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lunes, 12 de marzo de 2018

"El absurdo mercado de los hombres sin cualidades", de Anselm Jappe, Robert Kurz y Claus Peter Ortlieb (2009)

Resumen del libro "El absurdo mercado de los hombres sin cualidades", de Anselm Jappe, Robert Kurz y Claus Peter Ortlieb (grupo Krisis) (2009)


Resumen original y actualizado en el siguiente link:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2018/02/el-absurdo-mercado-de-los-hombres-sin.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación Social, licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, economía de mercado, capitalismo, mercancías, teoría económica

Interés del libro: forma parte del pensamiento de Grupo Krisis, una escuela alemana de economistas, y anticipa la crisis del 2008.

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Título: "El absurdo mercado de los hombres sin cualidades"

Subtítulo: "Ensayos sobre el fetichismo de la mercancía"

Autores: Anselm Jappe, Robert Kurz y Claus Peter Ortlieb (grupo Krisis)

Editorial en español: Pepitas de calabaza, 2009 y 2014

Número de páginas: 223

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Biografía de los autores (grupo Krisis)

Robert Kurz (1943, fallecido en el 2012) y Claus-Peter Ortlieb han estado entre los impulsores de las revistas Krisis, desde 1986, y Exit!, desde el 2004, en cuyas páginas se ha venido elaborando esta crítica del valor, heredera de aquel Marx "esotérico" que declaraba no ser marxista. Kurz es además autor de Der Kollaps der Modernisierung (El colapso de la modernización, 1991), Schwarzbuch Kapitalismus (El libro negro del capitalismo, 1999), Marx lesen (Leer a Marx, 2001), Weltordnungskrieg (La guerra por el orden mundial, 2003), y Das Weltkapital (El capital mundial, 2005).

Anselm Jappe, autor de Guy Debord (cast. 1998), ha dado a conocer esa nueva corriente de pensamiento en numerosas publicaciones en lengua española, italiana y francesa (Crédito a muerte, La descomposición del capitalismo y sus críticos, El fetichismo de la mercancía, prólogo de Karl Marx, Les Aventures de la marchandise, 2003; artículos en Il Manifesto, Lignes, Salamandra, etc.)

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Textos de la contraportada y la solapa

"Para los autores de este libro, la actualidad del pensamiento de Marx está en lo que tiene de más radical: la crítica de la mercancía y del dinero, del trabajo y del Estado. Lo obsoleto es, por el contrario, lo que suele aceptarse hoy como políticamente correcto: la apología del progreso, de la democracia y de la modernidad. Y también, para más escándalo, la lucha de clases: la revolución que no surge de la lucha de clase contra clase, sino de la rebelión contra los fetiches abstractos de Dinero y Capital a los que hemos cedido el dominio sobre nuestras vidas.

Los ensayos aquí reunidos forman una suerte de breviario de la crítica radical de la sociedad de la mercancía, de sus instituciones - el mercado y el trabajo, la ciencia y el arte - y sus ideologías, desde el marxismo hasta las filosofías posmodernas; también hablan de los antecedentes de esa crítica, desde Hegel y Leopardi hasta los situacionistas".

"[...]  Tal vez no se llegará a un viernes negro como en 1929, a un día del juicio. Pero hay buenas razones para suponer que estamos presenciando el fin de una larga época histórica: la época en que la actividad productiva y los productos no sirven para satisfacer necesidades, sino para alimentar el ciclo incesante del trabajo que valoriza el capital y del capital que emplea el trabajo.

La mercancía y el trabajo, el dinero y la regulación estatal, la competición y el mercado: detrás de las crisis financieras que vienen repitiéndose desde hace veinte años, se perfila la crisis de todas estas categorías, las cuales - cosas que nunca se recuerda lo bastante - no forman parte de la existencia humana desde siempre ni en todas partes. Se han apoderado de la vida humana a lo largo de los últimos siglos y podrán evolucionar hacia algo diferente: algo mejor o algo todavía peor [...]"

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ÍNDICE

Introducción a la edición castellana (Jappe)

El absurdo mercado de los hombres sin cualidades (Jappe)

Los intelectuales después de la lucha de clases. De la nueva aconceptualidad a un nuevo pensamiento crítico (Kurz)

Las sutilezas metafísicas de la mercancía (Jappe)

Luces de progreso (Kurz)

Sic Transit Gloria Artis. El "fin del arte" según Theodor W. Adorno y Guy Debord (Jappe)

Objetividad inconsciente. Aspectos de una crítica de las ciencias matemáticas de la naturaleza (Ortlieh)

¿Crítica social o nihilismo? El "Trabajo de lo negativo" desde Hegel y Leopardi hasta el presente (Jappe)

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RESUMEN

Comentarios iniciales: Libro bastante abstracto y centrado en conceptos económicos como valor, mercancía o capital. Hacen una crítica radical a la sociedad contemporánea.
El grupo alemán Krisis se especializó en estudiar el valor de la mercancía, uno de los aspectos del capitalismo en los que trabajó el economista alemán Karl Marx (1873). Uno de sus libros de 1991, "El colapso de la modernización", de Enzensberg, tuvo bastante éxito en Alemania y difundió las teorías del grupo Krisis. Se vanaglorian de haber sido unos de los primeros en predecir la crisis financiera del 2008. La clave de este libro es que los hombres deben despojarse de sus atributos peculariares para ser "mercancía", con la que se puede operar en horas-trabajo y valor-dinero. O sea, el individuo debe uniformarse para "monetarizarse" (mismo peso, educación, horarios...) Solo cuenta el trabajo en abstracto (lo monetizable) y la satisfacción de las necesidades pasan a ser secundarias.

Los primeros capítulos del libro están escritos por Jappe. Una de las frases que explica el problema de la sociedad de la mercancía y el título del libro es la siguiente:"En la sociedad de la mercancía, el trabajo privado y concreto solo se hace social, o sea útil para los demás y, por ende, para su productor, a trueque de sus cualidades propìas y de hacerse abstracto" (página 68). En vez de controlar la producción, los hombres son controlados por ella, gobernados por los mismos productos que ellos fabrican (fetichistas del coche, del móvil). Remiten a La Sociedad del Espectáculo (1968) de Debbord, la primera crítica postmodernista.

