Mostrando entradas con la etiqueta decrecimiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta decrecimiento. Mostrar todas las entradas

domingo, 21 de enero de 2024

"Sin energía", de Antonio Turiel (2022)

 Resumen del libro "Sin energía", de Antonio Turiel (2022)

Resumen original y actualizado en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2024/01/sin-energia-de-antonio-turiel-2022.html

Resumen elaborado por E.V. Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, crisis energética, decrecimiento, crecimiento, combustibles fósiles, energía renovable

............................................................................................................

Ficha técnica

Título: "Sin energía"

Subtítulo: Pequeña guía para el Gran Descenso

Autor: Antonio Turiel

Fecha de publicación: 2022

Editorial: Alfabeto, Madrid, 2022

Páginas: 105

............................................................................................................

Biografía de Antonio Turiel

Antonio Turiel (León, 1970) es científico y un conocido divulgador de los problemas de sostenibilidad de nuestra sociedad. Licenciado en Física, en Matemáticas y doctor en Física Teórica, es investigador científico en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, CSIC. Su investigación se ha centrado en la turbulencia y en la oceanografía por satélite, aunque también es experto en el ámbito de los recursos naturales. Su blog, The Oil Crash, es una de las grandes referencias en castellano sobre el problema del cenit del petróleo. Es también autor de Petrocalipsis (2020), igualmente publicado por Editorial Alfabeto.

............................................................................................................

Texto de la contraportada

"Pandemia, crisis de suministros, falta de chips, inflación, guerra, sequía, cambio climático, crisis energética... Las noticias son cada día más preocupantes; parece que hemos entrado en una espiral de decadencia y miseria. ¿Cuánto más podremos aguantar? ¿Es cierto que el colapso es inevitable?

Tal como anunciaba Antonio Turiel en su primer ensayo, el Petrocalipsis ya está aquí. Lo notamos al llenar el depósito del coche, cuando nos lo pensamos dos veces antes de encender el aire acondicionado, cuando cierran negocios; pero, sobre todo, lo notamos a final de mes. Y esto no se ha acabado: estamos entrando en una fase de aceleración. El descenso energético es una realidad apremiante y que anticipa un futuro muy oscuro. Si queremos prevalecer, si queremos evitar el colapso, necesitamos hacer muchos cambios, desde el sistema productivo hasta el modelo de sociedad. Y tener una guía para entender qué está pasando ahora mismo, por qué y cómo evitar lo peor".

............................................................................................................

ÍNDICE

1. Prólogo

2. Crisis anidadas

3. Crisis del diésel

4. Crisis de materiales

5. Crisis alimentaria

6. Espiral inflacionaria

7. El (último) asalto del REI

8. El Gran Apagón

9. Neocolonialismo energético

10. Construyendo alternativas

11. Biografía escogida

............................................................................................................

RESUMEN

El autor Antonio Turiel sostiene que la crisis energética empezó en el 2019 (antes del 2020, como se piensa) porque ya hemos llegado al pico de producción del petróleo (2005-2015) y que ha comenzado el descenso de producción, por lo que cada vez habrá menos petróleo y diésel disponible, lo que ya se ha visto desde la crisis postpandemia, y no ve alternativas (el "fracking" no da para más, el hidrógeno verde es más caro producirlo que el uso que se le puede dar, la eólica y la solar generan problemas de estabilidad en la red eléctrica). Prevé una lenta fase de decrecimiento involuntario por falta de combustible y de opciones disponibles. Sostiene que mediante el ahorro (o un obligado recorte) en los consumos de alimentos y transporte (coche invidual, barco) se podrían estirar unas décadas más el modo de vida actual. Si en su libro Petrocalipsis se centraba en la crisis energética de fin de siglo, en este aborda la próxima década, o en el horizonte del 2025, con un descenso de la producción que va parando la economía (a no ser que surjan soluciones).

El autor prevé un Gran Apagón antes del 2025 (ya lo preveía en el 2023, lo que no ocurrió) por problemas eléctricos de tensión en distintos países como Alemania o Austria al tener que estabilizar la red por la producción de las eólicas (el suministro de electricidad en Europa del Norte no es estable, hay muchos picos con subidas y bajadas en función de la fuerza del viento; en España, sería en función de la luz solar). Se intenta estabilizar la red eléctrica con la producción de las térmicas.

El libro arranca con el parón del 2021 y 2022 (la postpandemia) y la crisis de materiales, en la que las fábricas han sufrido escasez de materiales (incluidos los chips). El autor dice que el encarecimiento de las materias primas es muy difícil de atribuir a la pandemia y cree que tiene que ser algo "más estructural" y todas estas crisis son distintas caras de la misma moneda. Dice que en el 2005 la producción de petróleo crudo tocó máximos (70 millones de barriles diarios). Estuvo una década estancada y ahora empieza a caer (no se sabe cuánto, porque se presentan conjuntamente con los llamados "petróleos no convencionales").Dice que da igual cuántas reservas queden (muchas no son explotables económicamente) porque para mantener nuestro nivel de vida hace falta un flujo constante de petróleo.

Otra teoría económica (la infinita sustituibilidad de los factores de producción) no se puede mantener porque aunque el petróleo se sustituyese por carbón o gas, hay un tope que no se puede quedar. Por encima de 120 dólares, causaría recesión, por lo que es el precio más caro para pagar. Según el autor, aunque las productoras culpan a la "regulación verde", en realidad "el negocio hace agua".

Hay un efecto contagio que afecta al petróleo, el diésel (tocó su techo en el 2015 y ya hay muchos países que están haciendo restricciones, y la escasez será cada vez más evidente), y aunque hay intercambiabilidad (pasar del fueloil al gas), esto lo que genera es que todos estén alcanzando su cénit. Cree que habrá efecto rebote al fuel oil y generará "pobreza energética" en Europa.

Respecto a la crisis de los chips, el autor explica que los chips no eran los de los ordenadores sino los de los coches (cuyas ventas bajaron de 100 millones a 75 en pocos años), no hay exceso de demanda sino falta de oferta y también a los problemas en la cadena de suministros (porque los camioneros están cobrando menos de lo normal porque las empresas intentan recortar gastos). Los costes de producción encarecen la explotación de los materiales (cobre, etc... que gastan mucha energía). En el caso del cobre, podría llegar a su techo en el 2035 pero es precisamente el material que más se necesita para la electrificación de la economía. Y por otra parte, para los chips se necesita zafiro azul (controlado por Rusia) y láseres de xenón (producidos por Ucrania).

