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viernes, 21 de noviembre de 2014

"Comercio justo para todos", de Joseph E. Stiglitz (y Andrew Charlton) (2005)

Resumen: "Comercio justo para todos", de Joseph E. Stiglitz (y Andrew Charlton) (2005)


Ver el resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/11/comercio-justo-para-todos-de-joseph-e.html

Resumen y comentarios por E.V.Pita (2014), licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, economía internacional, comercio internacional, pobreza

Título: "Comercio justo para todos"
Subtítulo: "¿Cómo el comercio puede promover el desarrollo?"

Título original: Fair trade for All How Trade Can Promote Development

Autores: Joseph E. Stiglitz (y Andrew Charlton)

Fecha de publicación: 2005 (Oxford University Press)

Editorial en español: Santillana Ediciones Generales (2007)

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Biografía oficial de los autores (2007)

Joseph E. Stiglitz
Joseph E. Stiglitz es premio Nobel de Economía en 2001, y en 2007 seguía como catedrático de Economía en la Universidad de Columbia tras una intensa carrera académica como profesor en prestigiosas universidades como Yale, Oxford y Stanford. Además, ha sido asesor económico del Gobierno de Bill Clinton y economista jefe y vicepresidente senior del Banco Mundial. Autor del best seller internacional El malestar de la globalización (Taurus, 2002), también ha publicado Los felices noventa (Taurus, 2003) y Cómo hacer que funcione la globalización (Taurus, 2006).

Andrew Charlton
Es investigador en la London School of Economics

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Texto de la contraportada

"El libro es de lectura obligada para aquellos a los que interese el desarrollo y el comercio internacional.
¿Cómo se puede lograr que los países más pobres del mundo puedan ayudarse a sí mismos por medio de un comercio más libre y más justo? Cada ronda de negociaciones internacionales ha acabado beneficiando a los países ricos y frustrando a las naciones en desarrollo. En este polémico y estimulante libro, el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz y su coautor Andrew Charlton presentan un modelo radicalmente nuevo diseñado para abrir los mercados de forma en que todos puedan prosperar".

Comentarios de Bill Clinton:
"Estamos estancados en un sistema económico global que no funciona en la mitad del planeta, pero Stiglitz y Charlton nos proponen un plan para incluir a esa mitad, para avanzar hacia un futuro de beneficios y responsabilidades compartidos".

Comentarios de Jeffrey D. Sachs

"El premio Nobel Joseph Stiglitz y Andrew Charlton nos ofrecen un nuevo y estimulante estudio sobre cómo hacer que el sistema de comercio mundial sea un auténtico apoyo al desarrollo internacional. El liderazgo del profesor Stiglitz en el debate de la globalización refleja su extraordinaria combinación de excelente academicismo, amplia experiencia política y profundo compromiso con la justicia social, que se plasma con fuerza en este accesible y oportuno libro".

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ÍNDICE

Capítulo 1..... Introducción, la historia hasta ahora

Capítulo 2.... El comercio puede ser bueno para el desarrollo

Capítulo 3.... La necesidad de una ronda del desarrollo

Capítulo 4.... ¿Qué ha logrado Doha?

Capítulo 5.... Principios fundacionales: las bases de un acuerdo justo

Capítulo 6.... Trato especial para los países en desarrollo

Capítulo 7.... Prioridades para una ronda del  desarrollo

Capítulo 8... Cómo abrir los mercados

Capítulo 9.... Prioridades tras las fronteras

Capítulo 10... ¿Qué no debería estar en la agenda?

Capítulo 11.... Sumarse al sistema de comercio

Capítulo 12.... Reformas institucionales

Capítulo 13.... La liberalización del comercio y los costes de ajuste

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Resumen y comentarios:

El libro de Stiglitz y Charlton es valioso porque ayuda a comprender cómo funciona el comercio internacional después de la Segunda Guerra Mundial y la creación del GATT (el tratado que funcionó de facto al margen de otros acuerdos) y del Organización Mundial del Comercio (OMC). La tendencia ha sido a liberalizar el comercio, eliminar aranceles.

Hace un repaso por las grandes rondas para liberalizar el comercio internacional como la de Uruguay o la de Doha, que a su vez, se dividen en reuniones como la de Seattle, que supuso el inicio de las protestas contra la globalización. Otro de los tratados que examina es el de Libre Comercio de Norteamérica (Canadá, México y Estados Unidos).

Una de las cosas que detecta Stiglitz es que los acuerdos de estas rondas perjudican especialmente a países pobres que deben abrir sus fronteras a los productos aunque también es cierto que no están obligados a firmar nada y que todos deben perder en algo para que ganen en otras cosas.
Las cuestión se complica cuando se descubre que los países occidentales subvencionan a sus agricultores para hacer más competitivos sus productos y entrar en mercados como el mexicano con alimentos más baratos que arruinan a los granjeros locales.

La opinión de Stiglitz es que, por el momento, todos los acuerdos han beneficiado a los países más ricos, en parte porque disponen de una amplia red global (con tiendas, cadenas de distribucción, sistemas de transporte) en los que pueden colocar rápidamente sus productos [nota del lector: pensemos en los "mainstream" del cine de Hollywood, que se estrenan a la vez en decenas de países] mientras que los países pobres tienen más dificultades de acceder a esos mercados.

Lo que trasciende detrás de esto es que los gobiernos no compiten en igualdad de condiciones porque algunos estados, como los asiáticos, subvencionan sus industrias para conseguir productos más baratos, lo que les hace más competitivos fuera pero también dentro. Es la forma de compensar la entrada de productos extranjeros en sus fronteras. De forma que, aunque formalmente, están abiertos al comercio internacional, solo lo aceptan en la medida en que les permite vender mucho fuera a precios subvencionados mientras que los extranjeros apenas colocan nada en su país. Es una forma de proteccionismo encubierto y que los paises en desarrollo o desarrollados han usado para sacar ventaja.

Lo que viene a decir Stiglitz es que no podemos hablar del concepto ricardiano de "ventaja competitiva" porque muchos países fabrican los mismos productos que otros igual de competitivos sin destacar en nada y a otros les sale mejor fabricarlos que comprarlos debido al coste del transporte o lo que sea.

Es decir, aunque se hayan derribado las barreras arancelarias, hay problemas para disfrutar de una auténtica libre competencia, ya sea por las subvenciones que dan los países desarrollados a sus empresas para que sean más competitivas en el exterior (lo que desvirtúa la libre competencia porque altera el precio de los bienes).


jueves, 28 de agosto de 2014

"Cultura Mainstream", de Frédéreic Martel (2010)

Resumen: "Cultura Mainstream", de Frédéreic Martel (2010)


El resumen original y actualizado está en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/08/cultura-mainstream-de-fredreic-martel.html#

Sociología, cultura de masas, medios de comunicación, cultura del ocio

Resumido por E.V.Pita, licenciado en Decho y Sociología

Título: "Cultura Mainstream"
Subtítulo: "Cómo nacen los fenómenos de masas"

Título original: "Mainstream"

Autor: Frédéreic Martel

Editorial en francés: Editions Flammarion (2010)

Editorial en español: Santillana Ediciones Generales / Taurus (2011)

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Biografía oficial del autor (hasta 2011)

Frédéreic Martel es sociólogo y periodista, así como autor de Le rose et le noir, Les homosexuels eepus 1968 (1996) y Theater. Sur le declin du theatre en Amerique (2006). Uno de sus últimos libros, De la cule de Amerique (2006) fue un "aclamado y monumental" ensayo sobre el sistema cultural estadounidense, ha sido traducido y debatido en numerosos países. HA impartiod clases eb el Institut s'Etudes Politiques en la Ecole des Hautes Etudes Commerciales de París y actualmente presenta el rpograma de radio Masse Critique en France Cultura.

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Texto de la contraportada

"¿Por qué triunfan Avatar, Shakira, Spielberg, Mujeres desesperadas, Slumdog Millionaire, Disney, Michael Jackson [nota dlector: artista fallecido hace unos años] o MTV? ¿Cómo se fabrican los best sellers, los discos supervtas y los grandes éxitos de taquilla? ¿A qué se debe el predominio de la cultura estadounidense y pore Europa de esta gigantesca batalla cultural a escala mundial?