En concreto, en este libro revisan los conceptos marxianos de "valor" [nota del lector: el valor ya fue estudiado por Smith y Ricardo] y "fetichismo" y que describen la actividad humana como valor de cambio, mercancía y dinero. En el libro, le quitan polvo al viejo marxismo del siglo XIX y le hacen una actualización 2.0 al tener en cuenta que el capitalismo y la sociedad de la mercancía ha evolucionado. Sostienen que hasta ahora los economistas y filósofos han examinado la sociedad desde la contemplación del mundo a través de un vidrio deformado por la abstracción-valor.

Su tesis principal es que el capitalismo tenía una especie de "gen" que le hacía producir dinero para que se perpetuara en más dinero (una especie de orden genética de "reproducción social" del dinero). Aseguran que ese objetivo de "dinero total" ya se ha producido (al convertir todas las cosas en dinero, al monetizarlo todo), y ha generado el One World sin que haya una vuelta atrás. Añaden que esto solo era una muleta de la Humanidad de la que se valió para lograr un "mundo unificado" de la forma-mercancía pero ahora hay que dejar la muleta y salvar lo mejor (nivel cilivizatorio, fuerzas productivas y conocimientos).

Lo novedoso que plantea el grupo Krisis es que, hasta ahora, se pasaba por alto que las propias mercancías siguen sus propias leyes de desarrollo y que los sujetos (hombres de negocios, consumidores, obreros) solo son comparsas. Sostienen que los individuos que conforman las sociedad capitalista, en referencia a obreros, empresarios, dirigentes, no son actores sino el engranaje. En este sentido, dice que es tanta tontería pedir precios justos para los productores del Tercer Mundo como una presión atmosférica justa porque es dirigirse a sujetos que no lo son. Dicen que el "verdadero escándalo" es transformar un objeto en una unidad de trabajo y luego en dinero. Para entenderlo, ponen este ejemplo: para subir el PIB el Gobierno es igual que ponga a trabajar a un millón de obreros en producir tornillos que escobas. Da igual, el engranaje de crear dinero de objetos sigue funcionando. Lo que importa, explican, es la "reproducción social" de la estructura.

Este nuevo libro que actualiza el concepto de mercancía fue escrito por autores del grupo Krisis, que se dedican a estudiar el fenómeno que denominan "el fin del capitalismo". Sostienen que tras la caída de la URSS, el capitalismo y su forma de gobierno (la democracia liberal) han agotado un ciclo histórico que lleva al ocaso de la sociedad mundial de la mercancía. Esto se debe a que ahora quedan menos participantes en una carrera por acaparar bienes y que deja a más excluidos en la miseria.

Sostienen que el proletariado es un residuo feudal que llegó tarde al capitalismo y que su lucha fue por integrarse en esa sociedad de la mercancía en una determinada etapa del desarrollo capitalista que consistía en la acumulación. Sostienen que la lucha entre el movimiento obrero y el capital no era más que una lucha entre fracciones enfrentadas por tomar el control del mismo sistema al que perten El apogeo llegó con las fábricas de coches de Ford (Fordismo) y con la era de la Informática, el capitalismo empieza su debacle "al existir una contradicción insoportable entre el contenido material de la producción y la forma impuesta por el valor".

Critican a la escuela francesa de intelectuales (Le Goff, Duby, Aries) que dediquen sus esfuerzos, muy loables, a hacer "arqueología cultural" con sus historias sobre la Edad Media o el Antiguo Régimen pero han dejado de lado una "visión de conjunto" y una crítica radical de la sociedad. Ven una desmoralización del pensamiento que deviene en parálisis tras el desplome del marxismo, varias veces reinterpretado debido a su potencia económica.

Otro concepto que revisan es la "modernización" y la "modernidad", temas claves entre los economistas. El grupo Krisis dice que sería el capital sería idéntico a la modernidad, en cuanto forma social común a las mencionadas fracciones enfrentadas (en referencia a obreros y capital). Señala que los movimientos anticolonialistas de liberación nacionalista no son "anticapitalistas" en su conjunto sino a una ramificación del capitalismo en concreto que no les gusta.

Siguiendo con el concepto de "modernidad", aseguran que esa fase ya está agotada. Rechazan que los críticos de la modernidad sean unas plañideras que quieren volver a la era preindustrial. Pero ellos replican que no se trata de volver a la modernidad hacia atrás sino avanzando.

Otro de sus golpes a la teoría marxista es la teoría del trabajo. Aseguran que "el trabajo ha perdido toda dignidad; como terapia ocupacional, moderna construcción de pirámides, fetichismo del puesto de trabajo y producción destructiva, no sirve ya sino para asegurar, a un coste cada vez más ruinoso, la continuidad del sistema capitalista globalizado". Recuerdan que los proletarios están disminuyendo desde 1986, sustituidos por sus hijos universitarios. Estos jóvenes han descubierto "la inutilidad de hacerse adulto".

También revisan las relaciones de hombre y mujer. El hombre forma parte del engranaja forma-valor porque era, en el siglo XIX, el que iba a trabajar mientras que la mujer no podía "monetizar" sus tareas domésticas y quedaba fuera de la sociedad-mercancía. La modernidad también convirtió a la mujer en forma-valor y la integró. Solo quedó fuera de esa sociedad-mercancía la esfera privada del hogar.



lunes, 26 de febrero de 2018

"Economía rosquilla", de Kate Raworth (2017)

Resumen del libro "Economía rosquilla", de Kate Raworth (2017)

Link original y actualizado del libro:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2018/02/economia-rosquilla-de-kate-raworth-2017.html

Resumen por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, estructura economía, teoría económica, historia de la Economía

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Título: "Economía rosquilla"

Subtítulo: "7 maneras de pensar la economía del siglo XXI"

Título original en inglés: Doughnut Economics

Autora: Kate Raworth

Edición en inglés: Random House Business Books, 2017

Edición en español: Barcelona, 2018, Paidós, Espasa Libros

Número de páginas: 378

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Biografía oficial de la autora Kate Raworth (hasta 2018)

Kate Raworth es una economista cuya investigación se centra en los retos sociales y ecológicos específicos que plantea el siglo XXI. Ejerce la docencia como investigadora asociada invitada sénior en el Instituto del Cambio Medioambiental de la Universidad de Oxford y es asociada sénior del Instituto de Liderazgo pro Sostenibilidad de Cambridge.

