lunes, 21 de marzo de 2016

"Cien mejor que uno", de James Surowiecki (2004)

Resumen: Surowiecki aborda el estudio de las multitudes inteligentes, un concepto que ahora es muy popular para la economía colaborativa de Internet y el Big Data. Analiza el ejemplo de las tiendas de Zara. Sostiene que el promedio de los cálculos que realiza una multitud respecto a la medición de un objeto es mucho más aproximada que la que pueda hacer cada individuo por separado. Lo que él llama la Sabiduría de las Multitudes.


Resumen de "Cien mejor que uno", de James Surowiecki (2004)


Referencia APA: Surowiecki, James (2004): Cien mejor que uno. La sabiduría de la multitud o por qué la mayoría siempre es más inteligente que la minoría. Barcelona: Ediciones Urano. Tendencias (2005)

El resumen original y actualizado está en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/03/cien-mejor-que-uno-de-james-surowiecki.html

Autor del resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, estadística, psicología social, sociedad de masas

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Título: "Cien mejor que uno"

Subtítulo:  La sabiduría de la multitud o por qué la mayoría siempre es más inteligente que la minoría.

Título en inglés: The Wisdom of Crowds. Why the Many Are Smarter than the Few and How Collective Wisdom Shapes Bussiness, Economics, Societies and Nations

Edición en inglés: 2004

Edición en español: Barcelona, Ediciones Urano, 2005

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Biografía del autor (hasta 2005)

James Surowiecki es redactor de plantilla de The New Yorker, donde escribe la popular columna empresarial "The Financial Page". Sus trabajos han aparecido en numerosas publicaciones como el diario New York Times, Wall Street Journal, Art Forum, Wired y Slate. Reside en Brooklyn (NYC)

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Texto de la contraportada

"H.L.Mencken estaba equivocado cuando dijo: "Que yo sepa, en este mundo nadie perdió nunca dinero por subestimar la inteligencia de la gran masa de la gente común".
En este libro tremendamente fascinante, James Surowiecki, el conocido columnista de la revista New Yorker, explora una idea aparentemente sencilla pero que reviste profundas implicaciones: los grandes colectivos son más inteligentes que la minoría selecta, por brillante que esta sea, cuando se trata de resolver problemas, promover la innovación, alcanzar decisiones prudentes, e incluso prever el futuro.
Esta noción en apariencia contraria a lo que nos dicta la intuición tiene consecuencias muy importantes en lo que respecta al funcionamiento de las empresas, el progreso del conocimiento, la organización de la economía y nuestro régimen de vida cotidiano. Con una erudición que no parece conocer límites y una prosa estupendamente clara, Surowiecki explora campos tan diversos como la cultura popular, la psicología, el conductismo económico, la inteligencia artificial, la historia militar y la teoría económica, todo ello a fin de demostrar cómo funciona el mencionado principio en el mundo real. A pesar de que la argumentación es necesariamente compleja, Surowiecki logra presentarla de manera muy amena y los ejemplos que cita son tan realistas como sorprendentes y divertidos. ¿Por qué nos colocamos siempre en la "fila de los lentos"? ¿Por qué es imposible comprar una tuerca en cualquier parte del mundo y que case con el tornillo correspondiente en cualquier otro lugar? ¿Por qué se producen los embotellamientos de tráfico? ¿Cuál es la mejor táctica para ganar dinero en un concurso televisado?
Brillante y accesible, Cien mejor que uno es la biografía de una idea que aporta enseñanzas importantes acerca de nuestra manera de vivir, de elegir a nuestros dirigentes, de gestionar nuestras empresas y de pensar acerca de nuestro mundo".

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ÍNDICE

Primera Parte

1. La sabiduría de las multitudes

2. La diferencia que marca la diferencia: la danza de las abejas, la Bahía de Cochinos y el valor de la diversidad

3. Monos de repetición: imitación, cascadas de información e independencia

4. Ensamblando las piezas: la CIA, Linux y el arte de la descentralización

5. ¿Bailamos? La coordinación en un mundo complejo

6. La sociedad existe: impuestos, propinas, televisiones y defraudadores

Segunda Parte

7. El tráfico rodado: un fracaso de coordinación

8. La ciencia: colaboración, competición y prestigio

9. Comités, jurados y equipos: el desastre de la nave Columbia y cómo poner a trabajar los grupos pequeños

10. En la empresa; ¿todos los jefes son iguales?

11. Mercados: cotizaciones, boleras y concursos de belleza.

12. Democracia: el sueño del bien común

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Resumen y comentarios:

El libro arranca con el experimento que hizo el estadístico Francis Galton, a sus 85 años, en una feria de ganado de Inglaterra. Unos 800 concursantes calcularon el peso de carne procesada que daría un buey de la feria. Galton recogió las papeletas y las ordenó de mayor a menor estimación y calculó el promedio: resultó ser solo un kilo inferior al peso real. Él pensaba que la multitud era idiota y que solo podía ser gobernada por una élite pero rectificó y pasó a creer en la "sabiduría de las multitudes".