La crisis alimentaria podría estar relacionada con los problemas de la explotación agrícola por la caída de la producción de fertilizantes nitrogenados y el diesel, a lo que se suma un clima inestable e impredible, dice el autor. Si los precios de los alimentos siguen subiendo, el autor teme revueltas en los países más pobres.

Respecto a la espiral inflacionaria, el autor comenta que es cierto que si falta alguna materia, los precios de los combustibles suben pero, como ya comentó antes, luego se estancan porque nadie está dispuesto a pagar más, buscan un sustituto (efecto reemplazo) y empiezan a bajar. Eso es lo que ha ocurrido en todas las crisis de petróleo. Además, la alta volatilidad ahuyenta a los inversores. Cree que en períodos de escasez, no es tanto los precios altos como la falta de asequibilidad. A finales del 2022, el presidente de Francia, Macron, anunció a los franceses "el fin de la era de la abundancia", lo que supone una importante intervención en el mercado para contrarrestar la falta de asequibilidad.

La solución parecía venir de la energía Renovable Eléctrica Industrial (REI). El autor dice que intentar concentrar la energía renovable (que es dispersa) equivale a "fosilizar" las renovables. Y aún así hay un 70 % de energía que va a ser difícil electrificar y, además, el 50 % de lo que cuesta hacer el cambio habrá que devolverlo porque cree que el REI ha fracasado estrepitosamente (porque cuando hace sol todas producen a la vez o hace viento, lo mismo, y esa energía no se puede almacenar a la vez, y cuando hay un parón no se puede producir) y que se necesitan infraestructuras más resilentes.

El vaciado de los embalses del 2022 no se debió tanto al precio del gas sino a que era necesario estabilizar la red eléctrica con la energía procedente de las renovables. Esto podría dar lugar a averías y a un Gran Apagón (el autor predecía alguno para el 2023, que no hubo). Augura importantes problemas eléctricos.

Finalmente, el autor, habla del neocolonialismo energético (por ejemplo, que Alemania importe hidrógeno verde como pilar del REI y elogiado por Jeremy Riffkin; la idea es encargárselo a países pobres que lo compra a precio por debajo del coste, porque generar hidrógeno es más caro que los combustibles fósiles que se usan).

Las alternativas de Antonio Turiel serían :

- Reducir el transporte de combustible (se gasta el 40 % en transportarlo), lo que se puede lograr reduciendo el consumo.

- Recuperar alimentos (el 30 % va a la basura intactos)

- Reducir el uso del coche particular (el 25 % de la gasolina va al coche)

- Reducir el transporte por carretera

- Reducir el consumo de ropa

- Acabar con la obsolescencia programada en la electrónica

El autor dice que el problema del metabolismo energético y material de la sociedad no es un problema de recursos sino del modelo de crecimiento económico (tanto capitalista como otros sistemas, donde lo importante es subir el PIB)








miércoles, 19 de julio de 2023

"Menos es más", de Jason Hickel (2021)

 Resumen del libro "Menos es más", de Jason Hickel (2021)

Resumen original y actualizado en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/07/menos-es-mas-de-jason-hickel-2021.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, economía, decrecimiento, postcapitalismo, cambio climático

.............................................................................................................

Ficha técnica

Título: "Menos es más"

Subtítulo: Cómo el decrecimiento salvará el mundo

Título en inglés: Less is More: How Degrowth Will Save the World 

Autor: Jason Hickel

Publicación en inglés: 2021

Publicación en español: Capitán Swing Libros SL, Madrid, 2023

Número de páginas: 310

.............................................................................................................

Texto de la contraportada

"Nuestro planeta está en problemas, pero ¿cómo podemos revertir la crisis actual y crear un futuro sostenible? El mundo ha despertado por fin a la realidad del colapso climático y ecológico, ahora debemos enfrentarnos a su causa principal. El capitalismo exige una expansión perpetua, que está devastando el mundo, y sólo hay una solución que conducirá a un cambio significativo e inmediato: el decrecimiento. Si queremos tener una oportunidad de detener la crisis, tenemos que frenar y restablecer el equilibrio. Cambiar nuestra forma de ver la naturaleza y nuestro lugar en ella, pasando de una filosofía de dominación y extracción a otra basada en la reciprocidad y la regeneración. Tenemos que evolucionar más allá de los dogmas del capitalismo hacia un nuevo sistema adecuado para el siglo XXI. ¿Pero qué pasa con el empleo? ¿Y la salud? ¿Y el progreso? Jason Hickel aborda estas cuestiones y ofrece una visión inspiradora de cómo podría ser una economía poscapitalista: una economía más justa, más solidaria y que no solo nos sacará de la crisis actual, sino que nos devolverá el sentido de conexión con un mundo rebosante de vida. Tomando menos, podemos llegar a ser más. Hickel nos muestra cómo podemos devolver a nuestra economía el equilibrio con el mundo vivo y construir un futuro mejor".

.............................................................................................................

ÍNDICE

Prólogo de Kofi Mawuli Klu y Rupert Read

Introducción. Bienvenidos al Antropoceno

Parte I. Más es menos

01. Capitalismo: los orígenes

02. El avance de la bestia

03. ¿Nos va a salvar la tecnología?

Parte II. Menos es más

04. Secretos del buen vivir.

05. Vías hacia un mundo poscapitalista

06. Todo está conectado

.............................................................................................................

RESUMEN

La idea de este libro surgió tras la crisis financiera del 2008 cuando el autor Jason Hickel y su esposa Guddi, una médico de la sanidad pública del Reino Unido, fueron a una conferencia de Paul Krugman en el 2012 en Londres y, al salir, hablaron sobre posibles soluciones para salir del atolladero. Hickel propuso como Krugman la receta del crecimiento económico y de que EE.UU. debía hacer un enorme estímulo gubernamental para volver a impulsar el crecimiento. Mientras paseaban Guddi se preguntó en voz alta si Estados Unidos necesitaba crecer más cuando había países que hacían más con menos (en el libro, el autor menciona como ejemplos a Costa Rica y Portugal, entre otros, con menos PIB que EE.UU. pero mayor nivel de esperanza de vida, que a fin de cuentas es lo que importa). El autor se dio cuenta de que estaba repitiendo el "mantra de siempre" del eterno crecimiento y se quedó intranquilo y se calló.