En los dos últimos decenios, Raworth ha trabajado como investigadora sénior en Oxfam, ha sido coautora del Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y ha colaborado con el Instituto de Desarrollo de Ultramar en las aldeas de Zanzíbar.

Ha sido calificada por The Guardian como una de las diez tuiteras más importantes en materia de transformación económica.

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Texto de la contraportada y la solapa

"La economía no funciona. Ha sido incapaz de predecir, y no digamos de impedir, las crisis financieras que han sacudido los cimientos de nuestras sociedades. Sus obsoletas teorías han permitido la existencia de un mundo en el que persiste la pobreza extrema mientras la riqueza de los superricos aumenta año tras año. Y sus aspectos más imprecisos han desembocado en políticas que están degradando el mundo en una escala que amenaza por entero nuestro futuro".

La autora señala: "Este libro asume su reto, presentando siete maneras distintas - y mentalmente transformadoras - con las que todos podemos aprender a pensar como economistas del siglo XXI. Relegando las viejas ideas que nos han atrapado y reemplazándolas por otras más novedosas y capaces de inspirarnos, propone una nueva historia económica que se narra en imágenes tanto como en palabras".

En Economía Rosquilla, la académica de Oxford Kate Raworth identifica siete claves cruciales en las que la economía convencional nos ha llevado por el mal camino, y establece una hoja de ruta para conducir a la humanidad a un punto ideal donde puedan satisfacerse las necesidades de todos con los medios del planeta. En este trayecto, la autora revela cómo la obsesión por el progreso y el crecimiento ha dejado a los economistas indefensos a la hora de afrontar el auge y la caída de la economía del mundo real y, al mismo tiempo, crea un modelo económico de vanguardia apropiado para el siglo XXI; un modelo en el que una brújula en forma de rosquilla señala el camino hacia el desarrollo humano.

Ambicioso, real y rigurosamente argumentado, Economía rosquilla promete resituar y redibujar el futuro de la economía para una nueva generación".

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ÍNDICE

¿Quién quiere ser economista?

1. Cambiar de objetivo
Del PIB a la rosquilla

2. Ver el panorama general
Del mercado autosuficiente a la economía incardinada

3. Cultivar la naturaleza humana
Del hombre económico racional a los humanos sociales adaptables

4. Aprender a dominar los sistemas
Del equilibrio mecánico a la complejidad dinámica

5. Diseñar para distribuir
De "el crecimiento lo nivelará todo" a la distribución por diseño

6. Crear para regenerar
De "el crecimiento lo limpiará todo" a la regeneración por diseño

7. Ser agnóstico con respecto al crecimiento
De ser adicto al crecimiento a mostrarse agnóstico con respecto a él

Ahora todos somos economistas
Apéndice: la rosquilla y sus datos

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RESUMEN

Comentarios iniciales: El título original es "Doughtnut Economics" (que se podría traducir como Economía Donuts). La autora se refiere a que en su nuevo modelo económico, la economía no funciona como un circuito de cañerías por el que circula la inversión y el dinero sino como una rosquilla con un agujero en el centro (donde está la miseria). En los distintos anillos de la rosca se distribuyen una vida agradable, un techo del clima y medioambiente saludables, y en los bordes exteriores están la contaminación y el cambio climático catastrófico. La economía siempre debe moverse en los anillos intermedios.

Como comentario personal, puedo decir que este símil de la rosquilla tendría más lógica si lo comparase con un agujero negro y su disco de acreción: determinadas prácticas económicas atraen y hunden a la población en un pozo de miseria (el agujero de la rosca sin nada dentro) mientras que una "gravedad" menos intensa les deja vivir en torno a los anillos de "vida" que orbitan alrededor del agujero negro. Fuera del borde de la roca, tampoco es "habitable".

En ambos casos, la imagen mental es la misma y ambas metáforas cuentan lo mismo.

El libro arranca en los tiempos de la autora como estudiante de Economía en los años de la crisis del 2008. Si los estudiantes ya sospechaban que la teoría economíca "stándard" que se remonta a 1850 y fue actualizada por Keynes y Hayek y Samuelson, la crisis del 2008 puso en evidencia las limitaciones de la  teoría económica, incapaz de resolver problemas como la creciente desigualdad económica, la miseria extrema en la que vive un sexto de la población mundial o el crecimiento económico suicida que arruina los recursos del planeta y genera un cambio climático incontrolable.


El núcleo de la economía rosquilla está compuesto de siete ideas e imágenes.

1) Cambiar de objetivo (del PIB a la rosquilla).
La economía ortodoxo tiene fijación por el PIB como indicador de progreso y justificar las desigualdades.
La nueva propuesta es respetar los derechos humanos de todo el mundo, creando economías desde el nivel local al global.
Progreso de forma equilibrada.

2) Ver el panorama general (del mercado autosuficiente a economía intercardinada).
La economía tradicional representa la economía como un diagrama de "flujo circular".
Este nuevo discurso cambia la eficiencia del mercado por su poder, la incompetencia del Estado por su colaboración, el caracter doméstico de las familias por su papel fundamental y la "tragedia de los comunes" (en relación a la privatización y política de cercas con alambradas de espacios antes mancomunados) por su creatividad.

3) Cultivar la naturaleza humana (del hombre económico racional a humanos sociales adaptables)
Frente al hombre económico racional (seres egoístas, aislados, calculadores, dominadores de la naturaleza... "en lo que nos hemos convertido") sostienen que somos seres sociales, interdependientes o dependemos del medio ambiente.


4) Aprender a dominar sistemas (de equilibrio mecánico a complejidad dinámica)
Las decimonónicas gráficas mecánicas newtonianas de oferta y demanda han quedado desfasadas. Es como una palanca de control.
La nueva economía propone pensar la economía como sistemas condensados en un par de bucles de retroalimentación (que explican los altibajos de la Bolsa hasta el caracter autorreforzante de la desigualdad). Hay una perpetua evolución.


5) Diseñar para distribuir (del crecimiento lo nivelará todo a distribución por diseño)
La curva de Kuznets sugiere que aunque haya desigualdad a lo largo el crecimiento lo nivelará todo.
La nueva economía apuesta por la red de flujos para redistribuir la renta (control de la tierra, etc...)

