Mostrando entradas con la etiqueta impuestos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta impuestos. Mostrar todas las entradas

lunes, 2 de diciembre de 2019

"Capital e ideología", de Thomas Piketty (2019)

Resumen del libro "Capital e ideología", de Thomas Piketty (2019)

Resumen original y actualizado en el siguiente link:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/12/capital-e-ideologia-de-thomas-piketty.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, Economía, Economía Política, socialismo, desigualdad, impuestos, capitalismo, socialismo participativo, socialfederalismo

.......................................................................................................................

Ficha técnica:

Título: "Capital e ideología"

Título original en francés: "Capital et idéologie"

Autor: Thomas Piketty

Fecha de edición: París

Editorial en español: Deusto, Editorial Planeta, Barcelona, 2019

Número de páginas: 1.247

.......................................................................................................................................

Biografía oficial del autor Thomas Piketty (hasta 2020)

Thomas Piketty (Clichy, Francia, 1971) es director de investigación en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS), profesor en la Paris School of Economics, de la que fue su primer director, y codirector de la World Inequality Database (WID.world).

Tras doctorarse con apenas 23 años en la London School of Economics (LSE) bajo la dirección de Roger Guesnerie, ha sido profesor en distintas instituciones, entre las cuales la propia LSE y el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Es autor de decenas de artículos académicos en algunas de las publicaciones más prestigiosas, como American Economic Review, Journal of Economic Theory o Econometrica, así como numerosos libros, entre los que destaca El Capital del siglo XXI (2013), del que se han vendido más de 2,5 millones de copias en todo el mundo.

Ha recibido, entre otros, el Premio Yrjö Jahnsson (2013) de la Asociación Europea de Economía (EEA), ex aequo con la economista Hélène Rey, al economista menor de 45 años. El 1 de enero del 2015 rechazó la Legión de Honor otorgada por el Gobierno francés haciendo la declaración: "Rechazo esta nominación porque pienso que no es el papel del gobierno el decidir quién es honorable".

......................................................................................................................................

Texto de la contraportada

"¿Cuál es el origen de la desigualdad?

Gracias al éxito cosechado por El Capital del siglo XXI (2013), Thomas Piketty ha podido acceder a fuentes fiscales e históricas que diferentes gobiernos se negaban a ofrecer hasta ahora. A partir del estudio de estos datos inéditos, el autor propone una historia económica, social, intelectual y política de la desigualdad, desde las sociedades estamentales y esclavistas hasta las sociedades poscoloniales e hipercapitalistas modernas, pasando por las sociedades colonialistas, comunistas y socialdemócratas.

De este análisis se desprende una conclusión importante: la desigualdad no es económica o tecnológica, es ideológica y política. Dicho de otro modo, las ideas y las ideologías cuentan en la historia. Para Piketty, el hilo conductor de la historia de las sociedades humanas (que es también la historia de la búsqueda de la justicia) no es la lucha de clases, como defendían Marx y Engels, sino la lucha de ideologías. La posición social no basta para forjar una teoría de la sociedad justa, de la propiedad justa, de la fiscalidad justa o de la democracia. Nadie tendrá jamás la verdad absoluta sobre estas cuestiones.

Thomas Piketty se muestra convencido de que es posible superar el capitalismo y construir una sociedad justa basada en el socialismo participativo y en socialfederalismo y expone su propuesta en esta ambiciosa obra".

...........................................................................................................

ÍNDICE

(resumido)

Introducción

¿Qué es una ideología?
Las fronteras y la propiedad
Tomarse la ideología en serio
Aprendizaje colectivo y ciencias sociales
Las fuentes utilizadas en este libro: desigualdades e ideologías
El progreso humano, el regreso de las desigualdades y la diversidad del mundo
El regreso de las desigualdades: primeras referencias
La curva del elefante: debatir serenamente sobre la mundialización
Sobre la justificación de la desigualdad extrema
Aprender de la historia, aprender del siglo XX
Sobre la glaciación ideológica y las nuevas desigualdades educativas
El regreso de las élites múltiples y las dificultades para una condición igualitaria
replantearse la propiedad justa, la educación justa, las fronteras justas
La diversidad del mundo y la evolución a largo plazo
Sobre la complementariedad entre el lenguaje natural y el lenguaje matemático
Estructura del libro

PRIMERA PARTE
Los regímenes desigualitarios en la historia

1. Las sociedades ternarias: la desigualdad trifuncional
2. Las sociedades estamentales europeas: poder y propiedad
3. La invención de las sociedades propietaristas
4. Las sociedades propietaristas: el caso de Francia
5. Las sociedades propietaristas: casos europeos

SEGUNDA PARTE
Las sociedades esclavistas y coloniales

6. Las sociedades esclavistas: la desigualdad extrema
7. Las sociedades coloniales: diversidad y dominación
8. Sociedades ternarias y colonialismo: el caso de la India
9. Sociedades ternarias y colonialismo: casos euroasiáticos

TERCERA PARTE
La gran transformación del siglo XX

10. Las crisis de las sociedades propietaristas
11. Las sociedades socialdemócratas: la igualdad inconclusa
12. Las sociedades comunistas y poscomunistas
13. El hipercapitalismo: entre modernidad y arcaísmo


CUARTA PARTE
Repensar las dimensiones del conflicto político

14. Las fronteras y la propiedad: la construcción de la igualdad
15. La "izquierda brahmánica": las nuevas divisiones euroamericanas
16. Social-nativismo: la trampa identitaria poscolonial
17. Elementos para un socialismo participativo en el siglo XXI

Conclusión
La historia como lucha de ideologías y búsqueda de la justicia
Sobre las limitaciones de adoptar una mirada desoccidentalizada
Sobre el papel cívico y político de las ciencias sociales

......................................................................................................................................

