier idea.
Y en ese punto clave en que comienzan a extenderse ya desbordados los límites de las epidemias "sociales" es para, Gladwell, donde se encuentra la frontera del éxito".

Biografía del autor (2000)
Malcolm Gladwell ha publicado artículos sobre economía y ciencia en el Washington Post. Actualmente, es uno de los redactores de The New Yorker.

Reseña
En esta obra analiza por qué los cambios más profundos de nuestra sociedad responden muy a menudo a acontecimientos inesperados. Según su teoría, las nuevas ideas y los nuevos comportamientos, mensajes y productos suelen extenderse como una epidemia. ¿Cómo se convierte un novelista desconocido en un escritor de éxito? ¿Qué hace que un programa de televisión como Barrio Sésamo consiga ayudar a los niños a aprender a leer? Estos son algunos ejemplos de epidemias "sociales".

ÍNDICE

1. Las tres leyes de toda epidemia
-Ley de los especiales
-El factor del gancho
-El poder del contexto

2. La ley de los especiales: conectores, "mavens" y los vendedores natos.

3. El factor del gancho: Barrio Sésamo, Blue scenes y el virus educativo

4. El poder del contexto (primera parte)
-Benie Goetz y la ascensión y caída del crimen en la ciudad de Nueva York.

5. El poder del contexto (segunda parte)
-El número mágico 150

6. Estudio de casos (primera parte):
-Rumores, zapatos de lona y el poder de la traducción.
           
7. Estudio de casos (segunda parte):
-Suicidio, tabaco y la búsqueda del cigarrillo no adictivo.

8. Conclusión: concentrarse, comprobar y tener fe.

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Comentarios y resumen.

El autor viene a ser un pionero en el estudio de los fenómenos virales, esas noticias sorpresivas que marcan tendencia y que tan de moda se han puesto con las redes sociales, especialmente con Twitter. También aporta una explicación sobre la caída del crimen en Nueva York (aunque es la primera que siempre se dijo: la tolerancia cero con las pequeñas faltas). Y explica el éxito de Barrio Sésamo y otros programas por sus fórmulas repetitivas hasta la saciedad.

Entiende que el éxito proviene de una epidemia que hace que la gente compre un producto y no otro. ¿Por qué ese precisamente? Porque es lo que se ponen la gente "especial" y el gancho. La teoría de los "especiales" se basa en que existen unos individuos que marcan tendencia y que son copiados inmediatamente por miles de personas. Un ejemplo, sería el de la líder de las Spice Girls y esposa de David Beckam, que tiene millones de seguidores que la consideran como una persona "a la última". Lo que ella lleva será lo que se llevará esa temporada. El mismo caso se aplica para los "vendedores natos", gente que sabe conectar con su público. Esto suele suceder con los escritores de éxito, cuando dan con un tema que interesa al público por motivos desconocidos y que usan el libro como excusa para reunirse, charlar, debatir o reafirmarse en sus creencias. Las editoriales avispadas enseguida organizan clubs de lectura, conferencias por todo el país para disparar las ventas de un libro que, aparentemente, no tenía garantías de éxito y que sin embargo se vende como churros.

Por tanto, una de las claves para generar una epidemia consumidora son los "mavers" o pequeños líderes que marcan las tendencias de moda. Pero no son personas cualquiera sino gente que se mueve en círculos clave y está en sectores punteros. Esta avanzadilla ha atraído la atención de los cazadores de moda. Cuando localizan a uno de estos "mavers", saben la ropa que se llevará ese año, porque los demás les van a copiar, y se ponen a fabricarla. Han descubierto cuál será la "tendencia" para ese año. Es decir, más que ser líderes son "los primeros indicios" de la moda que se llevará.

El autor también investiga el éxito del programa Barrio Sésamo y Blue Scene, que se basan en la repetición. El éxito fue imprevisto cuando uno de los productores lanzó un programa para niños que repetía exactamente el mismo contenido durante una semana entera, todos los días lo mismo, de forma que los pequeños aprendían las respuestas a las preguntas que hacían los muñecos. Lo que subyace detrás es que de un solo vistazo no se puede asimilar los nuevos contenidos de un programa, hay que repetirlos sucesivas veces para que el pequeño espectador lo entienda, asimile y responda sin aburrirse.

Respecto a la reducción del crimen de Nueva York es un clásico y parece estar relacionado con la "anomia" o el "descontrol" de la sociedad aunque él lo denomina "el poder del contexto". El ejemplo más sencillo son los grafitis que manchan el Metro. La situación explotó en los años 80 cuando un pasajero anónimo de Metro fue asaltado por unos pandilleros adolescentes que le molestaron en su asiento y él sacó una pistola y les disparó para responder a las injurias. A uno lo dejó parapléjico de por vida tras dispararle una segunda vez cuando ya estaba indefenso. El pistolero fue aclamado por la prensa y ciudadanos como un héroe porque estaban hartos del bandolerismo en la ciudad. Lo cierto, es que no había ley en el metro porque la gente se colaba, hacían grafitis en los vagones, no había seguridad... La gente lo había asumido como normal. Lo que hizo el Ayuntamiento de Nueva York no fue poner más patrullas sino aplicar la "tolerancia cero" y meter tres días en el calabozo al que se colaba o pintaba grafitis. Eran tres días que no delinquían. A los que pillaban pintando vagones les dejaban terminar su "obra" y luego les obligaban a limpiarlo todo, con lo que desmotivaron a los artistas urbanos. De repente, la gente vio que los vagones volvían a estar limpios y que te cobraban por entrar en el metro, la situación de "anomia" desapareció y volvió a la normalidad. Los índices de delincuencia cayeron. Hay explicaciones alternativas como el hecho de que en los años 90 llegase una época de prosperidad o que los pandilleros se hiciesen mayores y encontrasen trabajo, pero Gladwell cree que son interpretaciones parciales que no explican bien el desplome de la delincuencia.

El número mágico 150 sienta las bases de cómo funcionan las redes sociales. Si a cualquier persona le preguntan cúantos amigos tiene en Facebook, dirá unos 150 de media. No es casualidad. Es el número de integrantes de una tribu, un residuo fósil de nuestro pasado comunitario en el que todos los vecinos de la aldea se conocían entre sí. Ese es el motivo, dice Gladwell por el que las empresas funcionan bien cuando son 150 personas y son un descontrol si se supera ese número. No solo las empresas, sino las legiones (centurias) y otras unidades militares han acabado por incluir a 150 personas bajo un único mando para evitar que se conviertan en un órgano disfuncional donde nadie se conoce entre sí.

Respecto al ejemplo de los zapatos de lona, las empresas avispadas se dedican a observar a los jóvenes que marcan tendencia para adivinar lo que se llevará la próxima temporada. Si aciertan, se forran. Es lo que ahora hacen muchos bloggers y tuiteros, que saben conectar o están en la pomadilla de lo que se cuece en moda, ropa deportiva, joyas...

Finalmente, estudia otros casos prácticos que se aplican a epidemias malignas como el suicidio (estudió un caso en Indonesia que funcionaba por imitación y en el que hasta los niños jugaban a ello). También estudió el caso del tabaco, sobre todo en adolescentes y de cómo la clave está en la capacidad de soportar los índices de nicotina (baja capacidad en los fumadores esporádicos o no fumadores, y alta en los empedernidos, por lo que estos necesitan fumar más para que el organismo diga basta). Los expertos han tratado de reducir esa baja capacidad con parches de nicotina y otras soluciones.

Termina el libro con una alusión a una mujer afroamericana que buscaba ayuda contra el cáncer de mama en las iglesias. Tras numerosas conversaciones, un día encontró una buena solución para sensibilizar a las mujeres para que se sometiesen a una consulta preventiva y la difundió con gran éxito, con lo que salvó muchas vidas.  Pero el autor recuerda que, si se hubiese conformado y rendido, no habría conseguido nada. Por tanto, el trabajo es la fórmula del éxito (esto es un añadido del que hace el resumen)

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Resumen: "Decrecimiento y posdesarrollo", de Serge Latouche (2003)


Sociología, estructura económica, crecimiento económico, economía política, globalización, desarrollo sostenible

Resumen, comentarios y anotaciones por E.V.Pita (2013), licenciado en Derecho y Sociología

Ver texto original y actualizado del resumen en:
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/08/dececimiento-y-posdesarrollo-de-serge.html



Título: "Decrecimiento y posdesarrollo"
Subtítulo: El pensamiento creativo contra la economía del absurdo

Título original: Décoloniser l'imaginaire

Fecha de publicación: 2003

Editorial en español: El Viejo Topo

Motivo de la elección del libro para resumirlo: es uno de los textos de Latouche que recoge los aspectos básicos de su teoría del decrecimiento

Texto de la contraportada:
 "El modelo occidental de desarrollo ha entrado en una etapa crítica. Sus negativos efectos sobre la mayor parte de la humanidad y el medio ambiente son evidentes. Y el estallido sucesivo de sus diversas burbujas produce crisis también en el propio Occidente, donde provoca además el aumento de las desigualdades. Es necesario, por tanto, frenarlo, ralentizarlo, intentar detenerlo antes de que se desencadenen más cataclismos o más guerras.
Es por ello que por todo el mundo aparecen islotes de un nuevo pensamiento creativo que aspira a configurar una vida social y económica más equilibrada y más justa. Un pensamiento creativo que establece una crítica del desarrollo que zarandea nuestras incertidumbres y cuestiona el pensamiento y la práctica económicos de Occidente".

ÍNDICE

Capítulo 1..... La tiranía de la racionalidad
Capítulo 2.... La banalidad del mal y la economía
Capítulo 3.... La hidra del desarrollo
Capítulo 4.... La Máquina Infernal
Capítulo 5.... La mundialización y el imperialismo de la economía
Capítulo 6.... La otra África y la cultura del don
Capítulo 7.... "Sacarnos el martillo económico de la cabeza"
Capítulo 8.... Más que el agua sucia, hay que tirar al niño

Resumen

Decrecimiento y postdesarrollo

Consideraciones generales y opinión personal: este libro resume la teoría del de decrecimiento pero es decepcionante a nivel técnico porque no explica como puede detener el crecimiento sin caer en una recesión, a lo que se oponen por todas las implicaciones sociales que conlleva. Es obvio que nadie quiere vivir en eterna recesión y al borde de la miseria y desempleo masivo. Por tanto, la primera conclusión es que el decrecimiento no supondría un desmantelamiento de lo existente sino un tipo de gestión más sostenible de forma que no se agoten los recursos como, según ellos, nos abocaría el actual modelo de desarrollo. Precisamente, Latouche dice que desde Occidente se ha transmitido la idea de progreso y desarrollo a otras naciones, principalmente de África y Latinoamérica, que no son más que "palabras tóxicas". Por un lado, clasifican automaticamente a un país como "subdesarrollado" y por otro le obliga a imponer un sistema que agota sus recursos y aplicar a rajatabla las recetas del FMI y el Banco Mundial cuando quizás habría otras maneras de crecimiento menos dañino.
El texto se basa en entrevistas inventadas y sacadas por Internet del investigador Roberto Bosio.

Introduccion
Manifiesto de la red por el postdesarrollo
La red del postdesarrollo está inscrita en el International Network for Cultural Alternatives to Development (Incad) de 1992. Cuestiona el desarrollo, ligado al capitalismo y la mundialización. Unos proponen "otro" desarrollo y Latouche aboga por salir del desarrollismo y el economicismo. Se trataría de una deconstrucción del pensamiento económico y cuestiona nociones como crecimiento, pobreza, necesidades o ayuda.
Dicen que la socialdemocracia se desplazó hacia el social-liberalismo.
Dicen que debemos renunciar a la loca carrera hacia el consumo cada vez mayor, no sólo para evitar destruir el planeta sino "para sacar a la humanidad de la miseria psíquica y moral".
Creen que el desarrollo sustituyó al colonialismo y que la mundialización reemplazó al desarrollo pero que, en esencia, son lo mismo pero por otros medios.
Culpan al desarrollo de los problemas sociales y ambientales desde hace 3 siglos: exclusión, superpoblación, pobreza, contaminación...
Latouche dice que el núcleo duro del desarrollo cuenta con "valores" compartidos por todos como progreso, universalismo, el dominio de la naturaleza, la racionalidad cuantificante. Pero no son aspiraciones universales sino solo están ligadas a Occidente.
También cuestionan los desarrollos sociales, humanos, locales, sostenible, el micro desarrollo o el etnodesarrollo porque no ponen en duda la acumulación capitalista y solo introducen un poco de ensueño en la dura realidad del crecimiento económico. También rechazan el desarrollismo como creencia en una prosperidad material posible para todos y respetuosa del medio ambiente, lo que no es más que un espejismo.
Dicen que la redefinición de desarrollo tiene que ver con cultura, naturaleza y justicia social.
El postdesarrollo busca una expansión colectiva en la que no se provilegiaría un bienestar material destructor del medio ambiente y el lazo social. La nueva cultura tendría plenitud, mejoramiento de las condiciones para todos o estar bien juntos.
Según Latouche, el decrecimiento debe ser organizado para preservar el medio ambiente pero también para restaurar la justicia social "sin la cual el planeta esta condenado a una explosión". No es un inmovilismo conservador sino que creen que el bienestar se realiza con la satisfacción de una cantidad juiciosamente limitada de necesidades. Ponen como ejemplo el crecimiento lento de las civilizaciones antiguas. La idea es abandonar el crecimiento como crecimiento como motor para lograr ganancias.
Advierten que el decrecimiento no es crecimiento negativo porque eso generaría paro , inestabilidad y el abandono de programas sociales que aseguran una calidad de vida. "Podemos imaginar lo catastrófico que sería una tasa de crecimiento negativa. No hay nada peor que una sociedad laboralista sin trabajo ni una sociedad de crecimiento sin crecimiento", dice Latouche.
La sociedad del decrecimiento sería  una organización donde tenga más valor el placer en lugar del trabajo y las relaciones sociales tengan primacía sobre la producción o el consumo de productos inútiles o nocivos.
[ nota del lector: suena un poco a una red social estilo Facebook, por ejemplo, donde no se produce nada y hay mucha conversación].
Finalmente, el foro de las oenegé de Río propuso el programas de las 8 R: reevaluar, reconceptualizar, reestructurar, relocalizar, redistribuir, reducir, reutilizar y reciclar.
En el caso del sur, sería bueno olvidar los cultivos destinados a la exportación (como café) y dedicarlos a alimentación.  Proponen una lógica alternativa al sistema de Breton Woods porque ha expulsado de sus campos a millones de personas y amontonado en los suburbios de las ciudades, y se convierten en "náufragos del desarrollo".

Los objetivos de la red posdesarrollo son cuatro:
1) no estar de acuerdo con la sociedad de crecimiento y desarrollo económico
2) trabajar en teoría y práctica de iniciativas alternativas
3) poner en marcha sociedades autónomas y de convivencia
4) poner en entredicho el imaginario economista dominante

Capítulo 1
La economía del comprar barato para vender caro genera un mundo de ganadores, lo que no sería compatible con la ciudadanía al modo aristotélico ni la igualdad ni la justicia. El hombre se convierte en mercancía. Desde hace tres siglos se busca reconciliar moral y negocio y lo logra Adam Smith al seperar la esfera privada y moral de la esfera económica  (en teoría de los sentimientos morales) al decir que el egoísmo y el perseguir el interés propio se engendra el bien común por medio de la mano invisible. Pero Latouche réplica que esa es una feliz coincidencia que ocurre en contadas ocasiones. Y Milton Friedman añade que la empresa puede aumentar sus ganancias si respeta el juego, hay una economía neutra, buena y eficiente. Otros como Say y Solow dicen que las riquezas naturales son inagotables.
Lo más interesante de este capítulo es el mito sobre la racionalidad porque la razón deriva en algo cuantificable: producción, distribución, y consumo.
Añade que " hoy el pensamiento único pretende imponer una apertura total y un librecambio absoluto en nombre de la racionalidad económica y el cálculo económico. Pero así se arruina a miles de personas y reemplazan sus economías ancestrales por economías a veces irrisorias, ilusorias o por nada. Todo se reduce al PIB". La públicidad moldea el gusto del homos oeconomicus.

