domingo, 19 de marzo de 2023

"Desigualdad. Una historia genética", de Carles Lazuela-Fox (2022)

 Resumen del libro "Desigualdad. Una historia genética", de Carles Lazuela-Fox (2022)

Resumen original y actualizado en el siguiente link:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/03/desigualdad-una-historia-genetica-de.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación Contemporánea y licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, genética, desigualdad, clases sociales

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Ficha técnica

Título: "Desigualdad

Subtítulo: "Una historia genética"

Título en inglés: Inequality. A Genetic History

Fecha de publicación en inglés: 2022

Edición en español: Colección Drakontos, Ed. Crítica, Editorial Planeta, Barcelona

Número de páginas: 227

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Biografía del autor Carles Lazuela-Fox (hasta 2023)

Carles Lazuela-Fox es director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona (MCNB) e investigador del Instituto de Biología Evolutiva (IBE) de Barcelona; es uno de los científicos líderes en Europa en paleogenética, es decir, la recuperación y análisis de genomas antiguos. Participó en el proyecto Genoma Neanderthal y dirigió la primera recuperación de ADN de un Neandertal ibérico procedente de la cueva de El Sidrón (Asturias). En 2014, dirigió la recuperación del primer genoma de un cazador-recolector europeo (datado de hace 8.000 años) y posteriormente la de centenares de genomas de períodos prehistóricos e históricos que están ayudando a reconstruir las migraciones del pasado. Ha recibido diversos premios por su investigación, que incluyen la medalla Monturiol de la Generalitat de Catalunya en 2018 y el Premi Ciutat de Barcelona de Investigación en 2007. Su preocupación por socializar el conocimiento científico le ha llevado a escribir numerosos libros de divulgación, entre ellos Palabras en el tiempo (Crítica, 2013), Genes, Reyes e Impostores (2016), Des-extinciones (2017) y La forja genética de Europa (2018).

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Texto de la contraportada

"La creciente desigualdad en el siglo XXI es un grave problema social y sus causas y consecuencias provocan debacles y controversias que implican desde agentes sociales y políticos hasta economistas.

Carles Lalueza-Fox ofrece una visión totalmente nueva sobre la desigualdad al examinar las huellas genéticas que ha dejado en los humanos a lo largo de su historia. Describe una serie de estudios genéticos, que son ahora posibles gracias a nuevas tecnologías de secuenciación de ADN, que revelan repetidos episodios de diferencias en las sociedades antiguas: poderosos sobre pobres, hombres sobre mujeres y poblaciones tecnológicamente avanzadas sobre sociedades tradicionales.

A través de su ADN, los esqueletos anónimos del pasado pueden hablarnos por primera vez y nos cuentan sus historias de sufrimiento y diferencias. Y nosotros, que somos en buena medida los descendientes de los que practicaron la desigualdad en el pasado, estamos en situación de preguntarnos cómo pensamos afrontarla en el futuro".

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       ÍNDICE

1. La era de la desigualdad

2. Cambios en la ancestralidad provocados por las migraciones pasadas

3. Arqueología de la desigualdad

4. Cómo influyen las estructuras sociales en la genética

5. Género y genética

6. En el nombre del padre

7. E futuro de la desigualdad

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RESUMEN

Nota: debido al contenido altamente técnico de la obra, el resumen es más que nada una interpretación del lector del "espíritu del libro" y no pretende ser un resumen de alto rigor técnico.

  El autor arranca el libro recordando los trabajos de Pikety sobre el aumento de la desigualdad económica en el siglo XXI, para explicar que la disparidad de riqueza entre poblaciones también ha dejado su huella genética en el pasado histórico. 