El antropólogo Jason Hickel defiende el decrecimiento como fórmula para reducir el impacto del cambio climático. Aclara que algunos críticos equiparan el decrecimiento con una nueva versión de la austeridad pero es "justamente lo contrario". Dice que la austeridad aboga por la escasez para generar más crecimiento mientras que el decrecimiento aboga por la abundancia para volver innecesario el crecimiento. "Si queremos evitar el colapso climático, el ecologismo del siglo XXI tiene que articular una nueva reivindicación: la reivindicación de una abundancia radical", dice el autor. La economía produciría menos pero porque se necesitaría menos y, en términos generales, habría una abundancia mucho mayor. Aunque el PIB disminuyese (y restase beneficios a una élite), la riqueza pública aumentaría, mejorando la vida del resto de la sociedad. Ve una paradoja: la abundancia se revela como el antídoto contra el crecimiento. "Neutraliza el propio imperativo del crecimiento, al permitirnos frenar la bestia [del consumismo capitalista] y liberar de su yugo al mundo viviente", dice Hickel. Recuerda unas palabras de Giorgos Kallis, en su libro Límites: "El capitalismo no puede funcionar en condiciones de abundancia". 

Entre las soluciones que Hickel propone para frenar el crecimiento económico antiecológico y converger hacia una economía postcapitalista figuran: 1) Poner fin a la obsolescencia programada 2) Limitar la publicidad 3) Pasar de la propiedad al usufructo 4) Acabar con el desperdicio de alimentos 5) Reducir el tamaño de las industrias ecológicamente destructivas. Otras soluciones consisten en reducir la jornada laboral (para ajustar el menor empleo al decrecimiento), reducir la desigualdad, desmercantilizar los bienes públicos y ampliar el procomún, aplicar una ley del jubileo para cancelar las deudas, crear dinero nuevo para una economía nueva y avanzar en la democracia (entendida como igualdad y bienestar de todos).

Para Hickel, el decrecimiento representa la descolonización, tanto de las tierras como de las personas y las mentes. Representa el descercamiento del procomún, la desmercantilización de los bienes públicos y la desintificación del trabajo y de la vida. Representa la descosificación de los seres humanos y de la naturaleza y la desescalada de la crisis ecológica. Es tomar menos de nuestro entorno y abrir un mundo de posibilidades: El decrecimiento "nos traslada de la escasez a la abundancia, de la extracción a la regeneración, de la dominación a la reprocidad y de la soledad y la separación a la conexión con un mundo efervescente de vida". Aboga por una relación con el mundo de reprocidad y cuidado frente a otra de dominación y extracción. 

En el capítulo 1,  Hickel describe cómo el ascenso del capitalismo requirió de la creación de escasez artificial (cercaron los montes comunales para obligar a los campesinos, que antes se autoabastecían en una economía de subsistencia, a trabajar en la industria y aceptasen trabajar con salarios bajos a riesgo de morir de hambre y mejorar la productividad a base de una fuerte competencia y a su vez unirse a la masa de consumidores). Esa lógica de la escasez artificial pervive hoy: los trabajadores se sienten amenazados por el desempleo, deben ser cada vez más disciplinados y productivos para eludir el despido o que lo reemplacen por alguien más desesperado. Pero si la productividad aumenta, se producen despidos y los Gobiernos se ven obligados a hacer políticas de crecimiento y los trabajadores les votan. El autor replica que esa productividad podría revertir en los trabajadores mediante salarios más altos y jornadas más cortas. Además, los beneficios del crecimiento van despacísimo hacia abajo, hacia los trabajadores (la promesa del goteo o de que todos los barcos suben con la marea alta). A ello se suma que la desigualdad genera una escasez artificial de bienestar (al envidiar al vecino). Y también hay escasez de tiempo libre que nos obliga a pagar empresas para hacer la comida, limpiar la casa, jugar con nuestros hijos, cuidar de los padres mayores. El exceso de trabajo genera estrés y eso alimenta la industria de los antidepresivos, pastillas para dormir, dietas, terapia de pareja, vacaciones caras, y cosas que no necesitamos, lo que obliga a trabajar más para pagar esos productos. La escasez también afecta a los bienes públicos después de la ola privatizadora de los años 80 de la educación, la sanidad, el agua, la vivienda, la seguridad social, etc... Ante esta escasez, la gente se ve obligada a adquirir servicios privados. Finalmente, la austeridad de 2008 socavó lo que que quedaba de bienes públicos y protección social (ayudas a jubilados, prestaciones de desempleo, salarios de funcionarios) para que los "vagos" se sientan amenazados por el hambre y vuelvan a trabajar.

El autor Jason Hickel explica que el capitalismo se basa en producir escasez artificial, lo que sirvió de motor para acumular capital, y, a pesar del mito, no genera muchísimas cosas ni abundancia. El crecimiento no se basa en satisfacer las necesidades humanas sino en evitar satisfacerlas. "Es irracional y ecológicamente violento", dice Hickel. Surgió con los cercamientos (la privatización de los montes de mano común o comunales) en el siglo XVIII y XIX, lo que generó numerosa mano de obra para la incipiente industria, con salarios bajos y jornadas extenuantes. Añade que el capitalismo no es similar al comercio (comprar barato y vender caro para generar un beneficio con el que ganarse la vida) sino que el dinero se emplea para generar una producción que genera más dinero y el cual ser reinvierte en la producción, y volver a reinvertir, o lo que es lo mismo el capitalismo necesita el crecimiento para acumular capital, porque el dinero no se usa para comer (valor de uso) sino para acrecentar el capital (valor de cambio). Y eso obliga a un continuo crecimiento.

Por otro lado, el capitalismo lleva adherido el llamado dualismo: la separación del cuerpo de la mente (al estilo cartesiano) y la separación del hombre de la Naturaleza. El cuerpo y la Naturaleza se convierten en "cosas" a las que subyugar y explotar. Dado que los recursos de la Naturaleza son gratis, se puede explotar y destrozar a coste cero, porque tampoco se paga por las externalidades (la contaminación de los ríos, mares y aire, el deterioro medioambiental, el cambio climático). Y esa explotación de la naturaleza se traduce en ir allí donde están los recursos naturales para cogerlos gratis, lo que en el siglo XIX derivó en una carrera colonialista por colonizar el Salvaje Oeste, África o Asia, esclavizando o explotando a los nativos, puesto que el hombre también es un "recurso humano". La tesis del libro es que el capitalismo impulsa un crecimiento continuo (del que son rehenes los países, ya que nadie quiere reducir su PIB sino aumentarlo cada año) que está devorando los recursos del planeta y llevando al colapso al medio ambiente. La solución pasaría por un decrecimiento, que no significa que un país deba reducir el PIB sino que solo produzca aquello que es necesario y no despilfarre.