Hay más ejemplos: como el de una clase de niños de primaria a las que se les pide calcular el número de bolas de caramelo que hay en un tarro cerrado. El cálculo promedio de la multitud dio 875, solo 20 por encima del resultado real y mucho más cerca del alumno que más se acercó. Puede que individualmente, cada alumno hiciese un cálculo chapucero y desnortado pero, en promedio (la suma de todos los resultados dividido por el número de participantes), el cálculo es muy preciso.

[Nota del lector: se me ocurre el siguiente truco "del último apostante" para ganar las porras deportivas: esperar a que todos los participantes pongan sus resultados, calcular el promedio y anotar el resultado como apuesta propia]

Esta sabiduría de la multitud es posible encontrarla en más escenarios: las carreras de caballos y, sobre todo los concursos de preguntas y respuestas de la televisión como Quién quiere ser millonario. El comodín del público suele ser una buena opción porque suele acertar en el 91 % de los casos frente al 60 % de los expertos.

Aplicado a los mercados, la sabiduría de los "brookers" también es legendaria. Al menos, los corredores de Bolsa acertaron en apenas unos minutos cuál de las cuatro empresas que fabricaron componentes para el transbordador Columbia en 1986 había tenido la culpa del accidente, meses antes de que se conociesen los resultados oficiales de la investigación.

Una de las claves es que en el grupo de análisis haya diversidad, de forma que las estimaciones estén repartidas.

Análisis de las tiendas de Zara

James Surowiecki dedica varias hojas de su libro (páginas 238 a 244, en el "Capítulo 10, En la empresa ¿todos los jefes son iguales?" a examinar el éxito de las tiendas de Zara y menciona que es una empresa gallega situada en La Coruña (sic). Elogia su flexibilidad y agilidad porque lleva un día de stock y vende barato porque vende sus artículos más deprisa. Lo que le llama la atención al autor es que Zara logra coordinar su comportamiento con el de los proveedores y clientes. Cuando sale a diseño un nuevo vestido no lo sacan a subasta para que sus diseñadores compitan sino que el jefe ordena hacerlo al equipo sin más, con lo que se gana tiempo y los empleados ganan en estabilidad. Zara no externaliza, para ella el control y la rápidez son más importantes que el coste absoluto.
Dice: "

(seguirá el resumen)





lunes, 14 de marzo de 2016

"Salvar los medios de comunicación", de Julia Cagé (2015)

Julia Cagé sostiene que la crisis de la prensa de papel no se debe tanto a la irrupción de los contenidos gratuitos en Internet sino a una pérdida de publicidad desde los años 50 y una pérdida de credibilidad y falta de calidad desde los años 80 y 90. La solución podría ser una especie de fundación que financie grandes reportajes (en plan ProPublica).

Resumen del libro "Salvar los medios de comunicación", de Julia Cagé (2015)

El resultado original y actualizado está en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/03/salvar-los-medios-de-comunicacion-de.html

Referencia APA: Cagé, Julia (2015): Salvar los medios de comunicación. Capitalismo, financiación participativa y democracia. Barcelona: Editorial Anagrama (2016)

Resumen por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

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Título: "Salvar los medios de comunicación"
Subtítulo: Capitalismo, financiación participativa y democracia

Título original en francés: "Sauver les médias. Capitalisme, financement participative et démocratie.

Autor: Julia Cagé

Prólogo de Thomas Piketty

Edición en francés: París, Éditions du Seuil et La République des Idées, 2015

Edición en español: Barcelona, Editorial Anagrama, 2016

Páginas: 133

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Biografía oficial de la autora Julia Cagé (hasta 2016)

Julia Cagé (Metz, Francia, 1984) es titulada por la Escuela Normal Superior de París y doctora en economía por la Universidad de Harvard. Investigadora especializada en política económica e historia de la economía, es profesora del Instituto de Estudios Políticos de París.

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Texto de la contraportada

"La historia de los medios de comunicación está marcada por crisis recurrentes de diversa índole. La presente, de alcance global, está relacionada con la eclosión de Internet, la desafección rampante hacia las cabeceras tradicionales y las dificultades crecientes para rentabilizar la inversión necesaria para producir las informaciones y mantener la independencia de los periodistas.

