Resumen del libro “La convulsión globótica”, de Richard Baldwin (2019)
El resumen original y actualizado está
en el siguiente link:
Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor
en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología
Sociología, tecnología,
globalización, robotización
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Ficha técnica
Título: “La convulsión globótica”
Subtítulo: Globalización, robótica,
y el futuro del trabajo
Título en inglés: “The globotics
upheaval”
Autor: Richard Baldwin
Fecha de publicación en inglés: 2019
Publicación en español: Antoni Bosch,
editor, 2019.
Número de páginas: 316
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Biografía del autor Richard Baldwin
Richard Baldwin es catedrático de
Economía Internacional en el Graduate Institute of International and
Development Studies de Ginebra y director del Centre for Economic
Policy Research (CEPR) de Londres.
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Texto de la contraportada
“Nuestro mundo está a punto de
entrar en una nueva era que supondrá cambios equivalentes a los de
la Revolución Industrial.
La automatización, la inteligencia artificial y la robótica modifican nuestra vida a pasos agigantados y la disrupción digital va mucho más lejos de lo que pensábamos.
Richard Baldwin, uno de los principales
expertos mundiales en globalización, sostiene que el ritmo de esta
transformación va a resultar angustioso.
Cuando la tecnología permita trabajar
a presencias virtuales en cualquier oficina de cualquier parte del
mundo, la globótica (la combinación de globalización y robótica)
alterará la vida de millones de trabajadores cualificados mucho más
deprisa de lo que nos afectaron la automatización, la
industrialización o la globalización, en épocas precedentes.
¿Qué pueden hacer las personas y los
gobiernos para responder a este cambio excepcional? ¿Cómo evitar
que en ese proceso se debiliten los cimientos mismos de la sociedad?
Aunque la convulsión es ya inevitable,
existen estrategias para adaptarnos a este mundo nuevo y estas se
basan en las destrezas humanas que ninguna máquina puede replicar:
la creatividad y el pensamiento independiente.
La convulsión globótica nos ayuda a
prepararnos para la inminente oleada de los robots avanzados en el
mercado laboral”.
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RESUMEN
- Introducción.
Parte I. Transformación histórica,
convulsión, reacción contraria y resolución.
- Hemos estado aquí antes: la gran transformación
- La segunda gran transformación: de las cosas a las ideas
Parte II. La transformación globótica
- El impulso digitecnológico promotor de la globótica
- La telemigración y la transformación globótica.
- La automatización y la transformación globótica.
- La convulsión globótica.
- Nueva reacción contraria, nuevo proteccionismo
- Resolución globótica: un futuro más humano, más local
- El futuro no concierta citas: preparación para los nuevos empleos.
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RESUMEN
El autor explica que el teletrabajo, contratando a ingenieros extranjeros (indios, paquistaníes...), contribuyó a reducir los costes salariales y abaratar muchos
proyectos empresariales de Occidente. Sin embargo, algunos
emprendedores descubrieron que todavía era más barato comprar
programas de inteligencia artificial como los teleoperadores
virtuales (capaces de atender 20 llamadas a la vez) o máquinas que revisan 500 seguros a la vez. Aunque no son
tan buenos como los trabajadores humanos, son muchísimo más
baratos. La IA pronto desbancará a los teleoperadores (incluso a los
deslocalizados) pero también a otras profesiones del sector de
cuello blanco, sobre todo a oficinistas y administrativos. Esta vez
los perjudicados por las máquinas no serán los agricultores o los
obreros de la industria sino los oficinistas y todo el ramo del
cuello blanco que se suponía que estaba a salvo de la automatización
porque su trabajo no era físico sino intelectual. Ahora, las
máquinas ya pueden pensar.
El autor se inspira en el libro La Gran Transformación, de Karl Polanyi, publicado en 1944 y que analiza cómo la sociedad feudal-agraria cambió a causa de la Revolución Industrial y se convirtió en una capitalista-propietarista, lo que duró hasta la crisis de 1929, impulsada por los factores de globalización (barcos de vapor y ventaja comparativa ricardiana) y automatización. Baldwin dibuja un escenario en el que hay una Segunda Gran Transformación, donde la sociedad vuelve a transformarse desde una sociedad industrial a otra de servicios (se entiende que es a partir de 1945 y, con más fuerza, después de 1973, la llamada sociedad post-industrial de Alan Touraine). A partir de ahí, la automatización, que solo afectaba a los trabajadores industriales o de cuello azul, se combinó con la digitalización (ordenadores personales en las oficinas) y, a partir del 2018, la IA empezó a sustituir a trabajadores de cuello blanco (oficinas, teleoperadores, aseguradoras). La automatización pasó se sustituir empleos de cuello azul o otros de cuello blanco. El autor dice que la IA no es ninguna broma, ya que es mucho más veloz y eficiente que no uno sino 20 trabajadores o más (puede atender varias tareas a la vez) y, peor aún, su crecimiento es exponencial.
