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domingo, 11 de junio de 2023

"Economía comestible", de Ha-Joon Chang (2022)

 Resumen del libro "Economía comestible", de Ha-Joon Chang (2022)

Resumen original y actualizado del libro en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/06/economia-comestible-de-ha-joon-chang.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, economía política, neoliberalismo, economía internacional, Corea, cocina internacional

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Ficha técnica

Título: "Economía comestible"

Subtítulo: Un economista hambriento explica el mundo

Título en inglés: "Edible Economics. A Hungry Economist Explains the World"

Autor: Ha-Joon Chang

Fecha de publicación en inglés: 2022

Editorial en español: Debate (PRHGE), Barcelona, 2023

Número de páginas: 258

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Biografía del autor Ha-Joon Chang (hasta 2023)

Ha-Joon Chang nació en Corea del Sur. Es especialista en economía del desarrollo y profesor en la Universidad de Cambridge. En 2005, Chang obtuvo el Premio Wassily Leontief. Es autor, entre otros libros, de Retirar la escalera. La estrategia del desarrollo en perpéctiva histórica (2002), que ganó el premio Gunnar Myrdal en 2003. Otros libros son 23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo (Debate, 2011), Economía para el 99 % de la población (Debate, 2015) y Una breve historia del capitalismo (Flash, 2017).

Resumen relacionado:

 “Economía para el 99 % de la población”, de Ha-Joon Chang (2014)

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Texto de la contraportada

"Cuando, en los años ochenta, el economista surcoreano Ha-Joon Chang aterrizó por primera vez en el Reino Unido, se encontró con un país que comenzaba a alejarse de la insípida dieta inglesa y a experimentar con los sabores del resto del mundo. Era un trayecto inverso al que estaba recorriendo la economía, cada vez más acomodada en una única escuela de pensamiento. Su nuevo y esperado libro, Economía comestible, demuestra con ejemplos claros y sabrosos que, del mismo modo que es esencial abrirse a las diversas tradiciones culinarias, también lo es disponer de una amplia variedad de perspectivas económicas.

En este fascinante y delicioso volumen, Chang convierte en apetecibles todo tipo de ideas de economía, explicándolas a través de ingredientes y recetas de diferentes lugares del planeta. Así el chocolate puede ser una dulce adicción, pero aporta emocionantes ideas sobre las economías postindustriales y del conocimiento mientras que la "okra" hace que el "gumbo" del sur de Estados Unidos tenga una suavidad que derrite el corazón, también remite a la enmarañada relación entre el capitalismo y la libertad. Desde el coste oculto del trabajo del hogar hasta el lenguaje engañoso del libre mercado, y mientras cocina platos de todo el mundo, como el "sandwich" favorito de Elvis, las gambas al ajillo españolas y el "dotorimuk" coreano, este irresistible divulgador sirve un festín de ideas audaces fácil de digerir y con el que cambiar el mundo".

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ÍNDICE

Introducción. Ajo

Primera parte. Sobreponerse a los prejuicios

1. Bellota

2. Okra

3. Coco

Segunda parte. Cómo ser más productivos

4. Anchoa

5. Langostino - ¿o gamba?

6. Fideos

7. Zanahoria

Tercera parte. Mejor globlamente

8. Ternera

9. Plátano

10. Coca-Cola

Cuarta parte. Convivir

11. Centeno

12. Pollo

13. Chile

Quinta parte. Pensar el futuro

14. Lima

15. Especias

16. Fresa

17. Chocolate

Conclusión. Cómo comer mejor (la economía)

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RESUMEN

El libro habla de platos y bebidas típicas de la comida internacional y luego relaciona una comida con un país y un asunto de economía política como el neoliberalismo (que ha dominado el discurso económico hasta el 2020), el desarrollo de los países menos avanzados (que se apoyaron en el proteccionismo de su industria hasta poder competir en un mercado abierto), la sociedad postindustrial (que no es que no haya trabajadores sino que automatización los ha hecho mucho más productivos), el consenso de Washington que ha sido poco efectivo para desarrollar el sur, y otras historias. 

También habla de la forma en que concebimos el espíritu empresarial y el éxito de las empresas, por qué tenemos que modificar el sistema de patentes, explica por qué el libre comercio no implica libertad para todos, da pistas de cómo las corporaciones globales pueden convertirse en fuerzas positivas para los países en vías de desarrollo, pero solo si se utilizan de la manera correcta, por qué algunos países en desarrollo están insatisfechos con la ideología económica imperante, habla de los malentendidos del Estado de bienestar (se pagan con los impuestos indirectos, que gravan a todos por igual).

En otros capítulos, muestra el verdadero significado de la igualdad económica y la equidad, o por qué los trabajos relacionados con los cuidados están desatendidos e infravalorados a pesar de constituir la base de nuestra economía y sociedad.

No olvida hablar de los retos del cambio climático, de cómo la corporación moderna convirtió al capitalismo en un gran éxito y ahora lo asfixia lentamente o sobre el auge de los robots y el futuro del trabajo.

Como curiosidad, dice que el jamón ibérico de bellota de España es el mejor del mundo y pide disculpa a los italianos si se sienten dolidos.

El autor arranca el libro sobre su viaje desde Corea del Sur para estudiar en Londres. Allí se dio cuenta de que la comida británica era muy mala, salvo las fish & chips, y que además odiaban el ajo, que consideraban cosa de franceses y anglificaban la pizza hasta hacer pizza de patata asada. En Corea, el ajo adereza muchos platos como el manul-chang-achi o como adobo del bulgogi o el pollo frito coreano. Dice el autor que esa comida británica tan pobre era equivalente a su teoría económica neoliberal o neoclásica, pues los manuales de Economía solo defendían un único punto de vista, como un menú de único plato, y no barajaban otras posibilidades teóricas (solo aceptaron la innovación de la escuela schumpeteriana o la racionalidad humana limitada de los conductistas, que ya están incorporadas a la corriente principal neoclásica). Lo malo es que esta teoría única o "monocultivo intelectual" se basaba en que la naturaleza humana es egoísta y eso ha normalizado un tipo de comportamiento egoísta. Chang nos avisa de que el modelo económico nos afecta en nuestras vidas porque influye en si una sociedad se industrializa en mayor grado, lo que puede a su vez puede generar sindicalismo y políticas progresistas, o fomenta la desigualdad o la privatización ("un dólar, un voto"). La situación en Gran Bretaña ha cambiado al internacionalizarse su gastronomía y abrirse Londres a todo tipo de restaurantes de comida exótica, y lo mismo ha pasado con la economía, donde ahora se estudian varias alternativas al neoliberalismo.

En el caso de la ternera, el autor recuerda que Uruguay en el siglo XIX tenía abundante ganado vacuno para la industria del cuero y que la carne era barata, por lo que suponía un aliciente para exportarla a Inglaterra, que tenía que alimentar a una creciente mano de obra fabril. Una empresa inglesa montó un laboratorio en Uruguay para licuar carne porque esta se conservaba mejor que la salazón y este caldo se suponía que conservaba los nutrientes, y exportó estos caldos a todo el mundo, aunque luego se evidenció que perdía muchos nutrientes durante la cocción. Más adelante, se desarrollaron los cubitos de carne en polvo, que se conservaban mucho más tiempo y eran fáciles de transportar.

Respecto a la zanahoria, esta es de color naranja porque en el siglo XVII los holandeses la seleccionaron de ese color, se dice que en honor a la dinastía Orange. La zanahoria le sirve como gancho para hablar de la innovación y las patentes porque pequeños inventos que supondrían un avance para la Humanidad o para países pobres están lastrados por 30 o 40 patentes. Los científicos las venden porque les es imposible desarrollar comercialmente sus productos por muy bien intencionados que sean (porque el desarrollo requeriría comprar otras patentes cruzadas) y algunas multinacionales las compran y luego las meten en un cajón. La solución que propone el autor es conceder premios en metálico a los inventores (como al inventor del cronómetro marino en el siglo XVIII o el de las latas de conserva) para que tengan un incentivo en vez de otorgarles una patente de 20 años que entorpece el avance tecnológico.

En cuanto a los plátanos, estos se convirtieron en alimento barato y muy nutritivo para los esclavos de América, tan fácil de cultivar que los amos los plantaban en sus parcelas de cultivo porque los árboles crecían solos y era alimento gratis. El autor menciona cómo las multinacionales del plátano llegaron a controlar países enteros en Centroamérica (las repúblicas bananeras) y ponían y quitaban gobiernos si estos iban contra sus intereses. Los motines de obreros fueron sofocados. El autor recuerda que la instalación de una multinacional en suelo extranjero no supone una mejora de ese país si los trabajadores se limitan a hacer tareas de "atornillado" (como en Filipinas), por lo que no aprenden nada sobre tecnologías muy complejas. Todo lo contrario ocurrió en Singapur y Taiwán porque solo admitieron multinacionales de sectores estratégicos y muy avanzadas como la microelectrónica, la automoción o la farmacéutica, a los que le brindaron todo tipo de facilidades y se les hicieron ofertas a la carta. El resto de las multinacionales de sectores sin interés o poco punteros no fueron admitidas o se le exigieron fuertes condiciones. Eso demuestra que las multinacionales no tienen siempre la sartén por el mango en los países pobres, ya que estos pueden diseñar políticas atractivas de inversión.