Uno de los ejemplos prehistóricos más claros es el de los poblados cazadores-recolectores de Europa (se supone que fueron los últimos que vieron vivos a los Neanthertales), que fueron sustituidos por poblaciones agrícolas más extensas, que ocuparon su espacio. Ganaron porque eran muchísimo más numerosos, por lo que su gen empezó a ser mayoritario. Mientras los genes de los cazadores-recolectores se diluían y desaparecían de la historia, las siguientes poblaciones comenzaron a ser mayoritariamente de genes de agricultores llegados de Oriente Medio y el Creciente Fértil, que colonizaron Europa. En torno al año 2000 AC, llegó una ola de invasores a caballo procedentes de las estepas (los yamnaya), una brutal estirpe que se expandió desde las estepas del Cáucaso hasta el Atlántico y hacia la India e Irán e incluso el extremo de China. Antiguamente, se les denominaba "arios" porque dieron lugar a las lenguas indoeuropeas (lenguas clásicas occidentales, sánscrito y otras), todas con una ramificación común. El gen de los yamnaya se convirtió en predominante en Europa, mucho más en los países Escandinavos que en el Sur, y diluyó el gen de los antiguos agricultores. Estos grandes guerreros construyeron monumentales túmulos en su memoria, de modo que Europa está repleta de estos monumentos de tierra y piedra. Al haber grandes jefes, también se han encontrado más tesoros y símbolos de riqueza. Actualmente, el gen yamnaya persiste en la mayor parte de los europeos, los cuales pueden digerir leche de adultos por las aportaciones genéticas de estos guerreros esteparios. El autor señala que el gen Y de los varones agrícolas se volatilizó y solo perduraron rastros del ADN de las mujeres agriculturas, que se supone que tuvieron nuevas oportunidades al casarse y tener más hijos con los guerreros vencedores, que eran más ricos e influyentes. Un patrón que se vería también en las sociedades esclavistas. La desaparición del Y de los varones agricultores no quiere decir que fuesen eliminados sistemáticamente por los invasores sino que, al igual que los esclavos afroamericanos, perdieron posibilidades de reproducirse, ya que eran inmensamente más pobres, lo que dificultaba sus posibilidades de mantener a una progenie elevada. De estos tiempos, apareció la tumba de un agricultor de piel morena y ojos azules. También se identificó a una cultura del vaso campaniforme que se extendió por toda Europa desde la desembocadura del Tajo, en la zona de Lisboa, la cual también dejó un importante rastro genético en la población europea.

 Esta influencia de los yamnaya puede verse en la organización de castas de la India, donde la clase superior (los brahmanes) conservarían la ascendencia yamnaya, quienes al tomar el poder por su invasión dividieron o mantuvieron en la India el sistema de tribus, creando un sistema de numerosas castas inferiores, las cuales tenían asignado su oficio, situándose los guerreros vencedores en la cima (como jefes guerreros y sacerdotales) e impidieron el ascenso social de una casta a otra mediante la prohibición de casarse entre miembros de otras castas, lo que generó grupos homogéneos separados que aún perduran en la India (en la cúspide los brahamanes, en el medio los artesanos y agricultores, y en lo más bajo, los intocables). Un sistema social tan férreo que conservó el ADN original de tribus de hace 3.000 años y que ha dejado su firma genética que aún es perceptible. Esto se debería en parte al "apareamiento asortativo", lo que hace que el vínculo entre desigualdad y biología sea más fuerte, pues la historia está llena de pruebas.

La importancia de los yamnaya en la desigualdad es clave porque tenían montada una jerarquía fuertemente estratificada, por ejemplo, con el sistema que montaron de castas en la India. Pero también influyó en cómo se montaron las sociedades altamente clasistas de Grecia y Roma, o los celtas, todos ellos sucesores de yamnaya, por lo que su estructura jerárquica y estratificada se perpetuó y reemplazó a las sociedades agrícolas, que eran más igualitarias o donde todos eran igual de pobres. El autor aclara que en Roma y Grecia, los esclavos tenían prácticamente el mismo ADN que sus dueños, de forma que eran casi indistinguibles, por lo que había más generosidad a la hora de darles la libertad. No era un sesgo tan marcado como en las plantaciones del sur de Estados Unidos.

El autor cambia de época histórica y pone dos ejemplos más de absorción del ADN original. En un caso, es la invasión de los españoles en el continente de América en el siglo XV y XVI. En apenas cinco siglos, tras las matanzas y la alta mortalidad de los indígenas por las terribles enfermedades pandémicas (sarampión, viruela, gripe) propagadas por los europeos de forma inconsciente, apenas quedan comunidades indígenas con ADN 100 % nativo. Esa pérdida de diversidad genética se debe en parte a que la población nativa superviviente se mezcló genéticamente con los europeos (los latinos, sobre todo) o africanos (millones de ellos fueron transportados en barcos europeos para trabajar como esclavos en las plantaciones americanas), lo ha diluido. En cambio, en Estados Unidos, donde hubo una separación más férrea entre comunidades o etnias, el ADN europeo o afroamericano se mantiene bastante identificable, con algunas sorpresas como el caso de la familia del presidente Jefferson, dueño de una plantación esclavista, que transmitió sus genes en el siglo XVIII y XIX a su esclava preferida, con la que tuvo varios hijos mulatos, los cuales fueron declarados libres al cumplir los 21 años por expreso deseo de Jefferson. Por otra parte, llama la atención que en Estados Unidos se considere oficialmente a alguien afroamericano si tiene un abuelo o un bisabuelo negro, o quizás un tatarabuelo. Incluso los descendientes de los nativos americanos (siux, cheyenes, apaches, etc..) han perdido bastante de su genética original debido a la mezcla con emigrantes de otras partes del mundo. Lo mismo ocurre en las islas del Caribe, donde la herencia genética nativa es muy baja, dice el autor.

