lunes, 13 de octubre de 2025

Premio Nobel de Economía de 2025: Joel Mokyr / Resumen de "La palanca de la riqueza", de Joel Mokyr (1990)

 Premio Nobel de Economía de 2025: Joel Mokyr (junto a Peter Howitt y a Philippe Aghion)

Resumen de La palanca de la riqueza (Joel Mokyr, 1990, Alianza Editorial)


Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2010/11/la-palanca-de-la-riqueza.HTML



Sociología del crecimiento económico y el cambio social.

Título: La Palanca de la Riqueza. Creatividad tecnológica y progreso económico.ç
Título original: The Lever of Riches. Technological Creativity and Economic Progress.
Autor: Joel Mokyr.

Resumen y comentario: E.V.Pita (2010-2011)


El libro, escrito en 1990, estudia el avance de las nuevas tecnologías y su relación con el crecimiento económico.



Primera parte. Crecimiento económico y progreso tecnológico.
Mokyr hace distinciones entre el crecimiento schumpeteriano (expansión económica mediante un proceso continuo de innovación tecnológica financiado por la extensión de créditos) y el smithiano (crecimiento de la actividad comercial).
Dice que las tecnologías evolucionan en el sentido darwiniano de supervivencia y progreso del diseño mejor adaptado. También que una "macroinvención" (como la carretilla o el alumbrado de gas) es seguida de "microinvenciones" que lo mejoran.
Habla del "almuerzo gratis": una tecnología como la noria hidráulica o el molino de viento genera energía extra a cambio de ningún esfuerzo.

El crecimiento económico puede darse por cuatro procesos: Inversión (aumento del capital social), expansión comercial (Adam Smith, el comercio es ejemplo de almuerzo gratis), efectos por escala o tamaño (aumento de la población genera aumento de la renta per cápita no siempre), aumento del caudal de conocimientos (crecimiento schumpeteriano).


Segunda parte.


2. La antigüedad clásica.

Uno de los planteamientos es que el Imperio Romano conocía la tecnología del vidrio, los molinos de agua, el vapor y el hierro pero apenas la desarrolló: no hizo altos hornos, ni a nadie se le ocurrió fabricar gafas, la innovación fue baja incluso en tiempos de crisis, cuando se agotó la agricultura. Solo después, en la Edad Media, en torno al año 1000, esas tecnologías se emplearon masivamente y llegaron a los campesinos (como las herramientas de hierro) o los arados de doble reja, así como la rotación de cultivos más intensiva.

Respecto a las gafas en Roma, hay un texto clásico(¿Plinio el Viejo?) que habla de que Nerón, que era miope, usaba una gema para ver mejor los juegos de gladiadores.

Sobre las calzadas, tenían finalidad militar y no comercial.

Habla del mecanismo de Antikythera (que demuestra el uso de engranajes en Grecia Clásica) y que los astrolabios eran bastante sofisticados. Pero era un aparato científico, no económico.

En Grecia, a partir del 300 aC dejó de haber innovación tras las poleas, roscas. El hierro era malo y pobre mientras que en China conocían el arte de fundir hierro desde el siglo III aC.

En agricultura, no sabían como alimentar mejor al ganado. Alguien inventó una cosechadora pero el logro no se difundió. Las velas de sus barcos eran poco eficaces.

Los celtas eran buenos en maquinaria y ruedas. Pero el mayor logro de Roma fue la invención de la noria hidráulica de engranajes para moler harina. Eran de corriente baja. Las de corriente alta llegan al final del siglo III. En algunos barcos, llegó a haber cojinetes de bola y manivelas, pero sus inventores se llevaron el secreto a la tumba o fueron inventos que no tuvieron repercusión en la economía antigua.

Los romanos intensificaron la tecnología que ya existía previamente.

Mokyr se pregunta cómo es posible que una economía comercial y compleja como la antigua, que tenía transporte animal, producción artesanal e industria alimentaria, no halló soluciones obvias a los problemas técnicos.

La explicación podría estar en que se tarda un plazo en asimilar las nuevas tecnologías antes de sacarles todo el rendimimiento.

La extrapolación es que en economías como la Internet, no se le esté sacando todo el provecho a la Red, o que estos usos se queden estancados en un futuro.

3. La Edad Media
Una propuesta es considerar que la Edad Moderna empezó en el año 1000 y que la Edad Media solo cubre los siglos V a X. Otros autores, Cameron y Neal, dicen que la Edad de Hierro realmente empezó en la Edad Media, cuando se popularizó el uso de herramientas de labranza de hierro o las herraduras, y no solo el metal usado para espadas o corazas de los romanos.

Del 500 al 800 dC, hay atraso, la economía mundial se redujo pero a partir del 900 surgen inventos prácticos que aumentan el bienestar así como la población. Lo importante es que el invento funcionase, sin importar su origen.

El primer logro fue el arado de metal arrastrado por bestias de tiro. El problema era alimentar a los animales pero se hizo un tercer cultivo permitió a los animales pastar en el barbecho y obtener fertilizante para plantar avena para forraje. El segundo logro fue sacarle provecho a las ruedas hidráulicas: fuelles, prensas de vino, aserraderos. En el año 1086 ya había 5.624 molinos al sur de un río de Inglaterra.

Otro gran avance fue la herradura de clavos (frente al calzado romano), habitual en el siglo IX. El otro gran avance fue el estribo, petral, balancín y collera de las monturas (son correcciones del arreo romano que perdía 80% de eficacia). Por último, se inventó el arado con ruedas

En el siglo XII aparecieron las pastillas de jabón.

La movilidad en el mundo musulmán permitió viajar. Perfeccionaron la vela latina, los tejidos (algodón), perfumes y química, e introdujeron el papel (Occidente en el siglo XIII usó la energía hidráulica para procesar la pulpa). Al Jazari escribió El Libro del conocimiento de ingeniosos artefactos mecánicos. Pero su nueva tecnologìa perdió impetú por falta de mejoras.

Entre 1200 y 1500, Occidente despega con el molino de viento, el barco de tres palos, la carabela, e instrumentos de navegación (los vikingos eran víctimas de la hafvilla, la pérdida del rumbo en el mar), el compás (mencionado en 1180 en De Utensilibus), la traducción de la geografía de Ptolomeo y su latitud (que promovió el uso del astrolabio).

El otro progreso vino de la metalurgia en Alemania, Austria y Bohemian (altos hornos más baratos que fraguas) y la separación del cobre de la plata.

El reloj de pesas data del siglo XIII (fue una macroinvención). En el s. XIV, Dondi fabricó uno que imitaba los movimientos celestes. Todos los pueblos querían tener un gran reloj. Se le considera la máquina fundamental de la industria moderna. En el s. XIV se empezó a dividir las horas en 60 minutos de 60 segundos. Aumentó la productividad, exactitud y la eficiencia.
El último gran invento fue la imprenta.

Otro invento fue el volante para el torno de hilar y creó una industria de lana en el siglo XII (y anticipó la correa de transmisión).

Las gafas datan del siglo XIII, se inventaron en Italia en 1285.
El botón apareció en Alemania en 1230.
En los Países Bajos se inventaron las esclusas para los canales.
El uso de pólvora en armas fue otro "avance".

Europa sabía menos en 1500 que Arquímedes en 22o AC pero su tecnología era superior.
A diferencia de la Antigüedad, la tecnología de la Edad Media no fue grandiosa pero sí práctica y en manos privadas. Cameron dice que los labriegos medievales tenían herramientas propias y por eso buscaban las mejores y más prácticas, lo que impulsó la industria del hierro.


4. El Renacimiento y la tecnología de 1500 a 1750.

Fue un periodo de desarrollo tecnológico pero no de revoluciones tecnológicas.

En 1500, la tecnología china estaba agotada porque sus relojes de agua y sus imprentas no se difundieron a gran escala.
En Europa hubo microinvenciones pero no grandes macroinvenciones.
Los Países Bajos lanzaron la "nueva agricultura": nuevos cultivos, alimentación en establos y eliminación del barbecho (se sustituyó por el abono y la tierra arable). Los molinos de viento giratorios mejoraron. Se empezó a usar el carbón como energía y el coque, los altos hornos mejoraron el rendimiento, hornos de reverbero, trompa para soplar aire en la fragua, talleresde laminado de hierro.

Libros: Agrícola: De Re Metallica en 1556 (ingeniería minera).

Da Vinci: era un gran mecánico pero legó 5.000 páginas llenas de diseños sin publicar. Produjo pocos beneficios y ninguna idea práctica. El papel de los grandes científicos como Newton, Galileo o Boyle fue mínimo para el avance tecnológico, según Mokyr.

Pascal construyó una máquina que podía sumar y restar. Se introdujeron los número arábigos (ya desde el XII por Fibonacci)

5. Los años de los milagros: La Revolución Industrial, 1750 a 1830

-Tecnología de la energía.
-Metalurgia
-Tejidos
-Servicios.

Otto von Guericke hizo en Magdeburgo el experimento de las yuntas de caballo que no pudieron separar dos hemisferios que encerraban un vacío ( en 1691 ya se probó el primer pistón).
El primer motor de vapor data de 1698 (Papin).
Thomas Newcomen logra una bomba de agua mecánica de vapor para las minas y se difundió por toda Europa y colonias.
Watt

La clave de los avances es que los ingenieros resolvieron problemas muy difíciles y también hubo un gran esfuerzo colectivo.


6. Finales del siglo XIX: 1830 a 1914.

Adam Smith: beneficios de la división del trabajo.
Producción en masa.
Tercera parte. Análisis y comparaciones.

El acero
El convertidor Bessemer.

La industria química especializada fue un "almuerzo gratis" (Bayern).
Químicos alemanes.
Leblanc y la producción de sosa.

La electricidad

7. La comprensión del progreso tecnológico.

¿Por qué hay cambio tecnológico en unas sociedades y otras no?
Es una demanda del consumidor.
Los costes se abarataron.
La esperanza de vida
La nutrición
La disposición a aceptar riesgos
El medio ambiente geográfico
La dependencia de la trayectoria
Los costes de la mano de obra
Ciencia y tecnología
La religión
Los valores
Las instituciones y los derechos de propiedad
La resistencia a la innovación
La política y el Estado
La guerra
La apertura e información nuevas
Los factores demográficos

8. La tecnología clásica y medieval.

9. China y Europa.

China encabezó el avance tecnológico mundial hasta 1300 y llegó a explorar el Indico en 1400-1430 y las costas africanas pero luego el país se replegó sobre sí mismo, justo cuando los navegantes portugueses iniciaban la exploración africana en busca de un paso a Oriente.

