Geopolítica y poder global. Resúmenes

Resúmenes de libros de Geopolítica y poder global

1. "Las consecuencias económicas de la paz", de John M. Keynes (1920)

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https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/05/las-consecuencias-economicas-de-la-paz.html

2. "Los límites del crecimiento", Dennis Meadows / Club de Roma (1972)

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https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/06/los-limites-del-crecimiento-de-dennis-l.html

3. "El fin de la Historia", Francis Fukuyama (1992) 
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4. "El choque de civilizaciones", de Samuel P. Huntington (1996)

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5. "Informe Lugano", de Susan George (1999)

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6. "La anarquía que viene", de Robert D. Kaplan (2000)

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7. "El Minotauro global", de Yanis Varoufakis (2011)

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8. "¿Por qué manda Occidente... por ahora?", de Ian Morris (2011)

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9. "Destrucción masiva. Geopolítica del hambre", de Jean Ziegler (2011)

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10. "La venganza de la geografía", de Robert D. Kaplan (2012)

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11. "El fin del poder"
, de Moisés Naím (2013)

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12. "¿Quién domina el mundo?", de Noam Chomsky (2016)

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13. "Así se domina el mundo", de Pedro Baños (2017)

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14. "El dominio mundial", de Pedro Baños (2018)

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Resumen del libro "Las consecuencias económicas de la paz", de John M. Keynes (1920)


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Resumen elaborado por E. V. Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, economía internacional, historia económica, geopolítica

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Ficha técnica

Título: "As consecuencias económicas da paz"

Título original en inglés: "The Economic Consequences of the Peace"

Fecha de publicación: Nueva York, 1920

Autor: John Maynard Keynes

Publicación en gallego: Universidad de Santiago y Fundación BBVA, 2015,

Número de páginas: 248

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Texto de la contraportada

Traducción

"Al final de la Primera Guerra Mundial, los países vencedores, desigualmente afectados por la devastación bélica, dirigieron reclamaciones indemnizatorias contra Alemania, lo cual no era raro pues la avidez expansionista y belicismo del Reich fue determinante en la provocación del conflicto.

Pero, además de las indemnizaciones, en cantidades valoradas con absoluto exceso, el Tratado de Versalles de 1919 imponía duras limitaciones a la reconstrucción de la economía alemana, arrebatándole yacimientos, recursos, instalaciones productivas, medios de transporte e instrumentos jurídicos y políticos, que elevaban de raíz la reconstrucción del país.

John Maynard Keynes, que formaba parte del grupo de asesores del gobierno británico en las negociaciones de la Conferencia de Paz de París, advirtió a sus representantes gubernamentales de que tan excesivo comportamiento, además de romper el futuro económico de Alemania, tendría graves consecuencias para el futuro de Europa en su conjunto. Las consecuencias económicas de la paz, publicado en el mismo  año de la firma del Tratado de Versalles y que constituyó un clamoroso éxito editorial y pronto publicado a once idiomas, contenía la exposición de sus argumentos al respecto.

No se trata de un ensayo académico de lecciones de economía sino, más bien, de un alegato al sentido común, en el que se mezcla la pasión, la erudición, la crítica, la política y, sobre todo, la economía real. Keynes refleja, con elegancia, dominio de la lengua y dotes para la descripción, su malestar y preocupación sobre las duras y, en algún caso también, ambiguas disposiciones económicas del Tratado, que acabarían, según él, desmantelando la economía de Alemania y, en última instancia, socavando las perspectivas de la paz y la reconciliación.

Cuando el III Reich invade Polonia el 1 de septiembre de 1939, el valor profético de la obra de Keynes adquiere toda su trágica dimensión".

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ÍNDICE

Prólogo por Jaime  García-Lombardero y Viñas.

Las consecuencias económicas de la paz

1. Introducción

2. Europa antes de la guerra

Población

Organización

La psicología de la sociedad

La relación del Viejo Mundo con el Nuevo

3. La conferencia

4. El Tratado

5. Reparaciones

Compromisos adquiridos antes de las negociaciones de la paz

La Conferencia y las condiciones del Tratado

Capacidad de Alemania para pagar

La comisión de reparaciones

Las contrapropuestas alemanas

6. Europa después del Tratado

7. Los remedios

La revisión del Tratado

El arreglo de las deudas entre los aliados

Un préstamo internacional

Las relaciones de Europa Central con Rusia

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RESUMEN

Se cumple este año un siglo de la firma del acuerdo de paz del Tratado de Versalles, que selló mal las tensiones de la Primera Guerra Mundial entre los aliados (Francia, Inglaterra, Bélgica, Estados Unidos e Italia) y Alemania y que sentó las bases para un nuevo enfrentamiento una generación después. El Tratado de Versalles exigía fabulosas indemnizaciones a Alemania por los daños causados en sus ataques a los aliados. Fue una paz a la "cartaginesa", como señala Keynes, en referencia al tratado de paz que impusieron los romanos a los cartagineses para hundirlo comercialmente, lo que desembocó en una nueva guerra púnica.

Comentarios iniciales: La Primera Guerra Mundial supuso una enorme masacre que acabó casi en tablas y desgastó a toda Europa. Alemania, la principal potencia industrial de Europa, tuvo que pedir la paz a los aliados (Inglaterra, Francia, Italia, Benelux y Estados Unidos) a finales de 1918 al verse atrapada en una maniobra ofensiva mal calculada y para replegar a su Ejército al interior para evitar una revolución social (espartaquista) como en Rusia en 1917. El kayser Guillermo II aceptó los catorce puntos del presidente de Estados Unidos para parar la guerra mediante un armisticio e iniciar la ronda de negociaciones.

Keynes recuerda que en la sociedad prebélica de 1913, Europa ya vivía en decadencia mientras que el espíritu capitalista seguía como motor en Estados Unidos. Recuerda que alguien dijo que en Europa sobraban cien millones de bocas a las que alimentar porque la agricultura no daba para todos. Criticaba el sistema social donde el pastel se reparte desigualmente entre las élites, que se llevaban el mayor trozo, y el populacho, cuya población se había multiplicado por encima de los límites de subsistencia ya que mayoritariamente seguía siendo agrícola. A ello se unía la corruptela de los políticos que, tras la guerra y el regreso de la paz seguían con sus prácticas de saqueo, y se afanaban en mantener el status-quo en todos los países. Por tanto, cualquier conferencia de paz o tratado solo iba a seguir manteniendo el status-quo existente.

Francia era las más interesada en hundir económicamente a Alemania porque lo tenía al otro lado de la frontera. Lo ideal para París era convertir a su poderoso vecino industrial en un pintoresco país pastoril lleno de praderas donde pastasen las ovejas. Por eso, el presidente Clemenceau presionó para imponer draconianas condiciones en los tratados que no les parecieron justas a los derrotados. Alemania sufría pérdidas territoriales en la Lorena y Alsacia, Alta Silesia, el estrecho de Danzing en Polonia, parte de Chequia y debía devolver las tierras ganadas a los bolcheviques tras la firma de la paz en Brest-Litotwsky en 1917. También perdía sus colonias en África y el Pacífico. A todo ello se suma, la imposición de cuantiosas indemnizaciones de guerra y la intervención de sus minas de carbón en el Rhur e hierro, que eran la base industrial de Alemania. También perdía su mercado tradicional en Centroeuropa porque su aliado, el Imperio Austrohúngaro, se troceó en diversos países (Austria, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Checoslovaquia, Serbia...) y los hundió económicamente conformando un paupérrimo patio trasero. Además, Alemania perdía toda su flota y Ejército y solo quedaba con efectivos suficientes para mantener el control interno del país y evitar una revolución. Las enormes indemnizaciones de guerra, entre ellas al país neutral Bélgica y los pueblos franceses ocupados, hundieron a Alemania, disparó la hiperinflación y generaron protestas que fueron oportunistamente aprovechadas por Hitler y los nazis en la década de 1920.

Desde el punto de vista geopolítico, el mapa europeo posterior a 1918 era un puzzle salteado de estados pequeños e inestables y supuso la desaparición de cuatro imperios: el Reich alemán (que se transformó en la República de Weimar y perdió sus colonias en África, como Namibia, y el Pacífico), el imperio Austrohúngaro de los Habsburgo (dividido en una miríada de pequeños países), el Imperio Otomano (reducido a Anatolia y Constantinopla, y la liberación de Arabia, Egipto, Siria y Palestina, algunos de ellos protectorados británicos, franceses y rusos) y el Imperio Ruso (reconvertido en la URSS y sus repúblicas satélite).

Keynes, economista y diplomático, llegó con la delegación británica a París en 1919. Había grandes expectativas de cerrar un buen acuerdo de la mano del presidente Wilson. Pero Keynes prontó caló a los principales protagonistas:  Wilson parecía ser el alma mater de la paz pero estaba totalmente desorientado y parecía un aldeano retraído y perdido en medio de las intrigas europeas. A su lado, el primer ministro británico Lloyd George tenía puestos los cinco sentidos juzgando carácteres, penetrando en lo que pensaba cada uno o casi sondeando telepáticamente a cada interlocutor. Mientras Wilson paseaba como un ciego por las Conferencias, el presidente francés Clemenceau  y sus astutos consejeros movían hábilmente los hilos para infligir el mayor castigo posible a Alemania y anularla como potencia rival durante las próximas generaciones. Según Keynes, los franceses retorcían el lenguaje para que, a ojos de Wilson, pareciese un tratado justo, moral y correcto pero cada frase llevaba trampa, estaba finamente atado en los detalles y lleno de cláusulas ambiguas para hundir más a Alemania. A efectos prácticos, el tratado concluía con una frase ambigua que venía a decir que la comisión de paz podría exigir nuevas condiciones a mayores de las firmadas, lo que que creaba dudas sobre el propio tratado.

En el caso de Clemenceau, Keynes da de él da una descripción espeluznante. Lo describe de tal forma que a un lector de nuestros días le recordaría a un siniestro oficial de La Estrella de la Muerte (de la saga Star Wars). Keynes se para a describir sus guantes y frías manos, así como su personalidad engreída y soberbia. Clemenceau había vivido la guerra con Prusia de 1873 que derrotó a Napoléon III, le exigió el pago de una cuantiosa indemnización y tenía en la cabeza la revancha. Su obsesión era destruir económicamente a Alemania. Retrataba perfectamente a los militares franceses que enviaban fríamente oleadas de millones de franceses a morir en las trincheras para ganar un kilómetro de tierra. Keynes repara en que Clemenceau es un político profesional que cuenta con asesores que le están trayendo continuamente noticias de todo lo que se mueve en los salones de la Conferencia de Paz. Es un político curtido al que no se le escapa detalle pues tiene oídos en todas partes y un equipo de habilidosos consejeros que se dedican a conspirar y tramar cláusulas ventajosas para Francia, por no decir abusivas.

Otra de las grandes descripciones de Keynes es la del presidente Wilson, el artífice de la paz pero que en París aparece como un pobre predicador presbiteriano al que nadie le hace caso. A todo ello, se suma que Wilson no acudió con consejeros y fue sin preparar un plan de paz por lo que no tenía un guion. Lo dejó todo a la improvisación y la providencia. Por eso, solo se fijaba en las grandes frases del tratado pero no en las consecuencias ocultas que habían introducido los franceses. 

Keynes recoge por ejemplo que los colonos alemanes en África perdían todas sus tierras y tenían que sufragar gastos de mantenimiento. Además, analizó la produccion de carbón de Alemania antes de la guerra y después (120 millones de toneladas y 90 respectivamente). Francia y Bélgica se llevaban parte de la producción de carbón (además de explotar los yacimientos del Ruhr). Según los cálculos de Keynes, Alemania solo podrían producir para consumo interno 60 millones y no era suficiente. Sus aliados, sobre todo Austria, quedarían descolgados y arruinados. Keynes consideraba que Alemania no podría sostener su industria y que las condiciones de los aliados eran abusivas (precisamente, esa era la intención de Francia, de alejar el problema de Alemania durante varias generaciones). 

Para Keynes, las cláusulas del Tratado eran humillantes para una Alemania que tenía atadas las manos para relanzar su industria (justo lo que quería Francia). Acusó a Wilson de ser un pobre ingenuo al que le habían colado, bajo la apariencia de hermosas frases sobre la paz, unas abusivas cláusulas que volverían nuevamente inestable a Europa con una Alemania llena de tensiones. 

La clave de Keynes está en la población: Alemania era un gigante de 60 a 80 millones de habitantes (frente a los 40 o 50 de Francia), por lo que si se presionaba la caldera, podía estallar. Vio la importancia del potencial de crecimiento de la población en Alemania ligado a problemas económicos para generar un gran conflicto.

En la segunda parte del libro, Keynes calcula la indemnización que Alemania tenía que pagar realmente a cada país: aquí se incluyen los daños materiales por bombardeos (edificios, barcos, fábricas y fincas), pensiones a heridos y a viudas de caídos en combate, así como 1.000 millones de libras a entregar antes de 1921. Keynes critica a los políticos británicos porque, en período electoral, pasaron de un mensaje conciliador y solidario a otro donde se prometía a los electores exprimir hasta el último marco disponible a la potencia perdedora. Algunos candidatos exaltados incluso pedían colgar al kayser. Los políticos franceses y británicos aseguraban que Alemania tenía una enorme riqueza y que se la iba a transferir de inmediato a la población de los aliados. Pronto llovería dinero. Keynes dice que esto no era cierto: Alemania no podía hacer más esfuerzos económicos.

Por un lado, el kayser solo tenía 100 millones de libras en oro en su banco central y ya había entregado 50 a Estados Unidos e Inglaterra para comprar alimentos y provisiones. Keynes advirtió que era mala idea que Alemania entregase su oro del banco porque es con lo que respaldaba el marco y podría devaluarlo si no tenía oro con que garantizar su valor (lo que así ocurrió unos años después al desatarse una hiperinflación galopante del marco). Y señala Keynes: si Alemania pierde su comercio con el resto del mundo occidental (salvo con América del Sur), ¿con quién van a comerciar unos con otros? ¿de dónde va a salir el dinero para pagar las indemnizaciones?

Por otro, Alemania tenía sus principales mercados en el sur y este de Europa (los Balcanes, Rumanía, Bulgaria, Turquía) pero estos estarían condenados a la pobreza porque Alemania ni siquiera les podría exportar carbón, que iba destinado a los aliados. No había de dónde sacar más dinero.

En cuanto a los valores en Bolsa de Alemania y otros bonos, no ascendían a más de 100 millones de libras y el resto Alemania ya lo había vendido meses antes de que Estados Unidos se uniese a la guerra.

Keynes calcula que el coste máximo de la indemnización por daños sería de 5.000 millones de libras (500 para Bélgica, 800 para Francia, 500 para Inglaterra en cuanto a inmuebles dañados; a ello se suman otras cantidades por la guerra submarina) y otros 3.000 por pensiones y viudez. Cree que los 8.000 millones de libras es una cifra más que aceptable pero el propio tratado no la fija. Considera que hubiera sido más adecuado establecer una cifra y luego distribuirla justamente entre todos los países dañados y no esperar a que cada perjudicado enviase sus reclamaciones.

Por otra parta, había que descontar los 2.000 barcos que Alemania entregó inmediatamente a Inglaterra como indemnización de guerra.

Sobre la forma de pago de Alemania, tenía que poner 1.000 millones de libras en 1921 y luego ir pagando en función de sus posibilidades entorno a 100 o 160 millones al año. El problema es que los intereses iban generando una bola de nieve de forma que en 1936 ya tendría que estar pagando el doble de lo adeudado. Keynes calcula el pago de la deuda para 50 años. [Nota del lector: la canciller Ángela Merkel pagó la última deuda de la Primera Guerra Mundial en el siglo XXI]

La conclusión de Keynes es que el tratado era tan injusto que Alemania quedaría aplastada por la deuda y que no podría crecer económicamente (justamente lo que pretendían los francesas), por lo que también se dificultaría el abono de indemnizaciones a los aliados. Además, prevé que el hundimiento del valor del marco (al quedarse Alemania sin reservas de oro) arruinaría a todos y al comercio internacional.

En concreto, Keynes calcula que Alemania no podrá pagar más de 2.000 millones de libras de las 8.000 que tendría que abonar.

Keynes también advierte del proceso hiperinflacionario que se está gestando en Europa. Recuerda que el marco vale 8 veces menos que en 1913 en el mercado interior y, 16, en el extranjero. Lo mismo ocurre con otras monedas en Francia e Italia debido a que se pusieron en circulación muchos billetes.

Alemania exporta productos por valor de 504 millones de libras e importa por 538. Con el Tratado, su producción no aumentaría. Sus principales proveedores son el Imperio Británico (98 millones) y Estados Unidos (85) y Rusia (71) mientras que sus mejores clientes son Imperio Británico (91 millones) y Austria-Hungría (55) y Rusia (44).

Por otra parte, Keynes advierte de que los países aliados están endeudados con Estados Unidos (prestó 1.890 millones de libras). Francia le debe 550 a EE.UU y otros 508 al Reino Unido, e Italia 325 y 467. Por su parte, el Reino Unido debe 842 a Estados Unidos (aunque eran préstamos que luego entregaba a los aliados). La idea de Keynes es que EE.UU. condone la deuda a sus aliados o que la cancelen entre ellos para que estos puedan empezar de cero económicamente. Veía injusto que Italia tenga que pagar una deuda de 827 millones mientras que los países perdedores, como Austria o Checoslovaquia, no paguen nada por estar en quiebra. [nota del lector: al final, EE.UU. exigió hasta el último centavo a sus aliados]. La propuesta de Keynes es que EE.UU. les vuelva a conceder créditos a la reconstrucción a estos países.

Otra de las propuestas de Keynes es convertir a Europa en un espacio libre de aduanas y eliminar las fronteras a las mercancías. La razón es que antes había cuatro imperios fronterizos y ahora hay 20 países, lo que estancará la economía, ya que cada nación mirará para su propio interés, por lo que no se fomentará el librecambio. Propone una zona de libre comercio entre Europa central y del Este, Siberia, Turquía, Reino Unido, Egito e India, que haría tanto bien a la prosperidad mundial como la propia Sociedad de Naciones.

 El autor también es partidario de que Alemania asuma la iniciativa comercial con el Este de Europa y Rusia para crear allí un mercado porque, de lo contrario, competirá con el Reino Unido en América. Ve importante que Alemania recupere pronto su producción para pagar su deuda, tener a sus trabajadores bien alimentados para que sean productivos y generar riqueza en los países vecinos, actualmente hundidos en la miseria. De lo contrario, advierte que podría haber guerras civiles y revoluciones.

En cuanto a las relaciones de Rusia con Alemania, Keynes examina la posibilidad de que ambos países creen un bloque militar común. Ve difícil que el gobierno burgués alemán se entienda con Lenin pero cabe otra posibilidad: que la reacción triunfe en Rusia y en Alemania. En concreto, advierte que un gobierno reaccionario en Brandemburgo crearía un poderoso núcleo militar en el corazón de Europa con nuevas aspiraciones imperiales y unas aspiraciones "napoleónicas" que resurgirían cual ave Fénix [nota del lector: dio en el clavo, Hitler encabezó años después ese gobierno reaccionario y militarizado, como previó Keynes]. Recuerda que Alemania aceptó las condiciones del armisticio porque quería conservar íntegro su territorio de 1870.

Respecto a Rusia (controlada por los bolcheviques) descarta el bloqueo económico porque es el gran exportador de cereales para Europa, que necesita alimentos urgentemente.

El libro finaliza con algunas propuestas: reformar el Tratado para hacerlo más benigno y proclive al librecambio para fomentar el comercio internacional entre las naciones, sustituir a la Comisión de Reparaciones por la Sociedad de Nacionales para verificar que los pagos de indemnizaciones se cumplen (aconseja 50 millones al año para dejar que Alemania se recupere).

También se muestra crítico con los actuales gobernantes de los aliados y el dinero que recibirán en préstamos e indemnizaciones: Polonia se lo gastará en ejercer el papel de policía que le encomendó Francia entre sus vecinos, las élites de Rumanía se repartirán el botín, Italia lo gastará en luchas con Yugoslavia... Cree que el único que hará algo productivo con los préstamos será Alemania, que invertirá en su industria y en recuperar su antigua prosperidad material. Por eso, proponía que los aliados le diesen abundantes créditos a Alemania durante cinco o diez años, así como barcos, materias primas y alimentos y le abriesen sus mercados para hacerla la mayor nación industrial del mundo y que así pudiese devolver todas las indemnizaciones de guerra. Otra idea era exigir el pago en oro aprovechando la devaluación de las monedas. Tampoco descarta grandes avances y progresos que eleven el nivel de vida en los siguientes años.

Lo que parece claro, dice Keynes, es que nadie tenía un conocimiento exacto de la capacidad de pago de Alemania durante muchos años pero los políticos "mentían" y decían a sus electores que podía llegar a pagar 10.000 millones de libras.

El párrafo más tétrico de Keynes es uno al final del libro que dice: "Si creemos que todos los aliados son ángeles puros y los enemigos hijos del demonio, si ansiamos año tras año ver a Alemania empobrecida y a sus hijos morir de hambre y enfermedad, rodeada de enemigos, si rechazamos las proposiciones que ayuden a Alemania a recuperar una parte de su antigua prosperidad material y de hallar medios de vida para la población industrial de sus ciudades, si esa es la manera adoptada por las democracias de Europa Occidental y respaldada financieramente por Estados Unidos, entonces ¡que el Cielo nos salve a todos! Si aspiramos deliberadamente al empobrecimiento de Europa central, no dudo en predecir que no ha de tardar la venganza. No habrá nada que pueda retrasar por mucho tiempo la guerra civil, la última, entre las fuerzas de la reacción y las convulsiones desesperadas de la revolución, ante cuyos horrores parecerán insignificantes los de la última guerra alemana y que destruirá, cualquiera que fuese el vencedor, la civilización y el progreso de nuestra generación".

El autor concluye con pesimismo que el Tratado de Versalles no incluye ninguna disposición para lograr la rehabilitación económica de Europa: nada para colocar a los imperios centrales, derrotados, entre los vecinos, nada para darles estabilidad a los nuevos Estados de Europa, nada para levantar a Rusia. Tampoco promovió ninguna forma de solidaridad económica entre los propios aliados. En París no se logró ningún arreglo para restaurar la desorganizada Hacienda de Francia e Italia ni para hacer concordar los sistemas del Viejo y el Nuevo Mundo.

Añade que el Consejo de los Cuatro no prestó atención a estos problemas por estar preocupado por otros: Clemenceau, con ahogar económicamente a su enemigo Alemania; Lloyd George, con hacer algo y llevar para casa algo que durase una semana; el presidente Wilson con no hacer nada que no fuese justo y correcto. A Keynes le parece un "hecho sorprendente" que nadie tratase de la cuestión clave ante sus ojos: una Europa hambrienta y deshecha. Las reparaciones de guerra era su única cuestión económica y la resolvieron como un problema de teología, de política, de táctica electoral, menos resolver el porvenir de los Estados que tenían en sus manos.

 Incluye también una premonición del conde Brockdorff-Rantzau, de la comisión alemana, quien advirtió que Alemania no podría alimentar a toda su población si se les privaba a 15 millones de la navegación (la flota había sido entregada a Inglaterra) y el comercio y auguraba una catástrofe y muertes en masa si retrocedían medio siglo. El Tratado sentenciaría a muerte a millones de alemanes, hombres, mujeres y niños.






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Resumen del libro "Los límites del crecimiento", de Dennis L. Meadows / Club de Roma (1972)


Resumen original y actualizado del libro en el siguiente link:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/06/los-limites-del-crecimiento-de-dennis-l.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, ecología, crecimiento económico, medio ambiente, desarrollo sostenible,

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Ficha técnica

Título: "Los límites del crecimiento"

Autor (dirección): Dennis L. Meadows y colaboradores del MIT (Club de Roma)

Lista de participantes: Dennis L. Meadows (director), Alison A, Anderson (contaminación), Jay M. Anderson (contaminación), Ilyas Bayar (agricultura), William W, Behrens III (recursos), Farhad Hakimzadeh (población), Steffen Harbordt (tendencias sociopolíticas), Judith A. Machen (administración), Donella H. Meadows (población), Peter Milling (capital), Nirmala S. Murthy (población), Roger F. Naill (recursos), Jorgen Randers (contaminación), Stephen Shantzis (agricultura), John A. Seeger (administración), Marilyn Williams (documentación) y Erich K. O. Zahn (agricultura).

Título en inglés: "The Limits to Growth"

Publicado en 1972

Edición en español: Fondo de Cultura Económica, México (1972-1982)

Páginas: 253

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Texto de la contraportada

Un grupo de intelectuales y hombres de empresa y de ciencia de Europa y Norteamérica, a los que se han agregado estudiosos de Asia, África y América Latina, resolvió en 1968 emprender con los métodos que la cibernética y las ciencias sociales son capaces de usar hoy en día, un examen a fondo de las interrelaciones entre crecimiento de la población, desarrollo industrial y agrícola, utilización de los recursos naturales y contaminación del medio ambiente en una perspectiva de largo plazo hasta por lo menos mediados del siglo XXI. Tras una labor de más de tres años, con base en la mejor información disponible, el grupo técnico elaboró los modelos que son objeto del presente estudio, cuya versión original ha suscitado ya, en el mundo entero, apasionadas polémicas.

Los modelos muestran diversas alternativas de las que se desprende que de seguir las tendencias actuales, se excederá la capacidad del planeta para sostener una población siempre creciente. Lejos de tener ninguna intención alarmista, los análisis efectuados pretenden llamar la atención sobre las consecuencias de distintas posibles situaciones reales, con objeto de que los responsables de la conducción de la Humanidad puedan prever las medidas y las políticas que serían oportunas para que no se llegue a una situación catastrófica.