El autor también menciona el milagro de la industria de Corea del Sur a partir de 1975. El gobierno decretó un proteccionismo que impedía importar coches y estableció una industria propia del automóvil para fabricar el Pony. 50 años después, son un coloso de la industria de la automoción. Con ello, el autor avisa de que muchos países pobres, como Latinoamérica, han sido los primeros en instaurar el libre comercio en 1820 o 1840 (antes de la Ley del Grano de Inglaterra) pero no porque ellos lo deseasen sino porque fue una imposición de "acuerdos injustos" por parte de países más grandes como Estados Unidos o el imperio Británico, que a su vez ellos eran proteccionistas para facilitar el crecimiento de su propia industria. Cuando los "acuerdos desiguales", que también tuvieron que firmar China o Japón, caducaron se instauraron un tipo de comercio colonial, en la que las grandes potencias presionaban entre bambalinas a los gobiernos para que no subiesen los aranceles. Lo mismo pasó con el FMI o el Banco Mundial, donde los países ricos tenían un poder de voto desproporcionado (en función del capital aportado) y exigían a los países pobres cumplir políticas de mercado abierto que les perjudicaba o les colocaba en desventaja. Esta asimetría entre países ricos y pobres perduró con otra fórmula a finales del siglo XX con la organización mundial del comercio (OMC), ya que quienes redactaron las normas eran países ricos que dictaron disposiciones que les favorecían como, por ejemplo, admitir la subvención a la agricultura (porque les favorecía) y proscribir la prohibición a las importaciones (porque esa prohibición les perjudicaba). Aunque en la OMC, cada país tiene un voto, votan normas que están sesgadas a favor de los países ricos, dice el autor. 

Respecto a las especias, el autor recuerda que fue una compañía holandesa de las Indias la primera en funcionar como una sociedad anónima en el siglo XVII, porque sus accionistas solo tenían responsabilidad limitada (si la empresa quebraba, solo perdían sus acciones y no todos sus bienes). Eso animó a captar capital y sufragar grandes empresas. Sin embargo, dice el autor, ahora las empresas se han volcado en los accionistas, los cuales no son fieles a largo plazo o se dedican a especular. Para retenerlos, habría que dar el voto a accionistas con permanencia en la empresa. También propone que se conceda a las "otras partes" (trabajadores, dirección) parte del control para que los accionistas no tengan todo el poder. 

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Resumen relacionado:

 “Economía para el 99 % de la población”, de Ha-Joon Chang (2014)

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500 RESÚMENES DE LIBROS  DE ECONOMÍA Y SOCIOLOGÍA
"DE ADAM SMITH A LA INFLACIÓN EN POSTPANDEMIA (1776-2023)"

por E.V.Pita (2023)

Link al compendio de resúmenes:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/01/500-resumenes-de-libro originals-de-economia-y.html
Descargar el PDF en este enlace:


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lunes, 2 de diciembre de 2019

"Capital e ideología", de Thomas Piketty (2019)

Resumen del libro "Capital e ideología", de Thomas Piketty (2019)

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/12/capital-e-ideologia-de-thomas-piketty.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, Economía, Economía Política, socialismo, desigualdad, impuestos, capitalismo, socialismo participativo, socialfederalismo

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Ficha técnica:

Título: "Capital e ideología"

Título original en francés: "Capital et idéologie"

Autor: Thomas Piketty

Fecha de edición: París

Editorial en español: Deusto, Editorial Planeta, Barcelona, 2019

Número de páginas: 1.247

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Biografía oficial del autor Thomas Piketty (hasta 2020)

Thomas Piketty (Clichy, Francia, 1971) es director de investigación en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS), profesor en la Paris School of Economics, de la que fue su primer director, y codirector de la World Inequality Database (WID.world).

Tras doctorarse con apenas 23 años en la London School of Economics (LSE) bajo la dirección de Roger Guesnerie, ha sido profesor en distintas instituciones, entre las cuales la propia LSE y el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Es autor de decenas de artículos académicos en algunas de las publicaciones más prestigiosas, como American Economic Review, Journal of Economic Theory o Econometrica, así como numerosos libros, entre los que destaca El Capital del siglo XXI (2013), del que se han vendido más de 2,5 millones de copias en todo el mundo.

Ha recibido, entre otros, el Premio Yrjö Jahnsson (2013) de la Asociación Europea de Economía (EEA), ex aequo con la economista Hélène Rey, al economista menor de 45 años. El 1 de enero del 2015 rechazó la Legión de Honor otorgada por el Gobierno francés haciendo la declaración: "Rechazo esta nominación porque pienso que no es el papel del gobierno el decidir quién es honorable".

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Texto de la contraportada

"¿Cuál es el origen de la desigualdad?

Gracias al éxito cosechado por El Capital del siglo XXI (2013), Thomas Piketty ha podido acceder a fuentes fiscales e históricas que diferentes gobiernos se negaban a ofrecer hasta ahora. A partir del estudio de estos datos inéditos, el autor propone una historia económica, social, intelectual y política de la desigualdad, desde las sociedades estamentales y esclavistas hasta las sociedades poscoloniales e hipercapitalistas modernas, pasando por las sociedades colonialistas, comunistas y socialdemócratas.

De este análisis se desprende una conclusión importante: la desigualdad no es económica o tecnológica, es ideológica y política. Dicho de otro modo, las ideas y las ideologías cuentan en la historia. Para Piketty, el hilo conductor de la historia de las sociedades humanas (que es también la historia de la búsqueda de la justicia) no es la lucha de clases, como defendían Marx y Engels, sino la lucha de ideologías. La posición social no basta para forjar una teoría de la sociedad justa, de la propiedad justa, de la fiscalidad justa o de la democracia. Nadie tendrá jamás la verdad absoluta sobre estas cuestiones.

Thomas Piketty se muestra convencido de que es posible superar el capitalismo y construir una sociedad justa basada en el socialismo participativo y en socialfederalismo y expone su propuesta en esta ambiciosa obra".

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ÍNDICE

(resumido)

Introducción

¿Qué es una ideología?
Las fronteras y la propiedad
Tomarse la ideología en serio
Aprendizaje colectivo y ciencias sociales
Las fuentes utilizadas en este libro: desigualdades e ideologías
El progreso humano, el regreso de las desigualdades y la diversidad del mundo
El regreso de las desigualdades: primeras referencias
La curva del elefante: debatir serenamente sobre la mundialización
Sobre la justificación de la desigualdad extrema
Aprender de la historia, aprender del siglo XX
Sobre la glaciación ideológica y las nuevas desigualdades educativas
El regreso de las élites múltiples y las dificultades para una condición igualitaria
replantearse la propiedad justa, la educación justa, las fronteras justas
La diversidad del mundo y la evolución a largo plazo
Sobre la complementariedad entre el lenguaje natural y el lenguaje matemático
Estructura del libro

PRIMERA PARTE
Los regímenes desigualitarios en la historia

1. Las sociedades ternarias: la desigualdad trifuncional
2. Las sociedades estamentales europeas: poder y propiedad
3. La invención de las sociedades propietaristas
4. Las sociedades propietaristas: el caso de Francia
5. Las sociedades propietaristas: casos europeos

SEGUNDA PARTE
Las sociedades esclavistas y coloniales

6. Las sociedades esclavistas: la desigualdad extrema
7. Las sociedades coloniales: diversidad y dominación
8. Sociedades ternarias y colonialismo: el caso de la India
9. Sociedades ternarias y colonialismo: casos euroasiáticos

TERCERA PARTE
La gran transformación del siglo XX

10. Las crisis de las sociedades propietaristas
11. Las sociedades socialdemócratas: la igualdad inconclusa
12. Las sociedades comunistas y poscomunistas
13. El hipercapitalismo: entre modernidad y arcaísmo


CUARTA PARTE
Repensar las dimensiones del conflicto político

14. Las fronteras y la propiedad: la construcción de la igualdad
15. La "izquierda brahmánica": las nuevas divisiones euroamericanas
16. Social-nativismo: la trampa identitaria poscolonial
17. Elementos para un socialismo participativo en el siglo XXI

Conclusión
La historia como lucha de ideologías y búsqueda de la justicia
Sobre las limitaciones de adoptar una mirada desoccidentalizada
Sobre el papel cívico y político de las ciencias sociales

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RESUMEN

Comentarios iniciales: El autor Thomas Piketty obtuvo un gran éxito con El Capital en el siglo XXI, donde estudiaba cómo los rentistas habían ampliado su riqueza a un ritmo mayor que la gente que solo obtenía ingresos de su trabajo, de forma que al final los rentistas obtenían grandes fondos derivados de los intereses y de las herencias, pues el capital se reproducía y se perpetuaba a través de las mismas generaciones. Esa concentración de riqueza ocurrió durante la Belle Epoque (1880-1914) y después a partir de 1989 a 2008, cuando se concentraron inmensas fortunas en pocas manos. Su propuesta es limitar el dinero obtenido de las herencias. En el siguiente libro, Capital e Ideología, propone modos sensatos de redistribuir las riquezas (aplicando impuestos del 80 % a los más ricos, como ocurrió entre 1945 y 1980, antes de la revolución conservadora y de la globalización) para evitar una nueva concentración de capital como la de la Belle Epoque, pues esta genera desigualdad que pueden derivar en conflictos de pobres contra una minoría ultrarrica que se ha enriquecido con la globalización. Su tesis es que desde hace 30 años está aumentando la desigualdad.