El autor pone como ejemplo a Portugal, Costa Rica o Finlandia, que con un PIB muy inferior a Estados Unidos han logrado una mayor esperanza de vida gracias a que el Estado ha invertido en sanidad y educación para toda la población, la cual no tiene que estresarse para ganar más dinero ni trabajar más para pagar cosas básicas como el médico privado o la universidad privada. Según el autor, esos países, entre otros, demuestran que se puede hacer más con menos dinero y vendrían a avalar que no es necesario que el PIB siga creciendo indefinidamente sino que hay que distribuirlo entre todos. Añade que la felicidad tiene una barrera a partir de la cual nadie es más feliz por mucha riqueza que tenga y que todos son más felices si tienen la misma riqueza que sus vecinos y no hay competencia por exhibir su poderío económico. Por tanto, el autor propone evolucionar hacia otro tipo de economía más distributiva, en la que se invierta en sanidad y educación para todos, y donde el crecimiento enfermizo del PIB no es una preocupación porque lo que realmente interesa es que la economía sea sostenible y genere un bienestar general a toda la población y no a unos pocos. El crecimiento del PIB dejará de tener sentido y ya no preocupará lo más mínimo porque habrá otras mediciones distintas basadas en el medio ambiente o la salud y educación de los residentes.

Una de las soluciones que plantea Jason Hickel es cobrar en impuestos la mitad de sus ganancias al 0,1 % más rico del mundo (se recaudarían 19 billones de euros; la mitad bastaría para acabar con el hambre en el mundo). El autor aclara que los impuestos gravarían las rentas (lo que ingresan cada año) pero no la riqueza que ya poseen (165 billones). Poniendo impuestos a los ultrarricos, dice el autor, disminuiría el PIB por sí solo (habría decrecimiento) sin perjudicar a nadie y, además, mejoraría el medioambiente porque ya no viajarían tanto en su jet privado ni harían vacaciones a lugares lejanos.

Otras soluciones que aportó en su libro Divide fueron crear un salario mínimo interprofesional de alcance global (o al menos, que a nivel local sea el necesario para vivir). Otra idea es poner fin a la evasión fiscal con leyes que regulen el comercio transfronterizo y la contabilidad corporativa. También sugiere democratizar instituciones como el Banco Mundial o el FMI (ahora en manos de los países ricos que controlan el voto) para que el Sur global pueda participar en las decisiones que le afectan y ganar más dinero con sus exportaciones (1,5 billones de dólares más). Propone condonar las deudas odiosas para que los países pobres inviertan en educación y sanidad, poner fin a las expropiaciones de tierras por grandes empresas y repartir las tierras entre pequeños agricultores, reformar los regímenes de subvenciones (que dan ventaja a la rica industria agrícola). 

El autor añade que el relato del crecimiento del PIB es ideológico, una vez que se comprende la magnitud de las desigualdades a nivel nacional y mundial. Lo define como un conjunto de ideas promovido por la clase dominante que favorece sus intereses materiales y que el resto del mundo ha interiorizado como propios (hegemonía cultural). Con el crecimiento y el progreso humano, lo que las élites reivindican, dice el autor, es acelerar los mecanismos de acumulación. Algo de ese crecimiento mejora la vida de los pobres pero esto ya no es sostenible en una época de crisis ecológica, dice Hickel.

El autor insiste en que el crecimiento del PIB mide la salud del capitalismo pero no la situación real de la población, ya que mucha es pobre o tiene una esperanza de vida más baja que la media (caso de Estados Unidos). Por ello, no ve correlación entre un mayor crecimiento del PIB y una mayor esperanza de vida, sino que la correlación sí existe en un mayor acceso a la salud general (inversiones públicas en alcantarillado, agua potable, sanidad pública) de toda la población, lo que sí eleva la esperanza de vida. Aboga por invertir en sanidad pública y educación pública para rebajar la factura del sector privado en Estados Unidos, que es exageradamente elevada e inflada. Dice que las familias se desesperan por conseguir medio millón de dólares para pagar la universidad de sus hijos, un dinero que se ahorrarían si la enseñanza de calidad fuese pública. Invertir en lo público supondría reducir el PIB o decrecer sin causar perjuicios, sino todo lo contrario. Insiste en que el decrecimiento no es malo si lo que se elimina son los despilfarros (como la obsolescencia programada de los productos de consumo y anima a legislar en ese sentido para que los aparatos duren más tiempo o las compañías se vean obligadas a garantizar sus productos durante una década o tengan obligación de reparar las piezas dañadas).

[nota del lector: si se redujese el PIB, habría menos dinero en circulación y el efecto multiplicador del dinero al cambiar a menos manos también se vería reducido, siguiendo a Keynes]

El autor advierte que el crecimiento está sobrepasando los "límites planetarios" pero eso no impedirá que el PIB siga al alza aunque el planeta esté colapsando porque habrá nuevos sectores económicos emergentes como las defensas costeras, la militarización de las fronteras, la explotación minera del Ártico y las plantas desalinizadoras. Incluso las energías verdes obligan a extraer muchos minerales y siguen generando contaminación. Algunos Gobiernos ya están tomando posiciones para sacar partidos de posibles catástrofes ecológicas [nota: por ejemplo, la nuevas rutas marítimas y las plataformas petrolíferas por el deshielo del Ártico].

El libro finaliza con una visión de los indígenas y de Spinoza. Al contrario que Descartes, creen que no hay una dualidad (naturaleza-hombre, mente-cuerpo) sino que todos los seres vivos comparten un mismo origen y están interconectados para mantener el equilibrio de los ecosistemas, y el hombre está obligado, como un ser vivo más, o tomar solo lo justo de la naturaleza y devolverle el favor. Pero lejos de estas culturas animistas, cercanas a la idea de Gaia de Lovelock, lo que hace el mundo capitalista actual es arrasar con todo para crear cultivos extensivos de cereales, dice el autor, tomando gratis más de lo que necesita y sin dar nada a cambio, y además destruyendo el hábitat de otros seres sintientes como los animales o las plantas. 

..................................................................................................................................................................


500 RESÚMENES DE LIBROS  DE ECONOMÍA Y SOCIOLOGÍA
"DE ADAM SMITH A LA INFLACIÓN EN POSTPANDEMIA (1776-2023)"

por E.V.Pita (2023)

Link al compendio de resúmenes:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/01/500-resumenes-de-libro originals-de-economia-y.html
Descargar el PDF en este enlace:


...............................................................................................................

viernes, 6 de enero de 2023

"El capital en la era del Antropoceno", de Kohei Saito (2020)

Resumen del libro "El capital en la era del Antropoceno", de Kohei Saito (2020)

Resumen actualizado en:

https://evpitasociologia.blogspot.com/2023/01/el-capital-en-la-era-del-antropoceno-de.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación Contemporánea, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, Antropoceno, capitalismo, ecologismo, decrecimiento, Karl Marx, progreso

..................................................................................................................................................................