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ÍNDICE

Prólogo a la edición en español: "Allende el año 2000"

Presentación

La condición humana

La problemática mundial: síntomas y enfermedad

El proyecto del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)

Introducción

Perspectivas humanas

Problemas y modelos

1. Naturaleza del crecimiento exponencial

La matemáticas del crecimiento exponencial

Modelos y crecimiento exponencial

Crecimiento de la población mundial

Crecimiento económico mundial

2. Los límites del crecimiento exponencial

Alimentos

Recursos no renovables

La contaminación

El crecimiento exponencial de la contaminación

Límites superiores desconocidos

Rezagos naturales en los procesos ecológicos

Distribución global de los contaminantes

Los límites de la contaminación

Un mundo finito

3. El crecimiento en el sistema mundial

Objetivos del modelo mundial

La estructura del circuito de retroalimentación

Hipótesis cuantitativas

Uso de recursos "per cápita"

La utilidad del modelo mundial

4. La técnica y los límites del crecimiento

La tecnología en el modelo mundial

La tecnología en el mundo real

5. El estado de equilibrio global

Frenos deliberados en el crecimiento

El estado de equilibrio

El crecimiento en el estado de equilibrio

La igualdad en el estado de equilibrio

Comentario

Apéndice: "Estudios relacionados con el actual"

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RESUMEN

Comentarios iniciales:  "Los límites del crecimiento" es una obra clásica que se publicó como informe en 1972 por el Club de Roma. Fue uno de los primeros en alertar de que era una mala idea pensar en un crecimiento exponencial en un planeta con recursos limitados. Una de las pruebas era que el petróleo se iba a agotar y, casualmente, en 1973 estalló una crisis energética sin precedentes. Casi 50 años después, las advertencias del Club de Roma siguen vigentes, en un planeta sobrecalentado. En 1972, la población mundial era de 3.500 millones de personas; ahora son el doble y en el 2050 se espera llegar a los 10.000 millones.

Los autores advierten de que uno de los mitos más generalizados en la sociedad actual es la promesa de que el mantenimiento de los patrones prevalecientes de crecimiento llevará a la igualdad entre los hombres. En realidad, el crecimiento de población y capital ensanchan la "brecha" que existe entre ricos y pobres en el mundo y dicho patrón lleva a un "colapso desastroso". Añaden que el mayor impedimento para una distribución más igualitaria de los recursos mundiales es el crecimiento demográfico (según aumenta la población, la distribución es más inequitativa). La solución que proponen es dirigir el mundo a un crecimiento estacional (estable, con población y capital estables). Calculan una población estabilizada en 8.200 millones si se pusieran en marcha ya el control de natalidad en 1972 y el reemplazo familiar fuese efectivo en el 2000.

"No emprender ninguna acción para resolver estos problemas equivale a emprender una acción poderosa. Cada día que transcurre de crecimiento exponencial sostenido va acercándose el sistema mundial a sus límites últimos de crecimiento. La decisión de no hacer nada aumenta el riesgo de colapso. No podemos decir con certeza cuánto tiempo puede la Humanidad aplazar el inicio de controles deliberados de su crecimiento, antes de que pierda la oportunidad de controlarlo. No puede continuar cien años más. Debido a los regazos, si la sociedad global espera a que estos obstáculos se manifiesten claramente, habrá esperado demasiado", indican los autores. Advierten que "la Humanidad podría ahora iniciar una transición controlada y ordenada del crecimiento hacia el equilibrio global".

El libro se plantea esta pregunta: "¿Existen recursos suficientes para que pueda llevarse a cabo el desarrollo económico de los 7.000 millones de habitantes que se prevé que tendrá el mundo en el año 2000, a un nivel de vida razonablemente elevado?". La respuesta es: depende de la manera como las principales sociedades consumidoras de recursos traten algunas decisiones importantes que afrontar. Podían seguir aumentando el consumo de recursos conforme a la tendencia actual. Podrían aprender a recuperar y reciclar materiales desechados. Podrían desarrollar nuevos diseños para aumentar la durabilidad de productos derivados de recursos escasos. Podrían fomentar patrones económicos y sociales que satisficieran las necesidades de una persona, a la vez que minimizaran, en lugar de maximizar, las sustancias irremplazables que esa persona posea y desgaste. "Todas esas posibilidades implican sacrificios que son partícularmente difíciles en este caso porque conllevan la elección entre beneficios presentes y futuros", dice. Una de las soluciones es subir el precio de los recursos para hacerlos "antieconómicos" pero el aumento poblacional obligará a que el sistema se vea empujado a sus límites y al agotamiento de los recursos mundiales no renovables.

Según indican, el hombre se enfrenta a toda una gama de problemas que parecen intratables e inasibles: deterioro del medio ambiente, incontrolable expansión urbana, inseguridad de empleo, enajenación de la juventud, rechazo del sistema de valores de nuestra sociedad por parte de una proporción siempre en aumento de la población, inflación. Se trata de problemas que surgen en países en desarrollo, son complejos y actúan vigorosamente entre sí de una manera que aún nos resulta incomprensible. 

Dicen que el predicamento de la Humanidad es que somos capaces de percibir los síntomas individuales del profundo malestar de la sociedad; sin embargo, no podemos entender el significado y la interrelación de sus innumerables componentes y diagnosticar sus causas básicas, y por lo mismo, somos incapaces de planear respuestas adecuadas al caso. Dicen que hay que, ante la perspectiva cortoplacista, hay que introducir cambios profundos para rectificar la situación mundial antes de que sea demasiado tarde.

Advierten que 

1) Si se mantienen las tendecias de 1972 de crecimiento de la población mundial, industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los próximos cien años. El resultado más probable sería un súbito e incontrolable descenso de la población y de la capacidad industrial.

2) Es posible alterar estas tendencias de crecimiento y establecer una condición de estabilidad ecológica y económica que pueda mantenerse durante largo tiempo. El estado de equilibrio global puede diseñarse de manera que cada ser humano pueda satisfacer sus necesidades materiales básicas y gozar de igualdad de oportunidades para desarrollar su potencial particular.

3) Si los seres humanos deciden empeñar sus esfuerzos en el logro del segundo resultado en vez del primero, cuanto más pronto empiecen a trabajar en ese sentido, mayores serán las probabilidades de éxito.


En primer lugar, el grupo aborda el concepto de "perspectivas humanas". Señalan que estas varían en tiempo y en espacio y todo interés humano se localiza en algún punto de la gráfica tiempo-espacio. Afirman que la mayoría de población del mundo se preocupa por cuestiones que afectan únicamente a su familia o a sus amigos en un período corto de tiempo. Otros ven más allá y en un área más amplia (una ciudad o un país). Muy pocos tienen una perspectiva global que se proyecte a un futuro muy lejano. Por ejemplo, la preocupación la próxima semana por la familia es enorme, lo mismo que los amigos, pero menos intensa para el país o mundo. El próximo año, esta preocupación continúa para la familia y amigos, pero se va diluyendo para un período de vida del sujeto o la vida de sus hijos.

Otro dato del que alertan es que el consumo de fertilizantes crece exponencialmente con un tiempo de duplicación de casi diez años. Su uso en 1972 era cinco veces mayor que en 1945.

Respecto a la población, el informe calculaba que la población urbana total aumente exponencialmente en las regiones menos desarrolladas del mundo y casi linealmente en las desarrolladas. En las menos desarrolladas, la población se duplica cada 15 años. Se esperaba pasar de 400 millones a 2.000 millones de habitantes urbanos en el Tercer Mundo y de 500 a 1.200 millones en las ciudades de las regiones más desarrolladas.

Respecto al ahorro, explican la diferencia entre crecimiento exponencial y lineal con el ejemplo de 10.000 dólares guardados bajo el colchón. En la versión mexicana, si una persona guarda diez pesos bajo su colchón, sus ahorros crecerán linealmente. Si después de diez años, invierte sus 100 pesos a una tasa de interés del 7 %, esos 100 pesos crecerán exponencialmente, con un tiempo de duplicación de diez años. Mediante estas explicaciones. pretendían concienciar a la gente de que un problema es mucho más problemático si crece de forma exponencial que lineal, en referencia al agotamiento de recursos y al crecimiento de la población.

Exponen que desde 1650 la población mundial ha crecido exponencialmente a una tasa de crecimiento que va en aumento. La población de 1970 ya superaba las previsiones de 1958 (a una tasa de incremento del 2,1 %, se duplicaría en 33 años). Y dieron en la diana porque su proyección estimaba 6.000 millones de habitantes en el 2000 (y, efectivamente, se alcanzaron ese año los 6.228 millones). Lo explican diciendo que mientras aumenta el promedio de fecundidad (proporción de la población que da a luz anualmente), disminuye el promedio de mortalidad (la proporción de la población que muere anualmente).

También tienen en cuenta la producción industrial mundial desde 1963. Ve un claro aumento exponencial a pesar de pequeñas fluctuaciones. Si la tasa media de producción total está creciendo al 7 %, la tasa por habitante es del 5 % anual. El resultado es que en 1970 ya había subido a 150 %.
Además, ven que está aumentando la inversión (nuevo capital añadido anualmente) mientras que disminuye la depreciación (capital desechado anualmente).

Aplicando esta tasa de crecimiento económico (PNB) a diversos países (Estados Unidos, Suecia, Reino Unido, Japón, Argentina, Ghana e India), observan que las tasas de crecimiento exponencial están ampliando la brecha económica que existe entre los países ricos y los pobres. USA pasó de 250 dólares per cápita en 1750 a 3.500 en 1970 mientras que India pasó de 30 dólares en 1850 a 100 en 1970. 
Lo que descubren es que el aumento de la población no se corresponde con el de la producción: Mientras la población de China crecía en 1970 un 1,5 % su PNB crecía solo un 0,3. Caso igual de dramático era el de India. donde el crecimiento poblacional era del 2,5 % y el PNB solo del 1%. Por contra, Estados Unidos crecía un 1,4 % y la tasa del PNB se disparaba un 3,4 % (con lo cual, había más riqueza a repartir), un caso muy parecido al de Alemania. Especialmente afortunado era Japón: aumentaba un 1% su población pero un 9,9 % su PNB (tocaba más a repartir).

Uno de los fallos predictivos del Club de Roma fue la extrapolación del PNB al 2000 (lo situaban al valor del dólar en 1968 pero no contaban con la gran inflación de 1973-1982). A China le calculaban 100 dólares per cápita y en el 2000 resultó tener entre 930 y 2.340.

Respecto a la alimentación, indicaron que América del Norte y Europa Occidental excedían el máximo de proteínas (sobre todo las animales) y calorías necesarias para satisfacer la vida diaria mientras que África Central, Pakistán, India y África, no llegaban a lo necesario. "Existe desigualdad en la distribución no solo entre regiones sino dentro de las mismas regiones", indicaba.

Otro dato que detectaron es que la tasa de crecimiento de la producción total de alimentos en las regiones no industrializadas del mundo es casi la misma que la de la población, de lo que se deduce que el bajo nivel de la producción de alimentos "per cápita" ha permanecido casi constante. En las gráficas se ve cómo aumenta la producción en África, Medio Oriente, Lejano Oriente y América Latina pero a cada habitante le sigue correspondiendo la misma cantidad de alimento a causa del aumento poblacional.

Los expertos también abordan la tierra cultivable. Señalan que el total de tierra cultivable que existe en el mundo es de unas 3.200 millones de hectáreas. La productividad de 1970 exigía 0,4 hectáreas de tierra cultivable por persona. Suponiendo que la población sostuviese su tasa de crecimiento, la tierra disponible se agotaría en el 2000 (si no se mejorase la productividad), se acabaría en el 2045 si se duplicase la productividad y en el 2070 si de cuadriplicase. Pero en todo caso, alertan, la tierra cultivable disponible disminuye porque a medida que la población crece se utiliza con fines urbano-industriales. Con este factor correctivo, la tierra para alimentos se agotaría en el 2000 (de no haber mejoras productivas), 2025 (si se duplicase la productividad) y 2050 (si se cuadriplicase). Los expertos ven demasiado suerte ir superando estos sucesivos "puntos críticos", pues cada vez será más costoso hacerlo.

Luego, pasan a examinar (mediante una simulación informática) las reservas de recursos naturales no renovables. Por ejemplo, el cromo se agotarían en una situación normal en 420 pero si su uso aumenta en un 2,6 %, se terminarán en 95 años. Aunque las reservas se quintuplicasen, solo quedaría para 154 años. Y aunque se pudiese reciclar, no quedará más que para 235 años. A medida que crecen los costos, se frena su uso y el material se reemplaza por otro. Incluso si un hallazgo duplicase las reservas, estas se agotarían muy rápido y el período de duración del recurso solo se prolongaría 20 pírricos años.

De ahí concluyen que "dadas las actuales tasas de consumo de los recursos y el aumento proyectado de las tasas, la gran mayoría de los recursos no renovables hoy importantes tendrán costos extremadamente elevados dentro de cien años".

Al carbón le dan 2.300 años (posible cifra errónea) de duración estática, al petróleo 31 años, al aluminio 100, al cobre 36, al hierro 240, el gas natural 38 y al oro 11. Si se quintuplicasen las reservas, el petróleo duraría 50 años y el gas natural 49.

Por otra parte, estudian la contaminación, de la que culpan directamente al ser humano de su aumento exponencial. En primer lugar, analizan el consumo de energía y PNB per cápita. Ven una importante correlación (al trazar la recta de regresión) entre el consumo de energía y lo que produce cada persona en cada país. Aunque EE.UU. consume el equivalente a 10.000 kilos de carbón por persona y un país pobre, menos de 1.000, se ve una clara línea de correlación. Las diferencias y dispersiones que pueda haber se explican por el clima, precios locales de los combustibles o la incidencia de la industria pesada.

Otra de las alerta que lanza (y que se reveló acertada) es la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera que sigue una línea exponencial desde 1860 y crece 1,5 partes por millón (ppm) al año. Calcularon 380 ppm para el año 2000 (actualmente es de 387; la tasa en el 2000 fue de 2 ppm, invariable desde 1998).

También alertaron de que el desecho térmico liberado sobre la cuenca de Los Ángeles (EE.UU.) estaba afectando ya al clima local.

Del mismo modo, alertaban del aumento de los residuos nucleares a la vez que subía la capacidad de generación nuclear (calcularon que se multiplicaría por 90 en 30 años).

La contaminación por desechos industriales y agrícolas también afectó a la concentración de sal en los lagos (como el de Ontario), lo que generó cambios químicos y un sospechoso descenso agudo y en picado de la pesca de trucas, gobios, sollos, arenques y otras especies. 

Además, analizan la acumulación de desechos orgánicos en el Mar Báltico, donde la circulación del agua es mínima, y se detectó la caída constante de concentración de oxígeno en el agua. En algunas zonas es cero, y no puede albergar vida.

Otro factor es el consumo de mercurio, que se usa para producir sosa cáustica y cloro, elementos que luego son liberados a la atmósfera crecientemente.

Y en Groenlandia, aumentan los depósitos de plomo en las capas profundas de la nieve. Delata la contaminación que emana de los tubos de escape de los coches.

Además, le siguen la huella del DDT (insecticida actualmente prohibido) en el medio ambiente. Aunque fue prohibido, los peces lo mantuvieron 11 años más (al ser parte de la cadena trófica, el DDT de los peces también llega al hombre y los pájaros) y hasta 1995 no desapareció.


SEGUNDA PARTE

MODELOS Y SIMULACIONES INFORMÁTICAS

En la segunda parte del libro, analizan los posibles escenarios entre recursos del planeta y población.

Por ejemplo, sitúan varios escenarios posibles. En uno, la población aumenta hasta alcanzar la capacidad de sostenimiento y luego se mantiene estable a lo largo del tiempo. En otro modelo, la población sobrepasa la capacidad de sostenimiento y desciende levemente. En otro, la población sube y baja en función de si sobrepasa o no la capacidad de sostenimiento. Y en otro, los recursos se desploman rápidamente por el aumento descontrolado de la población y el número de habitantes se hunde en picado hasta alcanzar un nuevo equilibrio.


Relacionan el nivel de nutrición (en calorías vegetales) con la esperanza de vida para los hombres (comiendo miserablemente de 2.000 a 4.000 se rondan entre 30 y 50 años; a partir de 10.000, se rondan los 65 o 70 años; un aumento de consumo de alimentos es insignificante).

También  ven una relación entre las tasas de natalidad y el PNB per cápita. A medida que se aumenta el PNB y la riqueza personal, los nacimientos disminuyen. Lo mismo ocurre (es una tendencia comparable) con las familias que desean tener cuatro o más hijos (casi todas quieren tener familias grandes en países muy pobres, casi nadie en los países de renta media y un ascenso en aquellos que viven cómodamente).

Una de las gráficas más espectaculares aborda la evolución de cinco factores (recursos, alimentos, producción industrial, contaminación y población) combinados  dentro de una secuencia de tipo mundial entre 1900 y 2100. Dicen que todo crece exponencialmente hasta que la base de recursos, que disminuye con gran rapidez, lleva forzosamente a una pérdida de velocidad del crecimiento industrial. Hay "rezagos" y la población y la contaminación siguen aumentado algún tiempo después después de alcanzar el punto máximo de industralización. Finalmente, se detiene el crecimiento de la población porque aumenta la mortalidad por falta de alimentos y servicios médicos.

Según dicha simulación, el crecimiento se detiene mucho antes del 2100 (sin contar guerras o epidemias). "Con base a la hipótesis de que el sistema actual no sufrirá ningún cambio de importancia, el crecimiento industrial y el demográfico seguramente se detendrán a más tardar en el transcurso del próximo siglo XXI", dice el libro.

En otra simulación informática, los autores prueban a duplicar las reservas de recursos naturales. El resultado es alarmante porque la contaminación se dispara de modo exponencial. Según dicho modelo informático, la industrialización puede alcanzar un nivel superior que antes puesto que los recursos no se agotan con tanta rapidez. El problema es que la liberación de contaminación satura los mecanismos medioambientales de absorción, la cual se eleva con rapidez y genera un aumento de la tasa de mortalidad y la disminución de la producción de alimentos. Al final, los recursos se agotan a pesar de que había el doble que antes.

Por eso dicen que los recursos ilimitados no son la clave del crecimiento sostenido en el sistema mundial sino que para evitar el colapso hay que frenar la contaminación. 

En una tercera simulación, prueban a poner recursos ilimitados (mediante centrales nucleares) pero ni siquiera reciclando los materiales y duplicando los recursos se puede frenar la contaminación, que al crecer exponencialmente corta abruptamente los alimentos, población y producción.

Otro problema es que reducir la contaminación es muy costoso (hay un coste adicional a medida que se incrementa el volumen de desechos orgánicos a reducir). Esto también vale para la reducción de la contaminación atmósferica en una ciudad (a partir de cierto límite, mejorar un 15 % cuesta cuatro veces más).

Otra simulación aborda un modelo mundial con recursos limitados y el control de la contaminación. La idea es que las nuevas tecnologías reducen la contaminación industrial y agrícola, por lo que la población sigue creciendo hasta el límite máximo de tierra cultivable, momento en (sobre el 2070) que cae la disponibilidad de alimentos y el dinero invierte en la agricultura y lo retira de la industria.

Una nueva simulación prueba a usar recursos ilimitados pero con un control de la contaminación y un incremento de la productividad agrícola (con el doble de rendimiento medio de la tierra). En este caso, la población y la industria aumentan pero acaba generando una crisis de contaminación, que hunde la producción de alimentos y, al poco, la población.

En otro modelo, los recursos son ilimitados, hay un control de la contaminación y la natalidad está regulada perfectamente (control de natalidad voluntario) para evitar el problema de los alimentos. La población sigue creciendo lentamente pero la crisis de alimentos se aplaza solo uno o dos decenios. En cuanto la contaminación alcanza niveles intolerables, se hunde todo, esta vez cerca del 2100.

Otro modelo explora un escenario con recursos ilimitados, control de la contaminación, incremento de la productividad agrícola y regulación perfecta de la natalidad. Hay un reciclaje del 75 % y la contaminación se reduce al 25 %, los rendimientos de la tierra se duplican y se regula la natalidad. Aunque logra temporalmente una población constante con un ingreso mundial medio como EE.UU., todo se viene abajo porque el crecimiento industrial se frena al agotarse los recursos, la contaminación se acumula y bajan los alimentos (se desploman). Esto ocurría sobre 2070. Nuevamente, el resultado es que el fin del crecimiento se prevé para antes del 2100.

Los autores explican que no es difícil entender la manera como se presenta el colapso. En toda la red de circuitos de retroalimentación entrelazados que constituye el sistema mundial, tuvieron que introducir "rezagos" (efectos que salen a posteriori por un retardo: por ejemplo, desde que nace un niño se tardan 15 años en que sea fertil) y que solo son graves cuando hay cambios acelerados (como cuando pisas el freno a gran velocidad en una curva). Debido que actualmente experimentamos grandes cambios a mucha velocidad, los cambios podrían operar a través de los rezagos para retroalimentar cualquier parte del sistema antes de que se introdujese cualquier acción o política. La situación es peor cuando el crecimiento es exponencial (la población y el capital exceden los límites más allá de que el resto del sistema frene el crecimiento y la contaminación puede rebasar el punto crítico de peligro pero solo es detectado unos años después).

El libro señala que "las esperanzas de los optimistas tecnológicos se centran en la capacidad de la tecnología para desplazar o extender los límites del crecimiento de la población y del capital".

Los autores añaden que "hemos demostrado que en el modelo mundial la aplicación de la tecnología a resolver problemas aparentes de agotamiento de los recursos, contaminación o escasez de alimentos no tiene efecto alguno sobre el problema esencial constituido por el crecimiento exponencial en un sistema finito y complejo". Incluso los modelos más optimistas no impidieron la caída ulterior de la población y la industria y ninguno aplazó el colapso más allá del 2100.

Comentan el éxito de la Revolución Verde genera efectos sociales inesperados para los que no se puede hacer frente en 20 años. Recuerdan que hay problemas sin solución técnica como la carrera armamentística, las tensiones raciales o el desempleo. Un problema sin solución técnica podría poner fin al crecimiento de la población y del capital.

Los autores mencionan la caza de ballenas: si se agotan, también se acaban los balleneros, es preferible aceptar unas tasas de pesca (a medida que se matan las manadas, es más difícil encontrar supervivientes por muy potentes que sean los barcos). Se debaten entre aceptar el límite natural de crecimiento o superarlo con la esperanza de que haya otro salto tecnológico para seguir creciendo.

Recalcan que "nadie puede afirmar que el crecimiento material del planeta pueda continuar indefinidamente. El hombre todavía puede elegir sus límites y detenerse cuando desee, con tal de debilitar algunas de las presiones más fuertes que provocan el crecimiento del capital y la población, o de instituir contrapresiones (no del todo agradables y que implicarán cambios profundos en las estructuras sociales y económicas), o las dos cosas". Una vez superados los límites, las presiones ajenas a la voluntad del hombre frenarán el crecimiento y, según los modelos, estas pueden ser peores que las que la sociedad elija para sí misma.

Recalcan que la tecnología no lo resuelve todo (aunque la gente crea que sí) y que no puede ser la solución última a todos los problemas porque distrae la atención del problema de base (el problema del crecimiento en un sistema finito) e impide que hagamos una acción efectiva para resolverlo.

Parte 5. El estado de equilibrio general

Los autores recalcan que los circuitos positivos de retroalimentación que operan sin freno alguno (la población y el capital industrial) generan el crecimiento exponencial. Estos se contrarrestan con circuitos negativos de retroalimentación (por ejemplo, la natalidad se contrarresta con la mortalidad). Lo que proponen es igualar los nacimientos con las defunciones para hacer un mundo sostenible.

Por eso presentan uno modelo mundial con población estabilizada, en la que se igualan la tasa de natalidad y mortalidad mientras que el capital industrial sigue sin control generando el crecimiento exponencial de productos, alimentos y servicios. El agotamiento de los recursos acaba por originar un colapso súbito del sistema industrial. Eso ocurriría entono al 2030 o 2050, tras alcanzar un "pico" máximo de producción seguido de una caída en picado. Lo único bueno es que la población sigue estable.

En el siguiente modelo, la población y el capital están estabilizados. Se restringe el crecimiento del capital (se iguala la inversión a la depreciación). Ahora el crecimiento de la población se detiene y se estabiliza temporalmente. Sin embargo, la población y el capital son tan elevados que agotan aceleradamente los recursos puesto que no se han adoptado tecnologías para conservarlos. La producción industrial decae ante la falta de recursos y la eficiencia de capital, también al tener que usar más para generar producción utilizable. Este modelo establece un colapso entorno al 2100 pero los efectos ya se notan en el 2060 y es el que más se parece a la situación actual.

Finalmente, proponen un modelo mundial estabilizado (I) en el que los recursos se estiran más allá del 2100. Se aplican unas políticas de regulación del crecimiento (estabilización de la población, reducción del consumo, mayor educación en salud, reducir la contaminación un 75 %, alimentos suficientes para "toda" la población, enriquicimiento del suelo, distribución del capital hacia alimentos, reciclaje y control de la contaminación) y se añaden políticas tecnológicas para producir un estado de equilibrio sostenible en un futuro lejano. En este modelo estacionario, aún se produce el triple que en 1970.

En un segundo modelo estabilidado (II), con un control de la población, y sin tantas restricciones, hay un ligero aumento de todos los factores a medida que lentamente se agotan los recursos.

En otro modelo, si se introducen las políticas de estabilización en el año 2000, la población y el capital industrial alcanzarán niveles tan elevados que generan escasez de alimentos y de recursos aún antes del 2100 (sobre el 2060).

Estos serían los niveles del estado de equilibrio global:

1) Que el tamaño de la planta de capital y de la población sean constantes.

2) Que todas las tasas de insumos y productos (natalidad, mortalidad, inversión y depreciación) se mantengan a un nivel mínimo.

3) Que los niveles de capital y de población y la relación entre ambos se fijen de acuerdo con los valores de la sociedad.

Dicen que ese tipo de equilibrio no significa estancamiento. 