El autor arranca el libro explicando cómo se mide la desigualdad a través de percentiles (el 10 % más pobre, el 10 % más rico, o el 1 % más rico), pues cree que ese método refleja mejor la realidad que recurrir a las clásicas divisiones de clases: alta, media, baja. Critica el índice de Gini pues técnicamente deja aspectos sin resolver.

Otro concepto técnico que maneja es la llamada "Curva del elefante" que explica los efectos de la globalización en el crecimiento económico a nivel mundial: mejoran los ingresos de la cola (el 10 % mas pobre mejora su condición, hay un gran sector de pobres que también mejoran (el lomo del elefante), pero la clase media se hunde (la cabeza del elefante) y el 1 % más rico dispara sus ganancias (la trompa alzada del elefante)

Divide su obra en cuatro parte: las primeras son históricas y estudia desde el Antiguo Régimen (Francia tenía concentrada la riqueza en el 2 % de la población y España en el 5 %) hasta la era del hipercapitalismo del siglo XXI. En las dos últimas partes propone ideas de redistribución de la riqueza.

Este es su plan de trabajo que sirve como mini-resumen exprés

Capítulo 1
Introducción general al estudio de las sociedades ternarias, o trifuncionales; esto es, sociedades organizadas en torno a tres grupos funcionales (clero, nobleza y pueblo llano)

Capítulo 2
Analiza el caso de las sociedades estamentales europeas, basadas en el equilibrio de legitimidades entre las élites intelectuales y militares y en formas específicas de propiedad y de relaciones de poder.

Capítulo 3
Estudia el nacimiento de las sociedades propietaristas a partir de la ruptura emblemática que supuso la Revolución francesa, que intentó establecer una separación radical entre el derecho de propiedad (supuestamente accesible a todos) y los poderes soberanos (monopolio del Estado desde entonces) y que en el camino tropezó con la cuestión de la desigualdad y su persistencia.

Capítulo 4
Analiza el desarrollo de una sociedad propietarista hiperdesigualitaria en la Francia del siglo XIX hasta la primera guerra mundial.

Capítulo 5
Estudia diferentes casos de transición entre las lógicas trifuncionales y las lógicas propietaristas en Europa, prestando especial atención al Reino Unido y Suecia. Dice que los datos evidencian la importancia de las movilizaciones colectivas y de los cambios políticos e ideológicos en la transformación de los regímenes desigualitarios.

PARTE 2

Capítulo 6
Se ocupa de las sociedades esclavistas, que constituyen la forma histórica más extrema de desigualdad, centrándose en la abolición de la esclavitud durante el siglo XIX y en las formas de compensación a los propietarios de esclavos a los que dio lugar. Añade que dichos episodios ilustran la casi sacralización de la propiedad en la época, en donde ha surgido el mundo actual.

Capítulo 7
Estudia la estructura de las desigualdades en las sociedades coloniales postesclavistas, que también ha dejado profundas huellas en la estructura de la desigualdad contemporánea, tanto entre países como en el interior de ellos.

Capítulos 8 y 9
Examinan cómo las potencias coloniales y propietaristas europeas alteraron la evolución de las sociedades trifuncionales no europeas y estudia el caso de la India (donde quedó una huella duradera) y China, Japón e Irán.

PARTE 3

Capítulo 10
Analiza la caída de las sociedades propietaristas del siglo XX, como consecuencia de las dos guerras mundiales, de la crisis de la década de 1930, del comunismo, de la independencia de las antiguas colonias, y, principalmente, de movilizaciones colectivas e ideológicas (socialdemócratas y sindicales, en gestación en el siglo XIX) en favor de un régimen desigualitario más justo que el propietarismo.

Capítulo 11
Estudia los logros y las limitaciones de las sociedades socialdemócratas tras la segunda guerra mundial; en particular, analiza sus propias dificultades para definir qué entienden por propiedad justa, para hacer frente a la desigualdad del sistema de educación superior y para extender la cuestión de la redistribución a escala transnacional.

Capítulo 12
Examina las sociedades comunistas y poscomunistas en sus variantes rusa, china y de Europa del Este, así como la contribución del poscomunismo a alimentar las derivas desigualitarias e identitarias recientes.

Capítulo 13
Pone en perspectiva el actual régimen hipercapitalista mundial, entre lo moderno y lo arcaico, e insiste en su incapacidad para darse cuenta de la magnitud de la crisis desigualitaria y medioambiental que socava sus propios cimientos.

PARTE 4

Capítulo 14
Analiza las condiciones históricas que definen la aparición y posterior desaparición de una coalición electoral igualitaria (un programa redistributivo lo suficientemente convincente como para reunir a clases populares originarias de diferentes lugares), comenzando por el caso francés.

Capítulo 15
Muestra cómo el proceso de desagregación-gentrificación-brahmanización de la coalición socialdemócrata de posguerra se produjo tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, lo cual sugiere la existencia de causas estructurales comunes.

Capítulo 16
Extiende ese análisis a otras democracias electorales occidentales, a Europa del Este, India y Brasil. Estudia la formación de una verdadera trampa social-nativista a comienzos del siglo XXI e insiste en la forma en que las derivas identitarias se alimentan de la ausencia de una plataforma igualitaria e internacionalista bastante fuerte como para actuar de contrapeso, es decir: de un federalismo social real y creíble.

Capítulo 17
Expresa el boceto de un socialismo participativo para el siglo XXI. Se pregunta qué formas podría adoptar una propiedad justa, con dos pilares: un reparto real del poder y de los derechos de voto en las empresas, capaz de institucionalizar la propiedad social y de ir hacia la cogestión y la autogestión. También poner un impuesto fuertemente progresivo sobre la propiedad que permita financiar una dotación de capital a cada joven adulto e instaurar una dotación de capital a cada joven adulto e instaurar una forma de propiedad temporal y de circulación permanente del patrimonio. Otra idea para garantizar la justicia educativa y la justicia fiscal es hacer más transparencia y control por los ciudadanos. Además, busca las condiciones para una democracia justa y unas fronteras justas. 
Según Piketty, la clave es montar una organización alternativa de la economía mundial que permita desarrollar nuevas formas de solidaridad fiscal, social y medioambiental que reemplace los tratados de libre circulación de bienes y de capitales que hacen ahora las veces de gobernanza mundial.


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RESUMEN B

Sociedades propietaristas en el siglo XIX 
El autor Thomas Piketty arranca el libro explicando en qué consisten las sociedades propietaristas. Se trata de rentistas que acumulan grandes riquezas generando una desigualdad extrema. Pone como ejemplo la Belle Epoque francesa (1880-1914), en la que una pequeña minoría llegó a ser propietaria de la gran parte de los inmuebles de Francia, de los que extraían enormes rentas en alquileres o en inversiones en bonos del Estado. Esta desigualdad extrema se redujo con las guerras europeas (entre 1914 y 1945), tras lo cual surgió una sociedad más igualitaria (los trabajadores accedieron a la propiedad y además tuvieron mayores ingresos y seguro de desempleo, educación y sanidad).

Explica que hay una relación entre la propiedad y la ideología ya que la mayoría de las leyes de las sociedades propietaristas van enfocadas a la conservación y aumento de la riqueza de los propietarios, que a su vez están sobrerrepresentados en el poder estatal, medios de comunicación, iglesia y ejército. De esta forma, su poder y riqueza se perpetúa a través de dicha ideología, la cual defiende que los dueños de inmuebles y valores y rentas tienen que abonar pocos impuestos. Es una tendencia que se repite desde la época feudal (con una minoría aristocrática que no paga impuestos directos al rey) y luego en la Francia del siglo XIX, donde se alcanzó una desigualdad extrema que desembocó en dos guerras mundiales. Tras un breve paréntesis en el siglo XX, entre 1945 y 1970, donde hubo un auge de la clase media, la ideología propietarista ha vuelto por sus fueros, de ahí los numerosos partidos que proponen más rebajas para los más ricos, que a su vez concentran mayor riqueza, lo que se ha llamado el 1 % o el 0,01 %. Para sustentar el crecimiento de sus riquezas, los propietarios hacen campañas que favorecen las ideas de bajos impuestos para los más ricos. El autor advierte de que la alta concentración de riqueza en pocas manos en el siglo XXI guarda paralelismos con la Belle Epoque (1880-1914) [nota del autor: sociedad que queda reflejada en el hundimiento del Titanic (se salvaron los pasajeros de primera clase y se murieron los de tercera)].