6) Crear para regenerar ( del crecimiento lo limpiará todo a regeneración por diseño)
La curva de Kuznets sugiere que el medioambiente es un lujo para ricos pero aunque haya contaminación el crecimiento económico lo "limpiará todo".
En la nueva economía dice que la contaminación es producto de un diseño industrial degenerativo y que hay que crear una economía circular para aprovechar los ciclos de la Tierra.

7) Ser agnóstico con respecto al crecimiento ( de adictos al crecimiento a agnósticos con respecto al crecimiento)
La economía tradicional no cuenta toda la historia sobre la curva del crecimiento del PIB (al tocar techo, cae como una piedra). Algunos países con renta elevada tienen crecimiento bajo, el PIB es una adición.


El concepto de "rosquilla"

La idea es que un circulo en forma de Donuts puede representar la economía.

- En el borde exterior del Donuts está la presión por los recursos y el techo ecológico: ahí aparecen los excesos que destrozan el planeta por su impacto ecológico:  la conversión de tierras, la pérdida de biodiversidad, la extracción de agua dulce, la carga de nitrógeno y fósforo, la contaminación química, la acidificación de los océanos, el cambio climático, la reducción de la capa de ozono y la contaminación atmosférica.

- En el borde próximo al agujero del Donuts, se haya una economía regenerativa y distributiva y el espacio seguro y justo para la humanidad. Lo que se llama el fundamento social (equivalente al bienestar social).

De lo que se trata es de mitigar las deficiencias en agua, alimento, salud, educación, renta y trabajo, paz y justicia, participación política, equidad social, igualdad de género, vivienda, redes y energía. Son elementos básicos que no deberían faltarle a nadie.

La curva de Kuznets

La autora también examina el tema de la desigualdad de la renta porque socava a las sociedades. Influye más que la riqueza nacional en el bienestar social de las naciones (según Richard Wilkinson y Kate Pikett).
Varios autores, incluida Kate Raworth, han puesto en cuestión la curva de Kuznets que dice que la renta per cápita aumenta a la vez que la desigualdad pero que luego se equilibra y todos ganan. O sea, sugiere que los países se van haciendo más ricos, la desigualdad tiende a aumentar primero para poder disminuir a la larga. Pero distintas experiencias en Asia y otros países, y los textos de Piketty, concluyeron que no hay ninguna pauta. La curva de Kuznets solo funcionó en los años 30 y la primera mitad del siglo XX en una era económica primero de depresión, luego de guerra y luego una época dorada.

La solución, según la autora, estaría en la economía en red. Sostiene que no hay que esperar a que el crecimiento reduzca la desigualdad, porque no lo hará. En lugar de ello, prefiere crear una economía que sea distributiva por diseño. Y que ayude a situar a todo el mundo por encima del fundamento social de la rosquilla. Ella representa esa redistribución de renta como una bola repleta de nudos: sería una red de flujos porque cree que si se reestructura una economía como red  distribuida, se podría repartir de forma más equitativa la renta y la riqueza que esta genera. Introduce conceptos como eficiencia del sistema y su resiliencia (depende de la diversidad y la redundancia de la red, en momentos de cambios hay suficientes conexiones y opciones alternativas) [nota del lector: ver los últimos libros de  Nicholas Taleb que abordan la resiliencia en tiempos de crisis].

El diseño que sale de estas redes de flujos genera diversidad y distribución.

Redistribución de la renta y diseño económico redistributivo

La autora recuerda que, hasta ahora, la renta se distribuyó mediante impuestos y transferencias de renta (pensiones), protección en el mercado laboral (subsidio del paro o salario mínimo) y provisión de servicios (atención sanitaria, educación, vivienda social). Pero en los años 80, la presión neoliberal empezó a desmantelar el Estado de bienestar. Ahora, hay un movimiento que vuelve a reclamar la redistribución de la renta. A ello se suma la redistribución de la propiedad de la tierra, según la autora.

Otra idea es cambiar el papel de los bancos centrales y en una crisis, la autora propone, en vez de darle el dinero directamente a los bancos acreedores, dárselo a los morosos y deudores para que paguen sus hipotecas. En vez de inflar la deuda pública, beneficiaría a las familias endeudadas.

También aborda el problema de las patentes cuando en vez de promover la innovación la retraen. Por eso, apoya una economía de código abierto.

Cuenta la historia de un chico de una aldea de África que buscó en libros cómo montar un aerogenerador, buscó los componentes en un basurero y luego instaló un molino eléctrico que le daba electricidad para su casa y clientes que venían a recargar su móvil. También relata que una comunidad de Kenia comercia con una moneda de confianza, el bangla-pesa, para sustituir a la real.

La idea general es que los economistas del siglo XXI no se centren solo en redistribuir la renta sino también redistribuir la riqueza (poder de controlar la tierra, creación de dinero, empresa, tecnología o el conocimiento) y aprovechar a la vez el mercado, los recursos comunes y el Estado para hacerlo posible. No esperarán una reforma desde arriba sino que trabajarán con las redes de base que ya están impulsando una revolución en materia de redistribución.


Economía "oruga" lineal degenerativa  frente a economía "mariposa"

La autora señala que la actual economía sigue un esquema lineal que toma energía y materiales, hace cosas, las usas y las pierde como calor residual y basura. Es lo que llama la economía oruga del diseño industrial degenerativo. Los empresarios se preocupan de generar beneficios sin más. Desde luego o no hacen nada o hacen lo que salga a cuenta pero no hacen la parte que les toca, ni daño ni son generosos, según la autora. Es la mentalidad de la "cuna a la sepultura" de quemar carbón y petróleo, consumir y tirar luego todo al vertedero.

Frente a este concepto, propone el de la economía "mariposa" regenerativa por diseño. Al tomar nutrientes biológicos y nutrientes técnicos, en el proceso de hacer y usar, se regenera y extrae valor en cada fase de descomposición y por otra parte, se restaura, repara, reutiliza, reacondiciona y recicla. El resultado final es que se minimiza la pérdida de materia y calor. En este caso sería una economía "cíclica", un flujo circular "de la cuna a la cuna". La gran solución es la energía solar como fuente inagotable de energía.