10. La Revolución Industrial: Gran Bretaña y Europa.

Cuarta parte. Dinámica y progreso tecnológico.

11. La dinámica del cambio tecnológico y la evolución.

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Comentarios respecto a la porcelana y el textil

Por E.V.Pita (2010)

El libro "La palanca de la riqueza", de Joel Mokyr, Alianza Editorial 1993, explica en un capítulo los avances que experimenta la tecnología de la industria textil del hilado en Inglaterra a lo largo del siglo XVIII, y cómo la instalación de unos rodillos móviles permitieron automatizar el proceso de hilado y hacerlo mucho más preciso. Lo mismo ocurrió con la fabricación de porcelana en Delf (Holanda) y en Alemania, e incluso en Sargadelos. Estas innovaciones chocaron con los sistemas artesanales de producción de hilado a mano que en el XIX supusieron una debacle en regiones periféricas. La pregunta es que entre la aparición de las primeras máquinas y la ruina de las hilanderas, para las que esta actividad era un complemento a su actividad agraria, pasaron entre 50 y 100 años pero durante ese periodo en algunas regiones nadie hizo nada por modernizar el proceso y evitar la ruina. Si lo sabían, por qué no hicieron nada para probar, comprar o diseñar aparatos similares aunque fuesen de tecnología básica, y si dieron el paso a la innovación, por qué no lograron hacerse con un hueco en el mercado.

La cuestión que planteo es la siguiente: se supone que esa innovación (Carmona, 1990) no se llevó a cabo porque faltó capital e incentivos. La pregunta que hago es que el entorno rural es cooperativo y comunitario y que por tanto no sería difícil que algún viajante que fuese a la feria con frecuencia pudiese memorizar y copiar el diseño de una de estas máquinas y que con los planos un artesano de la madera de una aldea periférica la reprodujese a escala real gratuitamente, en su tiempo libre y como hobby. Las piezas de metal serían más difíciles de conseguir pero podrían sustituirse por madera, menos eficiente. La mayor dificultad era deducir los principios que animaban esa tecnología textil. Sin esos conceptos, sería una tentativa tan fallida como que en una aldea intentasen fabricar un robot de madera sin tener en cuenta otras nociones como la transmisión de información electrónica. Pero, a groso modo, las imitaciones de bajo coste comunitarias eran viables. En la mayoría de los casos, los artesanos debieron disuadir a las personas que se lo propusieron al considerar que el proyecto era inviable porque no disponían de una fuente de energía que animase la máquina, aunque ese problema técnico también era resoluble con los molinos de agua. Incluso si hubiese oposición de la comunidad rural o de las autoridades a la fabricación de aparatos textiles, se podría haber llevado a cabo discretamente por familias que contasen con artesanos e hilanderas.

En cuanto a la porcelana, tenemos el caso del promotor que fundó la fábrica de porcelana de Sargadelos a finales del siglo XVIII y que fue destruida por la oposición de sus trabajadores y de los estamentos clericales, entre otros, e incluso por las tropas aliadas para dejar a la España controlada por Napoleón sin tejido industrial.

domingo, 21 de enero de 2024

"Sin energía", de Antonio Turiel (2022)

 Resumen del libro "Sin energía", de Antonio Turiel (2022)

Resumen original y actualizado en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2024/01/sin-energia-de-antonio-turiel-2022.html

Resumen elaborado por E.V. Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, crisis energética, decrecimiento, crecimiento, combustibles fósiles, energía renovable

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Ficha técnica

Título: "Sin energía"

Subtítulo: Pequeña guía para el Gran Descenso

Autor: Antonio Turiel

Fecha de publicación: 2022

Editorial: Alfabeto, Madrid, 2022

Páginas: 105

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Biografía de Antonio Turiel

Antonio Turiel (León, 1970) es científico y un conocido divulgador de los problemas de sostenibilidad de nuestra sociedad. Licenciado en Física, en Matemáticas y doctor en Física Teórica, es investigador científico en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, CSIC. Su investigación se ha centrado en la turbulencia y en la oceanografía por satélite, aunque también es experto en el ámbito de los recursos naturales. Su blog, The Oil Crash, es una de las grandes referencias en castellano sobre el problema del cenit del petróleo. Es también autor de Petrocalipsis (2020), igualmente publicado por Editorial Alfabeto.

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Texto de la contraportada

"Pandemia, crisis de suministros, falta de chips, inflación, guerra, sequía, cambio climático, crisis energética... Las noticias son cada día más preocupantes; parece que hemos entrado en una espiral de decadencia y miseria. ¿Cuánto más podremos aguantar? ¿Es cierto que el colapso es inevitable?

Tal como anunciaba Antonio Turiel en su primer ensayo, el Petrocalipsis ya está aquí. Lo notamos al llenar el depósito del coche, cuando nos lo pensamos dos veces antes de encender el aire acondicionado, cuando cierran negocios; pero, sobre todo, lo notamos a final de mes. Y esto no se ha acabado: estamos entrando en una fase de aceleración. El descenso energético es una realidad apremiante y que anticipa un futuro muy oscuro. Si queremos prevalecer, si queremos evitar el colapso, necesitamos hacer muchos cambios, desde el sistema productivo hasta el modelo de sociedad. Y tener una guía para entender qué está pasando ahora mismo, por qué y cómo evitar lo peor".

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ÍNDICE

1. Prólogo

2. Crisis anidadas

3. Crisis del diésel

4. Crisis de materiales

5. Crisis alimentaria

6. Espiral inflacionaria

7. El (último) asalto del REI

8. El Gran Apagón

9. Neocolonialismo energético

10. Construyendo alternativas

11. Biografía escogida

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RESUMEN

El autor Antonio Turiel sostiene que la crisis energética empezó en el 2019 (antes del 2020, como se piensa) porque ya hemos llegado al pico de producción del petróleo (2005-2015) y que ha comenzado el descenso de producción, por lo que cada vez habrá menos petróleo y diésel disponible, lo que ya se ha visto desde la crisis postpandemia, y no ve alternativas (el "fracking" no da para más, el hidrógeno verde es más caro producirlo que el uso que se le puede dar, la eólica y la solar generan problemas de estabilidad en la red eléctrica). Prevé una lenta fase de decrecimiento involuntario por falta de combustible y de opciones disponibles. Sostiene que mediante el ahorro (o un obligado recorte) en los consumos de alimentos y transporte (coche invidual, barco) se podrían estirar unas décadas más el modo de vida actual. Si en su libro Petrocalipsis se centraba en la crisis energética de fin de siglo, en este aborda la próxima década, o en el horizonte del 2025, con un descenso de la producción que va parando la economía (a no ser que surjan soluciones).

El autor prevé un Gran Apagón antes del 2025 (ya lo preveía en el 2023, lo que no ocurrió) por problemas eléctricos de tensión en distintos países como Alemania o Austria al tener que estabilizar la red por la producción de las eólicas (el suministro de electricidad en Europa del Norte no es estable, hay muchos picos con subidas y bajadas en función de la fuerza del viento; en España, sería en función de la luz solar). Se intenta estabilizar la red eléctrica con la producción de las térmicas.

El libro arranca con el parón del 2021 y 2022 (la postpandemia) y la crisis de materiales, en la que las fábricas han sufrido escasez de materiales (incluidos los chips). El autor dice que el encarecimiento de las materias primas es muy difícil de atribuir a la pandemia y cree que tiene que ser algo "más estructural" y todas estas crisis son distintas caras de la misma moneda. Dice que en el 2005 la producción de petróleo crudo tocó máximos (70 millones de barriles diarios). Estuvo una década estancada y ahora empieza a caer (no se sabe cuánto, porque se presentan conjuntamente con los llamados "petróleos no convencionales").Dice que da igual cuántas reservas queden (muchas no son explotables económicamente) porque para mantener nuestro nivel de vida hace falta un flujo constante de petróleo.

Otra teoría económica (la infinita sustituibilidad de los factores de producción) no se puede mantener porque aunque el petróleo se sustituyese por carbón o gas, hay un tope que no se puede quedar. Por encima de 120 dólares, causaría recesión, por lo que es el precio más caro para pagar. Según el autor, aunque las productoras culpan a la "regulación verde", en realidad "el negocio hace agua".

Hay un efecto contagio que afecta al petróleo, el diésel (tocó su techo en el 2015 y ya hay muchos países que están haciendo restricciones, y la escasez será cada vez más evidente), y aunque hay intercambiabilidad (pasar del fueloil al gas), esto lo que genera es que todos estén alcanzando su cénit. Cree que habrá efecto rebote al fuel oil y generará "pobreza energética" en Europa.

Respecto a la crisis de los chips, el autor explica que los chips no eran los de los ordenadores sino los de los coches (cuyas ventas bajaron de 100 millones a 75 en pocos años), no hay exceso de demanda sino falta de oferta y también a los problemas en la cadena de suministros (porque los camioneros están cobrando menos de lo normal porque las empresas intentan recortar gastos). Los costes de producción encarecen la explotación de los materiales (cobre, etc... que gastan mucha energía). En el caso del cobre, podría llegar a su techo en el 2035 pero es precisamente el material que más se necesita para la electrificación de la economía. Y por otra parte, para los chips se necesita zafiro azul (controlado por Rusia) y láseres de xenón (producidos por Ucrania).

La crisis alimentaria podría estar relacionada con los problemas de la explotación agrícola por la caída de la producción de fertilizantes nitrogenados y el diesel, a lo que se suma un clima inestable e impredible, dice el autor. Si los precios de los alimentos siguen subiendo, el autor teme revueltas en los países más pobres.

Respecto a la espiral inflacionaria, el autor comenta que es cierto que si falta alguna materia, los precios de los combustibles suben pero, como ya comentó antes, luego se estancan porque nadie está dispuesto a pagar más, buscan un sustituto (efecto reemplazo) y empiezan a bajar. Eso es lo que ha ocurrido en todas las crisis de petróleo. Además, la alta volatilidad ahuyenta a los inversores. Cree que en períodos de escasez, no es tanto los precios altos como la falta de asequibilidad. A finales del 2022, el presidente de Francia, Macron, anunció a los franceses "el fin de la era de la abundancia", lo que supone una importante intervención en el mercado para contrarrestar la falta de asequibilidad.