Creen que podría seguir el crecimiento indefinidamente sin degenerar el planeta. La gente podría dedicarse al arte o la música, o los deportes y la religión o la vida social, una vez que se ha generado un excedente de producción y se cubrieron las necesidades de alimento. Pero generalmente cuando hay un aumento de ocio (en el mundo real, eso no se traduce en la reducción de la jornada a la mitad para todos, sino el despido para la mitad, como dijo Russell. Las horas, efectivamente, son las mismas)

Entre los descubrimientos clave para mantener una sociedad de estado estable:

- Nuevos métodos de recolección de desechos (reciclaje) para reducir las tasas de agotamiento de recursos y minimizar la tasa de depreciación del capital

-  control de la energía solar (libre de contaminación)

- control natural de las plagas (por interrelación ecológica)

- avances médicos que reduzcan la mortalidad

- anticonceptivos (para igualar la natalidad a la mortalidad)

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Resumen:  "El fin de la Historia", Francis Fukuyama (1992) 


Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/09/end-of-history-and-last-man-francis.html

Sociología, teoría política

Resumen y comentarios: E.V.Pita (2011), licenciado en Sociología y Derecho.

Título: ""The end of History and the last man"

Autor:  Francis Fukuyama

Fecha: 1992

Editado por: The free Press

Traducción en español: "El fin de la historia"

Resumido de la versión en inglés

Notas del lector: Tras la caída del muro de Berlín, Francis Fukuyama llegó a la conclusión de que la lucha entre las distintas ideologías del siglo XX (democracia liberal, fascismo y comunismo) habían llegado a su fin con la victoria de la democracia liberal, la etapa final y natural de la evolución política que pasó por la monarquía, el absolutismo, las dictaduras de un corte u otro, y la democracia.
Mucha gente cree que el autor falló en su predicción porque la "Historia" sigue su curso (11-S, auge de China, caída de los régimenes de Egipto, Túnez o Libia, etc...) y no siempre para mejor. Sin embargo, quienes están familiarizados con la Sociología se dan cuenta enseguida de a qué evolución de la "Historia" se refiere el politólogo Fukuyama. Este aclara que no debemos entender "Historia" con el concepto tradicional pues, evidentemente, en 1992 continuaban los conflictos como la guerra de Irak, entre otros. En mi opinión, se refiere a la historia vista dentro del materialismo hegeliano y luego continuado por Marx, la de una evolución de las ideas que finaliza con el más elevado sistema de gobierno, que, según defenderá Fukuyama en este libro, sería la democracia liberal.

Índice
Part I AN OLD QUESTION ASKED ANEW  (Una vieja pregunta contestada de nuevo)
1 Our Pessimism (Nuestro pesimismo)
2 The Weakness of Strong States I (La debilidad de los estados fuertes I)
3 The Weakness of Strong States II, (La debilidad de los estados fuertes II)
Eating Pineapples on the Moon (Comiendo dulces en la luna)
4 The Worldwide Liberal Revolution (La revolución liberal mundial)
Part II THE OLD AGE OF MANKIND (La vieja era de la humanidad)
5 An Idea for a Universal History (Una idea para la Historia Universal)
6 The Mechanism of Desire (El mecanismo del deseo)
7 No Barbarians at the Gates (Sin barbaros a las puertas)
8 Accumulation without End (Acumulación son fin)
9 The Victory of the VCR (La victoria del VCR)
10 In the Land of Education (En el país de la educación)
11 The Former Question Answered (La cuestión)
12 No Democracy without Democrats (No hay democracia sin demócratas)
Part III THE STRUGGLE FOR RECOGNITION (LA CONTIENDA POR EL RECONOCIMIENTO)
13 In the Beginning, a Battle to the Death for Pure Prestige (En el comienzo, una batalla a muerte por puro prestigio)
14 The First Man (El primer hombre)
15 A Vacation in Bulgaria (Unas vacaciones en Bulgaria)
16 The Beast with Red Cheeks
17 The Rise and Fall of Thymos (Auge y caída de Thymos)
18 Lordship and Bondage
19 The Universal and Homogeneous State (El universal y homogeneo estado)
vii
viii CONTENTS
Part IV LEAPING OVER RHODES (A saltos respecto a Rodas)
20 The Coldest of All Cold Monsters (El más frío de todos los fríos monstruos)
21 The Thymotic Origins of Work (Los orígenes del trabajo)
22 Empires of Resentment, Empires of Deference (Imperios de resentimiento, imperios de diferencia)
23 The Unreality of "Realism" ( La falta de realismo del "Realismo político")
24 The Power of the Powerless (El poder de la falta de poder)
25 National Interests (Interés nacional)
26 Toward a Pacific Union
Part V THE LAST MAN (El último hombre)
27 In the Realm of Freedom (En el camino de la libertad)
28 Men without Chests (Hombres sin ¿ajedrez?)
29 Free and Unequal (Libre y desigual)
30 Perfect Rights and Defective Duties (Derechos y deberes)
31 Immense Wars of the Spirit (Profundas guerras del espíritu)

En la introducción, Fukuyama aclara que él va a hablar de la historia en sentido hegeliano, es decir, en la evolución de las ideologías hasta dar con la más adecuada y beneficiosa para la humanidad. Para Marx, el fin de la historia sería el socialismo o el comunismo, la Hegel y otros, la democracia liberal. Fukuyama resalta que el siglo XX demuestra que la evolución de las ideologías no es un río continuo de progreso sino que se producen saltos e involuciones, como los autoritarismos o las dictaduras que reemplazaron en los años 30 a varias democracias  parlamentarias y que en los 90 tuvieron su versión "light" con estados asiáticos no-democráticos que han progresado porque sus élites son capitalistas, lo que va unido al progreso tecnológico. Los socialismos, dice Fukuyama, se quedaron estancados en la tecnología de los años 50, no así las democracias occidentales y los autoritarismos asiáticos porque ellos siguieron el progreso asociado a las tecnologías de la información.
 Fukuyama se posiciona y admite que, a partir de 1945, es innegable que la democracia liberal trajo cierta prosperidad a los ciudadanos. La caída del muro de Berlín, dejó esta opción como la última alternativa, tal y como pensaba Hegel siglo y medio antes.
Fukuyama, releyendo a Hegel, señala que la historia comienza cuando los humanos entran en conflicto con otros para exigir un "reconocimiento" social, lo que dará a sociedades de amos y esclavos. Ese sería el primer eslabón evolutivo de las sociedades. El autor resalta que cuando Hegel escribe esto acaba de triunfar la revolución liberal y el capitalismo, que van asociados al racionalismo y la ciencia occidental. Los estados más avanzados tecnológicamente suelen consolidar su independencia porque disponen de mejor armamento, afirma.

Fukuyama hace referencia a el "ultimo hombre" (last man) pero aún no he entendido bien el concepto. Durante varias paginas habló de la "necesidad de reconocimiento" que ha llevado al hombre a dividirse en amos y esclavos, en siervos y señores... En la democracia liberal, dice que las desigualdades persisten entre ricos y pobres. Esa lucha por el reconocimiento provocó grandes avances como la Revolución Americana o Francesa pero creó conflictos como los nacionalismos y los fascismos, entre otros.

El autor reflexiona sobre el pesimismo que ha impregnado el siglo XX. A principios del siglo XIX, Europa había conseguido grandes libertades que fue ampliando en un siglo de paz (si se compara con las guerras napoleónicas) y donde el progreso tecnológico inundó la època de optimismo. Sin embargo, en 1914 los paises centrales autocráticos (Alemania, Austria) se enfrentaron a las democracias occidentales (junto a la Rusia zarista). Surgió una Alemania democrática pero Fukuyama nos recuerda que es evidente que la Historia no avanza de forma progresiva como creía Hegel sino que puede dar pasos atrás (como el propio evolucionismo darwiniano, que a veces da rodeos para avanzar). Otra guerra más en 1939 (esta vez, entre la ideología totalitaria y las democracias y los totalitarismos de izquierdas) barrió Europa. El mundo de Derechas se inclinó hacia el autoritarismo y el de izquierda hacia el totalitarismo hasta que, sin que nadie lo previese, cayó el muro de Berlín en 1992.

En las siguientes páginas se refiere a la tesis de Samuel Huntintong (1960) sobre que tres gobiernos tan distintos como Estados Unidos, Reino Unido y la URSS gobernaban porque eran gobernos serios que se dedicaban a gobernar, lo que daba seguridad y estabilidad al ciudadano, y con ello cierta legitimidad.
Luego se pregunta como gobiernos tiránicos como el de Hitler que en vez de defender la igualdad entre todos que propugnaba la democracia liberal se basaba en la desigualdad y en la superioridad de unas razas sobre otras. Pues, dice Fukuyama, lo apoyaba su partido y los ciudadanos.

La crisis de legitimidad empezó a hundir las dictaduras como fichas de dominó. En 1974, cayó la de Portugal, le siguió Grecia y España. En los 80, Filipinas, Corea y toda Latinoamérica: las dictaduras de Argentina, Chile, Nicaragua o Brasil, entre otras, que se convirtieron en ejemplares democracias. Por eso, dice, no es tan extraño que se derribase el muro de Berlín en la nueva ola democratizadora de los años 90: Europa del Este y el imperio soviético. [nota del lector: a esta tesis habría que añadir la reciente ola democratizadora en el Islam, unas veces bajo ocupación occidental como Irak o Agfanistán, y otras por acción de sus ciudadanos indignados: Túnez, Libia, Egipto y ¿Siria? así como otros intentos frustrados en Irán, China (Tiannamen) o Barheim. Como lector, no cabe más que deducir que la ola democratizadora que comenzó en 1974 sigue expandiéndose].

(en unos días continuará el resumen)



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Resumen: "El choque de civilizaciones", de Samuel P. Huntington (1996)


Sociología, política internacional, conflicto social

Resumen y anotaciones de E.V.Pita (2011)

Ver resumen original y actualizado en el siguiente link:
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/05/el-choque-de-civilizaciones-de-samuel-p.html


Título: "El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial"
Título original: "The clash of civilizations and the remaking of the world order"

Autor: Samuel P. Huntington

Fecha de publicación: 1996
Publicación en España: 1997
Editorial: Paidós

INDICE

UN MUNDO DE CIVILIZACIONES
1. La nueva era en la política mundial
2. Las civilizaciones en la historia y en la actualidad
3. ¿Una civilización universal? Modernización y occidentalización

EL CAMBIANTE EQUILIBRIO DE LAS CIVILIZACIONES
4. El crepúsculo de Occidente: poder, cultura e indigenización
5. Economía, demografía y civilizaciones rivales

EL ORDEN EMERGENTE DE LAS CIVILIZACIONES
6. La reconfiguración cultural de la política global
7. Estados centrales, círculos concéntricos y orden civilizatorio

CHOQUES DE CIVILIZACIONES
8. Occidente y el resto del mundo: cuestiones
9. La política global de civilizaciones
10. De las guerras de transición a las guerras de línea de fractura
11. El dinamismo de las guerras de línea de fractura
12. Occidente, las civilizaciones y la civilización

Resumen de la portadilla [cito textualmente]: "El presente libro, basado en un influyente artículo que "ha configurado la totalidad de los debates públicos de estos últimos años (Foreign Policy), es un informe incisivo y profético, en la línea de Francis Fukuyama de El fin de la historia, sobre las distintas formas adoptadas por la política mundial tras la caída del comunismo. La fuente fundamental de conflictos en el universo posterior a la guerra fría, según Huntington, no tiene raíces ideológicas o económicas, sino más bien culturales: "El choque de civilizaciones dominará la política a escala mundial; las líneas divisorias entre las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro". Y, a medida que la gente se vaya definiendo por su etnia o su religión, Occidente se encontrará más y más enfrentado con civilizaciones no occidentales que rechazarán frontalmente sus más típicos ideales: la democracia, los derechos humanos, la libertad, la soberanía de la ley y la separación entre la Iglesia y el Estado. Así, Huntington _al tiempo que presenta un futuro lleno de conflictos, gobernado por unas relaciones internacionales abiertamente desoccidentalizadas acaba recomendando un más sólido conocimiento de las civilizaciones no occidentales, con el fin, paradójicamente, de potenciar al máximo la influencia occidental, ya sea a través del fortalecimiento de las relaciones entre Rusia y Japón, del aprovechamiento de las diferencias existentes entre los estados islámicos o del mantenimiento de la superioridad militar en el este y el sudeste asiáticos".

Comentarios generales: Este libro surge tras la guerra de Irak y las guerras balcánicas y del Cáucaso. Cualquiera que mire los mapas se dará cuenta de que detrás siempre hay un conflicto entre culturas islámicas y cristianas (ortodoxas y protestantes). [Nota del lector: y casualmente algún proyecto para el paso de un gasoducto o de una explotación petrolífera].

En las primeras páginas de su libro, Huntington muestra 3 mapamundis: de 1920, 1960 y 1990. El de 1920 muestra los países occidentales y sus colonias (Africa, India, Oriente Medio, Indonesia) y el resto del mundo independiente (Etiopía, Arabia, China, Rusia bolchevique, Japón, Corea y Latinoamérica, salvo Guayana). El de 1960, muestra un mundo más dividido: el bloque comunista Rusia-China-Vietnam, el mundo libre (sur de Africa, el Mercado Común Europeo-OTAN, Persia) y los países no alineados. En 1990, tras la caída del comunismo, el mundo cambia: Hay 9 bloques culturales: Occidental (UE, Australia y Norteamérica), Japón, Africa, Lationamérica, Islám, Hindú, Chino, Ortodoxo y Budista.

[Nota del lector: en realidad, entre 1920 y 1990, las civilizaciones siguen donde están: no hay países islámicos que se hayan convertido al cristianismo, pero quizás algunas ex repúblicas soviéticas, hayan incrementado la influencia del Islam (Kazjastán, Uzbekistán, etc...), las Filipinas hasta puede que hayan perdido población católica, latioamérica no puede ser considerada una sola, ya que tiene un bloque cristiano y occidentalizado (Argentina, Chile). Y si bien una colonia como Sudán, podía estar bajo dominio británico en 1920, también es cierto que era un continuo foco de conflicto, no se puede decir que se sumase alegremente a la causa occidental aunque obviamente en política internacional estaba integrado en el bloque de Occidente. Por tanto, habría que reconstruir los 3 mapas de Huntington para ver en realidad cómo ha cambiado el mundo en cuanto a las religiones].

[Nota del lector: tras el atentado a un rotativo satírico de París en enero del 2015, el libro El Choque de Cilivizaciones volvió a estar de actualidad]


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Resumen de "Informe Lugano", de Susan George (1999)

Ver resumen original y actualizado en:

Autor del resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, capitalismo, Economía Política

Título: "Informe Lugano"
Subtítulo: "Top Secret. Cómo preservar el capitalismo en el siglo XXI"

Título original en inglés: "The Lugano Report: On Preserving Capitalism in the Twenty-first Century"

Edición inglesa: Pluto Press, London and Sterling, Virginia, 1999

Edición en español: Icaria editorial SA, 2001-2005

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Biografía oficial de Susan George (hasta 2005)

Susan George es politóloga, presidenta del Observatorio de la mundialización y vicepresidenta de la Asociación ATTAC. Situada en primera línea de los combates internacionales, forma parte de uno de los ejes que ha coordinado la unión del conjunto de los movimientos franceses como el AMI (Acuerdo multilateral de inversiones) y la OMC (Organización Mundial del Comercio)
Autora de varios libros como Comment meurt l'autre moitié du monde y El bumerang de la deuda. Nació en Estados Unidos y vive desde hace varios años en Francia.
En el 2015 publicó "Los usurpadores"

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Texto de la contraportada

"Inconsciencia, esquizofrenia o cinismo absoluto: ¿cómo "los que deciden" en el mundo pueden hacer políticas ultraliberales, que son la base de la mundialización, y pretender a la vez atacar las consecuencias catastróficas de estas mismas políticas? ¿Temen un retorno antiliberal? Entonces, el futuro del capitalismo no estaría asegurado. Este es el punto de partida de este libro de Susan George que se presenta bajo la forma de un informe.
Sus promotores: los representantes de las directrices económicas y políticas del planeta. Sus autores: nueve expertos altamente cualificados. El objetivo: identificar las amenazas que pesan sobre el capitalismo en el siglo XXI y estudiar las posibles soluciones. Amenazas que son a la vez perfectamente lógicas, terroríficas y ya consumadas... Informe abrumador, documentado, apasionado y apasionante, que consigue como ningún otro desarmar los mecanismos fundamentalmente perversos del capitalismo ultraliberal : un horror ecológico, económico y social.

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ÍNDICE

Carta de los solicitantes

Carta de entrega

Primera parte.....

1. Los peligros

2. El control

3. El impacto

4. Conclusiones

Segunda parte

5. Las metas

6. Los pilares

7. Los flagelos

8. La prevención

9. Rompecabezas

Anexo, Susan George

Epílogo al Informe Lugano

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Introducción

Susan George le da la vuelta a la tortilla y se pone en la piel de unos lobbistas y poderosos políticos y empresarios, como los que van a las reuniones supersecretas estilo Davos o del Club Lindberg y en las que cocinan políticas a nivel mundial que solo ellos conocen. La cuestión es que atribuye hechos que están pasando en el mundo (en 1999, pero el escenario es fácilmente reconocible hoy en día) como la globalización, el crecimiento demográfico, la austeridad y la flexibilidad laboral a una conspiración mundial. La tesis principal es que el mundo se enfrenta a una superpoblación (recordemos el informe Roma de los años 70) con recursos planetarios escasos que podría poner en peligro el capitalismo aunque, tras leer el libro, uno llega a la conclusión de que esos problemas ecológicos son los que crean la propia industrialización. Las recetas para remediarlo y salvar el capitalismo parecen escritas por un señor feudal sin piedad por la plebe. Quizás ese es el fallo del libro, que es demasiado exagerado. Además, en mi opinión, un auténtico capitalista confiaría en que la "mano invisible" del mercado y la ley de la oferta y la demanda arreglarían automáticamente todos los problemas (como se arregló la crisis del 2008...) sin la intervención del Estado ni la planificación que plantea este libro.

Hay que aclarar que el informe se lo ha inventado George, es todo una ficción pero hasta el primer o segundo capítulo parece perfectamente creíble. Luego, algunas frases empiezan a rechinar y surge la sospecha de que el informe es una bola. La autora lo confirma en el último capítulo:  lo de Lugano se le ocurrió por esas cumbres de empresarios que se celebran en Suiza, no hay nada de real en el documento confidencial de los 9 expertos, que ni siquiera existen. El apodo de cada uno empieza con la inicial de su profesión. 
Lo que quiere denunciar la autora es que actualmente los países pobres están sufriendo todo tipo de plagas: guerra, hambre, superpoblación, enfermedades, contaminación... y nadie está haciendo nada por evitarlo. Es más, hay una sospechosa "pasividad" respecto a estos desastres, sin que ningún país poderoso u organismo mundial diga basta y arregle la situación para ayudar a los más desfavorecidos. Más bien da la sensación de que las políticas aplicadas están destinadas a dar más palos al pobre como muchos han experimentado en su propia piel durante la Gran Recesión, un ejemplo de cómo no hay que tratar a los ciudadanos que han sufrido un revés en un contexto general de crisis.

Lo importante es que George plantea un escenario truculento, con una población masiva a la que no se puede alimentar, con problemas ecológicos graves, con el retorno de las enfermedades contagiosas, el aumento de guerras locales... Eso es lo que observamos hoy con solo abrir las páginas de internacional de un periódico pero lo que un lector atribuye a la mala fortuna de un país, George ve la larga mano de una conspiración de un grupo poderoso para reducir la población pobre hasta mínimos aceptables para el capitalismo. Hay pasajes sobrecogedores en los que el informe revela que China tiene 1.200 millones de habitantes censados y que lo ideal es que tuviese 800. Hablamos de 400 millones menos y el informe aporta sus recetas para llevar a cabo esta reducción de la población. En realidad, quiere que la población mundial, que ahora está en 7.000 millones se reduzca a 4.000 en un tiempo razonable mediante todo tipo de políticas: infertilidad o prevención de natalidad, austeridad para los ancianos y los más pobres, bajada de salarios y precariedad, explotación laboral infantil, medicinas caras, guerras entre países pobres con armas modernas, y otro tipo de desastres. Y es que cuando uno lee estas páginas y luego se pone a pensar en las políticas de recortes del FMI que aplica férreamente a los países pobres y que siempre pagan los más desfavorecidos, y uno se pregunta si no habrá cierta "planificación" en todo esto de la austeridad.

Este es el panorama que George describió hace 16 años y que ahora hasta parece casi la realidad, al menos en las cuestiones de austeridad. No obstante, hay que precisar que autores como Krugman o Stiglitz ya estaban examinando las mismas desigualdades que generaba la globalización y consideraban que aunque el FMI exigía austeridad a los deudores su finalidad era asegurarse de que los prestamistas acreedores cobraban porque, de lo contrario, desalentaría nuevas inversiones. Stiglitz concluyó que el sistema de préstamos internacional estaba montado para favorecer al acreedor a costa de aplicar políticas draconianas en el infortunado país que pedía el crédito.

El informe Lugano enumera las cuatro lacras de los Jinetes del Apocalipsis: peste, hambre, guerras y muerte. En uno de los pasajes más tenebrosos del libro (que en realidad describe hechos actuales), los (ficticios) expertos proponen que estos grandes males campen a sus anchas por los países más pobres y superpoblados y sirvan como mecanismos reguladores con el fin de reducir su población y que esta creciente población que vive en la miseria baje a tales niveles que deje de ser un riesgo para el capitalismo. Bastaría con no intervenir o dar poca ayuda. La idea de los expertos es dejar que los países más pobres sean víctimas de enfermedades que en Occidente serían fácilmente curables haciendo poco eficaces los programas de ayuda internacional (el hecho de promover la no vacunación ya causa bastante daño por sí solo) o no promoviendo ninguno realmente útil (como difundir medicamentos baratos y genéricos). El hambre que asola a esos países pobres sería otro factor que reduciría la población por lo que tampoco habría que hacer esfuerzos por redistribuir mejor la comida. Las guerras podrían fomentarse animando a uno y otro bando, o avivando conflictos, armando a uno y otro bando, promoviendo los sentimientos o diferencias étnicas, lo que generaría múltiples guerras locales, algo que también contribuiría a reducir la población en los países pobres. El falso informe (que no deja de ser una crítica a las políticas actuales de Occidente) fomentaría la muerte, especialmente de los más débiles, como los niños o los ancianos, por la combinación de los otros tres factores, como la enfermedad, el hambre o la guerra.

Lo que dice George con esto, según su interpretación, es que eso ya está pasando y miles de niños de los países pobres mueren por inanición o falta de vacunas, o una simple picadura de un mosquito. La falta de una acción decidida por parte de Occidente la convertiría en cómplice por no ayudar a los más necesitados, no ya por promover su miseria.







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Resumen de "La anarquía que viene", de Robert D. Kaplan (2000)

Resumen original y actualizado en:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/04/la-anarquia-que-viene-de-robert-d.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, geopolítica, política internacional, globalización, orden mundial

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Ficha técnica

Título: "La anarquía que viene"
Subtítulo: La destrucción de los sueños de la posguerra fría

Título original: "The Coming Anarchy"

Autor: Robert D. Kaplan

Publicado en español: Coleccion Sine Qua Non, Ediciones B, Barcelona, 2000

Número de páginas: 207

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Biografía de Robert D. Kaplan (hasta el 2000)

Robert D. Kaplan es corresponsal del Atlantic Monthly y autor de seis libros sobre viajes y problemas internacionales, traducidos a una docena de lenguas. Su best-seller, Fantasmas balcánicos (Ediciones B) fue elegido por el New York Times como uno de los mejores libros de 1993 y, por Amazon.com, como uno de los diez mejores libros de viajes de todos los tiempos.

Viaje al futuro del imperio (en esta misma editorial) y The End of the Earth también se situaron entre las obras más vendidas en Estados Unidos; el primero fue elegido por el Washington Post y Los Angeles Times como mejor libro del año.

Kaplan suele ofrecer charlas al ejército de EE.UU. Ha sido consultor del US Army Special Forces Regiment y es miembro de la New American Foundation.

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Texto de la contraportada

"¿Es la democracia el mejor sistema de gobierno? ¿Es legítima la tiranía para el Tercer Mundo? ¿La guerra es beneficiosa en algún sentido? ¿Es contraproducente la paz? ¿Debería Estados Unidos tener un papel preponderante en el mapamundi que se avecina?

Si las respuestas a estas preguntas fueran tan cautelosas como es habitual en política exterior, este libro no tendría sentido. La insolencia de las respuestas con que Kaplan desafía lo "políticamente correcto" para cuestionar la democracia y la paz propician su interés.

El autor sostiene que la democracia será catastrófica para el Tercer Mundo si antes no se consigue cierto desarrollo económico y social; alerta a Estados Unidos sobre el riesgo de que su democracia se convierta en oligarquía en el futuro; critica la paz total y defiende, en cambio, un cierto estado de lucha que prevenga conflagraciones mayores. Y aconseja a Estados Unidos apoderarse de la ONU.
Un libro para el debate que algunos considerarán exclusivamente una provocación.

"El cristianismo no hizo el mundo más pacífico ni, en la práctica, más ético, sino simplemente más complejo. La democracia, que está ahora dominando el mundo como anteriormente lo hizo el cristianismo, puede hacer lo mismo"

"La guerra, mucho más que la paz, es una igualadora y una promotora de cambio social"

"La paz verdadera, del tipo que muchos imaginan, sólo es posible mediante una forma de tiranía, aunque sea útil y benigna".

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ÍNDICE

1. La anarquía que viene

    Cómo la escasez, la criminalidad, la superpoblación, el tribalismo y la enfermedad están destruyendo el tejido social de nuestro planeta.

2. ¿Fue la democracia solo un instante?