RESUMEN

Comentarios iniciales: El autor Thomas Piketty obtuvo un gran éxito con El Capital en el siglo XXI, donde estudiaba cómo los rentistas habían ampliado su riqueza a un ritmo mayor que la gente que solo obtenía ingresos de su trabajo, de forma que al final los rentistas obtenían grandes fondos derivados de los intereses y de las herencias, pues el capital se reproducía y se perpetuaba a través de las mismas generaciones. Esa concentración de riqueza ocurrió durante la Belle Epoque (1880-1914) y después a partir de 1989 a 2008, cuando se concentraron inmensas fortunas en pocas manos. Su propuesta es limitar el dinero obtenido de las herencias. En el siguiente libro, Capital e Ideología, propone modos sensatos de redistribuir las riquezas (aplicando impuestos del 80 % a los más ricos, como ocurrió entre 1945 y 1980, antes de la revolución conservadora y de la globalización) para evitar una nueva concentración de capital como la de la Belle Epoque, pues esta genera desigualdad que pueden derivar en conflictos de pobres contra una minoría ultrarrica que se ha enriquecido con la globalización. Su tesis es que desde hace 30 años está aumentando la desigualdad.

El autor arranca el libro explicando cómo se mide la desigualdad a través de percentiles (el 10 % más pobre, el 10 % más rico, o el 1 % más rico), pues cree que ese método refleja mejor la realidad que recurrir a las clásicas divisiones de clases: alta, media, baja. Critica el índice de Gini pues técnicamente deja aspectos sin resolver.

Otro concepto técnico que maneja es la llamada "Curva del elefante" que explica los efectos de la globalización en el crecimiento económico a nivel mundial: mejoran los ingresos de la cola (el 10 % mas pobre mejora su condición, hay un gran sector de pobres que también mejoran (el lomo del elefante), pero la clase media se hunde (la cabeza del elefante) y el 1 % más rico dispara sus ganancias (la trompa alzada del elefante)

Divide su obra en cuatro parte: las primeras son históricas y estudia desde el Antiguo Régimen (Francia tenía concentrada la riqueza en el 2 % de la población y España en el 5 %) hasta la era del hipercapitalismo del siglo XXI. En las dos últimas partes propone ideas de redistribución de la riqueza.

Este es su plan de trabajo que sirve como mini-resumen exprés

Capítulo 1
Introducción general al estudio de las sociedades ternarias, o trifuncionales; esto es, sociedades organizadas en torno a tres grupos funcionales (clero, nobleza y pueblo llano)

Capítulo 2
Analiza el caso de las sociedades estamentales europeas, basadas en el equilibrio de legitimidades entre las élites intelectuales y militares y en formas específicas de propiedad y de relaciones de poder.

Capítulo 3
Estudia el nacimiento de las sociedades propietaristas a partir de la ruptura emblemática que supuso la Revolución francesa, que intentó establecer una separación radical entre el derecho de propiedad (supuestamente accesible a todos) y los poderes soberanos (monopolio del Estado desde entonces) y que en el camino tropezó con la cuestión de la desigualdad y su persistencia.

Capítulo 4
Analiza el desarrollo de una sociedad propietarista hiperdesigualitaria en la Francia del siglo XIX hasta la primera guerra mundial.

Capítulo 5
Estudia diferentes casos de transición entre las lógicas trifuncionales y las lógicas propietaristas en Europa, prestando especial atención al Reino Unido y Suecia. Dice que los datos evidencian la importancia de las movilizaciones colectivas y de los cambios políticos e ideológicos en la transformación de los regímenes desigualitarios.

PARTE 2

Capítulo 6
Se ocupa de las sociedades esclavistas, que constituyen la forma histórica más extrema de desigualdad, centrándose en la abolición de la esclavitud durante el siglo XIX y en las formas de compensación a los propietarios de esclavos a los que dio lugar. Añade que dichos episodios ilustran la casi sacralización de la propiedad en la época, en donde ha surgido el mundo actual.

Capítulo 7
Estudia la estructura de las desigualdades en las sociedades coloniales postesclavistas, que también ha dejado profundas huellas en la estructura de la desigualdad contemporánea, tanto entre países como en el interior de ellos.

Capítulos 8 y 9
Examinan cómo las potencias coloniales y propietaristas europeas alteraron la evolución de las sociedades trifuncionales no europeas y estudia el caso de la India (donde quedó una huella duradera) y China, Japón e Irán.

PARTE 3

Capítulo 10
Analiza la caída de las sociedades propietaristas del siglo XX, como consecuencia de las dos guerras mundiales, de la crisis de la década de 1930, del comunismo, de la independencia de las antiguas colonias, y, principalmente, de movilizaciones colectivas e ideológicas (socialdemócratas y sindicales, en gestación en el siglo XIX) en favor de un régimen desigualitario más justo que el propietarismo.

Capítulo 11
Estudia los logros y las limitaciones de las sociedades socialdemócratas tras la segunda guerra mundial; en particular, analiza sus propias dificultades para definir qué entienden por propiedad justa, para hacer frente a la desigualdad del sistema de educación superior y para extender la cuestión de la redistribución a escala transnacional.

Capítulo 12
Examina las sociedades comunistas y poscomunistas en sus variantes rusa, china y de Europa del Este, así como la contribución del poscomunismo a alimentar las derivas desigualitarias e identitarias recientes.