Capítulo 2
Aborda la banalidad del mal.
Menciona la megamáquina, una especie de engranaje que procede de las organizaciones masivas como la civilización de China o la egipcia. Orwell menciona tres megamáquinas: la fábrica fordista, la nazi y el socialismo burocrático, donde el individuo ya no es persona sino la pieza de un reloj. Todo esta controlado por una máquina global de racionalidad tecno-científica y económica ( toyotismo) que  no tiene más finalidad que sí misma.
Respecto a la mundialización  hubo cuatro fases: descubrimiento de América, colonialismo en Africa, descolonización y desarrollismo, y la trasnalizacion de empresas. La megamáquina sería el G7, OCDE, Iosco, Isma, foro de Davos.
Insiste en el poder de las transnacionales a la vez que se debilitaba el control estatal en Occidente

Capítulo 3
Crítica el desarrollo y la urbanización




(próximamente)



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Resumen: "Comercio justo para todos", de Joseph E. Stiglitz (y Andrew Charlton) (2005)


Ver el resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/11/comercio-justo-para-todos-de-joseph-e.html

Resumen y comentarios por E.V.Pita (2014), licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, economía internacional, comercio internacional, pobreza

Título: "Comercio justo para todos"
Subtítulo: "¿Cómo el comercio puede promover el desarrollo?"

Título original: Fair trade for All How Trade Can Promote Development

Autores: Joseph E. Stiglitz (y Andrew Charlton)

Fecha de publicación: 2005 (Oxford University Press)

Editorial en español: Santillana Ediciones Generales (2007)

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Biografía oficial de los autores (2007)

Joseph E. Stiglitz
Joseph E. Stiglitz es premio Nobel de Economía en 2001, y en 2007 seguía como catedrático de Economía en la Universidad de Columbia tras una intensa carrera académica como profesor en prestigiosas universidades como Yale, Oxford y Stanford. Además, ha sido asesor económico del Gobierno de Bill Clinton y economista jefe y vicepresidente senior del Banco Mundial. Autor del best seller internacional El malestar de la globalización (Taurus, 2002), también ha publicado Los felices noventa (Taurus, 2003) y Cómo hacer que funcione la globalización (Taurus, 2006).

Andrew Charlton
Es investigador en la London School of Economics

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Texto de la contraportada

"El libro es de lectura obligada para aquellos a los que interese el desarrollo y el comercio internacional.
¿Cómo se puede lograr que los países más pobres del mundo puedan ayudarse a sí mismos por medio de un comercio más libre y más justo? Cada ronda de negociaciones internacionales ha acabado beneficiando a los países ricos y frustrando a las naciones en desarrollo. En este polémico y estimulante libro, el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz y su coautor Andrew Charlton presentan un modelo radicalmente nuevo diseñado para abrir los mercados de forma en que todos puedan prosperar".

Comentarios de Bill Clinton:
"Estamos estancados en un sistema económico global que no funciona en la mitad del planeta, pero Stiglitz y Charlton nos proponen un plan para incluir a esa mitad, para avanzar hacia un futuro de beneficios y responsabilidades compartidos".

Comentarios de Jeffrey D. Sachs

"El premio Nobel Joseph Stiglitz y Andrew Charlton nos ofrecen un nuevo y estimulante estudio sobre cómo hacer que el sistema de comercio mundial sea un auténtico apoyo al desarrollo internacional. El liderazgo del profesor Stiglitz en el debate de la globalización refleja su extraordinaria combinación de excelente academicismo, amplia experiencia política y profundo compromiso con la justicia social, que se plasma con fuerza en este accesible y oportuno libro".

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ÍNDICE

Capítulo 1..... Introducción, la historia hasta ahora

Capítulo 2.... El comercio puede ser bueno para el desarrollo

Capítulo 3.... La necesidad de una ronda del desarrollo

Capítulo 4.... ¿Qué ha logrado Doha?

Capítulo 5.... Principios fundacionales: las bases de un acuerdo justo

Capítulo 6.... Trato especial para los países en desarrollo

Capítulo 7.... Prioridades para una ronda del  desarrollo

Capítulo 8... Cómo abrir los mercados

Capítulo 9.... Prioridades tras las fronteras

Capítulo 10... ¿Qué no debería estar en la agenda?

Capítulo 11.... Sumarse al sistema de comercio

Capítulo 12.... Reformas institucionales

Capítulo 13.... La liberalización del comercio y los costes de ajuste

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Resumen y comentarios:

El libro de Stiglitz y Charlton es valioso porque ayuda a comprender cómo funciona el comercio internacional después de la Segunda Guerra Mundial y la creación del GATT (el tratado que funcionó de facto al margen de otros acuerdos) y del Organización Mundial del Comercio (OMC). La tendencia ha sido a liberalizar el comercio, eliminar aranceles.

Hace un repaso por las grandes rondas para liberalizar el comercio internacional como la de Uruguay o la de Doha, que a su vez, se dividen en reuniones como la de Seattle, que supuso el inicio de las protestas contra la globalización. Otro de los tratados que examina es el de Libre Comercio de Norteamérica (Canadá, México y Estados Unidos).

Una de las cosas que detecta Stiglitz es que los acuerdos de estas rondas perjudican especialmente a países pobres que deben abrir sus fronteras a los productos aunque también es cierto que no están obligados a firmar nada y que todos deben perder en algo para que ganen en otras cosas.
Las cuestión se complica cuando se descubre que los países occidentales subvencionan a sus agricultores para hacer más competitivos sus productos y entrar en mercados como el mexicano con alimentos más baratos que arruinan a los granjeros locales.

La opinión de Stiglitz es que, por el momento, todos los acuerdos han beneficiado a los países más ricos, en parte porque disponen de una amplia red global (con tiendas, cadenas de distribucción, sistemas de transporte) en los que pueden colocar rápidamente sus productos [nota del lector: pensemos en los "mainstream" del cine de Hollywood, que se estrenan a la vez en decenas de países] mientras que los países pobres tienen más dificultades de acceder a esos mercados.

Lo que trasciende detrás de esto es que los gobiernos no compiten en igualdad de condiciones porque algunos estados, como los asiáticos, subvencionan sus industrias para conseguir productos más baratos, lo que les hace más competitivos fuera pero también dentro. Es la forma de compensar la entrada de productos extranjeros en sus fronteras. De forma que, aunque formalmente, están abiertos al comercio internacional, solo lo aceptan en la medida en que les permite vender mucho fuera a precios subvencionados mientras que los extranjeros apenas colocan nada en su país. Es una forma de proteccionismo encubierto y que los paises en desarrollo o desarrollados han usado para sacar ventaja.

Lo que viene a decir Stiglitz es que no podemos hablar del concepto ricardiano de "ventaja competitiva" porque muchos países fabrican los mismos productos que otros igual de competitivos sin destacar en nada y a otros les sale mejor fabricarlos que comprarlos debido al coste del transporte o lo que sea.

Es decir, aunque se hayan derribado las barreras arancelarias, hay problemas para disfrutar de una auténtica libre competencia, ya sea por las subvenciones que dan los países desarrollados a sus empresas para que sean más competitivas en el exterior (lo que desvirtúa la libre competencia porque altera el precio de los bienes).



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"El fin de la pobreza", de Jeffrey Sachs. (2005)

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/10/el-fin-de-la-pobreza-de-jeffrey-sachs.html


Sociología, estructura social, estructura económica, cambio social

Resumen con anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Título: "El fin de la pobreza"
Autor: Jeffrey Sachs
Fecha de publicación: 2005

[Nota del lector: El interés por Jeffrey Sachs surge de la mención que hace Naomi Klein en su libro La doctrina del shock. Esta relata que el gobierno boliviano contrató a Sachs para borrar de un plumazo la hiperinflación, lo que consiguió subiendo los precios (al dejarlos libres) y otras reformas de la seguridad social. Sachs venció a la hiperinflación pero su receta provocó miles de despidos. Klein lo cataloga como un neoliberal al estilo de Friedman pero él se presenta en su libro "El fin de la pobreza" como un tipo sencillo que viaja con vaqueros y camiseta a visitar poblados míseros de Africa junto a Bono, el cantante de U2. ¿A quién creer? La lectura del libro nos sacára de dudas]

Otros críticos de Sachs son Banerjee y Duflo, en 2012, que cuestionan los grandes y millonarios programas Millenium de Sachs en los que invierte un millón de dólares en una aldea africana a la que dotan de vacunas, ordenadores o fertilizantes y electricidad. Banerjee se pregunta si realmente estas inversiones eliminan la llamada trampa de la pobreza de gente que vive con un dólar al día o si es necesario ver si los afectados pueden progresar con un poco de fertilizante extra y un poco de ahorro.


Sachs empieza su libro diviendo los países en cinco categorías: los de extrema pobreza (1.000 millones de personas), los pobres (2.000 millones), la clase baja (2.000 millones) y la clase media y rica (1.000 millones).
De extrema pobreza pone como ejemplo a Malawi, cuya población sobrevive debilitada por el sida. El presidente quiso conseguir 200.000 vacunas contra el sida pero los organismos internacionales, según Sachs, regatearon hasta concederle 25.000, una victoria pírrica.

De país pobre el ejemplo es Bangladesh, castigado por guerras y catástrofes naturales pero que ha sobrevivido con el trabajo asalariado en talleres textiles. Aunque cobran poco y trabajan mucho, las mujeres encuestadas, dice Sachs, están muy contentas de haber huido de una vida en el campo sometidas. Tienen menos hijos. Reciben microcréditos colectivos, con escasa morosidad.

De pais de clase baja, pone la India, donde muchos hindús han logrado empleos en sector de las nuevas tecnologías. Cobran un salario que les da para alquilar una casa y comprarse un scooter. Ellos pueden soñar con ahorrar y mejorar su suerte.

De país de clase media baja, está China, que ha logrado generar mucha riqueza en 25 años y ya cuenta con asalariados que disponen de lo último en teléfonos mòviles y que compiten por buenos trabajos.

De país de clase media y alta, estaría los países del Oriente Próximo y Europa y América. Es una sexta parte de la población privilegiada. Sachs admite que parte de la riqueza proviene del colonialismo pero también de su sistema generador de riqueza, algo que es un fenómeno global que continúa en ascenso desde hace siglo y medio.
Segun las estadísticas, la mayoría de las poblaciones del mundo han incrementado su población pero también su riqueza desde 1800. El crecimiento es del 0,7% en África y del 1,7% en Estados Unidos, lo que explica que un africano gane 1.200 dólares al año y un americano 25.000 o más. Esto se debe a que Norteamérica y otros países europeos experimentan un elevado crecimiento anual desde hace 150 años.

Luego, pasa a buscar las causas de la pobreza en los paises.
Por un lado, algunos países viven en zonas apartadas geográficamente que dificultan el comercio, otros están asolados por graves enfermedades como la malaria, otro tienen economías cerradas...

[Nota del lector: Sachs insiste mucho en atribuir a las condiciones geográficas o el clima como causa de la pobreza pero, como sociólogo, creo que este es un error típico de quienes no han estudiado sociología. La idea general es que los países calurosos o montañosos están más subdesarrollados que los costeros o llanos, que facilitarían el comercio, pero la teoría sociológica de manual dice que hay factores mucho más importantes que el clima o la orografía y que están relacionados con la estructura social, la propiedad de la tierra y los recursos, etc...]


Bolivia
Sachs cuenta su papel en la lucha contra la hiperinflación en Bolivia en 1985.
Estudió a Keynes y llegó a la conclusión de que la hiperinflación en Alemania se eliminó en un día. En Bolivia, los partidos gobernantes le pidieron consejo y lo que hizo fue liberalizar el precio del petróleo, que subió de golpe y llenó los ingresos de las arcas del Estado, que pudo afrontar sus pagos de préstamos. En una semana, no había hiperinflación aunque le siguió una grave crisis por el cierre de minas de estaño por un bajón en la demana y más pobreza. Estonces se reunió con el FMI y les dijo que Bolivia no iba a pagar su deuda externa a lo que el FMI respondió que iban a hablar con su jefe, que era un directivo de un gran banco. Ante la amenaza de revelar a Bolivia que el FMI obraba al dictado de la gran banca, el FMI se hizo el sueco cuando Bolivia dejó de pagar. Luego, se dedicó a exportar productos, incluso convenció a los terratenientes de que tenían que pagar impuestos y relanzar la economía, aunque el crecimiento fue un poco flojo.Como dice Sachs, había muchas goteras.

Polonia

Su siguiente misión fue liberalizar la economía de Polonia en 1989, tras el ascenso de Solidaridad. Su idea era convertir a Polonia en país europeo "normal" y tomó como ejemplo a España, que pasó de un régimen autártico con Franco a una economía moderna ya en los años 70 y profundizó en sus reformas. En 1955, la renta per cápita de Polonia era de 700 dólares y la de España de 400. En 1989, España estaba dentro de la UE y cuatriplicaba la renta polaca.
En los siguientes capítulos, Sachs describe su experiencia en 1989 para implantar el libre mercado en Polonia, lo que fue aceptado por los políticos, como Walesa. Eso llevó a que en 1992 la economía volviese a estar en marcha.

Rusia
No ocurrió lo mismo en la URSS de Gorvachov, luego independizada como Rusia. Dice Sachs que Rusia era un país o un imperio tremendamente complejo, inmensamente más complicado y con decenas de variables más que en Polonia. Su industria era obsoleta e incompatible con la Occidental, el personal no estaba cualificado como otros países del Este. Además, Rusia duplicó su deuda externa en los años 90 y estaba al borde del colapso. El presidente Yeltsin logró convertir al país en una democracia pero cuando Sachs propuso sus reformas para liberalizar los mercados fueron rechazadas o ignoradas por el ala contraria a las reformas liberales. Dice que en Rusia, la posterior privatización de las empresas públicas fue desastrosa porque los bienes estatales acabaron en manos de oligarcas y que las reformas democráticas fueron nominales porque lo que funcionaba era el colegueo entre empresarios y funcionarios que malvendían las empresas públicas a sus amiguetes a cambio de financiar su campaña electoral. Sachs cuenta en su libro que quedó escaldado de su mala experiencia y sus consejos de una liberalización del mercado no fueron seguidas por los políticos rusos. En tiempos de Gorbachov, este no logró apoyo económico del G-7 y, según Sachs, porque Occidente prefería un país con crecimiento estancado porque Rusia no iba a entrar en la OTAN ni la UE. El resultado de la mala gestión rusa es un estacamiento económico durante los años 90 y 2000.

[Nota del lector: para tener otra versión de la transición del comunismo al capitalismo en Rusia entre 1989 y 2000 se puede leer "El malestar en la globalización", de Joseph Stiglitz].

China

Sachs trata en el siguiente capítulo el regreso al capitalismo de China tras la muerte de Mao y a partir de 1978. Dice que esta gran nación aventajaba tecnológicamente a Occidente en el medievo pero que se estancó durante 500 años, tras la exitosa flota de 1435, y cerró sus puertos que abrió en la década de 1840 por la presión de Inglaterra durante la guerra del opio. "Es como si Colombia declara la guerra a Estados Unidos para que le deje vender cocaína en su territorio", comenta en su libro. El caso de China es el ejemplo del rápido crecimiento. Primero, reformó las tierras de labranza para que los labriegos tuviesen un espíritu capitalista y produjesen más alimentos. Luego, fomentó la emigración a las ciudades, un viejo truco para estimular el crecimiento. En los años 80, ya estaba creciendo al 8-10%, tendencia que se mantuvo en los años 90. El siguiente paso fue la privatización de empresas públicas pero, al contrario que en Rusia, China se reservó las empresas estratégicas y otras solo las privatizó parcialmente, de forma que continuó ingresando dinero. Respecto a la deuda externa, China apenas se endeudó. En el año 2000, China se había convertido en una nueva potencia industrial y Sachs cree que al igual que Corea y Taiwan acabará por convertirse en un país democrático que respeta los derechos humanos. La razón es que en Tianamen, en 1989, los ciudadanos que protestaban no estaban en contra del sistema comunista de partido único sino que querían tener el mismo bienestar que en Occidente, lo que poco a poco, se ha logrado y China ha sacado a millones de personas de la pobreza.

India

El siguiente país en analizar es India. En este caso, Sachs recuerda que fue el único país conquistado por una multinacional (la compañía británica de las indias orientales) en el siglo XVIII y cuya administración corrió a cargo de la corona británica hasta 1945. Tras la independencia, Nehru optó por una política planificada socialista que le llevó al estacamiento, según Sachs. Pero en los años 60, la India se benefició de la revolución verde que disparó la produción de alimentos y libró al país de las hambrunas aunque no de la extrema pobreza de la población. Sachs reconoce que hubo una sorpresa: la India apostó por la educación y logró crear núcleos de desarrollo informático y tecnológico, el más conocido es Bangalore, que, en los años 90 y 2000 atrajeron a multinacionales como Microsoft para reducir costes. La India, gracias a sus conocimientos de inglés, se benefició de la deslocalización y, tras abrir sus mercados, comenzó a crecer al 8 y 10%, lo que ha creado incluso una clase media.