Mientras tratamos de implantar nuestra versión de democracia en el extranjero, en lugares donde no puede prosperar, también a nosotros se nos escapa de las manos. Por qué la democracia desestabilizará el mundo tanto como lo hizo el cristianismo primitivo.

3. El idealismo no detendrá el genocidio

Lo que reducirá el riesgo de futuros holocaustos no serán los tribunales de crímenes de guerra, sino las políticas de equilibrio de fuerzas y las agencias de espionaje con más recursos económicos. Por qué la humanidad está más protegida si se da por supuesta la maldad intrínseca.

4. Servicios especiales de inteligencia

Por qué las funciones de la CIA y las fuerzas armadas acabarán por fusionarse. La institución del espionaje en Washington adquirirá más poder en vez de tornarse obsoleta.

5. La actualidad: La inquietante contemporaneidad de la Decandencia y Ruina de Gibbon

Por qué Historia de la decadencia y ruina del Imperio Romano, de Edward Gibbon, refleja el mundo tal como es ahora en África, Oriente Próximo y la antigua Unión Soviética.

6. Proporcionalismo: un enfoque realista de la política exterior

¿Qué debe hacer Estados Unidos en el Tercer Mundo, donde hay tanto por hacer y tanto que no puede hacerse?

7. Kissinger, Metternich y el realismo

A World Restored, un libro sobre las guerras napoleónicas que Henry Kissinger escribió en su juventud, muestra las despiadadas ironías de la historia de las que prescindimos deliberadamente, aunque Kissinger llevó esas enseñanzas demasiado lejos en Vietnam.

8. El Nostromo de Conrad y el Tercer Mundo

Una redifinición de realismo con la ayuda de la gran obra de ficción de Joseph Conrad.

9. Los peligros de la paz

Un período prolongado de paz en una sociedad tecnológicamente avanzada como la nuestra podría conllevar grandes males. El ideal de un mundo en paz y gobernado con benevolencia por una organización mundial no es en absoluto una visión optimista del futuro.

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RESUMEN

Comentarios iniciales: el libro es muy duro desde el punto de vista geopolítico de la "real politik" (hasta parece escrito por Kissinger), ya que dice cosas como que en África y el Magreb es más práctico que el Ejército y los militares impongan un gobierno a que los ciudadanos voten en democracia ya que esas elecciones, bien intencionadas, suelen desembocar en caos y guerras civiles brutales y pone varios ejemplos. Menciona el testimonio fatalista de un vecino de Túnez que dice que en el 2000 el país no estaba preparado para tener democracia. Recuerda que, en África, solo el 20 % de la población está alfabetizada, la misma que en la Inglaterra del dictador y tirano Cronwell [nota del lector: como bien dice el reciente libro Factfullness, ese porcentaje de alfabetización ha subido mucho ahora]. Dice que aspira a decir unas cuantas "verdades incómodas".

En muchos párrafos, el autor se identifica claramente con "nosotros" (Estados Unidos), por lo que el libro hay que entenderlo en clave de política exterior norteamericana.

El autor dedica una colección de ensayos a describir el panorama internacional una década después de la caída del Muro de Berlín. "Los años que siguen a una victoria militar y política son tiempos tristes para los realistas". Los vencedores  de la Primera Guerra Mundial, como el ingenuo presidente Wilson, lucharon por el idealismo de la democracia y la libertad (pero en los Balcanes y Oriente Próximo, eso significaba una conciencia étnica exacerbada) y los ganadores de la Guerra Fría creían que la paz iba a traer libertad y prosperidad bajo los estandartes de la democracia y el libre mercado ha dado paso a una "nueva lucha por la supervivencia" en la que "el mal presenta nuevos disfraces".

El autor había viajado por Europa del Este en los años 80 y se dio cuenta de que el desplome del Imperio soviético no iba a ser del todo "alegre" al desmantelarse las estructuras de seguridad, generar conflictos étnicos en Yugoslavia y a una redivisión de Europa en Europa Central y los Balcanes.

Respecto al futuro optimista que muchos veían para una África subsahariana democrática fue igual de ingenuo. Recuerda que Sierra Leona celebró elecciones en 1996 seguidas de una anarquía bajo la banda juvenil Señor de las Moscas. En Rusia, la democracia no mejoró la vida de sus ciudadanos mientras que la autocrática China sí lo hizo. Añade que mientras las fronteras que dibujaron los colonialistas se desintegran, el retorno a la democracia de Nigeria causó un rápido ascenso de la violencia étnica. Añade que los éxitos democráticos, como Nigeria, son "fenómenos superficiales en una situación más generalizada de cataclismo demográfico y medioambiental". Su preocupación son los aumentos bruscos y absolutos en la demografía de los países más pobres en el futuro próximo y por cómo ese factor interactúa con el agotamiento del suelo, las divisiones étnicas y tribales, para generar zozobra.

Desde 1999, "la tesis global de un mundo bipolarizado entre sociedades como la nuestra (que produce los bienes y servicios que el resto del mundo quiere) y las atascadas en distintos formas de caos, se ha mantenido o desarrollado". La anarquía es el paradigma de la era de posguerra fría. Ve un aumento de la desigualdad entre los países ricos y pobres "y la diferencia va aumentando".

Su mensaje no es el fracaso de la democracia sino la aparición de "regímenes híbridos" cuasidemocráticos, que se adhieren oficialmente a los procedimientos parlamentarios mientras entre bastidores los servicios militares y de seguridad juegan papeles dominantes. Cita como ejemplo a Venezuela (en tiempos de Chávez).

Respecto a África Occidental dice que se está convirtiendo en el símbolo del estrés demográfico, medioambiental y social a nivel mundial, donde la anarquía criminal se erige como el verdadero peligro "estratégico" [a afrontar por la civilización occidental]. Hay enfermedad, superpoblación, crimen infundado, escasez de recursos, migraciones de refugiados, erosión de naciones-estado y fronteras internacionales, autorización de ejércitos privados, empresas de seguridad y cárteles internacionales de tráfico de drogas. Sierra Leona, como un microcosmos de lo que está ocurriendo, le recuerda a la Europa medieval anterior a la paz de Westfalia en 1648, con señores de la guerra dominando parte del país. Las selvas de los países vecinos son desforestadas a ritmo acelerado.

Acertó al prever la duplicación de la población de Nigeria en 25 años (en 1995 tenía 90 millones de habitantes y ahora 160) mientras agota sus recursos y las ciudades crecen a pesar de la malaria.

Su principal amenaza, tras las guerras balcánicas del siglo XX, es la "naturaleza desenfrenada" en África. "Para entender los acontecimientos en los próximos 50 años es necesario entender la escasez medioambiental, el choque cultural y racial, el destino geográfico y la transformación de la guerra", por este orden.

El autor desmiente a los tecnooptimistas que creen que la tecnología y el libre mercado resolverá los problemas de agotamiento de recursos: "No tienen en cuenta que el 95 % del aumento de la población tendrá lugar en las regiones más pobres del mundo, donde los gobiernos demuestran escasa capacidad de funcionar". No descarta los análisis neomalthusianos. Ve una división entre aquellos viven en una esfera "posthistórica" de prosperidad burguesa y gran parte de la gente "atrapada en la historia" viviendo en barrios bajos, con conflictos étnicos, con falta de agua y suelo. La gente, según Homer-Dixon, deberá elegir entre estados totalitarios (cita al Irak de Sadam Hussein), miniestados con tendencias fascistas (la Bosnia serbia), y culturas de la calle (Somalia).

Para hacerse una idea de lo que pasa en el mundo, Homer-Dixon, pone este ejemplo: "Imagínese una limousina con aire acondicionado (Occidente y el emergente cinturón del Pacifico) paseando por Nueva York por una zona llena de baches y mendigos sin techo (el resto del mundo).

Así que el mundo se divide en dos: en una parte, está el Último Hombre de Hegel y Fukuyama (el que dijo El Fin de la Historia), sano y mimado, y en la otra parte, el Primer Hombre de Hobbes, condenado a una vida corta, brutal, sucia y pobre. Y ambas estarán amenazadas por la presión medioambiental: el rico la contendrá, el pobre, no.

Una de las claves, como en China, es el traslado de la población rural a las ciudades del litoral. Prevén tensiones y que el centro se desgaje.

Dice que las guerras del futuro serán de supervivencia comunal, agravadas por la escasez medioambiental, subnacionales, con extinción de estados.

Cita al mariscal Metternich (el que puso orden en Europa tras la caída de Napoleón) como un "realista" que implantó régimenes reaccionarios en toda Europa para asegurar la estabilidad y la paz. Respecto al auge del Cristianismo en Roma, dice que el Imperio Romano no se volvió de repente un gobierno pacifista sino que una élite amoldó el Cristianismo a sus intereses para justificar otras guerras.

Respecto a los años de paz, dice que en esa época en la burocracia aumenta la corrupción, infidelidad y estupidez, las instituciones del Gobierno parecen menos vitales y el recuerdo de la amenaza se desvanece. Asegura que la guerra conduce a un respeto por un gobierno progresista y amplio pero la paz crea un vacío institucional que es llenado por empresas dedicadas al entretenimiento.
Ve alarmante la reducción de los ejércitos permanentes porque ve un aumento de las bandas violentas [nota del lector: no se ve nada de eso, sino más bien lo contrario, la criminalidad está cayendo]. Dice que la idea de que un mundo en paz implicará menos violencia es ingenua porque esa violencia adopta una forma que no es organizada (se pueden reducir los índices de criminalidad y poner más prisiones y vigilancia electrónica, lo que según Kaplan demuestra que la paz duradera solo es posible mediante una forma de tiranía, aunque sea sutil y benigna).

Añade que una ONU más poderosa serviría a los intereses de todos en la ayuda humanitaria pero a día de hoy solo representa "ilusiones" pues hace de tribuna para las divisiones de la guerra fría reemplazadas por otras distintas y refleja la élite global tal cual es. Añade que "la ONU adora el consenso pero el consenso puede ser un servidor del mal, puesto que la capacidad de enfrentarse al mal implica la voluntad de actuar con audacia e implacabilidad y sin consenso, atributos que la dirección ejecutiva nacional posee en mucho mayor abundancia que cualquier organización internacional". Dice que reautorizar asesinatos por el Congreso de EE.UU. podría hacer mucho más por "contener el mal" que ampliar el Consejo de la ONU para incluir a India y Brasil.  Cree que EE.UU. debería apoderarse de la ONU para convertirla en un multiplicador transparente del poder americano y occidental.

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Resumen de "El Minotauro global", de Yanis Varoufakis (2011)


Ver el resumen original y actualizado en :
 http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/02/el-minotauro-global-de-yanis-varoufakis.html

Referencia APA: Varoufakis, Yanis (2011): "El Minotauro global. EE.UU., Europa y el futuro de la Economía Mundial". Madrid: Capitán Swing Libros (2012)

Resumen por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, Economía Política, crisis del 2008
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Título: "El Minotauro global"

Subtítulo: "EE.UU., Europa y el futuro de la Economía Mundial".

Título original: "The global Minotaur: America, the true origins of the financial crisis and the future of the world economy (2011)"

Publicación en inglés:2011

Editorial: Capitán Swing Libros SL, Madrid, 2012

Número de páginas: 333

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Texto de la contraportada:

"En este extraordinario y provocador libro, Varoufakis destruye el mito de que la financiación, la regulación ineficaz de los bancos y la globalización fueron las causas de la crisis económica global. Más bien, son síntomas de un malestar que pueda rastrearse hasta los años setenta: la época en que nació el "Minotauro global". Igual que los atenienses mantenían un flujo constante de tributos a lo bestia, así el "resto del mundo" envía sumas increíbles de capital a EE.UU, y a Wall Street. De este modo, el Minotauro global se convirtió en el motor que impulsó la economía mundial desde principios de los años 80 hasta 2008.

La crisis actual en Europa, los acalorados debates sobre austeridad frente a estímulos fiscales en EE.UU., y el choque entre las autoridades chinas y el gobierno de Obama sobre los tipos de cambio son los síntomas inevitables del delibitamiento del Minotauro, la prueba de un sistema global tan insostenible como descompensado. Más allá de esto, el autor expone las opciones que tenemos a nuestra disposición para volver a poner un mínimo de sensatez en un orden global altamente irracional.

Quedan muchos cabos por atar en este período, pero el libro de Varoufakis representa una magnifica introducción, escrita con un estilo muy lúcido, desde un país sacudido por la hecatombe económica,"

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Biografía del autor Yanis Varofakis (hasta el 2012)

Yanis es un reconocido economista greco-australiano de reputación científica internacional. Es profesor de política económica en la Universidad de Atenas y consejero del programa económico del partido griego de la izquierda, Syriza, Actualmente, enseña en los EE.UU., en la Universidad de Texas, y es un activo participante en los debates sobre las crisis mundiales, europeas y griegas, así como co-fundador de Vital Space (www.vitalspace.org).

Desde enero de 2004 hasta diciembre del 2006 Varoufakis sirvió como asesor económico de George Papandreaou, de cuyo gobierno se convirtió en un ferviente crítico unos pocos años más tarde. Autor de varios libros sobre teoría de juegos, Varoufakis también es un orador reconocido y aparece a menudo como analista invitado para los medios de noticias como la BBC Today, CNN, Sky News, Bloomberg TV entre otros. En noviembre del 2010 él y Stuat Holland, un exdiputado del Partido del Trabajo y profesor de economía en la Universidad de Coimbra (Portugal) publicó Una propuesta modesta, un conjunto de políticas económicas orientadas a la superación de la crisis del euro.

Su último libro, El Minotauro global, es para muchos críticos la mejor explicación teórico-económica de la evolución del capitalismo en las últimas seis décadas.

(Nota del lector: en el 2015, Varofaukis llegó a ser ministro de Economía de Grecia, cargo que dejó tras celebrar el partido Syriza un referendum sobre si aceptar o no las condiciones de préstamos de la UE).

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ÍNDICE

1. Introducción

I. El momento 2008
II. Seis explicaciones de por qué sucedió.
    1. "Principalmente es un fracaso de la imaginación colectiva de gente muy brillante a la hora de entender los riesgos que corre el sistema en su conjunto",
    2. Captura regulatoria.
    3. Codicia irreprimible.
    4. Orígenes culturales.
    5. La teoría tóxica
        Tres teorías tóxicas que apuntalaron el pensamiento del "establishment" hasta 2008.
    6. Fallo sistemático

III, El desafío del paralaje.
IV. El Minotauro global: primer vislumbre.

2. Laboratorios del futuro

I. Nuestros dos grandes saltos adelante
II. El sccreto de Condorcet en la era del Capital
III. La paradoja del éxito y las crisis redentoras
IV. Suban las apuestas: crashers, crisis y el papel de las finanzas
V. El crash de 1929
VI, Midas pierde su toque: la caída del Patrón Oro
VII. Los dos gremlins: los mercados laboral y monetario
VIII. El espíritu de la máquina
IX. Epílogo: la incubación del Plan Global

3. El Plan Global

I. La extraordinaria oportunidad
II. Bretton Woods
III. La oportunidad perdida
IV. El ascenso de los caídos
V. El Plan Marshall para dolarizar Europa y rehabilitar Alemania
VI. La Unión Europea y el milagro japonés
VII. La ideología geopolítica del Plan Global
VIII. Las políticas internas de EE.UU. durante el Plan Global
IX. Conclusión: la edad de oro del capitalismo

4. El Minotauro global

I. El talón de Aquiles del Plan Global
II. El Plan Global se desmorona
III. Interregno: la crisis del petróleo de los setenta
IV. El Minotauro global
V. Los cuatro carismas del Minotauro
Condición de moneda de reserva
Costes energéticos crecientes
Mano de obra productiva y abaratada
Poder geopolitico
VI. Un mecanismo global de reciclaje de excedentes muy peculiar
VII. Conclusión: el rutilante triunfo del Minotauro global

5. Las doncellas de la bestia

I. La envidia del Minotauro
II. La fiebre de la absorción: Wall Street crea valores metafísicos
III. Cobertura y apalancamiento.
IV. La ideología del chollo en la Era del Exceso: el efecto Wallmart
V. Casas corruptas, dinero tóxico
Wall Street genera su propio dinero particular
VI. Teoría tóxica, Parte A; política del goteo, economía de la oferta
VII. Teoría tóxica. Parte B: modelos económicos y delirios varios
VIII. Epílogo: la escritura en el muro

6. Crash

I. Torres que se derrumban
II. Crónica de un crash anunciado: contracción del crédito, rescates y la socialiación de casi todo
2007: los canarios en la mina
2008: el acontecimiento principal
Después del 2008: las interminables secuales
III, La depresión
IV. Epílogo: la entrada en la "quiebrocracia"

7. Las dos doncellas cabalgan de nuevo

I, Con ayuda de mis amigos: el Plan Geithner-Summers
II. La versión europea del Plan Geithner-Summers
III. Mordiendo la mano que les dio de comer: la mayor audacia de la más fea de las doncellas
IV. El regreso de la gestión depredadora, las teorías económicas vacuas y la curiosa tragedia del fundamentalismo mercantil
V. Epílogo: lo peor de ambos mundos

8. El legado global del Minotauro: el sol que se apaga, los tigres heridos, una Europa veleidosa y un dragón ansioso

I. El sol apagado: las décadas perdidas de Japón
II. Tigres heridos: Japón, América y la crisis del Sudeste Asiático
III. La Europa de Alemania
IV. El traje nuevo del marco alemán
V. La reunificación alemana y su relevancia global
VI. Primero como historia, luego como farsa: los rescates de los bancos europeos
VII. Grecia y la deuda
VIII. Montañeras que se despeñan y la crisis del euro
IX.¿Por qué titubea Europa cuando la crisis podría resolverse sencilla y rápidamente?
X. El dragón ruge y se desasosiega
XI. Epílogo: entre la quiebrodemocracia de Occidente y la frágil fortaleza de Oriente

9. ¿Un futuro sin el Minotauro?

I. La hipótesis del Minotauro global: resumen
II. ¡El Minotauro está muerto! ¡Larga vida a los déficits de EE.UU.!
III. La muerte del Minotauro en imágenes
IV. Estados Unidos después del Minotauro
V. La flexibilización cuantativa como la forma más compleja de pensamiento ilusorio
VI. Europa después del Minotauro
VII. China después del Minotauro
VIII. Postfacio a la segunda edición: los actores de la historia
IX. El autocontrol y los peligros del éxito.
X. ¿Puede sobrevivir el Minotauro?
XI. Una economía mundial aturdida
XII. El mecanismo perdido.
XIII. ¿Y ahora qué? En busca de los siguientes actores de la historia.

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RESUMEN

Yanis Varoufakis y su colega Joseph Halevi intentan describir lo que puso en marcha el mundo tras las crisis económicas de los años 70 (crisis del petróleo). La idea surgió en el artículo "Minotauro Global" publicado en el 2003 en la revista Monthly Review. Sostienen que la característica definitoria de la economía política global era la inversión del flujo de excedentes de comercio y capital entre Estados Unidos y el resto del mundo. Según Varoufakis y Halevi, EE.UU. incrementaba a propósito sus déficits una vez que había perdido su posición global de superávit. Creen que juegan importancia el déficit de Wall Street y el siempre en decadencia verdadero valor de los salarios estadounidenses,
Varoufakis sostiene que tras 1971 hubo un cambio de rumbo del comercio y el flujo de excedente de capital entre EE.UU. y el resto del mundo.
Países con Grecia, España o Italia no tendrían nada que hacer ante estas políticas salvo decir "no" a las necias políticas cuyo real objetivo es profundizar la depresión por unas razones apócrifas.

Varoufakis empieza su relato hablando de que la década de los 90 y 2000 se basaron en hacer crecer una burbuja financiara basada en los CDO (paquetes de deuda que al valer un 1% más que el interés bancario se convirtieron en dinero real para los bancos), una especie de cuento de fantasía donde los beneficios siempre aumentaban y cuando había riesgo de quiebra intervenía el Estado para resolverlo. Según el autor, los gurús financieros e innovadores financieros trabajaron bajo la hipótesis de que no había riesgos (porque se empaquetaban en paquetes con distintos grados de deuda) y si los había eran incalculables, un sistema que tarde o temprano tenía que caer, como ocurrió en el 2008. Varoufakis considera que Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal durante 19 años hasta que se jubiló en el 2008, fue honrado al reconocer que cometió un error.

Tres teorías, que Varoufakis califica de "fraude intelectual", dominaron el panorama hasta el 2008 (páginas 34 a 36):

- Hipótesis del Mercado Eficiente (HME): Nadie puede hacer dinero sistemáticamente dudando del mercado. ¿Por qué? Porque los mercados financieros se las ingenian para asegurarse de que los precios actuales revelen toda la información privada que hay. Algunos agentes de los mercados reaccionan exageramente ante la nueva información, otros reaccionan con pasividad. Por lo tanto, incluso cuando todos se equivocan, el mercado acierta. ¡Pura teoría panglossiana!

- Teoría de las Expectativas Racionales (TER): Nadie debería esperar que ninguna teoría sobre las acciones humanas haga predicciones acertadas a largo plazo si la teoría presupone que los humanos la malinterpretan por sistema o la ignoran totalmente. Por ejemplo, imaginemos que una brillante matemática desarrollase una teoría para farolear en el póquer y nos instruyera en su uso. La única forma de que funcionase para nosotros sería si nuestros oponentes no tuviesen acceso a la teoría o la malintepretaran. Porque si nuestros oponentes también conociesen la teoría, todos podrían usarla para averiguar cuándo vamos de farol, frustrando así el propósito del farol. Al final, la abandonaríamos y ellos harían lo mismo. La TER da por sentado que tales teorías no pueden predecir bien el comportamiento porque la gente se dará cuenta y, con el tiempo, infringirá sus mandatos y predicciones. Eso suena antipaternalista. Presupone que la sociedad no puede recibir muchas aclaraciones de teóricos que creen conocer sus comportamientos mejor que Fulano o Mengano. Pero la puntilla viene al final: para que la TER se sostenga, tiene que ser cierto que los errores de la gente (cuando predice alguna variable económica, como la inflación, los precios del trigo, el precio de un derivado financiero o de una acción) siempre tienen que ser aleatorios. Sólo se necesita reflexionar un momento por ver que la adhesión a la TER, especialmente cuando se asocia con la HME, es equivalente a no esperar nunca recesiones, por no mencionar las crisis, Así que, ¿cómo responde un creyente de la HME y la TER cuando sus ojos y oídos le gritan a su cerebro: "¡recesión, quiebra, colapso!"? La repuesta es dirigiéndose a la TCER en busca de una explicación reconfortante.

- Teoría del Ciclo Económico Real (TCRN): Tomando la HEM y la TER como punto de partida, esta teoría describe el  capitalismo como una Gaia perfectamente ajustada. Sin interferencias, permanecerá en equilibrio y nunca sufrirá una contracción (como la del 2008). Sin embargo, bien podría ser "atacada" por algún shock "exógeno" (proveniente de algún estado entrometido, una caprichosa Reserva Federal, los abyectos sindicatos, productores de petróleo árabes, extranjeros, etc..), a la que debe responder y adaptarse. Como una benevolente Gaia que reaccionase al impacto de un inmenso meteorito, el capitalismo responde con eficiencia a las sacudidas exógenas. Quizás le lleve un tiempo absorber el golpe y puede que haya muchas víctimas en el proceso, pero, con todo, la mejor manera de gestionar las crisis es dejar que el capitalismo lidie con ellas sin ser sometida a más choques administrados por las egoístas  autoridades estatales y sus compañeras de viaje (que fingen defender el bien común para promover sus propios intereses).

Posteriormente, Varoufakis habla del Plan Global entre 1950 y 1970, que luego dio paso al Minotauro Global.
Según el Plan Global, Estados Unidos tenía excedentes de capital y los prestaba a Europa y Japón para reconstruir esos países y alimentar el consumo de productos americanos. No había inflación y la estabilidad era importante, los sindicatos eran fuertes, los impuestos altos y los salarios subían. Había un gran gasto público. El precio del petróleo estaba a 4 dólares.
Todo funcionaba de maravilla pero Nixon acabó con el patrón oro-dólar y aceptó la libre convertibilidad. Esto abrió la era del Minotauro global, dice Varoufakis. Las divisas se dispararon, la cotización del dólar varió, los países de la OPEP subieron los precios y se disparó la inflación a la vez que el paro. El mundo de los años 70 entró en una "estanflación" (alta inflación y alto desempleo a la vez). A partir de entonces, se adoptaron políticas liberalizadoras de la economía con una rebaja sustancial de los impuestos para atraer inversiones. Pero, sobre todo, el gran cambio fue sobre el flujo de capitales: el dinero extranjero fluyó hacia Wall Street (una de las doncellas del Minotauro) como torrentes y también hacia la City de Londres, capitales financieras que colocaron los excedentes en el consumo interno de Estados Unidos. Los salarios no pararon de bajar desde 1971 pero la clase media se financiaba sus gastos mediante créditos fáciles: de ahí, que los productos financieros permitían la creación de hipotecas de casas para todo el mundo. Los bajos salarios se compensaban con una facilidad de crédito a través de tarjetas de crédito, préstamos rápidos, etc...
El resto de la historia es conocido: los expertos financieros "innovaron" con productos de riesgo, coberturas de seguro y otros tipos de "apalancamiento" que conllevaron la posterior quiebra del sistema financiero. Según Varoufakis, el Minoutauro global se hundió en el 2008.


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Resumen: "¿Por qué manda Occidente... por ahora?", de Ian Morris (2011)

Resumen original y actualizado en:

http://evpitasociologia.blogspot.com/2015/01/por-que-manda-occidente-por-ahora-de.html

Autor del resumen y comentarios: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Sociología, Historia Universal, ciclos de la economía, Civilización

Título: "¿Por qué manda Occidente... por ahora?"
Subtítulo: Las pautas del pasado y lo que revelan sobre nuestro futuro.

Título original: Why the West Rules... for Now?