Capítulo 13
Pone en perspectiva el actual régimen hipercapitalista mundial, entre lo moderno y lo arcaico, e insiste en su incapacidad para darse cuenta de la magnitud de la crisis desigualitaria y medioambiental que socava sus propios cimientos.

PARTE 4

Capítulo 14
Analiza las condiciones históricas que definen la aparición y posterior desaparición de una coalición electoral igualitaria (un programa redistributivo lo suficientemente convincente como para reunir a clases populares originarias de diferentes lugares), comenzando por el caso francés.

Capítulo 15
Muestra cómo el proceso de desagregación-gentrificación-brahmanización de la coalición socialdemócrata de posguerra se produjo tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, lo cual sugiere la existencia de causas estructurales comunes.

Capítulo 16
Extiende ese análisis a otras democracias electorales occidentales, a Europa del Este, India y Brasil. Estudia la formación de una verdadera trampa social-nativista a comienzos del siglo XXI e insiste en la forma en que las derivas identitarias se alimentan de la ausencia de una plataforma igualitaria e internacionalista bastante fuerte como para actuar de contrapeso, es decir: de un federalismo social real y creíble.

Capítulo 17
Expresa el boceto de un socialismo participativo para el siglo XXI. Se pregunta qué formas podría adoptar una propiedad justa, con dos pilares: un reparto real del poder y de los derechos de voto en las empresas, capaz de institucionalizar la propiedad social y de ir hacia la cogestión y la autogestión. También poner un impuesto fuertemente progresivo sobre la propiedad que permita financiar una dotación de capital a cada joven adulto e instaurar una dotación de capital a cada joven adulto e instaurar una forma de propiedad temporal y de circulación permanente del patrimonio. Otra idea para garantizar la justicia educativa y la justicia fiscal es hacer más transparencia y control por los ciudadanos. Además, busca las condiciones para una democracia justa y unas fronteras justas. 
Según Piketty, la clave es montar una organización alternativa de la economía mundial que permita desarrollar nuevas formas de solidaridad fiscal, social y medioambiental que reemplace los tratados de libre circulación de bienes y de capitales que hacen ahora las veces de gobernanza mundial.


...........................................................................................................

RESUMEN B

Sociedades propietaristas en el siglo XIX 
El autor Thomas Piketty arranca el libro explicando en qué consisten las sociedades propietaristas. Se trata de rentistas que acumulan grandes riquezas generando una desigualdad extrema. Pone como ejemplo la Belle Epoque francesa (1880-1914), en la que una pequeña minoría llegó a ser propietaria de la gran parte de los inmuebles de Francia, de los que extraían enormes rentas en alquileres o en inversiones en bonos del Estado. Esta desigualdad extrema se redujo con las guerras europeas (entre 1914 y 1945), tras lo cual surgió una sociedad más igualitaria (los trabajadores accedieron a la propiedad y además tuvieron mayores ingresos y seguro de desempleo, educación y sanidad).

Explica que hay una relación entre la propiedad y la ideología ya que la mayoría de las leyes de las sociedades propietaristas van enfocadas a la conservación y aumento de la riqueza de los propietarios, que a su vez están sobrerrepresentados en el poder estatal, medios de comunicación, iglesia y ejército. De esta forma, su poder y riqueza se perpetúa a través de dicha ideología, la cual defiende que los dueños de inmuebles y valores y rentas tienen que abonar pocos impuestos. Es una tendencia que se repite desde la época feudal (con una minoría aristocrática que no paga impuestos directos al rey) y luego en la Francia del siglo XIX, donde se alcanzó una desigualdad extrema que desembocó en dos guerras mundiales. Tras un breve paréntesis en el siglo XX, entre 1945 y 1970, donde hubo un auge de la clase media, la ideología propietarista ha vuelto por sus fueros, de ahí los numerosos partidos que proponen más rebajas para los más ricos, que a su vez concentran mayor riqueza, lo que se ha llamado el 1 % o el 0,01 %. Para sustentar el crecimiento de sus riquezas, los propietarios hacen campañas que favorecen las ideas de bajos impuestos para los más ricos. El autor advierte de que la alta concentración de riqueza en pocas manos en el siglo XXI guarda paralelismos con la Belle Epoque (1880-1914) [nota del autor: sociedad que queda reflejada en el hundimiento del Titanic (se salvaron los pasajeros de primera clase y se murieron los de tercera)].

El autor explica que las actuales desigualdades del mundo globalizado del siglo XXI se pueden reflejar en un gráfico con forma de elefante. La espalda estaría formada por los más pobres del mundo (África), el lomo por las clases ascendentes de Asia que salieron de la pobreza, la frente y parte de la trompa que desciende de las clases medias europeas y americanas golpeadas por la crisis y la globalización (los perdedores de la globalización y votantes de Trump) y, finalmente, la trompa alzada (el 1 % más rico que todavía se ha hecho más rico con la globalización).

La caída del régimen feudal

Piketty comienza estudiando la situación previa a la Revolución Francesa, una sociedad feudal dividida en tres estamentos (nobleza, clero y plebe), cuyo reparto de poder y pago de impuestos era muy distinto (pues la plebe pagaba el 10 % de sus cosechas o diezmo a la iglesia y la "corvea" o trabajo gratis a los señores feudales, los cuales estaban exentos de impuestos directos).