Incluso ahora hay un movimiento llamado OSCE (Economía Circular de Código Abierto) que funciona con código abierto y "[bienes] comunes del conocimiento" para fomentar la fabricación circular. Uno de los líderes de la OSCE es Sam Muirhead. Detrás hay mucho "maker" con impresoras en 3D.

Otras de las ideas es que el objetivo de la empresa sea ayudar a la comunidad o que las finanzas presten un servicio a la vida y no especulen a corto plazo.

El papel del Estado

Aquí está una de las claves del libro: el papel de Estado como la clave para poner fin al inmovilismo del diseño económico degenerativo. Dice que el 50% de los impuestos se recaudan del trabajo y que la industria ha reaccionado aumentando la productividad laboral con... más robots. Cree que una economía regenerativa necesitará del respaldo de la regulación, en especial de la energía limpia.

Otra idea es cambiar el concepto de prosperidad para enfocarlo no a la renta per cápita sino también a cómo funcionan los ecosistemas (lo que llama la Era de los Indicadores Vivientes) en los que se monitoria no el PIB sino también la riqueza humana, social, ecológica, cultural y física (hay una experiencia en la ciudad de Oberlin con su Tablero de Seguimiento Medioambiental).


Crítica al objetivo crecimiento

La idea es no obsesionarse con si el PIB crece o no sino ver si una sociedad prospera, da igual con crecimiento o sin él. Recuerda que la economía es cíclica y que ningún PIB  crece seguido dos siglos porque lo haría de forma exponencial. La autora se remite al libro de Walt W. Rostow titulado Las etapas del crecimiento económico (1960) (5 etapas: 1) La sociedad tradicional 2) Las condiciones previas para el despegue 3) El despegue 4) El camino a la madurez 5) La era del consumo masivo a gran escala).

La autora también hace hincapié en la curva de crecimiento "S": a la larga el crecimiento económico tiene que llegar a un límite, algo que vieron los economistas antiguos pero no sus sucesores. La cuestión ahora es en qué punto de la "S" estamos ahora mismo ya que muchos países ricos parecen estancados.

De ahí surge la teoría del Reto del Desacoplamiento. Dice que si el PIB ha de seguir creciendo en los países de renta elevada, el uso de recursos asociado debe disminuir no solo de forma relativa o absoluta sino lo suficiente en términos absolutos para volver a situarnos dentro de los límites planetarios. Aquí, los defensores de "seguir volando" apuestan por sustituir las energías fósiles por las renovables (solar, eólica, hídrica) y creando una economía circular y fomentar la economía "ingrávida" o digital.

Otra corriente no quiere "seguir volando" sino "aterrizar". Por un lado, los productos digitales rozan el coste cero. Por otro, hay una economía colaborativa en marcha de libre acceso (no propiedad). Para Rifkin, la caída del PIB habrá que atribuirla a estos productos nuevos y obligará a medir el valor económico de otra manera.

Menciona la paradoja de Easterlin, en la que tras alcanzar cierta renta y bienestar, un aumento no nos hace más felices. Y Martin Wolf alertó de que el fin de los recursos agotará el crecimiento y generará conflictos. Es lo que la autora denomina "el destino degenerativo" del avión del crecimiento. Una de sus soluciones es acabar con el consumo masivo a gran escala y "prepararse para aterrizar" en una economía verde de bajo crecimiento.

A la adición al crecimiento del PIB se suma el anclaje político del crecimiento que les lleva a soluciones mágicas como

1)  la esperanza de subir la renta sin subir los impuestos (eliminar paraísos fiscales y exenciones especiales (menciona a Zara))

2) Miedo a la cola del paro (acortar la semana laboral y otros ajustes)

3) El poder de la foto de familia del G-20.

La autora concluye que la economía evoluciona y que los propios ciudadanos ya la están reconfigurando no solo consumiendo productos sino también trasladando nuestros ahorros a bancos éticos, utilizando monedas complementarias "inter pares", dotando de un propósito viviente a las empresas que creamos, ejerciendo nuestro derecho al permiso parental en el trabajo, contribuyendo a los comunes del conocimiento y haciendo campaña en movimientos políticos que compartan nuestra visión económica.























lunes, 26 de diciembre de 2016

"Las leyes de la economía", de Dani Rodrik (2015)

Resumen del libro "Las leyes de la economía", de Dani Rodrik (2015)


Resumen actualizado y original en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2016/12/la-leyes-de-la-economia-de-dani-rodrik.html

Autor del resumen: E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, teoría económica, economía política, modelos económicos

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Título: "Las leyes de la economía"

Subtítulo: Aciertos y errores de una ciencia en entredicho

Título original en inglés: "Economic Rules"

Autor: Dani Rodrik

Edición en inglés; Nueva York, 2015, Norton & Company

Edición en español: Centro Libros PAPF SLU, Barcelona, 2016

Páginas: 218

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Biografía del autor Dani Rodrik

Dani Rodrik (Estambul, Turquía, 1957) está considerado uno de los cien economistas más influyentes del mundo por el Ideas/RePec, uno de los principales índices de investigación en Economía,

Procedente de una familia sefardí que emigró de España a finales del siglo XV, obtuvo su licenciatura en Artes (Summa Cum Laude) en  la Universidad de Harvard, así como un doctorado en Economía y un máster en Administración Pública (MPA) por la Universidad de Princeton.

Actualmente es profesor de Política Económica Internacional en la Escuela del Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, donde enseña el programa de Master en Administración Pública (MPA)

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Texto de la contraportada

A raíz de esta última crisis financiera y de la subsiguiente gran recesión, la economía ha llegado a parecer cualquier cosa menos una ciencia. En este libro, magistralmente argumentado, Dani Rodrik deconstruye la ciencia económica para examinarla de cerca y analizar en qué casos son válidos sus postulados y en cuáles se quedan cortos o resultan vanos.

Basándose en la historia de la economía y en su dilatada experiencia como economista y profesor, Dani Rodrik argumenta que la ciencia económica puede ser una poderosa herramienta para mejorar el mundo pero sólo cuando los economistas dejen de perseguir teorías universales y se centren en definir un contexto de análisis adecuado.

Las leyes de la economía es, a la vez, una crítica contundente y una defensa de esta disciplina, y abre un camino hacia una ciencia más humilde pero, al tiempo, más eficaz.