Autor: Ian Morris

Fecha de publicación en inglés; Farrar Straus and Giroux, 2010.

Fecha de publicación en español:  Editorial Ático de los Libros / Colección Ático Historia,  2014

Premios: Premio PEN de No Ficción 2011 y ha sido finalista del prestigioso Premio Orwell, que se concede a los mejores ensayos publicados en inglés.

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Texto de la contraportada

"Una historia de la civilización como nunca antes se ha escrito

Occidente desencadenó en su revoluciòn industrial la impresionante energía del vapor y el carbón, y, al hacerlo, cambió el mundo para siempre. Fábricas, ferrocarriles y barcos de guerra provocaron que Occidente se hiciera con el poder en el siglo XIX y el desarrollo de los ordenadores y las armas nucleares en el siglo XX garantizaron la supremacía global. Ahora, al inicio del siglo XXI, a muchos preocupa que el ascenso económico de China e India signifique el fin del dominio de Occidente. Para saber por qué manda Occidente y si seguirá mandando en el futuro, debemos estudiar el pasado.

Ian Morris nos acompaña en un viaje apasionante que se remonta al inicio de la civilización humana y reconstruye el surgimiento y caída de estados e imperios en busca de pautas y reglas que nos ayuden a comprender qué sucederá en el futuro inmediato. Ayudándose de la geografía, la sociología, la biología y la historia militar, Morris consigue elaborar una asombrosa teoría que cambiará para siempre cómo comprendemos la historia del mundo".

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Biografía oficial del autor (hasta 2011)

Ian Morris es doctor en Historia por la Universidad de Cambridge. Ocupa la cátedra Jean y Rebecca Willard de Clásicos y es el profesor de Historia en la Universidad de Stanford. Ha publicado diez ensayos académicos y ha dirigido excavaciones en Grecia e Italia. Es miembro fundador y ha sido director durante dos mandatos del Centro de Arqueología de la Universidad de Stanford. Entre 2000 y 2007 dirigió las excavaciones realizadas por este centro en Monte Polizzo, Sicilia. Vive en las montañas de Santa Cruz, en California, 
¿Por qué manda Occidente... por ahora? le valió el premio Pen de No Ficción de 2011 y ha sido aclamado de forma unánime.

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ÍNDICE

Parte I

1, Antes de Oriente y Occidente

2. Occidente toma la delantera

3. La medida del pasado

Parte II

4. Oriente recupera terreno

5. Igualados

6. Decadencia y caída

7. La era de Oriente

8. Alcance global

9. Occidente recupera terreno

10. La era de Occidente

Parte III

11, Por qué manda Occidente

12. ,,,, por ahora

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Comentarios previos:

Ian Morris se encuadra dentro de la línea, iniciada por Jared Diamond, que sostiene que las grandes diferencias económicas a lo largo de la Historia Universal se deben a cuestiones geográficas. La mayoría de los autores de Sociología estarían en contra de la tesis geográfica porque parece más probable que se deba a factores legales, sociales, de propiedad o políticos (de nada sirve nadar en petróleo si el sistema politico y legal no dinamiza la economía).

Resumen:

Morris establece una cronología humana basada en los siguientes cambios en periodos cálidos y fríos: Hace 18.000 años hubo el último máximo glaciar, en 14.000 se llegó al máximo de frío, en el 12.700 hubo un glaciar tardío que duró hasta el 10.800 y de nuevo bajaron las temperaturas hasta los 10.000 AC. A partir de ahí se produce un calentamiento global que coincide con la expansión de la agricultura (el llamado Dryas reciente que va del 10.800 al 9.600 AC) y luego el clima se estabiliza durante otros 14.000 años (que es el tiempo que ha durado la Humanidad hasta ahora). Dice que hay una "latitud con suerte" que va desde España a Oriente Medio, Sanghay y Japón. El núcleo central de esa latitud sería Oriente Próximo, territorio sobre el que bascularán los grandes imperios antiguos.

La zona más favorecida serían los Flancos Montañosos (en las montañas de Siria) y desde ahí se habría difundido la genética y la agricultura a Europa y parte de Asia.

Respecto a la divergencia Oriente-Occidente, Morris construye varias tablas. Ambas zonas parten con la misma puntuación de 4 puntos en el año 14.000 AC pero en el 11.000, Occidente tiene 6 puntos y Oriente, 4, en el 5.000 AC, Occidente ya alcanzó los 8 y Oriente los 6. El siguiente pico está en el 2000 AC, cuando Occidente llega a los 25 puntos y decae mientras que Oriente sigue su ascenso hasta los 20 (año 1000 AC). Del 1000 AC al 100 AC hay un crecimiento paralelo hasta los 30 puntos.
Una ruptura importante es en el año 100 DC, porque Occidente entra en caída libre desde su techo de 45 puntos hasta los 35 mientras que Oriente sube a los 35 y cae a los 30. Practicamente, en el año 500 hay una convergencia. El desplome de Occidente sigue hasta el año 700 y luego empieza a recuperarse hasta los 30 puntos en el 1100. Mientras, Oriente ya ha llegado a los 41 puntos y, por primera vez, Oriente se pone por delante de Occidente (imperios Wei Occidental y Oriental, Imperio Liang, y luego Imperio Tang). A partir del año 1000, Occidente recupera los 35 puntos en 1300, cae a los 30 en 1400 y vuelve a subir a 35 en 1500. Mientras, Oriente inicia su declive en 1200 y llega a 35 puntos en 1400 para luego recuperarse hasta 1500. Occidente con diez puntos en paralelo sigue detrás.



Ian Morris usa estudios estadísticos para examinar cómo evolucionaron las economías de Occidente (Europa y Oriente Próximo) y Asia (China, India, estepas). En su libro, sostiene que Occidente se adelantó 14.000 años a Asia (que solía llevar 3 siglos de retraso) porque las condiciones geográficas y climáticas de Oriente Próximo eran mejores [nota del lector: como señalan Jare Diamond en Armas, gérmenes y acero] para cultivar trigo o domesticar ganado (había muchas más especies). De ahí que surgiesen los primeros imperios que construyeron las pirámides o los canales de riego. Pero a partir del primer milenio antes de Cristo se colapsaron Mesopotamia, Creta y Egipto y Asia empezó a acercarse a Europa hasta que casi se igualaron en tiempos del imperio romano y la dinastía Han (entre el siglo 3 antes de Cristo y el quinto después de Cristo). Mientras Europa se hundía en la Edad Media, Asia, a pesar de sus guerras y la pista, pudo crecer económicamente hasta el año 1.100. Una ciudad destacaba entre otras: Kaifeng. Pero esta ciudad cayó en 1127 a manos de los guerreros manchúes jurchen.
En esa época fue destacado la creación de dos imperios, el imperio Song al sur, cuya capital era Hangzhou, y jurchen en el norte de China, cuya capital era Kaifeng, ambos con minas de carbón.
 En aquella época, China contaba con una potente industria del carbón, altos hornos y se dirigía a una incipiente revolución industrial que no llegó a cuajar. Hacía siglos que imprimía libros, incluso con tipos móviles, y disponía de bombas de agua capaces de secar grandes campos y usaba pólvora en las batallas. Sin embargo, las invasiones mongolas, a partir de 1162, acabaron con el sueño de la industrialización china porque los guerreros esteparios devastaron gran parte de China y Oriente Próximo, desastre que permitió a Europa empezar a ganar pulso porque mientras el núcleo musulmán se hundió sobrevivieron ciudades como El Cairo, Venecia y Génova, que ocuparon el sitio vacío.  En 1279, la dinastía Song cayó en manos de los mongoles y se arruinó para siempre el sueño de una China industrial en el medievo, pues también le asolaron epidemias. China cayó bajo los 4 jinetes del Apocalipsis: migraciones, fracaso del estado, hambre y enfermedades. La visita de Marco Polo en 1290 supuso un antes y un después por el mero hecho de ser él y no un chino el que hiciese la visita a Europa.

En 1421, China dio un último impulso a su carrera hacia la modernidad al enviar una gran flota a Africa. Los portugueses, que se adentraron en el sur de África, apenas disponían de cuatro naves pero empezaron a tomar puertos en Asia a base de cañonazos. Aún así, Europa aún no era rival para una nación rica como China que, sin embargo, se cerró al extranjeros tras sus expediciones marinas. Ian Morris dice que los funcionarios chinos hicieron lo sensato y más razonable al suspender los caros viajes marítimos porque, geográficamente, América quedaba lejos y no había nada atractivo que adquirir ni manera de volver por el Pacífico mientras que Europa (Portugal y Castilla) lo tenían más fácil porque estaban situadas a medio camino del Nuevo Continente. Morris llama "idiota incompetente" a Cristóbal Colón por ser tan temerario de cruzar el Océano tras errar en sus cálculos sobre la extensión de la Tierra y pensar que había llegado a las costas de China. El mismo tratamiento da a Carlos V y Felipe II por meterse en una cadena de guerras para unir la Cristiandad y luchar a la vez contra los turcos, tarea que superaba la capacidad real del imperio de los Habsburgo. Si en aquel entonces, los Habsburgo no pudieron unir Europa, nadie lo podría hacer.

A pesar de ello, entre 1700 y 1773, Europa ya había superado al resto del mundo al poner en marcha la revolución industrial. En el año 1800, el adelanto ya era impresionante debido a la máquina de vapor. A partir de esa fecha, el desarrollo social de Occidente se dispara hasta alcanzar 900 puntos, algo inaudito si se tiene en cuenta que el Imperio Romano en su apogeo solo tenía 24 a 43 puntos, un techo que no pudo superar hasta 1700. Parte de este éxito se debe a un factor geográfico clave: Rusia y China cerraron las fronteras gracias a su potencia de fuego y cortaron la autopista de la estepa: los mongoles y otros nómadas dejaron de ser una amenaza y Europa y Asia ganaron en estabilidad.

Otro concepto que estudia es la "ventaja del aislamiento", que supone que tribus "salvajes" asumen las nuevas tecnologías de culturas superiores, las superan y las vencen. Entre los ejemplos que cita están los mongoles.

También explica que da igual si Oriente alcanzó a Occidente o si luego fue al revés, o si cayó el Imperio Romano y eso retrasó a Europa o que luego las invasiones mongolas hundiesen a China, porque lo importante es que todos esos inconvenientes y retrocesos supusieron un retraso de varios siglos pero no impidieron que  la historia avanzase en su dirección hacia la convergencia económica de ambos continentes.




El libro finaliza con una proyección del futuro. Ian Morris cree que pronto habrá una convergencia de Oriente y Occidente aunque en el fondo tampoco tiene mucho sentido en una sociedad global. También advierte que el mundo va a diverger hacia dos escenarios: el Crepúsculo y la Singularidad. El Crepúsculo sería un futuro devastado por las bombas atómicas en el que peligraría incluso la existencia misma de la humanidad. La Singularidad, por contra, es un futuro lleno de tantos avances tecnológicos que en el año 2103, el mundo tendrá 5.000 puntos de desarrollo social, casi seis veces más que ahora. Nadie sabe de dónde saldrá la energía para mantener tal consumo de energía que necesitarán los 10.000 millones de habitantes del planeta Tierra y que, además, estarían fusionados prácticamente con las máquinas.








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Resumen del libro "Destrucción masiva. Geopolítica del hambre", de Jean Ziegler (2011)


El resumen original y actualizado está en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2017/04/destruccion-masiva-geopolitica-del.html

Resumen por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Sociología y Derecho

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Título: "Destrucción masiva"
Subtítulo: Geopolítica del hambre

Título original en francés: "Destruction massive" (Editions du Seuil, 2011)

Autor: Jean Ziegler

Edición en español: Ediciones Península, Grup Editorial 62, Barcelona, 2012,

Páginas: 333

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Biografía del autor Jean Ziegler (hasta el 2012)

Jean Ziegler (Suiza, 1934). Es uno de los analistas de política internacional más lucidos y comprometidos. Relator Especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación entre los años 2001 y 2008, actualmente es miembro del Comité Consultivo del Consejo de Derechos del Hombre de la ONU y profesor emérito de sociología en la Universidad de Ginebra. Entre sus libros destacan: El hambre en el mundo (nueva edición, El Aleph, 2010), Los nuevos amos del mundo y aquellos que se les resisten (2004) y El imperio de la vergüenza (2006). Su último libro El odio a Occidente (Península, 2010), tuvo una excelente acogida entre los lectores.

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Texto de la contraportada

"El derecho humano a la alimentación, tal como se desprende del artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, se define como sigue: "El derecho a la alimentación es el derecho a tener un acceso regular, permanente y libre, sea de un modo directo, o bien por medio de compras monetarias, a un alimento cualitativamente y cuantitativamente adecuado y suficiente, que se corresponda con las tradiciones culturales del pueblo de procedencia del consumidor, y que garantice una vida psíquica y física, individual y colectiva, libre de angustias, satisfactoria y digna".

"De todos los Derechos Humanos, el derecho a la alimentación es sin duda el más constantemente y más ampliamente violado en nuestro planeta".

"El hambre tiene un cierto parentesco con el crimen organizado".

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ÍNDICE

Primera Parte: La matanza

1. Geografía del hambre
2. El hambre invisible
3. Las crisis prolongadas
PS 1: El gueto de Gaza
PS 2: Los refugiados del hambre de Corea del Norte
4. Los niños de Crateús
5. Dios no es campesino
6. "Nadie pasa hambre en Suiza"
7. La tragedia del noma

Segunda parte: El despertar de las conciencias

1, El hambre como fatalidad
2. Josué de Castro, primera época
3. El "Plan Hambre" de Adolf Hitler
4. Una luz en la noche: las Naciones Unidas
5. Josué de Castro, segunda época

Tercera parte: Los enemigos del derecho a la alimentación

1. Los cruzados del neoliberalismo
2. Los jinetes del Apocalipsis
3. Cuando el librecambio mata
4. Savonarola a orillas del Lago Leman

Cuarta parte: La ruina del PMA y la impotencia de la FAO

1. El espanto del multimillonario
2. La gran victoria de los depredadores
3. La nueva selección
4. Jalil Jilani y sus hijos
5. La derrota de Diouf
PS: El asesinato de los niños iraquíes

Quinta parte: Los buitres del "oro verde"

1. La mentira
2. La obsesión de Barack Obama
3. La maldición de la caña de azúcar
PS: El infierno de Gujarat
4. Recolonización

Sexta parte: Los especuladores

1. Los "tiburones tigre"
2. Ginebra, capital mundial de los especuladores agroalimentarios
3. Robo de las tierras, resistencia de los condenados
4. La complicidad de los Estados occidentales

La esperanza
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RESUMEN

Comentarios iniciales: Quizás uno de los valores de este libro sea, además de concienciar del problema del hambre, recuperar la figura de Josué de Castro, un político brasileño que acuñó el concepto de Geopolítica del hambre en los años 40 y 50 concienció a la ONU de que había que hacer campañas contra el hambre.

La tesis del libro es que el número de personas subalimentadas que pasan hambre en el mundo asciende a mil millones. Los objetivos de los años 90 eran reducir la cifra a la mitad pero nada de eso ha ocurrido. En 1960-1971 había 900 millones de personas subalimentadas para una población de 3.660 millones, en 1995-1997 bajó a 800 para una población de casi 6.000 millones, en el 2005 estaban en 848 para 6.500 millones de habitante pero con la crisis del 2009 se disparó a más de mil millones de subalimentados para una población cercana a los 7.000 millones de personas. Como se puede ver: la población mundial también ha aumentado, por lo que el porcentaje de personas que pasan hambre se ha reducido de una de cada cinco en 1960 (20%) a una de cada siete en 2010 (14 %). Estas cifras han sido calculadas según las cifras de población mundial y subalimentados que aporta Ziegler. En todo caso, el autor recalca que en dos generaciones, de 1960 a 2010, se ha producido un "desastre mundial".

El autor resalta que las personas subalimentadas no solo reciben un aporte calórico y nutricional menor (lo aconsejable para un adulto son 2.000 calorías) sino que la desnutrición, sobre todo si es infantil, arrastra otros problemas como un crecimiento deficiente, tanto físico como mental, raquitismo, retraso escolar, enfermedades asociadas por la falta de vitaminas e incluso el "soma", una terrible enfermedad asociada a la desnutrición que deforma el rostro y que supone una vergüenza para la familia de la víctima y para los propios gobernantes del país donde suceden estos terribles casos.

Ziegler insiste en que no solo hay que computar las muertes por inanición

Ziegler distingue entre hambre estructural y hambre coyuntural (por una catástrofe, una plaga).

También hay distintos tipos de desnutridos: los pobres rurales (rural poor), los pobres urbanos (slums de Karachi, favelas de Brasil, smoky mountains de Manila).

Uno de los aspectos que destaca el autor es que Europa y Estados Unidos (en general Occidente) es una balsa de paz frente a la violencia que está azotando el resto del mundo (a lo que se suman grandes épocas de sequía).

Otro factor que se debe tener en cuenta es que el hambre también se puede usar por razones de geopolitica para debilitar a una población en concreto. Eso fue muy usado durante la Segunda Guerra Mundial, donde los campos de concentración rusos y alemanes permitieron la muerte por inanición de muchos prisioneros para reducir la población opositora o de segunda o tercera categoría (según la ideología racista de la época).

El autor hace un seguimiento a las relaciones entre la FAO (creada para combatir el hambre estructural) y la PMA (Plan Mundial de Alimentos), para combatir el hambre coyuntural por razones de urgencia. Según el autor, el PMA es el que es más efectivo. Reciben los excedentes de las cosechas de los países ricos, aunque estos han reducido sus donaciones porque parte de la cosecha se dedica a la producción de biocombustibles.

Especiales resultados obtiene el sistema indio PDS para reducir el hambre. Si en uno de los 6.000 distritos, un hindú se muere de hambre, el comité responsable del distrito es destituido fulminantemente. Hay almacenes con excedentes repartidos por las cuatro esquinas del país y se encargan de repartirlo a los más necesitados, pues hay listas de pobres en cada distrito.
Las críticas del autor van especialmente dirigidas a la OMC (Organización Mundial del Comercio) que impulsa el librecambio en el mundo y al FMI por imponer políticas de mercado libre mal entendidas y que generan situaciones crueles para los agricultores, a los que empobrece la eliminación de subvenciones.


Pone como ejemplo el país de Zambia o Ghana, a los que el FMI les obligó a suprimir ayudas y subvenciones a los pequeños agricultores, lo que derivó en graves hambrunas. El autor sostiene que el “libre mercado mata de hambre”. Los defensores de la FMI y el OMC alegan que gracias al librecambio y la eliminación de los aranceles los habitantes de los países pobres tendrán acceso a alimentos más baratos procedentes de otros lugares (casualmente, Europa o EEUU). Aunque los precios son hasta tres veces más baratos que la producción local, eso no acaba con el hambre porque lo que hace es equiparar la misera en el campo con la urbana y empobrecer al campesino que acaba por emigrar a las ciudades, porque ya no puede colocar sus productos porque no son competitivos y produce menos cantidad de alimentos. La OMC alega que esta medida a la larga beneficia a todo el país pero según el autor las muertes por hambre se disparan cuando se retiran las subvenciones al campo y se obliga a que los campesinos adquieran piensos, abonos y fertilizantes. Lo que han denunciado varios autores (Stiglitz) es que mientras a los paises pobres se les obliga a liberalizar su economía, los países ricos siguen subvencionando a sus agricultores y ayudando a las exportaciones, lo que es competir con ventaja. Los afectados acusan a la OMC de “ser un club de ricos” que no se prestan a ayudar a los más pobres para acabar con el hambre.


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Resumen de "La venganza de la geografía", de Robert D. Kaplan (2012)


El resumen actualizado y original está en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2015/03/la-venganza-de-la-geografia-de-robert-d.html

Resumen y comentarios por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, geopolítica, política internacional

Título: "La venganza de la geografía"
Subtítulo: "Cómo los mapas condicionan el destino de las naciones"

Título original: "The Revenge of Geography"

Autor: Robert D. Kaplan

Feha de publicación: 2012

En español: RBA Libros SA, 2013

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Biografía oficial del autor Robert D. Kaplan (hasta 2013)

"Robert D. Kaplan (Nueva York, 1952), periodista y analista político, es autor de catorce obras sobre política exterior y libros de viajes, entre los que destacan: Monzón: un viaje por el futuro del océano Índico, Fantasmas balcánicos: viaje a los orígenes del conflicto de Bosnia y Kosovo, y El retorno de la antigüedad: la política de los guerreros. Ha sido corresponsal en el extranjero para la revista The Atlantic durante más de 20 años, profesor de Seguridad Nacional en la Academia Naval de Annapolis (2006-2008), miembro de la Junta de Políticas de Defensa, el principal consejo asesor del Departamento de Defensa estadounidense (2009-2011) y sénior del Center of a New American Security, en Washington (desde 2008). En 2011, la revista Foreing Policy incluyó a Kaplan en la lista de los "Top 100 Global Thinkers". Actualmente, es el principal analista geopolítico de la empresa privada de seguridad Stratfor."

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Texto de la contraportada

"En el pasado, el contexto geográfico y las realidades naturales de los imperios y las naciones siempre fueron determinantes en los conflictos internacionales. Así ha sido hasta ahora y así será en el futuro, por encima de cualquier condicionante que la globalización imponga. Esa es la sorprendente y brillante tesis que se postula en La venganza de la geografía. Serán la distribución del espacio, el clima y otras circunstancias exclusivamente físicas los parámetros que definirán el devenir de las diferentes regiones mundiales durante el próximo siglo.

Robert D.Kaplan, uno de los más agudos y reputados analistas políticos de la actualidad, repasa en este impactante libro las teorías y los descubrimientos geopolíticos más recientes, examina algunas páginas reveladoras de la historia, para a continuación proponer una lectura global del mundo en que vivimos y definir cuál será el posterior desarrollo de los acontecimientos en el escenario internacional"

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ÍNDICE

La venganza de la geografía

Primera parte
Visionarios

1. De Bosnia a Bagdad

2. La venganza de la geografía

3. Heródoto y sus sucesores

4. El mapa euroasiático

5. La distorsión nazi

6. La teoría del anillo continental

7. El atractivo del poder marítimo

8. La "crisis del espacio"

Segunda parte
 El mapa de principios del siglo XXI

1. La geografía de las divisiones europeas

2. Rusia y el corazón continental independiente

3. La geografía del poder chino

4. El dilema geográfico de la India

5. El pivote iraní

6. El antiguo Imperio otomano

Tercera parte
El destino de los Estados Unidos
1. Braudel, México y la gran estrategia

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Comentarios previos

El libro ha tenido bastante éxito pues en España, en el 2015, ya va por su sexta edición. Es ameno y explica muchas cosas de la actual geopolítica. Fue escrito entorno al 2010-2011 y publicado en el 2013 y augura conflictos en Ucrania y el norte de Siria (como así ha ocurrido).
Al leer el libro, uno tiene la sensación de que las potencias son entes vivos ambiciosos que se pelean entre sí, o más bien sospecha que esa descripción no es más que una burda racionalización que hacen los imaginativos geopolíticos para explicar la realidad como si fuese un cuento infantil. Pero de momento, es la teoría que explica algunos de los grandes movimientos de política internacional y predice otros con increíble exactitud.

El título de La venganza de la geografía viene a referirse a que hay espacios geográficos que, gobierne quien gobierne, obligan a un país a su expansión territorial. Piénsese que la Rusia zarista y la URSS en nada variaron su política de anexionarse países para avanzar hacia el Índico y llegar al mar.
Kapland sigue la estela de otros que ponen como factor determinamente la geografía para el éxito de una nación. Es una vieja idea que los sociólogos descartaron hace tiempo porque estos le dan más importancia a la estructura social y las leyes. Así, por ejemplo, en la actualidad vemos dos tendencias: La sociológica, que estaría representada entre otros libros por "¿Por qué fracasan los países?, en donde defienden que las democracias y la libertad generan crecimiento económico mientras que los regímenes absolutistas o dictatoriales generan estancamiento. La otra tendencia sería la geográfica, en la que autores como Kaplan o el autor de "¿Por qué manda Occidente...por ahora?" han revitalizado la idea de que la geografía determina el éxito de un país (el viejo tópico de que en el sur son más vagos porque hace sol y salen a bailar y en el norte muy trabajadores porque hace frío y están todo el día en el taller).

 Kapland sostiene que las naciones tienen estabilidad cuando han ocupado todo su espacio natural (un gran valle, una estepa, una cadena montañosa). Por el contrario, cuando tres países se reparten un mismo valle sin barreras naturales que los separen, esta situación generará luchas fronterizas e invasiones durante siglos. La tendencia es que, finalmente, todo ese territorio se unifique. Así, países como Egipto han gozado de una gran estabilidad durante milenios porque los faraones ocuparon todo su territorio en ambas orillas del Nilo y el país fue protegido de invasiones por el desierto del Sáhara, el Mediterráneo y el Mar Rojo. Por el contrario, Mesopotamia, cruce de las rutas que llevan a  Asia, Europa y África ha sufrido continuos cambios políticos durante milenios, una región siempre azotada por guerras, migraciones o ataques. 
Otro dato que los autores recientes comentan cada vez más es que el auge de Europa a partir del siglo XVII tiene relación con la expansión de Rusia hacia Siberia, Crimea y Mongolia, que cortó el paso a los nómadas de la estepa que tantos estragos causaron antaño. Esa seguridad fomentó la estabilidad en Euroasia y disparó el crecimiento económico. No es lo mismo hacer la revolución industrial en un siglo XVIII pacífico que teniendo que enfrentarse a hordas de fieros jinetes del Cáucaso que arrasan todo a su paso.