El autor explica que las actuales desigualdades del mundo globalizado del siglo XXI se pueden reflejar en un gráfico con forma de elefante. La espalda estaría formada por los más pobres del mundo (África), el lomo por las clases ascendentes de Asia que salieron de la pobreza, la frente y parte de la trompa que desciende de las clases medias europeas y americanas golpeadas por la crisis y la globalización (los perdedores de la globalización y votantes de Trump) y, finalmente, la trompa alzada (el 1 % más rico que todavía se ha hecho más rico con la globalización).

La caída del régimen feudal

Piketty comienza estudiando la situación previa a la Revolución Francesa, una sociedad feudal dividida en tres estamentos (nobleza, clero y plebe), cuyo reparto de poder y pago de impuestos era muy distinto (pues la plebe pagaba el 10 % de sus cosechas o diezmo a la iglesia y la "corvea" o trabajo gratis a los señores feudales, los cuales estaban exentos de impuestos directos).

El autor compara la composición de la aristocracia y el clero en España, Portugal, Francia e Inglaterra desde 1600 a 1800, en el Antiguo Régimen. Lo que se desprende de esta evolución de dos siglos es que mientras en Inglaterra (a raíz del surgimiento del anglicismo de Enrique VIII y la expropiación de los bienes de la iglesia) el clero disminuyó a mínimos del 5 % en España llegó a alcanzar el 20 %. En cuanto a la aristocracia, había mayor porcentaje en España (a causa de la hidalguía o nobleza menor) mientras que en Francia e Inglaterra eran el 5 % o menos (esto se debe a que la población se disparó en varios millones en el siglo XVIII mientras que la aristocracia no se reprodujo al mismo ritmo). El resultado es que la nobleza cada vez se hizo más minoritaria pero concentró mucho más poder en Francia, donde casualmente estalló la Revolución cuando los Estados Generales quisieron repartir mejor los impuestos.

La Revolución Francia, a pesar de los ideales de igualdad, no siguió a un reparto de tierras entre los desposeídos pues no hubo una reforma agraria seria y, además, se mantuvieron impuestos reciclados (como el del trabajo servil, reconvertido en otro impuesto más). A finales del siglo XIX, la supuesta igualdad seguía sin producirse, ya que la mayoría de los inmuebles de París pertenecían a una pequeña clase adinerada. El resto de los ciudadanos tenían que alquilar. De ahí que el autor recuerde frases de clásicos franceses en los que el protagonista aspiraba a acumular una fortuna y vivir de rentas. Piketti cita a Jane Austen en "Orgullo y Prejuicio", donde cita expresamente la cantidad de dinero  necesaria para vivir de rentas (10.000 libras anuales) una familia en el campo inglés de forma holgada. Por tanto, el siglo XIX fue el de la acumulación de patrimonio para luego vivir de rentas (acciones, bonos del Estado, fincas, alquileres de pisos).

El autor también aborda la cuestión de Irlanda, donde las tierras estaban en poder los señores ingleses, propietarios de grandes extensiones. La situación se agravó a mediados del siglo XIX cuando una plaga de la patata dejó a los irlandeses sin alimentos. Un millón de irlandeses emigraron a Estados Unidos y otro murió en la propia Irlanda, motivo por el que guardaron rencor a los latifundistas ingleses y a la metrópoli porque no acudió en su socorro y auxilio humanitario. Fue la base para la posterior independencia de Irlanda en 1921.


Esclavitud

El autor luego indaga en las economías esclavistas. Señala, por ejemplo, que en Haití-Santo Domingo el porcentaje de esclavos alcanzó el 90 %, por lo que se trata de la sociedad más desigualitaria que ha conocido el mundo, donde 10 % de la población era rica o tenía el poder y obtenía el 90 % de los ingresos (el 10 % restantes son gastos en manutención, comida, alojamiento y ropa de los esclavos). Hubo más revueltas de esclavos en otras islas pero solo triunfó la de Haití porque eran demasiados y los patrones ni siquiera vivían en la isla sino que recibían sus rentas en sus cómodas villas parisinas. Francia obligó a pagar compensaciones durante un siglo a Haití bajo la amenaza de una invasión si no pagaban. Terminaron de pagar las indemnizaciones en 1950, por lo que se considera que este factor fue el que lastró el crecimiento económico de la isla (así como el bloqueo francés) durante todo un siglo.

Piketti también aborda las distintas soluciones que adoptaron los países para erradicar la esclavitud, en concreto Inglaterra, Francia y Estados Unidos, y Brasil. En primer lugar, Inglaterra prohibió el tráfico intercontinental de esclavos después de 1800 y abonó indemnizaciones a los propietarios esclavistas mediante la emisión de bonos y deuda pública. Al final, fueron los contribuyentes los que costearon la supresión de la esclavitud en territorio británico al precio justo.

En el caso de Francia, se obligó a Haití a pagar por su libertad. Aunque la Revolución Francesa había abolido la esclavitud, Napoléon la restauró. Solo Haití se tomó en serio las proclamas de la igualdad entre los hombres. La Revolución Francesa estableció que todos los hombres eran iguales y libres pero los legisladores posteriores reconocieron que los dueños de las plantaciones habían comprado legalmente a sus cultivadores (a precios altos, pues un esclavo se amortizaba con diez años de trabajo: si facturaba 30.000 euros al año, valía 300.000 euros, a precios actuales. Eran muy caros y habría que reemplazarlos continuamente porque muchos morían durante el transporte o por el duro trabajo). Las demás islas de las Antillas y el Índico fueron liberadas décadas más tarde por el temor a las continuas rebeliones de los esclavos, y también se buscó un modo de que el Estado abonase una indemnización a los propietarios con dinero público.

En Estados Unidos, la esclavitud llegó a suponer el 30 % de la población en el Sur porque, tras el bloqueo de Inglaterra al tráfico de esclavos en el Atlántico, tuvieron que mejorar las condiciones de vida de los trabajadores forzados de las plantaciones, por lo que nacieron más bebés sanos, que heredaron la condición de esclavos de sus padres. El resultado fue que de un millón de esclavos en el siglo XVIII se pasó a 5 millones sin gastar un dólar en transporte en Estados Unidos, mientras que Francia apenas mejoró su población porque siguió con las malas condiciones en sus islas-plantación.

La razón de la guerra de Secesión en EE.UU. se debe a que, cuando el país se expandió hacia el Oeste, Washington quería que esos estados no fuesen esclavistas, por lo que el Sur temió convertirse en un estado tapón rodeado de santuarios para los esclavos fugitivos. Uno de los argumentos comunes en Francia es que los dueños de esclavos habían comprado legalmente a esos hombres y que tenían derecho a una compensación. Pero en Estados Unidos, compensar a los dueños de los plantaciones era impensable porque había millones de esclavos, el precio sería astronómico e inviable. Tras la Guerra de Secesión, se abolió la esclavitud y el Norte, con más población, se impuso al Sur.

Había legisladores que comparaban las plantaciones esclavistas con la sociedad industrial: mientras los esclavos tenían cubiertos todos sus gastos de por vida, alojamiento y jubilación, el proletario industrial era despedido una vez que dejaba de tener valor para el patrón y, además, no tenía un seguro de protección en la vejez.

En Brasil, el emperador portugués siguió con el negocio de esclavos hasta finales del siglo XIX pero estableció un sistema de abolición progresivo: los hijos de los esclavos nacerían libres y los ancianos mayores de 60 años serían también libres (una especie de jubilación).

Sociedades coloniales

Posteriormente, el autor analiza las sociedades coloniales. En este caso, la "corvea" o trabajo gratis sería una forma de que las sociedades colonizadas pagasen sus contribuciones a la metrópoli. Todo estaba montado para que las grandes metrópolis (Londres y París) recibiesen continuos ingresos y materias primas para su industria, lo cual enriquecía aún más a los inversores y rentistas. Por contra, las sociedades colonizadas apenas obtenían beneficios (las modernas líneas ferroviarias estaban trazadas para la extracción y cargamento de materias primas en función de los intereses de la metrópoli). En el caso de la India, se aprovechó el hecho de que el país ya estaba dividido en castas.






lunes, 29 de abril de 2019

"¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?", de Katrine Marçal (2012)

Resumen del libro "¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?", de Katrine Marçal (2012)

Resumen original y actualizado en:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/05/quien-le-hacia-la-cena-adam-smith-de.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, economía política, libre mercado

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500 RESÚMENES DE LIBROS  DE ECONOMÍA Y SOCIOLOGÍA

"DE ADAM SMITH A LA INFLACIÓN EN POSTPANDEMIA (1776-2023)"

por E.V.Pita (2023)

Link al compendio de resúmenes:

Descargar en PDF en este enlace:
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Ficha técnica

Título: "¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?"

Subtítulo: Una historia de las mujeres y la economía

Título en sueco: "Det enda könet"

Autora: Katrine Marçal

Publicado en Estocolmo, Suecia, 2012

El resumen se realiza de una segunda versión, posiblemente escrita en el 2014 o 2015.

Editorial en español: Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona, 2016

Número de páginas: 220

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Biografía de la autora

Katrine Marçal es la jefa de opinión de Aftonbladet, el principal periódico de Suecia, donde escribe sobre política, economía y feminismo. Vive en Londres.