PAra responder a estas preguntas, el sociólogo y periodista Frèdèric Martel ha llevado a cabo una ambiciosa investigación de más de 5 años por treinta países, entrevistando a 1.200 personas de todas las capitales del entertaiment, de Hollywwod a Bollywood, de Tokio a MIami, del cuartel general de Al Yazira en Qatar a la sede de la gigante Televisa en México. Y su conclusión es inquietante: la nueva guerra mundial por los contenidos ha comenzado.

En el corazón de esta lucha la cultura mainstream, originalmente diseñada y comercializada por potentes industrias del entretenimiento en Estados Unidos que extienden su influencia hasta el último rincón del planeta gracias a productos cuyas estrategias de creac difusión son fascinantes. A la vez, nuevos países emergen con sus medios de comunicación y sus propias diversiones masivas. Internet multiplica su poder. Todo se acelera. En India, En Brasil o en Arabia Saudí se compite por dominar la web y ganar la batalla de la influencia cultutral. Se quiere controlar las palabras, las imágenes y los sueños,.

Este libro cuenta esta guerra global de la cultura. Y explica lo que hace falthacer para gustar a todo el mundo... en todo mundo."

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ÍNDICE

Primera parte: el Entrertaiment estadounidense

1. Jack Valenti o el lobby de Hollywood

2. Multicines

(drive in, pop corn, del suburb al exurb, Coca-Cola compra el estudio Columbia)

3. El estudio Disney

(de Toy Storie al Rey León, Miramax y Deamworks: la caída)

4.El nuevo Hollywood

("Los estudios son los bancos", "No dimos luz verde a Spiderman", el monopolio de los sindicatos)

5.Todos indies, incluido Indiana Jones

6.La invención de la música pop

7.Pauline, Tina Brown y Oprah

8. USC, la universidad del Mainstream

Segunda parte: la guerra cultural mundial

9. Kung Fu Panda : China frente a Hollywood

10. De cómo Bollywood parte a la conquista del mundo

11. Lost in traslation

12. Geopolitica de los dramas, culebrones del Ramadán y otras telenovelas

13. Miami. La capital pop de América

14. De cómo Al Yazira se ha convertido en la cadena

15. El Príncipe de los medios del desierto

16.La cultura antimainstream europea

Conclusión: una nueva geopolítica de la cultura y la información en la era digital

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 Resumen

El autor dedicó cinco años a entrevistar en Estados Unidos o Asia a grandes ejecutivos del cine, la música o la televisión. Explica cómo funcionan las "majors" en un entorno de producción vertical que favoreció la legislación de Ronald Reagan en los años 80. Las productoras se convirtieron además en dueñas de las salas de cine donde proyectan sus películas, con lo que multiplicaron sus beneficios. La entrada en los mercados de China ha sido difícil (por la burocracia) y en la India tuvo poco éxito (por los gustos hindús). La clave de la industria del espectáculo está en la distribución y, a partir de los años 80, las productoras pudieron ser propietarias de sus propias salas de cine, lo que garantizaba que se distribuyesen miles de copias en un mismo fin de semana por todo Estados Unidos y Europa.

Uno de los éxitos de esta industria fue la creación de los multicines y de un negocio que se gestó en los drive-in de los años 50: las palomitas (que dejan un beneficio del 90%). Los multicines se han asentado y crecido como setas en el extrarradio porque, como observa con mirada sociológica Martel, [nota del lector: me parece una de las mejores observaciones del libro] la población ha dejado el casco urbano y se ha ido a vivir al exsuburbio (una zona aún más alejada de los suburbios o el extrarradio pero que cuenta con todos los servicios necesarios para vivir allí sin necesidad de ir al centro, que se ha convertido en una zona degradada).

También analiza el lobby del cine que presiona sobre las leyes en Washington y que han obtenido buenos resultados. Después examina cómo creció un coloso como Disney gracias a la creación de más contenidos y salas, y la diversificación de películas con productoras de marcas blancas e incluso la adquisición de productoras independientes.
Estudia éxitos como El Rey León, llevado al teatro con grandes beneficios. No hay una fórmula para ver si algo será triunfante pero, por sus páginas, se ve que hay que invertir mucho dinero para que algo salga bien: la Disney compró su propio teatro en Broadway, contrató a los mejores coreógrafos, pactó con el ayuntamiento de Nueva York para adecentar un barrio degradado y convertirlo en agradable para las familias. Es evidente que el éxito no salió de la nada, hubo mucho trabajo detrás y muy riguroso.
También relata las negociaciones para comprar Dreamworks y los problemas de entendimiento que hubo con productoras indepedientes por el fuerte caracter del CEO Eisner, que fue el que pilotó el despegue de Disney en los años 80 y 90.

El autor también estudia cómo se gesta un "hip", un éxito musical, y se centra en la carrera de un productor que descubrió que el "blues" podía ser cantado para todos los públicos, con lo que lanzó al estrellato a muchas figuras del rock, incluido Michael Jackson. Dicho productor tenía un gran olfato para ver canciones que podían triunfar y sobre todo para colocarlas en todas las emisoras del país a través de un formato o fórmula (pagar por repetir la canción). Algunas emisoras funcionaban con un sistema de repetición de programas (una especie de suscripción) que facilitaba que una canción sonase de costa a costa y se hiciese popular.

Martel también estudió a revistas para un público culto como New Yorker, que dispararon sus ventas al hacerse más populares. Este capítulo es interesante porque la nueva directora, una británica, disparó las ventas de 200.000 ejemplares a un millón. Su truco fue tratar con la seriedad de siempre aspectos de rabiosa actualidad, cualquier cosa que se hablase en una cena o en el bar, lo que incluía encargos para entrevistar a "celebrities" de moda o asuntos de última tecnología que estaban en la boca de todos. Con esta fórmula que buscaba lo más "cool", la revista triunfó.
También examina la historia de una crítica de cine que se convirtió en una supergurú de la cultura y de la presentadora de shows, Oprah, que se hizo multimillonaria gracias al sistema de suscripción a su programa de miles de emisoras locales. Su talk-show era muy seguido porque descabezaba a los invitados y si no le gustaba una contestación, replicaba al entrevistado sin miramientos. Era periodismo fresco.

En la segunda parte del libro, Martel describe los intentos de extender el modelo de las "majors" para colocar sus "blockbusters" en Asia, en los mercados de China e India. Muchos intentaron entrar en China pero el cine es un sector estratégico y se toparon con múltiples impedimentos para las autorizaciones y permisos, primero para rodar, luego para exhibir, además de tener que sortear la censura y las cuotas de pantalla respecto al cine nacional. El intento más serio de entrar en el mercado de 1.300 millones de chinos fue el del multimillonario Robert Murdoch, que creó una televisión por satélite Star en Hong Kong pero que, pese a sus amistades con los gobernantes chinos, apenas pudo lograr contratos ventajosos en sociedades mixtas. Solo logró que su frecuencia fuese autorizada en hoteles o regiones remotas. Para colmo, sus programas de TV o Internet eran "fusilados" y "clonados" por los chinos, que los revendían con todo el morro. Tampoco le fue bien a la Warner, que tras abrir 8 multicines, se quedó sin ellos y además le copiaron el modelo hasta el punto de que ahora en China se abre un multicine al día. El beneficio indirecto es que ahora las grandes productoras ya tienen sitio donde proyectar sus blockbusters aunque solo perciben el 13% de las ganancias, a lo que se suma el descontrol de las copias pirata en DVD de cualquier éxito de Hollywood, incluso si no ha sido autorizado en China. La grave inseguridad respecto a la propiedad intelectual, cuenta Martel, llevó a las productoras a retirarse de China al igual que Murdoch, que se centró en el mercado del sur de Asia.
El siguiente objetivo de Hollywood fue la India, donde no había el menor impedimiento a la inversión extranjera sino todo lo contrario. El problema aquí fue que el público hindú está acostumbrado a los seriales musicales de Bollywood y no concibe una película en la que los protagonistas no bailen y canten. Es como imaginarse a Indiana Jones en medio de una escena de acción que se pone a cantar y bailar antes de seguir con otra escena arriesgada.

miércoles, 27 de agosto de 2014

"Austeridad. Historia de una idea peligrosa", de Mark Blyth (2014)

Resumen: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa", de Mark Blyth (2013)


Ver el link del resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/08/austeridad-historia-de-una-idea.html

Sociología, estructura económica.

Resumen por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Título: "Austeridad. Historia de una idea peligrosa".