Texto de la solapa

Demasiado a menudo los economistas han considerado que un mismo modelo era válido para todas las situaciones y momentos. En este libro, Dani Rodrik, un economista crítico con su propia disciplina, muestra cómo, en realidad, diversas situaciones requieren diferentes aproximaciones.

En su análisis de la ciencia económica desde los tiempos de Adam Smith a la actualidad, Rodrik muestra cómo cada modelo cuenta una historia parcial acerca de cómo funciona el mundo. De este modo, si queremos analizar la desigualdad global, las consecuencias del libre comercio, la crisis del 2008 o bien el déficit público, necesitaremos utilizar el modelo adecuado para poder ofrecer una respuesta que incluya todos los matices.

Asimismo, el autor sostiene que los modelos matemáticos, tan denostados por los economistas, son, en última instancia, la verdadera fortaleza de la economía, pues hacen de ella una verdadera ciencia.

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INDICE 

Introducción: El uso y abuso de las ideas económicas

1. ¿Para qué sirven los modelos?

2. La ciencia en el diseño de los modelos económicos

3. Navegar entre modelos

4. Modelos y teorías

5. Cuando los economistas se equivocan

6. La economía y sus críticos

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Resumen

Dani Rodrik cuestiona la ciencia económica y sus modelos teóricos y el abuso que, supuestamente, los economistas hacen de ellos. Es sabido que cualquier situación puede explicarse por un modelo económico y su contrario, y que los economistas muchas veces se equivocan o abusan de sus modelos y que la mayoría de las leyes de la economía son sencillas y de sentido común pero los economistas introducen todo tipo de fórmulas matemáticas para darle más "glamour".

Propone algunos tipos de modelos.

- El modelo para la política económica mundial es el originado en Bretton Woods de 1944 y que fue ideado por Keynes. En esencia, limitaba los flujos de capital especulativo, garantizaba la estabilidad y promovió el crecimiento y el estado de bienestar, que a día de hoy sigue siendo la base del sistema económico de muchos países.

- Para el transporte: en 1952 surgió otro modelo propuesto por William Virkey: el de los precios por congestión (cobrar una tarifa más alta en el metro cuando hay más pasajeros).

-Para políticas antipobreza: En 1997, Santiago Levy hizo un nuevo avance teórico: propuso las subvenciones o transferencias monetarias condicionadas TMC (dar dinero a las madres pobres para que lo inviertan en salud de sus hijos).
Rodrik dice que estas son tres ideas aplicadas a tres áreas distintas.

Hay otros modelos:

- la teoría de juegos (para organizar subastas en telecomunicaciones; ver la obra del autor de El Economista Camuflado)

- Los modelos de diseño de mercado (asignar eficientemente a los médicos residentes en los hospitales)

- modelos de organización industrial (refuerzan la libre competencia)

- teoría macroeconómica (adopción de políticas antiinflación)


También ve dos definiciones de la economía:

- Como ciencia social dedicada al funcionamiento de la economía (economía estándar que intenta responder a las preguntas sobre por qué los mercados funcionan mal, qué hace que las economías crezcan, como puede aunarse el pleno empleo y la estabilidad de precios).

- Es una forma de hacer ciencias sociales sirviéndose de determinadas herramientas. (Frikieconomía de Steven Levitt)

El autor también habla de la tribu econ (una sátira de Alex Leinjonhufvud de 1972: "La vida entre los econs") y su obsesión por los "modlos". La realidad es que el estudio de la economía consiste en aprender una secuencia de modelos. Si quieres herir en lo más profundo a un economista basta con que le digas: "No tienes un modelo".

Rodrik advierte de que no se puede reducir la complejidad de la vida social a unas pocas relaciones simplistas ni obsesionarse con el rigor matemático por encima del realismo y que logran hacer complejo lo cotidiano que viste el sentido común con un disfraz de formalismo. Menciona a Ha-Joon Chang: "El 95 % de la economía es simple sentido común pero arreglado para parecer algo muy complicado mediante el uso de jerga y matemáticas".

Explica tres modelos de cómo funcionan los mercados

- El modelo económico más extendido es el de la oferta y la demanda (que incluye un mundo artificial llamado mercado perfectamente competitivo). Pero este modelo pasa por alto que la racionalidad se ve afectada por emociones, cortocircuitos cognitivos, los monopolios. También influye la elasticidad de precios (para absorber costes o impuestos, ya sea el consumidor o el productor). Y también se tiene en cuenta que una economía competitiva de mercado es eficiente si es imposible mejorar el bienestar de una persona sin reducir el de otra ("eficiencia de Pareto").  Describe escenarios con múltiples participantes.

- El dilema del prisionero es la piedra angular de muchos trabajos actuales de economía. (Se puede aplicar a la escalada de gasto publicitario entre dos compañías rivales para ver que se desperdicia dinero hasta alcanzar el equilibrio). Describe escenarios con dos participantes.

- El modelo de coordinación que genera equilibrio múltiple (empresas de sectores interralacionados (acerías y astilleros) ven las ventajas de situarse cerca entre sí. Si no hay inversión, el resultado será malo aunque haya equilibrio. Describe escenarios que no dependen del número de participantes.

Considera que la elección acertada del modelo es por aquel que se adapte al contexto. Así para saber si un aumento del salario mínimo reduce o aumenta el empleo hay que conocer el contexto: por ejemplo, si los empleadores se comportan de manera competitiva o no, por ejemplo, pero "el modelo estándar solo proporciona una respuesta convencional: el salario mínimo reduce el empleo, los flujos de capital incrementan el crecimiento y los recortes fiscales obstaculizan la actividad económica". Solo son ciertas en cuanto sus supuestos críticos (la realidad) (Rodrik, 2015:31).

El autor señala que algunos modelos funcionan como fábulas (relatos genéricos que buscan dar una lección de vida, moraleja o "implicación política") y que, en economía, concluyen con que los mercados libres son eficientes, el comportamiento oportunista en interacciones estratégicas puede empeorar la situación de todos los participantes, los incentivos importan...