500 RESÚMENES DE LIBROS  DE ECONOMÍA Y SOCIOLOGÍA

"DE ADAM SMITH A LA INFLACIÓN EN POSTPANDEMIA (1776-2023)"

por E.V.Pita (2023)

Link al compendio de resúmenes:

Descargar en PDF en este enlace:
....................................................................................................................................................

Ficha técnica:

Título: "El capital en la era del Antropoceno"

Subtítulo: Una llamada para liberar la imaginación para cambiar el sistema y frenar el cambio climático

Título en japonés: "Hitoshinsei no Shihonron"

Autor:  Kohei Saito

Publicado en japonés en 2020, Tokio.

Publicado en español: Sine qua non, Penguin Random House Grupo Editorial, 2022

Número de páginas: 334

Premios:  Asian Book Award 2021.

.......................................................................................................................

Bibliografía del autor  Kohei Saito (hasta 2023)

 Kohei Saito (Tokio, 1987) es un aclamado filósofo de la economía japonés. Tras doctorarse en Filosofía por la Universidad Humboldt de Berlín, en 2018, fue el ganador más joven del prestigioso premio Deutscher Memorial por su obra La naturaleza contra el capital, traducida a siete lenguas y loada como una "obra monumental" por el filósofo Slavoj Zizek. 

Su segundo libro publicado, El capital en el Antropoceno, ha sido un enorme éxito de ventas en Japón, con casi medio millón de lectores, y ha recibido el Asian Book Award 2021 al mejor libro del año por capturar, con suma claridad y gran aceptación entre los jóvenes nipones, el cambio necesario en nuestra era.

Actualmente (2023), Saito es profesor asociado de Filosofía en la Universidad de Tokio.

.......................................................................................................................

Texto de la contraportada

"El impactante libro que desafía el capitalismo para construir una sociedad más justa y terminar con la emergencia climática, a través del pensamiento de Karl Marx. Casi medio millón de lectores en Japón. Premio Asian Book Award 2021 al mejor libro del año"

"La civilización se enfrentan a una grave crisis existencial en la era del Antropoceno, en la que la actividad económica destruye con saña la Tierra y condena a la humanidad a la catástrofe medioambiental. Si no se toman medidas contra el cambio climático, el mundo volverá a un estado de barbarie. No existe un plan B para el planeta Tierra.

Para evitar la debacle, es necesario acabar con la obsesión capitalista por la búsqueda ilimitada de beneficios. Pero ¿puede la civilización prosperar renunciando al capitalismo? Por supuesto. Existen soluciones para sortear la crisis, y las pistas para alcanzarlas llevan 150 años esperando en el pensamiento del último Karl Marx. Hay una única salida posible: Es la oportunidad para lograr una sociedad más justa".

.......................................................................................................................

ÍNDICE

A modo de introducción: ¡los ODS (objetivos de desarrollo sostenible) son el "opio del pueblo"

Capítulo 1. El cambio climático y el modo de vida imperial

Capítulo 2. El límite del keynesianismo medioambiental

Capítulo 3. Contra el decrecimiento bajo el capitalismo

Capítulo 4. Marx en el Antropoceno

Capítulo 5. Una evasión de la realidad llamada "aceleracionismo"

Capítulo 6. Capitalismo de las carencias, comunismo de la abundancia

Capítulo 7. El comunismo decrecentista salvará el mundo

Capítulo 8. La "palanca" de la justicia climática

A modo de epílogo: para que no sea el fin de la historia

.......................................................................................................................

RESUMEN

El autor  Kohei Saito parte de la base de que ninguna de las vías actuales solucionará la crisis y la emergencia climática mientras la Humanidad apueste por el crecimiento económico y por el capitalismo, ya que entre ambos están esquilmando el planeta y, en concreto, a la periferia. Recuerda que la era del Antropoceno (cuando la acción del hombre empieza a tener efectos notorios sobre el clima) empezó a la vez que el capitalismo, en 1700, o incluso antes, en 1500, o en todo caso cuando los países avanzados empezaron a quemar carbón y emitir gases a la atmósfera. Otro dato que apunta es que la llamada Generación Z (nacidos a partir de 1996 hasta el 2008) son "de izquierdas" y quieren soluciones progresistas y democráticas para curar el planeta.

 Kohei Saito rechaza continuar con el capitalismo neoliberal porque su afán extractivo continuará saqueando los recursos naturales de los países periféricos del planeta. Critica el llamado "modo de vida imperial", que consiste en un modelo donde una sociedad central vive con toda comodidad a costa de extraer los recursos de la periferia y que todavía se mantiene en Europa y EE.UU.) y que acabará por dejar el mundo inhabitable [nota del lector: la "europeización" del mundo; un planeta urbanizado con cemento y árboles decorativos]. Pone como ejemplo que los Países Bajos hacen "green washing" (ecoblanqueado) diciendo que su economía es "sostenible" y "ecológica" pero a costa de la explotación de los recursos de la periferia. También rechaza como solución los ODS de la ONU (Objetivos de Desarrollo Sostenible) porque insisten en que debe seguir el crecimiento económico.

 Tampoco apuesta por las propuestas de "decrecimiento keynesiano" o Green New Deal al estilo de los años 70 (imponer restricciones al capitalismo y mayores controles con un nuevo estado del bienestar a la vez que se invierte en instaurar infraestructuras "verdes") porque el capitalismo encontraría la manera de burlar los controles y restaurar el neoliberalismo, lo que volvería a arrasar los recursos del planeta. Y en todo caso, el Green New Deal sigue apostando por un crecimiento económico, aunque sea "verde". Tampoco confía en la perspectiva tecnológica ya que la implantación de tecnologías renovables y el crecimiento verde supondrá un gasto de consumo de otros elementos como el litio para las baterías y, además, volverá a estimular el despilfarro. Dice que el "desaloplamiento" es una fantasía por muchas etiquetas verdes que se le pongan y el crecimiento incrementa inexorablemente la carga medioambiental. Otra idea que descarta es el "decrecimiento" dentro de un sociedad capitalista en la medida en que es algo totalmente contradictorio con el capitalismo, que lo que quiere es ganar más capital en vez de menos y eso se logra a través de un crecimiento infinito que no es real ni posible. Se trataría de buscar un tipo de economía nueva que no dependa del crecimiento.

También echa por tierra otras ideas como el "aceleracionismo" (acelerar el desarrollo tecnológico y capitalista para pasar a la siguiente fase avanzada de la historia).