Título original: "Austerity. History of a dangerous idea"

Autor: Mark Blyth

Editorial en inglés: Oxford University Press (2013)

Editorial en español: Editorial Planeta SA. Crítica (2014)

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Biografía del autor (2013)

Mark Blyth es profesor de Economía política internacional en la Universidad de Brown. Es autor de Great Transformations: Economic Ideas and Institutional Change in the Twentieth Century.
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Texto de la contraportada

Hay una crítica de Paul Krugman que dice así: "Una de las cosas especialmente buenas del libro de Mark Blyth es la forma en que expone el auge y caída de la idea de "austeridad expansionaria", la propuesta de que recortar el gasto en realidad lleva a una mayor producción. Como documenta Blyth, esta idea "se extendió como un reguero de pólvora".

La austeridad, nos dice Mark Blyth, profesor de la Universidad de Brown, es una idea peligrosa, que no funciona en el mundo real en que vivimos. En el mundo imaginario de sus partidarios, los recortes siempre afectan a otro; pero desgraciadamente, como lo demuestra Europa, en este mundo real de nuestros días no hay "otro" que asuma los costes. Blyth ha escrito un libro extraordinario, rico en ideas y libre de jerga económica, que analiza la realidad de la crisis, la génesis histórica de las ideas que han llevado a la doctrina de la austeridad, la evidencia de un fracaso en todos los casos en que se ha intentado aplicarla, y la perspectiva de un futuro en que, como la austeridad no disminuye la deuda sino que la aumenta, nos aguarda un porvenir de regresión fiscal y aumento de los impuestos. "Austeridad" ha recibido elogios de Paul Krugman, de Robert Skidelsky, quien lo califica como un análisis fascinante", de Lawrence Summers, en Financial Times, de Martin Wolf, que lo considera un "espléndido libro" y de John Quiggin, quien asegura que se trata de "una guía esencial para cualquiera que desee entender la depresión actual".


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ÍNDICE

Prólogo a la edición española

Prefacio. La austeridad como cuestión personal.

1. El estreno de una obra titulada: "Austeridad, deuda y moralidad"

Primera parte: ¿Por qué es preciso que todos nos comportemos con austeridad?

2. Estados Unidos. ¿Un sistema demasiado grande como para permitir su quiebra? Los banqueros, los rescates financieros y el reflejo de culpabilizar al Estado.

3. Europa. ¿Un área de extensión superior a toda posibilidad de rescate?. La política de la austeridad permanente.

Segunda parte: Las vidas paralelas de la austeridad

Introducción a los capítulos 4, 5 y 6. Historia natural e intelectual de la austeridad

4. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1692 a 1942

5. La historia intelectual de una idea peligrosa: años 1942 a 2012.

6. Historia natural de la austeridad, años 1914 a 2012

Tercera parte: conclusión

7. El fin de la banca, las nuevas narrativas y la época de impuestos que se nos avecina.

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Comentarios previos:

El libro tiene gran interés porque es el primero que veo que describe perfectamente de dónde procede la doctrina de la austeridad, promovida por los ordoliberales más que por los neoliberales, el consenso de Washington (del que ya han hablado autores como Stiglitz o Noam Chomsky ) y luego por la escuela italiana que incluso recomendó las recetas de austeridad en el 2010 en una visita a Madrid. También explica porqué los gobiernos insisten en aplicarla a pesar de sus pésimos resultados. Según afirma, el dinero que se ahorra en gasto público será necesario para continuar el rescate de la banca.
Dice que la austeridad es una idea peligrosa porque cuando se ha aplicado en los años 20 y 30 en Alemania, Japón o Francia ha acabado mal, generalmente con caos y desórdenes.


Resumen express:

Según Blyth, tres son las razones que avalan su afirmación de que la austeridad es un "zombi económico" ( una idea que nunca muere por su simplicidad y el argumento de que "asumir una mayor deuda no resuelve las deudas anteriores") y que es una idea peligrosa:
1) la austeridad no funciona en la práctica (porque todos la aplican a la misma vez y generan un efecto de suma cero o falacia de la composición)
2) el fundamento de la austeridad descansa en la pretensión de que los pobres acaben pagando los errores de los ricos
3) y que la austeridad necesita como condición la ausencia del largo brazo de la falacia de la composición (lo que es cierto respecto de un todo  no lo es en cambio de las partes, y todos salen perdiendo ), una falacia "cuya presencia resulta más patente en el mundo moderno".

Prólogo a la edición española

En el prólogo de la edición española, Blyth dice que desde el 2008 se ha aplicado una política de austeridad y que en el 2013 España y Europa crecieron un 0,1%, con lo que echaron las campanas al vuelo por haber "doblado el cabo" de la crisis para celebrar la veracidad de que la austeridad funciona, una prueba demasiado "fragil"´, según el autor. Blyth afirma que España en estos años ha perdido el 20% del PIB del 2008 y tiene uno de los índices más elevados de paro tras las medidas de austeridad implantadas.

Califica el éxito en España de "etéreo" porque la reducción del paro ha sido del 1,22% (explicado por el mayor turismo) respecto al 27,2% máximo alcanzado. El crecimiento del 0,1 % estaría asociado a un aumento del 8% de las exportaciones.

Blyth hace balance y dice que los salarios españoles han caído un 7% desde que empezó la crisis. El comisario europeo Olli Rehn propuso reducir el salario al 10% pero esa medida solo aumentaría el empleo otro 1,2%. A este ritmo, España tardaría 60 años en recuperar su tasa de empleo del 2008.


Por debajo de un crecimiento anual del 1,5% de la economía, España estará en "recesión permanente", según Blyth.

Prefacio

El autor abre un nuevo frente al estudiar el "por qué" de esa insistencia del G-20 en el 2010 por implantar las políticas de austeridad que a ojos del mercado y de la gente son la peor receta para estimular el crecimiento. Su libro se dedica a estudiar eso y a exculpar al estado del bienestar, al que agradece que le diese comida y estudios gratis cuando era un niño pobre en Inglaterra.

La conclusión de Blyth es que no se entiende la insistencia de los Gobiernos y del G-20 en unas políticas tan desacertadas como la austeridad si no es por otro motivo que no tenga que ver ni con aumentar el crecimiento ni el empleo. La pista del verdadero motivo conduce a los bancos, origen de la crisis del 2008 y que todavía están en proceso de rescate. Sólo desde la perspectiva de rescatar a los bancos es como, según Blyth, se puede entender la crisis teorías.

Capítulo 1

Sostiene que la teoría de la austeridad parece razonable si se examina de forma intuitiva ya que suena lógico que nadie se endeude sin haber pagado antes sus deudas. Sin embargo, lo que ha ocurrido es que la deuda de los PIGS se ha disparado con las políticas de austeridad y ahora estos países deben el doble o triple que antes de la crisis. ¿Cómo puede haber ocurrido esto? La razón es que la austeridad lleva directamente a la recesión si todos la aplican a la vez, tendría sentido si solo la aplicase Grecia o España y estos países se volviesen más competitivos pero no cuando todos la practican a la vez, ya que hay un juego de suma cero si todos se bajan los salarios a la vez, ahorran más, reducen los déficits públicos, orientan sus productos a la exportación... el resultado es que no hay a quien vender esta producción ya que los principales socios han reducido sus gastos y consumo. Era evidente que la austeridad iba a hundir el consumo interno y el crecimiento. Entonces, ¿por qué se insistió en el mantra de la austeridad? Blyth cree que hay otros factores que nada tienen que ver con el crecimiento. La austeridad sirve para crear deflación y eso beneficia a los acreedores [nota del lector: Stiglitz dice algo parecido cuando señala que las políticas del FMI para "rescatar" a un país casualmente siempre beneficiaban al acreedor].
Por otra parte, cree que toda esta política de austeridad olvida dos cosas: que la principal deuda no es pública sino privada (los bancos se apalancaron demasiado para dar fluidez al crédito para el consumo) y recuerda que la del 2008 fue una crisis bancaria que está sin resolver, la deuda pública es un problema insignificante. Cree que los Estados están endeudándose para rescatar a la banca, lo cual es muy loable pero resulta que son los ciudadanos los que asumen en ese coste (una especie de impuesto encubierto). Además, mientras Estados Unidos puede salvar a su banca dándole a la manivela de la impresora que fabrica dólares, en Europa el tamaño de la banca es tan descomunal que no sería posible salvarla si se desmoronase el sistema porque no habría suficiente dinero.

