jueves, 5 de mayo de 2011

Robert Castel; evolución del taylorismo, al fordismo y el toyotismo. / Malika Litim

Robert Castel; evolución del taylorismo, al fordismo y el toyotismo. / Malika Litim

Ver el resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2011/05/robert-castel-evolucion-del-taylorismo.HTML


Sociología, organización del trabajo

Resumen anotado por E.V.Pita (2011)

Extraído de "El estado del mundo, 2011" / Akal, 2011 / Articulo de Malika Litim, psicóloga del trabajo de la universidad de París 13: "El neoliberalismo contra el trabajo humano".

Litim habla de 3 tipos de organización moderna del trabajo:
 - el taylorismo. Siglo XIX. Frederick W. Taylor propuso la separación entre la concepción del trabajo y su ejecución. Esto fue clave para el capitalismo industrial. División de trabajo, en la que el empresario domina el proceso de producción.
Efecto: los inmigrantes sin preparación accedieron a un empleo y salario.
Consecuencias (según el sociólogo Robert Castel): a finales de la Segunda Guerra Mundial, las organizaciones aprobaron derechos y protecciones al trabajador. El trabajador tenía un nivel aceptable de ingresos.

- el fordismo. Principios del siglo XX. Henry Ford impuso la ganancia de tiempo, por lo que la productividad era el factor determinante. Origen de la standarización y de la producción en serie o de la producción en masa y consumo en masa.
Efecto: creó redes de subcontratas para amortiguar las fluctuaciones de la demanda.
Consecuencias (según el sociólogo Robert Castel): similar al anterior.

-el toyotismo. Finales del siglo XX. Taiichi Ono, de Toyota, corrigió la estandarización y ofreció una gama de productos más diversificada y adaptada a gusto de consumidores. Es el origen del "just on time" (justo a tiempo). La producción se organiza para producir lo que quiere el cliente y cuando éste lo quiere. Otros conceptos son "lean production" (lo más exacta posible) o re-engineering (reducción de costes y subcontratación), principio de calidad total.
Efecto: multiplicó los contratos temporales y precarios.
Consecuencias (según el sociólogo Robert Castel): a principios del siglo XXI, surgió un nuevo tipo de trabajador pobre cuya precariedad no era pasajera sino su condición social.

División de trabajo redujo la motivación. La mejora de las condiciones laborales y el reconocimiento motivaron al trabajador del siglo XX pero en el XXI la gestión es jerárquica e imperativa e impone objetivos imposibles de cumplir, medios insuficientes, plazos irreales... lo que generó estrés y fatiga mental, acoso moral e incluso agresiones por parte del público. Hay una obligación de obtener resultados.
Resultado: engaños a los clientes para cumplir objetivos, no declaración de accidentes para cumplir normativa de calidad, etc...

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Otros textos del sociólogo francés Robert Castel sobre lo mismo:
El siguiente texto ha sido extraído de la entrevista: Reflexiones sobre la relación: Estado, mercado, neo-liberalismo, trabajador móvil y seguridad social
http://www.enredando.org.ar/noticias_desarrollo.shtml?x=26181

¿Cuál es el grado de repercusión del neo-liberalismo en la protección social?Detrás de esta gran transformación de la protección social a nivel mundial está el efecto de la salida del capitalismo industrial. El pasaje del capitalismo industrial hacia un nuevo nivel de capitalismo, que es más bien un capitalismo financiero y no industrial y que ejerce su hegemonía a nivel mundial es una de las causas de la desestructuración de la protección social por parte del Estado.
Esta transformación empezó a hacer sentir sus efectos hacia mediados de los años 70, pero no fuimos inmediatamente conscientes de la amplitud que tenia. Hemos sido sensibles primero al desempleo masivo que se desarrolló y a la precarización de las condiciones de trabajo, que son fenómenos importantes, pero con un poquito de perspectiva empezamos a entender que más allá de este desempleo masivo y esa precarización hay sin duda un proceso más profundo que está en juego, que es a la vez un proceso de descolectivización y de reindividualización y que juega en varios niveles.
A nivel de la organización del trabajo, asistimos a una individualización de las tareas que exige la movilidad, la adaptabilidad y la toma de responsabilidades por parte del trabajador. En lugar de la organización colectiva y jerarquizada del trabajo del capitalismo industrial, el capitalismo financiero exige una implicación personal del trabajador, de los "operadores" , como se dice actualmente, en la constitución de pequeñas unidades de trabajo que administran ellas mismas su producción. En esta instancia el convenio colectivo de trabajo puede quedar completamente disuelto dentro de ese trabajo en red donde los trabajadores se conectan durante el tiempo de realización de un proyecto y luego se desconectan una vez que el proceso se ha llevado a cabo sin necesidad de reconectarse nuevamente ni de tener que ocupar el mismo espacio, ya que uno se puede conectar a la distancia por intermedio de la informática.
Desde luego, no todo el mundo del trabajo está organizado en esa forma, hay todavía formas de taylorismo en algunos sectores o de nuevo taylorismo, pero son los sectores más dinámicos o que ejercen presión sobre los demás. Incluso empresas que existen hoy en día están profundamente trasformadas por esta nueva organización del trabajo, ya que están terciarizadas y apelan al modelo de trabajador intermitente. El trabajo se hace dentro de estas unidades, y no ya a través de grandes cadenas de montaje; el trabajador también esta individualizado y puesto en competencia con otros. Un ejemplo de esto es la fábrica Peugeot, que en un momento fue un gran bastión del capitalismo industrial.
Me gustaría agregar un último punto que es la cuestión de si es posible luchar contra este proceso de desregulación y promover seguridades sociales mínimas para todos. Yo creo que hay que partir del hecho de que se produjo algo irreversible desde hace unos 20 o 25 años en nuestras sociedades, a partir del momento en el que se empezó a hablar de la crisis que corresponde sin duda a una mutación del capitalismo, por la salida del capitalismo industrial. Yo creo que hay que tomar conciencia de que no se pueden conservar las formas de organización del trabajo y las protecciones vinculadas al trabajo que estaban asociadas al capitalismo industrial. Si queremos ser lúcidos, no vamos a volver más de las mutaciones tecnológicas que se produjeron en los últimos años, no vamos a volver tampoco de la mundialización del intercambio y a las formas exacerbadas de la competencia internacional.
Parece que estamos obligados a tener en cuenta que esta nueva puesta en movilidad de la sociedad, aún cuando no nos guste, nos obliga a volver a tomar en serio la existencia del mercado, porque el mercado esta ahí para quedarse y no se puede pensar en una sociedad moderna sin esa presencia fuerte del mercado. Entonces la cuestión que habría que plantearse es si se puede, aceptando al mercado, encuadrarlo,  "domesticar" al mercado por medio de procesos de regulación social que sean capaces de imponer nuevas seguridades, nuevas protecciones.

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