Africa

En la parte final del libro, Sachs se centra en los países africanos, la mayoría sumidos en la extrema pobreza. Este rechaza las acusaciones de que sus gobiernos son corruptos o ineptos y que las ayudas del FMI o Banco Mundial se pierden, o que las condiciones geográficas desaconsejan las inversiones. Sachs cree que hay otras razones de mucho más peso como las enfermedades, como la malaria y el sida, que acaban con poblaciones enteras y a los supervivientes, los sumergen en la trampa de la pobreza, un ciclo por el que los rendimientos e ingresos son más escasos, lo que conlleva menos inversiones y por tanto, al año siguiente, menos producción e ingresos. Para salir de esta trampa de la pobreza solo hace falta...una inyección de capital. Según los cálculos que hizo Sachs, un país de un millón de habitantes cuya renta per cápita sea de 300 dólares está condenado a la trampa de la pobreza pero si recibe una ayuda suplementaria del FMI de 300 dólares más, habrá conseguido ahorrar.

Proyecto Objetivos del Milenium

Sachs habla del proyecto Objetivos del Milenium, un proyecto de la ONU para erradicar la extrema pobreza en el 2025 y evitar millones de muertes por hambre y enfermedades que en Occidentes ya están eliminadas. Pero el problema es que el FMI y el Banco Mundial no cuentan con donantes suficientes o son reacios a dar más dinero a los países africanos para combatir estas enfermedades, según los reproches de Sachs. Este sostiene que el FMI no debe dar la ayuda que piden los países con extrema pobreza sino la que necesitan, que posiblemente sea más. Y, al puro estilo keynesiano, recuerda que todo dólar invertido en infraestructuras tiene un efecto multiplicador.

Aldea de Kenya

Habla de su experiencia como asesor en una aldea de Kenya, donde faltaban mosquiteras para combatir la malaria y un médico para aconsejar sobre el sida, tampoco había pozos para el agua ni escuelas. Esos cinco factores son clave para salir de la pobreza: eliminar las enfermedades que debilitan o matan a la población (usando métodos baratos como las mosquiteras), dotar a las aldeas de un experto en sanidad, letras o mecánica que haya sido formado durante un año, hacer obras hidráulicas e invertir en infraestructuras que impliquen a varios países para acercar los productos del interior a los mercados de la costa. La concesión de microcréditos a las mujeres, como prestar un teléfono móvil a una aldeana para que cobra cuotas para amortizar su compra.

Sachs advierte que someter a la población a copagos en la sanidad o educación, o las mosquiteras, no funcionará porque quienes viven en extrema pobreza carecen de dinero para comer, por lo que mucho menos lo van a gastar en mosquiteras o anticonceptivos contra el sida, por lo que al final caen enfermos y mueren.

En los últimos capítulos menciona las soluciones que dieron los bondadosos ilustrados del siglo XVIII, Adam Smith o Kant, entre otros.
También habla de lo que debería hacer EEUU y dice que el gasto militar es 30 veces más que la ayuda exterior y asegura que la pobreza extrema es un peligro para la seguridad exterior de EEUU porque esa población depauperada suele ser caldo de cultivo para los extremismos. Por tanto, el contribuyente quizás estuviese dispuesto a pagar más impuestos a cambio de resolver el hambre en el mundo y mejorar su seguridad exterior.
También echa por tierra las excusas que dan algunos países ricos o el FMI para justificar su tacañería en base, según Sachs, a falsos mitos como la mala gestión de esos países pobres por culpa de sus corruptos gobernantes o el despilfarro de los recursos que ponen a su disposición.

Objetivos 2025
En los capítulos finales, Sachs propone que en el año 2025 se termine con la extrema pobreza en el mundo. Para ello, propone reformar el FMI y el Banco Mundial, para que vuelvan a ser lo que eran en sus inicios, aumentar las ayudas, potenciar la ONU y otras cuestiones ya tratadas en el resumen como la eliminación de enfermedades (con vacunaciones masivas) o la concesión de microcréditos.

[Nota del lector: casualmente estoy leyendo simultáneamente a Malthus que también habla de resolver la pobreza pues nadie se explica a dónde se va todo ese dinero que donan los ricos, pero Malthus dice que si a todos los pobres de Inglaterra les dan 3 chelines diarios (una pequeña fortuna) no habría suficiente carne y trigo para todos los habitantes del país, los precios subirían y solo comerían bien los que pagasen más]

[Nota del lector: leí a Sachs tras tener noticia de él a través de los textos de Naomi Klein, quien dice que allí donde asesora a un gobierno se instaura un régimen neoliberal que empobrece a la población, pero los argumentos que da en su libro parecen razonables y bienintencionados.]

[Nota del lector: alguna tormenta de ideas que se me ha ocurrido tras leer este libro. Si los médicos tienen un juramento hipocrático en el que se comprometen a velar por la salud de su paciente, los economistas deberían tener otro en el que se comprometen a destinar parte de sus esfuerzos teóricos a buscar formas de paliar el hambre en el mundo].

(fin del resumen)

Lecturas complementarias
Además de La doctrina del shock, que critica a Sachs, existen otros libros que mencionan al autor y analizan sus teorias.

"Economía Mundial", de Jaime Requeijo. (pp. 164) Este dice que hay tres tipos de opiniones sobre la ayuda 1) La ayuda es necesaria, y sin ella, no será posible superar la pobreza. En ella, Requeijo encuadra a Sachs, dirigentes de paises desarrollados, Bush y Kouzimi, artistas como Bono o Geldof y la ONU.
Las otras dos son: 2) la ayuda se pierde en el laberinto democrático (Easterly: El cártel de las buenas intenciones) 3) la ayuda no ha servido para impulsar el desarrollo de las zonas más pobres (Peter Boone (dilató el tamaño del servicio público) y Fredik Erixon (los países no destinan el dinero a inversiones adicionales sino que mantienen su nivel de inversión).

Requeijo también menciona dos conceptos: la trampa de la pobreza (por sí solos, los países no podrán superar su condíción de subdesarrollados, porque el nivel de subsistencia no permite ahorrar ni invertir, solo la ayuda externa podrá superar ese estadio y mejorar de forma continuada los niveles de vida). Implica bajas tasas de ahorro, escasa recaudación fiscal, poca inversión extranjera, conflictos violentos, éxodo de cerebros, rápido crecimiento demográfico, degradación ambiental y escasa innovación.

El Proyecto del Milenio de la ONU, cuyo director es Sachs: quiere reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas con renta inferior a un dólar por día y también las personas que padecen hambre.
Los países colaboradores adoptarían un triple compromiso: 1) aumentar la ayuda oficial al desarrollo hasta alcanzar el 0,7% del PNB en 2015, 2) abrir sus mercados a la exportación de los paises en desarrollo en el marco de la Ronda Doha y 3) apoyar la investigación científica que permita atender las necesidades de los países más pobres (salud, agricultura, medio ambiente).

[Nota del lector: tras la recesión del 2008-2014, supongo que será dificil que los paises desarrollados mantengan sus compromisos de ayuda y mucho menos que abran sus mercados a la importación]


Críticas a Sachs de otros autores

Sobre su proyecto "Milenium"
En el libro "Adáptate", de Tim Harford.
En su libro Adaptate, Harford analiza diversos proyectos de desarrollo para ayudar a las comunidades tribales de África. Cuestiona ideas como el proyecto Milenio de Sachs y su teoría de las "sinergias" porque Harford apuesta por los estudios experimentales que mide el grado de corrupción de una sociedad o la influencia de los libros de texto, las pizarras y las medicinas antiparasitarias (las enfermedades generan absentismo escolar). Es el modo científico de ensayo y error que permite saber qué proyecto va a resolver realmente un problema determinado sin dar palos de ciego ni despilfarrar las donaciones.

Críticas a Jeffrey Sachs
En el libro "¿Por qué fracasan los países?", de Daron Acemoglu y James. A Robinson


La teoría de que los países cálidos son intrínsecamente pobres a pesar de contradecirse por el reciente y rápido avance económico de países como Singapur, Malasia y Botsuana todavía es defendida enérgicamente por algunas voces como la del economista Jeffrey Sachs. La versión moderna de esta idea hace énfasis no en los efectos directos del clima en el esfuerzo a la hora de trabajar o pensar, sino en dos argumentos adicionales: en primer lugar que las enfermedades tropicales sobre todos malaria tienen consecuencias muy adversas para la salud y productividad del trabajo. además el suelo tropical no permite desarrollar una agricultura productiva. Pero la desigualdad mundial no se puede explicar mediante climas o enfermedades. Pone como ejemplo la frontera que divide Nogales en México y EEUU.



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"La revolución de la riqueza", de Alvin Toffler (2006)


Resumen actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/05/la-revolucion-de-la-riqueza-de-alvin.html


Sociología, sociología industrial

Título: "La revolución de la riqueza"
Autores: Alvin y Heidi Toffler.
Año: 2006
Editorial: Debate.

Crítica por E.V.Pita (2006)

La Revolución de la riqueza es un ensayo ameno sobre los cambios que se avecinan en la vida diaria. Es una vacuna contra la antiglobalización y quienes se oponen el progreso tecnológico.
La optimista tesis sostiene que la nueva sociedad de la información generará un gran progreso y que,por inercia, nos hará a todos más ricos.
El sociólogo industrial Alvin Toffler y su esposa Heidi saben de lo que hablan. Recién licenciados recorrieron varias fábricas de Estados Unidos y trabajaron cinco años de obreros en las cadenas de montaje. En sus viajes charlan con el Dalái Lama, un agricultor  de Tejas o el primer ministro de la India. Los frutos han sido superventas como El shock del futuro o La tercera ola.
En su libro, estos gurús de la tecnología comparan el grado de riqueza alcanzado durante la era de la agricultura (hasta el siglo XVIII), la revolución industrial(hasta mediados del siglo XX) y la sociedad del conocimiento,en la que estamos inmersos para bien o para mal con inventos como el ordenador, el móvil o
Internet. La riqueza ya no se obtiene con la producción masiva de coches o cacerolas, sino con mayor inversión en innovación e investigación. Países como China han captado el mensaje y, a la vez que se industrializan, invierten en universidades y laboratorios. Al igual que la India, en una década ha sacado de la pobreza a millones de campesinos.
Toffler recuerda que en el mundo actual conviven países de modo de vida agrícola, con lo justo para subsistir, con otros de tipo industrial y unos pocos Estados muy ágiles que se enriquecen porque aprovechan las nuevas oportunidades del I+D.
Cambiar a ese nuevo tipo de vida afectará al modelo de familia, dejará ofi cios obsoletos y, a veces, generará conflictos con lo agrícola o industrial.
Advierte que la nueva sociedad exige una gran agilidad para tomar decisiones. Ya no vale el modelo de horarios de la sociedad industrial, donde los niños eran adiestrados en masa en escuelas que parecían fábricas con rígidos horarios y disciplina. Ahora, Internet puede mejorar la educación, que será más personalizada.
También ha cambiado el consumidor clásico, pero para peor. Ahora el cliente compra un mueble y debe montarlo, por lo que en su tiempo de ocio trabaja gratis para el fabricante. Ya no digamos el esfuerzo extra que trajo consigo la cámara digital. O el ama de casa que cocina para su marido e hijos sin tener Seguridad Social.
En el futuro, los consumidores tendrán sus propias máquinas de fabricación en 3-D en casa. Toffler cree que esta economía invisible crecerá aún más y propone cuantificarla.
Su defecto es que habla demasiado de Estados Unidos, al que toma como modelo. Algunos capítulos son poco académicos: están deslabazados o parecen un collage de recortes de prensa. Su optimista tesis la resume en: ¿acaso un pesimista habría inventado la rueda o el tren?

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Resumen de "Fueras de serie (Outliers)", de Malcom Gladwell (2008)

El resumen original y actualizado está en la siguiente web:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/06/fueras-de-serie-outliers-de-malcom.html

Sociología, psicología social, éxito

Resumen comentado por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Título: "Fueras de serie (Outliers)"
Subtítulo: ¿Por qué unas personas tienen éxito y otras no?

Título original: "Outliers. The story of success"

Autor: Malcom Gadwell

Fecha de publicación: 2008

Publicado en español por: Taurus, Santillana

Texto de la contraportada:

"Fueras de serie. Del autor de los best sellers: La clave del éxito (the tipping point) e Inteligencia intuitiva

¿Qué diferencia a quienes hacen algo en especial en la vida de quienes no lo hacen? Fueras de serie explora las curiosas historias de los grandes jugadores de fútbol, bucea en la peculiar infancia de Bill Gates, busca qué convirtió a los Beatles en el mejor grupo de rock y se pregunta qué distingue a los pilotos que estrellan aviones de los que no. A través de su viaje por el mundo de los "fueras de serie", los mejores, los más brillantes y famosos, nos convence de que nuestro modo de pensar en el éxito es erróneo.
Prestamos demasiada atención al aspecto de estas personas y muy poca al lugar de donde vienen, es decir, a su cultura, su familia, su generación y las singularidades de su educación. Brillante y entretenido, Fueras de serie es toda una referencia que al mismo tiempo iluminará y hará disfrutar".

Biografía oficial de Malcom Gladwell
http://www.gladwell.com

(Inglaterra, 1963), es escritor, periodista, crítico y agitador cultural. Entre 1987 y 1996 trabajó como periodista para The Washintong Post y desde 1996 escribe en la revista The New Yorker. Sus libros Inteligencia intuitiva (Taurus, 2005), y la clave del éxito (The Tipping Point) (Taurus, 2007) han ocupado el primer lugar en las listas internacionales de ventas.


ÍNDICE

Introducción
El misterio de Roseto
"Aquella gente solo se moría de vieja"

Primera parte
La oportunidad

Capítulo 1
El efecto Mateo

Capítulo 2
La regla de las 10.000 horas

Capítulo 3
El problema de los genios (1)

Capítulo 4
El problema de los genios (2)

Capítulo 5
Las tres lecciones de Joe Flom

Segunda Parte
La herencia

Capítulo 6
Harlan (Kentucky)

Capítulo 7
Teoría étnica de los accidentes aéreos

Capítulo 8
Arrozales y exámenes de matemáticas

Capítulo 9
El chollo de Marita

Epílogo
Una historia jamaicana

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RESUMEN

Comentarios generales.

El libro arranca espectacularmente con dos ejemplos en los que desmitifica que el éxito llega incluso desde los más humildes orígenes por el talento y el esfuerzo. Hay otros factores como la edad, el año de nacimiento o la cultura.

El primer ejemplo es el de un pueblo americano, Rosetto, donde todos los vecinos son de una región italiana. Allí están sanísimos a pesar de llevar una vida normal, lo que intriga a los médicos. Tras examinar múltiples variables, los médicos descubren que el ritmo de vida comunitario y afable es lo que les permite tener una vida sin infartos ni otras dolencias.

El segundo ejemplo, sobre el que gira el libro, es sobre la final de hockey juvenil en Canadá. El autor nos muestra una tabla con las características físicas y ficha de los jugadores y pide al lector que descubra un patrón común de todos los jugadores. No se trata de que hayan estudiado en las mejores universidades, ni su ciudad natal sino su edad. Casualmente, la mayoría de los seleccionados para los equipos de la final nacieron entre enero y marzo. Son los mejores porque son los mayores del aula, y partieron con ventaja respecto a sus compañeros de clase de menos meses y menos corpulentos. Eso les dio oportunidad de entrenar más horas y avanzar puestos en las ligas infantiles.

Cree que ha una regla que dice que es necesario entrenar 10.000 horas para ser un virtuoso en cualquier oficio, ya sea genio de la informática como violinista. Quien trabaje más horas llegará con más posibilidades de aprovechar la oportunidad. Y eso se aplica a los Beatles, cuando tocaban toda la noche en un local de Hamburgo por cuatro pavos, a Bill Gates encerrado toda su adolescencia ante un ordenador, y otros programadores de la misma edad que se hicieron los reyes de la informática.

La edad también es la clave para analizar a los grandes millonarios de Silicom Valley. Por ejemplo, los multimillonarios Bill Gates y Steve Job nacieron en 1955, el año en que mejor estaban situados para llegar con 20 años a la revolución informática porque tenían a sus espaldas 10.000 horas de programación. A ello se suman otras casualidades como vivir en el país que desarrolló las computadores, tener la suerte de acceder a computadoras públicas o privadas siendo un crío de 14 años y seguir perfeccionándose en el negocio.