El autor compara la composición de la aristocracia y el clero en España, Portugal, Francia e Inglaterra desde 1600 a 1800, en el Antiguo Régimen. Lo que se desprende de esta evolución de dos siglos es que mientras en Inglaterra (a raíz del surgimiento del anglicismo de Enrique VIII y la expropiación de los bienes de la iglesia) el clero disminuyó a mínimos del 5 % en España llegó a alcanzar el 20 %. En cuanto a la aristocracia, había mayor porcentaje en España (a causa de la hidalguía o nobleza menor) mientras que en Francia e Inglaterra eran el 5 % o menos (esto se debe a que la población se disparó en varios millones en el siglo XVIII mientras que la aristocracia no se reprodujo al mismo ritmo). El resultado es que la nobleza cada vez se hizo más minoritaria pero concentró mucho más poder en Francia, donde casualmente estalló la Revolución cuando los Estados Generales quisieron repartir mejor los impuestos.

La Revolución Francia, a pesar de los ideales de igualdad, no siguió a un reparto de tierras entre los desposeídos pues no hubo una reforma agraria seria y, además, se mantuvieron impuestos reciclados (como el del trabajo servil, reconvertido en otro impuesto más). A finales del siglo XIX, la supuesta igualdad seguía sin producirse, ya que la mayoría de los inmuebles de París pertenecían a una pequeña clase adinerada. El resto de los ciudadanos tenían que alquilar. De ahí que el autor recuerde frases de clásicos franceses en los que el protagonista aspiraba a acumular una fortuna y vivir de rentas. Piketti cita a Jane Austen en "Orgullo y Prejuicio", donde cita expresamente la cantidad de dinero  necesaria para vivir de rentas (10.000 libras anuales) una familia en el campo inglés de forma holgada. Por tanto, el siglo XIX fue el de la acumulación de patrimonio para luego vivir de rentas (acciones, bonos del Estado, fincas, alquileres de pisos).

El autor también aborda la cuestión de Irlanda, donde las tierras estaban en poder los señores ingleses, propietarios de grandes extensiones. La situación se agravó a mediados del siglo XIX cuando una plaga de la patata dejó a los irlandeses sin alimentos. Un millón de irlandeses emigraron a Estados Unidos y otro murió en la propia Irlanda, motivo por el que guardaron rencor a los latifundistas ingleses y a la metrópoli porque no acudió en su socorro y auxilio humanitario. Fue la base para la posterior independencia de Irlanda en 1921.


Esclavitud

El autor luego indaga en las economías esclavistas. Señala, por ejemplo, que en Haití-Santo Domingo el porcentaje de esclavos alcanzó el 90 %, por lo que se trata de la sociedad más desigualitaria que ha conocido el mundo, donde 10 % de la población era rica o tenía el poder y obtenía el 90 % de los ingresos (el 10 % restantes son gastos en manutención, comida, alojamiento y ropa de los esclavos). Hubo más revueltas de esclavos en otras islas pero solo triunfó la de Haití porque eran demasiados y los patrones ni siquiera vivían en la isla sino que recibían sus rentas en sus cómodas villas parisinas. Francia obligó a pagar compensaciones durante un siglo a Haití bajo la amenaza de una invasión si no pagaban. Terminaron de pagar las indemnizaciones en 1950, por lo que se considera que este factor fue el que lastró el crecimiento económico de la isla (así como el bloqueo francés) durante todo un siglo.

Piketti también aborda las distintas soluciones que adoptaron los países para erradicar la esclavitud, en concreto Inglaterra, Francia y Estados Unidos, y Brasil. En primer lugar, Inglaterra prohibió el tráfico intercontinental de esclavos después de 1800 y abonó indemnizaciones a los propietarios esclavistas mediante la emisión de bonos y deuda pública. Al final, fueron los contribuyentes los que costearon la supresión de la esclavitud en territorio británico al precio justo.

En el caso de Francia, se obligó a Haití a pagar por su libertad. Aunque la Revolución Francesa había abolido la esclavitud, Napoléon la restauró. Solo Haití se tomó en serio las proclamas de la igualdad entre los hombres. La Revolución Francesa estableció que todos los hombres eran iguales y libres pero los legisladores posteriores reconocieron que los dueños de las plantaciones habían comprado legalmente a sus cultivadores (a precios altos, pues un esclavo se amortizaba con diez años de trabajo: si facturaba 30.000 euros al año, valía 300.000 euros, a precios actuales. Eran muy caros y habría que reemplazarlos continuamente porque muchos morían durante el transporte o por el duro trabajo). Las demás islas de las Antillas y el Índico fueron liberadas décadas más tarde por el temor a las continuas rebeliones de los esclavos, y también se buscó un modo de que el Estado abonase una indemnización a los propietarios con dinero público.

En Estados Unidos, la esclavitud llegó a suponer el 30 % de la población en el Sur porque, tras el bloqueo de Inglaterra al tráfico de esclavos en el Atlántico, tuvieron que mejorar las condiciones de vida de los trabajadores forzados de las plantaciones, por lo que nacieron más bebés sanos, que heredaron la condición de esclavos de sus padres. El resultado fue que de un millón de esclavos en el siglo XVIII se pasó a 5 millones sin gastar un dólar en transporte en Estados Unidos, mientras que Francia apenas mejoró su población porque siguió con las malas condiciones en sus islas-plantación.