Kapland menciona a tres autores importantes que configuraron la teoría de la geopolítica actual. El más prestigioso y reconocido es  Mackinder, un autor de principios del siglo XX que con una teoría determinista vino a decir que historia de la humanidad siempre había estado promovida por los grandes avances hacia el exterior de los pueblos que no tenían salida al mar y que se situaban cerca de Europa oriental y el corazón continental de Eurasia. Hablaba de que Eurasia formaba una "isla mundial" y que el país que conquistase el corazón continental dominaría el mundo. Proponía que hubiese unos estados-barrera independientes que separasen Rusia de la Europa marítima. Veía el futuro en función de un equilibrio de poder que garantizaba la libertad. Alrededor del corazón continental existía un "anillo continental" de Eurasia (lo que hoy llamamos periferia: Mediterráneo, Mesopotamia (Irak, Afganistán), Caspio, Himalaya, Finlandia). Sostiene que el poder terrestre se enfrentó siempre al marítimo (Rusia contra el Imperio Británico, Esparta contra Atenas, Venecia contra Turquía). La clave de la geopolítica es esa zona inaccesible de Eurasia abierta a los nómadas, que el ferrocarril acertó. MacKinder defendía el poder terrestre pero Rusia fue derrotada por Japón, un poder marítimo, en 1905. Algunas de sus predicciones sobre las expansiones territoriales se cumplieron pero no mediante la guerra sino mediante pacíficas emigraciones hacia esos bordes del "anillo continental" para ocupar espacios vacíos.

Después, Kapland menciona a Karl Haushofer, un asesor de Hitler en los años 20 y 30 del siglo XX, que leyó y tergiversó a Mackinder, defendió que había que consolidar un área alemana y rusa, desde el Elba hasta Amur. El llamado "espacio vital". El nuevo orden mundial alemán estaría compuesto por una cuenca pacífica dominada por Japón, una Panamérica, dominada por Estados Unidos y un corazón continental dominado por los alemanes, con una subregión mediterránea norteafricana dominada por Italia. Prácticamente, está describiendo los escenarios y objetivos bélicos de la Segunda Guerra Mundial antes de que esta empezase. La geopolítica alemana acarreaba una "guerra perpetua" por el espacio. La geopolítica de Haushofer era el plan maestro para que los nazis supiesen qué tenían que conquistar.

Strausz-Hupé es el tercer geopolítico de gran influencia y el más realista, En "Geopolítica: la lucha por el espacio y el poder" alertó del peligro de la geopolítica nazi y restauró el prestigio de Mackinder, que lejos de delirios expansionistas lo definió como un observador imparcial. Strausz-Hupé animó a los americanos a que se concienciasen de la importancia que tenía su país, tras la guerra mundial, para estabilizar y preservar el equilibrio de poder euroasiático. El poder aéreo acabaría por dejar sin sentido la idea del "corazón continental". Y avisó de que la tendencia era crear "superestados".

El libro estudia grandes masas continentales como Europa, el Mediterráneo, Rusia, Mesopotamia, Irán, China, Turquía o Estados Unidos.

El caso más interesante es el de Rusia porque el territorio del país no ha hecho más que agigantarse desde tiempos de los zares hasta llegar hasta Vladivostok, en el Pacífico. Los zares tenían sus ciudades asentadas en los bosques pero se expandieron hacia las estepas para crear una anillo de seguridad. Al hacer sus fronteras más grandes, también aumentaron los riesgos, y fue necesario expandir la frontera. De este modo, se cortó el paso a los belicosos nómadas que durante siglos asolaron China, Oriente Medio y Europa del Este. La guerra de Crimea a mediados del siglo XIX entre el Imperio Británico y Rusia, fruto del Gran Juego, refleja bien el conflicto de intereses entre una potencia marítima (Inglaterra) y una terrestre (Rusia) que ansiaba llegar al mar. Afganistán se convirtió en una pieza clave para Rusia que se disputó con Gran Bretaña.
Aunque la capital era San Petersburgo, en el mar Báltico, Rusia era una potencia terrestre y la URSS acabó por establecer su capital en Moscú. Su expansión natural en Europa incluía Bielorrusia, los países bálticos y Ucrania. La URSS no hizo más que continuar la expansión zarista y crear un anillo de repúblicas y absorberlas. Incluso le quitó parte de Manchuria a China. En la Segunda Guerra Mundial se produjo el gran choque entre las dos superpotencias continentales, Alemania y la URSS, por hacerse con el control de la gran planicie que va desde Francia hasta los Urales. Alemania salió derrotada y la URSS controló gran parte de Europa del Este pero no pudo hacerse con Grecia, tras la Segunda Guerra Mundial, porque los aliados consideraban esa zona del Egeo como un "pivote geopolítico" de vital transcendencia. Si Grecia caía en la órbita soviética, caería el resto de Europa. En todo caso, la URSS siguió un plan geopolítico para hacer un anillo de seguridad mediante países satélite que lo separasen de Alemania. El hecho de que Grecia quedase fuera de la órbita soviética y fuese occidental pudo haber contribuido al futuro colapso de la URSS, según Kapland, porque Alemania asumió el poder continental. La guerra de Corea o la fracasada invasión de Afganistán en 1979 dio el golpe de gracia al sistema soviético. Este proceso expansionista se paró con la disolución de la URSS aunque la diplomacia rusa continuó para mantener su influencia en la periferia.
Kapland sostiene que si Rusia apostase seriamente por integrarse en la economía mundial trasladaría su capital al puerto de Vladivostok, en el Pacífico, cerca de Japón, Corea y China. La cuenca del Pacífico es ahora el motor de la economía mundial y Rusia podría tener grandes ventajas si establece una gran ciudad en Vladivostok, a solo unos miles de kilómetros de Shanghai. Por otro lado, dado que Rusia ocupó zonas chinas en el siglo XIX, que ahora están desplobadas, la geografía ha vuelto a su situación original y ahora muchos emigrantes chinos cruzan la frontera para asentarse en territorio ruso. Respecto a Ucrania, el autor escribió el libro antes de la guerra de 2014, pero ya aventura que iba a ser un foco de tensión porque no hay ninguna frontera natural que separe a Rusia de Ucrania.

Otra zona geopolítica de interés es China. Kapland sostiene que al tratarse de un país unificado (gracias al canal que unió los ríos Yan-sen y Amarillo, y enlazó económicamente el norte y el sur), apenas tuvo guerras y pudo desarrollar una economía estable, salvo por las invasiones mogolas y nómadas esteparios. La idea de Kapland es que China se va a convertir en una potencia marítima, por lo que acabará por dominar el Pacífico. Da consejos para los intereses americanos para contrarrestar la creciente influencia china en ese océano. 

Respecto a Oriente Medio, Kapland sostiene que Irán (la antigua Persia) ha prolongado su influencia cultural en todo su entorno a pesar de que sus fronteras son menores que en su época de esplendor. Es uno de los pivotes de Eurasia. Otro pivote es Turquía, que tras la Primera Guerra Mundial perdió su imperio otomano y se volvió laica. Su influencia se ha acrecentado a medida que los políticos musulmanes han recobrado el poder en los últimos años. También cobra importancia el norte de Siria porque es un lugar muy conflictivo por todos los grupos étnicos que hay allí y muy difícil de controlar, por lo que previó nuevas guerras allí. Lo curioso es que Kapland escribió el libro antes de que el Estado Islámico se hiciese fuerte precisamente en esa zona, asunto que hoy es muy preocupante en la esfera internacional.

Respecto a Estados Unidos sostiene que actúa como una potencia marítima ya que está protegido por dos océanos y una frontera amiga en Canadá. Cree que algún día México se expandirá al norte de Estados Unidos porque esa zona fue española durante muchos siglos y la prueba es que los inmigrantes hispanos cruzan la frontera para asentarse y trabajar allí porque se sienten "como en casa".

(continuará el resumen)


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Resumen del libro "Así se domina el mundo", de Pedro Baños (2017)

Resumen original y actualizado del libro:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/02/asi-se-domina-el-mundo-de-pedro-banos.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, geopolítica, relaciones internacionales, poder mundial, política internacional, globalización

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Ficha técnica

Título: "Así se domina el mundo"

Subtítulo: Desvelando las claves del poder mundial

Autor: Pedro Baños

Fecha de publicación: 2017

Editorial: Ariel, Editorial Planeta. Barcelona

Páginas: 468

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Biografía del autor Pedro Baños (hasta 2017)

El autor Pedro Baños es coronel del Ejército de Tierra y diplomado del Estado Mayor, actualmente en situación de reserva. Ha sido jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo. Ha participado en misiones en Bosnia-Herzegovina (Unprofor, Sfor y Eufor) y hoy es uno de los mayores especialistas en geopolítica, estrategia, defensa, seguridad, terrorismo, inteligencia y relaciones internacionales.

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Texto de la contraportada

"Alianzas, manipulación, rivalidad, guerra psicológica... todas las claves de la geoestrategia mundial.

"Desde hace algunos años, debido a la compleja situación actual, la ciencia de la geopolítica - y su aplicación práctica, la geoestrategia. que tiene como objetivo la influencia de los países a escala mundial - está adquiriendo una importancia que en cierto modo había perdido tras la Segunda Guerra Mundial. Pero ¿cómo se relacionan los países? ¿Qué estrategias de poder utilizan?

A través de numerosos ejemplos, veremos que existen diversas estrategias clásicas, todas con un trasfondo de hipocresía y de aprovechamiento de las debilidades ajenas, que ha prevalecido a lo largo del tiempo. También descubriremos que durante toda la historia se han cometido una serie de errores geopolíticos que se siguen repitiendo. Aunque hoy en día las reglas han cambiado por una serie de condicionamientos - como los avances tecnológicos- que obligan a modificar las acciones geopolíticas, existen unos fundamentos inamovibles en este campo.

El coronel Pedro Baños, un experto estratega, nos adentra en las incógnitas de estos juegos de dominio entre países y nos desvela numerosas claves y trucos del poder mundial que se pueden condensar en unas eficaces reglas universales para conseguir nuestros objetivos, con títulos tan sugestivos como "El mundo visto como patio de colegio", "El portero de discoteca", "Empobrece y debilita a tu vecino", o "Miente, que algo queda".

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ÍNDICE

1. Geopolítica y geoestrategia

2. Cómo es el mundo

3. Principios geopolíticos inmutables
    El estado es un ser vivo
    La economía manda
    El determinante peso de la Historia
    No hay aliados eternos, sino intereses permanentes

4. Las geoestrategias inmortales
    La intimidación
    Cerco y contracerco
    Patada a la escalera
    Empobrece y debilita a tu vecino
    Simula y disimula
    El "breaking point"
    Fomenta la división
    La dominación indirecta
    Retuerce la ley para retorcer a tu enemigo
    Quítate tú para ponerme yo
    El que parte y reparte se queda con la mejor parte
    No hagas lo que los demás pueden hacer por ti
    La creación del enemigo
    El contrapeso
    Miente, que algo queda
    Las armas de comunicación masiva
    El pensamiento único
    El abuso de los pobres
    Siembra cizaña
    El fervor religioso
    La vía de escape
    El "buenismo"
    La creación de la necesidad
    El loco
    La sinergia
    Las copas de champán
    El burro y las alforjas
    
5. Errores frecuentes en geopolítica
    Ignorar la idiosincrasia de los pueblos
    Mostrar el poder exponiendo las debilidades
    No estar preparado para lo inesperado
    Confiar en vencer con rapidez y sin pérdidas propias
    Despreciar las religiones y ofender a sus fieles

6. Los pecados capitales de la geopolítica

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RESUMEN

Comentarios iniciales: El libro es muy ameno y se lee de un tirón. Sus capítulos se estructuran en una especie de lección magistral o análisis seguido de sus correspondientes ejemplos históricos o anécdotas diplomáticas o militares para ilustrar su estudio. Cada pieza de análisis es encabezada por una frase de un destacado historiador, militar, diplomático o político (Tucídides, Napoleón, Maquiavelo, Clausewitz, etc...).

Se observan algunos errores de traducción de textos procedentes del inglés como "deception" que es un falso amigo (no significa "decepción" sino "engaño").

Entre sus fuentes cita a los clásicos ( Robert D. Kaplan) y también a los generales chinos Peng Guangqian y Yao Youzhi, así como los estrategas Qiao Liang y Wang Xiangsui.

No obstante, el libro no muestra una potente teoría para interpretar el mundo y la política internacional (salvo la de que el más fuerte es el que manda) en el sentido en el que lo haría Kaplan con su análisis del factor geográfico ("La venganza de la geografía") y los movimientos poblacionales en las planicies. Más bien, la tesis de Baños es que los países son como personas armadas con garrotes y los más fuertes atizan a los débiles para robarles todo a la menor oportunidad. Es bastante crítico con las causas ocultas de la guerra pues, en su opinión, los movilizadores son hipócritas y engañan a la sociedad con causas humanitarias o en búsqueda de la paz mientras priman intereses económicos (defender a una compañía nacional) o geoestratégicos (necesidad de controlar un estrecho para cortar la salida al mar a un país rival).

Recuerda que, según el tratado bélico Wu Zi las motivaciones de la guerra son cinco: lucha por la fama, lucha por el beneficio, acumulación de animosidad, desorden interno y hambre. Recuerda también lo que dijo el conde Alexandre de Marenches en 1986: el conflicto internacional actual consiste en la lucha por el dominio de las materias primas y en el control psicológico de las poblaciones por los medios de comunicación, las Iglesias, la educación y la desinformación. También cita al militar Michael Howard que denunció los excesos de usar a los militares al servicio de intereses económicos. El autor advierte: "En un escenario de hipocresía y cinismo, confía solo en tus propias fuerzas".

En este sentido, considera efectivamente a cada país con su propia personalidad y características físicas: el matón de la clase (robusto y pendenciero), los amigotes del matón y sus desdichadas víctimas, los que hacen frente al matón y son independientes (pero excluidos del juego y condenados al ostracismo), el que finge ser amigo de todos (Suiza), y los que no pintan nada y son indiferentes para el resto (lo mejor es pasar desapercibido). Las naciones serían como "niños" en un patio.

Y luego están los desarrapados (6.600 millones), que ansían que cambien las tornas para ocupar el sitio de los ricos y los privilegiados (900 millones). El autor cree que hay una enorme desigualdad en el mundo. Otro problema, según dice, es que las nuevas generaciones de gran parte del mundo no han conocido las guerras ni sus horrores y podrían caer en el error de buscar honor y gloria, y botín rápido, y montar otro calamitoso desastre. Ve improbable otra guerra mundial (pero no imposible) ya que las grandes potencias apuestan por enfrentarse a través de países secundarios (Vietnam, Corea) y además ahora se actúa mediante "guerras híbridas" (en países interpuestos, manipulación de la opinión pública, guerra comercial y financiera, ciberguerra...).

El mundo actual sería una especie de estado natural sin Estado hobbesiano que imponga el orden (Kaplan). Y recuerda lo que dijo Friedrich Ratzel (en "Sobre las leyes de la expansión espacial de los Estados") sobre la expansión de los países más poderosos (cultura, economía) hacia una frontera viva y cuya lógica de absorber territorios más ricos en la periferia para ampliar su "espacio vital" (el Lebensraum). Por otra parte, el padre de la geopolítica fue el sueco Rudolf Kjellén, que consideraba que el Estado tiene vida (nace, lucha, se desarrolla, ejerce su influencia, entra en declive y muere y da lugar a otro sistema social). Otro geopolítico fue Karl Haushofer (que justificaba la expansión de la Alemania industrial en el siglo XX debido a su limitación de recursos y materias primas). 

En general, varios geopolíticos coinciden en ver una constante histórica en el hecho de que los grupos son expansionistas. El autor dice que tales necesidades de un Estado "vivo" siguen vigentes: el Estado debe cubrir las necesidades básicas de su población (alimentación) y la industria (materias primas y recursos energéticos).

Según esta teoría, el país más fuerte ahora es Estados Unidos, el cual es desproporcionadamente poderoso y prácticamente domina los mares y ejerce un poder real en todo el globo. Según el autor, tal poder americano está en declive y ahora tiene a dos rivales ganando protagonismo: Rusia, que intenta recuperar su esplendor e influencia, y China, una poderosa potencia comercial en expansión. Los frentes son diversos: hay choques con Rusia en el Ártico, en Europa del Este (donde se ha expandido la OTAN) y en Siria (zona de influencia rusa en el Mediterráneo) con China en el mar de China y el Pacífico. A ello se suma la carrera o pugna mundial por captar materias primas mineras y energéticas en África (en las que están involucrados Francia, EE.UU., y China, entre los más activos). Son los llamados "minerales estratégicos": primero fueron el hierro y el cobre, luego el petróleo, y ahora el uranio, cobre, cobalto, manganeso, cromita, tierras raras (de las que Corea del Norte tiene grandes reservas sin explotar), germanio, berilio, bauxita, litio, grupo del platino. El coltán ni siquiera es comercializado abiertamente.

La economía fue razón para las guerras púnicas (Cartago se convirtió en un rival comercial de Roma en el Mediterráneo), napoleónicas (Inglaterra, potencia manufacturera, hundió en Trafalgar la flota de España y Francia y se convirtió en dueña de los mares), la Guerra de Cuba (EE.UU. necesitaba controlar los pasos de Cuba para ir seguro al Canal de Panamá y las islas Filipinas era su puente en tierra para controlar el Pacífico) o la Primera y Segunda Guerra Mundial (guerras proteccionistas, el Imperio Británico contra la Alemania industrial necesitada de petróleo, independiente de los préstamos internacionales mediante el trueque sin interés y que estaba aumentando su flota, Japón y EE.UU. pugnando por el control del Pacífico) y las guerras de Oriente Medio (control del petróleo en Irán y equilibrio con Irak en una guerra de desgaste entre ambos, el interés de Francia en los hidrocarburos de Libia) y finalmente China-Corea (la guerra por el dólar de China, las minas de tierras raras (magnesita) de Corea del Norte). 

 Las necesidades estratégicas y críticas actuales están en Guinea (bauxita), cobalto (Congo), cromita (Sudáfrica, Kazajistán, India), manganeso (Gabón, Brasil, Ucrania), germanio, grafito y tierras raras (China), estaño (Indonesia), hierro (Brasil), uranio, niquel y paladio (Rusia) y el caso especial de Afganistán (lleno de oro, cobre, hierro, cobalto, tierras raras, litio, cromo, plomo, zinc, berilio, fluorita, niobio y uranio). Sin olvidar que el petróleo y el gas mueven el mundo y, en un futuro, el mundo estará en manos de quien controle la producción y distribución de electricidad (el país que sea dependiente, se convertirá en un esclavo tecnológico de los más desarrollados).

El autor también habla de las "guerras postmodernas", que se caracterizan por usar abrumadoramente instrumentos económicos y financieros para debilitar y derrotar al enemigo: concesión de préstamos, imposición de sanciones, informes de agencias de calificación, inversiones de fondos soberanos y capital riesgo, dominio de los mercados, control de las bolsas, manejo de la deuda y otras herramientas bancarias en evolución. Los estrategas chinos Liang y Xiangsui creen que en las guerras futuras aumentarán las hostilidades financieras.

La "neoglobalización" es la nueva globalización en la que el actor dominante sería China aprovechando las infraestructuras ya creadas por los occidentales (inundaría los mercados a precios baratos y los beneficios los derivaría al campo militar o ciberespacio). La Ruta de la Seda a Europa y su paralela por el mar (a África y Sudamérica) enlazaría el 60 % del mercado global. El autor vaticina que EE.UU. no se quedará de brazos cruzados y baraja Corea del Norte como campo de batalla entre las potencias (sin hacerse daño entre sí, claro).

Respecto a quien domina la economía mundial cita a la discreta e invisible familia Rothschild (tiene 2 billones de dólares; se ignora su capacidad real para influir en decisiones clave de alcance mundial), la casa Saúd (1,4 billones), los Walton (Wallmart, solo 152.000 millones), Koch (petróleo, 89.000 millones) y los Mars (dulces, 80.000 millones).

Por otra parte, el mercado mundial del grano está dominado por cuatro grandes, las ABCD: AMD (USA), Bunge (Brasil), Cargill (USA) y Dreyfus (franco-holandesa).
En cuanto a pesticidas, fertilizantes y alimentos transgénicos están Monsanto, Dupont y Dow (USA), Bayer (Alemania), Syngenta (Suiza) y ChemChina.

A todo ello se suma, según el autor, la "inteligencia económica" llevada a cabo por Francia, ya que el Estado pone facilidades a las empresas privadas para informarles de concursos, ventas, obras públicas... para ganar ventaja sobre otros países.

Esto es en cuanto a la Economía.

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Otros conceptos que maneja, además de la "guerra híbrida" (que mezcla presión mediática, bloqueo económico, ciberguerra, desestabilización interna de un país financiando a facciones y azuzando cizaña entre ellas) es el de "lawfare" (guerra jurídica en la que se usa el derecho internacional para deslegitimar al enemigo, por ejemplo, por no respetar los derechos humanos, elecciones tramposas, con lo que se logra paralizarlo financieramente). Lo curioso es que este derecho internacional solo se aplica a los países del montón pero los importantes no se someten a él. El autor recuerda que Japón, sutilmente, suele dejar caer que si le procesan por crímenes de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, él podría sentar a EE.UU. por arrojar dos bombas atómicas contra dos ciudades llenas de civiles desarmados.

Otro concepto que usa es el de "soft power", que sería el que usaba Obama para mantener el control en el mundo sin presionar demasiado a sus oponentes, usando la diplomacia, el uso de la desestabilización interna, o violencia de baja intensidad (mediante ataques selectivos de drones). En todo caso, todos saben quién manda.

El autor habla de otros factores históricos. Recuerda que Corea del Norte fue bombardeada hace medio siglo por EE.UU. y perdió al 20 % de la población. El autor concluye que los siguientes dictadores presumieron de misiles intercontinentales y bomba nuclear para disuadir a USA de futuros bombardeos, lo que aplaudió la población al garantizarles seguridad. También menciona otros casos de países "indomables", caso de Afganistán (partido en dos en el siglo XIX por las intrigas del Imperio Británico para cortarle el paso a Rusia hacia el Índico y crear un tapón de tierra, con lo que dejó al pueblo pastún dividido por la mitad; el autor recuerda que Afganistán fue una piedra en el zapato para Alejandro Magno, Inglaterra, la URSS y EE.UU. debido a la fiereza de sus moradores de las montañas que solo obedecen la ley de venganza de su clan).

Otro de los factores es el cultural y recuerda la dificultad de que las ideas occidentales convenzan a los países de Oriente Medio para "occidentalizarse". El autor advierte que no todos los países piensan con la lógica de Occidente ni ven la democracia ni los derechos humanos ni la libertad de expresión tan atractivos, por increíble que les pueda parecer a los occidentales (y recuerda esas misiones "humanitarias" que dejan bombardeos y caos a su paso). En el caso de China, el autor cuenta que esta potencia se "vende" a los países africanos y sudamericanos como un país bueno que no se mete en los asuntos internos ni les da la consejos ni "moralina" como los occidentales.

El autor también refiere lecciones de estrategia que dio la historia pero también la vida misma. Recuerda por ejemplo el hecho de la "patada a la escalera": una vez que una potencia ha subido a la cima tira la escalera para que no suban sus rivales. Sería el caso de EE.UU. rodeando a la exURSS por Europa del Este y el Báltico (al expandirse su flanco la OTAN), boicoteando la presencia de Rusia en Siria y ejerciendo influencia en el Mar Negro y Aral, donde ya tiene bases americanas, así como en Thule (Groenlandia, para controlar el Ártico). En Asia, EE.UU. intenta mostrar músculo a China, con un gran despliegue en Corea del Sur, y China, a su vez busca crear un "mar interior" sin extranjeros.

La idea general es que por muy poderoso que sea un país, debe saber primero a qué se enfrenta cuando invade un país. Recuerda que el día-D del desembarco en Normandía, los aliados vieron frenado su avance por muros vegetales de 3 metros que habían creado los celtas 2.000 años antes. En otros países, un "patinazo" cultural generó graves tensiones: la revuelta de los cipayos en la India contra los británicos (por untar con grasa animal los cartuchos), las rebeliones religiosas en Afganistán o Pakistán porque los americanos hicieron algún sacrilegio, o la tenacidad vietnamita (que ya había echado a los colonizadores franceses) y con los que para EE.UU. fue imposible negociar  nada que no fuese la inmediata retirada americana del país. También está el caso filandés, cuya pequeña población se dividió en guerrillas y paró a los carros de combate soviéticos en 1939 durante todo el invierno hasta que Stalin tuvo que desistir. O cómo los guerrilleros españoles convirtieron en un infierno la presencia de las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia (donde Napoléon perdió medio millón de hombres en cinco años, "gota a gota").

El autor recuerda que la guerra es "incontrolable" e "impredecible" y que aunque todos van con la idea de ganar suele haber "sorpresas". Un enemigo débil puede atacar el punto más vulnerable de su prepotente atacante. O el conflicto, previsto para unos días, puede encenagarse durante décadas (pone como ejemplo Afganistán, Vietnam).

El fervor religioso también es un catalizador para que las poblaciones vayan a la guerra pero el autor recuerda que, generalmente, los poderosos tienen otros intereses inconfesables (generalmente económicos o geopolíticos), por lo que suelen disfrazar toda guerra como una "causa justa" (un concepto que se remonta  a los monjes-guerreros de las Cruzadas y ahora a los "muhaidines"). Eso ha dado pie a guerreros fanatizados por una total fidelidad a una religión, del signo que sea, y que le han venido muy bien a algunos gobernantes. El autor recuerda la película de Rambo III, quien lucha junto con los talibanes (los "buenos") contra los soviéticos (los "malos") en los años 80 y 20 años después, se invierten las tornas, y son estos guerreros de las montañas con un férreo control del honor los "malos" porque pelean contra EE.UU.