Unos condicionantes que hace tiempo que están estimulando la imaginación del otrora cuarto poder y que han llevado a la economista Julia Cagé a elaborar una innovadora propuesta de financiación inspirada en el modelo híbrido entre el negocio y el non-profit de las grandes universidades internacionales y, dado que la información es un bien público, regulada por la ley.

Este conciso pero provocador ensayo es una potente herramienta práctica para los agentes implicados, pero también un útil instrumento crítico para todos los lectores, una invitación a reflexionar sobre cómo nos informamos en la era del redactor en jefe Google y qué uso hacemos de los medios - ¿pagar o no pagar? - y a tomar cartas en el asunto. Y es que la propuesta de Julia Cagé no sólo consiste en refundar los medios de comunicación, sino también en implementar un nuevo modelo para una democracia y economía en crisis"

Piketty: "Mas allá del caso de los medios de comunicación, este nuevo modelo invita a repensar incluso la noción de propiedad privada y la posibilidad de una superación democrática del capitalismo".

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ÍNDICE

Introducción: por una nueva gobernanza

Ilusiones perdidas

Los medios de comunicación no son una mercancía

Medios de comunicación y democracia

Salvar los medios de comunicación

1. ¿La edad de la información?

La información más allá de los medios de comunicación

Una gran diversidad de estatutos y de financiaciones

¿Qué es la información?

Los periodistas y el carnet de prensa

La evolución en el número de periodistas

Una revolución en el oficio de periodista

Cada vez menos periodistas... por periódico

Del "print" a la web

La degradación de la calidad de contenidos

El aumento de los contenidos en línea

2. El fin de las ilusiones

El nacimiento de la publicidad en prensa

La ilusión publicitaria

La disminución de la publicidad

La ilusión de la competencia

Los límites de la competencia

Los efectos perversos de la competencia

La ilusión de las millonarias audiencias en Internet

La ilusión de los medios de comunicación asistidos

El verdadero peso de las ayudas a la prensa

La ayuda resituada en su contexto

Reformar las ayudas a la prensa

La ilusión de una nueva "gilded age"

La muerte de una libertad

3. Un nuevo modelo para el siglo XXI

Más allá de la ley del mercado

Mercado y mercados

Medios de comunicación sin ánimo de lucro

Gobernanza y acciones

Medios sin ánimo de lucro en el mundo

El precio de la independencia

Límites

El caso de las cooperativas

Un nuevo modelo: la sociedad de los medios de comunicación

Capital y poder

El derecho de voto en la sociedad de medios de comunicación

Ilustración

Las ventajas de la sociedad de medios de comunicación

Una alternativa al sistema de ayudas a la prensa


Conclusión: Capitalismo y democracia

El fin de la diligencia

¿Punto final?

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Resumen y comentarios

Julia Cagé analiza las causas de la crisis del periodismo de papel. Por un lado, dice que la crisis no aparece con Internet en el 2000 sino que viene de atrás. Concretamente, desde 1950 los ingresos publicitarios de la prensa no hacen más que descender porque el jugoso pastel publicitario hay que repartirlo con la radio y sobre todo con la televisión. Por eso, los periódicos han dejado de ser el gran negocio de antaño.

A la crisis publicitaria, se une una crisis de contenido desde los años 90, cuando muchos grupos de comunicación (lease Murdoch) iniciaron la macdonalización de la prensa: las redaciones locales fueron reducidas a lo mínimo y los contenidos se estandarizaron, de forma que muchos cientos de periódicos publicaban lo mismo porque pertenecían al mismo grupo con el fin de reducir costes de escala. A ello se ha unido que las grandes inversiones en maquinaria han atado a los medios de comunicación a los grandes bancos, de modo que las noticias económicas no suelen reflejar exáctamente qué es lo que está pasando. El resultado ha sido una progresiva pérdida de audiencia por falta de credibilidad de los medios, dice Cagé.

Finalmente, la llegada de Internet y la difusión de contenidos gratuitos en la red ha acabado por dar el golpe final porque los periódicos no tienen ni idea de cómo monetizar los contenidos que vuelcan en Internet. La prensa asiste atónita a cómo los contenidos que tanto le cuesta publicar se difunden impunemente en la Red sin pagar nada y ven cómo las grandes plataformas explotan esos contenidos.
En el mismo sentido, los periódicos entran en un bucle por el que sacrifican plantilla (y con ello, calidad en la información), lo que a su vez reduce aún más su calidad.