Ariel Rubinstein lo dijo así: "La palabra modelo suena más científica que fábula o cuento de hadas [pero] no veo mucha diferencia entre ellas" (figura en Dilemmas of an Economic Theorist, Econometrica, 74, julio del 2006)

En los siguientes capítulos, el autor describe los distintos modelos y teorías que se han elaborado y su conclusión de que ninguno ha funcionado al cien por cien porque la realidad es mucho más compleja que los modelos que simplifican los hechos. En concreto, su principal crítica se dirige a aquellos modelos que ensalzan la libertad de mercado, algo que respaldaría el 90 % de los economistas, como sistema más eficiente porque la realidad ha demostrado que surgen monopolios o que el Estado es necesario para regular algunas actividades comerciales y financieras. Recetas como "Los impuestos matan los incentivos" se han convertido en un mantra que no siempre funciona.

Especialmente crítico es con el Consenso de Washington, una serie de consejos y recetas económicas para aplicar a los países en desarrollo para una inmersión exprés en la economía de mercado y el librecambismo y que asumió como propia el FMI, quien además abogó por la libertad de circulación de capitales. En principio, solo bastaba con sentarse y ver cómo el mercado se autorregulaba solo y reordenaba todos los recursos, empleo y capitales, y los dirigía a los sectores más productivos. A primera vista, que un país en desarrollo liberalice su economía y use los mecanismos del libre mercado podría parecer una idea sensata pero Rodrik advierte que la realidad es tozuda y que esta inmersión estándar en el liberalismo ha demostrado que las industrias locales se hunden por la competencia de la globalización, las que podrían competir no disponen de la capacidad para entrar en el mercado mundial y el excedente laboral y los desempleados no hay dónde recolocarlos, por lo que engrosan las filas del paro, en contra de lo que predice la teoría. Para Rodrik, no hay tal autorregulación de los mercados, como sostiene la teoría estándar, o quizás esta autorregulación no se produce de inmediato.  Una razón es que el libre mercado ha de ir acompañado de seculares instituciones como el respeto a la propiedad privada o la justicia porque, sin seguridad jurídica, el capital se volatiliza. En cambio, el autor observa que el Este de Asia, sin tener unas instituciones especialmente democráticas, se ha integrado en la economía globalizada porque ha sido más cauto al aplicar el librecambio y ha protegido a la industria local más débil y poco competitiva mientras potenciaba las exportaciones [nota del lector: este proceso del proteccionismo astuto de Japón, China o Corea lo describen autores como Stiglitz o Krugman].

Rodrik recuerda que estas políticas liberalizadoras, sobre todo la de libre circulación de capitales, resultaron un fiasco que desembocó en graves crisis como las de México, Rusia, los países de Asia, Argentina, Turquía. Esto se debió a que los países aprovecharon el caudal de millones en préstamos internacionales que caía del cielo y luego se endeudaron hasta las cejas. El último ejemplo fue la crisis del 2008.

Una de las conclusiones del autor es que no se puede aplicar una sola teoría ni recetas mágicas ni mantras porque muchas de las teorías solo funcionan parcialmente (teoría de juegos, etc..) y no hay una teoría "única y universal" que lo explique y prediga todo. Recuerda que la autorregulación de los mercados fue un "mantra" hasta la Gran Depresión y que tuvo que ser un revolucionario conservador como Keynes quien estableciese la idea de que el Estado inyectase liquidez para potenciar la demanda, algo impensable hace años. Las ideas de Keynes quedaron desautorizadas a partir de 1970 por los monetaristas pero fueron rescatadas en el 2008 tras la crisis. Los estímulos fiscales y la inyección de dinero en el sistema para evitar la deflación fue decisiva para evitar que la recesión fuera mayor. En este caso, Rodrik cree que tanto la teoría keynesiana como la monetarista prestaron un gran servicio en esos momentos tan difíciles al recombinarse y entender mejor cómo funciona una crisis y los modos de atajarla, algo que no se entendía en 1929 y que los monetaristas ayudaron a comprender el papel que jugaba la inyección y circulación del dinero.

Una de las críticas más importantes que le hace a los economistas actuales es no haber sabido predecir la crisis del 2008. En especial los dardos van dirigidos a Lucas y, en menor medida a Eugene Fama. Señala que alguno de estos economistas fundamentalistas del mercado llegó a proclamar que nunca más habría reseciones porque la economía actual permitía controlarlas, lo que resultó ser un total desatino sobre todo al haberse dicho poco antes de la debacle del 2008. En cambio, Robert Shiller, que compartió el Nobel con Fama, fue de los pocos que avisó desde tiempo atrás de los peligros de la burbuja. El autor sostiene que las propias teorías de mercado predecían la crisis pero nadie prestó atención en medio de la fiesta.

Otra de las cuestiones que aborda Rodrik es la creciente tendencia a apoyar los estudios teóricos de Economía con un estudio de campo o trabajo empírico, las llamadas pruebas controladas aleatorizadas (RTC), así como la economía del comportamiento y las instituciones. 

El trabajo empírico ha servido para detectar diferencias de calidad y productividad de las empresas del comercio internacional y ha dado lugar a innovaciones en políticas sobre sanidad, educación y finanzas que mejoran la vida de las personas. [nota del lector: no sabemos todavía cómo se puede multiplicar el campo empírico de la economía con los descubrimientos que surjan del análisis de datos del Big Data].
Entre los trabajos ha funcionado el sistema RTC de reparto aleatorio para tratamientos a individuos (mosquiteras). Sin embargo, algunos críticos dicen que se ha exagerado lo que se puede extraer de los conocimientos adquiridos en pruebas realizadas en países subdesarrollados, generalmente.

La economía del comportamiento debilita el supùesto fundamental de los modelos económicos: que los individuos son totalmente racionales (ideal para hacer predicciones de preferencias de los consumidores, ahorro de los hogares, inversiones de las empresas, búsqueda de empleo de los parados). Destaca el trabajo de Daniel Kahneman (Nobel en el 2002) que indicó que la gente tiende más a valorar más un objeto cuando debe renunciar a él que cuando lo adquiere (adversión a las pérdidas), generaliza en exceso a partir de un número reducido de datos (exceso de confianza), desestimar la evidencia empírica que contradice sus creencias (sesgo de confirmación), a ceder a tentaciones a corto plazo aun siendo conscientes de que son perjudiciales (escaso autocontrol), a valorar la equidad y la reciprocidad (egoísmo limitado). Al introducir estas anomalías en los modelos de mercados se pudo explicar anomalías inexplicables hasta entonces.