El negocio ya no está ahora en innovar (todos los avances derivan del gran progreso técnico obtenido entre 1883-1973) sino en hacer aplicaciones de dichas innovaciones y productos (por ejemplo, el coche autónomo se basa en innovaciones anteriores como el GPS, dirección asistida, mapeo y cartografía, sensores).
La Gran Transformación
El autor se inspira en el libro La Gran Transformación, de Karl Polanyi, publicado en 1944 y que analiza cómo la sociedad feudal-agraria cambió a causa de la Revolución Industrial y se convirtió en una capitalista-propietarista, lo que duró hasta la crisis de 1929, impulsada por los factores de globalización (barcos de vapor y ventaja comparativa ricardiana) y automatización. Baldwin dibuja un escenario en el que hay una Segunda Gran Transformación, donde la sociedad vuelve a transformarse desde una sociedad industrial a otra de servicios (se entiende que es a partir de 1945 y, con más fuerza, después de 1973, la llamada sociedad post-industrial de Alan Touraine). A partir de ahí, la automatización, que solo afectaba a los trabajadores industriales o de cuello azul, se combinó con la digitalización (ordenadores personales en las oficinas) y, a partir del 2018, la IA empezó a sustituir a trabajadores de cuello blanco (oficinas, teleoperadores, aseguradoras). La automatización pasó se sustituir empleos de cuello azul o otros de cuello blanco. El autor dice que la IA no es ninguna broma, ya que es mucho más veloz y eficiente que no uno sino 20 trabajadores o más (puede atender varias tareas a la vez) y, peor aún, su crecimiento es exponencial.
El negocio ya no está ahora en innovar (todos los avances derivan del gran progreso técnico obtenido entre 1883-1973) sino en hacer aplicaciones de dichas innovaciones y productos (por ejemplo, el coche autónomo se basa en innovaciones anteriores como el GPS, dirección asistida, mapeo y cartografía, sensores).
La Gran Transformación
La Gran
Transformación (una secuencia de dos siglos progresivos) cambió una
sociedad estancada con reducidos mercados y derogó la perversa ley
de Malthus. Europa pasó de ser una economía feudad dirigida por un
monarca a otra industrial y democrática.
La Gran Transformación empezó con un
potente impulso tecnológico que abrió un proceso de cuatro pasos:
transformación, convulsión, reacción contraria y resolución.
Primero llegó la mecanización o automatización.
Antes, los peones abundaban y la oferta
variaba según el crecimiento de la población. Al llegar a las
fábricas, el capital llegó a ser el rey. La desigualdad aumentó en
la primera parte de la Gran Transformación y luego disminuyó en
1970.
Como señala Piketty en El capital en
el siglo XXI, las causas que provocan estas oleadas de desigualdad
son “controvertidas”: afecta al sistema económico, educación,
tecnología, globalización, urbanización, derecho al voto o el
imperialismo. El 5% más rico es el único que más ahorra y el
resto, al consumo inmediato y los salarios crecían más lentos que
la productividad.
La Gran Transformación cambió la
estructura de creación de valor (ingresos) junto con diversas formas
de controlar y capturar ese valor.
Durante la Gran Transformación se
generó un dúo disruptivo (automatización y globalización). En la
Gran Transformación, los servicios estaban protegidos de la
globalización porque casi todos requieren interacción personal (los
empleos de “pensar” estaban protegidos de la automatización, que
sustituía a empleos de fabricar cosas). En 1700, el trabajo desde el
19 % hasta el 49 % (1870).
Entre 1815 (Congreso de Viena) y 1848,
hubo gran estabilidad pero generó inseguridad económica
generalizada que se agravó con una crisis alimentaria. En 1848 hubo
levantamientos en toda Europa pero pocos gobiernos cayeron, fue la
encrucijada en la que la historia moderna fue incapaz de tomar la
dirección correcta y la sociedad tardó otro siglo en tomar la
dirección correcta. Según Karl Polanyi, el fascismo y el comunismo
fueron las reacciones violentas más revolucionarias contra la
transformación. A ello se unió la economía del New Deal. [nota
del lector: y la socialdemocracia sueca].