Otro de los fenómenos que estudia Cagé es el hecho de que la competencia entre medios no ha servido para aumentar las plantillas sino que simplemente, cuando ha llegado un nuevo medio, los periodistas se han redistribuido pero no se ha creado más empleo, según un estudio realizado entre 1945 y la actualidad.

Una de las soluciones que propone es que la financiación proceda de fundaciones que aporten capital para financiar proyectos de investigación relevantes. Pone como ejemplo que la investigación periodística del Boston Globe, que destapó los casos de pederastia en la iglesia americana, costó un millón de dólares y cuatro periodistas trabajaron durante seis meses cobrando sus salarios y sin publicar ni una sola línea (luego estuvieron semanas sacando artículos). Este tipo de fundación sería similar al del matrimonio de millonarios que financian con varios millones de dólares cada año la web de investigación periodística ProPublica.com.

Cagé sostiene que estas fundaciones, entre otros tipos de fuentes de financiación, podrían ser clave porque el periodismo pensado como empresa lo que busca es generar beneficio, lo que implica que tienda a reducir costes, lo que conlleva reducción de plantillas y la pérdida de la posibilidad de investigar.

La tesis de Cagé es que los medios de comunicación pueden buscar una nueva forma de financiación a través de las donaciones realizadas por fundaciones mixtas sin afán de lucro y sin pagar impùestos, pero sin dividendos para los accionistas. En los consejos de administración de los medios también deberían participarían los trabajadores, como donadores a su vez de un tercio del capital y con derecho a voto, para evitar que el control caiga en una familia que controle la fundación y se perpetúe en el poder. Los trabajadores podrán hacer aportaciones cada vez que se amplíe capital con participantes externos, de forma que las decisiones estén repartidas entre todos. Otra parte del dinero podría llegar del público, a través del crowdfounding aunque no tendrían derecho a voto.

En esencia esta es la idea pues Cagé parte de varias premisas: la caída de ingresos publicitarios de los periódicos desde los años 50 ha sido ininterrumpìda y no puede ser compensada con los ingresos que generan las web de noticias on-line, ya que este modo de negocio es una ilusión en el sentido de que nadie paga por el producto y la publicidad de bajo coste no compensa la pérdida de ingresos en papel.
El resto de ingresos de los periódicos provienen de las subvenciones públicas, aportaciones y préstamos de la banca e impuestos bajos.

Cagé sostiene  que los periódicos no necesitan tanto recibir subvenciones públicas como disfrutar de exenciones de impuesto, lo que cree justificado en premio por la labor que el pluralismo informativo hace por la democracia y que evita que los medios sean monopolizados y controlados por un puñado de grandes familias o grupos empresariales. Los bajos o nulos impuestos ayudarían a sobrevivir a muchos diarios. mucho más que los raquíticos ingresos obtenidos on-line. A esto se suman las generosas donaciones de las fundaciones y el crowdfunding.

lunes, 7 de marzo de 2016

"Los delitos del futuro", de Marc Goodman (2015)

El autor, un expolicía del FBI, advierte de los riesgos de la criminalidad en la creciente informatización del mundo.

Resumen de "Los delitos del futuro", de Marc Goodman (2015)


Referencia APA: Goodman, Marc (2015): Los delitos del futuro. Todo está conectado, todos somos vulnerables ¿Qué podemos hacer al respecto? Barcelona: Ariel

El resumen original y actualizado está en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/03/los-delitos-del-futuro-de-marc-goodman.html

Autor del resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, seguridad, Internet
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Título: "Los delitos del futuro"

Subtítulo:  Todo está conectado, todos somos vulnerables ¿Qué podemos hacer al respecto?

Título en inglés; Future Crimes

Autor: Marc Goodman

Fecha de publicación: 2015

En español: Barcelona, Ariel, 2015

Páginas: 692

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Biografía oficial del autor (hasta 2015)

Marc Goodman ha dedicado su carrera profesional a la tecnología y al cumplimiento de la ley. Ha trabajado con el FBI, ha sido asesor sénior para la Interpol y ejerció como agente de policía. Como fundador del Future Crimes Institute y la cátedra de Política, Derecho y Ética en la Singularity University de Silicon Valley, continúa investigando la enigmática y a menudo aterradora intersección de la ciencia y la seguridad, revelando amenazas incipientes y combatiendo las caras más oscuras de la tecnología.