Al final del libro, Rodrik incluye un epílogo con los diez mandamientos del economista.

1) La economía es un conjunto de modelos: abrazamos la diversidad

2) Es un modelo, no el modelo

3) El diseño de cada modelo debe ser lo suficientemente simple como para ser capaz de aislar las causas específicas y su funcionamiento, pero no tanto como para no incluir las interacciones fundamentales entre las causas.

4) Los supuestos poco realistas son aceptables; los supuestos críticos poco realistas no lo son.

5) El mundo es (casi) siempre la segunda mejor opción

6) La aplicación de un modelo al mundo real requiere evaluaciones empíricas explícitas, que son más un arte que una ciencia.

7) No se debe nunca confundir el acuerdo alcanzado entre economistas con la certidumbre de cómo funciona el mundo

8) Es perfectamente aceptable responder "No lo sé" ante cualquier pregunta relacionada con la economia o la política económica.

9) La eficiencia no lo es todo

10) La sustitución de los valores propios en lugar de los del gran público es un abuso de autoridad

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También aporta 10 mandamientos para los no economistas

1) La economía es una colección de modelos sin conclusiones predeterminadas; todo argumento en contra es sencillamente falso.

2) No se debe criticar un modelo económico por sus supuestos, sino preguntar de qué forma cambiarían los resultados si determinados supuestos problemáticos fuesen más realistas.

3) Los análisis requieren la mayor simplicidad posible; mucho cuidado con aquellas incoherencias que se hacen pasar por complejidad.

4) Las matemáticas no deben causar temor; los economistas no las usan porque sean más listos, sino porque no lo son lo bastante como para no usarlas.

5) Cuando un economista ofrece una recomendación, hay que preguntarle por qué está tan seguro de que el modelo subyacente es aplicable al caso en cuestión,

6) Cuando un economista emplea el término bienestar económico, sería muy conveniente preguntarle qué quiere decir con ello.

7) Cuidado con los economistas que en público dicen una cosa y en privado otra diferente.

8) Los economistas no adoran (a todos) los mercados, pero en la mayoría de los casos conocen mejor su funcionamiento que los no economistas.

9) Si se piensa que todos los economistas del mundo son iguales, basta con asistir a alguno de los seminarios para desengañarse.

10) Si se piensa que todos los economistas del mundo son particularmente groseros con los no economistas, basta con asistir a alguno de los seminarios para desengañarse.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Libro descargable en PDF: "50 resúmenes comentados de los libros clave de Economía (1776-2012)", por E.V.Pita

Libro descargable en PDF: "Compendio de resúmenes comentados de libros de 50 autores de Economía (1776-2012)", por E.V.Pita

http://eleconomistavago.files.wordpress.com/2012/08/50autores.pdf

(900 kb ) 160 páginas


Esta es una recopilación de los resúmenes de libros de Economía comentados y actualizados en los blogs:

Economía y Sociología:  http://evpitasociologia.blogspot.com.es

Especializado en pensamiento económico: http://eleconomistavago.wordpress.com

La selección de libros pretende dar una visión general de las dos grandes corrientes de la Economía de los siglos XIX y XX.
La primera corriente es el liberalismo, basado en el libre mercado, la libre circulación de mercancías y comercio, y el crecimiento de la producción de un país como reflejo de su riqueza nacional. Dicha teoría fue inaugurada por Adam Smith en 1776 con el libro “La riqueza de las naciones”. Ha sido el pilar para los grandes debates del siglo XIX entre Malthus, Ricardo y Marx sobre el valor de uso y de cambio, la “mano invisible” que autorregula el mercado mediante la oferta y la demanda, el “laissez-faire” y la mínima intervención del Estado en la Economía.

La segunda doctrina es el keynesianismo, teoría que contribuyó a superar la crisis de la Gran Depresión de 1929 y que puso en marcha la sociedad de consumo. Su base era la creación de demanda como estimuladora del crecimiento económico del llamado Estado de Bienestar. A finales de los años 70, la elevada inflación hizo cuestionar las políticas keynesianas y algunos países aplicaron nuevas doctrinas neoliberales, monetaristas y de la economía de la oferta, que básicamente consisten en reducir el Estado de Bienestar, desregularizar los mercados financieros y reducir los costes de producción y salariales y mejorar la oferta mediante la libertad de comercio mundial. Este ambiente impulsó la globalización (que tiene su cara oscura en la deslocalización) y el desarrollo de Internet como métodos para abaratar los bienes de consumo, a lo que contribuyó la concesión de préstamos mediante nuevos productos financieros. Pero desde 1990, las políticas monetaristas han sido incapaces de dar respuesta a las recesiones asiáticas primero y luego la del 2008 en Europa y Estados Unidos. La reducción de los intereses a tipos cero no ayudaron a estimular el crecimiento económico y Japón vivió una década de estancamiento.

Por su parte, la concesión de créditos a los consumidores en los tiempos de bonanza de la década del 2000 condujo a un alto apalancamiento y, tras el estallido de las burbujas inmobiliarias y financieras, llevó a una doble recesión entre el 2008 y 2012 que amenaza con convertirse en una Segunda Depresión. Sin embargo, en estos años, muchos países deudores han iniciado un rápido desapalancamiento para sanear sus finanzas en un escenario de baja inflación e intereses próximos a cero. Pocos países han seguido las doctrinas keynesianas para estimular el gasto público y tirar de la demanda, pero el desapalancamiento tampoco genera crecimiento sino recesión, aunque con caídas anuales del 1% o 2%, lo que se podría considerar leve. El otro fallo que desacredita las políticas neoliberales es que, a la hora de la verdad, papá Estado debe ayudar a las entidades bancarias en apuros ya que una verdadera política de libre mercado dejaría hundir a las más ineficientes.

Algunos economistas sospechan que las férreas políticas actuales de baja inflación y alto desempleo, reducción de deuda pública y desapalancamiento mediante reducción del consumo tienen como objetivo que los consumidores y los Gobiernos salden prioritariamente la deuda que contrajeron a precios inflados en tiempos de bonanza, en plena burbuja financiera e inmobiliaria.