Dado que ninguna de estas vías funcionará para frenar la crisis climática, el autor supone que la Humanidad quedará encasillada en estas cuatro posibles opciones futuras a la emergencia climática: 

1) Un maoísmo climático (un estado dictatorial centralizado asume plenos poderes para acometer medidas más efectivas e igualitarias)

 2) Fascismo climático (Estados despóticos que protegen los intereses del capitalismo de las víctimas y los refugiados ambientales)

 3) Barbarie (La sublevación de los perjudicados por el cambio climático generará un caos político en una "guerra contra todos" de Hobbes) 

4)  "X" (Un Estado fuerte, con una sociedad de ayuda mutua de tipo democrático, voluntariamente desarrollada por los individuos).

 Todas estas soluciones acabarán por agotar los recursos del planeta por lo que Saito propone otra idea: el "decrecimiento" dentro de una sociedad comunista. 

Para elaborar su nuevo modelo de economía, recurre a los últimos escritos de Karl Marx (fallecido en 1883), que han sido reinterpretados a partir de sus apuntes para las partes 2 y 3 de El Capital, que dejó inconcluso y cuya edición preparó su fiel amigo Engels, respetando las ideas del auto del primer libro de El Capital. Sin embargo, dice el autor, hubo unos últimos escritos que se están conociendo ahora a través del proyecto MEGA donde Marx, en su vejez, ya había renunciado a su "eurocentrismo" (era crítico con el imperialismo británico pero consideraba que Occidente ayudaba con sus intervenciones a los países pobres a escalar a otro nivel más avanzado) y se mostraba crítico incluso con la idea de progreso, de la cual se había convertido en uno de los principales adalides a través de sus ideas sobre el progreso histórico. En sus últimos escritos y cartas a los revolucionarios rusos del siglo XIX, les recomendaba mantener los "mir" o comunas agrícolas basadas en las tierras comunales como así ocurría con las colonias germánicas (basadas en tierras comunales que se transmitían de generación en generación y no eran de nadie) ya que creía que podían ser importantes en una sociedad moderna y avanzada sin necesidad de pasar por el capitalismo.

Aquí es a donde quiere llegar  Kohei Saito, porque considera que el "bien comun" o "comunal" ha permitido perservar la tierra durante milenios en muchas sociedades sin que genere desigualdades ni haya un descontrol por parte de los ricos ni un proceso extractivo excesivo. Asegura que tras la época extractiva de la Antigüedad, durante la Edad Media se establecieron tierras comunales y se mejoró la calidad de los suelos, dando de comer a todo el mundo durante más de mil años.  

El autor también estudia cómo los recursos comunes se han ido privatizando desde hace dos siglos porque es una forma de generar escasez y, por tanto, aumentar el precio del producto demandado. Su teoría es que con la privatización de los campos comunes, que fueron cercados y vallados en el siglo XVIII, se privó a los labriegos de su sustento gratuito y abundante que tenían al alcance de la mano y se vieron abocados a trabajar en las minas y las fábricas, un entorno de mayor escasez. El autor señala que en aquella época, la energía hidráulica era fácilmente disponible y gratuita y se había creado una gran industria con energía gratis pero el capitalismo apostó por el carbón porque este era escaso y se podía transportar a las ciudades, donde pusieron las fábricas. El resultado fue que, privados de sus recursos gratuitos, los trabajadores fabriles perdieron calidad de vida: mientras en el campo podían comer verduras y carne a diario, gratis si los cogían de los campos comunales, en las ciudades su salario, que obtenían en un entorno muy competitivo, en la ciudad no comían a diario carne ni verduras y su dieta empeoró. Se veían obligados a trabajar porque para comprar comida, en la ciudad, necesitaban dinero, que solo se conseguía trabajando. Pero su calidad de vida empeoró respecto a su vida en el campo, dice el autor. Empeoraron su dieta alimenticia y perdieron su tiempo libre y de ocio, ya que se pasaban el día trabajando para pagarse la hipoteca de la casa y la comida. Y el escaso ocio lo dedican a consumir productos desaforadamente.




lunes, 1 de febrero de 2016

"Hecho para tirar", de Serge Latouche (2012)

Latouche repasa la historia de la industria de masas para denunciar el despilfarro de recursos que suponen los productos de usar y tirar, diseñados con una obsolescencia programada para durar lo justo y alimentar el ciclo del consumo para maximizar los beneficios.

Resumen de "Hecho para tirar", de Serge Latouche (2012)

Ver el resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/02/hecho-para-tirar-de-serge-latouche-2012.html


Referencia APA: Latouche, Serge (2012): Hecho para tirar. La irracionalidad de la obsolescencia programada. Barcelona: Ediciones Octaedro SL (2014)

Sociología, consumo de masas, decrecimiento económico, ecología

...........................................................................................................................

Título: "Hecho para tirar. La irracionalidad de la obsolescencia programada"

Título original: "Bon para la casse. Les déraisons de l'obsolescence programmée"

Primera edición: Les Liens qui Libérent, París, 2012

Edición en español: Barcelona: Ediciones Octaedro SL (2014)

Número de páginas: 107

..................................................................................................................................

Biografía del autor (hasta 2014)

Serge Latouche es profesor emérito de Economía en la Universidad de París XI-Orsay, objetor de crecimiento, es autor de numerosos libros; entre los que destacan: La apuesta por el decrecimiento, La sociedad de la abundancia frugal (publicados en Icaria) o La hora del decrecimiento y Salir de la sociedad del consumo (publicados en Octaedro)

......................................................................................................................................

Texto de la contraportada:

"Todos hemos sufrido la experiencia, unos con la lavadora, otros con el televisor o el ordenador, de tener aparatos y equipos que se averían tras el fallo de un elemento. Por lo tanto, todos, en un momento u otro, nos hemos enfrentado, aunque a veces sin saberlo, al fenómeno de la obsolescencia programada. Y si bien esta práctica ya es desagradable y costosa para el consumidor, resulta un desastre para el ecosistema. Sin embargo, para el gran público, aunque esta experiencia resulta familiar, la palabra obsolescencia, y su verdadero sentido, sigue siendo desconocida. ¿De qué se trata exactamente? ¿Cuáles son sus límites y sus consecuencias? ¿Qué soluciones podemos proponer para ponerle remedio? El presente opúsculo pretende dar respuesta de manera clara y sencilla a estas legítimas preguntas".

.............................................................................................................................................

ÍNDICE

Introducción. La adicción al crecimiento.