La solución parecía venir de la energía Renovable Eléctrica Industrial (REI). El autor dice que intentar concentrar la energía renovable (que es dispersa) equivale a "fosilizar" las renovables. Y aún así hay un 70 % de energía que va a ser difícil electrificar y, además, el 50 % de lo que cuesta hacer el cambio habrá que devolverlo porque cree que el REI ha fracasado estrepitosamente (porque cuando hace sol todas producen a la vez o hace viento, lo mismo, y esa energía no se puede almacenar a la vez, y cuando hay un parón no se puede producir) y que se necesitan infraestructuras más resilentes.

El vaciado de los embalses del 2022 no se debió tanto al precio del gas sino a que era necesario estabilizar la red eléctrica con la energía procedente de las renovables. Esto podría dar lugar a averías y a un Gran Apagón (el autor predecía alguno para el 2023, que no hubo). Augura importantes problemas eléctricos.

Finalmente, el autor, habla del neocolonialismo energético (por ejemplo, que Alemania importe hidrógeno verde como pilar del REI y elogiado por Jeremy Riffkin; la idea es encargárselo a países pobres que lo compra a precio por debajo del coste, porque generar hidrógeno es más caro que los combustibles fósiles que se usan).

Las alternativas de Antonio Turiel serían :

- Reducir el transporte de combustible (se gasta el 40 % en transportarlo), lo que se puede lograr reduciendo el consumo.

- Recuperar alimentos (el 30 % va a la basura intactos)

- Reducir el uso del coche particular (el 25 % de la gasolina va al coche)

- Reducir el transporte por carretera

- Reducir el consumo de ropa

- Acabar con la obsolescencia programada en la electrónica

El autor dice que el problema del metabolismo energético y material de la sociedad no es un problema de recursos sino del modelo de crecimiento económico (tanto capitalista como otros sistemas, donde lo importante es subir el PIB)








jueves, 11 de enero de 2024

"Cómo no ser esclavo del sistema", de Alexandre Lacroix (2021)

 Resumen del libro "Cómo no ser esclavo del sistema", de Alexandre Lacroix (2021)

Resumen original y actualizado en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2024/01/como-no-ser-esclavo-del-sistema-de.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, Economía, modernidad conectada, sociedad digital, utilitarismo, capitalismo, filosofía, felicidad

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Ficha técnica

Título: "Cómo no ser esclavo del sistema"

Título original en francés: Comment ne pas être esclave du système?

Autor: Alexandre Lacroix

Fecha de publicación en francés: 2021

Fecha de publicación en español: Arpa & Alfil Editores SL, Sant Andreu de la Barca, 2023

Número de páginas: 106

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Biografía de Alexandre Lacroix (hasta el 2023)

Alexandre Lacroix (Poitiers, 1975) es escritor, filósofo y periodista. Es licenciado en Economía y máster en Filosofía por la Sorbona, y graduado en Sciences-Po París. Actualmente, es director de Philosophie Magazine, premiada en 2010 como la "Mejor Revista del Año" por el Sindicato de Editores de Revistas de Prensa de Francia. Además, es profesor de Escritura creativa y Humanidades políticas en Sciences-Po París y confundador de la escuela de escritura Les Mots.

Ha publicado más de veinte ensayos y novelas para adultos traducidas al inglés, alemán e italiano, entre ellas Ce qui nous relie (2016), Devant la beauté de la nature (2018), La Naissance d'un père (2020) y Aprender a hacer el amor (2022). También es autor de ocho libros infantiles, entre ellos, Un asunto de dragones (2016).

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Texto de la contraportada

"Una filosofía de acción clara y concisa para ayudarnos a encontrar un sentido profundo a nuestra vida en comunidad: hallar un término medio entre la adhesión y la huida del sistema.

Cada vez somos más los que soñamos con escapar del sistema. Escapar de esa maximización del beneficio que nos rodea por todas partes, devastando nuestras sociedades y el planeta. Pero romper con la forma de vida convencional requiere sacrificios que pocos de nosotros estamos dispuestos a hacer. Entre la pertenencia plena y la fuga ¿hay un camino?

Sí, responde Alexandre Lacroix, que ahora en las raíces de nuestro malestar al desvelar la lógica de nuestra modernidad conectada. Este mundo donde el emprendimiento, el teletrabajo y las verdades alternativas de las redes sociales borran las fronteras entre lo público y lo privado, jornada laboral y tiempo libre, explotador y explotado, verdadero y falso.

Desnudar este mecanismo proporciona nuevos puntos de referencia a cada uno de nosotros y nos permite introducir un poco de juego. Al liberarnos del utilitarismo dominante y al adoptar un ideal no negociable que guíe nuestra acción, es posible retomar las riendas de nuestra existencia".

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ÍNDICE / SUMARIO

Prefacio

1. Los orígenes del sistema

2. Descodificar nuestra época

3. Dandis y crédulos

4. Dominante, dominado

5. Cuando es hora de actuar

6. Por un posutilitarismo

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RESUMEN

Lacroix dice que en cada uno de nosotros hay un capitalista y un marginal, un dominante y un dominado. Cree que la solución es el "postutilitarismo", en el que la parte marginal formula un ideal (hacer muebles o menús ecológicos) y la parte capitalista y calculadora la lleva a cabo "sin perder dinero". Afirma que cada "postutilitarista" se declara responsable de un "pedacito del mundo". El "postutilitarista" no es un héroe de película que salva el mundo sino alguien que hace mejor su parcela y, si se suman todas, "las cosas podrían avanzar". Deposita sus esperanzas en la ordinaria existencia.

El autor quiere dar una nueva visión a las críticas sobre la economía globalizada y la política contemporánea que recomiendan ralentización, sobriedad y frugalidad feliz. Afirma que todo el mundo ve que la competencia de intereses egoístas lleva al mundo al desmoronamiento, el productivismo y el consumismo hacen estragos, generan desigualdades inaceptables, provocan un sufrimiento intolerable y destrozan los ecosistemas terrestres. Pero la gente se hace esta pregunta: "Yo tengo que comer, pagar los estudios de mi hija mayor, si me voy al aire libre a producir queso de cabra pondré en peligro a mis hijos, Francia será vasalla de China e India". El autor dice que la postura del alma bella que rechaza categóricamente la economía de mercado y la tecnología no es creíble, la gente es parte del engranaje de la gigantesca maquinaria económica y social objeto de virulenta denuncia pero ignora cómo salir de ahí.  Alexandre Lacroix quiso dar la respuesta en el libro y cuya solución pasaría por el "postutilitarismo" (anteponer un objetivo ideal a uno material) y su propuesta consiste en cambiar el proyecto utilitarista y "maximizar el beneficio con sujeción a un ideal". Por ejemplo, el razonamiento actual de un carpintero es vender la mayor cantidad de muebles posible con el mayor margen de beneficio mientras que un "postutilitarista" diría: hacer los muebles más bonitos que pueda diseñar, que tengan una huella ecológica razonable (no usar maderas exóticas), destinados a una población necesitada (niños, ancianos, discapacitados), o hacer solo muebles para jardines o barcos por su amor al aire libre o el mar. El autor cree que establecido ese horizonte idealista nada le impide obtener beneficios y mejorar sus ingresos poco a poco, pero siempre con un ideal presente ya desde la línea de partida.

Lacroix insiste en que el "postutilitarismo" "nos invita a comprender que no es necesario hacer grandes renuncias ni ser un ferviente asceta para perseguir un propósito ético, para sentir el impulso de un ideal". "Cualquiera puede llevar una existencia ética, en cuanto profesional y ciudadano, sin ser ideólogo ni un santo", dice el autor. En realidad eso ya existe: el escritor de best-sellers frente al escritor de "libros de autor" (que no permiten que las búsquedas de beneficios desvirtúen las cualidades literarias de sus escritos ni su inexpugnable santuario de "ideal-sujección" [un ideal-ancla]). 

El autor culpa a Jeremmy Bentham, el filósofo del siglo XVIII creador de la "exorracionalidad" utilitarista. Durante dos siglos han gobernado las ideas del utilitarismo, desde la visión de los economistas que se decantan por la utilidad o el bienestar como "mayor número de bienes poseídos" (riqueza, comodidad, adquisición de bienes). La escuela neoclásica consideraba la "maximización del bienestar" y la "maximización del beneficio" como términos intercambiables a efectos de modelar el comportamiento, por lo que se impuso una definición material de la felicidad (el equivalente a un billete de cien euros, pues este lleva unida una cantidad fija de bienestar). Además, la acumulación de bienes no está limitada por la fisiología.

Dentro de esta lógica, el hombre moderno supercomputerizado e interconectado se ve obligado a maximizar sus comportamientos de producción y consumo y sus relaciones sociales a fin de maximizar su bienestar material.
El autor considera que su estrategia de ruptura del sistema va dirigida a los que se levantan por la mañana para trabajar para que aplique su "teoría de la acción" a su propia escala sin adoptar un discurso extremo o sacrificado. Ideas simples que dé libertad para hacer cambios que tengan efecto en la vida.

La maximización del beneficio siempre se realiza con sujeción a algo, generalmente el capital y el trabajo. Propone cambiar la perspectiva y maximizar el beneficio en función de la "aspiración personal fundamental".

Dice que los utilitaristas quieren maximizar la utilidad pero discrepan sobre si es una cierta cantidad de placer o bienestar, una cualidad del ser. La propuesta de Lacroix es jerarquizar las utilidades y anteponer una a la otra. Su método del "postutilitarismo" consiste en proponerse un objetivo ideal primero y un objetivo material después.

El autor admite que el trabajador de una cadena de palitos de pescado automatizada y cronometrada no es precisamente un artista o un artesano que buscan el trabajo bien hecho y quizás tenga que buscarse otra motivación. Lacroix dice que la pertenencia a la comunidad es fuente de satisfacción y que las relaciones sociales pueden alegar al trabajador de la fábrica de palitos de pescado y hacer deporte o tener aficiones (autorrealización) o apoyar a los recién llegados o el compromiso sindical para escapar del asilamiento y la tragedia.