Por otra parte, Gladwell estudia la influencia del coeficiente de inteligencia ( CI). Cree que es importante pero no decisivo para tener éxito. La razón es que también influyen cuestiones como el entorno familiar y económico en el que nace un niño y unas pizcas de sentido común. Por ejemplo, de una lista de los mayores CI del país en 1920, un tercio llegó a altos cargos en los negocios, otro tercio ocupaba puestos medios y otro tercio dormitaban en el sofá o sus oficios eran humildes. Generalmente, quienes procedían de una familia rica seguían ricos y el resto pobres. En todo caso, tener el mayor CI de la clase no garantizaba nada, pero para tener éxito bastaba con tener más de 130, una inteligencia suficiente para salir airoso. Ese es el caso del hombre más inteligente de Estados Unidos, que vivía en la miseria, con un padrastro maltratador, y que ni siquiera pudo licenciarse en la Universidad, no porque fuera tonto sino por decisiones erróneas. Acabó trabajando en su casa sobre una teoría del Universo que nadie le va a publicar por no ser catedrático.

También estudia el caso de Joe Flom, uno de los abogados más exitosos de Nueva York Tuvo la suerte de nacer en 1930, cuando hubo un bache demográfico por la Gran Depresión. Los niños iban a escuelas nuevas sin masificar. La anterior generación no tuvo tanta suerte, pues sufrió todo tipo de penalidades. De este forma, Flom no logró entrar en un bufete de "zapato blanco" por sus antecedentes étnicos pero montó otro que se especializó en opas hostiles y fusiones en los años 60 y 70, lo que le hizo rico. Fue su largo entrenamiento, de coger casos que no querían los grandes despachos, lo que le hizo estar preparado cuando llegó la ocasión.

Los factores culturales también influyen. Madwell pone como ejemplo el pueblo de Harlan,en Kentucky, donde dos familias se tiroteaban por cuestiones de honor. Los investigadores descubrieron que la mayoría procedía del pastoreo en Europa, en tierras limítrofes de Irlanda y Escocia con Inglaterra. En el sur de Estados Unidos, la cultura del honor estaba más implantada que en el norte, y eso les hacía más propensos a enfadarse o tener propensión a la violencia, según demostró un experimento en el pasillo de una biblioteca en el que un tipo insultaba a los becarios. Los del sur se mosqueaban más.

Madwell también estudia la cultura de los pilotos. Examina el caso de dos pilotos colombianos de Avianca que se estrellaron por falta de combustible. Lo curioso es que el piloto insinuó varias veces a la torre de control que el combustible no les llegaba pero, al tratarse de un subordinado, no se atrevió a contradecir a su capitán ni a los bruscos controladores aéreos. Lo mismo pasó en Corea, donde había muchos accidentes porque el copiloto no hablaba claramente con el capitán si este se equivocaba sino que daba rodeos o lanzaba indirectas, y por supuesto no se atrevía a tomar el mando pese a ver claros indicios de que se iban a estrellar. El autor recuerda que hay un índice mundial que mide la distancia jerárquica entre individuos. Por ejemplo, los países asiáticos, Portugal y Guatemala los subordinadas siguen estrictamente el procedimiento mientras que en Dinamarca, hay más margen para la improvisación. Cambiar esos factores culturales en la aviación fue clave para reducir los accidentes, de forma que los copilotos hablaran de tú a tú a su capitán.

En otro capítulo, el autor examina por qué los chinos o coreanos son tan buenos en matemáticas y tienen tanta memoria con los números. La solución es sencilla: en chino, los números solo tienen una sílaba mientras que en Occidente, tienen una pronunciación más larga. Dado que solo podemos memorizar un número durante dos segundos, los chinos memorizan 8 números y los occidentales la mitad. Pero esto también funciona con las sumas, ya que las decenas en chino son fácilisimas de aprender : por ejemplo, 21, es dosdiezuno y 31, tresdiezuno. Para sumar, cincodiezdos (52). Eso le da mayor agilidad a los niños asiáticos frente a los occidentales, que ven las matemáticas como un proceso más ilógico.
También habla del caso de una señora que era capaz de resolver problemas matemáticos del último curso de la ESO que un niño, por contra abandonaría si no veía rápido una solución. La clave del éxito de esa aprendiz de matemáticas era que trabajaba 22 minutos en el problema matemático hasta que daba con la solución.


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"El optimista racional", de Matt Ridley (2010)


Resumido y comentado por E.V.Pita (2013)

Texto original del resumen (libre acceso):
http://evpitasociologia.blogspot.com/2013/07/el-optimista-racional-de-matt-ridley.html



Título: "El optimista racional"

Subtítulo: "¿Tiene límites la capacidad de progreso de la especie humana?"

Título original: "The Rational Optimist. How Prosperity Evolves".

Autor: Matt Ridley

Fecha de publicación: 2010

Editorial en español: Santillana Ediciones Generales

Comentarios previos y notas del lector:

Matt Ridley fue un directivo de un banco británico que quebró en el 2008 por los bonos basura y productos tóxicos, según cuenta él mismo. En los primeros capítulos de su libro cita a tres autores liberales: Adam Smith, Hayek (del que dice errónameante que es australiano y no austríaco; podría ser un gazapo del traductor) y David Ricardo. Es más, su primer capítulo es tan clavado al de Adam Smith sobre el trueque que él mismo admite que sigue su argumentación pero no es una adaptación moderna de su pensamiento. Sin embargo, desarrolla enormemente la importancia del trueque y la especialización del trabajo como factor clave de la evolución y el progreso humano. También hace mención a las excelencias de la ventaja comparativa de David Ricardo, al igual que otros teóricos de la globalización como Thomas Friedman y su "La Tierra es plana". Por tanto, su línea es una defensa fervorosa del libre comercio como modo de prosperidad. Paradójicamente, cita tres veces a Hayek en menos de 80 páginas pese a que Hayek es considerado como un economista tétrico y pesimista frente al optimismo de Keynes (ver el libro "Keynes vs. Hayek"), al que Riddley, que tanto defiende el optimismo, no menciona.Por eso, habría que encuadrar este libro dentro de la escuela neoliberal, no solo al citar repetidamente las ideas de Hayek y por centrarse en atacar los argumentos contra la desigualdad que generan el neoliberalismo y la globalización de otros autores como Krugman o Stiglitz, a los que tampoco menciona. Sin embargo, es cierto lo que dice sobre las constantes trabas al avance cultural y los cambios que generan progreso o mayor eficiencia. Por otra parte, las ideas de progreso parecían desfasadas desde Habermas, por lo que vuelve a reavivar el debate.

Texto oficial de la contraportada:

"El mundo cada vez va mejor. De manera generalizada, el acceso a los alimentos, las rentas y la esperanza de vida han alcanzado niveles muy elevados, mientras que la enfermedad, la mortalidad infantil y la violencia han caído notablemente. Aunque el mundo está lejos de ser perfecto, tanto las necesidades como los lujos son hoy más asequibles; el aumento de la población es más lento; África, siguiendo a Asia, está saliendo de la pobreza; las nuevas tecnologías han enriquecido nuestras vidas de un modo sin precedentes. Los pesimistas, que dominan la opinión pública, auguran que pronto alcanzaremos un punto de inflexión que marcará el desastroso final de los buenos tiempos. Pero llevan anunciándolo 200 años.

Matt Ridley explica cómo y por qué las cosas están mejorando. La prosperidad emana del trabajo de todos para todos. La tendencia al intercambio y a la especialización, iniciada hace 100.000 años, ha forjado una mentalidad colectiva que eleva nuestros estándares de vida. Ridley asegura que, gracias a la ilimitada capacidad de innovación del ser humano, el siglo XXI supondrá progresos desde el punto de vista material pero también respecto a la biodiversidad. Una respuesta universal y sorprendente a los agoreros: el progreso no es posible sino probable.

INDICE

Prólogo: Cuando las ideas se aparean

Capítulo 1

Un mejor hoy: el presente sin precedente

Capítulo 2

El cerebro colectivo: 200.000 años de intercambio y especialización

Capítulo 3

La manufactura de la virtud: trueque, confianza y reglas de hace 50.000 años

Capítulo 4

Alimentar a los 9.000 millones, la agricultura desde hace 10.000 años

Capítulo 5

El triunfo de las ciudades: el comercio desde hace 5.000 años

Capítulo 6

Escape de la trampa de Malthus: la población desde 1200

Capítulo 7

La liberalización de los esclavos: la energía desde 1700

Capítulo 8

La invención de la invención: el rendimiento aumenta desde 1800

Capítulo 9

Los momentos críticos: el pesimismo desde 1900

Capítulo 10

Los dos grandes pesimismos de la actualidad: África y el clima después de 2010

Capítulo 11

La catalaxia: el optimismo racional sobre el año 2100

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Resumen exprés:

El autor Matt Ridey es nieto e hijo de empresarios de minas de carbón y defiende que la huella contaminante de los combustibles fósiles (carbón, petróleo...) es insignificante si se compara con la gran cantidad de energía que producen. Por contra, las energías alternativas (solar, eólica, maremotriz, biomasa...) causan mayores destrozos medioambientales, subvenciones y pérdida de empleos (por ejemplo, al llenar los montes de molinos eólicos u ocupar tierras enteras que debían estar dedicadas a los cultivos de alimentos para destinarlos a biocombustibles, lo que supondría desforestar selvas enteras para cultivar maiz y quemarlo en coches). Dice que los combustibles, sobre todo el carbón, son baratos e "inagotables". Y tiene dudas sobre la futura energía de fusión, no tanto respecto a la de hidrógeno. Habla de maravillas respecto a la nuclear, que, según él, solo produce residuos del tamaño de una lata de refresco fácil de almacenas y que son biodegradables pasados dos siglos. En cambio, dotar a Inglaterra de energías renovables en vez de petróleo y carbón obligaría a ocupar sus mares con molinos y motores de mareas, enormes extensiones de tierra, hidroeléctricas en todos los ríos, 60 nucleares, poner paneles solares en una superficie de una región como Linconshire y llenar todo el campo de tendidos de alta tensión.
Sostiene que la energía fósil ha sustituido a los caballos y a los esclavos y es el sinónimo de progreso y crecimiento económico.

También califica de "apocalípticos" a quienes alertan sobre el cambio climático o el agujero de ozono porque para que la Tierra aumente 3 grados su temperatura media a lo largo del siglo XXI, la actividad empresarial y económica tendría que ir tan bien que los africanos vivirían en chalés adosados con piscina, un crecimiento tan rápido que ni siquiera lo experimentó Japón en el siglo XX. Y en ese caso, a quién le importa que haya un poco más de calor. Por tanto, duda que haya ese calentamiento además de que el clima nunca ha estado estable y que, en el pasado, el hombre sobrevivió a las glaciaciones. Asegura que el hombre solo es culpable del 1% de las emisiones y que en el pasado, la quema de madera, era mucho más contaminante.

Defiende la catalaxia, una idea de Hayek sobre que el progreso funciona con un intercambio de ideas (por ejemplo, en Internet) y la especialización (la división de trabajo).
Sobre crecimiento económico, menciona a Paul Romer, que sería el sucesor de Schumpeter y Solow respecto a sus teorías del crecimiento. Su palabra clave es "chance" (oportunidad).
Ridey se define a si mismo como inspirado en las teorías de Adam Smith y Charles Darwin, en el sentido de que la tecnología y la economía han evolucionado, a veces con pasos atrás, y ha premiado a las sociedades más innovadoras mientras otras (como China o el Islam) quedaban estancadas en el siglo XII por políticas contra el progreso, que floreció en Italia.

En su libro hay ecos de otros autores como los que escribieron "¿Por qué fracasan las naciones?". Dice que a hay que resgularizar muchas trabas burocráticas al comercio para generar intercambio y permitir que, espontáneamente, surja el comercio en los países más atrasados. No cree en los idealistas del libre mercado porque un libre mercado no es algo que se pueda planificar (en relación a las exigencias de FMI y otros para liberar el mercado a cambio de obtener préstamos).

Uno de los capítulos más interesantes es donde hace la historia del progreso económico, que recuerda las primeras páginas de Adam Smith. Dice que un trabajador actual vive mejor que el Rey Sol en el siglo XVIII, comiendo cuanto se le antoje, bien resguardado del frío, con veloces carrozas, sin piojos ni enfermedades y trabajando solo 8 horas al día, lo que un campesino del siglo XIX ni siquiera podía soñar. Y todo ello es gracias a la generación de energía barata, sobre todo con carbón y petróleo que producen electricidad.
En los tiempos prehistóricos, el hombre generaba un cuarto de caballo de vapor, pues era él mismo el que araba los campos.  En los poblados de Asia Menor y Creciente Fértil, o Mesopotomia, surgen las ciudades a la vez que los comerciantes y hay intercambio de productos. Es más barato cultivar un excedente de grano para comprar peces al pescador que ir a pescar uno mismo. La gran potencia comercial fueron los Fenicios que se expandieron por todo el Mediterráneo y hasta Inglaterra sin una sola guerra y nunca ha sido suficientemente reconocida su labor. Allí se descubrió lo importante que era mezclar cobre y estaño para obtener bronce, el gran secreto de los fenicios. Tras la derrota de Cartago, heredera de los fenicios, Roma ocupó esos territorios y los sumó a los suyos. En aquel entonces, la energía ya era de dos o tres caballos de vapor, mediante el uso de bueyes y maquinaria. A ello se sumaban millones de esclavos que, al ser tan baratos, hacían innecesaria la innovación. En la edad media, los caballos sustituyen a los bueyes en los campos y se generalizan los molinos de viento y agua, o la navegación a vela. Esas máquinas ya producían hasta 8 o más caballos de vapor. En el siglo XVIII, Inglaterra dio el gran salto al usar combustibles fósiles para generar energía de vapor que movió trenes y barcos. Fue un gran adelanto, solo superado por el uso de petróleo y la geración de electricidad.

(continuará el resumen)


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Resumen: "El triunfo del dinero", de Liall Fergunson (2010)


Sociología, estructura económica, estructura social

Comentarios y resumen con anotaciones: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/10/el-triunfo-del-dinero-de-liall.html

Título: "El triunfo del dinero"
Autor: Liall Fergunson
Fecha: 2010
Editorial: Destino

Introducción: Fergunson cuenta una historia de las finanzas desde Mesopotamia hasta la crisis del 2008. La historia, en vez de ser cronológica, la ordena por temas.
En el primer capítulo se habla del dinero como "valor de confianza en que el deudor pagará" y no en valor metálico, algo que ya viene recogido en las tablillas de archilla con mandatos de cobro, pago y compraventa pero que no entendieron los conquistadores españoles que vaciaron una montaña llena de plata en Potosí, Perú, pero ni toda la plata, doblegó a los holandeses porque su sistema financiero era más avanzado en el siglo XVI y XVII.  Además, la afluencia de plata provocó una inflación y 14 bancarrotas en Castilla, lo que mermó su confianza como pagador. Tampoco lo entendió Roma, que agotó sus minerales y por tanto su dinero y la Edad Media estuvo privada de metales y vivió en la penuria.
Relata como Fiubinanci introdujo las matemáticas árabes, lo que mejoró la contabilidad y cálculos financieros, por lo que banqueros como los Medici aplicaron estas finanzas avanzadas, diversificaron, y prosperaron hasta gobernar Florencia y tener sucursales en toda Europa.

En el segundo capítulo, Fergunson estudia la financiación de las guerras napoleónicas y como Inglaterra financió la guerra mediante bonos de deuda pública, respaldada con monedas de oro, mientras que Francia lo hacía con el saqueo de los países ocupados. El financiero Rostchild buscó para Inglaterra monedas de oro (con las que pagar los gastos de las tropas y servicios) en toda Europa gracias a su red de oficinas de sus cinco hermanos repartidas por todo el continente. Hay un detalle curioso y es que Rodtschild supo sacar beneficio de la batalla de Waterloo al usar todo el oro acumulado para comprar bonos de deuda pública británica y ganar un 40% de beneficios (600 millones de libras).

Lo que Fergunson saca de limpio en este capítulo es cómo funcionan los bonos del estado y su correspondencia con la credibilidad y los intereses aplicables según el riesgo de impago que vea el inversor.