La razón de la guerra de Secesión en EE.UU. se debe a que, cuando el país se expandió hacia el Oeste, Washington quería que esos estados no fuesen esclavistas, por lo que el Sur temió convertirse en un estado tapón rodeado de santuarios para los esclavos fugitivos. Uno de los argumentos comunes en Francia es que los dueños de esclavos habían comprado legalmente a esos hombres y que tenían derecho a una compensación. Pero en Estados Unidos, compensar a los dueños de los plantaciones era impensable porque había millones de esclavos, el precio sería astronómico e inviable. Tras la Guerra de Secesión, se abolió la esclavitud y el Norte, con más población, se impuso al Sur.

Había legisladores que comparaban las plantaciones esclavistas con la sociedad industrial: mientras los esclavos tenían cubiertos todos sus gastos de por vida, alojamiento y jubilación, el proletario industrial era despedido una vez que dejaba de tener valor para el patrón y, además, no tenía un seguro de protección en la vejez.

En Brasil, el emperador portugués siguió con el negocio de esclavos hasta finales del siglo XIX pero estableció un sistema de abolición progresivo: los hijos de los esclavos nacerían libres y los ancianos mayores de 60 años serían también libres (una especie de jubilación).

Sociedades coloniales

Posteriormente, el autor analiza las sociedades coloniales. En este caso, la "corvea" o trabajo gratis sería una forma de que las sociedades colonizadas pagasen sus contribuciones a la metrópoli. Todo estaba montado para que las grandes metrópolis (Londres y París) recibiesen continuos ingresos y materias primas para su industria, lo cual enriquecía aún más a los inversores y rentistas. Por contra, las sociedades colonizadas apenas obtenían beneficios (las modernas líneas ferroviarias estaban trazadas para la extracción y cargamento de materias primas en función de los intereses de la metrópoli). En el caso de la India, se aprovechó el hecho de que el país ya estaba dividido en castas.






lunes, 4 de abril de 2016

"¿Por qué pagas más impuestos que Apple?", de Mercedes Serraller (2014)

Mercedes Serraller investiga la ingeniería financiera que realizan las multinacionales de Internet para pagar menos impuestos en un momento en que al ciudadano de a pie se le exige un esfuerzo suplementario.

Resumen de "¿Por qué pagas más impuestos que Apple?", de Mercedes Serraller (2014)


Referencia APA: Serraller, Mercedes (2014):  ¿Por qué pagas más impuestos que Apple? Trampas y montajes de las grandes empresas y de los millonarios para no pagar. Barcelona: Editorial Conecta.

Ver el resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/04/por-que-pagas-mas-impuestos-que-apple.html 

Autor de resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Sociología, finanzas, impuestos, paraísos fiscales, Silicon Valley

...................................................................................................................................

Título: "¿Por qué pagas más impuestos que Apple?"

Subtítulo:  Trampas y montajes de las grandes empresas y de los millonarios para no pagar.

Autora: Mercedes Serraller

Editorial: Barcelona, Editorial Conecta, 2014

Número de páginas: 188

........................................................................................................................................

Biografía de la autora Mercedes Serraller (hasta 2014)

Mercedes Serraller es licenciada en filología inglesa y en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y tiene un máster en periodismo de El Mundo. Trabajó en El Mundo y en el 2007, justo cuando empezaba la crisis, entró en la sección de economía, política y jurídica de Expansión, donde cubre temas fiscales. Éste es su primer libro.

...........................................................................................................................................

Texto de la contraportada

"Apple, una de las empresas más grandes y con más éxito en todo el mundo, paga entre 20 y 30 puntos menos de impuestos en su factura fiscal global que lo que paga un español medio. En un momento en el que la presión fiscal sobre los empleados y las clases medias se ha disparado hasta la axfisia, y en la que se nos dice que hay que recortar en todo, cada día aparecen más noticias que nos recuerdan que las grandes empresas, los millonarios y la jet set se las apaña para pagar lo mismo: desde Apple, que presenta su declaración de impuestos en España con un resultado negativo, es decir "a devolver", hasta el mejor futbolista del mundo, quien se enfrenta a acusaciones de evasión fiscal, pasando por los grandes bancos o los profesionales liberales.

Instrumentos como las facturas falsas, operaciones internacionales fraudulentas, declaraciones de precios de venta maquillados, ocultación de capitales en paraísos fiscales, empresas fantasma o tapadera o las sicav son algunos de los mecanismos que explican por qué los que más tienen pagan tan poco. ¿Cómo funcionan todos estos mecanismos y qué podemos aprender de ellos?

...................................................................................................................................................

ÍNDICE

1. ¿El principio del fin? La crisis mete a los paraísos en una lista negra

2. Estados Unidos y Hervé Falciani cercan a Suiza

3. "Vámonos a Singapur". Suiza se reinventa

4. El destierro de Adán y Eva. FATCA y el intercambio automático de información fiscal: las amenazas de Estados Unidos, el G-20 y la Unión Europea contra los capitales opacos.

5. El talón de Aquiles de "los puros" anglosajones: El caso de Gibraltar y Delaware.

6. La globalización fiscal. Por qué Apple, Google o Microsoft pagan un 1 % de impuestos en todo el mundo.

7. El caso doméstico. Por qué el Ibex paga un 4 por ciento de impuestos en España.

8. ¿Hacienda somos todos? La amnistía, el "caso Bárcenas", el "caso Urdagarín", los instrumentos de las grandes fortunas para pagar muy pocos impuestos. La economía sumergida.

9. El palo y la zanahoria. Montoro contraataca con la Ley del Fraude y la lista de grandes defraudadores. Messi, actores, medios de comunicación y partidos políticos, bajo su dedo acusador.