Lacroix recalca que trabajar en una ONG o en una escuela Montessori, que parecer oficios de propósito de acción virtuosa, no tiene porqué ser mejor. No  niega que en estas nobles entidades haya luchas de poder, espíritu de competición, carrera por la financiación o hacer expedientes falsos para lograr mayores subvenciones. El autor incide que el "postutilitarismo" es individual y que cada uno debe poner su ideal-límite, que será innegociable y no se podrá renunciar a él porque da sentido a tu búsqueda de beneficio.

El autor busca los orígenes del Sistema en los inicios de la modernidad, en Descartes, quien inició una "desconexión radical" que separa el mundo de los sentidos del de la mente pero también promueve "ideas claras y distintas", o sea, el blanco y negro de toda la vida, un "régimen de separación" que influyó en la civilización occidental, pues le siguió la desconexión de poderes (Montesquieu y "El Espíritu de las Leyes") en 1748 (origen de las actuales constituciones). Descartes también inauguró el antiecologismo al insistir en la necesidad de dotarnos de una ciencia y técnica capaces de "convertirnos en dueños y señores de la naturaleza" (un anuncio de un programa que desembocó en una crisis ecológica y que define a los seres humanos como animales desconectados de la naturaleza). A pesar de la alerta de Rousseau sobre la nefasta "desconexión del estado de naturaleza", esa fue la tendencia de los pensadores modernos y es la base de la propia modernidad.
 
A esta separación mente-cuerpo le siguió después la división del trabajo (Adam Smith, 1776), Condorcet (1791) con la distinción de la instrucción (verdades de hechos, cálculo) y la educación (se desconecta la adquisición de competencias y el cuestionamiento del sentido de la vida), Jonh Stuart Mill (1859) disoció la esfera pública y la esfera privada (soy yo el único que juzga lo que está bien), y Karl Marx (1844), propone la alineación del trabajador por la barrera de clase infranqueables y "vampirizado" por la mercancía, y la posterior experiencia política del materialismo desembocó en nuevas divisiones.

Esta "lógica de la desconexión" es propia de la primera modernidad y generó múltiples divisiones bipolares en la metafísica (yo/los demás, etc..), la ciencia (verdadero/falso...), la política (estado/ciudadano...) y la economía (trabajo/ocio, división del trabajo, productor/producto, capital/salario, burgués/proletario).
 
El autor dice que esta primera modernidad separadora, compartimentada y segregacionista concluyó en 1989 y "hemos de repensar el mundo bajo nuevos auspicios". El autor dice que el régimen de separación merecía ser rechazado porque "apostaba excesivamente por la independencia soberana de juicio". Lejos de ser un yo aislado, la sociedad digital del siglo XXI es una "telepatía asistida por las máquinas" (recibes mensajes constanmente de otros por WhatsApp, móvil, email...), lo que se llama la "intersubjectividad", que se ha convertido en nuestra condición existencial porque somos un nodo entroncado en una red inmensa. Es la segunda modernidad, la modernidad "conectiva", que tiene un razonamiento en árbol, en hipertexto, un viaje al conocimiento en más de dos dimensiones, una lectura multidimensional.

Como ejemplos de la modernidad "conectiva" cita la Naturaleza (civilizada por los humanos, por el Antropoceno y la propia naturaleza humana modificada por la manipulación genética), o la división del trabajo (reemplazada por el "multitasking"; trabajar mientras se leen los emails auxiliado por la telepatía de las máquinas). A ello se suma que muchos empleados son ahora propietarios de sus herramientas de producción (el ordenador, el smartphone porque el trabajo ya no es cautivo), y el producto ahora es inmaterial (interfaces que conectan al usuario).

Afirma que oponerse a la conexión es hipócrita (dandismo de desconexión) porque para los trabajadores el teléfono es una herramienta indispensable para vivir, como se vio en el confinamiento. Pero cree que la "ofensiva conectiva" podría conducir a la pérdida de pensamiento crítico y de la independencia de juicio, al fin del tiempo libre, a la imposibilidad de escapar del control, etc... Atisba un horizonte de "totalitarismo digital" (espionaje masivo, sistemas de crédito social en algún país de Asia).

Cree que apoltronarse en la modernidad separativa es un error por ser algo ya nostálgico pero que aferrarse a la modernidad conectiva es "dar carta blanca a las peores dominaciones del porvenir". Para colmo, las tensiones externas se juegan en nuestro interior (ahora eres un emprendedor, deseas compartir en las redes para tener publicidad). El hecho de que aún nos quede algo de control supone que todavía podemos inclinar la balanza hacia una tercera vía, dice el autor.

lunes, 11 de diciembre de 2023

"Emperador de Roma", de Mary Beard (2023)

 Resumen del libro "Emperador de Roma", de Mary Beard (2023)

Resumen original y actualizado del libro:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/12/emperador-de-roma-de-mary-beard-2023.html

Resumen elaborado por E. V. Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, Historia Antigua, Imperio Romano, Roma

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Ficha técnica

Título: "Emperador de Roma"

Subtítulo: Gobernar el Imperio Romano

Título en inglés: Emperor of Rome. Ruling the Ancient Roman World

Autora: Mary Beard

Fecha de publicación en inglés: 2023

Editorial: Crítica, Barcelona, 2023

Número de páginas: 565

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Biografía de Mary Beard

Mary Beard es catedrática emérita de clásicas en Cambridge y editora de clásicas del Times Literary Supplement. Ha recibido elogios académicos en todo el mundo. Entre sus libros publicados se incluye El triunfo romano (2008), Pompeya (2009), ganador del premio Wolfson, La herencia viva de los clásicos (2013), SPQR, Una historia de la antigua Roma (2016), Mujeres y Poder (2018) y Doce Césares (2021), todos ellos publicados en Crítica. Fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales en 2016.

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Texto de la solapa interior

"¿Cómo era realmente gobernar y ser gobernado en el antiguo mundo romano?

"Emperador de Roma" explora la realidad y la ficción de los gobernantes del antiguo mundo romano preguntándose qué es lo que hicieron, por qué lo hicieron y por qué el relato de sus historias ha transcendido de forma tan extravagante y, a veces, escabrosa. El libro atiende a importantes cuestiones de poder, corrupción y conspiración, pero también se ocupa de los aspectos prácticos y cotidianos de sus vidas. ¿Qué y dónde comían? ¿Con quién dormían? ¿Cómo viajaban?

A lo largo de esta obra conoceremos a muchas personas que no fueron emperadores ni aspiraban a ello, pero que hicieron posible el sistema imperial: aristócratas cautelosos, cocineros esclavos, secretarios diligentes, bufones de la corte e incluso un médico que trató a un joven príncipe de amigdalitis.

Sin embargo, si el Imperio romano hubiera estado gobernado por una serie de autócratas perturbados, su supervivencia no se entendería. Mi interés se centra en cómo surgieron estas historias de locura, en cómo se gestionaban de verdad los asuntos del Imperio y en los temores de los romanos de que el gobierno de los emperadores no solo estuviera manchado de sangre (esto se dada por descontado), sino que fuera una extraña e inquietante distopía construida sobre el engaño y la falsedad". Mary Beard

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ÍNDICE

Los protagonistas principales

Bienvenidos

Prólogo: Cena con Heliogábalo

1. Gobierno de un solo hombre: conceptos básicos

2. ¿Quién es el siguiente? El arte de la sucesión

3. Banquetes de poder

4. ¿Qué hay en un palacio?

5. Gente de palacio: El emperador en su corte

6. En el trabajo

7. ¿Tiempo libre?

8. Emperadores en el extranjero

9. Cara a cara

10. "Creo que me estoy convirtiendo en un dios"

Epílogo. El fin de una era

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RESUMEN

El libro está muy bien pensado porque no aborda una sucesión cronológica de emperadores con la historia de sus mandatos, sino que la autora Mary Beard examina cuestiones como los palacios en los que vivían, cómo se realizaba la sucesión, la mala prensa que había detrás de ellos y el trabajo que tenían que hacer, con audiencias a plebeyos, resolución de casos y justicia, crímenes palaciegos, etc...  La autora solo eligió como emperadores ("uno de nosotros") a los que van desde Augusto hasta Alejandro Severo, en el año 235, ya que los siguientes gobernantes apenas duraban unos meses o años y generalmente accedían al poder mediante golpes militares o se repartían el poder por regiones. No tienen el poder ni el nivel de un Marco Aurelio o un Adriano. Hubo grandes emperadores posteriores como Constantino, pero que la autora no incluye. Una de las razones, es que muchos se volvieron cristianos o ya lo eran (como Teodosio) y montaron una nueva imaginería (donde sus iconos centralizaban el poder y se identificaban con Jesús).

Arranca la historia con el distópico Heliogábalo, el emperador adolescente que servía comidas de color azul o negro en su palacio, o daba comida falsa a los más pobres, y lanzaba pétalos rosa a sus invitados en las cenas hasta asfixiarlos, según dicen. La autora insiste en que, a pesar de la mala prensa por su superficialidad o psicopatía, los emperadores, en general, eran bastante rutinarios, tenían una agenda diaria que cumplir y tramitaban numerosos asuntos muy serios de los que dependía el Imperio, razón por la cual esta institución duró 400 años. Otra posibilidad es que el Imperio fuese una máquina burocrática bien engrasada que funcionaba con o sin ellos.

El primer emperador, Augusto, fue el que finiquitó la República Romana al instaurar el gobierno de un solo hombre, marcó la tendencia de tener al Senado subordinado, aunque guardando las apariencias de humildad, pero fue él quien marcó la línea sucesoria a través del hijo de su esposa Livia, Tiberio, y la familia Julia-Claudia. Ellos convirtieron el Imperio en una dinastía que ocupó el trono de Roma durante décadas, para ser sustituidos por los Flavio, aunque sin ostentar oficialmente el título de reyes. La autora cree que sí eran reyes y tenían reinados. Pero la sucesión no siempre era la de un familiar cercano sino la del más óptimo y muchos eran asesinados por ineptos o déspotas, o por rencillas personales.