Respecto al tipo de transmisión de genes, el autor ve claramente como el de la mujer de un determinado grupo genético persiste tras una invasión o reducción de población a la esclavitud, mientras que el Y de los varones se diluye y desaparece. Como ya se ha comentado, la población de varones que ocupa la cima del poder en la nueva sociedad tienen más probabilidades de reproducirse y tener muchos hijos sanos y fuertes que los perdedores, que o murieron en la guerra, quedaron condenados a trabajos forzados de por vida o son muy pobres y con escasas posibilidades de darles un futuro a su descendencia. El sistema genera una fuerte estratificación que favorece a los que están en la cima, en estas sociedades de hace varios miles de años y que generaron una alta disparidad de ingresos, con una clase superrica y otra superpobre y miserable, de forma que la desigualdad se ha hecho común y ha contribuido a nuestra genética, explica el autor, en detrimento de otras variantes genéticas menos afortunadas.

El autor insiste en que la desigualdad sigue perdurando en la Europa Occidental, no de forma tan marcada y excluyente como en la India. Eso se debe a que las clases sociales altas se perpetúan a través de la herencia, por lo que los efectos de la estratificación siguen operando hoy en día. A mayor riqueza, más posibilidad de propagar los genes a individuos sanos que llegarán a adultos y heredarán gran riqueza de sus ancestros, aunque la riqueza también depende de factores ambientales, educativos o intelectuales. Pero, en la riqueza, influía que la base genética persiste de forma subyacente. El autor advierte que a día de hoy ya está operando algunas diferencias genéticas (el caso de Islandia, una población muy aislada) y esa tendencia podría incrementarse si las diferencias sociales crecen.

El autor dice que en la actualidad pueden estar operando otros mecanismos culturales y sociales sutiles, moldeando la diversidad genómica de las poblaciones humanas, incluso en sociedades occidentales.

El autor dice que la pandemia puede haber afectado genéticamente a la población porque las personas normales y corrientes no han tenido más remedio que trabajar en condiciones inseguras con el riesgo de estar más expuestas al coronavirus. Por lo que también tienen más probabilidades de sufrir problemas de salud asociados a la pobreza (asma, diabetes). El autor dice que portamos en nuestros genomas una fracción significativa de los genomas de individuos ricos del pasado (y por eso los europeos son tolerantes a la lactosa o son más altos, como los yamnaya). Y parte de esa variación genómica ha sido aportada por las mujeres, "el grupo humano que más ha sufrido la desigualdad durante los últimos milenios".

La lección que extrae el autor es que los genes de los ricos suelen sobrevivir y están sobrerrepresentados en la población, incluso después de la pandemia o cuando ocurra algún desastre relacionado con el cambio climático. El autor duda que la humanidad del futuro tienda a ser homogénea (por ejemplo, todas las personas tendrían color café de piel) porque las pruebas históricas dicen lo contrario debido al "apareamiento asortativo" que ha explicado en el libro.  Pone como ejemplo la variación de la genética en Roma (desapareció el cosmpolitismo de la población romana tras la caída del Imperio y la huella genética del año 500 es la misma que ahora en las mismas antiguas provincias romanas). Sospecha que el apareamiento asortativo continuará operando, incluso a mayor escala, y generando mayor desigualdad a medida que la brecha de ingresos se acentúa. La aparición de la técnica  de edición genética CRISPR, que está regulada, podría en el futuro inclinar la balanza para los ricos, que están interesados en mejorar su esperanza de vida e incrementar sus capacidades cognitivas. Eso, dice el autor, daría lugar a la perpetuación de dinastías de ricos y crear composiciones genómicas muy diferentes a las del grueso de la población pobre. Esto y casarse entre miembros de la misma familia para perpetuar su riqueza lleva a la endogamia y a reducir la diversidad genética de algunos clanes superricos. Dice el autor: "Portamos la desigualdad del pasado en nuestro interior". Pero aún quedan mecanismos sociales para reducir la desigualdad, una herencia del pasado.

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500 RESÚMENES DE LIBROS  DE ECONOMÍA Y SOCIOLOGÍA
"DE ADAM SMITH A LA INFLACIÓN EN POSTPANDEMIA (1776-2023)"

por E.V.Pita (2023)

Link al compendio de resúmenes:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/01/500-resumenes-de-libro originals-de-economia-y.html
Descargar el PDF en este enlace:


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