10. Último asalto en el ring. Las multinacionales comparecen en los parlamentos de Estados Unidos y Reino Unido mientras el G-20 ultima medidas globales contra la baja tributación. España crea una Oficina-Sheriff fiscal para controlarlas. Las empresas se agrupan en lobbies fiscales. Nace la RSC tributaria.

.........................................................................................................................

Resumen:

La autora cuenta que, tras la crisis del 2008, la OCDE y la UE presionaron para el cierre de los paraísos fiscales. Aunque oficialmente se daba por erradicados, los paraísos fiscales firmaban convenios entre ellos para transferirse fondos. Por otra parte, las multinacionales de EE.UU., dice la autora, mantienen una nula tributación pero pasa lo mismo en algunas empresas del IBEX. El escándalo salió a la luz cuando empleados de banca empezaron a filtrar los datos.

Según la definición de la OCDE, un paraíso fiscal tiene una tributación baja o nula, la falta de intercambio de información, la opacidad y perjuicio a la competencia y libre circulación de capitales.

Señala que las grandes fortunas cuentan con todo tipo de parabienes para "que no se vayan" mientras los trabajadores pagan más y son los que sostienen al Estado. Las medidas del PP para subir los impuestos a las rentas altas tuvieron como contrapeso la amnistía fiscal, con todo tipo de facilidades para los evasores, a la vez que subían los impuestos y rebajaban los servicios públicos.

Serraller indica que la UE ha hecho grandes avances en los últimos cinco años para acabar con esas desigualdades.

El giro que cambió las políticas sobre los paraísos fiscales se remontan al 2009, cuando Barack Obama y Angela Merkel se aliaron para presionar a los paraísos y las estrategias de las multinacionales y fortunas para no pagar. Hasta entonces no se había acometido con dureza la evasión de impuestos.

Entre las organizaciones sin ánimo de lucro que vigilan la evasión está Tax Justice Network. Calcula que hay ocultos en territorios opacos u offshore entre 21 y 32 billones de dólares (un año de PIB de EE.UU). Y 12 billones está en manos de 50 bancos, 21 de ellos muy importantes. La autora cita a UBS, Credit Suisse y Goldman Sachs.

Entre los países con mayor renta del mundo están Bermudas (86.000 dólares per cápita), así como Luxemburgo, Macao, Jersey, Mónaco y Singapur. Las islas Caimán mueven 1,4 billones de dólares.

En los 90, la OCDE creó el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y elaboró 3 listas negras: 35 paraísos, 47 áreas de baja tributación (incluidos los regímenes forales de País Vasco y Navarra) y 15 países que toleraban el blanqueo de capitales. El gobierno Bush rebajó luego las exigencias. Es a partir de las reuniones del G-20 en el 2009 cuando se firman acuerdos de intercambio de información.

En los capítulos siguientes, la autora estudia las denuncias presentadas a partir del 2008 por extrabajadores de banca en paraísos fiscales que estaban arrepentidos y que robaron listas con datos de clientes y se los entregaron a la prensa o los países interesados. En el caso de España, hubo una lista de 600 clientes de Suiza a los que Hacienda les ofreció la posibilidad de reconocer la deuda y pagar sin incurrir en delito. En España, un gran banquero tuvo que pagar 200 millones. Existe el rumor de que Hacienda borró de la lista algunos nombres con cuentas no declaradas por intereses de Estado o lo que fuese.

A consecuencia de estas delaciones, países como Suiza perdieron clientela a favor de Singapur, sobre todo. Poco a poco se fue estrechando el cerco con los evasores fiscales.

La cuestión que plantean quienes hacen ingeniería fiscal es que ellos se limitan a atenerse a la legalidad. En el parlamento británico les respondieron: "No les acusamos de ilegales, sino de inmorales", porque no están contribuyendo en nada a sostener al país que les permite hacer fabulosos negocios. Incluso fueron culpados de "antipatrióticos" por los demócratas en EE.UU.

La cuestión es que, en las fronteras de España, ahora mismo hay dos paraísos fiscales: Gibraltar y Andorra, que buscan atraer al capital.

Con la globalización y la liberalización de la banca, cada país compite por atraer a inversores. Una de las primeras cosas que se eliminó fue la doble imposición, el no tener que pagar dos veces impuestos por lo mismo en dos países distintos. Pero ahora nos encontramos con una doble no imposición.

Un ejemplo de país que puso buenas condiciones fiscales es Irlanda, donde el impuesto de sociedades de solo el 12 % frente al 30 % de España o el 20 % de Inglaterra. Eso sin contar los acuerdos a los que llegue la multinacional con el propio país para pagar menos. Irlanda ha atraído a empresas punto.com de todo el mundo o grandes multinacionales pero algunas todavía han exprimido la ley para pagar menos impuestos: es el caso del "sandwich holandés". Una empresa con sede en Irlanda transfiere derechos a otra creada exprofeso en Holanda y sin plantilla para beneficiarse de la legislación irlandesa.

La autora cuenta varios casos de cómo las grandes multinacionales montan un entramado de sociedades instrumentales por todo el mundo para aprovechar la legislación en cadena y lograr no pagar nada en impuestos. El sistema, dice Serraller, es muy antiguo y el propio Steve Jobs en los años 80 se encargó de diseñarlo para que Apple pagase lo mínimo posible. La autora admite que cualquiera de nosotros, ciudadanos de a pie, buscamos todas las posibilidades de desgravar y pagar menos a Hacienda, pero que cuando ocurre a escala de una multinacional, estamos hablando de miles de millones de pérdidas para la Hacienda pública, justo ahora que pasa por dificultades.

lunes, 11 de junio de 2012

"La cultura de la satisfacción", de John Kenneth Galbraith (1992)

 Resumen: "La cultura de la satisfacción", de John Kenneth Galbraith (1992)

 Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/06/la-cultura-de-la-satisfaccion-de-john.html

Sociología, estructura social, economía política

Resumen, anotaciones y comentarios de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Título: "La cultura de la satisfacción"
Subtitulo: "Los impuestos, para qué? Quienes son los beneficiarios?"
Título original: "The culture of the Contentment".