Da algún dato inquietante como que España, en 1979, era la octava potencia industrial del mundo y en la década del 2000 ocupaba el puesto 17 tras la desindustrialización, lo que la abocó a ser un país dependiente del turismo, las finanzas, el suelo y el ladrillo . El mayor beneficiado, dice, fue Alemania, que concedió créditos baratos a los españoles para que comprasen sus coches.


Capítulos 5 y 6

Son los capítulos más interesantes del libro porque desgranan paso a paso el origen de las recetas de la austeridad. Estas se remontan a la Alemania de los años 20 y 30, en una época de grave crisis. Esa idea de austeridad pervive y es la que se adopta para instaurar el proyecto europeo.
El ordoliberalismo surge de economistas y políticos como Walter Eucken, Franz Böhm Y Hans Grossmann-Doerth, los llamados liberales de Friburgo. Veían la economia como compuesta de dos estructuras: la economía de transacción y la economía de administración centralizada. Según ellos, el Estado debía permitir y promover las condiciones operativas del mercado, disolviendo o limitando de los grupos económicos de poder (monopolios y cárteles) y fomentar la competitividad. Finalmente, aceptaron que la economía de mercado se convirtiese en una economía social de mercado (Socialmarktwirtschaft).
Sus ideas se convirtieron en una hoja de ruta para reconstruir la Alemania de postguerra, un país dedicado a la exportación de mercancías. Es la idea del Erst Sparen, Dann Kaufen (primero ahorra, luego compra).
Estos principios, de aplicar normas a la economía más que el Estado intervenga, obedecer a una autoridad monetaria sólida y tener un parlamento débil, se transfirió al marco constitucional de la UE. Se descartó que se realizase gasto público para compensar los cíclicos desplomes de la economía. Según el autor, la UE sigue una misma hoja de instrucciones, la que concibieron los ordoliberales. Ordo significa orden. Las directivas para estimular la competitividad han sido una constante en la UE y que las naciones de la periferia poco competitivas acometan recortes y reducciones de salarios, o que incluyan mecanismos constitucionales de freno para la asunción de deuda. Todo ello figura en la hoja de ruta ordoliberal. La aplicación de normas a los países y los castigos con dietas de austeridad a quienes las infrinjan solo podría llevarse a cabo con un banco central independiente, que también lo hay.
Blyth sostiene que la ordoliberalización de Europa cae en el mismo error que el enfoque desarrollista anglosajón del llamado Consenso de Washington (liberalizar para que se genere crecimiento que exige unas finanzas públicas estables, unos bajos índices de inflación, una alta competitividad de los costes...) porque estas condiciones no son la causa del crecimiento (son el reflejo de él) y además la competitividad ayuda al crecimiento si no hay más competidores pero no si hay muchos. La crisis de la UE se resolvió a la manera ordoliberal alemana mientras que la estadounidense siguió el esquema keynesiano, que ya se daba por enterrado en los 70.

Otra fuente de la austeridad llega de la escuela austríaca de Estados Unidos (Carl Menger, Von Mises, Hayek, Schumpeter.
Sostenían que no se podía expandir el crédito en caso de reventar una burbuja porque eso la hincharía más. La economía ha de encajar esas pérdidas y reducir su consumo y reponer los ahorros malgastados. Eso significa austeridad. Lo peor que puede suceder es que los gobiernos intervengan y se entrometan, argumentaron los austriacos, porque al inundar el mercado con liquidez y mantener bajos los tipos de interés o tratar de estimular la economía suavizando el ciclo, lo que hace es prolongar la recesión.
Señala Blyth que cuando se produce una crisis financiera, existen 4 formas de acometer el ajuste: iniciar un proceso de inflación, provocar la deflación [nota del lector: lo que pasa ahora], devaluar la moneda o asumir el impago. Según los austriacos, la solución correcta consiste en la deflación, en comenzar a reducir los salarios y los precios para que la economía pueda ajustarse a los valores reales del mercado (aunque a los gobiernos no les gusta esta solución porque genera desempleo e inestabilidad). El impago lo descartan. Los administraciones públicas optan por la devaluación o la inflación, o los dos mecanismos, lo que alerta a las empresas para guardar en caja grandes sumas de dinero por si hay inflación o devaluación. Los austriacos proponen que los bancos vayan a la quiebra y luego poner en marcha otra vez el sistema.
Estas ideas tuvieron eco en el 2008 en Estados Unidos cuando surgieron los peligros derivados de la excesiva asunción de deuda, el apalancamiento abusivo, la inflación de los activos, el desplome del ahorro y el mensaje de que nadie acuda al rescate de los bancos. La idea de que "es mejor no intervenir y que la crisis siga su curso" obtuvo el respaldo en las filas del partido conservador republicano de EEUU. Sin embargo, los austriacos no fueron escuchados porque todavía había la memoria de lo que pasó en la Gran Depresión de 1929, cuando inicialmente el estado no rescató a la banca. Más que "autocuración", sus recetas llevan a la "austeridad permanente".

Blynth también habla de los catalizadores de la austeridad que desplazaron a Keynes del pensamiento global. Se refiere a
1) el monetarismo
El neoliberalismo de Milton Friedman, que dice que en caso de que el Gobierno amplíe su volumen de oferta de dinero al objeto de aumentar las cifras de personas empleadas, la consecuencia sería en una expansión de la producción para responder a la subida de precios, lo que haría decrecer el paro y subir los salarios. Según Friedam, el desempleo es voluntario y no por una falta de demanda como decía Keynes. Blyth replica que, entonces, el 25% de los trabajadores españoles en paro están de vacaciones porque no les atraen los salarios.
La hazaña de los monetaristas sería colocar el "dinero" en el centro de atención de la macroeconomía e impulsaron las ideas de la austeridad.

Estas teorías manejan el concepto de expectativas racionales, según la cual si un ciudadano ve que su Gobierno recorta el gasto tenderá a pensar que más adelante le rebajarán los impuestos, lo que generará un ansia de consumo, con lo que ya no es necesario acudir a medidas keynesianas para estimular la demanda. Blyth y otros autores se burlan de esas "expectativas racionales" porque es dudoso que un ciudadano haga esos cálculos fiscales futuros.

2)  la teoría de la elección pública
La idea de "riesgo moral" (suponer que los demás países van a ser solidarios y acudir en nuestro rescate) va unida a la teoría de la elección pública, que rechaza a estos caraduras. Sin embargo, el autor dice que la UE se basa más en la confianza que en el miedo al riesgo moral.

3) los peligros de la democracia
Se refiere a que un gobernante siempre tenderá a expandir el gasto público en periodo de elecciones rompiendo la disciplina fiscal por lo que es necesario tener un banco central independiente que no caiga en esas tentaciones. Según los monetarias, el Estado siempre tendería a "jugar" con la curva de Laffer (que dice que a mayor inflación menos paro, y más deflación, más paro) para subir o bajar el desempleo en épocas electorales. Los monetaristas proponen que en vez de ese comportamiento "insensato" se deje operar a la mano invisible del mercado y que fije la tasa natural de desempleo en cada momento. Y la solución pasa nuevamente por tener un banco central independiente que hará más creíble su compromiso con la disciplina fiscal que un político preocupado por las elecciones.

Blyth reflexiona y se pregunta si el actual desempleo ha sido elegido libremente por sus gobernantes, a causa de estas ideologías, lo que sería "insultante" para las familias que lo están pasando mal.


El consenso de Washington
Fue alcanzado en 1989, lo elaboró John Williamson y cuenta con diez puntos que son "imperiosamente necesario" aplicar: disciplina fiscal, reorganización de las prioridades del gasto público, reforma tributaria, liberalización de los tipos de interés, (conservación) de una paridad cambiaria competitiva, liberalización del comercio y de la inversión extranjera directa (FDI), privatización de las empresas estatales, aplicación de los mecanismos de desregulación al uso y consolidación de los derechos de propiedad. Con este decálogo, que recoge lo fundamental de lo que hoy se entiende por austeridad, se expulsaron las ideas del desarrollo latioamericano que sostenían que el estado podía liderar el desarrollo industrial.
Blyth señala que el FMI se tomó al pie de la letra el decálogo y lo obligó a adoptar a todos los países a los que "ayudó" financieramente. Aplicó el modelo Polak (más centrado en las variables de austeridad) para determinar si un país moroso cumplía la hoja de ruta. En el 2005, el FMI publicó un informe donde admitía que la aplicación del consenso de Washington había sido un fiasco.

