Resumen del libro "Economía comestible", de Ha-Joon Chang (2022)
Resumen original y actualizado del libro en:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/06/economia-comestible-de-ha-joon-chang.html
Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología
Sociología, economía política, neoliberalismo, economía internacional, Corea, cocina internacional
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Ficha técnica
Título: "Economía comestible"
Subtítulo: Un economista hambriento explica el mundo
Título en inglés: "Edible Economics. A Hungry Economist Explains the World"
Autor: Ha-Joon Chang
Fecha de publicación en inglés: 2022
Editorial en español: Debate (PRHGE), Barcelona, 2023
Número de páginas: 258
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Biografía del autor Ha-Joon Chang (hasta 2023)
Ha-Joon Chang nació en Corea del Sur. Es especialista en economía del desarrollo y profesor en la Universidad de Cambridge. En 2005, Chang obtuvo el Premio Wassily Leontief. Es autor, entre otros libros, de Retirar la escalera. La estrategia del desarrollo en perpéctiva histórica (2002), que ganó el premio Gunnar Myrdal en 2003. Otros libros son 23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo (Debate, 2011), Economía para el 99 % de la población (Debate, 2015) y Una breve historia del capitalismo (Flash, 2017).
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Texto de la contraportada
"Cuando, en los años ochenta, el economista surcoreano Ha-Joon Chang aterrizó por primera vez en el Reino Unido, se encontró con un país que comenzaba a alejarse de la insípida dieta inglesa y a experimentar con los sabores del resto del mundo. Era un trayecto inverso al que estaba recorriendo la economía, cada vez más acomodada en una única escuela de pensamiento. Su nuevo y esperado libro, Economía comestible, demuestra con ejemplos claros y sabrosos que, del mismo modo que es esencial abrirse a las diversas tradiciones culinarias, también lo es disponer de una amplia variedad de perspectivas económicas.
En este fascinante y delicioso volumen, Chang convierte en apetecibles todo tipo de ideas de economía, explicándolas a través de ingredientes y recetas de diferentes lugares del planeta. Así el chocolate puede ser una dulce adicción, pero aporta emocionantes ideas sobre las economías postindustriales y del conocimiento mientras que la "okra" hace que el "gumbo" del sur de Estados Unidos tenga una suavidad que derrite el corazón, también remite a la enmarañada relación entre el capitalismo y la libertad. Desde el coste oculto del trabajo del hogar hasta el lenguaje engañoso del libre mercado, y mientras cocina platos de todo el mundo, como el "sandwich" favorito de Elvis, las gambas al ajillo españolas y el "dotorimuk" coreano, este irresistible divulgador sirve un festín de ideas audaces fácil de digerir y con el que cambiar el mundo".
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ÍNDICE
Introducción. Ajo
Primera parte. Sobreponerse a los prejuicios
1. Bellota
2. Okra
3. Coco
Segunda parte. Cómo ser más productivos
4. Anchoa
5. Langostino - ¿o gamba?
6. Fideos
7. Zanahoria
Tercera parte. Mejor globlamente
8. Ternera
9. Plátano
10. Coca-Cola
Cuarta parte. Convivir
11. Centeno
12. Pollo
13. Chile
Quinta parte. Pensar el futuro
14. Lima
15. Especias
16. Fresa
17. Chocolate
Conclusión. Cómo comer mejor (la economía)
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RESUMEN
El libro habla de platos y bebidas típicas de la comida internacional y luego relaciona una comida con un país y un asunto de economía política como el neoliberalismo (que ha dominado el discurso económico hasta el 2020), el desarrollo de los países menos avanzados (que se apoyaron en el proteccionismo de su industria hasta poder competir en un mercado abierto), la sociedad postindustrial (que no es que no haya trabajadores sino que automatización los ha hecho mucho más productivos), el consenso de Washington que ha sido poco efectivo para desarrollar el sur, y otras historias.