Autor: John Kenneth Galbraith
Fecha de publicación: 1992
Editorial en español: Editorial Ariel

Resumen de la contraportada:
"Una brillante descripción y un agudo análisis de la actual Mayoría Electoral satisfecha en Estados Unidos y en Occidente. La intervención del Estado en la sociedad y el papel que deben tener los impuestos marcan la línea divisoria entre lo aceptado y lo rechazado por esa Mayoría.
Pero el profesor Galbraith también pone sobre el tapete la existencia de su reverso, la Subclase, marginada y en creciente conflicto. El resultado es una visión panorámica aunque crítica de las sociedades avanzadas de nuestro tiempo".


Interés del libro: Galbraith retrató la sociedad de consumo de los años 50, la de las grandes corporaciones y ejecutivos de los 60 y escribe el libro tras la caída del muro de Berlín.
En este libro, Galbraith da una explicación de por qué los republicanos de EE.UU. piden una rebaja de impuestos y un recorte del Estado, y de por qué la gente les vota. El libro fue escrito en 1992, pero 20 años después los mismos argumentos siguen vigentes contra el gobierno Obama y otros dos autores, Paul Krugman y Stiglitz, toman el relevo de Galbraith en la defensa del estado de bienestar y las teorías keynesianas.



Resumen

¿Por qué ese título? En las primeras páginas, Galbraith dice que los privilegiados que estaban en el poder en la Roma posterior a Trajano, en la Francia del siglo XVIII o la Inglaterra industrial del XIX o las élites dirigentes comunistas de la URSS aprobaron aquellas teorías económicas aduladoras que justificasen que lo más conveniente y sabio era que ellos se quedasen con la riqueza. Eran los gobernantes satisfechos de un mundo ordenado a su servicio, a pesar de que el pueblo clamaba por reformas. Si esa cultura de la satisfacción pervive es porque algunas de esas reformas que pedían los marginados se hicieron a regañadientes.
Pero lo que dice Galbraith es que los que votan en las elecciones son los que están satisfechos sin sospechar que hay grietas en el sistema [nota del lector: en el 2011 salió un libro que describe esas grietas en el sistema, sobre todo en el sistema financiero].


CAPITULO 1

Galbraith examina las consecuencias de la crisis de la bolsa de 1987 y cree que no fue tan destructiva como la Gran Depresión porque en el medio siglo posterior a 1929 los gobiernos adoptaron colchones como subsidio de desempleo, pensiones o ayudas a bancos o evitar quiebras.
Este añade que las clases más afortunadas y satisfechas siempre han tenido economistas aduladores que han esbozado teorías para justificar sus riquezas como los fisiócratas con los terratenientes o David Ricardo y Malthus con los liberales. De no haber reformas sociales, el capitalismo no habría sobrevivido a la Primera Guerra Mundial ni a la Gran Depresión. Pero mientras el comunismo disparó la producción industrial en masa pero fue incapaz de generar una sociedad de consumo ni estimular la agricultura y se hundió en 1989, el capitalismo sobrevivió gracias a reformas que los más afortunados habían rechazado inicialmente.
[nota del lector: creo que Francis Fukuyama en su libro El fin de la historia explica mejor la caída del comunismo, que lo basa en una crisis de legitimidad]. Galbraith señala que tras la caída de la URSS quedó en Occidente la sensación de triunfo y de satisfacción pero Galbraith dice que ninguno de los votantes satisfechos, que son los que votan, hacen oídos sordos a las grietas en el sistema.

CAPÍTULO 2

Los votantes satisfechos formarían la mayoría, el 1% más rico, el 20% acomodado y el proletariado que percibe dos sueldos. Habría un 12,5% que vive en la pobreza, marginales que no votan.
Galbraith reprocha que haya autores que se quejen de que los pobres cobren subsidios por encima de lo que sería un estimulo para buscar trabajo. [nota del lector: Tim Harford escribió en el 2009 precisamente sobre cual era el salario mínimo para "incentivar" al parado para que buscase trabajo ]. Tanto celo no se aplica con esas clases satisfechas y votantes que perciben sustanciosos subsidios, pensiones, atenciones de la seguridad social y subvenciones. Ese gasto no solo no parece excesivo o contraproducente sino que los votantes lo defienden como preciada posesión.
Otra característica que señala Galbraith es que los satisfechos creen que han llegado a su situación por sus méritos, inteligencia y esfuerzo por lo que considerarán injusto cualquier intento de arrebatarles sus privilegios.

Por otra parte, quienes critican los gastos hacen referencia a la "pesada carga del Estado" pero eso excluye las prestaciones, seguros y gastos en Defensa que requiere proteger la democracia. Según Galbraith, los modernos conservadores y hasta los demócratas ven necesarios estos gastos que redistribuyen el dinero que pagan en impuestos pero son cicateros con las ayudas a los marginados y menos desfavorecidos.
Otra característica es que el pago de impuestos de los ricos tiende a pararse por alto bajo la creencia de que los menos ricos también se librarán de pagar todos los impuestos que deberían. Estos discursos se remontan a los años 50, siguieron en la era Reagan y Bush padre. [ nota del lector: y prosiguen actualmente].