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Texto de la contraportada

"La economía vista desde un prisma totalmente distinto y feminista (...) Audaz e iluminador". Will Hutton

Adam Smith, el padre de la economía moderna, escribió que no era por la benevolencia del carnicero y el panadero por lo que podíamos comer cada noche, sino porque ambos se preocupaban por su propio bienestar, así, el ánimo de lucro hacía girar el mundo y nació el Homo economicus. Cínico y egoísta, el Homo economicus ha dominado nuestra concepción del mundo desde entonces y su influencia se ha extendido desde el mercado hasta la manera como compramos, trabajamos y flirteamos. Sin embargo, Adam Smith cenaba cada noche gracias a que su madre le preparaba la cena y no lo hacía por egoísmo, sino por amor.

Hoy la economía se centra en el interés propio y excluye cualquier otra motivación. Ignora el trabajo no remunerado de criar, cuidar, limpiar y cocinar. E insiste en que si a las mujeres se les paga menos es porque su trabajo vale menos, ¿por qué si no? La economía nos ha contado una historia sobre cómo funciona el mundo y nos la hemos creído hasta el final. Pero ha llegada el momento de cambiar esa historia. En esta atrevida mirada a la crisis actual, Katrine Marçal se enfrenta al mayor mito de la actualidad y nos anima a acabar con el Homo economicus de una vez por todas".

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RESUMEN

1. En el que nos adentramos en el universo de la economía y nos preguntamos quién era la madre de Adam Smith.

2. En el que nos presentan al hombre económico y vemos lo tremendamente seductor que es

3. En el que queda claro que el hombre económico no es mujer

4. En el que nos damos cuenta de que nuestro pacto con el hombre económico no ha dado los resultados que esperábamos

5. En el que añadimos las mujeres a la mezcla y agitamos

6. En el que Las Vegas y Wall Street confluyen

7. En el que la economía mundial se va al garete

8. En el que advertimos que los hombres tampoco son como el hombre económico.

9. En el que resulta que los incentivos económicos no funcionan de forma tan sencilla como pensamos

10. En el que razonamos que uno no es egoísta solo porque quiera más dinero

11. En el que constatamos que uno menos uno sigue siendo cero

12. En el que todos nos convertimos en emprendedores

13. En el que constatamos que un útero no es una cápsula espacial

14. En el que descubrimos en el hombre económico una profundidad y unos miedos insospechados

15. En el que observamos que el protagonista del gran relato contemporáneo tiene un único sexo

16. En el que concluimos que cada sociedad sufre en consonancia con su grado de estupidez. Y, con ello, nos despedimos

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RESUMEN

Comentarios iniciales: La autora considera que el "homo economicus" (el individuo racional que actúa egoístamente y en su propio interés de forma que la suma de egoísmos beneficia a toda la sociedad) es una falacia de la Ilustración y que la realidad es que hay un gran remanente de solidaridad y un trabajo no remunerado efectuado por las mujeres en el hogar y el cuidado de los niños. De ahí, el título del libro: "¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?". Era su madre, la cual no cobraba por servir la comida a su hijo, el cual disponía de tiempo libre para meditar y escribir sobre sus elucubraciones económicas. De fondo, trasluce una crítica al libre mercado, demasiado simplista, y que ignora el profundo papel desempeñado por la acción pública. La autora hunde la imagen del "Homo economicus" pues dice que, o bien es una falacia que no existe, o a lo sumo tendría la mentalidad egoísta de un niño de 4 años. De hecho, dice que el protagonista de su historia "no existe" ni se parece a nadie de la realidad. Al igual que otros autores, cree que esta visión seductora nos la han inculcado hasta formar parte de nosotros hasta permitir que predomine sobre otros valores en nuestra vida diaria.

Capítulo 1

La autora arranca el libro recordando que feminismo y economía van de la mano: la escritora Virginia Wolf quería una habitación propia y eso cuesta dinero. Indica que el objetivo del movimiento feminista fue hacerse con dinero y otros privilegios tradicionales acaparados por los hombres a cambio de cosas como "el derecho a llorar en público". 

Marçal recuerda el fatídico 15 de septiembre del 2008, cuando Lehman Brothers se declaró en quiebra y arrastró consigo a millones de empleados por todo el mundo. La autora recuerda que nos habían dicho que si estábamos callados y no dábamos la lata, el sistema funcionaría por sí solo, bastaba con que dejásemos la economía en manos de expertos, pero era mentira. Todo iba a cambiar pero, en el 2014, el sector financiero se ha recuperado y los beneficios, salarios, dividendos y primas volvieron a su nivel previo a la crisis.

La autora sostiene que los fondos islandeses dirigidos por mujeres lograron sobrevivir porque los hombres superhormonados asumieron riesgos excesivos. Dice que un mundo donde las mujeres dominasen Wall Street sería radicalmente diferente del actual (habría una Lehman Sisters que seguiría todavía en funcionamiento sin sobreesponerse al mercado sobredimensionado mercado inmobiliario estadounidense).

Marçal insiste en que la mujer ha trabajado siempre pero ahora ha cambiado el trabajo de casa por la oficina (la mitad de la población ha trasladado el grueso de su actividad de la esfera doméstica al mercado). Lo califica como un cambio social y económico enorme, "hemos saltado de un sistema económico a otro sin darnos realmente cuenta del salto".  De cuatro hijos se pasó a una ejecutiva con su bebé en el maletín o a una joven de clase obrera adolescente con un bebé en un piso de protección oficial. Pero incluso en Suecia las mujeres ganan menos que los hombres y hay pocas en puestos de mando. Ironiza con que el presidente de la FED suele ser nombrado "hombre del año" por bajar los tipos de interés y salvar la civilización occidental.

La autora se pregunta ¿cómo llegamos a tener nuestra comida en la mesa? Se pregunta por qué recorrimos al egoísmo en vez del amor (un bien escaso). Adam Smith indicó que "No de la benevolencia del carnicero, el cervecero y del panadero, sino de sus miras al interés propio, es de quién esperamos y debemos esperar nuestro alimento". Mientras el interés propio es inagotable, el amor es un bien escaso (mejor guardarlo para usos privados). "Adam Smith nos contó el cuento de por qué el libre mercado era la mejor manera de crear una economía eficaz, introducía las ideas radicales de libertad y autonomía". Eliminando aranceles y regulaciones, la economía marchará sobre ruedas y el pan nos esperará todos los días en la estantería del supermercado (y no en las estanterías vacías de la Unión Soviética). La idea es que la gente hace lo que hace para obtener algún beneficio, no es muy halagador pero es la realidad, es el principio rector que cohesiona la realidad "como una mano invisible". Esa es la paradoja, dice la autora.

Respecto a la "mano invisible" (todo lo mueve, lo controla todo, lo decide todo sin verla ni percibirla) es algo que surge de las acciones y decisiones individuales (una mano que hace girar el sistema desde el interior). Está en sintonía como que lo dijo el físico Newton y sus leyes del Sistema Solar (un dispositivo automático que giraba solo). En realidad, una vez descifradas estas leyes, la sociedad sería un reloj que funcionase a la perfección. De ahí surgió una economía lógica, racional y predecible.

La autora indica que "muchos queremos vivir en una economía de mercado pero no en una sociedad de mercado aunque lo uno va con lo otro". 

"Cuando Adam Smith se sentaba a cenar, pensaba que si tenía la comida en la mesa no era porque les cayera bien el carnicero y al panadero, sino porque estos perseguían sus propios intereses por medio del comecio. Era, por tanto, el interés propio el que le servía la cena. Sin embargo, ¿era así realmente? ¿Quién le preparaba, a la hora de la verdad, ese filete a Adam Smith? Él nunca se casó. El padre de la ciencia económica vivió la mayor parte de su vida con su madre, que se encargaba de la casa mientras un primo gestionaba las finanzas". La autora añade que la madre se mudó a vivir con su hijo a Edimburgo y que lo cuidó siempre. "Ella es la parte que Adam Smith pasó por alto", dice Marçal. El carnicero, el panadero y el cervecero tenían esposas, madres o hermanas que dedicaban horas a cuidar a los niños, limpiar el hogar, preparar la comida, lavar la ropa, servir de paño de lágrimas y discutir con los vecinos. "El mercado se basa siempre en otro tipo de economía que raramente tenemos en cuenta", dice la autora. Se queja de que nadie reconoce en el PIB el trabajo de la niña de 11 años que recorre todos los días 15 kilómetros para recoger agua o leña para su familia. El trabajo femenino en el hogar no se considera "trabajo productivo" en los modelos económicos estándar. "Fuera del alcance de la mano invisible se encuentra el sexo invisible", dice. Así como hay un "segundo sexo" hay una "segunda economía" que ayuda a hacer "el trabajo que cuenta".