En el siguiente capítulo, Fergunson estudia la burbuja financiera de Law, un convicto escocés que alcanzó gran influencia en la endeudada corte borbónica en el primer tercio del siglo XVIII en Francia. Law dirigió un banco central absolutista que emitía billetes y que fomentó la compra de acciones de la compañía del Missisipi, cuyo valor se disparó y tuvo gran éxito entre el público. El problema es que para mantener las altas cotizaciones y evitar un colapso, el Banco Central (Royale Banque) tuvo que manipular los precios del oro y la plata o imprimir más billetes a su antojo, con leyes que cambiaban arbitrariamente. El resultado fue que la inflación de los productos básicos se disparó y, al final, no fue posible evitar que la burbuja financiera estallase, pasando de un valor de 11.000 francos por acción, a estabilizarse en 9.000 mediante políticas públicas y hundirse a 1.000, llevándose el ahorro de muchos accionistas. La inflación desbocada no resolvió la deuda francesa y, varias décadas después, se llevó consigo a la monarquía absolutista. En Inglaterra, en la misma época, hubo otra burbuja con la compañía de los Mares del Sur, que pretendía explotar un monopolio concedido por el Imperio español.

Las siguientes crisis destacables son la de 1914, que coincide con la I Guerra Mundial, y la de 1929, el mayor crack. Fergunson examina por qué se hundió la Bolsa. Relata que Milton Friedman y otra coautora, "en el libro de economía más influyente del siglo XX", echaron la culpa a la Reserva Federal.

Este dice que Allende era un marxista que quería instaurar un régimen comunista y que fue reemplazado por un brutal régimen militar que era asesorado por el superministro de Economía Piñera, que no venía de Chicago sino de Harvard. Chile fue el primer laboratorio de la nueva economía que retornó a las esencias del capitalismo y desmanteló el estado de bienestar. Pinochet redujo los gastos del Estado del 40 al 22% e instauró un seguro privado de pensiones que fue apoyado por el 70% de los trabajadores. La junta militar convocó elecciones en 1990, cuando la economía se había recuperado. Sobre la recesión que vivió Chile en los años 80, la atribuye a que siguió la paridad con el dólar, lo que le arrastró cuando este varió su cotización. Fergunson dice que Chile, ahora, es el país más saneado de Lationamérica.

[Nota del lector: Naomi Klein da una versión contraria en su libro "La doctrina del shock" (2007): las recetas de Friedman hundieron la economía chilena y hasta Pinochet se guardó la compañía de cobre que privatizó el demócrata socialista Allende antes del golpe para no privar de ingresos al estado. Según Klein, Chile solo se recuperó cuando se aplicó una economía keynesiana a mediados de los 80]


Fergunson estudia más adelante como se desmanteló el estado de Bienestar siguiendo las doctrinas neoliberales. Este sostiene que la seguridad social pública se volvió insostenible porque había mucho parásito y porque no es eficiente el sistema de pagos actual. Por ello, examina el origen de los seguros y concluye que es mejor que los trabajadores paguen un seguro privado y que así el estado reduzca la carga de gastos. Se basa en el ejemplo de Japon, que ahorra mucho dinero en seguridad social pero brinda un buen servicio.


También estudia los bonos hasta llegar a los créditos basura. Ataca a Stiglitz y Krugman porque, a su juicio, no han explicado bien las crisis de Asia en los 90 al echarle la culpa a los inversores de fondos y especuladores.

Fergunson destaca que tras la crisis de 1929, las hipotecas pasaron a poner plazos a tres o cinco años a 30 años.Fue la primera vez que los ciudadanos pudieron convertirse en una nación de propietarios, lo que da cierta seguridad pero reduce la movilidad. Anteriormente, los empleados debían pagar el alquiler de la casa y su terreno a su señor.

Examina la quiebra del terrateniente Buckingham para explicar cómo las tierras y las casas no son los valores más seguros porque ni se revalorizan tanto ni tienen tanta liquidez como un fondo, y que a la larga, la reinversión de dividendos es más rentable (siempre que se diversifique en una amplia cartera de valores punteros). Y recuerda que el valor más seguro y que da más prestigio son unos ingresos regulares como es el salario.

Examina el auge del imperio Británico, su intervención en China durante la guerra del opio y la globalización de sus acciones antes de 1914. Fue un éxito para los accionistas hasta que todo reventó con la inexplicable guerra de 1914 que nadie se esperaba. Es un ejemplo de que las finanzas, como pretendían los "quantos" (grupo de matemáticos inversores de fondos LTJC) responden más a la irracionalidad y es un sector tan impredecible como la conducta humana. Las finanzas son el mejor reflejo de los temores o ilusiones de los hombres, concluye Fergunson.

También habla de Chinoamerica, en la que Estados Unidos es financiado por China para que le compre productos baratos. China, para mantener  barata su moneda, compra dólares que luego presta a su mejor cliente, Estados Unidos. El problema, dice Fergunson, es que USA no tiene dinero para pagar sus deudas y deja caer una posible guerra futura entre China y USA. Desde el 2003, ha habido un crecimiento de los precios que recuerda los años previos a 1914, como anticipo de lo que puede estar por caer.

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Resumen: "El capital en el siglo XXI", de Thomas Piketty (2013)


El resumen original está en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/04/el-capital-en-el-siglo-xxi-de-thomas.html

Resumen por E.V.Pita (2014), licenciado en Derecho y Sociología.
Traducido de la versión inglesa

Sociología, estratificación social, cambio social, crecimiento económico

Título: "Capital in the Twenty-First Century"
Autor: Thomas Piketty
Web del libro: http://piketty.pse.ens.fr/capital21c
Editorial en inglés: Harvard University (2014)

Fecha de publicación: 2013 (edición francesa)

"El capital en el siglo XXI", de Thomas Piketty (2013 en edición francesa, 2014 en la inglesa) ha sido elogiado por Paul Krugman como uno de los grandes o el mejor libro del año 2014.
http://economia.elpais.com/economia/2014/03/28/actualidad/1396010121_900900.html


Reseña de la solapa:


"¿Cuáles son las grandes dinámicas que impulsan la acumulación y distribución de capital? Preguntas sobre la evolución a largo plazo de la desigualdad , la concentración de la riqueza, y las perspectivas de crecimiento económico se encuentran en el corazón de la economía política . Pero respuestas satisfactorias han sido difíciles de encontrar debido a la falta de datos adecuados y teorías rectores claros . En El Capital en el siglo XXI , Thomas Piketty analiza una colección única de datos de veinte países , que van ya en el siglo XVIII, para descubrir patrones económicos y sociales clave . Sus hallazgos transformarán debate y fijar el orden del día para la próxima generación de pensamiento acerca de la riqueza y la desigualdad.Piketty muestra que el crecimiento económico moderno y la difusión del conocimiento nos han permitido evitar desigualdades en la escala apocalíptica predicho por Karl Marx. Pero no hemos modificado las estructuras profundas del capital y la desigualdad tanto como nosotros pensamos en las décadas siguientes optimistas Segunda Guerra Mundial. El principal impulsor de la desigualdad - la tendencia de los rendimientos del capital para superar la tasa de crecimiento económico de hoy amenaza con generar desigualdades extremas que despiertan el descontento y socavar los valores democráticos. Pero las tendencias económicas no son actos de Dios. La acción política ha frenado las desigualdades peligrosas en el pasado, Piketty dice , y puede hacerlo de nuevo.Una obra de extraordinaria ambición , la originalidad y el rigor, El capital en el siglo XXI reorienta nuestra comprensión de la historia económica y nos confronta con lecciones aleccionadoras para hoy."

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ÍNDICE 

Traducido del original en inglés (abril 2014)

Nota: traduzco "income" como renta

Parte I

1. Renta y Capital
2. Crecimiento: ilusiones y realidades

Parte II
Las dinámicas de la relación capital/ingresos
3. La metamorfosis del capital
4. Desde la Vieja Europa al Nuevo Mundo
5. La ratio capital/ingresos a largo plazo
6. El capital y la división de trabajo en el siglo XXI

Parte III
La estructura de la desigualdad

7. Desigualdad y concentración: aspectos preliminares
8. Dos mundos
9. Desigualdad de las rentas de trabajo
10. Desigualdad de la propiedad del capital
11. Mérito y herencia en el largo plazo
12. Desigualdad global de la riqueza en el largo plazo

Parte IV
Regulación del capital en el siglo XXI

13. Un estado social para el siglo XXI
14. Repensando los impuestos progresivos sobre la renta
15. Una tasa global al capital

16. La cuestión de la deuda pública

Los contenidos al detalle


Introducción
¿Un debate sin fecha?
Malthus, Young y la Revolución Francesa
Ricardo: el principio de la escasez
Marx: el principio de la infinita acumulación
Desde Marx a Kuznets, o del Apocalipisis al Cuento de Hadas
La curva de Kuznets: buenas noticias en el medio de la Guerra Fría
Volviendo a poner la cuestión de la distribución en el corazón del análisis económico
Los recursos usados en este libro
Los principales resultados de este estudio
Fuerzas de convergencia, fuerzas de divergencia
La fuerza fundamental de divergencia
Los límites geográficos e históricos de este estudio
El marco teórico y conceptual
Fuera del libro

Primera Parte:  Renta y Capital

1. Renta y producción
El capital y la división de trabajo en el largo plazo: no tan estable
La idea de renta nacional
¿Qué es el capital?
Capital y riqueza
La relación capital/renta
La primera ley fundamental del capitalismo: a=rxb
Contabilidad nacional: una construcción social en evolución
La Distribución Global de la Producción (PIB)
Desde bloques continentales a bloques regionales
Desigualdad global: desde 150 euros por mes a 3.000 euros al mes
La distribución global de la renta (GDI) es más desigual que la distribución de la producción
¿Qué fuerzas favorecen la convergencia?

2. Crecimiento: ilusiones y realidades
El crecimiento a muy largo plazo 
La ley de crecimiento acumulado
Las etapas del crecimiento demográfico
Crecimiento demográfico negativo
Crecimiento como factor de igualdad
Las etapas del crecimiento económico
¿Qué significa un aumento de diez veces el poder adquisitivo? 
Crecimiento: una diversificación de estilos de vida
¿El fin del crecimiento?
Un crecimiento anual del 1% implica mayor cambio social
Los años posteriores de la posguerralos destinos transatlánticos enredados 
La doble curva de campana del crecimiento global
La cuestión de la inflación 
La gran estabilidad monetaria en los siglos XVIII y XIX
El significado del dinero en la literatura económica clásica
La pérdida de los rodamientos monetarios en el siglo XX

Segunda Parte: Las dinámicas de la relación capital/renta

3. La metamorfosis del capital
La naturaleza de la riqueza: de la Literatura a la realidad
La metamorfosis del capital en Inglaterra y Francia
Auge y caída del capital extranjero
Renta y riqueza: algunos órdenes de magnitud
Riqueza pública, riqueza privada
La riqueza pública desde una perspectiva histórica
Gran Bretaña: la deuda pública y el reforzamiento del capital privado
¿Quién se beneficia con la deuda pública?
Las subidas y bajadas de la equivalencia ricardiana
Francia. Un capitalismo sin capitalistas en el periodo de postguerra

 4. Desde la Vieja Europa al Nuevo Mundo
Alemania: capitalismo renano y propiedad social
Shocks al capital en el siglo XX
El capital en América: más estable que en Europa
El Nuevo Mundo y el capital extranjero
Canadá: siempre propiedad de la Corona
Nuevo Mundo y Viejo Mundo: la importancia de la esclavitud
Capital esclavo y capital humano

 5. La relación capital / renta a largo plazo
La segunda ley fundamental del capitalismo: b=s/g
Una ley a largo plazo
El regreso de capital en los países ricos desde la década de 1970
Más allá de las burbujasbajo crecimiento y elevado ahorro
Los dos componentes del ahorro privado
Bienes y valores duraderos
El capital privado expresado en años de renta disponible
La cuestión de las fundaciones y otros titulares de propiedad
La privatización de la riqueza en los países ricos
El repunte histórico deprecio de los activos
El capital nacional y los activos netos extranjeras en los países ricos
¿Cuál será la relación capital / ingresos estar en el siglo XXI?
El misterio del valor de la tierra

 6. La división entre capital y trabajo en el siglo XXI
De la relación capital / renta a la división entre capital y trabajo
Flujos (caudales)más difícil de estimar que las acciones
La noción del retorno sobre el capital puro
El rendimiento del capital desde una perspectiva histórica
El rendimiento del capital en el siglo XXI
Activos reales y nominales
¿Para qué es usado el capital?
La notición de la productividad marginal del capital
Demasiado capital elimina el rendimiento del capital
Más allá de Cobb-Douglas: La cuestión de la estabilidad de la división entre capital y trabajo
La sustitución Capital-Trabajo en el siglo XXI: una elasticidad mayor que otra
Sociedades tradicionales agrícolas: una elasticidad menor que otra
¿Es el capital humano ilusorio?
Los cambios a mediano plazo en la división entre capital y trabajo
Volver a Marx y la tasa decreciente de ganancia
Más allá de los "dos Cambridges"
El regreso del Capital en un régimen de bajo crecimiento
Los caprichos de la tecnología


Tercera Parte: la estructura de la desigualdad

7. Desigualdad y concentración: nociones preliminares
La lección de Vautrin
La cuestión clave: ¿Trabajo o herencia?
Desigualdades respecto al trabajo y el capital
Capital: siempre más desigualmente distribuido que el trabajo
Desigualdades y concentración: algunos órdenes de magnitud
Baja, media y alta clase
¿Lucha de clase o lucha de percentil?
Desigualdades con respecto al trabajo: ¿una desigualdad moderada?
Desigualdades con respecto al capital: ¿una desigualdad extrema?
Una innovación importante: la clase media patrimonial 
La desigualdad de la renta total: dos mundos
Problemas de los índices sintéticos
El casto velo de las publicaciones oficiales
Regreso a las tablas sociales y la aritmética política 

8. Dos mundos
Una clase simple: la reducción de la desigualdad en Francia en el siglo XXI
La historia de la desigualdad: una caótica historia política
Desde una sociedad de rentistas a una de administradores (gerentes, managers)
Los diferentes mundos del decil más alto
Los límites de la declaración de la renta
El caos de los años de entreguerras
El choque de temporalidades
El incremento de la desigualdad en Francia desde 1980
Un caso más complejo: la transformación de la desigualdad en los Estados Unidos
La explosión de la desigualdad en Estados Unidos después de 1980
¿El incremento de la desigualdad causó la crisis financiera?
El auge de los supersalarios
La convivencia en el percentil superior

 9. Desigualdad de las rentas de trabajo
La desigualdad salarial¿una carrera entre la educación y la tecnología?
Los límites del modelo teórico: el papel de las instituciones
Escala salarial y salario mínimo
¿Cómo explicar la explosión de la desigualdad en los Estados Unidos?
El auge del superejecutivo: un fenómeno anglosajón
Europa: más desigualitaria que el Nuevo Mundo en 1900-1910
Desigualdad en las economías emergentes: ¿más baja que en Estados Unidos?
La ilusión de la productividad marginal
El despegue de los supermanagers: una poderosa fuerza de la divergencia

10.  Desigualdad de la propiedad del capital
Hiperconcentración de la riqueza: Europa y América
Francia: un observatorio de la riqueza privada
Las metamorfosis del una sociedad patrimonial
Desigualdad de capital en la Belle Époque en Europa
El surgimiento de la clase media patrimonial
Desigualdad en la riqueza en América
Los mecanismos de la divergencia de la riqueza: "r" versus "g" en la Historia
¿Por qué el rendimiento del capital es mayor que la tasa de crecimiento?
La cuestión de la preferencia temporal
¿Existe una distribución equilibrada?
El Código Civil y la ilusión de la Revolución Francesa
Pareto y la ilusión de la desigualdad estable
¿Por qué la desigualdad de la riqueza no ha vuelto a los niveles del pasado?
Algunas explicaciones parciales: tiempo, impuestos y crecimiento
El siglo XXI: ¿aún más desigual que el siglo XIX?

11.  Mérito y herencia en el largo plazo
Herencia: los flujos en el largo plazo
Flujos fiscales y flujo económico
Las tres fuerzas: la ilusión de un fin de la herencia
Mortalidad en el largo plazo
Épocas de riqueza y población: el efecto "u" x "m" 
Riqueza de la muerte, riqueza de la vida
Los años 50 y 80: edad y fortuna en la Belle Epoque
El rejuvenecimiento de la riqueza debido a la guerra
¿Cómo los flujos heriditarios evolucionarán en el siglo XXI?
Desde el flujo anual de la herencia al stock de riqueza heredada
Regreso a la lectura de Vautrin
El dilema de Rastignac
La aritmética básica de los rentistas y managers
La clase social patrimonial: el mundo de Balzac y Austen
Extrema desigualdad de la riqueza: ¿Una condición de la civilización en una sociedad pobre?
Extremismo meritocrático en las sociedades ricas
La sociedad de los pequeños rentistas
El rentista, enemigo de la democracia
El retorno de la riqueza heredada: ¿Un fenómeno europeo o global?