Dice que el dúo dinámico de la
automatización y la globalización generaron convulsión económica,
social y política, así como cambios sociales. Se propusieron tres
soluciones contra el laissez-faire: comunismo y capitalismo del New
Deal y el fascismo.
Laissez-faire: fue criticado
porque no era la forma de dirigir el progreso de la Gran
Transformación. Dejar las trascendentales decisiones en manos del
mercado no eran la mejor manera. Los trabajadores eran “fuerza
laboral”, el trabajo una “mercancía” y había inseguridad
salarial. Surgieron preguntas: “¿cómo se puede proteger al
trabajador de la implacable fuerza de unos mercados sin control?”.
Comunismo (1848): las decisiones
no las tomarían unos individuos en base a su interés personal y
guiados por la “mano invisible” del mercado sino que pensarían
en el interés de la gente y estarían guiadas por la mano visible
del partido. Un plan y no el mercado protegería a la gente del
efecto pernicioso del progreso. Requería un control absoluto
político (que derivó en dictadura).
New Deal: las 3R : “reparación”
para los pobres y desempleados, “restablecimiento” del empleo en
los niveles previos a la crisis y “reforma” de la economía para
eliminar las causas del colapso y la desesperación social. Incluían
leyes sindicales favorables a los trabajadores, más impuestos para
los ricos y una regulación rigurosa de los bancos y las prácticas
anticompetitivas. La vulnerabilidad de los trabajadores se redujo
mucho. El gasto del Gobierno pasó del 5 al 20 %.
Fascismo italiano: se perfiló
como “alternativa” real al comunismo para suavizar los efectos
más perniciosos del capitalismo del “laissez-faire” al tiempo
que se evitaban los cambios radicales del comunismo. Eliminaban la
certidumbre del mercado mediante la cooperación y no en la
competencia: capitalistas, trabajadores y el gobierno colaborarían
por el bien de todos, lo que se conoció como modelo “corporativista”
sin conflicto de clases. Promovió el gasto social y las obras
públicas. Derivó en dictadura. Con Hitler, derivó en un horror
para la Humanidad.
La Segunda Gran Transformación
La Segunda Gran Transformación también
llamada Transformación de los Servicios.
El nuevo impulso de las TIC originó
una gran transformación y un segundo proceso en cuatro pasos
(transformación económica, convulsión, reacción contraria y
resolución). No fue un cambio tan grande como la Gran Transformación
pero la convirtió en una sociedad post-industrial: los empleos se
desplazaron desde las fábricas a las oficinas, prosiguió la
urbanización, muchas comunidades rurales decayeron o desaparecieron
y el eje de la creación de valor pasó del capital al conocimiento.
La automatización cruzó una línea
“divisoria continental”.
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La “nueva” globalización
La “nueva” globalización se
refiere a la nueva tecnología que cruzó fronteras a partir de 1990
o así. La deslocalización originó más comercio de recambios y
componentes pero lo que cambió el mundo fue el flujo colosal,
unidireccional, de tecnología desde las economías maduras a las
emergentes.
La diferencia entre la globalización
vieja y la nueva es que el impacto de la globalización acabó siendo
más individual, más súbito, más incontrolable y más
imprevisible.
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El autor estudia cuatro leyes
digitecnológicas
Ley de Moore: En 1965, Gordon Moore
dijo que el número de transistores por pulgada cuadrada se ha
duplicado aproximadamente cada 18 meses / La velocidad de
procesamiento de los ordenadores crece de forma exponencial,
duplicándose cada 18 meses o así.
Ley de Gilder: Crecimiento de los
datos. En 1989, Gilder pronosticó que los ritmos de transmisión de
datos crecerían tres veces más deprisa que la potencia de los
ordenadores.
Ley de Metcalf: Crecimiento en la
transmisión de datos. Estar conectado a una red se vuelve más
valioso a medida que la red crece, incluso cuando baja el coste de la
conexión.
Ley de Varian: explica el ritmo
descabellado de la innovación. Los componentes digitales son
gratuitos mientras los productos digitales son muy valiosos. La
innovación estalla al combinar componentes para hacer nuevos
productos.
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