La autora recalca: "Adam Smith logró responder la pregunta fundamental de la Economía solo a medias. Si tenía asegurada la comida no era solo porque los comerciantes sirvieran a sus intereses propios sino que también la tenía asegurada porque su madre se encargaba de ponérsela en la mesa todos los días". La economía se cimienta no solo en una "mano invisible" sino también en un "corazón invisible" (una visión demasiado idealizada de los deberes de la mujer, según dice Marçal). El cuento de Smith es que el egoísmo y la codicia, gracias a la mano invisible, se puede transformar en armonía y equilibrio.

Capítulo 2

La autora compara al "hombre económico" con el náufrago Robinson Crusoe como un emprendedor moderno libre de la opresión que tomaba decisiones óptimas: vive aislado (el consabido "ceteris paribus" de los economistas para aislar una variable sin que cambien las demás) y no se haya sujeto a leyes ni códigos sociales. Actúa solo movido por el interés propio. En el mercado, somos libres e independientes como Crusoe. Pero la autora replica que el náufrago usaba herramientas (hechas previamente por fabricantes) para hacer cosas en la isla y dominar la naturaleza. James Joyce lo describió como "terquedad, inteligencia lenta pero eficaz, apatía sexual y cálculo taciturno". La autora añade: "Robinson Crusoe es ante todo un paradigma del hombre económico, el Homo economicus.

Según la autora, la ciencia decidió que su objeto de estudio iba a ser el individuo y precisó crear un relato simplificado acerca de cómo este individuo actuaba. Así nació el modelo de conducta humana que ha definido nuestro pensamiento económico". El hombre económico es seductor, se guía por el sentido común y es racional y tiene un deseo ilimitado de poseer cosas y elige ante la escasez según un coste de oportunidad o preferencias, y también es enormemente predecible (lo que se puede expresar matemáticamente) y preverse su comportamiento. Lucha y dice: "Esto es mío". Los modelos estándar de los economistas dicen que esta persona, básicamente, es la esencia de lo que somos. "Al final de la película, el hombre económico cabalga siempre solitario hacia el atardecer". Por ello, critica la autora, "los sentimientos, el altruismo, la compasión y la solidaridad no forman parte de las teorías económicas estándar". Sin abejas egoístas no hay miel. El egoísmo y la codicia como valores morales. No hay sociedad, solo individuos.

La autora lamenta que el "cuento bonito" del mercado que iba a traer paz y armonía gracias al comercio impulsado por el egoísmo desembocó en dos guerras mundiales, experiencia que demuestra que el hombre no es tan simple.

Capítulo 3

La autora indica dónde encaja la mujer en el libre mercado: "Mientras el hombre ha representado el interés propio, la mujer ha venido a representar el frágil amor que debe ahorrarse y preservarse. Mediante su exclusión". Criar a hijos o lavar la ropa no eran bienes tangibles que se pudiesen intercambiar por lo que el trabajo femenino (tareas del hogar cíclicas) se volvió invisible. Gary Becker empezó a cuantificar ese trabajo doméstico, la discriminación y la vida familiar en sus modelos económicos (algo que criticó el filósofo Foucault). Los economistas de Chicago razonaron: ¿Por qué la mujer se casa? Para maximizar sus beneficios ¿Por qué la gente se divorcia? Para maximizar sus beneficios. ¿Por qué trae hijos al mundo? Para maximizar sus beneficios. Si las mujeres ganaban menos era porque merecían cobrar menos pues el mercado siempre tenía razón (tenían salarios bajos porque eran menos productivas porque en vez de ver la tele como el hombre tras volver del trabajo se dedicaban a hacer tareas domésticas y se cansaban más). La autora replica que muchas mujeres estudiaron pero siguieron ganando menos y ve discriminación. Añade que no hay nada que la haga más adecuada biológicamente para el trabajo doméstico. Aunque se piense que especializar los trabajos y dedicarse la mujer al hogar para maximizar la utilidad familiar tiene un pero: el hombre trae el dinero y hay un desequilibrio de poder.

El hombre económico (racional y conquistador del mundo) se contrapone a la mujer (con sentimientos. dependiente, afectuosa, abnegada): "Alguien tiene que cocinar ese filete para que Adam Smith pueda decir que quien cocina el filete no importa", dice la autora.

Capítulo 4

La autora examina el "crecimiento económico", una solución a la crisis impulsada por Keynes. El objetivo era salir de la pobreza y luego dedicarnos al arte de vivir bien y deshacerse del hombre económico, al que veía como un individuo con tendencias criminales y patológicas que daban escalofríos. Pero una vez que fuimos ricos, el sueño no se ha cumplido y la sociedad sigue obsesionada con la economía (el hombre económico no se ha hecho a un lado, ha tomado el mando).

La autora critica libros como Freakonomics, donde explica la vida cotidiana (como encontrar pareja) desde los incentivos económicos. El libro defiende que la lógica del mercado explica todos los aspectos del ser humano, nuestro pensamiento y conducta. Se aplica a todo: al placer, al arte... en vez de examinar cómo funcionan realmente los mercados (demasiado inclinados hacia los más ricos, dice la autora). Ser libre es como decir que no se tiene nada que perder.
 A pesar de todo ello, los problemas económicos en el mundo están lejos de ser resueltos (países ricos y otros en extrema pobreza, donde se defiende que países pobres acepten industrias contaminantes o residuos tóxicos porque es lo "más racional". Pero aunque la lógica económica es impecable y aplastante, el razonamiento es demencial).

Capítulo 5

La autora examina el trabajo femenino. Al entrar en el mercado remunerado, la mujer se ha liberado de parte de las tareas domésticas (que aunque requieren un gran esfuerzo, como carretar 10 kilómetros un cubo de agua o buscar leña para el fuego, no son incluidas en las estadísticas del PIB. Hay un chiste de economistas: Si un hombre se casa con su ama de llaves, disminuye el PIB). Allí, la mujer también se convierte en un hombre económico y demostrar su valía, lo que es una forma de excluirla. En Canadá, calcularon que el trabajo no remunerado en casa supone el 30 % del PIB.

A ello se suma la depresión de las amas de casa ricas y de las estudiantes con más altas calificaciones por la sensación de no estar a la altura, las mujeres de Occidente se sienten más desgraciadas en las últimas décadas (Se les dice: sé más firme y enérgica en tu trabajo, reduce tu jornada laboral, encuentra la pareja adecuada, organízate mejor, simplifica tu vida, vacía y ordena tu bolso, practica tu yoga y mira el reloj). [ nota del lector: y ahora ordena tu armario según las técnicas de la japonesa Mari Kondo] La autora añade: La mujer se convierte en una bomba de fertilidad que estalla justo cuando va a ser ascendida en su trabajo. O lo haces todo o eres una inúltil, parece ser el mensaje. Se las incitó a competir (como haría un hombre) en vez de dejarlas ser ellas mismas.

Capítulo 6

Examina la introducción de los cálculos y modelos matemáticos en la guerra (calcular la posición futura de un avión para derribarlo a cañonazos) o en la economía (actividad financiera convertida en casino, teoría de juegos en la que el mercado es puro azar y no tiene memoria, de forma que no se pueden formar burbujas porque el mercado las corregirá). Pero la autora replica que la economía no es física pura pues los mercados dependen de personas que tienen sentimientos y las hace impredecibles.

Este razonamiento se basa en tres axiomas: 1) los inversores y compradores son racionales 2) todo el mundo tiene acceso a la misma información y la interpreta de las misma manera 3) ambas partes adoptan sus decisiones de forma independiente sin influencia mutua.
Por tanto, el mercado es eficiente se erige como una inteligencia colectiva superior que nos dirige, disciplina y no puede estar equivocado. La teoría matemática lo expresa como una oferta y demanda. Pero todo esto funciona en un mundo estático, solo es una historia reconfortante para no tener que hacer colas como en la antigua URSS, dice la autora. "El mercado eficiente es el mayor error de la historia económica financiera", dice. Hasta George Soros dice que el mercado funciona mal "siempre". El 15 de septiembre del 2008 se acabó con esas teorías del mercado.



Capítulo 7

La autora echa un vistazo a cómo se desarrolló la crisis del 2008 en la que la economía financiera estaba automatizada por programas robotizados. Recordó que la economía se basa en "el cuerpo humano; hay cuerpos que trabajan, cuerpos que necesitan cuidados, cuerpos que crean otros cuerpos, que nacen, mueren, tienen sexo y una sociedad que organiza esto".

Capítulo 8

La autora comenta que psicólogos como Kahneman y Tversky que estudiaron cómo el hombre se preocupa más por minimizar los riesgos y las pérdidas que por maximizar los beneficios. Preferimos que las cosas sigan igual y no ganemos nada. "Las personas reales estamos dispuestas a cooperar, el hombre económico solo lo hace cuando sale ganando algo", dice. Recalca que las personas reales no son egoístas. Solo los niños de parvularios agarran todo lo que pueden, como el hombre económico. "No existe sociedad humana cuya fuerza sea la codicia y el miedo, el interés propio y la racionalidad; una sociedad así nunca funcionaría", dice. Dice que el mercado (tras las crisis de los 90 y del 2008 que nadie previó) ha generado muchos fallos y "está lejos de ser un armonioso reloj sino que es más complicado. En el mejor de los casos es una simplificación, en el peor, una alucinación total".