Einaudi y los economistas de finanzas de Milán
Otra escuela relacionada con la austeridad es la de las Universidad Comercial Bocconi de Milán (una mezcla de ordoliberalismo y de teoría de la elección pública). Uno de sus representantes, Einaudi defendía un entorno económico de baja inflación y un estado poco intervencionista que impidiese los monopolios. Promovió una Europa unida con un mercado único y una moneda común. Sus alumnos Alberto Alesina, Francesco Giavazzi, Silvia Ardagna, Guido Tabellini y Roberto Perotti fueron quienes definieron mejor la teoría de la austeridad y de por qué, según ellos, la democracia genera tanta deuda e inflación (por el asunto de las obras públicas). Lo que añaden Persson y Svensson es que si un gobernante conservador sospecha que van a ganar las elecciones los de izquierda (tendentes a despilfarrar el dinero público) lo que hará será dejar a su sucesor una importante deuda para que no pueda malgastar tanto. Además, le transferiría la factura a su sucesor. Por ello, dicen, las democracias generan continuas "burbujas de deuda".
Por su parte, Giavazzi y Pagano introdujeron la idea de la contracción fiscal expansiva (en la que un recorte de gastos e incremento de impuestos puede tener un milagroso efecto multiplicador del crecimiento como sucedió en Dinamarca e Irlanda en los años 80, que fueron acompañados de medidas monetarias y cambiarias para generar deflación y flujos de capital).

En 1995, Alesia propugnó la idea de expandir el conjunto de ajustes fiscales positivos y descubrieron que la mejor inversión de un dólar en la consolidación presupuestaria consistía en introducir recortes en los programas de transferencia social como en los salarios y número de funcionarios de la Administración. Examinaron 20 países de la OCDE y dijeron que los ajustes más exitosos incidieron en el recorte del gasto público y meterle la tijera al estado de bienestar. Eso iba a generar un crecimiento superior a la media y no generan recesiones grandes. De aquí surgió lo que iba a ser una "política normal", pues Keynes había entendido todo al revés. Los recortes del gasto generan crecimiento y reducen la deuda y el gasto público produce inflación y un volumen de endeudamiento mayor.

La escuela italiana coronó la faena con el informe Tales of Fiscal Adjustment en 1998. Recomiendan para lograr un ajuste fiscal expansivo combinar el recorte de gastos del programa de bienestar y los costes salariales del sector público, y la moderación de los salarios asociada a una devaluación. Subir los impuestos en una recesión empeoraría las cosas. Y aquí surge la mítica frase que todos hemos oído: "No hay más alternativa que la de proceder a efectuar recortes".
Según su teoría, los ciudadanos al ver recortes anticipan una reducción de impuestos y se lanzan a consumir e invertir. Por eso, los recortes hay que hacerlos en una recesión, cuando más duele, concluyen estos autores italianos, porque genera mayor rentabilidad por dólar invertido en el presupuesto.
En posteriores estudios insisten en que es mejor recortar gastos que subir los impuestos. De dos casos positivos con países que crecieron en esas duras condiciones, ahora hallan 26.
En abril del 2010, Alberto Alsina presentó en la reunión del Consejo Europeo de Asuntos Económicos y Financieros, celebrado en Madrid, una versión simplificada de su trabajo con Ardagna, donde insistió en que el endeudamiento no iba a desaparecer de la eurozona y no valía más que aplicar ajuste fiscal al que le seguiría crecimiento en un plazo muy corto. Sus ideas fueron asumidas por la "troika".

En la última parte del libro, Blynth compara la eurozona con el patrón oro y los problemas que generó este sistema de divisas en los años 20 y 30 a los países que quisieron mantener la convertivilidad, lo mismo que ahora pasa con el euro. El patrón oro obliga a realizar ajustes, recortes y mantener la austeridad para mantener el valor de la moneda, sin la libertad de aquellas que flotan libres. Pone como ejemplo, el caso de Japón y sus esfuerzos por mantenerse en el patrón oro con políticas tan austeras que pusieron en pie de guerra a sus militares y que acabaron con los asesinatos de los ministros que defendían los recortes, o en Francia, donde el Banco Central (dominado por las 200 familias) impedía aumentar el gasto al país, que quedó desarmado ante Alemania. O el mismo caso de Alemania, donde los socialdemócratas insistieron tanto en la austeridad que dejaron vía libre a los nazis, que defendían la salida del patrón oro. Inglaterra también tuvo que salirse del patrón oro tras una grave recesión y revueltas. Blyth concluye que las medidas de austeridad, sobre todo en época de recesión, han acabado mal. Casos exitosos como el de Dinamarca o Irlanda pueden deberse a otras causas que no hay que despreciar, como el aumento de las exportaciones, por ejemplo. En otros casos, como el de Letonia o Lituana, sus elevados crecimientos se produjeron, precisamente, después de abandonar las medidas de austeridad.
El autor también analiza los recortes en los países REBLL (Rumania, Estonia, Bulgaria, Lituania, Letonia), que en algún caso salieron bien pero Blyth cree que no se debe precisamente a los recortes aplicados si no más bien a librarse de ellos.

También duda que los rescates a la banca hayan salido más baratos que si se hubiesen dejado quebrar los bancos. Compara el caso de Islandia (que dejó quebrar a sus finanzas y pronto recuperó el crecimiento) e Irlanda (entrampada en un enorme pago de la deuda para rescatar a sus bancos a costa del contribuyente).




lunes, 23 de junio de 2014

"Capitalismo y libertad", de Milton Friedman (1962)

Resumen: "Capitalismo y libertad", de Milton Friedman (1962)


Ver el resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/06/capitalismo-y-libertad-de-milton.HTML

Resumen y comentarios por E.V.Pita (2014), licenciado en Derecho y Sociología.

Sociología, sistemas económicos, estructura económica, economía política

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Título: Capitalismo y libertad
Título original: "Capitalism and Freedom"
Fecha de publicación: 1962
Editorial en inglés: University of Chicago

Editorial en español: 1966, Ediciones Rialp

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ÍNDICE

1. La relación entre libertad económica y libertad política

2. La función del Estado en una sociedad libre
- El Estado, como hacedor de reglas y como árbitro
- Acción estatal justificada por el monopolio técnico y por los efectos de la vecindad
- Acción estatal con funcionamiento paternalista
- Conclusiones

3. El control monetario
- Un patrón-mercancía
- Una autoridad monetaria discrecional
- Reglas en lugar de autoridades

4. Organización de las finanzas y el comercio internacionales
- La importancia de la organización monetaria internacional para la libertad económica
- La función del oro en el sistema monetario de los Estados Unidos
- Pagos corrientes y la salida de capitales
- Diversos mecanismos para conseguir el equilibrio de los pagos exteriores
- Los tipos de cambio fluctuantes, como solución en un mercado libre
- Medidas de política económica necesarias para tener un mercado libre de oro y divisas
- Eliminación de las restricciones sobre el comercio en los Estados Unidos

5. Política fiscal

6. La función del Estado en la educación
- Educación general del ciudadano
- La enseñanza al nivel universitario
- Enseñanza profesional y técnica

7. Capitalismo y discriminación
- Legislación sobre las prácticas de empleo justo
- Legislación sobre el derecho al trabajo
- La responsabilidad social de la empresa y del trabajo

8. El monopolio y la responsabilidad social de la empresa y del trabajo
- La extensión del monopolio
- Las fuentes del monopolio
- La política estatal adecuada
- La responsabilidad social de la empresa y del trabajo

9. El sistema de licencias profesionales
- Ubicuidad de las restricciones estatales en cuanto a las actividades económicas a las que puede dedicarse el individuo
- Cuestiones de política económica que origina el sistema de licencias
- Licencias médicas

10. La distribución de la renta
- La ética de la distribución
- La función instrumental de la distribución de acuerdo con la producción
- La realidad de la distribución de la renta
- La política seguida para alterar la distribución de la renta

11. Medidas de bienestar social
- Medidas varias del bienestar
- El seguro de vejez y de sobrevivientes

12. El alivio de la pobreza
- Liberalismo e igualitarismo

13. Conclusión

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Comentarios: Milton Friedman fue uno de los adalides del neoliberalismo, en la creencia de que la desregulación mejoría la economía.