También habla de la forma en que concebimos el espíritu empresarial y el éxito de las empresas, por qué tenemos que modificar el sistema de patentes, explica por qué el libre comercio no implica libertad para todos, da pistas de cómo las corporaciones globales pueden convertirse en fuerzas positivas para los países en vías de desarrollo, pero solo si se utilizan de la manera correcta, por qué algunos países en desarrollo están insatisfechos con la ideología económica imperante, habla de los malentendidos del Estado de bienestar (se pagan con los impuestos indirectos, que gravan a todos por igual).
En otros capítulos, muestra el verdadero significado de la igualdad económica y la equidad, o por qué los trabajos relacionados con los cuidados están desatendidos e infravalorados a pesar de constituir la base de nuestra economía y sociedad.
No olvida hablar de los retos del cambio climático, de cómo la corporación moderna convirtió al capitalismo en un gran éxito y ahora lo asfixia lentamente o sobre el auge de los robots y el futuro del trabajo.
Como curiosidad, dice que el jamón ibérico de bellota de España es el mejor del mundo y pide disculpa a los italianos si se sienten dolidos.
El autor arranca el libro sobre su viaje desde Corea del Sur para estudiar en Londres. Allí se dio cuenta de que la comida británica era muy mala, salvo las fish & chips, y que además odiaban el ajo, que consideraban cosa de franceses y anglificaban la pizza hasta hacer pizza de patata asada. En Corea, el ajo adereza muchos platos como el manul-chang-achi o como adobo del bulgogi o el pollo frito coreano. Dice el autor que esa comida británica tan pobre era equivalente a su teoría económica neoliberal o neoclásica, pues los manuales de Economía solo defendían un único punto de vista, como un menú de único plato, y no barajaban otras posibilidades teóricas (solo aceptaron la innovación de la escuela schumpeteriana o la racionalidad humana limitada de los conductistas, que ya están incorporadas a la corriente principal neoclásica). Lo malo es que esta teoría única o "monocultivo intelectual" se basaba en que la naturaleza humana es egoísta y eso ha normalizado un tipo de comportamiento egoísta. Chang nos avisa de que el modelo económico nos afecta en nuestras vidas porque influye en si una sociedad se industrializa en mayor grado, lo que puede a su vez puede generar sindicalismo y políticas progresistas, o fomenta la desigualdad o la privatización ("un dólar, un voto"). La situación en Gran Bretaña ha cambiado al internacionalizarse su gastronomía y abrirse Londres a todo tipo de restaurantes de comida exótica, y lo mismo ha pasado con la economía, donde ahora se estudian varias alternativas al neoliberalismo.
En el caso de la ternera, el autor recuerda que Uruguay en el siglo XIX tenía abundante ganado vacuno para la industria del cuero y que la carne era barata, por lo que suponía un aliciente para exportarla a Inglaterra, que tenía que alimentar a una creciente mano de obra fabril. Una empresa inglesa montó un laboratorio en Uruguay para licuar carne porque esta se conservaba mejor que la salazón y este caldo se suponía que conservaba los nutrientes, y exportó estos caldos a todo el mundo, aunque luego se evidenció que perdía muchos nutrientes durante la cocción. Más adelante, se desarrollaron los cubitos de carne en polvo, que se conservaban mucho más tiempo y eran fáciles de transportar.
Respecto a la zanahoria, esta es de color naranja porque en el siglo XVII los holandeses la seleccionaron de ese color, se dice que en honor a la dinastía Orange. La zanahoria le sirve como gancho para hablar de la innovación y las patentes porque pequeños inventos que supondrían un avance para la Humanidad o para países pobres están lastrados por 30 o 40 patentes. Los científicos las venden porque les es imposible desarrollar comercialmente sus productos por muy bien intencionados que sean (porque el desarrollo requeriría comprar otras patentes cruzadas) y algunas multinacionales las compran y luego las meten en un cajón. La solución que propone el autor es conceder premios en metálico a los inventores (como al inventor del cronómetro marino en el siglo XVIII o el de las latas de conserva) para que tengan un incentivo en vez de otorgarles una patente de 20 años que entorpece el avance tecnológico.