Respecto a Augusto, la autora cuenta cómo logró el poder tras la batalla naval que perdieron Marco Antonio y Cleopatra, y reinó durante cuatro décadas junto a Livia. Dice que el retrato que hace Suetonio de su fallecimiento lo retrata como buen emperador: murió en la cama (emperador bueno), recibe en su lecho a unos amigos (era "uno de nosotros"), se preocupa por la salud de su niestrasta (era un hombre de familia), recibe a su esposa Livia (marido leal, aunque corren rumores malintencionados de que ella le envenenó la fruta) e incluso tuvo una premonición: 40 jóvenes se lo estaban llevando (así fue, 40 soldados acompañaron su cadáver hasta Roma). Este sería el modelo de buen emperador. Y luego están los malos como Calígula (dice la autora que lo de nombrar cónsul a su caballo fue una broma con los senadores que se volvió en su contra y lo asesinaron unos guardas pretorianos), Nerón (tras una rebelión se quedó solo, acompañado de su leal ama de cría, y se suicidó), Domiciano (que fue el que inició la construcción del palacio del monte Palatino y que, a pesar de su mala prensa, la autora cree que fue un emperador bastante responsable; pero en todo caso, era muy desconfiado y, pese a todas sus precauciones como poner espejos en sus habitaciones para evitar ataques por la espalda, acabó asesinado) o Cómodo (el falso gladiador).

La autora se detiene en detalles como el palacio del Palatinado, en una colina con vistas al foro, y que sustituyó a la fastuosa Domus Aurea de Nerón (que el sensato Vespasiano recicló como Coliseo y devolvió a Roma ese espacio como zona pública). El Palatino se convirtió en una "prisión" para los emperadores, muchos de los cuales (como Domiciano,  Cómodo o Geta) fueron asesinados en sus corredores privados por sus propios guardias o por allegados y gente próxima, o directamente por sus familiares. Lo cierto es que para entrar había que subir por un corredor cubierto con una elevada cuesta en forma de serpiente y con guardias en las esquinas [nota del lector: que recuerda a una torre de la realeza en el centro de Copenhague]. 

La autora cuenta que es difícil imaginarse cómo eran estos palacios cubiertos de mármol, ni las partes de arriba, y donde estaban amontonadas todo tipo de mercancías. No se trataban de palacios asépticos y vacíos, sino que su aspecto recuerda al bullicio de pequeños bazares a donde todos los días llegaban aristócratas y plebeyos a "saludar" al emperador (la "salutatio") y pedirle favores. En todo caso, había más bullicio por los corredores subterráneos, por donde caminaban los esclavos para no ser vistos por la élite de arriba que disfrutaba del lujo del mármol. Algunos esclavos dejaron escritos en el yeso sus "graffitis", incluida una burla escrita sobre un esclavo cristiano que rezaba a un asno crucificado (la autora recuerda que los primeros cristianos de la época romana identificaban así al salvador).

Eso sí, los clientes y la élite llegaban hasta el trono del emperador después de recorrer unos laberínticos pasillos. La autora añade que muchos emperadores, como Tiberio o Adriano, huyeron de ese palacio para disponer de privacidad en sus propias villas, uno en Capri, y otro a las afueras. Las malas lenguas decían que así, en la lejanía, ocultaban sus perversidades de los ojos del Senado pero la autora cree que las cortes, por sí mismas, eran insanas, que los emperadores huían de allí y que el propio Trajano o Antonino Pío se "fugaban" a la campiña en el verano, y desde ese cómodo lugar, seguían con su trabajo diario, que incluía juicios.

El Senado quedó convertido en un espacio donde refrendar las decisiones del emperador. Critica al noble y escritor Plinio el Joven, cuando fue cónsul por dos meses, por adular a Trajano en un largo discurso (el Panegírico), pero cree que este no tenía otro remedio, ya que contrariar al emperador podía tener muy malas consecuencias.

La creación de un Estado romano con un solo hombre en el poder (intentaba compaginar el ser "princeps" (líder) y "uno de nosotros"), iniciada por Julio César, también conllevó la difusión de estatuas, bustos, retratos e imágenes del emperador desnudos o con toga, o atuendo militar, por doquier (la disposición de los mechones del pelo dan pistas de qué emperador es, porque se hacían en cadena en base a modelos de yeso o cera como "imagen oficial"), así como su "divinización" (soltaban un águila en la pira funeraria del emperador o su muñeco de cera y esta salía volando para simbolizar el ascenso de su alma a los cielos). Solo de Augusto había 50.000 imágenes, en general de aspecto juvenil (frente a los retratos de viejos con verrugas de la República o la de Vespasiano, para distanciarse del derrochador Nerón). Muchos emperadores adoptivos copiaban a los anteriores, por lo que se parecían bastante entre ellos o se ponen barba y bigote como los adolescentes Heliogábalo o Alejandro Severo. Por su parte, los retratos de emperatrices destacaban por sus bellos peinados.

La autora concluye que nada se puede aprender de los romanos (ya que sus soluciones no nos valen). Recalca que era un pueblo sangriento y cruel que dirimía sus disputas con asesinatos. Prueba de ello eran los espectáculos circenses donde los gladiadores y los animales salvajes (ellos) se jugaban la vida para divertir al público (nosotros). Cuando los que acabaron en la arena fueron los cristianos, en vez de miserables criminales fueron considerados héroes y mártires, y los juegos perdieron sentido. A los emperadores los "indulta" porque ellos eran hombres de su tiempo. Considera que todo autoritarismo lleva en parte la aceptación del pueblo y que Roma no fue una excepción: todos representaban una farsa, una obra de teatro o una comedia (como dijo Augusto), y el Imperio era eso, un juego de espejos y reflejos (de ahí todas esa imágenes del emperador).

lunes, 27 de noviembre de 2023

"El mundo según China", de Elizabeth C. Economy (2022)

Resumen del libro  "El mundo según China", de Elizabeth C. Economy (2022)

Resumen del libro original y actualizado en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/11/el-mundo-segun-china-de-elizabeth-c.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, China, economía internacional

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Ficha técnica

Título:  "El mundo según China"

Título en inglés: The world acording to China

Autora: Elizabeth C. Economy

Publicación en inglés: 2023

Publicación en español: La Esfera de los Libros, SL, Madrid, 2023

Número de páginas: 372 + 2

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Texto de la contraportada

"En pocos años, el tamaño de la economía china superará a la de Estados Unidos, su población ya es cuatro veces mayor y su desventaja militar se está reduciendo con mucha rapidez. En Pekín se considera que el cambio en el equilibrio de poder será inevitable, y Xi Jinping está decidido a fortalecer la ambición del gigante asiático para reformular el orden mundial. ¿está China preparada para la hegemonía mundial? ¿Cuál puede ser el próximo paso el régimen chino?"

"Elizabeth Economy, experta en asuntos chinos y asesora de la administración Biden, ha escrito un documentado análisis sobre la perspectiva de los dirigentes chinos y sus agresivas políticas de soft, sharp y hard power. Sostiene que China, fruto de las contradicciones de su autoritarismo, se está encontrando con enormes dificultades para sus intereses internacionales, pero en ningún caso ha abjurado del uso de la fuerza en el futuro. Sin embargo, Estados Unidos no puede permitirse una escalada de rivalidad directa y fuerza bruta. Necesita abandonar su repliegue y liderar un nuevo multilateralismo ampliado, basado en los valores de la democracia liberal.

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Biografía de la autora Elizabeth C. Economy (hasta 2023)

Elizabeth C. Economy es senior fellow de la Hoover Institution en la Universidad de Stanford, así como del Council Foreing Relations para estudios sobre China, donde antes ejerció como directora de Estudios Asiáticos durante más de una década.

En la actualidad, está en excedencia y trabaja como asesora principal en el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Economy es una reconocida experta en política interior y exterior china, autora de libros como The Third Revolution; Xi Jinping and the New Chinese State (2018). By All Means Necessary: How China's Resource Quest is Changing the World (2014) o The River Runs Black: The Environmental Challenge to China (2004). Ha escrito numerosos artículos en revistas académicas y publicaciones especializadas como Foreing Affairs, Harvard Business Review y Foreing Policy, o en periódicos como The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal.

Forma parte del Consejo de la Administración de la Asia Foundation y del Comité Nacional de Relaciones entre Estados Unidos y China, entre otros organismos e instituciones. También fue miembro del Consejo de la Agenda Global del World Economic Forum (WEF) sobre China entre 2008 y 2014, y sobre Estados Unidos entre 2014 y 2016. 

Ha impartido clases en la Universidad de Columbia, la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados Paul H. Nitze de la Universidad Johns Hopkins y la Escuela de Estudios Internacionales Jackson de la Universidad de Washington.

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ÍNDICE 

1. Poder y pandemia

2. Poder, poder y poder

3. La reunificación de la madre patria

4. La mordedura del dragón

5. De los ladrillos a los microprocesadores

6. Reescribiendo las reglas de juego

7. El reajuste de China

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RESUMEN

La autora Elizabeth C. Economy estudia el resurgir de China como gran potencia mundial del siglo XXI. Pone como ejemplo las inversiones de China en el puerto del Pireo, en Grecia, país que acogió encantado sus inversiones después de que la UE la castigase con la austeridad, o las grandes obras en África o en la nueva Ruta de la Seda. Todo el mundo debería felicitarse por estas inversiones, que generarán mayores ingresos y negocios a todos los participantes, sino fuese porque detrás hay.otro tipo de añadidos., A esos países llega después un proyecto cultural, con muchos centros de enseñanza de idiomas gratis, que, según sospecha la autora, están bajo la sombra de un gobierno que vigila a sus habitantes, y le siguen puertos comerciales de aguas profundas que, en si fuese necesario, pueden funcionar como bases militares y acoger flotas de guerra. A la autora le llama la atención un detalle: cuando fue el covid, China donó mascarillas pero luego a todo el mundo le sorprendió que exigiese agradecimiento público, como tuvo que hacer Italia, dado que el agradecimiento se da pero no se pide. Ese gesto empañó la imagen de la futura potencia. ¿Acaso lo habría exigido un donante como Holanda en las mismas circunstancias? Por eso, hay algo que le preocupa porque es una potencia industrial que intenta ganar influencia en el mundo mediante el "soft power", lo que podía atraer simpatías, pero luego los beneficiarios ven detrás la larga mano del poder político. Es decir, deja a las claras que los favores no son por nada, que hay un interés detrás, y que las deudas se pagan con intereses. Razón por la que algunos países beneficiarios se han preocupado porque no hay que olvidar que, después de todo, se trata de un gobierno autoritario que funciona con sus propias estrategias de poder.

