Resumen: "Apocalípticos e integrados", de Umberto Eco (1965)
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http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/04/apocalipticos-e-integrados-de-umberto.html
Sociología, materia: sociología de la sociedad de masas, medios de comunicación y mass-media.
Autor del resumen: E.V.Pita (2011)
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Ficha técnica
Título: "Apocalípticos e integrados"
Título original: "Apocalittici e integrati"
Fecha de publicación en Italia: 1965 / España: 1968
Edición en 2010: De Bolsillo
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INDICE
Apocalípticos e integrados: La cultura italiana y las comunicaciones de masas.
ALTO MEDIO BAJO
-Cultura de masas y niveles de cultura.
-Estructura del mal gusto (lo kitsch y la midcult)
-Lectura de Steve Canyon (el lenguaje del comic)
PERSONAJE
-Uso práctico del personaje
-El mito de Superman
-El mundo de Charlie Brown
LOS SONIDOS E IMÁGENES
-La canción del consumo
-La música y la máquina
-Apuntes sobre la televisión
-Los nihilistas flamantes
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RESUMEN
Resumen: Umberto Eco, en 1964, analiza a los grandes mitos de la cultura pop (comic, música) desde un punto de vista filosófico y científico. Lo que genera polémica es que habla de dos culturas, la baja o cultura de masas (tebeos de Superman, Mandrake,Rita Pavone) y la alta (Joyce, Kant).
EL MITO DE SUPERMAN ANALIZADO POR EL SEMIÓLOGO UMBERTO ECO
El comic en la sociedad de masas, medios de comunicación y mass-media.
Autor del resumen crítico: E.V.Pita (2011)
Título: "Apocalípticos e integrados"
Título original: "Apocalittici e integrati"
Fecha de publicación en Italia: 1965 / España: 1968
Edición en 2010: De Bolsillo
INDICE
Apocalípticos e integrados: La cultura italiana y las comunicaciones de masas.
ALTO MEDIO BAJO
-Cultura de masas y niveles de cultura.
-Estructura del mal gusto (lo kitsch y la midcult)
-Lectura de Steve Canyon (el lenguaje del comic)
PERSONAJE
-Uso práctico del personaje
-El mito de Superman
-El mundo de Charlie Brown
LOS SONIDOS E IMÁGENES
-La canción del consumo
-La música y la máquina
-Apuntes sobre la televisión
-Los nihilistas flamantes
Resumen: Umberto Eco, en 1964, analiza a los grandes mitos de la cultura pop (comic, música) desde un punto de vista filosófico y científico. Lo que genera polémica es que habla de dos culturas, la baja o cultura de masas (tebeos de Superman, Mandrake,Rita Pavone) y la alta (Joyce, Kant).
DIFERENCIAS ENTRE APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS (INTRODUCCIÓN)
Apocalípticos:
Eco dice que es injusto encasillar las actitudes humanas en dos conceptos genéricos y polémicos como son "apocalíptico" e "integrado". Para definir estos conceptos recurre a otro concepto genérico: "cultura de masas".
El concepto de apocalíptico pasa por considerar la cultura como algo refinado y de élite que se opone a la vulgaridad de la muchedumbre [Nota del lector: recuerda a la tesis de Ortega y Gasset en "La rebelión de las masas" donde se queja del bajo nivel en que ha caído la cultura al tener acceso todo el mundo].
Dice que para los apocalípticos, la mera idea de una cultura compartida por todos es un contrasentido monstruoso. La cultura de masas sería la anticultura y es el signo evidente de la caída irremediable del hombre de cultura, en extinción.
Frente a este pesimismo, está el optimismo del integrado. La televisión, el cine o el Reader's Digests ponen la cultura a disposición de todos e incrementan la absorción de información y circula el arte en lo que se llama "cultura popular" [nota del lector: sería algo así como el pupurri de clásicos populares].
Diferencias entre apocalípticos e integrados.
El integrado no teoriza, prefiere producir.
El apocalíptico elabora teorías sobre la decadencia.
El apocalíptico es una obsesión del "dissenter"
El integrado no disiente.
La imagen apocalíptica procede de la lectura "sobre" la cultura de masas.
La imagen integrada emerge de textos de la cultura de masas.
Eco llega a la conclusión de que no son dos fenómenos distintos sino dos versiones complementarias de la misma realidad de una crítica popular de la cultura popular.
El autor llama la atención sobre que críticas contra la "industria cultural", pero sus orígenes no la sitúan en el origen de la televisión (lo que sería el típico ejemplo de la cultura de masas) sino en el nacimiento de la imprenta, que coincide con el origen de la revolución burguesa, el periódico, la opinión pública, la igualdad política y civil, y la democracia y la soberanía popular. Al aceptar términos fetiche como "industria cultural" y "cultura de masas" nos pasamos a preguntar en qué circunstancias la relación del hombre en el ciclo productivo reduce el hombre al sistema y la de un hombre no liberado de la máquina pero libre con relación a la máquina. El termino "masa" es usado desde el siglo XIX y va asociado a las ideologías y lucha de clases, por lo que los productos consumidos por el protagonista de la historia eran "buenos". Pero Eco cree que otra cosa es que las "masas" entren en el juego y probablemente tengan un "estómago" más resistente a los productos que sus manipuladores les ofrecen. Y añade que lo sí es evidente es que existen unos "operadores culturales" que producen para las masas para su propio lucro y no para que hagan experiencia crítica. Lo que se reprocha al apocalíptico es no intentar nunca un estudio concreto de los productos y de las formas en que son consumidos. Por ejemplo, critican el "kitsch" (la horterada) pero se emocionan con su estética. Algo ocurre parecido ocurre con la televisión, reduce el mundo a fantasma e impide toda reacción crítica y toda respuesta operativa en sus adeptos. Hay una especie de atracción morbosa y el crítico no nos sustrae de esa fascinación sino que sucumbe aún más.