En cuanto a los plátanos, estos se convirtieron en alimento barato y muy nutritivo para los esclavos de América, tan fácil de cultivar que los amos los plantaban en sus parcelas de cultivo porque los árboles crecían solos y era alimento gratis. El autor menciona cómo las multinacionales del plátano llegaron a controlar países enteros en Centroamérica (las repúblicas bananeras) y ponían y quitaban gobiernos si estos iban contra sus intereses. Los motines de obreros fueron sofocados. El autor recuerda que la instalación de una multinacional en suelo extranjero no supone una mejora de ese país si los trabajadores se limitan a hacer tareas de "atornillado" (como en Filipinas), por lo que no aprenden nada sobre tecnologías muy complejas. Todo lo contrario ocurrió en Singapur y Taiwán porque solo admitieron multinacionales de sectores estratégicos y muy avanzadas como la microelectrónica, la automoción o la farmacéutica, a los que le brindaron todo tipo de facilidades y se les hicieron ofertas a la carta. El resto de las multinacionales de sectores sin interés o poco punteros no fueron admitidas o se le exigieron fuertes condiciones. Eso demuestra que las multinacionales no tienen siempre la sartén por el mango en los países pobres, ya que estos pueden diseñar políticas atractivas de inversión.
El autor también menciona el milagro de la industria de Corea del Sur a partir de 1975. El gobierno decretó un proteccionismo que impedía importar coches y estableció una industria propia del automóvil para fabricar el Pony. 50 años después, son un coloso de la industria de la automoción. Con ello, el autor avisa de que muchos países pobres, como Latinoamérica, han sido los primeros en instaurar el libre comercio en 1820 o 1840 (antes de la Ley del Grano de Inglaterra) pero no porque ellos lo deseasen sino porque fue una imposición de "acuerdos injustos" por parte de países más grandes como Estados Unidos o el imperio Británico, que a su vez ellos eran proteccionistas para facilitar el crecimiento de su propia industria. Cuando los "acuerdos desiguales", que también tuvieron que firmar China o Japón, caducaron se instauraron un tipo de comercio colonial, en la que las grandes potencias presionaban entre bambalinas a los gobiernos para que no subiesen los aranceles. Lo mismo pasó con el FMI o el Banco Mundial, donde los países ricos tenían un poder de voto desproporcionado (en función del capital aportado) y exigían a los países pobres cumplir políticas de mercado abierto que les perjudicaba o les colocaba en desventaja. Esta asimetría entre países ricos y pobres perduró con otra fórmula a finales del siglo XX con la organización mundial del comercio (OMC), ya que quienes redactaron las normas eran países ricos que dictaron disposiciones que les favorecían como, por ejemplo, admitir la subvención a la agricultura (porque les favorecía) y proscribir la prohibición a las importaciones (porque esa prohibición les perjudicaba). Aunque en la OMC, cada país tiene un voto, votan normas que están sesgadas a favor de los países ricos, dice el autor.
Respecto a las especias, el autor recuerda que fue una compañía holandesa de las Indias la primera en funcionar como una sociedad anónima en el siglo XVII, porque sus accionistas solo tenían responsabilidad limitada (si la empresa quebraba, solo perdían sus acciones y no todos sus bienes). Eso animó a captar capital y sufragar grandes empresas. Sin embargo, dice el autor, ahora las empresas se han volcado en los accionistas, los cuales no son fieles a largo plazo o se dedican a especular. Para retenerlos, habría que dar el voto a accionistas con permanencia en la empresa. También propone que se conceda a las "otras partes" (trabajadores, dirección) parte del control para que los accionistas no tengan todo el poder.
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500 RESÚMENES DE LIBROS DE ECONOMÍA Y SOCIOLOGÍA
"DE ADAM SMITH A LA INFLACIÓN EN POSTPANDEMIA (1776-2023)"
por E.V.Pita (2023)
Link al compendio de resúmenes:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/01/500-resumenes-de-libro originals-de-economia-y.html
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