Del mismo modo, remover demasiado un avispero lleno de exaltados guerreros fanáticos no es una buena idea, según explica el autor. Recuerda que si un enemigo débil no tiene salida para la derrota puede actuar a la desesperada, caso de la población que se suicidó en Numancia (cercada por los romanos) y de otras ciudades que siguieron la misma suerte para no claudicar. Eso lleva a la figura del terrorista suicida que actúa a la desesperada para defender su país o echar a los invasores más fuertes: se han visto muchos casos a lo largo de la Historia, desde los judíos kamizaces (zelotes) contra los romanos a las mujeres cargadas de explosivos que atentaban contra los alemanes en Varsovia, los ataques japoneses contra los portaaviones, los vietnamitas o los terroristas globales "muhaidines" de las torres del 11-S y otros cientos de ataques.

El autor también comenta cómo se divide el mundo en los "buenos" y "malos". Si un país no rinde pleitesía al más dominante, o no hace lo que él quiere, pasa a entrar en la lista de los "malos" y se convierte en un paria internacional si es que no lo invaden directamente. También está la técnica del "portero de discoteca" (solo un puñado de países tienen derecho de veto en la ONU, solo unos pocos son admitidos en el distinguido club del G-8, o no tienen por qué someterse a los dictados del FMI sino que reciben préstamos amistosos por otras vías). China usa ese poder de veto para "vender" a sus socios comerciales que si tienen algún problema con Occidente, puede bloquear cualquier decisión de la ONU.

Otro factor es la influencia cultural y la presión en la opinión pública. El autor relata tantos ejemplos de cómo las grandes potencias interfirieron en la opinión pública de otros países y lo siguen haciendo (para amoldarlos a sus intereses crean institutos de opinión, financian partidos que defiendan estos intereses) que no le cabe más que concluir que "todos lo hacen". Un caso paradigmático es el del magnate de la prensa Hearst que lanzó en 1898 una campaña mediática contra España (que les tocaría hacer el papel de los "malos") para convencer con todo tipo de falsedades a los estadounidenses de que había que declarar la guerra para liberar a los cubanos de la opresión. En una guerra rápida, EE.UU. se hizo con el control de Cuba, Filipinas y Puerto Rico mientras que España, que desde 1808 era una potencia menor, perdió sus últimas colonias oceánicas. Ningún país europeo se atrevió a desafiar a USA, convertida ya en una gran potencia.

La conclusión del autor es que el mundo sigue siendo inestable y es probable que aumenten los "microestados" y las fragmentaciones de países por una sencilla razón: son más fáciles de controlar por los grandes (en concreto EE.UU., Rusia y China). En vez de haber grandes estados medianos o incluso continentales (como la UE), o un poder fuerte de la ONU, existe un mosaico de países débiles o instrumentales (caso de Panamá o Yemen) que tienen importancia geoestratégica y tienen que amoldarse a lo que digan los países más poderosos. A todo ello se une que entre los propios aliados se espían (como se ve en los papeles y cables diplomáticos de Wikileads, etc...) por lo que conviene ir con precaución en el mundo global.


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Resumen de "El fin del poder", de Moisés Naím (2013)


El resumen original y actualizado está en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2015/07/el-fin-del-poder-de-moises-naim-2013.html

Sociología, teoría política

Resumen y comentarios de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

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Título: "El fin del poder"
Subtítulo: "Empresas que se hunden, militares derrotados, papas que renuncian y gobiernos impotentes. Cómo el poder ya no es lo que era"

Título original en inglés; "The End of Power"

Autor: Moisés Naím

Publicación en inglés: Random House Mondiadori, 2013

Publicación en español: Debate (RHM), 2013

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Biografía oficial de Moisés Naím (hasta 2013, inclusive)

Doctor por el MIT, fue ministro de Fomento de Venezuela, director del Banco Central y director ejecutivo del Banco Mundial. Durante catorce años y hasta 2010 Moisés Naím dirigió la prestigiosa revista Foreing Policy, convirtiéndose en uno de los más respetados analistas de la economía y de la política internacional, y uno de los columnistas más leídos en lengua española. En 2011 fue galardonado con el premio Ortega Gasset de periodismo a la mejor trayectoria profesional, y en 2013 la revista británica Prospect la incluyó en la lista de pensadores más importantes del mundo. Naím es autor de numerosos libros, entre ellos su última obra, Ilícito (Debate, 2006), que fue publicada en 18 idiomas y seleccionado por el Washington Post como uno de los libros del año. Actualmente, reside en Washington DC donde trabaja para el Carnegie Endowment for International Peace.

Nota del lector: el fundador de Facebook Mark Zuckerberg eligió su libro "El fin del poder" como el primer libro de su club de lectura.

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Texto de la contraportada

"El poder está cambiando de manos: de grandes ejércitos disciplinados a caóticas bandas de insurgentes; de gigantescas corporaciones a ágiles emprendedores; de los palacios presidenciales a las plazas pública. Pero también está cambiando en sí mismo: cada vez es más difícil de ejercer y más fácil de perder. El resultado, como afirma el prestigioso analista internacional Moisés Naím, es que los líderes actuales tienen menos poder que sus antecesores y que el potencial para que ocurran cambios repentinos y radicales sea mayor que nunca.
En El fin del poder, Naím describe la lucha entre los grandes actores antes dominantes y los nuevos micropoderes que ahora les desafían en todos los ámbitos de la actividad humana. La energía iconoclasta de los microprocesadores puede derrocar dictadores, acabar con los monopolios y abrir nuevas e increíbles oportunidades, pero también puede conducir al caos y la parálisis. A partir de estudios nuevos y provocadores y de su experencia en asuntos internacionales, Naím explica cómo el fin del poder está remodelando el mundo en el que vivimos".

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ÍNDICE

Prefacio: Cómo nació este libro: una nota personal

1. La degradación del poder.
¿Han oído hablar de James Black JR?
Del tablero de ajedrez... a todo lo que nos rodea
¿Qué es lo que ha cambiado?
La degradación del poder ¿Es algo nuevo? ¿Es cierto? ¿Y qué?
Pero ¿qué es el poder?
La degradación del poder ¿qué es lo que está en juego?

2. Comprender el poder

Cómo funciona y cómo se conserva
Cómo hablar sobre el poder
Cómo funciona el poder
Por qué cambia el poder... o por qué permancece igual
La importancia de las barreras que protegen a los poderosos
Qué es el poder de mercado
Las barreras a la entrada: una clave del poder de mercado
De barreras a la entrada a barreras al poder

3. Cómo el poder se hizo grande

El indiscutido ascenso de una hipótesis
Max Weber y el tamaño como requisito de poder
Cómo el mundo se volvió weberiano
¿El mito de la élite del poder?

4. ¿Por qué el poder está perdiendo fuerza?

Las revoluciones del "más" de la "movilidad" y de la "mentalidad"
¿Qué es lo que ha cambiado?
La revolución del "más": aplastando las barreras del poder
La revolución de la "movilidad": el fin del público cautivo
La revolución de la "mentalidad": nada por descontado
¿Cómo funciona el cambio de mentalidad?
Consecuencias revolucionarias: socavar las barreras del poder
Abajo las barreras: la oportunidad para los micropoderes

5. ¿Por qué las victorias electorales aplastantes, las mayorías políticos y los mandatos claros son cada vez menos frecuentes?

La degradación del poder en la política nacional
De los imperios a los estados: la revolución del "más" y la proliferación de países
De déspotas a demócratas
De mayorías a minorías
De partidos a facciones
De capitales a regiones
De gobernadores a abogados
De líderes a gente corriente
"Hedge funds" y ciberactivistas
La centrifugadora política

6. Pentágonos contra piratas: el poder menguante de los grandes ejércitosç

El gran auge de las pequeñas fuerzas
El fin del monopolio supremo: el uso de la violencia
Un tsunami de armas
La degradación del poder militar y las nuevas reglas de la guerra

7- ¿De quién será el mundo? Vetos, resistencias y filtraciones, o por qué la geopolítica está sufriendo un vuelco

¿Para qué sirve una potencia hegemónica?
Los nuevos ingredientes
Si no hay hegemonía, entonces ¿qué?
¿Quién teme al lobo feroz? El rechazo al poder tradicional
La globalización del poder blando
Las nuevas reglas de la geopolítica
Basta decir no
De embajadores a ONGOG: los nuevos emisarios
¿Para qué sirve el minilateralismo?
¿Está alguien al mando?

8. Gigantes asediados: ¿por qué el dominio de las grandes empresas es hoy menos seguro?

¿Cómo ha ocurrido?
En la tierra de los jefes, la autoridad y la jerarquía
¿Qué efecto está teniendo la globalización sobre la concentración de empresas?
El poder y el peligro de las grandes marcas
El poder de mercado: el antídoto a la inseguridad empresarial
Las barreras disminuyen y la competencia aumenta
Nuevos aspirantes y nuevas oportunidades
¿Qué significa todo esto?

9. El poder y la pugna por conquistar almas, trabajadores y mentes

Y en todos estos ámbitos el poder también se está degradando
Religión: los nuevos y sorprendentes competidores del Vaticano
Organizando a los trabajadores: nuevos sindicatos y los sindicatos que no lo parecen pero lo son
Filantropía: la explosión mundial de la generosidad
Medios de comunicación: todos informan, todos deciden
En conclusión

10. La degradación del poder: ¿el vaso está medio lleno o medio vacío?

Elogio de la degradación del poder
¿Qué tiene de malo? Los peligros de la degradación del poder
La parálisis política como daño colateral de la degradación del poder.
La competencia ruinosa
Cuidado con lo que se desea: la sobredosis de controles y contrapesos
Cinco riesgos

11. El poder se degrada: ¿Y eso qué importa? ¿Qué podemos hacer?

Hay que salir del ascensor
Hay que hacerles la vida más difícil a los "terribles simplificadores"
Devolver la confianza
Fortalecer los partidos políticos: las enseñanzas de Occupy Wall Street y Al-Qaeda
Aumentar la participación política
La oleada de innovaciones políticas que se avecina

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Comentarios previos al resumen:

El fundador y dueño de Facebook, Mark Zuckerberg, eligió el libro "El fin del poder" como el primer texto para inauguriar su club de lectura.

https://www.facebook.com/ayearofbooks?fref=nf


(resumen pendiente)



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Resumen del libro "¿Quién domina el mundo?", de Noam Chomsky (2016)


Resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2017/06/quien-domina-el-mundo-de-noam-chomsky.html

Resumido por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, ciencias políticas, relaciones internacionales, poder mundial, orden mundial

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Título: "¿Quién domina el mundo?"

Título en inglés: Who Rules the World?

Autor:  Noam Chomsky

Fecha de publicación en inglés: 2016

Fecha en español: Ediciones B,  Barcelona, 2016,

Número de páginas: 388

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Biografía del autor Noam Chomsky (hasta 2017)

Noam Chomsky es profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT. Se le atribuye el haber revolucionado el campo de la lingüística moderna. Es asímismo autor de numerosas obras políticas de gran éxito, entre ellas los best sellers Hegemonía o supervivencia (Ediciones B, 2004), Estados fallidos (Ediciones B, 2007), Ambiciones imperiales, Lo que decimos se hace y Esperanzas y realidades.

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Texto de la contraportada

"¿Quién domina el mundo?, encarnizado, implacable y meticulosamente documentado, proporciona la explicación indispensable de los conflictos y peligros clave de nuestro tiempo que siempre espera de Noam Chomsky.

En un análisis incisivo y concienzudo de la presente situación internacional, Chomsky argumenta que Estados Unidos, por medio de sus políticas predominantemente militaristas y su ilimitada devoción por mantener un imperio de escala mundial, está arriesgándose a una catástrofe que destrozaría los bienes comunes del planeta. Recurriendo a una amplia variedad de ejemplos, desde el programa en expansión de asesinatos mediante drones hasta la amenaza de una guerra nuclear, pasando por los puntos críticos que representan los conflictos de Irak, Irán, Afganistán e Israel-Palestina, Chomsky ofrece reflexiones inesperadas y cargadas de matices sobre el funcionamiento del poder imperial en un planeta cada vez más caótico.

De paso, el autor proporciona un brillante estudio acerca de cómo las élites de Estados Unidos han ido aislándose cada vez más ante cualquier restricción que la democracia pretenda imponer a su poder, Mientras la mayor parte de la población es empujada a la apatía -desviada hacia el consumismo o el odio al vulnerable-, a las corporaciones y los ricos se les permite, cada vez más, hacer lo que les plazca"

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ÍNDICE

1. La responsabilidad de los intelectuales, el retorno

2. Terroristas buscados en el mundo entero

3. Los memorandos sobre la tortura y la amnesia histórica

4. La mano invisible del poder

5. Causas y consecuencias del declive estadounidense

6. ¿Está acabado Estados Unidos?

7. Carta Magna, su destino y el nuestro

8. La semana en la que el mundo contuvo la respiración

9. Contexto y consecuencias de los Acuerdos de Oslo

10. La víspera de la destrucción

11. Las opciones reales en el conflicto Israel-Palestina

12. "Nada para los demás": la guerra de clases en Estados Unidos

13. ¿Seguridad de quién? Washington se protege a sí mismo y al sector empresarial.

14. Atrocidad

15. ¿A cuántos minutos de la medianoche?

16. Los altos el fuego que nunca se cumplen

17. Estados Unidos es un destacado Estado terrorista [según Chomsky]

18. El paso histórico de Obama

19. Dos formas de verlo

20. Un día en la vida de un lector de The New York Times

21. "La amenaza iraní": ¿cuál es el peligro más grave para la paz mundial?

22. El Reloj del Apocalipsis

23. Amos de la humanidad

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RESUMEN

Comentarios iniciales: Chomsky es un autor estadounidense muy crítico con las políticas internacionales de su país porque considera que las élites se han alejado del ideal democrático y de libertad que luego defienden en otras partes del mundo en función de sus intereses. En este libro, cuenta las supuestas argucias de EE.UU. para controlar todo el planeta tras ganar la Segunda Guerra Mundial y siguiendo un plan establecido por el presidente Roosevelt. No libra nadie de su dedo acusador: a Bush hijo por invadir Irak sin motivo alguno y legalizar poco menos que la tortura con los disidentes extranjeros en Guantanamo y otras prisiones secretas en países de Oriente, y a Obama por promover asesinatos selectivos de los enemigos fundamentalistas mediante ataques con drones y comandos de élite de sospechosos sin un juicio previo (en referencia a Osama Bin Laden). Cree que el pueblo americano ignora estas operaciones secretas, Todo para asegurarse el dominio del mundo, algo que cada vez se torna más difícil porque hay nuevos actores emergentes en el juego.

Tras la lectura del libro, uno toma consciencia del gran poder que tiene Estados Unidos como la mayor potencia del mundo conocido, capaz de intervenir (discretamente o por las bravas) en cualquier país que se aleje de sus líneas maestras. Chomsky o Stiglizt han ido desentrañando poco a poco las políticas maestras que explican por qué el FMI exprime a los países endeudados y les obliga a adoptar un libre comercio ultraliberal que no siempre les conviene a los más pobres (o que directamente los arruina). Detrás de todo estarían, según Chomsky, las grandes empresas que dictan la política internacional para obtener el máximo beneficio en cada país. Es un orden mundial que funciona desde 1945 y donde cada país tiene establecido un determinado papel.

Chomsky repasa la actuación de su país Estados Unidos para dominar el "Gran Área" (prácticamente todo el mundo) tras salir victorioso de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y controlar todos los mares y las mayores reservas de petróleo y gas natural. Durante la Guerra Fría, las dos superpotencias se dedicaron a controlar sus áreas de influencia (la URSS dominó Europa del Este y EE.UU. el resto del mundo). Tras la caída del telón de acero en 1989, EE.UU. se erigió como dueña del mundo con otros dos actores (Europa y Asia Oriental) pero ya hacía tiempo que había comenzado su declive y decadencia, según Chomsky.

Entre 1945 y el 2017, Estados Unidos se vio obligado a garantizar la "estabilidad" en el resto del mundo y combatir con los rebeldes que amenazaban el orden establecido. En los años 60 y 70, la rebelión estuvo en Asia Oriental (China, Indochina, Indonesia, Vietnam, y otros). Desde 1973 y en los años 80, la mayor potencia del mundo debió atajar la Teología de la Liberación y las luchas contra la desigualdad en América del Sur y CentroAmérica. Fue una etapa muy dura, con escuadrones de la muerte, torturas y represión interna y dictatorial en esos países. Cualquiera que apuntase con el dedo al que estaba detrás de todo, era silenciado. Chomsky acusa poco menos que al presidente Reagan de ser un "asesino" (por respaldar la guerra sucia en Sudamérica) y al diplomático Kissinger de "líder de los terroristas" por potenciar esas políticas en el área sur que causaron cientos de miles de muertos entre los más pobres.

A partir de los años 90 y hasta la actualidad, Estados Unidos tiene un nuevo campo de batalla: Oriente Medio y la lucha por el control de los inmensos recursos naturales: petróleo y gas. Según Chomsky, en la cúpula se piensa que quizás no sería conveniente llevar la democracia a esos países porque su población tiene sentimientos antiamericanos, según las encuestas de opinión pública, y si pudieran los echarían de allí.

El autor comienza hablando de los intelectuales "buenos" (que luchan por sacar a la verdad la luz) y los intelectuales pagados por el sistema (que son los que reciben los elogios, hacen carrera y ganan las medallas y premios porque son fieles a la estructura de poder). Contrapone el trágico caso del sacerdote jesuíta Ellacuria asesinado junto a otros tres religiosos que defendían la Teología de la Liberación (auspiciada por el concilio del Vaticano II) y el exitoso caso de Vaclac Havel, el presidente democrático de la recién liberada República Checa, que fue agasajado en Washington como luchador por la libertad y defensor de los valores democráticos. Según Chomsky, hubo un doble rasero: Ellacuría fue un auténtico y valiente luchador por las libertades en CentroAmérica pero promovió la Teología de la Liberación que era "non grata" en la Casablanca y desde la época de Reagan se le consideró una peligrosa amenaza a combatir en el cono Sur. Allí donde los sacerdotes promovieron la democracia popular y la reducción de las desigualdades, los escuadrones de la muerte o paramilitares adiestrados en el Norte fueron a por ellos y los barrieron del mapa junto a los campesinos que reclamaban libertades. En cambio, siempre según Chomsky, Havel pudo dar su discurso sobre las libertades porque la URSS no lo había asesinado antes.

Siguiendo a Chomsky, mientras los intelectuales antipáticos y demasiado críticos con el sistema eran calificados poco menos que como "terroristas" y en algunos casos fueron liquidados sin contemplaciones, los intelectuales amigos eran homenajeados. Esto que se aplicó para distinguir a los intelectuales "prestigiosos" y al resto de escoria que había que eliminar, silenciar o ignorar, según fuese la gravedad de su pensamiento rebelde.

Chomsky también aborda el tema de las torturas, Dice que hubo un primer 11-S, que fue el derrocamiento del presidente Salvador Allende por los militares (apoyados por EE.UU.) y que conllevó en todo el sur de América una guerra sin cuartel contra los disidentes de las dictaduras hasta casi 1989. El uso de las torturas, continúa el autor, fue extendido aunque las fuerzas especiales de USA siempre mantuvieron las manos limpias,

En (Chomsky,2016:66), el autor habla de la doctrina Muasher. Viene a decir que "en el mundo real, el desprecio de la elite por la democracia es la norma. Son abrumadoras las pruebas de que solo se apoya la democracia en la medida en que contribuye a objetivos sociales y económicos, una conclusión que los investigadores más serios reconocen a regañadientes". Así lo evidenciaron las filtraciones de Wikileaks, comenta Chomsky.
El principio operativo lo describió Marwan Muasher, ex ministro jordano y director de investigación de Oriente Próximo para la Carnegie Endowment: "El argumento tradicional propuesto dentro y fuera del mundo árabe es que no hay nada que esté mal, todo está bajo control. Con esta línea de pensamiento, las fuerzas atrincheradas argumentan que los opositores y extranjeros que piden reformas están exagerando las condiciones reales". dice. Adoptando este principio, si los dictadores nos apoyan, ¿qué más puede importar?" (Chomsky, 2016:67). La conclusión es que todo el que no esté de acuerdo, desde Irán hasta un profesor de instituto, un defensor de los inmigrantes o un crítico con el Wall Street que provocó la crisis del 2008, es tachado de impresentable. Incluso el calentamiento global fue ridiculizado y un senador dijo que es falso que se esté calentando el planeta porque en la Biblia Dios le promete a Noé que no habrá un segundo diluvio.
"Todo esto y mucho más puede ocurrir mientras prevalezca la doctrina Muasher, Mientras la población general permanezca pasiva, apática y desviada hacia el consumismo o el odio a los vulnerables, los poderosos pueden hacer lo que les plazca, y los que sobrevivan podrán contemplar el resultado" (Chomsky, 2016:78).

Más adelante habla del Espíritu de la Época, una fe ciega en el progreso desarrollada en el siglo XIX que eliminó a las tribus indias y a quien se interpusiese en medio. Es algo que sigue presente. En especial, dice Chomsky, este espíritu viene a decir que te puedes enriquecer y que los demás se queden sin nada. "Todo para mí y nada para los demás", una máxima que se ha llevado a cabo en muchos conflictos: con los obreros, al quitarles derechos; con los nativos, al casi exterminarlos; con los países menos desarrollados a imponerles cláusulas abusivas que los países comerciantes más poderosos no cumplen; etc...

Además del fundamentalismo, Estados Unidos ha visto otro enemigo en el "nacionalismo independiente", lo que supuso la caída de Nasser en Egipto, por querer salirse del guión, o en Asia Oriental (Vietnam, Birmania, Indonesia), países que intentaron llevar una política independiente y quedaron destrozados por unas brutales guerras postcoloniales.

El autor también dedica varios capítulos a examinar las cuestiones de Cuba, Irán y Palestina. En el caso de Cuba, dice que el país pasó de manos de España a Estados Unidos hasta que en 1959 se independizó. Según Chomsky, los sucesivos presidentes americanos aprobaron sabotajes en las fábricas cubanas con ciertos de muertos para paralizar al país díscolo, al que sometieron a todo tipo de sanciones para evitar que cundiese el ejemplo en Latinoamérica de que una masa popular podía cambiar las cosas. Hay que recordar que la "doctrina Monroe" de 1823 establece que a EE.UU. le corresponde su hemisferio occidental, lo que incluye a México y Cuba.

En el caso de Irán, el autor relata que en 1953 Irán gozaba de un régimen parlamentario pero impuso la dictadura del "sha", el cual fue derrocado en 1979 en otro movimiento popular pronto liderado por los ayatolás. A Irán se le hizo la vida imposible desde entonces, primero con una guerra contra Sadam Hussein, luego con maniobras navales en su costa y el derribo de un avión civil que dejó claro que la Armada americana podía alcanzar el suelo iraní. El país se convirtió en un paria internacional, lo mismo que Cuba, y las cosas fueron a peor cuando desarrolló una industria nuclear, no se sabe si para fabricar armas aunque se supone que no porque firmó el tratado de no proliferación de armas nucleares. En todo caso, Chomsky señala que Irán tras ver lo que le pasó a su vecino Irak, adoptó la táctica de disuasión nuclear como una estrategia defensiva, por lo que se ha librado de la invasión hasta ahora.

En el caso de Palestina, Chomsky se extiende largo y tendido con la situación de "injusticia" que se vive en suelo palestino, una "prisión" dentro de Israel. El autor se queja de que los palestinos son ahora los nuevos "negros" como los del apartheid sudafricano, el cual se desmoronó como un castillo de naipes cuando EE.UU. le retiró el apoyo al régimen de Pretoria. En el caso palestino, el autor dice que los nativos aceptaron los acuerdos de Oslo pero que, al poco, continuaron los ataques israelís con el apoyo de EE.UU. Tampoco gustó que los palestinos votasen a Hamás, opción que no gustaba a la primera potencia, por lo que se intentó un golpe de Estado que también fracasó. En los últimos años, crecieron los asentamientos de colonos en Gaza y Cisjordania, según comenta el autor, se convirtieron en el  mayor campo de prisioneros a campo libre, con ataques a sus fuentes de agua potable o desproporcionadas represalias por incidentes o actos violentos aislados. En este caso, Chomsky dice que aquí se obra impunemente porque hay un claro respaldo de USA. Si algún presidente deja de tener interés en Oriente Medio, la situación podría dar un giro.

Respecto a la amenaza nuclear, Chomsky recuerda casos en los que altos cargos de USA o la URSS reconocieron haber sorteado de casualidad una guerra nuclear. Finalmente, se evitó porque Jrushchov ofreció retirar sus misiles de Cuba a cambio de que EE.UU. no invadiese la isla y se llevase los misiles obsoletos de Turquía. Del mismo modo, hubo falsas alarmas que acabaron en nada porque los pilotos de los cazas o los comandantes de los submarinos no se tomaron en serio las órdenes y no apretaron el botón rojo. Pero Chomsky dice que aunque nos hayamos salvado hasta ahora de pura chiripa no quiere decir que más tarde haya una conflagración nuclear.

Chomsky reprocha que los más poderosos no respeten los derechos de los más débiles y solo los apliquen cuando les interesa. Cree que la potencia hegemónica mundial, que se "vende" como benévola, tiene miles de muertes de civiles en Sudamérica y Oriente Medio que esconder bajo la alfombra.

Otra de las cuestiones que señala es que en los años 60 no había tal amenaza nuclear soviética porque tenían peores misiles y menor número que Estados Unidos, que sí era realmente una superpotencia nuclear, mucho más poderosa que la rusa. Incluso Jrushchov, que ya había desarrollado un programa para desarmarse, se ofreció a reducir drásticamente el armamento intercontinental de ambos países para librar al mundo de una guerra nuclear pero EE.UU. no quiso, entre otras cosas por el viejo argumento de que "nosotros tenemos la bomba y los otros no".
También hubo otra oferta de paz de Jrushchov para abandonar Alemania del Este y liberarla a cambio de que el país unificado no formase parte de la OTAN, lo que no fue aceptado. Luego, Gorbachov liberó el Este y logró un supuesto acuerdo verbal por el que había un compromiso para que esos países no fuesen incorporados a la OTAN, un pacto de caballeros que tampoco se llegó a cumplir, según comenta el autor. Sus fuentes en general son informes internos de la Administración y cuentan una historia distinta a la oficial y conocida hasta ahora o que ignora el público occidental.