EL MITO DE SUPERMAN
En el capítulo dedicado a los personajes, Eco estudia el mito de Superman, el superhéroe del cómic que es un icono de la cultura de consumo y de masas.
Mitificación de imágenes: su origen se puede ver en los arquetipos religiosos adaptados a las fantasías populares (bestiarios, lapidarios). Todo esto dependía de decisiones tomadas en la cumbre por los concilios y que luego eran transmitidas, simplificadas, por obispos y pastores a los feligreses. También se puede distinguir en el arte cuando el artista introduce símbolos reconocibles por todos como el amor, la pasión, la gloria, la lucha política, el poder o las insurrecciones populares. Ejemplos: los tres árboles de Proust, la muchacha pájaro de Joyce o las botellas rotas de Montales, según indica Eco.
En la sociedad moderna aparece el símbolo del estatus (tener un coche bueno, un televisor de plasma grande y caro, un chalé con piscina... [nota del lector: o un iPad o un iPhone 5.0 siguiendo el argumento de Eco]). En estas imágenes se condensan aspiraciones y deseos que todos los integrantes de la sociedad de consumo reconocen.
Eco dice que los tebeos o comic books son un ejemplo de mitificación en la sociedad de masas.
Por ejemplo, el protagonista de Terry y los Piratas (1934) acaba alistado en el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial pero su novia, la vamp Burna, era japonesa y por tanto enemiga. Así que apareció una virtuosa nueva novia, Raven, cuya muerte en el papel conmocionó al país. Lo mismo pasó con el ganster Flattop, el villano del cómic Dick Tracy, que murió pese a las quejas del público y fieles seguidores de las tiras. [Nota del lector: el fenómeno sería equiparable a la muerte del supervillano Darth Vader, en la película El Retorno del Jedi, de la saga Star Wars]. Eco habla de histeria colectiva y crisis en la comunidad, algo que solo se comprende cuando ese personaje representa una imagen en la que otros proyectaban sus deseos. Es decir, lo que párrafos antes, Eco denominó "mistificación" o icono.
Tras esta introducción, Eco examina el mito de Superman [nota del lector: en el momento de escribir estas líneas, un comic de Superman plantea que el superhéroe va a renunciar a su nacionalidad estadounidense, se supone que para universalizar más el mito y vender más en otros países, lo que ha generado protestas por "antipatriota", etc...].
Eco estudia los superpoderes de Superman, que tiene antecedentes en otros héroes clásicos como Hércules, Sigfrido, Orlando, Pantagruel o Peter Pan, o bien Sherlock Holmes (más humano pero con una inteligencia superior a la media). Superman surge en un mundo jerarquizado donde el individuo es un número, donde la fuerza es superada por la máquina. Por ello, Superman es el mito del lector común.
Eco continúa con otras características de Superman: es un extraterrestre procedente de Kripton que es puesto a salvo por su padre científico en una nave estelar. Tiene fuerza ilimitada, puede volar por el espacio a gran velocidad, y es capaz de viajar por el tiempo. Convierte carbón en diamantes, etc... Su corazón bondadoso, humilde y servicial le hace dedicar su vida a luchar contra el mal. En su vida con los humanos, es un periodista panoli llamado Clark Kent, enamorado de Lois Lane, que lo desprecia porque ella está enamorada de Superman, su otro yo.
Eco dice que el verdadero héroe para el lector no es Superman sino Clark Kent, porque personifica al ciudadano medio, asaltado por complejos y despreciado por sus semejantes, aunque con la esperanza de que bajo su mediocridad surja un superhombre. [nota del lector: esto recuerda a Nietzsche].
Posteriormente, Eco analiza la diferencia entre un heroe moderno como Superman y los clásicos y nórdicos, en los que siempre hay detrás un mito religioso conocido de antemano por el lector. Sin embargo, la novela policiaca abre otro ramal: la intriga y la invención de hechos ingeniosos (Poe, Arsène Lupin). Estos personajes, que son arquetipos de los deseos del ciudadano medio, son imprevisibles porque sus historias se desarrollan como novela.
[nota del lector: se me ocurre un ejemplo para que sea fácil de entender la diferencia. Nadie espera que Ulyses no vuelva a Itaca o que Hércules sea derrotado. Pero con Superman puede ocurrir de todo: desde que se case con Lois Lane a que el villano Lex Luthor domine el Planeta. En un relato que responda a un mito religioso, ningún lector o espectador, espera que algo se salga del guión, ni siquiera en la gamberra comedia de Monty Pinton, La vida de Brian, se libra el protagonista de la crucifixión. En cambio, si el asunto es tratado por un novelista moderno que ignore la mitificación, el protagonista es renovado y así se explica que surjan novelas pseudohistóricas sobre el Maestro que peregrina a los santuarios budistas del Himalaya, etc... La diferencia entre clasicismo y modernidad sería esa, que la novela permite que el guión sea imprevisible como la vida diaria, no hay nada escrito en las estrellas].
Volviendo al libro de Eco, en Supermán, el desarrollo de la historia ha llevado a incluirle un punto débil: la kriptonita, un gnomo que llega de la Quinta Dimensión.