Y, por otra parte, la autora refleja el temor de EE.UU. al ver en directo cómo, paso a paso, se despliega sobre el tablero mundial una nueva potencia que con gran paciencia monta puertos estratégicos por todo el mundo, centros culturales, genera deudas en muchos países, que le deben favores, y crea dependencia inversora.... Algunos autores replican que lo que China intenta es montar una estructura defensiva para proteger su inmenso patrimonio.

La autora indica que la pandemia demostró que había surgido una nueva potencia internacional pero que, a la vez, la conducta de este país era como el "canario en la mina", la señal de alarma del desafío, ambición y presagio de una influencia cada vez mayor en el sistema internacional y los valores que continuaron durante 75 años. Elizabeth C. Economy cree que asistimos al gran renacimiento de la nación china en la que la idea principal es que recupere la centralidad en la escena internacional: "Ha reclamado territorios en disputa, ha asumido una posición preeminente en la región Asia-Pacífico ("una gran familia") como una nueva potencia regional, se ha asegurado de que otros países  se alineen con sus intereses políticos, económicos y de seguridad, ha proporcionado al mundo la infraestructura tecnológica para el siglo XXI y ha forzado normas, valores y criterios en las leyes y las instituciones internacionales", dice la autora. Ese camino de centralidad exige enfrentarse a la potencia dominante mundial, Estados Unidos, y a instituciones y acuerdos internacionales que funcionan desde la Segunda Guerra Mundial, añade la autora.

Por un lado, esta centralidad se manifiesta en un gran despliegue internacional, en un control de la información y sospecha que se ha infiltrado en sociedades y economías extranjeras para moldear  a su gusto las decisiones internacionales. El hecho de que sea un gran mercado interior hace que otros países interesados en comerciar acepten sus ideas.

Algunos expertos, sostiene la autora, se creen que China logrará ser la líder mundial, la número uno, si no lo es ya por varias dinámicas que le favorecen: la globalización, el cambio tecnológico y la supuesta decadencia de Estados Unidos. En China confían en que el cambio en el equilibrio de poder ya se está produciendo y que el resultado es inevitable. Pero a largo plazo, la autora cree que la comunidad internacional tiene un poder de decisión inaudito que convierte el escenario global en un terreno de juego distinto.

La autora señala que la influencia china se expande por el mundo gracias a sus infraestructuras, puertos, ferrocarriles, corredores de fibra óptica, comercio electrónico y sistemas de satélites. Las empresas compiten por liderar el siglo XXI. Pero se empaña porque va unido a un modelo político que no sigue las pautas de los gobiernos liberales occidentales. La respuesta es que cada país escoge su camino y que occidente generó un modelo lleno de enfrentamientos partidistas, malestar social, pueblos sin patria y desarraigados. Algunos expertos quieren evitar la confrontación ideológica con Occidente ni ensalzar la superioridad de un modelo concreto para no crispar a la comunidad internacional.

Elizabeth C. Economy advierte también sobre frases vacías sobre la gobernanza global como "una nueva relación entre las grandes potencias", "una comunidad de futuro compartido (o un destino común) para la humanidad", que encierran una promesa de cambio radical en los valores actuales de las instituciones internacionales sobre temas que preocupan a Occidente (derechos,comercio, gobernanza de internet, inversiones). Para muchos observadores internacionales, la estrategia y su sistema político presentan un panorama complejo y preocupante de lo que podría suponer un futuro liderazgo global de China.

Según la autora, hay una hoja de ruta de la política exterior china que 

1) busca mantener la soberanía y la estabilidad social a corto plazo y conseguir la reunificación de China a largo plazo

 2) China  está exportando elementos de su modelo político (y cada vez pone más "líneas rojas" a la comunidad internacional, motivo que afecta incluso a actores o jugadores americanos que opinan de más). A medida que extiende la Nueva Ruta de la Seda (BRI) y el despliegue del 5G en África, Latinoamérica y Asia la autora dice que va colocando las piezas en esos países anfitriones de las piezas para controlar la sociedad civil y un tipo de desarrollo básico o "low cost" (poca transparencia, falta de garantías de derechos laborales, medioambientales, etc...), a lo que se une que esos países se quedan endeudados y otros se han visto desilusionados por las escasas inversiones o con deficiencias (siempre según la autora). Intentan alinear las instituciones internacional con sus intereses locales [¿y qué país no?]. 

3) Su estrategia internacional funcionó a corto plazo y ha dado frutos pero es dudosa a largo plazo porque nobles iniciativas quedaron desvirtuadas por posible propaganda. 

4) El ejercicio del "sharp power" (fuerza aguda o incisiva) y "hard power" (poder fuerte o militar) en la zona de Asia-Pacífico solo ha servido para fortalecer las alianzas lideradas por Estados Unidos y sus socios, más que debilitarlas, preocupados por la diplomacia del "lobo guerrero".

5) Añade la autora que China no parece preparada para sustituir a Estados Unidos como única superpotencia mundial (porque busca que los intereses internacionales estén alineados con sus intereses locales) al no asumir sus cargas.

Asegura que entender el problema de un enfrentamiento bilateral y paralizante (suma cero) entre una potencia en declive y otra en auge es entenderlo mal dado que lo que la gente quiere es un orden internacional sustentado por la ley internacional.

En los últimos capítulos, la autora examina el potencial de grandes tecnológicas, no solo las BAT (Badiu, Alibai, Tencent) sino también gigantes como Huawey. Comenta cómo el Gobierno apostó por una gran inversión, para no depender de la industria de microprocesadores (aunque la autora dice que es imposible ser autosuficiente en todo porque para eso ya existe el comercio internacional). Otra apuesta fue la captación de talentos que estaban trabajando en el extranjero para que volviesen a realizar su investigación a China. Algunos de ellos volvieron porque el dinero que iban a tener para la investigación ni lo podían soñar en el extranjero, pero también se dieron cuenta de que a cambio había mucho control político y que cualquier comentario negativo que hiciese le acarreaba problemas. Cuenta cómo algunos estudiantes extranjeros que usaban WeChat perdían su cuenta por criticar alguna política o hacer comentarios poco amables, y no solo estos alumnos sino también sus amigos por darle un "like".  La autora dice que los usuarios de WeChat saben de esta falta de privacidad y la existencia de un control de sus comentarios, pero aún así es usada por millones de usuarios porque es muy práctica ya que permite hacer compras, chatear, etc... [nota del lector: las enormes ventajas de WeChat ya las comentó Kai-Fu Lee]. Lo que la autora quiere hacer ver es que a pesar de todos esos millones de inversión en desarrollo de nuevas tecnologías, la verdadera innovación requiere cierto margen de libertad porque de lo contrario solo se idearán mediocridades o solo lograrán mejoras de productos ya existentes, que a fin de cuentas, no son nada nuevo. 

Otra de las preocupaciones de la autora son la enorme influencia que ejercen los institutos de lenguas (similares a los Institutos Cervantes de la lengua española, la Alliance Française, etc.. ), que dependen del gobierno y dan clases gratis de chino, lo que le encanta a muchos países, pero que, según la autora, a su vez funcionan como grupo de presión contra cualquiera, ya sea ciudadano chino o extranjero, que emita comentarios negativos sobre el país o más bien sobre sus políticas respecto a asuntos "sensibles". Eso ha metido en problemas a jugadores o entrenadores de la liga deportiva de EE.UU. (la NBA) que han visto cómo un comentario en Twitter (ahora X) u otra red a favor de un asunto sensible como el de los activistas que reclaman democracia. El que habló de más fue víctima de una "cancelación" ya que, como castigo, su equipo perdió millonarias inversiones publicitarias a pesar de pedir disculpas, y puso en peligro su carrera profesional por un asunto ajeno. No solo eso, sino que el ofensor quedó marcado como un paria y siguió siendo perseguido (publicitariamente, hablando) en  los nuevos equipos a los que iba, que eran castigados sin inversiones.

 Por otra parte, la autora sospecha que algunos de esos institutos de lenguas y cultura se excedían de su función y preparaban boicots a las universidades extranjeras donde organizaban charlas de personas contrarias al gobierno o presionaban a los campus para que cancelasen esas conferencias (bajo amenaza de retirarles la subvención). En realidad, esto supone que en países donde había libertad de expresión y cada uno decía lo que quería dejó de haberla por todas estas presiones en asuntos sensibles de política internacional que afectan a un país extranjero. [nota del lector: a decir verdad, pasaría casi lo mismo que si alguien se mete con una marca comercial, pues se arriesga a la retirada de publicidad, cancelaciones, inversiones,...]. Esta obsesión por vigilar la imagen, la marca, acaba pasando factura porque genera antipatías, trasluce un fondo poco tolerante con la opinión libre; no se trata solo de hacer una queja o mostrar enfado, sino de aplastar al ofensor, que a fin de cuentas es un don nadie, cancelarlo allí donde vaya y convertirlo en un paria. Y a la autora, esto le parece un detalle o síntoma preocupante.

La solución que propone la autora va dirigida al papel de Estados Unidos como potencia líder y adalid de la democracia. Cree que dicho gran país aún puede afianzar su liderazgo en el mundo tratando bien a sus aliados y gestionando nuevas alianzas (sobre todo en el Pacífico) para ganarse el favor, de tú a tú, de nuevos países aliados, para contrarrestar el avance de su nuevo rival geoestratégico o retrasarlos. 