 12.  Desigualdad global de la riqueza en el siglo XXI
La desigualdad en el rendimiento del capital
La evolución en el ránking de la Riqueza Global
Desde los rankings de los billonarios en el índices de riqueza global
Herederos y emprendedores en los rankings de riqueza
La jerarquía moral de la riqueza
El rendimiento puro en las fundaciones universitarias
¿Cómo es el efecto de la inflación en la desigualdad de los rendimientos de capital?
El rendimiento de los fondos soberanos: el capital y la política
¿Serán los fondos soberanos los dueños del mundo?
¿Será China la dueña del mundo?
Divergencias internacionales, divergencias oligárquicas
¿Son los países ricos realmente pobres?

Cuarta Parte: la regulación del capital en el siglo XXI

13. Un estado social para el siglo XXI
La crisis del 2008 y el regreso al Estado
El crecimiento del estado social en el siglo XXI
Redistribución moderna: una lógica de los derechos
La modernización es preferible al desmantelamiento del Estado Social
¿Las instituciones educativas fomentan la movilidad social?
El futuro de la jubilación: pay-as-you-go (paga cuando te toque) y lento crecimiento 
El Estado Social en los países pobres y emergentes 

14. Repensando el impuesto progresivo sobre la renta
 La cuestión del impuesto progresivo
El impuesto progresivo en el siglo XX: un efimero producto del caos
El impuesto progresivo en la tercera república
Impuestos confiscatorios del exceso de rentas: un invento americano
La explosión de los salarios de los ejecutivos: el papel de los impuestos
Repensando la cuestión del tipo marginal máximo

15. Una tasa global al capital 
Una tasa global al capital: una útil utopía
Transparencia democrática y financiera
Una solución sencilla: transmisión automática de la información bancaria
Cuál es el propósito de la tasa al capital
Un plan para un impuesto sobre el patrimonion en Europa
El impuesto al capital desde una perspectiva histórica
Formas alternativas de regulación: protecionismo y controles de capital
El misterio de la regulación china del capital
La redistribución de las rentas del petróleo
La redistribución a través de la inmigración 

16. La cuestión de la deuda pública
Redución de la deuda pública: impuesto al capital, inflación y austeridad
¿Redistribuye la inflación la riqueza?
¿Qué hace el Banco Central? 
La crisis en Chipre: cuando el impuesto al capital y la regulación bancaria van juntos
El euro: ¿una moneda sin estado para el siglo XXI?
La cuestión de la unificación europea
Gobierno y acumulación de capital en el siglo XXI
Leyes y política
Cambio climático y capital público
Transparencia económica y control democrático del capital

Conclusión
Las contradicciones centrales del capitalismo
Por una política e historia económica
El interés del menos...


AQUÍ SE INCLUYEN LAS TABLAS QUE PIKETTY USÓ EN SU LIBRO

Capital in the 21st century 
Thomas Piketty
Harvard University Press - March 2014

This internet site includes the following material:
- the table of contents (pdf) of the book "Capital in the 21st century"
the set of figures and tables (pdf) presented in the book
the set of supplementary figures and tables (pdf) to which the book refers to
the technical appendix (pdf) describing the set of sources, methods and references used in the book (in particular to construct the statistical series used in figures and tables)
the set of spreadsheet files (xls) including all figures, tables and statistical series
a zip file including all these files

One can also access all these files by browsing the following directories:
- directory "figures and tables (pdf)" or "(xps)"

Please do not hesitate to send me your reactions or comments (piketty@ens.fr).
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RESUMEN
(traducido del inglés, junio 2014)

INTRODUCCIÓN

Piketty llega a la conclusión de que la distribución de las rentas y la desigualdad debe volver al centro del debate económico, no tanto como el crecimiento.

Piketty hace un repaso histórico por los teóricos catastrofistas como Malthus (preocupado por la superpoblación), David Ricardo /(que estudió los problemas de la escasez en el cultivo de las tierras), Marx (sobre el principio de acumulación infinita y perpetua divergencia, la concentración de capital y su uso intensivo por parte de los patronos de la industria) en el comienzo de la Revolución Industrial. Su conclusión es que a medida que avanzó el siglo XIX y principios del XX el capitalismo generó una mayor desigualdad económica.

 La situación cambió cuando Kuznets, en 1953, dio a conocer su famosa curva, un "cuento de hadas" que revela que entre 1913 y 1948 en Estados Unidos, hubo un mayor reparto de la riqueza, pues los más ricos pasaron de concentrar el 50% de las rentas a menos del 35%, situación que se prolongó hasta 1970 e incluso 1980. Piketty no tiene nada que objetar pues quedó demostrado por otros autores que era cierto (hasta 1953). Pero en lo que no está de acuerdo es en la interpretación de dicho fenómeno pues cree que el periodo es anómalo porque los más ricos se vieron perjudicados por las dos guerras mundiales y la Gran Depresión de 1929. Para Kuznets y otros, la reducción de distancia entre ricos y pobres fue considerada como la prueba de que el capitalismo, en una fase inicial de concentración dejaba la riqueza a quienes entendían mejor el negocio pero a largo plazo se volvía más distributivo y equitativo, lo que generó la frase: "A largo plazo, la marea sube todos los barcos". Esta frase aún la usan hoy algunos economistas neoliberales para intentar convencer a los contribuyentes de que rebajar los impuestos a los ricos beneficiará a todos y de que, aunque algunos se enriquezcan muy rápido, tarde o temprano las migajas llegarán al resto. 
La intención de Piketty en el libro es ampliar las series de Kuznets para comprobar si realmente continúa esa redistribución porque sospecha que no. Su estudio viene a revelar que, si bien, tras la Guerra Fría, hubo una mayor redistribución de las rentas entre las clases la situación se ha invertido a partir de 1970 hasta la actualidad, donde la desigualdad es un hecho pues a partir de 1980 se ha disparado al 50%, aunque bajó al 44% en el 2001 y al 47 % en el 2010. La tendencia es similar en varios países occidentales. Cree que si hacemos una prospección al futuro, por ejemplo nos imaginamos estar en el año 2050, no sería difícil suponer que los dueños del petróleo serían aún más multimillonarios que ahora.

Si se observan las gráficas, se verá que la desigualdad describe una curva en forma de W. Hay un pico muy alto en 1910,(el 50 % de la renta va a parar a las clases altas), una caída durante la Primera Guerra Mundial hasta el 35 %, una subida hasta 1929 y una caída hasta 1948, que llega al fondo del 35%. En las dos décadas siguientes, se mantiene entorno al 40 % pero a partir de los años 80, 90 y 2000, la desigualdad se vuelve a disparar.

Piketty relaciona la evolución de la desigualdad de ingresos con la evolución del crecimiento económico. En sus gráficas, observa que la primera globalización, de 1870 a 1914, fue una época de gran desigualdad pero también de gran crecimiento económico, en el que el mundo se globalizó [nota del lector: Ver el libro "Capitalismo global"]y se produjo la segunda revolución industrial con los inventos asociados a la electricidad (bombilla, motores, telégrafo) o el automóvil. Sin embargo,en el siglo XX, las tasas de crecimiento económico cayeron, lo mismo que la desigualdad hasta 1970, fecha en que se volvió a disparar la disparidad de salarios hasta el 50 %, un hecho que califica de "preocupante".

Sobre los salarios de los altos ejecutivos, Piketty cree que la explicación más pausible es que ellos mismos se aprueban sus propios sueldos y cree que influye menos el hecho de tener más habilidades técnicas que el resto de los trabajadores.

También explica varias ecuaciones en las que relaciona los ahorros, el crecimiento económico o el reparto de capital y salarios, a partir del cual se pueden inferir la evolución de la curva.

Dice que una de las fuerzas fundamentales para la divergencia es r > g,
Primero analiza la relación entre capital y rentas desde 1870 al 2010 en tres países: Alemania, Francia y Gran Bretaña. En la gráfica se observa cómo el valor de la riqueza privada (en viviendas, finanzas, capital profesional, neto de la deuda) respecto a la riqueza nacional de cada año llegó a su máximo, 700%, en 1910, se desploma al 200-400 % en la Primera Guerra Mundial, se vuelve a hundir en 1930 desde el 500% y toca fondo en el 300-100 % en 1950. A partir de entonces, experimenta un lento crecimiento y en el 2010 en un porcentaje de 500% - 400 % ya está equiparado a 1930. Esta curva en forma de "u" refleja, según Piketty, "una crucial transformación" porque muestra que estamos volviendo a las altas ratios "capital/rentas" de décadas pasadas "porque hemos vuelto a un régimen de relativo bajo crecimiento", en el que la riqueza antigua coge una desproporcionada importancia porque hacen falta unos pocos ahorros para aumentar la riqueza substancialmente. Y advierte que "el riesgo de divergencia en la distribución de riqueza es muy alto".
Dicha desigualdad fundamental la describe con la fórmula r > g (r= media anual de la tasa de retorno del capital, incluidos beneficios, dividendos, intereses, rentas y otros rendimientos de capital) y (g= la tasa de crecimiento de la economía, el crecimiento anual de rentas o producción). 
Piketty dice que la clave del libro está en esa fórmula, que evidencia que la persona que hereda riqueza la acumula más rápido a medida que pasan los años que lo que crece la economía real. Piketty pone en duda que este sistema sea compatible con los valores de meritocracia y justicia social de las democracias. Sostiene que el alto precio del petróleo contribuye a esta divergencia. Añade que la disminución de la población y de la economía en las próximas décadas hará esta tendencia divergente mucho más preocupante. Dice que una solución pasa por que los Gobiernos apliquen un impuesto progresivo y global al capital, lo que requiriría una coordinación internacional.


CAPÍTULO 1

Piketty menciona un episodio en la mina de platino de Marikana, en Sudáfrica, donde la policía mató a 34 mineros en huelga que reclamaban una subida salarial de 500 a 1.000 euros al mes. Recuerda que los ingresos que genera la mina se dividen en trabajo y capital. Se pregunta si la violencia entre trabajo y capital pertenece al pasado o volverá a ser parte integral del siglo XXI.
Estudia la ley a=rxb, sobre renta e ingresos. Sostiene que los ingresos salariales crecen más despacio que las rentas obtenidas por la acumulación de capital.

CAPÍTULO 2
Este capítulo tiene gran interés porque estudia el crecimiento mundial de la economía y la población desde 1700 al 2012 y descubre que entre ellos hay una gran correlación [nota del lector: se me ocurre que si hay un bum económico crece la población, como decía Malthus, y si hay recesión, ocurre justo lo contrario]. Lo que observa Piketty es que el crecimiento fue del 0,1 % entre 1700 a 1820 (la incipiente industrialización), del 1,5 % entre 1820 y 1913 (el advenimiento de la edad del ferrocarril) y del 1,9 % de 1913 a 2012 (la era del petróleo). El crecimiento de la población fue similar. Según sus cálculos, el crecimiento hizo una curva de Bell en 1970 y, desde entonces, la economía ha decaído. Una predicción optimista sería que la economía global creciese al 1% al año, lo que puede parecer poco pero supone un 35% en una generación (30 años). Eso implicaría un gran cambio tecnológico, como por ejemplo, lo que acarreó la era de Internet y los avances médicos, que no existían en 1980 y hoy son usuales. Por eso, cree que el aumento del 1% solo sería posible con un nuevo cambio tecnológico [nota del lector: digo yo, que al estilo schumpenteriano], por ejemplo, en las energías renovables. A día de hoy, hablar de crecimientos del 3-4 % de media es completamente ilusorio en su opinión [nota del lector: por ejemplo, en España se necesitaría un crecimiento del 3 % como mínimo para eliminar el paro].
Es cierto que ha habido picos de crecimiento del 3 %, por ejemplo, en Asia en la última década, pero otros continentes como América en el siglo XIX, crecieron al 1,6% anual y el 1,9% en el siglo XX. El autor considera que el crecimiento europeo ha llegado a su fin y, o bien, la economía se estancará como a finales de la edad feudal o bien no superará la media del 1 %, y eso según sus optimistas cálculos porque las predicciones de otros autores son más negras. [nota del lector: Carlos Taibo acaba de sacar un libro donde asume el decrecimiento como algo habitual a partir de ahora].
Piketty hace una proyección hasta el 2300 a un crecimiento de población del 1% anual y en ese escenario habría una población de 70.000 millones de personas (frente a las 7.000 de ahora), algo inasumible hoy en día [nota del lector: a no ser que rellenen el Océano para poner casas]. Se basa en que en Norteamérica solo había 3 millones de personas en 1790 y ahora hay 300 millones (100 veces más). La economía creció entorno al 2 % durante 200 años.
Por otro lado, examina el poder adquisitivo de la población de los países ricos y pobres a lo largo de los últimos 200 años. Entorno a 1800, el salario medio mensual era de 400 euros en la Europa rica y ahora es de 2.500. Se ha multiplicado por 6, pero eso no quiere decir que el ciudadano tenga mayor poder adquisitivo. Por ejemplo, sí se han abaratado los productos agrícolas e industriales (por ejemplo, un ordenador está al alcance de cualquiera) pero otros servicios, como la cobertura médica o la educación, están subvencionados al 80 % por el Estado, algo que deberían tener en cuenta los que quieren privatizar dichos servicios. Es decir, a través del pago de impuestos, el ciudadano tiene subvencionada la medicina.
En los países pobres, el salario medio pasó de 100 a 700 euros, lo que supone un crecimiento de la misma magnitud. [nota del lector: no acabo de verlo claro, porque un agricultor europeo de 1800 dudo mucho que ganase 400 euros al mes, aunque sí es cierto que ganaba lo suficiente para su subsistencia, aunque el salario de subsistencia actual está fijado en 600 euros].
Destaca el crecimiento europeo entre 1940 y 1970, que atribuye a la inversión estatal, frente al bajo crecimiento de Estados Unidos y Gran Bretaña, lo que les llevó a aplicar políticas neoliberales. Tras implantar en Europa el neoliberalismo a partir de los 80, el crecimiento económico europeo se hundió hasta coincidir con el anglosajón.[nota del lector: pero también ocurre que a partir de 1973, los precios del petróleo se dispararon y el crecimiento de Occidente se cortó en seco].

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Sigue en la traducción española (diciembre 2014)

En los siguientes capítulos, Piketty examina la evolución de la concentración de la riqueza en Europa hasta la Belle Epoque (1900-1910) y llega a la conclusión de que era muy alta, de un 80 % del capital en manos de los más ricos frente al 20 % o menos en poder de los más pobres. La desigualdad era enorme porque el capital rendía un 5 % anual mientras que el crecimiento de la economía solo lo hacía al 2%. Recuerda que en sociedades agrarias, el crecimiento económico era del 0,15-1%, para pasar al 3% en el siglo XX y caer al 1% en el siglo XXI, tasas en las que cree que se mantendrá hasta el 2050 o 2100. El escenario actual le recuerda a la Belle Epoque, sin llegar a sus extremos de desigualdad. En la Francia del siglo XIX, Piketty pone como ejemplo que una persona que recibiese una herencia de un millón de francos, que le rentasen un 5 % anual, podría sufragarse un alto tren de vida solo con los intereses y sin trabajar. Los capitales heredados suponían una importante fuente de ingresos para las personas con más de 30 años.

Ilustra esta situación con un libro de Balzac sobre un estudiante de Derecho que viaja a París y conoce en una pensión a un joven heredera de un millón de francos y a un presidiario. El exrecluso le cuenta que si él se licencia y trabaja duramente e intriga llegará a ser un gran juez o abogado y que ganará 50.000 francos al año como máximo pero si se casa con la heredera (y elimina primero al hermano) cobrará una renta de 50.000 francos al año sin trabajar. El abogado no acepta ese siniestro plan pero Piketty cree que este ejemplo ilustra lo que ocurría en el siglo XIX; de nada valía trabajar para hacer fortuna porque lo que daba mucho más dinero era ser rentista. A todo ello, esa renta era 30 veces o más superior a lo que ganaba un jornalero por lo que los más ricos podrían contratar a 30 sirvientes. Es más, los salarios de los pobres tendían a disminuir cada año [nota del lector: eso podría deberse al abaratamiento de los bienes básicos].