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RESUMEN

INTRODUCCIÓN

Friedman empieza su libro con una alusión a la frase del presidente Kennedy (que gobernaba Estados Unidos cuando escribió el libro): "Pregúntate, no qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país". Friedman replica que de ser así el Estado sería paternalista y el ciudadano se convertiría en un súbdito dependiente del Estado. [Nota del lector: es exactamente lo mismo que dijo Hayek en su libro de 1944 sobre la Economía planificada y el Estado de Bienestar]. Friedman insiste en que la libertad "es una planta rara" en la Historia y que su mayor enemigo es la concentración de poder. Recuerda que la esfera del Estado ha de ser limitada (dedicarse a proteger la libertad, la ley y el orden, preservar los contratos privados y fomentar los mercados competitivos; el sector privado ha de controlar al Estado y proteger las libertades de palabra, religión y pensamiento) y que el poder del Estado debe estar disperso (divisiones subprovinciales, provinciales, etc.. que permitan al ciudadano mudarse si no está contento con cómo se gobierna allí).
Friedman ataca el poder centralizado aunque se justifique para hacer transferencias de ingresos del rico al pobre o de fines privados a estatales. Pero el poder también puede perjudicar a los hombres de buena voluntad.

Cree que hay que limitar y descentralizar el poder del Estado para preservar la libertad y por razones constructivas ya que el Estado no puede igualar nunca la variedad y diversidad de la acción individual. Aunque dote de mejores viviendas a los ciudadanos con niveles uniformes, o mejores escuelas, o carreteras lo que hará será sustituir el progreso por el estancamiento y sustituiría la variedad por la mediocridad.

Sostiene que el capitalismo competitivo (empresa privada operando en libre mercado) es la condición necesaria para la libertad política. Considera que su pensamiento debe etiquetarse como liberalismo (que se refiere exclusivamente a la búsqueda de libertad con un gobierno descentralizado y no se debe confundir con la búsqueda de bienestar e igualdad a través del paternalismo e  intervencionismo estatal con un gobierno centralizado).

Friedman diferencia entre el liberalismo del siglo XIX (el de la libertad), ahora etiquetado como "conservadurismo", aunque él dice que en aquella época, los liberales eran radicales. Él usa la palabra liberal en el sentido original: la de hombre libre. Solo estaría dispuesto a preservar las intervenciones estatales que han favorecido a la gente pero no las que han interferido en su libertad.

CAPÍTULO 1

Friedman dice que la función que tiene la desigualdad al crear focos independientes de poder para compensar la centralización del poder político, así como el papel que juega en el fomento de la libertad civil al crear patrocinadores que financien la experimentación y el desarrollo de productos nuevos - para comprar automóviles y televisores experimentales, o pintura expresionista-. Permite que la distribución tenga lugar en forma impersonal, sin necesidad de "autoridad" (no hay coacción).

Insiste en que la sustitución de la cooperación por la obligación altera la cuantía de recursos disponibles.


Paso a resumir el capítulo 10, que puede ser el de mayor interés en el siglo XXI.

CAPÍTULO 10 - DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA

El autor se pregunta si existe alguna justificación para que el Estado intervenga en el fomento de la igualdad y cuáles han sido los efectos de las medidas que se tomaron en ese sentido.

La ética de la distribución
Hay un principio ético en la sociedad libre de mercado que dice: "A cada uno, según lo que él y los instrumentos que él posee producen". Matiza que la distribución final de la renta y la riqueza aplicando plenamente este principio dependerá mucho de las reglas de propiedad que se adopten.
Hay otro principio, el de igualdad de tratamiento, que no es contradictorio con el primero.
Propone asignar al Estado una lista de funciones concretas.
Friedman sostiene que la desigualdad económica proviene de varios sitios:

1) Una procede de que algunos obreros prefieren tomar el sol en sus horas de ocio y otros trabajar más y duro y cobrar más, del mismo modo que están mejor pagados quienes hacen trabajos muy duros. [nota del lector: elegir trabajo o trabajar más horas quizás fuese posible en 1960 en la época del pleno empleo pero ahora, en el 2014, hay una tasa natural de desempleo que roza el 10 %].

2) Otra se origina en el funcionamiento del mercado y que es necesaria para satisfacer los gustos del i individuo. Pone como ejemplo, que la lotería genera desigualdades entre el ganador y el resto. Pero hay más loterías a la hora de buscar empleo, como la chica que busca suerte como actriz de Hollywood en vez de estudiar unas oposiciones a funcionaria o el magnate que invierte en acciones de uranio y no en las seguras Obligaciones del Estado. Si las aspirantes a actrices les disgustase la incertidumbre podrían crear una cooperativa que les asegure un salario mínimo.

Equipara esto con la forma de interpretar las medidas estatales para la redistribución de la renta mediante impuestos progresivos y medidas similares.

3) Dice que mucha gente insiste en que lo esencial es que se distinga entre desigualdad en dotes personales y en propiedad, o entre riqueza heredada y adquirida. Se considera más aceptable la riqueza acumulada por el individuo que la heredada. Pero Friedman ve esta distinción insostenible.
Comenta el caso de un padre que tiene tres hijos: a uno le paga los estudios para agente de Bolsa (la riqueza le llega por sus dotes humanas), a otro le monta un negocio (la riqueza viene por los beneficios) y al tercero le crea un fondo de valores que le rinde una renta (riqueza heredada). Se pregunta qué hubiera pasado si el padre hubiese dilapidado toda su fortuna sin dar nada a sus hijos.

Pone como ejemplo a cuatro robinsones aislados en cuatro islas vecinas. Uno vive sin esfuerzo en una isla grande y fértil. Los otros viven en islas áridas. Friedman dice que lo lógico es que el rico les invitase al resto a su isla pero, en caso de no hacerlo, los otros no podrían obligarle a compartir su riqueza. La solución a este dilema lo pone con un segundo ejemplo: cuatro amigos van por la calle y uno encuentra un billete de 20 dólares. Sería generoso que les invitase a los otros a una copa pero si no lo hace, estarían los demás legitimados a obligarle a repartir el dinero. Y se pregunta: "¿Todo aquel que tiene más dinero que el promedio debe repartirlo?". Dice que eso, si se generalizase, haría imposible la existencia del mundo civilizado.
Insiste en que la mayoría de las diferencias de nivel, posición, riqueza, pueden considerarse en algún punto lejano, como debidas a la suerte. Añade que el hombre "trabajador y ahorrador" se merece su fortuna pero "esas cualidades genéticas se las debe a la suerte de haberlas heredado". Dice que la mayoría acepta con más facilidad la riqueza que llega por suerte que por mérito, porque la segunda implica que alguien ha juzgado al candidato para subirle el sueldo, por ejemplo.

Luego, añade que en una sociedad de mercado, la función operativa del pago de acuerdo con la producción no es distributiva sino asignativa. Recuerda que el principio central de la economía de mercado es la cooperación mediante el intercambio voluntario.
El pago se debe realizar de acuerdo con la producción para que los recursos se usen de la forma más eficaz. Es una justicia distributiva. Añade que la sustitución de la cooperación por la obligación altera la cuantía de recursos disponibles.

Hace una crítica a la plusvalía de Marx, que dice que el trabajador solo obtiene una parte del producto que produce, a lo que Milton replica que ese argumento carece de validez porque hay otras formas de repartir la ganancia, por ejemplo, dándole a cada trabajador según su capacidad o su necesidad.

Pide que no se interprete mal el hecho de que un sistema capitalista que implique el pago de acuerdo con lo producido pueda estar caracterizado, "y en la práctica lo está", por una "considerable desigualdad de renta y de riqueza". Niega que el capitalismo y la libre empresa produzcan una mayor desigualdad que los sistemas alternativos. Atribuye el "engaño" a las cifras que se publican sobre la distribución de la renta y porque hay que distinguir entre "corto y largo plazo".

Sostiene que la renta actual se obtiene principalmente de los servicios prestados y no del capital (como en los años 60 ocurría en "países subdesarrollados como India, Egipto", cuya renta procedía de la propiedad principalmente). Dice que en Estados Unidos pasa lo mismo, una quinta parte es renta de la propiedad [nota: ojo, Piketty, dice que en los años 60 era superior al 25%, en torno al 35%].
Añade que el gran éxito del capitalismo no ha sido la acumulación de propiedad sino las oportunidades que ofrece a hombres y mujeres para ampliar, desarrollar y mejorar sus capacidades.