1. La palabra y la cosa. Definición y naturaleza de la obsolescencia programada.
Intento de definición.
La naturaleza de la obsolescencia programada

2. Origen y ámbito de la obsolescencia programada
Los orígenes de la obsolescencia programada
Una constante antropológica
Los obstáculos de la tradición
La era de la falsificación
La transformación de las mentalidades

El ámbito de la obsolescencia programada
 La primera aparición de usar y tirar
 El modelo Detroit
 La obsolescencia programada
 La segunda ola de usar y tirar
 La obsolescencia alimentaria

3. ¿Es moral la obsolescencia programada?
  El papel social de la obsolescencia programada
  La obsolescencia y la ética
  La obsolescencia del hombre

4. Los límites de la obsolescencia programada
   Las reacciones de los consumidores y los ciudadanos
   La obsolescencia y la crisis ecológica

Conclusión. La revolución del decrecimiento

......................................................................................................................................

Resumen

Serge Latouche es un defensor del decrecimiento económico, una corriente de pensamiento que cree que el crecimiento económico ilimitado es ilusorio porque despilfarra y agota los escasos recursos del planeta. Considera que la ideología que promueve el crecimiento ilimitado como modo de generar empleo es una falacia porque conlleva la destrucción irracional del hábitat, lo que a la larga no es sostenible y puede conllevar el brusco colapso y la ruina del sistema.
Pone como ejemplo la obsolescencia programada de los productos de consumo (lavadoras que no duran más de tres años, coches que se averían al caducar la garantía). La idea se les ocurrió a los fabricantes de bombillas de los años 30 que no podían permitir que los filamentos durasen demasiado a pesar de que existe una bombilla que lleva alumbrando un siglo. El negocio estaba en alimentar continuamente las ventas mediante la reposición de las bombillas quemadas. Incluso acordaron que una bombilla no durase más de 1.000 horas. Esta filosofía se aplicó también a la industria del automóvil, cuando General Motors empezó a cambiar continuamente los diseños de sus modelos de vehículos para animar a los compradores a que lo cambiasen cada año o cada dos. Era todo lo contrario de Ford, que apostaba por modelos robustos y duraderos aunque los clientes solo pudiesen elegir aquellos coches pintados de color negro.


lunes, 18 de enero de 2016

"Hacia la sobriedad feliz", de Pierre Rabhi (2013)

Resumen de "Hacia la sobriedad feliz", de Pierre Rabhi (2013)


Referencia APA: Rabhi, Pierre (2013): Hacia la sobriedad feliz. Madrid: Errata Naturae, Editores

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/01/hacia-la-sobriedad-feliz-de-pierre.html

Resumen y comentarios por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, crecimiento económico, austeridad, decrecimiento
.........................................................................................................................................

Título: "Hacia la sobriedad feliz"

Título original: "Vers la sobriété  heureuse"

Autor: Pierre Rabhi

Fecha de publicación: 2013

Editorial en español: Errata Naturae, Colección Muchacha de dos cabezas, Madrid, 2013

......................................................................................................................................................

Biografía del autor (hasta 2013)

Pierre Rahbi (Kenadsa, Argelia, 1938). Agricultor, escritor y pensador francés de origen argelino, es uno de los defensores más lúcidos y consecuentes de un modelo de sociedad verdaderamente respetuosa con el hombre y la naturaleza. Fue uno de los pioneros de la agricultura ecológica y creador del concepto "oasis en todas partes".
A través de los diversos centros de formación y estudio en todo el mundo ha generado múltiples iniciativas y programas de desarrollo agrícola respetuosos con el medio y que preservan los recursos naturales, principalmente en los países áridos con el objetivo de contribuir a la autonomía, seguridad y salubridad alimenticias de sus poblaciones.
Es autor de numerosas obras, entre las cuales destacan: Paroles de terre (2006), Conscience et enviromement (2006), Du Sahara aux Cévennes (2007), Manifeste pour la Terre et l`Humanisme (2008) y Hacia la sobriedad feliz (2013) y Tous candidats (2011).

.......................................................................................................................................................

Texto de la contraportada:

"Este es un libro escrito con la urgencia del manifiesto y la reflexividad del ensayo, con la cercanía sincera de las mejores autobiografías y con la distancia necesaria del pensamiento crítico. Es un libro escrito por un agricultor y filósofo autodidacta que se ha convertido en uno de los referentes del pensamiento más lúcido, consecuente y libre de nuestros difíciles y agitados tiempos. Un libro que huele a vida e ideas, a palabras y acción entremezcladas verdaderamente con la tierra.

Durante su infancia en Argelia, Rabhi asiste a la vertiginosa transformación de una austeridad antigua -que dejaba espacio a la vida, al ocio y la sonrisa - en la desesperante miseria que impone el capital globalizado. A finales de los años cincuenta, durante su juventud como inmigrante en Francia, se ve forzado a aceptar una forma de aniquilización personal cuyo único objetivo es hacer que siga girando la máquina económica del crecimiento ilimitado, pero siempre en beneficio de unos pocos. Entonces toma la decisión, tanto vital como intelectual, magistralmente descrita en estas páginas, de abandonar la civilización sin raíces y la sociedad de consumo que se imponía ya con contundencia en aquellos años: abandonar ese camino de devastación individual, que solo beneficia a una minoría privilegiada, para buscar otro camino posible, que demuestra perfectamente realizable.

A través de las experiencias que a lo largo de las décadas sustentan este libro, y ante la emergencia provocada por la crisis actual, una evidencia se le impone a Pierre Rabhi: sólo la sabia y gozosa moderación de nuestras necesidades y deseos, casi todos ellos falsos o poco satisfactorios, permitirá romper con el orden antropófago de la "globalización", devolverle al mundo su ligereza y al hombre lo que es suyo: una feliz vida en esta tierra".

...............................................................................................................................................

ÍNDICE

Las semillas de la rebelión

El canto del herrero
La desilusión
La decadencia del mundo campesino

La modernidad ¿una impostura?

El progreso: entre mito y realidad
La subordinación al lucro
El cambio radical de las referencias universales

La sobriedad, una sabiduría ancestral

Un pueblo africano
Estamos en 1985
Nada se crea, nada se pierde, todo se transforma
El vínculo con el caracter sagrado de la vida

Hacia la sobriedad feliz

La pobreza como valor de bienestar
La autolimitación voluntaria
Un cambio humano
Por una indignación constructiva
Sueños felices para sembrar los siglos

Carta internacional para la Tierra y el Humanismo

Les Amanins: nacimiento de un emplazamiento ecológico, solidario y pedagógico
Colibris: una plataforma de encuentro e intercambio
La  Ferme des Enfants y Le Hameau des Buis: construir el porvenir en el respeto de la vida
El Mapic; por una insurrección de conciencias
Le Mouvement des Oasis en Tous Liceux: una propuesta alternativa de modo de vida
El Monastario de Solan: la unión de la liturgia y el trabajo de la tierra
Terre & Humanisme: transmitir la agroecología aquí y en otros lugares
Proyección y perspectivas de porvenir

...............................................................................................................................................