El capítulo que trata sobre los impuestos es uno de los más interesantes porque Galbraith da una explicación coherente de por qué los conservadores piden recortes en educación o sanidad y menos Estado. La razón es sencilla: quienes tienen un alto poder adquisitivo no quieren pagar dos veces por lo mismo, ya que pagan colegios y seguros privados y además los impuestos por unos servicios que no reciben por que no lo necesitan. Hay gente que incluso ha propuesto bonos descuento para sus colegios privados [nota del lector: Milton Friedman propuso esos mismos bonos para los afectados del huracán Katrine, lo que critica Naomi Klein en su libro La doctrina del shock]. Galbraith dice que políticos que defendían estas ideas como Reagan o Bush padre se limitaron a hacer lo que les pedía la mayoría, que era no pagar más impuestos por algo que ya se podían permitir con sus altos salarios y que no les beneficiaba a ellos sino a los pobres. La reducción del Estado era también para educación y sanidad pero no para gastos que los votantes consideraban necesarios como la defensa, la ayuda a bancos en quiebra o las garantías para los ahorros bancarios. Para eso sí hay dinero.[ nota del lector: este análisis fue escrito hace 20 años pero mantiene vigencia durante la Gran Recesión de 2008 al 2012].

Otro de los conceptos que aborda es el de subclase, en referencia a los inmigrantes sin derecho a voto o las poblaciones más pobres y marginales que se perpetúan una generación tras otra. Antes, un inmigrante o trabajador pobre tenía la esperanza de que sus hijos estudiasen y mejorasen profesionalmente, pero ahora la subclase ve como se restringen las ayudas se la formación y los hijos repiten los desagradables oficios de sus padres.

CAPÍTULO 8

El capítulo 8 es de especial interés para entender la crisis de 2008 a 2012. Galbraith explica la formulación de Murray: estímulo imprescindible para los ricos, impuesto de renta más bajo sin pérdida de recursos públicos, disminución de los gastos destinados a los pobres y el apoyo intelectualmente impecable de Adam Smith. Estas doctrinas, agrupadas, compusieron lo que se conoció como economía del lado de la oferta. Según la definición de Galbraith, la economía del lado de la oferta significa que "la política económica pasaría a centrarse no en los factores que afectaban a la demanda agregada de la economía sino en los que, recompensando la iniciativa y por tanto la producción, expandían la economía aumentando la oferta de bienes y servicios. Para este fin, los ricos necesitaban el acicate de más dinero, los pobres el acicate de su propia pobreza". Se supone que el objetivo final es bajar los impuestos de los más ricos mediante la teoría del goteo: si uno alimenta al caballo con avena de sobra, algo acabará cayendo en el camino para los gorriones (David Stockman, administración Reagan).

El capítulo 8 también tiene interés por la revisión que hace del libro La Riqueza de las Naciones, de Adam Smith, de su teoría y sus mitos. Galbraith recuerda que Adam Smith se oponía a la gran clase comerciante pues ello hubiese otorgado a esta grandes privilegios arancelarios y monopolistas. "Smith quería libertad de comercio, impulsada por la fuerza universal del propio interés. Veía a su vez, a esta fuerza como la motivación que orientaba la vida económica hacia resultados socialmente beneficiosos. He aquí su famosa mano invisible", dice Galbraith.
Respecto a los servicios públicos y el Estado, Smith insistía en que un país civilizado tiene una gran cantidad de gastos necesarios que no lo son en absoluto de un país, según su expresión, bárbaros. Además, le atraía mucho la idea de un impuesto proporcional con la riqueza.

CAPÍTULO 9

El capítulo 9 reflexiona sobre la política exterior de EE.UU., cuyos cargos tienen un gran prestigio social pero poca formación según Galbraith.

CAPÍTULO 10 Y 11

Los capítulos 10 y 11 abordan el gasto militar ante amenazas. [ nota del lector: Galbraith ya estudió este tema en "La sociedad opulenta"]. Este sostiene que en los 80 la administración Reagan invirtió millones de dólares en nuevas tecnologías armamentísticas, lo que generó beneficios a los fabricantes, ingenieros y militares. Sin embargo, Galbraith reprocha que programas como La Guerra de las Galaxias eran de dudosa eficacia pese a su alto coste. En realidad, lo que se ve es que ese dinero no fue a programas sociales o escolares y a los votantes satisfechos les pareció bien. El autor hace una observación sobre que las más grandes y costosas guerras fueron emprendidas por demócratas ( la guerra de Corea, Vietnam o la Segunda Guerra Mundial) y las cortas y de baja intensidad (Panamá, Granada o Irak en 1991) por republicanos. [ nota del lector: el libro fue escrito en 1992, las dos siguientes guerras en Afganistán e Irak fueron emprendidas por republicanos].
Otra observación es que los votantes satisfechos no quieren ir a las guerras, por lo que la mayoría de los reclutas proceden de entornos marginales bajo promesas de ascenso social].

CAPÍTULO 13 y finales

La conclusión de Galbraith es que las políticas, discursos y promesas de demócratas y republicanos se asemejan porque no quieren disgustar al votante satisfecho.
En uno de sus comentarios, Galbraith comenta que los votantes quieren que los políticos garanticen sus ahorros y los gobiernos eviten las quiebras de los "bancos demasiado grandes para caer". [nota del lector: Como vemos, Galbraith estaba anticipando un escenario que tendría gran trascendencia 20 años después].

(en unos días continuará el resumen)