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Texto de la solapa

"Marc Goodman, una de las autoridades más destacadas en materia de seguridad mundial, conduce a los lectores a las profundidades del ciberespacio para mostrar cómo delincuentes, empresas e incluso gobiernos utilizan la tecnología contra el ciudadano, y cómo ello nos hace más vulnerables de lo que jamás habríamos imaginado.

Los avances tecnológicos nos han beneficiado de incontables maneras pero tienen un lado oscuro: pueden volverse en nuestra contra. Los "hackers" son capaces de activar las cámaras de vigilancia y webcams de cualquier hogar, los ladrones leen las redes sociales para conocer nuestros hábitos y los acosadores toman el control de los GPS de los coches de sus víctimas para seguirlas allá donde se dirijan. Los delincuentes de hoy pueden robarnos la identidad, hacerse con los datos de nuestras cuentas bancarias y copiar el contenido de los servidores informáticos. Pero esto es sólo el principio. Los delincuentes del futuro podrán desactivar los frenos de un coche desde kilómetros de distancia, electrocutar a un portador de un corazón artificia, fabricar AK-47 con una impresora 3D o transportar droga a través de drones.

Los delitos del futuro es también un poderoso y útil manual de supervivencia online que nos da las claves para evitar riesgos, reforzar nuestro derecho a la intimidad y encarar el futuro desde la seguridad y el control sobre nuestros aparatos tecnológicos antes de que sea demasiado tarde.

Un libro que se lee como una novela de ciencia ficción porque está basado en hechos científicos".

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ÍNDICE

Prólogo. El optimista irracional: ¿por qué soy así?

Primera parte. Una tormenta en el horizonte

Capítulo 1. Conectados, dependientes y vulnerables
Capítulo 2. Sistema fallido
Capítulo 3. Moore: fuera de la ley
Capítulo 4. No eres el cliente, eres el producto
Capítulo 5. La economía de la vigilancia
Capítulo 6. Datos masivos, riesgos masivos
Capítulo 7, T.I. al teléfono
Capítulo 8. En la pantalla confiamos
Capítulo 9. Cuantas más pantallas, más problemas


Segunda parte. El futuro de los delitos

Capítulo 10. Crimen SA
Capitulo 11. Viaje al centro de la clandestinidad digital
Capítulo 12. Todo es pirateable.
Capítulo 13. Hogar, pirateado hogar.
Capítulo 14. Cuando el objeto del pirateo eres tú.
Capítulo 15. El auge de las máquinas: ciberdelincuencia en 3D.
Capítulo 16. Amenazas de seguridad de nueva generación o por qué lo virtual no era más que el principio.

Tercera parte. Sobrevivir al progreso.

Capítulo 17. Sobrevivir al progreso.
Capítulo 18. El camino por delante.

Apéndice. Todo está conectado. Todos somos vulnerables. He aquí lo que podemos hacer al respecto.

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Marc Goodman cuenta que entró en el mundo de la investigación de delitos informáticos en 1990 cuando su jefe de la comisaría de Los Angeles (California) le preguntó cómo se podía atajar para activar la ortografía en el WordPerfect: Ctrl+f2. Así fue cómo entró en la élite policial que investiga los delitos informáticos.
Cuenta que un hacker le robó la cuenta de Twiter a una usuaria de San Francisco porque le gustaba su nombre, y de paso le formateó todos sus datos en iCloud, su teléfono y tableta de Apple y su ordenador personal.
El policía advierte que, antaño, un atracador asaltaba un banco y se llevaba todos los billetes que podía cargar, dejando rastros como huellas, ADN. Sin embargo, ahora los ladrones solo tienen que entrar en una cuenta bancaria y vaciarla por Internet, se pueden llevar millones en un minuto con un par de movimientos de ratón y desde la otra punta del mundo.
 El autor también cuenta que el primer virus fue creado en Pakistán por dos hermanos que estaban enfadados porque la gente copiaba sus programas sin pagar. Cuando un pirata copiaba su programa le saltaba un aviso con el nombre de los creadores del virus y su dirección y teléfono para que contactasen con ellos para "vacunarse" a un módico precio. El agente cuenta que ahora todo esto ha cambiado y los virus no son creados para "echarse unas risas" sino que se trata de malware (software malvado) como virus, gusanos o troyanos (que van disimulados en programas buenos). Dice que no quiere alarmar (él es un optimista irracional respecto a lo que va a venir) pero los delicuentes informáticas siempre aventajaron a la policía y ya saben introducirse en las redes sociales o en las grandes plataformas para difundir sus virus sin necesidad de que nadie pique y pulse en un archivo enviado por un desconocido.

(seguirá el resumen)