A lo largo del libro, Piketty revela que esa situación de desigualdad cambió siguiendo una curva en forma de U. La desigualdas se desplomó después de los choques de 1914-1945 (dos guerras mundiales y una Gran Depresión), en los que muchos ancianos perdieron sus patrimonios inmobiliarios y dividendos de acciones (por ejemplo, por los bombardeos o las quiebras) y se quedaron sin nada que dejar de herencia pues tuvieron que estirar al límite lo poco que les quedaba para vivir sin posibilidad de rehacer su fortuna debido a su edad. A partir de entonces, quienes recibían algún capital heredado, lo hacían a partir de los 50 años tras trabajar duramente para tener su propio capital aunque también se hizo más extensivas las donaciones en vida. En general, la gente tuvo que ganarse la vida hasta la década de los años 80, cuando vuelve a cobrar importancia la herencia a la hora de adquirir capitales. La alta esperanza de vida lo único que ha hecho es que ha retrasado la edad de heredar pero Piketty advierte que las herencias vuelven a ser significativas en el origen de las fortunas y que lo serán más a lo largo de este siglo.

Por otra parte, el hecho de que las herencias y los grandes capitales disminuyan tras las dos guerras mundiales tiene otra explicación: y es que los países empezaron a imponer impuestos más fuertes a las sucesiones, con lo que los rendimientos del capital bajaron. Los cargos por las sucesiones eran ridículos en el siglo XIX (un 2% por adquirir los derechos de propiedad), pero durante los 30 años gloriosos (1945-1975) ese impuesto se incrementó aunque luego volvió a decaer a niveles testimoniales en el siglo XXI (por ejemplo, en España se llegó a eliminar en el 2010 para volverlo a implantar en el 2011).

Otra idea es que el capital no se adquiere ahora (1980 a 2012) por los intereses que generan los grandes patrimonios sino por los supersalarios que cobran los superejecutivos de las grandes empresas, que ven cómo se disparan su riqueza aunque es gracias a sus méritos y una especie de "lotería" salarial pues nadie se explica cómo pueden alcanzar cifras de varios millones por su gestión, muy lejos de lo que sería razonable, aunque eso se explica por incentivos como las stock-options y el hecho de que el consejo de administración vota su propio salario. Los superricos conforman el 1% de los que más ingresan, seguidos de un 9 % de asalariados de gran nivel como profesores universitarios, ejecutivos medios, médicos que, en todo caso, deben esforzarse para trabajar duro. Lo que Piketty advierte es que las diferencias entre ingresos o fortuna cada vez es mayor entre ese 10% que más gana y el 20% que menos ingresa. Se nota en los últimos años un incremento en la desigualdad que, aunque no llega al de la Belle Epoque, ya es muy destacable (un 0,3 en el índice de Gini en Europa sería lo igualitario pero en Estados Unidos estaría subiendo a un 0,5 o 0,6 siendo 1 la mayor tasa de desigualdad). En parte se explica porque la clase media se ha estancado y para llegar a la zona alta salarial hay que estudiar mucho pero no todos los de la clase baja pueden permitírselo mientras que sí lo hacen las familias mejor asentadas social y económicamente.

Los cálculos de Piketty llevan a un panorama sombrío si la cuantía de las herencias aumentan, el cobro de intereses se sitúa en el 4 % o 5 % [nota del lector: realmente, ocurre todo lo contrario, porque a día de hoy los bancos están pagando un 1 o 2 % de intereses ], los salarios bajan (como efecto de la globalización) y el crecimiento mundial no pasa del 1 % [nota del lector: ni siquiera llega ahora en Europa a ese porcentaje tras superar dos recesiones] lo que va a ocurrir es que la desigualdad va a aumentar. No es un fenómeno nuevo, sino que se vio en el siglo XVIII (hasta la Revolución Francesa), después en el siglo XIX hasta la Belle Epoque y, finalmente, desde los años 90 al 2012 y posiblemente más adelante. Las tres décadas de bonanza y paz que siguieron a la Segunda Guerra Mundial solo fueron un paréntesis en una tendencia a la acumulación y concentración de capital en pocas manos.

La solución que propone Piketty es corregir estas desigualdades crecientes y establecer un impuesto al capital, algo que ya empezó a hacer Francia en los años 80 y que imitaron otros países como Italia, Reino Unido o España pero en unos porcentajes testimoniales. Por ejemplo, el que tenga un millón en el banco pagaría cada año un 0,5-1 %, y el porcentaje se incrementaría progresivamente hasta que el millonario que tiene 10.000 millones pagase al Estado el 5-10% de su fortuna (o de los intereses generados). Esos ingresos permitirían hacer obras sociales. Piketty también propone impuestos para los que obtienen grandes beneficios del petróleo con el fin de redistribuir la riqueza en el mundo en aquellos países que no han tenido la suerte de flotar sobre petróleo. Otra propuesta es limitar la salida de capitales del país como hace China frente a la libertad que tienen los oligarcas rusos para poner a salvo su riqueza en paraísos fiscales.

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Resumen de "Hacia la sobriedad feliz", de Pierre Rabhi (2013)


Referencia APA: Rabhi, Pierre (2013): Hacia la sobriedad feliz. Madrid: Errata Naturae, Editores

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/01/hacia-la-sobriedad-feliz-de-pierre.html

Resumen y comentarios por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, crecimiento económico, austeridad, decrecimiento
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Título: "Hacia la sobriedad feliz"

Título original: "Vers la sobriété  heureuse"

Autor: Pierre Rabhi

Fecha de publicación: 2013

Editorial en español: Errata Naturae, Colección Muchacha de dos cabezas, Madrid, 2013

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Biografía del autor (hasta 2013)

Pierre Rahbi (Kenadsa, Argelia, 1938). Agricultor, escritor y pensador francés de origen argelino, es uno de los defensores más lúcidos y consecuentes de un modelo de sociedad verdaderamente respetuosa con el hombre y la naturaleza. Fue uno de los pioneros de la agricultura ecológica y creador del concepto "oasis en todas partes".
A través de los diversos centros de formación y estudio en todo el mundo ha generado múltiples iniciativas y programas de desarrollo agrícola respetuosos con el medio y que preservan los recursos naturales, principalmente en los países áridos con el objetivo de contribuir a la autonomía, seguridad y salubridad alimenticias de sus poblaciones.
Es autor de numerosas obras, entre las cuales destacan: Paroles de terre (2006), Conscience et enviromement (2006), Du Sahara aux Cévennes (2007), Manifeste pour la Terre et l`Humanisme (2008) y Hacia la sobriedad feliz (2013) y Tous candidats (2011).

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Texto de la contraportada:

"Este es un libro escrito con la urgencia del manifiesto y la reflexividad del ensayo, con la cercanía sincera de las mejores autobiografías y con la distancia necesaria del pensamiento crítico. Es un libro escrito por un agricultor y filósofo autodidacta que se ha convertido en uno de los referentes del pensamiento más lúcido, consecuente y libre de nuestros difíciles y agitados tiempos. Un libro que huele a vida e ideas, a palabras y acción entremezcladas verdaderamente con la tierra.

Durante su infancia en Argelia, Rabhi asiste a la vertiginosa transformación de una austeridad antigua -que dejaba espacio a la vida, al ocio y la sonrisa - en la desesperante miseria que impone el capital globalizado. A finales de los años cincuenta, durante su juventud como inmigrante en Francia, se ve forzado a aceptar una forma de aniquilización personal cuyo único objetivo es hacer que siga girando la máquina económica del crecimiento ilimitado, pero siempre en beneficio de unos pocos. Entonces toma la decisión, tanto vital como intelectual, magistralmente descrita en estas páginas, de abandonar la civilización sin raíces y la sociedad de consumo que se imponía ya con contundencia en aquellos años: abandonar ese camino de devastación individual, que solo beneficia a una minoría privilegiada, para buscar otro camino posible, que demuestra perfectamente realizable.

A través de las experiencias que a lo largo de las décadas sustentan este libro, y ante la emergencia provocada por la crisis actual, una evidencia se le impone a Pierre Rabhi: sólo la sabia y gozosa moderación de nuestras necesidades y deseos, casi todos ellos falsos o poco satisfactorios, permitirá romper con el orden antropófago de la "globalización", devolverle al mundo su ligereza y al hombre lo que es suyo: una feliz vida en esta tierra".

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ÍNDICE

Las semillas de la rebelión

El canto del herrero
La desilusión
La decadencia del mundo campesino

La modernidad ¿una impostura?

El progreso: entre mito y realidad
La subordinación al lucro
El cambio radical de las referencias universales

La sobriedad, una sabiduría ancestral

Un pueblo africano
Estamos en 1985
Nada se crea, nada se pierde, todo se transforma
El vínculo con el caracter sagrado de la vida

Hacia la sobriedad feliz

La pobreza como valor de bienestar
La autolimitación voluntaria
Un cambio humano
Por una indignación constructiva
Sueños felices para sembrar los siglos

Carta internacional para la Tierra y el Humanismo

Les Amanins: nacimiento de un emplazamiento ecológico, solidario y pedagógico
Colibris: una plataforma de encuentro e intercambio
La  Ferme des Enfants y Le Hameau des Buis: construir el porvenir en el respeto de la vida
El Mapic; por una insurrección de conciencias
Le Mouvement des Oasis en Tous Liceux: una propuesta alternativa de modo de vida
El Monastario de Solan: la unión de la liturgia y el trabajo de la tierra
Terre & Humanisme: transmitir la agroecología aquí y en otros lugares
Proyección y perspectivas de porvenir

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Resumen

El autor, de corte ecologista y humanista, recuerda su infancia en Argelia, donde los agricultores apenas necesitan unas pocas cosas para llevar una vida tranquila y sustentar sus necesidades básicas de comida y abrigo. Vivían en sobriedad frente al despilfarro que promueve la sociedad occidental de libre mercado. Pero aquel mundo secular, libre de los productos agroquímicos, se terminó.
Primero relata el fin del mundo campesino, que se simboliza en la guerra de trincheras donde millones de campesinos franceses y alemanes se masacraron mutuamente. La modernidad que iba a traer el progreso lo que trajo fue horrores.
Critica el mito del progreso y del crecimiento indefinido porque se basa en la búsqueda del beneficio ilimitado, que que ha convertido al hombre en un depredador de la Naturaleza, pues no toma lo que necesita sino todo lo que puede llevarse en un planeta que tiene recursos limitados y que se pueden agotar, un oasis en la inmensidad sideral. Esta lógica del "bombero pirómano" lo impulsa a arrasar el planeta como una plaga. Relata que los animales salvajes no tienen despensas ni , almacenes repletas de gamos, esto solo es cosa del hombre, que destruye la biodiversidad e infringe todo tipo de sufrimientos a los animales. Y pese a ello la competencia industrial ni el dinero no ha dado la felicidad sino todo lo contrario: hambre, miseria, violencia, desastres humanitarios..., muy lejos de los ideales racionales del humanismo que ansía la paz y la solidaridad en el mundo. Ahora hay una extraña lógica: se producen miles de productos que la gente no tiene dinero para adquirir.
Sostiene que la especie humana, a este ritmo de acumulación de bienes, no va a evolucionar sino involucionar.
Rechaza el concepto de economía del "homus economicus" (consumidor y productor), las dos bielas del motor de la pseudo-economía (entiende que economía es la buena gestión de los recursos de una casa y no el despilfarro destructor actual).
Considera que el modelo actual se irá al garete cuando se agoten los recursos, lo que tarde o temprano ocurrirá. Sostiene que no se puede permitir que los jóvenes llenos de vitalidad estén en paro mientras que los ancianos cobran jugosas pensiones aunque en el fondo acabarán en la soledad. Recuerda que los ancianos han sido siempre los encargados de transmitir su conocimiento a los niños.
Cuestiona el poder de la adquisición de bienes que proceden de la tierra al menos mientras nazca un niño desprovisto de los recursos básicos de subsistencia. Lo llama atraco a mano armada.
Dice que para el "homus economicus", engranaje de una máquina gigantesca mundial, consumir es un deber cívico aún a costa de tener obesidad. La insaciabilidad y la insatisfacción se alternan continuamente. La gratitud no es una de sus virtudes. Por contra las culturas tradicionales se guiaban por el criterio de la moderación.
Propone que ante la "edad de oro del capitalismo" le siga la era de la "sobriedad feliz" y la elección de la simplicidad como modo de vida, el mismo que eligió él al comprar una granja para regirla con criterios estrictamente ecológicos.
Señala que la modernidad, con su filosofía del tiempo-oro, ha roto con las cadencias milenarias que el ser humano ha impreso en el tiempo (un no-tiempo cíclico de nacimiento-crecimiento-muerte). En cambio en la sociedad actual, los tiempos están perfectamente cronometrados, caso de un partido de fútbol; la falta de tiempo se convierte en una maquinaria que hostiga al ciudadano, dice. Pero los ritmos del corazón nos recuerdan que estamos ligados a los ritmos del tiempo cósmico y no a los de nuestros motores de explosión. Recalca que la actual sociedad hace especial en métodos eficaces para ganar tiempo pero, vaya paradoja, la gente trabaja del día a la noche.
En esta sociedad tecnológica, los inventores de aparatos tecnológicos obtienen ventajas sobre el resto de los pueblos, que anexionan y generan desigualdades. Los ciudadanos que se quedan sin recursos ni trabajo pierden la realidad social, a pesar de las ayudas se convierten en "ectoplasmas". La sociedad queda fragmentada, compartimentada, desestructurada, cada vez más ansiosa y dependendiente de los ansiolíticos.
Cree que el dínero se ha convertido en un "espíritu" que circula por el mundo y que el hombre ha sido víctima de sus propias "fantasías" porque les da a sus metales un valor desorbitado. Los pieles rojas creían que el oro volvía locas a las personas. El autor apostilla: "Sí, el oro volvió loca a la humanidad". Recuerda que algunas herramientas superfluas y banales, como el coche, ha llevado al mundo a terribles convulsiones y a la vez está cargada de atributos fantasiosos: libertad, potencia, felicidad, erotismo...
Señala que la Revolución Industrial pudo haber supuesto una oportunidad para la Humanidad pero cayó en el error de subordinar los recursos de la Tierra a las finanzas. Todo lo que no tiene precio no tiene valor. El dinero, que nació para facilitar los intercambios, ha sido desnaturalizado.
Sostiene que hay aprovechar aquello de los tiempos pasados (de la Revolución Industrial) que ha supuesto un verdadero progreso y es útil y desprenderse de lo superfluo.
Sobre el trabajo también es crítico: cuenta que el mundo se ha organizado de forma piramidal: en lo alto están los superejecutivos que ganan millones, en el medio hay dos escalones que hay que tener cuidado de no bajarlos, y en la base la plebe con remuneración y hábitats mediocres. En esta colmena humana, "el trabajo es ensalzado como una gran virtud al servicio de una productividad en estado de aceleración perpetua. Este escenario se encuentra en el corazón del precepto intangible del crecimiento económico ilimitado; toda transgresión o puesta en cuestión de este principio se ha considerado hasta nuestros días como un cisma que en otros tiempos habría sido digno de la hoguera".

Dice que el progreso no es liberador, como dice el mito, sino que ha instaurado un sistema "carcelario" pues vivimos encerrados, primero en escuelas, luego en universidades, luego en el trabajo y en el coche, enlatados en discotecas, y al final de nuestros días en asilos. La televisión ofrece una ventana al mundo y se encarga de hacernos olvidar el encierro, vigilados por cámaras de seguridad y siendo el hombre esclavo de las herramientas informáticas que fingen liberarlo.
Sostiene que es ilusorio que el cerebro y la psique humana salga indemne de la adaptación a las funciones de las máquinas perfeccionadas.

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Resumen del libro "El delirio del crecimiento", de David Pilling (2019)

Ver el resumen original y actualizado en:


Resumen elaborado por E.V.Pita (2020), doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, crecimiento económico, PIB, índice de felicidad
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Ficha técnica

Título: "El delirio del crecimiento"
Subtítulo: La riqueza y el bienestar de las naciones
Título original: "The Growth Delusion"
Autor: David Pilling7
Fecha de publicación: 2019
Editorial en español: Taurus, Penguin Random House Group, Barcelona, 2019
Páginas: 321
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Biografía del autor David Pilling (hasta el 2019)

David Pilling ha sido durante 25 años reportero y editor de The Financial Times. De Asia a Estados Unidos y de África a Latinoamérica, ha entrevistado a decenas de líderes mundiales, importantes ejecutivos, artistas y novelistas de todo el mundo. Ha obtenido numerosos galardones, entre otros, por dos años consecutivos (2011 y 2012), el Premio al Mejor Comentarista concedido por la Society of Publishers in Asia y el de Mejor Comentarista Extranjero en el 2011 en los premios británicos Editorial Intelligence Comment Awards.