Ahora, recuerda la autora, China tiene negocios en toda África y Latinoamérica, e incluso en Grecia, porque ha invertido mucho dinero que fue bien recibido ante el desinterés y las promesas vacías de Occidente. Sin embargo, la autora recuerda que cada nueva inversión de la nueva potencia supone un mayor control de zonas estratégicas de esos países, donde se acaba imponiendo una cultura ajena y basada en el control y la vigilancia. En el caso del puerto de Pireo, Grecia estuvo tentada a recibir importantes inversiones para ampliar el puerto pero sospechó que el país se iba a convertir en la "cabeza del dragón" de China en Europa y empezó a parar proyectos de crecimiento desmesurado en sus aguas que ya no podría controlar. 


domingo, 5 de noviembre de 2023

"Naturaleza, cultura y desigualdades", de Thomas Piketty (2023)

 Resumen del libro "Naturaleza, cultura y desigualdades", de Thomas Piketty (2023)

Resumen original y actualizado en: 

https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/11/naturaleza-cultura-y-desigualdades-de.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, desigualdad, economía

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Ficha técnica

Título: "Naturaleza, cultura y desigualdades"

Subtítulo: Una perspectiva comparada e histórica

Título original: "Nature, culture et inégalités. Une perspective comparative et historique"

Autor: Thomas Piketty

Fecha de publicación en francés: 2023

Fecha de edición en español: Anagrama, Barcelona, 2023

Número de páginas: 84 (+2)

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Biografía de Thomas Piketty (hasta 2023)

Thomas Piketty (Clichy, Francia, 1971) es jefe de estudios en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París y profesor en la École d'Économie de París. Entre sus libros destaca El capital en el siglo XXI, traducido a 40 lenguas y con más de 2,5 millones de ejemplares vendidos. En Anagrama ha publicado La economía de las desigualdades y La crisis del capital en el siglo XXI.

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Texto de la portadilla interior

"Naturaleza, cultura y desigualdades. Una perspectiva comparada e histórica. Sintésis de sus investigaciones sobre las desigualdades económicas, este certero texto de Thomas Piketty analiza cuestiones como la educación, la herencia, la fiscalidad y la persistente brecha de género, a la vez que subraya la necesidad de reducir drásticamente los desiquilibrios Norte-Sur como condición para luchar contra el calentamiento global. Frente a la desesperanza y el conformismo, el autor nos recuerda que el camino hacia la igualdad se ha construido siempre sobre las luchas políticas y sociales".

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ÍNDICE

¿Existen desigualdades naturales? 

El largo camino hacia la igualdad

La evolución de la desigualdad y los regímenes desigualitarios

La desigualdad de la renta

La desigualdad de la riqueza

La desigualdad de género

Avances contrastados hacia la igualdad en Europa

El caso sueco

El auge del Estado social: el ejemplo del gasto en educación

Hacia una extensión de la igualdad de derechos

La fiscalidad progresiva

¿Qué hacer con la deuda?

Naturaleza y desigualdad

Conclusión

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RESUMEN

Este librillo de 86 páginas del economista francés Thomas Piketty supone un compendio de la obra previa del autor, aunque añade cuestiones como la sostenibilidad o la atribución de responsabilidades por la huella de carbono. 

La idea básica es que las desigualdades no nace sino que se hacen y que lo mismo que se ponen, se quitan. El autor recuerda la enorme desigualdad a la que se llegó en Europa en el siglo XIX y XX y cómo, a través del impuesto de la renta progresivo (y no porcentual) se redujo la brecha de riqueza, la cual se redistribuyó y se creó una clase media o al menos una clase obrera con poder adquisitivo y consumidora, así como fácil acceso a la educación y la sanidad. Este modelo duró hasta los años 80, cuando los neoliberales Reagan y Thatcher recortaron impuestos y servicios públicos, con lo que volvió a subir la desigualdad (según muestra en sus gráficos y estadísticas, que comparan la concentración de riqueza del 1 % más rico y el 50 % más pobre) y se prolonga hasta la actualidad. Piketty recalca que esto no es inamovible y que, hace 150 años, hubo muchos esfuerzos y trabajo para corregir la situación, por lo que ve viable políticamente recortar la desigualdad.

El autor pone como ejemplo Suecia, un país con una desigualdad muy elevada donde en el siglo XIX y principios del XX el 1 % de los más ricos se repartían el país y eran los dueños de casi todo. En los años 30, los socialdemócratas ganaron las elecciones y pactaron con los grandes propietarios una fórmula redistributiva para fundar un Estado del Bienestar que todos conocemos y que hizo famoso a Suecia por ser un país rico, capitalista y más igualitario que el resto de Europa.

Piketty también recuerda las políticas de EE.UU. después de la II Guerra Mundial que aplicaron grandes impuestos a las herencias, al capital y los beneficios, fórmula que también aplicaron a la derrotada Alemania, la cual gravó la riqueza a niveles estratoféricos pero porque EE.UU. estaba haciendo lo mismo. El autor insiste en que la desigualdad no es inherente al sistema capitalista como insisten hoy los neoliberales, que dicen que no hay otra alternativa, sino que se puede regular a través de mecanismos como los impuestos progresivos, de forma que la marea suba para todos los barcos y no para unos pocos.



domingo, 29 de octubre de 2023

"El malestar de las ciudades", de Jorge Dioni López (2023)

 Resumen del libro "El malestar de las ciudades", de Jorge Dioni López (2023)

Resumen original y actualizado en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/10/el-malestar-de-las-ciudades-de-jorge.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, urbanismo, ciudades, turismo, economía, gentrificación

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Ficha técnica

Título: "El malestar de las ciudades"

Subtítulo: Privatización, turismo, vivienda, especulación, tráfico.... Por qué es cada vez más difícil vivir en las ciudades

Autor: Jorge Dioni López

Fecha de publicación en español: Barcelona, 2023, editorial Arpa

Número de páginas: 348

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Biografía del autor Jorge Dioni López (hasta 2023)

 Jorge Dioni López nació en Benavente (Zamora) en 1974. Es licenciado en Periodismo por la Universitat Autónoma de Barcelona y su carrera profesional abarca diarios (Sport, Marca y Metro), radio (SER, RNE y Ràdio Gràcia), revistas (Vanity Fair, GQ y El estado mental) y comunicación institucional (Alcatel-Lucent y Asociación de Clubes de Baloncesto). También ha realizado tareas de corrección y edición para diversas instituciones. En la actualidad, imparte talleres de lectura y escritura en Escuela de escritores, realiza tareas de comunicación corporativa para la agencia Dobleh y colabora con La Marea. En 2021, publicó La España de las piscinas, premio Libro del año de no ficción por el Gremio de Libreros de Madrid.

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Texto de la contraportada

"¿Por qué se va la gente de las ciudades? Porque la echan. Una multitud de factores, desde el precio de la vivienda hasta los efectos del turismo, empujan a las personas a abandonar los espacios urbanos concentrados. Poco a poco, las ciudades se vacían y envejecen. Lo extraño es que no lo notamos, porque el flujo constante de personas nos hace sentir que todo está lleno, en especial los centros históricos, reconvertidos en parques temáticos.

El rentismo ha sustituido a la producción. La ciudad se ha convertido en un tablero de Monopoly que expulsa a los que no pueden pagar. ¿Por qué apostar por los habitantes de clase media cuando la especulación, el turismo o el consumo desaforado en domingo resultan más provechosos? Las ciudades ya no anhelan construir el futuro; buscan rentabilidad.

Tras el éxito de su primer libro, La España de las piscinas, Jorge Dioni López se centra en los problemas de la ciudad contemporánea y vuelve a plantear los efectos ideológicos del urbanismo. El malestar de las ciudades es una lectura extraordinaria, a la altura de las grandes obras de la sociología urbana.

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    ÍNDICE

Introducción. ¿Qué es una ciudad?

Primera parte. La ciudad abierta y sus enemigos

1. La conquista del espacio

2. Privatización: el robo de las gradas

3. Financiarización: los señores de la tierra

4. Turistificación: todo el año es San Fermín

5. Gentrificació: gente de desorden

6. Desarrollismo: se pueden tener criados

7. El regreso de las murallas

Segunda parte. La larga marcha

9. La ciudad de los promotores

10. I Love NY

11. ¡Propietarios del mundo, uníos!

12. Un Singapur en el Támesis

13. Los años del descubrimiento

14. Queremos un Calatrava

15. Los "detroits" del turismo

16. Las ciudades cansadas

Epílogo. Cerrar la puerta

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RESUMEN

El autor Jorge Dioni López habla en su libro de la "ciudad neoliberal", que equipara a la conversión en una colonia de las antiguas metrópolis. En la ciudad concentrada se insertan flujos globales y desterritorializados y eso provoca una expulsión inmobiliaria de los residentes porque nadie los necesita en el nuevo modelo. Son los efectos de la tercerización. Es la llamada "economía de flujos".


Explica una nueva tendencia que consiste en comprar edificios enteros en el centro de las ciudades, dejar que se degraden, conseguir ayudas para la rehabilitación, y volver a edificar más caro, con lo cual es negocio. Es la destrucción creativa del neoliberalismo que consiste en crear "nidos de negocio" allí donde no los había o era un acceso comunal y ahora es de acceso privado. Esta fórmula de crear valor como producto o de valorizar, monetizar y privatizar (comprabarata-degradación-reconstrucción-reventacara) se ve también en la sanidad. Es lo que se llama "destrucción creativa". En un entorno desregulado y privatizado, dice el autor que cualquier relación social se puede transformar en un producto y convertirse en capital. El espacio del centro se revaloriza al convertirse en zonas de bajas emisiones y con peajes urbanos (la llamada "gentrificación verde", que revaloriza los espacios privatizados). Y en el rural, las viviendas con piscina provocan problemas de falta de agua y en otras ocasiones instalan macrohuertos solares. La industria turística no echa humo porque cuesta verla aunque es muy extensa.

En las ciudades, los centros se están despoblando poco a poco de sus habitantes "de siempre" porque estos son expulsados cuando no pueden pagar los altos alquileres. Asimismo, los edificios se destinan a vivienda turística, por lo que el centro se convierte en un parque temático donde siempre hay actividades y una muchedumbre paseando de un lugar a otro. El autor pone como ejemplo la ciudad de Santiago de Compostela, recorrida a todas horas por peregrinos, y por la noche, por la tuna estudiantil. En estos centros urbanos es imposible vivir porque los precios son muy altos, está todo abarrotado y lleno de turistas. "Es difícil vivir en un lugar donde todo el mundo tiene un nivel de vida más elevado que el tuyo", dice el autor, en referencia a la reforma de las dársenas de Londres (Cannary Warf). Se trata de un turismo masivo e insostenible, dice el autor, lo mismo que la movilidad y el consumo, también insostenibles. Y, por otro lado, las actuales ciudades hacen más evidentes las desigualdades: los ricos y la élite se concentran en el centro y los pobres en el extrarradio. Lo llama el "mercado de la irresponsabilidad" porque crear conflictos tiene capacidad de crear valor, lo mismo que la ruptura de consensos.