También quiere desmontar otra "idea popular" sobre el capitalismo, de que el capitalismo conduce a una menor desigualdad que otros sistemas y que el capitalismo ha disminuido mucho el grado de desigualdad. Asegura que lo que sí es cierto es que hay menos desigualdad en el nivel de vida entre las élites y la población en los países capitalistas que en los regímenes soviéticos o de castas. En los últimos cien años, dice Friedman, el capitalismo ha liberado a las masas del trabajo agotador y ha puesto a su disposición productos que eran exclusivos de las clases altas. Añade que la reducción de hijos en las familias también ha elevado las rentas.

Distingue dos clases de desigualdad de distribución de la renta: las diferencias temporales y a la largo plazo. Sostiene que una sociedad estática implica desigualdad [Nota del lector: exactamente, lo mismo que predice Piketty en 2013 para el futuro de Occidente] mientras que el capitalismo es dinámico, que genera movilidad social.

Luego habla de los métodos de los gobiernos para alterar la distribución de la renta: los impuestos progresivos sobre la renta y sobre la herencia. Opina que las medidas tuvieron un efecto "pequeño pero no insignificante" pero introdujeron unas desigualdades esencialmente arbitrarias entre personas que están en la misma categoría de renta.

Dice que los tipos impositivos progresivos no han dado resultado porque los salarios más gravados se han elevado y han fomentado la evasión de impuestos (las salidas de escape de la ley como el porcentaje de depreciación, la exención de los ingresos de bonos provinciales y municipales, etc...) El efecto es que los tipos reales aplicables sean menores que los nominales y la incidencia del impuesto sea caprichosa y desigual. Asegura que la evasión fiscal es la que genera las desigualdades y cree que hubiera sido mejor introducir una escala de tipos nominales más bajos y usar una base más completa mediante una  imposición más igualada de todas las fuentes de ingresos.

En definitiva, sostiene que el impuesto sobre la renta personal tuvo un impacto arbitrario y una eficacia limitada en cuanto a reducir la desigualdad.

Además, dice que estos impuestos gravan más el hacerse rico que el hecho de ser rico. Son muy eficaces en impedir la acumulación de riqueza pues reduce el nivel de consumo. El dinero se va a actividades arriesgadas de alto rendimiento.

Dice que como liberal le resulta difícil comprender la justificación del impuesto progresivo cuando su único propósito es la redistribución de la renta. Es usar la fuerza para quitarles a unos y darles a otros.

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COMENTARIOS DE OTROS AUTORES

Guy Standing en "La renta básica. Un derecho para todos y para siempre" (página 102)

Standing dice que "el supuesto inflacionario fue una crítica central elaborada por Hal Minsky contra la propuesta de Milton Friedman de un impuesto negativo sobre la renta tal y como apareció en su libro de 1962 Capitalismo y Libertad".


"La cultura del nuevo capitalismo", de Richard Sennett (2006)

Resumen: "La cultura del nuevo capitalismo", de Richard Sennett (2006)


Ver resumen original y actualizado en:
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Sociología, cambio social, capitalismo, cambio cultural, estratificación social

Resumen y comentarios por E.V.Pita (2014), licenciado en Sociología y Derecho.


Título: "La cultura del nuevo capitalismo"
Título original: "The Culture of New Capitalism"
Autor: Richard Sennett

Fecha de publicación: 2006 (basado en una conferencia del 2004)

Editorial en español: Anagrama

Texto de la contraportada:
"En este nuevo ensayo, que surgió de una serie de conferencias celebradas en el 2004 en la Universidad de Yale, Richard Sennett, siguiendo con su análisis sobre las metamorfosis del capitalismo, estudia la evolución de las instituciones, las competencias del individuo y las formas de consumo en relación con las aspiraciones libertarias de los años sesenta. Tras el estallido de las burocracias y las constricciones, aflora ahora la fragmentación de la vida social y de los seres humanos, y a la disociación del poder y de la autoridad en el plano político, responde, en el plano económico, la fractura entre el éxito personal y el progreso social. En otras palabras, asistimos a una verdadera deriva no progresista de la cultura neocapitalista.
Sin embargo, Richard Sennett rechaza refugiarse en la nostalgia y explica los tres desafíos que se imponen al individuo en la era de la fragmentación: ser capaz de definirse a través de constantes mutaciones profesionales en ausencia de instituciones susceptibles de proporcionar un sentido a la vida, dar la talla en una sociedad en la que el talento ya no se valora y las competencias del individuo quedan rápidamente obsoletas y buscar un lugar desde el cual mantener los vínculos con el pasado. Convencido de que el ser humano no podrá construirse en estas condiciones, Sennett apuesta por una revuelta contra esta cultura de la superficialidad en la que el consumismo reemplaza a la política y los apaños a las medidas sociales".
"Prácticamente, ningún pensador social ha ofrecido una reflexión seria sobre los cambios drásticos que se han producido en la cultura empresarial, maltrecha a causa de las reducciones de la plantilla, el "saneamiento" y la externalización. La excepción - Richard Sennett- es también uno de los intelectuales públicos más perspicaces que tenemos. En La cultura del nuevo capitalismo, Sennett aborda, con su vasta y ya usual erudición, su ágil e inmenso intelecto y su firme perspectiva moral, la nueva cultura empresarial. El resultado es brillante, inquietante y de imprescindible lectura" (B. Ehrenreich).
"Nuestra economía relativamente próspera no parece producir demasiada satisfacción. ¿Existen acaso movimientos sísmicos que pueden causar grietas en la superficie? Eso es lo que piensa Richard Sennett (Robert M. Solow).

Biografía oficial de Sennett (en 2006)
Richard Sennett es sociólogo y profesor de la prestigiosa London School of Economics, autor de alguno de los ensayos más provocadores e incisivos de nuestro tiempo sobre el trabajo, la familia y las clases sociales, entre los que destaca la corrosión del carácter, Premio Europa de Sociología, que tuvo una extraordinaria acogida internacional y también en España. En Anagrama, también se publicaron El respeto y La cultura del nuevo capitalismo.

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INDICE

1. Burocracia

2. El talento y el fantasma de la inutilidad

3. Política de consumo

4. Capitalismo social en nuestro tiempo

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Resumen y comentarios:

Habla del capitalismo social.

Sennett se refiere a la obra de Weber "La ética protestante", que ya no tiene sentido en la época actual. Por ejemplo, las empresas burocráticas eran como jaulas de hierro donde uno se encerraba con la esperanza de que su lealtad sería recompensada en un futuro tras pasar por distintos escalafones. Pero esa gratificación en diferido ha desaparecido en las empresas modernas porque la élite y dirección de las empresas, que antes premiaban a los trabajadores, ahora no suelen estar mucho tiempo en la empresa y se van a otras firmas gracias a sus "supercontactos", por lo que el público de los trabajadores desaparece.

Otro cambio es la desaparición del pensamiento estratégico de vida; un universitario pobre debe tener muy claro hacia donde orienta su futuro mientras que uno de la élite se puede permitir la confusión vital.

La jaula de hierro ha desaparecido pero los hombres no han sido liberados. Todo lo contrario, ahora el centro controla la periferia con menos capas intermedias de burocracia.


Estudia asuntos como la meritocracia. Los ejércitos del siglo XVIII idearon los test de méritos para ser oficial como un sistema de localizar a los aspirantes más destacados pero pronto se vio que eran más útiles para filtrar y rechazar a los más tontos o vagos. Los artesanos tuvieron su espacio porque ellos modelaban un producto muy acabado y estaban orgullosos de su trabajo. Todo eso se acabó con su concepto de empresa moderna de los años 80, donde no hay sitio para el trabajo bien hecho y con profundidad porque en  el mundo actual todo cambia y es superdinámico.
En las nuevas empresas, que se basan en el concepto de "flexibilidad" y "dinamismo", las empresas prescinden de muchos empleados, aunque sean talentosos y leales, y estos se sienten tratados injustamente. En realidad, estas nuevas empresas necesitan empleados muy dinámicos que sepan pensar en distintas unidades y que acepten rápido el cambio de situación y que soporte la presión de rápidos resultados.

Por otra parte, la automatización ha generado subidas en la productividad, mucho más que en la mano de obra, porque un simple software puede hacer mucho más precisa la cadena de montaje, lo que conlleva un recorte de la mitad de la plantilla. Lo mismo ocurre, con los administradores de cuello blanco de esas fábricas que son despedidos por la competencia del trabajo más barato de la India o de la aplicación de un software de contabilidad que lo simplifica todo.