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Texto de la contraportada

Los economistas y su culto al crecimiento se han apoderado de la política. Según su sistema de medida por antonomasia, el producto interior bruto, deberíamos ser más ricos o felices que nunca. David Pilling, uno de los más prestigiosos y premiados periodistas económicos, demuestra la insensatez de nuestra dependencia de ese concepto arbitrario, limitado y engañoso que nos empeñamos en tomar como signo de bienestar.
Muchos de los aspectos clave de nuestro bienestar, desde el aire limpio hasta la estabilidad laboral, están fuera de nuestro alcance de nuestra medida estándar de éxito. Durante demasiado tiempo, la economía se ha basado en un lenguaje que no resuena con la realidad de las personas. Según Pilling, nuestra devoción por el PIB conforma las políticas equivocadas, contribuye a la desconfianza creciente de los ciudadanos y sacude los cimientos de nuestra democracia.
"El delirio del crecimiento" revela las tendencias ocultas de nuestra tradición económica y explora alternativas al PIB, desde medidas de riqueza, igualdad y sostenibilidad hasta el concepto de bienestar subjetivo. Provocador, autorizado y tremendamente revelador, ofrece propuestas ingeniosas e inesperadas sobre cómo lograr responder a las necesidades reales en lugar de perseguir el crecimiento a cualquier precio.
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ÍNDICE

El culto al crecimiento
Primera parte. 
Los problemas del crecimiento
1. El monstruo de Kuznets
2. Las contribuciones del pecado
3. El bueno, el malo y el invisible
4. Un exceso de algo bueno
5. Internet me ha robado el PIB
6. Qué le ocurre al ciudadano de a pie

Segunda parte
El crecimiento y el mundo en desarrollo
7. Elefantes y ruibarbo
8. El arte de crecer
9. Poder negro, poder verde

Tercera parte
Más allá del crecimiento
10. Riqueza
11. Un "Domesday" moderno
12. El señor de la felicidad
13. PIB 2.0
14. La conclusión del crecimiento
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RESUMEN

Comentarios iniciales: El crecimiento económico de un país se ha asociado con el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIBI), el medidor estadístico de todo lo que produce y los ingresos de un país. Se considera que si el PIB crece, el país va bien y mejor que antes y que si cae un semestre entero, el país entra en recesión. El problema es que contaminar un río sube el PIB porque la empresa contaminante crece a costa del medioambiente para ganar mucho dinero (lo que genera ingresos) y también sube porque luego el ayuntamiento tiene que contratar una brigada de limpieza y comprar equipos químicos para sanear el río, lo que también genera riqueza. Es lo que se conoce como "externalidad negativa" (pues genera un daño para todos, para los bienes comunes como el aire o el agua, sin que le suponga un coste para el contaminador). Del mismo modo, si aumenta la delincuencia, el Gobierno tiene que comprar más coches patrulla y más policía, lo que también incrementa el PIB aunque en el país haya mayor inseguridad. Asegura que el espejo del PIB (con el que se mira un país) está roto.

 En el libro, David Pilling explica los puntos débiles y contradicciones del PIB (creado durante la Gran Depresión de la década de 1930 y luego la II Guerra Mundial para que Estados Unidos supiese lo que podía producir) y desgrana varios metodos de medición para corregir el PIB, hacer un balance de los costes ambientales, calcular la riqueza para un país que supone el medioambiente y la naturaleza, y examina otros índices como el de Desarrollo Humano o el Índice de la Felicidad.

Dice que actualmente hay una "edad de la ira" debido a una reacción popular desfavorable y el rechazo a instituciones como el liberalismo. Nadie encuentra una explicación porque los países nunca habían sido tan ricos pero la gente no ve la realidad de su vida reflejada en el relato oficial contado por los economistas. Hay detrás cuestiones de identidad, sensación de impotencia, falta de vivienda asequible, ausencia de comunidad e indignación contra la política monetaria y los crecientes niveles de desigualdad. Pilling señala que ahora las definiciones de "crecimiento" y "economía" ya no encajan con la experiencia vivida por la gente. Pilling intenta explicar dicha "brecha". Además, el crecimiento genera una "carrera armamentística" para ganar más o un "ir más rápido la rueda del hámster de la economía", un impulso que controla nuestras vidas.

Pilling explica el PIB, nacido en la era de la manufactura, es ciega a la moralidad porque mide la producción sin importar si es buena o mala. Le gusta la contaminación, el delito, el huracán Katrina, la escalada armamentísca y la reconstrucción de una ciudad tras un desastre natural o una guerra (pues todo esos son gastos que suben el PIB).  En cambio, no le gustan los trabajos sin remunerar como las labores en el hogar, echarle una mano a un amigo o el voluntariado o el camino que recorre una niña de Etiopía para  buscar agua a un pozo. El problema actual es que el PIB no encaja bien en las economías de servicios, predominantes en los países ricos, ni tampoco mide bien el progreso (un antibiótico vale céntimos pero es muy valioso). Cree que la definición de economía es bastante tosca y "todos percibimos que algo está mal" tras la crisis financiera del 2008. En esa época, bautizada como "La Gran Moderación" el crecimiento se construyó muy rápido  sobre la deuda doméstica y una ingeniería financiera impulsada por "banqueros enloquecidos por los bonus". El crecimiento anterior al 2008 resultó ser una ilusión.

Recalca que el PIB está muy centrado en la manufactura y lo analógico y que el medidor se está volviendo irracional a medida que pasamos a los servicios y lo digital. Pone como ejemplo Japón, considerado un país estancado desde 1990 a pesar de que no era pobre porque el desempleo era muy bajo, los precios eran estables o caían y la calidad de vida mejoraba. Apenas había delincuencia ni droga, la calidad de la comida era muy buena y la esperanza de vida era una de las más longevas. Pero según el PIB, Japón era un fracaso. Dice que lo que realmente importa como el aire limpio, las calles seguras, trabajos estables y mentes sanas se encuentra fuera del campo de visión del PIB.

Otro problema del crecimiento es que requiere una produción y un consumo incesantes, porque si no deseamos más cosas y no somos insaciables, acabará deteniéndose. "En lo más profundo de nuestro corazón sabemos que ese camino conduce a la locura", dice. Eso conlleva un despilfarro por la compra de objetos innecesarios o ridículos, y la fabricación de electrodomésticos con obsolescencia programada o diseñado. Y luego, las rentas medias son una "trampa" y "engañosa" porque el pastel económico de un país no se reparte de forma igual y la media nacional está distorsionada porque incluye a ultrarricos y a superpobres. El autor dice que este dato es importante porque la felicidad no depende de su riqueza absoluta sino de la que tienen comparada con los que le rodean (descubrir que cobras menor salario que tus compañeros iguales te hace muy infeliz y ves una injusticia). El ciudadano, dice el autor, se ha dado cuenta de que las engañosas representaciones de los economistas, sobre todo cuando exigen sacrificios o imponen recortes en colegios y hospitales "en aras del sagrado crecimiento". Un crecimiento sin fin que preocupa a los ecologistas porque podría destruir el planeta como un cáncer.

Por este motivo, varios países han intentado calcular el bienestar, como medida complementaria al crecimiento económico. Se denomina "bienestar subjetivo" a la riqueza, igualdad y sostenibilidad (la felicidad).

El autor dice que el propósito del libro no es guerrear contra el crecimiento si no mostrar lo que está mal en la medición del crecimiento para derribarlo de su pedestal.

El francés Necker redactó el informe Compte rendu au roi (un informe al rey Luis XVI) en 1781 para probar que Francia estaba boyante y podía meterse en la Guerra de la Independiencia de las colonias americanas pero omitió decir que Francia se había endeudado cuando él fue ministro de Finanzas. Petty también hizo una contabilidad nacional en 1652. Los fisiócratas introdujeron el concepto de clases productivas (agrícolas frente artesanos,profesionales, comerciantes y la burocracia real). Adam Smith también insistió en las clases productivas e improductivas (gobierno, armadas). El autor se pregunta si debemos ignorar el gasto público o a los payasos, psicoanalistas y maestros (la URSS no incluyó en su balance a los servicios).

El inventor del PIB fue Simon Kuznets, al que el autor apoda el doctor Frankestein de la economía porque su creación adoptó una vida y dirección propias. El presidente Roosevelt le ordenó en 1933 crear una contabilidad nacional y Kuznets decidió concentrar toda la actividad (la renta nacional) en un único número (que hicieron mediante encuestas y extrapolación de sondeos). Así descubrió que la economía entre 1929 y 1932 se había reducido a la mitad (por el Crack de 1929).
Pero pronto surgieron divergencias: Kutnets buscaba una medida que reflejase el bienestar y excluir las actividades ilegales, las industrias dañinas, la publicidad y el gasto público (gastos en defensa) o incluirlas en un "debe" y un "haber". Fue Keynes el que propuso incluir el gasto público en el PIB (el estímulo fiscal keynesiano), por lo que se le considera el auténtico inventor del PIB. El resultado es que las advertencias de Kutnets sobre el PIB "malo" fueron ignoradas y ahora se piensa que las economías rinden más cuanto más grandes son nuestros bancos, más persuasivos los publicitarios, peor la delincuencia y más cara la sanidad.

En el 2012, dos estadísticos del Reino Unido (Abramsky y Drew) empezaron a contar prostitutas por orden de la Eurostat (la sección estadística de la UE), que quería estandarizar el cálculo de la renta nacional (la actividad económica incluye cualquier transación monetaria y voluntaria). En Colombia, cuentan la producción y venta de droga (el 6 % del PIB en los años 80 y un 1 % en el 2010). En Italia, la economía sumergida disparó un 18 % el PIB en 1987. El autor argumenta que se acepta la venta de tabaco como parte del PIB aunque tiene un coste oculto (enfermedades, costes sanitarios).

El autor también analiza los sobreprecios en la sanidad por fármacos y pruebas con facturas infladas (que también inflan un 17 % el PIB en EE.UU frente al 11 % de Francia). Pilling dice que el lobby farmacéutico gasta tres veces más dinero que el armamentísco en influir en políticas de Washintong. A pesar del gasto, la esperanza de vida en EE.UU. no es la más alta del mundo (es Japón, con la mitad del gasto). La única de aumentar el gasto público sanitario es hacerlo más ineficiente (sueldos muy altos, fármacos muy caros,...). Es decir, la contabilidad nacional está sesgada hacia el sector privado (más caro) y se puede mejorar el sector sanitario público sin que el PIB crezca nada.
En Japón, se subió el PIB a costa de hacer que las mujeres abandonasen las tareas del hogar (que no computan en la contabilidad nacional) para aceptar trabajos precarios mal pagados, por lo que se les obligó a hacer un trabajo extra.

 Por su parte, Landefeld intentó contabilizar el trabajo doméstico aplicando las tarifas por hora de un limpiador (supondría un 26 % más de la economía de Estados Unidos). En Inglaterra, lo calcularon por coste de servicio (hacer comida al precio de menú de bar barato, coladas a precio de lavandería), cuidado de niños a precio de una nanny, llevar al colegio a los niños a coste de desplazamiento en bus... (supondría aumentar un 45 % el PIB del EE.UU.). El autor dice que estos estudios descubrieron que la producción doméstica disminuye la desigualdad.

El autor también estudia el PIB islandés, inflado antes de la crisis del 2008 por servicios financieros tóxicos, que también contribuían al crecimiento (bajo los pilares de desregulación, liberalización y privatización). Pilling describe esta "creación de riqueza" bancaria: "se intercambiaban pedazos de papel entre ellos, los prestaban de forma temeraria y luego se pagaban inmensos bonus a sí mismos". Triunfó la "financiarización", donde los mercados anónimos sustituyeron a la relación entre prestamista y prestatario. Se trataba de papeles que no añadían nada a la economía real. En el PIB, asignar capital de manera incorrecta se mide igual que de forma correcta.

El autor también examina la economía digital: alquileres de apartamentos en Airbnb, comprar vuelos baratos en Skyskanner, oír jazz en Spotify, vas en Uber al aeropuerto... Pilling dice que la economía digital ha desdibujado la distinción entre trabajo, ocio y tareas domésticas, cambiando el llamado "límite de producción" entre las actividades que contamos y las que no. El PIB se enfrenta a un problema de falta de encaje porque fue diseñado en su origen para contabilizar bienes manufacturados tangibles, que pierden relevancia en la economía moderna, en palabras de Will Page (de Spotify). La economía digital elimina los costes de transacción (lo que haría un empleado y ahora haces tú mismo) y sustituirlos por la comodidad (que no se mide). Aunque la economía se contraiga, todo el mundo está mejor porque la tecnología destruye lo que no se necesitaba. El autor replica al ejecutivo de Spotify que los empleos destruídos (como el de recepcionista de embarque en el aeropuerto) "ahora han sido externalizados en ti" pero ya no computan en la economía. Se supone que todos estos ahorros llenan los bolsillos de dinero extra a alguien que aumentará su consumo y hará crecer la economía.

Otro factor a tener en cuenta en la economía digital (la llamada "economía participativa") es que los precios de las telecomunicaciones se han desplomado (y los ordenadores son más baratos y mejores que hace 3 años, aunque este progreso no se mide en el PIB por lo que se sobreestima la inflación y se subestima el tamaño real de la economía) y las webs son gratis aunque pagas viendo publicidad o pagas dando tus datos. Esto significa que hay un "excedente del consumidor" (Marshall): lo que pagas por una cosa y lo que realmente vale (el iPhone vale mucho más). Sin embargo, el sector de telecomunicaciones solo representa el 4 % del PIB de EE.UU. desde hace 25 años, cuando se cree que tiene que ser mayor. Si se pagase a alguien 22 dólares a la hora por el tiempo que pasa en Facebook, se aumentaría un 0.4 % el PIB (que sería el excedente del consumidor, o tiempo extra que ha ganado gracias a la digitalización) pero algunos discrepan: si nadie paga a alguien por ver gatos en la vida real, por qué se iba a pagar por ver vídeos de gatos en You Tube.

Otra cuestión que aborda es la innovación: la lavadora fue revolucionaria porque permitió que la mujer fuese a trabajar fuera de casa y los aviones ahorraron mucho tiempo en viajar (pero desde hace 50 años no se vuela más rápido). Hay un estancamiento en la innovación y en la productividad. También hay que tener en cuenta la calidad (no se puede comparar el tren bala japonés con el lento Amtrak americano).

Otra crítica al PIB es que se concibió para los Estados-nación y resulta que ahora el mundo está globalizado [nota del lector: o lo estaba, a causa de la pandemia del coronavirus en el 2020], las multinacionales como Apple tributan en países con fiscalidad baja, por lo que la idea de producción doméstica carece de sentido.

Otro problema es el declive de la clase trabajadora blanca americana y la caída de su esperanza de vida (muertes por desesperación). Aunque la economía de EE.UU. se triplicó por tres desde 1970, pero en el 2008 los ciudadanos no universitarios (y, por tanto, con ingresos bajos)perdían quince años de esperanza de vida porque los sueldos se habían estancado a partir de 1970 (los sindicatos habían perdido poder de negociación).

En los siguientes capítulos aborda la cuestión del medioambiente: cuánto se debe valorar la naturaleza (se hacen cálculos, como estimar un hermoso prado o un humedal con el cereal que se podría cultivar, un bosque con los árboles a talar...) y las cifras son muy bajas (unos 7 billones de dólares, una cifra ridícula).

También se ha intentado calcular el índice de Desarrollo Humano teniendo en cuenta la esperanza de vida, la salud y la educación. Parece diseñado para que los primeros de la tabla sean los países escandinavos (sistema mixto socialista y de libre mercado).
Otro índice para sustituir al PIB ha sido el Índice de Felicidad. Lo propuso Buthán pero la idea de felicidad es demasiado tradicional (vivir en el pueblo con las vacas haciendo vida contemplativa y sin televisión no excita a las generaciones más jóvenes, que prefieren la ciudad). El índice de felicidad se calcula mediante encuestas pero estas son muy burdas: el encuestado debe indicar si es "poco feliz", "feliz" o "muy feliz". Al ser tan estrecho, el abanico, en EE.UU. no ha aumentado la felicidad en 40 años.

El autor también distingue el concepto de la felicidad de Bentham (utilitarista, del siglo XVIII), que básicamente consiste en cuestiones objetivas como tener techo, dinero, etc... que se pueden medir pero no recogen otros factores como la vida social o la amistad.



                               

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