Resumen

El autor, de corte ecologista y humanista, recuerda su infancia en Argelia, donde los agricultores apenas necesitan unas pocas cosas para llevar una vida tranquila y sustentar sus necesidades básicas de comida y abrigo. Vivían en sobriedad frente al despilfarro que promueve la sociedad occidental de libre mercado. Pero aquel mundo secular, libre de los productos agroquímicos, se terminó.
Primero relata el fin del mundo campesino, que se simboliza en la guerra de trincheras donde millones de campesinos franceses y alemanes se masacraron mutuamente. La modernidad que iba a traer el progreso lo que trajo fue horrores.
Critica el mito del progreso y del crecimiento indefinido porque se basa en la búsqueda del beneficio ilimitado, que que ha convertido al hombre en un depredador de la Naturaleza, pues no toma lo que necesita sino todo lo que puede llevarse en un planeta que tiene recursos limitados y que se pueden agotar, un oasis en la inmensidad sideral. Esta lógica del "bombero pirómano" lo impulsa a arrasar el planeta como una plaga. Relata que los animales salvajes no tienen despensas ni , almacenes repletas de gamos, esto solo es cosa del hombre, que destruye la biodiversidad e infringe todo tipo de sufrimientos a los animales. Y pese a ello la competencia industrial ni el dinero no ha dado la felicidad sino todo lo contrario: hambre, miseria, violencia, desastres humanitarios..., muy lejos de los ideales racionales del humanismo que ansía la paz y la solidaridad en el mundo. Ahora hay una extraña lógica: se producen miles de productos que la gente no tiene dinero para adquirir.
Sostiene que la especie humana, a este ritmo de acumulación de bienes, no va a evolucionar sino involucionar.
Rechaza el concepto de economía del "homus economicus" (consumidor y productor), las dos bielas del motor de la pseudo-economía (entiende que economía es la buena gestión de los recursos de una casa y no el despilfarro destructor actual).
Considera que el modelo actual se irá al garete cuando se agoten los recursos, lo que tarde o temprano ocurrirá. Sostiene que no se puede permitir que los jóvenes llenos de vitalidad estén en paro mientras que los ancianos cobran jugosas pensiones aunque en el fondo acabarán en la soledad. Recuerda que los ancianos han sido siempre los encargados de transmitir su conocimiento a los niños.
Cuestiona el poder de la adquisición de bienes que proceden de la tierra al menos mientras nazca un niño desprovisto de los recursos básicos de subsistencia. Lo llama atraco a mano armada.
Dice que para el "homus economicus", engranaje de una máquina gigantesca mundial, consumir es un deber cívico aún a costa de tener obesidad. La insaciabilidad y la insatisfacción se alternan continuamente. La gratitud no es una de sus virtudes. Por contra las culturas tradicionales se guiaban por el criterio de la moderación.
Propone que ante la "edad de oro del capitalismo" le siga la era de la "sobriedad feliz" y la elección de la simplicidad como modo de vida, el mismo que eligió él al comprar una granja para regirla con criterios estrictamente ecológicos.
Señala que la modernidad, con su filosofía del tiempo-oro, ha roto con las cadencias milenarias que el ser humano ha impreso en el tiempo (un no-tiempo cíclico de nacimiento-crecimiento-muerte). En cambio en la sociedad actual, los tiempos están perfectamente cronometrados, caso de un partido de fútbol; la falta de tiempo se convierte en una maquinaria que hostiga al ciudadano, dice. Pero los ritmos del corazón nos recuerdan que estamos ligados a los ritmos del tiempo cósmico y no a los de nuestros motores de explosión. Recalca que la actual sociedad hace especial en métodos eficaces para ganar tiempo pero, vaya paradoja, la gente trabaja del día a la noche.
En esta sociedad tecnológica, los inventores de aparatos tecnológicos obtienen ventajas sobre el resto de los pueblos, que anexionan y generan desigualdades. Los ciudadanos que se quedan sin recursos ni trabajo pierden la realidad social, a pesar de las ayudas se convierten en "ectoplasmas". La sociedad queda fragmentada, compartimentada, desestructurada, cada vez más ansiosa y dependendiente de los ansiolíticos.
Cree que el dínero se ha convertido en un "espíritu" que circula por el mundo y que el hombre ha sido víctima de sus propias "fantasías" porque les da a sus metales un valor desorbitado. Los pieles rojas creían que el oro volvía locas a las personas. El autor apostilla: "Sí, el oro volvió loca a la humanidad". Recuerda que algunas herramientas superfluas y banales, como el coche, ha llevado al mundo a terribles convulsiones y a la vez está cargada de atributos fantasiosos: libertad, potencia, felicidad, erotismo...
Señala que la Revolución Industrial pudo haber supuesto una oportunidad para la Humanidad pero cayó en el error de subordinar los recursos de la Tierra a las finanzas. Todo lo que no tiene precio no tiene valor. El dinero, que nació para facilitar los intercambios, ha sido desnaturalizado.
Sostiene que hay aprovechar aquello de los tiempos pasados (de la Revolución Industrial) que ha supuesto un verdadero progreso y es útil y desprenderse de lo superfluo.
Sobre el trabajo también es crítico: cuenta que el mundo se ha organizado de forma piramidal: en lo alto están los superejecutivos que ganan millones, en el medio hay dos escalones que hay que tener cuidado de no bajarlos, y en la base la plebe con remuneración y hábitats mediocres. En esta colmena humana, "el trabajo es ensalzado como una gran virtud al servicio de una productividad en estado de aceleración perpetua. Este escenario se encuentra en el corazón del precepto intangible del crecimiento económico ilimitado; toda transgresión o puesta en cuestión de este principio se ha considerado hasta nuestros días como un cisma que en otros tiempos habría sido digno de la hoguera".

Dice que el progreso no es liberador, como dice el mito, sino que ha instaurado un sistema "carcelario" pues vivimos encerrados, primero en escuelas, luego en universidades, luego en el trabajo y en el coche, enlatados en discotecas, y al final de nuestros días en asilos. La televisión ofrece una ventana al mundo y se encarga de hacernos olvidar el encierro, vigilados por cámaras de seguridad y siendo el hombre esclavo de las herramientas informáticas que fingen liberarlo.
Sostiene que es ilusorio que el cerebro y la psique humana salga indemne de la adaptación a las funciones de las máquinas perfeccionadas.