También estudia al ciudadano como consumidor y al político como un "vendedor" de un producto. Pone como ejemplo que el Skoda y el Audi tienen la misma plataforma pero lo que cambia es la estructura y la diferencia en el precio (cada coche tiene su público pero valen casi lo mismo, es un gran negocio). En política, sería lo mismo: habría un sustrato de base común a todos y luego los aderezos para llegar a cada votante. El diseño está estandarizado pero el vendedor magnifica detalles de poca monta.

domingo, 20 de abril de 2014

"La corrosión del carácter", de Richard Sennett (1998)

Resumen: "La corrosión del carácter", de Richard Sennett (1998)


Resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/04/la-corrosion-del-caracter-de-richard.HTML


Resumen, comentarios y anotaciones por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, cambio social, estructura social

Título: "La corrosión del carácter"
Subtítulo: "Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo"

Título original: "The corrosión of Character. The personal consequences of Work in the New Capitalism"

Autor: Richard Sennett

Fecha de publicación: 1998

Editorial en español: Anagrama / Colección Argumentos

Nota: este libro iba por la edición 28 en 2014

Texto de la contraportada

"En el "nuevo capitalismo", la concepción del trabajo ha cambiado radicalmente. En lugar de una rutina estable, de una carrera predecible, de la adhesión a una empresa a la que se era leal y que a cambio ofrecía un puesto de trabajo estable, los trabajadores se enfrentan ahora a un mercado laboral flexible, a empresas estructuralmente dinámicas con periódicos e imprevisibles reajustes de plantilla, a exigencias de movilidad absoluta. En la actualidad vivimos en un ámbito laboral nuevo, de transitoriedad, innovación y proyectos a corto plazo. Pero en la sociedad occidental, en la que "somos lo que hacemos" y el trabajo siempre ha sido considerado un factor fundamental para la formación del carácter y la constitución de nuestra identidad, este nuevo escenario laboral, a pesar de propiciar una economía más dinámica, puede afectarnos profundamente, al atacar las nociones de permanencia, confianza en los otros, integridad y compromiso, que hacían que hasta el trabajo más rutinario fuera un elemento organizador fundamental en la vida de los individuos y, por consiguiente, en su inserción en la comunidad.
Mediante entrevistas con ejecutivas de IBM despedidos en la gran remodelación de esta compañía en los años 90; el seguimiento de la trayectoria de un padre y de su hijo, asalariado toda su vida el primero y asesor forzosamente independiente el segundo; y de dos generaciones de trabajadores de la misma empresa panificadora de Bostón, Sennett analiza con notable penetración y cuantiosa información el contraste entre dos ámbitos de trabajo radicalmente distintos: el antiguo, en vías de desaparición, un mundo de organizaciones jerárquicas rígidas, donde se esperaba de los trabajadores una identidad firme, una personalidad formada, y el nuevo mundo de empresas en permanente crecimiento y cambio, un mundo de riesgo, de extrema flexibilidad y objetivos a corto plazo, donde se exigen individuos capaces de reinventarse a sí mismos sobre la marcha".

ÍNDICE

1. A la deriva
De cómo el neocapitalismo ataca el carácter

2. Rutina
Un mal del viejo capitalismo

3. Flexible
La reestructuración del tiempo

4. Ilegible
¿Por qué son difíciles de entender las modernas formas de trabajo?

5. Riesgo
¿Por qué asumir riesgos se ha vuelto causa de desorientación y depresión?

6. La ética del trabajo
¿Por qué ha cambiado la ética del trabajo?

7. Fracaso
Manejar el fracaso

8. El pronombre peligroso
La comunidad como remedio para los males de trabajo

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El libro repasa los cambios ocurridos en los años 70 y 80 del siglo XX cuando la vieja burocracia fue desmantelada para agilizar la producción. Pero el resultado fue a más porque el puesto de trabajo "para toda la vida" con compromiso y lealtad se transformó en un empleo "flexible" con una red de vínculos débiles. Sennett dice que cuando las empresas empiezan, a todo el mundo se le pide horas extras y un esfuerzo intensivo, cuando las empresas salen a bolsa, los fundadores están habilitados para vender y cobrar y dejan en la cuneta a los empleados de menor nivel. Se aplica actualmente la frase "nada es a largo plazo", lo que según Sennett corroe la confianza, la lealtad y el compromiso mutuos y se pregunta "¿Cómo se pueden perseguirse objetivos a largo plazo en una sociedad a corto plazo?".
Otro de los asuntos que examina es el "trabajo en equipo", `porque es la ética de trabajo que conviene a una economía política flexible. En el trabajo en equipo, nadie del grupo se compromete a nada ni se responsabiliza pero que es el sistema elegido para agilizar la producción porque los trabajadores son piezas intercambiables de la cadena.
En su libro, Sennett examina varias historias. La de un empleado de la limpieza italiano que ahorró toda su vida para comprarse una casa y en la que su vida era previsible, a la de su hijo informático que cambió varias veces de trabajo y se mudó de ciudad en función del empleo de su esposa. También estudia el cambio que hubo en una panadería donde los trabajadores eran griegos y estaban orgullosos de su profesión a pesar de las duras jornadas pero se debían a su comunidad. Pasados 20 años, la panadería fue vendida a una cadena, estaba automatizada y los trabajadores de escasa cualificación eran renovados cada pocos meses o años y se limitaban a apretar botones sin entender nada del funcionamiento de las máquinas.
Otra historia que examina es la de Rose, la dueña de un bar de Nueva York que lo vende para intentar triunfar en el mundo de la publicidad. Tiene en contra el ser mayor y su aspecto. Su contrato es de dos años pero le dicen que pueden prescindir de ella en cualquier momento. Finalmente, se va, porque nadie le hace caso en una industria donde los trabajadores hacen su oficio con total desapego y superficialidad.
También reflexiona sobre Davos.
En la última historia, un grupo de trabajadores de IBM son despedidos y se reúnen en el bar para despotricar contra los informáticos hindúes que abarataron los precios, contra su jefe y finalmente admiten la verdad: la empresa no supo prever los cambios con la llegada de los ordenadores personales ni de Internet. La gloria se la llevó Bill Gates, de Microsoft.

Aspectos estructurales de la flexibilidad
-Reinvención discontinua
-Producción flexible
-Concentración de poder sin centralización

Consecuencias destructivas de la reinvención discontinua
-Podrían limitarse las reducciones de plantilla

La movilidad laboral en la sociedad contemporánea es, a menudo, un proceso ilegible. Se opone, por ejemplo, dice Sennett, a las negociaciones entre los sindicatos que representan a un importante número de trabajadores y los empresarios que controlan instituciones igualmente grandes. Estas hicieron claras ganancias colectivas y pérdidas de ingresos, y determinaron también ascensos y descensos de categorías.


Sobre Weber y La ética protestante y el espíritu del capitalismo

La autodisciplina y la creación de sí mismo aparecen juntas en el ensayo más celebre sobre la ética del trabajo. Weber quiso mostrar su combinación, más que su contradicción, analizando los albores del capitalismo moderno. Sin duda, Weber creía que la antigua exhortación de Hesidoto al campesino "no pospongas" [Nota del lector: en relación al refrán "Lo que puedas hacer hoy, no lo dejes para mañana"] se invertía en el capitalismo para volverse "Debes posponer". Lo que se debe posponer es el deseo de gratificación y realización; tenemos que moldear la biografía de modo que al final logremos algo; entonces, en ese tiempo futuro, estaremos realizados. En el presente, hay que seguir actuando como el campesino de Virgilio, combatiendo la pereza y del tiempo. Para ser francos, Weber creía que esa ética del trabajo era un fraude. La postergación es infinita, el sacrificio no conoce tregua, la recompensa prometida no llega nunca. [...] En La ética protestante, Weber se concentra en un aspecto de la doctrina protestante que hacía imposible asumir la responsabilidad de la propia historia personal. [...] Como historia económica, La ética protestante está plagada de errores. Como análisis económico, extrañamente omite toda consideración del consumo como fuerza motriz del capitalismo. Sin embargo, como crítica de cierto tipo de carácter, tanto su propósito como su ejecución son coherentes. La ética del trabajo de este tipo de hombre no le parece a Weber una fuente de felicidad humana y tampoco de fuerza psicológica. El hombre "exigido" está demasiado cargado por la importancia que ha llegado a atribuirle al trabajo.