El resultado es que barrios enteros se convierten en focos turísticos y los antiguos habitantes se mudan a la periferia, donde la vida es más barata. Hay un "efecto expulsión" del centro urbano, del que se adueñan los propietarios ricos, muchas veces para no vivir allí sino para realquilar las viviendas que han adquirido y cobrar rentas. Y otras veces, para amarrar su yate. Y el que es turista, al ser servido por solícitos camareros, tiene esa sensación de poder.

El autor recuerda los tiempos del desarrollismo de los años 60, basado en la precariedad laboral, servicios públicos escasos o inexistentes y el consumo como elementos de distinción. Frente a pequeñas explotaciones rurales se impuso la emigración a la ciudad y el crecimiento descontrolado de estas urbes.

Por otra parte, barrios populares se degradan por la delincuencia (o por las noticias alarmantes), a lo que se suma la pérdida de servicios o falta de mantenimiento (como el fin de las cajas de ahorros), se vende barato y después se rehabilitan como pisos o "lofts" de lujo a mil euros el mes de alquiler. Pone como ejemplos Lavapiés, en Madrid, o El Raval, en Barcelona. En esta fórmula hay derribos de edificios que no interesa rehabilitar, el solar se deja en barbecho hasta que la vivienda se haya revalorizado y se reedifica con aumento de edificabilidad (y se le cambia el nombre, como Soho o Tribeca). El autor insiste: "La ciudad es el producto y el destinatario de las políticas públicas es el inversor privado. El ciudadano es cliente y puede disfrutar del producto si compra su entrada". Lo equipara al juego del Monopoly donde un acaparador se queda con todos los inmuebles y arruina al resto, sin esperanza.

El autor culpa a los neoliberales (con Milton Friedman a la cabeza, quien desmontó el Estado de Bienestar culpando al Estado por restringir libertades y porque la clase media está subvencionando a gente que no paga. El autor replica que, al contrario, el Estado y la ley es la fuerza de los que no tienen poder y los servicios públicos permiten no tener que aceptar cualquier trabajo). El autor señala que el neoliberalismo genera miedo e incertidumbre entre los propietarios (que se convierten en victimistas y se convierten en agraviados porque ya no controlan el espacio público y se sienten marginados y no pueden hacer lo que les dé la gana).

El autor examina la degradación que sufrió California, paradigma del Estado de Bienestar. Tras varias políticas de desmantelamiento (Howard Jarvis situó la propiedad privada en el centro ideológico), tuvo que aprobarse la Proposión 30 (impuestos más altos a las rentas altas). Ahora, el 10 % de los californianos se han ido a otros estados más baratos o con una regulación más laxa, menores impuestos y vivienda más barata (se han mudado a Austin, Texas, empresas como Tesla, Google, Apple, Amazon, Oracle o Dropbox). Ha surgido un movimiento llamado GoodBye California (que se agravó por la extensión del teletrabajo).

El autor cree que al revivirse la Guerra Fría, vuelve el keynesianismo y propone sacar del mercado sectores como energía, sanidad, formación o vivienda. Dice que quienes culpan a factores externos del descenso de la clase media deberían culpar al propio sistema económico, porque la clase media intenta evitar la redistribución para arañar algo para él cuando en realidad "el trabajador que pasa a considerarse propietario pone la semilla de la precariedad de sus hijos".

Otra de las piezas de la ciudad neoliberal es el Manifiesto sobre la No Planificación (de Reyner Banham, gran defensor del vehículo privado). Los ciudadanos quieren su espacio y además pueden pagarlo. Pero el fin de la planificación implica el fin de la ley, dice el autor. Estos ejemplos de "puertos libres" son Shanghai o Hong Kong para atraer capitales (zonas de recreo, zona comercial, viviendas de lujo, paseo marítimo). Añade que en el neoliberalismo, las Administraciones públicas tienen un papel muy activo, ya que deben garantizar las condiciones para la redistribución de la riqueza hacia arriba. Cita a Patsy Healey, quien señala que el sector público toma la iniciativa, ensaya ideas, coordina, organiza los proyectos y, una vez que el riesgo se ha eliminado, transfiere después la iniciativa al sector privado que capta la tasa de ganancia. Si hay algún problema, el sector público vuelve a intervenir en forma de rescate. Son proyectos muy simbólicos de una economía próspera como el Golden Triangle (Pittsburgh), el Inner Harbour (Baltimore), una "arquitectura milagrosa" (Llàtzer Moix) que en España tiene su mejor ejemplo en el Gugghenheim de Bilbao: "Son una señal en el mapa: aquí hay plusvalías". Estos proyectos no solo modifican el entorno sino que simbolizan el cambio, proporcionan sentido y la reactivación de la ciudad legitima todas las decisiones, indica el autor. En el fondo, añade, estos proyectos son una "colonia" dentro de la metrópoli. 

Lo malo de estos proyectos ambiciosos (como el de los muelles de Londres como Canary Wharf, auspiciado por Thatcher, que se convirtieron en zonas caras y exclusivas) es que el dinero acaba en proyectos comerciales o turísticos, donde las condiciones labores son peores, y además aparece un sector vinculado a esas ayudas públicas que son consultoras especializadas en el drenaje del dinero público. Ya no se ordena el crecimiento sino que lo fomenta porque hay que aprovechar la capacidad de la ciudad para crear valor (Peter Hall). El inversor queda liberado de la planificación redistributiva. El resultado es que Londres se convirtió en un potente centro financiero, núcleo turístico y atracción de inversión pero también en una de las ciudades más desiguales del mundo, afirma el autor, con zonas muy desfavorecidas donde la mortalidad infantil es la más alta del país. Dice que "hay varias ciudades en el mismo espacio".

El autor también habla del proceso de regeneración del frente marítimo de Barcelona en 1992 (el equivalente al centenario de Baltimore) que conllevó el derribo de 4.200 viviendas de renta baja en suelo que pronto se iba a revalorizar. La idea era realojar en viviendas de promoción pública a familias afectadas, pero hubo un desplazamiento de miles de personas y un cambio de uso de locales. Se intentó traer equipamiento cultural y universidades (PERI), lo que convirtió al Ravat en un parque temático. Pero el autor se pregunta: "¿para quién se realiza este proceso, para la gente que vive ahí o para desplazarla y atraer flujos de población o capital?". Barcelona encajaba en lo que David Harvey llamó el giro emprendedor de las ciudades: colaboración público-privada y cambio de actividad de las administraciones, que pasan a captar las oportunidades de inversión y crecimiento. Adquieren riesgos, construyen infraestructuras o adaptan los marcos fiscales o laborales. "La acción redistributiva y social queda en segundo plano", afirma el autor. De lo que se trata no es de planificar la ciudad sino de colocar un Gugghenheim para atraer inversión y turismo. "Todo el mundo quería uno", dice el autor, sobre el nuevo icono de Bilbao, y que no supuso sobrecoste. Es lo que se llama el "modelo de los contenedores" (polos, hubs o labs a través de beneficios fiscales, ayudas directas o deducciones, a lo que debe sumarse una estructura productiva para la que trabajar o un tejido industrial vinculado al territorio). En el caso de Bilbao, hubo bastante control y se favoreció más la industria que la inversión inmobiliaria, y se crearon zonas de biodiversidad y carriles bici. Otras ciudades intentaron copiar el modelo de "arquitectura milagrosa" para poner la ciudad en el mapa. Cita a Santiago de Compostela y la "Ciudad de la Cultura", que no se colocó en un espacio devastado sino en una ciudad que ya funcionaba y ya tenía un icono: la catedral. El hecho de colocar al Gaiás en un monte, en un espacio alejado (doctrina Arrese) que obliga a coger el coche conlleva un intento de funcionar como "antena del mercado laboral", sin inserción con su entorno. Pero estuvo lleno de sobrecostes y en el 2013 se paralizó. Otros ejemplos son la Ciudad de las Bellas Artes de Valencia, de gran belleza estética pero desligada del entorno pero que se justificaba con el lema "Todo el mundo quiere venir a Valencia". No eras nadie si no tenías un macroproyecto. Alicante tuvo su Ciudad de la Luz o el Distrito Digital, o el hub digital VLC Tech City, ejemplos de cómo reconvertir un polígono industrial en un distrito innovador. Otro "hub digital" es Tres Xemeneies, en Sant Adrià de Besós, que suma 2.000 nuevas viviendas. O el Parque Paramount de Murcia, Mundo Ilusión en Castellón o el fracasado casino EuroVegas o Wanda Campamento y Gran Scala. El autor señala que "la idea es repetida: centros de convenciones, hoteles, casino, centros comerciales y de ocio". La idea es antifordista: tus clientes son foráneos, no tus propios trabajadores como quería Ford (fordismo).

El autor añade que, mientras la sociedad del Bienestar busca el consenso, el neoliberalismo quiere huir de eso a través de la segregación escolar, los bulos o el pin parental y el precio es perder las estructuras colectivas (y comunes). El modelo productivo es ahora rentista y de servicios, por ello Barcelona recibe 12 millones de turistas (una nueva industria). En la ciudad se insertan flujos globales y eso provoca una expulsión inmobiliaria. Son los efectos de la tercerización. Es la llamada "economía de flujos".

El autor se pregunta: "La pregunta de para quién trabaja el Estado es necesaria a medio plazo porque, cuando este desaparece o se vuelve ineficaz, su espacio puede ocuparlo el crimen organizado".

Algunas ciudades han apostado por los congresos y la cultura, pero como dice el autor, la ciudad tiene límites y saturación de los recursos, y cree que hay que hacer una transición.

El autor, siguiendo a Edward Bellamy, concluye que es necesario acabar con la concentración de capital y propone una nueva ciudad donde la vivienda no pueda ser propiedad de personas jurídicas y no pueda ser acumulada. También que la Administración garantice ese derecho como la sanidad o la educación o la energía. Dejando al sector privado, la competición será el formato (lógica darwiniana y hoobesiana). Por contra, propone trabajo garantizado, semana de cuatro días, jornada laboral de seis horas, salario y patrimonio mínimo y máximo, servicio público de vivienda y energía.