Capítulo 9

La autora relata cómo "los mercados" son una parte más del mundo y "hablan" y se pronuncian como si tuvieran emociones humanas sobre cualquier cosa.Si están deprimidos, la sociedad les hace ofrenda de dinero (inyección de capital público) para que sigan funcionando. El consumo es su sangre.
El mercado se aplica incluso para explicar el comportamiento de una esposa y un marido: ella puede "incentivarle" con 3 noches de pasión para que él llegue más contento del trabajo. Pero la autora dice que la sexualidad es un juego y no un sistema de recompensas ni un instrumento para hacer feliz al hombre. Se puede "disfrazar" pero es algo muy antiguo. Estas compensaciones pueden dar resultados perversos y cambiar la naturaleza de la situación (padres que llevan más tarde a los hijos a la guardería, profesores que inflan las notas de sus alumnos porque cobran por resultados, accionistas que recompran sus acciones porque les pagan por subir su valor y vecinos de Suiza que aceptan por compromiso ciudadano instalar una planta nuclear en su barrio pero que se niegan si se les ofrece dinero). "El hombre económico acaba con las consideraciones morales, emocionales y culturales; los principios de mercado no explican las cosas importantes de la vida", dice la autora.

Capítulo 10

La autora enumera diversas acciones solidarias de las mujeres, como las enfermeras británicas de la guerra de Crimea. Aunque trabajaban por solidaridad también querían cobrar un salario sin pensar que eso fuese indecoroso. Pero el cuidado de los demás puede desaparecer como satisfación si se añade la motivación del dinero. Pero también es cierto que el dinero es una forma de valorar ese trabajo, y por ello, las mujeres trabajadoras también quieren cobrar lo mismo que los hombres. Para preservar el amor y los cuidados hay que apoyarlos con recursos. Deberían haber reorganizado la economía en torno a lo que era importante para la gente.

Capítulo 11

La autora relata que distintas teorías neoliberales (como la curva de Laffer de desempleo e inflación y la teoría del goteo: si a los ricos se les rebaja impuestos, a los pobres les irá bien aunque en realidad aumentó la desigualdad) se vendieron como la "única alternativa" pero ella replica que "efectivamente no hay ninguna alternativa si seguimos intentando parecernos al hombre económico.


Capítulo 12

Relata el éxito de Dubai, país que funciona como una empresa y donde los políticos se adaptan a lo que piden las empresas. Más que "laissez-faire" (que el Gobierno no interfiera en la economía), lo que quieren los neoliberales es guiar al Gobierno para que apoye la economía y difunda unas instituciones y leyes favorables que faciliten la competición y el comportamiento racional. Los políticos deben estar ocupados satisfaciendo las necesidades del mercado. Se introdujo el concepto de "capital humano", donde el obrero que recibe formación es una inversión (para Foucault, el obrero ya no vende su trabajo sino que se convirtió en un emprendedor de sí mismo, en una máquina) . En el neoliberalismo no hay trabajadores sino individuos. Si tienes éxito: invertiste bien, si fracasas, invertiste mal. Ha cambiado la noción de lo que significa ser un humano.

Capítulo 13

Decir que el hombre es un individuo está solo (un feto que flota en el espacio) es una fantasía. No es autosuficiente ni concuerda con la realidad.


Capítulo 13, 14, 15 y 16

En definitiva, la teoría económica actual es la visión corcondante con la élite dominante. Una visión en la que no hay mujeres. La economía más que ciencia es una religión y los economistas son sus sacerdotes que nos dicen que hay que tener fe respecto a sus ciegas suposiciones.

Sostiene que la teoría económica es más de lo mismo: el hombre económico domina gracias a su masculinidad. Todo lo demás (justicia, igualdad, servicios sociales) está subordinado a los beneficios. Es una visión discriminatoria hacia la mujer.

Concluye que el enfoque feminista es útil al buscar una solución a nuestros la desigualdad, al crecimiento de la población, las prestaciones sociales, la cuestión medioambiental, la escasez de cuidadores y va mucho más allá de la exigencia de los derechos de la mujer. Dice que la revolución feminista solo se ha consumado a medias y la economía debe ajustarse a la realidad.


sábado, 8 de diciembre de 2018

CÓMIC EN COLOR: resumen del libro "La riqueza de las naciones", de Adam Smith (1776)


CÓMIC EN COLOR

RESUMEN DEL LIBRO "LA RIQUEZA DE LAS NACIONES" DE ADAM SMITH (1776)

Autor del cómic y resumen: E.V.Pita (2018)

CÓMIC EN COLOR: Resumen del libro "La riqueza de las naciones", de Adam Smith (1776) / autor del resumen y cómic: E.V.Pita (2017
CÓMIC EN COLOR
 Resumen del libro "La riqueza de las naciones", de Adam Smith (1776)
Autor del resumen y cómic: E.V.Pita (2017)


Picar aquí para descargar en PDF el cómic en color del resumen del libro "La riqueza de las naciones". de Adam Smith (1776)

Para ver el PDF del cómic en color del resumen del libro "La riqueza de las naciones". de Adam Smith (1776), hacer clic en el siguiente link:
https://eleconomistavago.files.wordpress.com/2018/12/adamsmith22.pdf

viernes, 17 de agosto de 2018

Resumen exprés en cómic del libro "Acabad ya con esta crisis!" de Paul Krugman (2012)

Resumen en cómic del libro: 


"Acabad ya con esta crisis!", de Paul Krugman (2012)

El premio Nobel de Economía Paul Krugman critica en su libro publicado en el 2012 las políticas de austeridad y recortes que estaban realizando los gobiernos ante lo que él consideraba una crisis de escasez de demanda. Propuso estimular la demanda y la reducción de la deuda con políticas de aumento de la inflación y del gasto público.

"Acabad ya con esta crisis!" (Paul Krugman, 2012)  / Resumen y cómic de E. V. Pita (2018)
Versión del cómic en blanco y negro
"Acabad ya con esta crisis!" (Paul Krugman, 2012)  / Resumen y cómic de E. V. Pita (2018)
Versión del cómic a todo color


CÓMIC EN COLOR EN PDF: 

El cómic a todo color se puede descargar en formato PDF en:

El resumen original del libro está en el siguiente link:

Resumen, comentarios y anotaciones por E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología.



"Axabad ya con esta crisis!" (Paul Krugman, 2012)  / Resumen y cómic de E. V. Pita (2018)
Cómic a color del resumen del libro "Acabad ya con esta crisis!", de Paul Krugman (2012)

Autor de resumen y cómic: E.V.Pita (2018)


El cómic en color se puede descargar en formato PDF en:


Resumen: "Acabad ya con esta crisis!", de Paul Krugman (2012)

Resumen del libro "Acabad ya con esta crisis!", de Paul Krugman (2012)



"Acabad ya con esta crisis!" (Paul Krugman, 2012)  / Resumen y cómic de E. V. Pita (2018)
Cómic a blanco y negro del resumen del libro "Acabad ya con esta crisis!", de Paul Krugman (2012)

Autor de resumen y cómic: E.V.Pita (2018)


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DESCARGA TODA LA NOVELA GRÁFICA EN PDF
https://evpitawriting.files.wordpress.com/2018/08/10libroseconok2.pdf




Resúmenes de diez libros de economía clave para entender la Gran Crisis del 2008.


Descarga de la novela gráfica en PDF en el siguiente link:



Resumen, comentarios y anotaciones por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.


lunes, 14 de diciembre de 2015

"La gran brecha", de Joseph E. Stiglitz (2015)

Resumen de "La gran brecha", de Joseph E. Stiglitz (2015)


Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2015/12/la-gran-brecha-de-joseph-e-stiglitz.html

Resumen por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, Estructura Económica, Economía Política, desigualdad, distribución de la riqueza, renta, pobreza

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Título: "La gran brecha"

Título en inglés: "The Great Divide"

Autor: Joseph E. Stiglitz

Editorial en inglés: Penguin Random House, 2015

Páginas edición inglesa: 425

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Biografía del autor (2015)

Joseph E. Stiglitz fue jefe de Economía en el Banco Mundial hasta enero del 2000. Es el profesor de la Columbia Business School y jefe del Management Board y director de los programas de titulación de verano, del Brooks World Poverty Institute de la Universidad de Manchester. Ganó el premio Nobel de Economía en el 2001 y entre sus obras se encuentran ("La globalización y sus descontentos", "The Roaring Nineties", "Making Globalization Work", Caída Libre ("Freefall") y "The Prize of Inequality" ("El precio de la desigualdad"), todos publicados por Penguin.

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Texto de la solapa (edición inglesa)

¿Por qué la desigualdad se ha incrementado en el mundo Occidental y qué podemos hacer sobre ello? En La Gran Brecha, Joseph Stiglitz expande su diagnóstico que él ofreció en su best-seller "El Precio de la Desigualdad" y sugiere caminos para contener este problema de crecimiento. Con su característica dosis de claridad y pasión, Stiglitz argumenta que la desigualdad es una elección (el resultado acumulativo de injustas políticas y equivocadas prioridades.