En definitiva, Chomsky sostiene que desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se erigió con una industria cuatro veces superior a la de la Gran Depresión y con una gran red comercial sobre Europa y Asia devastados. Desde entonces es la única potencia hegemónica del mundo y lo ha conformado en función del reparto de papeles, por lo que aplica su derecho según le interesa pero a los demás, sobre todo si son países pobres o irrelevantes, no les reconoce tales derechos, ya sea en la economía (proteccionismo interior, libre comercio y neoliberalismo exterior). Si alguien se sale del guión, suele haber en seguida un golpe de Estado, caso de Irán en 1953 o de Chile en 1973, para que las cosas sigan como estaban. Tiene su lógica ya que Estados Unidos sigue, como haría cualquier otro, sus propios intereses y además puede hacerlo por su gran poder armamentístico que eclipsa el de sus rivales menores por no decir los tercermundistas. Chomsky dice que EE.UU. se quedó sin la excusa de la URSS para explicar determinadas guerras contra "nacionalismos" emergentes que desafiaban la doctrina de 1945 y que recurrió a otra más floja, la de luchar contra la creciente sofisticación armamentística del Tercer Mundo.

En los últimos capítulos, Chomsky repasa el mandato de Kennedy y su corte de Camelot y lo culpa de haber rechazado una posibilidad de paz en Vietnam, que se acababa de independizar de los colonialistas franceses, tras lo cual hubo una escalada de violencia. Reprocha que un bombardeo a unos campesinos inocentes de Laos fuese justificado como un modo de no tener parados los aviones aunque oficialmente se argumentó que era la forma de cortar los suministros al ejército. El resultado fue que tras devastadores años de guerra, Vietnam quedó reducido a cenizas y sometido a una dictadura, lo mismo que Birmania, con los Jemeres Rojos. El autor es crítico con el mandato de Kennedy, entre otros episodios por dar órdenes para sabotear Cuba o invadirla, una doctrina que siguió años después con el embargo. Considera que EE.UU., tras la guerra con España en el siglo XIX, se apropió de la isla y le impidió ser independiente.

La tesis principal de Chomsky es que detrás del comportamiento de Estados Unidos hay un "pensamiento imperial" de dominar el mundo y repartir funciones. Así se explica que EE.UU. se alarme cuando la flota china se acerca al borde de sus aguas jurisdiccionales chinas, fuera de las cuales suele haber naves y bases estadounidenses,  cuando la verdadera alarma sería si la flota China merodearía por las costas de California. Es decir, el autor señala que EE.UU. ha dominado el mundo y cualquier cosa que "desestabilice" ese orden supone una amenaza a su autoridad imperial. Aunque el país se vende como el país de las libertades y la democracia, esos derechos se los guarda para sí mismos mientras que el resto de los países, mucho más débiles, deben acatar las reglas. La "estabilidad" es preservar el orden mundial en el que USA domina el mundo, siempre según las palabras de Chomsky. Una vez entendida dicha mentalidad "imperial" se empiezan a comprender las intervenciones ante las "amenazas a la estabilidad" que propugna EE.UU. porque suponen una amenaza a su control total del planeta y porqué sus actuaciones generan gran resistencia entre los habitantes de muchos países de Oriente Medio, Asia o Latinoamérica. El autor dice que gran parte del pueblo americano ignora los detalles macabros de cómo se impone esta autoridad y que lo que hace él es contar la historia como realmente ocurrió sin edulcorarla con un halo propagandístico.

En el capítulo final, Chomsky concluye que hay dos poderes globales: EE.UU. y la opinión pública, pues la opinión de los ciudadanos y las encuestas son las únicas capaces de disuadir a las grandes potencias e impedir que algunas guerras, como la de Irak, empeoren aún más. Esta vez, ocurrió lo mismo que en Sudamérica en los años 60, 70 y 80 pero ha salido a la luz pública.

Luego, el autor hace un resumen de las tres goteras por las que se le escapa el poder a EE.UU. desde el inicio del siglo XXI: por un lado, China intenta abrir una nueva Ruta de la Seda a golpe de talonario para evitar la interferencia estadounidense, que considera el Pacífico como un lago americano y no deja que ningún país se mueva de la foto, En este caso, China intenta alcanzar un puerto de Pakistán mediante autopistas, subvenciones y acuerdos. De esta forma alcanzaría Oriente Medio y sus recursos energéticos. Además, China ha creado una especie de FMI asiático para financiar proyectos en Asia y África. El gigante asiático construye autopistas y tiende líneas de trenes de alta velocidad para alcanzar Europa eludiendo la vigilancia naval norteamericana,

La segunda creación de un gran poder mundial es Europa sobre todo si se unifica desde Lisboa a Vladisvostov, algo difícil de conseguir, sobre todo porque Rusia se opone al expansionismo de la OTAN hacia Ucrania, en la misma frontera rusa. Esta situación hace que se esté cocinando a fuego lento una nueva guerra fría pero Chomsky comprende la actitud de Rusia porque, poniéndonos en el lugar del Kremlim, pasaría lo mismo si los rusos ampliasen el tratado de Varsovia a México y Canadá atrapando a EE.UU. en una ratonera rodeados de misiles intercontinentales. Según el autor, eso es lo mismo que pasa ahora con la OTAN en el Báltico y a las puertas de Ucrania. Putin se siente acosado.

 Chomsky sostiene que en Europa el ciudadano es donde mejor percibe la pérdida de poder democrático: por un lado, los burócratas de Bruselas toman las decisiones por encima de los parlamentos nacionales, que han perdido su soberanía y que deben aceptar políticas de austeridad. Por otro, las corporaciones y los "lobbies" empresariales deciden las políticas más adecuadas que les interesan para sus tratados comerciales. Finalmente, los "mercados" se han impuesto como la opinión que realmente cuenta frente a la opinión del ciudadano, que se convierte en un mero "observador", como en el mundo liberal del siglo XIX, Esta progresiva pérdida de confianza en los partidos de la izquierda (que siguen políticas neoliberales) hace que el ciudadano ya no los considere una alternativa fiable y se inclina por votar a partidos populistas, ya sea de derechas o de izquierdas.
La cúpula europea desdeña la ignorancia de los ciudadanos "malolientes", como decían los generales en el siglo XVIII de la plebe que ganó la guerra de la Independencia de EE.UU. una fuerza decisiva de guerrilleros que luego fue apartada de las decisiones importantes.

Finalmente, Chomsky habla de los yihadistas o guerrilleros. Sostiene que las guerrillas españolas ganaron la guerra al invasor Napoleón en el siglo XIX y que la experiencia ha demostrado que un ejército regular no se puede ganar una guerra contra el populacho, pues es una guerra perdida. Sostiene que cada vez que EE.UU. bombardea un país, se duplican o triplican los seguidores yihadistas, entre otras cosas porque mueren inocentes y gente que debería tener derecho a la presunción de la inocencia que instauró la Carta Magna inglesa hace mil años. Viene a decir que los bombardeos fabrican radicales terroristas. Por otra parte, estas guerras en Oriente Próximo han generado millones de refugiados que se encaminan hacia Europa. la cual carece de recursos y una política para hacer frente al drama humanitario que provoca la espiral de violencia.

Una de las prediciones de Chomsky es que los asesinatos selectivos de miembros de la cúpula de los yihadistas no va a arreglar nada porque los jefes caídos pronto son sustituidos por otros más jóvenes, más sanguinarios y con más dinamismo y ganas de hacer cosas. Dice, por ejemplo, dos años antes, de la hipotética muerte del líder del EI (se comenta ahora que murió en un bombardeo ruso), que esa baja no haría más que agravar aún más el problema porque le reemplazaría un líder aún peor y más dinámico,

En esencia, estos son ahora nuevos poderes los que emergen y que están cambiando el control del mundo lentamente.





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Resumen del libro "El dominio mundial", de Pedro Baños (2018)

Resumen original y actualizado en:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/04/el-dominio-mundial-de-pedro-banos-2018.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología.

Sociología, geopolítica, política internacional, dominio mundial, globalización, geoestrategia

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Ficha técnica


Título: "El dominio mundial"

Subtítulo: "Elementos del poder y claves geopolíticas"

Autor: Pedro Baños

Edición en español: Editorial Ariel, editorial Planeta, Barcelona, 2018

Número de páginas: 367

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Biografía del autor Pedro Baños (hasta 2019)

 El autor Pedro Baños es coronel del Ejército de Tierra y diplomado del Estado Mayor, actualmente en situación de reserva. Ha sido jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo. Ha participado en misiones en Bosnia-Herzegovina (Unprofor, Sfor y Eufor) y hoy es uno de los mayores especialistas en geopolítica, estrategia, defensa, seguridad, terrorismo, inteligencia y relaciones internacionales. Es autor de Así se domina el mundo, best-seller publicado también por Ariel.
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Texto de contraportada

"Si en su best-seller internacional Así se domina el mundo, Pedro Baños exponía cómo, para qué y con cuáles estrategias los poderosos intentaban, en dura pugna entre ellos, controlar a países y personas, en esta nueva obra da un paso más hacia la plena democratización de la geoestrategia y detalle cuáles son los instrumentos que se emplean para lograr ese predominio planetario.

Así, veremos cómo la potencia militar, la capacidad económica, la diplomacia, los servicios de inteligencia, los recursos naturales, el conocimiento y la comunicación estratégica, entre otros, se convierten en las herramientas de trabajo habituales de los grandes manipuladores geopolíticos. Además, el texto se complementa con los dos principales aspectos que el autor considera que van a modificar la geopolítica en los próximos años: la tecnología y la demografía. Y termina alertando de que se está viviendo un cambio de paradigma geopolítico sobre el que hay que estar prevenidos, pues a todos nos afectará de forma muy directa.

Una obra tremendamente visual, pues es prolija en detallados gráficos  a color, lo que sin duda facilita la comprensión de lo que se expone y hace más agradable la lectura.

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ÍNDICE

Los elementos del poder mundial

1. Potencia militar: el musco bélico

2.  Capacidad económica: el verdadero poder

3. Diplomacia: un poder no tan blando

4. Servicios de inteligencia: el poder de la información

5. Recursos naturales: la fuente del poder

6. Territorio y población: el poder tangible

7. Potencialidades intangibles: el poder etéreo

8. Conocimiento y tecnología: el poder de la sabiduría aplicada

9. Comunicación estratégica: el poder de la influencia y la persuación


Los grandes condicionantes geopolíticos

1. Tecnología: esos locos cacharros

2. Demografía: personas convertidas en gente


Hacia un nuevo orden mundial

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RESUMEN

Comentarios iniciales: Este libro es la segunda parte escrita por el experto Pedro Baños sobre el dominio mundial. Alerta de que se está viviendo un cambio de paradigma geopolítico "al que hay que prestar gran atención, pues repercutirá en todos nosotros".

Entre los autores más interesantes que menciona está Johan Galtung, matemático y sociólogo noruego, que anticipó en 1980 que en menos de diez años la Unión Soviética se desmoronaría víctima de sus contradicciones (la URSS cayó en 1991) e hizo otra predicción para el 2025: la caída del imperio estadounidense (aunque en el 2000, lo adelantó al 2020). El autor identificó en su libro La caída del imperio norteamericano las recetas del derrumbe: generacionales, culturales, militares, económicas, políticas, sociales... Si Washington no iniciaba un retraimiento suave y paulatino del contexto internacional, podría desplomarse como la URSS. Un poco lo que ya está haciendo Trump al iniciar la retirada estratégica de los viejos frentes ante una economía debilitada (tras el abandono de Bretton Woods en 1973 por Nixon y luego por la crisis del 2008).

O sea, según Baños, Estados Unidos asume ya un modelo de "multipolaridad excéntrica" (EE.UU. seguiría siendo la potencia dominante pero tendría que repartir su poder, en referencia a China (el gran rival tecnológico y económico) y Rusia). Los actores secundarios serían Europa, India, México y Brasil.

Según el autor, China se convierte ahora en un gigante aeroespacial, se extiende por África, Iberoamérica y mar del Sur de China e incluso compra tierras para cultivar, implanta una nueva Ruta de la Seda y compra sectores estratégicos en horas bajas en Europa.

Según la teoría de Baños, Trump estaría intentando "deconstruir" el mundo (sobre todo el económico) para crear otro nuevo orden mundial (que se parezca a aquel en que EE.UU. era el dueño del mundo en 1945 y en 1991).

El autor hace hincapié en que dos factores claves del cambio mundial son la demografía (nos encaminamos a un mundo de jóvenes que viven en países pobres) y la tecnología (un oasis de ciudades inteligentes y sostenibles en el Norte cercadas por chabolistas). A ello se suma que los más ricos creen ciudades-fortaleza, islas-refugio urbanas alejado de las desigualdades del resto del mundo, más automatizado y conectado.

Baños apela a un cambio de mentalidad, a un menor egoísmo y mayor moral, conciencia y valores, a una responsabilidad personal, pero su libro, precisamente, abre los ojos sobre cómo funcionan los entresijos de la política internacional y los intereses de quienes mandan en el mundo.

El control militar del mundo

En su libro, el autor explica quién controla militarmente el mundo. Estados Unidos tiene desplegados el 54 % de sus ejércitos exteriores haciendo un "tapón" en la frontera de Rusia y China a lo largo del corredor de Europa del Este (otro 16 % a mayores desplegado), Oriente Medio y el Cáucaso, Caspio y montañas afganas. Es un "cinturón" que contiene a sus dos grandes rivales mundiales. Sin embargo, EE.UU solo tiene el 8 % de sus tropas desplegadas en el Pacífico, el nuevo punto "caliente".

El autor dice que el poder radica en los océanos y brinda el control del tráfico internacional (razón por la cual EE.UU. tiene 19 portaaviones y sus rivales uno, tres o cuatro). En cuanto a las tropas, estas han disminuido a medida que aumenta la tecnología. El imperio español no movía a más de 3000.000 hombres mientras que la dinastía Ming, en una época cercana, movilizaba 1,5 millones (para luego reducir a solo 800.000). En la Primera Guerra Mundial, Alemania tenía a 5,3 millones de soldados (más que nadie) hasta que la URSS y Estados Unidos movilizaron a 11 y 12 millones cada uno y el Reich a otros 12 millones. Actualmente, el ejército más numeroso es el de Corea del Norte con 9,4 millones de soldados.

Pero tecnológicamente, EE.UU. es imbatible ahora: tiene 13.762 aviones y 19 portaaviones y gasta medio billón de dólares al año, así como 2,3 millones de soldados, 70 submarinos y 5.884 carros de combate.
 Su rival Rusia dispone de 3,3 millones de hombres, gasta diez veces menos dinero pero tiene 20.216 carros de combate, solo tiene 3.800 aviones, un portaaviones y 63 submarinos.
Y China dispone de 3,7 millones de soldados, gasta 161.000 millones, tiene 6.400 tanques, 2.955 aviones, un portaaviones y 68 submarinos. India tambiñen es una potencia bien armada.
La otra potencia es Corea del Norte, con 6,5 millones de soldados, 5.000 tanques, 950 aviones y 76 submarinos.
Japón tiene 4 portaaviones y 1.600 aviones y Alemania, 700 aviones y 500 tanques. Los ejércitos de ambos países oscilan entre 200.000 y 300.000 hombres.

Ahora mismo, EE.UU., China, Arabia Saudí, Rusia, India y Francia son los que gastan más dinero en armamento al año (siendo USA el triple que China y diez veces más que Rusia).

Tanto Rusia como EE.UU. tienne 6.500-6.800 cabezas nucleares cada uno mientras que Corea del Norte se cree que podría tener 10 o 20 e Irán ninguna. Francia y China tienen sobre 300.

Estas grandes potencias también emplean a compañías privadas (las CMP, mercenarios o subcontratas). Estas son las más conocidas: Dyncorp (EE.UU), Control Risk (UK), Academi (EE.UU.), Triple Canopy (USA), Grupo Constellis (USA) y GK Sierra (USA). Por su parte, los rusos tendrían sus propias subcontratas (Grupo RSB, Antiterror, Centrer, Cosacos, Wagner...)

Respecto a los robots-soldado (armas completamente autónomas), se sabe que lo están desarrollando EE.UU., Reino Unido, China, Israel, Rusia y Corea del Sur.

El control económico del mundo

El autor destaca la importancia de la "guerra económica" (desde los bloqueos napoleónicos, a la guerra del Opio o el bloqueo a Japón en la Segunda Guerra Mundial de combustible y cereales). También dice que EE.UU. fomentó la descolonización entre sus aliados para que no tuviesen acceso tan fácil a las materias primas tras la postguerra (a los que ancló con una ayuda de 12.000 millones de dólares con el plan Marshall). Además, los países recién liberados podían caer bajo su órbita
comercial (el llamado neocolonialismo).

Indica que la globalización se basa en la democracia, la economía de mercado, el liberalismo económico, la iniciativa privada y el capitalismo. Los otros pilares son el FMI (EE.UU. tiene el 17 % de la cuota y del voto y los miembros de la UE, el 32 de la cuota y el voto repartido / debe garantizar la estabilidad), el Banco Mundial (fuertemente controlado por Washington pues tiene veto, debe dar financiación a los países pobres) y la Organización Mundial del Comercio.

Otro aspecto de la guerra económica es la manipulación de los precios del petróleo. Los precios del barril se desplomaron en 1986 (para boicotear a Irán) y arruinó a la URSS y a Venezuela. En 1990, Sadam Husein se quejó de los bajos precios e invadió Kuwait. En el 2008 hubo otra posible manipulación: el precio estaba en máximos a 147 dólares y Rusia invadió Georgia (que quería entrar en la OTAN). De repente, el petróleo se hundió a 90 dólares y llegó a tocar los 35. Esta imprevista bajada hundió al venezolano Chávez y a Rusia. El nuevo sobresalto fue en el 2014, cuando el petróleo volvió a caer de 100 dólares a 50 (porque subió el "fracking", la crisis) y debilitó a Rusia en Ucrania y Crimea y Siria, y castigó a Venezuela. A los demás perjudicados, el FMI y BM les compensó.

El autor indica que EE.UU. puede influir en los precios del petróleo al poder manipular el valor del dólar, ya que las transacciones energéticas se realizan en dólares.

A todo ello se suman ahora los yacimientos de gas de enquisto, que están en China, Estados Unidos, México (está en una situación privilegiada), Argentina, Sudáfrica, Australia, Canadá, Libia, Argelia, Brasil y Polonia, principalmente.

Otro detalle importante es la deuda pública de Estados Unidos (el 55,9 está en poder de acreedores norteamericanos, el 9,5 % de China y Hong Kong, el 8 % de Japón y el 26 % del resto del mundo). Su deuda es de 21,3 billones de dólares pero como esta moneda está ligada a la producción de petróleo, le permite imprimir billetes para sobrevivir.

Otra clave es la divisa como fuente de poder (siendo el dólar ligada al patrón oro desde 1945 hasta que hubo inflación en 1971 hasta que el dólar no fue convertible con oro pero sí con petroleo y gas, los petrodólares (que son el 65 % de las divisas))
El dólar es un arma económica pero de doble filo ya que podría surgir una divisa alternativa (se intentó pero eso equivale a una guerra con EE.UU). Los rusos intentaron hacer un rublo-yuan y Venezuela propuso un Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos. Por su parte, el presidente Strauss-Kahn del FMI intentó buscar una reserva internacional (los Derechos Especiales de Giro) pero, al poco, lo echaron por un escándalo sexual. Otras propuestas de petromonedas fueron la caucásica "altyn".
Por su parte, el yuan (renminbi) chino es moneda de reserva del FMI y lanzó el "petroyuan" para comprar a Venezuela o Nigeria y Zimbabue. A China tampoco le interesa desvalorizar sus enormes reservas de dólares. Rusia y China están comprando oro (entre los dos suman 4.000 toneladas) para crear una supermoneda el rublo-yuan. En ese caso, EE.UU. lanzaría otra moneda, el "amero" (con Canadá y México e incluso fusionarse con el euro).

Europa también es un duro competidor económico para EE.UU (su "federador exterior", según De Gaulle) y además el continente quiere normalizar sus relaciones con Rusia (y acceder a su fabulosa riqueza material y su granero). Francia está muy preocupada por la pérdida de su soberanía al vender la empresa estratégica Alstom a General Electric, de EE.UU . Hay "zancadillas" para quitarse ventas y contratos.

El autor es escéptico con la idea de una UE convertida en un solo bloque político, con un liderazgo único y su propio ejército y sólidos instrumentos financieros. En Francia creen que a EE.UU. no le interesa una Europa unida políticamente, solo económicamente, a la que ve como un "escudero". Sospecha el autor que EE.UU. seguirá usando sus caballos de Troya en las instituciones comunitarias y nacionales europeas.

Otro apartado relacionado con la economía es la Nueva Ruta de la Seda, que conecta Yiwu (cerca de Cantón) en China con Madrid por tren de mercancías a través de Moscú y Polonia (con un ramal a Londres), y luego tiene varios brazos por Irán y Turquía, a la que se une la vía marítima por Suez hasta Roma (aunque el libro no lo menciona, la Ruta de la Seda seguiría hasta Lisboa). EE.UU. no ve con buenos ojos la ruta porque China es su competidor y una amenaza para sus intereses geopolíticos y económicos. Tampoco le gusta el corredor entre China y Pakistán, a través de la conflictiva Cachemira (eludiendo los puertos de la India).

Otro dato de interés es el poder de la industria alimentaria, monopolizado por Bayer-Monsanto (una controla los abonos y herbicidas y el otro los alimentos transgénicos).

El autor concluye que un país serio tiene que dotarse de un departamento específico de geopolítica económica.

Conflictos diplomáticos y espionaje

Pedro Baños localiza varios focos calientes

En el mar de China, las islas Senkaku, islas Pratas, Paracelso, Scarborough, Banco McClesfield, Islas Spratly. Si Japón protesta, China le corta el suministro de tierras raras.

También está la ciberdiplomacia. Los programas y apps de Facebook también sirven para transmitir el mensaje de EE.UU. al mundo. Se trata de diplomacia-marketing para "consumir".

El autor también comenta el dispositivo Echelon, el dispositivo global de vigilancia electrónico (operado por la NSA de USA y sus aliados) y con estaciones en Seattle, Canadá, Yorkshire, Comwall, Baviera, Australia y Nueva Zelanda. El autor dice que Occidente se hace la víctima con el espionaje de rusos, chinos o iranís y resulta que el más agresivo es EE.UU., a través de la red Echelon. Además, el autor dice que la NSA tiene potestad de su gobierno para espiar indiscriminadamente fuera de EE.UU. y monitorizar todas las comunicaciones electrónicas (e-mail, chat, vídeos, fotos, voz, transferencia de archivos, videoconferencias, detalles de redes sociales...)
Por su parte, la BND alemana estuvo espiando desde 1990 los correos de periodistas extranjeros, así como legaciones extranjeras.

Otro capítulo de interés son las operaciones encubiertas; como que la CÍA fomentó la Europa unida aportando 50 millones. El dinero lo vertió el Comité Americano para una Europa Unida (Ford y Rockefeller) que financiaba al Movimiento Europeo y a su rama juvenil. Aquellas opiniones contrarias eran "neutralizadas".
También habla de los complots contra Castro y las prisiones secretas de la CIA en Europa.

Los principales servicios de inteligencia extranjera son:

- China : Ministerio de Seguridad del Estado de China (MSS) que tiene 100.000 agentes.
- EE.UU. Cuenta con 17 agencias.
. Rusia: el Servicio Federal de Seguridad (FSB)
-Vaticano: tiene la red más extensa de inteligencia, la más opaca

También estudia los paraísos fiscales (hay 11 en Europa), en los que los servicios de inteligencia buscan información.

Recursos naturales

Otro capítulo trata sobre los recursos naturales y sus potenciales conflictos.

El autor menciona la desigual disponibilidad de agua en el 2025 (escasez en Levante y Cataluña), así como el norte de México y sur de EE.UU.
También menciona el interés de las grandes potencias por África y sus minerales, donde ya están China, Francia y Reino Unido obteniendo concesiones. En el caso de China, ya está en el Magreb, Sudán, Nigeria, Guinea, Angola, Zambia, Congo y Sudáfrica.

Otro foco de conflictos es el Ártico, ya que hay una ruta por la costa rusa (entrando por el mar de Bering) que le interesa a China. En total, hay cuatro rutas (noroeste, noreste, transpolar, puente ártico). Un portacontenedores de Maersk Line logró atravesar ya la ruta Noreste.

La Antártida es otra tierra de interés que se disputan los países del Cono Sur, así como Francia, Reino Unido y Noruega.

El autor también menciona el "Earth Overshoot Day" (indica la distancia que estamos del desastre ecológico y lo de más que gastamos y no producimos). En la tabla se puede ver que en 1970, los recursos de un año se habían agotado el 19 de diciembre y en el 2018 ya estábamos en julio.
El día del exceso terrestre en España es 11 de junio y el de China cuatro días después. EE.UU. agota todo en marzo y Alemania en mayo.

Población

El autor hace hincapié en los cambios demográficos. Señala que uno de cada cinco habitantes del planeta es chino o indio (China tiene 1.384 millones de habitantes y la India, otros 1.296 millones). El 5 % de la población mundial está concentrado en una pequeña extensión de la India, en el Ganges.

Poder etéreo

El autor explica cómo la gente en mayo de 1945 pensaba que el país que más contribuyó a derrotar a Hitler fue la URSS (57 % de los encuestados) y en el 2015, el 54 % pensaba que fue EE.UU. Esto se debe a las tácticas de publicidad de cada país. Razón por la cual, China se ha lanzado a controlar el cine extranjero para dar una buena imagen de su país.

Urbanización
Aumento exponencial

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