En estos ensayos, artículos y reflexiones, Stiglitz hace una completa exposición de la desigualdad, desde su dimensión y sus causas y consecuencias para el mundo, lo que está afectando a América y otros países occidentales esclavizados por el neoliberalismo. Desde la era de las políticas de Reagan hasta la Gran Recesión y sus prolongadas secuelas, Stiglitz profundiza en el proceso de las políticas irresponsables (desrregulación, rebaja de impuestos para los ricos, la corrupción del proceso político) que está dejando a mucha gente cada vez y cada vez más atrás y convirtiendo el sueño de una sociedad con movilidad social en un cada vez más inalcanzable sueño.
Con una aún formidable visión económica, él urge a abrazar soluciones reales: incrementando los impuestos a las corporaciones y a la riqueza, invirtiendo en educación, ciencia e infraestructura, ayudando a los propietarios de las casas en vez de a los bancos, y, lo más importante, haciendo más esfuerzos para restaurar la economía del pleno empleo.

El análisis de Stiglitz va más allá de América (la líder de la desigualdad en el mundo desarrollado) para mostrar soluciones desde Dinamarca, Singapur y Japón. Él argumenta contra la marea de lo innecesario, la austeridad destructiva que está barriendo Europa.

Por último, Stiglitz cree la elección no está ente crecimiento y justicia; con las políticas correctas se pueden elegir ambas.

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ÍNDICE (traducción de la versión inglesa)

Mostrando Cracks

Las consecuencias ecónomicas de Mr. Bush

Capitalistas tontos (Capitalist Fools, en la versión original)

La anatomía de un crimen:

¿Quién asesinó a la Economía de América?

Cómo salir de la Crisis Financiera

Parte 1

Gran pensamiento

Del 1 %, por el 1%, para el 1%

El porcentaje del 1 %

Bajo crecimiento y desigualdad son las alternativas políticas

Podemos elegir alternativas

La desigualdad se globaliza

La desigualdad es una elección

Democracia en el siglo XXI

Falso capitalismo (Phoni Capistalism)


PARTE 2

Reflexiones personales

Cómo el Dr. King compartió mi trabajo en Economía

El mito de la Edad Dorada de América


PARTE 3

Dimensiones de la desigualdad

La igualdad de oportunidades, nuestro mito nacional

La deuda estudiantil y el aplastamiento del Sueño Americano

Justicia para algunos

El única solución al problema de la vivienda que queda: refinanciación de las hipotecas

Desigualdad y la infancia americana

Ebola y desigualdad


PARTE 4

Causas del crecimiento de la desigualdad en América

Socialismo americano para los ricos

Un sistema de impuestos amontonados sobre el 99 %

La globalización no es solo acerca de los beneficios; trata también de los impuestos

Falacias de la lógica de Romney


PARTE 5

Consecuencias de la desigualdad

El lección equivocada de la bancarrota de Detroit

No confiamos en nadie


PARTE 6

Política

¿Qué política ha contribuido al gran muro económico?

¿Por qué Janet Yellen, no Larry Summers, debería liderar la FED?

La locura de la política alimentaria

En el lado equivocado de la globalización

La farsa del libre comercio

Cómo la propiedad intelectual refuerza la desigualdad

La evidente sabia decisión india

Eliminado la desigualdad extrema: un crecimiento sostenible del 2015 al 2030

La crisis postcrisis

La desigualdad no es inevitable

PARTE 7

Perspectivas regionales

The milagro de Mauricio

Las lecciones de Singapur para una desigual América

Japón debería estar alerta

Japón es un modelo, uno un cuento con moralejo

El mapa de ruta de China

Reformando el estado chino - Balance del mercado

Medellín; una luz en las ciudades

Delirios americanos se hunden

Indepedencia escocesa

Depresión española


PART 8

Poniendo a América de nuevo al trabajo

Cómo poner a América de vuelta al trabajo

Desigualdad está frenando la recuperación

El libro de Jobs

Escasez en el mundo de Era de la Abundancia

Giro a la izquierda para el crecimiento

El enigma de la innovación

Epílogo

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Comentarios iniciales:

Stiglitz señala que es inegable que un gran muro divide a los americanos, separando a los ultrarricos que suponen el 1 % de la población y el resto. Recuerda que en el más profundo de la Gran Recesión, decenas de millones de personas están preocupado por perder su casa y otro millones ya los perdieron.

Señala que ese 1 % ( y sobretodo el 0,1 %) debate otros temas como pensar en la clase de avión jet que comprar, en qué paraíso fiscal guardar sus beneficios para ahorrar impuestos o quejarse del ruido que hace el helicóptero de su vecino. Stiglitz recuerda que en una fiesta de cena con varios miembros de esa élite, un bimillonario (con una fortuna heredada) se quejó de que los americanos eran unos perezosos que quería un pase libre por parte del resto de americanos. Estos plutócratas tenian presente a María Antonio y la guillotina ante los riesgos de permitir que aumentase la desigualdad en exceso. Para Stiglitz, el mensaje del libro está claro: el nivel de desigualdad de América no es inevitable ni el resultado de las leyes de la economía. Stiglitz cree que la desigualdad es cosa de los políticos y los ultrarricos tienen algo que ver en todo esto.

Stiglitz pasa luego a contar su vida modesta en la que sus padres debían ahorrar y comprar la ropa en los "outlets". Sus padres, profesora y asegurador, lo dejaban al cuidado de una señora que era más pobre y con menos oportunidades. Eso llevó a Stiglitz a estudiar con los premios Nobel Paul Samuelson y Robert Solow, como directores de su tesis de doctorado.

Fue en el 2011, cuando él escribió un artículo en Vanity Fair en la que él habló del 1 % y del restante 99 %. Eso se convirtió en el lema del movimiento Occupy Wall Street.

Stiglitz señala que la Gran Recesión era algo que se veía venir desde el 2004. Él ya advirtió del excesivo endeudamiento. El problema se remonta a 1999 cuando estalló la burbuja de las empresas Punto.com, Estados Unidos entró en recesión y Bush lo arregló con un recorte de impuestos a la riqueza (la idea es que los ricos harían inversiones). La inyección de dinero estimuló la economía pero el dinero se empezó a mover desde la base de la pirámide a la cumbre, sin que los ultrarricos gastasen más dinero. La FED inició una política de bajas tasas de interés y regulaciones laxas, pero eso solo ayudó a crear una burbuja del ladrillo. El 80 % de los americanos se gastaron el 110 % de sus ingresos. En el 2005, el país estaba endeudado hasta el cuello respecto a prestamistas del exterior. La FED subió los intereses y Stiglitz anticipó que la burbuja iba a reventar. Ocurrió 3 años después.

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Críticas a Krugman-Stiglitz-Summers
James K. Galbraith, en su libro The End of Normal (2014) (resumen en: http://evpitasociologia.blogspot.com/2015/12/the-end-of-normal-el-fin-de-lo-normal.htmlcritica los argumentos de los neokeynesianos.

El autor llega a estas conclusiones: la receta keynesiana y el New Deal (gran gasto público para estimular la demanda agregada) fue decisivo para salir de la recesión en los años 30 pero esa receta no tiene por qué funcionar siempre ni en todas las circunstancias. Es la crítica que les hace al trío neokenesiano Krugman-Stiglitz-Summers, que han defendido una solución keynesiana para la salida de la Gran Crisis del 2008.

Por una parte, James Galbraith sostiene que la nueva economía tecnológica ha ido eliminando puestos de trabajo. Aunque esta generación de paro no fue patente en los 80 o 90, es evidente en el 2015. Por otra parte, las empresas tampoco van a renunciar a una reducción de costes, algo que todo el mundo acepta porque los productos salen más baratos y la informática genera una gran eficiencia. A esto se suma que la reducción de costes conlleva una reducción de beneficios, de forma que el dinero no se hace en la industria sino en las finanzas, que es un tipo de riqueza ficticia. Lo que se observa en el PIB es que este no crece, pasan los años y sigue el estancamiento. James Galbraith opina que nadie va a querer renunciar al Estado de Bienestar, porque es un seguro para todos, por lo que se van a mantener pero con unos crecimientos cero, con una combinación de altos impuestos y déficit de gasto. El autor cree que este el escenario de la economía informática: menores salarios, menores beneficios, bajo o nulo crecimiento del PIB y un Estado de Bienestar amplio para acoger a los parados que deja la tecnología. Con una clase media debilitada, aumentar la demanda agregada no tiene sentido porque la gente prefiere ahorrar que consumir ante la situación de incertidumbre y crisis cíclicas.

Otras cuestiones que comenta James Galbraith es que se están haciendo una gastos en defensa que parecen poco realistas. Pone por ejemplo, que la construcción de bombarderos estratégicos no tiene sentido en las actuales guerras pero resultan carísimos, lo mismo que el armamento nuclear. Se trata de gasto público que a lo mejor habría que recortar para rebajar el déficit.

Sostiene que las políticas que piden rebajar el déficit público en EE.UU. no tienen sentido porque es un país muy grande que necesita continuamente hacer gastos pero que este tipo de economía sí podría resultar en pequeños países (cita a España o Portugal por los ajustes de los años 80 y 90).